RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA: CIRUGIAS ESTETICAS COMO OBLIGACION DE RESULTADO Presentado por ANGIE MARIA CARRILLO MENDOZA JAMES EDUARDO PUERTO BLANCO AURA CONSTANZA VARGAS MARINO UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CÚCUTA FACULTAD DE DERECHO, CIENCIA POLÍTICA Y SOCIALES CÚCUTA, COLOMBIA 2019 RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA: CIRUGIAS ESTETICAS COMO OBLIGACION DE RESULTADO Presentado por ANGIE MARIA CARRILLO MENDOZA JAMES EDUARDO PUERTO BLANCO AURA CONSTANZA VARGAS MARINO Trabajo presentado como requisito parcial I corte Responsabilidad Civil Asesor disciplinar Asesor metodológico UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CÚCUTA FACULTAD DE DERECHO, CIENCIA POLÍTICA Y SOCIALES CÚCUTA, COLOMBIA 2019 RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA EN CIRUGIAS ESTETICAS: ¿OBLIGACION DE RESULTADO O DE MEDIO? Angie María Carrillo Mendoza1 James Eduardo Puerto Blanco2 Aura Constanza Vargas Marino3 Resumen En el presente artículo se determina la clase de la eventual responsabilidad en que incurre el médico ya sea basada en una responsabilidad contractual o una responsabilidad extracontractual; así mismo, obligaciones de carácter civil y penal en que se encuentra inmerso el médico y si la ejecución en la cual se encuentra determinado el médico en casos excepcionales de cirugías estéticas se configura una obligación de medio o una obligación de resultado; se exponen las características del contrato de responsabilidad medica junto con el arte y obligación que manifiesta el medico a sus pacientes. Con base a estos presupuestos se analiza cada tipo de obligación y cada supuesto. Palabras claves Responsabilidad civil, obligación de resultado, responsabilidad contractual, responsabilidad extracontractual, obligación de médico, contrato. Abstract In this article the class of the possible liability incurred by the doctor based on contractual liability or extracontractual liability is determined; likewise, obligations of a civil and criminal nature in which the doctor is immersed and if the execution in which the doctor is determined in exceptional cases of aesthetic surgeries is configured an obligation of means or an obligation of result; the characteristics of the contract of medical responsibility are exposed together with Estudiante de Quinto año de Derecho Estudiante de Quinto año de Derecho 3 Estudiante de Quinto año de Derecho 1 2 the art and obligation that the doctor manifests to his patients. Based on these assumptions, each type of obligation and each assumption is analyzed. Keywords Civil liability, obligation of result, contractual liability, extracontractual liability, doctor's obligation, contract. INTRODUCCION La responsabilidad médica es “la obligación que tiene toda persona que ejerce el arte de curar, de responder ante la justicia por los actos perjudiciales resultantes de su actividad profesional” (Bonet, 1980). En este sentido, el médico asume obligaciones de carácter civil y penal, basándose en el resultado y en el medio, el primero se encuentra determinado en el éxito que apetece el acreedor, a diferencia del segundo que se basa en una prosecución de dicho fin. Según Savatier (1951) establece que “la naturaleza del arte del médico le impone también el papel de consejero, de un protector del enfermo, que recurre, o cuya familia recurre a sus cuidados. De una parte, el enfermo es por definición un ser débil, incapaz de protegerse completamente el mismo, y que se dirige precisamente al médico para esta protección. De otra parte, la naturaleza de la prestación médica es tal que el enfermo, ser humano, se abandona por entero, en gran número de casos, a la merced del médico” (p. 394) De esta manera, se trata de un contrato típico puesto que está reglamentado legalmente; principal, ya que subsiste por si mismo, sin necesidad de otro contrato; bilateral, ya que las partes del mismo se obligan recíprocamente; consensual, puesto que se perfecciona con el simple acuerdo de las partes; oneroso, porque tiene por objeto la utilidad de ambas partes, gravándose cada una a beneficio de la otra, es decir, el medico se obliga a la prestación medica a favor del paciente, y éste a pagarle los honorarios correspondientes; conmutativo, porque aunque la salud no tiene precio, ni mucho menos lo tiene la vida, la prestación a que se obliga cada una de las partes, se mira como equivalente a la de la otra parte; ejecución sucesiva, puesto que el acto médico tiene varias etapas que se cumplen, como veremos enseguida, una detrás de la otra; se rige por costumbre medica general en