AFRONTAMIENTO Y FUNCIONAMIENTO DE LAS FAMILIAS CON HIJOS ADOLESCENTES EN SITUACIÓN DE POBREZA DE LA COMUNIDAD LAS MARIA, ZONA URBANA DEL DISTRITO TURÍSTICO Y CULTURAL DE RIOHACHA Introducción La pobreza es un factor determinante socioeconómico que influye en el desarrollo cognitivo y en el lenguaje de la comunicación en el sistema familiar, especialmente en el crecimiento físico y mental de los niños y niñas debido a las causas que genera este fenómeno en las sociedades en todo el mundo, y como efecto provocando unas barreras de comunicación entre los miembros de las familias así mismo, limitando el crecimiento y desarrollo del menor a causa de la falta de alimentación y nutrición, salud, educación, estimulación de la familia entre otros imposibilitando al menor en sus capacidades y habilidades. Algunos autores como (Spiker 2007) consideran múltiples formas de denominar la palabra pobreza, entre las que incluyen: necesidad, estándar de vida, insuficiencia de recursos, carencia de seguridad básica, falta de titularidades, privación múltiple, exclusión, desigualdad, clase, dependencia y padecimiento inaceptable. Podríamos decir, que la pobreza es un factor que afecta de cierta forma a los individuos, familias cohibiéndolos de necesidades básicas insatisfechas dentro de ellas encontramos las carencias físicas, mentales y en las relaciones del sistema limitándolos al buen desarrollo psicosocial de las personas en una determinada sociedad. En este trabajo se busca las estrategias de afrontamiento de una crisis causada por el desempleo en familias con hijos adolescentes en la ciudad, igualmente, se analiza el tipo de estrategias que desarrollan dichas familias cuando se ven expuestas a una situación que altera su cotidianidad y conlleva cambios drásticos en su estilo de vida, tal como la pérdida de su principal fuente de ingresos a causa del desempleo; este factor, desde el punto de vista psicológico y social, puede entenderse como un estresor externo que causa disminución en la percepción sobre calidad de vida, e impacta negativamente en la percepción de éxito o eficacia de las personas, convirtiéndose en una fuente de estrés importante. 1. Planteamiento del problema El estudio de la familia y el comportamiento de sus miembros es un tema transversal cuya importancia no se circunscribe solamente a la Sociología. Los individuos hacen parte de todo un sistema que ha generado nuevos marcos interpretativos y analíticos. Desde una perspectiva social, la interpretación de las respuestas generadas en los individuos hacia su entorno, ha traído una serie de estudios tanto cualitativos como cuantitativos. La realidad de las familias se encuentra cimentada en aspectos psicológicos, emotivos, antropológicos, psico-afectivos y relacionales, entre otros; esto atribuye igualmente la necesidad del estudio de su contexto con el objeto de dar una interpretación real de las actuaciones de cada uno de sus miembros. Igualmente, el fenómeno de la pobreza en gran medida afecta o impacta en el funcionamiento y afrontamiento especialmente en el del desarrollo cognitivo de los niños y niñas y como tal en todo el sistema familiar dejando como efecto una menor capacidad en los individuos de satisfacer sus necesidades básicas y por ende un bajo desarrollo cognitivo y social en la sociedad donde son muchos los infantes que sufren a causa de este fenómeno por la falta de ingresos económicos. A nivel mundial, se evidencia que la pobreza en las familias con niños afecta de tal manera que se imposibilita a vivir de manera digna a causa de marginación económica y socialmente en los países más pobres del mundo. En concordancia con esta realidad, en los últimos años ha habido una proliferación de estudios acerca de la situación de pobreza y de los efectos potencialmente negativos que ésta tiene sobre las familias y los individuos en particular. Por tratarse de un fenómeno psicosocial complejo y de gran impacto, la pobreza ha sido estudiada y abordada desde distintos modelos teóricos y metodológicos, dando lugar a una multiplicidad de enfoques y análisis (Palomar Lever & Cienfuegos Martínez, 2006). Estas distintas perspectivas posibilitan entender que la pobreza no alude únicamente a las desigualdades monetarias. Aunque este aspecto constituye una dimensión importante, brinda apenas una pálida imagen de las muchas formas en que puede ser afectada una persona en situación de precariedad social (Madariaga Orozco & Sierra, 2000). Es imperante el estudio de otras dimensiones psicosociales que permitan entender plenamente el fenómeno de la pobreza, entre ellas, la calidad de las relaciones al interior de la familia, las limitaciones y potencialidades de desarrollo de las personas en pobreza, el entorno social e institucional que activa o deprime la reproducción de la pobreza misma, etc. (Rozas, 1999). A partir de una investigación realizada por Aldaz- Carrol y Morán (2001), sobre la transmisión intergeneracional de la pobreza en 16 países latinoamericanos, se encontró que los factores familiares, especialmente los ligados a las características intrafamiliares (como baja o ausencia de escolaridad, estructura familiar disfuncional o presencia de violencia doméstica, estrés parental, entre otras) son clave en la comprensión e intervención de las familias que viven en contextos socialmente vulnerables. Los resultados del estudio sugieren que se le otorgue un papel mucho más relevante a las dimensiones familiares como estrategia en la comprensión e intervención de las familias que viven en pobreza, Para muchos millones de familias de las aldeas y tugurios urbanos más pobres del mundo en desarrollo, la consecuencia cotidiana de esta acción de estas fuerzas económicas, sobre las cuales no puede ejercer ningún control, es la imposibilidad de llevar suficiente comida a la mesa, de mantener un hogar en condiciones adecuadas para vivir, de vestirse y presentarse decentemente, de proteger su salud y sus energías de seguir enviando a sus hijos e hijas a la escuela (Windows, Corporation, Hori, & Sakajiri, 1995). Gran parte de estos hogares son monoparentales, las madres, en medio de situaciones adversas deben cumplir la totalidad de las funciones parentales e incluso la de sostén de la familia. Dicha realidad, impide muchas veces que los niños reciban una afectividad saludable y la estimulación psicomotriz necesaria, favoreciendo el riesgo de presentar problemas de aprendizaje, emocionales y conductuales, tanto a nivel familiar como escolar (Rozas, 1999). Cabe resaltar que si se focaliza particularmente en la crianza de los hijos, Barudy y Dantagnan (2005, 2010) apuntan que las tres funciones más importantes se encuentran debilitadas o disminuidas en la mayoría de los progenitores que viven en contextos socioeconómicamente desfavorecidos. Para estos autores, la parentalidad social tiene tres funciones fundamentales: la nutriente o afectiva, la socializadora y la educativa. A nivel nacional, Colombia también ha sido un país en gran medida afectado por estos fenómenos por el cual las familias han tenido que afrontar situaciones adversas para poder lograr de cierta forma la existencia de vida de sus niños y niñas y en general toda la familia. La Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) permite desagregar la información de pobreza monetaria para 23 ciudades capitales. En 2018, las ciudades que experimentaron el mayor aumento en su incidencia de la pobreza monetaria fueron Pasto, donde pasó de 20,2% a 25,4% y Cúcuta, donde la pobreza monetaria aumentó de 33,5% a 36,2%. Las ciudades que sobresalieron por la reducción de la pobreza monetaria fueron Manizales, donde decreció de 13,8% a 11,9%, y Villavicencio, donde cayó de 19,5% a 18,1% (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2019). En 2018, la brecha de la pobreza monetaria alcanzó un valor de 9,8%, mientras que en 2017 la brecha de la pobreza fue 9,7%. Para el dominio de cabeceras, registró un valor de 8,7% y en centros