UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA RECTORADO DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO CENTRO LOCAL BOLÍVAR ANDRAGOGÍA El adulto y sus Características en Situación de Aprendizaje AUTOR: HEFER FARÍAS C.I.: 10.927.714 CORREO: fariashefer@gmail.com TELÉFONO: 0416 6854304 ÍNDICE Índice ................................................................................................................. i Introducción ....................................................................................................... 1 Desarrollo .......................................................................................................... 2 Conclusión ......................................................................................................... 10 Referencias Bibliográficas ................................................................................. 11 i INTRODUCCIÓN Las personas involucradas en la formación de adultos, deben conocer las características particulares de este grupo para poder adaptar las estrategias didácticas a sus necesidades. El estudiante adulto al incorporarse al sistema educativo su propósito va más enfocado a adquirir conocimientos que le permitan tener una vida exitosa, que a lograr un éxito académico. Es decir, que su interés ira dirigido a obtener los saberes necesarios que le ayudaran en su quehacer cotidiano o profesional. Por lo que las actividades educativas que se le presenten deben llamar su atención, haciendo ver lo valioso que serán estas actividades al invertir su tiempo en ellas. En ese mismo sentido el estudiante adulto puede aportar mucho a los cursos al tener mayor experiencia y poder enfrentar mejor los problemas. Tener poco tiempo disponible hace que prefieran actividades flexibles y en línea, por lo que los programas que se diseñen deben considerar las necesidades particulares de los individuos que participen en los programas de formación. 1 DESARROLLO El mundo ha ido transformándose, las organizaciones y los individuos por intuición e impulsados por el instinto de supervivencia van a la par de los cambios y las transformaciones. El mundo ha cambiado social y culturalmente, nuevos procesos en las organizaciones se han implementado. A finales del siglo XX el término globalización planteó la necesidad de las organizaciones junto a sus integrantes de prepararse intelectual y académicamente en sus respectivas áreas de desempeños a fin de adaptarse de manera inmediata a estos cambios. En la década de los noventas, la educación se centraba básicamente en la población infantil, adolescente y juvenil, está ha ido evolucionando para ir dando paso a la educación de adultos a fin de dar soluciones a diversos planteamientos originados por las exigencias y cambios constantes en una sociedad que va evolucionando, cada vez es mayor la necesidad del individuo de adquirir nuevos conocimientos que les permitan desarrollar su potencial en el ámbito personal y laboral. Es así como para (Castro, 2017): La era de la industrialización, o de la post-industrialización, ha dado un ritmo muy acelerado a la organización de la educación de adultos. Los cambios políticos, socio-culturales, económicos y religiosos crean, entre los adultos, situaciones personales o profesionales, y estos últimos expresan la necesidad de ajustarse a tales cambios constantemente.(s/n) El adulto, por su condición de maduro, es capaz de conocer y determinar cómo satisfacer sus necesidades de adaptarse a nuevos ambientes, preparándose para enfrentar los cambios. De igual manera, es capaz de determinar qué tipo de educación es la necesaria para sí mismo. 2 En un mundo que se había acostumbrado a mecanismos tradicionales de enseñanza, los avances tecnológicos y nuevos métodos organizacionales han ido ganando espacio. La nueva era, conjuntamente con las innovaciones han despertado la motivación de los individuos y organizaciones a iniciar nuevos procesos de aprendizaje, para satisfacciones personales y/o hacer frente a la competitividad laboral. El individuo adulto quiere aprender, quiere estudiar, capacitarse, sin ser cuestionado o señalado, para ello, él debe participar activamente en todas las etapas de su aprendizaje, ya que posee conocimiento, experiencias personales y profesionales que lo diferencian de otros participantes y pueden contribuir al desarrollo del aprendizaje. En este sentido, la educación de adultos comprende todas las actividades organizadas por instituciones públicas y privadas