Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” (2017) María Victoria Mujica - CI: 4.789.279-3 Asignatura: Seminario “Educar para una vida feliz”, Lic. en Cs. de la Educación - Facultad de Humanidades (UdelaR) Tutor: Prof. Andrea Díaz Gerais Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser Introducción El presente trabajo va a tomar como referencia teórica fundamental la obra de Arthur Schopenhauer sobre el buen vivir y la vida feliz. Nos posicionamos bajo el entendido de que el objetivo fundamental de la educación debería ser educar para una vida feliz. Esto implica, entre otras cosas: permitir al individuo conocerse, disfrutarse1, cultivar su espíritu, tener una buena conciencia, una actitud alegre, y practicar un cuidado de sí. Se trata de tener un cuerpo sano, lograr un adecuado equilibrio emocional y un mejor relacionamiento con los demás, así como ser capaz de solucionar sus problemas en la medida que se le presenten. Además, si bien esta concepción tiene una fuerte perspectiva filosófica, también es coherente y afín a los fines generales de la educación que se consideran a nivel nacional e institucional (y por lo tanto, también políticos): La educación (...) debe contribuir a comprender el mundo, sus posibilidades y sus dificultades, debe permitir la incorporación crítica de las personas a la vida cotidiana, en el tiempo y en el espacio en que les ha tocado vivir. (MEC, 2005:7) La educación, en este sentido, favorece una auto comprensión y una visión crítica del mundo, propiciando la autonomía y soberanía de sí, así como una actitud reflexiva y contemplativa. En un mundo globalizado donde se tiende a un habitus capitalista, a un sujeto alienado (de los demás y de sí), a un 1 “To enjoy one’s self” (Schopenhauer, 2013:51) 1 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica sometimiento cultural, donde el surgimiento de una subjetividad neoliberal y consumista2 (que propicia la auto explotación de los sujetos) amenaza el bienestar y el equilibrio con uno mismo y para con el mundo, se hace fundamental la existencia de una educación para ser. Lo que nos va a importar, es lo que el sujeto es, lo que a decir de Schopenhauer comprende “la salud, la fuerza, la belleza, el temperamento, el carácter moral, la inteligencia y su desarrollo” (Schopenhauer, 2013:40). La felicidad debe provenir del propio ser, puesto que si esta depende de uno mismo, de la propia personalidad, la misma no será rehén de las causas exteriores sobre las cuales no existe control absoluto. Un desafío que se le presenta a los educadores, está ligado a la dificultad de rescatar la individualidad, el ser del otro y lo que este posee en sí mismo, con las limitaciones de una educación masificada como la que tiene nuestro sistema educativo formal. Más allá de esta preocupación, más asociada a las dificultades institucionales, es importante resaltar que educación no es lo mismo que escolarización, puesto que la educación trasciende los límites de la escuela. Teniendo en cuenta la perspectiva de vida buena que plantea Schopenhauer, las preguntas que nos hacemos son: ¿cómo educar para una vida feliz? ¿Cómo educar para el cultivo del ser? 2 Sobre este tema, ver “La educación de la nueva subjetividad neoliberal” de Díez Gutiérrez (2015) 2 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica “La finalidad de la educación es permitir al hombre ser él mismo, «devenirse»” (Faure et al, 1973:38). Esta afirmación es central para entender por qué educamos. No se trata de educar al otro para que sea un ciudadano ejemplar, un buen profesional, una figura pública, una persona de renombre, un sujeto productivo, o cualesquiera sean las expectativas que el mundo adulto tiene respecto a los educandos. Se trata de darle al educando las herramientas necesarias para que desarrolle sus propias potencialidades. No es recomendable formar a un ser humano para el cumplimiento de un rol determinado, o de las exigencias de la sociedad del hoy. Esto es porque el mundo en el que su vida se desarrollará, aún no lo conocemos. Será un mundo que él mismo ayudará a construir a través de sus propias experiencias, por lo cual es fundamental que sea capaz de entenderlo y actuar en consecuencia. La intención será formar un sujeto capaz de pensar por sí mismo y de adaptarse al mundo que se le presenta, y en la medida de que sea posible y necesario, transformarlo. El acceso a una vida buena sin dudas se corresponde con el tener una buena calidad de vida y la existencia de un abanico de necesidades básicas (y no tan básicas) satisfechas, lo cual implica un cierto nivel de dependencia hacia los bienes físicos y externos. De todas maneras, en sintonía con el pensamiento de Schopenhauer coincidimos en colocar el énfasis en la necesidad de buscar la felicidad y el bienestar en uno mismo, más allá de las condiciones económicas y sociales del sujeto. 