poblados y rural disperso de 13,8%. Durante 2017 estas tasas fueron 8,6% y 13,4%, respectivamente (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2019). En la guajira, no es una problemática nueva el tema de la pobreza es un fenómeno que ha incidido en las familias, en los niños y niñas desde los inicios de la historia del departamento en lo cual, se observa la falta de oportunidad de algunos niños y niñas que no tienen la necesidades básicas que les permita desarrollar habilidades y fortalezas en el áreas de la educación y a su vez limitándolos a futuro a una vida digna y poder lograr una satisfacción profesional a nivel personal y social. En La Guajira la pobreza monetaria global alcanzó en el año 2017 una incidencia de 52,6%, mientras que a nivel nacional, la pobreza llegó a 26,9%, la pobreza extrema se calculó al 26,5% frente al nivel nacional donde llego a 7,4% (Ramírez Álvarez, 2018). Los datos estadísticos realizados por el Dane demuestran como la pobreza en el departamento ha afectado a miles de familias en condiciones de vulnerabilidad a causas del bajo ingreso socioeconómico afectando de cierta forma a los niños a que puedan lograr un mejor desarrollo cognitivo en el sector educativo. Específicamente en Riohacha, en la comunidad “las Marías” se observa en el entorno carencias de acondicionamientos físicos de las viviendas, imposibilidad en el desarrollo cognitivo de los niños y niñas por la falta de ingresos económicos, las barrera de lenguajes comunicación e interacciones que se presentan al interior del sistema familiar. Podríamos decir entonces, que la pobreza es un problemática relevante que afecta a la comunidad “las Marias” lo cual, las familias y primordialmente en los niños y niñas presentan en su mayoría un bajo desarrollo cognitivo y como efecto retrasando el crecimiento, las capacidades mentales y físicas de los menores. Para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD 1997, p.18, la pobreza “es la imposibilidad de las personas para vivir una vida tolerable”(Cuenca & Chavarro, 2008). Por lo anteriormente expuesto se hace necesario plantear un estudio que nos permita asociar el tipo de familia y la ansiedad en ambientes de situación de riesgo como la pobreza, permitiéndonos así obtener indicadores de resiliencia en los adolescentes de sectores urbanos marginales surgiendo en consecuencia las interrogantes a investiga ¿De qué manera se desarrolla el afrontamiento y funcionamiento de las familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha? 2. Objetivos Objetivo general. Analizar el afrontamiento y funcionamiento de las familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha. Objetivos específicos. Identificar él afrontamiento y funcionamiento de las familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha Describir los aspectos socioeconómicos que influyen en el afrontamiento y funcionamiento de las familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha. Implementar estrategias pedagógicas de intervención para el afrontamiento y funcionamiento de las familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha 3. Variables de investigación: Afrontamiento familiar: “Al igual que lo encontrado por Molina, Agudelo, De los Ríos, Builes, Arroyave, López, y cols. (2003), ver la situación como algo manejable, llevar a cabo diferentes acciones para lograr la liberación y comprender que en un SEE la familia negocia por la vida de su familiar, le da a la familia cierto control y manejo” ( (Latinoamericana, 2008)P.70. Lazarus y Launier 1978 “definieron el afrontamiento como los esfuerzos intrapsíquicos orientados a la acción con el fin de dar manejo a las demandas internas y ambientales que ponen a prueba o exceden los recursos personales”(Macías, MadariagaOrozco, Valle-Amarís, & Zambrano, 2013). Frydenberg y Lewis (1997) afirman que el psicólogo necesita conocer los modos de afrontamiento del adolescente, ya que tal información es útil para poder interpretar sus sentimientos, ideas y conductas. Definen al afrontamiento como “las estrategias conductuales y cognitivas para lograr una transición y una adaptación efectivas” (p.13). Casullo y Fernández Liporace (2001) entienden a la capacidad de afrontamiento como el conjunto de respuestas (pensamientos, sentimientos, acciones) que un sujeto utiliza para resolver situaciones problemáticas y reducir las tensiones que ellas generan. Desde el modelo de Lazarus y Folkman (1986) no son las situaciones en sí mismas las que provocan una reacción emocional, sino la interpretación que el sujeto realiza de tales situaciones. Frydenberg y Lewis (1997) afirman que es posible hacer una distinción entre afrontamiento general y específico, es decir el modo con el que el adolescente encara cualquier situación (general) y una problemática particular (específico). En este trabajo se hará referencia al afrontamiento general. En sus investigaciones identificó 18 estrategias: buscar apoyo social, concentrarse en resolver el problema, esforzarse y tener éxito, preocuparse, invertir en amigos íntimos, buscar pertenencia, hacerse ilusiones, falta de afrontamiento, reducción de la tensión, acción social, ignorar el problema, autoinculparse, reservarlo para sí, buscar apoyo espiritual, fijarse en lo positivo, buscar ayuda profesional, buscar diversiones relajantes y distracción física. Siguiendo a Olson y Mc Cubbin (1989) se destacan dos aspectos básicos en la literatura sobre el tema: por un lado, el afrontamiento como un proceso y por el otro, la eficacia del mismo. El afrontamiento sería entonces, un proceso que el sujeto pone en marcha para hacer frente a situaciones estresantes; no siempre la puesta en marcha de este proceso garantiza su éxito. Si al hacerlo el individuo tiene éxito para solucionar la situación problemática presente, repetirá el mismo ante situaciones similares; en caso contrario buscará otro recurso. Así, y según Fernández-Abascal (1997), estaríamos ante una situación de aprendizaje por ensayo y error. Funcionamiento de la familia: Las funciones tienen que condicionarse entre sí; la familia no es viable sin cierta armonía entre ellas; una disfunción altera el sistema. La función económica es determinante para caracterizar el modo de vida de una familia, pero al cambiar de carácter como consecuencia de las transformaciones sociales, si se desempeña de manera proporcionada y satisfactoria, puede dejar de ser el centro de las preocupaciones y de los propósitos conscientes de los integrantes de la familia; cobrando mayor importancia los aspectos del cuidado y de la educación de los hijos. ..” (Castro, 2002, p. 23). Se entiende como sistema funcional sociocultural formativo familiar el desarrollo de una dinámica grupal familiar, en la cual esta institución social, portadora de la rica cultura milenaria creada por la humanidad, realiza sus funciones de forma integral y desarrolladora de la personalidad de sus integrantes y del propio grupo familiar, con una repercusión positiva en la comunidad…” (Martín, 2011(a), p.21). Es decir, un factor fundamental e indispensable de los seres humanos son las formas de cómo afrontan las distintas problemáticas como la pobreza afecta de manera directa a las familias y en especial a los niños en su desarrollo cognitivo. La pobreza en el sistema familiar Vickery 1997, plantea que los hogares, para mantener un estándar básico de calidad de vida, precisan de unos ingresos mínimos, pero también de tiempo que, destinado a la producción doméstica, permita garantizar el bienestar de los miembros del hogar (Sainz, 2017). Es decir, las familias que se encuentran en condiciones de pobreza a causa del menor ingreso económico y el bajo nivel educativo presentan una desmotivación debido a las carencias físicas y emocional y de salud en especial en los niños en cuanto, al desarrollo cognitivo y de forma totalizadora sistema familiar. Así mismo las familias que se encuentra en situación de pobreza el tiempo y la falta de recursos los limita para educarse y así poder adquirir un mejor nivel de vida, se observa que estos tipos de familias que no tienen empleo y otros que si los tienen se ven obligados a trabajar en cualquier oficio para suplir algunas necesidades básicas y afrontando las desigualdades por parte del estado y la sociedad. 