Por paradoja del rito, todo espacio consagrado coincide con el centro del mundo, así como el tiempo de un ritual cualquiera coincide con el tiempo mítico “del principio”. Por la repetición del acto cosmogónico, el tiempo concreto, en el cual se efectúa la construcción, se proyecta en el tiempo mítico, in illo tempore en que se produjo la fundación del mundo. Así quedan aseguradas la realidad y la duración de una construcción, no sólo por la transformación del espacio profano en un espacio trascendente “el centro”, sino también por la transformación del tiempo concreto en tiempo mítico. Un ritual cualquiera, se desarrolla no sólo en un espacio consagrado, es decir, esencialmente distinto del espacio profano, sino además en un “tiempo sagrado”, es decir, cuando el ritual fue llevado a cabo por vez primera por un dios, un antepasado o un héroe.24 Los guías espirituales son autoridades de las comunidades y conocedores de los fundamentos históricos, espirituales y culturales de los pueblos. Dan testimonio con su vida, palabras y hechos íntegros. Desempeñan una función en el seno de la comunidad y gozan del reconocimiento público por el ejercicio de su vocación. 44 Las religiones son el conjunto de ideas, creencias y pensamientos que orientan el futuro de las sociedades. Moldean y perfilan el tipo de relaciones sociales, definen el modelo de la comunidad, pueblos o nación, partiendo de la imaginación, potencialidad y aporte individual hacia lo colectivo. La religión maya define las normas y las leyes de conviviencia social, las normas y reglas sociales que son una expresión cultural. 45 En la cultura maya se hace difícil separar la ciencia de la religión o la espiritualidad de la filosofía, ni la moral de la ética. Existe interconexión entre las mismas. Según la visión religiosa maya, la cultura en general gira en entorno a la espiritualidad y esta última es una unidad o integralidad de fuentes de producción cultural, espiritual y material de manera simultánea. 46 En cuanto a la filosofía, esta es la manera de buscar y entender la esencia, causas y finalidades de las cosas. Un modo de explicar el universo, basado en razonamientos lógicos, basados en la objetividad, la imparcialidad y la comprobación. La doctrina filosófica maya afirma la existencia del espíritu o pensamiento consciente con independencia de la materia. La religión maya es el conjunto de creencias, disciplinas y rituales que contribuyen al establecimiento del equilibrio y la armonía con todo el universo. Es la forma particular de relacionarse con la divinidad, con el cosmos, con la naturaleza y con los seres humanos, sin romper las leyes naturales y espirituales establecidas. . El concepto maya de energía, se vincula al de movimiento, comunicación, interrelación, y complementación. Un ejemplo concreto de las estelas, como punto de comunicación e interrelación con el cosmos. La naturaleza de este compromiso con el cosmos revela para algunos autores tres aspectos importantes del pensamiento y la religión maya: 1) Atribuían vida a muchos elementos de la naturaleza que nosotros clasificamos como inanimados por ejemplo, la Tierra, el Sol, la Luna, el relámpago, el viento, el fuego, las cavernas. 2) Todo lo que tenía 'fuerza vital' o 'espíritu interior' era merecedor de respeto y reverencia. La relación ideal entre esos 'seres sobrenaturales' y el hombre era una relación de reciprocidad. 3) Para la religión maya, kin y u eran dos seres importantes. En algunas ocasiones se referían a ellos como una pareja, como “señor y señora”, o “nuestro padre y nuestra madre”. Otro ser sobrenatural importante era Itzamná,83 el “ser celestial ”, muchas veces relacionado como un reptil de dos cabezas. La realeza maya se identificaba con él después de la muerte y lo usaba como símbolo del poder real durante sus reinados (250900 DNE). El maíz era representado como una cara humana joven. # La concepción dual maya, impreganaba también a las características de los seres sobrenaturales, estos tenían dos lados: uno benéfico y el otro punitivo. Los Chacs podían atravesar las nubes y hacer que la lluvia cayera sobre la Tierra, donde los mayas la podían controlar y manejar; pero cuando los chacs estaban enojados o irritados, podían enviar granizo. En el Chilam Balam de Chumayel se declara: “Estos eran los cuatro linajes del cielo, la substancia del cielo, la humedad del cielo, los cabecillas, los gobernantes de la tierra, Zacal Puc, Hooltun Balam, Hoch'tun Pot, Ax Mex Cuc Chan”. Incluso, los cuatro lados de una tumba del Período Clásico Temprano, descubierta por Richard E.W. Adams y Grant D. Hall, en Río Azul (en el noreste de Petén), muestran exactamente los signos jeroglíficos del este, oeste, sur y norte. Cada lado de la tumba tiene una asociación simbólica con