Neoliberalismo En las últimas décadas del siglo XX, la globalización ha dado mucho de qué hablar y para la mayoría de las personas significa modernidad, progreso, civilización. Una modernidad que ha roto fronteras con el fin de unificar al mundo en varios aspectos: económicos, políticos, culturales, e ideológicos, entre otros. En el orden económico se pretende el crecimiento e implantación de un sistema económico mundial regulado por el libre comercio y controlado por empresas trasnacionales. Esto va ligado a un proyecto político impuesto por los organismos internacionales dominantes, representados por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, quienes en afán de proteger el capital privado presionan a las naciones para que impongan a través de políticas gubernamentales el pensamiento neoliberal. Las usuales políticas neoliberales pueden resumirse en: Flexibilización laboral. Eliminación de restricciones, impuestos y regulaciones a la actividad económica y desprotección de la masa trabajadora en favor de la multiplicación del capital producido por el sector privado. Apertura de las fronteras a los mercados extranjeros y reducción de los proteccionismos al mercado de producción local. Reducir al mínimo el gasto público y fomentar la movilidad de capitales. Fomento de la iniciativa privada y privatización de empresas estatales y servicios públicos. Surge así un desmoronamiento del sector público a través de la venta de empresas estatales al sector privado, dando lugar a la concentración del ingreso en manos de grupos monopólicos. Los derechos conquistados por las clases populares a lo largo de años de lucha se convierten en bienes o servicios adquiribles en el mercado, la salud y la educación dejaron de ser derechos sociales y se convirtieron en mercancías. El Estado neoliberal deja de atender las demandas sociales (educación, salud, vivienda), los servicios públicos (agua potable, electricidad, teléfono), defender las riquezas naturales, la industria y productos nacionales, y pierde derecho a tomar decisiones autónomas. Así un Estado que es Neoliberal, pierde su soberanía política y económica. Hoy los estados dependen directamente de organismos internacionales poderosos, y presionados por una deuda externa que cada día crece más y más, pierden su poder de tomar decisiones. Neoliberalismo en Argentina El modelo neoliberal se ha ido instalando en diferentes países pero en el caso argentino es muy significativo por las notables modificaciones estructurales que dicha instalación ha provocado en la sociedad, dando lugar a una nueva composición social; proceso de cambio que aún hoy continúa en la Argentina. Desde los años 40 y 50, el modelo nacional-popular dominaba los ámbitos políticos, sociales y económicos del país. Este modelo cuidaba a los trabajadores, creando un fuerte sistema de protección de bienestar, dotando a los trabajadores de derechos sociales, participación política y elevando su nivel de vida (Prelorán, 1995). A pesar de la inestabilidad política, debido a las numerosas sublevaciones militares, este modelo se mantuvo hasta el Golpe de Estado de 1976. Las políticas neoliberales, en nuestro país, se implementaron entre las décadas de 1970 hasta la década de los 90. Transcurriendo, el gobierno militar entre 1976 a 1983, la presidencia de Alfonsín hasta 1989 y por último la presidencia de Menem de 1989 a 1999. Durante los ocho años que siguen al Golpe de Estado, se producen diversos cambios en el país. Como modelo político de gobierno se implantó una dictadura militar que se configuró como el periodo más represivo que había conocido el país hasta la fecha, con 30000 desaparecidos. Los sectores movilizados fueron los más perjudicados, como los sindicatos, movimientos de izquierdas, estudiantes, profesorado, etc. En el ámbito económico, los cambios no fueron menos notables, aumentó desorbitadamente la deuda externa que aun hoy marca las relaciones económicas y con el exterior del país. Los planes y acciones llevadas a cabo por los militares produjeron un deterioro en las condiciones de vida de las clases medias y populares, dando lugar a un incremento de la pobreza estructural. En 1983, llega Alfonsín al poder e intenta introducir cambios en el sistema económico que saquen al país de la situación en la que se encuentra. Pero dichos intentos son fallidos y no consiguen los objetivos que perseguían. Con el final de su legislatura, en 1989, el país se encuentra en una situación de hiperinflación y aumento de la pobreza. Ante esta situación, los grandes grupos económicos empiezan a tomar posiciones en los dos principales partidos políticos, introduciendo un discurso neoliberal y ocupando de este modo el hueco dejado por el modelo nacional-popular. En el año 1989, llega Carlos Menem al poder con un discurso nacional-popular con un fondo neoliberal. Poco a poco fue divulgando la ineficacia estatal y dando paso a la idea de la necesidad de la intervención de las empresas privadas en el país. Durante su primera etapa, se aplicaron estrategias liberales que consiguieron calmar la hiperinflación y se aplicó el Plan de Convertibilidad que conllevó un crecimiento económico durante algunos años. Además se produjo una reformulación del rol del Estado debido a un proceso de reestructuración del mismo que implicó una reducción del gasto público, una descentralización administrativa y un traslado de competencias a las provincias. Aludiendo a que el mercado cubriría todas las necesidades existentes y deslegitimizando las fuerzas del Estado, éste se fue vaciando de