4. Justificación La Constitución Política de 1991en su Artículo 5 contiene la declaración del derecho internacional de las personas a gozar de derechos y libertades concedidas desde su condición de seres humanos; en este artículo se expresa literalmente que “el Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad” y en su Artículo 13 proclama “El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta”. Particularmente, en su Artículo 42 este mismo documento se refiere a la familia como “…el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. La pobreza es un factor que afecta en la sociedad en cuanto, a la falta de ingresos económicos que poseen este tipo de familias y acerca del impacto que tiene la pobreza como privación de activos y oportunidades de los seres humanos, dando lugar a que en el adolescente pueden desarrollarse diferentes conductas problema, que se suman como estresores a la problemática económica; en este caso, dichas conductas indican que los procesos emocionales alcanzan una mayor correlación con el comportamiento agresivo, destacando la inestabilidad emocional y la disposición a respuestas de ira como los principales factores predictores del comportamiento antisocial en los adolescentes del departamento de la guajira específicamente en barrio “Las María” corregimiento de Riohacha, este trabajo de investigación o propuesta se motivo de cómo esta problemática se observa latente en la mayoría de las familias de esta población y especialmente como se observan los niños y niñas afectados en sus desarrollo cognitivo a causa de la pobreza. Wadsworth y DeCarlo (2008) examinaron qué tipos de afrontamiento resultan más efectivos para hacer frente a los estresores creados o sostenidos por las dificultades económicas. Los resultados de su investigación confirman que el estrés relacionado a la pobreza (poverty-related stress) se asocia a la presencia de numerosos síntomas psicológicos tanto en los niños como en los adultos; las adolescentes y las mujeres adultas reportan más estresores y una relación más fuerte entre estrés y síntomas psicológicos. Los tipos afrontamiento de control primario (resolución de problemas, expresión emocional, regulación emocional) y secundario (aceptación, reestructuración, distracción y pensamiento positivo), parecen ser efectivos tanto para los niños como para los adultos en relación a los estresores; ambos predicen menos síntomas psicológicos. Las estrategias de desconexión, evitación y negación, por el contrario, pueden resultar perjudiciales para lidiar con estresores económicos crónicos. Es por ende, que esta propuesta de investigación tiene un papel fundamental porque tiene como fin, poder contribuir al derecho de la integridad, derecho una vida digna del menor ya sea física y emocionalmente, logrando mitigar esta problemática que incide en el buen desarrollo del menor y a su vez reestructurar sus derechos que han sido vulnerados debido a la falta de oportunidades de empleo en los padres de familia que impiden poder satisfacer sus necesidades básicas y a los recursos necesarios para poder desarrollar sus potencialidades en los niños y niñas de la comunidad del barrio las María. Desde lo social, apoyarnos en las políticas públicas que están encaminadas al buen desarrollo diferentes dimensiones: apoyo emocional, alguien con quien compartir sentimientos y emociones; apoyo informativo, alguien que ofrezca ayuda para buscar y encontrar un puesto de trabajo; y apoyo económico, alguien que pueda prestar su ayuda para resolver los problemas financieros. Estas formas de apoyo pueden actuar sobre la persona desempleada de dos maneras diferentes pero, al mismo tiempo, complementarias específicamente en el departamento de la guajira distrito turístico y cultural de Riohacha generando un plan de impacto estratégico de intervención a los padres que permitan mejorar el desarrollo del adolescente en su etapa social. En cuanto a las implicaciones prácticas de la investigación dará respuestas al fenómeno de la pobreza que viene incidiendo en las familias de la comunidad Las Marías especialmente afectando a los adolescentes debido a las falta de recursos, motivación, comunicación entre otros. Estos factores generan en los menores una baja autoestima, desmotivación escolar imposibilitándolos a desarrollar potencialidades, habilidades y destrezas necesarias para el desarrollo emocional, espiritual, social y cognitivo cabe resaltar, que el ingreso económico de los padres juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y a su vez social de los menores. Así mismo, tiene un valor teórico para los profesionales de las ciencias sociales y humanas y especialmente para el Magister en familia e intervención familiar puesto que la intención radica en la construcción de conocimientos acerca del afrontamiento familiar, en situación de pobreza que afecta el desarrollo de los adolescentes,e n cuanto a la percepción que la familia tiene de sus fortalezas en la crisis, estudios sobre la vida familiar, en especial aquellos que adoptan una perspectiva cognitiva y sistémica, enfatizan en la importancia de la percepción que cada miembro de la familia tiene del sistema familiar y los significados atribuidos a la situación como herramientas útiles para valorar de forma precisa las relaciones familiares (Meléndez, Córdoba, Gimeno y Cerviño, 2004). Por lo tanto, la capacidad de afrontamiento puede estar relacionada con la percepción que se tiene de la situación y de las posibilidades del sistema familiar para salir adelante. Por otro lado, tendrá una metodología, esta investigación tiene un enfoque descriptivo cualitativo de las formas de afrontamiento de las familias, en situaciones de pobreza y cómo afecta específicamente a adolescentes y cualitativa porque tiene como fin conocer a partir de las experiencia vividas de estas familias las incidencias que afectan a los menores en su desarrollo cognitivo. Igualmente se trabaja desde la retroalimentación, un encuentro con dos de las familias que se consideraron más significativas teniendo en cuenta el contenido de sus narrativas respecto al tema, con quienes se compartió la experiencia recolectada con las otras familias, generando nuevas discusiones a partir de estas nuevas experiencias en torno al tema, con el fin de triangular la información obtenida. 5. Delimitación Esta investigación se realiza en familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha. Durante el I periodo del año 2019. Más concluyentes entre los meses de enero hasta la fecha. Delimitación temática o teórica Este estudio, se limitará a familia a en situación de pobreza. Según estudios consultados (Berenstein, 2003, Delgado y cols., 2001, Lievano y Velasco, 2006, Martínez, 2003, Merlinsky, 2002, Valls y Martínez, 2004), en el Distrito Especial, Turístico y Cultural de Riohacha, departamento de La Guajira durante el periodo 2019. Delimitación espacial o geográfica Este proyecto se realiza en Colombia, en el departamento de La Guajira, más específicamente en familias con hijos adolescentes en situación de pobreza de la comunidad las María, zona urbana del Distrito Turístico y Cultural De Riohacha. 