AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Estrategias de afrontamiento de personas desmovilizadas de los Grupos Armados Organizados al Margen de la Ley en su proceso de reintegración a la vida civil en Colombia Cristian Ramírez Moreno, Estefany Montiel Reyes y María Fernanda Romero Estudiantes de sexto semestre de la facultad de Ciencias Humanas y Sociales, programa de psicología de la Universidad de San Buenaventura Bogotá, D.C., Mayo de 2017 AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Contenido Resumen, 3 Introducción, 4 Objetivos Objetivo general, 15 Objetivos específicos, 15 Categorías orientadoras, ejes de indagación y definiciones, 16 Método, 23 Tipo de estudio, 23 Muestra, 23 Instrumento, 23 Procedimiento, 23 Consideraciones éticas, 25 Mapeo, 26 Referencias, 27 AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Resumen Después de varias décadas de constante violencia marcada por la violación de los derechos humanos de la población colombiana, el conflicto armado está llegando a una resolución a través de los acuerdos de paz. Lo que da paso a un periodo de posconflicto que se caracteriza por la desmovilización de actores armados y su reinserción a la vida civil. Este proceso de reintegración representa un reto para los excombatientes debido que la exposición al conflicto constituye afectaciones físicas, emocionales y afectivas que tienen un impacto directo en su salud mental. Por esto, es importante conocer e identificar los recursos psicológicos, como las estrategias de afrontamiento, de los que se vale esta población en su proceso de integración a la vida civil. El presente estudio busca identificar las estrategias de utilizadas en el área familiar, educativa/laboral y social por excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil. Palabras clave: Afrontamiento, excombatientes, reinserción, posconflicto. Abstract After decades of constant violence characterized by the violation of the Colombian people’s rights, the armed conflict its coming to an end trough the peace agreements. This leads the country to a new period of post-conflict that revolves around the demobilization of armed actors and their reinsertion to the civil life. This process represents a challenge for the ex-combatants, considering the physical, emotional and affective repercussions that come with their participation in the conflict and have an effect on their mental health. That’s why it’s important to know and identify the psychological resources, like coping strategies, used by ex-combatants in their process of reintegration to the civil life. This study seeks to identify the coping strategies used by illegal ex-combatants in their familiar, educative/working and social context during their reinsertion to civil life. Keywords: Coping, ex-combatants, reinsertion, post-conflict. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Estrategias de afrontamiento en ex-combatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil El conflicto armado en Colombia es un fenómeno que debe ser considerado desde diferentes puntos de vista. Teóricamente, se puede decir que Colombia entró en un período de guerra civil en el año 1948, del cual nunca ha emergido por completo, durante el cual se han presentado una serie de factores que ha contribuido al conflicto, como lo fue la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –FARC-, cuya participación en él arremete principalmente en el tráfico de drogas y en hechos de violencia contra personas (Ospina, Marks y Ucko, 2016). El caso colombiano es atípico en el contexto internacional debido a que es uno de los pocos países en el que se ha desarrollado un plan de Desarme, Desmovilización y Reintegración – DDR- en medio de la violencia armada que ejercen grupos armados ilegales. Hasta agosto de 2006, el gobierno ejecutaba la política de reincorporación diseñada y coordinada por el Programa de Reincorporación a la Vida Civil –PRVC- del Ministerio del Interior y de Justicia, con el apoyo de la oficina del alto comisionado para la paz, esta política era de corto plazo y desarrollaba actividades de tipo asistencial y humanitaria para que las estrategias se adaptaran al constante incremento de la población desmovilizada y para preparar al país a la desmovilización total de los grupos armados ilegales y la consecuente construcción de estrategias para la consolidación de la paz, se crea a alta consejería para la reintegración (Consejo Nacional de Política Económica y Social, 2008). Entendiendo por reintegración el proceso a través del cual los desmovilizados adquieren un estatus civil y consiguen un empleo e ingreso económico de manera sostenible, y por reinserción la asistencia ofrecida a integrantes de grupos armados durante la desmovilización pero antes del proceso de reintegración (Consejo Nacional de Política Económica y Social, 2008). Transición a la vida civil Este conflicto ha llegado a considerarse como una crisis humanitaria que convierte a la población colombiana en víctima de diferentes actores estatales y no estatales, y a situaciones como desplazamientos forzados, masacres, asesinatos selectivos, minas, secuestros, atentados con explosivos, abusos sexuales, amenazas, confinamiento, detenciones arbitrarias y AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES desapariciones forzadas, teniendo estas efectos psicosociales en la vida de todas las personas que son partícipes de ellas de una u otra forma. Afectaciones a personas por conflicto armado De modo que en Colombia, este conflicto armado interno que ha evidenciado numerosos enfrentamientos militares de grupos legales e ilegales ha emergido en una compleja dinámica social, política, familiar y personal de quienes han participado de alguna manera de él (Médicos Sin Fronteras, 2013). Cambiar introducción a salud mental Sin embargo, antes de entender las afectaciones psicológicas de un conflicto armado en la salud mental de un pueblo, es necesario entender que la salud mental se considera uno de los pilares para el bienestar subjetivo, pues está asociada a la auto-eficacia percibida, la autonomía, la competencia y la auto-actualización del potencial intelectual y emocional propio (World Health Organization, 2001). Pese a ello, de acuerdo con Martín-Baró (1990), ésta concepción de salud mental estaría incompleta dado que este autor plantea que el bienestar individual está relacionado con la