Lanzamiento del Análisis de Situación de la infancia y adolescencia en la República Dominicana El Análisis de Situación que hoy presentamos ha sido elaborado conjuntamente por MEPyD, CONANI y UNICEF con las contribuciones de la Vice Presidencia del gobierno, los Ministerios de Salud y Educación, CONADIS, Procuraduría General de la Republica, Poder Judicial, FEDOMU, representantes de sociedad civil y grupos focales de niños, niñas y adolescentes, entre otros. Muestra la situación de la niñez y la adolescencia en la República Dominicana, a partir del análisis causal de la información oficial disponible entre 2002 y 2012. En concreto, analiza: a. los avances legislativos y políticos en materia de protección, promoción y garantía de los derechos b. las causas de la negación de derechos y de las desigualdades en el acceso a servicios sociales c. las capacidades institucionales para ofrecer y administrar programas y servicios inclusivos y de calidad, y d. las tendencias y patrones culturales del entorno En los últimos 10 años, la República Dominicana ha realizado importantes avances en la protección de los derechos de las personas menores de 18 años. A modo de ejemplo, basta destacar el Código para el Sistema de Protección de los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes, de 2003, que incorpora al ordenamiento jurídico nacional los derechos consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño; la Constitución de la República, de 2010, que consagra el interés superior del niño y los derechos a la salud, educación, protección y participación activa, y dota de rango constitucional a los tratados de derechos humanos ratificados por el Estado; o la Estrategia Nacional de Desarrollo, de 2012, que postula la construcción de una sociedad donde exista efectivamente igualdad de derechos y oportunidades, a través del logro de la salud y la seguridad social integral, la educación de calidad, el deporte y la recreación, la cultura y la vivienda digna. Estos avances han ido acompañados de una mayor participación ciudadana en el quehacer político y de una mayor producción de información estadística de calidad. El primer capítulo del Análisis se dedica a la pobreza y nos muestra que mientras la población menor de 18 años representa el 36,25% del total, el 47% de los pobres tiene menos de 18 años. A pesar del crecimiento económico de la última década, en 2010, el 50.6% de la niñez del país (1.7 millones) vivía con alguna necesidad básica insatisfecha. Se considera NBI la falta de agua potable, de saneamiento básico, de educación, el hacinamiento y la baja calidad de la vivienda. No es un tópico decir que en República Dominicana la pobreza tiene cara de niño y de niña. En el área de salud, se observa un aumento en la cobertura de los servicios que beneficia a la población más vulnerable, debido a la construcción de nuevos centros de salud, la designación de especialistas y una mejora en el suministro de medicamentos y equipamiento básico. 1 Gracias a estos logros, la tasa de mortalidad materna se ha reducido en la última década, aunque de manera muy lenta. En 2011, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica reportó una tasa de 106 muertes por 100,000 nacidos vivos, es decir, 230 mujeres murieron en 2011 cuando traían nuevas vidas. A pesar de los avances, en República Dominicana, con un 98% de atención hospitalaria, es inaceptable el número de mujeres que muere por razones asociadas al parto. Se estima que el 80% de las muertes maternas se producen por toxemia, sepsis, hemorragias y abortos, muertes evitables si la atención no estuviera fragmentada, si se cumplieran las guías, normas y protocolos de atención y bioseguridad; si no se produjeran demoras en los servicios obstétricos de emergencia, si hubiera presencia de personal especializado en las guardias hospitalarias y si estuvieran siempre disponibles los insumos y medicamentos. En 2011, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica reportó una tasa de mortalidad infantil de 27 por 1,000 nacidos vivos, lo que supone que 5.866 niños y niñas se murieron antes cumplir su primer año de vida y, de ese total, alrededor de 5,000 murieron durante el primer mes de vida, debido a que la mortalidad neonatal sigue siendo la más alta (23 por mil nacidos vivos). La mayoría de las muertes neonatales están asociadas a sepsis y prematuridad y son evitables si se garantiza la atención por parte de un personal adecuado, una eficaz gestión hospitalaria e intervenciones de fácil aplicación pero muy eficaces como el parto limpio y el cumplimiento de normas de bioseguridad. Hay que destacar que lo que ha contribuido a la reducción de la mortalidad en la niñez ha sido el establecimiento del programa regular de vacunación, la reducción de la desnutrición, la mejora de la cobertura de agua potable y saneamiento y el aumento del uso de sales de rehidratación oral para combatir las muertes por diarrea. En cuanto a la eliminación de la trasmisión materno-infantil del VIH y sífilis congénita, los retos son muy importantes el corto plazo, debido a que en el periodo 2007-2011 la transmisión vertical se ha reducido del 11% a 6%, mientras que la meta fijada para 2015 está por debajo del 2%. Por ello, es preciso aumentar la cobertura de las pruebas de VIH y sífilis a todas las embarazadas, aplicar el tratamiento necesario de forma oportuna a todas las que resulten positivas y administrar la dosis de antirretroviral necesaria al recién nacido positivo. Sobre el derecho a la educación, podemos comenzar afirmando que el contexto político y social actual es favorable, como lo muestra asignación del 4% del PIB a la educación preuniversitaria nacional. La población entre 0 y 5 años ha sido también priorizada por el actual Gobierno y así se evidencia con la puesta en marcha del programa Quisqueya Empieza Contigo, cuyo objetivo es atender de forma integral a aproximadamente medio millón de niños y niñas, con énfasis en la población más excluida. Uno de los hallazgos principales del Análisis es que el acceso a la educación básica ha mejorado significativamente en la última década, alcanzando una tasa neta de cobertura de 95%, en 2011. 