Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CASO CLÍNICO Intubación con tubo de doble luz mediante laringoscopio Airtraq® en dos pacientes despiertos con vía aérea díficil prevista E. Salazar Herbozo1,a, A. Planas2,b, F. Ramasco1,b, A. Gómez Rice1,b, P. Catalán2,c Servicio Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor. aComplejo Hospitalario Torrecárdenas. Almería. bHospital Universitario de La Princesa. Madrid. cHospital La Inmaculada. Huercál-Overa. Almería. Double lumen tube insertion in awake patients through the AirTraq laryngoscope in 2 cases of expected difficult airway Abstract The likelihood of difficult airway in thoracic surgery increases in the presence of associated cancer of the pharynx or larynx. The difficulty is greater when a double lumen tube must be inserted in these conditions, and various newly developed optical devices offer solutions for managing such cases. We report on 2 patients with expected difficult airway who were scheduled for lung resection. In both cases, intubation was accomplished through the AirTraq laryngoscope while the patient remained awake. Awake patient tolerance is facilitated by this laryngoscope, because the tube can be inserted without changing the position of the tongue or placing pressure on the vallecula. Keywords: Difficult airway. Thoracic surgery. Double lumen tube. AirTraq. Resumen La posibilidad de hallar un paciente con vía aérea difícil (VAD) en cirugía torácica aumenta por la coexistencia de patología oncológica faringo-laríngea asociada. El uso de tubos de doble luz para el aislamiento pulmonar supone una dificultad añadida en estas situaciones. Diversos dispositivos ópticos diseñados en los últimos años, aportan nuevas soluciones disponibles para el manejo de estos casos. Presentamos dos pacientes con VAD conocida, programados para resección pulmonar, en los que se utilizó con éxito el laringoscopio Airtraq® para la inserción de tubo de doble luz con el paciente despierto. Este laringoscopio no requiere desplazamiento de la lengua, ni tracción de la vallécula, lo que facilita su tolerancia en pacientes despiertos. Palabras clave: Vía aérea difícil. Cirugía torácica. Tubo de doble luz. Airtarq®. INTRODUCCIÓN El manejo de la vía aérea difícil (VAD) es uno de los mayores problemas en la práctica anestésica. Las Sociedades científicas vienen desarrollando Guías de actuación1, en las que se señala la intubación con el paciente despierto como la técnica de elección en el manejo de la VAD prevista. Para ello, el fibrobroncoscopio óptico (FBO) es el dispositivo más utilizado, debido a la mayor experiencia y buenos resultados. En el caso de pacientes programados para resección pulmonar, debido a la coexistencia de tumores de lengua o laringe, la incidencia de VAD llega a ser del 2-3%2. La utilización de tubos de doble luz (TDL) para ventilación unipulmonar supone un problema adicional en casos de VAD, debido a que su longitud, grosor y rigidez, dificultan su manejabilidad a través de un FBO, por lo que es útil disponer de estrategias alternativas. Recientemente se han publicado artículos de revisión3-5 y recomendaciones elaboradas por la Sociedad Italiana de Médico Adjunto. 2Jefe del Servicio. 1 Anestesia y Reanimación6, aplicables al manejo de la VAD en cirugía torácica. En estas publicaciones se considera como primera elección, en el caso de VAD prevista, la intubación despierto con tubo endotraqueal sencillo y, una vez intubado el paciente, se propone el uso de bloqueadores bronquiales para conseguir el aislamiento pulmonar intraoperatorio o la utilización de un intercambiador para sustituir el tubo endotraqueal por un TDL. Sin embargo, en los últimos años se han diseñado diversos dispositivos ópticos que aumentan los recursos disponibles para el manejo de la VAD. El laringoscopio Airtraq® (Prodol Meditec S.A., Vizcaya, España) es un laringoscopio óptico que permite la visualización de la glotis sin necesidad de alineación del eje orofaríngeo, dirigiendo el tubo hacia la tráquea a través de un canal-guía lateral. La visión de la glotis puede obtenerse a través del visor óptico del dispositivo o bien a través de un sistema de cámara y pantalla. Existe una variante de Airtraq® con canal ancho, diseñado específicamente para la utilización de TDL (Figura 1). Aceptado para su publicación en abril de 2011. Correspondencia: E. Salazar Herbozo. C/ Extremadura, 90. Santa María del Águila. 