concepción del ser histórico que es cada persona, cuya existencia se elabora en la telaraña de las relaciones sociales. Esta definición de salud mental que posee una dimensión de las relaciones entre las personas y grupos, más que un estado individual, permite visualizar la importancia de conocer el impacto que pueden tener los acontecimientos que afectan sustancialmente las relaciones humanas, como lo son las guerras o conflictos armados (Martín-Baró, 1990). Dicho impacto debe ser entendido teniendo en cuenta la noción de que la guerra se traduce en un ambiente de mentira, desquiciado por la polarización social, en el cual no hay terreno para la racionalidad, donde la violencia llena los aspectos de la vida de tal forma que se llega a pensar que la violencia es la única solución al problema que ella misma genera (Friedrich Hacker, citado por Martín-Baró, 1990); tal deterioro en la convivencia social llega a tener repercusiones directas en la precipitación de numerosas crisis y trastornos personales, las cuales dependen de la clase social, el involucramiento en el conflicto y la temporalidad de las víctimas afectadas (Martín-Baró, 1990). AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES En primer lugar se encuentra la clase social, debido a que la guerra no afecta de la misma manera a los diversos sectores de una sociedad, es importante recalcar que los sectores mayormente afectados son los sectores más humildes de la sociedad, entre los que se encuentran los combatientes y los campesinos. La segunda diferenciación se hace a partir del involucramiento en el conflicto entre aquellos que han participado en los combates y aquellos que han sufrido la guerra como civiles; donde resulta mayormente afectado el soldado que está sometido a situaciones de tensión y peligro en el campo de batalla, así como también los problemas que enfrenta para readaptarse a la vida normal. De igual modo, la población civil está sometida a un sentimiento de vulnerabilidad, peligro, indefensión y terror que también representa amenazas a su salud mental, donde se encuentran como principales víctimas los grupos de desplazados. Finalmente, en lo que respecta a la temporalidad, encontramos los efectos que se pueden esperar a corto, mediano o largo plazo, pues en cuanto más larga sea la guerra, más profundos serán sus efectos. Ahora bien, teniendo en cuenta que el objetivo de este proyecto se sitúa en la fase después del conflicto y la manera en que es vivida por aquellos excombatientes de grupos al margen de la ley, es necesario hacer antes una introducción al concepto de posconflicto, el cual se entiende como la fase que viene después de la firma definitiva de los acuerdos de paz, en la que se supone se debe hacer una restauración de la sociedad en la que están incluida la desmovilización de actores armados y su reinserción a la vida civil, la seguridad ciudadana y el desarrollo de los acuerdos de paz (Gómez-Restrepo, 2003). Reinserción a la vida civil De acuerdo con lo planteado por Jiménez (2009), el posconflicto se distingue en dos situaciones: el posconflicto parcial y el posconflicto total, donde el primero, para las Fuerzas Militares, equivale al cese de su participación en las confrontaciones pero éstas siguen presentándose, mientras que en el segundo se da por terminado el conflicto bélico. Este tránsito hacia el posconflicto y búsqueda de la paz constituye la transformación de conflictos sociales violentos en conflictos no violentos, razón por la cual hay otros factores involucrados diferentes a los mencionados anteriormente, que se le suman debido a su importancia en el contexto actual, estos factores están agrupados como todos los efectos AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES intangibles de una cultura de violencia, como la desconfianza mutua que se creó a raíz del conflicto, los bajos niveles de tolerancia política y la desaparición parcial o total de liderazgos sociales a causa de la fuerza (Azpuru, 2007). Sin embargo, éstos son sólo algunos ejemplos de los impactos que un conflicto de la magnitud del que se vive en Colombia, podría tener, pero más específicamente, hay consecuencias psicosociales que deben ser tenidas en cuenta para entender la afectación en la salud mental que deja ésta tragedia. Antes que nada, vale la pena aclarar que los impactos psicosociales que puede tener un conflicto se miden en términos de la frecuencia y la calidad de exposición a los factores de riesgo que el mismo suscita y a los que la persona haya sido expuesta; existen cuatro tipos de factores de riesgo (Médicos Sin Fronteras, 2013). a.) Condiciones médicas, tales como enfermedades físicas altamente estigmatizantes u otras condiciones médicas graves, embarazos no deseados, antecedentes de trastorno psicológico o psiquiátrico; b.) Violencia, tales como violencia sexual al interior o fuera de la familia, situaciones de combate, encarcelación, secuestro o reclutamiento forzado por grupos armados, deportación, víctima de amenazas, víctima de trata de personas, desplazamiento forzado, marginalización, miembro de la familia asesinado o desaparecido, pérdida o destrucción de la propiedad; c.) Separación o pérdida, entre los que se encuentran los menores huérfanos o sin acompañamiento y la pérdida de ingresos familiares; d.) Desastres, bien sean naturales o accidentes. Por lo tanto, dependiendo del tipo de factores de riesgo y la cantidad de veces a las que una persona haya sido expuesta tendrá diversos impactos psicosociales. Entre los casos más frecuentes que ha encontrado Médicos Sin Fronteras (2013) en su labor en diversas zonas afectadas, podemos ver que las personas que han estado expuesto únicamente a un factor de riesgo suelen presentar problemas cognitivos, psicosomáticos o comportamentales, entre los que se encuentran fallas en la memoria, falta de concentración, agresividad, aislamiento social, dolores de cabeza, dolores de estómago, dificultad para dormir. Por otro lado, quienes han estado expuestos a dos o más situaciones de conflicto armado pueden llegar a presentar trastornos psicológicos, entre los que los más frecuentes son la depresión, asociada mayormente a los factores de separación o pérdida, la ansiedad, asociado con AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES mayor frecuencia a condiciones médicas, y síntomas de estrés postraumáticos, tales como flashbacks sobre lo ocurrido, miedo