3 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica Ahora bien, hemos establecido cuáles consideramos deberían ser los fines de la educación, sin embargo son válidas las palabras de Dewey: Y bueno es recordar que la educación como tal no tiene fines. Sólo las personas, los padres y los maestros, etc., tienen fines, no una idea abstracta como la educación. (Dewey, 1971:119) No hay que perder de vista que, más allá de que la educación (en un sentido escolarizado) está enmarcada por distintos lineamientos institucionales, normativos y estructurales, finalmente el que define los fines de la educación, en el momento de enseñanza-aprendizaje, es el educador. Es decir, si entendemos la educación como un conjunto de acciones orientadas, e influencias ejercidas voluntariamente por un ser humano sobre otro (o un grupo de personas sobre otro grupo de personas) (Mialaret, 1985:23, Hubert, 1990:4), podemos decir que la intención de las mismas parte del educador hacia el educando, y que sus intenciones van alineadas a sus propios objetivos. La educación que recibirá el educando será diferente si el educador tiene por finalidad que sus estudiantes aprendan tales o cuales contenidos, si tiene por objetivo que sus estudiantes pasen de año, si se propone que sus estudiantes saquen buenas notas, que sepan responder un determinado repertorio de preguntas, si quiere que sean buenos ciudadanos, o si quiere que sean felices. Claro está, muchos “fines educativos” (en su propuesta teórica) pueden perfectamente convivir entre sí, pero ¿qué pasa cuando son contradictorios? ¿qué ocurre cuando hay que priorizar contenidos en función al 4 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica tiempo disponible para educar? Está claro que prevalecerán aquellos objetivos que el educador establece, y por ende, su definición es fundamental. Hay que dejar en claro que, en virtud de educar para una vida buena, la formación del educador, la perspectiva que éste tenga de la educación y en definitiva, aquellas cosas que considere fundamentales en la vida, serán determinantes. En virtud de ello, consideramos de suma importancia el estudio de la filosofía en la formación docente, y la existencia de una autonomía real en el ejercicio profesional, que le permita al educador llevar adelante su trabajo con decisiones fundamentadas, a conciencia y con objetivos claros. Retomando a Schopenhauer, y para entrar de lleno al análisis de su obra, el autor realiza la siguiente división de los bienes de la vida humana: lo que uno es, lo que uno tiene y lo que uno representa. En virtud de comprender la importancia de educar para lo que somos, debemos también comprender, por contraposición, qué influencia tienen en la educación las posesiones y la imagen personal. El autor sintetiza de la siguiente manera lo que para él significa la felicidad: primero, la alegría del ánimo y el temperamento feliz; segundo, la salud del cuerpo, que está en estrecha relación con el primero; tercero, la tranquilidad del espíritu; y cuarto, los bienes externos en una medida muy reducida (Schopenhauer, 2000:28). En resumen, proponemos, a partir del aporte teórico de Arthur Schopenhauer, una educación que privilegie el enriquecimiento del ser, el cuidado y conocimiento de sí. Esto es en contraposición a una educación que 5 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica tenga como principal cometido el obtener una (pre) determinada posición social, cultural, productiva y económica, cuyas expectativas pueden conllevar invariablemente a un “fracaso”, evidenciado en desilusiones y dolor. A decir del autor, la sabiduría de la vida como doctrina debería enseñar a vivir lo más felizmente posible (ídem, p.25), y es ese también el objetivo que se plantea este trabajo. De lo que uno es Según Schopenhauer, una existencia feliz es tal cuando, vista objetivamente, “es decididamente preferible al no ser” (Schopenhauer, 2000:90), es decir, que uno quiere la existencia por ella misma y no por miedo a la muerte. El “ser” (o no ser) es por lo tanto, el concepto fundamental dentro de este pensamiento. Lo que uno es, en sí mismo, es lo que contribuye más a la felicidad, porque nuestra individualidad nos acompaña en todo tiempo y lugar, nuestro carácter tiñe todos los acontecimientos de la vida (Schopenhauer 2013:51). Por eso, es fundamental quererse, cuidarse, disfrutarse, porque es con uno mismo con quien debemos vivir toda la vida. Schopenhauer deja en claro que, más allá de las múltiples características de una persona, aquella que denota más su felicidad es el humor jovial y la alegría, siendo esta la única cosa que nos brinda felicidad de modo