Subido por Valeria Sofia Lopez Aguirre

Violencia Intrafamiliar - Tesis

Anuncio
LICEO CRISTIANO REVERENDO JUAN BUENO
2º AÑO DE BACHILLERATO GENERAL
“Violencia Intrafamiliar en el municipio de Santa Ana, El
Salvador.”
Realizado por:
Juan Carlos Bautista Escobar.
Valeria Sofía López Aguirre.
Rodrigo Andreé Moran Vega.
Marjorie Michelle Santamaría Flores.
Harold Abiel Chámul Ramírez.
Katherinne Michelle Torrez Rodriguez.
Para:
Obtención de título en Bachillerato General.
OCTUBRE 2020
SANTA ANA, EL SALVADOR
1
Violencia intrafamiliar en el municipio de Santa
Ana, El Salvador.
2
Índice.
Introducción………………………………………………………………………………………VI
Capitulo I. El Problema
Planteamiento del problema……………………………………………………………………..8
Objetivos……………………………………………………………………...…………………….9
Definición del problema……………………………………………….…………………………10
Delimitación……………………………………………………………………………………….12
Justificación………………………………………………….……………………………………13
Limitaciones………………………………………...…………………………………………….14
Recursos…………………………………………………………………………………………..15
Cronograma de actividades………………..……………………………………………………16
Capitulo II. Marco Teórico
Antecedentes de la Investigación……………………….……………………………………..18
Bases Teóricas…………………………………………………………..………………………26
1. Perspectiva Biológica de la Agresividad Humana…………………………….……..27
2. Teoría del Apego…………………………………………………………………………32
3. La Violencia filio-parental explicada desde la Teoría del Aprendizaje Social….....44
4. Teoría de la Predictibilidad……………………………………………………………..48
5. Principales clasificaciones tipológicas sobre hombres violentos contra la pareja..50
6. Rasgos de personalidad en niños con padres violentos……………………………55
7. Como tener una familia feliz y unida…………………………………………………..64
Bases legales……………………………………………………………………………….…….66
3
1. Principio de igualdad de derechos entre Hijos e Hijas………………………………72
2. Principio de la Unidad en la Familia……………………………………………………75
3. Principio de Igualdad entre los cónyuges……………………………………………...76
4. Principio de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes………………77
5. Principio de protección de los incapaces y adultos/as mayores…………………….78
6. La LEPINA y La Ley Contra la Violencia Intrafamiliar respecto de la protección de
los niños, niñas y adolescentes………………………………………..……………….80
7. La escucha de los niños, niñas y adolescentes……………………………….……..82
8. Los menores de edad como sujetos procesales en la L.C.V.I…………………..…84
9. La Personas Adultas Mayores y la L.C.V.I……………………………………………87
10. La L.C.V.I. y La Ley de Atención Integral Para La Persona Adulta Mayor…………88
11. Actuación de la Policía Nacional Civil………………………………………………….90
Sistema de hipótesis…………………………………………………………………………….97
Glosario de términos……………………………………………………………………………100
Capitulo III: Marco Metodológico
Tipo de investigación…………………………………………………………………………112
Sistema de Variables…………………………………………………………………………113
Población y muestra…………………………………………………………………………119
Técnicas de recolección de datos…………………………………………………………..121
Validación y confiabilidad del instrumentos…………………………………………………129
Capítulo IV: Análisis de Datos
Análisis de Datos………………………………………………………………………………131
Resultados……………………………………………………………………………………133
Conclusiones y Recomendaciones…………………………………………………………137
4
Capítulo V
Propuesta………………………………………………………………………………………141
Referencias Bibliográficas……………………………………………………………………143
5
Introducción.
En la investigación se pretende encontrar las causas y motivos que provocan el irrespeto
a los Derechos Humanos dentro de un conjunto familiar, consigo mismo las consecuencias
que contrae a su vez estas acciones a los componentes de dichas familias en su estilo de
vida en el día a día y en cómo se desenvuelven en la sociedad misma, haciendo un
contraste con los traumas y la psicología actual. La violencia familiar refiere a los actos
violentos cometidos en un hogar entre miembros de la familia, es considerada
principalmente como un fenómeno la mayoría de veces masculino en contra de las
mujeres, la violencia intrafamiliar también sucede con los niños maltratados. Muchas veces
por abuso sexual y con acciones verbales y/o psicológicas que pueden ser cometidas por
personas de ambos sexos.
Tomando en cuenta como es visto este comportamiento en la sociedad y que tipo de critica
recibe, la violencia intrafamiliar es un problema grave que ocurre en todos los grupos
sociales, profesiones, culturas y religiones. Es un problema de salud pública que,
lamentablemente, va en aumento. Se cree que están relacionados con el desempleo y con
los niveles de estrés producidos por la creciente pobreza, la cual es uno de los indicadores
de la violencia familiar.
El enfoque principal que le damos a este problema promueve la atención integral, solidaria,
con perspectiva de género, respetuosa, multidisciplinaria e interinstitucional, que evite la re
victimización de las personas afectadas por la violencia familiar y de género en la cual
integraremos las leyes constitucionales de nuestra república para dar cabida al desarrollo
de un proceso investigativo con el que el lector y el interesado pueda erradicar por cuenta
propia y así mismo compartir y difundir las principales consecuencias y motivos por los
cuales la violencia se encuentra presente atormentando a las familias santanecas.
Además de lo anterior, es importante consignar el concepto de centralidad en los
municipios para la promoción y aseguramiento de la convivencia y la seguridad ciudadana,
con un enfoque de cohesión social que nos permitirá plasmar en esta investigación la
información necesaria para llegar a una conclusión que pueda resolver o dar a
conocimiento del lector de lo que se amerite según su situación o circunstancias.
6
Capítulo I:
El Problema.
7
¿Por qué se produce la violencia intrafamiliar y que
causas y que consecuencias trae para las familias
en el municipio de Santa Ana en el año de 2020?
8
Objetivos.
General:
 Contribuir a la construcción de condiciones que permitan fomentar la igualdad entre
mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes, a través de la sensibilización del
problema de la Violencia Intrafamiliar, a fin de prevenir y erradicar la violencia en la
familia santaneca.
Específicos:
 Estudiar y hacer énfasis en la prevalencia y severidad de los daños a la salud mental
causados por la violencia entre las personas, con particular énfasis entre aquéllas
que se encuentran en situación de mayor riesgo o vulnerabilidad.
 Promover la detección temprana de la violencia familiar en las instituciones sociales
como en la sociedad misma, reconociéndola como un problema de salud que
genera gran carga de enfermedad entre las personas más receptivas, sensibles y
sumisas.
 Contribuir a que las personas y sus hijos e hijas que viven en violencia extrema por
medio de información segura y fidedigna que les brinden la tutela de cómo obtener
protección, atención médica, psicológica y orientación legal según dicten sus
circunstancias.
 Promocionar el derecho a una vida sin violencia como parte de los derechos
humanos como ciudadano salvadoreño y habitante del mundo, dando cuenta de
aquellas instituciones que defienden nuestra integridad física y mental.
 Contar con información científica, actualizada, íntegra y comprobable sobre la
frecuencia, distribución y factores de riesgo asociados a la violencia familiar en
Santa Ana y sus consecuencias sobre la salud en general.
 Establecer y describir las características que presentan tanto los abusadores/as
dentro del círculo familiar como las víctimas de estos y cómo influyen estas
características para la obtención de la ayuda necesaria para erradicar el aumento
del problema, para evitar –en dado caso- consecuencias mayores.
9
Definición del problema.
La palabra violencia deriva del latín “violentia”, y entre sus acepciones se encuentran las
de “cualidad de violento” y “acción y efecto de violentar o violentarse”.
Por violento se entiende “que está fuera de su natural estado, situación o modo”, “que obra
con ímpetu y fuerza”, “que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidad extraordinarias”
y “que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y justicia”; mientras que violentar
significa “aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia”
Ahora bien, la violencia familiar que también se le identifica como violencia intrafamiliar o
violencia doméstica ha sido objeto de análisis tanto doctrinal, como legal y jurisprudencial,
motivo por el cual en los referidos ámbitos se han formulado conceptos o definiciones al
respecto.
Puede hacerse referencia a lo dicho por Adato Green, para quien la violencia familiar “se
expresa como una manifestación de poder que se concreta en actos u omisiones de un
miembro de familia hacia otro, tendiente a causar daño y subordinación como mecanismo
de control”.
A su vez De la Mata Pizaña y Garzón Jiménez la define como “La conducta constituida por
el o los actos dolosos, de contenido positivo o negativo, que efectivamente maltratan a los
miembros de un grupo social de convivencia íntima y permanente, unidos por lazo de
matrimonio, concubinato, parentesco, filiación o cualquier otra circunstancia, y cuyo sujeto
activo es otro de los miembros de grupo social” La palabra violencia deriva del latín
“violentia”, y entre sus acepciones se encuentran las de “cualidad de violento” y “acción y
efecto de violentar o violentarse”.
Según la Academia Nacional de Seguridad Publica, la violencia intrafamiliar se define
como: “Toda acción u omisión cometido en el seno de la familia por uno o varios de sus
miembros, que menoscaba la vida o la integridad física o psicológica, o incluso la libertad
de otro de los miembros de la misma familia, y que causa un serio daño al desarrollo de la
personalidad.”
10
La violencia dentro de una familia no recaba únicamente en una sola forma de ejercerse,
tiene varias formas de manifestarse y son las siguientes:
Violencia Física: Es aquella que se manifiesta a través de lesiones agravadas o bien, a
través de otras de menor índole; que no requieren asistencia médica (exceptuando casos
extremos) pero igualmente causan gran daño de todos los niveles a la o las víctimas.
Violencia Emocional: Es aquella en la que la víctima no sufre físicamente sino a nivel
sentimental e intrínseco, dañando así su estado emocional.
Violencia Sexual: Se manifiesta de forma agresiva y forzada, donde se le obliga a una
persona a tener contacto sexual, siendo el único interés, el de denigrar, humillar, ultrajar y
tener el control de dicha persona, generalmente se da de padres a hijos, en sí, de personas
mayores a menores de edad que encierran un vínculo sanguíneo directo.
Violencia Económica: Es el abuso absoluto del poder financiero en el hogar, donde se
establecen castigos monetarios por parte del agresor, así mismo hay impedimentos hacia
la pareja para que ésta trabaje, aun siendo esto necesario para el sostén de la casa. La
omisión de obligaciones y responsabilidades también es violencia, por ejemplo, cuando un
padre o madre abandona a su hijo/a y no le proporciona los alimentos y el cuidado que
éste necesita.
Violencia Doméstica: Es un mal social que deriva, en gran parte, de los mitos que rodean
a los roles femeninos y masculinos, englobando así lo que se conoce como estereotipos,
aprendidos desde la infancia. Un ejemplo es, cuando se dice que el hombre es el más
fuerte, el que domina, el jefe de familia, el que no llora, ni muestra sus emociones.
11
Delimitación.
En este apartado se encuentran determinados concretamente los límites dentro de los
cuales se enmarca la investigación. Estos se desarrollan en cuanto a los conceptos básicos
inmersos en el enunciado del problema, considerando, además, los límites espaciales, las
unidades de observación y los límites temporales.
Delimitación temporal: Los límites temporales comprenden el periodo de tiempo durante
el cual se estudió el objeto o comportamiento del fenómeno. En tal sentido, se han tomado
en cuenta los acontecimientos más relevantes que guardan relación con el problema de
investigación, la cual se pretende estar llevando a cabo en un periodo de 6 meses de
trabajo de investigación.
Delimitación social: Se pretende utilizar como unidades de observación las personas que
se ven involucradas en este fenómeno social, aquellos que son víctimas de violencia, así
como también los que la infligen a los demás en el círculo familiar, en este caso las familias
salvadoreñas que residen en el municipio de Santa Ana.
Delimitación espacial: Se ha tomado en cuenta el lugar geográfico el Barrio San Miguelito,
ya que está a nuestro alcance y disposición para ejercer el proceso investigativo sin algún
tipo de interrupción o inconveniente que altere los resultados.
12
Justificación.
Tomando en cuenta los antecedentes que esta puede dejar en las nuevas generaciones
de una determinada familia, nuestra intención consta en explicar los motivos por los cuales
el ser humano despierta dichos comportamientos agresivos, centralizándose en el aspecto
psicológico de las personas que se encuentran involucradas en dicho ambiente hostil,
incluyendo el rol que juegan las personas para que esta problemática se lleve a cabo en
sus hogares. Usando el análisis psicoanalítico que permita ofrecer una visualización de la
manera de percepción del mundo de la persona que lleva a cabo dicho abuso, que traumas
pueda presentar, o incluso, que problemas psicológicos tenga esa persona, y haciendo
referencia que esta problemática no hace distinción de edad, sexo o clase social a la cual
pertenece.
Pretendemos influir en las causas de la violencia doméstica, fundamentalmente se trata de
actuaciones educativas orientadas al respeto, la igualdad, la tolerancia y la no-violencia en
el seno de la familia y a la promoción de una cultura igualitaria entre géneros y clases. La
escuela y la sociedad deben jugar un papel orientado a crear un clima de no-tolerancia
hacia los agresores, a mejorar el status de la mujer en la sociedad y a exigir cambios en
las normas sociales.
Sin embargo, se busca describir que daños y perjuicios provoca en las relaciones fuera o
dentro del círculo familiar en el que este sea presente, incluyendo los riesgos y restricciones
que provoca en las victimas en sus capacidades y de qué manera afecta nuestra imagen
e integridad como sociedad “civilizada”.
13
Limitantes.
Existen algunas condiciones o factores que pueden perjudicar de manera directa el
progreso de la investigación, algunas de estas son:
• La contribución de las personas que serán encuestadas, es decir, debido a la sensibilidad
del tema seleccionado habrá personas que no estén dispuestas a brindarnos información
sobre dicho tema, ya sea por algún trauma sobre el mismo debido a la magnitud con la que
estas la estén viviendo, o porque simplemente no se sientan cómodas hablando sobre ello.
• El territorio sobre el que se extiende la investigación; ya que es imposible investigar todo
el país sobre el fenómeno tratado; pero si es posible presentar una investigación sobre
cierta cantidad de personas que se vean involucradas, es decir, el tamaño de la muestra.
• La veracidad de los datos que puedan proporcionarnos las personas encuestadas o
estudiadas, debido a que cada una posee una postura distinta sobre la realidad del tema
ya que ningún afectado la vive de la misma manera que otra, o la magnitud del fenómeno
en su hogar, y no existe una manera directa de comprobar si los datos que proporciona
cada persona son verdaderos o falsos, ya que estos pueden afectar desmedidamente en
los resultados que se lleguen a obtener al final de la investigación.
• El acceso a Instituciones que puedan contribuir a la progresión teórica de la problemática,
ya que dichas Instituciones no permiten el acceso a personas civiles, o solo se los permiten
a personas que estén calificadas a actuar en dicho campo ya determinados.
14
Recursos.
Materiales:
 Páginas de papel bond tamaño A4.
 Lápices y lapiceros.
 Borradores.
 Equipo informático.
 Variedad de libros, enciclopedias y artículos virtuales.
Humanos:


Personas investigadas.
El equipo investigativo.
Financiero:

Se cuentan con $20.00 de presupuesto general para invertir en las investigaciones.
Tasa total de inversión:
Material
Cantidad
Valor
Páginas de papel bond
50
$0.50 ctvs. ($0.01 ctvs. c/u)
Lápices
6
$1.50 ($0.25 ctvs. c/u)
Lapiceros
6
$1.50 ($0.25 ctvs. c/u)
Borradores
6
$1.50 ($0.25 ctvs. c/u)
Total
68
$4.00 (invertidos)
15
Cronograma.
Actividad
Marzo
Abril
Mayo
Junio
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
Selección del
tema
Planteamiento
del problema
Justificación
Delimitación
Objetivos
Hipótesis
Marco teórico
Metodología
Análisis de
datos
Julio
Septiemb
re
2 3 4 1 2 3 4
Agosto
1 2 3 4 1
Octubre
1
2 3 4
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Conclusiones y
recomendacion
es
X
16
Capítulo II:
Marco Teórico
17
Antecedentes de la Investigación.
18
La violencia es tan propia de la naturaleza del hombre que prácticamente lo acompaña
desde su creación, y las manifestaciones de ella han sido tan variadas, como su ámbito de
desempeño. Lo anterior, se traduce en que sea un recurso de general aplicación en la
resolución de las diferencias sociales que se manifiesta ante la existencia de conflictos de
posiciones, donde ha fracasado, o no se ha intentado una solución consensuada. La
violencia se manifiesta en toda la escala de organizaciones sociales, sean de origen
político, laboral, estudiantil o cualquier otra, de modo tal, que no ha de extrañar que se
presente con la misma o mayor frecuencia, en la más básica y pequeña de todas las
organizaciones sociales, es decir, la familia.
Si bien la familia debiera ser un cuerpo cohesionado para la protección integral de cada
uno de sus miembros, en no pocas ocasiones ha sido el centro de los más bestiales,
arraigados y exacerbados conflictos, de aquellos que han permitido un sinnúmero de
sistemáticos, permanentes e irracionales abusos sobre sus miembros, en especial sobre
mujeres, niños y ancianos.
Las fuentes más antiguas acerca de los Derechos Humanos se encuentran en la cultura
griega y romana, así como en las ideas humanistas de Oriente. De ésa época destacan
regulaciones normativas tales como el Código de Hammurabi (Primer Código conocido de
la Historia); el Decálogo y las Leyes de Solón. (Solón es un legislador y arconte de Atenas,
fue miembro de una familia noble ateniense, la de los medóntidas, su existencia data del
539-56 0 A. C.).
Estas culturas desarrollaron el concepto de Derecho Natural, Derecho de Gentes, según
los romanos y con ellos las corrientes iusnaturalistas, entendidas como el conjunto de
normas que los hombres deducen de la intimidad de su conciencia y que estiman como
expresión de la justicia.
En ésta época se ubican las primeras batallas por la reivindicación de la dignidad humana
y la superioridad de ésta ante la regulación de los hombres; también destaca la
proclamación de respeto a la libertad de todos los hombres elaborada por Cicerón, la cual
se complementa con la aparición de textos de mayor trascendencia jurídica, como la Ley
de las doce tablas, (en el año 450 a.C., hasta la muerte de Justiniano I, soberano del
Imperio bizantino, en el año 565 d.C. De forma concreta, se utiliza para designar la
compilación de la ley conocida como Corpus luris Civilis, también llamado Código de
19
Justiniano, realizado bajo los auspicios del mismo y que fue la base del Derecho civil de
muchas naciones europeas continentales).
Sin embargo, los derechos referidos como derechos de gentes eran concedidos a los
ciudadanos, es decir, a los hombres libres que poseían bienes, excluyéndose a los
esclavos, extranjeros y a las mujeres. En el caso de los esclavos, ésta condición se
mantuvo hasta la edad media, cuando consiguieron su emancipación al convertirse en
siervos. La mujer no corrió con la misma suerte y su situación no fue modificada.
En este tiempo era común que las mujeres fueran consideradas parte del motín de guerra;
la captura de mujeres por la fuerza no fue sólo aceptada, sino legalizada. Si bien es cierto,
que el Código de Hammurabí protegía a la mujer y al niño pues como principio tenía "que
el fuerte no puede oprimir al débil y la justicia acompañe a la viuda y al huérfano", también
es cierto que en el mencionado código se normó como delito el hecho de violar a una mujer
virgen, empero, también la hizo culpable si era violada dentro de las murallas de la ciudad
ya que, se argumentaba que ella podría haberse defendido o gritado; pero si la violación
ocurría fuera de la ciudad la mujer no era castigada si se casaba con el violador. Al final de
cuentas, de una u otra manera la sanción era para la mujer. También las leyes de
Hammurabi reconocieron ciertos derechos a la mujer en relación a la herencia pues ésta
podía recibir una parte de la herencia paterna y una dote al casarse.
En Persia, la mujer estaba obligada a la obediencia total, el padre escogía al marido y la
entregaba a éste, y sólo si no tenía hijo varón ella podría recibir una parte de la herencia.
En Egipto, la condición de la mujer fue más favorable; ella tenía los mismos derechos que
el hombre, heredaba y poseía bienes, se casaba libremente, pero para conservar derechos
y propiedades tenía que ser la esposa verdadera (dado que en Egipto se permitía la
poligamia); si era una esposa más se convertía en esclava.
En Grecia, la familia se asentaba sobre la base de la preponderancia del hombre, la mujer
se encontraba rígidamente sometida. Su función consistía en cuidar la casa, procrear y
brindar placer sexual. El matrimonio era para el hombre una carga, un deber para con los
Dioses, el Estado y sus propios padres. Sólo en Esparta, la situación de la mujer revestía
características singulares, porque su intervención en el proceso social y económico era
diferente, y su prestigio y consideración constituían una excepción en el mundo antiguo.
20
En Roma, la familia, se desarrolló en el marco de una sociedad rural, organizaba la vida
en hogar bajo la estricta obediencia a un antepasado varón, tronco común de todos los
varones que convivían con sus esposas e hijos: el padre familias único dueño del
patrimonio, disponía igualmente del derecho de vida y muerte sobre todos aquellos que
estaban sometidos a su autoridad. La potestad del padre familias no se limitaba a la mujer
y a los hijos, sino que se extendía a los esclavos y a los ciudadanos romanos reducidos a
condición servil, lo que constituía a la familia en un organismo político-religioso, y el vínculo
que unía a los integrantes de la misma se basaba en la sujeción a su jefe con un lazo de
naturaleza civil o jurídica, más que de parentesco.
La mujer casada inmanu ingresaba en la familia del marido donde se encontraba en
condición de loco filiae (en lugar de la hija). Es decir, se reputaba hija del marido y se
consideraba hermana de sus hijos. Se hallaba equiparada a sus propios hijos en la casi
potestad del padre. El matrimonio solo podía ser disuelto por voluntad del marido, a quien
las costumbres obligaban a repudiar a la mujer infiel o infecunda.
A fines de la República nace el matrimonio sine manu, en el cual la mujer no integra
jurídicamente la familia del marido, sino que pertenece a la suya, mientras que los hijos
ingresan a la del padre. No hay entre la madre y los hijos derechos y deberes, y también
en este caso el papel de la madre es nulo. En el derecho romano se consideraba la
disolución del matrimonio si la mujer era estéril, pero si el hombre era impotente podía
sustituirlo un hermano o un pariente del marido. La familia se conformaba por los varones,
pues el nacimiento de una hija no realizaba el objeto del matrimonio.
En la historia del Derecho Romano, observamos un movimiento contradictorio, toda vez
que, la mujer adquiere una condición más elevada en el orden familiar, empero, el poder
central la somete a diversas incapacidades legales, es decir, se limitaban menos sus
derechos como hija, pero se le negaba la igualdad con el hombre en función del sexo. Lo
anterior acontece en tiempos de la oligarquía patricia cuando cada padre familias era un
soberano independiente en el seno de la república y cuando el poder del Estado se afirma,
lucha contra la concentración de las fortunas y la arrogancia de las familias poderosas. El
tribunal doméstico desaparece ante la justicia pública. La mujer adquiere más derechos y
se producen limitaciones en la facultad del padre y del marido de disponer de su persona.
21
En sus inicios, el cristianismo reforzó el principio de sujeción forzosa de la mujer. Según
Pablo la mujer debía estar subordinada, y temer al marido.
En algunos documentos más antiguos de la Iglesia católica, específicamente en el
decretum 1140 “prevalecía el derecho del marido de controlar a la esposa, a pesar del
principio de igualdad de todas las almas de Dios”.
Durante la edad media, la mujer adquirió el carácter de símbolo de poder y honor del
hombre era usada para estrechar vínculos o servir de instrumento de paz. Una vez casada
ella y sus bienes pasaban a ser propiedad del marido y de la familia de éste.
El cambio de actitud inicio en Inglaterra, donde en 1929 se eliminó del libro de los estatutos
el acta que daba derecho al marido a castigar a su mujer.
En 1853, se aprobó el acta para la mejor prevención y castigo de los asaltos agravados
sobre mujeres y niños. Fue hasta 1891 que se abolió de forma absoluta el derecho legal
que se había disfrutado el cual era que el marido tenia poder para emplear fuerza física
sobre la esposa.
En 1851 se pronunció en los Estados Unidos dónde se concedió a la mujer golpeada y
maltratada el derecho a divorciarse. El libro llamado “tortura de la esposa” escrito por
Frances Power Cobbe en 1878 tuvo una enorme influencia jurídica ya que en él se
recopilan más de 6,000 casos de mujeres mutiladas, golpeadas, cegadas, quemadas y
asesinadas en el periodo de 1874 a 1878.
En cada época el modelo de la familia ha ido adecuándose a las dinámicas históricas, los
cambios de organización social influyendo en ellos. Fue hasta el siglo XX donde se da un
cambio familiar y social y toma de conciencia personal en las mujeres y que el poder no
sea una forma de opresión dentro y fuera de la familia y de relacionarnos entre nosotros
no como objetos de posesión sino como sujetos. Sin embargo, la violencia intrafamiliar es
un problema de salud pública y de violación a los derechos humanos. Organizaciones no
gubernamentales han demandado programas y servicios para dar solución a esta
problemática, incluyendo en él la responsabilidad y el compromiso del Gobierno.
22
1 de cada 5 mujeres sufren de violencia de su pareja actual y 1 de cada 3 han sufrido
violencia de su pareja alguna vez en la vida.
La familia como sistema social, en el cual se aprenden los patrones socioculturales ha sido
afectada por la violencia social que a lo largo de la historia se ha desarrollado, así tenemos
que:
 Época primitiva:
Es donde el hombre ha ocupado un papel predominante ya que cazaba animales, protege
y defiende a la mujer. En cuanto a la mujer se le considera alguien pasiva y se limita a la
función reproductiva.
 Época antigua:
En sus principios el grupo familiar no se sentaba sobre relaciones individuales, sino que
las relaciones se daban entre todos los hombres y mujeres que integraban una tribu.