excesivo, fobias, sentimientos de amenaza, así como también evitación de personas, lugares, actividades o sucesos que recuerden el evento, reducción de la cohesión familiar, tristeza, desesperanza, culpa u odio a sí mismo, y comportamientos que expresan irritabilidad, ira, pensamientos que evidencian aislamiento, intrusión, reducción e incluso problemas sexuales como disfunción eréctil y disminución del deseo sexual, los cuales se experimentan más frecuentemente en personas que han estado expuestas a factores de riesgo asociados a la violencia (MSF, 2013). Todo lo anterior evidencia que un conflicto armado representa un riesgo para la salud mental tanto individual como colectiva a mediano y a largo plazo, generando afectaciones físicas, emocionales y afectivas (Rodríguez, De La Torre y Miranda 2002; Lira, 2010). Dicho riesgo en la salud, como se ha mencionado, tiene efectos en todas las personas que han sido partícipes de algún modo del conflicto, razón por la cual es necesario incluir a la población combatiente, quienes representan uno de los sectores con mayor exposición a factores de riesgo asociados a la violencia. Esto último se ve evidenciado en una investigación realizada por Arístizabal (2015), quien al entrevistar a 35 excombatientes que hacían parte de grupos armados ilegales que se han inscrito en el programa de la Agencia Colombiana para a Reintegración (ACR) en la ciudad de Barranquilla, y quienes ingresaron a tales grupos en condiciones de forzamiento, buscó entre los diferentes discursos los elementos comunes que pudieran estar relacionados a un trauma ocasionado por la violencia y los síntomas asociados a él, y encontró que en relación a los factores de riesgo o eventos que se identificaron como la causa del trauma se mostraron como los más comunes: los asesinatos, bien sea cometidos hacía sus familiares, conocidos o compañeros de fila, o cometidos por ellos mismos cunado se veían forzados a realizarlos; los combates, cuyos traumas están asociados a ruidos ensordecedores, falta de visibilizar al enemigo y técnicas atroces; y las minas antipersonas, entre los que se encontraban factores de exposición a daños corporales severos de sus compañeros y aturdimiento ante las mismas. Con base en dichas causas, los investigadores ahondaron en los síntomas que estas personas desarrollaron en relación al trauma, entre los que se encontraron la repetición de la experiencia traumática con pensamientos recurrentes e involuntarios, cadenas de pensamiento involuntarias AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES asociadas a su militancia en los grupos armados, sentimientos de imposibilidad de estar tranquilos, imposibilidad en conciliar el sueño, también imposibilidad en controlar la ira, la frustración y la irritabilidad, y actos asociados al retraimiento social (Aristizábal, 2015). Se mostrará ahora la teoría relacionada a las estrategias de afrontamiento, siguiendo el objetivo del estudio. De acuerdo con la teoría del estrés y afrontamiento desarrollada por Lazarus y Folkman (1984), antes de actuar frente a cualquier situación, se realizan dos evaluaciones cognitivas por parte de la persona; en la evaluación primaria se determina si la situación representa un riesgo o un beneficio potencial para ella, sus intereses o el bienestar de personas cercanas a ella; en la evaluación secundaria, la persona determina si es posible hacer algo para prevenir o minimizar las repercusiones negativas que representen los riesgos, o aumentar los beneficios que trae la situación. A partir de esta evaluación cognitiva, la persona puede identificar si la toma de acción es relevante para su bienestar, y si es así, de qué manera le podría afectar. Una vez la persona ha hecho la evaluación cognitiva se da el afrontamiento, definido como esfuerzos de tipo cognitivo o conductual realizados por un individuo con el fin hacer frente a una situación que le genere estrés debido a que las demandas que exige son percibidas como muy altas, estando por encima de los recursos que el individuo posee; estos esfuerzos cambian constantemente y están determinados tanto por factores asociados a la persona como al contexto. (Lazarus y Folkman, 1986). Lo anterior da lugar a que exista una vasta cantidad de estrategias de afrontamiento, las cuales han sido clasificadas en distintos tipos por varios autores; sin embargo, no se ha llegado a un acuerdo en cuanto a esta clasificación Folkman, Lazarus, Dunkel, DeLongi y Gruen (1986). En esta investigación se empleará la categorización realizada por Tobin, Holroyd, Reynolds, Kigal (1989), desde la cual se identifican tres niveles, donde permiten ubicar las diferentes estrategias de afrontamiento. En el nivel más general se encuentran las estrategias orientadas a la evitación o a la aproximación. Las estrategias de evitación muestran un intento consciente de alejarse de la fuente del problema, generalmente los individuos la utilizan cuando la situación es considerada incontrolable, los recursos para enfrentarse a ella son limitados, no se dispone de tiempo AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES suficiente o hay pocas probabilidades de lograr una aproximación efectiva, esta estrategia es la más desadaptativa en situaciones de estrés, ya que un método de afrontamiento incorrecto y pasivo puede aumentar la intensidad de la respuesta de estrés percibida y provocar repercusiones negativas en el aspecto emocional y en el rendimiento (Martínez, Inglés y Piqueras, 2011). Por otro lado se encuentran las estrategias de aproximación, que tienen como objetivo mejorar la compresión o el control de la situación estresante o en su defecto mejorar los recursos para enfrentarse a ella, este tipo de estrategia suele utilizarse cuando la situación se considera controlable, se tiene el tiempo suficiente para resolverla y la persona muestra confianza con sus capacidades para enfrentarse a la misma (Márquez, 2005). En el segundo nivel se encuentran las estrategias centradas a la emoción o al problema, estas se dividen a partir de la clasificación anterior, por tanto se encuentran: estrategias de aproximación focalizadas al problema o focalizadas a la emoción, y estrategias de evitación focalizadas al problema o focalizadas a la emoción (Tobin, 1984). a.) Estrategias de aproximación focalizadas al problema, implican técnicas cognitivas y conductuales para cambiar la situación o los significados