LICEO CRISTIANO REVERENDO JUAN BUENO 2º AÑO DE BACHILLERATO GENERAL “Violencia Intrafamiliar en el municipio de Santa Ana, El Salvador.” Realizado por: Juan Carlos Bautista Escobar. Valeria Sofía López Aguirre. Rodrigo Andreé Moran Vega. Marjorie Michelle Santamaría Flores. Harold Abiel Chámul Ramírez. Katherinne Michelle Torrez Rodriguez. Para: Obtención de título en Bachillerato General. OCTUBRE 2020 SANTA ANA, EL SALVADOR 1 Violencia intrafamiliar en el municipio de Santa Ana, El Salvador. 2 Índice. Introducción………………………………………………………………………………………VI Capitulo I. El Problema Planteamiento del problema……………………………………………………………………..8 Objetivos……………………………………………………………………...…………………….9 Definición del problema……………………………………………….…………………………10 Delimitación……………………………………………………………………………………….12 Justificación………………………………………………….……………………………………13 Limitaciones………………………………………...…………………………………………….14 Recursos…………………………………………………………………………………………..15 Cronograma de actividades………………..……………………………………………………16 Capitulo II. Marco Teórico Antecedentes de la Investigación……………………….……………………………………..18 Bases Teóricas…………………………………………………………..………………………26 1. Perspectiva Biológica de la Agresividad Humana…………………………….……..27 2. Teoría del Apego…………………………………………………………………………32 3. La Violencia filio-parental explicada desde la Teoría del Aprendizaje Social….....44 4. Teoría de la Predictibilidad……………………………………………………………..48 5. Principales clasificaciones tipológicas sobre hombres violentos contra la pareja..50 6. Rasgos de personalidad en niños con padres violentos……………………………55 7. Como tener una familia feliz y unida…………………………………………………..64 Bases legales……………………………………………………………………………….…….66 3 1. Principio de igualdad de derechos entre Hijos e Hijas………………………………72 2. Principio de la Unidad en la Familia……………………………………………………75 3. Principio de Igualdad entre los cónyuges……………………………………………...76 4. Principio de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes………………77 5. Principio de protección de los incapaces y adultos/as mayores…………………….78 6. La LEPINA y La Ley Contra la Violencia Intrafamiliar respecto de la protección de los niños, niñas y adolescentes………………………………………..……………….80 7. La escucha de los niños, niñas y adolescentes……………………………….……..82 8. Los menores de edad como sujetos procesales en la L.C.V.I…………………..…84 9. La Personas Adultas Mayores y la L.C.V.I……………………………………………87 10. La L.C.V.I. y La Ley de Atención Integral Para La Persona Adulta Mayor…………88 11. Actuación de la Policía Nacional Civil………………………………………………….90 Sistema de hipótesis…………………………………………………………………………….97 Glosario de términos……………………………………………………………………………100 Capitulo III: Marco Metodológico Tipo de investigación…………………………………………………………………………112 Sistema de Variables…………………………………………………………………………113 Población y muestra…………………………………………………………………………119 Técnicas de recolección de datos…………………………………………………………..121 Validación y confiabilidad del instrumentos…………………………………………………129 Capítulo IV: Análisis de Datos Análisis de Datos………………………………………………………………………………131 Resultados……………………………………………………………………………………133 Conclusiones y Recomendaciones…………………………………………………………137 4 Capítulo V Propuesta………………………………………………………………………………………141 Referencias Bibliográficas……………………………………………………………………143 5 Introducción. En la investigación se pretende encontrar las causas y motivos que provocan el irrespeto a los Derechos Humanos dentro de un conjunto familiar, consigo mismo las consecuencias que contrae a su vez estas acciones a los componentes de dichas familias en su estilo de vida en el día a día y en cómo se desenvuelven en la sociedad misma, haciendo un contraste con los traumas y la psicología actual. La violencia familiar refiere a los actos violentos cometidos en un hogar entre miembros de la familia, es considerada principalmente como un fenómeno la mayoría de veces masculino en contra de las mujeres, la violencia intrafamiliar también sucede con los niños maltratados. Muchas veces por abuso sexual y con acciones verbales y/o psicológicas que pueden ser cometidas por personas de ambos sexos. Tomando en cuenta como es visto este comportamiento en la sociedad y que tipo de critica recibe, la violencia intrafamiliar es un problema grave que ocurre en todos los grupos sociales, profesiones, culturas y religiones. Es un problema de salud pública que, lamentablemente, va en aumento. Se cree que están relacionados con el desempleo y con los niveles de estrés producidos por la creciente pobreza, la cual es uno de los indicadores de la violencia familiar. El enfoque principal que le damos a este problema promueve la atención integral, solidaria, con perspectiva de género, respetuosa, multidisciplinaria e interinstitucional, que evite la re victimización de las personas afectadas por la violencia familiar y de género en la cual integraremos las leyes constitucionales de nuestra república para dar cabida al desarrollo de un proceso investigativo con el que el lector y el interesado pueda erradicar por cuenta propia y así mismo compartir y difundir las principales consecuencias y motivos por los cuales la violencia se encuentra presente atormentando a las familias santanecas. Además de lo anterior, es importante consignar el concepto de centralidad en los municipios para la promoción y aseguramiento de la convivencia y la seguridad ciudadana, con un enfoque de cohesión social que nos permitirá plasmar en esta investigación la información necesaria para llegar a una conclusión que pueda resolver o dar a conocimiento del lector de lo que se amerite según su situación o circunstancias. 6 Capítulo I: El Problema. 7 ¿Por qué se produce la violencia intrafamiliar y que causas y que consecuencias trae para las familias en el municipio de Santa Ana en el año de 2020? 8 Objetivos. General: Contribuir a la construcción de condiciones que permitan fomentar la igualdad entre mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes, a través de la sensibilización del problema de la Violencia Intrafamiliar, a fin de prevenir y erradicar la violencia en la familia santaneca. Específicos: Estudiar y hacer énfasis en la prevalencia y severidad de los daños a la salud mental causados por la violencia entre las personas, con particular énfasis entre aquéllas que se encuentran en situación de mayor riesgo o vulnerabilidad. Promover la detección temprana de la violencia familiar en las instituciones sociales como en la sociedad misma, reconociéndola como un problema de salud que genera gran carga de enfermedad entre las personas más receptivas, sensibles y sumisas. Contribuir a que las personas y sus hijos e hijas que viven en violencia extrema por medio de información segura y fidedigna que les brinden la tutela de cómo obtener protección, atención médica, psicológica y orientación legal según dicten sus circunstancias. Promocionar el derecho a una vida sin violencia como parte de los derechos humanos como ciudadano salvadoreño y habitante del mundo, dando cuenta de aquellas instituciones que defienden nuestra integridad física y mental. Contar con información científica, actualizada, íntegra y comprobable sobre la frecuencia, distribución y factores de riesgo asociados a la violencia familiar en Santa Ana y sus consecuencias sobre la salud en general. Establecer y describir las características que presentan tanto los abusadores/as dentro del círculo familiar como las víctimas de estos y cómo influyen estas características para la obtención de la ayuda necesaria para erradicar el aumento del problema, para evitar –en dado caso- consecuencias mayores. 9 Definición del problema. La palabra violencia deriva del latín “violentia”, y entre sus acepciones se encuentran las de “cualidad de violento” y “acción y efecto de violentar o violentarse”. Por violento se entiende “que está fuera de su natural estado, situación o modo”, “que obra con ímpetu y fuerza”, “que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidad extraordinarias” y “que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y justicia”; mientras que violentar significa “aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia” Ahora bien, la violencia familiar que también se le identifica como violencia intrafamiliar o violencia doméstica ha sido objeto de análisis tanto doctrinal, como legal y jurisprudencial, motivo por el cual en los referidos ámbitos se han formulado conceptos o definiciones al respecto. Puede hacerse referencia a lo dicho por Adato Green, para quien la violencia familiar “se expresa como una manifestación de poder que se concreta en actos u omisiones de un miembro de familia hacia otro, tendiente a causar daño y subordinación como mecanismo de control”. A su vez De la Mata Pizaña y Garzón Jiménez la define como “La conducta constituida por el o los actos dolosos, de contenido positivo o negativo, que efectivamente maltratan a los miembros de un grupo social de convivencia íntima y permanente, unidos por lazo de matrimonio, concubinato, parentesco, filiación o cualquier otra circunstancia, y cuyo sujeto activo es otro de los miembros de grupo social” La palabra violencia deriva del latín “violentia”, y entre sus acepciones se encuentran las de “cualidad de violento” y “acción y efecto de violentar o violentarse”. Según la Academia Nacional de Seguridad Publica, la violencia intrafamiliar se define como: “Toda acción u omisión cometido en el seno de la familia por uno o varios de sus miembros, que menoscaba la vida o la integridad física o psicológica, o incluso la libertad de otro de los miembros de la misma familia, y que causa un serio daño al desarrollo de la personalidad.” 10 La violencia dentro de una familia no recaba únicamente en una sola forma de ejercerse, tiene varias formas de manifestarse y son las siguientes: Violencia Física: Es aquella que se manifiesta a través de lesiones agravadas o bien, a través de otras de menor índole; que no requieren asistencia médica (exceptuando casos extremos) pero igualmente causan gran daño de todos los niveles a la o las víctimas. Violencia Emocional: Es aquella en la que la víctima no sufre físicamente sino a nivel sentimental e intrínseco, dañando así su estado emocional. Violencia Sexual: Se manifiesta de forma agresiva y forzada, donde se le obliga a una persona a tener contacto sexual, siendo el único interés, el de denigrar, humillar, ultrajar y tener el control de dicha persona, generalmente se da de padres a hijos, en sí, de personas mayores a menores de edad que encierran un vínculo sanguíneo directo. Violencia Económica: Es el abuso absoluto del poder financiero en el hogar, donde se establecen castigos monetarios por parte del agresor, así mismo hay impedimentos hacia la pareja para que ésta trabaje, aun siendo esto necesario para el sostén de la casa. La omisión de obligaciones y responsabilidades también es violencia, por ejemplo, cuando un padre o madre abandona a su hijo/a y no le proporciona los alimentos y el cuidado que éste necesita. Violencia Doméstica: Es un mal social que deriva, en gran parte, de los mitos que rodean a los roles femeninos y masculinos, englobando así lo que se conoce como estereotipos, aprendidos desde la infancia. Un ejemplo es, cuando se dice que el hombre es el más fuerte, el que domina, el jefe de familia, el que no llora, ni muestra sus emociones. 11 Delimitación. En este apartado se encuentran determinados concretamente los límites dentro de los cuales se enmarca la investigación. Estos se desarrollan en cuanto a los conceptos básicos inmersos en el enunciado del problema, considerando, además, los límites espaciales, las unidades de observación y los límites temporales. Delimitación temporal: Los límites temporales comprenden el periodo de tiempo durante el cual se estudió el objeto o comportamiento del fenómeno. En tal sentido, se han tomado en cuenta los acontecimientos más relevantes que guardan relación con el problema de investigación, la cual se pretende estar llevando a cabo en un periodo de 6 meses de trabajo de investigación. Delimitación social: Se pretende utilizar como unidades de observación las personas que se ven involucradas en este fenómeno social, aquellos que son víctimas de violencia, así como también los que la infligen a los demás en el círculo familiar, en este caso las familias salvadoreñas que residen en el municipio de Santa Ana. Delimitación espacial: Se ha tomado en cuenta el lugar geográfico el Barrio San Miguelito, ya que está a nuestro alcance y disposición para ejercer el proceso investigativo sin algún tipo de interrupción o inconveniente que altere los resultados. 12 Justificación. Tomando en cuenta los antecedentes que esta puede dejar en las nuevas generaciones de una determinada familia, nuestra intención consta en explicar los motivos por los cuales el ser humano despierta dichos comportamientos agresivos, centralizándose en el aspecto psicológico de las personas que se encuentran involucradas en dicho ambiente hostil, incluyendo el rol que juegan las personas para que esta problemática se lleve a cabo en sus hogares. Usando el análisis psicoanalítico que permita ofrecer una visualización de la manera de percepción del mundo de la persona que lleva a cabo dicho abuso, que traumas pueda presentar, o incluso, que problemas psicológicos tenga esa persona, y haciendo referencia que esta problemática no hace distinción de edad, sexo o clase social a la cual pertenece. Pretendemos influir en las causas de la violencia doméstica, fundamentalmente se trata de actuaciones educativas orientadas al respeto, la igualdad, la tolerancia y la no-violencia en el seno de la familia y a la promoción de una cultura igualitaria entre géneros y clases. La escuela y la sociedad deben jugar un papel orientado a crear un clima de no-tolerancia hacia los agresores, a mejorar el status de la mujer en la sociedad y a exigir cambios en las normas sociales. Sin embargo, se busca describir que daños y perjuicios provoca en las relaciones fuera o dentro del círculo familiar en el que este sea presente, incluyendo los riesgos y restricciones que provoca en las victimas en sus capacidades y de qué manera afecta nuestra imagen e integridad como sociedad “civilizada”. 13 Limitantes. Existen algunas condiciones o factores que pueden perjudicar de manera directa el progreso de la investigación, algunas de estas son: • La contribución de las personas que serán encuestadas, es decir, debido a la sensibilidad del tema seleccionado habrá personas que no estén dispuestas a brindarnos información sobre dicho tema, ya sea por algún trauma sobre el mismo debido a la magnitud con la que estas la estén viviendo, o porque simplemente no se sientan cómodas hablando sobre ello. • El territorio sobre el que se extiende la investigación; ya que es imposible investigar todo el país sobre el fenómeno tratado; pero si es posible presentar una investigación sobre cierta cantidad de personas que se vean involucradas, es decir, el tamaño de la muestra. • La veracidad de los datos que puedan proporcionarnos las personas encuestadas o estudiadas, debido a que cada una posee una postura distinta sobre la realidad del tema ya que ningún afectado la vive de la misma manera que otra, o la magnitud del fenómeno en su hogar, y no existe una manera directa de comprobar si los datos que proporciona cada persona son verdaderos o falsos, ya que estos pueden afectar desmedidamente en los resultados que se lleguen a obtener al final de la investigación. • El acceso a Instituciones que puedan contribuir a la progresión teórica de la problemática, ya que dichas Instituciones no permiten el acceso a personas civiles, o solo se los permiten a personas que estén calificadas a actuar en dicho campo ya determinados. 14 Recursos. Materiales: Páginas de papel bond tamaño A4. Lápices y lapiceros. Borradores. Equipo informático. Variedad de libros, enciclopedias y artículos virtuales. Humanos: Personas investigadas. El equipo investigativo. Financiero: Se cuentan con $20.00 de presupuesto general para invertir en las investigaciones. Tasa total de inversión: Material Cantidad Valor Páginas de papel bond 50 $0.50 ctvs. ($0.01 ctvs. c/u) Lápices 6 $1.50 ($0.25 ctvs. c/u) Lapiceros 6 $1.50 ($0.25 ctvs. c/u) Borradores 6 $1.50 ($0.25 ctvs. c/u) Total 68 $4.00 (invertidos) 15 Cronograma. Actividad Marzo Abril Mayo Junio 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 Selección del tema Planteamiento del problema Justificación Delimitación Objetivos Hipótesis Marco teórico Metodología Análisis de datos Julio Septiemb re 2 3 4 1 2 3 4 Agosto 1 2 3 4 1 Octubre 1 2 3 4 X X X X X X X X X Conclusiones y recomendacion es X 16 Capítulo II: Marco Teórico 17 Antecedentes de la Investigación. 18 La violencia es tan propia de la naturaleza del hombre que prácticamente lo acompaña desde su creación, y las manifestaciones de ella han sido tan variadas, como su ámbito de desempeño. Lo anterior, se traduce en que sea un recurso de general aplicación en la resolución de las diferencias sociales que se manifiesta ante la existencia de conflictos de posiciones, donde ha fracasado, o no se ha intentado una solución consensuada. La violencia se manifiesta en toda la escala de organizaciones sociales, sean de origen político, laboral, estudiantil o cualquier otra, de modo tal, que no ha de extrañar que se presente con la misma o mayor frecuencia, en la más básica y pequeña de todas las organizaciones sociales, es decir, la familia. Si bien la familia debiera ser un cuerpo cohesionado para la protección integral de cada uno de sus miembros, en no pocas ocasiones ha sido el centro de los más bestiales, arraigados y exacerbados conflictos, de aquellos que han permitido un sinnúmero de sistemáticos, permanentes e irracionales abusos sobre sus miembros, en especial sobre mujeres, niños y ancianos. Las fuentes más antiguas acerca de los Derechos Humanos se encuentran en la cultura griega y romana, así como en las ideas humanistas de Oriente. De ésa época destacan regulaciones normativas tales como el Código de Hammurabi (Primer Código conocido de la Historia); el Decálogo y las Leyes de Solón. (Solón es un legislador y arconte de Atenas, fue miembro de una familia noble ateniense, la de los medóntidas, su existencia data del 539-56 0 A. C.). Estas culturas desarrollaron el concepto de Derecho Natural, Derecho de Gentes, según los romanos y con ellos las corrientes iusnaturalistas, entendidas como el conjunto de normas que los hombres deducen de la intimidad de su conciencia y que estiman como expresión de la justicia. En ésta época se ubican las primeras batallas por la reivindicación de la dignidad humana y la superioridad de ésta ante la regulación de los hombres; también destaca la proclamación de respeto a la libertad de todos los hombres elaborada por Cicerón, la cual se complementa con la aparición de textos de mayor trascendencia jurídica, como la Ley de las doce tablas, (en el año 450 a.C., hasta la muerte de Justiniano I, soberano del Imperio bizantino, en el año 565 d.C. De forma concreta, se utiliza para designar la compilación de la ley conocida como Corpus luris Civilis, también llamado Código de 19 Justiniano, realizado bajo los auspicios del mismo y que fue la base del Derecho civil de muchas naciones europeas continentales). Sin embargo, los derechos referidos como derechos de gentes eran concedidos a los ciudadanos, es decir, a los hombres libres que poseían bienes, excluyéndose a los esclavos, extranjeros y a las mujeres. En el caso de los esclavos, ésta condición se mantuvo hasta la edad media, cuando consiguieron su emancipación al convertirse en siervos. La mujer no corrió con la misma suerte y su situación no fue modificada. En este tiempo era común que las mujeres fueran consideradas parte del motín de guerra; la captura de mujeres por la fuerza no fue sólo aceptada, sino legalizada. Si bien es cierto, que el Código de Hammurabí protegía a la mujer y al niño pues como principio tenía "que el fuerte no puede oprimir al débil y la justicia acompañe a la viuda y al huérfano", también es cierto que en el mencionado código se normó como delito el hecho de violar a una mujer virgen, empero, también la hizo culpable si era violada dentro de las murallas de la ciudad ya que, se argumentaba que ella podría haberse defendido o gritado; pero si la violación ocurría fuera de la ciudad la mujer no era castigada si se casaba con el violador. Al final de cuentas, de una u otra manera la sanción era para la mujer. También las leyes de Hammurabi reconocieron ciertos derechos a la mujer en relación a la herencia pues ésta podía recibir una parte de la herencia paterna y una dote al casarse. En Persia, la mujer estaba obligada a la obediencia total, el padre escogía al marido y la entregaba a éste, y sólo si no tenía hijo varón ella podría recibir una parte de la herencia. En Egipto, la condición de la mujer fue más favorable; ella tenía los mismos derechos que el hombre, heredaba y poseía bienes, se casaba libremente, pero para conservar derechos y propiedades tenía que ser la esposa verdadera (dado que en Egipto se permitía la poligamia); si era una esposa más se convertía en esclava. En Grecia, la familia se asentaba sobre la base de la preponderancia del hombre, la mujer se encontraba rígidamente sometida. Su función consistía en cuidar la casa, procrear y brindar placer sexual. El matrimonio era para el hombre una carga, un deber para con los Dioses, el Estado y sus propios padres. Sólo en Esparta, la situación de la mujer revestía características singulares, porque su intervención en el proceso social y económico era diferente, y su prestigio y consideración constituían una excepción en el mundo antiguo. 20 En Roma, la familia, se desarrolló en el marco de una sociedad rural, organizaba la vida en hogar bajo la estricta obediencia a un antepasado varón, tronco común de todos los varones que convivían con sus esposas e hijos: el padre familias único dueño del patrimonio, disponía igualmente del derecho de vida y muerte sobre todos aquellos que estaban sometidos a su autoridad. La potestad del padre familias no se limitaba a la mujer y a los hijos, sino que se extendía a los esclavos y a los ciudadanos romanos reducidos a condición servil, lo que constituía a la familia en un organismo político-religioso, y el vínculo que unía a los integrantes de la misma se basaba en la sujeción a su jefe con un lazo de naturaleza civil o jurídica, más que de parentesco. La mujer casada inmanu ingresaba en la familia del marido donde se encontraba en condición de loco filiae (en lugar de la hija). Es decir, se reputaba hija del marido y se consideraba hermana de sus hijos. Se hallaba equiparada a sus propios hijos en la casi potestad del padre. El matrimonio solo podía ser disuelto por voluntad del marido, a quien las costumbres obligaban a repudiar a la mujer infiel o infecunda. A fines de la República nace el matrimonio sine manu, en el cual la mujer no integra jurídicamente la familia del marido, sino que pertenece a la suya, mientras que los hijos ingresan a la del padre. No hay entre la madre y los hijos derechos y deberes, y también en este caso el papel de la madre es nulo. En el derecho romano se consideraba la disolución del matrimonio si la mujer era estéril, pero si el hombre era impotente podía sustituirlo un hermano o un pariente del marido. La familia se conformaba por los varones, pues el nacimiento de una hija no realizaba el objeto del matrimonio. En la historia del Derecho Romano, observamos un movimiento contradictorio, toda vez que, la mujer adquiere una condición más elevada en el orden familiar, empero, el poder central la somete a diversas incapacidades legales, es decir, se limitaban menos sus derechos como hija, pero se le negaba la igualdad con el hombre en función del sexo. Lo anterior acontece en tiempos de la oligarquía patricia cuando cada padre familias era un soberano independiente en el seno de la república y cuando el poder del Estado se afirma, lucha contra la concentración de las fortunas y la arrogancia de las familias poderosas. El tribunal doméstico desaparece ante la justicia pública. La mujer adquiere más derechos y se producen limitaciones en la facultad del padre y del marido de disponer de su persona. 21 En sus inicios, el cristianismo reforzó el principio de sujeción forzosa de la mujer. Según Pablo la mujer debía estar subordinada, y temer al marido. En algunos documentos más antiguos de la Iglesia católica, específicamente en el decretum 1140 “prevalecía el derecho del marido de controlar a la esposa, a pesar del principio de igualdad de todas las almas de Dios”. Durante la edad media, la mujer adquirió el carácter de símbolo de poder y honor del hombre era usada para estrechar vínculos o servir de instrumento de paz. Una vez casada ella y sus bienes pasaban a ser propiedad del marido y de la familia de éste. El cambio de actitud inicio en Inglaterra, donde en 1929 se eliminó del libro de los estatutos el acta que daba derecho al marido a castigar a su mujer. En 1853, se aprobó el acta para la mejor prevención y castigo de los asaltos agravados sobre mujeres y niños. Fue hasta 1891 que se abolió de forma absoluta el derecho legal que se había disfrutado el cual era que el marido tenia poder para emplear fuerza física sobre la esposa. En 1851 se pronunció en los Estados Unidos dónde se concedió a la mujer golpeada y maltratada el derecho a divorciarse. El libro llamado “tortura de la esposa” escrito por Frances Power Cobbe en 1878 tuvo una enorme influencia jurídica ya que en él se recopilan más de 6,000 casos de mujeres mutiladas, golpeadas, cegadas, quemadas y asesinadas en el periodo de 1874 a 1878. En cada época el modelo de la familia ha ido adecuándose a las dinámicas históricas, los cambios de organización social influyendo en ellos. Fue hasta el siglo XX donde se da un cambio familiar y social y toma de conciencia personal en las mujeres y que el poder no sea una forma de opresión dentro y fuera de la familia y de relacionarnos entre nosotros no como objetos de posesión sino como sujetos. Sin embargo, la violencia intrafamiliar es un problema de salud pública y de violación a los derechos humanos. Organizaciones no gubernamentales han demandado programas y servicios para dar solución a esta problemática, incluyendo en él la responsabilidad y el compromiso del Gobierno. 