6. MARCO TEÓRICO Este capítulo contiene trabajos previos considerados como antecedentes para el presente estudio, a su vez las bases teóricas que sustenta el tema a estudiar y el sistema de variables. Se desarrollan fundamentos teóricos de los diversos aspectos referidos a la variable de estudio gestión presupuestaria, los cuales se convierten en soporte conceptual que guía y explica las dimensiones e indicadores que descomponen el objetivo general. El marco teórico de acuerdo a lo planteado por Hernández, Fernández y Baptista (2014), es una síntesis escrita de artículos, libros y otros documentos científicos que detallan el estado pasado y actual del conocimiento sobre el problema de estudio. Ayudando a documentar cómo la investigación agrega valor a la literatura existente. En este capítulo se describieron estudios previos realizadas por algunos autores, relacionados al tema mencionado. Así mismo, la descripción de teorías sobre la variable de estudio y el sistema de variable, el cual proporciona operatividad a este estudio. 6.1. Antecedentes De La Investigación Según estudios consultados (Berenstein, 2003, Delgado y cols., 2001, Lievano y Velasco, 2006, Martínez, 2003, Merlinsky, 2002, Valls y Martínez, 2004), la pobreza es una experiencia negativa, independientemente de la edad. En primer lugar se referencia el trabajo de Padilla, Fajardo, Gutiérrez y Palma (2007), titulada Estrategias de afrontamiento de crisis causadas por desempleo en familias con hijos adolescentes en Bogotá. El objetivo de este artículo es describir y comprender las estrategias de afrontamiento de una crisis causada por el desempleo en familias con hijos adolescentes en la ciudad de Bogotá. La base conceptual paradigmática toma como referencia el enfoque sistémico integrado al construccionismo social, que facilita una lectura relacional y compleja de los fenómenos abordados. Se utilizó el enfoque social interpretativo, teniendo en cuenta los principios del construccionismo social y su relación con la cibernética de segundo orden; la estrategia cualitativa implementada consistió en la realización de entrevistas en profundidad a seis familias, y en su triangulación con la Escala de Evaluación Personal del Funcionamiento Familiar en Situaciones de Crisis (F-COPES), de Mc Cubbin, Larsen y Olson. Esta escala tiene como objetivo primordial el registrar las actitudes y conductas efectivas ante la resolución de problemas. Se concluyó que la forma como el sistema familiar interprete o signifique su realidad, incide directamente en la aparición o no de una situación de crisis. Las estrategias de afrontamiento más utilizadas por las familias fueron la reestructuración del problema, la búsqueda de apoyo espiritual y la Evaluación Pasiva, mientras las utilizadas en menor medida fueron la Obtención de Apoyo Social y la Movilización Familiar para Obtener y Aceptar Ayuda. Un segundo referente de Figueroa, Contini, lancuza y Levin (2015) titulado Las estrategias de afrontamiento y su relación con el nivel de bienestar psicológico. Un estudio con adolescentes de nivel socioeconómico bajo de Tucumán (Argentina). Se fundamenta la importancia atribuida al tema por considerar las estrategias de afrontamiento como posibles factores protectores de la salud. Objetivos: 1) Identificar y analizar las estrategias de afrontamiento que utilizan los adolescentes. 2) Indagar el nivel de Bienestar Psicológico del grupo estudiado. 3) Determinar las estrategias que emplean los adolescentes con alto nivel de bienestar y si son diferentes a las utilizadas por los que presentan bajo nivel de bienestar. Metodología: a) Diseño: estudio cuantitativo de tipo descriptivo; b) Muestra: Incidental; c) Participantes: 150 adolescentes escolarizados de 13 a 18 años de edad, de San Miguel de Tucumán (Argentina), nivel socioeconómico bajo; d) Instrumentos: Escala de afrontamiento para adolescentes (ACS), versión castellana editada por TEA y Escala de Bienestar Psicológico para adolescentes adaptación Casullo (BIEPS-J). Resultados: Se hallaron diferencias significativas en el empleo de estrategias de afrontamiento en adolescentes con alto y bajo nivel de bienestar psicológico, así como también entre estrategias de afrontamiento y sexo. Un tercer referente es del autor Aguirre (2004) en su investigación sobre capacidad y factores asociados a la resiliencia, trabajó con 214 adolescentes entre 12 y 16 años de edad, del centro educativo Mariscal Andrés Avelino Cáceres del Sector IV de Pamplona Alta en San Juan de Miraflores, y según los resultados encontrados, el 98% a pesar de convivir con violencia en su medio social sea de mayor o menor intensidad, muestran interés para su desarrollo y superación, lo cual está asociado a que poseen alguna red de soporte (familia, escuela o comunidad) que les permite seguir teniendo expectativas de ser ciudadanos de bien con conductas socialmente aceptables. Respecto al género, son las mujeres 44(20.5%) quienes poseen mayor capacidad de resiliencia a diferencia de los varones 30(14.5%). Por otro lado, el 24.3% consideran a la familia como factor protector y el 17.7% considera a la comunidad como factor de riesgo. De tal manera que los adolescentes que presentan en su entorno mayores factores de riesgo representan en total 44.3% y de estos 43.4% presentan una capacidad de resiliencia ente alta y mediana, evidenciando que el ser humano a través de mecanismos propios puede desarrollarse y tener un proyecto de vida, existiendo aún condiciones adversas, sin embargo se encuentran también vulnerables a poder seguir conductas socialmente no aceptables. Castañeda, Guevara y Rodríguez (2005) realizaron un estudio de casos sobre factores resilientes en menores ubicados en hogares sustitutos contratados por el Centro San Jerónimo en la ciudad de Bogota , con el objetivo de hacer una descripción interpretativa de los factores tanto de riesgo como de protección, que caracterizan el nivel de desarrollo de resiliencia en seis niños y siete niñas en situación de abandono, cuyas edades oscilan entre los 10 y 17 años, que han estado a cargo de cada hogar, durante más de tres meses. Para lo cual utilizaron, la observación participante, el test de factores resilientes de Grotberg y la entrevista semiestructurada. Los resultados obtenidos indicaron que la mayoría de la población se encuentra entre el nivel de resiliencia regenerativa y adaptativa, indicando así que el hogar y el colegio no obstaculizan el desarrollo de la resiliencia. Se encontró que los sujetos ubicados en una etapa de desarrollo resilientes media o alta, se destacan por la existencia de unas metas definidas y que tienen como característica proporcionar la independencia económica necesaria y la no repetición de patrones de maltrato ejercida sobre ellos. Igualmente, Cardozo y Alderete (2009) investigaron sobre Adolescentes en riesgo psicosocial y resiliencia con el objetivo de detectar las variables individuales y sociales que contribuyen al fortalecimiento del proceso de resiliencia en 210 adolescentes escolarizados de ambos sexos de un nivel socioeconómico bajo, residentes en la ciudad de Córdoba (Argentina). La investigación permitió detectar dos grupos (resilientes - no resilientes), los cuales fueron comparados en relación a las características sociodemográficas y con las variables en estudio. Dichos resultados permitieron confirmar que los jóvenes expuestos a circunstancias adversas del entorno producto de condiciones socioeconómicas precarias, presentan una mala adaptación social así como presencia de síntomas de salud mental. A pesar de ello, un 19% de los jóvenes, que se encuentran igualmente expuestos a condiciones adversas en sus vidas, presentan competencias sociales y una adaptación positiva que los caracteriza como sujetos resilientes. Así también, se observaron diferencias significativas en relación con auto-concepto, soporte social, inteligencia y sucesos estresantes de vida por problemas personales. Según El análisis realizado se indica que el auto concepto es la variable mejor predictor de la resiliencia, seguida de soporte social y autorregulación de habilidades (cognitivas emociónales). Majul, Casari y Lambiase (2012) en su estudio denominado Resiliencia: Una Experiencia con Adolescentes de Distinto Contexto Socioeconómico de Argentina, busco comparar el nivel de resiliencia de dos grupos de adolescentes de distinto contexto socioeconómico, incluyendo además el análisis según variables