En esa época se sabía quién era la madre pues en la familia para ese entonces tenía un
carácter MATRIARCAL, y es con ella con quien crece y se alimenta el hijo.
 Edad media:
En la época se caracterizaba por considerar al núcleo familiar tener una cierta relación con
la tierra, ya que esta era netamente agrícola, es de hacer notar que aquí las mujeres no
podían ejercer el dominio feudal, sino que fue hasta el siglo XI cuando los feudos se vuelven
hereditarios y a falta de un heredero varón esta podría suceder, pero no de una manera
libre, sino en supeditación a un tutor varón que poseía el usufructo de los bienes.
 Época moderna:
Hasta la llegada de la revolución industrial las familias se encontraban fundamentadas en
dos unidades: de reproducción y producción.
La familia tenía un doble sentido, productora de bienes y reproductora de la vida humana.
En esta época es cuando de forma más palpable se evidencian las distribuciones de roles
dentro de la familia en principio, y muchos de estos rasgos se conservan actualmente,
23
notamos que con la industrialización, se crean más necesidades, llevando así al hombre a
buscar un trabajo productivo, fuera del hogar y evidencia que la situación de la mujer no
cambia nada ya que esta se mantiene en casa en donde desempeña la procreación y
crianza de los hijos y la realización de los oficios domésticos y además no contaba con
ninguna fuente de ingresos monetarios.
 Época contemporánea:
Empieza desde el siglo XX hasta nuestros días se presentan cambios en las legislaciones
que anteriormente habían mantenido estructuras de dominación hacia la mujer y a la
familia. Sin embargo, a pesar de toda la violencia intrafamiliar hacia la mujer siempre
predominaba al momento de resolver los problemas familiares, y no fue considerado un
problema social sino hasta comienzos de los 70’s, cuando se empiezan a publicar revistas
médicas que ahondan no solo sobre la violencia contra la mujer en el hogar sino también
de los niños en el mismo.
Sin embargo, a pesar de todo esto seguimos observando que siguen dándose muchos
hechos de violencia intrafamiliar, ya que todas las acciones realizadas no han logrado
penetrar en la conciencia de muchos agresores que siguen produciendo actos que atentan
contra la libertad, integridad y la dignidad de la persona y en la familia como base
fundamental de las sociedades.
Municipio de Santa Ana, El Salvador
En nuestro país atravesó de la historia se han reportado casos en los que se manifiesta la
violencia dentro de la familia, recayendo sobre todo en la mujer, se observan rasgos de la
misma durante la época precolombina en donde la mujer tenía un plano de inferioridad con
respecto al hombre limitándose únicamente a aceptar las condiciones del hombre.
Durante la época de conquista la mujer fue violentada por el conquistador español, además
sufría abusos por sus compañeros de vida el que la utilizaba para desahogar sus
frustraciones y necesidades. No obstante, que la mujer siempre trabajo en la agricultura y
en ocupaciones hogareñas afines a ella, pero a medida que la industrialización se
24
desarrolló el trabajo de la mujer en el hogar disminuyó alimentándose a tal grado que surgió
la opresión familiar.
A pesar de lograr la independencia en nuestro país la discriminación contra la mujer igual
continuó.
Después de los acuerdos de paz, formas de violencia civil tomo mayor relevancia que la
violencia intrafamiliar y demás agresiones contra la mujer, quedando relegado a segundo
plano.
En El Salvador como muchas otras sociedades tiene las características de ser
androcéntrica, esto quiere decir que toma al hombre, como medida para todas las cosas,
como prototipo del ser humano y todas las instituciones creadas oficialmente, responden a
las necesidades del varón, es decir todo gira a su alrededor. Prueba de ello, es que muchas
mujeres están relegadas al ámbito doméstico u otros empleos con poca remuneración
monetaria.
La mujer salvadoreña ha sido víctima a través de la historia de una práctica cotidiana de
la violencia familiar que la ha sumergido en las peores situaciones de la violación a su
estatus de mujer, esposa o compañera de vida.
Lamentablemente todos los esfuerzos realizados por parte de entidades tanto
internacionales como gubernamentales y no gubernamentales no han logrado obtener
frutos esperados ya que la ley existe pero el desconocimiento y la educación sociocultural
de una sociedad como la de El Salvador y muchos países de América Latina generan el
ámbito propició para que este fenómeno encuentre su mayor expresión y genere un
desequilibrio social entre la mujer y hombre en donde la mujer como hoy y atravesó de la
historia ha sido víctima.
25
Bases Teóricas.
26
1.
“Perspectiva Biológica de la Agresividad Humana”
Josep M. Asensio Aguilera
Universidad Autónoma de Barcelona
Para responder a la cuestión del origen de la agresividad humana (instinto natural o
ambiente social) el autor parte de las aportaciones de dos disciplinas biológicas: la
Etología y la Socio-biología. Comienza por estudiar el fenómeno en el mundo animal,
sobre todo los enfrentamientos intraespecíficos, y considera luego la interacción
herencia-medio, para terminar, hablando de la agresividad humana y sus consecuencias
en el campo educativo.
¿Somos agresivos por naturaleza? ¿Es inevitable la violencia? nuestras respuestas
agresivas son fruto Únicamente de las influencias del medio? Estas cuestiones (u otras
análogas), que revelan la vieja y mal formulada polémica entre herencia o aprendizaje
(innato o adquirido), han sido ampliamente debatidas en los últimos años. Sin embargo, es
bien sabido que, por lo general, los planteamientos que se presentan como dicotomías
irreconciliables responden más a nuestro afán de simplificar cuestiones complejas o a
razones de tipo emotivo que no a la naturaleza real de los hechos que se discuten. Es por
él, lo que creemos necesario, si queremos avanzar en la comprensión de una realidad
pluridimensional como la que nos ocupa, establecer un amplio dialogo interdisciplinario que
permita progresar con mayor seguridad en la búsqueda de respuestas a las preguntas
antes formuladas.
Nuestra exposición acerca de la agresividad humana tiene como punto de partida las
aportaciones de dos disciplinas biológicas, la Etología y la Socio-biología, que, como se
sabe, tienen por objeto las bases biológicas de la conducta individual y social de los
animales, respectivamente. Aunque criticadas o desautorizadas por algunos autores en
cuanto a la procedencia de sus metodologías para el conocimiento de nuestra especie,
27
resulta evidente que, salvo que se considere al hombre como una abstracción desligada
del mundo natural, muchas de las aportaciones de estas dos ramas de la Zoología pueden
servirnos, cuanto menos, para una útil reflexión acerca de nuestra posible naturaleza.
Como señala Ruse “no veo razón para excluir la agresión del marco de la socio-biología
humana, o para negar que tenga relevancia para los seres humanos el trabajo efectuado
sobre el tema hasta ahora exclusivamente con referencia a los animales”.
De una forma general podemos decir que, en el mundo animal, la agresión viene
especificada como cualquier actividad que tenga por objeto mantener o aumentar la
eficacia biológica de quien la efectúa y lo la de sus consanguíneos (eficacia inclusiva) a
costa de la de aquel sobre quien recae dicha acción. En términos genéticos, no se olvide
que son los genes en interacción con el medio quienes producen cualquier organismo, lo
que la agresión persigue es, de forma inconsciente para el organismo, la supervivencia y
expansión de unos genes en relación a otros. En efecto, si analizamos el contexto en el
que normalmente se manifiesta la conducta agresiva (defensa del territorio, competencia
sexual, establecimiento de jerarquías, depredación, entre otros.) observamos que, más que
presentarse de una forma aislada, viene casi siempre dada en relación a otras categorías
conductuales que tienen que ver con los objetivos biológicos antes resididos. No se trata
de situaciones conflictivas absurdas que obedezcan a instintos metafísicos, sino de
conductas íntimamente vinculadas a la actividad vital de los organismos y de las que
dependen aspectos tan importantes para las especies como son: la selección de los
reproductores, el mejor aprovechamiento de los territorios, la defensa de la descendencia,
la alimentación, entre otros.
Cualquier ser viviente debe presentar, por consiguiente, un mayor o menor grado de
agresividad, ya que, en el mundo en que se ha de desenvolver, su porvenir está ligado a
la utilización de unos recursos limitados por los que se ve obligado a competir. Ahora bien,
el hecho de que podamos presentar la conducta agresiva bajo unos objetivos generales de
actuación, no supone necesariamente que ésta posea un carácter homogéneo en sus
manifestaciones. Distintas situaciones de conflicto pueden producir respuestas que van
desde una simple actitud de amenaza a estrategias de ataque variables según la situación
en que el individuo se encuentra y el oponente al que se va a enfrentar. Estas diferentes
estrategias se desarrollan muy probablemente a partir de coordinaciones nerviosas
definidas y comportan actitudes emocionales que varían según el grado de peligro que el
28
animal presiente o conoce. En la intensidad de la respuesta agresiva juegan también un
papel tanto las condiciones del medio externo como las de la maquinaria fisiológica del
organismo. Así, la inclusión de elementos ajenos al grupo, la escasez de alimentos, el
exceso de población, los cambios neurocrinos, y demás, constituyen factores
desencadenantes que pueden afectar incluso al grado de discriminación con que se
efectúa la agresión. Esta es precisamente nuestra gran responsabilidad, la de saber que,
en definitiva, más allá de unas potencialidades genéticas, es la creación de unas
determinadas condiciones medioambientales lo que se convierte en el canalizador
definitivo de nuestras múltiples inclinaciones. Sabemos que la suerte de una humanidad
enfrentada a través de una compleja dialéctica -que sin embargo encubre intereses muy
primarios- depende del uso que sepamos hacer de nuestra avanzada tecnología y del
grado de tolerancia y mutuo respeto que seamos capaces de sembrar. En consecuencia,
hemos de intentar garantizar, a través de una labor educativa dirigida de forma consciente
hacia el conocimiento de nuestra realidad biológica y social, el control cultural de nuestras
propias tendencias. De igual manera, debemos propiciar el desarrollo de unas relaciones
humanas no fundamentadas en las jerarquías de dominio, en el poder de unos pocos
enfrentados a la continua frustración de quienes se hallan infra alimentados material y
culturalmente, sino en el respeto a los derechos que, en función de nuestra dignidad
esencial, libremente nos hemos otorgado. No se trata, pensamos, de intentar eliminar la
componente positiva de la agresividad, por la que nos sentimos inconscientemente
impulsados a mejorar nuestra propia situación dentro del medio social, mediante la
creación de rnundos artificialmente igualitarios, sino de no hacer de aquella una conducta
inevitable e hipertrofiada en el marco de nuestra convivencia.
La cultura y el lenguaje pueden generar un discurso consciente que esconda motivaciones
de menor contenido altruista del que parecemos ofrecer. Orientar nuestro camino hacia la
libertad real, no solo supone el conocimiento del medio sociocultural que hemos construido,
sino también el de las características del soporte biológico, que originariamente, lo
fundamentó y del que si bien aquél no ha alcanzado aún plena autonomía tampoco
constituye un condicionante que no pueda ser superado por una inteligencia puesta al
servicio del logro de unos determinados objetivos sociales.
Conviene destacar, no obstante, un aspecto de la agresividad humana - que, por 10 demás,
ya desde sus orígenes pudo estar al servicio de los mismos intereses biológicos citados al
29
inicio de esta exposición- por su evidente singularidad. Se trata, de la extrema destrucción
y crueldad que, en ocasiones, el hombre es capaz de desarrollar en sus acciones agresivas
y a la que, con frecuencia, de forma totalmente inadecuada. Nada más lejos de la realidad.
Como hemos podido comprobar en el mundo natural, las agresiones se limitan por lo
general al logro de unos objetivos de interés biológico. La agresión por sí misma no parece
tener sentido. Un animal que se dedicará a torturar a otro perdería posibilidades de
subsistencia y con toda seguridad su evolución tendría escaso porvenir. Resulta evidente
que es el hecho cultural, también en este aspecto, el que establece la gran diferencia entre
la agresividad humana y la del resto de los organismos; por ello, de igual manera que una
educación dirigida a evitar la conducta agonista puede mitigar sus efectos, las
componentes, en ocasiones necrotizantes o hipertrofiantes de nuestra cultura,
proporcionan las condiciones necesarias para las manifestaciones de una agresividad
marcadamente cruel. En cualquier caso, parece evidente que, aun en oposición a autores
partidarios de una concepción deterministas del instinto de agresión, el hombre debe temer
más a las componentes aprendidas del medio en que se desarrolla, que no a las
programaciones de un bagaje genético que ha sido seleccionado durante millones de años
a lo largo de su historia evolutiva.
Podríamos decir que nuestros genes han propiciado la estructuración de unos cerebros
prestos a asimilar la forma en que han de defender sus intereses. Ciertamente no cabría
pensar de otra manera ya que ésta es la misión esencial de nuestro patrimonio hereditario,
es decir, la de estar presente en la mayor medida posible en las siguientes generaciones.
El logro de esta meta –sin que debamos pensar en ningún tipo de intencionalidad
consciente- depende del grado de eficacia que sepan demostrar los organismos que lo
portan. Es en este sentido en el que se expresa Dawkins al hablar del “egoísmo de los
genes” desde una perspectiva neo darwinista. Sin embargo, a nuestra especie le cabe la
posibilidad de escoger la forma en que esos “egoísmos” pueden ser satisfechos. Si los
caminos señalizados para la subsistencia y el bienestar son únicamente los que dependen
de la explotación, la falsedad y la agresión, nuestros cerebros aprenderán de forma rápida
-y con mayor eficacia que otras experiencias- las conductas que garanticen estos logros.
Mientras que si, por el contrario, somos capaces de organizarnos sobre la base del
altruismo y la cooperación, la sinceridad y la transparencia en nuestras relaciones, el
control de las apetencias egoístas se lograra de forma más fácil, las jerarquías tendrán un
30
mayor soporte moral -10 que las eximirá en buena parte de la agresión institucional- y las
diferencias que pueden existir entre los individuos se convertirán en fuente de estímulos
creativos. La utopía que puedan encerrar las afirmaciones anteriores, fundamentada en el
análisis de la realidad que el mundo de hoy nos ofrece, quizá sea la única que en buena
parte se vea obligada la humanidad a convertir en realidad, porque solo el hombre educado
en libertad, consciente de su naturaleza y de los factores del medio que inciden sobre ella,
sabedor de que su presente y su futuro vienen ligados al de sus congéneres y al de la
naturaleza en general, podrá, en definitiva -si el poder destructor ya almacenado le da
opción-, representarnos en el futuro como continuadores de nuestra especie, la única
capaz, aunque con limitaciones, de dirigir sus propios destinos.
31
2.
“Teoría del Apego”
John Bowlby
(1977)
“La teoría del apego es una forma de conceptualizar la propensión de los seres humanos
a formar vínculos afectivos fuertes con los demás y de extender las diversas maneras de
expresar emociones de angustia, depresión, enfado cuando son abandonados o viven
una separación o pérdida".
John Bowlby (1998).
Revisando la literatura científica en este campo encontramos que abundan estudios acerca
de variables individuales que analizan las características de los agresores. Son menos los
que consideran una perspectiva diádica en la génesis de la violencia en la pareja o la
familia. Esta perspectiva considera que los comportamientos de un miembro de uno de
estos vínculos deben ser tenidos en cuenta en interacción con los del otro. Si se centra la
atención en el comportamiento individual sin considerar al mismo tiempo el de la pareja, es
como prescindir de la mitad de la información necesaria para comprender el fenómeno. En
este ámbito, la teoría de sistemas ofrece un marco esencial para su comprensión:
Sistemas conductuales y motivación.
Los sistemas conductuales o motivacionales son entendidos como un conjunto de
respuestas o un repertorio de conductas que tienen el objetivo de promover la satisfacción
y regulación de las necesidades básicas. Están programados genéticamente y son
modelados por el ambiente. Favorecen la supervivencia del individuo y de la especie.
Algunos sistemas pueden activarse al mismo tiempo y de manera sinérgica (apego y sexual
en la relación de pareja). Otros son excluyentes (sistema de apego y sistema exploratorio
en la niñez temprana).
32
Los sistemas son:
a) Sistema de apego. (Búsqueda protección por personas específicas).
b) Sistema de afiliación (a grupos).
c) Sistema de alimentación.
d) Sistema sexual.
e) Sistema exploratorio
Dicho de una manera muy sucinta, y como ya habíamos indicado en el punto dedicado a
los estilos de apego en la pareja, la teoría de sistemas mantiene que un sistema es un
conjunto de elementos relacionados entre sí, cuyo resultado es superior a la suma de sus
partes. Todo sistema tiende al equilibrio y se resiste al cambio. Cuando algo se introduce
en el sistema todo el sistema tiende a cambiar. Vamos a considerar que la pareja es un
sistema, puesto que podría convertirse en un subsistema si consideramos sistemas
superiores como son la familia nuclear (hijos incluidos), extensa, la sociedad, entre otros.
La pareja por tanto es un todo con una dinámica propia. Pero no es un todo que surge del
vacío, sino que se alimenta de dos psicologías individuales, forjadas a partir de sus propias
historias, que proceden a su vez de otros sistemas, en un contexto cultural
predominantemente desigual en relación al género.
“Lo que por motivos de conveniencia denomino teoría del apego es una forma de
conceptualizar la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos con
determinadas personas en particular y un intento de explicar la amplia variedad de formas
de dolor emocional y trastornos de la personalidad, tales como la ansiedad, la ira, la
depresión y el alejamiento emocional, que se producen como consecuencia de la
separación indeseada y de la pérdida afectiva”.
John Bowlby (1977).
El mecanismo esencial de todo sistema humano es la comunicación. Cuando una de las
partes emite información verbal o no verbal, esa información repercute en la otra parte
provocando en ella algún tipo de acción, la cual se convierte en retroalimentación para la
primera. Este tipo de comunicación circular sirve de mecanismo de autorregulación del
sistema. Cuando la comunicación no fluye o la percepción de la misma está alterada,
debido fundamentalmente a instancias individuales, entonces surge el conflicto que puede
generar situaciones claramente patológicas, dependiendo de la capacidad del propio
33
sistema para reabsorberlo. Considerando, por tanto, las importantes aportaciones de
estudios de variables de corte individual y de las basadas en el análisis de la interacción
diádica desde la perspectiva sistémica, la teoría del apego presenta una estructuración de
los vínculos que nos aferran a diferentes variables:
Estructuración de los vínculos de apego
El apego es el vínculo afectivo que se infiere de una tendencia estable a buscar la
proximidad, el contacto, entre otros. Subyace a las conductas que se manifiestan no de
una forma mecánica sino en relación con otros sistemas de conducta y circunstancias
ambientales. Los vínculos que genera el apego se establecerían en base a tres elementos:
a) Conductas de apego. Es el resultado de las comunicaciones de demanda de cuidados.
El bebé no es alguien pasivo y protagoniza gritos, sonrisas, agitación motriz, seguimiento
visual y auditivo. Permite y busca que la madre o cuidador/a principal se acerque y
permanezca con él.
b) Sentimientos de apego. Es la experiencia afectiva que implica sentimientos referidos
tanto a uno mismo como a la figura de apego. Introduce expectativas sobre cómo el otro
se relacionará con nosotros. Una buena relación de apego comporta sentimientos de
afirmación y seguridad
c) Representación mental. Es la representación interna que hace el niño de la relación de
apego: los recuerdos de la relación, los “modelos operativos internos”. Son una
construcción de un conjunto de representaciones interactivas que tienen cierto grado de
estabilidad. Son un “trabajo” en el sentido de representaciones dinámicas que cambian
para adaptarse a los diferentes periodos de los ciclos vitales.
Uno de los modelos más utilizados para la explicación de la violencia hacia las mujeres es
el propuesto por Walker (1984). Sin embargo, si nos fijamos, se trata de un modelo
estrictamente descriptivo. (Figura 1.)
Desde esta perspectiva se considera la relación abusiva en el seno de la pareja como una
forma disfuncional y exagerada de protesta. Entendemos por relación abusiva aquella en
la que uno de sus miembros mantiene una presión más o menos permanente hacia el otro
34
en forma de malhumor, episodios de cólera, riñas, descalificaciones, falta de respeto, entre
otros. Esta relación abusiva o coercitiva puede degenerar en violencia física, psíquica, o
ambas, pudiendo llegar a situaciones fatales. Paradójicamente la protesta se dirige hacia
la figura de apego. Surge a partir de la percepción de amenazas relacionadas con la
separación o abandono. Las personas que muestran niveles altos de ansiedad tienden a
ser hipersensibles a las amenazas, por ello tienden a percibir los comportamientos
ambiguos de sus parejas como amenazantes.
La agresividad tiene un carácter disfuncional cuando se observa una tendencia real o
fantaseada de dañar al otro, destruirlo, contrariarlo, surge frente a la visión del “sí mismo”
en peligro. En este caso muestra un carácter ofensivo. Como el propio Bowlby indica “…
gran parte de la violencia familiar inadecuada se puede entender como la versión
exagerada y distorsionada de una conducta potencialmente funcional (Bowlby, 1989)
(Figura 2).
Según Bartholomew y Allison (2006), las personas que fracasan en comunicar de manera
eficaz su necesidad de asegurar la relación de pareja por vías funcionales, activan la cólera
e incluso la violencia para ganar o recuperar el espacio de proximidad con su pareja que
ejerce las funciones de figura de apego. Según la autora citada, los individuos ansiosos
con tendencia a aproximarse, que muestran una baja tendencia a la evitación, pueden
activar la cólera cuando perciben algún tipo de amenaza hacia la relación. Esta apreciación
está en consonancia con los datos obtenidos del estudio de la violencia en parejas, que
indican que ésta surge en un contexto de conflicto en la relación, en dónde los violentos se
caracterizan por ser personas de una alta dependencia y una gran vulnerabilidad
psicológica.
Tanto la teoría, como los datos, parecen indicar que las personas que mantienen relaciones
abusivas o coercitivas tienden a ser ansioso-ambivalentes o preocupadas, es decir,
personas tendentes a una alta dependencia (ansiedad) y una baja evitación. Por otro lado,
las personas evitativas muestran tendencia a la hostilidad, y tienden a ser frías
aparentemente poco sensibles. Estos rasgos podrían ser considerados como predictores
de relaciones abusivas o violentas por su propia naturaleza. Sin embargo, los evitativos se
caracterizan por su tendencia a retirarse en las situaciones promotoras de ansiedad o
amenaza con el fin de desactivar el sistema de apego y, con ello, poder mantener el control
35
personal. Se sabe, por otro lado, que la evitación está asociada al control de la cólera, por
lo tanto, no cabe esperar que la evitación engendre comportamientos de protesta. La
tendencia de las personas proclives a la evitación a retirarse en situaciones de amenaza
haría poco probable la activación de comportamientos de protesta que estarían en la base
de las relaciones coercitivas o violentas en última instancia. No obstante, no se puede
descartar que en situaciones límite, generadas por el propio sistema relacional, las
personas evitativas (hombres o mujeres) puedan llegar a agredir si se sienten intensamente
acosados emocionalmente.
La perspectiva de la teoría del apego no hace una referencia específica a las diferencias
de género, sin embargo, desde este marco teórico se han desarrollado un conjunto de
investigaciones que han tratado de explicar el comportamiento violento de los hombres
hacía las mujeres en el ámbito de la llamada violencia de género. Este mayor volumen de
investigación respecto a la violencia ejercida por los hombres, probablemente se explique
por la presión social en este sentido, a partir de la constante aparición en los medios de
comunicación de los asesinatos más abyectos cometidos contra las mujeres.
Sin embargo, según Bartholomew y Allison (2006), parece que la violencia en el seno de
las parejas se relaciona intensamente con los estilos de apego. En este sentido las
investigaciones desde esta perspectiva que analizan la violencia ejercida en el seno de la
pareja, aportan evidencia acerca de que los hombres agresores tienden a ser ansiosoambivalentes, así como las mujeres que agreden a hombres. Lo mismo ocurre en parejas
de hombres y mujeres homosexuales en las que quien que ejerce la violencia tiende a este
perfil de apego, tanto en parejas compuestas por mujeres, como por hombres.
Desde el punto de vista psicológico, la variabilidad respecto a las identidades sexuales,
está suficientemente contrastada. No es difícil encontrar mujeres fuertes altamente
independientes y hombres sumisos, dependientes y vulnerables. Los datos de
investigación aportan evidencias nada despreciables de relaciones abusivas de mujeres
hacia hombres. Este planteamiento parece no poder responder a preguntas tales como: Si
una inexorable educación sexista introyecta en hombres y mujeres patrones
estructuralmente machistas ¿Por qué una enorme proporción de hombres no son
coercitivos ni violentos? ¿Por qué muchas mujeres no asumen el papel de sumisión y
muestran una marcada autonomía personal? Teniendo en cuenta la gran proporción de
36
separaciones ¿por qué en muchas de éstas, la iniciativa es tomada por mujeres? Si
asumimos que la violencia, en algunos casos, puede surgir como consecuencia del intento
de separación ¿por qué unos hombres agreden y otros no? ¿Cuáles son las variables de
personalidad que diferencian a unos de otros?
La cuestión se centra en tratar de hacer aportaciones desde diferentes marcos con el de
fin de contribuir al conocimiento de una cuestión tan complicada como la violencia en el
ámbito de la pareja. La teoría del apego, dicho con toda prudencia, puede contribuir al
esclarecimiento de algunos de los motivos profundos que provocan la agresión en la
dinámica del sistema interrelacional. Conviene subrayar, por otro lado, que el exceso de
ideologización de algunas realidades puede impedir la objetividad necesaria para
contemplar hipótesis alternativas y complementarias, sin que ello suponga en absoluto
prescindir de análisis ideológicos que permitan mantener una visión crítica de la realidad.