de la situación para el individuo, estos mecanismos se centran principalmente en la situación estresante en sí; b.) Estrategias de aproximación focalizadas a la emoción, en esta se refleja una comunicación abierta de los sentimientos del individuo a los demás y una mayor participación social, especialmente con familiares y amigos, estos esfuerzos de afrontamiento se centran en la reacción emocional del individuo a la situación estresante; c.) Estrategias de evitación focalizadas al problema, estas reflejan negación, evasión e incapacidad a mirar la situación de forma diferente, los individuos que muestran este tipo de afrontamiento, utilizan estrategias cognitivas y conductuales para evitar la situación estresante; d.) Estrategias de evitación focalizadas a la emoción, implica el cierre del individuo a sus propios sentimientos y a los sentimientos de las demás personas, además se relaciona el criticarse o culparse a sí mismo por lo sucedido o por la situación que él atraviesa. Por último en el tercer nivel se encuentra, a.) Resolución de problemas y b.) Reestructuración cognitiva que hacen parte de las estrategias de aproximación focalizadas al problema, c.) Expresión de emociones y d.) Apoyo social que se encuentran en las estrategias de aproximación focalizadas a la emoción, e.) Evitación de problemas y f.) Pensamiento fantasioso, que hacen AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES parte de las estrategias de evitación focalizadas al problema, g.) Auto-criticismo y h.) Aislamiento social que hacen parte de las estrategias de evitación focalizadas a la emoción (Tobin, 1984). a.) Resolución de problemas, se entiende por solución a una respuesta de afrontamiento que es eficaz en alterar una situación problemática y/o reacciones personales de los individuos ante la misma, de modo que ya no es percibida como un problema, y al mismo tiempo maximiza otros beneficios y minimiza los costos, por tanto se entiende por resolución de problemas un proceso cognitivo-afectivo-conductual mediante el cual una persona intenta identificar una solución o respuesta de afrontamiento eficaz para un problema particular (Bados y García, 2014). Se puede distinguir dos tipos de personas para las que puede ser útil la técnica de resolución de problemas, una son aquellas que normalmente se manejan bien, pero no lo están haciendo así en el momento presente debido a la situación por la que están pasando, y otras son aquellas personas que tienen pocos recursos para desenvolverse. Además se han distinguido dos componentes en el proceso de resolución de problemas, por un lado el de orientación o actitud hacia los problemas, que refleja una actitud general hacia ellos, y por otro lado el de habilidades básicas de resolución de problemas, en el cual primero se define y formula el problema y segundo se generan soluciones alternativas, se toman decisiones, se aplica la solución y se comprueba su utilidad (Bados y García, 2014). b.) Reestructuración cognitiva, supone el uso de estrategias cognitivas que alteran el significado de la situación estresante, de forma que resulta menos molesta o preocupante (Felipe y León del Barco, 2010). Otra definición de este concepto es que consiste en que el individuo identifique y cuestione sus pensamientos desadaptativos, de modo que queden sustituidos por otros más apropiados y se reduzca o elimine así la perturbación emocional y/o conductual causada por los primeros (Bados y García, 2010). El modelo cognitivo en que se basa la reestructuración ha sido denominado modelo A-B-C, siendo “A” una situación, suceso o experiencia activadora de la vida, por ejemplo ser criticado por una persona muy querida o fracasar en una tarea importante; “B” se refiere a las cogniciones apropiadas o inapropiadas del individuo acerca de “A”, estas cogniciones pueden ser conscientes o no, la palabra cognición hace referencia tanto al contenido de ella –productos cognitivos, AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES supuestos, creencias nucleares- como a los procesos cognitivos –percepción, atención, memoria, razonamiento e interpretación-, los supuestos y las creencias que tiene una persona facilitan la ocurrencia de ciertos sesgos y errores en el procesamiento de la información tales como atención selectiva, memoria selectiva, sobregeneralización o pensamiento dicotómico; y por ultimo “C” que se refiere a las consecuencias emocionales, conductuales y físicas de “B”, por ejemplo sentir miedo, temblar y salir corriendo al interpretar de modo amenazante la aparición de un perro que se aproxima ladrando. En el modelo A-B-C las cogniciones siempre preceden a la emoción, sin embargo, la emoción puede existir por unos momentos sin cogniciones previas, de todos modos, se piensa que las cogniciones son necesarias para el mantenimiento de la emoción (Bados y García, 2010). c.) Expresión de emociones, la utilización de esta estrategia permite al individuo reducir el impacto negativo que genera el estrés, ya que requiere de un trabajo de introspección que facilita la reflexión y el procesamiento de las emociones (Kennedy-Moore, Eileen., Watson, Jeanne 2001). De igual manera, la expresión las emociones tiene un efecto en sus relaciones interpersonales, permitiendo que estas se adapten en función de lo que sienten los individuos, además de promover el apoyo emocional por parte de otras personas (Laura Carstensen, citada por Snyder y Lopez, 2002). d.) Apoyo social, se estima que esta estrategia se valora como la más importante, ya que la percepción del apoyo social con la que el individuo cree contar, puede hacer una situación que inicialmente era amenazadora resulte menos problemática, en este sentido el apoyo social juega un papel importante en el proceso del afrontamiento, siendo capaz de mantener las emociones bajo control, de manera que el apoyo social percibido va a actuar mediando los posibles efectos dañinos que para la salud pudiera proporcionar el encontrarse prolongadamente en una situación estresante (Riquelme, Buendía y Rodríguez, 1993). Las estrategias de búsqueda de apoyo social incluyen: el apoyo instrumental –médicos-, el apoyo social y emocional -amigos y familiares-, y el apoyo espiritual (Espada y Grau, 2012). e.) Evitación de problemas, en este tipo de estrategias el individuo tiende a desconectarse mentalmente del problema, lo que implica un esfuerzo por desengancharse o estar