EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Canto Nuevamente nos reunimos ante ti, Señor, y esta vez queremos poner en tus manos la vida de los jóvenes y el mundo que los rodea. Ellos son quienes nos renuevan con su entusiasmo y su alegría para enfrentar la vida. En ellos descubrimos la riqueza de la vida que Tú nos ofreces. Te pedimos que ilumines su caminar para que sepan discernir y optar por los valores del Evangelio, fuente de toda vida cristiana. Que con su jovialidad contagien el mundo de los adultos, y con su testimonio de generosidad y entrega sean ejemplo para los niños. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén. Después de un momento de silencio se puede rezar o cantar el himno al Espíritu Santo. Ven Espíritu Santo Creador, ven a visitar el corazón, y llena con tu gracia viva y eficaz nuestras almas, que tú creaste por amor. nuestro corazón enamorar, y nuestro cuerpo, frente a toda tentación, con tu fuerza constante habrás de reafirmar. Tú, a quien llaman el gran consolador, don del Dios altísimo y Señor, eres vertiente viva, fuego que es amor, de los dones del Padre, el dispensador. Aparta de nosotros la opresión tu paz danos pronto, sin tardar; y, siendo tú nuestra guía, nuestro conductor, evitemos así cualquier error o mal. Tú, Dios que plenamente te nos das dedo de la mano paternal eres Tú la promesa que el Padre nos dio; tu Palabra enriquece hoy nuestro cantar. Los sentidos tendrás que iluminar, Danos a nuestro Padre conocer a Jesús, el Hijo comprender, y a ti Dios que procedes de su mutuo amor te creamos con sólida y ardiente fe. Amén. Evangelio: Evangelio según San Mateo - Mt 5,13-16 «Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podrá recobrarlo? Ya no sirve para nada, sino solo para tirarla y para que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida sobre una montaña». «Tampoco se enciende una lámpara y se pone bajo un cajón, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo brille la luz de ustedes delante de los demás, para que, viendo sus buenas obras, den gloria al Padre que está en los cielos». Palabra del Señor. Cantando: “Tu Palabra me da vida…” Para la reflexión El animador lee esta reflexión dejando un momento de silencio entre cada párrafo. «La juventud es tiempo de grandes ideales. A mí me viene decir muchas veces que me da tristeza ver un joven jubilado. Qué importante es que ustedes los jóvenes vayan intuyendo que la verdadera felicidad pasa por la lucha de un país fraterno». «Felices los que saben ponerse en el lugar del otro, en los que tienen la capacidad de abrazar, de perdonar. Todos hemos alguna vez experimentado esto. Todos en algún momento nos hemos sentido perdonados, ¡qué lindo que es! Es como recobrar la vida, es tener una nueva oportunidad». «Y es bueno que ustedes los jóvenes vean que felicidad y placer no son sinónimos. Una cosa es la felicidad y el gozo y otra cosa es un placer pasajero. La felicidad construye, es sólida, edifica. La felicidad exige compromiso y entrega. Son muy valiosos para andar por la vida como anestesiados». «Y eso es lo que necesitamos de los jóvenes hoy: jóvenes con esperanza y jóvenes con fortaleza. No queremos jóvenes debiluchos, jóvenes que están “ahí no más”, ni sí ni no, no queremos jóvenes que se cansen rápido y que vivan cansados, con cara de aburridos. Queremos jóvenes fuertes, queremos jóvenes con esperanza y con fortaleza, ¿por qué? Porque conocen a Jesús, porque conocen a Dios, porque tienen un corazón libre». «La amistad es de los regalos más grandes que un joven puede tener y puede ofrecer. Es verdad. Qué difícil es vivir sin amigos. Fíjense si será de las cosas más hermosas que Jesús dice: «Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre». Uno de los secretos más grande del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús». «Busquen charlar, aprovechen a escuchar la vida, las historias, los cuentos de sus mayores y de sus abuelos, que hay sabiduría allí. Pierdan mucho tiempo en escuchar todo lo bueno que tienen para enseñarles». «¡Hagan lío! Pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen. Las dos cosas, ¿eh? Hagan lío y organícenlo bien. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios, a quien conocí, es mi fortaleza». (Palabras tomadas del discurso del Papa Francisco en el encuentro con representantes de la sociedad civil en el Estadio León Condou del colegio San José, Asunción, 11 de julio de 2015 y del encuentro con los jóvenes en la Costanera de Asunción, Paraguay, 12 de julio de 2015). Pidamos al Señor por todos los jóvenes, presente y futuro de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad. Que en esta importante etapa de sus vidas el Evangelio les vaya mostrando la enorme riqueza que significan sus vidas y les dé sabiduría para seguir el camino de Cristo con decisión y valentía. Oremos. Diciendo En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe. Pidamos al Señor para que todos los jóvenes tengan acceso a la posibilidad de estudiar y capacitarse para poner sus talentos al servicio del Reino y así puedan desplegar sus vidas en plenitud. Oremos. En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe. Pidamos al Señor para que los jóvenes encuentren en sus familias un lugar de acogida, de confianza y de apoyo en sus proyectos. Que sean respetuosos en el trato con sus padres y fraternos y serviciales con sus hermanos. Que el hogar sea la gran escuela donde aprendan y vivan los valores del Evangelio. Oremos. En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe. Pidamos al Señor para que la sociedad ofrezca a los jóvenes un lugar seguro donde puedan desarrollarse integralmente. Que desaparezcan los ambientes de esclavitud marcados por las drogas, el alcohol y los excesos. Que encuentren ambientes de amistad y de creatividad que los llene de esperanza y fuerzas para enfrentar sus vidas. Oremos. En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe. Pidamos al Señor para que la próxima visita del Papa Francisco sea un encuentro renovador para los jóvenes de Chile. Que podamos encontrarnos como país en un ambiente fraterno, colaborativo, del cual todos seamos parte. Que escuchemos su mensaje con un corazón abierto y atento. Y que podamos poner en práctica sus enseñanzas comprometiéndonos en la construcción de un país fraterno, unido y más cristiano. Oremos. En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe. El momento de adoración se puede extender el tiempo que se estime necesario a través del silencio. Canto ALMA DE CRISTO … LOS JÓVENES CONSTRUCTORES DE LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR ORACION: Todos: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes aquí reunidos te pedimos bendigas nuestra juventud; di de ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan vida. Queremos ser jóvenes nuevos. Estrenar nuestra vida recibida de ti y por ti hecha buena. Déjanos matar al joven viejo que vive en nosotros y que a nosotros se aferra. Déjanos enterrarlo muy hondo, bajo tierra, y que de Ti nazca en nosotros el joven nuevo. Danos un recto pensar y un actuar acorde. Queremos vivir en paz, con la conciencia limpia de mancha, aceptamos las penas, nada queremos hacer para evitarlas. Nos hiciste de lodo amasado con lágrimas divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el futuro. Aceptamos las penas... danos en cambio, fortaleza para vencerlas, danos una vida nueva cargada de amor y amistad. Concédenos ser tus amigos y amarte también en maestros amigos. Queremos sembrar cosas nuevas, pero danos también el consuelo de cosechar el futuro y gozar lo sembrado. Danos el ser felices con lo que somos, sin dejar nunca el intento de hoy, ser mejores que como fuimos el día de ayer. Déjanos sentirnos hijos tuyos, confiados entre tus brazos y recibir el sustento. Danos, Jesús, te lo pedimos, el sentimiento por ti, siempre llamados a vivir contentos nuestro destino y nuestra juventud, sabiendo que al final de nuestro camino te encontramos a ti con los brazos abiertos; danos paternal cariño. Amén «CANTO EUCARÍSTICO» (u otro apropiado) 1. JESUCRISTO: CAMINO, VERDAD Y VIDA LECTOR: En la vida hay tantas cosas que nos entristecen. Vivir es un enfrentarnos continuamente a aquello que nos causa pena, dolor y sufrimiento. TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor LECTOR: Algunos jóvenes luchan y vencen, otros se dejan llevar por la tristeza y viven sumidos en la oscuridad, están enfermos del alma. TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor LECTOR: Algunos jóvenes buscan la alegría desesperadamente en fuentes falsas que sólo producen falsa alegría, quisiera comprar alegría embotellada bajo prestigiosas etiquetas y sólo adquieren vacío. TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor LECTOR: El tener no remedia la soledad; los cachivaches no pueden sustituir la compañía humana; el consumismo que nos aqueja es el signo de una juventud que busca la alegría por caminos equivocados. TODOS: Danos juventud y alegría Señor Jesús LECTOR: La alegría no se puede fingir por mucho tiempo; es un estado, una actitud de vida permanente y responsable, una situación de ánimo; la alegría no se pierde ante la adversidad, sino que nos ayuda a superarla. TODOS: Danos juventud y alegría Señor Jesús LECTOR: Una alegría natural la encontramos en los niños, ellos no pueden estar mucho tiempo tristes a no ser que ya estén enfermos