El género se puede considerar como una variable de contenidos culturales que puede
intervenir como un factor desencadenante de la violencia, dentro de un entramado de
variables de corte individual, coadyuvantes todas con el resultado final que es la expresión
de la violencia. Si observamos las situaciones límite, es decir, los casos en los que la mujer
es asesinada por su pareja, veremos cómo probablemente su perfil se corresponda con un
hombre en el fondo vulnerable y débil, que se apuntala así mismo en una coraza de
autoritarismo violento de consecuencias imprevisibles.
“Un lazo afectivo entre el niño y quienes le cuidan y un sistema conductual que opera
flexiblemente en términos de conjunto de objetivos, mediatizado por sentimientos y en
interacción con otros sistemas de conducta".
Sroufe y Waters (1977)
Vistas, así las cosas, la causas que afectan al vínculo principal que desencadena el vínculo
familiar, impactan de manera directa e indirecta en los demás participantes del desarrollo
de la relación padres a hijos, puesto que cualquier problema privado discutido –física o
verbalmente- repercute en los hijos de manera emocional o física, sean estas
consecuencias infringidas padre a hijos, madre a hijos, padres a hijos, hijos a padres, y
viceversa. Para una mejor comprensión veamos cómo se caracteriza la participación del
37
niño en el proceso de apego para comprender las conductas que son producto de los
problemas, diferencias y abusos que se dan primeramente entre los padres:
Participación del niño/a en el proceso de apego
Se caracteriza por la búsqueda de proximidad con las personas con las que está vinculado
y los contactos sensoriales privilegiados que se establecen entre el niño-a y cuidadores
principales. La presencia de a figura de apego aporta una seguridad (base segura) que
favorece la exploración por parte del niño. Ante la separación, el niño experimenta
ansiedad, que se manifiesta por una activación de los esfuerzos para atraer a la figura de
apego, seguidos de sentimientos de protesta, desolación y abandono frente a su pérdida o
enfrentamiento a una cruel realidad.
La teoría remarca la importancia primaria y las funciones biológicas de los vínculos íntimos
y emocionales entre los individuos (sobre todo en la relación entre el niño y sus padres,
pero también a lo largo del ciclo vital).
Señala también la poderosa influencia que tienen las tempranas relaciones de apego en el
desarrollo de la personalidad y, en algunos casos, en el origen de la psicopatología. Aporta
una teoría evolutiva, una teoría de la angustia o ansiedad y una teoría de la internalización
y de la representación:
a) Teoría evolutiva desde una concepción de la personalidad, como estructura que se
desarrolla a lo largo de una u otra vía, entre una serie de vías posibles. La elección
del camino está determinada por la interacción entre individuo y ambiente. La
psicopatología se concibe desde esta teoría no como resultado de fijaciones o
regresiones, sino como resultado de que el individuo haya “tomado” una vía por
debajo del desarrollo óptimo.
b) Concepción de la angustia como reacción a las amenazas de pérdidas y a la
inseguridad en las relaciones de apego. Distinción entre las consecuencias
emocionales de una pérdida presente a las amenazas de una posible pérdida en el
futuro.
c) Internalización y representación: el modelo de interacción entre niños y padres
tiende a convertirse en una estructura interna, en un sistema de representación.
38
Son “modelos operativos” internos del “sí mismo” y del otro, que se generan a partir
de la interacción con los progenitores. El sistema de representación le orienta
respecto a lo que siente hacia los cuidadores y respecto hacia sí mismo.
Básicamente lo que se representa es la relación, el “estar-con”, y no la figura del
padre o madre como una entidad separada.
Por otro lado, aporta la noción de “respuesta sensible” como organizador psíquico: las
respuestas de los padres incluyen notar las señales del bebé, interpelaras adecuadamente,
responder apropiada y rápidamente. Si el cuidador fracasa en leer los estados mentales o
los deseos del bebé o cuando fracasa en apoyarlo adecuadamente no hay respuesta
sensible. La respuesta sensible es similar a la respuesta empática, pero implica además
de sentir como el otro-a, actuar o reaccionar como ser humano diferenciado. (Figura 3.)
En esta teoría se mantienen dos tipos de apego esenciales que deben tomarse en cuenta
para cualquier evaluación o diagnostico en general, estos autores evaluaron la calidad del
apego durante los dos primeros años de vida mediante el experimento que denominaron
“situación extraña”: observaron el modo en que el niño organizaba su conducta en relación
con su madre durante una serie de episodios estresantes ensayados, de corta duración.
Estos episodios incluían una situación desconocida, el encuentro con una persona
desconocida y finalmente la separación de su madre por un corto espacio de tiempo.
Establecieron una distinción fundamental entre apego seguro e inseguro, a través la
capacidad del niño para utilizar la figura de apego como base para explorar su entorno y
desde su forma de reaccionar ante el retorno de la madre.
Los tipos de apego que describieron son:
 Apego seguro (Tipo B)
 Apego Inseguro
—Ansioso ambivalente (Tipo C)
—Huidizo evitativo (Tipo A)
—Inseguro desorganizado (Tipo D) (Introducido por Main y Salomón en 1986)
39
Apego seguro
El individuo tiene confianza en la disponibilidad, comprensión y ayuda que la figura parental
le dará en situaciones adversas. Se siente animado a explorar el mundo. Este esquema se
lo proporciona una figura parental (generalmente la madre) que sea fácilmente disponible,
atenta a las señales del niño y preparada a responder. Manifiesta una búsqueda activa de
contacto con la madre y ofrece respuestas adecuadas ante ella. Expresa una amplia gama
de sentimientos positivos y negativos. Este tipo de apego evoca sentimientos de
pertenencia, de aceptación de sí mismo y de confianza de base.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego Seguro?
Diferentes estudios realizados por distintos medios (entre otros, a través del “Cuestionario
de apego para adultos”), ofrecen interesantes conclusiones que complementan la visión
del apego aportando las conductas de los padres-madres de los niños identificados en las
tipologías anteriores. En el caso de los padres-madres de niños con apego seguro, aquellos
se muestran disponibles, ofreciendo contacto al niño cuando llora. Responden de forma
sincrónica al estado emocional. Son capaces de visualizar las necesidades del niño en sí
mismas, y no como necesidades propias o ataques a su integridad. Sus propias
narraciones de las historias de apego son coherentes. Describen fácilmente experiencias
de apego tanto positivas como negativas, con buena integración de ambas.
Apego inseguro huidizo-evitativo (A)
El niño tiende a ignorar o esquivar a su madre (por ejemplo, evitando el contacto o la
mirada). A su vez, la evitación del hijo puede amplificar la conducta parental que ha
generado esta percepción en el hijo. Muestra mayor ansiedad o al menos igual
comportamiento ante padres que ante figuras extrañas. Manifiestan una impresión general
de indiferentes o fríos con el adulto.
Parece intentar vivir la propia vida emocional sin el apoyo y el amor de los otros, desde una
tendencia a la autosuficiencia, y con una ausencia casi total de expresiones de miedo,
malestar o rabia.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego huidizo-evitativo?
40
Se relacionan con el niño con una mezcla de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad. Esto
se expresa en actitudes controladoras, intrusivas y sobre-estimulantes. La madre o
cuidador principal reacciona sintiéndose amenazada por los lloros o necesidades
insatisfechas de los bebés, no controla la situación para actuar en consecuencia. Ante ello,
niegan las necesidades del bebé: toman distancia con el estado emocional del bebé,
forzándole a modificar su estado emocional o distorsionando los sentimientos en otros más
tolerables, dando su propia lectura.
Apego inseguro ansioso-ambivalente (C)
El individuo no tiene la certeza de que la figura parental esté disponible o preparada a
responder. La presencia de la madre no le calma después de una ausencia corta.
Manifiesta ambivalencia: puede reaccionar hacia su madre con cólera, rechazando el
contacto o la interacción, y enseguida buscar ansiosamente el contacto. Se da una
oscilación entre búsqueda y rechazo de la madre. Propenso a la angustia de separación.
Por ello, tienden a aferrarse a la madre. La exploración del mundo les genera ansiedad,
que genera a su vez una ausencia de conductas exploratorias.
Esta modalidad de apego se crea en torno a una figura parental que unas veces está
disponible y otras no. También la potencian las separaciones y las amenazas de abandono
como medio de control. Se dan de forma prolongada y exagerada manifestaciones de rabia,
miedo y malestar.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego ansioso-ambivalente?
El elemento que más llama la atención es la falta de “sincronía emocional” con el bebé.
Puede haber periodos de ausencia física de la madre, pero sobre se produce una ausencia
de su disponibilidad psicológica, que convierte los cuidados en incoherentes,
inconsistentes e impredecibles. En resumen, no responden a los niños, pero no les
rechazan.
41
Apego inseguro desorganizado-indiscriminado (D)
En el contexto de un modelo relacional de carácter caótico, cambiante e indiscriminado (se
apegan, se desapegan para apegarse a otro, pero siempre de manera superficial), se
produce un modelo de vinculación “utilitario” ante rupturas previas, para protegerse de la
frustración y vulnerabilidad.
Se produce por tanto una relación desorganizada y cambiante con adultos, mediante
comportamientos aparentemente “casuales”, confusos y desorganizados. Hay una
oscilación desorganizada entre búsqueda y evitación.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego desorganizadoindiscriminado?
Prácticas parentales altamente incompetentes y patológicas como consecuencia de haber
sufrido experiencias muy traumáticas y/o pérdidas múltiples no elaboradas en la propia
infancia.
Nos encontramos con padres-madres con incompetencias parentales severas y crónicas,
con
frecuencia
irrecuperables:
patologías
psiquiátricas
crónicas,
alcoholismo
y
toxicomanías.
Es frecuente el estilo parental violento, desconcertante, impredecible. Se produce aquí una
paradoja vital: si el niño se acerca buscando apego, provoca ansiedad en el progenitor; si
se aleja, éste se siente provocado, y canalizará su ansiedad mediante comportamientos
hostiles y 0de rechazo.
La perspectiva de la vinculación afectiva es realmente útil para ayudar a las víctimas en su
recuperación, a recuperar la autonomía personal a través del fortalecimiento del yo,
restructurando los vínculos afectivos que les esclavizan a través de los modelos internos.
Solamente la capacidad de comprender la dinámica que mantienen estos vínculos
patológicos, es posible liberarse de ellos y establecer otros saludables.
También es útil desde el punto de vista de la prevención, porque el origen de la inseguridad
en el apego se sitúa en la calidad de la historia socio-afectiva. La situación socio-políticoeconómica que impide el acceso al trabajo o lo precariza extraordinariamente no es
precisamente el lugar más idóneo para cuidar la crianza donde el padre y la madre deben
42
tener el sosiego y los apoyos necesarios para vincularse de modo adecuado a su hijas e
hijos. La protección de la crianza en relaciones de igualdad y los recursos necesarios es
una buena inversión política para el incremento de la salud mental de la ciudadanía y la
prevención de la violencia.
43
3.
“La violencia filio-parental explicada desde la Teoría
del Aprendizaje Social”
Concepción Aroca Montolío, Carmen Bellver Moreno y
José Luis Alba Robles
Universidad de Valencia y Universidad de Zaragoza
La teoría del aprendizaje social o TAS es la teoría en la cual las personas aprenden nuevas
conductas a través del refuerzo o castigo, o a través del aprendizaje observacional de los
factores sociales de su entorno. Si las personas ven consecuencias deseables y positivas
en la conducta observada, es más probable que la imiten, tomen como modelo a seguir.
Un tipo de violencia que un menor dirige a sus progenitores o a los adultos que actúan
como padres. Un tipo de violencia que ocurre en el seno familiar. La violencia filio-parental
es aquella que ejercen los hijos hacia los padres.
Esta teoría explica la violencia familiar centrando su atención en el modo violento en que
los progenitores se relacionan entre sí o con sus. Así, este enfoque rechaza la concepción
innata de la agresividad humana y la base genética del temperamento o la personalidad,
trasladando el origen de la violencia al aprendizaje por modelado que se produce en las
relaciones interpersonales, en este caso, familiares. formularon una teoría sobre el
aprendizaje social de las conductas antisociales y delictivas. En concreto, estos autores
explicaban en qué medida los individuos aprendían a comportarse de modo violento o
como delincuentes, a través del aprendizaje por observación.
Akers (2006), en su última reformulación de este modelo explicativo, revela cómo
aprendemos, mantenemos y modificamos la conducta que podemos observar y modelar
en distintos contextos de aprendizaje: familia, grupo de pares, medios de comunicación,
entre otros. Además, establece una serie de requisitos o factores de riesgo, desde el
paradigma del aprendizaje humano, que hacen más probable que una persona sea violenta
y cometa actos delictivos:
44
a) Si se relaciona diferencialmente con otras personas que realicen, modelen, apoyen
y propugnen actitudes y conductas favorables a las violaciones de normas sociales
y jurídicas (asociación/refuerzo diferencial).
b) Cuando la conducta desviada aprendida haya sido objeto de refuerzo diferencial
frente a la conducta conforme a la norma, lo que significa que la persona habrá
recibido en el pasado, por su conducta, una recompensa relativamente superior al
castigo (refuerzo diferencial).
c) Cuando un sujeto, simbólicamente o en persona, esté relativamente más expuesto
a los modelos desviados que a los adaptados (imitación), y observe más a los
primeros que los segundos.
d) Cuando sus propios valores, actitudes y conductas aprendidas sean relativamente
más favorables (deseables o justificadas) a la comisión que a la abstinencia de
actos desviados o antisociales.
e) Cuando la probabilidad de una conducta adaptada disminuya y la probabilidad de
una conducta desviada aumenta, al variar el equilibrio de estas variables en la
dirección inversa a la conducta pro social o no violenta.
Una aclaración que consideramos oportuno establecer, es que la imitación es el principal
y primer elemento para aprender una conducta, pero no tanto en su mantenimiento. Por
regla general, aprendemos conductas por observación de modelos y, posteriormente, las
reproducimos y mantenemos si obtenemos resultados deseables para nosotros. Asimismo,
un inhibidor de la conducta puede ser la aceptación o no de ésta por personas relevantes
para el imitador u observador (madre, padre, amigos, pareja) que pueden favorecer tanto
su mantenimiento, su modificación como su eliminación.
Por su parte, cuando Akers (2006) se refiere al aprendizaje de conductas desviadas desde
los grupos primarios, secundarios y terciarios afirma que: “Las relaciones que van a tener
un mayor efecto sobre la conducta son aquellas que ocurren antes (prioridad), duran más
y ocupan más de nuestro tiempo (duración), tienen lugar con una mayor frecuencia
(frecuencia) e implican a las personas con las que tenemos las relaciones más importantes
y cercanas (intensidad)” (p.1123). De acuerdo a estas consideraciones podríamos
considerar la influencia familiar como uno de los modelos primarios y principales (no el
único) de aprendizaje, al menos, hasta los 10 años de edad.
45
Además, las experiencias de violencia a las que se ven abocados algunos hijos, puede
conducirles a convertirse en potenciales adultos violentos con sus hijos y/o con sus parejas,
pero también con sus progenitores en su etapa adolescente, sobre todo con la madre
(Price, 1996). En este sentido Garrido (2007) destaca algunos factores que pueden
contribuir a la violencia filio-parental, y que son comunes a otros tipos de violencia juvenil,
como: (a) la importancia de haber sido objeto de malos tratos por parte del padre y/o la
madre en sus variantes (por omisión y comisión) o, (b) el hecho de haber sido testigo de
violencia en sus hogares.
Existen dos autores que, desde sus modelos del aprendizaje social, han explicado la
violencia en la familia a partir del proceso de socialización ejercido sobre los hijos: el
modelo de Whaler (quien desarrolló la teoría de la predictibilidad y dirigió su investigación
hacia los patrones interaccionales de los familiares con problemas de relación y abuso), y
el modelo de Patterson (quién desarrolló su teoría de la coerción recíproca y una acertada
descripción del proceso de la escalada coercitiva). Pasamos a exponerlos relacionándolos
con la violencia filio-parental.
Ahora bien, cuando intentamos buscar una correlación entre hijos violentos versus
progenitores maltratados, encontramos diversos resultados tras la revisión realizada. Por
ejemplo, el estudio de Brezina (1999)1 mostró que existe una correlación positiva entre la
violencia parento-filial y filio-parental. También fue importante el hallazgo de la correlación,
en este caso negativa, entre la agresión del hijo contra sus progenitores y la agresión de
éstos al hijo.
No obstante, Brezina afirma que aunque las dos relaciones son relevantes y en contra
posición a lo establecido por Vite y López, (2004): (a) es más probable que la violencia
parento-filial dé lugar a la violencia hacia los progenitores, a que la violencia filio-parental
reduzca la que ejercen los progenitores contra su hijo y, (b) que a pesar de que la violencia
filio-parental no es muy eficaz cuando se utiliza para reducir o eliminar la agresión de los
progenitores, este comportamiento puede ser el resultado del refuerzo negativo. A tenor de
los resultados de Brezina (1999) se podría argumentar que todo apunta a que el maltrato
parental fomenta la violencia filial, pero que la violencia filial no detiene la parental,
desestimando la retroalimentación bidireccional entre ambos tipos de maltrato.
46
cuando Ulman y Straus (2003) analizan en más de una docena de estudios una correlación
positiva entre la violencia parento-filial y la filio-parental, encuentran que se halla una
relación muy significativa entre ser víctima de malos tratos parentales y ser violento con la
madre y/o el padre. Incluso, los autores concluyen que la correlación es más sólida y
numéricamente superior que la que existe entre violencia filio-parental y ser testigo de la
violencia entre los progenitores. violencia del padre contra la madre en el 37,5% de los
casos. En el caso de violencia de los padres a los hijos y la violencia en la pareja (pero de
la madre hacia el padre) es de un 6,3% de los casos. No constan datos en el 56,3% de la
muestra analizada.
Cuando Ulman y Straus (2003) intentan establecer un efecto combinado entre ser testigo
o víctima de violencia intrafamiliar no encuentran una relación significativa, sino que
aparece un efecto acumulativo. Es decir, cuando no hay violencia parento-filial la violencia
filio-parental es muy baja, con la excepción de los niños que crecen en las familias en que
tanto el padre como la madre son violentos entre sí. Todos los porcentajes de niños que
habían sido atacados severamente por un progenitor estaban cerca del 30%,
independientemente de si había o no violencia entre la madre y el padre. Así pues, según
estos autores, la violencia entre los progenitores está asociada a Concepción Aroca
Montolío et al. La teoría del aprendizaje social como modelo… (498 Revista Complutense
de Educación Vol. 23 Núm. 2 (2012) 487-511) la violencia filio-parental y, cuanto mayor
sea el maltrato parento-filial, mayor será la violencia filio-parental.
47
4.
“Teoría de la Predictibilidad”
Whaler y Dumas
(1986)
Analizan y explican las prácticas de los progenitores maltratadores (principalmente las
madres), dirigiendo los esfuerzos de la investigación hacia el estudio de las interacciones
conductuales parento-filiales, con el fin de identificar los determinantes del maltrato infantil.
Los estudios señalan que las madres maltratadoras comparadas con madres "normales",
muestran tasas bajas de conducta pro social, mayores conductas aversivas, y altas tasas
de conducta instruccional. Por otra parte, y, en consecuencia, los niños maltratados, en
relación con los niños control, muestran generalmente mayores índices de conducta hostil,
desobediencia o ignoran la autoridad parental.
Asimismo, los estudios llevados a cabo han ido delineando propiedades de la regulación
del comportamiento materno-filial a partir de unos factores que pueden explicar conductas
aversivas de los hijos hacia las madres, como consecuencia de los maltratos sufridos. Entre
dichos factores se consideran las siguientes conclusiones:
 Las madres maltratadoras no tienen habilidades para imponer sus instrucciones y
conseguir la obediencia del hijo, provocan una serie de secuencias instruccionales
del tipo orden-oposición-orden-oposición que favorece secuencias aversivas en la
diada madre-hijo, y contra la madre.
 Las conductas características de la madre maltratadora (amenazar, humillar,
ignorar) están relacionadas con conductas inadecuadas por parte del hijo
(desobedecer, agredir, conducta oposicional), porque la conducta aversiva infantil
es reforzada al obtener una mayor consistencia (como refuerzo negativo) en la
respuesta materna, como propone Whaler (1990). En algunas situaciones, dicha
conducta aversiva del hijo incrementa los intercambios negativos, lo que provoca,
a su vez, que la madre aplique castigos más severos en un intento fallido de
provocar cambios en el comportamiento del hijo.
48
 La conducta materna inapropiada aparece tanto frente a conductas pro sociales
como negativas/violentas del hijo. Estos hallazgos apoyan, en alguna medida, el
modelo de coerción (Patterson, 1982) para tratar de explicar el fenómeno del
maltrato físico infantil, donde la respuesta inconsistente o no contingente a la
conducta pro social del niño, puede propiciar un incremento de la conducta aversiva
en él, dado que dicho comportamiento tiende a hacer más consistente, si bien
negativa, la respuesta maternal.
 Cuando se evalúa la relación de la conducta inapropiada y respuesta inapropiada
(tanto de la madre como del hijo) se observa algo habitual en la violencia filioparental, que conforme se repiten estos episodios, la probabilidad condicional de
que la madre emita conductas inapropiadas disminuye significativamente después
de la conducta inapropiada del hijo; por ello el hijo comprueba que, a mayor
contundencia y violencia de su conducta, su madre actúa como él quiere que lo
haga.
 La indiscriminación materna ha tomado diferentes significados, el más aceptado es
el que se refiere al empleo dispar e incoherente de prácticas disciplinarias a través
del tiempo, lo que, a su vez, incluye la carencia de reglas/límites, la falta de
supervisión y control del niño y, el empleo errático de castigos y recompensas. Por
otra parte, debemos señalar que el proceso de indiscriminación materna ha sido
considerado tradicionalmente como un factor que contribuye a los problemas de
comportamiento infantil y adolescente (1988; Whaler y Dumas).
49
5.
Principales clasificaciones tipológicas sobre
hombres violentos contra la pareja.
Pedro J. Amor, Enrique Echeburúa e Ismael
Loinaz
Universidad Nacional de Educación a Distancia,
España, Universidad del País Vasco, España y
Universidad del País Vasco, España.
Existen dos grupos de que, desde hace algo más de una década, han guiado el debate
sobre las tipologías de hombres violentos contra su pareja.
Clasificación de Gottman et al. (1995)
Esta clasificación, realizada en un contexto de laboratorio, propone la existencia de dos
tipos de maltratadores en función de su respuesta cardiaca diferencial ante una discusión
de pareja.
 Maltratadores de tipo 1 «cobra»: Son aquellos hombres violentos que ante una
discusión de pareja muestran un descenso en su frecuencia cardiaca y que
exteriorizan mucha agresividad y desprecio hacia la víctima. Asimismo, se
comportan violentamente con otro tipo de personas (amigos, desconocidos,
compañeros de trabajo, etc.). Desde una perspectiva psicopatológica, suelen
mostrar características antisociales y agresivo-sádicas, así como una mayor
probabilidad de drogodependencia.
 Maltratadores de tipo 2 «pitbull»: Son aquellos hombres violentos que presentan
un aumento en su frecuencia cardiaca ante una discusión de pareja. Desde una
perspectiva psicopatológica tienden a mostrar trastornos de personalidad por
evitación y borderline, características pasivo-agresivas, ira crónica y un estilo de
apego inseguro (Tweed y Dutton, 1998).
En el primer caso (tipo 1) se ejerce una violencia instrumental, es decir, la conducta
agresiva es planificada, expresa un grado profundo de insatisfacción y no genera
sentimientos de culpa; en el segundo (tipo 2), por el contrario, se trata de una violencia
impulsiva, caracterizada por una conducta modulada por la ira y que refleja dificultades en
50
el control de los impulsos o en la expresión de los afectos. Por otro lado, el porcentaje de
divorcios puede ser mayor en las parejas en las que hay un agresor de tipo 2.
Probablemente muchas mujeres maltratadas permanecen en convivencia con el agresor
de tipo 1, entre otras razones, por miedo.
La tipología propuesta por Holtzworth-Munroe y Stuart (1994) se centra en tres variables
relevantes: funcionamiento psicológico, extensión de la violencia y gravedad de las
conductas. A partir de estas dimensiones se establece la existencia de tres tipos de
agresores:
a) limitados al ámbito familiar,
b) borderline/disfóricos, y
c) violentos en general/antisociales.
 Maltratadores limitados al ámbito familiar (sobrecontrolados): Este grupo
representa el 50% de los agresores en la tipología teórica, pero en el estudio empírico
se reduce al 36% de la muestra. Estos sujetos son violentos fundamentalmente en el
ámbito familiar (contra su pareja e hijos), su violencia es de menor frecuencia y
gravedad que en los grupos restantes, y es menos probable que agredan
sexualmente a su pareja. Si bien no es frecuente encontrar psicopatología o
trastornos de personalidad, pueden aparecer rasgos de personalidad pasiva,
dependiente y obsesiva (Hamberger y Hastings, 1986). Es el grupo que presenta los
menores factores de riesgo, pudiendo haber sufrido niveles bajos o moderados de
agresión en su familia de origen. Por otra parte, son personas que suelen arrepentirse
después de un episodio violento y reprueban el uso de la violencia. En definitiva, son
maltratadores de bajo riesgo (Cavanaugh y Gelles, 2005) y, generalmente, tienen
menos problemas legales que otros tipos de agresores. Estos sujetos equivaldrían al
grupo sobrecontrolado en la clasificación de Dutton (Dutton y Golant, 1995; Tweed y
Dutton, 1998), que son sujetos aparentemente normativos (Dutton, 2007).
