Síndrome de Tourette Historia En el siglo XIX, todos los trastornos de movimiento eran atribuidos a la histeria y la corea, por lo que el neurólogo francés, Georges Albert Édouard Brutus Gilles de la Tourette y su mentor Jean Martin Charcot, director del Hospital de la Salpêtrière en París, se interesaron en estudiar dichos trastornos. (Carmona Fernández & Artigas Pallarés, 2016) De la Tourette, estudió diferentes casos y grupos de pacientes que mostraban movimientos involuntarios, y determinó que pese a ser similares entre sí, eran diferentes a las coreas, y con síntomas que no eran característicos de estas. (Neurological, 2012). En 1885 profundizó en sus análisis, con nueve pacientes específicos, quienes presentaban sacudidas incontroladas, se retorcían, gruñían, insultaban y pronunciaban diversos sonidos, sin causa alguna, pero a diferencia del corea, estos pacientes eran conscientes de lo que estaba sucediendo, e intentaban controlar estas manifestaciones sin éxito. Ellos manifestaban que era como si estuvieran poseídos. (Carmona Fernández & Artigas Pallarés, 2016) Tourette, denominó a dicha enfermedad de esos pacientes con el nombre de maladie des tics, con la característica clínica de movimientos abruptos e involuntarios, que iniciaban el rostro y gradualmente se extendían al resto del cuerpo cuyas funciones cognitivas eran normales y no sufrían ningún tipo de histeria. Además, que era más común en hombres que en mujeres, que era de carácter hereditario, y que iniciaba desde la infancia. (Carmona Fernández & Artigas Pallarés, 2016). Fue Charcot, quien en honor al descubrimiento de Tourette, renombró dicha enfermedad como Gilles de Tourette. (Ortíz Giraldo & Blazicevich Carrillo, 2010) Definición El trastorno conocido como Síndrome de Tourette o Síndrome de Gilles Tourette (SGT), se considera un trastorno neuropsiquiátrico, y es caracterizado por la presencia de uno o más tics motores y fonéticos. (Carmona Fernández & Artigas Pallarés, 2016). Los tics son trastornos de movimiento, repetitivos e involuntarios, y se producen por la contracción de uno o más músculos del cuerpo y son excesivos e inoportunos. En el trastorno de Tourette, los tics son conscientes, sin embargo, no son controlables, los pacientes describen la urgencia de realizar estos movimientos o sonidos como respuesta a una fuerza interna, que les produce tensión e intranquilidad extrema que solo puede ser aliviada temporalmente haciendo ese gesto, sonido o movimiento en particular. (Ortíz Giraldo & Blazicevich Carrillo, 2010) Los síntomas normalmente inician a edades tempranas de la infancia, entre los tres y nueve años de edad, en la mayoría de los casos empeora durante la adolescencia, y continúa durante la edad adulta, por lo que se considera una enfermedad crónica, ya que perdura a lo largo de toda la vida. (Neurological, 2012) Incidencia Este síndrome puede afectar a personas de cualquier grupo étnico, pero se presenta con mayor frecuencia en hombres, con una relación 4 veces mayor que en mujeres. (Tijero Merino, Gómez Esteban, & Zarranz, 2009) Bibliografía Carmona Fernández, C., & Artigas Pallarés, J. (2016). El trastorno de Tourette a lo largo de la historia. Asociacion Española de Neuropsiquiatría, 347-362. Neurological, N. I. (2012). Síndrome de Tourette. Maryland: NIH Publication. Ortíz Giraldo, B., & Blazicevich Carrillo, L. (2010). Tics: los trastornos del movimiento más frecuentes en los niños. Iatreia, 386-399. Tijero Merino, B., Gómez Esteban, J., & Zarranz, J. (2009). Tics y síndrome de Gilles de la Tourette. NEUROL, S17-S20.