ALPLAX® 0,25 - 0,50 - 1 - 2: Comprimidos. ALPLAX® XR 0,50 - 1 - 2: Comprimidos de liberación controlada. Venta bajo receta archivada. COMPOSICIÓN: ALPLAX®: Cada comprimido de ALPLAX® 0,25-0,50-1-2 contiene: alprazolam 0,25-0,50-1-2 mg, respectivamente. Excipientes: c.s. ALPLAX® XR: Cada comprimido de liberación controlada de ALPLAX® XR 0,50-1-2 contiene: alprazolam 0,50-1-2 mg, respectivamente. Excipientes: c.s. ACCIÓN TERAPÉUTICA: Ansiolítico. INDICACIONES: Trastorno de ansiedad generalizada (DSM-IV). Ansiedad asociada con depresión. Trastorno de angustia (Ataque de pánico) con o sin agorafobia. POSOLOGÍA: La dosis óptima se ajusta a la sintomatología del paciente y a la respuesta obtenida. Si fuere necesario, se puede aumentar gradualmente la dosis inicial con relación a la tolerabilidad. ALPLAX®: Trastorno de ansiedad generalizada: La dosis usual inicial es de 0,25 a 0,5 mg tres veces por día, dosis que puede ser aumentada/reducida hasta alcanzar el efecto terapéutico máximo, incrementando 0,5 mg por día, con intervalos de 3 a 4 días. La dosis máxima diaria es de 4 mg por día. Trastorno de angustia: Comenzar con dosis de 0,5 mg tres veces por día, pudiendo incrementarse a razón de 1 mg por día cada 3 ó 4 días. La dosis media habitual es de 5 a 6 mg por día, distribuidos en tres tomas iguales. Ocasionalmente, algunos pacientes necesitan 10 mg diarios. Poblaciones especiales: En pacientes ancianos, en pacientes con enfermedad hepática avanzada y en pacientes con enfermedades debilitantes, la dosis usual inicial es de 0,25 mg, de 2 a 3 veces por día. Esta dosis puede incrementarse gradualmente si es necesario y si es bien tolerada. Los pacientes ancianos son más sensibles a los efectos de las benzodiazepinas. Si ocurren efectos adversos durante la dosis inicial, ésta debe ser disminuida. ALPLAX® XR: Los comprimidos de ALPLAX® XR deben administrarse enteros, sin dividir, triturar, masticar o disolver. Trastorno de ansiedad generalizada: La dosis usual inicial de ALPLAX® XR es de 0,5 a 1 mg/día, dosis que puede ser aumentada hasta alcanzar el efecto terapéutico deseado, incrementando 0,5 mg/día, cada 3 ó 4 días. La dosis máxima diaria es de 4 mg, administrados en 1 ó 2 tomas. Trastorno de angustia: Comenzar el tratamiento con dosis de 0,5 ó 1 mg antes de acostarse, o si se prefiere administrando 0,5 mg dos veces por día, pudiendo incrementarse la toma diaria a razón de 1 mg/día cada 3 ó 4 días. La dosis media habitual es de 5 a 6 mg/día, ocasionalmente algunos pacientes necesitan dosis mayores a 6 mg/día, en dichos casos la dosis debería ser aumentada lentamente para evitar eventos adversos. Poblaciones especiales: En los ancianos y pacientes con enfermedades debilitantes, insuficiencia hepática, renal o respiratoria debe iniciarse el tratamiento con 0,5 mg/día, aumentando gradualmente la dosis según la respuesta individual y la tolerabilidad. Reducción de la dosis o discontinuación: Las reducciones de la medicación o la interrupción del tratamiento deben hacerse gradualmente, reduciendo la dosis diaria en no más de 0,5 mg cada 3 días. En algunos pacientes puede ser necesario hacerlo más lentamente aún. Pasaje de ALPLAX® a ALPLAX® XR: Los pacientes que actualmente están siendo tratados con dosis diarias divididas de ALPLAX® (por ejemplo 3 ó 4 veces al día), pueden pasar a ALPLAX® XR a la misma dosis diaria total, administrada una vez al día. CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad conocida a ALPLAX® u otras benzodiazepinas o a cualquiera de los componentes de la formulación. Glaucoma de ángulo cerrado. Puede usarse en los pacientes con glaucoma de ángulo abierto que reciben el tratamiento adecuado. Tratamiento concomitante con itraconazol y ketoconazol. Miastenia gravis. ADVERTENCIAS: Evaluar la ecuación riesgo-beneficio del tratamiento en los casos de: hipoalbuminemia, enfermedades orgánico-cerebrales, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, apnea del sueño, antecedentes de abuso de sustancias que actúan sobre el SNC. Pacientes con antecedente de convulsiones o epilepsia, no deben discontinuar el tratamiento abruptamente. Debido a sus efectos depresores sobre el SNC, los pacientes tratados con alprazolam deben ser prevenidos de participar en áreas de riesgo o actividades que requieren un alerta mental completa, como operar maquinarias o manejar vehículos, e ingerir alcohol. Las personas adictas al alcohol u otras drogas deben ser observadas cuidadosamente cuando reciben alprazolam u otros psicotrópicos. El alprazolam no es efectivo como sustituto de los neurolépticos. Dependencia psicológica y física: La dependencia psicológica es un riesgo potencial de las benzodiazepinas, incluido el alprazolam. Este riesgo puede incrementarse si las dosis superan los 4 mg/día y con el uso prolongado, y se incrementa aún más en individuos con antecedentes de abuso de drogas y/o alcohol. El riesgo de dependencia física al alprazolam, es más severo en pacientes tratados con dosis altas (más de 4 mg diarios) y por períodos de tiempo prolongados (8 a 12 semanas) que después de tratamientos de corta duración. Síntomas de abstinencia: Los síntomas observados luego de la discontinuación del tratamiento con alprazolam en monoterapia fueron: dificultad de la concentración, parestesias, movimientos anormales, embotamiento, calambres y sacudidas musculares, diarrea, náuseas, vómitos, trastornos de la visión, irritabilidad, disminución del apetito, pérdida de peso, incremento de la percepción sensorial y trastornos del olfato. Otros síntomas como ansiedad e insomnio, registrados con frecuencia, se pueden atribuir a la reaparición de la enfermedad, a un fenómeno de rebote o a la abstinencia. El riesgo de padecer crisis convulsivas puede ser incrementado con dosis superiores a los 4 mg/día. Ansiedad interdosis: En los pacientes con trastorno de pánico que reciben dosis de mantenimiento, puede desarrollarse ansiedad interdosis y ansiedad matutina, circunstancias que indican el desarrollo de tolerancia o la existencia de un intervalo prolongado entre las dosis. Ambos casos se atribuyen a que la dosis prescripta no es suficiente para mantener niveles plasmáticos por encima del rango necesario para prevenir síntomas de abstinencia, recaídas o rebote. En estas situaciones se recomienda acortar el intervalo interdosis o administrar alprazolam de liberación controlada. PRECAUCIONES: Como con cualquier otro psicofármaco, se deben tener las mismas precauciones con el alprazolam cuando se lo administra a pacientes severamente deprimidos o en aquellos en los cuales pueden existir ideas o planes de suicidio. En los pacientes ancianos y debilitados, utilizar la menor dosis efectiva para evitar el desarrollo de ataxia o sedación excesiva. Precaución en los pacientes con compromiso de las funciones renal, hepática o pulmonar. Se informaron episodios de hipomanía y manía asociados con el uso de alprazolam en pacientes con depresión. El alprazolam tiene un débil efecto uricosúrico. Interacciones con otras drogas: Las benzodiazepinas potencian los efectos depresores sobre el SNC cuando se administran junto con psicotrópicos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, alcohol y analgésicos opioides. Otras interacciones son con: imipramina, fluoxetina, propoxifeno, anticonceptivos orales, carbamazepina, nefazodona, fluvoxamina, cimetidina, diltiazem, disulfiram, isoniazida, antibióticos macrólidos como eritromicina y claritromicina y asimismo, el jugo de pomelo. Posible interacción con sertralina, paroxetina, ergotamina, amiodarona, nicardipina, nifedipina y ciclosporina. Interacciones con pruebas de laboratorio: Las benzodiazepinas pueden interferir con las pruebas de captación tiroidea, disminuyendo la captación de iodo radiactivo. Embarazo: Debe considerarse que los niños nacidos de madres que están recibiendo benzodiazepinas pueden sufrir riesgo de síndrome de abstinencia durante el periodo post-natal, flaccidez neonatal y trastornos respiratorios. Existe un aumento en el riesgo de malformaciones congénitas durante el primer trimestre del embarazo. Lactancia: Las mujeres que deben usar alprazolam no deben amamantar. Uso en pediatría: No han sido establecidas la seguridad y efectividad del uso de alprazolam en niños menores de 18 años. REACCIONES ADVERSAS: Los efectos colaterales de alprazolam suelen observarse generalmente al comienzo del tratamiento y habitualmente desaparecen durante el transcurso del mismo. Los más comunes fueron: somnolencia y embotamiento. Las reacciones adversas ocasionales (observadas entre un 1 y 10% de los casos) son: Trastornos cardiovasculares: palpitaciones/taquicardia. Trastornos del oído y laberínticos: vértigo. Órganos de los sentidos: visión borrosa. Trastornos gastrointestinales: diarrea, vómitos, dispepsia, dolor abdominal, boca seca, constipación, náuseas, dolor laringofaríngeo. Trastornos generales: malestar, debilidad, dolor toráxico. Trastornos músculo-esqueléticos y del tejido conectivo: dolor lumbar, calambres musculares, sacudidas musculares, artralgia, mialgia, dolor en los miembros. Trastornos del sistema nervioso: cefaleas, mareos, temblores, falta de atención, parestesias, diskinesias, hipoestesias, hipersomnia. Trastornos psiquiátricos: irritabilidad, insomnio, nerviosismo, sensación de irrealidad, aumento de la libido, agitación, despersonalización, pesadillas, depresión, desorientación, confusión, ansiedad. Trastornos renales y urinarios: dificultades en la micción. Trastornos respiratorios, toráxicos y mediastinales: congestión nasal, hiperventilación, disnea, rinitis alérgica. Trastornos de la piel y tejido subcutáneo: aumento de la sudoración, prurito. PRESENTACIONES: ALPLAX® 0,25-0,50-1: envases con 30 y 60 comprimidos ranurados. ALPLAX® 2: envases con 30 y 60 comprimidos multirranurados. ALPLAX® XR 0,50-1-2: envases con 20 comprimidos de liberación controlada. GADOR S.A. Darwin 429 - C1414CUI - Buenos Aires - Tel: (011) 4858-9000. Para mayor información, leer el prospecto interior del envase o consultar en www.gador.com.ar. Fecha de última revisión: Ago-2007. del Centro de Hipertensión Arterial. Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Austral Simposio Gador. Congreso FAC, Rosario 17/5/2010 En esta presentación se tratará de analizar la relación entre el cerebro y el corazón, desde la fisiopatología a la clínica, principalmente tomando tres temas: el estrés, la depresión y la resiliencia. La forma de vida actual, con la globalización y urbanización, puede causar un estrés (del inglés stress = tensión) muy importante y una gran parte de la población está sumergida en él. Sin embargo, cada sujeto dispone de mecanismos de adaptación diferentes, lo que determinará a su vez diferentes tipos de respuestas. 1 (Ver figura 1) Estresores ambientales: trabajo, hogar, social Diferencias individuales: Genes, Experiencia, Desarrollo Alostasis Eventos Vitales Mayores Estrés Percibido Amenaza Desamparo/Desesperanza Hiper-vigilancia Respuestas Fisiológicas Trauma, Abuso Respuestas Conductuales: Lucha o huida Conductas personales: Dieta, Tabaco, Drogas, Ejercicio ción del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal (EHHS). 2 Activados en exceso, aumentan las catecolaminas y los corticoides, se acompañan también de elevación de la vasopresina, la orexina, opioides endógenos e incluso del incremento de un número importante de citoquinas a nivel sistémico (ej. Interleuquinas). Esta respuesta será variable entre los sujetos, dependiendo fundamentalmente de características genéticas que condicionarán la adaptación a esta interacción con el ambioma (entorno). Estos estímulos llegan al SNC desde aferencias periféricas, viajan a la amígdala y luego en la corteza de diferentes áreas como la prefrontal, la corticolímbica y el hipocampo, será donde se procesarán las respuestas que pueden ser en gran parte vehiculizadas (Ver Figura 2) Corteza prefrontal: planeamiento, coordinación Estresor PFC Hipocampo: contexto HIPP Núcleo del tracto solidario AMY Amigdala: emoción Hipófisis Corticosterona Cortisol (hombre) LC NTS HYP CRF/ Vasopresina Pituitaria ACTH Adrenal Adrenalina SNA (Sistema nervioso autónomo) Locus coeruleus Eje Hipotalámicopituitario-adrenal y sistema nervioso simpático Órganos periféricos Glándula Adrenal: glucocorticoides y adrenalina GENETICA Figura 2: Sistemas mediadores de estrés. Activación del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal. CITOQUINAS AMBIOMA OPIOIDES ENDOGENOS Diversos factores inciden desde la edad temprana, por diferentes períodos que además, pueden tener duración variable y generan mecanismos de respuesta conocidos como mecanismos de alostasis, que tratan de restaurar el equilibrio fisiológico. Estos mecanismos ligados al estrés se activan originalmente destinados a una adecuada preparación para responder al mismo, pero pueden ejercer efectos deletéreos sobre el organismo fundamentalmente dependiendo del grado de activa El sistema del estrés coordina la conducta y la experiencia con la secreción y la acción hormonal VASOPRESINA Figura 1: Factores de estrés y mecanismos de respuesta alostática de adaptación. 1 Sistemas mediadores de estrés Activación del eje hipotálamo hipófiso suprarenal Adaptación Carga Alostática EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA Jefe del Laboratorio Vascular No Invasivo CATECOLAMINAS INFORMACION PARA PRESCRIBIR Dr. Pedro Forcada OREXINA 16 EL PUENTE CEREBRO CORAZÓN: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA inician la respuesta y determinan el umbral de la misma, mientras que los glucocorticoides regulan el procesamiento de la información, la recuperación, conductas de afrontamiento y la terminación de la respuesta. 4 (Ver figura 4) 2 De la misma manera que existe un sistema estimulador para la respuesta al estrés, hay un sistema inhibitorio y de reparación que contrarresta y equilibra al anterior, fundamentalmente en áreas muy cercanas, pero con mediadores muy diferentes como la serotonina (a través de los receptores 5HT1A), la dopamina y ciertas neurotrofinas (BDNF y neuropéptido Y) responsables incluso de la neuroplasticidad adaptativa y también efectores periféricos como la dehidroepidandrosterona y los estrógenos. 