 Maltratadores
borderline/disfóricos
(impulsivos):
Este
grupo
representa
alrededor del 25% de los maltratadores (Holtzworth-Munroe y Stuart, 1994; Monson
y Langhinrichsen-Rohling, 1998), pero se limita al 15% en el estudio empírico ulterior
51
(Holtzworth-Munroe et al., 2000). Estos sujetos suelen ser violentos física, psicológica
y sexualmente, y muestran una violencia de intensidad media o alta dirigida
habitualmente contra su pareja y otros miembros de la familia (a veces pueden ser
violentos fuera del ámbito familiar). Según Holtzworth-Munroe y Stuart (1994), son los
que presentan mayores problemas psicológicos, tales como impulsividad,
inestabilidad emocional e irascibilidad; además oscilan rápidamente del control al
enfado extremo, lo cual encaja frecuentemente con el trastorno de personalidad
borderline. Estas características serían similares a las del grupo impulsivosubcontrolado de Dutton, es decir, sujetos que presentarían características propias
de la personalidad abusiva, como apego temeroso, ira crónica. Algunas de estas
personas han experimentado niveles de violencia moderados o graves en su familia
de origen y tienden a justificar la violencia que ejercen. Según la clasificación teórica
de Cavanaugh y Gelles (2005), serían maltratadores de riesgo moderado.
 Maltratadores violentos en general/antisociales (instrumentales): Este grupo que supone el 25% de los maltratadores y el 16% en el estudio empírico (HoltzworthMunroe et al., 2000)- hace un uso instrumental de la violencia física y psicológica,
que se manifiesta de forma generalizada (no limitada al hogar) como una estrategia
de afrontamiento para conseguir lo deseado y superar las frustraciones (HoltzworthMunroe y Stuart, 1994; Fernández-Montalvo y Echeburúa, 1997). Mientras que el
agresor impulsivo actúa con violencia como respuesta a una tensión interna
acumulada, el instrumental (antisocial) utiliza la violencia de modo frío para obtener
objetivos específicos (Dutton, 2007). Su violencia es de mayor frecuencia e intensidad
que la de los grupos anteriores. En conjunto, aunque presentan menores niveles de
ira y de depresión que el grupo impulsivo, se observan mayores niveles de narcisismo
y de manipulación psicopática (Holtzworth-Munroe y Stuart, 1994). Asimismo,
muestran actitudes que justifican el uso de la violencia interpersonal. Por otra parte,
muchos de ellos han sufrido maltrato grave en la infancia (Saunders, 1992) o han sido
testigos de violencia entre sus padres. Finalmente, es más probable que consuman
abusivamente alcohol y drogas, y que tengan o hayan tenido problemas legales por
sus conductas antisociales, siendo por ello considerados agresores de alto riesgo.
52
Tipología de hombres violentos y niveles de riesgo en las víctimas (Bender y
Roberts, 2007, modificado).
53
Control de la ira
La función desempeñada por la ira y la hostilidad en los agresores de pareja es un tema
controvertido. Recientemente se ha realizado un meta análisis para determinar si había
diferencias entre los agresores y aquellos que no lo eran respecto a la forma de expresar
la ira y la hostilidad. De las 33 investigaciones analizadas se concluye que los
maltratadores presentaron niveles moderadamente superiores de ira y hostilidad
comparados con los hombres no violentos, siendo aquellos que ejercieron una violencia
más grave los que presentaban niveles más altos de ira y de hostilidad. Esto sugiere la
posibilidad de una relación lineal entre los niveles de ira y de hostilidad con respecto a la
gravedad de la violencia de pareja. Por otra parte, han identificado tres tipos de hombres
violentos en el control de la ira mediante un análisis clúster a partir del Inventario de
Expresión de Ira de Spielberger (1988):
 Ira patológica. Se caracterizan por tener muy poco control sobre la ira. Son
personas
con
baja
autoestima,
estructura
de
personalidad
borderline,
características psicopáticas y abuso de alcohol y de drogas, así como problemas
interpersonales relacionados fundamentalmente con la venganza y el dominio. En
este grupo están los que ejercen una violencia más grave y los que, tras acudir a
tratamiento, tienen una mayor probabilidad de abandonarlo y de seguir maltratando.
 Bajo control de la ira. Muestran un bajo control de la ira y una alta frecuencia de
conductas violentas. Asimismo, muchos de ellos, después del tratamiento, siguen
maltratando a su pareja (sobre todo, psicológicamente). En realidad, es un grupo
similar al anterior, del que le separa una menor intensidad de la ira.
 Ira normal. Se trata de personas que no presentan problemas con el control de la
ira y en las que su conducta abusiva es de menor gravedad que en los grupos
previos. Son los que obtienen mejores resultados después del tratamiento.
54
6.
Rasgos de personalidad en niños con padres
violentos.
Nohemi Romo P., Bárbara G. Anguiano N.,
Ricardo N. Pulido O. Y Gustavo Camacho L.
Universidad Autónoma de Baja California,
México.
El estudio del desarrollo de la personalidad ha sido un tema de gran relevancia dentro de
las ciencias humanas, sobre todo de la Psicología; estos estudios han permitido desarrollar
diferentes técnicas de estudio y teorías sobre la misma, que a su vez han permitido a las
ciencias humanas y sociales entender cómo se forma la personalidad y los factores que la
afectan. Comprender un fenómeno es el primer paso para intervenir en él. En este caso,
sería de gran valor para evitar el deterioro de la personalidad de los niños si es que existe.
Para este tipo de instituciones el tener un análisis científico podría resultar de gran ayuda
para la atención de los mismos. La violencia intrafamiliar es un tema que en los últimos
años ha crecido notablemente debido a la falta de conciencia que tienen los ciudadanos.
Comprenderlo e identificarlo, puede ser a simple vista fácil, pues hasta con una simple
palabra se puede causar un daño irreparable. Es un problema social de grandes
dimensiones que afecta sistemáticamente a importantes sectores de la población,
especialmente a mujeres, niñas, niños, ancianos y ancianas.
Influencia familiar en la socialización durante la niñez
La conducta social de los niños se desarrolla mediante un proceso de socialización a lo
largo de la vida, por el cual el sujeto adquiere las habilidades, los roles, las expectativas y
los valores del grupo cultural o social al que pertenece. La socialización es importante
porque ayuda al sujeto a ser un miembro útil y aceptable de la sociedad, que propicia y
contribuye a la cultura. En cualquier parte del mundo, los padres reconocen cuán
importante es la socialización; lo cual se manifiesta en los objetivos que comparten para el
desarrollo del niño. Por ejemplo, los padres desean que su hijo sea saludable y se
55
desarrolle físicamente bien, asimismo que se capacite, de tal manera que en la edad
madura llegue a la autosuficiencia económica y piense y actué satisfactoriamente dentro
de la estructura cultural; en este sentido, los padres tienen interés especial en inculcarle la
moral, los códigos, las leyes, la religión y una ideología política (LeVine, 1974). El proceso
de socialización comienza en la infancia conforme se establecen las relaciones entre
padres e hijos. En la niñez la socialización es, en algún grado, un proceso recíproco o de
intercambio, en el cual el niño y las personas con las que se relacionan se influyen
mutuamente: se socializan recíprocamente.
Las relaciones entre padres e hijos
Las relaciones que los padres establecen con sus hijos pueden variar en calidad y cantidad.
Muchos psicólogos se han abocado al examen de la calidad de las relaciones entre padres
e hijos, y en cómo esa calidad afecta el desarrollo social del niño. Algunas veces, las
interacciones son afectuosas, tolerantes y proteccionistas; pero otras, son hostiles,
déspotas, de rechazo o indiferencia. Sin embargo, casi todas las familias muestran una
amplia gama de interacciones.
Cuando los padres acuden a la técnica del empleo de la fuerza, pretenden disciplinar a sus
hijos mediante la mayor fuerza física que poseen, al amenazarlos con aplicar algún tipo de
castigo. Con esta técnica, los padres con frecuencia pierden la calma y, algunas veces,
abusan verbal o físicamente del niño. Según Hoffman (1970), cuando se utiliza esta técnica
disciplinaria con exceso, los niños tienden a ser coléricos y violentos. Además, los niños
controlados por el empleo de la fuerza, generalmente, fracasan en su intento por lograr la
internalización de las normas morales. Estos niños tienen una mayor propensión a ceder a
las tentaciones y, después de cometer una "fechoría", están menos dispuestos a sentirse
culpables o a confesar su error. En vez de ello, observan las claves externas para juzgar
si su conducta será o no castigada; sin embargo, lo anterior no significa que el castigo
provoca solo un impacto negativo en los niños. En efecto, aunque el castigo frecuente o
demasiado severo es dañino, el moderado puede ser un recurso idóneo en determinadas
circunstancias.
56
El tamaño de la familia
Mientras mayor es el número de hijos en una familia, menores son las oportunidades que
tienen los padres de interactuar con ellos de manera individual. Los padres de familias más
pequeñas tienden a relacionarse afectuosamente con cada hijo y a percibir mejor sus
necesidades específicas (Bossard y Boll, 1960). Pero conforme el tamaño de la familia
aumenta, en particular a partir del sexto hijo, cambian las actitudes y la conducta de los
padres. En efecto, los padres con muchos hijos tienden a ser menos afectuosos, pasan
menos tiempo con cada niño y emplean la disciplina con castigo físico. Conforme la carga
de trabajo de los padres en el hogar se incrementa, disponen de menos tiempo para tratar
a cada hijo. Además, las responsabilidades del cuidado del niño en las familias grandes
recaen en los hermanos mayores, que no tienen la capacidad para desempeñar esas
responsabilidades, ni la de emplear al razonamiento cuando el hermanito se porta mal.
Conducta antisocial: la agresión
Esta se refiere a las actividades negativas que promueven relaciones desconsideradas y
antagónicas entre las personas. Esta clase de conducta incluye el egoísmo, el robo, el
engaño, el ataque deliberado contra lo que la otra persona cree de ella misma, los insultos
verbales y la violencia. La conducta antisocial más estudiada es la agresión física y verbal.
Con el propósito de definir la conducta agresiva, se debe convenir en que una serie de
acciones que causan daño físico o psicológico a otra persona, como cuando un niño
golpea, patea, lanza objetos, insulta y aun amenaza. La agresión se distingue de la
seguridad de sí mismo, pues ésta involucra luchar por los derechos individuales sin ser
hostil. La conducta agresiva es la intención de causar daño a otras personas.
Una causa es la frustración, es decir, el estado en el cual uno encuentra un impedimento
para alcanzar un objetivo. Existen pruebas de que los niños con frecuencia agreden en
tales circunstancias (Berkowitz, 1973). Aun en severas condiciones de frustración, los niños
se abstienen de utilizar la violencia si tienen otra alternativa. Otro factor que parece
contribuir a aumentar la conducta agresiva es la rivalidad. Cuando existe competencia, se
da más la agresión; las personas atacadas tienden a devolver el ataque, aun si el incidente
fue accidental. La agresión puede expresarse a través de la hostilidad y el esfuerzo por
57
conseguir un determinado objetivo. Feedback (1964), propuso una distinción entre la
agresión hostil y la agresión instrumental. La intención de la agresión hostil es dañar a otra
persona, mientras que la agresión instrumental pretende obtener un resultado.
Ventajas y desventajas del castigo
Antes de la década de 1930-1940, era común que los padres aplicaran el castigo físico
para promover el control de esfínteres y el destete, y también para evitar que el niño se
chupara el dedo pulgar o se masturbara.
Después la escena comenzó a cambiar, como resultado de la aceptación de las teorías
psicoanalíticas. Skinner (1938) fortaleció el argumento contra la aplicación del castigo,
cuando demostró que el castigo suprime solo temporalmente una fuerte conducta operante
en las ratas. Para muchos especialistas en el cuidado de los niños, la conclusión parecía
clara: si el castigo no elimina la conducta indeseable, y más bien causa problemas de
personalidad, entonces el castigo no debe aplicarse. Los castigos empezaron a disminuir
y a los niños se le permitió expresarse con libertad.
La aplicación excesiva del castigo puede provocar efectos negativos en el desarrollo social,
además de problemas de personalidad en el niño; pero las demostraciones actuales no
fundamentan la creencia de que una aplicación moderada es nociva. El castigo no elimina
la tendencia del niño a realizar determinados actos, pero puede ser eficaz para evitar la
comisión del acto. Sin embargo, el objetivo no es suprimir la mala conducta, sino que la
supresión sea útil porque permite una oportunidad para reemplazar los actos malos por
actos más aceptables.
Efectos secundarios del castigo
Existen varios efectos secundarios que son potencialmente dañinos, aunque solo se
tratarían de dos: primero, existen pruebas de que el castigo puede hacer agresivo al niño.
Una razón es que los padres sirven como modelo de agresividad y cuando el niño observa
que el empleo de la fuerza, en especial la agresión física, es un refuerzo eficaz y aceptable
para lograr lo deseable, imita esta conducta en su trato con otras personas. Los estudios
58
de la agresión en adolescentes demuestran la estrecha relación entre su agresividad y los
patrones de castigo físico que experimentaron durante su niñez (Button 1973, Walters y
Grusec, 1977). El castigo también puede provocar agresividad cuando hace que el niño se
sienta frustrado o es muy severo (Azrin y Holz, 1966). Otro efecto secundario es que el
niño asocia los sucesos desagradables de castigo con los padres y, en estas
circunstancias, el niño evita el contacto con ellos; el niño expresa este sentimiento al
permanecer menos tiempo con los padres y cuando está con ellos es grosero y menos
sociable.
En consecuencia, el castigo debe aplicarse con cuidado y moderación, porque el exceso
puede convertir al niño en un ser antisocial.
Moldeamiento del cerebro: El papel de la experiencia
Existe la creencia generalizada, principalmente con base en estudios en animales, que el
cerebro postnatal está “moldeado” por la experiencia. Esto sucede, principalmente, durante
los primeros meses de vida, cuando la corteza continúa creciendo con rapidez y
organizándose (J.E. Black 1998). El término técnico para esta maleabilidad o
modificabilidad del cerebro es la plasticidad. Las primeras conexiones sinápticas, algunas
de las cuales dependen de la estimulación sensorial, refinan y estabilizan el “cableado” del
cerebro, diseñado genéticamente. Así, las primeras experiencias pueden tener efectos
duraderos en la capacidad del sistema nervioso central para aprender y al almacenar
información. En la misma línea, el abuso temprano o la falta de estimulación sensorial
pueden dejar una huella en el cerebro. El desarrollo emocional temprano también depende
de la experiencia. Los bebes, cuyas madres se encuentran gravemente deprimidas,
muestran menor actividad en el lóbulo frontal, la parte del cerebro que se relaciona con las
emociones positivas como la felicidad y la alegría, y mayor actividad en el lóbulo frontal
derecho, que se asocia con las emociones negativas (Dawson, Klinger, Panagiotides, Hill
y Spieker, 1992; Dawson, Frey, Panagiotides, Osterlings y Hessl, 1997).
59
Primeras experiencias sociales: el infante en la familia
Tanto el papel del padre como el de la madre implica compromisos emocionales e
involucrarse frecuentemente y directamente en el cuidado y crianza de los hijos (Engle y
Breaux, 1998). La participación frecuente y positiva del padre con su hijo, a partir de la
infancia, está directamente relacionada con el bienestar del niño y con su desarrollo social
y cognoscitivo; la ausencia del padre puede afectar al niño de muchas formas. El
modelamiento de las personalidades de los niños y las niñas, por parte de los padres,
parece iniciarse desde una edad muy temprana.
Desarrollo de la confianza
La primera etapa del desarrollo social que Ericsson identificó es la confianza básica versus
desconfianza básica. Esta etapa se inicia en la infancia y termina alrededor de los 18
meses. En estos primeros meses, los bebes desarrollan un sentido de confianza en las
personas y objetos de su mundo. Necesitan desarrollar un equilibrio entre la confianza (que
les permite establecer relaciones íntimas) y la desconfianza (que les permite protegerse).
Si predomina la confianza, como debe ser, los niños desarrollan la virtud de la esperanza:
la creencia de que pueden satisfacer sus necesidades y obtener lo que desean (Erikon,
1982). Si predomina la desconfianza, el niño considerará que el mundo es poco amistoso
e impredecible y tendrá problemas para establecer relaciones. El elemento crítico para la
formación de la confianza es un cuidado sensible, responsivo y consiente.
Características de los padres que cometen abuso
El abuso puede iniciarse cuando un padre, que ya se encuentra ansioso, deprimido u hostil,
trata de controlar físicamente a un niño; pero pierde el control y termina sacudiéndolo o
golpeándolo. Las posibilidades de maltrato aumentan cuando padres emocionalmente
frágiles tienen hijos que son especialmente demandantes o poco responsivos (National
Research Council (NRC). Los padres abusivos son propensos a las peleas físicas. Sus
hogares son desorganizados y experimentan más acontecimientos estresantes que otras
familias (Rid et al., 1982; Sedlack y Broadhurst, 1996). Muchos padres abusivos se aíslan
60
de los demás y no tienen a quién acudir en los momentos de estrés y no hay quién pueda
darse cuenta de lo que sucede.
Efectos del maltrato
El maltrato puede producir consecuencias graves –físicas, emocionales, cognoscitivas y
sociales–. Los niños maltratados suelen presentar un retraso en el desarrollo del lenguaje
(Coster, Gesteen, Beeghly y Cicchetti, 1989); son propensos a repetir un grado escolar, a
obtener bajas puntuaciones en pruebas cognoscitivas y a tener problemas de conducta
(Cubowitz, 1999; Eckenrode, Laird y Doris, 1993; Shonk y Cicchetti, 2001). Con frecuencia,
presentan apego desorganizado-desorientado con sus pares y un autoconcepto
distorsionado y negativo. Al estar privados de interacciones sociales tempranas positivas,
no desarrollan habilidades sociales y tienden a ser rechazados por los pares (Bologer y
Patterson, 2001; Price, 1996). La negligencia crónica durante la niñez temprana tiene
efectos especialmente negativos en el desempeño escolar posterior, en las relaciones
sociales, la capacidad de adaptación y en la resolución de problemas (NRC, 1993). Los
niños que sufren de negligencia carecen de entusiasmo, creatividad y autoestima, y suelen
estar enojados y ser dependientes (Egeland, Sroufe y Ericsson, 1993). También tienden a
crecer poco y tener problemas médicos (Dubowitz, 1999). Los niños maltratados pueden
volverse abiertamente agresivos o aislarse. Los niños pequeños que padecen abuso físico
tienden
a
ser
temerosos,
poco
cooperativos,
menos
capaces
de
responder
apropiadamente a las manifestaciones amistosas y, por consecuencia, son impopulares.
Aun cuando la mayoría de los niños que sufren abuso no se vuelven delincuentes,
criminales ni enfermos mentales, el abuso incrementa la posibilidad de que así sea (Dodge,
Bates y Pettit, 1990; NRC, 1993b; Widom, 1989). Es posible que los adolescentes que
fueron víctimas de abuso cuando eran pequeños reaccionen huyendo, lo cual puede
ayudarlos a protegerse, o unirse de las drogas, situación que no los protege. Los niños que
padecen negligencia también pueden convertirse en delincuentes y adultos criminales.
(Dubowitz, 1999). El maltrato emocional es más sutil que el maltrato físico y sus efectos
pueden ser más difíciles de identificar. Se ha relacionado con el robo, la mentira, baja
autoestima, desajuste emocional, dependencia, bajo aprovechamiento, depresión,
61
agresión, trastornos de aprendizaje, homicidio y suicidio, así como malestar psicológico en
la vida posterior.
Los niños con padres violentos viven diferentes tipos de violencia, incluso sin importar el
tipo en específico; todo abuso que reciben deja marcas en su personalidad. Los datos
encontrados nos dieron como referentes de lo que podemos encontrar en la personalidad
de niños que han vivido abuso por parte de sus padres, los más importantes fueron
inseguridad, retraimiento, inhibición y agresividad, por ello concluimos diciendo que la
violencia en el hogar afecta a los niños, provocando el desarrollo de una personalidad
negativa y con rasgos que no le permitirán crear relaciones sociales fácilmente, además
de crearles sentimiento de tener que estar buscando siempre resguardo y protección de
todo.
Maltrato en la pareja
El maltrato físico es la forma de violencia más evidente por las lesiones o las enfermedades
que produce en muchos casos, por lo que la probabilidad de denunciar o establecer
contacto con los servicios sanitarios aumenta. El contacto con los profesionales en el marco
policial y judicial puede favorecer la motivación para acceder a un tratamiento
especializado, que le permita a la víctima alejarse física y emocionalmente del agresor
(Walker, 1984). La violencia por parte de algún miembro de la pareja está asociada a una
sensación de amenaza a la vida y al bienestar emocional por las graves implicaciones
psicológicas que produce. Por ello constituye un factor de riesgo para la salud mental, tanto
a corto como a largo plazo, tal y como ha quedado demostrado en numerosos estudios. El
maltrato evoluciona en una escala ascendente en cuanto a la gravedad y a la frecuencia
de aparición de los actos violentos. Además, las conductas humillantes y las actitudes de
desvalorización tienen también un carácter intimidatorio. La victima queda así atrapada en
un círculo violento, en donde las agresiones físicas y/o psicológicas se manifiestan de
forma repetida e intermitente entremezcladas con actitudes y comportamientos de
arrepentimiento o buen trato (Walker, 1984). Las primeras reacciones de la víctima ante
estos sucesos se caracterizan por sentimientos de humillación, vergüenza, preocupación
y miedo, que facilitan la ocultación de los mismos. Con el paso del tiempo se produce una
pérdida de control, confusión, y sentimientos de la culpa que, en muchas ocasiones y con
62
la coraza de enamoramiento, dificultan que la propia víctima se reconozca como tal.
Finalmente, el malestar emocional, crónico, la percepción de pérdida de control y el miedo
a sufrir una segunda victimización desde el ámbito jurídico-penal e incluso desde el socio
familiar, junto con otros factores personales justifican la permanencia en el ciclo de la
violencia. La depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son las
consecuencias más comúnmente detectadas a largo plazo. La gravedad de los efectos de
este proceso de victimización está relacionada con la intensidad del maltrato, pero no
necesariamente con el físico. De hecho, la violencia psicológica también se ha identificado
como un buen predictor del TEPT (Picó-Alfonso, 2005). El conocimiento más preciso del
perfil psicopatológico de las víctimas, así como de las circunstancias de maltrato vividas y
de los factores implicados en su mantenimiento, puede permitir diseñar programas de
tratamiento más ajustados para favorecer la recuperación psicológica y romper la
vinculación con el agresor tras una larga historia de victimización. Cualquier clase de
autoridad, incluyendo la parental, conserva su magia solamente si no se abusa; así la
violencia de la familia representa control completo y rígido por algún miembro de la familia
(Alekseeva, 2003). Como ninguna otra clase de violencia, la violencia familiar contra niños
no se manifiesta solamente en formas extremas de tratamiento áspero, incluso aunque la
violencia física es la más frecuente, y los niños son sus víctimas principales en el mundo.
La violencia física incluye golpear en la cara, sacudir, empujar, estrangular, golpear con el
pie, confinar a víctimas en un espacio cerrado, amarrar con correas o cuerdas, e infligir
lesión seria por medio de objetos. El abuso físico en el hogar se inflige con mayor
frecuencia en niños con debilidades físicas o mentales. Los investigadores observan cada
vez más que el abuso sexual y el abuso físico influyen directamente en el desarrollo de la
personalidad. El trauma psicológico en el niño influye en el su desarrollo mental por
semanas, meses o años. No todos los asaltos físicos o sexuales conducen a lesiones
corporales, pero el dolor emocional está siempre presente y es causado por el miedo y la
presión sexual o física que crea siempre una tragedia para el niño.
63
7.
Cómo tener una familia feliz y unida,
¿Cómo tener la familia correcta?
Maite Nicuesa.
11 junio 2018
La familia es uno de los pilares del bienestar más importantes en la vida de un ser humano.
Más allá de la fuerza de los vínculos de cariño, alimentar el amor es un compromiso
marcado por el bien común. Es decir, cuando una familia está unida, sus integrantes
también son más felices. Cada grupo es único e irrepetible.
Para ello se pueden llevar a acabo determinar y destacar estas características para que
una familia no actúe con violencia o malas intenciones:
La familia es uno de los pilares del bienestar más importantes en la vida de un ser humano.
Más allá de la fuerza de los vínculos de cariño, alimentar el amor es un compromiso
marcado por el bien común. Es decir, cuando una familia está unida, sus integrantes
también son más felices. Cada grupo es único e irrepetible. ¿Cómo tener una familia unida
y feliz? En Psicología-Online, te damos las claves para lograr este propósito entendiendo
que esta meta no es un punto de llegada, sino un constante proceso de aprendizaje que
nace desde el respeto, la comprensión, la empatía y la sinceridad.
Sentido de pertenencia. Los seres queridos que forman parte de una familia unida y feliz
experimentan el bienestar del apego emocional. Es decir, existe una identificación positiva
de cada individuo con el entorno del que forma parte y en el que encuentra su hogar
emocional.
Personas que unen. Generalmente, en aquellas familias que tienen estas características
alguien asume el rol de unir a los demás. Por ejemplo, los abuelos se convierten en el
centro familiar. Sin embargo, cuando ellos mueren, otra persona puede asumir esta labor
tan vocacional.
Aceptación de la diferencia. En todas las familias existen diferencias de criterio y
conflictos que superar. Sin embargo, un síntoma de felicidad es la comunicación positiva
64
para propiciar el diálogo en torno a esas cuestiones sin que queden nudos por resolver. La
libertad es una premisa fundamental para no imponer el punto de vista propio ante los
demás. Cada persona tiene su propio punto de vista incluso habiendo crecido en los
mismos valores.
Contacto frecuente. Mientras que algunas familias viven el periodo navideño como el
único punto del calendario destinado para las reuniones y el encuentro social, por el
contrario, las familias unidas son aquellas que encuentran motivos para la reunión más allá
de las fechas de cumpleaños, bodas y eventos.
Optimismo. Quienes tienen una familia unida y feliz son los mejores embajadores de sus
seres queridos porque comentan detalles y anécdotas sintiendo el orgullo de ser parte de
esa realidad.
65
Bases Legales.
