Aspectos psicológicos del paciente oncológico y del medico Psicooncologia Lic. Gabriela Musumeci El cáncer es una enfermedad potencialmente amenazante para la vida del individuo y como tal puede provocar cambios repentinos y significativos acerca de la visión de sí mismo, del mundo y del futuro. Activa creencias básicas sobre la vida, la muerte, el dolor y el sufrimiento. Frente a esta situación las personas ponen en marcha distintos tipos de respuestas. Cáncer como Disruptivo Los eventos disruptivos tienen la característica de irrumpir en personas, instituciones y comunidades. Son disruptivos por el hecho de provocar una discontinuidad o una distorsión en el modo humano de elaborar La capacidad de elaborar estará dada en función del background psíquico de cada individuo Lo Disruptivo Las cualidades que van a potenciar la capacidad disruptiva de un evento son: Lo inesperado Irrumpir un proceso normal y habitual indispensable para nuestra existencia Tener rasgos novedosos Amenazar la integridad física propia o de otros sujetos significativos Distorsionar o destruir el hábitat cotidiano Fase Aguda El paciente se ve enfrentado a una representación de la enfermedad importantes. expuesta En aún general a procesos caracteriza el oscilatorios inicio, el diagnóstico y la prescripción del tratamiento a seguir. Posteriormente, en función de la respuesta del organismo a los tratamientos, la enfermedad puede ser representada como algo que puede remitir o tener alcances muy dramáticos y duraderos. La potencia de la crisis en este momento deriva de 4 características: - no se puede anticipar, - la información inicial es poco clara, - es necesario tomar decisiones rápidas - el pronóstico es muchas veces incierto. En función del modo en que procese la información tomará ciertos datos como fundamentales para el curso siguiente de los acontecimientos: autorizará que se apliquen los tratamientos propuestos por el equipo médico, seleccionará entre opciones alternativas que se le ofrezcan, optará por seguir además otros tratamientos alternativos, elegirá la fecha de la intervención o del tratamiento indicado. Al mismo tiempo deberá aprender a manejarse con salas de espera e internaciones. La aparición de la enfermedad interfiere en la vida habitual, generalmente de manera dramática. Inicialmente es necesario acomodar la vida para establecer nuevas prioridades, horarios, rutinas y ciertas restricciones. El paciente se pregunta en qué cosas de su vida tendrá que introducir modificaciones; cuáles tendrá que dejar, por lo menos por un tiempo; qué costo tendrá hacerlo; y finalmente, qué tendrá que resignar. Fase Crónica Así como durante la fase aguda la tarea consiste en focalizar los recursos, en esta fase el objetivo está centrado en ampliar las posibilidades de la experiencia vital. Durante la fase crónica la persona organiza su vida alrededor de los hechos que se han convertido en permanentes: ciertos hábitos, limitaciones funcionales o anatómicas, consultas médicas periódicas y la representación de que la enfermedad es parte de la vida. En esta etapa el primer desafío es retomar la vida cotidiana y lograr la restitución de patrones de afrontamiento habituales junto con el desarrollo de habilidades nuevas, adecuadas al cambio vital. El riesgo en el inicio de esta fase es que la persona permanezca en situación de crisis, es decir que tenga dificultades en incorporar la nueva situación a su vida. Esto puede tomar dos formas: 1. Que no retome el nivel de autonomía posible y quede excesivamente pendiente de los cuidados médicos y dependiente de los demás, centrado casi exclusivamente en su enfermedad 2. Que no pueda admitir el aspecto crónico de la enfermedad y pretenda retomar su vida de un modo idéntico, negando la transformación sustancial que imprime una crisis de esta magnitud y por lo tanto desechando el aprendizaje posible experiencia dolorosa. que también puede aparejar una Fase: Fin de vida Esta fase se caracteriza por la representación del paciente de que ya no existe la posibilidad de sobrepasar la enfermedad. Las tareas apuntan a lograr la mejor calidad de vida posible durante el último tramo de la vida. A pesar de esto, aún hay mucho por hacer. Por un lado afrontar los límites que supone este momento y el duelo anticipado por lo que ya no se podrá vivir, pero por otro, la intervención apunta a ampliar la mirada hacia todas las posibilidades aún disponibles. Si el foco de la atención queda exclusivamente fijado en que queda poco por vivir, sobrevendrá inevitablemente una sensación de abandono y depresión. Un aspecto fundamental es que la autonomía, utilidad y capacidad de influir sobre el ambiente se ven seriamente comprometidos; las reacciones emocionales de la gente alrededor, el tipo y cantidad de información de que se dispone, habitualmente contradictorias, la dependencia necesaria, todo refuerza la sensación de pérdida de control sobre la propia vida. Resumiendo… En la fase aguda la irrupción de la amenaza genera la percepción de un brusco estrechamiento de la extensión de la vida. En la fase crónica, la incertidumbre pasa a formar parte de la experiencia cotidiana y los proyectos se reformulan en función de esta noción. En la fase terminal la muerte es vivida como una presencia concreta, el horizonte es el futuro inmediato. Afrontamiento En la fase aguda se concentra en