3 Esta vía de respuesta reparadora sería la línea de defensa contra el estrés y probablemente estaría involucrada en la resiliencia y su variabilidad no escapa a la interacción entre la genética del sujeto y el ambioma en que éste se desenvuelve. (Ver figura 3) Algunos Sistemas Mediadores de Resiliencia Neuroplasticidad adaptativa SEROTONINA (5HT1Ar) PFC HIPP NA Amigdala: emoción Hipófisis Corticosterona Cortisol (hombre) Hipocampo: contexto Núcleo del tracto solidario AMY LC NTS HYP CRF/ Vasopresina Pituitaria ACTH Adrenal Locus coeruleus Adrenalina SNA (Sistema nervioso autónomo) Órganos periféricos Eje Hipotalámicopituitario-adrenal y sistema nervioso simpático ESTROGENOS DEHIDORPEIANDROSTERONA Estresor Corteza prefrontal: planeamiento, coordinación VASOPRESINA El sistema del estrés coordina la conducta y la experiencia con la secreción y la acción hormonal Neurotrofina: BCNF*, NEUROPEPTIDO Y * BDNF: Brain Derived Neurotrophic Factor GENETICA AMBIOMA Figura 3: Sistemas mediadores de resiliencia. Neuroplasticidad adaptativa. Los corticoides endógenos pueden dividirse fundamentalmente en mineralocortoides y glucocorticoides y los receptores de cada uno de ellos pueden determinar diferentes fases de la respuesta al estrés siendo los mineralocorticoides los que Interaccion entre Receptores Mineralocorticoides / Glucocorticoides MCr controlan el inicio de la respuesta al estrés mientras que los GCr regulan la terminación MCr GCr Evaluación de la decisión Almacenamiento de la memoria Reactividad Recuperación, afrontamiento Inicio / Umbral Finalización MCr= Receptor de Mineralocorticoides GCr= Receptor de Glucocorticoides Figura 4: Receptores de corticoides endógenos y respuesta al estrés. En Cardiología algunos de los mecanismos descriptos están involucrados en las vías de regulación de la función cardiovascular. Estas vías se dividen en Fásicas o de respuesta rápida y Tónicas o de respuesta lenta y sostenida. Entre los primeros se destacan el Sistema Nervioso Autónomo en gran parte relacionado al EHHS y la vasopresina, mientras que entre los segundos están el sistema renina-angiotensina-aldosterona, el corticoadrenal (también relacionado con el EHHS) y las citoquinas. La activación de estas vías dependerá de las características y duración del estrés, en especial, el sistema corticosuprarrenal y el balance de las mismas será el que determinará el desarrollo o no de enfermedad cardiovascular. En este balance interactivo también intervienen los factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, dislipemia, obesidad, tabaquismo o síndrome metabólico/diabetes. Esta interacción de mecanismos de activación o inhibición con los factores de riesgo determinará no sólo el desarrollo de enfermedad cardiovascular sino además de sus complicaciones, estando en juego dos factores fisiopatológicos muy importantes: la inflamación y el estrés oxidativo. (Ver figura 5) Sistemas de regulación del aparato cardiovascular CUERPO ENFERMO Condicionantes de la respuesta Menor calidad de vida Factores de riesgo Inflamación Hipertensión Dislipemia Obesidad Tabaquismo Síndrome Metabólico / Diabetes Activación de vías cortas Estrés oxidativo Activación de vías largas Activación / Contraregulación ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR Figura 5: Regulación de la función cardiovascular: vías largas y vías cortas. Por lo tanto, hay una extensa conexión entre la Cardiología y una nueva especialidad de carácter multidisciplinario y transversal conocida como PINE (PsicoInmunoNeuroEndocrinología) que a la luz de lo expuesto, estudia cómo vías neurológicas, endocrinas e inmunes se entroncan con los factores de riesgo cardiovascular y llevan al desarrollo de patología específica a este nivel. Esto va más allá del campo de la enfermedad somática que se ve habitualmente en Cardiología. Frente a estos estímulos del medio, dados tanto por una mala calidad de vida, como por sucesos traumáticos o la falta de una red vincular, habrá sujetos con mayor o menor vulnerabilidad somática determinada en gran parte por la interacción entre genética y epigenética que desarrollarán desde enfermedad inespecífica, hasta la conocida enfermedad cardiovascular o incluso en aquellos que ya están enfermos, pueden exacerbarla y de esta manera, se cierra el círculo de interacción del sujeto y el entorno (Ver figura 6) Persistencia de sucesos traumáticos Menor capacidad de sostén vincular Vulnerabilidad Psiquica / Somatica Genera otras enfermedades Generación inespecífica de la enfermedad Exacerbación de la patología Figura 6: Vulnerabilidad psíquica y somática. La Cardiología se está abriendo a nuevos campos con una terminología nueva, que permite entender al paciente desde un enfoque transversal, multidisciplinario. Para interpretar la patología cardiovascular desde la Psicoinmunoendocrinología, es decir la conexión entre el sistema neuroendócrino y el sistema inmunitario, es muy útil un ejemplo clínico: Un paciente que desarrolla hipertensión en el cual se activa el sistema simpático por una situación estresante sostenida, las paredes arteriales sufren inflamación y desarrollan placas, que luego evolucionan y se complican en gran parte debido a mecanismos inmunitarios que van desde la luz vascular a la placa e incluso actúan dentro de la misma, en continuidad con la pared vascular vecina. Estos mecanismos mediados localmente por citoquinas, están íntimamente relacionados con mecanismos de respuesta a nivel del Sistema Nervioso Central y en gran parte estarán en función de la vulnerabilidad del sujeto y su capacidad de responder. Estos términos nuevos para los cardiólogos como ser vulnerabilidad psíquica y somática así como la capacidad de resiliencia, un término que nos 3 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA inician la respuesta y determinan el umbral de la misma, mientras que los glucocorticoides regulan el procesamiento de la información, la recuperación, conductas de afrontamiento y la terminación de la respuesta. 4 (Ver figura 4) 2 De la misma manera que existe un sistema estimulador para la respuesta al estrés, hay un sistema inhibitorio y de reparación que contrarresta y equilibra al anterior, fundamentalmente en áreas muy cercanas, pero con mediadores muy diferentes como la serotonina (a través de los receptores 5HT1A), la dopamina y ciertas neurotrofinas (BDNF y neuropéptido Y) responsables incluso de la neuroplasticidad adaptativa y también efectores periféricos como la dehidroepidandrosterona y los estrógenos. 3 Esta vía de respuesta reparadora sería la línea de defensa contra el estrés y probablemente estaría involucrada en la resiliencia y su variabilidad no escapa a la interacción entre la genética del sujeto y el ambioma en que éste se desenvuelve. (Ver figura 3) Algunos Sistemas Mediadores de Resiliencia Neuroplasticidad adaptativa SEROTONINA (5HT1Ar) PFC HIPP NA Amigdala: emoción Hipófisis Corticosterona Cortisol (hombre) Hipocampo: contexto Núcleo del tracto solidario AMY LC NTS HYP CRF/ Vasopresina Pituitaria ACTH Adrenal Locus coeruleus Adrenalina SNA (Sistema nervioso autónomo) Órganos periféricos Eje Hipotalámicopituitario-adrenal y sistema nervioso simpático ESTROGENOS DEHIDORPEIANDROSTERONA Estresor Corteza prefrontal: planeamiento, coordinación VASOPRESINA El sistema del estrés coordina la conducta y la experiencia con la secreción y la acción hormonal Neurotrofina: BCNF*, NEUROPEPTIDO Y * BDNF: Brain Derived Neurotrophic Factor GENETICA AMBIOMA Figura 3: Sistemas mediadores de resiliencia. Neuroplasticidad adaptativa. Los corticoides endógenos pueden dividirse fundamentalmente en mineralocortoides y glucocorticoides y los receptores de cada uno de ellos pueden determinar diferentes fases de la respuesta al estrés siendo los mineralocorticoides los que Interaccion entre Receptores Mineralocorticoides / Glucocorticoides MCr controlan el inicio de la respuesta al estrés mientras que los GCr regulan la terminación MCr GCr Evaluación de la decisión Almacenamiento de la memoria Reactividad Recuperación, afrontamiento Inicio / Umbral Finalización MCr= Receptor de Mineralocorticoides GCr= Receptor de Glucocorticoides Figura 4: Receptores de corticoides endógenos y respuesta al estrés. En Cardiología algunos de los mecanismos descriptos están involucrados en las vías de regulación de la función cardiovascular. Estas vías se dividen en Fásicas o de respuesta rápida y Tónicas o de respuesta lenta y sostenida. Entre los primeros se destacan el Sistema Nervioso Autónomo en gran parte relacionado al EHHS y la vasopresina, mientras que entre los segundos están el sistema renina-angiotensina-aldosterona, el corticoadrenal (también relacionado con el EHHS) y las citoquinas. La activación de estas vías dependerá de las características y duración del estrés, en especial, el sistema corticosuprarrenal y el balance de las mismas será el que determinará el desarrollo o no de enfermedad cardiovascular. En este balance interactivo también intervienen los factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, dislipemia, obesidad, tabaquismo o síndrome metabólico/diabetes. Esta interacción de mecanismos de activación o inhibición con los factores de riesgo determinará no sólo el desarrollo de enfermedad cardiovascular sino además de sus complicaciones, estando en juego dos factores fisiopatológicos muy importantes: la inflamación y el estrés oxidativo. (Ver figura 5) Sistemas de regulación del aparato cardiovascular CUERPO ENFERMO Condicionantes de la respuesta Menor calidad de vida Factores de riesgo Inflamación Hipertensión Dislipemia Obesidad Tabaquismo Síndrome Metabólico / Diabetes Activación de vías cortas Estrés oxidativo Activación de vías largas Activación / Contraregulación ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR Figura 5: Regulación de la función cardiovascular: vías largas y vías cortas. Por lo tanto, hay una extensa conexión entre la Cardiología y una nueva especialidad de carácter multidisciplinario y transversal conocida como PINE (PsicoInmunoNeuroEndocrinología) que a la luz de lo expuesto, estudia cómo vías neurológicas, endocrinas e inmunes se entroncan con los factores de riesgo cardiovascular y llevan al desarrollo de patología específica a este nivel. Esto va más allá del campo de la enfermedad somática que se ve habitualmente en Cardiología. Frente a estos estímulos del medio, dados tanto por una mala calidad de vida, como por sucesos traumáticos o la falta de una red vincular, habrá sujetos con mayor o menor vulnerabilidad somática determinada en gran parte por la interacción entre genética y epigenética que desarrollarán desde enfermedad inespecífica, hasta la conocida enfermedad cardiovascular o incluso en aquellos que ya están enfermos, pueden exacerbarla y de esta manera, se cierra el círculo de interacción del sujeto y el entorno (Ver figura 6) Persistencia de sucesos traumáticos Menor capacidad de sostén vincular Vulnerabilidad Psiquica / Somatica Genera otras enfermedades Generación inespecífica de la enfermedad Exacerbación de la patología Figura 6: Vulnerabilidad psíquica y somática. La Cardiología se está abriendo a nuevos campos con una terminología nueva, que permite entender al paciente desde un enfoque transversal, multidisciplinario. Para interpretar la patología cardiovascular desde la Psicoinmunoendocrinología, es decir la conexión entre el sistema neuroendócrino y el sistema inmunitario, es muy útil un ejemplo clínico: Un paciente que desarrolla hipertensión en el cual se activa el sistema simpático por una situación estresante sostenida, las paredes arteriales sufren inflamación y desarrollan placas, que luego evolucionan y se complican en gran parte debido a mecanismos inmunitarios que van desde la luz vascular a la placa e incluso actúan dentro de la misma, en continuidad con la pared vascular vecina. Estos mecanismos mediados localmente por citoquinas, están íntimamente relacionados con mecanismos de respuesta a nivel del Sistema Nervioso Central y en gran parte estarán en función de la vulnerabilidad del sujeto y su capacidad de responder. Estos términos nuevos para los cardiólogos como ser vulnerabilidad psíquica y somática así como la capacidad de resiliencia, un término que nos 3 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA fue prestado por los ingenieros y que hace referencia a la capacidad de los objetos de recuperar su forma inicial, luego de que se ejerce una acción sobre ellos, se van incorporando progresivamente para una mejor comprensión de la patología cardiovascular. Estamos frente a un cambio de paradigma en la Medicina, una visión transversal del sujeto y la situación de salud enfermedad, en lo que podría llamarse “OMA – MANIA” no como una broma, sino como un fenómeno actual, que probablemente en Cardiología se conoce a partir de la irrupción de la lectura del Genoma Humano en el quehacer médico, y que pronto dio paso al transcriptoma que permitía entender por qué los genes se expresan o no al interpretar la codificación del mensaje (podría decirse, leer los conjuntos de ARN mensajeros que codifican determinadas estructuras o funciones). Leer el genoma no fue suficiente sino que luego aprendimos que había que leer cómo el genoma se expresa y así se va bajando, por ejemplo al proteoma, (conjunto de proteínas asociadas funcionalmente que reconocen origen en un mismo gen o grupo de genes) o al metaboloma (conjunto de mecanismos metabólicos o patrón metabólico asociados a un gen o grupo de genes) y hasta aquí habíamos llegado en Cardiología. Desde el punto de vista de la Psiconeuroinmunoendocrinología, esta interpretación se hace más extensa y abarca la relación del sujeto con el ambioma (entorno) y sus consecuencias a nivel orgánico y funcional, para comprender los mecanismos por los cuales el sujeto modula la respuesta a los estímulos del medio, procesándolos exitosamente (resilenciando mediante una correcta alostasis) o siendo vencido y desarrollando enfermedad. Esto entonces se integra en mecanismos complejos interactivos o INTERACTOMAS, que incluyen los mecanismos de procesamiento o COGNO LA CONEXIÓN ENTRE EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Y EL SISTEMA CARDIOVASCULAR Un ejemplo sencillo puede permitir graficar esto claramente: A un grupo de pacientes derivados a cirugía oftalmológica se los separó en dos grupos, a uno se le permitía usar un equipo para escuchar su música preferida antes, durante (pues durante la misma están despiertos) y luego de la cíiruga, y al otro grupo no, y seguían el procedimiento habitual. El grupo que estaba “contenido” en su ambiente escuchando su música familiar tenía la presión más baja durante el procedimiento y luego del mismo. 7 (Ver figura 8) HIPERTENSIÓN Y ESTRÉS Hay una extensa y compleja conexión entre el Sistema Nervioso Central (SNC) y el Sistema Cardiovascular pero una de las vías más importantes, es el Sistema Nervioso Vegetativo. Las vías aferentes que llevan información desde presoreceptores y quimioreceptores distribuidos en diferentes lugares estratégicos del organismo, viajan al SNC a través de fibras vegetativas. Allí, desde diferentes centros (núcleo del vago, núcleo del tracto solitario) coordinados por diferentes núcleos desde el cerebro al tallo cerebral, se regula la respuesta a dichos estímulos, lo que por ejemplo puede resultar en ajustes del gasto cardíaco y del nivel de vasoconstricción o vasorrelajación, pero que puede extenderse incluso hasta la regulación de la inflamación y el estrés oxidativo, entre varios mecanismos relacionados, que podrían llevar al desarrollo de enfermedad cardiovascular. (Ver figura 7) Mecanoreceptores del seno carotídeo Nervios del seno carotídeo Centro cardiovascular Arteria carótida Externa Interna Nervio depresor Nervio vago Cuerda espinal Mecanoreceptores aórticos Ganglios simpáticos Con Música Sin Música mmHg 170 160 Presión Sistólica 4 MAS y las conductas resultantes o CONDUCTOMAS. 5,6 La resultante final de la sumatoria de estos mecanismos, es decir genética y epigenética sería el fenotipo clínico del sujeto y sus respuestas. Finalmente, esto no sería más que una vuelta al viejo paradigma de la Medicina desde sus orígenes: La visión transversal del sujeto como una unidad. 150 * * * Preop Cirugía Post Op 140 130 120 110 100 90 1 Sem Pre Día de la Op Tratar las causas del estrés (ansiedad, angustia) no controla la presión “per se”, pero si ayuda a controlarla Figura 8: Hipertensión y estrés. Este ejemplo es muy útil para explicar a los pacientes que dicen estar hipertensos porque están nerviosos. Es claro que la tensión nerviosa puede elevar la presión pero la pregunta clave es, ¿por qué algunos sujetos desarrollan hipertensión y otros no?. Esto se debe probablemente a características propias del sujeto que lo llevan a ponerse hipertenso cuando los otros que no las tienen no elevan la presión y éso es lo que hay que investigar. (Ver figura 8) Otros datos muy importantes al respecto provienen del estudio INTERHEART, un gran ensayo cooperativo multicéntrico con más de 28.000 sujetos, comparando pacientes infartados por primera vez con controles sin infarto y en el que se analizaron los factores que llevaban al desarrollo del infarto. 8 Evidentemente se encontraron los factores clásicos como hipertensión, dislipidemia, fumar, diabetes, obesidad y malos hábitos de vida (sedentarismo, dieta sin fibras) pero lo que más llamó la atención fue el grupo de factores psicosociales, que tenía un peso equivalente al tabaquismo y casi el doble de la hipertensión. Un subanálisis específico, incluido en el diseño del estudio, que tenía la potencia para estudiar el peso de los factores individualmente, verificó la relación significativa de los factores estresantes en el trabajo, en la casa y la presencia de síntomas depresivos con el desarrollo del infarto. Incluso hay un extenso análisis sobre el nexo del sujeto con el medio y el nivel de conexión del mismo con su red de contención familiar y social que relacionan en forma inversa con el riesgo de infarto (menos conectado, menos contenido más infartos). Esta es la primera vez que un grupo de importantes investigadores de Medicina basada en la evidencia como el Dr. Salim Yusuf y un gran número de centros, incluyendo algunos de Rosario, destacan la conexión entre lo que sucede en el medio que rodea al sujeto y el desarrollo de enfermedad cardiovascular. 