04710 Almería, España. E-mail: wilo_salazar@hotmail.com Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:315-317 315 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. E. Salazar Herbozo et al del laringoscopio en la línea media de la boca y avanzando hasta obtener la visualización de las estructuras de la glotis en el centro de la pantalla. En ese momento se introdujo la guía a través de las cuerdas vocales y sobre ésta, pidiendo al paciente una inspiración forzada, se progresó el tubo hasta que el balón de la luz bronquial sobrepasó las cuerdas vocales. Se retiró la guía y se comprobó mediante capnografía la colocación del extremo bronquial del TDL en la tráquea, procediendo a la inducción anestésica, tras la que se introdujo el FBO a través de la luz bronquial y se colocó el TDL en su posición definitiva. Durante todo el procedimiento el paciente se mostró colaborador, hemodinámicamente estable, en ventilación espontánea y con saturación periférica de O2 superior a 92%. La cirugía transcurrió sin complicaciones y al final de la misma, el paciente fue extubado en quirófano sin incidencias. Caso 2 Figura 1. Tubo de doble luz acoplado a sistema Airtraq®, con una guía 10 French de 700 mm (Portex, Smiths Medical ASD, USA) lubricada, a través de la luz bronquial. Presentamos dos casos de intubación en pacientes con VAD prevista, programados para cirugía de resección pulmonar, utilizando TDL mediante Airtraq®, manteniendo a ambos pacientes despiertos y con ventilación espontánea. CASOS CLÍNICOS Caso 1 Varón de 54 años, 72 Kg de peso, 169 cm de altura, programado para lobectomía inferior derecha por nódulo pulmonar. Entre sus antecedentes personales destacaban el consumo de alcohol, tabaquismo previo y presencia de criterios clínicos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El paciente había sido diagnosticado dos años atrás de carcinoma epidermoide de base de lengua, siendo tratado entonces con cirugía consistente en glosectomía total, hemilaringectomía con reconstrucción mediante colgajo pectoral derecho y vaciamiento cervical radical derecho y funcional izquierdo, asociada a posterior radioterapia y quimioterapia coadyuvante. Como secuelas de esa cirugía y del tratamiento radioterápico, en la exploración física actual presentaba desplazamiento de laringe hacia la izquierda, atrofia de tejidos blandos de la hemicara inferior y de la región cervical, grado IV en la clasificación de Mallampati, apertura bucal de 3 cm, distancia tiromentoniana de 5 cm y limitación a la flexo-extensión cervical, por lo que se informó al paciente del riesgo de presentar VAD y la recomendación de intubación despierto1. En quirófano la monitorización consistió en electrocardiografía, pulsioximetría, presión arterial no invasiva e índice biespectral BIS. Se administró lidocaína al 4% por vía inhalatoria durante 15 minutos. Posteriormente se pulverizó la cavidad oral con lidocaína al 10% y se inyectaron 2 ml de lidocaína al 5% a través de punción de la membrana cricotiriodea. Se administró oxígeno 3 L/min por gafas nasales y 1 mg de midazolam por vía intravenosa. A continuación se verificó el funcionamiento del laringoscopio Airtraq® según recomendaciones del fabricante, se colocó en su canal un tubo de doble luz izquierdo número 37 (Portex, Blue Line, Smiths Medical ASD, EEUU) abundantemente lubricado, y se introdujo una guía 10 French de 700 mm (Portex, Smiths Medical ASD, EEUU), igualmente lubricada, a través de la luz bronquial. La colaboración del paciente fue adecuada, permitiendo la introducción 316 Varón de 72 años, 70 Kg de peso, 159 cm de altura, programado para lobectomía inferior derecha por carcinoma epidermoide de pulmón. Como en el caso anterior, el paciente presentaba el antecedente de cirugía oncológica previa y radioterapia cervical posterior por carcinoma epidermioide de fosas y senos paranasales. En la exploración física destacaba, apertura bucal menor de 4 cm, grado en la clasificación de Mallampati III, ausencia de varias piezas dentarias en ambas arcadas, distancia tiromentoniana de 5 cm y limitación a la flexo-extensión cervical, así como deformidad nasal y micrognatia. Se decidió, previo consentimiento del paciente, realizar la intubación despierto. La monitorización y preparación tanto del paciente como del material fueron similares al del caso anterior, salvo que en esta ocasión no fue posible la inyección de anestésico local a través de la membrana cricotiriodea. Se utilizó un tubo de doble luz izquierdo del número 35 (Portex, Blue Line, Smiths Medical ASD, EEUU) colocado en el canal del laringoscopio Airtarq, con una guía 10 French de 700 mm (Portex, Smiths Medical ASD, EEUU) lubricada, a través de la luz bronquial. La secuencia de introducción fue similar al Caso nº 1, obteniéndose visión de la glotis e introduciendo la guía a través de las cuerdas vocales. Estas maniobras no fueron bien toleradas por el paciente, que presentó hipertensión arterial, taquicardia, tos y disminución de la saturación periférica de O2 a 88%, por lo que, con la guía en el interior de la tráquea, se administró una dosis hipnótica de propofol (2 mg/Kg) , manteniendo el Airtraq® en la boca del paciente, sin perder la visión de la glotis y la guía el interior de la misma. Una vez el paciente anestesiado, se introdujo el TDL en la tráquea a través de la guía, se administró rocuronio 0,5 mg/kg y posteriormente se colocó en su posición definitiva con la ayuda del FBO. Como en el caso anterior, el paciente fue extubado en quirófano al final de la cirugía, sin