Cuando hay que llevar al niño al médico

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Cuando hay que llevar al niño al médico
La visita al oftalmólogo
Siempre que un niño presente alguno de los síntomas siguientes cuando lee: lágrimas,
supuraciones en torno a los ojos, nubecillas en la pupila, excesivo acercamiento o alejamiento
del papel, contracciones faciales, dolor de cabeza, o movimientos exagerados de cabeza, hay
que llevarlo al oftalmólogo para aliviar sus molestias y prevenir males mayores.
Es indispensable la corrección de cualquier anomalía visual del escolar, ya que los defectos de
vista contribuyen a generar dificultades en el área de la lectura, tanto mecánica como
comprensiva. El estudio y diagnóstico de estas dificultades debe incluir un buen examen de la
agudeza visual. Las investigaciones señalan que la pobreza visual está asociada a problemas de
lectura, pero que no los determina directamente, ya que los niños son capaces de aprender a
leer a pesar de sus anomalías visuales, a costa de una tensión provocada por la necesidad de
realizar un esfuerzo extraordinario de acomodación a su déficit. La consecuencia de esta
situación es una fatiga que les impide leer durante mucho rato seguido.
 Es importante corregir los defectos de visión para facilitar la adecuada adquisición de
los conocimientos escolares.
La visita al otorrino
Cualquier disminución sin importancia de la agudeza auditiva en la primera infancia puede
conducir a una incapacidad para distinguir los sonidos y, por tanto, a una dicción deficitaria. Un
gran número de alumnos que tienen dificultades en el área de la lectura y la ortografía suelen
tener deficiencias auditivas.
Sin embargo, la falta de agudeza en la audición no es suficiente para explicar la aparición de
problemas de aprendizaje. Los signos fundamentales que alertan ante una deficiencia auditiva
son los siguientes: tono monótono de la voz, pronunciación defectuosa, orientación de un oído
hacia la persona que habla, frecuente demanda de repetición de palabras o frases, excesiva
acumulación de cera, dolor de oídos o un alto volumen de voz.
 La audiometría
Se denomina audiometría al conjunto de exploraciones que realiza el otorrino para
determinar la agudeza auditiva de una persona. Con los niños se utilizan juguetes,
luces y otros recursos para convertir la exploración en algo atractivo.
La visita al dentista
La consulta al dentista es imprescindible cuando el niño presenta algún déficit articulatorio. A
menudo problemas anatómicos (mala posición de los dientes, paladar anómalo, un frenillo
corto o un labio leporino) son las causas de un defecto en el habla. Asimismo, cuando los niños
necesitan aparatos de ortodoncia, también suelen presentar problemas lingüísticos
 El labio leporino
Se conoce como labio leporino una malformación congénita que consiste en una
hendidura del labio. Ésta puede ser leve o tan grave que llegue a partir el labio. Para
corregirlo es necesaria una intervención quirúrgica. Si no se interviene produce graves
problemas de pronunciación.
La visita al neurólogo
Cualquier déficit del sistema nervioso puede constituir un factor básico en la aparición y
desarrollo de problemas de aprendizaje. Las lesiones cerebrales de nacimiento, o producidas
con anterioridad al aprendizaje escolar, pueden influir en la capacidad del niño para aprender.
Los problemas neurológicos interfieren y limitan el progreso escolar aun en niños que son
inteligentes. Si un niño muestra síntomas evidentes de falta de coordinación; defectos de
pronunciación u otros indicativos de trastornos cerebrales, debe ser sometido a un
reconocimiento neurológico. En el caso de los niños con problemas de aprendizaje y
adquisición de la lecto-escritura, uno de los objetivos de la visita al neurólogo debe ser la
elaboración de un estudio neuropsicológico. Es decir, debe estudiarse la manera en que el niño
percibe la información escrita, la retiene, la asocia con otros conocimientos y la procesa, y
comprobar que los mecanismos neurológicos que hacen posible este proceso no estén
afectados.
 El electroencefalograma es una de las pruebas que realiza el neurólogo para
comprobar que la actividad cerebral del niño no presenta ningún tipo de alteración.
Categorías: Crecimiento
Etiquetas: Salud, Oftalmólogo, Otorrino, Dentista, Neurólogo, Niño, Hijo, Enfermedad,
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