la respectiva localidad y no es necesario que con el medico contrate directamente el enfermo puesto que pueden contratar los parientes de este y en general quienes se interesan por el enfermo. (Martínez Rave, 1993, p.494) No obstante, es importante determinar la clase de la eventual responsabilidad en que incurre el médico, ya sea basada en una responsabilidad contractual o una responsabilidad extracontractual; según Yepes (1996) determina que en casos de responsabilidad medica “la celebración de un contrato será, entonces, la manera mas corriente que conlleve la prestación de servicios médicos, ya sea con el paciente directamente, o con sus familiares y representantes si éste no puede manifestar su voluntad por alguna razón, sin descartar tampoco la intervención unilateral del medico en casos de emergencia o la atención del galeno vinculado a una institución de seguridad social que preste esta clase de servicios. Ante estas diversas hipótesis, si llegare a producirse un daño es la salud del paciente, la responsabilidad será contractual, extracontractual e inclusive puede comprometerse la responsabilidad del Estado en virtud de una falla del servicio” (p.34) Como elementos de esta responsabilidad encontramos, en primer término, “que se cause un daño; en segundo lugar, que alguien haya causado ese daño procediendo con dolo o con simple culpa y, finalmente, que medie una relación de causalidad entre el hecho determinante del daño y éste último”. (Rojina, 1994) Sin embargo, las obligaciones en las que se encuentra inmerso un médico, constituyen un tópico. No obstante, en este tipo de responsabilidad se presenta cierto grado de aceptación predeterminado por el éxito que apetece el acreedor, en estas condiciones se encuentra lo precedido por la culpa presunta ante el incumplimiento que tradicionalmente se ha entendido propio de la responsabilidad contractual, mas no de la contractual configurarse así una de las principales diferencias entre ambos tipos de responsabilidades en el tema de reparación. Así mismo, tradicionalmente la obligación del médico frente a casos de cirugías estéticas estaba precedido como una obligación de medio según lo preceptuado por Henri Mazeaud, citado por Alsina Atienza que propone la obligación de medio como “obligación general de prudencia y diligencia encareciendo con el vocablo general, que finca precisamente en que no va más allá del aporte de los esfuerzos y cuidados que caracterizan a la prudencia y diligencia, concepto esencialmente fluido e indeterminado a priori (p.587); sostiene además que la obligación de medio como en la de resultado, debe el acreedor probar esencialmente lo mismo: el mal cumplimiento de la prestación. Solo que el concepto de mal cumplimiento, depende de cuál sea el de buen cumplimiento adeudado, ya que ambos no son sino, las dos caras de la demanda de cumplimiento. De aquí que, si la deuda es de resultado, el simple mal resultado constituye mal cumplimiento. En tanto que, si ella es solo de medio, únicamente hay mal cumplimiento cuando no se ha puesto aquella diligencia que constituía lo esencial de la prestación, es decir, cuando ha existido culpa, y en esto último lo que debe justificar el acreedor (Alsina, 1958) De esta manera, las obligaciones de medio constituyen el fracaso, además del mal desempeño, arbitrio de los medios que puedan generalizarse para el médico profesional. Es decir, el médico profesional presenta la obligación de proveer los cuidados necesarios con el fin de dar cumplimiento a la petición del acreedor utilizando sus conocimientos técnicos científicos. Según Bonnet (1980) el problema de la responsabilidad en materia de cirugía estética fue planteado en un momento por un proceso resonante que conmocionó al mundo médico. “el caso tuvo lugar en 1929, la señorita Le Guen tenía piernas muy gruesas y esa deformación era incompatible con su profesión, por lo que, consultando su médico, éste la envió a un médico de los hospitales quien la internó en su servicio y le practicó una operación estética en la pierna izquierda. La brecha abierta en la pierna era muy amplia y fue imposible cerrarla con broches, a causa de falta de elasticidad de la piel. Hubo que vendar fuertemente la brecha quirúrgica, declarándose a los pocos días una gangrena que concluyó con la amputación parcial de la extremidad inferior. El cirujano en su defensa explicó que no había cometido ni falta ni impericia y que simplemente había cedido a las exigencias de la paciente; […] llevada la cuestión a los tribunales, los motivos no fueron objetados debido a que la operación había sido perfectamente efectuada, ningún