8 Factores psicológicos INTERHEART Estrés general: en el trabajo, en casa, o ambos (se incluyen trabajadores y no trabajadores) Estrés general (Nº 24.767) Nº casos (%) Nº controles (%) Odds ratio (99% IC) Nunca 2777 (25,0%) 3888 (27,0%) 1 Alguna vez 5352 (48,1%) 7193 (52,7%) 1,05 (0,98 - 1,14) Varios períodos 2139 (19,2%) 2183 (16,0%) 1,45 (1,30 - 1,61) Permanente 851 (7,7%) 584 (4,3%) 2,17 (1,84 - 2,55) % Población (99% IC) 12% (7 - 17) Nervio Vagosimpático AC SA AV AC NL Arteriolas (vasos de resistencia) NL Venas (vasos de capacitancia) Figura 7: Cuadro de sistema nervioso central y sistema cardiovascular y las conexiones por el sistema nervioso autónomo. 5 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA fue prestado por los ingenieros y que hace referencia a la capacidad de los objetos de recuperar su forma inicial, luego de que se ejerce una acción sobre ellos, se van incorporando progresivamente para una mejor comprensión de la patología cardiovascular. Estamos frente a un cambio de paradigma en la Medicina, una visión transversal del sujeto y la situación de salud enfermedad, en lo que podría llamarse “OMA – MANIA” no como una broma, sino como un fenómeno actual, que probablemente en Cardiología se conoce a partir de la irrupción de la lectura del Genoma Humano en el quehacer médico, y que pronto dio paso al transcriptoma que permitía entender por qué los genes se expresan o no al interpretar la codificación del mensaje (podría decirse, leer los conjuntos de ARN mensajeros que codifican determinadas estructuras o funciones). Leer el genoma no fue suficiente sino que luego aprendimos que había que leer cómo el genoma se expresa y así se va bajando, por ejemplo al proteoma, (conjunto de proteínas asociadas funcionalmente que reconocen origen en un mismo gen o grupo de genes) o al metaboloma (conjunto de mecanismos metabólicos o patrón metabólico asociados a un gen o grupo de genes) y hasta aquí habíamos llegado en Cardiología. Desde el punto de vista de la Psiconeuroinmunoendocrinología, esta interpretación se hace más extensa y abarca la relación del sujeto con el ambioma (entorno) y sus consecuencias a nivel orgánico y funcional, para comprender los mecanismos por los cuales el sujeto modula la respuesta a los estímulos del medio, procesándolos exitosamente (resilenciando mediante una correcta alostasis) o siendo vencido y desarrollando enfermedad. Esto entonces se integra en mecanismos complejos interactivos o INTERACTOMAS, que incluyen los mecanismos de procesamiento o COGNO LA CONEXIÓN ENTRE EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Y EL SISTEMA CARDIOVASCULAR Un ejemplo sencillo puede permitir graficar esto claramente: A un grupo de pacientes derivados a cirugía oftalmológica se los separó en dos grupos, a uno se le permitía usar un equipo para escuchar su música preferida antes, durante (pues durante la misma están despiertos) y luego de la cíiruga, y al otro grupo no, y seguían el procedimiento habitual. El grupo que estaba “contenido” en su ambiente escuchando su música familiar tenía la presión más baja durante el procedimiento y luego del mismo. 7 (Ver figura 8) HIPERTENSIÓN Y ESTRÉS Hay una extensa y compleja conexión entre el Sistema Nervioso Central (SNC) y el Sistema Cardiovascular pero una de las vías más importantes, es el Sistema Nervioso Vegetativo. Las vías aferentes que llevan información desde presoreceptores y quimioreceptores distribuidos en diferentes lugares estratégicos del organismo, viajan al SNC a través de fibras vegetativas. Allí, desde diferentes centros (núcleo del vago, núcleo del tracto solitario) coordinados por diferentes núcleos desde el cerebro al tallo cerebral, se regula la respuesta a dichos estímulos, lo que por ejemplo puede resultar en ajustes del gasto cardíaco y del nivel de vasoconstricción o vasorrelajación, pero que puede extenderse incluso hasta la regulación de la inflamación y el estrés oxidativo, entre varios mecanismos relacionados, que podrían llevar al desarrollo de enfermedad cardiovascular. (Ver figura 7) Mecanoreceptores del seno carotídeo Nervios del seno carotídeo Centro cardiovascular Arteria carótida Externa Interna Nervio depresor Nervio vago Cuerda espinal Mecanoreceptores aórticos Ganglios simpáticos Con Música Sin Música mmHg 170 160 Presión Sistólica 4 MAS y las conductas resultantes o CONDUCTOMAS. 5,6 La resultante final de la sumatoria de estos mecanismos, es decir genética y epigenética sería el fenotipo clínico del sujeto y sus respuestas. Finalmente, esto no sería más que una vuelta al viejo paradigma de la Medicina desde sus orígenes: La visión transversal del sujeto como una unidad. 150 * * * Preop Cirugía Post Op 140 130 120 110 100 90 1 Sem Pre Día de la Op Tratar las causas del estrés (ansiedad, angustia) no controla la presión “per se”, pero si ayuda a controlarla Figura 8: Hipertensión y estrés. Este ejemplo es muy útil para explicar a los pacientes que dicen estar hipertensos porque están nerviosos. Es claro que la tensión nerviosa puede elevar la presión pero la pregunta clave es, ¿por qué algunos sujetos desarrollan hipertensión y otros no?. Esto se debe probablemente a características propias del sujeto que lo llevan a ponerse hipertenso cuando los otros que no las tienen no elevan la presión y éso es lo que hay que investigar. (Ver figura 8) Otros datos muy importantes al respecto provienen del estudio INTERHEART, un gran ensayo cooperativo multicéntrico con más de 28.000 sujetos, comparando pacientes infartados por primera vez con controles sin infarto y en el que se analizaron los factores que llevaban al desarrollo del infarto. 8 Evidentemente se encontraron los factores clásicos como hipertensión, dislipidemia, fumar, diabetes, obesidad y malos hábitos de vida (sedentarismo, dieta sin fibras) pero lo que más llamó la atención fue el grupo de factores psicosociales, que tenía un peso equivalente al tabaquismo y casi el doble de la hipertensión. Un subanálisis específico, incluido en el diseño del estudio, que tenía la potencia para estudiar el peso de los factores individualmente, verificó la relación significativa de los factores estresantes en el trabajo, en la casa y la presencia de síntomas depresivos con el desarrollo del infarto. Incluso hay un extenso análisis sobre el nexo del sujeto con el medio y el nivel de conexión del mismo con su red de contención familiar y social que relacionan en forma inversa con el riesgo de infarto (menos conectado, menos contenido más infartos). Esta es la primera vez que un grupo de importantes investigadores de Medicina basada en la evidencia como el Dr. Salim Yusuf y un gran número de centros, incluyendo algunos de Rosario, destacan la conexión entre lo que sucede en el medio que rodea al sujeto y el desarrollo de enfermedad cardiovascular. 8 Factores psicológicos INTERHEART Estrés general: en el trabajo, en casa, o ambos (se incluyen trabajadores y no trabajadores) Estrés general (Nº 24.767) Nº casos (%) Nº controles (%) Odds ratio (99% IC) Nunca 2777 (25,0%) 3888 (27,0%) 1 Alguna vez 5352 (48,1%) 7193 (52,7%) 1,05 (0,98 - 1,14) Varios períodos 2139 (19,2%) 2183 (16,0%) 1,45 (1,30 - 1,61) Permanente 851 (7,7%) 584 (4,3%) 2,17 (1,84 - 2,55) % Población (99% IC) 12% (7 - 17) Nervio Vagosimpático AC SA AV AC NL Arteriolas (vasos de resistencia) NL Venas (vasos de capacitancia) Figura 7: Cuadro de sistema nervioso central y sistema cardiovascular y las conexiones por el sistema nervioso autónomo. 5 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA Haberse sentido triste o deprimido durante más de dos semanas seguidas en el último año Sentirse deprimido (Nº 24.767) Nº casos (%) Nº controles (%) Odds ratio (99% IC) NO 8448 (76,0%) 11244 (82,4%) 1 SI 2673 (24,0%) 2404 (17,6%) 1,55 (1,42 - 1,69) % Población (99% IC) 9% (7 - 10) Estudio INTERHEART Se trata de un proyecto que abarca a 52 países, con 262 centros en Asia, Europa, Oriente Medio, África, Astralia, Norteamérica y Suramérica. Entre otras variables, se han estudiado - el efecto de factores psicológicos sobre el infarto de miocardio en 24.767 personas (Rosengren, et al, 2004) - 11.110 pacientes con un primer infarto de miocardio - 13.648 controles, equiparados en edad - el efecto de los factores de riesgo modificables sobre el infarto en 28.972 personas (Yusuf, et al, 2004) - 14.152 casos con un primer infarto de miocardio - 14.820 controles Factores de riesgo modificables. INTERHEART Los siguientes 9 factores de riesgo dan cuenta del 90% del riesgo de infarto agudo de miocardio atribuído a la población en varones y 94% en mujeres (93,8% en jóvenes y 87,9% en mayores): - Lípidos (apolipoproteínas) 49,2% - Tabaquismo 35,7% - Hipertensión 17,9% - Diabetes 9,9% - Obesidad abdominal (cintura/cadera) 20,1% - Factores psicosociales 32,5% - Consumo diario de frutas y vegetales 13,7% Factores - Actividad física regular 12,2% protectores - Consumo regular de alcohol 6,7% Factores psicológicos INTERHEART Conclusiones - La presencia de estrés psicosocial está asociado con un riesgo mayor de padecer infarto agudo de miocardio - Combinando todos los factores psicológicos (y ajustando por edad, sexo, región geográfica y tabaquismo) se estimó un riesgo atribuído a la población de un 33% (25 - 41) - Las diferencias encontradas fueron consistentes a través de las regiones, en diferentes grupos étnicos y en varones y mujeres. - Se deben desarrollar esfuerzos por modificar estos factores psicológicos que afectan a la salud física y a la esperanza de vida Figura 9 Estudio INTERHEART: influencia de los factores psicológicos. el dato interesante es que esto era peor aún si se los analizaba según tuvieran o no depresión. Aquellos con depresión, por tener una mayor actividad simpática, tenían menor dispersión de RR, y esto explicaría porqué tienen mayores probabilidades de complicaciones y peor pronóstico, en caso de sufrir un infarto agudo de miocardio. 13 (Ver figura 11) Relación entre Balance Autonómico y Variables Hemodinámicas en Pre-Hipertensión Arterial: ¿Dos patrones diferentes? ENFERMEDAD CORONARIA (INFARTO O ANGINA INESTABLE) E/l < a 1.25 (n: 17) E/l < a 1.25 (n: 13) PAS (mm Hg) 131.6 ± 6.38 131.2 ± 5.49 PAD (mm Hg) 84.3 ± 4.31 83.9 ± 5.95 0.820 3321.5 ± 1316.3 1602.0 ± 482.5 <0.01 ITC (kg* m/seg2) 4.65 ± 1.28 6.18 ± 1.42 <0.05 IC (litros/min* m2)) 2.93 ± 1.24 3.36 ± 1.31 <0.01 IRVS (dynas/cm/seg-5/m2) p SIN DEPRESION CON DEPRESION 960 960 0.843 Alteración del balance autonómico, aumento de resistencias periféricas y depresión de la performance cardíaca Presentación en Reunión Anual Consejo de HTA SAC, Mar del Plata. Nov. 2009 RR n+1 (msec) Factores psicológicos INTERHEART ello, mayor actividad simpática lo que lleva a disfunción vascular precoz y condiciones de carga anormales para el ventrículo que afectan su eficiencia. Si esta situación se sostiene en el tiempo es probable que lleve al desarrollo más temprano de complicaciones. 11 (Ver figura 10) RR n+1 (msec) 6 Al hacer el análisis por región, de la prevalencia de estrés psicosocial se encontraron niveles más altos en Latinoamérica que en el global del estudio llegando casi al doble de estrés general y de depresión. 9 Para ejemplificar el impacto que puede tener el estrés a nivel cardiovascular, hay miocardiopatías producidas por estrés que se generan en gran parte por una intensa exposición a las catecolaminas. Las catecolaminas desencadenan una cascada de eventos a nivel subcelular, entre ellos la sobrecarga cálcica que es responsable de un aumento del estrés oxidativo, daño de la estructura subcelular en especial de las mitocondrias y las membranas, llevando a la muerte celular y arritmias.10 En el Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral se realizó una experiencia con pacientes prehipertensos para valorar el balance autonómico y su relación con el patrón hemodinámico. Utilizando la “respiración metronómica”, (ciclos respiratorios cada 1 segundo durante un minuto) se logra reducir la frecuencia respiratoria a la mitad, (de 12 a 6 respiraciones / minuto). Esto genera un estímulo reproducible del parasimpático, a través de reflejos como el de Hering Breuer (respiratorio) y Bainbridge (cardíaco) fundamentalmente por presoreceptores. De esta manera se modifica el cociente de relación entre la duración promedio de los intervalos R-R espiratorios e inspiratorios (E/I). Cuando el cociente E/I es menor de 1,25 es señal de disminución del tono vagal que lleva al predominio simpático. Cuando se analizó el patrón hemodinámico de estos sujetos utilizando cardiografía por impedancia, que es una técnica simple y no invasiva para determinar el gasto cardíaco, la eficiencia miocárdica, las resistencias periféricas y el contenido de líquido pulmonar se pudo determinar que los pacientes con E/I menor de 1,25 tenían un patrón hemodinámico con resistencias periféricas elevadas y un gasto cardíaco normal, aunque con una disminución de la eficiencia ventricular. Es decir, que a un mismo nivel de hipertensión hay sujetos que tienen menos freno vagal y con 880 800 720 720 800 880 960 880 800 720 720 RR (msec) 800 880 960 RR (msec) DISPERSION INTERVALOS RR Vigo D et al Am J Cardiol 2004; 93: 756 Figura 10: Relación entre el balance autonómico y variables hemodinámicas en pacientes con prehipertensión. Referencias: PHT= Prehipertensos. E/I= Cociente RR espiratorio /inspiratorio. RR= tiempo entre cada complejo QRS del ECG. PAS=Presión Arterial Sistólica. PAD= Presión Arterial Diastólica. IRVS= Indice de Resistencias Vasculares Sistémicas. ITC= Indice de Trabajo Cardíaco. IC= Indice Cardíaco En estado de salud, la respiración induce una variación fisiológica del intervalo RR que en situación de enfermedad se pierde. Cuanto peor es la enfermedad menor es la dispersión de los intervalos RR. Esto se ve con mayor claridad en la insuficiencia cardíaca, en donde la frecuencia es cada vez más alta y los intervalos son más cortos y fijos. 12 Esta alteración de la dispersión de los intervalos RR fue descripta por Vigo D y col de la Fundación Favaloro en pacientes con angina inestable pero Figura 11: Alteración de los intervalos RR en pacientes con enfermedad coronaria y depresión. DEPRESIÓN Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR La presencia de depresión en pacientes con enfermedad cardiovascular aumenta el riesgo de morbimortalidad. Esto se comentó en el estudio INTERHEART e incluso al comparar Argentina con Chile y con Brasil se observa que nuestro país se sitúa intermedio entre nuestros vecinos tanto para la depresión como para el estrés como factor de riesgo para el infarto de miocardio. 9 (Ver figura 12) 7 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA Haberse sentido triste o deprimido durante más de dos semanas seguidas en el último año Sentirse deprimido (Nº 24.767) Nº casos (%) Nº controles (%) Odds ratio (99% IC) NO 8448 (76,0%) 11244 (82,4%) 1 SI 2673 (24,0%) 2404 (17,6%) 1,55 (1,42 - 1,69) % Población (99% IC) 9% (7 - 10) Estudio INTERHEART Se trata de un proyecto que abarca a 52 países, con 262 centros en Asia, Europa, Oriente Medio, África, Astralia, Norteamérica y Suramérica. Entre otras variables, se han estudiado - el efecto de factores psicológicos sobre el infarto de miocardio en 24.767 personas (Rosengren, et al, 2004) - 11.110 pacientes con un primer infarto de miocardio - 13.648 controles, equiparados en edad - el efecto de los factores de riesgo modificables sobre el infarto en 28.972 personas (Yusuf, et al, 2004) - 14.152 casos con un primer infarto de miocardio - 14.820 controles Factores de riesgo modificables. INTERHEART Los siguientes 9 factores de riesgo dan cuenta del 90% del riesgo de infarto agudo de miocardio atribuído a la población en varones y 94% en mujeres (93,8% en jóvenes y 87,9% en mayores): - Lípidos (apolipoproteínas) 49,2% - Tabaquismo 35,7% - Hipertensión 17,9% - Diabetes 9,9% - Obesidad abdominal (cintura/cadera) 20,1% - Factores psicosociales 32,5% - Consumo diario de frutas y vegetales 13,7% Factores - Actividad física regular 12,2% protectores - Consumo regular de alcohol 6,7% Factores psicológicos INTERHEART Conclusiones - La presencia de estrés psicosocial está asociado con un riesgo mayor de padecer infarto agudo de miocardio - Combinando todos los factores psicológicos (y ajustando por edad, sexo, región geográfica y tabaquismo) se estimó un riesgo atribuído a la población de un 33% (25 - 41) - Las diferencias encontradas fueron consistentes a través de las regiones, en diferentes grupos étnicos y en varones y mujeres. - Se deben desarrollar esfuerzos por modificar estos factores psicológicos que afectan a la salud física y a la esperanza de vida Figura 9 Estudio INTERHEART: influencia de los factores psicológicos. el dato interesante es que esto era peor aún si se los analizaba según tuvieran o no depresión. Aquellos con depresión, por tener una mayor actividad simpática, tenían menor dispersión de RR, y esto explicaría porqué tienen mayores probabilidades de complicaciones y peor pronóstico, en caso de sufrir un infarto agudo de miocardio. 