22 1 de cada 5 mujeres sufren de violencia de su pareja actual y 1 de cada 3 han sufrido violencia de su pareja alguna vez en la vida. La familia como sistema social, en el cual se aprenden los patrones socioculturales ha sido afectada por la violencia social que a lo largo de la historia se ha desarrollado, así tenemos que: Época primitiva: Es donde el hombre ha ocupado un papel predominante ya que cazaba animales, protege y defiende a la mujer. En cuanto a la mujer se le considera alguien pasiva y se limita a la función reproductiva. Época antigua: En sus principios el grupo familiar no se sentaba sobre relaciones individuales, sino que las relaciones se daban entre todos los hombres y mujeres que integraban una tribu. En esa época se sabía quién era la madre pues en la familia para ese entonces tenía un carácter MATRIARCAL, y es con ella con quien crece y se alimenta el hijo. Edad media: En la época se caracterizaba por considerar al núcleo familiar tener una cierta relación con la tierra, ya que esta era netamente agrícola, es de hacer notar que aquí las mujeres no podían ejercer el dominio feudal, sino que fue hasta el siglo XI cuando los feudos se vuelven hereditarios y a falta de un heredero varón esta podría suceder, pero no de una manera libre, sino en supeditación a un tutor varón que poseía el usufructo de los bienes. Época moderna: Hasta la llegada de la revolución industrial las familias se encontraban fundamentadas en dos unidades: de reproducción y producción. La familia tenía un doble sentido, productora de bienes y reproductora de la vida humana. En esta época es cuando de forma más palpable se evidencian las distribuciones de roles dentro de la familia en principio, y muchos de estos rasgos se conservan actualmente, 23 notamos que con la industrialización, se crean más necesidades, llevando así al hombre a buscar un trabajo productivo, fuera del hogar y evidencia que la situación de la mujer no cambia nada ya que esta se mantiene en casa en donde desempeña la procreación y crianza de los hijos y la realización de los oficios domésticos y además no contaba con ninguna fuente de ingresos monetarios. Época contemporánea: Empieza desde el siglo XX hasta nuestros días se presentan cambios en las legislaciones que anteriormente habían mantenido estructuras de dominación hacia la mujer y a la familia. Sin embargo, a pesar de toda la violencia intrafamiliar hacia la mujer siempre predominaba al momento de resolver los problemas familiares, y no fue considerado un problema social sino hasta comienzos de los 70’s, cuando se empiezan a publicar revistas médicas que ahondan no solo sobre la violencia contra la mujer en el hogar sino también de los niños en el mismo. Sin embargo, a pesar de todo esto seguimos observando que siguen dándose muchos hechos de violencia intrafamiliar, ya que todas las acciones realizadas no han logrado penetrar en la conciencia de muchos agresores que siguen produciendo actos que atentan contra la libertad, integridad y la dignidad de la persona y en la familia como base fundamental de las sociedades. Municipio de Santa Ana, El Salvador En nuestro país atravesó de la historia se han reportado casos en los que se manifiesta la violencia dentro de la familia, recayendo sobre todo en la mujer, se observan rasgos de la misma durante la época precolombina en donde la mujer tenía un plano de inferioridad con respecto al hombre limitándose únicamente a aceptar las condiciones del hombre. Durante la época de conquista la mujer fue violentada por el conquistador español, además sufría abusos por sus compañeros de vida el que la utilizaba para desahogar sus frustraciones y necesidades. No obstante, que la mujer siempre trabajo en la agricultura y en ocupaciones hogareñas afines a ella, pero a medida que la industrialización se 24 desarrolló el trabajo de la mujer en el hogar disminuyó alimentándose a tal grado que surgió la opresión familiar. A pesar de lograr la independencia en nuestro país la discriminación contra la mujer igual continuó. Después de los acuerdos de paz, formas de violencia civil tomo mayor relevancia que la violencia intrafamiliar y demás agresiones contra la mujer, quedando relegado a segundo plano. En El Salvador como muchas otras sociedades tiene las características de ser androcéntrica, esto quiere decir que toma al hombre, como medida para todas las cosas, como prototipo del ser humano y todas las instituciones creadas oficialmente, responden a las necesidades del varón, es decir todo gira a su alrededor. Prueba de ello, es que muchas mujeres están relegadas al ámbito doméstico u otros empleos con poca remuneración monetaria. La mujer salvadoreña ha sido víctima a través de la historia de una práctica cotidiana de la violencia familiar que la ha sumergido en las peores situaciones de la violación a su estatus de mujer, esposa o compañera de vida. Lamentablemente todos los esfuerzos realizados por parte de entidades tanto internacionales como gubernamentales y no gubernamentales no han logrado obtener frutos esperados ya que la ley existe pero el desconocimiento y la educación sociocultural de una sociedad como la de El Salvador y muchos países de América Latina generan el ámbito propició para que este fenómeno encuentre su mayor expresión y genere un desequilibrio social entre la mujer y hombre en donde la mujer como hoy y atravesó de la historia ha sido víctima. 25 Bases Teóricas. 26 1. “Perspectiva Biológica de la Agresividad Humana” Josep M. Asensio Aguilera Universidad Autónoma de Barcelona Para responder a la cuestión del origen de la agresividad humana (instinto natural o ambiente social) el autor parte de las aportaciones de dos disciplinas biológicas: la Etología y la Socio-biología. Comienza por estudiar el fenómeno en el mundo animal, sobre todo los enfrentamientos intraespecíficos, y considera luego la interacción herencia-medio, para terminar, hablando de la agresividad humana y sus consecuencias en el campo educativo. ¿Somos agresivos por naturaleza? ¿Es inevitable la violencia? nuestras respuestas agresivas son fruto Únicamente de las influencias del medio? Estas cuestiones (u otras análogas), que revelan la vieja y mal formulada polémica entre herencia o aprendizaje (innato o adquirido), han sido ampliamente debatidas en los últimos años. Sin embargo, es bien sabido que, por lo general, los planteamientos que se presentan como dicotomías irreconciliables responden más a nuestro afán de simplificar cuestiones complejas o a razones de tipo emotivo que no a la naturaleza real de los hechos que se discuten. Es por él, lo que creemos necesario, si queremos avanzar en la comprensión de una realidad pluridimensional como la que nos ocupa, establecer un amplio dialogo interdisciplinario que permita progresar con mayor seguridad en la búsqueda de respuestas a las preguntas antes formuladas. Nuestra exposición acerca de la agresividad humana tiene como punto de partida las aportaciones de dos disciplinas biológicas, la Etología y la Socio-biología, que, como se sabe, tienen por objeto las bases biológicas de la conducta individual y social de los animales, respectivamente. Aunque criticadas o desautorizadas por algunos autores en cuanto a la procedencia de sus metodologías para el conocimiento de nuestra especie, 27 resulta evidente que, salvo que se considere al hombre como una abstracción desligada del mundo natural, muchas de las aportaciones de estas dos ramas de la Zoología pueden servirnos, cuanto menos, para una útil reflexión acerca de nuestra posible naturaleza. Como señala Ruse “no veo razón para excluir la agresión del marco de la socio-biología humana, o para negar que tenga relevancia para los seres humanos el trabajo efectuado sobre el tema hasta ahora exclusivamente con referencia a los animales”. De una forma general podemos decir que, en el mundo animal, la agresión viene especificada como cualquier actividad que tenga por objeto mantener o aumentar la eficacia biológica de quien la efectúa y lo la de sus consanguíneos (eficacia inclusiva) a costa de la de aquel sobre quien recae dicha acción. En términos genéticos, no se olvide que son los genes en interacción con el medio quienes producen cualquier organismo, lo que la agresión persigue es, de forma inconsciente para el organismo, la supervivencia y expansión de unos genes en relación a otros. En efecto, si analizamos el contexto en el que normalmente se manifiesta la conducta agresiva (defensa del territorio, competencia sexual, establecimiento de jerarquías, depredación, entre otros.) observamos que, más que presentarse de una forma aislada, viene casi siempre dada en relación a otras categorías conductuales que tienen que ver con los objetivos biológicos antes resididos. No se trata de situaciones conflictivas absurdas que obedezcan a instintos metafísicos, sino de conductas íntimamente vinculadas a la actividad vital de los organismos y de las que dependen aspectos tan importantes para las especies como son: la selección de los reproductores, el mejor aprovechamiento de los territorios, la defensa de la descendencia, la alimentación, entre otros. Cualquier ser viviente debe presentar, por consiguiente, un mayor o menor grado de agresividad, ya que, en el mundo en que se ha de desenvolver, su porvenir está ligado a la utilización de unos recursos limitados por los que se ve obligado a competir. Ahora bien, el hecho de que podamos presentar la conducta agresiva bajo unos objetivos generales de actuación, no supone necesariamente que ésta posea un carácter homogéneo en sus manifestaciones. Distintas situaciones de conflicto pueden producir respuestas que van desde una simple actitud de amenaza a estrategias de ataque variables según la situación en que el individuo se encuentra y el oponente al que se va a enfrentar. Estas diferentes estrategias se desarrollan muy probablemente a partir de coordinaciones nerviosas definidas y comportan actitudes emocionales que varían según el grado de peligro que el 28 animal presiente o conoce. En la intensidad de la respuesta agresiva juegan también un papel tanto las condiciones del medio externo como las de la maquinaria fisiológica del organismo. Así, la inclusión de elementos ajenos al grupo, la escasez de alimentos, el exceso de población, los cambios neurocrinos, y demás, constituyen factores desencadenantes que pueden afectar incluso al grado de discriminación con que se efectúa la agresión. Esta es precisamente nuestra gran responsabilidad, la de saber que, en definitiva, más allá de unas potencialidades genéticas, es la creación de unas determinadas condiciones medioambientales lo que se convierte en el canalizador definitivo de nuestras múltiples inclinaciones. Sabemos que la suerte de una humanidad enfrentada a través de una compleja dialéctica -que sin embargo encubre intereses muy primarios- depende del uso que sepamos hacer de nuestra avanzada tecnología y del grado de tolerancia y mutuo respeto que seamos capaces de sembrar. En consecuencia, hemos de intentar garantizar, a través de una labor educativa dirigida de forma consciente hacia el conocimiento de nuestra realidad biológica y social, el control cultural de nuestras propias tendencias. De igual manera, debemos propiciar el desarrollo de unas relaciones humanas no fundamentadas en las jerarquías de dominio, en el poder de unos pocos enfrentados a la continua frustración de quienes se hallan infra alimentados material y culturalmente, sino en el respeto a los derechos que, en función de nuestra dignidad esencial, libremente nos hemos otorgado. No se trata, pensamos, de intentar eliminar la componente positiva de la agresividad, por la que nos sentimos inconscientemente impulsados a mejorar nuestra propia situación dentro del medio social, mediante la creación de rnundos artificialmente igualitarios, sino de no hacer de aquella una conducta inevitable e hipertrofiada en el marco de nuestra convivencia. La cultura y el lenguaje pueden generar un discurso consciente que esconda motivaciones de menor contenido altruista del que parecemos ofrecer. Orientar nuestro camino hacia la libertad real, no solo supone el conocimiento del medio sociocultural que hemos construido, sino también el de las características del soporte biológico, que originariamente, lo fundamentó y del que si bien aquél no ha alcanzado aún plena autonomía tampoco constituye un condicionante que no pueda ser superado por una inteligencia puesta al servicio del logro de unos determinados objetivos sociales. Conviene destacar, no obstante, un aspecto de la agresividad humana - que, por 10 demás, ya desde sus orígenes pudo estar al servicio de los mismos intereses biológicos citados al 29 inicio de esta exposición- por su evidente singularidad. Se trata, de la extrema destrucción y crueldad que, en ocasiones, el hombre es capaz de desarrollar en sus acciones agresivas y a la que, con frecuencia, de forma totalmente inadecuada. Nada más lejos de la realidad. Como hemos podido comprobar en el mundo natural, las agresiones se limitan por lo general al logro de unos objetivos de interés biológico. La agresión por sí misma no parece tener sentido. Un animal que se dedicará a torturar a otro perdería posibilidades de subsistencia y con toda seguridad su evolución tendría escaso porvenir. Resulta evidente que es el hecho cultural, también en este aspecto, el que establece la gran diferencia entre la agresividad humana y la del resto de los organismos; por ello, de igual manera que una educación dirigida a evitar la conducta agonista puede mitigar sus efectos, las componentes, en ocasiones necrotizantes o hipertrofiantes de nuestra cultura, proporcionan las condiciones necesarias para las manifestaciones de una agresividad marcadamente cruel. En cualquier caso, parece evidente que, aun en oposición a autores partidarios de una concepción deterministas del instinto de agresión, el hombre debe temer más a las componentes aprendidas del medio en que se desarrolla, que no a las programaciones de un bagaje genético que ha sido seleccionado durante millones de años a lo largo de su historia evolutiva. Podríamos decir que nuestros genes han propiciado la estructuración de unos cerebros prestos a asimilar la forma en que han de defender sus intereses. Ciertamente no cabría pensar de otra manera ya que ésta es la misión esencial de nuestro patrimonio hereditario, es decir, la de estar presente en la mayor medida posible en las siguientes generaciones. El logro de esta meta –sin que debamos pensar en ningún tipo de intencionalidad consciente- depende del grado de eficacia que sepan demostrar los organismos que lo portan. Es en este sentido en el que se expresa Dawkins al hablar del “egoísmo de los genes” desde una perspectiva neo darwinista. Sin embargo, a nuestra especie le cabe la posibilidad de escoger la forma en que esos “egoísmos” pueden ser satisfechos. Si los caminos señalizados para la subsistencia y el bienestar son únicamente los que dependen de la explotación, la falsedad y la agresión, nuestros cerebros aprenderán de forma rápida -y con mayor eficacia que otras experiencias- las conductas que garanticen estos logros. Mientras que si, por el contrario, somos capaces de organizarnos sobre la base del altruismo y la cooperación, la sinceridad y la transparencia en nuestras relaciones, el control de las apetencias egoístas se lograra de forma más fácil, las jerarquías tendrán un 30 mayor soporte moral -10 que las eximirá en buena parte de la agresión institucional- y las diferencias que pueden existir entre los individuos se convertirán en fuente de estímulos creativos. La utopía que puedan encerrar las afirmaciones anteriores, fundamentada en el análisis de la realidad que el mundo de hoy nos ofrece, quizá sea la única que en buena parte se vea obligada la humanidad a convertir en realidad, porque solo el hombre educado en libertad, consciente de su naturaleza y de los factores del medio que inciden sobre ella, sabedor de que su presente y su futuro vienen ligados al de sus congéneres y al de la naturaleza en general, podrá, en definitiva -si el poder destructor ya almacenado le da opción-, representarnos en el futuro como continuadores de nuestra especie, la única capaz, aunque con limitaciones, de dirigir sus propios destinos. 31 2. “Teoría del Apego” John Bowlby (1977) “La teoría del apego es una forma de conceptualizar la propensión de los seres humanos a formar vínculos afectivos fuertes con los demás y de extender las diversas maneras de expresar emociones de angustia, depresión, enfado cuando son abandonados o viven una separación o pérdida". John Bowlby (1998). Revisando la literatura científica en este campo encontramos que abundan estudios acerca de variables individuales que analizan las características de los agresores. Son menos los que consideran una perspectiva diádica en la génesis de la violencia en la pareja o la familia. Esta perspectiva considera que los comportamientos de un miembro de uno de estos vínculos deben ser tenidos en cuenta en interacción con los del otro. Si se centra la atención en el comportamiento individual sin considerar al mismo tiempo el de la pareja, es como prescindir de la mitad de la información necesaria para comprender el fenómeno. En este ámbito, la teoría de sistemas ofrece un marco esencial para su comprensión: Sistemas conductuales y motivación. Los sistemas conductuales o motivacionales son entendidos como un conjunto de respuestas o un repertorio de conductas que tienen el objetivo de promover la satisfacción y regulación de las necesidades básicas. Están programados genéticamente y son modelados por el ambiente. Favorecen la supervivencia del individuo y de la especie. Algunos sistemas pueden activarse al mismo tiempo y de manera sinérgica (apego y sexual en la relación de pareja). Otros son excluyentes (sistema de apego y sistema exploratorio en la niñez temprana). 32 Los sistemas son: a) Sistema de apego. (Búsqueda protección por personas específicas). b) Sistema de afiliación (a grupos). c) Sistema de alimentación. d) Sistema sexual. e) Sistema exploratorio Dicho de una manera muy sucinta, y como ya habíamos indicado en el punto dedicado a los estilos de apego en la pareja, la teoría de sistemas mantiene que un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí, cuyo resultado es superior a la suma de sus partes. Todo sistema tiende al equilibrio y se resiste al cambio. Cuando algo se introduce en el sistema todo el sistema tiende a cambiar. Vamos a considerar que la pareja es un sistema, puesto que podría convertirse en un subsistema si consideramos sistemas superiores como son la familia nuclear (hijos incluidos), extensa, la sociedad, entre otros. La pareja por tanto es un todo con una dinámica propia. Pero no es un todo que surge del vacío, sino que se alimenta de dos psicologías individuales, forjadas a partir de sus propias historias, que proceden a su vez de otros sistemas, en un contexto cultural predominantemente desigual en relación al género. “Lo que por motivos de conveniencia denomino teoría del apego es una forma de conceptualizar la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos con determinadas personas en particular y un intento de explicar la amplia variedad de formas de dolor emocional y trastornos de la personalidad, tales como la ansiedad, la ira, la depresión y el alejamiento emocional, que se producen como consecuencia de la separación indeseada y de la pérdida afectiva”. John Bowlby (1977). El mecanismo esencial de todo sistema humano es la comunicación. Cuando una de las partes emite información verbal o no verbal, esa información repercute en la otra parte provocando en ella algún tipo de acción, la cual se convierte en retroalimentación para la primera. Este tipo de comunicación circular sirve de mecanismo de autorregulación del sistema. Cuando la comunicación no fluye o la percepción de la misma está alterada, debido fundamentalmente a instancias individuales, entonces surge el conflicto que puede generar situaciones claramente patológicas, dependiendo de la capacidad del propio 33 sistema para reabsorberlo. Considerando, por tanto, las importantes aportaciones de estudios de variables de corte individual y de las basadas en el análisis de la interacción diádica desde la perspectiva sistémica, la teoría del apego presenta una estructuración de los vínculos que nos aferran a diferentes variables: Estructuración de los vínculos de apego El apego es el vínculo afectivo que se infiere de una tendencia estable a buscar la proximidad, el contacto, entre otros. Subyace a las conductas que se manifiestan no de una forma mecánica sino en relación con otros sistemas de conducta y circunstancias ambientales. Los vínculos que genera el apego se establecerían en base a tres elementos: a) Conductas de apego. Es el resultado de las comunicaciones de demanda de cuidados. El bebé no es alguien pasivo y protagoniza gritos, sonrisas, agitación motriz, seguimiento visual y auditivo. Permite y busca que la madre o cuidador/a principal se acerque y permanezca con él. b) Sentimientos de apego. Es la experiencia afectiva que implica sentimientos referidos tanto a uno mismo como a la figura de apego. Introduce expectativas sobre cómo el otro se relacionará con nosotros. Una buena relación de apego comporta sentimientos de afirmación y seguridad c) Representación mental. Es la representación interna que hace el niño de la relación de apego: los recuerdos de la relación, los “modelos operativos internos”. Son una construcción de un conjunto de representaciones interactivas que tienen cierto grado de estabilidad. Son un “trabajo” en el sentido de representaciones dinámicas que cambian para adaptarse a los diferentes periodos de los ciclos vitales. Uno de los modelos más utilizados para la explicación de la violencia hacia las mujeres es el propuesto por Walker (1984). Sin embargo, si nos fijamos, se trata de un modelo estrictamente descriptivo. (Figura 1.) Desde esta perspectiva se considera la relación abusiva en el seno de la pareja como una forma disfuncional y exagerada de protesta. Entendemos por relación abusiva aquella en la que uno de sus miembros mantiene una presión más o menos permanente hacia el otro 34 en forma de malhumor, episodios de cólera, riñas, descalificaciones, falta de respeto, entre otros. Esta relación abusiva o coercitiva puede degenerar en violencia física, psíquica, o ambas, pudiendo llegar a situaciones fatales. Paradójicamente la protesta se dirige hacia la figura de apego. Surge a partir de la percepción de amenazas relacionadas con la separación o abandono. Las personas que muestran niveles altos de ansiedad tienden a ser hipersensibles a las amenazas, por ello tienden a percibir los comportamientos ambiguos de sus parejas como amenazantes. La agresividad tiene un carácter disfuncional cuando se observa una tendencia real o fantaseada de dañar al otro, destruirlo, contrariarlo, surge frente a la visión del “sí mismo” en peligro. En este caso muestra un carácter ofensivo. Como el propio Bowlby indica “… gran parte de la violencia familiar inadecuada se puede entender como la versión exagerada y distorsionada de una conducta potencialmente funcional (Bowlby, 1989) (Figura 2). Según Bartholomew y Allison (2006), las personas que fracasan en comunicar de manera eficaz su necesidad de asegurar la relación de pareja por vías funcionales, activan la cólera e incluso la violencia para ganar o recuperar el espacio de proximidad con su pareja que ejerce las funciones de figura de apego. Según la autora citada, los individuos ansiosos con tendencia a aproximarse, que muestran una baja tendencia a la evitación, pueden activar la cólera cuando perciben algún tipo de amenaza hacia la relación. Esta apreciación está en consonancia con los datos obtenidos del estudio de la violencia en parejas, que indican que ésta surge en un contexto de conflicto en la relación, en dónde los violentos se caracterizan por ser personas de una alta dependencia y una gran vulnerabilidad psicológica. Tanto la teoría, como los datos, parecen indicar que las personas que mantienen relaciones abusivas o coercitivas tienden a ser ansioso-ambivalentes o preocupadas, es decir, personas tendentes a una alta dependencia (ansiedad) y una baja evitación. Por otro lado, las personas evitativas muestran tendencia a la hostilidad, y tienden a ser frías aparentemente poco sensibles. Estos rasgos podrían ser considerados como predictores de relaciones abusivas o violentas por su propia naturaleza. Sin embargo, los evitativos se caracterizan por su tendencia a retirarse en las situaciones promotoras de ansiedad o amenaza con el fin de desactivar el sistema de apego y, con ello, poder mantener el control 35 personal. Se sabe, por otro lado, que la evitación está asociada al control de la cólera, por lo tanto, no cabe esperar que la evitación engendre comportamientos de protesta. La tendencia de las personas proclives a la evitación a retirarse en situaciones de amenaza haría poco probable la activación de comportamientos de protesta que estarían en la base de las relaciones coercitivas o violentas en última instancia. No obstante, no se puede descartar que en situaciones límite, generadas por el propio sistema relacional, las personas evitativas (hombres o mujeres) puedan llegar a agredir si se sienten intensamente acosados emocionalmente. La perspectiva de la teoría del apego no hace una referencia específica a las diferencias de género, sin embargo, desde este marco teórico se han desarrollado un conjunto de investigaciones que han tratado de explicar el comportamiento violento de los hombres hacía las mujeres en el ámbito de la llamada violencia de género. Este mayor volumen de investigación respecto a la violencia ejercida por los hombres, probablemente se explique por la presión social en este sentido, a partir de la constante aparición en los medios de comunicación de los asesinatos más abyectos cometidos contra las mujeres. Sin embargo, según Bartholomew y Allison (2006), parece que la violencia en el seno de las parejas se relaciona intensamente con los estilos de apego. En este sentido las investigaciones desde esta perspectiva que analizan la violencia ejercida en el seno de la pareja, aportan evidencia acerca de que los hombres agresores tienden a ser ansiosoambivalentes, así como las mujeres que agreden a hombres. Lo mismo ocurre en parejas de hombres y mujeres homosexuales en las que quien que ejerce la violencia tiende a este perfil de apego, tanto en parejas