en beneficio de los adultos, para ello, el adulto en situación de aprendizaje tiene la facultad de articular mediante sus experiencias y saberes con el facilitador, y a través de un proceso de orientaciónaprendizaje es capaz de generar aprendizajes significativos. En este contexto, los facilitadores del aprendizaje deben ser personas que desarrollen la creatividad en las personas adultas donde exista la participación y la convivencia con el respeto mutuo en el proceso de aprendizaje. Para lograr esto, los facilitadores deben apoyarse en la Andragogía como una ciencia que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto. Los procesos andragógicos estimulan el razonamiento, promueven la discusión constructiva de las ideas, favoreciendo al diálogo, origina puntos de vista, ideas e innovaciones y al mismo tiempo conduce a replantear propuestas como resultado de la confrontación de saberes individuales y de conclusiones grupales. La forma de cómo aprenden los adultos es un concepto fundamental que el especialista de capacitación a la hora de diseñar cursos e impartirlos debe manejar. 3 El hecho educativo está integrado por facilitadores y participantes, quienes deben realizar sus tareas guiados por los principios de la andragogía: horizontalidad, participación y flexibilidad. El principio de horizontalidad permite a los participantes y al facilitador interaccionar su condición de adulto, aprendiendo y respetándose mutuamente valorando la experiencia de cada uno en el proceso educativo, en constante enriquecimiento y retroalimentación. Bajo este principio tanto participantes como facilitador(es) se ven al mismo nivel, estableciendo una relación entre iguales, entablando una relación compartida de actitudes y de compromiso hacia logros y resultados exitosos. El principio de participación sostiene que cuando el participante adulto decide involucrarse e incursionar como sujeto activo en un proceso de aprendizaje, debe compartir sus opiniones, presentar soluciones y comparar experiencias, todo esto para logar metas individuales, colaborativas y cooperativas previamente establecidas con sus facilitadores y grupo de estudio. Para (Torres y Otros 2005, citado por Capitillo 2017) “La participación se puede entender como la acción de tomar decisiones en conjunto o tomar parte con otros en la ejecución de una tarea determinada”.(p.24) La participación viene a ser la acción de colaborar, ayudar e intervenir en un proyecto en común para que este resulte más fácil y en donde la satisfacción de haber compartido y lograr el éxito serán los productos de ese esfuerzo en común. El otro principio andragógico a aplicar al momento de llevar a cabo el hecho educativo, es el de flexibilidad. Según (Alcalá 1999, citado por Capitillo 2017): 4 La flexibilidad consiste en que los adultos poseen una carga educativa, formativa, llena de experiencias previas y cargar familiares o económicas, y en ocasiones es necesario considerar los lapsos de aprendizaje acordes con sus aptitudes y destrezas para no afectar su proceso andragógico de aprendizaje. (p.26) Bajo este principio el facilitador debe considerar las experiencias previas de los participantes, para impulsar en ellos actividades críticas, fomentar la intervención e interacción activa, crear un flujo y reflujo de la información, promoviendo la confrontación de ideas y generando el dialogo. Un adulto tiende a ser perfeccionista, sus experiencias personales y profesionales, les brindan las herramientas necesarias, que, en conjunto con la autocrítica, le permitirán desarrollar satisfactoriamente el proceso de aprendizaje de la manera más idónea posible. Las condiciones de este aprendizaje se van complementando con las características de cada participante. Dentro de las características que podemos encontrar en los participantes adultos, están: Se acerca al acto educativo con disposición de aprender, siendo responsable y consciente de la elección del tema a conocer. Es capaz de auto dirigir su aprendizaje. Aprovecha su bagaje de experiencias como fuente de aprendizaje. Parte de su propia motivación para aprender y se orienta hacia el desarrollo de tareas específicas buscando la aplicación y práctica inmediata de lo que aprende. Busca educación para mejorar sus habilidades, su status o encontrar un nuevo trabajo. 