lejos de la situación estresante o de un entorno que no es contingente con las necesidades y metas de la persona. El resistirse a aceptar lo ocurrido, el uso de alcohol y drogas para olvidar el problema, AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES son formas de afrontamiento de evitación que siendo desadaptativas a largo plazo, son frecuentes en el momento mismo de lo ocurrido y sirven para minimizar la respuesta afectiva en el momento de una situación estresante, además de esto los individuos también pueden mostrar un distanciamiento a través del volcamiento en el trabajo para olvidarse de todo (Campos, Iraurgui, Páez y Velasco, 2004). f.) Pensamiento fantasioso, esta estrategia está relacionada con la negación, puesto que pretende disminuir los sentimientos negativos reemplazándolos por fantasías, lo que conlleva a distraer al individuo de los pensamientos, pero aumenta la aflicción psicosocial, disminuye la percepción de la calidad de vida y la aflicción psicológica, este afrontamiento se da a partir de un distanciamiento cognitivo y afectivo de la realidad que implica la construcción de una nueva realidad presente o futura que concuerde con las expectativas y valores del individuo (Ventura, 2004). g.) Auto-criticismo, es un factor frecuente entre las personas que reportan altos niveles de estrés, esta estrategia de afrontamiento es un rasgo de la personalidad asociado a numerosas conductas desadaptativas; las características motivacionales, cognitivas e interpersonales de la autocrítica interactúan dinámicamente con los factores ambientales para aumentar y mantener una vulnerabilidad a la psicopatología en los individuos que usan esta estrategia. Se ha encontrado que ante un evento estresante, los rasgos desadaptativos de la autocrítica se asocian con la sintomatología depresiva (Crăciun, 2013). h.) Aislamiento social, se refiere al conjunto de respuestas orientadas a aislarse del entorno social, a ocultar sus sentimientos y protegerse evitando contacto con otros o prevenirse de que otros sepan sobre la situación estresante o sus efectos emocionales (Espada y Grau, 2012). Las estrategias mencionadas anteriormente son utilizadas por los individuos en diferentes aspectos de su vida durante su proceso de reintegración, aspectos que son categorizados por la Agencia Colombiana para la Reintegración (2014) como dimensiones, a partir de las cuales se busca explicar la constitución de la integralidad del sujeto, así como considerar las dificultades que se puedan presentar al ejercer su ciudadanía. Por motivos de conveniencia y aplicabilidad en este proyecto de investigación, se rescataron las siguientes cinco de las ocho dimensiones propuestas por la Agencia Colombiana para la Reintegración: AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES a) La dimensión personal incluye aspectos relacionados al bienestar y la calidad de vida del individuo, desde los cuales se incluyen las prácticas que tenga para mantener su salud física, emocional y mental; y su relación con la sociedad a partir de sus círculos e interacciones interpersonales e intergrupales. En esta dimensión se deben considerar las posibles limitaciones que suponga su entorno social, económico y cultural, ya que estos aspectos están fuertemente ligados a la salud mental del individuo e influencian su capacidad para trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. b) La dimensión productiva abarca todas aquellas condiciones básicas necesarias para alcanzar un nivel de vida adecuado que permitan garantizar el cumplimiento del derecho a la dignidad humana. Condiciones que incluyen la capacidad para la toma de decisiones y el ejercicio de sus libertades que le permitan a la persona desmovilizada adquirir una nueva identidad como ciudadano colombiano que le brinde la oportunidad de trabajar en la legalidad y de disfrutar de su libertad y sus derechos económicos sociales y culturales. Se considera que esta dimensión también se compone de capacidades que le permitan superar situaciones de vulnerabilidad que dificultan su inserción exitosa mediante la generación de ingresos para su sostenimiento y el de su familia. c) La dimensión familiar se enfoca en el rol que cumple el individuo en la construcción o reconstrucción de sus vínculos familiares, teniendo en cuenta cómo se da la convivencia familiar y cuál es su rol dentro en el cumplimiento de las responsabilidades que ésta supone. Todo esto partiendo de que este vínculo es vital importancia en su desarrollo humano, y que la familia del individuo es considerada como un entorno protector en su proceso de reintegración. d) La dimensión educativa es entendida como el rol activo que tiene el individuo en cuanto a su integración a un proceso educativo en función de su proyecto de vida, siendo esta una estrategia que le permita obtener las herramientas necesarias para ser un ciudadano productivo, funcional y participativo en su comunidad. e) La dimensión ciudadana hace referencia al proceso a partir del cual el individuo desarrolla capacidades que faciliten y promuevan el cumplimiento de su rol como ciudadano AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES reconocido a nivel social y jurídico, desde el cual sean respetados sus derechos y deberes como miembro de una comunidad. En resumen, el conflicto armado en Colombia es un hecho de tal magnitud que llega a afectar muchos aspectos, representando un riesgo para la salud mental tanto individual como colectiva a mediano y a largo plazo, generando afectaciones físicas, emocionales y afectivas (Rodríguez, De La Torre y Miranda 2002; Lira, 2010). Dicho riesgo en la salud, como se ha mencionado, tiene efectos en todas las personas que han sido partícipes de algún modo del conflicto, razón por la cual es necesario incluir también a la población combatiente, quienes representan uno de los sectores con mayor exposición o dada su alta frecuencia de exposición a factores de riesgo asociados a la violencia. A partir de lo mencionado, cabe destacar que la base de este estudio radica en que el conflicto armado en Colombia, el cual es responsable del 19,1% de las muertes violentas, convirtiendo así a Colombia en el cuarto país del mundo con más muertes de este tipo, es una crisis humanitaria que expone a las personas que participan de él a diferentes situaciones que perjudican su salud mental con síntomas que aparecen o se incrementan