compuestas por mujeres, como por hombres. Desde el punto de vista psicológico, la variabilidad respecto a las identidades sexuales, está suficientemente contrastada. No es difícil encontrar mujeres fuertes altamente independientes y hombres sumisos, dependientes y vulnerables. Los datos de investigación aportan evidencias nada despreciables de relaciones abusivas de mujeres hacia hombres. Este planteamiento parece no poder responder a preguntas tales como: Si una inexorable educación sexista introyecta en hombres y mujeres patrones estructuralmente machistas ¿Por qué una enorme proporción de hombres no son coercitivos ni violentos? ¿Por qué muchas mujeres no asumen el papel de sumisión y muestran una marcada autonomía personal? Teniendo en cuenta la gran proporción de 36 separaciones ¿por qué en muchas de éstas, la iniciativa es tomada por mujeres? Si asumimos que la violencia, en algunos casos, puede surgir como consecuencia del intento de separación ¿por qué unos hombres agreden y otros no? ¿Cuáles son las variables de personalidad que diferencian a unos de otros? La cuestión se centra en tratar de hacer aportaciones desde diferentes marcos con el de fin de contribuir al conocimiento de una cuestión tan complicada como la violencia en el ámbito de la pareja. La teoría del apego, dicho con toda prudencia, puede contribuir al esclarecimiento de algunos de los motivos profundos que provocan la agresión en la dinámica del sistema interrelacional. Conviene subrayar, por otro lado, que el exceso de ideologización de algunas realidades puede impedir la objetividad necesaria para contemplar hipótesis alternativas y complementarias, sin que ello suponga en absoluto prescindir de análisis ideológicos que permitan mantener una visión crítica de la realidad. El género se puede considerar como una variable de contenidos culturales que puede intervenir como un factor desencadenante de la violencia, dentro de un entramado de variables de corte individual, coadyuvantes todas con el resultado final que es la expresión de la violencia. Si observamos las situaciones límite, es decir, los casos en los que la mujer es asesinada por su pareja, veremos cómo probablemente su perfil se corresponda con un hombre en el fondo vulnerable y débil, que se apuntala así mismo en una coraza de autoritarismo violento de consecuencias imprevisibles. “Un lazo afectivo entre el niño y quienes le cuidan y un sistema conductual que opera flexiblemente en términos de conjunto de objetivos, mediatizado por sentimientos y en interacción con otros sistemas de conducta". Sroufe y Waters (1977) Vistas, así las cosas, la causas que afectan al vínculo principal que desencadena el vínculo familiar, impactan de manera directa e indirecta en los demás participantes del desarrollo de la relación padres a hijos, puesto que cualquier problema privado discutido –física o verbalmente- repercute en los hijos de manera emocional o física, sean estas consecuencias infringidas padre a hijos, madre a hijos, padres a hijos, hijos a padres, y viceversa. Para una mejor comprensión veamos cómo se caracteriza la participación del 37 niño en el proceso de apego para comprender las conductas que son producto de los problemas, diferencias y abusos que se dan primeramente entre los padres: Participación del niño/a en el proceso de apego Se caracteriza por la búsqueda de proximidad con las personas con las que está vinculado y los contactos sensoriales privilegiados que se establecen entre el niño-a y cuidadores principales. La presencia de a figura de apego aporta una seguridad (base segura) que favorece la exploración por parte del niño. Ante la separación, el niño experimenta ansiedad, que se manifiesta por una activación de los esfuerzos para atraer a la figura de apego, seguidos de sentimientos de protesta, desolación y abandono frente a su pérdida o enfrentamiento a una cruel realidad. La teoría remarca la importancia primaria y las funciones biológicas de los vínculos íntimos y emocionales entre los individuos (sobre todo en la relación entre el niño y sus padres, pero también a lo largo del ciclo vital). Señala también la poderosa influencia que tienen las tempranas relaciones de apego en el desarrollo de la personalidad y, en algunos casos, en el origen de la psicopatología. Aporta una teoría evolutiva, una teoría de la angustia o ansiedad y una teoría de la internalización y de la representación: a) Teoría evolutiva desde una concepción de la personalidad, como estructura que se desarrolla a lo largo de una u otra vía, entre una serie de vías posibles. La elección del camino está determinada por la interacción entre individuo y ambiente. La psicopatología se concibe desde esta teoría no como resultado de fijaciones o regresiones, sino como resultado de que el individuo haya “tomado” una vía por debajo del desarrollo óptimo. b) Concepción de la angustia como reacción a las amenazas de pérdidas y a la inseguridad en las relaciones de apego. Distinción entre las consecuencias emocionales de una pérdida presente a las amenazas de una posible pérdida en el futuro. c) Internalización y representación: el modelo de interacción entre niños y padres tiende a convertirse en una estructura interna, en un sistema de representación. 38 Son “modelos operativos” internos del “sí mismo” y del otro, que se generan a partir de la interacción con los progenitores. El sistema de representación le orienta respecto a lo que siente hacia los cuidadores y respecto hacia sí mismo. Básicamente lo que se representa es la relación, el “estar-con”, y no la figura del padre o madre como una entidad separada. Por otro lado, aporta la noción de “respuesta sensible” como organizador psíquico: las respuestas de los padres incluyen notar las señales del bebé, interpelaras adecuadamente, responder apropiada y rápidamente. Si el cuidador fracasa en leer los estados mentales o los deseos del bebé o cuando fracasa en apoyarlo adecuadamente no hay respuesta sensible. La respuesta sensible es similar a la respuesta empática, pero implica además de sentir como el otro-a, actuar o reaccionar como ser humano diferenciado. (Figura 3.) En esta teoría se mantienen dos tipos de apego esenciales que deben tomarse en cuenta para cualquier evaluación o diagnostico en general, estos autores evaluaron la calidad del apego durante los dos primeros años de vida mediante el experimento que denominaron “situación extraña”: observaron el modo en que el niño organizaba su conducta en relación con su madre durante una serie de episodios estresantes ensayados, de corta duración. Estos episodios incluían una situación desconocida, el encuentro con una persona desconocida y finalmente la separación de su madre por un corto espacio de tiempo. Establecieron una distinción fundamental entre apego seguro e inseguro, a través la capacidad del niño para utilizar la figura de apego como base para explorar su entorno y desde su forma de reaccionar ante el retorno de la madre. Los tipos de apego que describieron son: Apego seguro (Tipo B) Apego Inseguro —Ansioso ambivalente (Tipo C) —Huidizo evitativo (Tipo A) —Inseguro desorganizado (Tipo D) (Introducido por Main y Salomón en 1986) 39 Apego seguro El individuo tiene confianza en la disponibilidad, comprensión y ayuda que la figura parental le dará en situaciones adversas. Se siente animado a explorar el mundo. Este esquema se lo proporciona una figura parental (generalmente la madre) que sea fácilmente disponible, atenta a las señales del niño y preparada a responder. Manifiesta una búsqueda activa de contacto con la madre y ofrece respuestas adecuadas ante ella. Expresa una amplia gama de sentimientos positivos y negativos. Este tipo de apego evoca sentimientos de pertenencia, de aceptación de sí mismo y de confianza de base. ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego Seguro? Diferentes estudios realizados por distintos medios (entre otros, a través del “Cuestionario de apego para adultos”), ofrecen interesantes conclusiones que complementan la visión del apego aportando las conductas de los padres-madres de los niños identificados en las tipologías anteriores. En el caso de los padres-madres de niños con apego seguro, aquellos se muestran disponibles, ofreciendo contacto al niño cuando llora. Responden de forma sincrónica al estado emocional. Son capaces de visualizar las necesidades del niño en sí mismas, y no como necesidades propias o ataques a su integridad. Sus propias narraciones de las historias de apego son coherentes. Describen fácilmente experiencias de apego tanto positivas como negativas, con buena integración de ambas. Apego inseguro huidizo-evitativo (A) El niño tiende a ignorar o esquivar a su madre (por ejemplo, evitando el contacto o la mirada). A su vez, la evitación del hijo puede amplificar la conducta parental que ha generado esta percepción en el hijo. Muestra mayor ansiedad o al menos igual comportamiento ante padres que ante figuras extrañas. Manifiestan una impresión general de indiferentes o fríos con el adulto. Parece intentar vivir la propia vida emocional sin el apoyo y el amor de los otros, desde una tendencia a la autosuficiencia, y con una ausencia casi total de expresiones de miedo, malestar o rabia. ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego huidizo-evitativo? 40 Se relacionan con el niño con una mezcla de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad. Esto se expresa en actitudes controladoras, intrusivas y sobre-estimulantes. La madre o cuidador principal reacciona sintiéndose amenazada por los lloros o necesidades insatisfechas de los bebés, no controla la situación para actuar en consecuencia. Ante ello, niegan las necesidades del bebé: toman distancia con el estado emocional del bebé, forzándole a modificar su estado emocional o distorsionando los sentimientos en otros más tolerables, dando su propia lectura. Apego inseguro ansioso-ambivalente (C) El individuo no tiene la certeza de que la figura parental esté disponible o preparada a responder. La presencia de la madre no le calma después de una ausencia corta. Manifiesta ambivalencia: puede reaccionar hacia su madre con cólera, rechazando el contacto o la interacción, y enseguida buscar ansiosamente el contacto. Se da una oscilación entre búsqueda y rechazo de la madre. Propenso a la angustia de separación. Por ello, tienden a aferrarse a la madre. La exploración del mundo les genera ansiedad, que genera a su vez una ausencia de conductas exploratorias. Esta modalidad de apego se crea en torno a una figura parental que unas veces está disponible y otras no. También la potencian las separaciones y las amenazas de abandono como medio de control. Se dan de forma prolongada y exagerada manifestaciones de rabia, miedo y malestar. ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego ansioso-ambivalente? El elemento que más llama la atención es la falta de “sincronía emocional” con el bebé. Puede haber periodos de ausencia física de la madre, pero sobre se produce una ausencia de su disponibilidad psicológica, que convierte los cuidados en incoherentes, inconsistentes e impredecibles. En resumen, no responden a los niños, pero no les rechazan. 41 Apego inseguro desorganizado-indiscriminado (D) En el contexto de un modelo relacional de carácter caótico, cambiante e indiscriminado (se apegan, se desapegan para apegarse a otro, pero siempre de manera superficial), se produce un modelo de vinculación “utilitario” ante rupturas previas, para protegerse de la frustración y vulnerabilidad. Se produce por tanto una relación desorganizada y cambiante con adultos, mediante comportamientos aparentemente “casuales”, confusos y desorganizados. Hay una oscilación desorganizada entre búsqueda y evitación. ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego desorganizadoindiscriminado? Prácticas parentales altamente incompetentes y patológicas como consecuencia de haber sufrido experiencias muy traumáticas y/o pérdidas múltiples no elaboradas en la propia infancia. Nos encontramos con padres-madres con incompetencias parentales severas y crónicas, con frecuencia irrecuperables: patologías psiquiátricas crónicas, alcoholismo y toxicomanías. Es frecuente el estilo parental violento, desconcertante, impredecible. Se produce aquí una paradoja vital: si el niño se acerca buscando apego, provoca ansiedad en el progenitor; si se aleja, éste se siente provocado, y canalizará su ansiedad mediante comportamientos hostiles y 0de rechazo. La perspectiva de la vinculación afectiva es realmente útil para ayudar a las víctimas en su recuperación, a recuperar la autonomía personal a través del fortalecimiento del yo, restructurando los vínculos afectivos que les esclavizan a través de los modelos internos. Solamente la capacidad de comprender la dinámica que mantienen estos vínculos patológicos, es posible liberarse de ellos y establecer otros saludables. También es útil desde el punto de vista de la prevención, porque el origen de la inseguridad en el apego se sitúa en la calidad de la historia socio-afectiva. La situación socio-políticoeconómica que impide el acceso al trabajo o lo precariza extraordinariamente no es precisamente el lugar más idóneo para cuidar la crianza donde el padre y la madre deben 42 tener el sosiego y los apoyos necesarios para vincularse de modo adecuado a su hijas e hijos. La protección de la crianza en relaciones de igualdad y los recursos necesarios es una buena inversión política para el incremento de la salud mental de la ciudadanía y la prevención de la violencia. 43 3. “La violencia filio-parental explicada desde la Teoría del Aprendizaje Social” Concepción Aroca Montolío, Carmen Bellver Moreno y José Luis Alba Robles Universidad de Valencia y Universidad de Zaragoza La teoría del aprendizaje social o TAS es la teoría en la cual las personas aprenden nuevas conductas a través del refuerzo o castigo, o a través del aprendizaje observacional de los factores sociales de su entorno. Si las personas ven consecuencias deseables y positivas en la conducta observada, es más probable que la imiten, tomen como modelo a seguir. Un tipo de violencia que un menor dirige a sus progenitores o a los adultos que actúan como padres. Un tipo de violencia que ocurre en el seno familiar. La violencia filio-parental es aquella que ejercen los hijos hacia los padres. Esta teoría explica la violencia familiar centrando su atención en el modo violento en que los progenitores se relacionan entre sí o con sus. Así, este enfoque rechaza la concepción innata de la agresividad humana y la base genética del temperamento o la personalidad, trasladando el origen de la violencia al aprendizaje por modelado que se produce en las relaciones interpersonales, en este caso, familiares. formularon una teoría sobre el aprendizaje social de las conductas antisociales y delictivas. En concreto, estos autores explicaban en qué medida los individuos aprendían a comportarse de modo violento o como delincuentes, a través del aprendizaje por observación. Akers (2006), en su última reformulación de este modelo explicativo, revela cómo aprendemos, mantenemos y modificamos la conducta que podemos observar y modelar en distintos contextos de aprendizaje: familia, grupo de pares, medios de comunicación, entre otros. Además, establece una serie de requisitos o factores de riesgo, desde el paradigma del aprendizaje humano, que hacen más probable que una persona sea violenta y cometa actos delictivos: 44 a) Si se relaciona diferencialmente con otras personas que realicen, modelen, apoyen y propugnen actitudes y conductas favorables a las violaciones de normas sociales y jurídicas (asociación/refuerzo diferencial). b) Cuando la conducta desviada aprendida haya sido objeto de refuerzo diferencial frente a la conducta conforme a la norma, lo que significa que la persona habrá recibido en el pasado, por su conducta, una recompensa relativamente superior al castigo (refuerzo diferencial). c) Cuando un sujeto, simbólicamente o en persona, esté relativamente más expuesto a los modelos desviados que a los adaptados (imitación), y observe más a los primeros que los segundos. d) Cuando sus propios valores, actitudes y conductas aprendidas sean relativamente más favorables (deseables o justificadas) a la comisión que a la abstinencia de actos desviados o antisociales. e) Cuando la probabilidad de una conducta adaptada disminuya y la probabilidad de una conducta desviada aumenta, al variar el equilibrio de estas variables en la dirección inversa a la conducta pro social o no violenta. Una aclaración que consideramos oportuno establecer, es que la imitación es el principal y primer elemento para aprender una conducta, pero no tanto en su mantenimiento. Por regla general, aprendemos conductas por observación de modelos y, posteriormente, las reproducimos y mantenemos si obtenemos resultados deseables para nosotros. Asimismo, un inhibidor de la conducta puede ser la aceptación o no de ésta por personas relevantes para el imitador u observador (madre, padre, amigos, pareja) que pueden favorecer tanto su mantenimiento, su modificación como su eliminación. Por su parte, cuando Akers (2006) se refiere al aprendizaje de conductas desviadas desde los grupos primarios, secundarios y terciarios afirma que: “Las relaciones que van a tener un mayor efecto sobre la conducta son aquellas que ocurren antes (prioridad), duran más y ocupan más de nuestro tiempo (duración), tienen lugar con una mayor frecuencia (frecuencia) e implican a las personas con las que tenemos las relaciones más importantes y cercanas (intensidad)” (p.1123). De acuerdo a estas consideraciones podríamos considerar la influencia familiar como uno de los modelos primarios y principales (no el único) de aprendizaje, al menos, hasta los 10 años de edad. 45 Además, las experiencias de violencia a las que se ven abocados algunos hijos, puede conducirles a convertirse en potenciales adultos violentos con sus hijos y/o con sus parejas, pero también con sus progenitores en su etapa adolescente, sobre todo con la madre (Price, 1996). En este sentido Garrido (2007) destaca algunos factores que pueden contribuir a la violencia filio-parental, y que son comunes a otros tipos de violencia juvenil, como: (a) la importancia de haber sido objeto de malos tratos por parte del padre y/o la madre en sus variantes (por omisión y comisión) o, (b) el hecho de haber sido testigo de violencia en sus hogares. Existen dos autores que, desde sus modelos del aprendizaje social, han explicado la violencia en la familia a partir del proceso de socialización ejercido sobre los hijos: el modelo de Whaler (quien desarrolló la teoría de la predictibilidad y dirigió su investigación hacia los patrones interaccionales de los familiares con problemas de relación y abuso), y el modelo de Patterson (quién desarrolló su teoría de la coerción recíproca y una acertada descripción del proceso de la escalada coercitiva). Pasamos a exponerlos relacionándolos con la violencia filio-parental. Ahora bien, cuando intentamos buscar una correlación entre hijos violentos versus progenitores maltratados, encontramos diversos resultados tras la revisión realizada. Por ejemplo, el estudio de Brezina (1999)1 mostró que existe una correlación positiva entre la violencia parento-filial y filio-parental. También fue importante el hallazgo de la correlación, en este caso negativa, entre la agresión del hijo contra sus progenitores y la agresión de éstos al hijo. No obstante, Brezina afirma que aunque las dos relaciones son relevantes y en contra posición a lo establecido por Vite y López, (2004): (a) es más probable que la violencia parento-filial dé lugar a la violencia hacia los progenitores, a que la violencia filio-parental reduzca la que ejercen los progenitores contra su hijo y, (b) que a pesar de que la violencia filio-parental no es muy eficaz cuando se utiliza para reducir o eliminar la agresión de los progenitores, este comportamiento puede ser el resultado del refuerzo negativo. A tenor de los resultados de Brezina (1999) se podría argumentar que todo apunta a que el maltrato parental fomenta la violencia filial, pero que la violencia filial no detiene la parental, desestimando la retroalimentación bidireccional entre ambos tipos de maltrato. 46 cuando Ulman y Straus (2003) analizan en más de una docena de estudios una correlación positiva entre la violencia parento-filial y la filio-parental, encuentran que se halla una relación muy significativa entre ser víctima de malos tratos parentales y ser violento con la madre y/o el padre. Incluso, los autores concluyen que la correlación es más sólida y numéricamente superior que la que existe entre violencia filio-parental y ser testigo de la violencia entre los progenitores. violencia del padre contra la madre en el 37,5% de los casos. En el caso de violencia de los padres a los hijos y la violencia en la pareja (pero de la madre hacia el padre) es de un 6,3% de los casos. No constan datos en el 56,3% de la muestra analizada. Cuando Ulman y Straus (2003) intentan establecer un efecto combinado entre ser testigo o víctima de violencia intrafamiliar no encuentran una relación significativa, sino que aparece un efecto acumulativo. Es decir, cuando no hay violencia parento-filial la violencia filio-parental es muy baja, con la excepción de los niños que crecen en las familias en que tanto el padre como la madre son violentos entre sí. Todos los porcentajes de niños que habían sido atacados severamente por un progenitor estaban cerca del 30%, independientemente de si había o no violencia entre la madre y el padre. Así pues, según estos autores, la violencia entre los progenitores está asociada a Concepción Aroca Montolío et al. La teoría del aprendizaje social como modelo… (498 Revista Complutense de Educación Vol. 23 Núm. 2 (2012) 487-511) la violencia filio-parental y, cuanto mayor sea el maltrato parento-filial, mayor será la violencia filio-parental. 47 4. “Teoría de la Predictibilidad” Whaler y Dumas (1986) Analizan y explican las prácticas de los progenitores maltratadores (principalmente las madres), dirigiendo los esfuerzos de la investigación hacia el estudio de las interacciones conductuales parento-filiales, con el fin de identificar los determinantes del maltrato infantil. Los estudios señalan que las madres maltratadoras comparadas con madres "normales", muestran tasas bajas de conducta pro social, mayores conductas aversivas, y altas tasas de conducta instruccional. Por otra parte, y, en consecuencia, los niños maltratados, en relación con los niños control, muestran generalmente mayores índices de conducta hostil, desobediencia o ignoran la autoridad parental. Asimismo, los estudios llevados a cabo han ido delineando propiedades de la regulación del comportamiento materno-filial a partir de unos factores que pueden explicar conductas aversivas de los hijos hacia las madres, como consecuencia de los maltratos sufridos. Entre dichos factores se consideran las siguientes conclusiones: Las madres maltratadoras no tienen habilidades para imponer sus instrucciones y conseguir la obediencia del hijo, provocan una serie de secuencias instruccionales del tipo orden-oposición-orden-oposición que favorece secuencias aversivas en la diada madre-hijo, y contra la madre. Las conductas características de la madre maltratadora (amenazar, humillar, ignorar) están relacionadas con conductas inadecuadas por parte del hijo (desobedecer, agredir, conducta oposicional), porque la conducta aversiva infantil es reforzada al obtener una mayor consistencia (como refuerzo negativo) en la respuesta materna, como propone Whaler (1990). En algunas situaciones, dicha conducta aversiva del hijo incrementa los intercambios negativos, lo que provoca, a su vez, que la madre aplique castigos más severos en un intento fallido de provocar cambios en el comportamiento del hijo. 48 La conducta materna inapropiada aparece tanto frente a conductas pro sociales como negativas/violentas del hijo. Estos hallazgos apoyan, en alguna medida, el modelo de coerción (Patterson, 1982) para tratar de explicar el fenómeno del maltrato físico infantil, donde la respuesta inconsistente o no contingente a la conducta pro social del niño, puede propiciar un incremento de la conducta aversiva en él, dado que dicho comportamiento tiende a hacer más consistente, si bien negativa, la respuesta maternal. Cuando se evalúa la relación de la conducta inapropiada y respuesta inapropiada (tanto de la madre como del hijo) se observa algo habitual en la violencia filioparental, que conforme se repiten estos episodios, la probabilidad condicional de que la madre emita conductas inapropiadas disminuye significativamente después de la conducta inapropiada del hijo; por ello el hijo comprueba que, a mayor contundencia y violencia de su conducta, su madre actúa como él quiere que lo haga. La indiscriminación materna ha tomado diferentes significados, el más aceptado es el que se refiere al empleo dispar e incoherente de prácticas disciplinarias a través del tiempo, lo que, a su vez, incluye la carencia de reglas/límites, la falta de supervisión y control del niño y, el empleo errático de castigos y recompensas. Por otra parte, debemos señalar que el proceso de indiscriminación materna ha sido considerado tradicionalmente como un factor que contribuye a los problemas de comportamiento infantil y adolescente (1988; Whaler y Dumas). 