Arturo García Jiménez Taller de texto escrito II Sección 003 DEIXIS La deixis es una función lingüística que tiene por objetivo la contextualización del discurso por medio de elementos aparentemente sin referente concreto alguno. Estos signos vacíos funcionan como engranajes para designar y coordinar el espacio y la temporalidad entre el emisor, receptor y referente concretando así una situación comunicativa o acto de habla. Tal como lo señala Beristáin (2006), “la deixis es realizada por pronombre personales y relativos o por adverbios de lugar y tiempo en ciertas situaciones” (p. 130). La deixis puede identificarse dos tipos de discursos: el endofórico o textual y exofórico o contextual. En el primero, la comprensión del texto proviene de sí mismo, dotando al lector de un marco comunicativo sin necesidad de salir del texto. En el segundo, la deixis contextual, el lector debe recurrir al entorno o marco que envuelve el texto mismo para comprender su discurso. A continuación, dos ejemplos para mostrar lo anterior: 1. “Lentamente emprendí el camino hacia mi casa, me levanté el cuello del gabán y apoyé el bastón en el suelo mojado. Aun cuando quisiera recorrer el camino muy despacio, pronto me hallaría sentado otra vez en mi sotabanco, en mi pequeña ficción de hogar, que no era de mi gusto, pero de la cual no podía prescindir, pues para mí había pasado ya el tiempo en que pudiera andar deambulando al aire libre toda una madrugada lluviosa de invierno” (Hesse, 1999, p. 39). En el ejemplo anterior, se han subrayado tanto los pronombres personales como posesivos, además de los adverbios de lugar, modo y tiempo para contextualizar la situación discursiva exofórica dentro del mismo texto. 2. Lo que hemos dicho aquí acerca de los suicidas se refiere todo, naturalmente, sólo a la superficie, es psicología, esto es, un pedazo de física. Metafísicamente considerada, la cuestión está de otro modo y mucho más clara, pues en este sentido, los “suicidas” se nos ofrecen como los atacados del sentimiento de la individuación, como aquellas almas, para las cuales ya no es fin de su vida sus propias perfección y evolución, sino su disolución, tornando a la madre, a Dios, al todo (Hesse, 1999, p. 49). En el ejemplo anterior, los elementos subrayados sirven como ordenadores del discurso endofórico, aludiendo al propio texto. La realidad misma la contiene el texto y no hay necesidad de un meta-texto clarificador. Bibliografía Beristáin, H. (2006). Diccionario de retórica y poética. México, D.F.: Porrua. Hesse, H. (1999). El lobo estepario. En H. Hesse, El lobo estepario. México, D.F: Mexicanos Unidos, S.A.