del alma. TODOS: Danos la alegría natural de los niños, Jesús. LECTOR: La alegría de los niños viene de la seguridad que les da el tener en quien confiar, viene de la capacidad de asombro ante un mundo que todavía no conocen. TODOS: Los jóvenes queremos confiar ciegamente en ti Jesús LECTOR: Esa alegría de los niños viene de que mantienen abierta la puerta de la fantasía, viene de su gozo y de su inmenso deseo de vivir. TODOS: Los jóvenes tenemos deseos de seguir viviendo a pesar de las adversidades, por eso queremos confiar ciegamente en ti Jesús LECTOR: Pero ante todo viven de la paz que existe en sus almas, ajenas todavía del conflicto que causa el actuar en contra de la conciencia Esa tan mencionada inocencia que los adultos lamentamos haber perdido, se llama paz interior. TODOS: Los jóvenes queremos encontrar paz y sentido a nuestra vidas por eso nos acercamos a ti Jesús, ya que sólo tu das sentido a nuestras vidas. LECTOR: Dios es la fuente de la alegría porque es la causa de la felicidad del hombre, sólo en Dios podremos encontrar una alegría auténtica y fe sobre la adversidad y los fracasos permanentes. TODOS: Los jóvenes queremos tener un encuentro real y definitivo con Cristo porque Él es, la causa de la felicidad del hombre. LECTOR: La prueba más real de Dios es la alegría del hombre, se ha manifestado a través de la historia, por medio de cada mártir y en cada auténtico cristiano que en momentos de tribulación y a la hora de la muerte respondieron sólo con una tierna y agradable sonrisa, esperando siempre en Dios, como único consuelo. TODOS. Danos valentía y fortaleza en las tribulaciones; que los jóvenes no perdamos de nuestra mente que tú eres nuestro único fin y que siempre nos esperas con los brazos abiertos por medio de la reconciliación, aunque nuestro pecado haya sido muy grande. LECTOR: Cuando Dios nos perdona volvemos a ser como niños recién nacidos, somos hombres nuevos. ¡Qué sensación de paz nos embarga cuando salimos del confesionario, nos sentimos libres, limpios y alegres! TODOS: Jesús concede a los jóvenes la valentía necesaria para que se acerquen al sacramento de la reconciliación y que hagamos el propósito firme de no volver a faltar nunca jamás. LECTOR: Después de confesarnos, de nosotros depende siempre, con la ayuda de Dios, el continuar viviendo esa alegría todo el tiempo que queramos, siempre y cuando no volvamos a entrar en guerra contra nuestra conciencia y contra la voluntad de Dios; esa es la alegría de los niños y de los que son como ellos, la alegría de los Santos que siempre es una participación del amor de Dios. TODOS: Los jóvenes queremos afirmar que únicamente Dios hace al hombre feliz, porque «sólo Dios basta» y proclamaremos a cuantos encontremos en nuestra vida y no nos cansaremos de ser camino de acogida, de fiesta y de amistad, para cuantos encontremos sentados en el aburrimiento y la soledad. (Se puede entonar un canto) 2. LOS JÓVENES CONSTRUYEN LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR: LECTURA Ef. 4, 1-22-32 Yo, «el prisionero de Cristo», les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido. Sean humildes, amables, comprensivos, y sopórtense unos a otros con amor. Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu." "Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, que actúa por todos y está en todos. Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de sus dones para cada uno. Pues se dijo: Subió a las alturas, llevó cautivos, y dio sus dones a los hombres. Subió. Se refiere al que antes había bajado con los muertos al mundo inferior." El mismo que bajó, subió después por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y ¿dónde están sus dones? Unos son apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros. Así prepara a los suyos para las obras del ministerio en vista a la construcción del cuerpo de Cristo; hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo. Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o viento de doctrina o cualquier invento de personas astutas, expertas en el arte de engañar. Estaremos en la verdad y el amor, e iremos creciendo cada vez más para alcanzar a aquel que es la cabeza, Cristo. El hace que el cuerpo crezca, con una red de articulaciones que le dan armonía y firmeza, tomando en cuenta y valorizando las capacidades de cada uno. Y así el cuerpo se va construyendo en el amor. Les digo, pues, y con insistencia les advierto en el Señor que no imiten a los paganos, que se mueven por cosas inútiles. Su inteligencia está en tinieblas; la ignorancia en que se quedan, así como su conciencia ciega, los mantienen muy lejos de la vida de Dios. Después de perder el sentido moral, se han dejado llevar por el libertinaje y buscan con avidez toda clase de inmoralidad. Pero ustedes no aprendieron así a Cristo, si es que de veras fueron enseñados y formados según él, sabiendo que la verdad está en Jesús. Se les pidió despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van destruyendo, pues así fue su conducta anterior," "y renovarse por el espíritu desde dentro. Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad. Por eso, no más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo, ya que todos somos parte del mismo cuerpo. Enójense, pero sin pecar; que el enojo no les dure hasta la puesta del sol, pues de otra manera se daría lugar al demonio. El que robaba, que ya no robe, sino que se fatigue trabajando con sus manos en algo útil y así tendrá algo que compartir con los necesitados. No salga de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a los oyentes. No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación. Arranquen de raíz de entre ustedes disgustos, arrebatos, enojos, gritos, ofensas y toda clase de maldad." "Más bien sean buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios los perdonó en Cristo." Palabra de Dios. LECTOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad nueva, en la que se respete la vida, protegiéndola desde su concepción hasta una muerte digna y humana. TODOS: Jesús necesitamos jóvenes dispuestos a respetar la vida; que digan no al aborto y que respeten a los ancianos. LECTOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad en la que se camine por rutas de valores y que declare que la felicidad es un derecho de la persona humana y está en el orden del ser, no del poder, ni del tener, ni del consumismo. TODOS: Jesús, necesitamos jóvenes que se cultiven con valores, que digan no al poder, al tener y al consumismo como único fin y única meta. LECTOR: Necesitamos una sociedad que rechace todo lenguaje de terrorismo, revancha y venganza, por eso le pedimos a Jesús... TODOS: Danos jóvenes que rechacen la cultura de la muerte y promuevan una cultura de vida y amor LECTOR: Necesitamos una sociedad nueva con jóvenes que no vivan en el mundo de la droga, del alcohol ni del sexo-objeto como caminos de felicidad, por eso le decimos a Jesús. TODOS: Danos jóvenes que digan no a las drogas y a los vicios, pidiéndote al mismo tiempo por aquellos jóvenes que de alguna manera han caído en las drogas y el alcoholismo, para que descubran que la verdadera libertad la das tú, Jesús. LECTOR: No podemos esperar que haya justicia y honestidad, si nosotros no empezamos a luchar por ejercer la justicia y a vivir como hombres honestos; por eso le decimos a Jesús... TODOS: Los jóvenes queremos un México mejor, por eso te pedimos nos ayudes para que desde ahora comencemos a ser más justos y honestos con todos los que nos rodean. LECTOR: México es un país que vive una espantosa crisis. Buscamos muchas razones y pretextos de esa crisis, pero la verdadera razón de la crisis es la falta de valores auténticos en todos los hombres que formamos la nación. TODOS: Los jóvenes no queremos estar como paralíticos ante esta situación, por eso le pedimos a Jesús que nos dé jóvenes comprometidos en los campos de la política, en los grupos juveniles, promoviendo siempre los valores auténticos en la sociedad que nos rodea. (Se puede entonar un canto). 3.- APÓSTOLES CON LA FUERZA DEL ESPÍRITU: 1. Sam. 18,32-33.37.40-51 Dijo David a Saúl: «Que nadie se acobarde por ese. Tu siervo irá a combatir con ese filisteo»: Dijo Saúl a David: «No puedes ir contra ese filisteo para luchar con él, porque tú eres un niño y él es un hombre de guerra desde su juventud». Añadió David: «Yahvé, que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de la mano de ese filisteo». Dijo Saúl a David: «Vete, y que Yahvé sea contigo». Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco piedras lisas y las puso en su zurrón de pastor, en su morral y con su honda en la mano se acercó al filisteo. El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su escudero. Volvió los ojos el filisteo y viendo a David, los despreció porque era un muchacho rubio y apuesto. Dijo el filisteo a David: «¿Acaso soy un perro, pues vienes contra mí con palos?» Y maldijo a David el filisteo por sus dioses, y dijo el filisteo a David: «Ven hacia mí y daré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo». Dijo David al filisteo: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero Yo voy contra ti en nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado. Hoy mismo te entregará Yahvé en mis manos, te mataré y te cortaré la cabeza y entregaré hoy mismo tu cadáver y los cadáveres del ejercito filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, y sabrá toda la tierra que hay Dios-para Israel. Y toda esta asamblea sabrá que no por la espada ni por la lanza salva Yahvé, porque de Yahvé es el combate y os entrega en nuestras manos. Se levantó el filisteo y fue acercándose a David; se apresuró David, salió de las filas y corrió al encuentro del filisteo. Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente, la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra. Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y le mató sin tener espada en su mano. Corrió David, se detuvo sobre el filisteo y tomando la espada de este la sacó de su vaina, le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron. Palabra de Dios. (Breve silencio. Si se cree conveniente se hace una breve reflexión... LECTOR: Los jóvenes necesitamos comprometemos a dar testimonio de nuestra fe ante nuestros padres, hermanos, compañeros y vecinos. TODOS: Jesús, danos jóvenes valientes que quieran comprometerse de verdad a dar testimonio de nuestra fe cristiana. LECTOR: Necesitamos jóvenes comprometidos a ayudarse como amigos, a amarse como hermanos y a trabajar por la paz y la justicia. TODOS: Danos jóvenes comprometidos con el amor fraternal LECTOR: El joven, pues, debe sentirse un miembro responsable en la Iglesia, con derechos y obligaciones, dispuesto a ofrecer su persona, su tiempo y sus habilidades para construir una comunidad cristiana más alegre, dinámica y comprometida en el servicio del Reino de Dios. TODOS: Danos jóvenes comprometidos en los grupos juveniles, que estén dispuestos a entregar un poco de su tiempo al servicio de Dios y de otros jóvenes con problemas. LECTOR: Las áreas donde los jóvenes pueden aportar su dinamismo juvenil son muchas y diferenciadas... TODOS: Queremos jóvenes que se integren a los planes y programas pastorales de su comunidad Parroquial LECTOR: Ante tanta ignorancia religiosa ¿quiénes les dirán a los demás jóvenes que llevan un alma inmortal por la sangre de Cristo? TODOS: Necesitamos Apóstoles jóvenes, que por medio de su palabra y testimonio les digan a otros jóvenes que «Dios existe». LECTOR: Ante tanto conflicto de relaciones personales en que se pierde la paz por fricciones ridículas, ¿quién recordará el mensaje insistente de Cristo: «Ámense los unos a los otros como yo los he amado?». TODOS: Necesitamos Apóstoles, jóvenes, que hablen de Cristo a los hombres y lo den a conocer. LECTOR: Joven, que estas en la flor de la edad, en la primavera de los años, ¿para qué dejar que tu corazón se llene de hastío al no encontrar la felicidad que anhelabas? Mira el ancho mundo donde tú puedes llevar el mensaje de salvación, "Si tu corazón no arde muchos se morirán de frío". 4. ORACION Señor, te damos gracias por nuestra juventud, el más grande de los regalos. Tu palabra sigue viva en muchos hombres y mujeres, entre pueblos oprimidos y hombres sin esperanza. Señor, queremos jóvenes que se comprometan a fondo con el hombre, hasta arriesgar su vida y su dinero; que amen con algo más que con palabras, al hombre solo, triste y abatido. Señor, haznos jóvenes de tu Reino ante los descreídos poderosos y arrogantes; jóvenes de la civilización del amor, en las calles de nuestros pueblos, en la tiendas, en las fábricas, sobre el asfalto de nuestras ciudades, en las playas y los montes. Jóvenes que lleven la justicia y paz a todos; en fin, Señor, que llevemos el amor más que con palabras, con obras. Amén. CRISTO EUCARISTÍA CENTRO DE LA VIDA DE LOS JÓVENES “Todos los miembros de la iglesia – dijo Juan Pablo II – deben estar alerta en procurar que este sacramento de amor sea el centro de la vida del pueblo de Dios, para que a través de todas las manifestaciones que su culto merece, se le devuelva a Cristo amor por amor y verdaderamente llegue a ser la vida de nuestras almas”. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne y lo daré para la vida del mundo. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo. Pero no es el pan que comieron sus padres porque murieron. El que coma este pan vivirá para siempre. Palabra del Señor Momento de reflexión en silencio. Lectura San Juan, 6, 48-51, 54-58 Yo soy el pan de vida, sus antepasados comieron el maná en el desierto pero murieron, aquí tienen el pan que baja del cielo, para que coman y ya no mueran. Adoración LECTOR 1: Te adoramos, Jesús, en esta Hostia Santa, pan bajado del cielo, que has querido quedarte conmigo y por mí en el Santísimo Sacramento del altar. LECTOR 2: Te adoramos, oh Padre celestial, que enviaste a tu Hijo al mundo, delicia del Paraíso, para que se quedara siempre con nosotros. LECTOR 1: Señor Jesús, te adoramos y te bendecimos en todas las Iglesia del mundo; te adoramos y te