Aburrimiento. Ps. Christian Gómez M (2021) - Se suele entender a una persona en estado de aburrimiento cuando sufre el cansancio de ánimo producido por falta de estímulos o diversiones. - El aburrimiento pasa por no “conocer” (intelecto) y/o no “querer” (voluntad) cómo crear su propia estimulación; de ese modo, la persona depende, en un modo pasivo, de los proveedores externos de compromiso o de distracción (entretenimiento). - El “ser aburrido” afecta la autoestima y llega a conformar en la persona un sentimiento deprimente, sobre todo si ser así, es percibido y considerado por los otros como un estado inefectivo. - A pesar de lo anterior, una buen vida conlleva el abrazar el aburrirse dado que el aburrimiento no siempre es disfuncional. De hecho, el aburrirse tiende en la persona a cualidades deseables: estabilidad; conciencia de su “ser” (aquí y ahora); y calidad de su “estar”( bienestar/malestar)", a través del ocio. - El sentimiento de “estar aburrido” es una gran fuente motivacional; es una fuerza energizante que impulsa el hacer. Además, promueve el hacerse cargo de su vida, al buscar nuevas fuentes de ocupación y realizar actividades diferentes o profundizar en la actividades habituales. Con todo, la posibilidad de dejar de “ser aburrido” o “estar aburrido” depende sólo y únicamente de la propia persona aburrida. “Conocido” esto, en una condición de inefectividad del aburrimiento, lo crucial es “lo querido”; por ello, la invitación es activar la voluntad. La invitación es a observarse y aceptar los momentos de aburrimiento, para el propio beneficio de la persona y de quienes la rodean.-