5 Toma en cuenta el costo de oportunidad de continuar con sus estudios, al tener que dejar otras cosas como el trabajo, estar con la familia, dedicar tiempo a pasatiempos, entre otros. Requiere de un modelo que le permita tener flexibilidad de tiempo y especio. Busca estudiar lo que realmente desea y que se adecue a su idiosincrasia. Busca en el proceso educativo la posibilidad de aportar algo de su experiencia al proceso de aprendizaje del grupo. Desea obtener conocimientos que pueda aplicar de forma inmediata en su vida diaria y el trabajo. El profesorado debe tener la capacidad de identificar estas condiciones de manera tal que pueda organizarse y le permita determinar y establecer que proceso de aprendizaje se puede aplicar. De tal manera que, el éxito de este proceso dependerá de la forma en que se comprometen los estilos tanto de aprender como de enseñanza, estilos que involucran a los participantes y a los docentes respectivamente, siendo estos últimos los responsables de desarrollar e incentivar en las personas adultas la creatividad, participación y convivencia durante el proceso de aprendizaje. Los adultos en situación de aprendizaje requieren mayor atención para continuar sus estudios, porque en ellos existen ciertas prioridades, tales como trabajar, ganar dinero y poder satisfacer sus necesidades, por otra parte, el hecho de tener múltiples responsabilidades de hogar, convivencia familiar, los hace desatender sus estudios, aunado a ello, la concepción educativa con una pedagogía tradicional a la que se enfrentan, donde se observa docentes, apegado a técnicas y estrategias metodológicas de aprendizajes incompatibles con la edad de las personas adultas. Significa entonces, que los facilitadores rompan los paradigmas y se den cuenta que los participantes adultos deben ser motivados debido a la realidad que estos han 6 asumido la cual es diferente a los niños y adolescentes. Los adultos son personas con diversidad de conocimientos y experiencias para brindarles la oportunidad de que construyan aprendizajes significativos con plena libertad para crear, innovar nuevos conocimientos, aportando soluciones teóricas y prácticas, dado que ya poseen un alto grado de responsabilidad para asumir cualquier situación. Una forma es motivándolos haciéndoles ver que ya no es necesario estar en un salón donde se desarrollen los aprendizajes. Es conveniente, que debido a sus obligaciones, responsabilidades, existen las herramientas aportadas por el internet, y es válida la educación a distancia donde los adultos en situación de aprendizaje pueden participar en actividades asignadas, realizar trabajos, participar en foros, wikis, chat, correos electrónicos, aulas virtuales, entre otros de la mano con las redes sociales. De esta manera, se sentirán cómodos, con libertad plena para aprender desde sus contextos, de manera individual o con equipos de trabajo donde se le brinden espacios para su participación espontanea con atención para su autoformación, de respeto mutuo, en la autorresponsabilidad. Por último, las constantes transformaciones a las cuales están sometidas actualmente las organizaciones, obligan a los ejecutivos a entender y responder con rapidez a los grandes cambios en la manera como operan las compañías y las formas de hacer el trabajo. Enfrentar la resistencia a hacer cosas nuevas, explorar el horizonte en busca de nuevas oportunidades y exigirse para adquirir habilidades diferentes, mientras se lleva a cabo el trabajo habitual, requiere voluntad para experimentar y volver a ser un aprendiz una y otra vez, algo muy incómodo para la gran mayoría. Aquellos que han superado con éxito estos desafíos, presentan cuatro atributos: grandes aspiraciones, conciencia de sí mismo, curiosidad y vulnerabilidad. 7 En relación a la aspiración, el enfoque en lo negativo es el primer obstáculo a superar cuando nos confrontamos con un nuevo aprendizaje, este enfoque negativo refuerza inconscientemente la falta de ambición y motivación. Cuando de verdad se quiere aprender algo, debemos enfocarnos en lo positivo, en lo que ganaremos gracias al aprendizaje, y visualizarnos un futuro feliz en el que cosechan las recompensas. Cambiar el foco de los retos a los beneficios es un buen método para impulsarnos a la acción y aumentar nuestra aspiración para hacer cosas nuevas y difíciles. El atributo de la autoconciencia, va referido a cómo nos vemos nosotros mismo. La mayoría nos ponemos a la defensiva ante la crítica. Cuando tengamos conciencia de nuestra reacción, preguntémonos: ¿Es correcta mi justificación? ¿Qué evidencias tengo que la soporten? Las personas que se autoevalúan con mayor precisión empiezan el proceso en sus cabezas: aceptan que su perspectiva está a menudo sesgada o equivocada y entonces se esfuerzan por una mayor objetividad, lo que deja a muchos más receptivos a escuchar y poner en práctica las opiniones de los demás. El truco está en prestar atención a cómo hablas sobre ti a ti mismo y a continuación cuestionar la validez de ese diálogo interior. La curiosidad. Los grandes aprendices conservan una curiosidad innata. O la reconquistan gracias a un diálogo interior provechoso. Aprenden a hacerse a sí mismos preguntas curiosas. Cuando se ven enfrentados a la necesidad de aprender algo nuevo, se preguntan: ¿Por qué otros están tan entusiasmados con esto? ¿Cómo podría esto mejorar mi trabajo? ¿Cómo será mi futuro si lo domino?, y así sucesivamente, buscando sus propias respuestas. Basta con que encuentren algo valioso en un tema aburrido para que se encienda la curiosidad. 8 La vulnerabilidad como atributo, está referida a que una vez que nos volvemos buenos en algo, da pereza ir a otra cosa en la que no éramos bueno. Por lo general, si probamos algo nuevo y nos va fatal, nos dejamos arrastrar por pensamientos horribles: “Odio esto. Soy inútil. Nunca me saldrá bien. Qué difícil es”. Tenemos tanto ruido en nuestro cerebro que no nos queda espacio para el aprendizaje. Los grandes aprendices se dan el permiso de volver a la vulnerabilidad del principiante: “Seré malo al principio porque nunca lo he hecho antes. Y sé que con el tiempo aprenderé a hacerlo”. Cada vez es mayor el número de participantes en el sistema de educación para adultos, convirtiéndose la andragogía en una propuesta pedagógica que permite que las experiencias, conocimientos, éxitos o fracasos previos de los estudiantes puedan ser involucrados durante su proceso educativo reorganizándolo y orientándolos a asumir el reto en una formación constante que pueda a través de la motivación, la confianza mutua, la aplicación de metodologías más vivas, el análisis y la reflexión, la aplicación de dinámicas y prácticas que conecten con el entorno real, el alcance de logros y satisfacción de necesidades, otorgándoles herramientas que puedan ser aprovechadas en el mundo real. 9 CONCLUSIÓN La Educación es un proceso permanente de construcción y adquisición de conocimientos. Anteriormente era vista como un período de aprendizaje que se vive durante cierta etapa de la vida de un individuo. Sin embargo, a través de la historia esta concepción ha ido perdiendo vigencia para ir dando paso a La Educación para Adultos, siendo esta una herramienta que permite capacitar o preparar a los individuos a enfrentarse, adaptarse y comprender los cambios constantes de la sociedad, dando muestras que para aprender no existen limitaciones de edad, basta con las ganas, motivaciones y capacidades que tengan los interesados. La Educación de Adultos involucra la participación simultánea del estudiante y del docente, permitiéndoles desarrollar al máximo sus potencialidades y canalizarlas en dirección al logro de sus objetivos. Cuando el adulto vuelve al proceso educativo/formativo, lo hace con esperanzas de aumentar sus competencias, enriquecer sus acervo cultural y académico, y con la esperanza de su propia realización personal/profesional. Pero es pertinente caracterizarlo, según lo biológico; es un individuo con un desarrollo anatómico, fisiológico y reproductivo. En lo psicológico ya es un ente activo en el uso de las funciones intelectuales, emocionales, cognitivas, desarrollando una inteligencia acorde a la madurez cronológica. Es capaz de pensar sobre sí mismo, y acá ocurre su acercamiento con lo social cuando incluso piensa sobre los demás y sobre el entorno común, cuando se hace partícipe de procesos laborales (trabajo u oficio) y en la identificación cívico/político. 10 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Capitillo Silva, José (2017). El adulto y sus características en situación de aprendizaje. Material de apoyo con fines instruccionales Universidad Nacional Abierta. Rectorado Dirección de Investigaciones y Postgrado. Curso de Iniciación. Caracas. Venezuela. Castro Pereira, Manuel (2017). El Adulto y su Aprendizaje. Material de apoyo con fines instruccionales Universidad Nacional Abierta. Rectorado Dirección de Investigaciones y Postgrado. Curso de Iniciación. Caracas. Venezuela. Torres, M. y otros (1994). La praxis Andragógicas. Universidad de los Andes Consejo de Publicaciones. Mérida. Venezuela. Alcalá, A. (1999). Curso de Introducción a la Andragogía. Caracas. Venezuela. 11