49 5. Principales clasificaciones tipológicas sobre hombres violentos contra la pareja. Pedro J. Amor, Enrique Echeburúa e Ismael Loinaz Universidad Nacional de Educación a Distancia, España, Universidad del País Vasco, España y Universidad del País Vasco, España. Existen dos grupos de que, desde hace algo más de una década, han guiado el debate sobre las tipologías de hombres violentos contra su pareja. Clasificación de Gottman et al. (1995) Esta clasificación, realizada en un contexto de laboratorio, propone la existencia de dos tipos de maltratadores en función de su respuesta cardiaca diferencial ante una discusión de pareja. Maltratadores de tipo 1 «cobra»: Son aquellos hombres violentos que ante una discusión de pareja muestran un descenso en su frecuencia cardiaca y que exteriorizan mucha agresividad y desprecio hacia la víctima. Asimismo, se comportan violentamente con otro tipo de personas (amigos, desconocidos, compañeros de trabajo, etc.). Desde una perspectiva psicopatológica, suelen mostrar características antisociales y agresivo-sádicas, así como una mayor probabilidad de drogodependencia. Maltratadores de tipo 2 «pitbull»: Son aquellos hombres violentos que presentan un aumento en su frecuencia cardiaca ante una discusión de pareja. Desde una perspectiva psicopatológica tienden a mostrar trastornos de personalidad por evitación y borderline, características pasivo-agresivas, ira crónica y un estilo de apego inseguro (Tweed y Dutton, 1998). En el primer caso (tipo 1) se ejerce una violencia instrumental, es decir, la conducta agresiva es planificada, expresa un grado profundo de insatisfacción y no genera sentimientos de culpa; en el segundo (tipo 2), por el contrario, se trata de una violencia impulsiva, caracterizada por una conducta modulada por la ira y que refleja dificultades en 50 el control de los impulsos o en la expresión de los afectos. Por otro lado, el porcentaje de divorcios puede ser mayor en las parejas en las que hay un agresor de tipo 2. Probablemente muchas mujeres maltratadas permanecen en convivencia con el agresor de tipo 1, entre otras razones, por miedo. La tipología propuesta por Holtzworth-Munroe y Stuart (1994) se centra en tres variables relevantes: funcionamiento psicológico, extensión de la violencia y gravedad de las conductas. A partir de estas dimensiones se establece la existencia de tres tipos de agresores: a) limitados al ámbito familiar, b) borderline/disfóricos, y c) violentos en general/antisociales. Maltratadores limitados al ámbito familiar (sobrecontrolados): Este grupo representa el 50% de los agresores en la tipología teórica, pero en el estudio empírico se reduce al 36% de la muestra. Estos sujetos son violentos fundamentalmente en el ámbito familiar (contra su pareja e hijos), su violencia es de menor frecuencia y gravedad que en los grupos restantes, y es menos probable que agredan sexualmente a su pareja. Si bien no es frecuente encontrar psicopatología o trastornos de personalidad, pueden aparecer rasgos de personalidad pasiva, dependiente y obsesiva (Hamberger y Hastings, 1986). Es el grupo que presenta los menores factores de riesgo, pudiendo haber sufrido niveles bajos o moderados de agresión en su familia de origen. Por otra parte, son personas que suelen arrepentirse después de un episodio violento y reprueban el uso de la violencia. En definitiva, son maltratadores de bajo riesgo (Cavanaugh y Gelles, 2005) y, generalmente, tienen menos problemas legales que otros tipos de agresores. Estos sujetos equivaldrían al grupo sobrecontrolado en la clasificación de Dutton (Dutton y Golant, 1995; Tweed y Dutton, 1998), que son sujetos aparentemente normativos (Dutton, 2007). Maltratadores borderline/disfóricos (impulsivos): Este grupo representa alrededor del 25% de los maltratadores (Holtzworth-Munroe y Stuart, 1994; Monson y Langhinrichsen-Rohling, 1998), pero se limita al 15% en el estudio empírico ulterior 51 (Holtzworth-Munroe et al., 2000). Estos sujetos suelen ser violentos física, psicológica y sexualmente, y muestran una violencia de intensidad media o alta dirigida habitualmente contra su pareja y otros miembros de la familia (a veces pueden ser violentos fuera del ámbito familiar). Según Holtzworth-Munroe y Stuart (1994), son los que presentan mayores problemas psicológicos, tales como impulsividad, inestabilidad emocional e irascibilidad; además oscilan rápidamente del control al enfado extremo, lo cual encaja frecuentemente con el trastorno de personalidad borderline. Estas características serían similares a las del grupo impulsivosubcontrolado de Dutton, es decir, sujetos que presentarían características propias de la personalidad abusiva, como apego temeroso, ira crónica. Algunas de estas personas han experimentado niveles de violencia moderados o graves en su familia de origen y tienden a justificar la violencia que ejercen. Según la clasificación teórica de Cavanaugh y Gelles (2005), serían maltratadores de riesgo moderado. Maltratadores violentos en general/antisociales (instrumentales): Este grupo que supone el 25% de los maltratadores y el 16% en el estudio empírico (HoltzworthMunroe et al., 2000)- hace un uso instrumental de la violencia física y psicológica, que se manifiesta de forma generalizada (no limitada al hogar) como una estrategia de afrontamiento para conseguir lo deseado y superar las frustraciones (HoltzworthMunroe y Stuart, 1994; Fernández-Montalvo y Echeburúa, 1997). Mientras que el agresor impulsivo actúa con violencia como respuesta a una tensión interna acumulada, el instrumental (antisocial) utiliza la violencia de modo frío para obtener objetivos específicos (Dutton, 2007). Su violencia es de mayor frecuencia e intensidad que la de los grupos anteriores. En conjunto, aunque presentan menores niveles de ira y de depresión que el grupo impulsivo, se observan mayores niveles de narcisismo y de manipulación psicopática (Holtzworth-Munroe y Stuart, 1994). Asimismo, muestran actitudes que justifican el uso de la violencia interpersonal. Por otra parte, muchos de ellos han sufrido maltrato grave en la infancia (Saunders, 1992) o han sido testigos de violencia entre sus padres. Finalmente, es más probable que consuman abusivamente alcohol y drogas, y que tengan o hayan tenido problemas legales por sus conductas antisociales, siendo por ello considerados agresores de alto riesgo. 52 Tipología de hombres violentos y niveles de riesgo en las víctimas (Bender y Roberts, 2007, modificado). 53 Control de la ira La función desempeñada por la ira y la hostilidad en los agresores de pareja es un tema controvertido. Recientemente se ha realizado un meta análisis para determinar si había diferencias entre los agresores y aquellos que no lo eran respecto a la forma de expresar la ira y la hostilidad. De las 33 investigaciones analizadas se concluye que los maltratadores presentaron niveles moderadamente superiores de ira y hostilidad comparados con los hombres no violentos, siendo aquellos que ejercieron una violencia más grave los que presentaban niveles más altos de ira y de hostilidad. Esto sugiere la posibilidad de una relación lineal entre los niveles de ira y de hostilidad con respecto a la gravedad de la violencia de pareja. Por otra parte, han identificado tres tipos de hombres violentos en el control de la ira mediante un análisis clúster a partir del Inventario de Expresión de Ira de Spielberger (1988): Ira patológica. Se caracterizan por tener muy poco control sobre la ira. Son personas con baja autoestima, estructura de personalidad borderline, características psicopáticas y abuso de alcohol y de drogas, así como problemas interpersonales relacionados fundamentalmente con la venganza y el dominio. En este grupo están los que ejercen una violencia más grave y los que, tras acudir a tratamiento, tienen una mayor probabilidad de abandonarlo y de seguir maltratando. Bajo control de la ira. Muestran un bajo control de la ira y una alta frecuencia de conductas violentas. Asimismo, muchos de ellos, después del tratamiento, siguen maltratando a su pareja (sobre todo, psicológicamente). En realidad, es un grupo similar al anterior, del que le separa una menor intensidad de la ira. Ira normal. Se trata de personas que no presentan problemas con el control de la ira y en las que su conducta abusiva es de menor gravedad que en los grupos previos. Son los que obtienen mejores resultados después del tratamiento. 54 6. Rasgos de personalidad en niños con padres violentos. Nohemi Romo P., Bárbara G. Anguiano N., Ricardo N. Pulido O. Y Gustavo Camacho L. Universidad Autónoma de Baja California, México. El estudio del desarrollo de la personalidad ha sido un tema de gran relevancia dentro de las ciencias humanas, sobre todo de la Psicología; estos estudios han permitido desarrollar diferentes técnicas de estudio y teorías sobre la misma, que a su vez han permitido a las ciencias humanas y sociales entender cómo se forma la personalidad y los factores que la afectan. Comprender un fenómeno es el primer paso para intervenir en él. En este caso, sería de gran valor para evitar el deterioro de la personalidad de los niños si es que existe. Para este tipo de instituciones el tener un análisis científico podría resultar de gran ayuda para la atención de los mismos. La violencia intrafamiliar es un tema que en los últimos años ha crecido notablemente debido a la falta de conciencia que tienen los ciudadanos. Comprenderlo e identificarlo, puede ser a simple vista fácil, pues hasta con una simple palabra se puede causar un daño irreparable. Es un problema social de grandes dimensiones que afecta sistemáticamente a importantes sectores de la población, especialmente a mujeres, niñas, niños, ancianos y ancianas. Influencia familiar en la socialización durante la niñez La conducta social de los niños se desarrolla mediante un proceso de socialización a lo largo de la vida, por el cual el sujeto adquiere las habilidades, los roles, las expectativas y los valores del grupo cultural o social al que pertenece. La socialización es importante porque ayuda al sujeto a ser un miembro útil y aceptable de la sociedad, que propicia y contribuye a la cultura. En cualquier parte del mundo, los padres reconocen cuán importante es la socialización; lo cual se manifiesta en los objetivos que comparten para el desarrollo del niño. Por ejemplo, los padres desean que su hijo sea saludable y se 55 desarrolle físicamente bien, asimismo que se capacite, de tal manera que en la edad madura llegue a la autosuficiencia económica y piense y actué satisfactoriamente dentro de la estructura cultural; en este sentido, los padres tienen interés especial en inculcarle la moral, los códigos, las leyes, la religión y una ideología política (LeVine, 1974). El proceso de socialización comienza en la infancia conforme se establecen las relaciones entre padres e hijos. En la niñez la socialización es, en algún grado, un proceso recíproco o de intercambio, en el cual el niño y las personas con las que se relacionan se influyen mutuamente: se socializan recíprocamente. Las relaciones entre padres e hijos Las relaciones que los padres establecen con sus hijos pueden variar en calidad y cantidad. Muchos psicólogos se han abocado al examen de la calidad de las relaciones entre padres e hijos, y en cómo esa calidad afecta el desarrollo social del niño. Algunas veces, las interacciones son afectuosas, tolerantes y proteccionistas; pero otras, son hostiles, déspotas, de rechazo o indiferencia. Sin embargo, casi todas las familias muestran una amplia gama de interacciones. Cuando los padres acuden a la técnica del empleo de la fuerza, pretenden disciplinar a sus hijos mediante la mayor fuerza física que poseen, al amenazarlos con aplicar algún tipo de castigo. Con esta técnica, los padres con frecuencia pierden la calma y, algunas veces, abusan verbal o físicamente del niño. Según Hoffman (1970), cuando se utiliza esta técnica disciplinaria con exceso, los niños tienden a ser coléricos y violentos. Además, los niños controlados por el empleo de la fuerza, generalmente, fracasan en su intento por lograr la internalización de las normas morales. Estos niños tienen una mayor propensión a ceder a las tentaciones y, después de cometer una "fechoría", están menos dispuestos a sentirse culpables o a confesar su error. En vez de ello, observan las claves externas para juzgar si su conducta será o no castigada; sin embargo, lo anterior no significa que el castigo provoca solo un impacto negativo en los niños. En efecto, aunque el castigo frecuente o demasiado severo es dañino, el moderado puede ser un recurso idóneo en determinadas circunstancias. 56 El tamaño de la familia Mientras mayor es el número de hijos en una familia, menores son las oportunidades que tienen los padres de interactuar con ellos de manera individual. Los padres de familias más pequeñas tienden a relacionarse afectuosamente con cada hijo y a percibir mejor sus necesidades específicas (Bossard y Boll, 1960). Pero conforme el tamaño de la familia aumenta, en particular a partir del sexto hijo, cambian las actitudes y la conducta de los padres. En efecto, los padres con muchos hijos tienden a ser menos afectuosos, pasan menos tiempo con cada niño y emplean la disciplina con castigo físico. Conforme la carga de trabajo de los padres en el hogar se incrementa, disponen de menos tiempo para tratar a cada hijo. Además, las responsabilidades del cuidado del niño en las familias grandes recaen en los hermanos mayores, que no tienen la capacidad para desempeñar esas responsabilidades, ni la de emplear al razonamiento cuando el hermanito se porta mal. Conducta antisocial: la agresión Esta se refiere a las actividades negativas que promueven relaciones desconsideradas y antagónicas entre las personas. Esta clase de conducta incluye el egoísmo, el robo, el engaño, el ataque deliberado contra lo que la otra persona cree de ella misma, los insultos verbales y la violencia. La conducta antisocial más estudiada es la agresión física y verbal. Con el propósito de definir la conducta agresiva, se debe convenir en que una serie de acciones que causan daño físico o psicológico a otra persona, como cuando un niño golpea, patea, lanza objetos, insulta y aun amenaza. La agresión se distingue de la seguridad de sí mismo, pues ésta involucra luchar por los derechos individuales sin ser hostil. La conducta agresiva es la intención de causar daño a otras personas. Una causa es la frustración, es decir, el estado en el cual uno encuentra un impedimento para alcanzar un objetivo. Existen pruebas de que los niños con frecuencia agreden en tales circunstancias (Berkowitz, 1973). Aun en severas condiciones de frustración, los niños se abstienen de utilizar la violencia si tienen otra alternativa. Otro factor que parece contribuir a aumentar la conducta agresiva es la rivalidad. Cuando existe competencia, se da más la agresión; las personas atacadas tienden a devolver el ataque, aun si el incidente fue accidental. La agresión puede expresarse a través de la hostilidad y el esfuerzo por 57 conseguir un determinado objetivo. Feedback (1964), propuso una distinción entre la agresión hostil y la agresión instrumental. La intención de la agresión hostil es dañar a otra persona, mientras que la agresión instrumental pretende obtener un resultado. Ventajas y desventajas del castigo Antes de la década de 1930-1940, era común que los padres aplicaran el castigo físico para promover el control de esfínteres y el destete, y también para evitar que el niño se chupara el dedo pulgar o se masturbara. Después la escena comenzó a cambiar, como resultado de la aceptación de las teorías psicoanalíticas. Skinner (1938) fortaleció el argumento contra la aplicación del castigo, cuando demostró que el castigo suprime solo temporalmente una fuerte conducta operante en las ratas. Para muchos especialistas en el cuidado de los niños, la conclusión parecía clara: si el castigo no elimina la conducta indeseable, y más bien causa problemas de personalidad, entonces el castigo no debe aplicarse. Los castigos empezaron a disminuir y a los niños se le permitió expresarse con libertad. La aplicación excesiva del castigo puede provocar efectos negativos en el desarrollo social, además de problemas de personalidad en el niño; pero las demostraciones actuales no fundamentan la creencia de que una aplicación moderada es nociva. El castigo no elimina la tendencia del niño a realizar determinados actos, pero puede ser eficaz para evitar la comisión del acto. Sin embargo, el objetivo no es suprimir la mala conducta, sino que la supresión sea útil porque permite una oportunidad para reemplazar los actos malos por actos más aceptables. Efectos secundarios del castigo Existen varios efectos secundarios que son potencialmente dañinos, aunque solo se tratarían de dos: primero, existen pruebas de que el castigo puede hacer agresivo al niño. Una razón es que los padres sirven como modelo de agresividad y cuando el niño observa que el empleo de la fuerza, en especial la agresión física, es un refuerzo eficaz y aceptable para lograr lo deseable, imita esta conducta en su trato con otras personas. Los estudios 58 de la agresión en adolescentes demuestran la estrecha relación entre su agresividad y los patrones de castigo físico que experimentaron durante su niñez (Button 1973, Walters y Grusec, 1977). El castigo también puede provocar agresividad cuando hace que el niño se sienta frustrado o es muy severo (Azrin y Holz, 1966). Otro efecto secundario es que el niño asocia los sucesos desagradables de castigo con los padres y, en estas circunstancias, el niño evita el contacto con ellos; el niño expresa este sentimiento al permanecer menos tiempo con los padres y cuando está con ellos es grosero y menos sociable. En consecuencia, el castigo debe aplicarse con cuidado y moderación, porque el exceso puede convertir al niño en un ser antisocial. Moldeamiento del cerebro: El papel de la experiencia Existe la creencia generalizada, principalmente con base en estudios en animales, que el cerebro postnatal está “moldeado” por la experiencia. Esto sucede, principalmente, durante los primeros meses de vida, cuando la corteza continúa creciendo con rapidez y organizándose (J.E. Black 1998). El término técnico para esta maleabilidad o modificabilidad del cerebro es la plasticidad. Las primeras conexiones sinápticas, algunas de las cuales dependen de la estimulación sensorial, refinan y estabilizan el “cableado” del cerebro, diseñado genéticamente. Así, las primeras experiencias pueden tener efectos duraderos en la capacidad del sistema nervioso central para aprender y al almacenar información. En la misma línea, el abuso temprano o la falta de estimulación sensorial pueden dejar una huella en el cerebro. El desarrollo emocional temprano también depende de la experiencia. Los bebes, cuyas madres se encuentran gravemente deprimidas, muestran menor actividad en el lóbulo frontal, la parte del cerebro que se relaciona con las emociones positivas como la felicidad y la alegría, y mayor actividad en el lóbulo frontal derecho, que se asocia con las emociones negativas (Dawson, Klinger, Panagiotides, Hill y Spieker, 1992; Dawson, Frey, Panagiotides, Osterlings y Hessl, 1997). 59 Primeras experiencias sociales: el infante en la familia Tanto el papel del padre como el de la madre implica compromisos emocionales e involucrarse frecuentemente y directamente en el cuidado y crianza de los hijos (Engle y Breaux, 1998). La participación frecuente y positiva del padre con su hijo, a partir de la infancia, está directamente relacionada con el bienestar del niño y con su desarrollo social y cognoscitivo; la ausencia del padre puede afectar al niño de muchas formas. El modelamiento de las personalidades de los niños y las niñas, por parte de los padres, parece iniciarse desde una edad muy temprana. Desarrollo de la confianza La primera etapa del desarrollo social que Ericsson identificó es la confianza básica versus desconfianza básica. Esta etapa se inicia en la infancia y termina alrededor de los 18 meses. En estos primeros meses, los bebes desarrollan un sentido de confianza en las personas y objetos de su mundo. Necesitan desarrollar un equilibrio entre la confianza (que les permite establecer relaciones íntimas) y la desconfianza (que les permite protegerse). Si predomina la confianza, como debe ser, los niños desarrollan la virtud de la esperanza: la creencia de que pueden satisfacer sus necesidades y obtener lo que desean (Erikon, 1982). Si predomina la desconfianza, el niño considerará que el mundo es poco amistoso e impredecible y tendrá problemas para establecer relaciones. El elemento crítico para la formación de la confianza es un cuidado sensible, responsivo y consiente. Características de los padres que cometen abuso El abuso puede iniciarse cuando un padre, que ya se encuentra ansioso, deprimido u hostil, trata de controlar físicamente a un niño; pero pierde el control y termina sacudiéndolo o golpeándolo. Las posibilidades de maltrato aumentan cuando padres emocionalmente frágiles tienen hijos que son especialmente demandantes o poco responsivos (National Research Council (NRC). Los padres abusivos son propensos a las peleas físicas. Sus hogares son desorganizados y experimentan más acontecimientos estresantes que otras familias (Rid et al., 1982; Sedlack y Broadhurst, 1996). Muchos padres abusivos se aíslan 60 de los demás y no tienen a quién acudir en los momentos de estrés y no hay quién pueda darse cuenta de lo que sucede. Efectos del maltrato El maltrato puede producir consecuencias graves –físicas, emocionales, cognoscitivas y sociales–. Los niños maltratados suelen presentar un retraso en el desarrollo del lenguaje (Coster, Gesteen, Beeghly y Cicchetti, 1989); son propensos a repetir un grado escolar, a obtener bajas puntuaciones en pruebas cognoscitivas y a tener problemas de conducta (Cubowitz, 1999; Eckenrode, Laird y Doris, 1993; Shonk y Cicchetti, 2001). Con frecuencia, presentan apego desorganizado-desorientado con sus pares y un autoconcepto distorsionado y negativo. Al estar privados de interacciones sociales tempranas positivas, no desarrollan habilidades sociales y tienden a ser rechazados por los pares (Bologer y Patterson, 2001; Price, 1996). La negligencia crónica durante la niñez temprana tiene efectos especialmente negativos en el desempeño escolar posterior, en las relaciones sociales, la capacidad de adaptación y en la resolución de problemas (NRC, 1993). Los niños que sufren de negligencia carecen de entusiasmo, creatividad y autoestima, y suelen estar enojados y ser dependientes (Egeland, Sroufe y Ericsson, 1993). También tienden a crecer poco y tener problemas médicos (Dubowitz, 1999). Los niños maltratados pueden volverse abiertamente agresivos o aislarse. Los niños pequeños que padecen abuso físico tienden a ser temerosos, poco cooperativos, menos capaces de responder apropiadamente a las manifestaciones amistosas y, por consecuencia, son impopulares. Aun cuando la mayoría de los niños que sufren abuso no se vuelven delincuentes, criminales ni enfermos mentales, el abuso incrementa la posibilidad de que así sea (Dodge, Bates y Pettit, 1990; NRC, 1993b; Widom, 1989). Es posible que los adolescentes que fueron víctimas de abuso cuando eran pequeños reaccionen huyendo, lo cual puede ayudarlos a protegerse, o unirse de las drogas, situación que no los protege. Los niños que padecen negligencia también pueden convertirse en delincuentes y adultos criminales. (Dubowitz, 1999). El maltrato emocional es más sutil que el maltrato físico y sus efectos pueden ser más difíciles de identificar. Se ha relacionado con el robo, la mentira, baja autoestima, desajuste emocional, dependencia, bajo aprovechamiento, depresión, 61 agresión, trastornos de aprendizaje, homicidio y suicidio, así como malestar psicológico en la vida posterior. Los niños con padres violentos viven diferentes tipos de violencia, incluso sin importar el tipo en específico; todo abuso que reciben deja marcas en su personalidad. Los datos encontrados nos dieron como referentes de lo que podemos encontrar en la personalidad de niños que han vivido abuso por parte de sus padres, los más importantes fueron inseguridad, retraimiento, inhibición y agresividad, por ello concluimos diciendo que la violencia en el hogar afecta a los niños, provocando el desarrollo de una personalidad negativa y con rasgos que no le permitirán crear relaciones sociales fácilmente, además de crearles sentimiento de tener que estar buscando siempre resguardo y protección de todo. Maltrato en la pareja El maltrato físico es la forma de violencia más evidente por las lesiones o las enfermedades que produce en muchos casos, por lo que la probabilidad de denunciar o establecer contacto con los servicios sanitarios aumenta. El contacto con los profesionales en el marco policial y judicial puede favorecer la motivación para acceder a un tratamiento especializado, que le permita a la víctima alejarse física y emocionalmente del agresor (Walker, 1984). La violencia por parte de algún miembro de la pareja está asociada a una sensación de amenaza a la vida y al bienestar emocional por las graves implicaciones psicológicas que produce. Por ello constituye un factor de riesgo para la salud mental, tanto a corto como a largo plazo, tal y como ha quedado demostrado en numerosos estudios. El maltrato evoluciona en una escala ascendente en cuanto a la gravedad y a la frecuencia de aparición de los actos violentos. Además, las conductas humillantes y las actitudes de desvalorización tienen también un carácter intimidatorio. La victima queda así atrapada en un círculo violento, en donde las agresiones físicas y/o psicológicas se manifiestan de forma repetida e intermitente entremezcladas con actitudes y comportamientos de arrepentimiento o buen trato (Walker, 1984). Las primeras reacciones de la víctima ante estos sucesos se caracterizan por sentimientos de humillación, vergüenza, preocupación y miedo, que facilitan la ocultación de los mismos. Con el paso del tiempo se produce una pérdida de control, confusión, y sentimientos de la culpa que, en muchas ocasiones y con 62 la coraza de enamoramiento, dificultan que la propia víctima se reconozca como tal. Finalmente, el malestar emocional, crónico, la percepción de pérdida de control y el miedo a sufrir una segunda victimización desde el ámbito jurídico-penal e incluso desde el socio familiar, junto con otros factores personales justifican la permanencia en el ciclo de la violencia. La depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son las consecuencias más comúnmente detectadas a largo plazo. La gravedad de los efectos de este proceso de victimización está relacionada con la intensidad del maltrato, pero no necesariamente con el físico. De hecho, la violencia psicológica también se ha identificado como un buen predictor del TEPT (Picó-Alfonso, 2005). El conocimiento más preciso del perfil psicopatológico de las víctimas, así como de las circunstancias de maltrato vividas y de los factores implicados en su mantenimiento, puede permitir diseñar programas de tratamiento más ajustados para favorecer la recuperación psicológica y romper la vinculación con el agresor tras una larga historia de victimización. Cualquier clase de autoridad, incluyendo la parental, conserva su magia solamente si no se abusa; así la violencia de la familia representa control completo y rígido por algún miembro de la familia (Alekseeva, 2003). Como ninguna otra clase de violencia, la violencia familiar contra niños no se manifiesta solamente en formas extremas de tratamiento áspero, incluso aunque la violencia física es la más frecuente, y los niños son sus víctimas principales en el mundo. La violencia física incluye golpear en la cara, sacudir, empujar, estrangular, golpear con el pie, confinar a víctimas en un espacio cerrado, amarrar con correas o cuerdas, e infligir lesión seria por medio de objetos. El abuso físico en el hogar se inflige con mayor frecuencia en niños con debilidades físicas o mentales. Los investigadores observan cada vez más que el abuso sexual y el abuso físico influyen directamente en el desarrollo de la personalidad. El trauma psicológico en el niño influye en el su desarrollo mental por semanas, meses o años. No todos los asaltos físicos o sexuales conducen a lesiones corporales, pero el dolor emocional está siempre presente y es causado por el miedo y la presión sexual o física que crea siempre una tragedia para el niño. 63 7. Cómo tener una familia feliz y unida, ¿Cómo tener la familia correcta? Maite Nicuesa. 