En el año 1945 , mi tatarabuelo, que prestó servicios en el ejército, se preguntó cuándo llegaría a casa con su esposa y el hijo que nunca había visto. Obtuvo su deseo cuando Estados Unidos puso fin a la Segunda Guerra Mundial al arrojar bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki . El mundo esperaba Armageddon; en cambio, sucedió algo milagroso. Comenzamos a utilizar la energía atómica no como un arma, sino como una fuente de poder casi ilimitada. La gente disfrutaba de los lujos que una vez se creyeron el reino de la ciencia ficción. Robots domésticos, automóviles propulsados por fusión, computadoras portátiles. Pero luego, en el siglo XXI, la gente se despertó del sueño americano. Años de consumo conducen a la escasez de todos los recursos principales. El mundo entero se deshizo. La paz se convirtió en un recuerdo lejano. Ahora es el año 2077 . Estamos al borde de la guerra total, y me temo. Para mí , para mi esposa , para mi hijopequeño , porque si mi tiempo en el ejército me enseñó una cosa: es esa guerra, la guerra nunca cambia. Inglres In 1945, my great-great-grandfather, who served in the military, wondered when he would be coming home to his wife and son he had never seen. He got his wish when the United States ended World War II by dropping atomic bombs on Hiroshima and Nagasaki. The world expected Armageddon; instead, something miraculous happened. We began to use atomic energy not as a weapon, but as an almost unlimited source of power. People enjoyed the luxuries that were once believed to be the realm of science fiction. Household robots, fusion-powered cars, laptops. But then in the 21st century, people woke up from the American dream. Years of consumption lead to scarcity of all major resources. The whole world fell apart. Peace became a distant memory. It is now the year 2077. We are on the brink of all-out war, and I'm afraid. For me, for my wife, for my little son, because if my time in the army taught me one thing: it is that war, war never changes.