incidencias. Ambos pacientes permanecieron 24 horas en la unidad de reanimación siendo interrogados sobre el grado de satisfacción de la técnica: el primero refirió haber permanecido tranquilo y confortable durante todo el procedimiento, mientras que el segundo recordaba el procedimiento, aunque sin asociarlo a una experiencia desagradable. DISCUSIÓN El laringoscopio Airtraq®, introducido en la práctica clínica en el año 2005, ha mostrado su eficacia en el manejo de la VAD, en los que se ha utilizado como instrumento de rescate en situaciones de VAD imprevista7 o como primera medida en casos de VAD prevista8,9. Comparado con otros dispositivos, con el Airtraq® se consigue una tasa alta de Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:315-317 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Intubación con tubo de doble luz mediante laringoscopio Airtraq® en dos pacientes despiertos con vía aérea díficil prevista éxito de intubación orotraqueal con tubo sencillo al primer intento, una disminución en el tiempo necesario para la intubación y menor traumatismo dental10. Este laringoscopio no requiere el desplazamiento de la lengua, ni tracción de la vallécula, lo que unido a sus características de fácil portabilidad, pequeño tamaño y rápido aprendizaje, hacen de él una alternativa a considerar en el manejo de la VAD prevista, con el paciente despierto. El uso del Airtraq®, en pacientes con VAD conocida, realizando el procedimiento con sedación y anestesia tópica, ha sido ya descrito con éxito por diversos autores para intubación con tubo orotraqueal sencillo11-13. Sin embargo, las publicaciones acerca de su uso para intubación con tubos de doble luz son escasas14 y no conocemos ninguna publicación acerca del uso del Airtraq® de canal ancho para intubación con TDL en pacientes despiertos con anestesia tópica. En la actualidad, la recomendación más extendida en el caso de VAD prevista en cirugía torácica, es considerar como primera elección la intubación despierto con tubo endotraqueal sencillo y una vez intubado el paciente, proceder a la inducción anestésica, utilizando bloqueadores bronquiales para el aislamiento pulmonar intraoperatorio o un intercambiador para sustituir el tubo endotraqueal por un TDL3-5. Pero ambas decisiones no están exentas de problemas como la necesidad de utilizar un tubo endotraqueal de diámetro superior a 8 mm para la inserción de un bloqueador bronquial, además del estrecho canal de succión y facilidad de descolocación intraoperatoria que presentan dichos bloqueadores5; por otra parte, si se decide utilizar un intercambiador, puede ocurrir el fracaso en la introducción del tubo a través del mismo, pérdida de control de la vía aérea o incluso daño en la misma durante la inserción del intercambiador3. En el caso de VAD imprevista las recomendaciones en cirugía torácica3,5 se dirigen igualmente a conseguir la intubación con tubo endotraqueal simple mediante dispositivos como guías de intubación, mascarilla laríngea Fast-Trach, videolaringoscopios, etc, para posteriormente utilizar nuevamente bloqueadores bronquiales o intercambiadores. Sin embargo, en nuestra experiencia, con el laringoscopio Airtraq diseñado para TDL, se consigue visualizar la glotis sin necesidad de hiperextender el cuello, sin desplazar la lengua, ni levantar la epiglotis, por lo que mediante movimientos más sutiles y menos fuerza que con la laringoscopia directa convencional, permite el abordaje de la vía aérea en pacientes despiertos, debidamente preparados con anestesia tópica. Esto se consiguió con buena tolerancia en el primero de Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:315-317 los casos que presentamos, mientras que en el segundo fue peor tolerado, probablemente debido al fallo de inyección intratraqueal de anestésico local, aunque suficiente como para introducir la guía en la tráquea, lo que permitió inducir al paciente y su posterior intubación con el TDL a través de la guía. Por estos motivos, consideramos el laringoscopio Airtraq® de canal ancho, diseñado para TDL, como una opción a considerar, quizá de primera elección en el manejo de la VAD, tanto prevista como imprevista, en pacientes programados para cirugía torácica. BIBLIOGRAFÍA 1. American Society of Anesthesiologists Task Force on Management of the Difficult Airway. Practice guidelines for management of the difficult airway: an updated report by the American Society of Anesthesiologists Task Force on Management of the difficult Airway. Anesthesiology. 2003;98:1269-77. 2. Brodsky JB, Lemmems HJ. Left double-lumen tubes: clinical experience with 1170 patients. J Cardiothorac Vasc Anesth. 2003;17:289-98. 3. Campos JH. Lung isolation techniques for patients with difficult airway. Curr Opin Anaesthesiol. 2010;23:12-7. 4. Brodsky JB. Lung separation and the difficult airway. Br J Anaesth. 2009;103(suppl 1):i66-i75. 5. Mesa A, Charco P. Vía aérea difícil en cirugía torácica. 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