sociodemográficas como sexo y edad. Cuya muestra estuvo conformada por 83 adolescentes de entre 17 a 20 años que cursan el último año de la educación media de dos escuelas: pública urbano-marginal y privada. Para la recolección de los datos se administró la Versión Argentina de la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (1993). En sus resultados encontraron diferencias estadísticamente significativas en el nivel de resiliencia de los adolescentes de la escuela pública urbano-marginal, en los mismos se halló una tendencia de alcanzar mayores puntuaciones en cuanto a las variables sexo y edad, pero sólo se alcanzaron significación estadísticamente al comparar las mujeres de ambas escuelas. Polo (2009) en su estudio resiliencia: factores protectores en adolescentes de 14 a 16 años, cuya muestra estuvo conformada por el género masculino, pertenecientes al programa de la esquina a la escuela del departamento de Junín de la provincia de Mendoza. Siendo los factores protectores elegidos para la presente investigación: el adulto significativo, el apoyo social, autoestima y familia como elemento central. y según lo investigado, en lo que se refiere al 19 adulto significativo, pudimos comprobar que poseen un medio adulto cercano que mantiene la empatía hacia la experiencia emocional adolescente, facilitando el desarrollo de la resiliencia (padres o abuelos). con respecto al apoyo social que son los estímulos adecuados, reconocimiento de su valor y personalidad en todos los ámbitos, escolar, instituciones sociales, comunidad, etc., los adolescentes refieren que en situaciones difíciles por ellos vividas, han recibido mayormente ayuda del sector público. Y por último, la influencia de la familia, fortalece la resiliencia como factor protector, en los adolescentes incluidos en el programa. Finalmente, el trabajo realizado por Cordova, M. y Shiroma, R. (2015). En su estudio Cuestionario de Ansiedad Infantil: Características psicométricas y Análisis descriptivo comparativo aplicado a una muestra de de 1087 niños entre 6 y 8 años de Lima de cinco sectores socioeconómicos: alto, medio alto, medio, medio bajo y bajo del primer al tercer grado de primaria. Los resultados revelan que el CAS presenta coeficientes adecuados de confiabilidad y validez. Se demostró que existen diferencias significativas en las variables edad y nivel socioeconómico en el total del cuestionario. En cuanto al análisis descriptivo - comparativo, encontramos que en la variable Género, los resultados demostrarían que las niñas tienden a mostrarse más tímidas y retraídas, dependen de las personas más significativas de su entorno y albergan sentimientos de culpa en un nivel más elevado que los niños. En lo referente al nivel socioeconómico los que obtuvieron mayor puntuación en cuanto a la prueba total fueron los niños pertenecientes al nivel socioeconómico alto, lo que podría señalar que ciertos factores podrían estar influyendo en estos resultados, es posible que los niños de estratos socioeconómicos altos tiendan a sentir más ansiedad con respecto a su conducta que los niños de estratos más bajos, ya que los padres de estratos altos están involucrados de manera más directa con las pautas de crianza de sus hijos y son los que regulan de manera más consistente los castigos correspondientes a una conducta negativa o inadecuada. A diferencia de los padres de estratos socioeconómicos bajos los que suelen encontrarse ausentes la mayoría del tiempo por cuestiones laborales y económicas, por lo que los niños se ven en la necesidad de resolver algunas dificultades que se presentan diariamente de manera autónoma e inclusive, en algunos casos, tienen que asumir roles paternos. 6.2. Fundamentación Teórica Como soporte teórico, se ha escogido el enfoque o paradigma sistémico integrado al construccionismo social; el paradigma sistémico proporciona el sustento para comprender la influencia del contexto relacional en las personas, ya que parte de la concepción del sistema como un todo resultante de partes interdependientes, donde dichas partes co-existen en un conjunto de relaciones mutuamente condicionales (Hernández, 1991). Esta visión se complementa desde lo ontológico con el constructivismo, en tanto se reconoce al individuo como parte de un sistema interaccional y como sujeto cognoscente, y se integra al supuesto epistemológico del construccionismo social en el cual se asume la construcción de la realidad en el lenguaje y los usos culturales. El construccionismo social define unas premisas de orden epistemológico que buscan la compresión de los procesos sociales, dando cuenta de la realidad social antes que traducirla o explicarla. Gergen (1996), sostiene que “las descripciones y explicaciones ni se derivan del mundo tal como es, ni son el resultado inexorable y final de las propensiones genéticas o externas del individuo. Más bien, son el resultado de la coordinación humana de la acción” (P. 73). En esta premisa se puede ver que las experiencias cobran sentido y se convierten en lo real cuando son relatadas y sus significados acordados por un grupo social. Desde esta perspectiva, una experiencia humana como es el desempleo toma un sentido para el contexto social participante de la misma cuando se le asigna un lenguaje, una historia construida sobre los eventos donde confluyen las creencias y significados personales, familiares, sociales y culturales; esta historia a su vez va a conferir sentido a las emociones positivas o negativas y a las acciones posteriores de las personas y los grupos. De esta forma, los términos para explicar la realidad desde el construccionismo, están mediados por relatos comunales que van siendo co-construidos por las personas en relación, y así mismo, con respecto a la relación mundo–conocimiento; el construccionista afirma que las ideas son acuerdos sociales situados culturalmente en los diferentes momentos históricos de todos los contextos (Gergen, 1996). Estos relatos o historias son constitutivos de la experiencia inmediata en sí, tal como aparece organizada temporalmente en el lenguaje. La historia se relaciona directamente con las creencias de las personas que participan en ella. Una creencia es una abstracción, una descripción sumaria de aquellos aspectos de una historia, o conjunto de historias, que son importantes para guiar la acción futura. Mientras que una historia aproxima lo acontecido como algo vivenciado en forma inmediata; una creencia es una interpretación y una narración de esa vivencia historiada (Griffi th & Griffi th, 1996). Linares (1996) especifica que “el desarrollo de una narración o una historia es algo que se hace en conjunto con otros; es el proceso de definir quiénes somos en interacción con las diversas maneras en que otras personas nos perciben, y este proceso es recursivo. Damos forma al mundo en que vivimos, y creamos así nuestra propia “realidad” dentro de un contexto de una comunidad de otros” (p.26). Acerca del afrontamiento Frydenberg y Lewis (1997) afirman que el psicólogo necesita conocer los modos de afrontamiento del adolescente, ya que tal información es útil para poder interpretar sus sentimientos, ideas y conductas. Definen al afrontamiento como “las estrategias conductuales y cognitivas para lograr una transición y una adaptación efectivas” (p.13). Casullo y Fernández Liporace (2001) entienden a la capacidad de afrontamiento como el conjunto de respuestas (pensamientos, sentimientos, acciones) que un sujeto utiliza para resolver situaciones problemáticas y reducir las tensiones que ellas generan. Desde el modelo de Lazarus y Folkman (1986) no son las situaciones en sí mismas las que provocan una reacción emocional, sino la interpretación que el sujeto realiza de tales situaciones. Frydenberg y Lewis (1997) afirman que es posible hacer una distinción entre afrontamiento general y específico, es decir el modo con el que el adolescente encara cualquier situación (general) y una problemática particular (específico). En este trabajo se hará referencia al afrontamiento general. En sus investigaciones identificó 18 estrategias: buscar apoyo social, concentrarse en resolver el problema, esforzarse y tener éxito, preocuparse, invertir en amigos íntimos, buscar pertenencia, hacerse ilusiones, falta de afrontamiento, reducción de la tensión, acción social, ignorar el problema, autoinculparse, reservarlo para sí, buscar apoyo espiritual, fijarse en lo positivo, buscar ayuda profesional, buscar diversiones relajantes y distracción física. Siguiendo a Olson y Mc Cubbin (1989) se destacan dos aspectos básicos en la literatura sobre el tema: por un lado, el afrontamiento como un proceso y por el otro, la eficacia del mismo. El afrontamiento sería entonces, un proceso que el sujeto pone en marcha para hacer frente a situaciones estresantes; no siempre la puesta en marcha de este proceso garantiza su éxito. Si al hacerlo el individuo tiene éxito para solucionar la situación problemática presente, repetirá el mismo ante situaciones similares; en caso contrario buscará otro recurso. Así, y según Fernández-Abascal (1997), estaríamos ante una situación de aprendizaje por ensayo y error. El afrontamiento del estrés desde el modelo salugénico Es posible estudiar los modos de afrontamiento desde un modelo salugénico. Dicho modelo, desarrollado ampliamente por Antonovsky (1979, 1988) se contrapone al clásico paradigma psicopatológico y a partir de aquel se analiza al adolescente – no al paciente- en un continuum salud / enfermedad, tratando de responder a la pregunta de cuáles factores protectores promueven que el joven se sitúe en el extremo positivo de ese continuum. Antonovsky (1988) afirma para hacer frente a un estímulo perturbador se genera un estado de tensión con el cual el sujeto debe luchar. El grado de adecuación en el manejo o control de la tensión determinará que el resultado sea psicopatológico, neutral o salugénico. Bienestar psicológico y estrés. Algunas consideraciones Para la Psicología, desde un enfoque salugénico, es de particular interés dilucidar por qué algunos sujetos se sienten satisfechos con la vida, mientras que otros, no; así también le preocupa determinar qué factores inciden en el logro de tal estado de bienestar. Según el estudio de Castro Solano y Casullo (2000) con adolescentes argentinos “Las variables género, edad y contexto sociocultural no parecen afectar la percepción subjetiva del bienestar en la adolescencia” (p.62). Siguiendo la línea de pensamiento arriba planteada, el adolescente es más vulnerable -por la dinámica evolutiva y por las exigencias del entorno- a presentar desajustes entre él y su medio; tales desajustes producen estrés y ponen en marcha recursos para enfrentarlos; si esto no se logra pueden ocasionar conflictos en cada sujeto, los cuales no deben ser generalizados a todos los coetáneos (Ávila Espada y otros, 1996). Durante mucho tiempo se creyó que el bienestar psicológico estaba relacionado sólo con variables objetivas como la apariencia física y la inteligencia, pero hoy se sabe que está más vinculado con otras de nivel individual y subjetivo (Diener, Suh y Oishi, 1997). Así, diferentes estudios han resaltado que aquellos individuos más felices y satisfechos sufren menor malestar, tienen mejores apreciaciones personales, un mejor dominio del entorno y un manejo de los vínculos interpersonales más saludable (Veenhoven, 1991, 1995; Ryff, 1989; Ryff y Keyes, 1995; Argyle y Martín, 1987). El bienestar psicológico es un concepto complejo que ha sido empleado de un modo impreciso en relación con otros como satisfacción vital y calidad de vida. Horley y Little (1985) diferencian el bienestar psicológico, definiéndolo como percepción subjetiva, estado o sentimiento positivo; la satisfacción es entendida como la gratificación proporcionada por los proyectos personales; mientras que la calidad de vida es el grado en que ésta es percibida favorablemente. Consideran que se puede evaluar el bienestar psicológico a través de algunos de sus componentes, afectos y cognición, los cuales tienen que ser examinados en diferentes contextos tales como familia y trabajo. Para Diener (1994) la definición del bienestar va a estar relacionada con su medición. Reconoce tres características: subjetividad, presencia de indicadores positivos - y no solo la ausencia de factores negativos - , y una valoración global de la vida Un alto bienestar depende de una apreciación positiva de aquélla que perdura a lo largo del tiempo, y el bajo bienestar depende del desajuste entre expectativas y logros. El bienestar psicológico se presenta como un concepto multidimensional (Ryff y Kayes, 1995). Riff logró identificar en sus investigaciones seis dimensiones del bienestar psicológico: a) una apreciación positiva de sí mismo (auto aceptación); b) capacidad para controlar en forma efectiva el medio y la propia vida (dominio); c) capacidad para manejar con eficiencia los vínculos personales (afectos positivos); d) la creencia de que la vida tiene propósito y significado (desarrollo personal); e) sentimientos positivos hacia el crecimiento y la madurez (autonomía); e) sentido de autodeterminación. Con respecto al estrés, parece tratarse de un componente normal de la vida (Lazarus, 2000; Lazarus y Launier, 1978, Antonovsky, 1988), y es definido como “la ambivalencia entre la percepción que el sujeto tiene de las demandas que se le plantean y su disposición para afrontar dichas demandas (Frydenberg y Lewis, 1997, p.13). Leibovich de Figueroa (2000) señala que es más apropiado concebir al bienestar psicológico como productor tanto de efectos positivos como negativos. En el imaginario colectivo se suele asociar el estrés con éstos últimos; sin embargo es posible observar que puede ser motor para el afrontamiento de una situación, con lo que su efecto sería positivo. Desde esta línea de pensamiento Ávila Espada y otros (1996) plantean la importancia de considerar los estresores dentro de la psicología del desarrollo, en tanto existen numerosos hechos que desequilibran la interacción del adolescente y su entorno. Lo que cuenta como importante es la valoración que realiza el sujeto de las demandas y los recursos disponibles. Tanto las demandas del medio como la dinámica evolutiva del adolescente son estresores que aquél debe enfrentar desarrollando recursos personales, que se han denominado estrategias de afrontamiento. Factores protectores y de riesgo en adolescentes Con el advenimiento relativamente reciente de la atención de la salud del adolescente en forma diferenciada, se comenzó a emplear el enfoque de riesgo (Donas Burak, 1998). Igualmente se comenzó a hacer mención a los factores protectores, definidos como aquellas características detectables en un individuo, familia grupo o comunidad que favorecen el desarrollo humano, el mantenimiento de la salud o la recuperación de la misma y que pueden contrarrestar los posibles efectos de los factores de riesgo. (Donas Burak, 1998, p.1). Los expertos coinciden en que el proceso de identificación de los factores de riesgo tienen que complementarse, necesariamente, con el conocimiento de los factores de protección (Castro Solano, 2000; Castro Solano y Casullo, 2000); actualmente el énfasis está focalizado en éstos últimos. Los factores protectores operan como barreras evitando que las situaciones estresantes afecten al joven; por medio de la identificación de las estrategias de afrontamiento que se corresponden con un elevado nivel de bienestar psicológico se podrían hacer inferencias sobre los factores protectores. Funcionalidad de la Familia La familia es considerada como unidad básica de desarrollo y de experiencia. Es decir es considerada como una unidad de intercambio, que generalmente tiende a estar en equilibrio, gracias a un proceso de acciones y reacciones llamado dinámica familiar y que según Jackson (citado en Roiz, 1989) es la colección de fuerzas positivas y negativas que afectan