inmediato (Ídem, pp. 52-53). Destaca la importancia de la actitud, del temperamento, de la disposición personal hacia el buen humor. Esta buena disposición hacia la vida, no solamente redunda en un beneficio personal, sino que genera en las 6 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica personas que nos rodean un sentimiento de optimismo, el buen humor se transmite y puede generarse en otros, por lo cual también es beneficioso a nivel social e interpersonal. Sobre esto también va a decir: “no hay nada que tenga una recompensa más segura que la alegría, porque en ella la recompensa y la acción son la misma cosa”3 (Schopenhauer, 2000:48). Esta cuestión nos recuerda al concepto de “cuidado de sí” utilizado en la Antigüedad para referirse al ocuparse de sí, a reconvertir la mirada desde el mundo exterior hacia uno mismo (Foucault, 1987:35). Hay una preocupación por lo que sucede en el interior del sujeto, por cuidar su alma y su salud. Es fundamental tener presente que, en función de enseñar a sus estudiantes la importancia del cuidado de sí, el maestro debe en primera instancia practicarlo en sí mismo. Luego, debe conocer la forma (tal como lo hizo Sócrates) en que sus estudiantes se ocupan de sí mismos, y ayudarlos en ese camino de realización y cultivo del ser, de corrección de los errores, de aprendizaje. A decir de Foucault: “no existe preocupación por uno mismo sin la presencia de un maestro” (Ídem, p.49). El maestro debe ocuparse de que su discípulo se ocupe de sí, y debe servir de modelo para este. Puede surgir el entendido de que, ocuparse de sí mismo constituye una actitud egoísta. Sin embargo, la forma en que uno se percibe repercute en cómo el sujeto se relaciona consigo mismo y con el entorno. Uno de los casos particulares del ocuparse de sí mismo es el conocimiento de sí (Ídem, p.33), y 3 En cursiva en el original 7 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica para conocerse a sí mismo es necesario también la existencia de un cierto nivel de compromiso con el contexto, con el entorno social, afectivo, con el estado de las cosas. Reconvertir la mirada hacia sí mismo no implica un estado de alienación, sino de concientización respecto a la propia existencia y todo cuanto esta implica. Este nivel de entendimiento también incluye cuestionar verdades absolutas y poner en duda lo que se da por hecho, en definitiva pensar por sí mismo y tener sus propias ideas. Esto debe ser sin lugar a dudas piedra angular en la educación, educar para formar sujetos pensantes, conscientes de sí mismos, que quieran entender el mundo y en consecuencia transformarlo en uno mejor. Pero, ¿cómo van a pensar en un mundo mejor, si no pensaron antes en estar mejor ellos mismos? En las cosas que los afectan, que trascienden su existencia y los atraviesan. Es a través del cuidado de sí que uno puede, luego, cuidar a los demás. Una persona vacía de ideas, de pensamientos, no tiene nada para dar, y no puede ser motor de cambio. Respecto a este último asunto, vale la pena acudir a las enseñanzas de Mahatma Gandhi: We but mirror the world. All the tendencies present in the outer world are to be found in the world of our body. If we could change ourselves, the tendencies in the world would also change. As a man changes his own nature, so does the attitude of the world change 8 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica towards him. This is the divine mystery supreme. A wonderful thing it is and the source of our happiness. We need not wait to see what others do. (Gandhi, 1999:241)4 Además, respecto a las consecuencias que tienen en los demás la búsqueda propia de la felicidad, es pertinente agregar que Schopenhauer coloca dos restricciones a la misma: no poseer una mentalidad estoica y no tener un aire de maquiavelismo. Es decir, que según el autor el camino de la renuncia y la austeridad no es adecuado debido a la lucha de voluntades entre los seres humanos, y por el otro lado tampoco sería correcto alcanzar la felicidad a costa de la de otros. La felicidad debería situarse en un lugar entre estos dos extremos (Schopenhauer, 2000: 26). Schopenhauer le da un lugar privilegiado a la salud como fuente de felicidad, y lo demuestra enfáticamente: “las nueve décimas partes de nuestra felicidad se fundan en la salud” (Schopenhauer, 2013:55). Valora el cuidado del cuerpo, a través del ejercicio físico y la salud, la necesidad de estar en movimiento y evitar los excesos y vicios. No vale la pena arriesgar la salud a costa de ninguna otra cosa, como ser riqueza, estudios, gloria. Además, agrega que la alegre disposición del ánimo depende del estado de salud (Ídem). En esta perspectiva, el educador debería buscar la manera de concientizar respecto a la importancia de la educación