66
La Constitución de la República como ordenamiento jurídico primario en El Salvador, regula
a la Familia en su Capítulo II, sobre los Derechos Sociales, Sección Primera sobre la
Familia, específicamente en el artículo 32, el cual la define como: “La base fundamental de
la sociedad y tendrá la protección del Estado, quien dictará la legislación necesaria y creará
los organismos y servicios apropiados para su integración, bienestar y desarrollo social,
cultural y económico. El fundamento legal de la familia es el matrimonio y descansa en la
igualdad jurídica de los cónyuges. El Estado fomentará el matrimonio; pero la falta de éste
no afectará el goce de los derechos que se establezcan en favor de la familia.”
En cuanto a la niñez, el Código Civil en su artículo 26 establece que: “Se llamará infante
todo el que no ha cumplido siete años; impúber, el varón que no ha cumplido catorce años
y la mujer que no ha cumplido doce años; menor adulto, el que ha dejado de ser impúber;
mayor de edad, o simplemente mayor, el que ha cumplido dieciocho años; y menor de edad
o simplemente menor el que no ha llegado a cumplirlos. Y la Constitución de la República
también la regula en su Capítulo II, sobre los Derechos Sociales, Sección Primera sobre la
Familia, específicamente en los artículos 34 y 35, los cuales literalmente expresan:
“ARTICULO 34.- Todo menor tiene derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales
que le permitan su desarrollo integral, para lo cual tendrá la protección del Estado. La ley
determinará los deberes del Estado y creará las instituciones para la protección de la
maternidad y de la infancia.”
“ARTICULO 35.- El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores, y
garantizará el derecho de éstos a la educación y a la asistencia. La conducta antisocial de
los menores que constituya delito o falta estará sujeta a un régimen jurídico especial.”
Existe también, legislación específica tal como lo manda la Constitución para esta materia,
la cual está contemplada en el Código de Familia y en la Ley Procesal de Familia, los cuales
son los que establecen según el artículo 1 del primero “el régimen jurídico de la familia, de
los menores y de las personas adultas mayores y consecuentemente, regula las relaciones
de sus miembros y de éstos con la sociedad y con las entidades estatales.”
Los Principios Rectores en materia de familia en El Salvador, una ley específica para la
defensoría en el caso especial de la violencia intrafamiliar.
67
La Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, planteó en su momento, un cambio radical en la
construcciones lógico-jurídicas tradicionales, respecto de la tramitación y tratamiento
institucional de causas. Sumado a lo anterior, este cuerpo normativo también significó un
rompimiento de posturas culturales, prejuicios y estereotipos, que justificaban la violencia
intrafamiliar, licencias para la violencia y la discriminación, que en muchos casos eran
compartidas por buena parte de los aplicadores de la normativa.
Lo anterior ocasionó innumerables conflictos, los que se acentuaron debido a una
normativa poco precisa, con serias deficiencias estructurales y sistemáticas, que permitió
interpretaciones antojadizas, debido a las remisiones normativas que contemplaba, así
como a vacíos de ley y conflictos en su propio articulado.
ARTICULO. 2 LITERAL “a”: “El respeto a la vida, a la dignidad e integridad física,
psicológica y sexual de la persona”; Este principio nos indica, que, en caso de conflicto o
choque entre derechos patrimoniales, parentales, pecuniarios u honoríficos, debe
prevalecer el respeto a la a la vida, la dignidad y la integridad física de las personas. Es por
ello, que las actuaciones de todas las instituciones involucradas en el combate de la
violencia intrafamiliar, deben dirigirse a preservar prioritariamente estos derechos por sobre
cualquier otro. Es en cumplimiento a este principio, que la L.C.V.I. descarta todo tipo de
fuero en su aplicación, al igual que inevitablemente al momento de dictarse Medidas de
Protección o detenerse a una persona en flagrante incumplimiento de las mismas, ceden
derechos constitucionales, como el de Propiedad Privada, Derecho a ejercer la custodia de
los/as hijos/as o el de Libertad, en favor de la protección de la víctima. Debe recordarse
que las Medidas de Protección son temporales y mutables, por lo que no causan al
justiciable un menoscabo irreparable en sus Derechos Fundamentales, ni constituyen
sentencias de culpabilidad anticipadas; por otro lado, el desatender el llamado de auxilio
de una víctima o el no realizar una actuación judicial oportuna, puede acarrear, la muerte
de la víctima, como desgraciadamente ha ocurrido en muchas ocasiones.
ARTICULO. 2 LITERAL “b”: “La igualdad de derechos del hombre, de la mujer y de los
hijos e hijas”; El Derecho busca la Igualdad, pero el tratamiento jurídico igualitario entre
sujetos dispares en fuerza y recursos económicos causa el resultado contrario al que se
espera, por ello Norberto Bobbio, aclara: “El proceso de la justicia es un proceso de
diversificación de lo diverso, o de unificación de lo idéntico” se habla entonces de un “trato
68
igual para los iguales y desigual para los desiguales”. En sentido lato la “Discriminación”
constituye una selección en la que se excluyen aquellos sujetos considerados inferiores o
bien no aptos. Desde este punto de vista, todas discriminación sería contraria a derecho;
no obstante, jurídicamente la doctrina distingue dos tipos de discriminación, una “Negativa”
que segrega, excluye y margina, generando con ello injusticia y otra positiva, la cual se
denomina como “Toma de Acciones Positivas” que lleva implícito un régimen de protección
especial hacia un sector poblacional considerado especialmente vulnerable y que por lo
general ha sido históricamente discriminado (menores de edad, mujeres, incapaces,
adultos/as mayores, madres solteras, entre otros.). Tanto en la Discriminación Negativa
como en la Toma de Acciones Positivas, se da un trato desigual a los justiciable; pero
mientras la Discriminación Negativa, se basa en perjuicios que subestiman la capacidad o
idoneidad de las personas en razón de su género, edad, raza o condición social; la Toma
de Acciones Positivas, permite a las personas superar las limitantes impuestas por
estereotipos sociales aberrados y competir en el campo jurídico, laboral o social en
igualdad de condiciones.
La Discriminación Negativa, no siempre lleva al ámbito penal, nuestro Código Penal recoge
el ilícito de “Discriminación Laboral Art. 246 C.Pn” el cual se configura cuando se excluye
a un aspirante a un cargo o empleo en razón de su sexo o de su estado de gravidez, y el
ilícito de:
ATENTADOS RELATIVOS AL DERECHO DE IGUALDAD
ARTICULO. 292.- “El funcionario o empleado público, agente de autoridad o autoridad
pública, que, por razón de nacionalidad, raza, sexo, religión o por cualquier otra condición
de una persona, le denegare cualquiera de los derechos individuales reconocidos por la
Constitución de la República, será sancionado con prisión de uno a tres años e
inhabilitación especial del cargo o empleo por igual tiempo”.
Pero otras formas de discriminación negativa realizadas por particulares, sobre todo
aquellas que surgen en el contexto familiar, pasan desapercibidas para el legislador penal,
por lo que su tratamiento compete exclusivamente al Derecho de Familia.
69
Igualdad entre hombre y mujer El sexismo es un tipo de discriminación, relacionada con la
idea que un sexo es superior al otro. Es innegable que la Violencia Intrafamiliar al igual que
la Violencia de Género, se basa en una relación de poder desigual. Hasta nuestros días,
se mantienen formas expresas y subrepticias de discriminación contra la mujer, por lo que
ha sido necesario el crear un marco jurídico que permita a la mujer liberarse de las cargas
y segregación social de la cual es víctima, con el fin último de garantizar un trato igualitario
entre hombres y mujeres.
El artículo 1 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Contra la Mujer, establece:
“A los efectos de la presente Convención, la expresión "discriminación contra la mujer"
denotará toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o
por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer,
de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas políticas,
económicas, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.”
Mientras que los artículos 1 y 2 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar La Violencia Contra la Mujer (Convención de Belem Do Pará) regulan:
ARTÍCULO 1. Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra
la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico contra la mujer, tanto en el ámbito público como en
el privado.
ARTÍCULO 2. Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual
y psicológica:
a) Que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación
interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio
que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual;
b) Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que
comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
70
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en
instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y
c) Que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que
ocurra.
El hecho de negarle el estudio a una niña para que se ocupe de los oficios domésticos; el
pagar salarios diferenciados a hombres o mujeres, el no atender a una persona o brindarle
un servicio deficiente en razón de su género, constituyen al tenor de los instrumentos
internacionales, al mismo tiempo Discriminación y Violencia contra la mujer.
Muchos de los criterios incorporados al presente documento, siguen siendo tema de
discusión, por lo que su aplicación no es uniforme dentro de la jurisdicción familiar; no
obstante, se ha tenido el cuidado de exponer los fundamentos técnico-jurídicos que
respaldan cada una de las posturas asumidas en el Protocolo de Aplicación de la Ley
Contra la Violencia Intrafamiliar, a efecto de permitir su evaluación por el operador u
operadora.
71
1. El Principio de Igualdad de Derechos entre Hijos e Hijas
Desde la antigüedad y más recientemente en nuestros mismos códigos civiles, era patente
que el Estado llevado por un anhelo moralizador, intentaba circunscribir la procreación al
ámbito matrimonial, pero en vez de sancionar a los progenitores, las penas recaían sobre
los niños y niñas procreados en uniones libres, adulterina o sacrílegas; con tal motivo
existía una serie de disposiciones que discriminaban a los niños y niñas nacidos fuera del
vínculo matrimonial, aunque estos fueran reconocidos por sus padres, negándoles
derechos hereditarios, alimenticios, y dejando por sentado su calidad ilegítima en sus
Partidas de Nacimiento, lo que garantizaba un estigma indeleble cual marca de Caín,
respecto del origen de la filiación, tareas físicas o bien la moral de los padres.
Pero esta es sólo una de las posibles formas de discriminación de los/as hijos/as, existen
padres o madres que discriminan a sus hijos e hijas por no haber nacido con el género que
deseaban, por ser hijos/as de relaciones anteriores a la que en ese momento mantienen o
por taras físicas o psicológicas que pueden padecer. Estas discriminaciones pueden verse
materializada no sólo en el maltrato, sino en la falta de atención, o trato diferenciado; para
el caso existen padres y madres que permiten que sólo uno/a o unos/as de los/as hijos/as
estudien mientras que otros/as hijos/as se les obliga a trabajar, a un/a menor se le carga
con todas las responsabilidades de hogar mientras que a otros se les consiente y se les
brindan todas las atenciones. Debe recordarse que cualquier forma de menosprecio,
ofensas o restricciones injustificadas, que impidan el normal desarrollo psicosocial de los
niños y niñas constituyen violencia intrafamiliar.
ARTICULO. 2 LITERAL “c”: “El derecho a una vida digna libre de violencia, en el ámbito
público como en el ámbito privado”;
Este literal guarda especial similitud con lo regulado en el artículo 3 de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer:
“Toda Mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como
en el privado”.
72
Al parecer al legislador nacional consideró que la redacción del referido artículo 3, debía
trasladarse a la legislación nacional, con la diferencia que amplió el referido artículo
abarcando a cualquier miembro/a de la familia.
El común los/las ciudadanos/as, considera obligatoria la intervención estatal por medio de
los cuerpos de seguridad o de terceras personas, en el caso que se produzcan hechos de
agresión entre conciudadanos en el ámbito público, a fin de detener la agresión y
salvaguardar los derechos de la víctima, incluso en nuestro Código Penal siguiendo la tesis
del “Buen Samaritano” contempla los ilícitos de:
OMISIÓN DEL DEBER DE SOCORRO Art. 175.- El que no socorriere a una persona que
se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo
propio ni de tercero, será sancionado con multa de cincuenta a cien días multa.
En la misma pena incurrirá quien impedido de prestar socorro, no solicitare con urgencia
auxilio ajeno.
Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio, la pena será de
prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a cien días multa.
INCUMPLIMIENTO DE DEBERES Art. 321.- El funcionario o empleado público, agente de
autoridad o el encargado de un servicio público que ilegalmente omitiere, rehusare hacer
o retardare algún acto propio de su función, será sancionado con prisión de cuatro a seis
años e inhabilitación especial para el desempeño del cargo por igual período.
Cuando el incumplimiento del deber de lugar a un hecho delictivo, o sea motivo de otro, la
sanción se incrementará en una tercera parte del máximo establecido e inhabilitación del
cargo por igual período.
El problema se genera cuando la violencia se da en el ámbito privado, en la intimidad del
seno familiar, acá las opiniones ya no son unánimes, existiendo una fuerte resistencia por
parte de muchos/as en reconocer la necesidad de la intervención estatal para resolver
conflictos tan íntimos como los problemas de pareja o aquellas discrepancias surgidas
respecto de la crianza de los/as hijos/as.
La autonomía de la voluntad y la injerencia estatal tienen su campo de batalla más complejo
en el Derecho de Familia, debe recordarse que el límite de las potestades Estatales al
73
regular las relaciones familiares es precisamente la intimidad y el honor que lleva implícita
la convivencia familiar. Existen decisiones como la planificación familiar, la religión bajo la
cual se educará a la prole, el establecimiento del domicilio familiar, o el trato existente entre
los/as miembros/as de una familia, que en determinado momento pueden aflorar al
contexto jurídico debido a las consecuencias o violencia que generan. En ese sentido, será
el/la Juez/a competente el/a responsable de definir los límites del Derecho de Familia, bajo
la premisa que: “toda intervención judicial en el contexto familiar debe darse
excepcionalmente, y siempre en respeto de la dignidad, intimidad y cohesión familiar, con
el único propósito de salvaguardar los derechos de los/as miembros/as de la familia frente
amenazas ciertas y jurídicamente relevantes”.
ARTICULO. 2 LITERAL “d”: “La protección de la familia y de cada una de las personas
que la constituyen; y”,
En el seno familiar cumplen los esposos o convivientes las obligaciones que la moral y el
derecho les imponen, tanto en su condición de pareja como en su carácter de padres. Estas
obligaciones que a su vez generan derechos correlativos son primordialmente el débito
conyugal, la cohabitación, la fidelidad, el socorro y la ayuda mutua, que debe la pareja
guardarse entre sí y la crianza, corrección, educación y establecimiento de los/as hijos/as,
así como el respeto y la obediencia que estos/as deben a sus progenitores.
La familia es continuadora de las tradiciones sociales y políticas. Los padres infunden en
los/as menores de edad la cultura e idiosincrasia de la sociedad, es así como los nuevos
ciudadanos son continuadores de la civilización de sus antepasados; constituyéndose
además en un factor primordial en la estabilidad social de los pueblos; al ejercer un control
social que permite reorientar cualquier conducta anómala del/a menor y aplicar
prontamente medidas que permitan su adecuada sociabilización. Una familia disgregada,
violenta y débil, genera a su vez ciudadanos disfuncionales y violentos, convirtiéndose en
el origen de muchos flagelos sociales, como la delincuencia, el embarazo en adolescentes,
deserción escolar, explotación económica y sexual de niños/as y adolescentes, entre
otros.; es por ello que incumbe al Estado la protección de la familia y de cada uno de los
miembros que la conforman, procurando su unidad y cohesión.
74
2. Principio de Unidad de la Familia
Este principio se contrapone a toda forma de desintegración familiar, su finalidad es
solventar cualquier conflicto familiar por medio del entendimiento, a fin que la ruptura del
núcleo familiar se considere como la última ratio (la última de las alternativas); debido a las
nefastas consecuencias sociales y familiares que conlleva la desintegración familiar.
En nuestra Carta Magna el artículo 32 inciso 1º define la política estatal de protección a la
familia, mientras que en nuestra legislación secundaria son el artículo 17 numeral 1 de la
Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José)4 y los artículos 3,
7, 211 al 217 del Código de Familia 5 –entre otros-, son los que sustentan tal Principio.
La L.C.V.I. cumple con este principio en el Art. 1 literales “c” y “d”, pues al mismo tiempo
que se brinda protección a la víctima de violencia, se toman medidas que permitan la
rehabilitación del/a agresor/a; para que una vez superadas las conductas o estereotipos
generadores de violencia, los/as miembros/as de la familia puedan vivir en armonía,
evitando con ello la desintegración familiar.
El/a juez/a antes de tomar una medida que implique la desintegración familiar debe hacer
un exhaustivo análisis de proporcionalidad, evaluando que derechos salvaguarda y cuales
restringe, así como las consecuencias de la decisión judicial en la dinámica familiar. “Una
intromisión del Estado desmedida siempre será considerada injusta, aunque sea legal”, en
razón de ello deben preferirse las salidas alternas, incentivando a que sean los mismos
miembros de las familias, los que busquen y propongan soluciones a los conflictos
familiares, siempre y cuando esto sea procedente. La desintegración familiar es la última
alternativa que debe considerarse, para solventar cualquier problemática; en lo posible
debe procurarse que los niños y niñas vivan junto a sus padres y que la pareja continúe
cohabitando; medidas como la exclusión del hogar familiar, el internamiento de menores
en instituciones, o la colocación de los mismos con familiares u hogares provisionales, sólo
pueden decretarse cuando existan amenazas graves a la integridad de las víctimas y no
puedan considerarse otras alternativas menos gravosas, y una vez decretas, deben serlo
por el menor tiempo posible, bajo estricta supervisión, a fin de considerar su cambio por
otras medidas menos invasivas de la intimidad familiar.
75
3. Principio de Igualdad entre los cónyuges
Los artículos 32 inciso 2º Cn, y 36 del C.F., desarrollan este principio, de tal suerte que ni
el patriarcado o el matriarcado existen más en nuestro ordenamiento jurídico. En nuestra
legislación familiar, la mujer ha dejado de considerarse como un miembro subordinado a
la autoridad del marido y ahora asume un merecido papel protagónico junto a éste en la
administración, sostenimiento y preservación de la familia.
La igualdad entre cónyuges conlleva necesariamente a reconsiderar tanto aspectos
domésticos, como la distribución de las tareas familiares (artículo 39 C.F.), las pautas
económicas tal cual los regímenes patrimoniales del matrimonio (artículo 48 y siguientes
C.F.), los gastos de la familia (artículo 38 C.F.), y los aspectos jurídicos (artículo 37 C.F.).
Los roles y estereotipos, como la mujer ceñida a los oficios domésticos y el hombre
proveedor, han sido ampliamente superados, al integrarse la mujer al sector productivo de
la sociedad y al equiparase el trabajo doméstico al remunerado, por lo que debe velarse
por superar esa igualdad formal o normativa entre cónyuges y pasar a una igualdad real.
Debe enfatizarse que muchas de las causas que generan violencia al interior de la familia,
devienen de la desigualdad que origina entre los cónyuges una estructura jerárquica rígida,
basada en los roles estereotipados de género, lo que a su vez acarrea una distribución
dispar de las tareas familiares y de los recursos con que cuenta la familia. En estos casos,
las medidas de rehabilitación cuya imposición posibilita la L.C.V.I. deben dirigirse a permitir
la superación de estos perjuicios culturales, pues mientras persistan siempre existirá la
posibilidad que se susciten nuevos hechos de violencia intrafamiliar.
76
4. Principio de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes
Es una obligación jurídica de la familia, el Estado y de la sociedad, el garantizar una
protección eficaz para cada menor de edad; lo cual conlleva a un compromiso de erradicar
cualquier agente que pueda causar un menoscabo a la integridad física, psicológica y
moral, de los niños/as y adolescentes, a fin de asegurar el goce integral de sus derechos y
su normal desarrollo bio-psico-social.
ARTÍCULO 1 DE LA CONSTITUCIÓN DE EL SALVADOR, establece: “El Salvador
reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está
organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común.
Asimismo, reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la
concepción”.
Todo niño o niña goza de una Protección Integral desde el momento mismo de su
concepción hasta que alcance la mayoría de edad. Graciela Medina, define como Maltrato
Prenatal “aquel que se da cuando condiciones de vida de la madre gestante, como la
alimentación deficitaria, el exceso de trabajo corporal, enfermedades infecciosas, hábitos
tóxicos, seguimiento inadecuado de una enfermedad crónica, entre otras, se mantiene
durante el embarazo - pudiendo ser evitadas- trayendo consecuencias negativas al feto”.
El debate sobre este punto puede ser reñido, pues confluye en él no solo actitudes
negligentes o dolosas de la madre con la intención de abortar, sino la falta de recursos que
impiden a una mujer embarazada contar con los medicamentos, asistencia hospitalaria o
alimentos mínimos que le permitan concluir su embarazo en forma normal. Un/a juez/a
puede obligar a una madre enferma de SIDA, a someterse a un tratamiento retroviral para
que su hijo/a no nazca con la enfermedad, pero si la mujer embarazada sólo tiene acceso
a un trabajo inadecuado para su estado o por su pobreza no puede alimentarse tal cual su
condición lo amerita, resultan ser situaciones de difícil solución a nivel judicial, pues no se
cuentan con las redes sociales o programas estatales, que permitan una solución al
problema; siendo el Estado el último responsable para remediar estas situaciones.
77
5. Principio de protección de los incapaces y adultos/as mayores:
Adultos Incapaces
Las personas desde el momento que llegan a su mayoría de edad, se consideran capaces
por presunción de ley (capacidad de goce y ejercicio); para poder romper esta presunción,
es necesario, que la incapacidad sea declarada judicialmente por el/a juez/a de familia
competente.
En algunos casos en los que los/as juzgadores/as, perciben que las personas denunciantes
o aquellas sobre las que penden los hechos de violencia intrafamiliar, presentan indicios
que lleven a presumir el padecimiento de enfermedades mentales; el/a juez/a debe solicitar
la práctica del peritaje psiquiátrico, a fin de establecer la condición psicológica de la
persona y evitar resolver con la mera apreciación que genere del contacto con el justiciable,
pues si no se conoce el padecimiento tampoco es posible determinar el nivel de conciencia
y por ende de responsabilidad, de la persona sobre sus actos.
En el caso que sea la persona denunciante la que presente un trastorno psiquiátrico,
deberá remitirse el oficio correspondiente a la Procuraduría General de la República, junto
con las resultas del peritaje realizado, a fin que sea esta institución la que inicie las
diligencias de Declaración Judicial de Incapacidad y de Tutela, ante el juzgado de familia
competente.
Si el/a denunciante hace saber sobre patologías psiquiátricas en la persona agresora,
deben librarse medidas de protección a favor de la posible víctima, debido a que si no hay
una declaratoria de incapacidad se presume por ley que la persona denunciada es capaz
legalmente y en consecuencia responsable de sus actos. No obstante, el/a Juez/a debe
solicitar la práctica urgente de un examen psiquiátrico y considerar el nivel de peligrosidad
de la persona denunciada. En caso que la peligrosidad sea extrema y ponga en grave
riesgo la vida de la víctima, de otro miembro del grupo familiar o del mismo/a denunciado/a,
puede ordenarse el internamiento en un centro psiquiátrico, bajo la exclusiva
responsabilidad de la persona denunciante y bajo supervisión judicial. Así como ha de
certificarse lo pertinente a la Procuraduría General de la República, a fin que a la brevedad
posible inicie las diligencias de Declaración Judicial de Incapacidad.
78
Los padecimientos que originan que una persona sea declara judicialmente incapaz, varían
según su génesis, duración, edad, grado de discernimiento.
Personas Adultas Mayores
La intolerancia, la discriminación e incluso la violencia sobre los/as Adultos Mayores,
también son flagelos presentes en las sociedades difíciles de erradicar; es por esto que se
ha reforzado la protección de los mismos con un marco normativo extenso, el cual no es
suficiente si no se causa un impacto en los valores morales de nuestra sociedad. Para la
aplicación de este tema, ver el acápite sobre “LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES Y
LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR”.
79
6. La LEPINA y la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar respecto de la protección
de niños, niñas y adolescentes
Actualmente se encuentra aprobada la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia (LEPINA), sin embargo, está en período de vacatio legis (vacación de ley),
habiéndose postergado su entrada en vigencia hasta el año 2010. La LEPINA comprende
en sus Art. 37 y 3829 el “Derecho a la Integridad Personal” y a la “Protección frente al
Maltrato”, abarcando con ello las formas de violencia intrafamiliar de las cuales puedan ser
objeto los niños, niñas y adolescentes; no obstante la LEPINA, no hace más referencia a
la V.I.F., que en su artículo 19330, en el que establece que las Asociaciones de Promoción
y Asistencia (definidas en el Art. 192 LEPINA31) pueden asistir en casos de denuncia de
violencia intrafamiliar u otras formas de vulneración o amenaza de la niñez y la
adolescencia; no obstante, se entiende que el Sistema de Protección Integral de la Niñez
y a la Adolescencia, por medio de las Juntas de Protección de la Niñez y la Adolescencia
(Arts. 158, 160 y 202 y siguientes LEPINA) y los Tribunales y Cámaras Especializados de
Niñez y Adolescencia (Arts. 213 y siguientes LEPINA), habrá de conocer de los casos de
V.I.F., en los que se vean menores de edad involucrados.
Las observaciones que podemos hacer a éste cuerpo normativo a un no vigente, es que
no establece en forma expresa que comprende la competencia sobre los hechos de
violencia intrafamiliar, lo que ocasionará serios conflictos de competencia, o bien duplicidad
de trámites, pues un Juez de Paz o de Familia, no podrá conocer de los hechos de violencia
que afecten a menores de edad, aunque esté conociendo del resto hechos de violencia
que atañan al grupo familiar y viceversa. Asimismo, a la presente fecha ni los organismos
administrativos ni las entidades judiciales especializadas que han de conformar el Sistema
de Protección Integral, han sido creadas lo que impone serias dudas sobre la eficacia de
los mismos, al momento de echarse a andar.
El mundo médico recién en 1962, reconoció el maltrato infantil como posibilidad de
diagnóstico, debido a la publicación del trabajo de Henry Kempe sobre el “Síndrome del
Niño Golpeado”, el cual consideró como: “Una condición clínica, causada por golpes
físicos, intencionales de un padre o cuidador”.
