Reglamento Ley Lavado de Activos limita uso de efectivo y establece criterios para ser Persona Expuesta Políticamente Este procedimiento, entre otros puntos, incluye a personas o clientes cuya veracidad de datos estén en duda, o que realicen transacciones ocasionales por encima de US$ 15 mil, en una sola operación o en varias operaciones durante 24 horas. Acento.com.do - 21 de noviembre de 2017 - 8:00 am - 0 SANTO DOMINGO, República Dominicana. - Con el decreto 407-17, quedaron promulgados el Reglamento de Congelamiento Preventivo y el Reglamento de aplicación de la Ley número 155-17 contra el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva, parte de un procedimiento que crea un sistema de prevención, persecución y sanción en contra de dichos actos. El reglamento de aplicación de la Ley número 155-17, establece las pautas a seguir en materia de blanqueo de activos, el cual subraya la obligatoriedad de las personas físicas o jurídicas, financieras o no financieras – sector automotriz , inmobiliario, construcción, entre otros –, de establecer un adecuado conocimiento sobre sus clientes y relacionados, actuales y potenciales, beneficiarios finales y de la actividades que realizan, sobre todo al existir sospecha de lavado de activos o financiamiento del terrorismo. Este procedimiento, entre otros puntos, incluye a personas o clientes cuya veracidad de datos estén en duda, o que realicen transacciones ocasionales por encima de US$ 15 mil, en una sola operación o en varias operaciones durante 24 horas. Gustavo Montalvo: “Estos reglamentos permiten una mayor eficacia en la lucha, tanto nacional como internacional, contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado”. Sumado a esto, la Ley 155-17, a través del Reglamento de aplicación, otorga un plazo de un año a las personas físicas o jurídicas obligadas a reportar operaciones sospechosas, para que actualicen la información de sus clientes actuales. Este plazo inició tras la emisión del reglamento, según lo indica su artículo 17. La obligatoriedad de los sujetos dentro de la Ley, para efectuar “debidas diligencias”, en este caso ampliada, incluye también a Personas Expuestas Políticamente (PEP). En dicho caso, los procesos comerciales deberán contar con la alta gerencia antes de establecer – o continuar, en caso de que sean clientes ya existentes – su relación comercial. También deben adoptar medidas razonables para identificar el origen de los fondos o activos de los clientes y beneficiarios finales identificados como PEP – presidente y vicepresidente de la República, senadores y diputados, secretarios administrativos del Senado y Cámara de Diputados, jueces de la Suprema Corte de Justicia, tribunales superiores administrativos y jueces del orden judicial, los jueces del Tribunal Constitucional y Superior Electoral, el procurador general de la República, ministros y viceministros, defensor del pueblo, entre otros –. Al dar a conocer la promulgación de los reglamentos, Gustavo Montalvo, ministro de la Presidencia, aseguró que “estos reglamentos permiten una mayor eficacia en la lucha, tanto nacional como internacional, contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado”. Agregó que a través de la Ley de Lavado de Activos y su reglamento también procederán a congelar las cuentas bancarias y otros bienes de los acusados de terrorismo y medidas cautelares sobre bienes. Cooperación internacional Sobre la cooperación internacional, el reglamento de aplicación indica que las autoridades competentes podrán usar los medios más eficientes para cooperar, como las redes establecidas para la cooperación internacional y las nuevas tecnologías, para asegurar que puedan prestar el mayor rango de cooperación internacional oportuna con relación al lavado de activos, delitos determinantes asociados y financiamiento del terrorismo. Dicho intercambio de información o requerido mediante solicitud. De igual forma, establece que las autoridades competentes deben mantener la confidencialidad de toda solicitud de cooperación e información intercambiada, de acuerdo con las obligaciones contenidas en los tratados internacionales, memorandos, de entendimiento o acuerdos bilaterales. En ausencia de claridad o previsión sobre la confidencialidad, las autoridades competentes deben, como mínimo, proteger la cooperación o información intercambiada de la misma forma en que protegen toda información similar suministrada por fuentes nacionales y para procesos nacionales.