el comportamiento de cada miembro de la familia haciendo que ésta como unidad funcione bien o mal. Para el normal desarrollo de sus miembros, la familia debe proveer de recursos económicos para cubrir las necesidades básicas y para satisfacer las necesidades derivadas de la sociedad del bienestar social. Aunque las sociedades occidentales colaboran en funciones de provisión de recursos para temas relacionados con la educación, la salud y el bienestar de las personas dependientes, la familia es la principal fuente de recursos para el consumo, con lo que esto supone en el posicionamiento social, o para hacer frente a sucesos vitales como el desempleo o el mantenimiento y cuidados de personas dependientes. Así, la manera de pensar, sentir, actuar y presentarse ante os otros, que cada miembro de la familia tiene, producirá acercamiento o alejamiento, desarrollo o estancamiento y un clima de seguridad o de ansiedad y depresión. La forma característica en que los padres muestran su amor entre ellos y hacia los hijos, es de la mayor significación para determinar el clima emocional de la familia. La individualidad del niño se va moldeando etapa por etapa a partir de la unidad primaria madre-hijo, después madrepadre-hijo. Desde esta unidad primaria emerge la diferencia, y la tarea de la familia es fomentar el desarrollo de la identidad del niño. Desde la identidad de pareja, cada cónyuge se desarrolla progresivamente. Si la identidad de esta diada se encuentra perturbada, también se trastornara el proceso de diferenciación post de cada miembro. La identidad de la pareja parental conforma la diferenciación del niño, pero este también moldea a los padres, es decir es un proceso de comunicación retroalimentador de satisfacciones y de insatisfacciones, es decir un proceso de interacción. Ackerman (1981) afirma, que la estabilidad de la familia y sus miembros depende de un patrón sutil de equilibrio e intercambio emocional. En todo caso, el logro de una homeostasis funcional, es posible mediante una adecuada readaptación y revisión de las reglas de interacción, en función tanto de los cambios internos (crisis de crecimiento), como del contexto. En ese movimiento, el subsistema de mayor nivel jerárquico (padres) debe centralizar la organización funcional dentro de la familia y de las interrelaciones con el medio. Es así que, la funcionalidad de una familia será vista desde la perspectiva emocional de lo saludable o tendente a lo saludable. Ackerman, (1977, citado por Martínez, 1989), afirma además que la familia es la unidad básica de desarrollo y experiencia, de realización y de fracaso. Otra función tiene que ver con el afecto y el apoyo. La familia “mantiene la unidad familiar como grupo específico dentro del mundo social, genera en sus integrantes un sentido de pertenencia y proporciona un sentimiento de seguridad, contribuye a desarrollar en sus miembros una personalidad eficaz y una adecuada adaptación social promoviendo la autoestima y la autoconfianza, permite la expresión libre de sentimientos y establece mecanismos de los hijos a través de las prácticas educativas utilizadas por los padres” (Musitu, et al, 2010, p. 22). La socialización es otra de las funciones importantes de la familia. Por medio de ella los miembros de la misma aprenden las normas de la sociedad a la que pertenecen, adaptan sus conductas y conformar los valores claves de dicha sociedad. La familia es un instrumento muy eficaz para la transmisión de los elementos sociales y culturales claves para el grupo social dominante. Modelos de funcionamiento familiar Modelo Circumplejo (Olson, 2000) El modelo Circumplejo, su origen, los conceptos básicos y sus dimensiones se basan en la teoría de sistemas. Se trata de una representación gráfica de lo que Olson (1982) denomina Mapa de Pareja y Familia. Este modelo ilustra los cambios por los que las familias pasan a lo largo de su historia evolutiva y en reacción a la exposición cotidiana a las distintas fuentes de estrés. El Modelo de Sistemas Circumplejo matrimonial y familiar se desarrolló inicialmente con objeto de cerrar la brecha que existía entre la investigación, la teoría y la práctica (Olson, Russell& Sprenkle, 1989). Este modelo es particularmente útil como herramienta de "diagnóstico relacional", porque se centra en el sistema de relaciones e integra tres dimensiones que repetidamente han sido considerados muy relevantes en una variedad de modelos de la teoría de la familia y los enfoques de terapia familiar en los años 90 (Beavers& Hampson, 1990; Epstein & Bishop, 1993; Walsh, 1998). El modelo circumplejo de Olson se compone de tres conceptos clave para la comprensión del funcionamiento de la familia: la cohesión, la flexibilidad y la comunicación. La cohesión se define como el vínculo emocional que los miembros de la familia tienen unos hacia otros. Dentro del modelo circumplejo, algunos de los conceptos o variables específicas que se utilizan para diagnosticar y medir la dimensión de la cohesión familiar son vinculación emocional, límites, coaliciones, tiempo, espacio, amigos, toma de decisiones, intereses y recreación. La cohesión proporciona información sobre el equilibrio familiar entre la unión y la separación. La flexibilidad se define como la calidad, expresión de liderazgo, organización, relación de rol, reglas de las relaciones y negociaciones. La flexibilidad hace referencia a cómo las familias son capaces de mantenerse en equilibrio, adaptándose a los cambios propios de su desarrollo evolutivo. Los cinco niveles de rango van desde la inflexibilidad (rígido) hasta el caótico/excesivamente flexible. Al igual que con la cohesión, la hipótesis principal es que los niveles centrales de flexibilidad equilibrada son mejores para un buen funcionamiento familiar, mientras que sus extremos (rígidos y caóticos) son más disfuncionales para el normal desarrollo de las familias. Básicamente, la flexibilidad se centra en el cambio de liderazgo, roles y reglas de la familia. La aplicación temprana de la teoría de sistemas a las familias hizo hincapié en la rigidez de la familia y su tendencia a mantener el statu quo. Esto fue cambiando posteriormente, pasando a ganar peso la importancia del potencial para el cambio y la flexibilidad de los sistemas que realizó Olson (2000). La comunicación es la tercera dimensión en el modelo circumplejo. Se considera una dimensión de facilitación: un elemento crítico para facilitar a las familias el cambio en sus niveles de cohesión y flexibilidad. El uso de las habilidades de comunicación positiva permite a las familias alterar sus niveles de cohesión y flexibilidad para satisfacer las demandas evolutivas de cambio. Debido a que es una dimensión de facilitación, la comunicación no se incluyó gráficamente en el modelo junto con la cohesión y la flexibilidad. La comunicación familiar se mide al considerar a la familia como un grupo con las habilidades de resolución de problemas, en parejas y familias, han encontrado que los sistemas en equilibrio en cohesión y flexibilidad tienden a tener muy buena comunicación, mientras que los sistemas desequilibrados en estas dimensiones tienden a tener una mala comunicación. Modelo general de adaptación familiar al estrés (Musitu, 2001) La familia es un sistema dinámico que está expuesto a múltiples situaciones propias del normal desarrollo de la vida. Esta circunstancia obliga a la familia a tener que adaptarse continuamente a las nuevas exigencias o situaciones. “Las tensiones que afronta la familia son, por tanto, numerosas, complejas y variadas y van desde las tensiones derivadas del exceso de trabajo que acompaña la paternidad hasta la ruptura del matrimonio o el incremento de los problemas de salud de los matrimonios de edad avanzada” (Musitu, 2006, p. 210). Numerosos estudios sobre estrés familiar distinguen entre las situaciones estresantes y la percepción de estrés. Es decir, se distingue entre la situación misma (como puede ser la aparición de una enfermedad grave que afecte a algún miembro) y el hecho de que la familia perciba esa situación como un momento difícil pero del que se saldrá adelante, o bien como una situación que desborda sus capacidades y que probablemente no superarán. Pero, además, no sólo es importante la aparición de un estresor más o menos fuerte (ya sea interno o externo) sino que también es importante el afrontamiento que los miembros de la familia ponen en marcha ante el mismo: desde negar el problema y dejarlo evolucionar sin intentar resolverlo hasta poner en marcha una estrategia concreta de resolución. Este modelo pretende ser un instrumento que ayude a comprender por qué existen familias que son capaces de afrontar determinados estresores con éxito sufriendo alteraciones mínimas en la dinámica familiar y cómo, por el contrario, existen otras en las que cualquier elemento estresante puede convertirse en un grave problema que probablemente lleve a sus miembros a padecer problemas emocionales o de adaptación social. 