A diferencia del maltrato físico, el castigo corporal se define como el empleo de la fuerza
física con intención de causar dolor, sin lesionar, con el propósito de corregir o controlar
80
una conducta. No siempre es sencillo saber cuándo termina el “disciplinamiento” y
comienza el abuso. En contraposición con el maltrato físico, el castigo corporal es una
práctica muy difundida y aceptada. A pesar de ello, constituye una violación a los derechos
fundamentales como personas, es un atentado contra su dignidad y autoestima, es una
práctica peligrosa porque puede causar daños graves a los niños/as y constituye siempre
una forma de abuso psicológico.
No debe dejarse de lado, que la violencia psicológica ocasiona tanto daño como la violencia
física, y puede generar estrés, depresiones, trastornos de sueño y de atención, bajo
rendimiento escolar, entre otros. Los niños/as que sufren violencia intrafamiliar tienden a
reproducir comportamientos antisociales, a repetir patrones de comportamiento violento o
a aceptar que se ejerza violencia sobre ellos. Es por ello, que el Juez o Jueza, al igual que
los miembros de los equipos multidisciplinarios, no deben invisibilizar a los niños, niñas y
adolescentes al momento de hacer sus investigaciones, pues en los hogares violentos los
menores de edad se ven siempre involucrados ya sea directamente o indirectamente.
81
7. La escucha de los niños, niñas y adolescentes
¿Por qué escuchar a un niño, niña o adolescente? No obstante la exorbitante carga laboral
en los juzgados, que en muchos casos obliga a entrevistar únicamente a la persona
denunciante; debe priorizarse la protección de los/as menores y el respeto de sus
derechos; ya que los niños/as y adolecentes inmersos en hogares violentos presencian por
lo general las agresiones entre sus padres y madres lo que acarrea profundas secuelas
psicológicas; debe enfatizarse que cuando el padre, la madre o responsables de su cuido,
ejercen violencia intrafamiliar, no se limitan a agredir a la pareja sino que la ira, la frustración
y traumas también se traducen en ataques contra otros miembros/as vulnerables en el
entorno familiar, en forma de abuso en el derecho de corrección o de menosprecio hacia
los niños, niñas y adolescentes.
Los jueces y juezas deben garantizar en lo posible la protección integral de los niños/as y
adolescentes y al existir indicios o prueba respecto a que uno de los miembros de la familia,
ejerce violencia en el entorno familiar; debe asegurarse que los niños/as y adolescentes no
se vean afectados, y para ello deben tomar las medidas que impidan acciones violentas
contra ellos/as. Otra razón importante es que los Procesos de Violencia Intrafamiliar
producen trastornos en la dinámica familiar, en los casos extremos cuando es necesario
excluir a la persona denunciada del hogar familiar o impedir su acceso a la vivienda,
inevitablemente se afecta la relación padre/madre-hijos/hijas u otros miembros/as de la
familia extensa, impidiendo la convivencia o el régimen de visita, comunicación y estadía
entre los mismos, mientras las medidas están vigentes, lo que atañe directamente al acervo
de derechos de los niños/as y adolescentes.
Aunque los niños/as y adolecentes no se vinculen directamente a los hechos de violencia
denunciados, es responsabilidad del Juez o Jueza escucharlos y requerir el apoyo de
especialistas - de ser necesario para que la comunicación sea eficaz; ya que no puede
obviarse la obligación del juzgador o juzgadora prescrita en los artículos: 12 Convención
de los Derechos del Niño, 351 Ord. 9º C.F., y 7 lit. “j” L.Pr.F. Debe recalcarse que no
obstante el artículo 7 lit. “j” L.Pr.F., establece un límite de doce años para escuchar a un
niño/a o adolescente, la Convención Sobre los Derechos del Niño, no establece un límite
de edad, por lo que todo niño/a o adolescente que pueda darse a entender y cuyo desarrollo
permita el hacerle comprender en forma sencilla y adecuada, la importancia en el proceso
82
de violencia intrafamiliar de su manifestación, debe ser escuchado/da. El juez o jueza debe
procurar entrar en contacto visual con el niño/niña sin importar su edad, dando vida al
principio de inmediación y así detectar cualquier indicio de maltrato por acción u omisión,
a fin de ordenar los exámenes forenses que permitan al/a juez/a confirmar o desvirtuar
estos indicios y de esta manera medir el nivel de afectación en la psiquis de los/as menores
para tomar medidas paliativas que permitan su recuperación.
La escucha del niño/a o adolescente debe hacerse en presencia únicamente del Juez o
Jueza, a menos que este requiera ser asistido por un/a especialista, al igual que lo que
el/la menor manifieste debe asentarse en un acta diferente a la de las audiencias propias
del proceso; a fin de evitar conflictos entre los niños/as y adolescentes escuchados/as y
sus padres, madres o responsables, en todo caso el documentar la escucha del menor es
imprescindible.
En la práctica se han tomado diversas medidas para garantizar la confidencialidad de los
datos aportados por los menores, como no dejar asentado en el acta de escucha los
hechos narrados por el niño/a o adolescente, haciendo constar únicamente la circunstancia
de la escucha; lo cual impide dejar registro de los datos relevantes aportados por los/as
menores, lo que imposibilita su posterior análisis en caso de futuros procesos, recursos,
peritajes o investigaciones por parte de los equipos multidisciplinarios, así como
fundamentar medidas o resoluciones tomadas por el/a juzgador/a con base a esa
información; también se ha optado por no agregar el acta de escucha del niño/a o
adolescente al expediente material, para impedir que las partes tengan acceso al mismo,
sino que tal acta se resguarda en un legajo diferente, al que no tienen acceso las partes;
mientras que otros jueces o juezas no toman tales reservas y agregan las actas a los
procesos, teniendo las partes y sus apoderados acceso a las mismas.
De una u otra forma el/la operador/a de justicia debe valorar el manejo que dé a la
información que proporcione el niño/a o adolescente, dependiendo de las circunstancias
especiales de cada caso, siempre bajo la consigna de no deteriorar las relaciones entre
padres-madres e hijos-hijas y salvaguardar la integridad de todo niño/a o adolescente, el
cual puede ser sujeto a represalias por parte de aquellas personas que se vean afectadas
por su declaración.
83
8. Los/as menores de edad como sujetos procesales en la L.C.V.I.
La L.C.V.I. no especifica un procedimiento especial a seguir en los casos donde son
niños/as o adolescentes los/as denunciantes o los/as denunciados/as. El Art. 15 L.C.V.I.34
plantea los casos en los que la víctima es menor de edad, incapaz o discapacitado/a, pero
no hace referencia a la representación legal de los/las mismos/as.
En estos casos si la denuncia es interpuesta por el padre, madre o tutor/a a favor del niño/a,
adolescente, incapaz o incapacitado, la representación legal de éste evita cualquier
obstáculo respecto a la legitimación procesal activa dentro del proceso, pero cuando es el
niño/a o adolescente en persona quien denuncia, instituciones de salud o educativas, bien
una persona ajena a la familia nuclear, o el mismo ISNA la representación del/a menor,
del/a incapaz o incapacitado/a, debe ser otorgada por el/a juez/a al Procurador General de
la República, a fin que se apersone al juicio delegando para ello un Agente Auxiliar.
En el último de los supuesto abordados, la denuncia debe recibirse y en el mismo auto que
contenga las medidas de protección debe requerirse la actuación de la P.G.R.; esto opera
en los supuestos en los que el/a progenitor/a no señalado como responsable de los hechos
de violencia, no asume la representación del hijo/a o intenta desistir del proceso en una
actitud de protección hacia el/a progenitor/a señalado/a como agresor/a, o ambos padres
son denunciados como autores de hechos de violencia. (Art. 224 C.F.)
Lo mismo opera para los casos de adolescentes que por motivos legales, han salido de la
autoridad parental (adolescentes que hayan contraído matrimonio) ya que en todos los
supuestos sean los progenitores o el/la cónyuge los denunciados, existen evidentes
intereses contrapuestos por lo que es obvio que los representantes legales, no pueden
ejercer con imparcialidad su función y deben ser relevados/as de la misma.
Un criterio erróneo ocurre cuando un Juzgado de Familia inicia “Diligencias Oficiosas de
Protección de Menor”, en lugar de iniciar el Proceso de Violencia Intrafamiliar (los Juzgados
de Paz están también habilitados para dictar medidas de protección a favor de menores
Art. 206 literal “c” L.Pr.F.), estas diligencias se agotan con la toma de medidas de protección
o cautelares a favor de los menores víctimas o en peligro, y su uso está restringido para
aquellos supuestos en que se violenten derechos de niños, niñas y adolescentes, siempre
y cuando no sea materia de violencia intrafamiliar; pues dichas diligencias no están sujetas
84
a plazos procesales y dependen de la celeridad que los juzgados puedan darles, así como
no son procedimientos “Constitucionalmente Configurados” al no existir una fase
probatoria, además de no generar un presupuesto de procesabilidad penal en casos de
reincidencia. Si bien el Código de Familia, permite el tratamiento de los casos de maltrato
de menores, debe recordarse que por los criterios de temporalidad (ley más reciente) y
especialidad (la ley especial priva sobre la general) debe aplicarse la L.C.V.I., tal como lo
establece el art. 15 L.C.V.I.
Si bien es innegable que los niños/as y adolescentes pueden ejercer violencia intrafamiliar
contra otros menores de edad, adultos mayores, padres, madres entre otros., o en el caso
de adolescentes contra sus convivientes o cónyuges, y por ende ser sujeto de denuncia
por hechos de violencia intrafamiliar; también es cierto que todos los/las menores de edad
están sujetos a un “Régimen Especial de Protección”, aunque hayan salido de la autoridad
parental por haber contraído nupcias, tal como se estable en los párrafos 9º y 10º del
preámbulo de la Convención de los Derechos del Niño y el artículo 344 C.F.
Existen autores que admiten la aplicación de la L.C.V.I. en contra de los/las menores de
edad, al considerar que dicha ley es preventiva y no punitiva como la Ley Penal Juvenil y
que hay casos de menores cuyo desarrollo psicológico les permite responder judicialmente
por sus actos; pero dejan de lado que la Convención Sobre los Derechos del Niño no hizo
distingos respecto a la edad o nivel de desarrollo de los niños/as y adolecentes al momento
de incluirlos en un régimen especial de protección, por lo que no le compete al juzgador
discriminar cuando el legislador no lo hizo, tal como reza el adagio latino: “ubi lex non
distinguit, hec non distinguere debemus” (donde la ley no distingue tampoco nosotros
debemos). Todo lo contrario, la interpretación de la norma debe hacerse siempre en el
sentido en el que mejor potencie el goce de los derechos que contempla.
Es preciso señalar, que los procesos de violencia intrafamiliar son extremadamente
estigmatizantes y represivos, pues su primer objetivo es impedir nuevos hechos de
violencia intrafamiliar por medio de una actuación estatal expedita y contundente, capaz de
disuadir a la persona denunciada para que no reincida en su actuar por medio de la
prevención especial, advirtiendo la intervención de los cuerpos policiales y de
consecuencias penales en caso de desobediencia a las medidas de protección, lo que
puede generar un grave daño en la psiquis del menor, al interpretar la denuncia en su
85
contra como un abandono, rechazo o acusación calumniosa de su propia familia. Debe
enfatizarse que la aplicación de la L.C.V.I., a un menor de edad puede llevar a la exclusión
del hogar del mismo o a hacerlo comparecer por apremio al proceso, ambas medidas
desproporcionales y estigmatizantes, contrarias al sistema jurídico de protección
internacional de los niños, niñas y adolescentes.
Cuando un/a menor sea denunciado/a, debe procurarse la inmediata actuación de los
equipos multidisciplinarios, a fin de ampliar el conocimiento de los hechos vertidos y poder
tomar decisiones que permitan proteger a la víctima sin convertir en una víctima al menor
denunciado; en el caso de los/as jueces/zas de paz una vez asegurada la integridad de la
víctima, deben remitirlo el caso al juzgado de familia.
Lo anterior con la finalidad que sea ante esta instancia donde pueda abordarse el caso en
diligencias de “CORRECCIÓN Y ORIENTACIÓN”, en el previo estudio por parte de los
equipos multidisciplinarios, tal como se establece en el artículo 215 inciso 2º C.F., se dicten
las “Medidas Tutelares” necesarias. Estas medidas tienen como finalidad el orientar, dirigir
o amparar al menor, ya sea requiriendo de sus progenitores un mayor control y disciplina,
incorporando a los/as a grupos de terapia, incorporándolos/as a programas de estudio o
capacitación, entre otros, y de esta manera lograr cambios conductuales permanentes al
reorientar el actuar del/a menor sin romper los lazos familiares y sin estigmatizarle. En caso
que el actuar del/a menor se subsuma en ilícito deberá certificarse lo conducente a la
Fiscalía General de la República, para que esta inicie el proceso correspondiente ante los
Juzgados de Menores.
86
9. Las Personas Adultas Mayores y la L.C.V.I.
Al igual que los/as menores de edad, los/as adultos/as mayores están protegidos/as por un
régimen de protección especial, desarrollado en el siguiente marco jurídico: Código de
Familia Arts. 389 al 396; Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor y el
Reglamento de la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor. A partir de los
sesenta años (Art. 389 C.F.41) las personas se consideran adultos/as mayores,
valorándose como aspectos esenciales de su protección integral: el respeto, la
consideración, tolerancia, atención y cuidados especiales, el ambiente apropiado, tranquilo
y los esparcimientos adecuados. Los/as adultos/as mayores son un sector de la población
especialmente vulnerable dentro de la familia, siendo la discriminación, el maltrato y el
abandono los principales perjuicios a combatir.
Las personas adultas mayores, cuentan entre la gama de derechos que les son
especialmente reconocidos Art. 394 C.F. y 5 Ley de Atención Integral para la Persona
Adulta Mayor
1- a no ser discriminados en razón de su edad;
2- a vivir al lado de su familia, con dignidad, en un ambiente que satisfaga plenamente
sus diversas necesidades y les proporcione tranquilidad;
3- a recibir un buen trato, consideración y tolerancia, por parte de la familia, la
sociedad y el Estado;
4- a ser oídos, atendidos y consultados en todos aquellos asuntos que fueren de su
interés…;
5- a ser informado de sus derechos y de las leyes que se los garantizan; y
especialmente
6- “a recibir una protección especial contra abusos o malos tratos de cualquier
índole...”.
87
10. La L.C.V.I. y La Ley de Atención Integral Para La Persona Adulta Mayor
Al tenor de lo que establece el Art. 13 L.C.V.I. cualquier persona puede denunciar o dar
aviso sobre hechos de violencia a favor de otra, el Art. 24 de la Ley de Atención Integral
para la Persona Adulta Mayor otorga una “LEGITIMACIÓN PARA EJERCER LA ACCIÓN”
de VIOLENCIA INTRAFAMILIAR a los representantes de la instituciones públicas y
privadas, encargados de los programas de atención a las personas adultas mayores y a
cualquier persona que conozca del abuso. El lenguaje utilizado por el legislador, hace
presumir que no solo se refiere a la posibilidad de interponer la denuncia, sino que
pareciera otorgar una legitimación procesal activa, que habilitaría a cualquier persona a
actuar a favor de un/a adulto/a mayor dentro de un proceso de violencia intrafamiliar.
Lo anterior es contradictorio con lo regulado en el artículo 46 del Reglamento de la Ley de
Atención Integral para la Persona Adulta Mayor, el cual establece que si un Centro de
Atención ubica a una persona adulta mayor cuyos derechos están siendo vulnerados y ésta
no puede acudir por sus propios medios a la instancia competente, el Centro de Atención
debe informar a la Secretaría Nacional de la Familia para que proceda conforme el caso lo
requiera; siendo las Instituciones del Ministerio Público quienes deben asumir la
representación de las personas adultas mayores. Como se puede apreciar, ni el
representante del Centro de Atención ni los personeros de la Secretaría General de la
Familia, ejercen esa legitimación para actuar dentro del proceso, sino que informan al
Ministerio Público el cual actúa por ministerio de ley en representación de la persona adulta
mayor víctima de agresiones, abandono o de violencia intrafamiliar; siempre y cuando la
misma no pudiera apersonarse por sus propios medios a interponer la denuncia o a ejercer
sus derechos. En los casos penales, corresponderá a la F.G.R. el ejercicio de la acción
judicial y en los asuntos civiles y familiares a la P.G.R. e incluso la Procuraduría para la
Defensa de los Derechos Humanos, se encuentra habilitada por estar comprendida como
parte del Ministerio Público Art. 191 Cn.
No es lo mismo, que se habilite a cualquier persona que presencia hechos de violencia a
denunciarlos o dar aviso de los mismos y que incluso los funcionarios están obligados a
denunciarlos Arts. 13 y 14 L.C.V.I., a otorgar a cualquier persona la legitimación para
ejercer tal acción. La legitimación implica que una persona reúne las condiciones que le
habilitan ser parte procesal en una relación jurídica específica, por ejemplo, los hijos
88
reconocidos por el padre, están legitimados para ejercer la acción de alimentos, mientras
aquellos que no cuentan con filiación paterna establecida legalmente, no pueden ejercer la
acción de alimentos en contra del supuesto padre. Respecto a esta habilitación para que
cualquier persona actúe “a favor de un/a adulto/a mayor”, no tiene fundamento doctrinario,
jurisprudencial o procesal; aún más, si la persona adulta mayor puede hacer valer sus
derechos por sí misma y en caso que fuere incapaz, por mandato constitucional es el
Procurador General de la República el primer llamado a velar por la defensa de los
derechos de estas personas Art. 194 Romano II ordinal 1º Cn en relación al Art. 224 C.F.
Al no ser extraño en nuestro país, errores en la normativa por una en la técnica legislativa
deficiente, puede deducirse que la expresión “legitimación para el ejercicio de la acción”
haya sido sólo una fórmula más, para ratificar el compromiso ciudadano e institucional de
denunciar cualquier hecho que menoscabe la dignidad, la igualdad e integridad de las
personas adultas mayores. En todo caso, cualquier persona o autoridad que tenga
conocimiento de hechos de violencia en contra de una persona adulta mayor, debe
interponer la denuncia respectiva y al igual que los/las jueces/zas ante cuya autoridad se
inicie un proceso de violencia intrafamiliar, deben dar aviso a la Secretaría Nacional de la
Familia y a la Procuraduría General de la República, por ser ambas instituciones parte del
Consejo Nacional de Atención Integral a los Programas de Adultos Mayores Art. 7 “Ley de
Atención Integral para la Persona Adulta Mayor” y de los “Sistemas Nacionales de
Protección a la Familia, Personas Adultas Mayor y al Menor” Art. 400 C.F.
En consideración a las necesidades particulares de las personas adultas mayores, pueden
dictarse medidas tales como la de resguardo o fijar cuotas alimenticias que pueden ser
utilizadas para comprar fármacos, entre otros.
89
11. Actuación de la Policía Nacional Civil
La L.C.V.I. confiere a la P.N.C. un rol que va más allá de una actuación pasiva subordinada
a la actividad Judicial, y que convierte a la P.N.C. en la primera línea de auxilio, protección,
asesoría y asistencia de las posibles víctimas de violencia intrafamiliar. Por lo general, el/la
primer/a representante de la “Autoridad Estatal”, que se apersona a la escena es el/la
“Agente de la P.N.C.”, quien debe calificar si los hechos -que en algunos casos inclusive
presencia- son atípicos, encajan en violencia intrafamiliar o bien constituyen un ilícito cuyo
tratamiento incumbe al área penal; en razón de ello se le conoce al/a la “Agente de la
P.N.C.” como “El Juez/a de la Calle”. De la correcta actuación de los/las miembros/as de
la P.N.C. dependerá en muchos casos no solo el éxito del proceso que con posterioridad
se inicie, sino que además la vida de la víctima de agresión y de su grupo familiar.
PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN DE LA P.N.C.
El desempeño de un/una Agente de la P.N.C. al momento de tener noticia de posibles
hechos de violencia intrafamiliar debe ser la siguiente:
1- Recibir la denuncia o aviso (Art. 13 L.C.V.I.): cualquier persona puede interponer
una denuncia de violencia intrafamiliar ante la Policía Nacional Civil o bien dar
aviso
vía
telefónica,
siendo
obligación
el
recibirla
y
tomar
acciones
inmediatamente, dejándose constancia de ello en el “Libro de Novedades”.
2- Por regla general, el/la Agente de la P.N.C., ya en el lugar de los hechos, debe
llamar a la reflexión a las partes, haciendo énfasis en el diálogo y el entendimiento
para resolver cualquier situación, intentando calmar los ánimos de los/as
involucrados/as, mientras recaba información sobre los hechos, las personas
involucradas, la gravedad de la situación (necesidad de peritajes forenses),
posibles testigos, la existencia de medidas de protección vigentes, entre otros, y
de esta forma establecer una línea de actuación precisa; es importante informarse
si el/a presunto/a agresor/a posee arma de fuego y si la misma ha sido utilizada
para intimidar a la presunta víctima, además, de consignar cualquier otra
circunstancia relevante en el “Informe Policial” que refiere el Art. 11 L.C.V.I.
90
El informe debe trascribirse a máquina de escribir o computadora- siempre que cuente con
estos recursos-, haciendo especial énfasis en la buena caligrafía, ortografía y redacción, a
efecto de en sede judicial se cuente con un documento legible, que permita conocer en
detalle todas las circunstancias importantes del hecho como: lugar exacto, tiempo,
personas intervinientes, testigos y modo en el que ocurrieron los hechos. La omisión de
datos o la imposibilidad de entender lo escrito, pueden evitar una actuación judicial
oportuna.
3- Si al apersonarse a la vivienda, la misma se encuentra cerrada y nadie responde
al llamado, pero existen suficientes elementos que permitan deducir que dentro de
la vivienda se están suscitando hechos de agresión, como gritos, golpes, ruido de
muebles, o bien declaraciones de vecinos o peatones quienes describan que
recién han presenciado elementos como los anteriores; debe ingresarse a la
vivienda incluso forzando cerraduras o puertas, al tenor de lo que establecen los
Arts. 20 Cn., y 177 Pr.Pn.:
ARTICULO. 20 Cn. – “La morada es inviolable y sólo podrá ingresarse a ella por
consentimiento de la persona que la habita, por mandato judicial, por flagrante delito o
peligro inminente de su perpetración, o por grave riesgo de las personas.
La violación de este derecho dará lugar a reclamar indemnización por los daños y
perjuicios ocasionados”.
ALLANAMIENTO SIN ORDEN JUDICIAL.
ARTICULO. 177 Pr. Pn. “La policía podrá proceder al allanamiento sin orden judicial
únicamente en los casos siguientes:
2) Cuando se tenga conocimiento que dentro de una casa o local se está
cometiendo un delito o cuando en su interior se oigan voces que anuncien
estarse cometiendo un delito o cuando se pida auxilio o por grave riesgo en la
vida de las personas;”
En casos extremos, debe procurarse localizar a las posibles víctimas dentro del inmueble
para salvaguardarlas en especial si hay niños/as, adolescentes o adultos mayores
involucrados; así como someter a la persona agresora para que deje de constituir un
peligro.
91
Siempre que la víctima manifieste haber sufrido lesiones o sean las mismas observables,
debe ser remitida a un centro asistencial a la brevedad posible proveyendo el transporte,
tal como lo establece el artículo 10 literal “a” L.C.V.I. así como debe detenerse o poner bajo
custodia a la persona agresora por tratarse de una “Detención en Flagrancia” tal como lo
establecen los artículos:
10 literal “e” L.C.V.I.: “Siempre que la Policía Nacional Civil, tenga conocimiento o
recibiere aviso que una persona es víctima de violencia intrafamiliar, deberá tomar las
medidas necesarias para evitar que dicha persona sea maltratada y deberá realizar las
gestiones siguientes:
e) Detendrá a la presunta persona agresora si se constata la existencia y participación de
conductas de violencia intrafamiliar, cuando los hechos constituyan otros delitos que sean
manifestaciones derivadas de ésta y cuando se trate del delito de violencia intrafamiliar
contemplado en el Art. 200 del Código Penal. En todo caso tomará las medidas pertinentes
para impedir al agresor o agresora continuar con actos violentos y protegerá a la víctima”.
Detención en Flagrancia Art. 288 Pr.Pn. - “La Policía aprehenderá a quien sorprenda en
flagrante delito. En el mismo caso, cualquier persona estará autorizada a practicar la
aprehensión y a impedir que el delito produzca consecuencias ulteriores e inmediatamente
se entregará al aprehendido a la Policía Nacional Civil, para el inicio de la investigación
correspondiente.
Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho punible es sorprendido en el
momento de intentarlo o cometerlo, o inmediatamente después de haberlo consumado o
dentro de las veinticuatro horas siguientes al hecho, o cuando sea sorprendido con objetos
o elementos con los cuales se ha cometido el delito o sean producto del mismo o cuando
se le persiga por las autoridades o particulares”.
El Artículo 323 del Nuevo Código Procesal Penal contempla la detención en flagrancia, en
términos casi idénticos a lo prescrito en el antes relacionado artículo, salvo que el 323 no
comprende la última frase del artículo 288 que dice: “o cuando se le persiga por las
autoridades o particulares”.
92
En todo caso, cuando los hechos constituyan delito, los/las agentes policiales deberán
resguardar el lugar de los hechos como cualquier otra escena del delito; conservando
evidencias y evitando la contaminación de la escena, mientras se hacen presentes los
miembros de la Fiscalía, División Técnica Científica de la Policía Nacional Civil y del
Instituto de Medicina Legal, quienes han de procesar la escena.
4- En los casos en los que las lesiones sufridas por la víctima no requieran de un
tratamiento médico inmediato, pero la misma refiera haber sido objeto de cualquier
tipo de agresión física, aunque las mismas no fueren visibles, debe ser conducida
al Instituto de Medicina Legal, a fin de que se le practique el respectivo
reconociendo de lesiones, solo después del cual podrá dilucidarse si la agresión
producida ha causado lesiones y si las mismas son constitutivas o no de delito.
Bajo ningún supuesto el/la agente de autoridad debe solicitar a la víctima le
muestre las marcas de lesiones y golpes, despojándose de la ropa, siendo el único
habilitado el/a médico forense para realizar tal procedimiento.