11 junio 2018 La familia es uno de los pilares del bienestar más importantes en la vida de un ser humano. Más allá de la fuerza de los vínculos de cariño, alimentar el amor es un compromiso marcado por el bien común. Es decir, cuando una familia está unida, sus integrantes también son más felices. Cada grupo es único e irrepetible. Para ello se pueden llevar a acabo determinar y destacar estas características para que una familia no actúe con violencia o malas intenciones: La familia es uno de los pilares del bienestar más importantes en la vida de un ser humano. Más allá de la fuerza de los vínculos de cariño, alimentar el amor es un compromiso marcado por el bien común. Es decir, cuando una familia está unida, sus integrantes también son más felices. Cada grupo es único e irrepetible. ¿Cómo tener una familia unida y feliz? En Psicología-Online, te damos las claves para lograr este propósito entendiendo que esta meta no es un punto de llegada, sino un constante proceso de aprendizaje que nace desde el respeto, la comprensión, la empatía y la sinceridad. Sentido de pertenencia. Los seres queridos que forman parte de una familia unida y feliz experimentan el bienestar del apego emocional. Es decir, existe una identificación positiva de cada individuo con el entorno del que forma parte y en el que encuentra su hogar emocional. Personas que unen. Generalmente, en aquellas familias que tienen estas características alguien asume el rol de unir a los demás. Por ejemplo, los abuelos se convierten en el centro familiar. Sin embargo, cuando ellos mueren, otra persona puede asumir esta labor tan vocacional. Aceptación de la diferencia. En todas las familias existen diferencias de criterio y conflictos que superar. Sin embargo, un síntoma de felicidad es la comunicación positiva 64 para propiciar el diálogo en torno a esas cuestiones sin que queden nudos por resolver. La libertad es una premisa fundamental para no imponer el punto de vista propio ante los demás. Cada persona tiene su propio punto de vista incluso habiendo crecido en los mismos valores. Contacto frecuente. Mientras que algunas familias viven el periodo navideño como el único punto del calendario destinado para las reuniones y el encuentro social, por el contrario, las familias unidas son aquellas que encuentran motivos para la reunión más allá de las fechas de cumpleaños, bodas y eventos. Optimismo. Quienes tienen una familia unida y feliz son los mejores embajadores de sus seres queridos porque comentan detalles y anécdotas sintiendo el orgullo de ser parte de esa realidad. 65 Bases Legales. 66 La Constitución de la República como ordenamiento jurídico primario en El Salvador, regula a la Familia en su Capítulo II, sobre los Derechos Sociales, Sección Primera sobre la Familia, específicamente en el artículo 32, el cual la define como: “La base fundamental de la sociedad y tendrá la protección del Estado, quien dictará la legislación necesaria y creará los organismos y servicios apropiados para su integración, bienestar y desarrollo social, cultural y económico. El fundamento legal de la familia es el matrimonio y descansa en la igualdad jurídica de los cónyuges. El Estado fomentará el matrimonio; pero la falta de éste no afectará el goce de los derechos que se establezcan en favor de la familia.” En cuanto a la niñez, el Código Civil en su artículo 26 establece que: “Se llamará infante todo el que no ha cumplido siete años; impúber, el varón que no ha cumplido catorce años y la mujer que no ha cumplido doce años; menor adulto, el que ha dejado de ser impúber; mayor de edad, o simplemente mayor, el que ha cumplido dieciocho años; y menor de edad o simplemente menor el que no ha llegado a cumplirlos. Y la Constitución de la República también la regula en su Capítulo II, sobre los Derechos Sociales, Sección Primera sobre la Familia, específicamente en los artículos 34 y 35, los cuales literalmente expresan: “ARTICULO 34.- Todo menor tiene derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales que le permitan su desarrollo integral, para lo cual tendrá la protección del Estado. La ley determinará los deberes del Estado y creará las instituciones para la protección de la maternidad y de la infancia.” “ARTICULO 35.- El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores, y garantizará el derecho de éstos a la educación y a la asistencia. La conducta antisocial de los menores que constituya delito o falta estará sujeta a un régimen jurídico especial.” Existe también, legislación específica tal como lo manda la Constitución para esta materia, la cual está contemplada en el Código de Familia y en la Ley Procesal de Familia, los cuales son los que establecen según el artículo 1 del primero “el régimen jurídico de la familia, de los menores y de las personas adultas mayores y consecuentemente, regula las relaciones de sus miembros y de éstos con la sociedad y con las entidades estatales.” Los Principios Rectores en materia de familia en El Salvador, una ley específica para la defensoría en el caso especial de la violencia intrafamiliar. 67 La Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, planteó en su momento, un cambio radical en la construcciones lógico-jurídicas tradicionales, respecto de la tramitación y tratamiento institucional de causas. Sumado a lo anterior, este cuerpo normativo también significó un rompimiento de posturas culturales, prejuicios y estereotipos, que justificaban la violencia intrafamiliar, licencias para la violencia y la discriminación, que en muchos casos eran compartidas por buena parte de los aplicadores de la normativa. Lo anterior ocasionó innumerables conflictos, los que se acentuaron debido a una normativa poco precisa, con serias deficiencias estructurales y sistemáticas, que permitió interpretaciones antojadizas, debido a las remisiones normativas que contemplaba, así como a vacíos de ley y conflictos en su propio articulado. ARTICULO. 2 LITERAL “a”: “El respeto a la vida, a la dignidad e integridad física, psicológica y sexual de la persona”; Este principio nos indica, que, en caso de conflicto o choque entre derechos patrimoniales, parentales, pecuniarios u honoríficos, debe prevalecer el respeto a la a la vida, la dignidad y la integridad física de las personas. Es por ello, que las actuaciones de todas las instituciones involucradas en el combate de la violencia intrafamiliar, deben dirigirse a preservar prioritariamente estos derechos por sobre cualquier otro. Es en cumplimiento a este principio, que la L.C.V.I. descarta todo tipo de fuero en su aplicación, al igual que inevitablemente al momento de dictarse Medidas de Protección o detenerse a una persona en flagrante incumplimiento de las mismas, ceden derechos constitucionales, como el de Propiedad Privada, Derecho a ejercer la custodia de los/as hijos/as o el de Libertad, en favor de la protección de la víctima. Debe recordarse que las Medidas de Protección son temporales y mutables, por lo que no causan al justiciable un menoscabo irreparable en sus Derechos Fundamentales, ni constituyen sentencias de culpabilidad anticipadas; por otro lado, el desatender el llamado de auxilio de una víctima o el no realizar una actuación judicial oportuna, puede acarrear, la muerte de la víctima, como desgraciadamente ha ocurrido en muchas ocasiones. ARTICULO. 2 LITERAL “b”: “La igualdad de derechos del hombre, de la mujer y de los hijos e hijas”; El Derecho busca la Igualdad, pero el tratamiento jurídico igualitario entre sujetos dispares en fuerza y recursos económicos causa el resultado contrario al que se espera, por ello Norberto Bobbio, aclara: “El proceso de la justicia es un proceso de diversificación de lo diverso, o de unificación de lo idéntico” se habla entonces de un “trato 68 igual para los iguales y desigual para los desiguales”. En sentido lato la “Discriminación” constituye una selección en la que se excluyen aquellos sujetos considerados inferiores o bien no aptos. Desde este punto de vista, todas discriminación sería contraria a derecho; no obstante, jurídicamente la doctrina distingue dos tipos de discriminación, una “Negativa” que segrega, excluye y margina, generando con ello injusticia y otra positiva, la cual se denomina como “Toma de Acciones Positivas” que lleva implícito un régimen de protección especial hacia un sector poblacional considerado especialmente vulnerable y que por lo general ha sido históricamente discriminado (menores de edad, mujeres, incapaces, adultos/as mayores, madres solteras, entre otros.). Tanto en la Discriminación Negativa como en la Toma de Acciones Positivas, se da un trato desigual a los justiciable; pero mientras la Discriminación Negativa, se basa en perjuicios que subestiman la capacidad o idoneidad de las personas en razón de su género, edad, raza o condición social; la Toma de Acciones Positivas, permite a las personas superar las limitantes impuestas por estereotipos sociales aberrados y competir en el campo jurídico, laboral o social en igualdad de condiciones. La Discriminación Negativa, no siempre lleva al ámbito penal, nuestro Código Penal recoge el ilícito de “Discriminación Laboral Art. 246 C.Pn” el cual se configura cuando se excluye a un aspirante a un cargo o empleo en razón de su sexo o de su estado de gravidez, y el ilícito de: ATENTADOS RELATIVOS AL DERECHO DE IGUALDAD ARTICULO. 292.- “El funcionario o empleado público, agente de autoridad o autoridad pública, que, por razón de nacionalidad, raza, sexo, religión o por cualquier otra condición de una persona, le denegare cualquiera de los derechos individuales reconocidos por la Constitución de la República, será sancionado con prisión de uno a tres años e inhabilitación especial del cargo o empleo por igual tiempo”. Pero otras formas de discriminación negativa realizadas por particulares, sobre todo aquellas que surgen en el contexto familiar, pasan desapercibidas para el legislador penal, por lo que su tratamiento compete exclusivamente al Derecho de Familia. 69 Igualdad entre hombre y mujer El sexismo es un tipo de discriminación, relacionada con la idea que un sexo es superior al otro. Es innegable que la Violencia Intrafamiliar al igual que la Violencia de Género, se basa en una relación de poder desigual. Hasta nuestros días, se mantienen formas expresas y subrepticias de discriminación contra la mujer, por lo que ha sido necesario el crear un marco jurídico que permita a la mujer liberarse de las cargas y segregación social de la cual es víctima, con el fin último de garantizar un trato igualitario entre hombres y mujeres. El artículo 1 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, establece: “A los efectos de la presente Convención, la expresión "discriminación contra la mujer" denotará toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas políticas, económicas, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.” Mientras que los artículos 1 y 2 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar La Violencia Contra la Mujer (Convención de Belem Do Pará) regulan: ARTÍCULO 1. Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico contra la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. ARTÍCULO 2. Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a) Que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; b) Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, 70 prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y c) Que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra. El hecho de negarle el estudio a una niña para que se ocupe de los oficios domésticos; el pagar salarios diferenciados a hombres o mujeres, el no atender a una persona o brindarle un servicio deficiente en razón de su género, constituyen al tenor de los instrumentos internacionales, al mismo tiempo Discriminación y Violencia contra la mujer. Muchos de los criterios incorporados al presente documento, siguen siendo tema de discusión, por lo que su aplicación no es uniforme dentro de la jurisdicción familiar; no obstante, se ha tenido el cuidado de exponer los fundamentos técnico-jurídicos que respaldan cada una de las posturas asumidas en el Protocolo de Aplicación de la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, a efecto de permitir su evaluación por el operador u operadora. 71 1. El Principio de Igualdad de Derechos entre Hijos e Hijas Desde la antigüedad y más recientemente en nuestros mismos códigos civiles, era patente que el Estado llevado por un anhelo moralizador, intentaba circunscribir la procreación al ámbito matrimonial, pero en vez de sancionar a los progenitores, las penas recaían sobre los niños y niñas procreados en uniones libres, adulterina o sacrílegas; con tal motivo existía una serie de disposiciones que discriminaban a los niños y niñas nacidos fuera del vínculo matrimonial, aunque estos fueran reconocidos por sus padres, negándoles derechos hereditarios, alimenticios, y dejando por sentado su calidad ilegítima en sus Partidas de Nacimiento, lo que garantizaba un estigma indeleble cual marca de Caín, respecto del origen de la filiación, tareas físicas o bien la moral de los padres. Pero esta es sólo una de las posibles formas de discriminación de los/as hijos/as, existen padres o madres que discriminan a sus hijos e hijas por no haber nacido con el género que deseaban, por ser hijos/as de relaciones anteriores a la que en ese momento mantienen o por taras físicas o psicológicas que pueden padecer. Estas discriminaciones pueden verse materializada no sólo en el maltrato, sino en la falta de atención, o trato diferenciado; para el caso existen padres y madres que permiten que sólo uno/a o unos/as de los/as hijos/as estudien mientras que otros/as hijos/as se les obliga a trabajar, a un/a menor se le carga con todas las responsabilidades de hogar mientras que a otros se les consiente y se les brindan todas las atenciones. Debe recordarse que cualquier forma de menosprecio, ofensas o restricciones injustificadas, que impidan el normal desarrollo psicosocial de los niños y niñas constituyen violencia intrafamiliar. ARTICULO. 2 LITERAL “c”: “El derecho a una vida digna libre de violencia, en el ámbito público como en el ámbito privado”; Este literal guarda especial similitud con lo regulado en el artículo 3 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer: “Toda Mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado”. 72 Al parecer al legislador nacional consideró que la redacción del referido artículo 3, debía trasladarse a la legislación nacional, con la diferencia que amplió el referido artículo abarcando a cualquier miembro/a de la familia. El común los/las ciudadanos/as, considera obligatoria la intervención estatal por medio de los cuerpos de seguridad o de terceras personas, en el caso que se produzcan hechos de agresión entre conciudadanos en el ámbito público, a fin de detener la agresión y salvaguardar los derechos de la víctima, incluso en nuestro Código Penal siguiendo la tesis del “Buen Samaritano” contempla los ilícitos de: OMISIÓN DEL DEBER DE SOCORRO Art. 175.- El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de tercero, será sancionado con multa de cincuenta a cien días multa. En la misma pena incurrirá quien impedido de prestar socorro, no solicitare con urgencia auxilio ajeno. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio, la pena será de prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a cien días multa. INCUMPLIMIENTO DE DEBERES Art. 321.- El funcionario o empleado público, agente de autoridad o el encargado de un servicio público que ilegalmente omitiere, rehusare hacer o retardare algún acto propio de su función, será sancionado con prisión de cuatro a seis años e inhabilitación especial para el desempeño del cargo por igual período. Cuando el incumplimiento del deber de lugar a un hecho delictivo, o sea motivo de otro, la sanción se incrementará en una tercera parte del máximo establecido e inhabilitación del cargo por igual período. El problema se genera cuando la violencia se da en el ámbito privado, en la intimidad del seno familiar, acá las opiniones ya no son unánimes, existiendo una fuerte resistencia por parte de muchos/as en reconocer la necesidad de la intervención estatal para resolver conflictos tan íntimos como los problemas de pareja o aquellas discrepancias surgidas respecto de la crianza de los/as hijos/as. La autonomía de la voluntad y la injerencia estatal tienen su campo de batalla más complejo en el Derecho de Familia, debe recordarse que el límite de las potestades Estatales al 73 regular las relaciones familiares es precisamente la intimidad y el honor que lleva implícita la convivencia familiar. Existen decisiones como la planificación familiar, la religión bajo la cual se educará a la prole, el establecimiento del domicilio familiar, o el trato existente entre los/as miembros/as de una familia, que en determinado momento pueden aflorar al contexto jurídico debido a las consecuencias o violencia que generan. En ese sentido, será el/la Juez/a competente el/a responsable de definir los límites del Derecho de Familia, bajo la premisa que: “toda intervención judicial en el contexto familiar debe darse excepcionalmente, y siempre en respeto de la dignidad, intimidad y cohesión familiar, con el único propósito de salvaguardar los derechos de los/as miembros/as de la familia frente amenazas ciertas y jurídicamente relevantes”. ARTICULO. 2 LITERAL “d”: “La protección de la familia y de cada una de las personas que la constituyen; y”, En el seno familiar cumplen los esposos o convivientes las obligaciones que la moral y el derecho les imponen, tanto en su condición de pareja como en su carácter de padres. Estas obligaciones que a su vez generan derechos correlativos son primordialmente el débito conyugal, la cohabitación, la fidelidad, el socorro y la ayuda mutua, que debe la pareja guardarse entre sí y la crianza, corrección, educación y establecimiento de los/as hijos/as, así como el respeto y la obediencia que estos/as deben a sus progenitores. La familia es continuadora de las tradiciones sociales y políticas. Los padres infunden en los/as menores de edad la cultura e idiosincrasia de la sociedad, es así como los nuevos ciudadanos son continuadores de la civilización de sus antepasados; constituyéndose además en un factor primordial en la estabilidad social de los pueblos; al ejercer un control social que permite reorientar cualquier conducta anómala del/a menor y aplicar prontamente medidas que permitan su adecuada sociabilización. Una familia disgregada, violenta y débil, genera a su vez ciudadanos disfuncionales y violentos, convirtiéndose en el origen de muchos flagelos sociales, como la delincuencia, el embarazo en adolescentes, deserción escolar, explotación económica y sexual de niños/as y adolescentes, entre otros.; es por ello que incumbe al Estado la protección de la familia y de cada uno de los miembros que la conforman, procurando su unidad y cohesión. 74 2. Principio de Unidad de la Familia Este principio se contrapone a toda forma de desintegración familiar, su finalidad es solventar cualquier conflicto familiar por medio del entendimiento, a fin que la ruptura del núcleo familiar se considere como la última ratio (la última de las alternativas); debido a las nefastas consecuencias sociales y familiares que conlleva la desintegración familiar. En nuestra Carta Magna el artículo 32 inciso 1º define la política estatal de protección a la familia, mientras que en nuestra legislación secundaria son el artículo 17 numeral 1 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José)4 y los artículos 3, 7, 211 al 217 del Código de Familia 5 –entre otros-, son los que sustentan tal Principio. La L.C.V.I. cumple con este principio en el Art. 1 literales “c” y “d”, pues al mismo tiempo que se brinda protección a la víctima de violencia, se toman medidas que permitan la rehabilitación del/a agresor/a; para que una vez superadas las conductas o estereotipos generadores de violencia, los/as miembros/as de la familia puedan vivir en armonía, evitando con ello la desintegración familiar. El/a juez/a antes de tomar una medida que implique la desintegración familiar debe hacer un exhaustivo análisis de proporcionalidad, evaluando que derechos salvaguarda y cuales restringe, así como las consecuencias de la decisión judicial en la dinámica familiar. “Una intromisión del Estado desmedida siempre será considerada injusta, aunque sea legal”, en razón de ello deben preferirse las salidas alternas, incentivando a que sean los mismos miembros de las familias, los que busquen y propongan soluciones a los conflictos familiares, siempre y cuando esto sea procedente. La desintegración familiar es la última alternativa que debe considerarse, para solventar cualquier problemática; en lo posible debe procurarse que los niños y niñas vivan junto a sus padres y que la pareja continúe cohabitando; medidas como la exclusión del hogar familiar, el internamiento de menores en instituciones, o la colocación de los mismos con familiares u hogares provisionales, sólo pueden decretarse cuando existan amenazas graves a la integridad de las víctimas y no puedan considerarse otras alternativas menos gravosas, y una vez decretas, deben serlo por el menor tiempo posible, bajo estricta supervisión, a fin de considerar su cambio por otras medidas menos invasivas de la intimidad familiar. 75 3. Principio de Igualdad entre los cónyuges Los artículos 32 inciso 2º Cn, y 36 del C.F., desarrollan este principio, de tal suerte que ni el patriarcado o el matriarcado existen más en nuestro ordenamiento jurídico. En nuestra legislación familiar, la mujer ha dejado de considerarse como un miembro subordinado a la autoridad del marido y ahora asume un merecido papel protagónico junto a éste en la administración, sostenimiento y preservación de la familia. La igualdad entre cónyuges conlleva necesariamente a reconsiderar tanto aspectos domésticos, como la distribución de las tareas familiares (artículo 39 C.F.), las pautas económicas tal cual los regímenes patrimoniales del matrimonio (artículo 48 y siguientes C.F.), los gastos de la familia (artículo 38 C.F.), y los aspectos jurídicos (artículo 37 C.F.). Los roles y estereotipos, como la mujer ceñida a los oficios domésticos y el hombre proveedor, han sido ampliamente superados, al integrarse la mujer al sector productivo de la sociedad y al equiparase el trabajo doméstico al remunerado, por lo que debe velarse por superar esa igualdad formal o normativa entre cónyuges y pasar a una igualdad real. Debe enfatizarse que muchas de las causas que generan violencia al interior de la familia, devienen de la desigualdad que origina entre los cónyuges una estructura jerárquica rígida, basada en los roles estereotipados de género, lo que a su vez acarrea una distribución dispar de las tareas familiares y de los recursos con que cuenta la familia. En estos casos, las medidas de rehabilitación cuya imposición posibilita la L.C.V.I. deben dirigirse a permitir la superación de estos perjuicios culturales, pues mientras persistan siempre existirá la posibilidad que se susciten nuevos hechos de violencia intrafamiliar. 76 4. Principio de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes Es una obligación jurídica de la familia, el Estado y de la sociedad, el garantizar una protección eficaz para cada menor de edad; lo cual conlleva a un compromiso de erradicar cualquier agente que pueda causar un menoscabo a la integridad física, psicológica y moral, de los niños/as y adolescentes, a fin de asegurar el goce integral de sus derechos y su normal desarrollo bio-psico-social. ARTÍCULO 1 DE LA CONSTITUCIÓN DE EL SALVADOR, establece: “El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común. Asimismo, reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”. Todo niño o niña goza de una Protección Integral desde el momento mismo de su concepción hasta que alcance la mayoría de edad. Graciela Medina, define como Maltrato Prenatal “aquel que se da cuando condiciones de vida de la madre gestante, como la alimentación deficitaria, el exceso de trabajo corporal, enfermedades infecciosas, hábitos tóxicos, seguimiento inadecuado de una enfermedad crónica, entre otras, se mantiene durante el embarazo - pudiendo ser evitadas- trayendo consecuencias negativas al feto”. El debate sobre este punto puede ser reñido, pues confluye en él no solo actitudes negligentes o dolosas de la madre con la intención de abortar, sino la falta de recursos que impiden a una mujer embarazada contar con los medicamentos, asistencia hospitalaria o alimentos mínimos que le permitan concluir su embarazo en forma normal. Un/a juez/a puede obligar a una madre enferma de SIDA, a someterse a un tratamiento retroviral para que su hijo/a no nazca con la enfermedad, pero si la mujer embarazada sólo tiene acceso a un trabajo inadecuado para su estado o por su pobreza no puede alimentarse tal cual su condición lo amerita, resultan ser situaciones de difícil solución a nivel judicial, pues no se cuentan con las redes sociales o programas estatales, que permitan una solución al problema; siendo el Estado el último responsable para remediar estas situaciones. 