uno de los cuatro cuadrantes del mundo La religión maya establece que los cielos poseían 13 niveles. En cada una de las cuatro esquinas del cielo se erigía un ser sobrenatural (bacab) que lo sostenía. Cada bacab y esquina o cuadrante estaba asociado a un color: el este, rojo; el norte, blanco; el oeste, negro; y el sur, amarillo. El mundo inferior o inframundo abarcaba nueve niveles o estratos. Los números 13 (para los niveles celestiales) y nueve (para los niveles del inframundo) desempeñaban papeles importantes en la adivinación y en el calendario ritual de 260 días los mayas realizaban una serie de ritos que incluían ofrendas rituales y sacrificios, tanto en templos públicos como en residencias particulares. Las excavaciones han proporcionado importante información sobre estas prácticas En el Preclásico comprendido entre el año 2000 ó 1500 ADNE y el 200 ó 250 DNE, la religión maya había cobrado una forma doméstica e individual, ejecutada por muchos especialistas de tiempo completo, que intervenían en favor de la gente común. Alrededor del año 600 ADNE, toda el área maya, incluida la Península de Yucatán, experimentaba un aumento demográfico y de infraestructura que muestra la existencia de una autoridad política centralizada. En el Período Clásico comprendido entre el 250-900 DNE, existieron sacerdotes de tiempo completo que practicaban una serie de ritos en los templos. La mayoría de éstos tenían el espacio interior muy reducido, pero por fuera eran grandes edificios, precisamente por estar construidos sobre subestructuras piramidales, en cuya parte superior había, a veces, cresterías elaboradas. La religión en este periodo alcanzó las proporciones de una religión formal dirigida por el Estado. Por ejemplo, el lugar sacro se trasladó de la casa al templo y el personal religioso se modificó de los miembros de las familias a intermediarios de tiempo completo. En este período se edificaron los primeros templos estandarizados, lo cual es prueba tangible de modificaciones fundamentales en la evolución de la organización sociopolítica y religiosa. El Estado y sus funcionarios religiosos profesionales asumieron los poderes y privilegios de los miembros de las familias individuales, así como de los hombres religiosos de tiempo parcial El poder se basaba en factores económicos y religiosos, que incluían el derecho a recolectar tributo, y la sucesión en el gobierno usualmente era heredada. Fray Diego de Landa indicó que los antiguos mayas “tenían ídolos en los templos, en los que se practicaban ritos públicos, y que también los señores, los sacerdotes y los nobles tenían oratorios e ídolos en sus propias casas, donde podían hacer oraciones y ofrendas en privado. Tenían gran muchedumbre de ídolos y templos suntuosos a su manera y aun sin los templos comunes tenían los señores sacerdotes y gente principal oratorios e ídolos en casa para sus oraciones y ofrendas particulares”.92 Los restos arqueológicos corroboran las informaciones de Landa, puesto que hay pruebas tanto de una religión pública (en los templos, sobre plataformas, en oratorios), como de una religión privada (en las casas). Existen muchos elementos de la religión maya del siglo XVI, para cuyo conocimiento resulta útil la evidencia arqueológica, entre los que pueden incluirse los siguientes: 1) Los templos, donde los sacerdotes efectuaban rituales; 2) Los entierros de la realeza, de la nobleza y de los sacerdotes, los cuales requerían especial atención para la colocación de la tumba, de su contenido y de las vasijas de cerámica; 3) Manchas de hollín o carbón en los pisos de los templos y otras estructuras, las que indicarían la quema de copal u otras sustancias (prueba adicional de la quema de copal sería la presencia de éste en incensarios encontrados en cenotes, cuevas, templos, tumbas u otros lugares sagrados 4) Ofrendas de huesos humanos o de animales, colocados intencionalmente como posible muestra de sacrificios de animales, de humanos, o de canibalismo ; 5) Herramientas y objetos personales (dientes de tiburón, espinas de raya, lancetas de obsidiana) dispersos en el piso de los lugares sagrados, lo cual sería prueba de rituales de ofrendas de sangre ; 6) Colocación y contenido de escondites dedicatorios en edificios públicos y residencias habitacionales de la nobleza y del pueblo Como ya se indicó en la sección anterior, el proceso cultural Mesoaméricano, 96 dio cuerpo a una civilización agraria, con una cosmovisión y religión históricamente determinadas. Es precisamente, esa característica agraria la que moldea a su concepción del mundo, de la vida y de lo sagrado, a través de la compresión de los ciclos agrícolas concretos paralelos a los grandes ciclos que rigen los movimientos del sol, la luna, los planetas y las estrellas.