5- La importancia del resguardo de la evidencia. En los casos de agresiones físicas
y psicológicas es el cuerpo y la mente de la víctima los que preservan las huellas
de la agresión, por lo que debe hacerse énfasis en la importancia en que la víctima
se someta oportunamente a los exámenes médico-legales y peritajes psicológicos;
así como, la conservación de cualquier comprobante de gastos médicos en los que
incurra para sanar de las lesiones infringidas, terapias, reparación de objetos,
gastos de mudanza, entre otros., pues los mismos pueden ser resarcidos mediante
el Proceso de Violencia Intrafamiliar, tal como lo establece el artículo 28 literal “e”
L.C.V.I.
Asimismo, debe informarse a la presunta víctima sobre la posibilidad de hacer llamadas
desde cualquier teléfono público en forma gratuita al Sistema de Emergencia 911; debe
proporcionarse los nombres, direcciones y teléfonos de las instancias que brindan ayuda
en casos de violencia intrafamiliar y la ubicación de la delegación o puesto policial más
cercano y/o las generales de la autoridad policial que atendió el caso, para que pueda ser
contactado de ser necesario respecto de la denuncia interpuesta.
6- Debe asesorarse a la presunta víctima sobre la búsqueda de testigos presenciales
de la violencia intrafamiliar, si los/as testigos solo han tenido conocimiento de los
hechos, porque la víctima o terceras personas se los han comentado, tienen muy
93
poco valor probatorio por ser testigos meramente referenciales; los/as testigos
idóneos son aquellos/as quienes han presenciado los hechos de violencia;
presenciar se refiere no sólo a ver los hechos, sino también a escuchar situaciones
de las que puedan inferirse agresiones, como gritos, llamados de auxilio entre
otros.
En el derecho de Familia, no operan los impedimentos para testificar, que en el derecho
civil se conocen como tachas, por lo que cualquier familiar (mayor de edad), vecino o amigo
pueden servir de testigo una vez hayan presenciado los hechos denunciados. El artículo
12 L.C.V.I. establece que si los/las agentes de la Policía Nacional Civil, presencian hechos
de violencia intrafamiliar pueden ser aceptados como testigos, y ciertamente son testigos
idóneos por contar con un alto grado de imparcialidad y convertirse en Testigos
Presenciales.
7- Informar a la víctima sobre el goce de los derechos que confiere la L.C.V.I. como
el respeto a su vida, su dignidad e integridad física, sexual, psicológica y
patrimonial; gozar de una vida libre de violencia; recibir protección especial tanto
la víctima como su grupo familiar y el derecho a la igualdad entre hombres y
mujeres.
Asimismo, debe hacerse énfasis en las diferentes competencias y funciones que
desempeñan las instituciones que actúan en el combate de la violencia intrafamiliar, ya sea
a nivel judicial con las medidas de protección y el consecuente proceso de violencia
intrafamiliar; así como en las actuaciones en sede administrativa, como la posibilidad de
resguardo para mujeres maltratadas en el albergue del ISDEMU en San Salvador y cuya
ubicación es confidencial, o bien el papel del ISNA en lo que respecta a menores de edad
amenazados o víctimas de agresión.
8- En cuanto a lo prescrito en el Art. 10 literal “f” L.C.V.I.68 y la potestad que se les
concede a los/las Agentes de la P.N.C. de dictar una “Medida de Protección
Especial Temporal” que consiste en ordenar a la presunta persona agresora se
aleje del lugar de los hechos hasta por un plazo de ocho horas y cuyo
incumplimiento genera responsabilidad penal.
9- Todas las medidas de protección poseen la característica de la “temporalidad”, es
decir, que toda medida de protección debe ser dictada para cumplir sus efectos en
94
un plazo determinado de vigencia, fuera del cual quedan sin efecto. Por lo que el
carácter de temporal de esta medida no tiene nada de especial.
10- La medida en cuestión conlleva a la restricción de un derecho de rango
constitucional como lo es “La Libertad Ambulatoria”, aunque por un tiempo
limitado; pero el lugar al cual se le prohíbe acercarse a la/al justiciable resulta ser
en la mayoría de casos su propio hogar, lo que agrava la restricción. En todo caso,
siempre que una autoridad limita derechos de rango constitucional a un/a
ciudadano/a, surge la necesidad de documentación estricta del hecho y la
consecuente fundamentación de la medida adoptada, so pena de ser considerada
arbitraria o ilegítima.
11- La disposición habilitante es imprecisa, pues no establece que distancia es la
razonable para considerar que un/a posible agresor/a esta lo suficientemente lejos
(¿puede quedarse el/la justiciable con un/a vecino/a o es necesario que salga de
la colonia o del cantón?), ni bajo que parámetros se ha de fijar la cantidad de horas
que ha de pasar alejada la persona, pues solo establece el límite temporal máximo;
12- El Art. 10 literal “f” In fine L.C.V.I. regula que la desobediencia a esta medida de
alejamiento acarrea responsabilidad penal, dicho presupuesto no es coincidente
con la legislación penal; debido a que la medida de protección en estudio emana
de un/a “Agente de la P.N.C.” y no de un/a “Funcionario/a Público/a” o “Autoridad
Pública”.
Siendo el caso, que los tipos penales de: “Desobediencia de Particulares Art. 338 C.Pn” y
“Desobediencia en caso de Violencia Intrafamiliar Art. 338- A C.Pn” e inclusive la falta penal
de “Inobservancia de la Providencias de la Autoridad Art. 393 C.Pn”; requieren que la orden,
medida dictada o providencia, provenga exclusivamente de un/a Funcionario/a Público/a o
Autoridad Pública, por lo que la desobediencia a la medida de protección dictada por
“Agentes de la Policía Nacional Civil”, no acarrea responsabilidad penal alguna por ser una
conducta atípica.
La permanencia del/a supuesto/a agresor/a en el lugar de los hechos, pudiera generar
responsabilidad penal, cuando ejerciere una violencia capaz de impedir a los agentes
realizar su actuación legal, como brindar asistencia a la víctima o retirarla del lugar de los
hechos; para que se configure este ilícito no basta un intercambio verbal o un forcejeo en
el que sin complicaciones se somete al/a infractor/a, implica el que el/a agresor/a haga uso
95
una violencia tal que repela a los agentes policiales y les imposibilite el prestar auxilio o el
cumplir con su deber, sólo en este supuesto estaremos en presencia del delito de
resistencia:
RESISTENCIA “Art. 337.- El que se opusiere mediante violencia, a la ejecución de un acto
legal de un funcionario o empleado público, agente de autoridad o autoridad pública o
contra los actos de un particular que le prestare asistencia a requerimiento de ellos o en
virtud de un deber legal, será sancionado con prisión de seis meses a dos años”.
En conclusión, los/as Agentes de la P.N.C., cuentan con una norma habilitante que les
permite dictar la “Medida de Protección Especial Temporal de Alejamiento”, al restringir
derechos de rango constitucional los Agentes están sujetos a denuncias en la Procuraduría
Para la Defensa de los Derechos Humanos o ante las oficinas de Inspectoría de la P.N.C.;
de igual forma al no coincidir dicha medida con los tipos penales vigentes, su
desobediencia no puede ser perseguida penalmente. No obstante, existe una obligación
para los/as Agentes de la P.N.C., de proteger a la posible víctima y a su grupo familiar, de
dictarse dicha medida los/as Agentes, deben pormenorizar las circunstancias del hecho y
los fundamentos de su decisión, como la inminencia de un ataque o la imposibilidad de
responder con la suficiente prontitud a nuevos llamados de auxilio debido a escases de
personal o a lo extraviado del lugar. Si se decide no alejar al/a supuesto/a agresor/a, debe
en este caso facilitarse los medios para que la víctima pueda trasladarse a la vivienda de
un/a familiar o amigo/a, llevarla a las instalaciones de la P.N.C. o bien tramitar su resguardo
con el ISDEMU.
96
Sistema de Hipótesis.
97
Hipótesis Descriptivas:
 Para observar un cambio en los habituales actos violentos, se debe de construir
un sistema de seguridad que permita evitar la violencia.
 Si la violencia es tratada adecuadamente en nuestro país, entonces tendremos
múltiples familias estables.
 El agresor ejecuta la violencia en su familia con gritos y golpes, es así como el
agresor intimida a sus víctimas.
 La indiferencia de las instituciones públicas hace que haya impunidad y que la
violencia siga a través de amenazas de nuevos intentos de violación y muerte.
 Si el Ministerio de Educación concientiza a la familia, la infancia va cambiar un
patrón cultural ya establecido.
 La situación de la política ha generado más Violencia Intrafamiliar.
 El auge delincuencial genera acciones precipitadas en los núcleos familiares.
 La violencia se produce por el desarrollo de estrés y condiciones de constante
presión social en una persona que da como consecuencia el mal manejo de la ira.
Hipótesis Explicativas:
 La intolerancia, la falta de control y los impulsos son una de las principales causas
al maltrato familiar.
 Los valores socio-culturales tienden a responsabilizar a las víctimas de lo sufrido.
 Un acercamiento inicial (desde el nacimiento) con la violencia, podría hacer que
una sociedad se convirtiese en una cuya base principal es la familia agresora.
 Irresponsabilidad paternal genera disgusto en los hijos generado un trastorno
evitativo en los mismos.
 El nivel de autoestima del agresor/a influye en qué tan violento sea.
 La carencia de valores normaliza la perspectiva del agresor/a.
98
Hipótesis de Relación Causal:
 Las victimas resultantes de la violencia intrafamiliar pueden presentarse
deficientes con su desarrollo intelectual dentro de la sociedad.
 Una familia puede estar sometida a violencia domestica por desempleo, ya que la
persona que proporciona el sustento al hogar no es capaz de hacerlo, por lo cual
genera frustración en la persona, que lo lleva al desahogo con su círculo familiar
 Hipótesis Correlacionales:
 Cuanto mayor sea el maltrato parento-filial, mayor será la violencia filio-parental.
 Cuanto mayor sean los traumas psicológicos que presente una persona, más
agresiva se volverá con el paso del tiempo.
Hipótesis Estadística:
 1 de cada 10 familias afectadas por violencia familiar presenta un caso de
asesinato.
Alternativa:
 Una persona es violenta porque es alcohólica y no mide la magnitud de sus actos
bajo el efecto de este tipo de sustancias.
99
Glosario.
100
A
Aberración: Acción, comportamiento o producto que se aparta claramente de lo que se
considera normal, natural, correcto o lícito.
Abocado: Que está expuesto a un resultado determinado, generalmente negativo.
Abyecto: [persona] Que comete actos despreciables o viles.
Acervo: Conjunto de bienes o valores morales o culturales que pertenecen a un grupo.
Acápite: Párrafo aparte, especialmente de un texto legal.
Adverso: Que es contrario, negativo o desfavorable.
Agresor: Que comete una agresión.
Altruismo: Tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso
a costa del interés propio.
Ambivalente: Que puede tener dos valores distintos o que puede entenderse o interpretarse
de dos maneras distintas y opuestas.
Ambulatorio: Que sirve para andar.
Análogo: Que tiene analogía o similitud con una cosa.
Anómalo: Anormal (que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado
natural o de las condiciones que le son inherentes).
Apego: Aprecio o inclinación especial por algo o alguien.
Apetencia: Deseo de algo.
Aprehender: Detener a una persona que ha cometido un delito.
Autonomía: Facultad de la persona o la entidad que puede obrar según su criterio, con
independencia de la opinión o el deseo de otros.
Aversión: Sentimiento de rechazo o repugnancia hacia una persona o cosa.
Autosuficiencia: Alguien que se basta a sí mismo, que no necesita de los demás para
satisfacer sus propias necesidades.
101
B
Borderline: El trastorno límite de la personalidad, borderline (abreviado como TLP), también
llamado limítrofe o fronterizo, es definido por el DSM-IV (DSM-IV 301.831) como: “un
trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional,
pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico, impulsividad y relaciones
interpersonales caóticas”. El perfil global del trastorno también incluye típicamente una
inestabilidad acusada y generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen y de la
conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación.
C
Cautelar: Que sirve para prevenir la consecución de determinado fin o precaver lo que
pueda dificultarlo.
Caótico: Que es absolutamente desordenado o confuso.
Circunscribir: Reducir una cosa a ciertos límites o términos.
Coadyuvante: En lo contencioso administrativo, parte que, juntamente con el fiscal,
sostiene la resolución de la administración demandada.
Coercitivo: Que coerce, generalmente mediante la fuerza.
Coerción: Acción de coercer o reprimir moral o físicamente.
Congénito: Que nace con la persona, es natural y no aprendido.
Consigna: Orden que se da a los subordinados o que se transmite de unas personas a
otras en una misión.
Consonancia: Coincidencia vocálica y consonántica en la terminación de dos palabras a
partir de la última vocal acentuada.
Contrariar: Poner obstáculos al deseo, propósito o intención de una persona.
Crónico: Que se padece a lo largo de mucho tiempo.
Cognoscitivo: Aquello que pertenece o que está relacionado al conocimiento.
102
Colérico: Que siente cólera con facilidad o que se deja llevar por la cólera.
D
Desconcertante: Que produce desconcierto.
Desconcierto: Estado de confusión o desorientación en que queda una persona a causa
de algo inesperado o sorprendente.
Desvirtuar: Hacer disminuir o perder la virtud o las características propias de una cosa.
Diada: Pareja formada por dos seres o principios muy estrechamente vinculados entre sí.
Dilucidar: Explicar, aclarar o resolver un asunto o una materia.
Discernimiento: Capacidad para discernir.
Disgregar: Separar o desunir los elementos que forman un conjunto o las partes de una
cosa.
Doctrina: Conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un
movimiento religioso, ideológico, político, entre otros.
Drogodependencia: Hábito de consumir drogas, del que no se puede prescindir o resulta
muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica.
Disforia: se caracteriza generalmente como una emoción desagradable o molesta, como la
tristeza (estado de ánimo depresivo), ansiedad, irritabilidad o inquietud. Es el opuesto
etimológico de la euforia.
Déspota: Que abusa de su superioridad, de su fuerza o de su poder en su relación con los
demás.
Deliberado: Que se hace de forma voluntaria e intencionada después de haberlo pensado.
Desajustar: Hacer que una cosa deje de estar ajustada.
Desvalorización: A una persona, implica también tratarle de un modo inferior a su dignidad,
cosificar a una persona es un grave error ético que cometen aquellas personas que
infravaloran a alguien.
103
E
Entidad: Asociación de personas de cualquier tipo, en especial la que se dedica a una
actividad laboral.
Entramado: Conjunto de cosas relacionadas entre sí que forman un todo.
Equiparar: Hacer que sean equivalentes o iguales dos o más personas o dos o más cosas,
o considerar que lo son.
Esclarecer: Explicar, aclarar o resolver un asunto o una materia.
Estigma: Marca o señal en el cuerpo, especialmente la impuesta con un hierro candente
como signo de esclavitud o de infamia.
Etología: Estudio científico del comportamiento humano y animal.
Evitativo: trastorno de la personalidad ansiosa, es un trastorno de la personalidad.
Evocar: Recordar algo percibido, aprendido o conocido.
Exorbitante: Que supera lo que se considera normal o razonable.
Expedito: Que carece de obstáculos, estorbos o inconvenientes.
Esfínter: Músculo en forma de anillo que cierra y abre la abertura de determinados
conductos naturales del cuerpo; especialmente, el de la uretra.
F
Filio-parental: hijo a padre.
Flagelo: Cosa, hecho o suceso que tiene efectos muy negativos en una persona o una
comunidad.
Fechoría: Acción realizada con maldad, en general constitutiva de delito. Acción mala o
delictiva. Mala acción, travesura (acción maligna e ingeniosa).
104
H
Hipertrofia: Desarrollo excesivo o aumento desmesurado y perjudicial de una cosa.
Hostil: Que con su actitud o sus actos se muestra contrario a una persona o cosa o enemigo
de ellas.
Huidizo: Que huye a menudo para evitar el trato por timidez o recelo.
Hostilidad: es una forma de negación o de rechazo social colérico interno.
I
Idiosincrasia: Modo de ser que es característico de una persona o cosa y la distingue de
las demás.
Idoneidad: Cualidad de idóneo.
Idóneo: Que reúne las condiciones necesarias u óptimas para una función o fin
determinados.
Imprevisible: Que no puede ser previsto.
Impúber: Que no ha llegado a la pubertad.
Inconsistente: Que ha perdido el conocimiento y generalmente también la capacidad de
percibir y darse cuenta de lo que le rodea.
Incurrir: Cometer un error o una falta.
Indiscriminado: Que no distingue unas personas o cosas de otras ni establece diferencias
entre ellas.
Inexorable: Que no se puede evitar, eludir o detener.
Infractor: [persona] Que comete una infracción.
Inhibir: Impedir o reprimir el ejercicio de facultades o hábitos.
Injerencia: Acción de injerirse.
105
Inmediación: Conjunto de derechos atribuidos al sucesor inmediato en una vinculación.
Inminencia: Gran proximidad en el tiempo de un suceso, en especial de un peligro o de un
riesgo.
Inminente: Que está a punto de suceder o que está muy próximo en el tiempo.
Instancia: Grado jurisdiccional establecido por la ley para dilucidar y sentenciar juicios y
pleitos que pueden ir pasando de uno a otro grado para que haya otras oportunidades de
ser juzgados.
Interdisciplinario: Que se compone de varias disciplinas científicas o culturales o está
relacionado con ellas.
Introyecto: Mecanismo por el cuál las personas, desde que somos pequeños, integramos
y hacemos como nuestras determinadas ideas, normas, conceptos, sobre lo que está bien
y lo que está mal, así como las actitudes y/o compartimientos de otros.
Irascible: Que es propenso a irritarse. Quien es muy propenso a irritarse o enfadarse.
M
Menoscabar: Hacer que disminuya una cualidad positiva de cierta cosa.
Maleabilidad: Se trata de un adjetivo que permite calificar a un material al que se le puede
dar distintas formas sin quebrarlo o romperlo.
N
Necrotizante: Se refiere a algo que ocasiona la muerte del tejido corporal.
Nefasto: Que causa desgracia o va acompañado de ella.
Noción: Idea general que se tiene sobre algo.
Nupcias: Ceremonia en la que dos personas se unen en matrimonio.
106
Narcisismo: El narcisismo es el amor que se dirige un sujeto a sí mismo. Alude al mito de
Narciso, que se ahogó al intentar besar su propia imagen reflejada en el agua. Se puede
aludir a una serie de rasgos propios de la personalidad normal, el narcisismo puede
también manifestarse como una forma patológica extrema en algunos desórdenes de
la personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad, en que el paciente
sobrestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación.
O
Objetividad: Cualidad de objetivo.
Oscilación: Espacio recorrido por un cuerpo oscilante, entre sus dos posiciones extremas.
P
Paliativo: Que sirve para atenuar o suavizar los efectos de una cosa negativa, como un
dolor, un sufrimiento o un castigo.
Paradigma: Ejemplo o modelo de algo.
Paradoja: Dicho o hecho que parece contrario a la lógica.
Paradójico: Que contiene o encierra una paradoja.
Parento-filial: Padre a Hijo
Patológico: Que constituye enfermedad o es síntoma de ella.
Percepción: Primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones que
comunican los sentidos.
Peritaje: Informe técnico con valoración económica que realiza un perito.
Perpetrar: Llevar a cabo un delito o una falta grave.
Pormenorizar: Describir o referir una cosa con todo detalle o minuciosamente.
Potestad: Poder o autoridad que alguien tiene sobre una persona o una cosa.
107
Precarizar: es la inseguridad, incertidumbre y la falta de garantía de condiciones
socioeconómicas mínimas y suficientes para una supervivencia digna que afecta a los
trabajadores y repercute en su entorno familiar y social.
Prescindir: Renunciar a una persona o una cosa, o dejar de contar con ella.
Proclive: Que tiene inclinación o disposición natural hacia una cosa.
Prole: Conjunto de los hijos de una persona.
Propensión: Inclinación o disposición natural hacia una cosa.
Propugnar: Defender una idea o una acción que se considera útil o adecuada.
Psicopatología: Estudio de las enfermedades o trastornos mentales, así como de su
naturaleza y sus causas.
Psicopatía: La psicopatía o personalidad psicopática es un trastorno antisocial de la
personalidad. Se caracteriza por una alteración del carácter o de la conducta social y no
comporta ninguna anormalidad intelectual. Los enfermos de psicopatía (psicópatas) son
personas que pueden cometer actos delictivos muy graves sin mostrar ningún tipo de
sentimiento de culpa.
Propiciar: Ayudar a que sea posible la realización de una acción o la existencia de una
cosa. Atraer, conseguir o ganar la admiración o la benevolencia de alguien.
Psicoanálisis: Teoría psicológica que concede una importancia decisiva a la permanencia
en el subconsciente de los impulsos instintivos reprimidos por la conciencia.
Plasticidad: Propiedad que tiene un material de ser moldeado o trabajado para cambiarlo
de forma.
R
Ratio: Relación cuantificada entre dos magnitudes que refleja su proporción.
Regresión: Retroceso en el transcurso de un proceso o acción.
Reincidencia: Acción de reincidir.
108
Responsivo: como perteneciente, relativo, concerniente y alusivo a la respuesta a una serie
de expresiones o palabras ya sean orales y escritas en que se replica o responde, la
satisfacción de una pregunta o una contestación.
S
Segregar: Separar una cosa de otra de la que forma parte para que siga existiendo con
independencia.
Severo: Que es estricto y riguroso al aplicar una ley o una regla. Que es muy intransigente
con las faltas o las debilidades de los demás o las propias.
Sensorial: De los sentidos corporales o relacionado con ellos.
Sincrónico: Que se produce o se hace al mismo tiempo que otro hecho, fenómeno o
circunstancia, en perfecta correspondencia temporal con él, o con los mismos intervalos,
velocidad o período que otro hecho, fenómeno, movimiento o mecanismo.
Sinérgico: De la sinergia o relacionado con ella.
Socialización: es el proceso mediante el cual el ser humano aprende, en el transcurso de
su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a la estructura
de su personalidad bajo la influencia de experiencias, sucesos y de agentes sociales.
Sosiego: Estado de tranquilidad o calma en algo o alguien.
Subrepticio: Que se hace o toma de manera oculta.
Subsuma: Incluir algo como componente en una síntesis o clasificación más abarcadora
Sucinto: Que está expresado de manera breve, concisa y precisa.
T
Tipología: Estudio de los tipos o modelos que se usan para clasificar en diversas ciencias
o disciplinas científicas.
109
Toxicomanía: Hábito de consumir drogas, del que no se puede prescindir o resulta muy
difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica.
Tipología: Estudio de los tipos o modelos que se usan para clasificar en diversas ciencias
o disciplinas científicas.
Trastorno de estrés postraumático: (TEPT) Es una afección de salud mental que algunas
personas desarrollan tras experimentar o ver algún evento traumático. Este episodio puede
poner en peligro la vida, como la guerra, un desastre natural, un accidente automovilístico
o una agresión sexual.
U
Unánime: Que es común a todos los miembros de un grupo de personas.
Utilitario: Que antepone o prevalece la utilidad a cualquier otra cualidad.
Utopía: Plan o sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y
justa, donde todo discurre sin conflictos y en armonía.
ABREVIATURAS
L.Pr.F.: Ley Procesal Familiar
L.C.V.I.: Ley Contra la Violencia Familiar.
P.G.R.: Procuraduría General de la Republica.
F.G.R.: Fiscalía General de la Republica.
Pr.Pn.: Procesal Penal.
Cn.: Constitución.
C.Pn.: Código Penal.
UDO: Unidades de Observación.
CL: Conectores lógicos.
110
Capítulo III:
Marco Metodológico
111
Tipos de Investigación.
El equipo de investigación ha implementado los siguientes tipos de investigación:
Investigación Pura: Este tipo de investigación tiene como principal objetivo la obtención
de conocimientos de diferente índole, sin tener en cuenta la aplicabilidad de los
conocimientos obtenidos. La información que hemos logrado recopilar en cuanto a
psicología y legalidad ha expandido nuestros conocimientos, nos ha hecho tener un punto
más crítico y claro de la realidad en donde se desenvuelve la dinámica que afecta al ámbito
social que inquirimos actualmente.
Investigación Descriptiva: El objetivo de este tipo de investigación es únicamente
establecer una descripción lo más completa posible de un fenómeno, situación o elemento
concreto, sin buscar ni causas ni consecuencias de éste. Con anterioridad, obtuvimos
ciertas características sobre los individuos involucrados en dichos actos violentos con el
único objetivo de poder relacionar los aspectos psicológicos con sus acciones como
consecuencia del fenómeno, observando y describiendo de qué manera se desempeñan
en su día a día.
Investigación Explicativa: Es el tipo de investigación que se utiliza con el fin de intentar
determinar las causas y consecuencias de un fenómeno concreto. Se busca no solo el qué
sino el porqué de las cosas, y cómo han llegado al estado en cuestión. Nuestra
investigación es explicativa debido a que hemos buscado el porqué de las acciones y
comportamientos de las personas que se han visto involucradas en el fenómeno y debido
a que situaciones individuales de su pasado actúan de formas específicas, las que ahora
son las cuales determinan la incidencia y repercusión de sus acciones en la sociedad.
112
Sistema de Variables.
Hipótesis descriptivas:
 Para observar un cambio en los habituales actos violentos, se debe de construir
un sistema de seguridad que permita evitar la violencia.
UDO: sistemas de seguridad
Variable: frecuencia de actos violentos
CL: un, en, la.
 Si la violencia es tratada adecuadamente en nuestro país, entonces tendremos
múltiples familias estables.
UDO: familias afectadas
Variables: acciones que toma el gobierno
CL: si, es, la
 El agresor ejecuta la violencia en su familia con gritos y golpes, es así como el
agresor intimida a sus víctimas.
UDO: el agresor
Variables: manera de intimar o agredir a los integrantes.