13 (Ver figura 11) Relación entre Balance Autonómico y Variables Hemodinámicas en Pre-Hipertensión Arterial: ¿Dos patrones diferentes? ENFERMEDAD CORONARIA (INFARTO O ANGINA INESTABLE) E/l < a 1.25 (n: 17) E/l < a 1.25 (n: 13) PAS (mm Hg) 131.6 ± 6.38 131.2 ± 5.49 PAD (mm Hg) 84.3 ± 4.31 83.9 ± 5.95 0.820 3321.5 ± 1316.3 1602.0 ± 482.5 <0.01 ITC (kg* m/seg2) 4.65 ± 1.28 6.18 ± 1.42 <0.05 IC (litros/min* m2)) 2.93 ± 1.24 3.36 ± 1.31 <0.01 IRVS (dynas/cm/seg-5/m2) p SIN DEPRESION CON DEPRESION 960 960 0.843 Alteración del balance autonómico, aumento de resistencias periféricas y depresión de la performance cardíaca Presentación en Reunión Anual Consejo de HTA SAC, Mar del Plata. Nov. 2009 RR n+1 (msec) Factores psicológicos INTERHEART ello, mayor actividad simpática lo que lleva a disfunción vascular precoz y condiciones de carga anormales para el ventrículo que afectan su eficiencia. Si esta situación se sostiene en el tiempo es probable que lleve al desarrollo más temprano de complicaciones. 11 (Ver figura 10) RR n+1 (msec) 6 Al hacer el análisis por región, de la prevalencia de estrés psicosocial se encontraron niveles más altos en Latinoamérica que en el global del estudio llegando casi al doble de estrés general y de depresión. 9 Para ejemplificar el impacto que puede tener el estrés a nivel cardiovascular, hay miocardiopatías producidas por estrés que se generan en gran parte por una intensa exposición a las catecolaminas. Las catecolaminas desencadenan una cascada de eventos a nivel subcelular, entre ellos la sobrecarga cálcica que es responsable de un aumento del estrés oxidativo, daño de la estructura subcelular en especial de las mitocondrias y las membranas, llevando a la muerte celular y arritmias.10 En el Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral se realizó una experiencia con pacientes prehipertensos para valorar el balance autonómico y su relación con el patrón hemodinámico. Utilizando la “respiración metronómica”, (ciclos respiratorios cada 1 segundo durante un minuto) se logra reducir la frecuencia respiratoria a la mitad, (de 12 a 6 respiraciones / minuto). Esto genera un estímulo reproducible del parasimpático, a través de reflejos como el de Hering Breuer (respiratorio) y Bainbridge (cardíaco) fundamentalmente por presoreceptores. De esta manera se modifica el cociente de relación entre la duración promedio de los intervalos R-R espiratorios e inspiratorios (E/I). Cuando el cociente E/I es menor de 1,25 es señal de disminución del tono vagal que lleva al predominio simpático. Cuando se analizó el patrón hemodinámico de estos sujetos utilizando cardiografía por impedancia, que es una técnica simple y no invasiva para determinar el gasto cardíaco, la eficiencia miocárdica, las resistencias periféricas y el contenido de líquido pulmonar se pudo determinar que los pacientes con E/I menor de 1,25 tenían un patrón hemodinámico con resistencias periféricas elevadas y un gasto cardíaco normal, aunque con una disminución de la eficiencia ventricular. Es decir, que a un mismo nivel de hipertensión hay sujetos que tienen menos freno vagal y con 880 800 720 720 800 880 960 880 800 720 720 RR (msec) 800 880 960 RR (msec) DISPERSION INTERVALOS RR Vigo D et al Am J Cardiol 2004; 93: 756 Figura 10: Relación entre el balance autonómico y variables hemodinámicas en pacientes con prehipertensión. Referencias: PHT= Prehipertensos. E/I= Cociente RR espiratorio /inspiratorio. RR= tiempo entre cada complejo QRS del ECG. PAS=Presión Arterial Sistólica. PAD= Presión Arterial Diastólica. IRVS= Indice de Resistencias Vasculares Sistémicas. ITC= Indice de Trabajo Cardíaco. IC= Indice Cardíaco En estado de salud, la respiración induce una variación fisiológica del intervalo RR que en situación de enfermedad se pierde. Cuanto peor es la enfermedad menor es la dispersión de los intervalos RR. Esto se ve con mayor claridad en la insuficiencia cardíaca, en donde la frecuencia es cada vez más alta y los intervalos son más cortos y fijos. 12 Esta alteración de la dispersión de los intervalos RR fue descripta por Vigo D y col de la Fundación Favaloro en pacientes con angina inestable pero Figura 11: Alteración de los intervalos RR en pacientes con enfermedad coronaria y depresión. DEPRESIÓN Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR La presencia de depresión en pacientes con enfermedad cardiovascular aumenta el riesgo de morbimortalidad. Esto se comentó en el estudio INTERHEART e incluso al comparar Argentina con Chile y con Brasil se observa que nuestro país se sitúa intermedio entre nuestros vecinos tanto para la depresión como para el estrés como factor de riesgo para el infarto de miocardio. 9 (Ver figura 12) 7 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA Aumento de la rigidez arterial mediada por depresión en pacientes hipertensos jóvenes: Relación con el balance autonómico Obregón S, Forcada P, Olano R, González S, Castellano Bello C, Kotliar C. Centro de Hipertensión Arterial Estudio de Rotterdam > 60 a VOP > 12 m/s CES-D - DSM-IV OR 1,44 (IC 95% 1,03 - 2,03) para síntomas depresivos Tierneler, H. Late-Life Depression is Associated with Arterial Stiffness: A Population-Based Study. Journal of the American Geriatrics Society. 51(8): 1105-1110, August 2003 Guías de manejo de la hipertensión arterial. Recomendaciones para detectar trastornos del ánimo y depresión Lanas F. Risk Factors for Acute Myocardial Infection in Latin America. The INTERHEART Latin American Study. Circulation. 2007; 115: 1067-1074 Congreso Argentino de Hipertensión Arterial. La Plata - 15 de Mayo de 2009 Figura 12: Estudio Interheart comparando Argentina, Brasil y Chile También se describe una relación similar en otros grandes estudios poblacionales como MR FIT 14 e incluso en el estudio Rotterdam se observó una asociación entre los síntomas depresivos y alteraciones de la distensibilidad arterial.15 (Ver figura 13) Fatal Stroke Risk (CI 95%) 3,5 3 2,5 European Society of Hypertensión-European Society of Cardiology.Guidelines Committee 2007 ESH-ESC guidelines for the managementof Arterial Hypertension. Journal of Hypertension 2007, 25:1105-1187 1,5 1 Figura 14: Guías ESH/ESC para diagnostico y manejo de la HTA: Cuadro 4: guía de los antecedentes familiares y clínicos 0,5 0 Guía sobre los antecedentes familiares y clínicos 1. Duración y cifras previas de PA elevada 2. Indicios de hipertensión arterial secundaria: a. antecedentes familiares de nefropatía (riñón poliquístico) b. nefrepatía, infección urinaria, hematuria, abuso de analgésicos (nefropatía parenquimatosa) c. consumo de fármacos/sustancias: aniconceptivos orales, regaliz, carbenozolona, gotas nasales, cocaína, anfetaminas, esteroides, antiinflamatorios no esteroides, eritropoyecina, ciclosporina. d. episodios de transpiración, cefalea, ansiedad y palpitaciones (focromicitoma) e. episodios de debilidadd muscular y tetania (hiperaldontenorismo) 3. Factores de riesgo: a. antecedentes familiares y personales de hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular b. antecedentes familiares y personales de dislipemia c. antecedentes familiares y personales de diabetes. d. tabaquismo e. hábitos alimentarios f. obesidad, cantidad de ejercicio físico g. ronquidos, apnea del sueño (con obtensión también de información de la pareja) h. personalidad 4. Síntomas de lesión orgánica a. cerebro y ojos: cefalea, vértigo, alteración la visión, accidentes isquémicos transitorios, déficit sensitivo o motor. b. corazón: palpitaciones, dolor torácico, disnea, edema de tobillos c. riñón: sed, poliuria, nieruria, hemaruria d. arterias periféricas: extremidades frías, claudicación intermitente 5. Tratamiento antihipertensivo previo: a. Fármacos utilizados, eficacia y efectos adversos 6. Factores personales, familiares y ambientales 1 (0-1) 2 (2-4) 3 (5-7) 4 (8-12) 5 (13-58) CES-D Quintiles Figura 13: Resultados del estudio MR FIT con aumento del riesgo de ACV con la depresión. Estudio Rotterdam relación de depresión con alteraciones vasculares. En el Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral también se hicieron estudios para investigar la prevalencia de depresión en pacientes hipertensos y el impacto a nivel cardiovascular. Se realizaron utilizando un cuestionario sencillo desarrollado a partir de las Guías de manejo de Pacientes Ambulatorios para Detección de Trastornos del Ánimo y Depresión de EEUU y luego de analizar varios tipos de encuestas, encontramos una simplificación a los fines prácticos en dos preguntas primordiales: 19 • ¿Se ha sentido a menudo molesto por sentirse caído, deprimido o sin esperanzas? • ¿Se ha sentido a menudo molesto por presentar poco interés o placer en realizar las cosas? En los pacientes que respondían afirmativamente se observó que tenían una presión de pulso promedio más alta y disminuían menos la presión por la noche (menos “dippers”) que es cuando el aparato cardiovascular descansa. 20 (Ver figura 15) Patrón non-dipper de acuerdo a la presencia de depresión 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Presión de pulso de acuerdo a la presencia de depresión 70 60 50 Figura 16: Laboratorio vascular no invasivo. Además, en la ergometría tenían un menor “frenado” de la frecuencia cardíaca al finalizar el esfuerzo, lo que representa una clara señal de disautonomía, cuyo papel en el desarrollo de enfermedad cardiovascular se analizó previamente en este artículo. Estos datos también son importantes porque estos sujetos eran jóvenes. 21 (Ver figura 17) 40 ALTERACION DE LA RESPUESTA VAGAL EN LA ERGOMETRIA 30 160 20 0 MT D+ HT D- HTA c/D nº = 11 HTA c/D nº = 23 P 78,3 ± 11,6 74 ± 12,6 156,1 ± 16,3 144,8 ± 13,7 2,6 ± 0,9 2 ± 0,7 4,3 ± 0,8 3,3 ± 0,8 0,371 * 0,080 * 0,121 * 0,006 * 150 140 10 MT D+ HT D- Obregón S, Kotliar C, Forcada P. Depressive syndrome prevalence in hypertensives patients and its association with higher puse pressure and nonkipping pattern. Circulation Vol 117, Nº 19:69 Figura 15: Elevación de la presión de pulso y alteración del patrón de “dipping” en el mapa en pacientes hipertensos con depresión En el mismo Centro de Hipertensión hay un Laboratorio Vascular No Invasivo donde se estudia la estructura (Espesor Intima Media Carotídeo, se detectan y estudian placas ateroscleróticas) y la función vascular (determinación de la distensibilidad aórtica por la velocidad de onda de pulso carótido – femoral y la capacidad de dilatación endotelio dependiente por la prueba de isquemia hiperhemia del antebrazo) y en estos pacientes, se observó una menor distensibilidad aórtica. (Ver figura 16) PEG FC basal (lpm) PEG FC max (lpm) FC max-FC TR1/10 FC max-FC TR2/10 130 120 110 100 HTA C/D HTA s/D 90 80 70 PEG FC basal (lpm) PEG FC max (lpm) PEG FC PEG FC TR1 TR2 (lpm) (lpm) ALTERACION DE LA ELASTICIDAD ARTERIAL POR VOP 18 16 14 PWV 8 Tal es la importancia de los factores psicosociales que se han destacado en las Guías de ESH / ESC (Sociedad Europea de Hipertensión / Sociedad Europea de Cardiología) para el Diangóstico y Tratamiento de la Hipertensión junto a los antecedentes personales relevantes como heredofamiliares, de medicación previa e incluso de lesión de órgano blanco. (Ver figura 14) 12 0,1 10 0,2 8 6 4 2 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Edad (Años) Figura 17: Alteraciones de la respuesta vagal en la ergometría y de la velocidad de onda de pulso en sujetos hipertensos con depresión. Tal es la importancia de la depresión en la enfermedad cardiovascular y en particular, la enfermedad coronaria, que la American Heart Asso 9 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA Aumento de la rigidez arterial mediada por depresión en pacientes hipertensos jóvenes: Relación con el balance autonómico Obregón S, Forcada P, Olano R, González S, Castellano Bello C, Kotliar C. Centro de Hipertensión Arterial Estudio de Rotterdam > 60 a VOP > 12 m/s CES-D - DSM-IV OR 1,44 (IC 95% 1,03 - 2,03) para síntomas depresivos Tierneler, H. Late-Life Depression is Associated with Arterial Stiffness: A Population-Based Study. Journal of the American Geriatrics Society. 51(8): 1105-1110, August 2003 Guías de manejo de la hipertensión arterial. Recomendaciones para detectar trastornos del ánimo y depresión Lanas F. Risk Factors for Acute Myocardial Infection in Latin America. The INTERHEART Latin American Study. Circulation. 2007; 115: 1067-1074 Congreso Argentino de Hipertensión Arterial. La Plata - 15 de Mayo de 2009 Figura 12: Estudio Interheart comparando Argentina, Brasil y Chile También se describe una relación similar en otros grandes estudios poblacionales como MR FIT 14 e incluso en el estudio Rotterdam se observó una asociación entre los síntomas depresivos y alteraciones de la distensibilidad arterial.15 (Ver figura 13) Fatal Stroke Risk (CI 95%) 3,5 3 2,5 European Society of Hypertensión-European Society of Cardiology.Guidelines Committee 2007 ESH-ESC guidelines for the managementof Arterial Hypertension. Journal of Hypertension 2007, 25:1105-1187 1,5 1 Figura 14: Guías ESH/ESC para diagnostico y manejo de la HTA: Cuadro 4: guía de los antecedentes familiares y clínicos 0,5 0 Guía sobre los antecedentes familiares y clínicos 1. Duración y cifras previas de PA elevada 2. Indicios de hipertensión arterial secundaria: a. antecedentes familiares de nefropatía (riñón poliquístico) b. nefrepatía, infección urinaria, hematuria, abuso de analgésicos (nefropatía parenquimatosa) c. consumo de fármacos/sustancias: aniconceptivos orales, regaliz, carbenozolona, gotas nasales, cocaína, anfetaminas, esteroides, antiinflamatorios no esteroides, eritropoyecina, ciclosporina. d. episodios de transpiración, cefalea, ansiedad y palpitaciones (focromicitoma) e. episodios de debilidadd muscular y tetania (hiperaldontenorismo) 3. Factores de riesgo: a. antecedentes familiares y personales de hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular b. antecedentes familiares y personales de dislipemia c. antecedentes familiares y personales de diabetes. d. tabaquismo e. hábitos alimentarios f. obesidad, cantidad de ejercicio físico g. ronquidos, apnea del sueño (con obtensión también de información de la pareja) h. personalidad 4. Síntomas de lesión orgánica a. cerebro y ojos: cefalea, vértigo, alteración la visión, accidentes isquémicos transitorios, déficit sensitivo o motor. b. corazón: palpitaciones, dolor torácico, disnea, edema de tobillos c. riñón: sed, poliuria, nieruria, hemaruria d. arterias periféricas: extremidades frías, claudicación intermitente 5. Tratamiento antihipertensivo previo: a. Fármacos utilizados, eficacia y efectos adversos 6. Factores personales, familiares y ambientales 1 (0-1) 2 (2-4) 3 (5-7) 4 (8-12) 5 (13-58) CES-D Quintiles Figura 13: Resultados del estudio MR FIT con aumento del riesgo de ACV con la depresión. Estudio Rotterdam relación de depresión con alteraciones vasculares. En el Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral también se hicieron estudios para investigar la prevalencia de depresión en pacientes hipertensos y el impacto a nivel cardiovascular. Se realizaron utilizando un cuestionario sencillo desarrollado a partir de las Guías de manejo de Pacientes Ambulatorios para Detección de Trastornos del Ánimo y Depresión de EEUU y luego de analizar varios tipos de encuestas, encontramos una simplificación a los fines prácticos en dos preguntas primordiales: 19 • ¿Se ha sentido a menudo molesto por sentirse caído, deprimido o sin esperanzas? • ¿Se ha sentido a menudo molesto por presentar poco interés o placer en realizar las cosas? En los pacientes que respondían afirmativamente se observó que tenían una presión de pulso promedio más alta y disminuían menos la presión por la noche (menos “dippers”) que es cuando el aparato cardiovascular descansa. 