ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 caracterización Globalización del crimen, cultura y mercados ilegales Castells hecha por no posee (1999) Manuel en la actualidad fronteras propiamente dichas. La geografía del narcotráfico y la Juan Cajas 1 experiencia anímica, compulsiva de los individuos, no reconoce fronteras, es un fenómeno una forma más acabada su condición globales. En no pocos de estos eventos económica trans fronteriza que los se ha reclamado la necesidad de una movimientos del dinero en los circuitos acción multilateral para contribuir a la en financieros internacionales y en los el procesos de reconversión interna en entendido de que es un asunto que concierne a involucradas todas en el las múltiples naciones circuito de las en los del consumo. Entre todos los artefactos culturales, el dinero es probablemente el poco bien más apreciado por los seres halagadores del riesgo. El binomio humanos. El dinero afecta conductas y riesgo-seguridad, es al parecer, un punto conciencias. Es, entre otras cosas, tal de referencia para evaluar la fragilidad como lo ha señalado Fernando Savater, del futuro de la sociedad global (Beck, el único producto social que no ha dado 2006; Luhmann, (2006). muestras de decadencia, y que cruza El narcotráfico, por su condición de “empresa red”, economías culto al poder del dinero y a la bulimia democracias escenarios las las burguesías tradicionales, rinden occidentales, el tema del narcotráfico se inscribe de del crimen organizado, tras desplazar a sustancias ilegales. Para la retórica de áreas locales, donde los “grupos emergentes” producción, distribución y consumo de política la los estados nacionales. Nada explica de agenda de discusión en diversos foros problema, en descomposición social e institucional de concita es un tema prioritario en la del inscrito gramática del riesgo, el caos, y en la El tráfico de drogas y la violencia que resolución global, según todas las fronteras, sin detenerse en la consideraciones de orden moral. 1 Dr. en Ciencias Antropológicas, Departamento de Antropología, Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, juancajas@prodigy.net.mx El concepto de frontera, desde una perspectiva antropológica, se ubica en la mediación entre el negocio del 31 ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 narcotráfico como tal y el rol que decapitaciones desempeña como representación social anonimato del secreto bancario limpia en las culturas de los países. El oficio las impurezas de la sangre. Los paraísos del narcotráfico es el demiurgo de lo financieros son, retomando a Rosseau, que genéricamente los medios de esa “ley que el rico tiene en el bolsillo” comunicación denominado y que se modifica de acuerdo a las narcocultura; es en los marcos de este circunstancias, sin que intervengan espacio cultural cuestiones de tipo moral: negocios son donde el dinero exhibe y despliega todo negocios. La procedencia de los dineros su poder. No es exagerado señalar una del mal, no es algo que se cuestione. La conexión la doble moral siempre ha operado como globalización de la economía y la virtud; lo sabemos desde el siglo XVII, globalización (Castells, cuando los jesuitas comerciaban opio en 1999). No constituye secreto alguno la Pekín, y cobraban deudas utilizando constatación empírica de que los bancos sanguinarios asesinos de las triadas de suizos o de las Islas Caimán, por citar la Sociedad del cielo y la tierra. de han representación dialéctica del entre crimen o los baleados. El un par de ejemplos, reciclan dinero mal habido, es decir, “caliente”; así lo denomina Silva (1997), para resaltar semánticamente su El malestar del narcotráfico connotación tropical. Cerca de tres cuartas partes del Del consumo de drogas ilícitas valor de la cocaína que producen los se ha escrito hasta el cansancio. Sin carteles sudamericanos, es depositado embargo, no podemos eludir cierta en las cuentas cifradas de los centros financieros internacionales, sensación de orfandad explicativa si el por tema es el narcotráfico y el rol que operadores bancarios al servicio de juega en los territorios de la economía y delincuentes de “cuello blanco”. Seres invisibles. Discretos hombres la cultura; quizá porque es un tema de intrincado y peligroso. Lo saben los negocios y de la política. Es normal autores que han dado seguimiento al encontrarlos en las portadas de las tema revistas de moda; estéticamente no se espectáculo de pagado con su vida el atrevimiento. Del narcotráfico se habla los asocia con el narcomundo, ni con el tórrido y con las eufemismos. Las autoridades norteamericanas, aluden a un hipotético 