CL: la, su, y.
 La indiferencia de las instituciones públicas hace que haya impunidad y que la
violencia siga a través de amenazas de nuevos intentos de violación y muerte.
UDO: instituciones publicas
113
Variable: cantidad de amenazas
CL: la, de, y.
 Si el Ministerio de Educación concientiza a la familia, la infancia va cambiar un
patrón cultural ya establecido.
UDO: ministerio de educación/ los infantes.
Variables: patrón cultural
CL: si, la, un.
 La situación de la política ha generado más Violencia Intrafamiliar
UDO: La Situación Política
Variables: Generar Violencia Intrafamiliar
CL: de, la
 El auge delincuencial genera acciones precipitadas en los núcleos familiares.
UDO: Núcleos Familiares
Variables: El Auge Delincuencial
CL: El, los, en
 La violencia se produce por el desarrollo de estrés y condiciones de constante
presión social en una persona que da como consecuencia el mal manejo de la ira.
UDO: Presión Social
114
Variables: La Violencia, Condiciones, Consecuencias
CL: se, por, el, la
Hipótesis Explicativas:
 La intolerancia, la falta de control y los impulsos son una de las principales causas
al maltrato familiar.
UDO: integrantes afectados
Variables: falta de control y mal manejo de la ira
CL: la, y, los, son
 Los valores socio-culturales tienden a responsabilizar a las víctimas de lo sufrido.
UDO: las victimas
Variables: los “valores” impuestos en la sociedad
CL: los, a, las.
 Un acercamiento inicial (desde el nacimiento) con la violencia, podría hacer que
una sociedad se convirtiese en una cuya base principal es la familia agresora.
UDO: familia agresora y sus integrantes
Variables: familias afectadas
CL: Un, con, la.
 La Irresponsabilidad paternal genera disgusto en los hijos generado un trastorno
evitativo en los mismos.
115
UDO: Los Hijos/La Irresponsabilidad Paternal
Variables: Disgusto, Trastorno
CL: la, los, en
 El nivel de autoestima del agresor/a influye en qué tan violento sea.
UDO: Agresor/a
Variables: El Nivel de Autoestima
CL: de, del, en, sea
 La carencia de valores normaliza la perspectiva del agresor/a.
UDO: Agresor/a
Variables: La Carencia de los Valores
CL: la, del, de
Hipótesis de relación causal:
 Las victimas resultantes de la violencia intrafamiliar pueden presentarse
deficientes con su desarrollo intelectual dentro de la sociedad.
UDO: deficiencia en el desarrollo intelectual
Variables: edad y genero de las victimas
CL: las, de, su, con
116
 Una familia puede estar sometida a violencia domestica por desempleo, ya que la
persona que proporciona el sustento al hogar no es capaz de hacerlo, por lo cual
genera frustración en la persona, que lo lleva al desahogo con su círculo familiar.
UDO: Familia
Variables: El Sustento del Hogar/Frustración/Desahogo
CL: Por, lo, al, en, el
Hipótesis Correlacionales:
 Cuanto mayor sea el maltrato parento-filial, mayor será la violencia filio-parental.
UDO: relación padre-hijos
Variable: intensidad de la rebeldía de los hijos
CL: sea, el, la.
 Cuanto mayor sean los traumas psicológicos que presente una persona, más
agresiva se volverá con el paso del tiempo.
UDO: Una Persona
Variable: Traumas Psicológicos/Agresividad
CL: se, el, los
Hipótesis Alternativa:
 Una persona es violenta porque es alcohólica y no mide la magnitud de sus actos
bajo este tipo de sustancias.
117
UDO: Persona
Variable: Alcoholismo, Magnitud de los Actos
CL: es, la, de
118
Población y Muestra.
Población
Por población se hace referencia habitualmente al conjunto de seres humanos que
hacen su vida en un determinado espacio geográfico o territorio. Es decir, suele
referirse a la población humana, la cual tiene una alta tasa de aglomeración de
menores debido a los centros educativos que se encuentran en la zona de nuestra
población de estudio y es reducida hacia el municipio de Santa Ana, El Salvador,
barrio San Miguelito.
Escogida por ser accesible y seguro y con muy pocas investigaciones dirigidas
hacia la violencia intrafamiliar en ella, contestando así la pregunta de, ¿porque?,
por eso será definida con los individuos que conforman una familia nuclear, familia
monoparental o familia extensa sin importar su estado económico, social o religioso,
estudiando las acciones, respuestas y comportamientos de las anteriormente
mencionadas.
Muestra
“Es un subconjunto o parte del universo o población en que se llevará a cabo la
investigación. Hay procedimientos para obtener la cantidad de los componentes de
la muestra como fórmulas, lógica y otros. La muestra es una parte representativa
de la población.”
El método utilizado para seleccionar a los componentes de la muestra del total de
la población. "Consiste en un conjunto de reglas, procedimientos y criterios
mediante los cuales se selecciona un conjunto de elementos de una población que
representan lo que sucede en toda esa población”. (MATA et al, 1997:19)
El realizar el diseño muestral es importante porque:
119
a) Permite que el estudio se realice en menor tiempo.
b) Se incurre en menos gastos.
c) Posibilita profundizar en el análisis de las variables.
d) Permite tener mayor control de las variables a estudiar.
Otro aspecto que genera gran inquietud en los investigadores es el tamaño de la
muestra que se desarrollará en nuestro caso, en la zona del municipio de Santa
Ana, El Salvador, colonia San Miguelito.
120
Técnicas de recolección de datos.
121
122
123
124
125
126
127
128
Validación y confiabilidad del instrumento.
¿Cómo se llevaron acabo las encuestas?
Google tiene una función en su galería de Apps llamada “Formularios de Google”
la cual consiste en una aplicación de administración de encuestas que se incluye
en la suite informática de Google Docs y Google Classroom.
Para conseguir una respuesta explicita de nuestros encuestados, la aplicación
cuenta con una opción de marcado Obligatoria la cual fue implementada en
nuestras encuestas para denotar cual efectiva y eficaz son nuestras incógnitas.
En estas encuestas se fue variando el tipo de pregunta ya que tuvimos la
oportunidad de acceder a diferentes tipos de opciones por medio de una ventana
desplegable para la personalización o edición de estas mismas. Para así, mostrar
claridad y sencillez para que el encuestado responda de la manera más accesible.
Luego de crear todas las preguntas, se obtienen los resultados de los encuestados
por medio del apartado de respuestas de los formularios, los cuales se encuentran
ordenados de la misma manera en las cuales se efectuaron las preguntas, para
que de igual manera como al encuestado, nos sea aún más accesible la información
que se nos brinda para ordenar y hacer efectiva las respuestas que nos
proporcionaron.
Los encuestados son personas de Santa Ana cuyos vínculos de relación social
están ligados a los investigadores y sus familiares, en su mayoría. Una pequeña
porción de las personas que dieron su aporte, son personas ajenas a cualquier
vínculo de relación a los investigadores y familiares, sin embargo, dentro del límite
del municipio de Santa Ana.
129
Capítulo IV:
Análisis de Datos
130
Análisis de Datos.
Se empleó el método de muestreo no probabilístico por conveniencia, en el cual, de
acuerdo con Pineda, Alvarado y Canales (1994) “se toman los casos o unidades que estén
disponibles en un momento dado” (p. 119), puesto que va a solicitarse a nuestros padres
o encargados, vecinos, familiares y profesionales dentro y fuera del área de estudio para
que formen parte del estudio con su opinión por medio de encuestas.
Al igual que el muestreo por conglomerados, que es una técnica que aprovecha la
existencia de grupos o conglomerados en la población que representan correctamente el
total de la población en relación a la característica que queremos medir. Dicho de otro
modo, estos grupos contienen toda la variabilidad de la población. Si esto sucede, podemos
seleccionar únicamente algunos de estos conglomerados para conocer la información de
interés del total de la población.
El primer paso al aplicar esta técnica fue definir los conglomerados. Se trató de identificar
una característica que permita dividir la población en grupos disjuntos (sin solapamiento) y
de forma exhaustiva (todos los individuos deben estar en un grupo), de tal manera que los
grupos no difieran entre sí en relación a aquello que queremos medir. Una vez hemos
definido estos conglomerados, seleccionaremos al azar algunos de ellos para estudiarlos.
Podemos ver esta técnica desde otro punto de vista, mientras que en todas las técnicas
vistas hasta ahora las unidades de muestreo coinciden con las unidades a estudiar
(individuos), en el muestreo por conglomerados las unidades de muestreo son grupos de
unidades a estudiar (grupos de individuos), algo que resultó muy beneficioso en términos
de coste. A cambio, es habitual obtener una menor precisión al usar esta técnica, causada
por falta de heterogeneidad dentro de los conglomerados.
Al ser consultados de forma digital, no se puede notar sus rasgos físicos o lenguaje corporal
al momento de leer y contestar las preguntas, puede ser un factor pequeño pero muy útil,
tomando en cuenta u rango de edades extensa de 17 hasta 66 años para conocer distintos
puntos de visto o la manera en que ven gradualmente el conflicto a tratar, al ser un sector
urbano, pero no de elite las clases sociales habitantes en este lugar es el proletariado a
excepción de las instituciones allí presentes las cuales no formaron parte de la recolección
131
de datos, su rango académico varia en estudiantes de educación media y personas de la
tercera edad o con estudios superiores.
132
Resultados.
133
134
135
136
Conclusiones y Recomendaciones.
Conclusiones:
La investigación tuvo como objetivo indagar en su investigación acerca de la violencia
intrafamiliar y llegar a un nivel, de poder ayudar a las personas que sufren este fenómeno.
Esto quiere decir que el equipo de investigación buscó la manera de una autentica calidad
de información prioritaria para las familias o personas que sufren de violencia intrafamiliar.
Para demostrar esto, primero se realizó un análisis de la situación de violencia en un lugar,
para así poder llevar a cabo la investigación, y tomar de ahí los datos necesarios. Pudimos
investigar que el flujo de la violencia en las familias está en aumento, que este fenómeno
demanda más y mejor atención por parte de las autoridades y la sociedad.
Las características de la violencia están cambiando, Definitivamente se puede observar
que el flujo de las personas que sufren violencia se está haciendo más circular. Lo cual
quiere decir que las víctimas son más difíciles de determinar, tratar la manera que puedan
ir a algún lugar para poder denunciar, ya que las medidas o amenazas son fuertes, y en la
mayoría de casos, la sociedad está incluida como el factor causante de este fenómeno.
El hecho de que la ley favorezca a la víctima, los maltratos siguen. Puede ser por la causa
de múltiples factores. Lo que lleva a la desintegración de la familia, problemas psicológicos,
económicos y sociales. A este escenario, concluimos que la violencia intrafamiliar es un
fenómeno que tenderá a continuar por varias décadas.
La importancia social, política, psicológica y económica de la violencia intrafamiliar la han
colocado en un tema prioritario en la sociedad y en los derechos humanos. Al estudiar las
causas de la violencia producida en la familia, vimos que la falta de valores integrados a la
familia, son la causa grave de que este fenómeno de paso a las personas. Cabe recalcar
que, aunque la ley defiende a las personas que sufren esta violencia, el resultado sigue
siendo el mismo en la sociedad. El objetivo principal de esta investigación fue la muestra
de una información que pude proporcionar una vía de solución a las personas que son
víctimas en sus hogares por parte de un o una agresora.
Existen algunos casos en que la víctima acudió a la ayuda que brinda la sociedad, y se
puede confirmar que el problema de ese momento se vuelve leve y la violencia desaparece
137
con la toma de decisiones, en la cual el agresor paga una condena por los daños que a
causado en la víctima. En estos casos es la autoridad quien debe tomar la decisión sobre
la condena que la persona como agresor tiene que cumplir. Algunas veces se toma la
decisión de años en la presión, distanciamiento de la persona, consultas en psicología y
en algunos países la pena de muerte. Todas las leyes que existen defiende el derecho de
una persona, y vela por su seguridad, así como tiene la responsabilidad de brindar ayuda
y el apoyo a la persona que desea la ayuda.
Para muchas personas las vivencias familiares no suelen ser como en tantos cuentos y
novelas se decía: de amor, cuidado y protección. Por el contrario, el hogar para ellas y ellos
es un espacio de terror y riesgo permanente a su integridad. La violencia intrafamiliar es
un problema que afecta con mayor fuerza a las mujeres, niñas, niños, adolescentes y
personas mayores que han sido vulnerabilizadas/os por su condición de género, edad,
discapacidad y reducidos poderes sociales y materiales. A lo largo de la historia se ha
querido justificar y legitimar, incluso en nombre del amor y de la disciplina, las más atroces
agresiones dentro de las familias dejando a las personas agredidas en la más absoluta.
Gracias a la sensibilidad de muchas personas y a un sabio sentido común que hacía
evidente que el maltrato generaba sufrimiento y pérdida de las capacidades para enfrentar
mejor el mundo, se generó nuevos conocimientos que empezaron a confirmar lo que se
presumía: la violencia dentro de las familias no sólo generaba graves consecuencias en el
potencial vital de las personas, sino que se aprendía de generación a generación a ser
víctima o agresor
Aunque las evidencias no sean aún muy sólidas, la importancia del problema de la violencia
intrafamiliar apoya la necesidad de que el médico de familia y los profesionales de atención
primaria en general deban comprometerse en la detección de la violencia intrafamiliar por
su alta prevalencia, por su carácter repetitivo, por las dramáticas repercusiones en la
víctima y en los distintos miembros de la familia y por el alto coste social.
Identificar situaciones de riesgo o mayor vulnerabilidad: abuso de alcohol, pérdida de
empleo, consumo de drogas, embarazo, conflictos, pérdidas o fracasos, separación,
disfunción familiar.
138
Existe una preocupación unánime respecto a la baja detección de la violencia intrafamiliar
y al retraso en el diagnóstico con las consecuencias que estos hechos llevan consigo. Se
vive la necesidad de encontrar mecanismos para su detección, “para romper el silencio,
ayudar a las víctimas y prevenir que se perpetúe o agrave la situación”. Los servicios
médicos pueden ser instrumentos muy importantes de detección.
Finalmente se quiere concluir que la investigación que se ha presentado, a sido creada con
la intención de poder ayudar a las personas que sufren de la violencia intrafamiliar, así
demostrando que la ley y la sociedad está del lado de la víctima. Se ha consultado a fuente
y personas que son profesionales en este tema, ya que es muy delicado y no se puede
tratar a la ligera. Así esperando que la información brindada pueda ayudar a la sociedad
en convertirse en un lugar que este fuera de este fenómeno lo más que se pueda.
Recomendaciones:
 Una recomendación importante es que las personas que sufren este tipo de
violencia, es busquen ayuda en personas de confianza (aunque, lo más
recomendable es llamar a las autoridades competentes) pasa así poder solucionar
el problema.
 La ayuda psicológica es una recomendación viable para las víctimas, así las
secuelas pueden ser evitadas o minimizadas.
 Dentro de un proyecto ambicioso como fue este, siempre se desea que haya una
mejora continua del mismo; por lo tanto, se recomienda a futuros estudiantes o
investigadores que tengan interés y cuidado en el proyecto, la violencia que se da
en las familias demanda tiempo y cuidado.
 Otra recomendación es incluir a personas que han atravesado este tipo de
dificultad, solicitaron una ayuda, y con esta salieron adelante.
 La importante concientización que se pueda hacer para buscar más ayuda a las
personas que necesitan.
 La importancia que se le da a las personas que buscan una ayuda, las cuales han
sufrido este fenómeno, es importante, saber cómo tratar correctamente a la víctima.
139
Capítulo V
140
Propuesta.
Construyendo la esperanza, recuperando los poderes personales. Las personas agredidas
necesitan apoyo para fortalecerse. Es necesario acompañarlas para construir junto con
ellas la confianza en sus habilidades para controlar sus vidas. Esta confianza sólo se podrá
fortalecer cuando se les escuche, crea y se les dé apoyo. Cuando se empiece a re-mirar
con ellas los mandatos que han recibido de ser-para-otros; los mensajes que las
construyen como impotentes, fallidas, incapaces y dependientes. Relaciones de pareja y
con los diferentes miembros de la familia, en reciprocidad y simétricas, serán difícilmente
construidas si existe en la relación una persona que esté constreñida a ser complemento
de la otra, a ser dirigida, normada, controlada. Si se parte que amarse dentro de las
diferentes relaciones, significa querer el bien de la otra persona, las necesidades del uno y
del otro deberían tener igual peso y valor. Pero no se está enseñando en esta sociedad de
poder de unos sobre otros la igualdad en la relación amorosa de pareja y en la familia;
tristemente para muchas personas el amor ha sido, por definición, una relación asimétrica
que raramente contempla la reciprocidad, la igualdad de oportunidades y la equidad.
Construir relaciones de igualdad y equidad con nuestra pareja y con nuestra familia es una
tarea de todos los días que implica antes que nada reconocer que nadie merece ser
maltratadas/os, que nada justifica la violencia y sobre que somos personas no cosas y que
por lo tanto tenemos el derecho a ser tratadas con respeto, libres de toda discriminación,
coerción o manipulación. Romper el silencio y empezar a rebelarse contra una vida de
violencia será posible cuando se encuentren personas que escuchen, crean y no juzguen
a las personas afectadas. Ellas necesitan un espacio donde sean apoyadas desde el
respeto y la solidaridad.
1. Promoción de una cultura de respeto y resolución pacífica de los conflictos: Es tarea
fundamental de modelo de prevención y atención garantizar que las diferentes
instancias del Estado y la sociedad civil promuevan acciones que den nuevos
elementos para aprender que es posible construir una cultura de paz y de
convivencia respetuosa.
2. Seguridad para las personas directamente afectadas por la violencia intrafamiliar:
Es tarea fundamental de modelo de prevención y atención garantizar la seguridad
141
tanto de la integridad física, sicológica, económica y social de las personas
afectadas por la violencia intrafamiliar.
3. Rendimiento de cuentas del ofensor: Es tarea fundamental garantizar un sistema
efectivo de rendimiento de cuentas de los ofensores, con el fin de que reconozcan
que la violencia intrafamiliar es un hecho repudiado y sancionado por la familia, la
comunidad y el Estado, y que nadie tiene derecho de apropiarse de la integridad
física y sicológica de un miembro de la familia.
4. Atención para las niñas/os testigos de la violencia intrafamiliar Es tarea fundamental
desarrollar una estrategia de apoyo y fortalecimiento de las niñas/os y adolescentes
testigos de la violencia intrafamiliar, con el fin de romper en una forma temprana el
ciclo de enseñanza para convertirse en víctima-ofensor.
5. Programa para hombres ofensores y madres que maltratan. Es tarea fundamental
desarrollar estrategias de intervención diferenciadas para los hombres ofensores
adultos y juveniles, así como para las madres que maltratan a sus hijas/os.
Estrategias que deben mirar las especificidades, posibilidades y recursos de cada
grupo para iniciar procesos de cambio.
142
Referencia Bibliográfica.
Babcock, J., Green, C. y Robie, C. (2004). Does batterers’ treatment work? A metaanalytic review of domestic violence treatment. Clinical Psychology Review, 23, 10231053.
Bartholomew, K., Regan, K.V., Oram, D.O. y White, M.A. (2008). Correlates of partner
abuse in male same-sex relationships. Violence and Victims, 23, 344-360.
Bender, K. y Roberts, A.R. (2007). Battered women versus male batterer typologies:
Same or different based on evidence-based studies? Aggression and Violent Behavior,
12, 519-530.
Bowen, E., Gilchrist, E. y Beech, A.R. (2008). Change in treatment has no relationship
with subsequent. Re-offending in U.K. domestic violence sample: A preliminary study
change in treatment has no relationship with subsequent. International Journal of Offender
Therapy and Comparative Criminology, 52, 598-614.
Cáceres, J. (1999). Discusiones de pareja, violencia y activación cardiovascular. Análisis
y Modificación de Conducta, 25, 909-938.
Capaldi, D. y Kim, H.K. (2007). Typological approaches to violence in couples: A critique
alternative conceptual approach. Clinical Psychology Review, 27, 253-265.
Cavanaugh, M.M. y Gelles, R.J. (2005). The utility of male domestic violence offender
typologies. Journal of Interpersonal Violence, 20, 155-166.
143
Chase, K.A., O’Leary, K.D. y Heyman, R.E. (2001). Categorizing partner-violent men
within the reactive-proactive typology model. Journal of Consulting and Clinical
Psychology, 69, 567-572.
Chiffriller, S.H., Hennessy, J.J. y Zappone, M. (2006). Understanding a new typology of
batterers: Implications for treatment. Victims and Offenders, 1, 79-97.
Dutton, D.G. y Golant, S.K. (1995). The batterer: A psychological profile. Nueva York:
Basic Books.
Echeburúa, E., Bravo de Medina, R. y Aizpiri, J. (2005). Alcoholism and personality
disorders: An exploratory study. Alcohol and Alcoholism, 40, 323-326.
Echeburúa, E. y Corral, P. (1998). Manual de violencia familiar. Madrid: Siglo XXI.
Echeburúa, E., Corral, P. y Amor, P. (2002). Evaluación del daño psicológico en las
víctimas de delitos violentos. Psicothema, 14 (supl.), 139-146.
Fernández-Montalvo, J. y Echeburúa, E. (1997). Variables psicopatológicas y distorsiones
cognitivas de los maltratadores en el hogar: un análisis descriptivo. Análisis y
Modificación de Conducta, 23, 151-178.
Flournoy, P. y Wilson, G. (1991). Assessment of MMPI profiles of male batterers. Violence
and Victims, 6, 309-320.
144
Gondolf, E.W. (1988). Who are those guys? Toward a behavioural typology of batterers.
Violence and Victims, 3, 187-203.
Hamberger, L.K., Lohr, J.M., Bonge, D. y Tolin, D.F. (1996). A large sample empirical
typology of male spouse abusers and its relationship to dimensions of abuse. Violence
and Victims, 11, 277-292.
Hart, S.D., Dutton, D.G. y Newlove, T. (1993). The prevalence of personality disorder
amongst wife assaulters. Journal of Personality Disorders, 7, 329-341.
Holtzworth-Munroe, A. y Stuart, G.L. (1994). Typologies of male batterers: Three subtypes
and the differences among them. Psychological Bulletin, 116, 476-497.
Int J Clin Health Psychol, Vol. 9. Nº 3 538 AMOR et al. Clasificación tipológica de hombres
violentos contra su pareja
Huss, M.T. y Ralston, A. (2008). Do batterer subtypes actually matter? Treatment
completion, treatment response, and recidivism across a batterer typology. Criminal Justice
and Behavior, 35, 710-724.
Ronsenfeld, B.D. (1992). Court-ordered treatment of spouse abuse. Clinical Psychology
Review, 12, 205-226.
Rothschild, B., Dimson, C., Storaasli, R. y Clapp, L. (1997). Personality profiles of veterans
entering treatment for domestic violence. Journal of Family Violence, 12, 259-274.
145
Saunders, D.G. (1992). A typology of men who batter women: Three types. American
Journal of Orthopsychiatry, 62, 264-275.
Alekseeva, L.S. (2007). “Problems of child abuse in the home”. Russian Education &
Society. Vol. 19. p. 6-18. 13 p.
Amor, P.J.; Echeburua, E.; Corral, P.; Sarasua, B. y Zubizarreta, I. (2001). “Maltrato físico
y maltrato psicológico en mujeres víctimas de violencia en el hogar: un estudio
comparativo”. Revista de Sicopatología y Psicología Clínica 6, pp. 167-178.
Echeburúa, E., Corral, P., Sarasua, B., y Zubizarreta, I. (1998). “Mujeres víctimas de
maltrato”. En E. Echeburúa y P. de Corral (eds.): Manual de violencia familiar. Madrid: Siglo
XXI, pp. 11-69.
Il’ina, S.V. (1998). “The influence of violence experienced in childhood on the mergence of
personality disorders”. Voprosy psikhologii N.° .3.
Kubany, E.S., Hill, E.E., Owens, J.A., Lannce- Spencer, C., McCaig, M.A., Tremayne, K.J.,
Y Williamns, P.L. (2004). “Cognitive trauma therapy for baterred women with PTSD”.
Journal of Consulting and clinical Psychology 72, pp. 3-18.
Labrador, F.J., y Rincón, P.P. (2002). “Trastorno de estrés postraumático en víctimas de
maltrato doméstico: evaluación de un programa de intervención”. Análisis y Modificación
de conducta 28, 905-932.
Papalia, Diane E.; Olds, Sally Wendkos y Feldman, Ruth Duskin (2005). Psicología del
desarrollo de la infancia a la adolescencia. México: Mac Graw Hill.
146
Picó- Alfonso, M.A. (2005) Psychological intimate partner violence: The major predictor of
postraumatic stress disorder in abused women. Neuroscience and Biobehavioral Reviews,
29. 181-193.
Sarasua, B., Zubizarreta, I., Echeburúa, E., y Corral, P. (2007). “Perfil psicopatológico
diferencial de las víctimas de violencia de pareja en función de la edad”. Psicothema vol.
19 N.° 3, pp. 459-466.
Soler, E., Barreto, P., y Gonzáles, R. (2005). “Cuestionario de respuesta emocional a la
violencia doméstica y sexual”. Psicothema 17, 567-274.
Walker, L.E. (1984). The baterred woman syndrome. New York: Springer.
Título del artículo: Tipos de Hipótesis en investigación científica (y ejemplos)
Nombre de la página: Psicologiaymente.com
URL: https://psicologiaymente.com/psicologia/tipos-de-hipotesis
Título del artículo: Población y muestra
Nombre de la página: Metodologiaeninvestigacion.blogspot.com
URL: http://metodologiaeninvestigacion.blogspot.com/2010/07/poblacion-y-muestra.html
Título del artículo: Tipos de investigación
Autor: Oswaldo Tomala
147
Título de la página: Sites.google.com
URL: https://sites.google.com/site/misitioweboswaldotomala2016/tipos-de-investigacion
148
Descargar