competencias, y debido a esto fue incapaz de afrontar la crisis de una manera efectiva y eficiente. Irónicamente frente al crecimiento económico, la desocupación aumentó debido a las políticas de privatización que se llevaron a cabo en las empresas públicas. El Neoliberalismo y Educación Para la mayoría de las sociedades, la educación es la principal riqueza de un país y sus habitantes. Lograr que los ciudadanos puedan recibir una educación y una formación de calidad, sin que quede limitado solamente a algunas personas o sectores sociales es un gran desafío que deben afrontar los gobiernos de los países a través de las políticas educativas que implementan. En los últimos años del siglo XX se observa una nueva política educativa a nivel mundial, enmarcada en el neoliberalismo, la educación ya no es un derecho social, hoy es una inversión que debe ser rentable, una empresa que debe demostrar eficiencia, eficacia y calidad. Desde la postura neoliberal, la educación es una mercancía, en la cual los niños se convierten en materia prima al ingresar y en producto al salir, los padres de familia son llamados clientes y los directores pasan a ser gerentes, porque la escuela debe dejar de ser un ámbito de relación y convivencia humana para ser una empresa que brinda un servicio. Las principales políticas educativas implementadas - Privatización de la escuela pública. Énfasis en la eficiencia, calidad, eficacia y productividad escolar. Reformas en el curriculum. Establecimiento de mecanismos de control y evaluación. Educación neoliberal durante la dictadura militar Tres flagelos asediaron a la educación a partir del golpe militar que derrocó a Isabel Perón en 1976: la represión dictatorial, el desastre económico social y la política neoliberal. Estos factores sumados produjeron la situación más grave vivida en cien años de educación pública en la Argentina; aumentaron los problemas endémicos como la deserción escolar y la repitencia. Los síntomas más graves fueron la reaparición del analfabetismo y un enorme aumento de la delincuencia juvenil, que acompañaba a otro nuevo problema, el de los chicos de la calle. Políticas Modernización educativa: - Predominancia del conductismo, autoritaria y meritocracia en las prácticas educativas. Tecnocratización del sistema educativo. Descentralización escolar. El estado dictatorial argentino fue altamente intervencionista en el sistema educativo, algunas de las medidas tomadas fueron: - - Transferencia de los establecimientos a las provincias y municipalidades sin los fondos necesarios para su mantenimiento. Se buscaba romper con el sistema de educación pública para acelerar la privatización. Represión de funcionarios, docentes y estudiantes. Prohibición de importación, publicación y venta de libros considerados subversivos. Arancelamiento, cupos, exámenes de ingresos altamente selectivos y eliminación de las universidades del interior. La dictadura dejó desnutrición, analfabetismo, deserción, escuela destruidas, docentes con salarios bajos y universidades desmanteladas. Alfonsín prometía “con la democracia se come, se cura y se educa” pero… La política alfonsinista, tras el slogan de que la democracia todo lo puede, continuó con la descentralización educativa, es decir mantuvo el sistema educativo heredado de la dictadura. El sector privado siguió siendo partícipe fundamental en la educación y para los sectores populares se elaboró un Plan de Alfabetización, es decir, una educación de calidad para los ricos y otro elemental para los pobres. La educación pasó a ser considerada de derecho humano a una inversión y un servicio, con la familia como agente natural y primario de educación, siguiendo al Banco Mundial y al FMI. Alfonsín impulsó un Congreso Pedagógico Nacional para "una nueva fase de la educación en la Argentina [...] una educación renovada acorde con las demandas de nuestro tiempo" En este Congreso fueron los sectores religiosos católicos, como los grupos empresarios, los que dominaron los debates e impusieron sus posiciones. Monseñor di Cárcano declaró que "la Iglesia recibió muy positivamente la convocatoria", porque allanó el camino para la aceptación de la enseñanza pública de gestión estatal y de gestión privada y trazó el objetivo de implementar la enseñanza religiosa en escuelas estatales. Esta política anti-educativa fue resistida por los docentes que protagonizaron desde el 14 de marzo de 1988 una huelga de más de 40 días que se conoció como “el maestrazo” que contó con un masivo apoyo popular y un paro nacional de la CGT, contra el gobierno de Alfonsín. Reclamaban más salario y más presupuesto educativo, pero finalmente la dirección de la Ctera levantó la huelga y terminó un año después llamando a apoyar a Menem. Políticas neoliberales durante la presidencia de Menem La política educativa durante el gobierno de Menem puede resumirse en el ajuste de la educación al programa económico neoliberal. - - Disminuir la responsabilidad del Estado como financiador y proveedor de la educación pública. Establecer aranceles o subsidios privados en todos los niveles y modalidades comenzando por la universidad y terminando por la educación básica. Achicar el sistema de educación pública hasta el mínimo posible mediante, la transferencia de los establecimientos a jurisdicciones menores, de la Nación a las provincias y de las provincias a los municipios tendiendo a su privatización. Reducción de modalidades que no dan rédito económico inmediato, como la educación de adultos y de materias del currículo como música, educación cívica y plástica.