alabamos en cada Hostia escondida en todos los Sagrarios LECTOR 2: Queremos adorarte y bendecirte por aquellos que te reciben fríamente o por rutina y por aquellos que salen a la calle y se portan como si no te hubieran recibido. TODOS: Oh, María, dulce Madre de la Eucaristía, el reino de tu Hijo Jesús, resplandecerá en su triunfo eucarístico y no vendrá más que por ti, oh María. LECTOR 2: Por ti, oh María, la Eucaristía volverá a ser el corazón de toda la vida de la Iglesia: una vida de Adoración, de acción de gracias, de alabanza y de propiciación. LECTOR 1: Dulce Madre de la Eucaristía, colma el gran vacío en torno a Jesús, presente en la Eucaristía; forma una gran barrera de fe y de amor en torno a su divina presencia; coloca a tus hijos predilectos, come trinchera de amor en torno a todos los Sagrarios de la tierra. Momento de adoración en silencio. Canto Evangelio según San Juan 15 1-9 (Sacerdote o laico) “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y toda rama que da fruto la limpia para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he comunicado, pero permanezcan en mi como yo permanezco en ustedes. Una rama no puede producir fruto por si misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mi. Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en el, ese da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. Al que no permanece en mi lo tiran y se seca, como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego y se queman. Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos. Como el Padre me amo, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor”. Palabra de Señor. En silencio meditamos la palabra de Dios. Canto Monición: En la noche en la que fue entregado, nuestro Salvador celebró la última cena y confió a la Iglesia el memorial de su muerte y resurrección, para que lo celebrara perennemente hasta su venida. En la luz de este gran misterio, dirijamos a Cristo nuestra oración: LECTOR: Jesús dijo: “¡Cuánto he deseado celebrar esta pascua con ustedes, antes de padecer!...” TODOS: Oh Jesús, te damos gracias porque estás en la Eucaristía y en la Palabra. Ave María… LECTOR: “…Ya no comeré esta pascua hasta que se cumpla en el Reino de Dios…” TODOS: Oh Jesús, dame la esperanza de participar un día contigo en el banquete del cielo. Ave María… LECTOR: “… Y tomando el pan, después de dar gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos…”. TODOS: Oh Jesús, haz que sepamos compartir lo que tenemos. Ave María. LECTOR: “… Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes; hagan esto en conmemoración mía…” TODOS: Oh Jesús, quiero celebrar siempre los misterios de nuestra salvación. Ave María. LECTOR: “… Después tomo el cáliz, dio gracias y lo paso a sus discípulos…”. TODOS: Oh Jesús, recibiré tus dones, con humildad y con fe. Ave María. LECTOR: “… Esto es mi sangre, la de la nueva alianza, la cual será derramada por muchos, para el perdón de los pecados…”. TODOS: Oh Jesús, ayúdame a superar mi egoísmo y mis temores. Ave María. LECTOR: “… El que come mi carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna…”. TODOS: Oh Jesús, que participe con entusiasmo y fe en el banquete eucarístico. Ave María LECTOR: “… Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida…”. TODOS: Oh Jesús, que mis preocupaciones no me impidan ver lo más importante, que me trae la vida eterna. Ave María. LECTOR: “… El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en el…”. TODOS: Oh Jesús, no permitas que nuestro egoísmo nos aparte de ti. Ave María. LECTOR: “… Los discípulos dijeron: <>…”. TODOS: Oh Jesús, ayúdame a entender tus palabras para ser testigo tuyo en medio del mundo. Ave María. LECTOR: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. TODOS: Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. EL QUE DIRIGE: Oh Dios, que has hecho de la Virgen María, la esposa de tu Espíritu Santo y la colaboradora generosa del Redentor, concédenos también a nosotros adherirnos a Cristo; tu Palabra viviente, para cooperar en la salvación del mundo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Alabanza y acción de gracias. Guía: En un acto de fe ante la presencia de Jesús Eucaristía alabemos y demos gracias a Dios por su amor y fidelidad para con nosotros. Canto LLAMADOS POR JESÚS A UNA VIDA DE SERVICIO ¿Cómo llama Dios hoy? Esta reflexión va dirigida especialmente a jóvenes y adolescentes con un doble objetivo. Que ellos acepten la posibilidad de ser llamados al sacerdocio. Que sepan valorar el ministerio sacerdotal en la comunidad diocesana. Método: se sugiere la reflexión en pequeños grupos, al final el moderador integrará y complementará las aportaciones, ayudándose de las anotaciones que aquí se hacen. No se deje de tener un momento de oración – contemplación. Canto Oración Oh Dios, que para alabanza de tu nombre y salvación del género humano quisiste constituir a Cristo sumo y eterno sacerdote, te suplicamos que el pueblo redimido con su sangre consiga los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor,…. Amén. Aleluya, aleluya. Y le dijo: “Sígueme”. Aleluya, aleluya Del Santo Evangelio según San Lucas (5,27-32) Después Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?" Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan". Reflexión guiada ¿Cómo nos llama Dios? La vocación es un llamado. Los apóstoles recibieron de viva voz el llamado de Cristo: “Ven y sígueme”. ¿Recuerdas la vocación de algún Apóstol? Lc 5, 1-11 y Mt 4, 18-22 (Vocación de Pedro, Andrés, Santiago y Juan). Mt 9, 9 y Lc 5, 27-28 (Vocación de Mateo). Mc 3, 14,19 y Lc 6, 13-16 (Elección de los Doce). 1.- En el tiempo presente Cristo no suele llamar de viva voz, sin embargo sigue llamando al sacerdocio. ¿En qué forma lo hace? 2.- ¿Cómo se puede reconocer el llamado? A través de las personas (papás, maestros, sacerdotes, amigos). A través de los acontecimientos. (Éxitos, problemas de los barrios de la ciudad, mucha o poca fe, viajes, enfermedad grave, etc.) 3.- ¿Actualmente para qué sirve responder al llamado de Dios? Especificar las funciones del sacerdote (de servicio, de enseñanza y de culto). 4.- ¿Cuáles son las necesidades más urgentes de nuestra ciudad? 5.- ¿En qué medida el sacerdote puede ayudar a resolver estos problemas? 6.- ¿Puedes tú responder al llamado de Dios o ayudar a que otro responda? ¿Cómo? Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza nos atrevemos a decir Padre Nuestro Canto Mi pensamiento eres Tú Mi pensamiento eres Tú, Señor, (4 v) /porque tú me has dado la vida, porque tú me has dado el existir, porque tú me has dado cariño, me has dado amor./ Mi alegría….. Mi fortaleza… Mi esperanza… Oración Señor mío Jesucristo, que por el amor que nos tienes, estás de noche y de día en este Sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando... llamando... y recibiendo a cuántos vienen a visitarte. Creo, Señor, realmente que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todos los dones que me has hecho, especialmente ,por haberme dado en este Sacramento tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad; por haberme dado como abogada a tu Santísima Madre, la siempre Virgen María, y por haberme llamado a visitarte en este santo lugar. Por eso te consagró esta hora de Adoración. Amén. Canto: Si conocieras como te amo Reflexión: El niño que no sabía usar sus ojos. Había una vez un niño que no usaba sus ojos, a pesar de que su mamá siempre le decía: Niño, los ojos son para ver. Pero él no ponía atención y seguía sin usarlos, tropezando con todo, con las puertas, con las sillas, con los escalones, con las piedras, con los árboles y con las personas, con todo... por eso siempre andaba con la ropa rota, las manos y los pies lastimados, los ojos morados, descalabrado, en fin con muy mal aspecto, como es natural. Además no conocía nada, nunca había visto las mariposas, los pájaros, las flores, las nubes, mucho menos la luna y las estrellas... ni siquiera conocía las lagartijas. Una mañana salió de su casa y al atravesar el llano, que estaba en frente de la casa, como de costumbre, no uso los ojos y no vio acercarse a una señora que venía en sentido contrario cargando un bote de leche y una canasta llena de huevos, el niño fue a estrellarse contra ella, metió la cabeza dentro de la canasta, rompió los huevos con ella, llenándose el pelo, los ojos, la nariz, la boca de clara y yema de huevos y de pedazos de cascarón, la camisa, los pantalones y aún los zapatos... La señora muy enojada, le sacó la cabeza de la canasta, al mismo tiempo que le propinaba una fuerte nalgada, él asustado echó a correr y como no usó los ojos, fue a dar dentro de un charco, del que salió lleno de lodo. Se limpió con las manos los ojos y buscó el camino para regresar a su casa, conforme iba caminando, el sol y el viento le iban secando el lodo, los huevos y la leche, la cara se le entiesó y parecía una máscara, en la que solo brillaban los ojos; la ropa se le endureció, dándole el aspecto de un gran muñeco de cartón. Así llegó hasta la puerta de su casa, hasta el perro que tenía lo desconoció; empezó a ladrar, gruñéndole y enseñándole los dientes, como dispuesto a morderle. Su mamá extrañada, se asomó para ver que sucedía y quedó espantada al ver al niño, ¡casi no lo conocía! Alejó al perro y llevó al niño al baño. ¡Qué trabajo para dejarlo limpio! Hubo que cortarle los mechones de pelo, pues los pedazos de cascarón se le