20 (Ver figura 15) Patrón non-dipper de acuerdo a la presencia de depresión 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Presión de pulso de acuerdo a la presencia de depresión 70 60 50 Figura 16: Laboratorio vascular no invasivo. Además, en la ergometría tenían un menor “frenado” de la frecuencia cardíaca al finalizar el esfuerzo, lo que representa una clara señal de disautonomía, cuyo papel en el desarrollo de enfermedad cardiovascular se analizó previamente en este artículo. Estos datos también son importantes porque estos sujetos eran jóvenes. 21 (Ver figura 17) 40 ALTERACION DE LA RESPUESTA VAGAL EN LA ERGOMETRIA 30 160 20 0 MT D+ HT D- HTA c/D nº = 11 HTA c/D nº = 23 P 78,3 ± 11,6 74 ± 12,6 156,1 ± 16,3 144,8 ± 13,7 2,6 ± 0,9 2 ± 0,7 4,3 ± 0,8 3,3 ± 0,8 0,371 * 0,080 * 0,121 * 0,006 * 150 140 10 MT D+ HT D- Obregón S, Kotliar C, Forcada P. Depressive syndrome prevalence in hypertensives patients and its association with higher puse pressure and nonkipping pattern. Circulation Vol 117, Nº 19:69 Figura 15: Elevación de la presión de pulso y alteración del patrón de “dipping” en el mapa en pacientes hipertensos con depresión En el mismo Centro de Hipertensión hay un Laboratorio Vascular No Invasivo donde se estudia la estructura (Espesor Intima Media Carotídeo, se detectan y estudian placas ateroscleróticas) y la función vascular (determinación de la distensibilidad aórtica por la velocidad de onda de pulso carótido – femoral y la capacidad de dilatación endotelio dependiente por la prueba de isquemia hiperhemia del antebrazo) y en estos pacientes, se observó una menor distensibilidad aórtica. (Ver figura 16) PEG FC basal (lpm) PEG FC max (lpm) FC max-FC TR1/10 FC max-FC TR2/10 130 120 110 100 HTA C/D HTA s/D 90 80 70 PEG FC basal (lpm) PEG FC max (lpm) PEG FC PEG FC TR1 TR2 (lpm) (lpm) ALTERACION DE LA ELASTICIDAD ARTERIAL POR VOP 18 16 14 PWV 8 Tal es la importancia de los factores psicosociales que se han destacado en las Guías de ESH / ESC (Sociedad Europea de Hipertensión / Sociedad Europea de Cardiología) para el Diangóstico y Tratamiento de la Hipertensión junto a los antecedentes personales relevantes como heredofamiliares, de medicación previa e incluso de lesión de órgano blanco. (Ver figura 14) 12 0,1 10 0,2 8 6 4 2 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Edad (Años) Figura 17: Alteraciones de la respuesta vagal en la ergometría y de la velocidad de onda de pulso en sujetos hipertensos con depresión. Tal es la importancia de la depresión en la enfermedad cardiovascular y en particular, la enfermedad coronaria, que la American Heart Asso 9 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA 10 ciation en 2008 ha publicado las Recomendaciones para Detección, Derivación y Tratamiento de los Pacientes con Enfermedad Coronaria y Depresión dado el riesgo incrementado de morbimortalidad cardiovascular que tienen estos sujetos. 22 Cuando se realiza un análisis en la base de datos del Laboratorio Vascular No Invasivo que funciona en el Centro de Hipertensión del Hospital Austral desde 2006, sobre más de 4600 sujetos estudiados, fundamentalmente en prevención primaria, se pueden aislar dos grupos pequeños de pacientes, uno con depresión sin tratamiento especificado y uno bajo tratamiento con alprazolam. Lo que se observa en los sujetos con depresión sin tratamiento, aún con una proporción mayor de mujeres, es que tienen valores de presión más elevados, alteraciones marcadas de la distensibilidad arterial al igual que mayor proporción de alteraciones del espesor íntima media y placas que los sujetos controles e incluso que en los pacientes tratados con alprazolam. (Ver figura 18) LABORATORIO VASCULAR NO INVASIVO. CENTRO DE HTA HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL CONTROL (N 230) (%A) EDAD 55,9 ± 8,3 SEXO M (%) 140 (61) PAS mmHg 125,9 ± 16 PAD mmHg 78,6 ± 9,7 PP B mmHg 47 ± 10 PP AO mmHg 44,7 ± 13 FREC Ipm 67,3 ± 10,6 EIM I mm 0,69 ± 0,14 (13) EIM D mm 0,67 ± 0,09 TIPO PLC (DMG) 112 ± 34 (67) VULN PLC (%SUP) 34 ± 18 FMD % 8,1 ± 10 (13) VOP m/s 10,5 ± 2,5 (54) AIX B% -6,6 ± 33 AIX AO% 29 ± 12 SCORE VASC 2,7 FRAMINGHAM EST 7,8 FRAMINGHAM B & SV A (%) 24 (10) DEPRESIÓN (N 18) (%A) 55,6 ± 6,6 7 (39) 141 ± 19 84,9 ± 9,4 56 ± 12 60,4 ± 13 65 ± 11 0,70 ± 0,2 (23) 0,68 ± 0,15 130 ± 28,6 (83) 22,4 ± 10,7 9,1 ± 6,8 (28) 10,1 ± 3,1 (39) 15,9 ± 20 39,4 ± 8,4 2,3 9,8 1 (5,6) ALPRAZOLAM (N 12) (%A) 53 ± 8 6 (50) 126,9 ± 19 80 ± 9,5 46 ± 12 39 ± 17 70 ± 9 0,75 ± 0,10 (25) 0,67 ± 0,13 109 ± 34 (100) 36 ± 14 10,3 ± 8,8 (25) 9,7 ± 2,7 (42) -2 ± 36 32 ± 15 2,7 8,5 1 (8,3) Figura 18: Análisis preliminar a abril 2010 base de datos laboratorio vascular no invasivo Hospital Universitario Austral: análisis de subpoblación de pacientes con depresión y controles apareados por edad. Los parámetros de distensibilidad estaban mejor en los sujetos tratados con la benzodiazepina. Estos datos son solamente un análisis preliminar que requiere de mayor refinamiento como ser pruebas multivariadas y de ajuste por cofactores y probablemente la información tendrá más consistencia incluso con una muestra mayor. sible que el sistema regrese a un estado de funcionamiento fisiológico. (Ver figura 19) RESILIENCIA: EL “MODULO DE YOUNG” DE NUESTRA ALOSTASIS CUERPO ELASTICO Relación entre estrés, alostasis y resiliencia en función de alcanzar la homeostasis. Gráfico de la relación tensión - deformación de un cuerpo elástico (Ley de Hooke). Cuanto mayor la carga (σ), mayor la deformación (ε) Gentileza Dr. JG Barra DISTRIBUCION DE LA TENSIÓN POR PLANOS Análisis de la distribución de la tensión por planos. En el panel superior, en el esquema ortogonal clásico de tres dimensiones y en el panel inferior, su aplicación en estructuras cilíndricas como las arterias Gentileza Dr. JG Barra RESILIENCIA Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR σ: Tensión Frente a los agresores que actúan sobre nuestro organismo hay sistemas defensivos que se ponen en juego para favorecer un mecanismo llamado alostasis que es el que permite recuperar el equilibrio u homeostasis. Si eso no se logra por completo, el defasaje se denomina carga alostática y cuanto mayor sea ésta, mayor será la posibilidad de enfermedad. Cuando incide una situación de estrés, uno de los mecanismos que juega un papel muy importante en su procesamiento favorable es la resiliencia. El término resiliencia viene inicialmente de la física y hace referencia a la propiedad de un cuerpo de recuperar su forma luego de que se le aplica una tensión. Inicialmente fue adoptado por la psiquiatría y se asoció a la habilidad para surgir de la adversidad, de recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. Una cualidad que hace posible a los individuos enfrentar la adversidad. Esto probablemente hace que los cardiólogos al escuchar el término lo asocien inmediatamente con aspectos meramente psicológicos, pero en realidad la resiliencia es un mecanismo biológico más complejo que alcanza niveles moleculares. Podría definirse como “la propiedad compleja de los sistemas biológicos que opera en diferentes niveles o sistemas de organización de los seres vivos y permite al organismo adaptarse a las situaciones y cambios permanentes.23 Una cualidad que hace posible a los individuos enfrentarse a la adversidad”. 24 Por un lado mantiene la homeostasis de las funciones biológicas principales y por otro hace po r: Tensión radial o: Circunferencial θ: Tensión tangencial Z: Tensión longitudinal ESTRUCTURA DE LA PARED ARTERIAL Estructura de la pared arterial: Se destacan las principales capas y láminas. L. Elástica: Lámina Elástica. C. Media: Capa Media Esper R, Kotliar C, Barontini M, Forcada P: TRATADO DE MECANICA ARTERIAL E HIPERTENSION ARTERIAL en prensa Figura 20: Gráfico de ley de Hooke – módulo de Young. Figura 19: Relación entre estrés, alostasis y resiliencia en función de alcanzar la homeostasis. Teniendo en cuenta la “OMA manía” que se trató previamente esto es transversal y va desde lo genético a lo fenotípico y desde los interactomas y conductomas a lo epigenético que determina la relación y adaptación sujeto - medio. Por lo tanto, la resiliencia puede ser un mecanismo complejo muy profundo que permitirá al sujeto procesar un estímulo estresor y volver a una situación fisiológica de equilibrio similar a la que tenía antes del estímulo. 25-26-27-28 En mecánica vascular, se estudia algo que sirve como ejemplo que es la conocida ley de Hooke o de elasticidad de un cuerpo, que sería la expresión matemática de lo que sucede al estirar un elástico. Esa propiedad conocida como módulo de Young es propia de cada cuerpo y podría equipararse bien con la resiliencia, y como se ve claramente, estaría presente en nuestras arterias. Por lo tanto, de la misma manera la resiliencia sería “el módulo de Young de nuestra alostasis”. (Ver figura 20) Los profesionales del Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral comenzamos en el año 2007 una Maestría de Mecánica Vascular e Hipertensión Arterial que es un curso de formación intensiva para profesionales de la Salud en el tema que le da título y finaliza con una tesina que puede ser un trabajo de campo en el área específica. En la primera cursada uno de los maestrandos, la Dra. Sara Costa de Robert, decidió analizar la interacción entre el estrés psicosocial y la resiliencia como determinante del riesgo de hipertensión arterial. La hipótesis completa era analizar también los cambios a nivel vascular pero se pudo concretar la fase de evaluación de la interacción entre la presencia o no de estrés psicosocial y la presencia o no de resiliencia para el desarrollo de hipertensión y el patrón neurohormonal que mostraban estos sujetos según el grupo. 29 Estos pacientes, a diferencia de lo que se hace habitualmente en Cardiología que la mayor parte depende de aparatos, eran clasificados utilizando escalas (scores) tanto para el estrés 30 como para la resiliencia 31, haciendo algo muy impor 11 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA 10 ciation en 2008 ha publicado las Recomendaciones para Detección, Derivación y Tratamiento de los Pacientes con Enfermedad Coronaria y Depresión dado el riesgo incrementado de morbimortalidad cardiovascular que tienen estos sujetos. 22 Cuando se realiza un análisis en la base de datos del Laboratorio Vascular No Invasivo que funciona en el Centro de Hipertensión del Hospital Austral desde 2006, sobre más de 4600 sujetos estudiados, fundamentalmente en prevención primaria, se pueden aislar dos grupos pequeños de pacientes, uno con depresión sin tratamiento especificado y uno bajo tratamiento con alprazolam. Lo que se observa en los sujetos con depresión sin tratamiento, aún con una proporción mayor de mujeres, es que tienen valores de presión más elevados, alteraciones marcadas de la distensibilidad arterial al igual que mayor proporción de alteraciones del espesor íntima media y placas que los sujetos controles e incluso que en los pacientes tratados con alprazolam. (Ver figura 18) LABORATORIO VASCULAR NO INVASIVO. CENTRO DE HTA HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL CONTROL (N 230) (%A) EDAD 55,9 ± 8,3 SEXO M (%) 140 (61) PAS mmHg 125,9 ± 16 PAD mmHg 78,6 ± 9,7 PP B mmHg 47 ± 10 PP AO mmHg 44,7 ± 13 FREC Ipm 67,3 ± 10,6 EIM I mm 0,69 ± 0,14 (13) EIM D mm 0,67 ± 0,09 TIPO PLC (DMG) 112 ± 34 (67) VULN PLC (%SUP) 34 ± 18 FMD % 8,1 ± 10 (13) VOP m/s 10,5 ± 2,5 (54) AIX B% -6,6 ± 33 AIX AO% 29 ± 12 SCORE VASC 2,7 FRAMINGHAM EST 7,8 FRAMINGHAM B & SV A (%) 24 (10) DEPRESIÓN (N 18) (%A) 55,6 ± 6,6 7 (39) 141 ± 19 84,9 ± 9,4 56 ± 12 60,4 ± 13 65 ± 11 0,70 ± 0,2 (23) 0,68 ± 0,15 130 ± 28,6 (83) 22,4 ± 10,7 9,1 ± 6,8 (28) 10,1 ± 3,1 (39) 15,9 ± 20 39,4 ± 8,4 2,3 9,8 1 (5,6) ALPRAZOLAM (N 12) (%A) 53 ± 8 6 (50) 126,9 ± 19 80 ± 9,5 46 ± 12 39 ± 17 70 ± 9 0,75 ± 0,10 (25) 0,67 ± 0,13 109 ± 34 (100) 36 ± 14 10,3 ± 8,8 (25) 9,7 ± 2,7 (42) -2 ± 36 32 ± 15 2,7 8,5 1 (8,3) Figura 18: Análisis preliminar a abril 2010 base de datos laboratorio vascular no invasivo Hospital Universitario Austral: análisis de subpoblación de pacientes con depresión y controles apareados por edad. Los parámetros de distensibilidad estaban mejor en los sujetos tratados con la benzodiazepina. Estos datos son solamente un análisis preliminar que requiere de mayor refinamiento como ser pruebas multivariadas y de ajuste por cofactores y probablemente la información tendrá más consistencia incluso con una muestra mayor. sible que el sistema regrese a un estado de funcionamiento fisiológico. (Ver figura 19) RESILIENCIA: EL “MODULO DE YOUNG” DE NUESTRA ALOSTASIS CUERPO ELASTICO Relación entre estrés, alostasis y resiliencia en función de alcanzar la homeostasis. Gráfico de la relación tensión - deformación de un cuerpo elástico (Ley de Hooke). Cuanto mayor la carga (σ), mayor la deformación (ε) Gentileza Dr. JG Barra DISTRIBUCION DE LA TENSIÓN POR PLANOS Análisis de la distribución de la tensión por planos. En el panel superior, en el esquema ortogonal clásico de tres dimensiones y en el panel inferior, su aplicación en estructuras cilíndricas como las arterias Gentileza Dr. JG Barra RESILIENCIA Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR σ: Tensión Frente a los agresores que actúan sobre nuestro organismo hay sistemas defensivos que se ponen en juego para favorecer un mecanismo llamado alostasis que es el que permite recuperar el equilibrio u homeostasis. Si eso no se logra por completo, el defasaje se denomina carga alostática y cuanto mayor sea ésta, mayor será la posibilidad de enfermedad. Cuando incide una situación de estrés, uno de los mecanismos que juega un papel muy importante en su procesamiento favorable es la resiliencia. El término resiliencia viene inicialmente de la física y hace referencia a la propiedad de un cuerpo de recuperar su forma luego de que se le aplica una tensión. Inicialmente fue adoptado por la psiquiatría y se asoció a la habilidad para surgir de la adversidad, de recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. Una cualidad que hace posible a los individuos enfrentar la adversidad. Esto probablemente hace que los cardiólogos al escuchar el término lo asocien inmediatamente con aspectos meramente psicológicos, pero en realidad la resiliencia es un mecanismo biológico más complejo que alcanza niveles moleculares. Podría definirse como “la propiedad compleja de los sistemas biológicos que opera en diferentes niveles o sistemas de organización de los seres vivos y permite al organismo adaptarse a las situaciones y cambios permanentes.23 Una cualidad que hace posible a los individuos enfrentarse a la adversidad”. 24 Por un lado mantiene la homeostasis de las funciones biológicas principales y por otro hace po r: Tensión radial o: Circunferencial θ: Tensión tangencial Z: Tensión longitudinal ESTRUCTURA DE LA PARED ARTERIAL Estructura de la pared arterial: Se destacan las principales capas y láminas. L. Elástica: Lámina Elástica. C. Media: Capa Media Esper R, Kotliar C, Barontini M, Forcada P: TRATADO DE MECANICA ARTERIAL E HIPERTENSION ARTERIAL en prensa Figura 20: Gráfico de ley de Hooke – módulo de Young. Figura 19: Relación entre estrés, alostasis y resiliencia en función de alcanzar la homeostasis. Teniendo en cuenta la “OMA manía” que se trató previamente esto es transversal y va desde lo genético a lo fenotípico y desde los interactomas y conductomas a lo epigenético que determina la relación y adaptación sujeto - medio. Por lo tanto, la resiliencia puede ser un mecanismo complejo muy profundo que permitirá al sujeto procesar un estímulo estresor y volver a una situación fisiológica de equilibrio similar a la que tenía antes del estímulo. 