77 5. Principio de protección de los incapaces y adultos/as mayores: Adultos Incapaces Las personas desde el momento que llegan a su mayoría de edad, se consideran capaces por presunción de ley (capacidad de goce y ejercicio); para poder romper esta presunción, es necesario, que la incapacidad sea declarada judicialmente por el/a juez/a de familia competente. En algunos casos en los que los/as juzgadores/as, perciben que las personas denunciantes o aquellas sobre las que penden los hechos de violencia intrafamiliar, presentan indicios que lleven a presumir el padecimiento de enfermedades mentales; el/a juez/a debe solicitar la práctica del peritaje psiquiátrico, a fin de establecer la condición psicológica de la persona y evitar resolver con la mera apreciación que genere del contacto con el justiciable, pues si no se conoce el padecimiento tampoco es posible determinar el nivel de conciencia y por ende de responsabilidad, de la persona sobre sus actos. En el caso que sea la persona denunciante la que presente un trastorno psiquiátrico, deberá remitirse el oficio correspondiente a la Procuraduría General de la República, junto con las resultas del peritaje realizado, a fin que sea esta institución la que inicie las diligencias de Declaración Judicial de Incapacidad y de Tutela, ante el juzgado de familia competente. Si el/a denunciante hace saber sobre patologías psiquiátricas en la persona agresora, deben librarse medidas de protección a favor de la posible víctima, debido a que si no hay una declaratoria de incapacidad se presume por ley que la persona denunciada es capaz legalmente y en consecuencia responsable de sus actos. No obstante, el/a Juez/a debe solicitar la práctica urgente de un examen psiquiátrico y considerar el nivel de peligrosidad de la persona denunciada. En caso que la peligrosidad sea extrema y ponga en grave riesgo la vida de la víctima, de otro miembro del grupo familiar o del mismo/a denunciado/a, puede ordenarse el internamiento en un centro psiquiátrico, bajo la exclusiva responsabilidad de la persona denunciante y bajo supervisión judicial. Así como ha de certificarse lo pertinente a la Procuraduría General de la República, a fin que a la brevedad posible inicie las diligencias de Declaración Judicial de Incapacidad. 78 Los padecimientos que originan que una persona sea declara judicialmente incapaz, varían según su génesis, duración, edad, grado de discernimiento. Personas Adultas Mayores La intolerancia, la discriminación e incluso la violencia sobre los/as Adultos Mayores, también son flagelos presentes en las sociedades difíciles de erradicar; es por esto que se ha reforzado la protección de los mismos con un marco normativo extenso, el cual no es suficiente si no se causa un impacto en los valores morales de nuestra sociedad. Para la aplicación de este tema, ver el acápite sobre “LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES Y LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR”. 79 6. La LEPINA y la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar respecto de la protección de niños, niñas y adolescentes Actualmente se encuentra aprobada la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LEPINA), sin embargo, está en período de vacatio legis (vacación de ley), habiéndose postergado su entrada en vigencia hasta el año 2010. La LEPINA comprende en sus Art. 37 y 3829 el “Derecho a la Integridad Personal” y a la “Protección frente al Maltrato”, abarcando con ello las formas de violencia intrafamiliar de las cuales puedan ser objeto los niños, niñas y adolescentes; no obstante la LEPINA, no hace más referencia a la V.I.F., que en su artículo 19330, en el que establece que las Asociaciones de Promoción y Asistencia (definidas en el Art. 192 LEPINA31) pueden asistir en casos de denuncia de violencia intrafamiliar u otras formas de vulneración o amenaza de la niñez y la adolescencia; no obstante, se entiende que el Sistema de Protección Integral de la Niñez y a la Adolescencia, por medio de las Juntas de Protección de la Niñez y la Adolescencia (Arts. 158, 160 y 202 y siguientes LEPINA) y los Tribunales y Cámaras Especializados de Niñez y Adolescencia (Arts. 213 y siguientes LEPINA), habrá de conocer de los casos de V.I.F., en los que se vean menores de edad involucrados. Las observaciones que podemos hacer a éste cuerpo normativo a un no vigente, es que no establece en forma expresa que comprende la competencia sobre los hechos de violencia intrafamiliar, lo que ocasionará serios conflictos de competencia, o bien duplicidad de trámites, pues un Juez de Paz o de Familia, no podrá conocer de los hechos de violencia que afecten a menores de edad, aunque esté conociendo del resto hechos de violencia que atañan al grupo familiar y viceversa. Asimismo, a la presente fecha ni los organismos administrativos ni las entidades judiciales especializadas que han de conformar el Sistema de Protección Integral, han sido creadas lo que impone serias dudas sobre la eficacia de los mismos, al momento de echarse a andar. El mundo médico recién en 1962, reconoció el maltrato infantil como posibilidad de diagnóstico, debido a la publicación del trabajo de Henry Kempe sobre el “Síndrome del Niño Golpeado”, el cual consideró como: “Una condición clínica, causada por golpes físicos, intencionales de un padre o cuidador”. A diferencia del maltrato físico, el castigo corporal se define como el empleo de la fuerza física con intención de causar dolor, sin lesionar, con el propósito de corregir o controlar 80 una conducta. No siempre es sencillo saber cuándo termina el “disciplinamiento” y comienza el abuso. En contraposición con el maltrato físico, el castigo corporal es una práctica muy difundida y aceptada. A pesar de ello, constituye una violación a los derechos fundamentales como personas, es un atentado contra su dignidad y autoestima, es una práctica peligrosa porque puede causar daños graves a los niños/as y constituye siempre una forma de abuso psicológico. No debe dejarse de lado, que la violencia psicológica ocasiona tanto daño como la violencia física, y puede generar estrés, depresiones, trastornos de sueño y de atención, bajo rendimiento escolar, entre otros. Los niños/as que sufren violencia intrafamiliar tienden a reproducir comportamientos antisociales, a repetir patrones de comportamiento violento o a aceptar que se ejerza violencia sobre ellos. Es por ello, que el Juez o Jueza, al igual que los miembros de los equipos multidisciplinarios, no deben invisibilizar a los niños, niñas y adolescentes al momento de hacer sus investigaciones, pues en los hogares violentos los menores de edad se ven siempre involucrados ya sea directamente o indirectamente. 81 7. La escucha de los niños, niñas y adolescentes ¿Por qué escuchar a un niño, niña o adolescente? No obstante la exorbitante carga laboral en los juzgados, que en muchos casos obliga a entrevistar únicamente a la persona denunciante; debe priorizarse la protección de los/as menores y el respeto de sus derechos; ya que los niños/as y adolecentes inmersos en hogares violentos presencian por lo general las agresiones entre sus padres y madres lo que acarrea profundas secuelas psicológicas; debe enfatizarse que cuando el padre, la madre o responsables de su cuido, ejercen violencia intrafamiliar, no se limitan a agredir a la pareja sino que la ira, la frustración y traumas también se traducen en ataques contra otros miembros/as vulnerables en el entorno familiar, en forma de abuso en el derecho de corrección o de menosprecio hacia los niños, niñas y adolescentes. Los jueces y juezas deben garantizar en lo posible la protección integral de los niños/as y adolescentes y al existir indicios o prueba respecto a que uno de los miembros de la familia, ejerce violencia en el entorno familiar; debe asegurarse que los niños/as y adolescentes no se vean afectados, y para ello deben tomar las medidas que impidan acciones violentas contra ellos/as. Otra razón importante es que los Procesos de Violencia Intrafamiliar producen trastornos en la dinámica familiar, en los casos extremos cuando es necesario excluir a la persona denunciada del hogar familiar o impedir su acceso a la vivienda, inevitablemente se afecta la relación padre/madre-hijos/hijas u otros miembros/as de la familia extensa, impidiendo la convivencia o el régimen de visita, comunicación y estadía entre los mismos, mientras las medidas están vigentes, lo que atañe directamente al acervo de derechos de los niños/as y adolescentes. Aunque los niños/as y adolecentes no se vinculen directamente a los hechos de violencia denunciados, es responsabilidad del Juez o Jueza escucharlos y requerir el apoyo de especialistas - de ser necesario para que la comunicación sea eficaz; ya que no puede obviarse la obligación del juzgador o juzgadora prescrita en los artículos: 12 Convención de los Derechos del Niño, 351 Ord. 9º C.F., y 7 lit. “j” L.Pr.F. Debe recalcarse que no obstante el artículo 7 lit. “j” L.Pr.F., establece un límite de doce años para escuchar a un niño/a o adolescente, la Convención Sobre los Derechos del Niño, no establece un límite de edad, por lo que todo niño/a o adolescente que pueda darse a entender y cuyo desarrollo permita el hacerle comprender en forma sencilla y adecuada, la importancia en el proceso 82 de violencia intrafamiliar de su manifestación, debe ser escuchado/da. El juez o jueza debe procurar entrar en contacto visual con el niño/niña sin importar su edad, dando vida al principio de inmediación y así detectar cualquier indicio de maltrato por acción u omisión, a fin de ordenar los exámenes forenses que permitan al/a juez/a confirmar o desvirtuar estos indicios y de esta manera medir el nivel de afectación en la psiquis de los/as menores para tomar medidas paliativas que permitan su recuperación. La escucha del niño/a o adolescente debe hacerse en presencia únicamente del Juez o Jueza, a menos que este requiera ser asistido por un/a especialista, al igual que lo que el/la menor manifieste debe asentarse en un acta diferente a la de las audiencias propias del proceso; a fin de evitar conflictos entre los niños/as y adolescentes escuchados/as y sus padres, madres o responsables, en todo caso el documentar la escucha del menor es imprescindible. En la práctica se han tomado diversas medidas para garantizar la confidencialidad de los datos aportados por los menores, como no dejar asentado en el acta de escucha los hechos narrados por el niño/a o adolescente, haciendo constar únicamente la circunstancia de la escucha; lo cual impide dejar registro de los datos relevantes aportados por los/as menores, lo que imposibilita su posterior análisis en caso de futuros procesos, recursos, peritajes o investigaciones por parte de los equipos multidisciplinarios, así como fundamentar medidas o resoluciones tomadas por el/a juzgador/a con base a esa información; también se ha optado por no agregar el acta de escucha del niño/a o adolescente al expediente material, para impedir que las partes tengan acceso al mismo, sino que tal acta se resguarda en un legajo diferente, al que no tienen acceso las partes; mientras que otros jueces o juezas no toman tales reservas y agregan las actas a los procesos, teniendo las partes y sus apoderados acceso a las mismas. De una u otra forma el/la operador/a de justicia debe valorar el manejo que dé a la información que proporcione el niño/a o adolescente, dependiendo de las circunstancias especiales de cada caso, siempre bajo la consigna de no deteriorar las relaciones entre padres-madres e hijos-hijas y salvaguardar la integridad de todo niño/a o adolescente, el cual puede ser sujeto a represalias por parte de aquellas personas que se vean afectadas por su declaración. 83 8. Los/as menores de edad como sujetos procesales en la L.C.V.I. La L.C.V.I. no especifica un procedimiento especial a seguir en los casos donde son niños/as o adolescentes los/as denunciantes o los/as denunciados/as. El Art. 15 L.C.V.I.34 plantea los casos en los que la víctima es menor de edad, incapaz o discapacitado/a, pero no hace referencia a la representación legal de los/las mismos/as. En estos casos si la denuncia es interpuesta por el padre, madre o tutor/a a favor del niño/a, adolescente, incapaz o incapacitado, la representación legal de éste evita cualquier obstáculo respecto a la legitimación procesal activa dentro del proceso, pero cuando es el niño/a o adolescente en persona quien denuncia, instituciones de salud o educativas, bien una persona ajena a la familia nuclear, o el mismo ISNA la representación del/a menor, del/a incapaz o incapacitado/a, debe ser otorgada por el/a juez/a al Procurador General de la República, a fin que se apersone al juicio delegando para ello un Agente Auxiliar. En el último de los supuesto abordados, la denuncia debe recibirse y en el mismo auto que contenga las medidas de protección debe requerirse la actuación de la P.G.R.; esto opera en los supuestos en los que el/a progenitor/a no señalado como responsable de los hechos de violencia, no asume la representación del hijo/a o intenta desistir del proceso en una actitud de protección hacia el/a progenitor/a señalado/a como agresor/a, o ambos padres son denunciados como autores de hechos de violencia. (Art. 224 C.F.) Lo mismo opera para los casos de adolescentes que por motivos legales, han salido de la autoridad parental (adolescentes que hayan contraído matrimonio) ya que en todos los supuestos sean los progenitores o el/la cónyuge los denunciados, existen evidentes intereses contrapuestos por lo que es obvio que los representantes legales, no pueden ejercer con imparcialidad su función y deben ser relevados/as de la misma. Un criterio erróneo ocurre cuando un Juzgado de Familia inicia “Diligencias Oficiosas de Protección de Menor”, en lugar de iniciar el Proceso de Violencia Intrafamiliar (los Juzgados de Paz están también habilitados para dictar medidas de protección a favor de menores Art. 206 literal “c” L.Pr.F.), estas diligencias se agotan con la toma de medidas de protección o cautelares a favor de los menores víctimas o en peligro, y su uso está restringido para aquellos supuestos en que se violenten derechos de niños, niñas y adolescentes, siempre y cuando no sea materia de violencia intrafamiliar; pues dichas diligencias no están sujetas 84 a plazos procesales y dependen de la celeridad que los juzgados puedan darles, así como no son procedimientos “Constitucionalmente Configurados” al no existir una fase probatoria, además de no generar un presupuesto de procesabilidad penal en casos de reincidencia. Si bien el Código de Familia, permite el tratamiento de los casos de maltrato de menores, debe recordarse que por los criterios de temporalidad (ley más reciente) y especialidad (la ley especial priva sobre la general) debe aplicarse la L.C.V.I., tal como lo establece el art. 15 L.C.V.I. Si bien es innegable que los niños/as y adolescentes pueden ejercer violencia intrafamiliar contra otros menores de edad, adultos mayores, padres, madres entre otros., o en el caso de adolescentes contra sus convivientes o cónyuges, y por ende ser sujeto de denuncia por hechos de violencia intrafamiliar; también es cierto que todos los/las menores de edad están sujetos a un “Régimen Especial de Protección”, aunque hayan salido de la autoridad parental por haber contraído nupcias, tal como se estable en los párrafos 9º y 10º del preámbulo de la Convención de los Derechos del Niño y el artículo 344 C.F. Existen autores que admiten la aplicación de la L.C.V.I. en contra de los/las menores de edad, al considerar que dicha ley es preventiva y no punitiva como la Ley Penal Juvenil y que hay casos de menores cuyo desarrollo psicológico les permite responder judicialmente por sus actos; pero dejan de lado que la Convención Sobre los Derechos del Niño no hizo distingos respecto a la edad o nivel de desarrollo de los niños/as y adolecentes al momento de incluirlos en un régimen especial de protección, por lo que no le compete al juzgador discriminar cuando el legislador no lo hizo, tal como reza el adagio latino: “ubi lex non distinguit, hec non distinguere debemus” (donde la ley no distingue tampoco nosotros debemos). Todo lo contrario, la interpretación de la norma debe hacerse siempre en el sentido en el que mejor potencie el goce de los derechos que contempla. Es preciso señalar, que los procesos de violencia intrafamiliar son extremadamente estigmatizantes y represivos, pues su primer objetivo es impedir nuevos hechos de violencia intrafamiliar por medio de una actuación estatal expedita y contundente, capaz de disuadir a la persona denunciada para que no reincida en su actuar por medio de la prevención especial, advirtiendo la intervención de los cuerpos policiales y de consecuencias penales en caso de desobediencia a las medidas de protección, lo que puede generar un grave daño en la psiquis del menor, al interpretar la denuncia en su 85 contra como un abandono, rechazo o acusación calumniosa de su propia familia. Debe enfatizarse que la aplicación de la L.C.V.I., a un menor de edad puede llevar a la exclusión del hogar del mismo o a hacerlo comparecer por apremio al proceso, ambas medidas desproporcionales y estigmatizantes, contrarias al sistema jurídico de protección internacional de los niños, niñas y adolescentes. Cuando un/a menor sea denunciado/a, debe procurarse la inmediata actuación de los equipos multidisciplinarios, a fin de ampliar el conocimiento de los hechos vertidos y poder tomar decisiones que permitan proteger a la víctima sin convertir en una víctima al menor denunciado; en el caso de los/as jueces/zas de paz una vez asegurada la integridad de la víctima, deben remitirlo el caso al juzgado de familia. Lo anterior con la finalidad que sea ante esta instancia donde pueda abordarse el caso en diligencias de “CORRECCIÓN Y ORIENTACIÓN”, en el previo estudio por parte de los equipos multidisciplinarios, tal como se establece en el artículo 215 inciso 2º C.F., se dicten las “Medidas Tutelares” necesarias. Estas medidas tienen como finalidad el orientar, dirigir o amparar al menor, ya sea requiriendo de sus progenitores un mayor control y disciplina, incorporando a los/as a grupos de terapia, incorporándolos/as a programas de estudio o capacitación, entre otros, y de esta manera lograr cambios conductuales permanentes al reorientar el actuar del/a menor sin romper los lazos familiares y sin estigmatizarle. En caso que el actuar del/a menor se subsuma en ilícito deberá certificarse lo conducente a la Fiscalía General de la República, para que esta inicie el proceso correspondiente ante los Juzgados de Menores. 86 9. Las Personas Adultas Mayores y la L.C.V.I. Al igual que los/as menores de edad, los/as adultos/as mayores están protegidos/as por un régimen de protección especial, desarrollado en el siguiente marco jurídico: Código de Familia Arts. 389 al 396; Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor y el Reglamento de la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor. A partir de los sesenta años (Art. 389 C.F.41) las personas se consideran adultos/as mayores, valorándose como aspectos esenciales de su protección integral: el respeto, la consideración, tolerancia, atención y cuidados especiales, el ambiente apropiado, tranquilo y los esparcimientos adecuados. Los/as adultos/as mayores son un sector de la población especialmente vulnerable dentro de la familia, siendo la discriminación, el maltrato y el abandono los principales perjuicios a combatir. Las personas adultas mayores, cuentan entre la gama de derechos que les son especialmente reconocidos Art. 394 C.F. y 5 Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor 1- a no ser discriminados en razón de su edad; 2- a vivir al lado de su familia, con dignidad, en un ambiente que satisfaga plenamente sus diversas necesidades y les proporcione tranquilidad; 3- a recibir un buen trato, consideración y tolerancia, por parte de la familia, la sociedad y el Estado; 4- a ser oídos, atendidos y consultados en todos aquellos asuntos que fueren de su interés…; 5- a ser informado de sus derechos y de las leyes que se los garantizan; y especialmente 6- “a recibir una protección especial contra abusos o malos tratos de cualquier índole...”. 87 10. La L.C.V.I. y La Ley de Atención Integral Para La Persona Adulta Mayor Al tenor de lo que establece el Art. 13 L.C.V.I. cualquier persona puede denunciar o dar aviso sobre hechos de violencia a favor de otra, el Art. 24 de la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor otorga una “LEGITIMACIÓN PARA EJERCER LA ACCIÓN” de VIOLENCIA INTRAFAMILIAR a los representantes de la instituciones públicas y privadas, encargados de los programas de atención a las personas adultas mayores y a cualquier persona que conozca del abuso. El lenguaje utilizado por el legislador, hace presumir que no solo se refiere a la posibilidad de interponer la denuncia, sino que pareciera otorgar una legitimación procesal activa, que habilitaría a cualquier persona a actuar a favor de un/a adulto/a mayor dentro de un proceso de violencia intrafamiliar. Lo anterior es contradictorio con lo regulado en el artículo 46 del Reglamento de la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor, el cual establece que si un Centro de Atención ubica a una persona adulta mayor cuyos derechos están siendo vulnerados y ésta no puede acudir por sus propios medios a la instancia competente, el Centro de Atención debe informar a la Secretaría Nacional de la Familia para que proceda conforme el caso lo requiera; siendo las Instituciones del Ministerio Público quienes deben asumir la representación de las personas adultas mayores. Como se puede apreciar, ni el representante del Centro de Atención ni los personeros de la Secretaría General de la Familia, ejercen esa legitimación para actuar dentro del proceso, sino que informan al Ministerio Público el cual actúa por ministerio de ley en representación de la persona adulta mayor víctima de agresiones, abandono o de violencia intrafamiliar; siempre y cuando la misma no pudiera apersonarse por sus propios medios a interponer la denuncia o a ejercer sus derechos. En los casos penales, corresponderá a la F.G.R. el ejercicio de la acción judicial y en los asuntos civiles y familiares a la P.G.R. e incluso la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, se encuentra habilitada por estar comprendida como parte del Ministerio Público Art. 191 Cn. No es lo mismo, que se habilite a cualquier persona que presencia hechos de violencia a denunciarlos o dar aviso de los mismos y que incluso los funcionarios están obligados a denunciarlos Arts. 13 y 14 L.C.V.I., a otorgar a cualquier persona la legitimación para ejercer tal acción. La legitimación implica que una persona reúne las condiciones que le habilitan ser parte procesal en una relación jurídica específica, por ejemplo, los hijos 88 reconocidos por el padre, están legitimados para ejercer la acción de alimentos, mientras aquellos que no cuentan con filiación paterna establecida legalmente, no pueden ejercer la acción de alimentos en contra del supuesto padre. Respecto a esta habilitación para que cualquier persona actúe “a favor de un/a adulto/a mayor”, no tiene fundamento doctrinario, jurisprudencial o procesal; aún más, si la persona adulta mayor puede hacer valer sus derechos por sí misma y en caso que fuere incapaz, por mandato constitucional es el Procurador General de la República el primer llamado a velar por la defensa de los derechos de estas personas Art. 194 Romano II ordinal 1º Cn en relación al Art. 224 C.F. Al no ser extraño en nuestro país, errores en la normativa por una en la técnica legislativa deficiente, puede deducirse que la expresión “legitimación para el ejercicio de la acción” haya sido sólo una fórmula más, para ratificar el compromiso ciudadano e institucional de denunciar cualquier hecho que menoscabe la dignidad, la igualdad e integridad de las personas adultas mayores. En todo caso, cualquier persona o autoridad que tenga conocimiento de hechos de violencia en contra de una persona adulta mayor, debe interponer la denuncia respectiva y al igual que los/las jueces/zas ante cuya autoridad se inicie un proceso de violencia intrafamiliar, deben dar aviso a la Secretaría Nacional de la Familia y a la Procuraduría General de la República, por ser ambas instituciones parte del Consejo Nacional de Atención Integral a los Programas de Adultos Mayores Art. 7 “Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor” y de los “Sistemas Nacionales de Protección a la Familia, Personas Adultas Mayor y al Menor” Art. 400 C.F. En consideración a las necesidades particulares de las personas adultas mayores, pueden dictarse medidas tales como la de resguardo o fijar cuotas alimenticias que pueden ser utilizadas para comprar fármacos, entre otros. 89 11. Actuación de la Policía Nacional Civil La L.C.V.I. confiere a la P.N.C. un rol que va más allá de una actuación pasiva subordinada a la actividad Judicial, y que convierte a la P.N.C. en la primera línea de auxilio, protección, asesoría y asistencia de las posibles víctimas de violencia intrafamiliar. Por lo general, el/la primer/a representante de la “Autoridad Estatal”, que se apersona a la escena es el/la “Agente de la P.N.C.”, quien debe calificar si los hechos -que en algunos casos inclusive presencia- son atípicos, encajan en violencia intrafamiliar o bien constituyen un ilícito cuyo tratamiento incumbe al área penal; en razón de ello se le conoce al/a la “Agente de la P.N.C.” como “El Juez/a de la Calle”. De la correcta actuación de los/las miembros/as de la P.N.C. dependerá en muchos casos no solo el éxito del proceso que con posterioridad se inicie, sino que además la vida de la víctima de agresión y de su grupo familiar. PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN DE LA P.N.C. El desempeño de un/una Agente de la P.N.C. al momento de tener noticia de posibles hechos de violencia intrafamiliar debe ser la siguiente: 1- Recibir la denuncia o aviso (Art. 13 L.C.V.I.): cualquier persona puede interponer una denuncia de violencia intrafamiliar ante la Policía Nacional Civil o bien dar aviso vía telefónica, siendo obligación el recibirla y tomar acciones inmediatamente, dejándose constancia de ello en el “Libro de Novedades”. 