atender a las vicisitudes de la enfermedad y la vida se organiza en torno a ella. En la fase crónica , se dirige al despliegue de la vida, una vez incorporada la enfermedad. En la fase terminal se focaliza en recoger el resultado de la vida y hacer el cierre más satisfactorio posible. Adaptación Normal al Cáncer Implica un proceso en el cual el paciente puede ante la circunstancia desestabilizadora del acontecimiento “diagnostico – enfermedad – tratamiento – controles periódicos” puede desplegar los recursos necesarios (defensivos y de afrontamiento) para ir resolviendo enfrentando, sosteniendo, resolviendo, cada una de las etapas que debe atravesar de manera de que puedan integrarse a su vida e historia en forma de una circunstancia (con diferentes grados de significación dependiendo del sujeto) vital. No como algo ajeno que lo domina desde un afuera y lo sume en la impotencia ni como algo excesivamente propio que lo aleja de ser persona para convertirlo no en alguien que padece una enfermedad oncológica sino en alguien que es una enfermedad oncológica. Adaptación Normal al Cáncer Fase Síntomas Intervalo de tiempo Fase I: Respuesta Inicial No creer, Negación o desesperación (Sabia (Sabia que esto pasaría) Usualmente: menos de una semana Fase II: Disforia Ansiedad, humor depresivo, anorexia, insomnio, concentración pobre, incapacidad de funcionar Usualmente 1 a 2 semanas, con variaciones Fase III: Adaptació n Aceptación de la validez de Usualmente 2 la información y comenzar semanas, pero la a utilizar opciones adaptación disponibles continua durante Encontrar razones para ser meses; puede o optimista y retomar no ser exitosa actividades habituales Factores que determinan Ajuste Psicológico en Cáncer Derivados de la Sociedad Discusión abierta del diagnostico versus diagnostico no revelado Conocimiento de opciones de tratamiento, pronostico y participación al mismo nivel Creencias populares (el estrés causa cáncer) Derivados del Paciente Intrapersonales Capacidad de Afrontamiento; madurez emocional al momento del cáncer; filosofía espiritual o sentimientos religiosos. Estadio de desarrollo al momento del cáncer y significado de la restricción de objetivos (p.ej: matrimonio, hijos) Interpersonales Esposa(o), familia, amigos (apoyo social) Derivados del Cáncer Sitio, estadio, síntomas (especialmente dolor) y pronostico Tratamiento requerido (cirugía, radiación, quimioterapia) y secuelas (inmediatas y retardadas) Alteración estructural o funcional del cuerpo, rehabilitación/restauración disponible Manejo psicológico para el equipo tratante LOS PROFESIONALES AFRONTANDO ENFERMEDADES COMPLEJAS DE SUS PACIENTES : Cada profesional de la salud, se relacionará con la enfermedad de un modo diferente por la historia que tiene y la modalidad particular de encarar la vida. Las modalidades diferentes de afrontamiento están relacionadas con nuestra historia, nuestro modo de posicionarnos en el mundo, nuestro modo de encarar la profesión y del entorno en que nos movemos. Manifestaciones observables en los profesionales según sus distintos modos de afrontamiento: Asignación de tiempos superiores a la media: “en exceso” a un paciente determinado (presencialmente y/o en investigaciones, consultas varias, etc.) En estos casos, hablamos de sobre-involucramiento emocional. Las razones de la misma, pueden ser muchas: la movilización de situaciones personales que lo llevan a no soportar la idea de la posible muerte del paciente, no tolerar la frustración del “fracaso” son algunas de ellas. Enojo (ya sea con la familiay/o con los pacientes). Se observa particularmente cuando los familiares del enfermo deciden hacer otra consulta, o trasladarlo a otra institución luego de que el profesional llevó adelante una importante lucha terapéutica para lograr una mejoría o estabilidad de la enfermedad. Ofrecer ayuda económica a familias carenciadas para que continúen el tratamiento (observado en ámbitos de atención en salud públicos). Algunos profesionales lo creen un modo de lograr la adherencia al tratamiento Hablar permanentemente del trabajo, los pacientes (“Monotema”). Se observa que el profesional convierte el trabajo y las emociones que le despiertan, en el modo de contacto con los demás.. Esta forma de afrontamiento, suele derivar en aislamiento y en empobrecimiento paulatino de nuevas estrategias para encarar. Poner una “distancia excesiva” con el paciente. Esta manifestación suele aparecer en momentos de sobre-carga del profesional, como si no pudiera dar más malas noticias. Resolución posible… El hablar, buscar apoyo en el entorno, en grupos de supervisión, en encuentro de pares, aliviará las tensiones que genera la tarea de asistencia a las personas que la solicitan y que necesitan de su cuidado y de ser escuchados. “La tarea de acompañar a pacientes con enfermedades oncológicas, autoinmunes, crónicas, de deterioro cognitivo, o invalidantes, etc.… desafía el manejo de sus y nuestras emociones en forma constante …. Hay pacientes que son nuestros maestros, van un paso más adelante que los propios profesionales, nos orientan como avanzar, que decir y llegan a un estadio que ya no pelean con los obstáculos que se encuentran, los incorporan, y les dan la vuelta para ironizarlos, ponerles “onda” “humor”. Viven su presente, su hoy, y así nos guían sabiamente..” Lic. Viviana Polite Muchas gracias!!