física, de cuidar el 4 “Somos el reflejo del mundo. Todas las tendencias existentes en el mundo exterior pueden hallarse en el mundo de nuestro cuerpo. Si nos cambiamos a nosotros mismos, las tendencias del mundo tambièn cambiarían. Mientras el hombre cambia su propia naturaleza, cambiará a su vez la actitud del mundo hacia él. Este es el divino y supremo misterio. Es algo maravillosa, y es la fuente de nuestra felicidad. No necesitamos esperar a ver lo que hacen los demás” (Gandhi, 1999:241)(traducción propia) 9 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica cuerpo, de hacer ejercicio con regularidad, de no caer en vicios, de una buena y sana alimentación (cuestión fundamental y poco abordada en las escuelas), entre otras cosas. Además, establecer una conexión fuerte entre el buen estado del cuerpo y el buen estado de la mente, como dos elementos inseparables del ser. Toda realidad se compone de dos partes, sujeto y objeto. Dependiendo de la relación entre ambos, la realidad será distinta. Ante una idéntica situación-objeto, el sujeto puede tomar distintas posturas, perspectivas, modos de ver al objeto, lo cual va a resultar en una realidad mejor o peor. En ocasiones el sujeto no puede cambiar aquello que lo rodea, no está en su poder hacerlo, por lo tanto debe cambiar él mismo para poder a su vez hacer de la realidad el mejor escenario posible para su propio bienestar. Para lograr esto, será necesario tener un determinado entendimiento del mundo y de su situación. Un elemento que hay que considerar es que realmente no todo lo que compone al sujeto está bajo su control absoluto. Como el psicoanálisis ha demostrado, el inconsciente se caracteriza por estar oculto, por ser difícil de acceder y tener leyes propias, por formar parte de lo incontrolable, lo impredecible. No hay total transparencia en la mente, y esto puede resultar crucial a la hora de hallar la felicidad en uno mismo, puesto que el entendimiento y el conocimiento de sí nunca será total. Esto mismo aplica para la educación, dado que aquello que el educador enseña, no es necesariamente 10 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica lo mismo que el educando aprende. Al tener presente esta salvedad, el individuo (tanto el docente como el estudiante) estará más preparado para las reacciones y resultados distintos a los esperados. Dos enemigos de la felicidad humana, dice Schopenhauer, son el dolor y el tedio, y nuestra vida representa una oscilación entre ambas. En efecto, exteriormente la necesidad y la privación engendran el dolor; en cambio el bienestar y la abundancia hacen brotar el tedio. Por eso vemos a la clase baja del pueblo en lucha incesante contra la necesidad, y por consiguiente, contra el dolor; y a la clase rica y elevada, empeñada en una lucha permanente y a veces desesperada contra el tedio. (Ídem, p.59) Es por esto que Schopenhauer caracteriza el ocio como producto del tedio, y por tanto le coloca una carga negativa. “El hombre vulgar sólo se preocupa de pasar el tiempo; el hombre de talento de aprovecharlo” 5 (Ídem, p.62). Tal afirmación es verdadera en el siguiente sentido: el sujeto que busca estar siempre “pasando el tiempo”, siempre haciendo algo para entretener su mente, no está dedicando tiempo a estar consigo mismo, a la reflexión y la contemplación de la vida, sino que más bien está buscando una distracción de ella. Esto, llevado a cierto nivel, es un obstáculo en el camino del ocuparse de sí que describimos anteriormente, y podría llevar a la alienación. Sin embargo, hay que tener precaución respecto al hecho de que debemos estar siempre “aprovechando” el tiempo, pues puede confundirse con la noción de rendimiento. Es decir, enmarcado en la sociedad del rendimiento 5 En cursiva en el original 11 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica donde el sujeto-empresa se encuentra en una constante situación de autoexplotación, donde su tiempo debe ser utilizado de forma productiva. Entendemos que, en el marco de esta nueva forma de concebir el sujeto neoliberal6, ya ni siquiera el tiempo libre pasa a ser un momento de cuidado y disfrute de sí, momento para la sana recreación y la reflexión. Esto se debe a que en el tiempo fuera del trabajo formal, si el sujeto no se encuentra realizando actividades asociadas a la producción (horas extras, multitasking, multi empleo, capacitación laboral, educación formal o no formal), posiblemente esté realizando actividades asociadas al consumo masivo e irreflexivo de bienes y servicios, lo cual no es más que otra forma de explotación disfrazada de indicadores de “ascenso social”. Es decir, hay que tener en cuenta a qué se refiere Schopenhauer cuando habla de tiempo de ocio y de aprovechamiento del tiempo. En realidad, el autor