7. Metodología 7.1. Epistemología Dentro de las ciencias sociales la metodología es considerada como la forma de actuar que guía nuestra investigación. El concepto de metodología hace referencia a la manera en que atendemos a la realidad, la manera en que enfoca cognitivamente las contingencias y busca respuestas a las cuestiones que plantea nuestra particular percepción del mundo circundante. Se puede decir por tanto que, se entiende por metodología, el proceso para tratar de alcanzar unos objetivos, y por técnicas de investigación, las formas de proceder en la consecución de dichos objetivos. Teniendo en consideración que los objetivos fundamentales de la investigación son, por una parte, realizar un acercamiento al afrontamiento y funcionamiento familiar desde el y por ende, desarrollar una intervención que trabaje la complejidad del mismo tema en relación con la aceptación personal es necesario señalar, que dicho cometido, implica la observación e interpretación de aspectos cuantificables desde el punto de vista formal, pero también, y sobre todo, requiere un delicado análisis de las opiniones, conductas y situaciones que se dan en el quehacer. Este tema refleja de forma precisa el tipo de datos que se requiere indagar para el logro de los objetivos de la investigación, así como la descripción de los distintos métodos y las técnicas que posibilitaran obtener la información necesaria, ya que es una serie de pasos que permiten responder a lo que se quiere estudiar, los alcances y el porqué de la investigación. Se utilizará este método Cualitativo en el desarrollo de esta investigación, ya que es una investigación interpretativa que genera teoría, hipótesis y que se refiere a un sujeto en particular en los que los resultados deben ser sometidos a la triangulación para evitar la subjetividad del investigador, es holístico, cuyas variables no son definidas operativamente. La opción metodológica depende, en gran parte, de los propósitos de la investigación que se va a realizar. Para efectos de la presente investigación, se ha optado por una metodología de corte cualitativo, ello se fundamenta en la naturaleza del estudio. En este sentido, el discurso de los sujetos investigados constituye uno de los componentes característicos de la investigación cualitativa. Lo que se busca rescatar a través del discurso de los Trabajadores Sociales, es su Saber Práctico, “elemento implícito en la intervención de los Trabajadores Sociales”. A través de una metodología cualitativa se intentará analizar e interpretar para acceder al conocimiento práctico generado por los profesionales del área que se investiga. 7.2. Tipo y Diseño de Investigación. El tipo de estudio es sustantivo, pues trata de responder a un problemas de índole teórico o sustantivo y se orienta a describir la realidad (Sánchez y Reyes, 2009). En cuanto al método la investigación en un sentido amplio es no experimental y en un sentido específico es de tipo descriptivo en su modalidad correlacional. Es descriptiva porque refiere e interpreta las condiciones o conexiones existentes. Es correlacional porque busca identificar probables relaciones entre variables medidas con la finalidad de observar la dirección o grado en que varían (Alarcón, 1991). El diseño a seguir es transversal, correlacional, ex post facto porque se recolectan los datos en un solo momento y es correlacional porque busca establecer correlaciones entre las variables a estudiar (Hernández, Fernández y Baptista, 2010). Se basa en el análisis parte de los juicios, ideas y opiniones del investigador, aunque en este sentido es un enfoque menos riguroso no por eso deja de ser serio. Subjetivo no quiere decir que el investigador pueda afirmar lo que quiera sin fundamentos, la formulación del discurso debe partir de la lógica y la coherencia. La investigación cualitativa tiende más hacia la expansión y la generalización del conocimiento y la recolección de los datos al ser documental es mucho más abierta, pues el investigador puede utilizar escritos, entrevistas, material gráfico o audiovisual, siempre que se establezca la pertinencia. El método investigativo es más dinámico al no existir una estandarización en la forma de recolección e interpretación de los datos, pero también puede tornarse en un proceso más complejo, porque en este tipo de enfoques el resultado es lo más importante. Al tratarse de exploraciones interpretativas el investigador debe partir de una intuición que necesita ser comprobada, es decir, no es factible iniciar todo un sistema de análisis subjetivo y valorativo para luego indicar que la propuesta de estudio no ha sido lograda. 7.3. Informantes Desde el punto de vista investigativo, la población o universo puede estar referido a cualquier conjunto de elementos de los cuales pretendemos indagar y conocer sus características, o una de ellas, y para el cual serán válidas las conclusiones obtenidas en la investigación. Es el conjunto finito o infinito de personas, casos o elementos que presentan características comunes. “Los colaboradores o informantes–ayudantes. Se trata de individuos con algunos conocimientos y habilidades de investigación, que también conocen la realidad educativa que tratamos de investigar. Están dispuestas a colaborar de forma voluntaria y hacen gala de cierta capacidad de contratación que les permite discernir los distintos matices en las respuestas que ofrece el grupo ante los problemas y, desde luego, lograr separar sus propias opiniones de las mantenidas por los restantes miembros” (García Jiménez, 2014 Pág., 45). “El cualquier estudio cualitativo, los informantes, participantes o sujetos de investigación resultan elementos imprescindibles. Ellos aportan la mayor parte de información primaria sobre el problema de investigación. Son las personas a quienes con más frecuencia se observa, pregunta, solicita información por escrito o se le pide documentos. Con ellas se obtiene el grueso de la información que permite al investigador comprender el problema y realizar oportunas interpretaciones” “Los informantes clave o personas que tienen acceso a la información más importante sobre las actividades de una comunidad, grupo o institución educativas; con suficiente experiencia y conocimientos sobre el tema abordado en la investigación; con capacidad para comunicar esos conocimientos y, lo que es más importante, con voluntad de cooperación” (Según (Hernández-Sampieri, 2014). Referencias bibliográficas Cuenca, N., & Chavarro, F. (2008). Pobreza y desarrollo economico: una aproximacion al analisis institucional. Social Security Administration, (22), 111–147. Departamento Administrativo Nacional de Estadística. (2019). Pobreza monetaria en Colombia, año 2018. 1–33. Retrieved from https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vida/pobreza/2018/bt_pob reza_monetaria_18.pdf Estévez, E., Martínez, B., & Musitu, G. (2005). 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