32 ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 imperio del mal que se cierne como un Salazar y Jaramillo (1992), Astorga basilisco endemoniado sobre efebos (1996), Valenzuela (2002) y Cajas imberbes e indefensos. Las autoridades (2004); experiencias de investigación antidrogas evitan plantear el asunto del que dotan de rigor académico a un tema narcotráfico como una construcción que ha sido relegado a la crónica roja. jurídica. Insisten en ejercicios retóricos; En los trabajos citados el tema de la hablan de un engendro maléfico al que cultura se despliega como estrategia es necesario “perseguir en caliente” y argumental. sacarlo de sus guaridas en territorio nacional y, recientemente, de Podemos hablar genéricamente las de narcocultura; no obstante, es pintorescas narcotiendas instaladas en menester advertir que los patrones de las principales ciudades del país. comportamiento, varían de un país a otro. En Colombia, por ejemplo, si algo identifica a los narcos es su gusto por la salsa y el tango, expresiones musicales El jardín de las narcoculturas por excelencia del mundo hamponesco ¿Cómo entender el paisaje del y traqueto. Las letras de las canciones narcotráfico sin aludir a la cultura? reviven la nostalgia de la ausencia, Parece una verdad de Perogrullo, pero retratan a la perfección la historia de sus no lo es. Los estudiosos, con el objeto vidas, el arrabal amargo, los negocios de tejer la especificidad del fenómeno truculentos, la traición de los parceros, desconstruyen la realidad en subculturas el desamor y la abnegación de la madre del más variado tipo: del narcotráfico, que sufre y llora. En México los gustos de la violencia, o de la muerte. Por musicales se inclinan, no hacia la salsa, tradición teórica, el concepto subcultura sino al corrido, la tambora y la cumbia posee mayores alcances heurísticos que “rebajada”. Con fines analíticos, y la expresión narcocultura. Esta última retomando a Wolfgang y Ferracuti, quizá podríamos hablar de subculturas y, por debería metodológicamente restringirse en extensión, términos de narcoculturas. Estos regionales, con el objeto de darle términos expresan subcategorías de la especificidad. Entre los trabajos que cultura en general. El prefijo sub denota resaltan la relación entre cultura y una parte del todo total. Para los narcotráfico, podemos mencionar los de criminólogos la subcultura es una 33 ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 manifestación de desviación social, una chivos expiatorios, el comunismo, por manifestación ejemplo, de ruptura con el fueron expulsados del consenso o contrato social. Si bien este imaginario social, y reemplazados por vocablo posee una amplia tradición en otros. La responsabilidad discursiva de la norteamericana, la desgracia social se ha depositado hoy últimamente ha sido desplazado por el en día en el narcotráfico, también en el término sentido terrorismo. Así las cosas, el narcotráfico noticioso es más impactante; incluso ha ha terminado convertido en un enorme facilitado la invención de nuevos barril sin fondo, responsable de todas términos: narcopolítica, narcomenudeo, las formas posibles de violencia social narcoguerrilla, narcolimosnas, etcétera, y, desde luego, de la erosión del modelo que hoy son de uso corriente en los democrático. sociología narcocultura. En Salazar y Jaramillo (Genovés, medios de comunicación. La existencia de subculturas o 1991: 28) advertían tempranamente narcoculturas -concediendo por fines sobre una asociación falsa entre la expositivos una homologación de los subcultura del narcotráfico o de la términos- sea en Colombia, Perú, violencia con un ethos fanático y Bolivia o México, no es un fenómeno autodestructivo, en la que se soslayaba individual de causas antropomórficas o una genéticas sino resultado de procesos fundamental: sociales específicos. Las sociedades al involucrados en todos los niveles en la reproducirse, premisa los biológico-social genes están de los función del sistema nervioso y proveen de la un desarrollo potencial que sólo se construcción artificial del Otro, los activa en conjunción con el medio otros; chivos expiatorios los llamó ambiente Girard. Su función es estigmatizar el desviación es social, no natural. En ese acto prohibido e idealizar el orden. La sentido, tal como lo sugieren los narcocultura, puede ser vista entonces, criminólogos, los estigmas se asumen, y como se antropólogos, una en opinión requieren expresión de otredad ecológico manejan como y social. diacríticos La de derivada de la estigmatización social y identidad. Podemos resumirlo en la jurídica del narcotráfico como chivo respuesta de un detenido, que al ser expiatorio de los males modernos, esto interrogado sobre su oficio declara es, de la globalización. Los antiguos enfáticamente: “No soy burrero, soy traficante de drogas”. 