busca fomentar en los individuos la actividad, el emprendedurismo, y el aprendizaje continuo (Schopenhauer, 2000:65). El incentivo de estas tres cosas, también es de relevancia para el educador, puesto que es a través el esfuerzo y el trabajo (manual e intelectual) que el educando verá resueltas sus necesidades, y se sentirá satisfecho por sus logros. Algo importante a tener en cuenta es la cuestión del emprendedurismo, es decir, que las actividades que realice y las metas que se proponga sean producto de sus propios deseos y reflexiones. Es importante motivar al educando de ser dueño de sus propias 6 Para profundizar en este tema, ver “La educación de la nueva subjetividad neoliberal” (2008) de Díez Gutiérrez y “La sociedad del cansancio”(2012) de Byung - Chul Han 12 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica experiencias, ya que éstas sólo tendrán valor y significados para sí, acorde a su propia percepción. Respecto a la actividad, Schopenhauer también refiere a ella en el sentido de actividad física, de ejercicio del cuerpo, ya que como hemos expresado, le otorga gran importancia al cuidado de sí y al mantener un buen estado de salud. El trabajo con el cuerpo y la movilidad será relevante. Schopenhauer demuestra su característico pesimismo cuando nos habla de las causas exteriores de la felicidad. Todo aquello que no nos pertenece está destinado a desaparecer, son causas equívocas e inciertas. Según él, en el mundo no hay mucho que ganar ya que está repleto de miseria y dolor, y para aquellos que los esquivan, caen en el tedio. La perversidad gobierna, la tontería domina, y el destino es cruel (Schopenhauer, 2013:65). Con este panorama, parecería imposible ser optimista y creer en que la felicidad puede existir para todos, sin embargo, tampoco es ese el deseo de Schopenhauer. Como hace referencia en varias oportunidades, la clave no es confiar en las bondades del mundo y aspirar al placer, sino entender cómo este funciona y en consecuencia, evitar el dolor. Esta perspectiva promete ser más alcanzable, puesto que el dolor que nos causan las cosas exteriores depende (en cierta medida) de la importancia que le demos. En tanto esto esté bajo nuestro dominio, también lo estará el dolor. Si bien en los hechos no se pueden controlar las cosas que nos causan dolor y angustia, sí podemos cambiar nuestra percepción de ellas. 13 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica El ser con una inteligencia superior, a decir del autor, tenderá hacia la soledad. Esto es porque “cuanto más posee en sí mismo, un hombre, menos necesidad tienen del mundo exterior y menos útiles le pueden ser los demás” (idem, p.61). Además, afirma que el “hombre normal” limita los placeres de la vida a la riqueza, la posición, la familia, los amigos, la sociedad. Cuando en eso se funda la felicidad de su vida, se desmorona cuando pierde esas cosas o experimenta decepciones (idem p.73). Respecto a este último asunto, podríamos hacer algunas observaciones. La vida social del individuo no es en sí misma negativa, ni debería él tender hacia la soledad. Tampoco es reprochable que las personas encuentren felicidad en aquellos que lo rodean. Lo importante, no es prescindir de todo bien exterior sino ser consciente de que el bienestar y el equilibro mental no lo encontraremos en otros. Es decir, que si uno no está bien consigo mismo, nada a su alrededor lo estará, ni tampoco encontrará bienestar en quienes lo rodean. La familia y amigos, nutren nuestra vida y le agregan valor, en tanto nos hagan bien y lo consideremos así. Esta reflexión es relevante porque puede ocurrir, por ejemplo, que un joven se encuentre mal influenciado por un grupo de individuos, y que no logre cortar con esa relación porque cree que el pertenecer a ese grupo le dará felicidad, probablemente en función de la noción de estatus social que considere válida. Una buena educación debería ayudarlo a darse cuenta cuando se encuentra en una relación social perjudicial, que va en contra de sus propios valores y del cuidado de sí, y en consecuencia entender que 14 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica debería alejarse. Se trata de educar para que el sujeto le dé valor a aquello que le hace bien, y sólo dar lugar a ello en su vida. Por todo esto, es claro que ningún extremo es bueno (incluso Schopenhauer advierte en contra de los excesos), por lo cual mientras no es necesario convertirse en un filósofo solitario para ser feliz, tampoco es necesario tener validación social para sentirse bien. Se trata de hilar un poco más fino en las personas y bienes que elegimos para que nos acompañen en la vida, y cuidar aquello que nos hace bien y eleva nuestro espíritu. Schopenhauer menciona como una de sus reglas para una vida