durante y después de dicho conflicto y generan efectos psicosociales en las vidas de todos sus partícipes, pero que varían en función de la calidad y cantidad de exposición dicha población a los factores de riesgo asociados al conflicto (MSF, 2013; MSF, 2015; Rodríguez, De La Torre y Miranda, 2002). En el caso de la población excombatiente, se pueden identificar impactos psicosociales asociados a síntomas de estrés postraumático, desarrollados a raíz de su interacción con la violencia, los cuales podrían entrar en interacción en su proceso de reintegración a la vida civil, pues se ha planteado que retornar a la vida cotidiana podría ser una fuente de problemas serios, dada la relevancia de adaptarse a una nueva vida en sociedad bajo un contexto diferente, donde debe responder a las expectativas y demandas de su comunidad (Naciones Unidas, 2007). Por tanto, se considera de vital importancia para esta población conocer e identificar los recursos psicológicos con que cuenta en su proceso de reintegración, como lo son las estrategias de afrontamiento, lo que se suma al hecho de que constituye un fenómeno que ha sido poco evaluado hasta ahora en Colombia (Hewitt, et. al, 2016). Es por todo lo expuesto anteriormente que en el presente estudio se buscará responder la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las estrategias de afrontamiento en AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil? Objetivos Objetivo general Identificar las estrategias de afrontamiento en excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en su proceso de reintegración a la vida civil. Objetivos específicos Identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas por excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en el área familiar. Identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas por excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en el área educativa/laboral. Identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas por excombatientes de grupos ilegales del conflicto armado en Colombia en el área social. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Categorías orientadoras y ejes de indagación matriz y definiciones. Figura 1. Categorías orientadoras Afrontamiento en la Ejes de indagación dimensión productiva. Se entiende como la manera en que la persona problemáticas que enfrenta puedan aquellas afectar sus condiciones básicas necesarias para alcanzar un nivel de vida adecuado y garantizar el cumplimiento del derecho a la dignidad humana, tomando como base las capacidades que le permitan a la persona en proceso de reintegración superar situaciones de vulnerabilidad que dificultan su inserción exitosa mediante la generación de ingresos para su sostenimiento y el de su familia. Afrontamiento ciudadana. S en la dimensión AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Método Tipo de estudio Se realizó un estudio de corte transversal con metodología cualitativa en el que se empleó la teoría fundamentada, puesto que este método permite crear teorías fundamentadas en los datos obtenidos de manera sistemática y analizados en el proceso de investigación y no necesariamente basadas en los conceptos de otras realidades diferentes a las de los desmovilizados en el conflicto de Colombia (Strauss y Corbin, 2002), además se llevó a cabo un método fenomenológico, debido a que este estudia los fenómenos o experiencias tal como se presentan y la manera en que se vive por las personas a las que le suceden (Heidegger citado por Trejo, 2012). Se realizó un proceso de interpretación de los datos a partir de las verbalizaciones del sujeto entrevistado con el fin de identificar las estrategias de afrontamiento presentes en su proceso de reintegración a la vida civil en sus diferentes dimensiones. Muestra El estudio se realizó en un desmovilizado, que hace parte de la agencia para la reintegración. El individuo en su momento de reinserción y reintegración se encontró en acompañamiento psicológico, además se determinó que no estuviera involucrado actualmente en ninguna actividad delictiva. La recolección de datos se realizó a partir de un muestreo de caso típico, que se utiliza cuando la persona o grupo al que se va a investigar pueda representar a la comunidad total (Muñiz, 2012). La participación del individuo fue voluntaria y se le aclaró que cualquier pregunta que no quisiera responder estaba en su derecho de no hacerlo. Instrumento Se diseñó una guía de entrevista semiestructurada con 75 preguntas abiertas dirigidas a su afrontamiento en la dimensión Familiar, Educativa/Productiva, Ciudadana y Personal. Además de esto se hizo uso de grabadoras para la obtención de la información, todo lo anterior bajo el consentimiento del sujeto. Procedimiento Fase de construcción del instrumento: AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Se realizó una guía de entrevista en la cual se abordó el tema teniendo en cuenta las categorías orientadoras, ejes de indagación y definiciones de conceptos. Fase de acercamiento a los participantes: En esta fase los investigadores tuvieron el primer acercamiento con el participante, se le expusieron los objetivos de la investigación y se aclaró que no se buscaba información de su vida como combatiente sino como desmovilizado. Se le presentó al individuo el consentimiento informado donde se le explicaba el procedimiento que se llevó a cabo, los riesgos y la libertad que este tenía de retirarse en cualquier momento de la investigación, además de esto se le aseguró que su identidad sería confidencial. Fase de aplicación de la entrevista: Se realizó la aplicación del instrumento, esto se hizo en compañía de la pareja del individuo pues fue una condición para realizar la entrevista. Fase de análisis de los resultados: Se hizo el análisis de los datos a través del software ATLAS.ti versión 7.5, generando tres niveles de codificación -abierta, axial y selectiva-. Fase de generación de informe: Se realizó el informe final en el cual se mostraron los resultados obtenidos a través del software mencionado anteriormente, además de esto se hizo la interpretación de los mismos. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES RESULTADOS En respuesta al objetivo general de la investigación, el hallazgo central fue que las estrategias de afrontamiento identificadas en la persona desmovilizada están dirigidas principalmente a aproximarse al problema, teniendo así pocas estrategias de evitación del mismo; y a evitar la emoción, utilizando pocas estrategias de aproximación a la emoción (véase figura 1). A continuación se describirán entonces las estrategias de afrontamiento identificadas. Figura 1. Estrategias de afrontamiento. ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO Figura 2. Estrategias de afrontamiento de aproximación focalizada al problema. En primer lugar, se encuentran las estrategias de aproximación dirigidas al problema, buscando la resolución de los mismos y la reestructuración cognitiva. En el primer caso, se pudo evidenciar la voluntad de actuar en pro de resolver el problema en situaciones como realizar actividades que busquen el bienestar de la comunidad, al pertenecer a la defensa civil, organizar AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES actividades de recreación en la comunidad, tomar cursos de primeros auxilios o participar en labores como la siembra de árboles, siendo todas ellas una fuente de satisfacción para la persona, pues como lo expresa: “es como una forma de pagar lo que uno hizo, ayudando a las personas que de verdad lo necesiten”. En segundo lugar, otra de las estrategias que se presentó con mayor frecuencia fue la agresividad para expresar inconformidad, la que se utilizó en situaciones como: discusiones con su jefe, en las que se sentía humillado por su trato y a pesar de no agredirlo física y directamente, arrojó de manera violenta su implemento de trabajo; otra de ellas fue una disputa con un policía quien lo señaló por su condición de desmovilizado haciendo un comentario ofensivo, ante lo cual la persona respondió violentamente; ahora, dadas las características que tienen en común estas situaciones, vale la pena resaltar que resultaba aversivo para la persona que las figuras de autoridad que lo rodean le exigieran cosas, y más si ésta exigencia se hacía señalando su condición de desmovilizado. Un aspecto muy relevante de ésta estrategia es que el participante destacó que hacía uso de la misma únicamente durante la primera fase de la reintegración, es decir, en el proceso inicial de su reinserción, pero pasados los años y acercándose a la finalización de su proceso de reintegración, ha dejado de usar ésta técnica, reemplazándola por una evitación voluntaria de las situaciones que puedan desembocar en una discusión, alejándose del problema hasta que su emoción se haya disipado. Por otro lado, pese a las limitaciones que el medio y su condición de desmovilizado representaban en el ámbito laboral, el participante mostraba una disposición positiva para trabajar, manteniendo así perseverancia en la conducta de buscar oportunidades laborales, lo que se evidenció en la expresión: “hay que trabajar en lo que salga”. Adicionalmente, se identificó una resolución efectiva de los problemas al cumplir con las obligaciones asignadas por la Agencia Colombiana para la Reintegración buscando las mejores alternativas, horarios y espacios para conseguirlo. Y del mismo modo, cuando estas obligaciones correspondían a actividades grupales, el participante mostró liderazgo en el grupo, monitoreando a los demás desmovilizados y buscando actividades. También es importante destacar que esta estrategia supuso una restructuración cognitiva, ya que el participante llegó a ser líder al interior grupo a pesar de que en un principio le costaban mucho las tareas que implicaran socialización, cambiando la visión que tenía del problema. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Figura 3. Estrategias de afrontamiento de evitación focalizadas al problema. En congruencia con el hallazgo central de que el participante tiene un afrontamiento dirigido a aproximarse a sus problemas para solucionarlos, se puede ver en la figura 3 que son muy pocas las ocasiones en las que usa estrategias de afrontamiento para alejarse del mismo. En primera instancia, evitar prestar atención al estímulo que le genera miedo solo fue utilizada frente a estímulos aversivos relacionados a su salud, como la aplicación de inyecciones y tratamientos quirúrgicos que representen una experiencia dolorosa, lo que lo lleva a alejarse del tratamiento médico prefiriendo así seguir con sus aflicciones físicas sin ser tratadas. Si bien son pocas las estrategias empleadas para evitar el problema, se identificó que alejarse de posibles discusiones sin resolverlas fue una estrategia utilizada con bastante frecuencia y en diferentes dimensiones: En las discusiones familiares la persona desmovilizada expresó: “no hablamos, esperamos hasta que se nos pase el malgenio para volver a hablar”; lo mismo ocurre en el contexto laboral, en donde reporta que al sentir enojo: “me voy y no le pongo cuidado a nada”; e igualmente en la dimensión educativa ante la presencia de posibles discusiones prefiere dejar a la persona discutiendo sola y alejarse de la situación. Es necesario mencionar que ésta estrategia fue la que reemplazó a la agresividad para expresar inconformidad. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Figura 4. Estrategias de afrontamiento de evitación focalizada a la emoción. Ahora bien, la figura 4 muestra las estrategias de afrontamiento utilizadas para evitar la emoción suscitada por un problema. Por un lado, se identificó aislamiento social en situaciones donde no usaba sus redes de apoyo, como la atención médica para sí mismo o para su familia, a menos de que fuese estrictamente necesario; también al evitar la búsqueda de apoyo social, considerando que cada persona debe “ir por su lado” y “cada quien debe resolver sus propios problemas”, así como también la baja iniciativa para pedir ayuda a sus amistades, transmitir sus problemas y socializar, pues describió que su círculo de amistad es muy reducido y de poca cercanía. Es preciso señalar que las anteriores estrategias se podrían dar como resultado de querer mantener un perfil bajo y mentir con el fin de ocultar su condición de desmovilizado en la comunidad, lo que está expresado en frases como: “toca siempre mantener el perfil bajo porque usted se pone a decir no, es que yo era de tal lado o yo era de tal lado, usted no sabe quién está andando al pie suyo”, o “así sea el más amigo, uno nunca debe contarle de donde viene uno”. Por otro lado, se encuentran las estrategias enmarcadas en la categoría de aceptación resignada, que no estaba contemplada en el marco teórico precedente, sino que