error científico, ni imprudencia era posible reprochar al cirujano […] el tribunal estableció que era responsable del daño sufrido por su cliente desde el momento que había efectuado una operación comportando riesgos de una real gravedad con la única finalidad de mejorar la estética de una persona. […] en efecto, admitió la responsabilidad en la precipitación lamentable con la que el cirujano procedió a la operación y al hecho de que descuidara ilustrar a su clienta sobre los riesgos que comportaría la operación” Desde lo preceptuado en este momento, los procesos de responsabilidad médica a mediado del tiempo, las cirugías estéticas generan especialidades médicas, que en su ejercicio generan en el profesional que las prácticas sean de obligación de resultado frente a sus pacientes. Una de las primeras manifestaciones de la Corte Suprema de Justicia relacionada con el ejercicio con el ejercicio de la medicina se propone a 1940, en esa sentencia, como magistrado ponente el Magistrado Liborio Escallón, establece que “no es el ejercicio de esas profesiones solamente la aplicación de los principios técnicos y científicos, sino que también está condicionada a normas protectoras del individuo y de la sociedad, y que constituyen los elementos fundamentales de la moral profesional. La técnica y la moral condicionan por tanto el ejercicio honesto de dichas profesiones”. (p.116) Es así, en casos de cirugías estéticas que la obligación del médico se ejecuta como de resultado, toda vez que presenta una obligación de cambiar un presupuesto físico del paciente por algún otro mejor y dado el caso de que no ocurriera, la paciente no debe soportar ese daño, lo que se efectúa una responsabilidad médica contractual como obligación de resultado por parte del médico. En general, la obligación que asume el médico especializado en cirugía estética, es de resultado, ya que en caso de no prometer un resultado feliz, el paciente no aceptaría someterse al acto quirúrgico o tratamiento propuesto (Bustamante 1973); en términos generales, el cirujano podrá que su obrar no producirá al paciente un perjuicio mayor al que se pretende corregir, con esto, acepta que la falta de mejoría no culparia al galeno ( Bueres cita a Royo Villanova, 1979). En el ámbito contractual, se presume la culpa y por tanto corresponde al demandado a la carga de probar el caso fortuito o fuerza mayor que lo eximan de responsabilidad; en cambio, en el ámbito extracontractual no existe tal presunción de modo que corresponde al demandante efectuar el acervo probatorio. Es decir, de acuerdo con Luigi Menhoni las reglas sobre la carga de la prueba son siempre iguales cualquiera sea la fuente de responsabilidad y solo se diferencian en atención al contenido de la obligación. así mismo, Planiol y Ripert establecen que “hay que entender por culpa un acto sujeto de reproche, en el sentido de que el deudor incurre en una reprobación por un hecho preciso de acción u omisión. La cuestión consiste en saber si la culpa así entendida es necesaria para que haya responsabilidad” (Tamayo cita Planiol y Ripert, 1990) La falta de correspondencia entre la prestación del médico y la satisfacción del paciente compromete la responsabilidad del profesional, salvo que pueda probar la eficacia causal de una causa ajena. Existen procedimientos como la cirugía estética donde se asegura un resultado y se le da al paciente dicha certeza por lo que si no se logra el resultado ofrecido es causa de demanda, no así la reconstructiva, otro ejemplo es la cirugía oftalmológica con láser y algunos procedimientos de cirugía menor en donde se puede garantizar un resultado (Marcelo, Domingo, Reyna y Philippe, 2007) REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Alsina, D. (1958). Jurisprudencia. Tomo III, pp. 587-602 Bonnet, E. F. (1980). Medicina Legal, López, (2º ed). Buenos Aires, Argentina. T. I. Bustamante, J. (1973). Teoria general de la responsabilidad civil. Buenos Aires, Argentina: Abeledo Perrot. Bueres, A. (1979). Responsabilidad civil de los médicos. Buenos Aries, Argentina: Abaco Colombia, Corte Suprema de Justicia, Casacion del 5 de marzo de 1940. Magistrado ponente Liborio Escallon, G. Tomo XLIX, p.116 Martinez Rave, G. (1993). Responsabilidad civil extracontractual en Colombia. Medelli: Editorial DIKÉ Savatier, R. (1951). Tratado de responsabilidad civil. Francia: Deuxiéme édition. Rojina, V. (1994). Comprendio de Derecho Civil. Mexico: Editorial Porrúa. Tamayo Jaramillo, J. (1990). Culpa contractual. Colombia: Editorial Temis. Yepes Restrepo, S. (1996). La responsabilidad civil médica. Medellín: Editorial DIKÉ.