Impactos observados y esperados del cambio climático en los recursos hídricos superficiales Los nevados en el Perú vienen experimentando un retroceso glaciar debido a factores antrópicos y alteraciones ecológicas, que altera la disponibilidad hídrica. Desde 1932 a la fecha han desaparecido áreas nevadas que alcanzan en algunos casos a un kilómetro y medio de extensión. Para el periodo de 1980 al 2006, se ha observado una disminución del área glaciar en las tres zonas evaluadas: Cordillera Blanca (Ancash), nevado Coropuna (Arequipa) y nevado Salkantay (Cusco). Asimismo, se aprecia en la última década un incremento de dicha tendencia, tendencia, como se describe a continuación: Nevado Coropuna (ver gráfico): Presenta una pérdida acumulada del 50% (1988-2006). Es en la década del 90 en donde se produce el mayor retroceso del nevado con una reducción del 32% y en lo que va presente siglo la reducción es del 23%. Nevado Salkantay (ver gráfico): En el período evaluado 2003–2007, la reducción acumulada es del orden del 28%, lo que significa una pérdida de 1.02 km2/año. En la zona del Coropuna, se está produciendo un acelerado proceso de deglaciación y de proseguir este ritmo de reducción, en 20 años habría una pérdida total del glaciar. Al 2025 el nevado Coropuna sólo sería una capa de hielo incapaz de producir escurrimiento superficial para satisfacer las demandas hídricas de la zona. Las simulaciones desarrolladas indican que el retroceso glaciar continuará, proyectando una disminución del suministro de agua entre 2030 y 2050 (MINAG, 2009). Principalmente se espera que de los cursos de agua y los alimentados por la deglaciación de la Cordillera Blanca, mantengan una mayor escorrentía y un adelanto del pico de descarga de primavera; ello según la información del INRENA. (37)