25-26-27-28 En mecánica vascular, se estudia algo que sirve como ejemplo que es la conocida ley de Hooke o de elasticidad de un cuerpo, que sería la expresión matemática de lo que sucede al estirar un elástico. Esa propiedad conocida como módulo de Young es propia de cada cuerpo y podría equipararse bien con la resiliencia, y como se ve claramente, estaría presente en nuestras arterias. Por lo tanto, de la misma manera la resiliencia sería “el módulo de Young de nuestra alostasis”. (Ver figura 20) Los profesionales del Centro de Hipertensión del Hospital Universitario Austral comenzamos en el año 2007 una Maestría de Mecánica Vascular e Hipertensión Arterial que es un curso de formación intensiva para profesionales de la Salud en el tema que le da título y finaliza con una tesina que puede ser un trabajo de campo en el área específica. En la primera cursada uno de los maestrandos, la Dra. Sara Costa de Robert, decidió analizar la interacción entre el estrés psicosocial y la resiliencia como determinante del riesgo de hipertensión arterial. La hipótesis completa era analizar también los cambios a nivel vascular pero se pudo concretar la fase de evaluación de la interacción entre la presencia o no de estrés psicosocial y la presencia o no de resiliencia para el desarrollo de hipertensión y el patrón neurohormonal que mostraban estos sujetos según el grupo. 29 Estos pacientes, a diferencia de lo que se hace habitualmente en Cardiología que la mayor parte depende de aparatos, eran clasificados utilizando escalas (scores) tanto para el estrés 30 como para la resiliencia 31, haciendo algo muy impor 11 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA diferencia muy marcada tanto en la presión arterial como en la activación neurohormonal, ya que la diferencia era entre sujetos sanos y enfermos. (Ver figura 22) 12 tante que es hablar con los pacientes y fundamentalmente, escucharlos. Habría dos situaciones extremas contrastantes: Los sujetos controles sin estrés y no resilientes y la otra sería la peor: con estrés y no resilientes, mientras en el intermedio habría sólo dos combinaciones más posibles (sin estrés resilientes, y sin estrés resilientes cuyo riesgo sería intermedio). Los sujetos con estrés en todo caso mostraron valores más elevados de presión arterial independientemente fueran resilientes o no y no llegaron a diferenciarse por un patrón neurohormonal bien definido; sin embargo, hubo una tendencia a una mayor activación en aquellos con estrés no resilientes. Si bien esto podría ser interpretado como frustrante, tiene lógica y la explicación sería que estos sujetos, sometidos a esta condición de sobrecarga alostática crónica y con poca defensa, tendrían sus sistemas neurohormonales expoliados. (Ver figura 21) ANÁLISIS EN LOS CUATRO GRUPOS Sin estrés, resiliencia normal Sin estrés, resiliencia baja Con estrés, resiliencia normal Con estrés, resiliencia baja 28.9 +1.2 26.9 + 0.8 29.6 + 1.3 30.4 + 6.1 p = 0.55 27% 70% 20% 65% p = 0.05 PAS 120 + 5 mmHg 138 + 6 mmHg 151 + 6 mmHg 143 + 3 mmHg p < 0.001 PAD 80 + 3 mmHg 96 + 4 mmHg 97 + 4 mmHg 97 + 2 mmHg p < 0.001 23 % 80% 80% 92% p < 0.001 13 5 10 25 BMI Cintura Porcentaje de hipertensos Número Valor de p Figura 21: Resultados principales del estudio de estrés psicosocial y baja resiliencia como factor de riesgo para hipertensión arterial. Cuando se comparaban los pacientes que eran normotensos, sin estrés psicosocial, es decir lo más parecido a controles sanos, y por otro lado la peor condición: aquellos hipertensos estresados sin resiliencia, en este caso se revelaba una HIPERTENSIÓN Y ESTRÉS PSICOSOCIAL UNIDO A BAJA RESILIENCIA Normotensos sin estrés psicosocial Número Cintura Incrementada PAS PAD Hipertensos Estrés psicosocial y baja Resiliencia p VALOR 13 23 25% 66.7% p = 0.02 115 + 3 mmHg 145 + 3 mmHg p < 0.001 p < 0.001 75 + 2 mmHg 100 + 1 mmHg 0.80 + 0.03 mg/dl 0.96 + 0.05 mg/dl p= 0.02 Noradrenalina 31.5 + 3.6 µg/24 hs. 54.6 + 11 µg/24 hs. p= 0.06 Cortisol p= 0.01 Creatinina 28.7 + 14 µg/ 24 hs. 108.2 + 18 µg /24 hs Adrenalina 1.8 + 0.5 µg/24 hs. 3.9 + 1.3 µg/24 hs. p= 0.16 AVM 4.3 + 0.6 mg/24 hs. 5.5 + 0.5 mg/24 hs. p= 0.19 Figura 22: Resultados del estudio de estrés psicosocial y baja resiliencia: comparación entre normotensos sin estrés psicosocial resilientes e hipertensos no resilientes. Finalmente, haciendo el análisis desde la hipertensión, los hipertensos tenían menos resiliencia que los normotensos. TERAPÉUTICA El tratamiento de estos pacientes es multidisciplinario y deben utilizarse recursos tanto no convencionales con consejo higiénico dietético en especial sobre el descanso, el ejercicio y las actividades recreativas como técnicas de bio-feedback, hasta los convencionales como la psicoterapia y la farmacología. Desde el punto de vista farmacológico, al igual que cuando tratamos los pacientes con factores de riesgo cardiovascular que hasta que alcancen los objetivos de presión, colesterol, peso, dieta y ejercicio requieren de apoyo con fármacos, también los pacientes con estrés psicosocial y respuesta inadecuada pueden necesitar ayuda farmacológica hasta que alcancen una adecuada alostasis y muy especialmente, aquellos que no muestran señales de resiliencia. Hay un gran número de opciones farmacológicas para el tratamiento de las consecuencias del estrés al igual que la depresión, y aún resta esta blecer el grado de interacción que tienen con los mecanismos de resiliencia tanto en sentido positivo como negativo. En este sentido, un buen ejemplo es el alprazolam que puede restaurar el equilibrio del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal en situaciones de estrés. Por tratarse de una benzodiazepina de vida media corta, con un mecanismo de acción específico (antagonista del GABA que favorece la neuroplasticidad e inhibidor del eje hipotálamohipófiso-suprarrenal que lleva a la reducción del MOPEG y cortisol urinario) y muy buen perfil de seguridad, sería una opción terapéutica para prevenir el daño neurocardíaco. CONCLUSIONES La globalización y una de sus consecuencias, la vida urbana, se acompañan de una mayor carga de trabajo, mayor nivel de responsabilidad y mayor velocidad para realizarlo y en consecuencia, se generan frecuentemente tensiones psicológicas. Los grandes problemas socieconómicos que sacuden la Aldea Global representan el macrocontexto que interactúa con el microcontexto del sujeto en su sociedad, su lugar de trabajo, el lugar donde vive y su familia y esto puede generar tensión (estrés) y una variada gama de patologías psiquiátricas y orgánicas. Frente a estos factores agresores que tienden a alterar el equilibrio (homeostasis) del sujeto hay mecanismos conocidos como alostasis que tienen como misión restaurar la homeostasis. Cuando esto no sucede, se genera una “carga alostática” y si este defasaje se mantiene, se incrementa o no se reduce adecuadamente dará lugar a la enfermedad a diferente nivel (físico, psíquico o ambos). Entre los mecanismos que contribuyen a la alostasis se encuentra la resiliencia que puede actuar desde el nivel molecular llegando hasta el plano de las conductas y la interacción con el medio. Es decir desde la genética a la epigenética, del genotipo al fenotipo, pasando por la genómica, transcriptómica.y los consecuentes proteomas, metabolomas, interactomas e incluso, conductomas, donde se desarrolla la compleja interacción del sujeto con su ambioma en su diario devenir. El eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal juega un papel central en la regulación de estos complejos mecanismos entre estímulos y respuestas. Los mecanismos de adaptación pueden tener corta duración, conocidos como fásicos (involucran al Sistema Nervioso Autónomo y la Hormona Antidiurética) o tener una respuesta crónica, sostenida en el tiempo, conocidos como tónicos (involucran entre otros al sistema Renina Angiotensina Aldosterona, el corticoadrenal y un gran número de citoquinas). El nivel de activación y persistencia de estas vías en relación a la intensidad y duración del estímulo generarán mecanismos de activación y/o contraregulación que determinarán la evolución hacia la salud o la enfermedad. En el caso del Sistema Cardiovascular el desarrollo de factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, dislipidemias, obesidad, síndrome metabólico o diabetes, o de complicaciones mayores (ACV, IAM, muerte súbita, arritmias, enfermedad vascular periférica, etc.) pueden ser producidos por el desbalance de estas vías o incluso potenciados por ellas. Este plano, que es habitual en la labor del cardiólogo, interactúa con el grado de vulnerabilidad psíquica y somática de los sujetos y su capacidad de procesar estos estímulos adecuadamente y de la presencia de mecanismos defensivos, entre ellos la resiliencia determinarán que se mantenga la salud o el desarrollo de enfermedad. 13 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA diferencia muy marcada tanto en la presión arterial como en la activación neurohormonal, ya que la diferencia era entre sujetos sanos y enfermos. (Ver figura 22) 12 tante que es hablar con los pacientes y fundamentalmente, escucharlos. Habría dos situaciones extremas contrastantes: Los sujetos controles sin estrés y no resilientes y la otra sería la peor: con estrés y no resilientes, mientras en el intermedio habría sólo dos combinaciones más posibles (sin estrés resilientes, y sin estrés resilientes cuyo riesgo sería intermedio). Los sujetos con estrés en todo caso mostraron valores más elevados de presión arterial independientemente fueran resilientes o no y no llegaron a diferenciarse por un patrón neurohormonal bien definido; sin embargo, hubo una tendencia a una mayor activación en aquellos con estrés no resilientes. Si bien esto podría ser interpretado como frustrante, tiene lógica y la explicación sería que estos sujetos, sometidos a esta condición de sobrecarga alostática crónica y con poca defensa, tendrían sus sistemas neurohormonales expoliados. (Ver figura 21) ANÁLISIS EN LOS CUATRO GRUPOS Sin estrés, resiliencia normal Sin estrés, resiliencia baja Con estrés, resiliencia normal Con estrés, resiliencia baja 28.9 +1.2 26.9 + 0.8 29.6 + 1.3 30.4 + 6.1 p = 0.55 27% 70% 20% 65% p = 0.05 PAS 120 + 5 mmHg 138 + 6 mmHg 151 + 6 mmHg 143 + 3 mmHg p < 0.001 PAD 80 + 3 mmHg 96 + 4 mmHg 97 + 4 mmHg 97 + 2 mmHg p < 0.001 23 % 80% 80% 92% p < 0.001 13 5 10 25 BMI Cintura Porcentaje de hipertensos Número Valor de p Figura 21: Resultados principales del estudio de estrés psicosocial y baja resiliencia como factor de riesgo para hipertensión arterial. Cuando se comparaban los pacientes que eran normotensos, sin estrés psicosocial, es decir lo más parecido a controles sanos, y por otro lado la peor condición: aquellos hipertensos estresados sin resiliencia, en este caso se revelaba una HIPERTENSIÓN Y ESTRÉS PSICOSOCIAL UNIDO A BAJA RESILIENCIA Normotensos sin estrés psicosocial Número Cintura Incrementada PAS PAD Hipertensos Estrés psicosocial y baja Resiliencia p VALOR 13 23 25% 66.7% p = 0.02 115 + 3 mmHg 145 + 3 mmHg p < 0.001 p < 0.001 75 + 2 mmHg 100 + 1 mmHg 0.80 + 0.03 mg/dl 0.96 + 0.05 mg/dl p= 0.02 Noradrenalina 31.5 + 3.6 µg/24 hs. 54.6 + 11 µg/24 hs. p= 0.06 Cortisol p= 0.01 Creatinina 28.7 + 14 µg/ 24 hs. 108.2 + 18 µg /24 hs Adrenalina 1.8 + 0.5 µg/24 hs. 3.9 + 1.3 µg/24 hs. p= 0.16 AVM 4.3 + 0.6 mg/24 hs. 5.5 + 0.5 mg/24 hs. p= 0.19 Figura 22: Resultados del estudio de estrés psicosocial y baja resiliencia: comparación entre normotensos sin estrés psicosocial resilientes e hipertensos no resilientes. Finalmente, haciendo el análisis desde la hipertensión, los hipertensos tenían menos resiliencia que los normotensos. TERAPÉUTICA El tratamiento de estos pacientes es multidisciplinario y deben utilizarse recursos tanto no convencionales con consejo higiénico dietético en especial sobre el descanso, el ejercicio y las actividades recreativas como técnicas de bio-feedback, hasta los convencionales como la psicoterapia y la farmacología. Desde el punto de vista farmacológico, al igual que cuando tratamos los pacientes con factores de riesgo cardiovascular que hasta que alcancen los objetivos de presión, colesterol, peso, dieta y ejercicio requieren de apoyo con fármacos, también los pacientes con estrés psicosocial y respuesta inadecuada pueden necesitar ayuda farmacológica hasta que alcancen una adecuada alostasis y muy especialmente, aquellos que no muestran señales de resiliencia. Hay un gran número de opciones farmacológicas para el tratamiento de las consecuencias del estrés al igual que la depresión, y aún resta esta blecer el grado de interacción que tienen con los mecanismos de resiliencia tanto en sentido positivo como negativo. En este sentido, un buen ejemplo es el alprazolam que puede restaurar el equilibrio del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal en situaciones de estrés. Por tratarse de una benzodiazepina de vida media corta, con un mecanismo de acción específico (antagonista del GABA que favorece la neuroplasticidad e inhibidor del eje hipotálamohipófiso-suprarrenal que lleva a la reducción del MOPEG y cortisol urinario) y muy buen perfil de seguridad, sería una opción terapéutica para prevenir el daño neurocardíaco. CONCLUSIONES La globalización y una de sus consecuencias, la vida urbana, se acompañan de una mayor carga de trabajo, mayor nivel de responsabilidad y mayor velocidad para realizarlo y en consecuencia, se generan frecuentemente tensiones psicológicas. Los grandes problemas socieconómicos que sacuden la Aldea Global representan el macrocontexto que interactúa con el microcontexto del sujeto en su sociedad, su lugar de trabajo, el lugar donde vive y su familia y esto puede generar tensión (estrés) y una variada gama de patologías psiquiátricas y orgánicas. Frente a estos factores agresores que tienden a alterar el equilibrio (homeostasis) del sujeto hay mecanismos conocidos como alostasis que tienen como misión restaurar la homeostasis. Cuando esto no sucede, se genera una “carga alostática” y si este defasaje se mantiene, se incrementa o no se reduce adecuadamente dará lugar a la enfermedad a diferente nivel (físico, psíquico o ambos). Entre los mecanismos que contribuyen a la alostasis se encuentra la resiliencia que puede actuar desde el nivel molecular llegando hasta el plano de las conductas y la interacción con el medio. Es decir desde la genética a la epigenética, del genotipo al fenotipo, pasando por la genómica, transcriptómica.y los consecuentes proteomas, metabolomas, interactomas e incluso, conductomas, donde se desarrolla la compleja interacción del sujeto con su ambioma en su diario devenir. El eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal juega un papel central en la regulación de estos complejos mecanismos entre estímulos y respuestas. Los mecanismos de adaptación pueden tener corta duración, conocidos como fásicos (involucran al Sistema Nervioso Autónomo y la Hormona Antidiurética) o tener una respuesta crónica, sostenida en el tiempo, conocidos como tónicos (involucran entre otros al sistema Renina Angiotensina Aldosterona, el corticoadrenal y un gran número de citoquinas). El nivel de activación y persistencia de estas vías en relación a la intensidad y duración del estímulo generarán mecanismos de activación y/o contraregulación que determinarán la evolución hacia la salud o la enfermedad. En el caso del Sistema Cardiovascular el desarrollo de factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, dislipidemias, obesidad, síndrome metabólico o diabetes, o de complicaciones mayores (ACV, IAM, muerte súbita, arritmias, enfermedad vascular periférica, etc.) pueden ser producidos por el desbalance de estas vías o incluso potenciados por ellas. Este plano, que es habitual en la labor del cardiólogo, interactúa con el grado de vulnerabilidad psíquica y somática de los sujetos y su capacidad de procesar estos estímulos adecuadamente y de la presencia de mecanismos defensivos, entre ellos la resiliencia determinarán que se mantenga la salud o el desarrollo de enfermedad. 