La lectura de Erika Pani es un tanto complicada al momento de darle credibilidad; es decir, es una historia escrita desde la periferia de los Estados Unidos por lo que algún atisbo de sentimiento contrario al sentimiento pro-estadounidense puede ser visto, no es incorrecto es una crítica y es una visión. Partiendo de ese hecho, nos encontramos cómo la escritora quiere decirnos que hay una historia patria estadounidense en la cual los colonos ya conscientes de lo que eran y lo que podían hacer deciden iniciar una revolución de independencia de una monarquía avariciosa, lo que la convierte en una historia decididamente heroica. Sin embargo y coincidiendo con el punto de vista de otros historiadores, en ese caso estadounidenses, también no dice que pudo no haber sido tan limpio el proceso. Con esa base iniciaremos la sesión. El contexto en el que vivían las Trece Colonias ya es conocido por nosotros: trece asentamientos donde el capital privado y el capital de la corona había sido invertido para generar la autosuficiencia del reino inglés; estas colonias no reportaban excesivos beneficios pero eran colonias de las cuales se abastecían de productos necesarios como la madera para barcos, melazas entre otros para que el reino inglés subsistiera. A la par de esta historia de trabajo, vemos a los grupos como los esclavos blancos y africanos, indígenas y lo que Pani agregaría a los disidentes o loyalists veremos que el carácter de la independencia es mucho más complejo y completo. El contexto internacional lo encontramos en la Guerra de los Siete Años que terminó en 1763 con un rotundo éxito por parte de la corona británica. Aun cuando la guerra se había ganado, de hecho Inglaterra gana en esta guerra el territorio del actual Canadá, la Florida española y parte del Misisipi francés exceptuando Nueva Orleans, Inglaterra quedó realmente endeuda; lo que cualquier buen gobierno hace para recuperar fondos es aumentar impuestos en sus posesiones coloniales mediante una serie de reformas. A lo largo de diez años, se tomaron medidas que tendrían repercusión. Las leyes intolerables: 1. Las noticias del crecimiento territorial inglés fueron buenas noticias para los colonos en América continental debido a que la demografía estaba en aumento sin embargo, el rey Jorge III prohibió a los colonos británicos pasar la línea divisoria de los montes Apalaches con la finalidad de mantener vigiladas las fronteras. 2. El ejército que se encargaba de mantener el cuidado de las fronteras iba a ser enviado desde Inglaterra, por ser un ejército mucho más profesional que el que existía en las colonias; el pago de este ejército no iba a ir por parte de Inglaterra sino de parte de las Trece Colonias. 3. Las leyes de navegación se hicieron más estrictas. 4. Para 1764 se aprobó la “Ley del Timbre” que obligaba a pagar un impuesto por casi todo el papel que utilizaban. Ahora nuestra autora nos dice que era un impuesto común en la mayoría de los territorios coloniales de cualquier potencia pero recordemos que Inglaterra había sido por mucho tiempo indiferente a lo que las Trece Colonias eran. Se derogó en 1765 después de una serie de disturbios. 5. En 1767 otra serie de impuestos llegaría a afectar a las colonias: vidrio, pintura, papel y té. De este último tenemos a una serie de colonos que se disfrazaron de indígenas Mohawks en un motín llamado “The Tea Party” en 1773. 6. Impuestos sobre cabotaje, también las colonias desde hacía tiempo participaban en el comercio entre ellas así como comercio ilegal. 7. Prohibición de emisión de papel moneda. Como consecuencia de esto, Jorge III cerró el puerto de Boston, lugar del motín del té, clausuró los gobiernos municipales y las colonias percibieron estos actos como una afrenta colectiva. Violar derechos como súbditos británicos libres. NO TAXATION WITHOUT REPRESENTATION La frase guardaba suspicaccias por la dislocación de circuitos económicos y practica arraigadas. Y una muestra clara que el gobierno imperial se acercaría más y más a controlar las colonias. Quisieron que sus argumentos fueran mas una cuestión de principios. Argumentaron formar parde los hombres comunes y correintes de conformaban la mayot´ria de la población. Argumentaron que el rey y el parlamento estaba facultado para normar algunas cosas pero otras no. el gobierno podía imponer aranceles pero no impuesto internos ni gravámenes directos solo las alambres coloniales podían imponer impuestos de este tipo pues representaban a los contribuyentes y gastaban bajo el ojo fiscalizador de sus comitentes en cosas que interesaban a los colonos. Esta idea era absurda ara la época. Alegaron también los americanos que al no tener presententación en el parlamento (que no habían buscado) toda imposición a las colonias se hacía sin el consentimiento de los contribuyentes lo que equivalía a un robo. Se pedía los representantes fueran “reales” elegidos directamente de forma regular y por periodos lo más cortos posibles y obedecer al mandato de sus electres. Independientemente de sus intereses e incluso de su mejor opinión. El arma: los panfletos. Plantadores esclavistas, comerciantes y abogados provicinanos, miembros de la élite colonial, fueron quienes se pusieron al frente de la revolución para defender los derechos naturales de los ameriancos. Desde 1760 los panfletos que difundían que la política metropolitana agredía a las colonias en su conjunto y merecía respuesta colectia. La comunicación entre asambleas coloniales fue tmabie intermitente 1774 congreso continental Proclamando los derechos e inmunidades de las colonias de su majestad este cuerpo representativo promulgo un acuerdo interlolconia de no importación y no consumo que provocó la caída vertiginosa del cometido trasatlántico para el 4 de julio de 1776 e promulgó la declaración que debía legitimar las aaciones de los insurgentes americanos transformando las colonias rebelde en estados libres e independeintes.