habían adherido fuertemente en ellos; frotarlo muchas veces, para desprenderle el lodo y lavarlo con agua caliente y con jabón. Cuando salió el niño del baño, el perro movió la cola y él, por primera vez se dio cuenta que su perro tenía una oreja blanca y otra negra. Desde ese día el niño usa sus ojos; conoció y admiró todas las cosas que había a su alrededor... hasta las lagartijas, y nunca más volvió a tropezar con las sillas, las puertas, las piedras, los árboles y mucho menos a estrellarse contra las personas. Canto: Alma Misionera Mensaje del Papa: Si es tu voluntad. Queridos hermanos: el mundo necesita ser tocado y curado por la belleza y la riqueza del amor de Dios. El mundo les necesita, no tengan miedo, necesita de todos nosotros, para ser la sal de la tierra y la luz del mundo. No tengan miedo de seguir a Cristo por el camino de la cruz. No tengan miedo de ser santos, la santidad es siempre joven, como es eterna la juventud de Dios. Queridos hermanos, déjense conquistar por la luz de Cristo y difúndanla en el ambiente en que viven. Ningún miedo es tan grande, para ahogar completamente la esperanza que brota eterna en el corazón del hombre. “¡Padre, que se haga tu voluntad y no la mía!” (Lc. 22, 42.) ¿Cuántas veces hemos dicho la oración de Jesús? La repetimos una y otra vez, que sea tu voluntad y no la mía... Sin embargo, muchas veces, lo decimos de labios para afuera, por dentro se siente la rebeldía de quien no se conforma con los hechos y acontecimientos. No somos coherentes, no nos gusta cargar con nuestra cruz, ni escuchar un “no” como respuesta, aunque ese “no” venga de Jesús. La voluntad de Dios trae momentos de intensa alegría, pero también tiene el gran peso de la cruz. Aún no aprendemos a sonreír en los momentos de dolor y a mantener la serenidad en el momento de la prueba. No logramos admitir que el dolor forme parte del gran proyecto de Dios, entonces comenzamos a luchar en contra y terminamos pidiendo lo que es nuestra voluntad y no la de Dios. Pedimos que Jesús haga lo que nosotros queremos, de la manera que lo queremos y en el plazo determinado por nosotros, para disfrazar nuestras exigencias añadimos un tímido “si es tu voluntad”, pero allá en nuestro interior es nuestra voluntad la que prevalece, condicionamos a Dios. Necesitamos aprender de Jesús y María, cuando ellos dijeron sí, lo hicieron con su vida. Esa es la razón por la que muchas veces nos va mal, no le encontramos solución a nuestros problemas, porque no nos atrevemos a decir sí a Jesús. Nos hemos reunido hoy, ante la presencia de Jesús Sacramentado, para pedirle eso precisamente, que nos ayude a decir “que se haga tu voluntad y no la mía”. Canto: Nada es imposible para Ti (Hermana Glenda) Oración por los jóvenes El Señor nos conoce y sabe nuestras necesidades, sin embargo, Él quiere que en este momento le pidamos por nuestros estudios, por nuestras familias y amigos, por nuestras diversiones. Quiere escucharnos, quiere que nosotros le pidamos a Jesús para que Él nos ayude, a aprovechar sus dones, que no sean como el niño que no usaba sus ojos. A cada petición contestamos: Ayúdanos a hacer tu voluntad: Señor, recuérdanos, con frecuencia, la obligación que tenemos de estudiar. Haznos responsables, que santifiquemos nuestro trabajo de estudiantes. Que nos preparemos bien, para cumplir con la misión que Tú nos has encomendado en la vida. Que sepamos agradecer el privilegio de poder estudiar. Que logremos fructificar nuestra juventud. Danos humildad, para que aceptemos nuestros errores en el cumplimiento de nuestras tareas. Danos valentía y constancia, para qué aprovechemos todos los instantes en el estudio. Enséñanos a estudiar con método, a leer con reflexión, a consultar a los que saben más, para que el día de mañana, seamos útiles a nuestros hermanos y verdaderos dirigentes de la humanidad. Padre providente que eres llamado fuente de luz y de sabiduría, ilumina nuestro entendimiento y disipa las tinieblas del mal que nos envuelven. Para que no caigamos en los vicios de la droga y el alcohol. Para que busquemos amistades que nos ayuden a crecer como hijos de Dios. Para que nos ayudemos entre compañeros en todo momento Para que sepamos respetarnos mutuamente. Para que vivamos la igualdad entre todos, sin hacer diferencias entre hombres y mujeres, ricos y pobres. Que aprendamos a valorar nuestros cuerpos como templos del Espíritu Santo. Que aprendamos a no quemar etapas y vayamos madurando en nuestras relaciones amorosas Pueden hacerse otras intenciones libres… Todos: Concédenos a todos la facultad de aprender, la facilidad para entender, la capacidad para retener, la sutileza para interpretar y el don de saber hablar. Así sea. Canto