13 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA 14 Para interpretar estas interacciones complejas se requiere un enfoque transdisciplinario y una visión transversal que une múltiples especialidades, y un buen ejemplo es la psicoinmunoendocrinología que interpreta los mecanismos a nivel psíquico, inmunológicos y endocrinológicos en los que actúan las noxas, la enfermedad y los mecanismos alostáticos de defensa. El Sistema Nervioso Central y el Cardiovascular están extensamente conectados y el primero tiene un papel primordial en la regulación del segundo en los mecanismos de respuesta y adaptación. El estrés (tensión) psicosocial está directamente relacionado con los factores de riesgo cardiovascular y el desarrollo de morbimortalidad cardiovascular y ha sido extensamente probado por la medicina basada en la evidencia, corroborando lo que en Medicina se intuía desde tiempos remotos. Los sujetos bajo situación de estrés pueden tener alteraciones del sistema nervioso autónomo responsables de los mecanismos iniciales del daño cardiovascular, al igual que los involucrados en las complicaciones cardiovasculares mayores (ACV, IAM, cardiomiopatías, arritmias, etc.) La depresión es una de las formas más frecuentes de maladaptación del sujeto en su interacción con el medio, resultando en una importante carga alostática y activación de múltiples y complejos mecanismos (activación simpática, arritmogénesis, trombogénesis, aumento de citoquinas, etc.) que aumentan las morbimortalidad cardiovascular en sujetos sin enfermedad cardiovascular previa o que se encuentran cursando la misma. La depresión se asocia con frecuencia a la hipertensión arterial y los sujetos deprimidos pueden tener alteraciones de la estructura y función vascular al igual que anomalías del comportamiento en la prueba ergométrica. La resiliencia es un mecanismo complejo de defensa que por definición se describió inicialmente en física y está relacionada a la capacidad de volver a un estado similar al inicial luego de interactuar con un estímulo, pero esta definición tan amplia podría aplicarse desde los cuerpos físicos hasta las conductas de un individuo. Va desde lo genético a la interacción con la epigenética y desde lo molecular hasta las conductas que expresan el fenotipo del sujeto que le permiten adaptarse al medio. A nivel cardiovascular frente al estrés psicosocial, la falta de una resiliencia adecuada puede aumentar la probabilidad de desarrollar hipertensión e incluso enfermedad cardiovascular. Esto estaría relacionado en cierto grado con alteraciones neurohormonales características. Las intervenciones terapéuticas en este vasto y complejo campo de interacciones que va de lo físico a lo psíquico y probablemente, involucre incluso hasta lo espiritual, está siendo estudiado extensamente desde las neurociencias y por enfoques multidisciplinarios como la Psicoinmunoendocrinología. Seguramente la Cardiología será muy bienvenida en estos equipos multidisciplinarios con sus aportes para diagnosticar y tratar de una manera más holística a estos pacientes, que si bien enferman el corazón, esto en realidad sería un síntoma de una enfermedad del cuerpo, la mente y el espíritu. El “TRISKEL” es un antiguo símbolo celta, muy importante en su cultura, que representa la unidad cuerpo - mente - espíritu. AGRADECIMIENTOS: A mi esposa por procesar gran parte de esta información y compartirla conmigo. A mis compañeros del Centro de Hipertensión y el Laboratorio Vascular No Invasivo con quienes se desarrollaron las experiencias comentadas en el presente escrito. A la Dra. Sara Costa de Robert quien compartió generosa y amablemente el material de su tesina para esta presentación. Al Laboratorio GADOR que apoya incondicionalmente desde sus inicios al Centro de Hipertensión y el Laboratorio Vascular No Invasivo, del Hospital Universitario Austral y la Maestría de Mecánica Vascular e Hipertensión Arterial de la Universidad Austral. BIBLIOGRAFIA 1. McEwen BS: Central effects of stress hormones in health and disease: Understanding the protective and damaging effects of stress and stress mediators. Eur J Pharmacol 2008 Apr 7; 583(2-3):174-85. 2. Gómez F, Lahmame A, de Kloet ER, Armario A: Hypothalamic-pituitary-adrenal response to chronic stress in five inbred rat strains: differential responses are mainly located at the adrenocortical level. Neuroendocrinology 1996 Apr; 63 (4): 327-37. 3. Malleret G, Alarcon JM, Martel G, Takizawa S, Vronskaya S, Yin D, Chen IZ, Kandel ER, Shumyatsky GP: Bidirectional regulation of hippocampal long-term synaptic plasticity and its influence on opposing forms of memory. J Neurosci 2010 Mar 10; 30(10):3813-25. 4. Oitzl MS, Champagne DL, van der Veen R, de Kloet ER: Brain development under stress: hypotheses of glucocorticoid actions revisited. Neurosci Biobehav Rev 2010 May; 34(6):853-66. 5. Conway-Campbell BL, McKenna MA, Wiles CC, Atkinson HC, de Kloet ER, Lightman SL: Proteasome-dependent downregulation of activated nuclear hippocampal glucocorticoid receptors determines dynamic responses to corticosterone. Endocrinology 2007 Nov;148(11):5470-7. 6. Van der Kloet FM, Bobeldijk I, Verheij ER, Jellema RH: Analytical error reduction using single point calibration for accurate and precise metabolomic phenotyping. J Proteome Res 2009 Nov; 8(11): 5132-41. 7. Izzo J: En: Hypertension Primer 3rd Ed Cap A43 Ed Lippincott Wilkins and Williams PA EE UU, 2003. 8. Yusuf S, Hawken S, Ounpuu S, Dans T, Avezum A, Lanas F, McQueen M, Budaj A, Pais P, Varigos J, Lisheng L; INTERHEART Study Investigators. Lancet 2004 Sep 11-17; 364 (9438): 937-52. 9. Lanas F, Avezum A, Bautista LE, Diaz R, Luna M, Islam S, Yusuf S; INTERHEART Investigators in Latin America: Risk factors for acute myocardial infarction in Latin America: the INTERHEART Latin American study. Circulation 2007 Mar 6;115(9): 1067-74. 10. Bybee K, Prasad A: Stress Related Cardiomyopathies Syndrome. Circulation 2008; 118: 397-409. 11. Gonzalez S, Forcada P, Olano D y col Relación entre Balance Autonómico y Variables Hemodinámicas en Pre-Hipertensión Arterial: ¿Dos patrones Diferentes? Reunión Anual del Consejo de HTA de la SAC, Nov 2009. Abstract, en prensa. 12. Guinjoan SM, Castro MN, Vigo DE, Weidema H, Berbara C, Fahrer RD, Grancelli H, Nogués M, Leiguarda RC, Cardinali DP.:Depressive symptoms are related to decreased lowfrequency heart rate variability in older adults with decompensated heart failure. Neuropsychobiology. 2007; 55(3-4): 219-24. 13. Vigo D, Nicola Siri L, Ladrón De Guevara MS, MartínezMartínez JA, Fahrer RD, Cardinali DP, Masoli O, Guinjoan SM: Relation of depression to heart rate nonlinear dynamics in patients > or = 60 years of age with recent unstable angina pectoris or acute myocardial infarction. Am J Cardiol 2004; 93(6): 756-60. 14. Gump BB, Matthews KA, Eberly LE, Chang YF; MRFIT Research Group. Depressive symptoms and mortality in men: re sults from the Multiple Risk Factor Intervention Trial. Stroke 2005; 36(1): 98-102. 15. Tiemeier H, Breteler MM, van Popele NM, Hofman A, Witteman JC: Late-life depression is associated with arterial stiffness: a population-based study. J Am Geriatr Soc 2003 Aug; 51(8): 1105-10. 16. Mancia G, De Backer G, Dominiczak A, Cifkova R, Fagard R, Germano G, et al. 2007 Guidelines for the Management of Arterial Hypertension: The Task Force for the Management of Arterial Hypertension of the European Society of Hypertension and of the European Society of Cardiology. J Hypertens 2007; 25:1105-1187. 17. United States Preventive Services Task Force: Screening for depression. Recommendations and Rationale Ann Intern Med 2002; 136: 760-764) 18. Radoff lf: The CES - D scale: A self report depression scale for research in the general population. Applied Psycological Mesurement 1977; 1: 387-401. 19. Arroll B, Khin N, Kearse N: Screening of depression in primary care with two verbally asked questions: Across sectional study BMJ 2003; 327: 1144-1146. 20. Obregón S, Kotliar C, Forcada P et al: Depressive Syndrome Prevalence in Hypertensive Patients and Its Association with Higher Pulse Pressure and Non Dipping Pattern. Circulation 2008; 117 (19): 69. abs. Presented in WCC 2008. 21. Obregón S, Forcada P, Olano R, González S, Castellaro Bello C, Chiabaut Svane J, Kotliar C.: Aumento de la Rigidez Arterial Mediada por Depresión en Pacientes Hipertensos Jóvenes: Relación con el Balance Autonómico. Congreso Argentino de la Sociedad de Hipertensión Arterial, La Plata 15/5/2009. En prensa. 22. Litchman J, Bigger T, Blumenthal J et al: An Advisory Board of American Heart Association: Depression and Coronary Heart Disease. Recommendations for Screening, Referral and Treatment. Circulation 2008; 118:1768-1775. 23. ICCB⁄BICE Elements for a talk on resilience. Growth in the Muddle of life. Ginebra Suiza, 1994. 24. Connor KM, Davidson JRT. Depression and Anxiety 2003; 18:76-82. 25. Cyrulnik B: La Maravilla del Dolor Ed Granica Bs As. Argentina 2007. 26. Cyrulnik B: Los patitos feos: La Resiliencia. Ed Gedisa Barcelona España 2006. 27. Zuckerfeld R, Zuckerfeld RZ: Procesos Terciarios. Ed Lugar Bs. As. Argentina 2005. 28. Manciaux M: La Resiliencia: Resistir y Rehacerse Ed Gedisa Barcelona España 2005 29. Costa de Robert S, Barontini M, Forcada P y col Estrés Psicosocial y Baja Resiliencia: Un Factor de Riesgo para la Hipertensión Arterial. Rev Arg Cardiol 2009; Sup 2: 171 (abst 271) PREMIO BRAUN MENENDEZ 35º Cong Arg de Cardiología 2009. 30. Rosengren A. INTERHEART study. Lancet 2004; 364:953-62. 2004 31. Connor KM,Davidson JR.Development of a new resilience scale: the Connor-Davidson Resilience Scale (CDRISC).Depress Anxiety. 2003; 18(2): 76-82. 32. Carlos Tajer: El Corazón Enfermo: Puentes entre las emociones y el infarto. Ed Libros El Zorzal. Bs As. Argentina. 2008 15 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA 14 Para interpretar estas interacciones complejas se requiere un enfoque transdisciplinario y una visión transversal que une múltiples especialidades, y un buen ejemplo es la psicoinmunoendocrinología que interpreta los mecanismos a nivel psíquico, inmunológicos y endocrinológicos en los que actúan las noxas, la enfermedad y los mecanismos alostáticos de defensa. El Sistema Nervioso Central y el Cardiovascular están extensamente conectados y el primero tiene un papel primordial en la regulación del segundo en los mecanismos de respuesta y adaptación. El estrés (tensión) psicosocial está directamente relacionado con los factores de riesgo cardiovascular y el desarrollo de morbimortalidad cardiovascular y ha sido extensamente probado por la medicina basada en la evidencia, corroborando lo que en Medicina se intuía desde tiempos remotos. Los sujetos bajo situación de estrés pueden tener alteraciones del sistema nervioso autónomo responsables de los mecanismos iniciales del daño cardiovascular, al igual que los involucrados en las complicaciones cardiovasculares mayores (ACV, IAM, cardiomiopatías, arritmias, etc.) La depresión es una de las formas más frecuentes de maladaptación del sujeto en su interacción con el medio, resultando en una importante carga alostática y activación de múltiples y complejos mecanismos (activación simpática, arritmogénesis, trombogénesis, aumento de citoquinas, etc.) que aumentan las morbimortalidad cardiovascular en sujetos sin enfermedad cardiovascular previa o que se encuentran cursando la misma. La depresión se asocia con frecuencia a la hipertensión arterial y los sujetos deprimidos pueden tener alteraciones de la estructura y función vascular al igual que anomalías del comportamiento en la prueba ergométrica. La resiliencia es un mecanismo complejo de defensa que por definición se describió inicialmente en física y está relacionada a la capacidad de volver a un estado similar al inicial luego de interactuar con un estímulo, pero esta definición tan amplia podría aplicarse desde los cuerpos físicos hasta las conductas de un individuo. Va desde lo genético a la interacción con la epigenética y desde lo molecular hasta las conductas que expresan el fenotipo del sujeto que le permiten adaptarse al medio. A nivel cardiovascular frente al estrés psicosocial, la falta de una resiliencia adecuada puede aumentar la probabilidad de desarrollar hipertensión e incluso enfermedad cardiovascular. Esto estaría relacionado en cierto grado con alteraciones neurohormonales características. Las intervenciones terapéuticas en este vasto y complejo campo de interacciones que va de lo físico a lo psíquico y probablemente, involucre incluso hasta lo espiritual, está siendo estudiado extensamente desde las neurociencias y por enfoques multidisciplinarios como la Psicoinmunoendocrinología. Seguramente la Cardiología será muy bienvenida en estos equipos multidisciplinarios con sus aportes para diagnosticar y tratar de una manera más holística a estos pacientes, que si bien enferman el corazón, esto en realidad sería un síntoma de una enfermedad del cuerpo, la mente y el espíritu. El “TRISKEL” es un antiguo símbolo celta, muy importante en su cultura, que representa la unidad cuerpo - mente - espíritu. AGRADECIMIENTOS: A mi esposa por procesar gran parte de esta información y compartirla conmigo. A mis compañeros del Centro de Hipertensión y el Laboratorio Vascular No Invasivo con quienes se desarrollaron las experiencias comentadas en el presente escrito. A la Dra. Sara Costa de Robert quien compartió generosa y amablemente el material de su tesina para esta presentación. Al Laboratorio GADOR que apoya incondicionalmente desde sus inicios al Centro de Hipertensión y el Laboratorio Vascular No Invasivo, del Hospital Universitario Austral y la Maestría de Mecánica Vascular e Hipertensión Arterial de la Universidad Austral. BIBLIOGRAFIA 1. McEwen BS: Central effects of stress hormones in health and disease: Understanding the protective and damaging effects of stress and stress mediators. Eur J Pharmacol 2008 Apr 7; 583(2-3):174-85. 2. Gómez F, Lahmame A, de Kloet ER, Armario A: Hypothalamic-pituitary-adrenal response to chronic stress in five inbred rat strains: differential responses are mainly located at the adrenocortical level. Neuroendocrinology 1996 Apr; 63 (4): 327-37. 3. Malleret G, Alarcon JM, Martel G, Takizawa S, Vronskaya S, Yin D, Chen IZ, Kandel ER, Shumyatsky GP: Bidirectional regulation of hippocampal long-term synaptic plasticity and its influence on opposing forms of memory. J Neurosci 2010 Mar 10; 30(10):3813-25. 4. Oitzl MS, Champagne DL, van der Veen R, de Kloet ER: Brain development under stress: hypotheses of glucocorticoid actions revisited. Neurosci Biobehav Rev 2010 May; 34(6):853-66. 5. Conway-Campbell BL, McKenna MA, Wiles CC, Atkinson HC, de Kloet ER, Lightman SL: Proteasome-dependent downregulation of activated nuclear hippocampal glucocorticoid receptors determines dynamic responses to corticosterone. Endocrinology 2007 Nov;148(11):5470-7. 6. Van der Kloet FM, Bobeldijk I, Verheij ER, Jellema RH: Analytical error reduction using single point calibration for accurate and precise metabolomic phenotyping. J Proteome Res 2009 Nov; 8(11): 5132-41. 7. Izzo J: En: Hypertension Primer 3rd Ed Cap A43 Ed Lippincott Wilkins and Williams PA EE UU, 2003. 8. Yusuf S, Hawken S, Ounpuu S, Dans T, Avezum A, Lanas F, McQueen M, Budaj A, Pais P, Varigos J, Lisheng L; INTERHEART Study Investigators. Lancet 2004 Sep 11-17; 364 (9438): 937-52. 9. Lanas F, Avezum A, Bautista LE, Diaz R, Luna M, Islam S, Yusuf S; INTERHEART Investigators in Latin America: Risk factors for acute myocardial infarction in Latin America: the INTERHEART Latin American study. Circulation 2007 Mar 6;115(9): 1067-74. 10. Bybee K, Prasad A: Stress Related Cardiomyopathies Syndrome. Circulation 2008; 118: 397-409. 11. Gonzalez S, Forcada P, Olano D y col Relación entre Balance Autonómico y Variables Hemodinámicas en Pre-Hipertensión Arterial: ¿Dos patrones Diferentes? Reunión Anual del Consejo de HTA de la SAC, Nov 2009. Abstract, en prensa. 12. Guinjoan SM, Castro MN, Vigo DE, Weidema H, Berbara C, Fahrer RD, Grancelli H, Nogués M, Leiguarda RC, Cardinali DP.:Depressive symptoms are related to decreased lowfrequency heart rate variability in older adults with decompensated heart failure. Neuropsychobiology. 2007; 55(3-4): 219-24. 13. Vigo D, Nicola Siri L, Ladrón De Guevara MS, MartínezMartínez JA, Fahrer RD, Cardinali DP, Masoli O, Guinjoan SM: Relation of depression to heart rate nonlinear dynamics in patients > or = 60 years of age with recent unstable angina pectoris or acute myocardial infarction. Am J Cardiol 2004; 93(6): 756-60. 14. Gump BB, Matthews KA, Eberly LE, Chang YF; MRFIT Research Group. Depressive symptoms and mortality in men: re sults from the Multiple Risk Factor Intervention Trial. Stroke 2005; 36(1): 98-102. 