emergió con el fin de caracterizar aquellas situaciones en las que se presenta una evitación cognitiva que conlleva a la aceptación resignada de la situación problemática, sin cambiar el significado que tiene la misma para la persona. El uso de ésta estrategia se identificó en situaciones como la baja iniciativa para pedir ayuda del Gobierno, ya que sus expectativas de obtener un resultado positivo de ello son muy bajas por las experiencias que ha tenido; cumplir con actividades impuestas por la Agencia AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Colombiana para la Reintegración, dentro de las cuales se encontraban actividades académicas y de socialización entre desmovilizados y civiles. Inicialmente, éstas fueron llevadas a cabo por obligación y con dificultad debido a que no le gustaban: en las actividades académicas, porque los horarios se cruzaban con los de su trabajo, y en las de socialización, porque requerían tener contacto con la comunidad, lo que representaba un problema, evidenciado en la expresión: “lo más difícil fue darle la cara a la comunidad”. Adicionalmente, se identificó resignación a las oportunidades y condiciones laborales, dado que por su condición de desmovilizado, la persona tenía opciones limitadas, los trabajos requerían de actividades en las que no tenía experiencia y tenía problemas con sus figuras de autoridad. Por último, se encuentra la estrategia de resignarse a las condiciones económicas difíciles y a aceptar que no hay un fácil acceso a una mejoría en estas condiciones para sí y para su familia. Figura 5. Estrategias de afrontamiento de aproximación focalizada a la emoción. Llegados a este punto, sólo falta describir las pocas estrategias identificadas que se focalizaban en aproximarse a la emoción, donde se encuentra el apoyo social, que se identificó en dos situaciones: la búsqueda de nuevas relaciones en las reuniones de las actividades de la ACR y la búsqueda de apoyo del Gobierno, cuando consideraba que se podrían obtener beneficios de ello. DIMENSIONES Con el fin de dar respuesta a los objetivos específicos, se hará una descripción de las estrategias de afrontamiento encontradas en cada una de las dimensiones evaluadas. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Figura 6. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión productiva. En primer lugar, se encentra la dimensión productiva descrita en la figura 6, donde se puede observar que el afrontamiento empleado principalmente está dirigido a evitar la emoción y el problema, al alejarse de las discusiones, mantener oculta su condición, con una alta disposición para trabajar y aceptar condiciones laborales. Debido a la alta frecuencia con que se dieron estas citas, se puede decir que en los contextos laborales, el participante tiende a resolver los problemas evitando la emoción que ellos suscitan. Figura 7. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión familiar En la dimensión familiar lo que prevalece es evitar afrontar el problema y la emoción negativa que el mismo genera, pues como se mencionó con anterioridad, en las discusiones familiares se evita el diálogo y la confrontación. Sin embargo, también se presentan situaciones en las que el participante hace consciente a su familia de las condiciones difíciles buscando un cambio en la percepción que se tiene del problema. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Figura 8. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión educativa En el ámbito educativo se presentan situaciones en las que el participante se aproxima a solucionar el problema y desarrolla estrategias para evitar la emoción generada por el mismo. Un ejemplo de ello fue lograr cumplir con las labores asignadas por la ACR, pasando por alto las emociones negativas que le generaban estas actividades debido a que no eran de su interés. Figura 9. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión personal En la figura 9 se pueden apreciar tres tipos de afrontamiento, sin embargo, el que más se presentó fue el de evitación focalizado a la emoción con la categoría de aislamiento social, puesto que, aunque algunos de sus códigos también se presentaban en otras dimensiones, la personal obtuvo una frecuencia más alta que las demás en este afrontamiento. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Figura 10. Estrategias de afrontamiento empleadas en la dimensión ciudadana Finalmente, la figura 10 muestra que en la dimensión ciudadana se presentaron sólo tres tipos de afrontamiento, teniendo dos de aproximación y uno de evitación. La resolución del problema fue el afrontamiento que más utilizó, teniendo un papel activo en la construcción de su ciudadanía al participar en actividades voluntarias en pro de la comunidad y con un sentido de retribución a la misma, lo cual también conllevaba un beneficio personal ya que el participante reportó que al participar en ellas disminuía su estrés. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Consideraciones éticas Las consideraciones éticas de esta investigación se fundamentan en la ley 1090: Por la cual se reglamenta el ejercicio del psicólogo (2006), resaltando como fundamental para esta investigación los derechos, deberes y obligaciones del mismo, que determinarán la práctica profesional y estarán orientados a mantener y proteger la confidencialidad de los sujetos de estudio. Los participantes de la investigación firmarán un modelo de consentimiento informado en el cual serán informados del objetivo de la investigación, de su papel en ella, y de la protección de su identidad en todo momento durante el análisis de los datos, a parte se les informará que su participación en el estudio es voluntaria y por ende pueden retirarse del mismo en cualquier momento. Además de acuerdo a los principios establecidos en la Resolución No 008430 de 1993 del ministerio de salud, este estudio representa un riesgo mínimo para los participantes, debido a que no se hará una manipulación de la conducta de los participantes, ni se utilizarán medicamentos de ningún tipo. AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Mapeo 30 AFRONTAMIENTO EN EXCOMBATIENTES Referencias Agencia Colombiana para la Reintegración. (2014). Evolución del proceso de reintegración: fortaleza institucional basada en la experiencia y lecciones aprendidas. Bogotá. Aristizábal, E. (2015). 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