feliz, la importancia de reflexionar a fondo antes de tomar una decisión, pero que luego de haberla tomado, si esa decisión trajera consecuencias negativas o no saliera como fue esperado, la persona no debe angustiarse sino que debe desprenderse del asunto y tener la tranquilidad de que en su momento el asunto fue ponderado exhaustivamente. Debe convencerse de que si las cosas salieron mal, se debe a que todo está expuesto al error y al azar (Schopenhauer, 2000:46). Esto es interesante porque se trata de no castigar el error, sino premiar o reafirmar la importancia del esfuerzo, del camino de reflexión que llevó a las decisiones tomadas. Esto es de gran relevancia para el ámbito educativo, ya que existen muchas prácticas actuales que, contrario a lo que Schopenhauer recomienda, premian el éxito y castigan la falla en los estudiantes (por ejemplo el mecanismo de repetición, o ciertos métodos de evaluación). Esto trae emparejado infelicidad, angustia, el antecedente para 15 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica que en el futuro, cuando las cosas salgan mal se debe sufrir y atormentarse, además de generar así una predisposición al fracaso (con sus correspondientes consecuencias psicológicas). En contraposición a ello, la educación debería centrar su atención al proceso de aprendizaje como un todo, no desde una perspectiva resultadista. De lo que uno tiene Consideramos que a menudo se asocia el deseo de tener un mayor nivel educativo con el de tener un mejor salario a futuro, es decir, la educación como inversión en capital humano. La perspectiva del futuro suele ser tener una vida cómoda, rodeada de bienes y con el acceso a una amplia variedad de servicios. El consumismo termina siendo una piedra angular y el tener más resulta el principal atractivo. ¿Cuál es el problema de esta perspectiva? En primer lugar, el consumismo está diseñado para que la saciedad nunca sea absoluta; siempre va a hacer falta algo, siempre habrá algo que comprar o que tener. Por otro lado, la educación no puede prometer un trabajo bien remunerado, ni la ausencia de problemas financieros. La educación en todo caso permite entrar al juego de “igualdad de oportunidades” (lo cual es discutible), pero en definitiva no todos llegan a cumplir con sus objetivos de grandeza económica, o de un estilo de vida cómodo. Generalmente, el origen social y de clase, es más determinante que el nivel educativo7. 7 Al respecto, ver el trabajo de Pierre Bourdieu sobre capital cultural. 16 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica Como explicamos en el apartado anterior, las riquezas son un bien exterior, no dependen de nosotros y por ende así como se obtienen también se pierden. Respecto a la vanidad de las cosas, Schopenhauer cita a Epícteto: 8 “commovent homines non res, sed de rebus opiniones” . El autor acude también a Epicuro, cuando divide las necesidades del ser humano en tres clases: en primer lugar, las necesidades naturales y necesarias, que de no ser satisfechas causan dolor, como ser el abrigo y el alimento. En segundo lugar, las naturales y no necesarias, como la necesidad sexual. En tercer lugar, las que no son ni naturales ni necesarias, las de lujo y abundancia, cuyo número es infinito (Schopenhauer, 2013:81). Respecto a esta última categoría, la infinitud de bienes es relevante porque si el individuo codicia bienes incesantemente, nunca saciará esa necesidad y se sentirá desgraciado. Sin embargo , “la ausencia de bienes a los cuales nunca un hombre ha pensado en aspirar no puede privarle de ningún modo” (idem p.82), es decir, que si uno se propone vivir un estilo de vida minimalista o frugal, donde obtener mayor número de bienes no es el objetivo, la falta de ellos no será un problema y no le ocasionará dolor. Esta es una noción que debería transmitirse a los más jóvenes, para que el poseer una gran riqueza no sea un objetivo que guíe su vida y sus decisiones, a sabiendas de que están colocando todas sus aspiraciones y construyendo el significado de su vida en base a algo que eventualmente ocasionará infelicidad. Aprender a 8 “Conmueven a los hombres no las cosas, sino sus apreciaciones sobre las cosas” (Epicteto en Schopenhauer 2013:55) 17 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica valorar lo que se tiene, y a vivir de forma más simple es la forma más realista de ser feliz. Si bien uno puede encontrar satisfacción en los bienes materiales, no habría que atribuírsele demasiado valor puesto que los bienes físicos son fácilmente desechables, se rompen, se pierden, o simplemente pasan a ser obsoletos y pierden el valor que otrora tenían. Claro está, cuando decimos que no hay que darle demasiado valor a los bienes materiales, nos referimos a aquellos que entran en la tercer