15. Tiemeier H, Breteler MM, van Popele NM, Hofman A, Witteman JC: Late-life depression is associated with arterial stiffness: a population-based study. J Am Geriatr Soc 2003 Aug; 51(8): 1105-10. 16. Mancia G, De Backer G, Dominiczak A, Cifkova R, Fagard R, Germano G, et al. 2007 Guidelines for the Management of Arterial Hypertension: The Task Force for the Management of Arterial Hypertension of the European Society of Hypertension and of the European Society of Cardiology. J Hypertens 2007; 25:1105-1187. 17. United States Preventive Services Task Force: Screening for depression. Recommendations and Rationale Ann Intern Med 2002; 136: 760-764) 18. Radoff lf: The CES - D scale: A self report depression scale for research in the general population. Applied Psycological Mesurement 1977; 1: 387-401. 19. Arroll B, Khin N, Kearse N: Screening of depression in primary care with two verbally asked questions: Across sectional study BMJ 2003; 327: 1144-1146. 20. Obregón S, Kotliar C, Forcada P et al: Depressive Syndrome Prevalence in Hypertensive Patients and Its Association with Higher Pulse Pressure and Non Dipping Pattern. Circulation 2008; 117 (19): 69. abs. Presented in WCC 2008. 21. Obregón S, Forcada P, Olano R, González S, Castellaro Bello C, Chiabaut Svane J, Kotliar C.: Aumento de la Rigidez Arterial Mediada por Depresión en Pacientes Hipertensos Jóvenes: Relación con el Balance Autonómico. Congreso Argentino de la Sociedad de Hipertensión Arterial, La Plata 15/5/2009. En prensa. 22. Litchman J, Bigger T, Blumenthal J et al: An Advisory Board of American Heart Association: Depression and Coronary Heart Disease. Recommendations for Screening, Referral and Treatment. Circulation 2008; 118:1768-1775. 23. ICCB⁄BICE Elements for a talk on resilience. Growth in the Muddle of life. Ginebra Suiza, 1994. 24. Connor KM, Davidson JRT. Depression and Anxiety 2003; 18:76-82. 25. Cyrulnik B: La Maravilla del Dolor Ed Granica Bs As. Argentina 2007. 26. Cyrulnik B: Los patitos feos: La Resiliencia. Ed Gedisa Barcelona España 2006. 27. Zuckerfeld R, Zuckerfeld RZ: Procesos Terciarios. Ed Lugar Bs. As. Argentina 2005. 28. Manciaux M: La Resiliencia: Resistir y Rehacerse Ed Gedisa Barcelona España 2005 29. Costa de Robert S, Barontini M, Forcada P y col Estrés Psicosocial y Baja Resiliencia: Un Factor de Riesgo para la Hipertensión Arterial. Rev Arg Cardiol 2009; Sup 2: 171 (abst 271) PREMIO BRAUN MENENDEZ 35º Cong Arg de Cardiología 2009. 30. Rosengren A. INTERHEART study. Lancet 2004; 364:953-62. 2004 31. Connor KM,Davidson JR.Development of a new resilience scale: the Connor-Davidson Resilience Scale (CDRISC).Depress Anxiety. 2003; 18(2): 76-82. 32. Carlos Tajer: El Corazón Enfermo: Puentes entre las emociones y el infarto. Ed Libros El Zorzal. Bs As. Argentina. 2008 15 EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA ALPLAX® 0,25 - 0,50 - 1 - 2: Comprimidos. ALPLAX® XR 0,50 - 1 - 2: Comprimidos de liberación controlada. Venta bajo receta archivada. COMPOSICIÓN: ALPLAX®: Cada comprimido de ALPLAX® 0,25-0,50-1-2 contiene: alprazolam 0,25-0,50-1-2 mg, respectivamente. Excipientes: c.s. ALPLAX® XR: Cada comprimido de liberación controlada de ALPLAX® XR 0,50-1-2 contiene: alprazolam 0,50-1-2 mg, respectivamente. Excipientes: c.s. ACCIÓN TERAPÉUTICA: Ansiolítico. INDICACIONES: Trastorno de ansiedad generalizada (DSM-IV). Ansiedad asociada con depresión. Trastorno de angustia (Ataque de pánico) con o sin agorafobia. POSOLOGÍA: La dosis óptima se ajusta a la sintomatología del paciente y a la respuesta obtenida. Si fuere necesario, se puede aumentar gradualmente la dosis inicial con relación a la tolerabilidad. ALPLAX®: Trastorno de ansiedad generalizada: La dosis usual inicial es de 0,25 a 0,5 mg tres veces por día, dosis que puede ser aumentada/reducida hasta alcanzar el efecto terapéutico máximo, incrementando 0,5 mg por día, con intervalos de 3 a 4 días. La dosis máxima diaria es de 4 mg por día. Trastorno de angustia: Comenzar con dosis de 0,5 mg tres veces por día, pudiendo incrementarse a razón de 1 mg por día cada 3 ó 4 días. La dosis media habitual es de 5 a 6 mg por día, distribuidos en tres tomas iguales. Ocasionalmente, algunos pacientes necesitan 10 mg diarios. Poblaciones especiales: En pacientes ancianos, en pacientes con enfermedad hepática avanzada y en pacientes con enfermedades debilitantes, la dosis usual inicial es de 0,25 mg, de 2 a 3 veces por día. Esta dosis puede incrementarse gradualmente si es necesario y si es bien tolerada. Los pacientes ancianos son más sensibles a los efectos de las benzodiazepinas. Si ocurren efectos adversos durante la dosis inicial, ésta debe ser disminuida. ALPLAX® XR: Los comprimidos de ALPLAX® XR deben administrarse enteros, sin dividir, triturar, masticar o disolver. Trastorno de ansiedad generalizada: La dosis usual inicial de ALPLAX® XR es de 0,5 a 1 mg/día, dosis que puede ser aumentada hasta alcanzar el efecto terapéutico deseado, incrementando 0,5 mg/día, cada 3 ó 4 días. La dosis máxima diaria es de 4 mg, administrados en 1 ó 2 tomas. Trastorno de angustia: Comenzar el tratamiento con dosis de 0,5 ó 1 mg antes de acostarse, o si se prefiere administrando 0,5 mg dos veces por día, pudiendo incrementarse la toma diaria a razón de 1 mg/día cada 3 ó 4 días. La dosis media habitual es de 5 a 6 mg/día, ocasionalmente algunos pacientes necesitan dosis mayores a 6 mg/día, en dichos casos la dosis debería ser aumentada lentamente para evitar eventos adversos. Poblaciones especiales: En los ancianos y pacientes con enfermedades debilitantes, insuficiencia hepática, renal o respiratoria debe iniciarse el tratamiento con 0,5 mg/día, aumentando gradualmente la dosis según la respuesta individual y la tolerabilidad. Reducción de la dosis o discontinuación: Las reducciones de la medicación o la interrupción del tratamiento deben hacerse gradualmente, reduciendo la dosis diaria en no más de 0,5 mg cada 3 días. En algunos pacientes puede ser necesario hacerlo más lentamente aún. Pasaje de ALPLAX® a ALPLAX® XR: Los pacientes que actualmente están siendo tratados con dosis diarias divididas de ALPLAX® (por ejemplo 3 ó 4 veces al día), pueden pasar a ALPLAX® XR a la misma dosis diaria total, administrada una vez al día. CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad conocida a ALPLAX® u otras benzodiazepinas o a cualquiera de los componentes de la formulación. Glaucoma de ángulo cerrado. Puede usarse en los pacientes con glaucoma de ángulo abierto que reciben el tratamiento adecuado. Tratamiento concomitante con itraconazol y ketoconazol. Miastenia gravis. ADVERTENCIAS: Evaluar la ecuación riesgo-beneficio del tratamiento en los casos de: hipoalbuminemia, enfermedades orgánico-cerebrales, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, apnea del sueño, antecedentes de abuso de sustancias que actúan sobre el SNC. Pacientes con antecedente de convulsiones o epilepsia, no deben discontinuar el tratamiento abruptamente. Debido a sus efectos depresores sobre el SNC, los pacientes tratados con alprazolam deben ser prevenidos de participar en áreas de riesgo o actividades que requieren un alerta mental completa, como operar maquinarias o manejar vehículos, e ingerir alcohol. Las personas adictas al alcohol u otras drogas deben ser observadas cuidadosamente cuando reciben alprazolam u otros psicotrópicos. El alprazolam no es efectivo como sustituto de los neurolépticos. Dependencia psicológica y física: La dependencia psicológica es un riesgo potencial de las benzodiazepinas, incluido el alprazolam. Este riesgo puede incrementarse si las dosis superan los 4 mg/día y con el uso prolongado, y se incrementa aún más en individuos con antecedentes de abuso de drogas y/o alcohol. El riesgo de dependencia física al alprazolam, es más severo en pacientes tratados con dosis altas (más de 4 mg diarios) y por períodos de tiempo prolongados (8 a 12 semanas) que después de tratamientos de corta duración. Síntomas de abstinencia: Los síntomas observados luego de la discontinuación del tratamiento con alprazolam en monoterapia fueron: dificultad de la concentración, parestesias, movimientos anormales, embotamiento, calambres y sacudidas musculares, diarrea, náuseas, vómitos, trastornos de la visión, irritabilidad, disminución del apetito, pérdida de peso, incremento de la percepción sensorial y trastornos del olfato. Otros síntomas como ansiedad e insomnio, registrados con frecuencia, se pueden atribuir a la reaparición de la enfermedad, a un fenómeno de rebote o a la abstinencia. El riesgo de padecer crisis convulsivas puede ser incrementado con dosis superiores a los 4 mg/día. Ansiedad interdosis: En los pacientes con trastorno de pánico que reciben dosis de mantenimiento, puede desarrollarse ansiedad interdosis y ansiedad matutina, circunstancias que indican el desarrollo de tolerancia o la existencia de un intervalo prolongado entre las dosis. Ambos casos se atribuyen a que la dosis prescripta no es suficiente para mantener niveles plasmáticos por encima del rango necesario para prevenir síntomas de abstinencia, recaídas o rebote. En estas situaciones se recomienda acortar el intervalo interdosis o administrar alprazolam de liberación controlada. PRECAUCIONES: Como con cualquier otro psicofármaco, se deben tener las mismas precauciones con el alprazolam cuando se lo administra a pacientes severamente deprimidos o en aquellos en los cuales pueden existir ideas o planes de suicidio. En los pacientes ancianos y debilitados, utilizar la menor dosis efectiva para evitar el desarrollo de ataxia o sedación excesiva. Precaución en los pacientes con compromiso de las funciones renal, hepática o pulmonar. Se informaron episodios de hipomanía y manía asociados con el uso de alprazolam en pacientes con depresión. El alprazolam tiene un débil efecto uricosúrico. Interacciones con otras drogas: Las benzodiazepinas potencian los efectos depresores sobre el SNC cuando se administran junto con psicotrópicos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, alcohol y analgésicos opioides. Otras interacciones son con: imipramina, fluoxetina, propoxifeno, anticonceptivos orales, carbamazepina, nefazodona, fluvoxamina, cimetidina, diltiazem, disulfiram, isoniazida, antibióticos macrólidos como eritromicina y claritromicina y asimismo, el jugo de pomelo. Posible interacción con sertralina, paroxetina, ergotamina, amiodarona, nicardipina, nifedipina y ciclosporina. Interacciones con pruebas de laboratorio: Las benzodiazepinas pueden interferir con las pruebas de captación tiroidea, disminuyendo la captación de iodo radiactivo. Embarazo: Debe considerarse que los niños nacidos de madres que están recibiendo benzodiazepinas pueden sufrir riesgo de síndrome de abstinencia durante el periodo post-natal, flaccidez neonatal y trastornos respiratorios. Existe un aumento en el riesgo de malformaciones congénitas durante el primer trimestre del embarazo. Lactancia: Las mujeres que deben usar alprazolam no deben amamantar. Uso en pediatría: No han sido establecidas la seguridad y efectividad del uso de alprazolam en niños menores de 18 años. REACCIONES ADVERSAS: Los efectos colaterales de alprazolam suelen observarse generalmente al comienzo del tratamiento y habitualmente desaparecen durante el transcurso del mismo. Los más comunes fueron: somnolencia y embotamiento. Las reacciones adversas ocasionales (observadas entre un 1 y 10% de los casos) son: Trastornos cardiovasculares: palpitaciones/taquicardia. Trastornos del oído y laberínticos: vértigo. Órganos de los sentidos: visión borrosa. Trastornos gastrointestinales: diarrea, vómitos, dispepsia, dolor abdominal, boca seca, constipación, náuseas, dolor laringofaríngeo. Trastornos generales: malestar, debilidad, dolor toráxico. Trastornos músculo-esqueléticos y del tejido conectivo: dolor lumbar, calambres musculares, sacudidas musculares, artralgia, mialgia, dolor en los miembros. Trastornos del sistema nervioso: cefaleas, mareos, temblores, falta de atención, parestesias, diskinesias, hipoestesias, hipersomnia. Trastornos psiquiátricos: irritabilidad, insomnio, nerviosismo, sensación de irrealidad, aumento de la libido, agitación, despersonalización, pesadillas, depresión, desorientación, confusión, ansiedad. Trastornos renales y urinarios: dificultades en la micción. Trastornos respiratorios, toráxicos y mediastinales: congestión nasal, hiperventilación, disnea, rinitis alérgica. Trastornos de la piel y tejido subcutáneo: aumento de la sudoración, prurito. PRESENTACIONES: ALPLAX® 0,25-0,50-1: envases con 30 y 60 comprimidos ranurados. ALPLAX® 2: envases con 30 y 60 comprimidos multirranurados. ALPLAX® XR 0,50-1-2: envases con 20 comprimidos de liberación controlada. GADOR S.A. Darwin 429 - C1414CUI - Buenos Aires - Tel: (011) 4858-9000. Para mayor información, leer el prospecto interior del envase o consultar en www.gador.com.ar. Fecha de última revisión: Ago-2007. del Centro de Hipertensión Arterial. Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Austral Simposio Gador. Congreso FAC, Rosario 17/5/2010 En esta presentación se tratará de analizar la relación entre el cerebro y el corazón, desde la fisiopatología a la clínica, principalmente tomando tres temas: el estrés, la depresión y la resiliencia. La forma de vida actual, con la globalización y urbanización, puede causar un estrés (del inglés stress = tensión) muy importante y una gran parte de la población está sumergida en él. Sin embargo, cada sujeto dispone de mecanismos de adaptación diferentes, lo que determinará a su vez diferentes tipos de respuestas. 1 (Ver figura 1) Estresores ambientales: trabajo, hogar, social Diferencias individuales: Genes, Experiencia, Desarrollo Alostasis Eventos Vitales Mayores Estrés Percibido Amenaza Desamparo/Desesperanza Hiper-vigilancia Respuestas Fisiológicas Trauma, Abuso Respuestas Conductuales: Lucha o huida Conductas personales: Dieta, Tabaco, Drogas, Ejercicio ción del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal (EHHS). 2 Activados en exceso, aumentan las catecolaminas y los corticoides, se acompañan también de elevación de la vasopresina, la orexina, opioides endógenos e incluso del incremento de un número importante de citoquinas a nivel sistémico (ej. Interleuquinas). Esta respuesta será variable entre los sujetos, dependiendo fundamentalmente de características genéticas que condicionarán la adaptación a esta interacción con el ambioma (entorno). Estos estímulos llegan al SNC desde aferencias periféricas, viajan a la amígdala y luego en la corteza de diferentes áreas como la prefrontal, la corticolímbica y el hipocampo, será donde se procesarán las respuestas que pueden ser en gran parte vehiculizadas (Ver Figura 2) Corteza prefrontal: planeamiento, coordinación Estresor PFC Hipocampo: contexto HIPP Núcleo del tracto solidario AMY Amigdala: emoción Hipófisis Corticosterona Cortisol (hombre) LC NTS HYP CRF/ Vasopresina Pituitaria ACTH Adrenal Adrenalina SNA (Sistema nervioso autónomo) Locus coeruleus Eje Hipotalámicopituitario-adrenal y sistema nervioso simpático Órganos periféricos Glándula Adrenal: glucocorticoides y adrenalina GENETICA Figura 2: Sistemas mediadores de estrés. Activación del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal. CITOQUINAS AMBIOMA OPIOIDES ENDOGENOS Diversos factores inciden desde la edad temprana, por diferentes períodos que además, pueden tener duración variable y generan mecanismos de respuesta conocidos como mecanismos de alostasis, que tratan de restaurar el equilibrio fisiológico. Estos mecanismos ligados al estrés se activan originalmente destinados a una adecuada preparación para responder al mismo, pero pueden ejercer efectos deletéreos sobre el organismo fundamentalmente dependiendo del grado de activa El sistema del estrés coordina la conducta y la experiencia con la secreción y la acción hormonal VASOPRESINA Figura 1: Factores de estrés y mecanismos de respuesta alostática de adaptación. 1 Sistemas mediadores de estrés Activación del eje hipotálamo hipófiso suprarenal Adaptación Carga Alostática EL PUENTE CEREBRO CORAZON: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA Jefe del Laboratorio Vascular No Invasivo CATECOLAMINAS INFORMACION PARA PRESCRIBIR Dr. Pedro Forcada OREXINA 16 EL PUENTE CEREBRO CORAZÓN: ESTRÉS, DEPRESIÓN Y RESILIENCIA