2- Por regla general, el/la Agente de la P.N.C., ya en el lugar de los hechos, debe llamar a la reflexión a las partes, haciendo énfasis en el diálogo y el entendimiento para resolver cualquier situación, intentando calmar los ánimos de los/as involucrados/as, mientras recaba información sobre los hechos, las personas involucradas, la gravedad de la situación (necesidad de peritajes forenses), posibles testigos, la existencia de medidas de protección vigentes, entre otros, y de esta forma establecer una línea de actuación precisa; es importante informarse si el/a presunto/a agresor/a posee arma de fuego y si la misma ha sido utilizada para intimidar a la presunta víctima, además, de consignar cualquier otra circunstancia relevante en el “Informe Policial” que refiere el Art. 11 L.C.V.I. 90 El informe debe trascribirse a máquina de escribir o computadora- siempre que cuente con estos recursos-, haciendo especial énfasis en la buena caligrafía, ortografía y redacción, a efecto de en sede judicial se cuente con un documento legible, que permita conocer en detalle todas las circunstancias importantes del hecho como: lugar exacto, tiempo, personas intervinientes, testigos y modo en el que ocurrieron los hechos. La omisión de datos o la imposibilidad de entender lo escrito, pueden evitar una actuación judicial oportuna. 3- Si al apersonarse a la vivienda, la misma se encuentra cerrada y nadie responde al llamado, pero existen suficientes elementos que permitan deducir que dentro de la vivienda se están suscitando hechos de agresión, como gritos, golpes, ruido de muebles, o bien declaraciones de vecinos o peatones quienes describan que recién han presenciado elementos como los anteriores; debe ingresarse a la vivienda incluso forzando cerraduras o puertas, al tenor de lo que establecen los Arts. 20 Cn., y 177 Pr.Pn.: ARTICULO. 20 Cn. – “La morada es inviolable y sólo podrá ingresarse a ella por consentimiento de la persona que la habita, por mandato judicial, por flagrante delito o peligro inminente de su perpetración, o por grave riesgo de las personas. La violación de este derecho dará lugar a reclamar indemnización por los daños y perjuicios ocasionados”. ALLANAMIENTO SIN ORDEN JUDICIAL. ARTICULO. 177 Pr. Pn. “La policía podrá proceder al allanamiento sin orden judicial únicamente en los casos siguientes: 2) Cuando se tenga conocimiento que dentro de una casa o local se está cometiendo un delito o cuando en su interior se oigan voces que anuncien estarse cometiendo un delito o cuando se pida auxilio o por grave riesgo en la vida de las personas;” En casos extremos, debe procurarse localizar a las posibles víctimas dentro del inmueble para salvaguardarlas en especial si hay niños/as, adolescentes o adultos mayores involucrados; así como someter a la persona agresora para que deje de constituir un peligro. 91 Siempre que la víctima manifieste haber sufrido lesiones o sean las mismas observables, debe ser remitida a un centro asistencial a la brevedad posible proveyendo el transporte, tal como lo establece el artículo 10 literal “a” L.C.V.I. así como debe detenerse o poner bajo custodia a la persona agresora por tratarse de una “Detención en Flagrancia” tal como lo establecen los artículos: 10 literal “e” L.C.V.I.: “Siempre que la Policía Nacional Civil, tenga conocimiento o recibiere aviso que una persona es víctima de violencia intrafamiliar, deberá tomar las medidas necesarias para evitar que dicha persona sea maltratada y deberá realizar las gestiones siguientes: e) Detendrá a la presunta persona agresora si se constata la existencia y participación de conductas de violencia intrafamiliar, cuando los hechos constituyan otros delitos que sean manifestaciones derivadas de ésta y cuando se trate del delito de violencia intrafamiliar contemplado en el Art. 200 del Código Penal. En todo caso tomará las medidas pertinentes para impedir al agresor o agresora continuar con actos violentos y protegerá a la víctima”. Detención en Flagrancia Art. 288 Pr.Pn. - “La Policía aprehenderá a quien sorprenda en flagrante delito. En el mismo caso, cualquier persona estará autorizada a practicar la aprehensión y a impedir que el delito produzca consecuencias ulteriores e inmediatamente se entregará al aprehendido a la Policía Nacional Civil, para el inicio de la investigación correspondiente. Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho punible es sorprendido en el momento de intentarlo o cometerlo, o inmediatamente después de haberlo consumado o dentro de las veinticuatro horas siguientes al hecho, o cuando sea sorprendido con objetos o elementos con los cuales se ha cometido el delito o sean producto del mismo o cuando se le persiga por las autoridades o particulares”. El Artículo 323 del Nuevo Código Procesal Penal contempla la detención en flagrancia, en términos casi idénticos a lo prescrito en el antes relacionado artículo, salvo que el 323 no comprende la última frase del artículo 288 que dice: “o cuando se le persiga por las autoridades o particulares”. 92 En todo caso, cuando los hechos constituyan delito, los/las agentes policiales deberán resguardar el lugar de los hechos como cualquier otra escena del delito; conservando evidencias y evitando la contaminación de la escena, mientras se hacen presentes los miembros de la Fiscalía, División Técnica Científica de la Policía Nacional Civil y del Instituto de Medicina Legal, quienes han de procesar la escena. 4- En los casos en los que las lesiones sufridas por la víctima no requieran de un tratamiento médico inmediato, pero la misma refiera haber sido objeto de cualquier tipo de agresión física, aunque las mismas no fueren visibles, debe ser conducida al Instituto de Medicina Legal, a fin de que se le practique el respectivo reconociendo de lesiones, solo después del cual podrá dilucidarse si la agresión producida ha causado lesiones y si las mismas son constitutivas o no de delito. Bajo ningún supuesto el/la agente de autoridad debe solicitar a la víctima le muestre las marcas de lesiones y golpes, despojándose de la ropa, siendo el único habilitado el/a médico forense para realizar tal procedimiento. 5- La importancia del resguardo de la evidencia. En los casos de agresiones físicas y psicológicas es el cuerpo y la mente de la víctima los que preservan las huellas de la agresión, por lo que debe hacerse énfasis en la importancia en que la víctima se someta oportunamente a los exámenes médico-legales y peritajes psicológicos; así como, la conservación de cualquier comprobante de gastos médicos en los que incurra para sanar de las lesiones infringidas, terapias, reparación de objetos, gastos de mudanza, entre otros., pues los mismos pueden ser resarcidos mediante el Proceso de Violencia Intrafamiliar, tal como lo establece el artículo 28 literal “e” L.C.V.I. Asimismo, debe informarse a la presunta víctima sobre la posibilidad de hacer llamadas desde cualquier teléfono público en forma gratuita al Sistema de Emergencia 911; debe proporcionarse los nombres, direcciones y teléfonos de las instancias que brindan ayuda en casos de violencia intrafamiliar y la ubicación de la delegación o puesto policial más cercano y/o las generales de la autoridad policial que atendió el caso, para que pueda ser contactado de ser necesario respecto de la denuncia interpuesta. 6- Debe asesorarse a la presunta víctima sobre la búsqueda de testigos presenciales de la violencia intrafamiliar, si los/as testigos solo han tenido conocimiento de los hechos, porque la víctima o terceras personas se los han comentado, tienen muy 93 poco valor probatorio por ser testigos meramente referenciales; los/as testigos idóneos son aquellos/as quienes han presenciado los hechos de violencia; presenciar se refiere no sólo a ver los hechos, sino también a escuchar situaciones de las que puedan inferirse agresiones, como gritos, llamados de auxilio entre otros. En el derecho de Familia, no operan los impedimentos para testificar, que en el derecho civil se conocen como tachas, por lo que cualquier familiar (mayor de edad), vecino o amigo pueden servir de testigo una vez hayan presenciado los hechos denunciados. El artículo 12 L.C.V.I. establece que si los/las agentes de la Policía Nacional Civil, presencian hechos de violencia intrafamiliar pueden ser aceptados como testigos, y ciertamente son testigos idóneos por contar con un alto grado de imparcialidad y convertirse en Testigos Presenciales. 7- Informar a la víctima sobre el goce de los derechos que confiere la L.C.V.I. como el respeto a su vida, su dignidad e integridad física, sexual, psicológica y patrimonial; gozar de una vida libre de violencia; recibir protección especial tanto la víctima como su grupo familiar y el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres. Asimismo, debe hacerse énfasis en las diferentes competencias y funciones que desempeñan las instituciones que actúan en el combate de la violencia intrafamiliar, ya sea a nivel judicial con las medidas de protección y el consecuente proceso de violencia intrafamiliar; así como en las actuaciones en sede administrativa, como la posibilidad de resguardo para mujeres maltratadas en el albergue del ISDEMU en San Salvador y cuya ubicación es confidencial, o bien el papel del ISNA en lo que respecta a menores de edad amenazados o víctimas de agresión. 8- En cuanto a lo prescrito en el Art. 10 literal “f” L.C.V.I.68 y la potestad que se les concede a los/las Agentes de la P.N.C. de dictar una “Medida de Protección Especial Temporal” que consiste en ordenar a la presunta persona agresora se aleje del lugar de los hechos hasta por un plazo de ocho horas y cuyo incumplimiento genera responsabilidad penal. 9- Todas las medidas de protección poseen la característica de la “temporalidad”, es decir, que toda medida de protección debe ser dictada para cumplir sus efectos en 94 un plazo determinado de vigencia, fuera del cual quedan sin efecto. Por lo que el carácter de temporal de esta medida no tiene nada de especial. 10- La medida en cuestión conlleva a la restricción de un derecho de rango constitucional como lo es “La Libertad Ambulatoria”, aunque por un tiempo limitado; pero el lugar al cual se le prohíbe acercarse a la/al justiciable resulta ser en la mayoría de casos su propio hogar, lo que agrava la restricción. En todo caso, siempre que una autoridad limita derechos de rango constitucional a un/a ciudadano/a, surge la necesidad de documentación estricta del hecho y la consecuente fundamentación de la medida adoptada, so pena de ser considerada arbitraria o ilegítima. 11- La disposición habilitante es imprecisa, pues no establece que distancia es la razonable para considerar que un/a posible agresor/a esta lo suficientemente lejos (¿puede quedarse el/la justiciable con un/a vecino/a o es necesario que salga de la colonia o del cantón?), ni bajo que parámetros se ha de fijar la cantidad de horas que ha de pasar alejada la persona, pues solo establece el límite temporal máximo; 12- El Art. 10 literal “f” In fine L.C.V.I. regula que la desobediencia a esta medida de alejamiento acarrea responsabilidad penal, dicho presupuesto no es coincidente con la legislación penal; debido a que la medida de protección en estudio emana de un/a “Agente de la P.N.C.” y no de un/a “Funcionario/a Público/a” o “Autoridad Pública”. Siendo el caso, que los tipos penales de: “Desobediencia de Particulares Art. 338 C.Pn” y “Desobediencia en caso de Violencia Intrafamiliar Art. 338- A C.Pn” e inclusive la falta penal de “Inobservancia de la Providencias de la Autoridad Art. 393 C.Pn”; requieren que la orden, medida dictada o providencia, provenga exclusivamente de un/a Funcionario/a Público/a o Autoridad Pública, por lo que la desobediencia a la medida de protección dictada por “Agentes de la Policía Nacional Civil”, no acarrea responsabilidad penal alguna por ser una conducta atípica. La permanencia del/a supuesto/a agresor/a en el lugar de los hechos, pudiera generar responsabilidad penal, cuando ejerciere una violencia capaz de impedir a los agentes realizar su actuación legal, como brindar asistencia a la víctima o retirarla del lugar de los hechos; para que se configure este ilícito no basta un intercambio verbal o un forcejeo en el que sin complicaciones se somete al/a infractor/a, implica el que el/a agresor/a haga uso 95 una violencia tal que repela a los agentes policiales y les imposibilite el prestar auxilio o el cumplir con su deber, sólo en este supuesto estaremos en presencia del delito de resistencia: RESISTENCIA “Art. 337.- El que se opusiere mediante violencia, a la ejecución de un acto legal de un funcionario o empleado público, agente de autoridad o autoridad pública o contra los actos de un particular que le prestare asistencia a requerimiento de ellos o en virtud de un deber legal, será sancionado con prisión de seis meses a dos años”. En conclusión, los/as Agentes de la P.N.C., cuentan con una norma habilitante que les permite dictar la “Medida de Protección Especial Temporal de Alejamiento”, al restringir derechos de rango constitucional los Agentes están sujetos a denuncias en la Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos o ante las oficinas de Inspectoría de la P.N.C.; de igual forma al no coincidir dicha medida con los tipos penales vigentes, su desobediencia no puede ser perseguida penalmente. No obstante, existe una obligación para los/as Agentes de la P.N.C., de proteger a la posible víctima y a su grupo familiar, de dictarse dicha medida los/as Agentes, deben pormenorizar las circunstancias del hecho y los fundamentos de su decisión, como la inminencia de un ataque o la imposibilidad de responder con la suficiente prontitud a nuevos llamados de auxilio debido a escases de personal o a lo extraviado del lugar. Si se decide no alejar al/a supuesto/a agresor/a, debe en este caso facilitarse los medios para que la víctima pueda trasladarse a la vivienda de un/a familiar o amigo/a, llevarla a las instalaciones de la P.N.C. o bien tramitar su resguardo con el ISDEMU. 96 Sistema de Hipótesis. 97 Hipótesis Descriptivas: Para observar un cambio en los habituales actos violentos, se debe de construir un sistema de seguridad que permita evitar la violencia. Si la violencia es tratada adecuadamente en nuestro país, entonces tendremos múltiples familias estables. El agresor ejecuta la violencia en su familia con gritos y golpes, es así como el agresor intimida a sus víctimas. La indiferencia de las instituciones públicas hace que haya impunidad y que la violencia siga a través de amenazas de nuevos intentos de violación y muerte. Si el Ministerio de Educación concientiza a la familia, la infancia va cambiar un patrón cultural ya establecido. La situación de la política ha generado más Violencia Intrafamiliar. El auge delincuencial genera acciones precipitadas en los núcleos familiares. La violencia se produce por el desarrollo de estrés y condiciones de constante presión social en una persona que da como consecuencia el mal manejo de la ira. Hipótesis Explicativas: La intolerancia, la falta de control y los impulsos son una de las principales causas al maltrato familiar. Los valores socio-culturales tienden a responsabilizar a las víctimas de lo sufrido. Un acercamiento inicial (desde el nacimiento) con la violencia, podría hacer que una sociedad se convirtiese en una cuya base principal es la familia agresora. Irresponsabilidad paternal genera disgusto en los hijos generado un trastorno evitativo en los mismos. El nivel de autoestima del agresor/a influye en qué tan violento sea. La carencia de valores normaliza la perspectiva del agresor/a. 98 Hipótesis de Relación Causal: Las victimas resultantes de la violencia intrafamiliar pueden presentarse deficientes con su desarrollo intelectual dentro de la sociedad. Una familia puede estar sometida a violencia domestica por desempleo, ya que la persona que proporciona el sustento al hogar no es capaz de hacerlo, por lo cual genera frustración en la persona, que lo lleva al desahogo con su círculo familiar Hipótesis Correlacionales: Cuanto mayor sea el maltrato parento-filial, mayor será la violencia filio-parental. Cuanto mayor sean los traumas psicológicos que presente una persona, más agresiva se volverá con el paso del tiempo. Hipótesis Estadística: 1 de cada 10 familias afectadas por violencia familiar presenta un caso de asesinato. Alternativa: Una persona es violenta porque es alcohólica y no mide la magnitud de sus actos bajo el efecto de este tipo de sustancias. 99 Glosario. 100 A Aberración: Acción, comportamiento o producto que se aparta claramente de lo que se considera normal, natural, correcto o lícito. Abocado: Que está expuesto a un resultado determinado, generalmente negativo. Abyecto: [persona] Que comete actos despreciables o viles. Acervo: Conjunto de bienes o valores morales o culturales que pertenecen a un grupo. Acápite: Párrafo aparte, especialmente de un texto legal. Adverso: Que es contrario, negativo o desfavorable. Agresor: Que comete una agresión. Altruismo: Tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio. Ambivalente: Que puede tener dos valores distintos o que puede entenderse o interpretarse de dos maneras distintas y opuestas. Ambulatorio: Que sirve para andar. Análogo: Que tiene analogía o similitud con una cosa. Anómalo: Anormal (que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes). Apego: Aprecio o inclinación especial por algo o alguien. Apetencia: Deseo de algo. Aprehender: Detener a una persona que ha cometido un delito. Autonomía: Facultad de la persona o la entidad que puede obrar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros. Aversión: Sentimiento de rechazo o repugnancia hacia una persona o cosa. Autosuficiencia: Alguien que se basta a sí mismo, que no necesita de los demás para satisfacer sus propias necesidades. 101 B Borderline: El trastorno límite de la personalidad, borderline (abreviado como TLP), también llamado limítrofe o fronterizo, es definido por el DSM-IV (DSM-IV 301.831) como: “un trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico, impulsividad y relaciones interpersonales caóticas”. El perfil global del trastorno también incluye típicamente una inestabilidad acusada y generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación. C Cautelar: Que sirve para prevenir la consecución de determinado fin o precaver lo que pueda dificultarlo. Caótico: Que es absolutamente desordenado o confuso. Circunscribir: Reducir una cosa a ciertos límites o términos. Coadyuvante: En lo contencioso administrativo, parte que, juntamente con el fiscal, sostiene la resolución de la administración demandada. Coercitivo: Que coerce, generalmente mediante la fuerza. Coerción: Acción de coercer o reprimir moral o físicamente. Congénito: Que nace con la persona, es natural y no aprendido. Consigna: Orden que se da a los subordinados o que se transmite de unas personas a otras en una misión. Consonancia: Coincidencia vocálica y consonántica en la terminación de dos palabras a partir de la última vocal acentuada. Contrariar: Poner obstáculos al deseo, propósito o intención de una persona. Crónico: Que se padece a lo largo de mucho tiempo. Cognoscitivo: Aquello que pertenece o que está relacionado al conocimiento. 102 Colérico: Que siente cólera con facilidad o que se deja llevar por la cólera. D Desconcertante: Que produce desconcierto. Desconcierto: Estado de confusión o desorientación en que queda una persona a causa de algo inesperado o sorprendente. Desvirtuar: Hacer disminuir o perder la virtud o las características propias de una cosa. Diada: Pareja formada por dos seres o principios muy estrechamente vinculados entre sí. Dilucidar: Explicar, aclarar o resolver un asunto o una materia. Discernimiento: Capacidad para discernir. Disgregar: Separar o desunir los elementos que forman un conjunto o las partes de una cosa. Doctrina: Conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un movimiento religioso, ideológico, político, entre otros. Drogodependencia: Hábito de consumir drogas, del que no se puede prescindir o resulta muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica. Disforia: se caracteriza generalmente como una emoción desagradable o molesta, como la tristeza (estado de ánimo depresivo), ansiedad, irritabilidad o inquietud. Es el opuesto etimológico de la euforia. Déspota: Que abusa de su superioridad, de su fuerza o de su poder en su relación con los demás. Deliberado: Que se hace de forma voluntaria e intencionada después de haberlo pensado. Desajustar: Hacer que una cosa deje de estar ajustada. Desvalorización: A una persona, implica también tratarle de un modo inferior a su dignidad, cosificar a una persona es un grave error ético que cometen aquellas personas que infravaloran a alguien. 103 E Entidad: Asociación de personas de cualquier tipo, en especial la que se dedica a una actividad laboral. Entramado: Conjunto de cosas relacionadas entre sí que forman un todo. Equiparar: Hacer que sean equivalentes o iguales dos o más personas o dos o más cosas, o considerar que lo son. Esclarecer: Explicar, aclarar o resolver un asunto o una materia. Estigma: Marca o señal en el cuerpo, especialmente la impuesta con un hierro candente como signo de esclavitud o de infamia. Etología: Estudio científico del comportamiento humano y animal. Evitativo: trastorno de la personalidad ansiosa, es un trastorno de la personalidad. Evocar: Recordar algo percibido, aprendido o conocido. Exorbitante: Que supera lo que se considera normal o razonable. Expedito: Que carece de obstáculos, estorbos o inconvenientes. Esfínter: Músculo en forma de anillo que cierra y abre la abertura de determinados conductos naturales del cuerpo; especialmente, el de la uretra. F Filio-parental: hijo a padre. Flagelo: Cosa, hecho o suceso que tiene efectos muy negativos en una persona o una comunidad. Fechoría: Acción realizada con maldad, en general constitutiva de delito. Acción mala o delictiva. Mala acción, travesura (acción maligna e ingeniosa). 104 H Hipertrofia: Desarrollo excesivo o aumento desmesurado y perjudicial de una cosa. Hostil: Que con su actitud o sus actos se muestra contrario a una persona o cosa o enemigo de ellas. Huidizo: Que huye a menudo para evitar el trato por timidez o recelo. Hostilidad: es una forma de negación o de rechazo social colérico interno. I Idiosincrasia: Modo de ser que es característico de una persona o cosa y la distingue de las demás. Idoneidad: Cualidad de idóneo. Idóneo: Que reúne las condiciones necesarias u óptimas para una función o fin determinados. Imprevisible: Que no puede ser previsto. Impúber: Que no ha llegado a la pubertad. Inconsistente: Que ha perdido el conocimiento y generalmente también la capacidad de percibir y darse cuenta de lo que le rodea. Incurrir: Cometer un error o una falta. Indiscriminado: Que no distingue unas personas o cosas de otras ni establece diferencias entre ellas. Inexorable: Que no se puede evitar, eludir o detener. Infractor: [persona] Que comete una infracción. Inhibir: Impedir o reprimir el ejercicio de facultades o hábitos. Injerencia: Acción de injerirse. 105 Inmediación: Conjunto de derechos atribuidos al sucesor inmediato en una vinculación. Inminencia: Gran proximidad en el tiempo de un suceso, en especial de un peligro o de un riesgo. Inminente: Que está a punto de suceder o que está muy próximo en el tiempo. Instancia: Grado jurisdiccional establecido por la ley para dilucidar y sentenciar juicios y pleitos que pueden ir pasando de uno a otro grado para que haya otras oportunidades de ser juzgados. Interdisciplinario: Que se compone de varias disciplinas científicas o culturales o está relacionado con ellas. Introyecto: Mecanismo por el cuál las personas, desde que somos pequeños, integramos y hacemos como nuestras determinadas ideas, normas, conceptos, sobre lo que está bien y lo que está mal, así como las actitudes y/o compartimientos de otros. Irascible: Que es propenso a irritarse. Quien es muy propenso a irritarse o enfadarse. M Menoscabar: Hacer que disminuya una cualidad positiva de cierta cosa. Maleabilidad: Se trata de un adjetivo que permite calificar a un material al que se le puede dar distintas formas sin quebrarlo o romperlo. N Necrotizante: Se refiere a algo que ocasiona la muerte del tejido corporal. Nefasto: Que causa desgracia o va acompañado de ella. Noción: Idea general que se tiene sobre algo. Nupcias: Ceremonia en la que dos personas se unen en matrimonio. 106 Narcisismo: El narcisismo es el amor que se dirige un sujeto a sí mismo. Alude al mito de Narciso, que se ahogó al intentar besar su propia imagen reflejada en el agua. Se puede aludir a una serie de rasgos propios de la personalidad normal, el narcisismo puede también manifestarse como una forma patológica extrema en algunos desórdenes de la personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad, en que el paciente sobrestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación. O Objetividad: Cualidad de objetivo. Oscilación: Espacio recorrido por un cuerpo oscilante, entre sus dos posiciones extremas. P Paliativo: Que sirve para atenuar o suavizar los efectos de una cosa negativa, como un dolor, un sufrimiento o un castigo. Paradigma: Ejemplo o modelo de algo. Paradoja: Dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Paradójico: Que contiene o encierra una paradoja. Parento-filial: Padre a Hijo Patológico: Que constituye enfermedad o es síntoma de ella. Percepción: Primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones que comunican los sentidos. Peritaje: Informe técnico con valoración económica que realiza un perito. Perpetrar: Llevar a cabo un delito o una falta grave. Pormenorizar: Describir o referir una cosa con todo detalle o minuciosamente. Potestad: Poder o autoridad que alguien tiene sobre una persona o una cosa. 107 Precarizar: es la inseguridad, incertidumbre y la falta de garantía de condiciones socioeconómicas mínimas y suficientes para una supervivencia digna que afecta a los trabajadores y repercute en su entorno familiar y social. Prescindir: Renunciar a una persona o una cosa, o dejar de contar con ella. Proclive: Que tiene inclinación o disposición natural hacia una cosa. Prole: Conjunto de los hijos de una persona. Propensión: Inclinación o disposición natural hacia una cosa. Propugnar: Defender una idea o una acción que se considera útil o adecuada. Psicopatología: Estudio de las enfermedades o trastornos mentales, así como de su naturaleza y sus causas. Psicopatía: La psicopatía o personalidad psicopática es un trastorno antisocial de la personalidad. Se caracteriza por una alteración del carácter o de la conducta social y no comporta ninguna anormalidad intelectual. Los enfermos de psicopatía (psicópatas) son personas que pueden cometer actos delictivos muy graves sin mostrar ningún tipo de sentimiento de culpa. Propiciar: Ayudar a que sea posible la realización de una acción o la existencia de una cosa. Atraer, conseguir o ganar la admiración o la benevolencia de alguien. Psicoanálisis: Teoría psicológica que concede una importancia decisiva a la permanencia en el subconsciente de los impulsos instintivos reprimidos por la conciencia. Plasticidad: Propiedad que tiene un material de ser moldeado o trabajado para cambiarlo de forma. R Ratio: Relación cuantificada entre dos magnitudes que refleja su proporción. Regresión: Retroceso en el transcurso de un proceso o acción. Reincidencia: Acción de reincidir. 