categoría descrita por Schopenhauer. Lamentablemente, en un mundo donde la desigualdad económica es de una envergadura tal que un porcentaje de la población no puede acceder a bienes y servicios fundamentales para ver satisfechos sus derechos más elementales, la despreocupación por lo material es un privilegio. Consideramos que en el mundo actual, la primera categoría de bienes “naturales y necesarios” es mucho más amplia que tan sólo alimento y abrigo. Las personas deben ver satisfechas otras necesidades, la salud, la vivienda, la educación, el ocio, declarados entre tantos otros como Derechos Humanos por la UNESCO (1948). Más allá de que Schopenhauer desaconseja priorizar los bienes materiales, nos dice también que es natural amar o codiciar aquello que parecería ser la felicidad materializada frente a nuestros ojos, ya que obtenerlo nos permite aprehender ese objeto de deseo y ver satisfecha esa necesidad, aunque sea por un momento (Schopenhauer, 2013:83). La posesión de bienes materiales es una forma instantánea y real de cumplir un deseo, y eso tiene su 18 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica atractivo. También explica el atractivo del dinero, ya que con este se pueden satisfacer múltiples necesidades materiales de distinta índole (idem). Sin embargo, más allá del placer de la posesión, el autor habla de la relación entre las posesiones y las pretensiones. Nos dice que la infelicidad no la causa la falta de un bien material per sé, sino nuestras pretensiones de poseerlo. Una persona puede poseer pocos objetos y ser feliz, y otra persona que posee cien veces más que la primera ser infeliz porque desea un único objeto que no pudo aún obtener. Las pretensiones, a su vez, están directamente asociadas al horizonte de posibilidades que tenga una persona. Es decir, que hay muchos bienes materiales que no nos inquietan, porque nunca estuvo entre nuestras posibilidades obtenerlo, cuanto mayor es el horizonte, más nos va a inquietar la posesión. Por esto Schopenhauer dice que “la riqueza es como el agua del mar, cuanto más se beba más sed se tendrá” (Schopenhauer, 2000:38). Es interesante la reflexión de Schopenhauer respecto al ahorro (Schopenhauer, 2013:84). Nos dice que, cuando el sujeto logra ser productivo y ganar dinero, debería guardar parte de su ganancia y transformarlo en capital para cuando su productividad se vea reducida. Esto, llevado a la actualidad, es una clara referencia a la importancia de la seguridad social y de la previsión, lo cual también va en contra a la idea de consumismo irreflexivo a la que hemos hecho mención, donde los bienes materiales dan una sensación inmediata de ascenso social (por ejemplo, comprar un celular de última generación) pero que 19 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica no evidencian una mejora real en la calidad de vida, como sería invertir en una mejor educación, vivienda, alimentación, etc. La educación debe dejar un lugar para este tipo de enseñanzas, respecto a la importancia de asegurar el propio futuro y de tener fondos de emergencia ante cualquier eventualidad, además de poseer un capital que le permita al sujeto llevar adelante sus proyectos. Para esto, debe cambiar la forma en que percibimos nuestra propia economía y el uso que se le da al dinero. Nuevamente, se trata de una de las tantas cuestiones a tener en cuenta si se tiene por objetivo que el estudiante tenga un entendimiento más amplio y consciente del mundo que lo rodea. Según Schopenhauer, un sujeto es verdaderamente libre cuando tiene independencia total, es decir cuando su capital le permite tener una renta que lo libre de trabajar, por lo que puede cada mañana decir “la jornada es mía” (idem, p.87). Es verdad que la libertad absoluta no nos define, y que en general somos víctimas de opresión, del yugo de las clases dominantes, de la criminalidad, y sin dudas, de las propias necesidades materiales que determinan nuestro pasar. Además, de que nuestra libertad está limitada, en tanto debe llevarse a cabo con responsabilidad moral y con respeto por la libertad ajena. Sin embargo, la libertad pasa por otros carriles más allá de la independencia económica, y hay otras formas de poder decir “la jornada es mía”. Puede ser alcanzada de forma mucho más realista que lo que propone Schopenhauer, porque puede partir de nuestra propia voluntad, del ser mismo. Esto se debe a que, más allá de todo lo que la define, la libertad es, en 20 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica definitiva, un estado del ser, un sentimiento, y será distinto para cada individuo. Nos sirven de ejemplo las palabras de Nina Simone: “i’ll tell you what freedom is to me: no fear”9. Schopenhauer agrega que los amigos y la familia no se poseen, sino que “uno