Subido por fermedinapasc

Trabajo Biología

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Trabajo Biología
Una proteína clave para la supervivencia y dispersión de los biofilms o
comunidades de bacterias ha sido identificada. Esto podría servir en campos
como la medicina, la veterinaria, la agricultura y la industria para favorecer la
expansión de las beneficiosas y controlar la diseminación de aquellas
patógenas.
Los biofilms son verdaderas ciudades de microbios en la que existe una división
del trabajo para poder subsistir. Y que se comportan como verdaderos
organismos multicelulares con una alta capacidad de adaptación y de
supervivencia. Según explicó Grau, cuando el biofilm crece demasiado en
tamaño, de manera similar a la de esas poblaciones urbanas que sufren
explosiones demográficas, comienzan a producirse fenómenos no deseados.
Por ejemplo, empiezan a escasear los alimentos.
Lo que descubrieron los investigadores es que, frente al estrés nutricional, para
evitar morir de hambre, las bacterias que componen el biofilm activan la
producción de una proteína que regula la dinámica de la población como si
fuera un gobierno totalitario: obliga a detener el crecimiento de esa comunidad
microbiana y promueve su consiguiente dispersión para que se asienten en
otras regiones.
Y precisa que las acciones de esa proteína, Sigma B, operan mediante un
regulador de genes llamado SinR.
El mecanismo podría explicar la tenaz resistencia de ciertas bacterias al embate
de los antibióticos, desinfectantes y antisépticos. Por ejemplo, en una infección
de las vías respiratorias altas, donde el patógeno se asentó como un biofilm, la
proteína Sigma B gatilla la dispersión “y el patógeno se dispersa a otras partes
del cuerpo para colonizar otros tejidos y órganos (como riñones o corazón), lo
que agrava el cuadro y pone en riesgo la vida del paciente”, explicó Grau.
Para llegar a ese resultado, Grau y su equipo realizaron experimentos con una
bacteria que se agrega en biofilms, Bacillus subtilis. En particular, observaron
que, en ciertas cepas deficientes en la formación de Sigma B, la comunidad
seguía aumentando de tamaño, pero no lograba dispersarse. Como un globo
inflado en exceso que se queda a punto de estallar, la película microbiana se
volvió más vulnerable que intimidante. Y resultó presa más fácil de los
desinfectantes y antimicrobiano.
Por otra parte, la activación de Sigma B podría ser una estrategia útil para
fomentar la dispersión y multiplicación de microorganismo probióticos o que
cumplan funciones beneficiosas en agricultura, como aquellas que mejoran la
capacidad de la planta para fijar minerales o luchar contra patógenos, destacó el
investigador.
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