108 Responsivo: como perteneciente, relativo, concerniente y alusivo a la respuesta a una serie de expresiones o palabras ya sean orales y escritas en que se replica o responde, la satisfacción de una pregunta o una contestación. S Segregar: Separar una cosa de otra de la que forma parte para que siga existiendo con independencia. Severo: Que es estricto y riguroso al aplicar una ley o una regla. Que es muy intransigente con las faltas o las debilidades de los demás o las propias. Sensorial: De los sentidos corporales o relacionado con ellos. Sincrónico: Que se produce o se hace al mismo tiempo que otro hecho, fenómeno o circunstancia, en perfecta correspondencia temporal con él, o con los mismos intervalos, velocidad o período que otro hecho, fenómeno, movimiento o mecanismo. Sinérgico: De la sinergia o relacionado con ella. Socialización: es el proceso mediante el cual el ser humano aprende, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a la estructura de su personalidad bajo la influencia de experiencias, sucesos y de agentes sociales. Sosiego: Estado de tranquilidad o calma en algo o alguien. Subrepticio: Que se hace o toma de manera oculta. Subsuma: Incluir algo como componente en una síntesis o clasificación más abarcadora Sucinto: Que está expresado de manera breve, concisa y precisa. T Tipología: Estudio de los tipos o modelos que se usan para clasificar en diversas ciencias o disciplinas científicas. 109 Toxicomanía: Hábito de consumir drogas, del que no se puede prescindir o resulta muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica. Tipología: Estudio de los tipos o modelos que se usan para clasificar en diversas ciencias o disciplinas científicas. Trastorno de estrés postraumático: (TEPT) Es una afección de salud mental que algunas personas desarrollan tras experimentar o ver algún evento traumático. Este episodio puede poner en peligro la vida, como la guerra, un desastre natural, un accidente automovilístico o una agresión sexual. U Unánime: Que es común a todos los miembros de un grupo de personas. Utilitario: Que antepone o prevalece la utilidad a cualquier otra cualidad. Utopía: Plan o sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, donde todo discurre sin conflictos y en armonía. ABREVIATURAS L.Pr.F.: Ley Procesal Familiar L.C.V.I.: Ley Contra la Violencia Familiar. P.G.R.: Procuraduría General de la Republica. F.G.R.: Fiscalía General de la Republica. Pr.Pn.: Procesal Penal. Cn.: Constitución. C.Pn.: Código Penal. UDO: Unidades de Observación. CL: Conectores lógicos. 110 Capítulo III: Marco Metodológico 111 Tipos de Investigación. El equipo de investigación ha implementado los siguientes tipos de investigación: Investigación Pura: Este tipo de investigación tiene como principal objetivo la obtención de conocimientos de diferente índole, sin tener en cuenta la aplicabilidad de los conocimientos obtenidos. La información que hemos logrado recopilar en cuanto a psicología y legalidad ha expandido nuestros conocimientos, nos ha hecho tener un punto más crítico y claro de la realidad en donde se desenvuelve la dinámica que afecta al ámbito social que inquirimos actualmente. Investigación Descriptiva: El objetivo de este tipo de investigación es únicamente establecer una descripción lo más completa posible de un fenómeno, situación o elemento concreto, sin buscar ni causas ni consecuencias de éste. Con anterioridad, obtuvimos ciertas características sobre los individuos involucrados en dichos actos violentos con el único objetivo de poder relacionar los aspectos psicológicos con sus acciones como consecuencia del fenómeno, observando y describiendo de qué manera se desempeñan en su día a día. Investigación Explicativa: Es el tipo de investigación que se utiliza con el fin de intentar determinar las causas y consecuencias de un fenómeno concreto. Se busca no solo el qué sino el porqué de las cosas, y cómo han llegado al estado en cuestión. Nuestra investigación es explicativa debido a que hemos buscado el porqué de las acciones y comportamientos de las personas que se han visto involucradas en el fenómeno y debido a que situaciones individuales de su pasado actúan de formas específicas, las que ahora son las cuales determinan la incidencia y repercusión de sus acciones en la sociedad. 112 Sistema de Variables. Hipótesis descriptivas: Para observar un cambio en los habituales actos violentos, se debe de construir un sistema de seguridad que permita evitar la violencia. UDO: sistemas de seguridad Variable: frecuencia de actos violentos CL: un, en, la. Si la violencia es tratada adecuadamente en nuestro país, entonces tendremos múltiples familias estables. UDO: familias afectadas Variables: acciones que toma el gobierno CL: si, es, la El agresor ejecuta la violencia en su familia con gritos y golpes, es así como el agresor intimida a sus víctimas. UDO: el agresor Variables: manera de intimar o agredir a los integrantes. CL: la, su, y. La indiferencia de las instituciones públicas hace que haya impunidad y que la violencia siga a través de amenazas de nuevos intentos de violación y muerte. UDO: instituciones publicas 113 Variable: cantidad de amenazas CL: la, de, y. Si el Ministerio de Educación concientiza a la familia, la infancia va cambiar un patrón cultural ya establecido. UDO: ministerio de educación/ los infantes. Variables: patrón cultural CL: si, la, un. La situación de la política ha generado más Violencia Intrafamiliar UDO: La Situación Política Variables: Generar Violencia Intrafamiliar CL: de, la El auge delincuencial genera acciones precipitadas en los núcleos familiares. UDO: Núcleos Familiares Variables: El Auge Delincuencial CL: El, los, en La violencia se produce por el desarrollo de estrés y condiciones de constante presión social en una persona que da como consecuencia el mal manejo de la ira. UDO: Presión Social 114 Variables: La Violencia, Condiciones, Consecuencias CL: se, por, el, la Hipótesis Explicativas: La intolerancia, la falta de control y los impulsos son una de las principales causas al maltrato familiar. UDO: integrantes afectados Variables: falta de control y mal manejo de la ira CL: la, y, los, son Los valores socio-culturales tienden a responsabilizar a las víctimas de lo sufrido. UDO: las victimas Variables: los “valores” impuestos en la sociedad CL: los, a, las. Un acercamiento inicial (desde el nacimiento) con la violencia, podría hacer que una sociedad se convirtiese en una cuya base principal es la familia agresora. UDO: familia agresora y sus integrantes Variables: familias afectadas CL: Un, con, la. La Irresponsabilidad paternal genera disgusto en los hijos generado un trastorno evitativo en los mismos. 115 UDO: Los Hijos/La Irresponsabilidad Paternal Variables: Disgusto, Trastorno CL: la, los, en El nivel de autoestima del agresor/a influye en qué tan violento sea. UDO: Agresor/a Variables: El Nivel de Autoestima CL: de, del, en, sea La carencia de valores normaliza la perspectiva del agresor/a. UDO: Agresor/a Variables: La Carencia de los Valores CL: la, del, de Hipótesis de relación causal: Las victimas resultantes de la violencia intrafamiliar pueden presentarse deficientes con su desarrollo intelectual dentro de la sociedad. UDO: deficiencia en el desarrollo intelectual Variables: edad y genero de las victimas CL: las, de, su, con 116 Una familia puede estar sometida a violencia domestica por desempleo, ya que la persona que proporciona el sustento al hogar no es capaz de hacerlo, por lo cual genera frustración en la persona, que lo lleva al desahogo con su círculo familiar. UDO: Familia Variables: El Sustento del Hogar/Frustración/Desahogo CL: Por, lo, al, en, el Hipótesis Correlacionales: Cuanto mayor sea el maltrato parento-filial, mayor será la violencia filio-parental. UDO: relación padre-hijos Variable: intensidad de la rebeldía de los hijos CL: sea, el, la. Cuanto mayor sean los traumas psicológicos que presente una persona, más agresiva se volverá con el paso del tiempo. UDO: Una Persona Variable: Traumas Psicológicos/Agresividad CL: se, el, los Hipótesis Alternativa: Una persona es violenta porque es alcohólica y no mide la magnitud de sus actos bajo este tipo de sustancias. 117 UDO: Persona Variable: Alcoholismo, Magnitud de los Actos CL: es, la, de 118 Población y Muestra. Población Por población se hace referencia habitualmente al conjunto de seres humanos que hacen su vida en un determinado espacio geográfico o territorio. Es decir, suele referirse a la población humana, la cual tiene una alta tasa de aglomeración de menores debido a los centros educativos que se encuentran en la zona de nuestra población de estudio y es reducida hacia el municipio de Santa Ana, El Salvador, barrio San Miguelito. Escogida por ser accesible y seguro y con muy pocas investigaciones dirigidas hacia la violencia intrafamiliar en ella, contestando así la pregunta de, ¿porque?, por eso será definida con los individuos que conforman una familia nuclear, familia monoparental o familia extensa sin importar su estado económico, social o religioso, estudiando las acciones, respuestas y comportamientos de las anteriormente mencionadas. Muestra “Es un subconjunto o parte del universo o población en que se llevará a cabo la investigación. Hay procedimientos para obtener la cantidad de los componentes de la muestra como fórmulas, lógica y otros. La muestra es una parte representativa de la población.” El método utilizado para seleccionar a los componentes de la muestra del total de la población. "Consiste en un conjunto de reglas, procedimientos y criterios mediante los cuales se selecciona un conjunto de elementos de una población que representan lo que sucede en toda esa población”. (MATA et al, 1997:19) El realizar el diseño muestral es importante porque: 119 a) Permite que el estudio se realice en menor tiempo. b) Se incurre en menos gastos. c) Posibilita profundizar en el análisis de las variables. d) Permite tener mayor control de las variables a estudiar. Otro aspecto que genera gran inquietud en los investigadores es el tamaño de la muestra que se desarrollará en nuestro caso, en la zona del municipio de Santa Ana, El Salvador, colonia San Miguelito. 120 Técnicas de recolección de datos. 121 122 123 124 125 126 127 128 Validación y confiabilidad del instrumento. ¿Cómo se llevaron acabo las encuestas? Google tiene una función en su galería de Apps llamada “Formularios de Google” la cual consiste en una aplicación de administración de encuestas que se incluye en la suite informática de Google Docs y Google Classroom. Para conseguir una respuesta explicita de nuestros encuestados, la aplicación cuenta con una opción de marcado Obligatoria la cual fue implementada en nuestras encuestas para denotar cual efectiva y eficaz son nuestras incógnitas. En estas encuestas se fue variando el tipo de pregunta ya que tuvimos la oportunidad de acceder a diferentes tipos de opciones por medio de una ventana desplegable para la personalización o edición de estas mismas. Para así, mostrar claridad y sencillez para que el encuestado responda de la manera más accesible. Luego de crear todas las preguntas, se obtienen los resultados de los encuestados por medio del apartado de respuestas de los formularios, los cuales se encuentran ordenados de la misma manera en las cuales se efectuaron las preguntas, para que de igual manera como al encuestado, nos sea aún más accesible la información que se nos brinda para ordenar y hacer efectiva las respuestas que nos proporcionaron. Los encuestados son personas de Santa Ana cuyos vínculos de relación social están ligados a los investigadores y sus familiares, en su mayoría. Una pequeña porción de las personas que dieron su aporte, son personas ajenas a cualquier vínculo de relación a los investigadores y familiares, sin embargo, dentro del límite del municipio de Santa Ana. 129 Capítulo IV: Análisis de Datos 130 Análisis de Datos. Se empleó el método de muestreo no probabilístico por conveniencia, en el cual, de acuerdo con Pineda, Alvarado y Canales (1994) “se toman los casos o unidades que estén disponibles en un momento dado” (p. 119), puesto que va a solicitarse a nuestros padres o encargados, vecinos, familiares y profesionales dentro y fuera del área de estudio para que formen parte del estudio con su opinión por medio de encuestas. Al igual que el muestreo por conglomerados, que es una técnica que aprovecha la existencia de grupos o conglomerados en la población que representan correctamente el total de la población en relación a la característica que queremos medir. Dicho de otro modo, estos grupos contienen toda la variabilidad de la población. Si esto sucede, podemos seleccionar únicamente algunos de estos conglomerados para conocer la información de interés del total de la población. El primer paso al aplicar esta técnica fue definir los conglomerados. Se trató de identificar una característica que permita dividir la población en grupos disjuntos (sin solapamiento) y de forma exhaustiva (todos los individuos deben estar en un grupo), de tal manera que los grupos no difieran entre sí en relación a aquello que queremos medir. Una vez hemos definido estos conglomerados, seleccionaremos al azar algunos de ellos para estudiarlos. Podemos ver esta técnica desde otro punto de vista, mientras que en todas las técnicas vistas hasta ahora las unidades de muestreo coinciden con las unidades a estudiar (individuos), en el muestreo por conglomerados las unidades de muestreo son grupos de unidades a estudiar (grupos de individuos), algo que resultó muy beneficioso en términos de coste. A cambio, es habitual obtener una menor precisión al usar esta técnica, causada por falta de heterogeneidad dentro de los conglomerados. Al ser consultados de forma digital, no se puede notar sus rasgos físicos o lenguaje corporal al momento de leer y contestar las preguntas, puede ser un factor pequeño pero muy útil, tomando en cuenta u rango de edades extensa de 17 hasta 66 años para conocer distintos puntos de visto o la manera en que ven gradualmente el conflicto a tratar, al ser un sector urbano, pero no de elite las clases sociales habitantes en este lugar es el proletariado a excepción de las instituciones allí presentes las cuales no formaron parte de la recolección 131 de datos, su rango académico varia en estudiantes de educación media y personas de la tercera edad o con estudios superiores. 132 Resultados. 133 134 135 136 Conclusiones y Recomendaciones. Conclusiones: La investigación tuvo como objetivo indagar en su investigación acerca de la violencia intrafamiliar y llegar a un nivel, de poder ayudar a las personas que sufren este fenómeno. Esto quiere decir que el equipo de investigación buscó la manera de una autentica calidad de información prioritaria para las familias o personas que sufren de violencia intrafamiliar. Para demostrar esto, primero se realizó un análisis de la situación de violencia en un lugar, para así poder llevar a cabo la investigación, y tomar de ahí los datos necesarios. Pudimos investigar que el flujo de la violencia en las familias está en aumento, que este fenómeno demanda más y mejor atención por parte de las autoridades y la sociedad. Las características de la violencia están cambiando, Definitivamente se puede observar que el flujo de las personas que sufren violencia se está haciendo más circular. Lo cual quiere decir que las víctimas son más difíciles de determinar, tratar la manera que puedan ir a algún lugar para poder denunciar, ya que las medidas o amenazas son fuertes, y en la mayoría de casos, la sociedad está incluida como el factor causante de este fenómeno. El hecho de que la ley favorezca a la víctima, los maltratos siguen. Puede ser por la causa de múltiples factores. Lo que lleva a la desintegración de la familia, problemas psicológicos, económicos y sociales. A este escenario, concluimos que la violencia intrafamiliar es un fenómeno que tenderá a continuar por varias décadas. La importancia social, política, psicológica y económica de la violencia intrafamiliar la han colocado en un tema prioritario en la sociedad y en los derechos humanos. Al estudiar las causas de la violencia producida en la familia, vimos que la falta de valores integrados a la familia, son la causa grave de que este fenómeno de paso a las personas. Cabe recalcar que, aunque la ley defiende a las personas que sufren esta violencia, el resultado sigue siendo el mismo en la sociedad. El objetivo principal de esta investigación fue la muestra de una información que pude proporcionar una vía de solución a las personas que son víctimas en sus hogares por parte de un o una agresora. Existen algunos casos en que la víctima acudió a la ayuda que brinda la sociedad, y se puede confirmar que el problema de ese momento se vuelve leve y la violencia desaparece 137 con la toma de decisiones, en la cual el agresor paga una condena por los daños que a causado en la víctima. En estos casos es la autoridad quien debe tomar la decisión sobre la condena que la persona como agresor tiene que cumplir. Algunas veces se toma la decisión de años en la presión, distanciamiento de la persona, consultas en psicología y en algunos países la pena de muerte. Todas las leyes que existen defiende el derecho de una persona, y vela por su seguridad, así como tiene la responsabilidad de brindar ayuda y el apoyo a la persona que desea la ayuda. Para muchas personas las vivencias familiares no suelen ser como en tantos cuentos y novelas se decía: de amor, cuidado y protección. Por el contrario, el hogar para ellas y ellos es un espacio de terror y riesgo permanente a su integridad. La violencia intrafamiliar es un problema que afecta con mayor fuerza a las mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas mayores que han sido vulnerabilizadas/os por su condición de género, edad, discapacidad y reducidos poderes sociales y materiales. A lo largo de la historia se ha querido justificar y legitimar, incluso en nombre del amor y de la disciplina, las más atroces agresiones dentro de las familias dejando a las personas agredidas en la más absoluta. Gracias a la sensibilidad de muchas personas y a un sabio sentido común que hacía evidente que el maltrato generaba sufrimiento y pérdida de las capacidades para enfrentar mejor el mundo, se generó nuevos conocimientos que empezaron a confirmar lo que se presumía: la violencia dentro de las familias no sólo generaba graves consecuencias en el potencial vital de las personas, sino que se aprendía de generación a generación a ser víctima o agresor Aunque las evidencias no sean aún muy sólidas, la importancia del problema de la violencia intrafamiliar apoya la necesidad de que el médico de familia y los profesionales de atención primaria en general deban comprometerse en la detección de la violencia intrafamiliar por su alta prevalencia, por su carácter repetitivo, por las dramáticas repercusiones en la víctima y en los distintos miembros de la familia y por el alto coste social. Identificar situaciones de riesgo o mayor vulnerabilidad: abuso de alcohol, pérdida de empleo, consumo de drogas, embarazo, conflictos, pérdidas o fracasos, separación, disfunción familiar. 138 Existe una preocupación unánime respecto a la baja detección de la violencia intrafamiliar y al retraso en el diagnóstico con las consecuencias que estos hechos llevan consigo. Se vive la necesidad de encontrar mecanismos para su detección, “para romper el silencio, ayudar a las víctimas y prevenir que se perpetúe o agrave la situación”. Los servicios médicos pueden ser instrumentos muy importantes de detección. Finalmente se quiere concluir que la investigación que se ha presentado, a sido creada con la intención de poder ayudar a las personas que sufren de la violencia intrafamiliar, así demostrando que la ley y la sociedad está del lado de la víctima. Se ha consultado a fuente y personas que son profesionales en este tema, ya que es muy delicado y no se puede tratar a la ligera. Así esperando que la información brindada pueda ayudar a la sociedad en convertirse en un lugar que este fuera de este fenómeno lo más que se pueda. Recomendaciones: Una recomendación importante es que las personas que sufren este tipo de violencia, es busquen ayuda en personas de confianza (aunque, lo más recomendable es llamar a las autoridades competentes) pasa así poder solucionar el problema. La ayuda psicológica es una recomendación viable para las víctimas, así las secuelas pueden ser evitadas o minimizadas. Dentro de un proyecto ambicioso como fue este, siempre se desea que haya una mejora continua del mismo; por lo tanto, se recomienda a futuros estudiantes o investigadores que tengan interés y cuidado en el proyecto, la violencia que se da en las familias demanda tiempo y cuidado. Otra recomendación es incluir a personas que han atravesado este tipo de dificultad, solicitaron una ayuda, y con esta salieron adelante. La importante concientización que se pueda hacer para buscar más ayuda a las personas que necesitan. La importancia que se le da a las personas que buscan una ayuda, las cuales han sufrido este fenómeno, es importante, saber cómo tratar correctamente a la víctima. 139 Capítulo V 140 Propuesta. Construyendo la esperanza, recuperando los poderes personales. Las personas agredidas necesitan apoyo para fortalecerse. Es necesario acompañarlas para construir junto con ellas la confianza en sus habilidades para controlar sus vidas. Esta confianza sólo se podrá fortalecer cuando se les escuche, crea y se les dé apoyo. Cuando se empiece a re-mirar con ellas los mandatos que han recibido de ser-para-otros; los mensajes que las construyen como impotentes, fallidas, incapaces y dependientes. Relaciones de pareja y con los diferentes miembros de la familia, en reciprocidad y simétricas, serán difícilmente construidas si existe en la relación una persona que esté constreñida a ser complemento de la otra, a ser dirigida, normada, controlada. Si se parte que amarse dentro de las diferentes relaciones, significa querer el bien de la otra persona, las necesidades del uno y del otro deberían tener igual peso y valor. Pero no se está enseñando en esta sociedad de poder de unos sobre otros la igualdad en la relación amorosa de pareja y en la familia; tristemente para muchas personas el amor ha sido, por definición, una relación asimétrica que raramente contempla la reciprocidad, la igualdad de oportunidades y la equidad. Construir relaciones de igualdad y equidad con nuestra pareja y con nuestra familia es una tarea de todos los días que implica antes que nada reconocer que nadie merece ser maltratadas/os, que nada justifica la violencia y sobre que somos personas no cosas y que por lo tanto tenemos el derecho a ser tratadas con respeto, libres de toda discriminación, coerción o manipulación. Romper el silencio y empezar a rebelarse contra una vida de violencia será posible cuando se encuentren personas que escuchen, crean y no juzguen a las personas afectadas. Ellas necesitan un espacio donde sean apoyadas desde el respeto y la solidaridad. 1. Promoción de una cultura de respeto y resolución pacífica de los conflictos: Es tarea fundamental de modelo de prevención y atención garantizar que las diferentes instancias del Estado y la sociedad civil promuevan acciones que den nuevos elementos para aprender que es posible construir una cultura de paz y de convivencia respetuosa. 2. Seguridad para las personas directamente afectadas por la violencia intrafamiliar: Es tarea fundamental de modelo de prevención y atención garantizar la seguridad 141 tanto de la integridad física, sicológica, económica y social de las personas afectadas por la violencia intrafamiliar. 3. Rendimiento de cuentas del ofensor: Es tarea fundamental garantizar un sistema efectivo de rendimiento de cuentas de los ofensores, con el fin de que reconozcan que la violencia intrafamiliar es un hecho repudiado y sancionado por la familia, la comunidad y el Estado, y que nadie tiene derecho de apropiarse de la integridad física y sicológica de un miembro de la familia. 4. Atención para las niñas/os testigos de la violencia intrafamiliar Es tarea fundamental desarrollar una estrategia de apoyo y fortalecimiento de las niñas/os y adolescentes testigos de la violencia intrafamiliar, con el fin de romper en una forma temprana el ciclo de enseñanza para convertirse en víctima-ofensor. 5. Programa para hombres ofensores y madres que maltratan. Es tarea fundamental desarrollar estrategias de intervención diferenciadas para los hombres ofensores adultos y juveniles, así como para las madres que maltratan a sus hijas/os. Estrategias que deben mirar las especificidades, posibilidades y recursos de cada grupo para iniciar procesos de cambio. 142 Referencia Bibliográfica. Babcock, J., Green, C. y Robie, C. (2004). Does batterers’ treatment work? A metaanalytic review of domestic violence treatment. Clinical Psychology Review, 23, 10231053. Bartholomew, K., Regan, K.V., Oram, D.O. y White, M.A. (2008). Correlates of partner abuse in male same-sex relationships. Violence and Victims, 23, 344-360. Bender, K. y Roberts, A.R. (2007). Battered women versus male batterer typologies: Same or different based on evidence-based studies? Aggression and Violent Behavior, 12, 519-530. Bowen, E., Gilchrist, E. y Beech, A.R. (2008). Change in treatment has no relationship with subsequent. 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