34 ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 Los conceptos de subcultura o naturaleza: los actores sociales del de “formadores de violencia”, para narcotráfico surgieron de coyunturas decirlo permiten específicas, y en el transcurso de su diferenciar analíticamente esa filigrana propia cotidianidad, dieron forma a sus particular de prácticas y estilos de vida propios estilos de vida. Reconstruir esos asociados procesos con Feldman, a los grupos de es parte de narcotraficantes y consumidores, de la antropológica, toda vez población total. La subcultura está perspectiva teórica y metodológica, se asociada a otros ámbitos de la sociedad, interesa no tanto por el hombre como no es un ejercicio conductual alejado, ser biológico, sino como ser social. independiente de la economía, la que tarea su la política o la cultura en general. Se ubica en los marcos de lo que Moscovici Globalización, crimen y cultura acuñó como “representación social”. Este concepto designa “un corpus En la génesis de los carteles del organizado de conocimientos y una de narcotráfico, las actividades psíquicas gracias a las sudamericanos o europeos, subyacen cuales los hombres hacen inteligible la procesos vinculantes de tipo étnico o realidad física y social, se internan en regional, un grupo o en una relación cotidiana de particulares de tipo social y cultural. Es intercambios, liberan los poderes de su claro en el surgimiento de la mafia imaginación.” (Moscovici, 1979: 18). siciliana, la madre por antonomasia de Lo que sean asociados mexicanos, a fenómenos denominamos todas las mafias, pero también en la narcocultura existe, no como ficción – gestación de los carteles de la región aunque narrativamente tenga mucho de (Marino, 2002). Cada una de las ello ya que algunos de los datos variantes organizativas criminales posee desafortunadamente no son verificables su propia memoria e identidad; sin y por lo tanto puestos en cuestión- sino memoria la identidad es imposible y como viceversa; resultado de situaciones políticas, sociales, culturales importantes para sostener la discursivas y de interpretación que la tradición en el ámbito restringido de lo hicieron posible. Los orígenes no local. El crimen organizado tiene un corresponden soporte territorial local, con límites históricas, a regímenes de 35 son además, recursos ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 predeterminados; cuando la frontera pegamento entra en disputa la violencia se dispara regionales. de las identidades entre los grupos locales o clánicos. Ése La muerte y captura de los capos es el caso de las violentas disputas que modificaron el escenario delincuencial: en el último lustro se registran entre los los multifacéticos carteles mexicanos. reconstituidos grandes carteles en fueron minicarteles, Ahora bien, tal como lo plantea organizándose en estructuras menos Castells, las bases culturales que dan rígidas. Al horadarse las estructuras origen a las organizaciones criminales, verticales se produjo una suerte de y esto es muy importante tenerlo en democratización del negocio de la cuenta, no desaparecen en el marco de cocaína. la globalización; al contrario, éstas se permitió mantienen y ocupan un rol central en la acuerdos generación de procesos de clonaje. Los utilizando infraestructuras inéditas; tal clanes organizativamente evolucionan, sería el caso de la utilización de se metamorfosean para eludir la acción minisubmarinos con tecnología rusa, de los aparatos represivos. Las fronteras barcos nodriza, túneles transfronterizos, desaparecen en términos físicos, no así o la recientemente descubierta narcored las culturales, que se mantiene a través colombo-mexicana que opera el lavado del recurso local de la memoria y la de ubicuidad de los actores. Un ejemplo de transacciones menos modernas como el lo anterior es el cambio de roles de las trueque de cocaína por armas o heroína. organizaciones que La única excepción a la situación contrabandean cocaína. En los noventa, descrita, corresponde al cartel del Norte con la caída de Pablo Escobar, se del Valle, heredero de la infraestructura liquida el cartel de Medellín, y meses del desaparecido cartel de Cali, el cual después, con la captura de los hermanos dispone de un poderoso instrumental Orejuela, el cartel de Cali. Estas operativo, organizaciones registrado golpes importantes en su criminales desaparecen como estructuras. Los fragmentos como