es poseído por ellos”, que el propietario debe ser también propiedad del otro (idem, p.90). Esto es interesante, porque va asociado con el concepto de libertad que mencionamos anteriormente. Respetar la libertad ajena, y el derecho de cada uno de decidir sobre su propia vida, también es, per sé, practicar la libertad. Tan sólo de esta manera, viviendo en completa sintonía con la propia filosofía de vida, se puede ser realmente feliz. También aplica a la educación, ya que si el maestro pretende que sus estudiantes comprendan la importancia de la libertad, debe en primer lugar practicarla él mismo y demostrarla en sus acciones, por lo cual, reiteramos, es de suma importancia la autonomía del docente. De lo que uno representa La representación según Schopenhauer consiste en la opinión que se tiene del sujeto, y se divide en tres: honor, categoría (posición) y gloria (idem, p.41). En otro texto, se refiere al honor en sí mismo como “la opinión que tienen los demás acerca de nosotros” (Schopenhauer, 2004:33). Nos dice que el ser humano obtiene una gran satisfacción cuando escucha una opinión favorable 9 “Te diré lo que es la libertad para mi: no tener miedo” (traduccion propia) 21 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica suya ante los demás, y a su vez cómo se disgusta cuando sucede al contrario (Schopenhauer, 2013:91). La opinión que otros tienen del sujeto, no existen para él mismo sino que existen, precisamente, para los otros, puesto que existe en la conciencia de ellos. Cada cual vive en su propio cuerpo, no en la mente de los demás, por lo cual lo que realmente importa y a lo que hay que darle valor, es a lo que el sujeto es, no en las construcciones ajenas. Respecto a la opinión de los otros, no se le puede atribuir mucho valor puesto que los pensamientos son fútiles y superficiales (ídem, p.93), además dice que “por ser un mero pensamiento en cabezas ajenas, no puede tener valor por sí misma” (Schopenhauer, 2004:33). En todo caso, la opinión puede tener valor relativo solamente en tanto puede determinar las acciones del resto de las personas hacia uno (idem, p.34, Schopenhauer, 2013:107). Este valor, si bien relativo, no deja de tener importancia, en tanto necesitamos el buen relacionamiento con los demás para nuestro propio bienestar. Sin embargo, es importante entender que la opinión ajena se basa en nuestra naturaleza aparente, no la verdadera (Schopenhauer, 2004:35). Uno podría pensar que si nos dejara de importar lo que los demás piensan, las personas haríamos cosas consideradas incorrectas sin temor de un castigo o reproche. Sin embargo, es necesario recalcar que la ética y la moral no deberían pasar por el terreno de la opinión. Uno debe ser fiel a su conciencia, a lo que considera correcto, a obrar de acuerdo a una determinada 22 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica concepción del bien y el mal. En cuanto la propia moral empieza a ser fácilmente influenciable por la opinión, la integridad del espíritu corre riesgos de corromperse. Es importante actuar en base a la reflexión, a la razón, y al respeto por los otros. Según Schopenhauer, el mundo no es más que la representación que uno tiene de él, es decir, que existe en relación con otro ser (él mismo) (Schopenhauer, 2016:51). Así como se afirma que “el mundo es mi representación”, también se puede afirmar que “el mundo es mi voluntad” (idem, p.52). Conclusiones Schopenhauer nos dice que los jóvenes creen que el mundo existe para ser disfrutado, y que desaciertan quienes no tienen la habilidad de buscar la felicidad (Schopenhauer, 2000:59). La obra de Schopenhauer nos ha mostrado, que esta creencia no es acertada. La vida está repleta de desengaños, de situaciones dolorosas, de lucha, es más fácil encontrar el dolor que la alegría. Ser feliz, implica un esfuerzo de voluntad, una conexión consigo mismo que no necesariamente ocurre naturalmente, ni puede definirse como algo que “se encuentra” sin más. Se trata de algo que debe ser aprendido y llevado a la práctica en todas las acciones, de forma coherente entre el sentir y el hacer. Es por esto que consideramos que el cuidado de sí, y la búsqueda de la felicidad en uno mismo, deben ser elementos centrales en la educación de los niños y jóvenes, ya que procurará otorgarles las herramientas necesarias para 23 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica encontrar paz y bienestar, en sí mismos y en relación con el mundo que los rodea. 24 Monografía “Sobre el buen vivir en Schopenhauer y una educación para ser” - María Victoria Mujica Referencias10 Byung-Chul, H. (2012) La sociedad del cansancio, Herder, Barcelona. Dewey, J. (1971) Democracia y educación, Losada, Buenos Aires. 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