2 Sin embargo, la calidad de la educación continúa siendo una asignatura pendiente. Los resultados de aprendizaje en las diferentes pruebas nacionales e internacionales muestran la necesidad urgente de transformar el sistema educativo dominicano, comenzando por la actualización del currículo, la construcción de nuevas aulas; la mejora de la formación docente, la participación de las familias a la gestión de la educación de sus hijos e hijas y la conversión de los centros educativos un espacios de aprendizaje eficaz, inclusivos y seguros. Otro importante desafío educativo es lograr que la población entre 14 y 17 años pueda acceder, permanecer y completar sus estudios del nivel medio, ya que aproximadamente la mitad está excluida del disfrute de este derecho y la tasa neta de culminación de los que asisten es extremadamente baja, un 18.4%. Solo el 23.7% de los y las adolescentes de las familias del quintil más pobre en las zonas rurales tienen posibilidades de acceder a la educación media. La provincia de Pedernales presenta la cobertura más baja del país con solo un 28% en el curso 2010-2011. Este patrón de inequidad educativa está asociado principalmente con los niveles socioeconómicos de las familias. Para disminuir los niveles de exclusión educativa esbozados, es necesario mejorar la calidad y reducir los factores asociados, como el trabajo infantil, el embarazo adolescente, la violencia en sus múltiples formas y la discriminación por discapacidad. República Dominicana ha puesto en marcha en el 2012, la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC), en cuyo marco más de 300 profesionales, representantes del MINERD, la sociedad civil, el sector privado y los organismos internacionales comprometidos con la educación en este país han elaborado un plan de trabajo con metas para cada una de las 10 políticas educativas priorizadas por el Gobierno con un tablero único para monitorear su ejecución hasta 2016. El primer informe de avances será difundido en las próximas semanas. Con relación al derecho de protección, el análisis muestra que desde la promulgación de la ley 136-03 se ha creado una nueva institucionalidad que define dos subsistemas, el administrativo y el judicial. Sin embargo, se requiere avanzar más rápido en la creación de los órganos de garantía de derechos y fortalecer la capacidad rectora y de supervisión. El Sistema de Protección cuenta con una Política de Atención para la Niñez en Situación de Calle, se han creado Unidades de Atención a la violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales y varias comisiones nacionales y hojas de ruta para prevenir la violencia, la explotación sexual y el trabajo infantil. La Coalición de ONG de Infancia ha tenido un papel importante en la formulación y desarrollo de estas iniciativas y en la movilización de los niños y niñas para que sus voces sean escuchadas. Aliados no tradicionales, como la industria privada de viajes y turismo, se han sumado a la protección de los niños, niñas y adolescentes. Algunos de los datos más relevantes que recoge el Análisis con respecto al derecho de protección son: El 20.8% de la población de 0 a 5 años no tiene inscrito su nacimiento en el registro civil. En el quintil más pobre esta cifra aumenta a 41%. 3 El 56% del total de la población en trabajo infantil realiza actividades peligrosas. El 67.4% de los hogares utiliza el castigo físico o psicológico para disciplinar a sus hijos El 90% de las víctimas de violencia sexual en el 2010 fueron personas menores de edad El 0.8% de la población percibe a los perpetradores de explotación sexual infantil como culpables mientras que el 59% responsabiliza a la víctima o a su familia. El porcentaje de adolescentes privados de libertad como medida preventiva es mayor ( 59%) que los sancionados Las estructuras llamadas a actuar cuando hay amenazas o violaciones de Derechos en los niveles locales son las Juntas Locales de Protección y Restitución de Derechos y solo han sido conformadas en 10 de los 155 municipios que hay en el país. Para que el derecho a la protección sea una realidad para todos los niños, niñas y adolescentes es necesario crear entornos de protección en los que puedan crecer libres de toda forma de violencia y explotación, disfrutar del cuidado y amor de sus familias, participar en la vida familiar, comunitaria y social y contar con leyes, servicios, conductas y prácticas que reduzcan al mínimo los factores de vulnerabilidad. Para finalizar, sólo me queda trasmitirles el deseo de que este Análisis de Situación, que recoge la información oficial más actualizada, sirva a los objetivos que han guiado su elaboración: 1. Influir en la formulación de leyes, políticas, estrategias y presupuestos para garantizar los derechos de todos los niños y niñas que viven en la República Dominicana 2. Mejorar las capacidades nacionales de monitoreo de la situación de los niños, niñas y las mujeres, con énfasis en los más excluidos y desfavorecidos, y de demanda y exigibilidad de derechos 3. Contribuir al desarrollo de investigación sobre la niñez 4. Ampliar el conocimiento básico de los socios de la cooperación para apoyar las metas nacionales de desarrollo y la aceleración de los ODM. Muchas gracias. 4