en un La flexibilidad poner en operativa movimiento comerciales dinero. Asimismo aunque globales, pactar últimamente ha cúpula por parte de las autoridades. film de ciencia ficción, poco a poco se En el caso de la relación recomponen, uniéndose a través del Colombia-México, se sabe que los trabajos de intermediarismo se pagan 36 ISSN en trámite con droga, Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 lo cual el guerra entre carteles no involucra incremento de los índices de consumo actividades militares supranacionales. de cocaína en nuestro país. Aunque la No hay datos duros, por ejemplo, de participación de los carteles mexicanos atentados ejecutados por los carteles es alta, la adscripción nacional es clara: mexicanos en Colombia o Estados Colombia Unidos. Ocasionalmente se realizan controla explicaría el refinado, exportación y distribución de cocaína, y operaciones pese a los criterios de globalización de ejecutar delatores o infiltrados. En estos la economía, la hegemonía que ejerce casos sobre la materia prima no es asunto de pragmática disputa; eliminar a los traidores. como tampoco lo es el se supranacionales actúa de bajo para una “acuerdos lógica tácitos”: monopolio del cultivo de hoja de coca La globalización, entonces, no que mantienen Bolivia y Perú, o el suprime las pertenencias étnicas o control de los asiáticos sobre el nacionales. Los grupos controlan sobre comercio de heroína, o de México con la base de su adscripción étnica, respecto a la marihuana. La adscripción respetándose étnica o nacional es fundamental para el supranacionales. La identidad cultural crimen que es al parecer un elemento importante en permite mayor operatividad en lo que se la construcción del crimen organizado. refiere a la práctica del soborno El mercado de la cocaína en los Estados institucional o de las autoridades. En Unidos, sería imposible de concebir, sin esta dirección, más que competencia la entre naciones, se puede hablar de colombianos, mecanismos permitió organizado, toda vez funcionales de los presencia de territorios los cuya estructurar migrantes nacionalidad las redes del interconexión o de ampliación de redes mercado ilegal; igual sucede con el (Castells, 1999). proceso cultural que define el tráfico de El narcotráfico es un mercado derivados del opio en Asia o el hachís multicultural sumamente rentable, y en África. Lo nacional define procesos según tiene históricos, hipotéticamente campo para todos. Es estructuras un negocio millonario. En este orden, el mercados ilegales (Castells, 1999). algunas estimaciones, culturales, religiosos, organizativas de y los campo de las disputas es eminentemente Por economía del lenguaje, el doméstico, local, es decir, nacional. La vocablo mafia, independientemente de 37 ISSN en trámite sus Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 connotaciones nacionales y funde con el consumo: imaginario culturales, terminó siendo sinónimo de mítico de vidas de papel, frustraciones y cartel, esa manoseada palabreja, cuya desencantos. paternidad se atribuye a la CIA, para La narcocultura, en nuestro caso, nombrar a los narcotraficantes de no es más que la visibilidad de lo que Medellín. Hoy sabemos que los narcos Moscovici acuñó como “representación más que operar jerarquías verticales de social” en los sesenta, y que se corte burocrático, se desenvuelven en despliega de múltiples maneras, por estructuras de tipo clánico y bajo un ejemplo, en la exacerbación hedonista interminable sistema de redes, que no del consumo, la resignificación de lo coinciden con la mafia tradicional. Si clásico en la arquitectura, y si se quiere, bien las anecdóticamente, en la apoteosis de las organizaciones criminales, es delinquir, cirugías plásticas para agrandar el busto transgredir el hobbesiano orden social e o las nalgas, desafiando las leyes de la imponer un poder paralelo, sustentado gravedad. Finalmente, como advierte en la construcción de mercados ilegales, Catalina, el personaje de Gustavo códigos, normas, y el usufructo de la Bolívar Moreno: “Sin tetas no hay violencia, no por ello podemos ignorar paraíso”; la especificidad de lo cultural. contundente el “capital común” de una en categoría estética el de mundo la Entender el narcotráfico y su generación de los narcos de los noventa, secuela de violencias, obliga a leer la pero que igualmente asume carta de realidad como una construcción de la presentación en el mundo de las cultura. Más allá del cálculo maniqueo adolescentes, que intuyen como paraíso de un el ser la mujer de un narco, resolviendo imaginario de significaciones que es así las frustraciones de la existencia, necesario “lugar aunque para ello tengan que modificar antropológico” de la subcultura del las líneas de su “ego territorial”, es decir narcotráfico y los imaginarios del de su cuerpo. las estadísticas, recuperar. subyace El consumo están marcados por una El narcotráfico es una empresa, coreografía de actitudes y formas de ver pero al mismo tiempo, es un importante la vida y de sentir al mundo: un productor de imágenes que se instalan laberinto topológico de incertidumbres en el imaginario colectivo. El nivel personales, donde el apetito de vida se fantasmático circula a través de los 38 ISSN en trámite medios de Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 comunicación. En esa una secuencia de metáforas. La vida de dirección el mundo narco no deja de los narcos alimenta de imágenes a los tener una aureola mítica. Develar trovadores locales, en forma de corridos etnográficamente ese mundo es parte o vallenatos. Sus vidas y aventuras, del esfuerzo antropológico y, desde enteramente mundanas, constituyen el luego, de otras disciplinas. Ninguna basamento de subculturas que imponen disciplina, por si sola, es capaz de códigos y símbolos en la cartografía trabajar el problema como totalidad; de social. ahí la necesidad de traspasar las La violencia y el poder del fronteras, y acceder a la transdisciplina. narcotráfico se imponen como campos La cultura es uno de los referentes de atracción en espacios como la moda fundamentales para acercarse al estudio o el consumo. Vivir al borde del abismo del narcotráfico. Éste es un fenómeno parece ser un deporte extremo de los arraigado en la velocidad cotidiana del salvajes metropolitanos. La prosperidad presente, plena de rebuscadores, mulas del narco afianza en la vida social los y traquetos. La realidad violenta que símbolos de la autonomía económica; es imponen los narcotraficantes a la una realidad compleja, inscrita en sociedad, rebasa los límites de la códigos compresión y el entendimiento, y nos códigos no escritos de la violencia funde en las arenas de la incertidumbre. contemporánea ¿Qué hacer? No lo sabemos. La inercia narcotráfico. La fiebre efímera del institucional el dinero fácil que apuntala el imaginario desconcierto. Es una realidad de la que utópico de los mercados ilegales, pareciera que no podemos escapar. La generaliza socialmente el ejercicio de la encontramos en la espectacularidad de violencia. No porque se exacerbe la las las “hormona de la ira atávica”, sino porque ejecuciones en la vía pública, los el lucro rápido se transforma en atentados, las fugas de cárceles de alta objetivo. El narcotráfico coadyuva en la seguridad, cuyos ampliación de los escenarios de la protagonistas asumen rasgos de héroes violencia. Quien no accede de manera épicos para las generaciones jóvenes. La formal a los “dineros calientes”, puede admiración que sobrevivir habilitando otros mercados: encarnan lo prohibido se transforma en el secuestro express, el robo de infantes, nos acciones las por funde delictivas, en en balaceras, los hombres 39 inéditos. En están México, asociados los al ISSN en trámite Ide@s CONCYTEG, Año 3, Núm. 36, 5 de junio de 2008 la prostitución infantil o el comercio de órganos. 4. Entender el narcotráfico desde 5. una perspectiva antropológica, obliga a adentrase en la sociedad, virar de lo político al territorio de las palabras, las 6. creencias, las significaciones; de la estadística a los lenguajes alfabéticos y 7. corporales, tal como lo sugiere Carlos Miguel Ortiz, evitando las trampas del 8. pensamiento único, la falacia de una ideología global. Tomar distancia frente 9. a la moral es saludable en términos metodológicos; obliga a preguntarnos sobre la otredad de la violencia, la otredad del miedo, reconociendo en el narcotráfico a una de las variantes, no la única, del riesgo contemporáneo. La globalización de los mercados ha modificado las reglas del juego, es claro en algunas áreas, en otras la situación es confusa. Repensar el crimen organizado como una empresa red, coadyuva en el proceso de develar la cara oculta de la violencia que genera uno de los pilares del capitalismo mundial: el narcotráfico. Bibliografía 1. Astorga, Luis, Mitología del “narcotraficante” en México, Plaza y Valdés, México, 1996. 2. Beck, Ulrich, La sociedad del riesgo global, Siglo XXI, México, 2006. 3. Cajas, Juan, El truquito y la maroma, cocaína, traquetos y pistolocos en 40 Nueva York, Miguel Ángel Porrúa/INAH, México, 2004. Genovés, Santiago, Expedición a la violencia, FCE, México, 1991. Silva, Armando, “El cártel de Medellín y sus fantasmas. 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