¡PARA TI QUE ERES MUJER¡ La mujer hoy en día, es mejor mirada, pero lamentablemente ella sigue portando sus complejos por sus precariedades, ella como ser débil de la creación, merece un especial apartado, para ser valorizada, amada y respetada. El organismo de la mujer es el templo de la Vida. Ella debe procurar amarse, y amar su cuerpo con sus peculiaridades. Ella si se siente enferma, ha de acudir a un médico, ella también tiene derecho a la salud. Es importante que procure enriquecer su vida, para así poseer muchas motivaciones para vivir. Ser mujer de una sola actividad, puede ser muy perjudicial. Por poner un ejemplo, una madre que solo tenga un hijo, si a este le sucede algo y lo pierde, al tener más hijos los que quedan la necesitan, esto hace que pese a que desee de huir de la vida, por la gran perdida, aun los otros la reclaman, la necesitan, y por ellos ella sigue adelante. Si usted perdiere o no poseyere la condición de generar hijos, no se aflija. Hay mucha gente sufriendo esperando auxilio. Sea madre de los sufrientes, adoptándolos de corazón. No permanezca rumiando sentimientos negativos. Libérese de ellos. Cuide su casa mental como usted cuida su residencia y a su familia. No llame a si’ la responsabilidad exclusiva por todo lo que acontece en su familia. Si no es correcto omitirse, tampoco es justo sobrecargarse tanto. Los otros no tienen el derecho de colocar sobre sus hombros las responsabilidades que les pertenecen. Edúquelos en este sentido. Sin traicionar sus deberes domésticos, dedíquese a otras tareas, inclusive remuneradas, si fuere posible y si hubiere conveniencia o necesidad. De no darse la situación comentada en el parágrafo anterior, busque otras labores para ocupar parte de su tiempo, y que le permitan su enriquecimiento ’intimo. No convierta a su casa en su cárcel. Siempre fiel a sus obligaciones, encuentre buenos motivos para ocuparse. La acción benéfica es de las mejores solucionesterapias para sus dolores. Si es casada, ame a su marido. Si es madre, ame a sus hijos. Como ellos son. Si aun no son lo que deben ser, ayúdelos a tornarse mejores. Usted puede haber sido colocada en un medio para que, con su acción y su ejemplo, ayude a los espíritus más necesitados. Si sufre violencia, moral o física, busque ayuda (cuanto sea posible, sin odio ni amargura) para usted y su agresor. Esa ayuda podrá ser encontrada en el médico, en el psicólogo, en el psicoanalista, en el psiquiatra, en el Fiscal y en otros profesionales y personas que están en condiciones de auxiliarla. No hay por qué soportar humillaciones y violencias definitivamente, si se posee al alcance los medios para auxiliar a todos. Puede ser que su verdugo esté enfermo. Conténtese con su profesión y su remuneración, en caso de que trabaje. Si fuere posible conquistar progresos, mejor. Si no, resígnese, recordando que hay muchas mujeres que desearían estar en su lugar. El valor personal no depende del salario, de la tarea desempeñada y de la posición social que se ostente. Usted no es superior ni inferior a nadie. Cada uno de nosotros tiene su valor propio. Procure siempre superarse a sí’ misma, sus límites, para ser cada día mejor de lo que fue el día anterior. No se someta a los abusos sexuales. Toda violencia a su cuerpo es violencia contra su alma. No existe amor sin Ž ética, sin respeto. El amor al prójimo, a través de acciones positivas, dar‡ una renovada motivación a su vida. Es el mejor antídoto para el tedio. Cuanto le sea posible, evite los conflictos domésticos. Que ellos no ocurran por su culpa. Y si usted errase, discúlpese y recomience. Si el error fuere de los otros, discúlpelos y auxílielos igualmente a recomenzar. Si es casada, no envidie a su marido. Inspírese en su buen ejemplo y haga lo mejor de si’. Adopte una vida simple. Evite gastos superfluos, innecesarios. El consumismo no cura la depresión. Tenga método y ritmo en su vida. Jesús enseño, que basta a cada día su mal. Prográmese, sin agotarse innecesariamente. Trabaje siempre, pero con inteligencia. El trabajo es ley de la vida y usted trabajará ‡ eternamente. Hacer todo hoy no resuelve para siempre, porque mañana usted tendrá más que hacer. No deje para mañana la tarea de hoy, pero no intente hacer hoy la tarea que será mejor ejecutada mañana… Usted es linda. Usted es única en el Universo. No existe otra igual. Aprenda a gustar de si, para que los otros hagan lo mismo. Usted no está a solas, como piensa. Hay mucha gente que le tiene cariño. Sea solidaria con los solitarios y usted nunca estará sola. Si sus afectos desencarnaron, sepa que ellos viven. No hay muerte. Ellos esperan por usted y le dedican el mismo sentimiento de otrora. Ame a todos, siempre. De esta forma, usted atenderá a sus carencias. Atienda a todos sus deberes, diligentemente. No obstante, no se sobrecargue sin necesidad. Preocuparse, solamente produce cansancio y desanimo. Ocupase, buscando inspiración y providencias para la solución deseada. Actúe con tranquilidad. Viva con calma. Confíe en usted. Tenga seguridad intima. No se atormente por el mañana. Alcáncelo venciendo, paso a paso, las dificultades. La ansiedad mórbida no le traerá las alegrías esperadas. No se deje consumir por el espíritu de competición de la supervivencia. Trabaje, estudie, crezca, ame y usted tendrá atendidas todas sus necesidades. Acuérdese que Dios no la olvida. Progrese siempre. Empero, no se deje corroer por ideas de perfeccionismo. Una persona muy exigente es una persona neurótica, intolerante, de trato difícil, desagradable. No permanezca indefinidamente en el pasado, haciendo un interminable inventario de los dolores y de los desencantos, como de las perdidas y de los errores cometidos. Viva el presente positivamente, como si no tuviese pasado negativo. No tenga miedo de la vejez. La vida tiene encantos en todas las fases de la existencia humana. Descúbralos cuando llegue a esa fase, manteniéndose jovial, solidaria, colaboradora y optimista. La vida prosigue y los que se aman no se separan para siempre, aun cuando surge la muerte del cuerpo, que es la transformación libertadora… No piense que usted es la única persona que sufre. Todos sufrimos y hay personas que sufren mucho más. Acuérdese del extraordinario ejemplo de María de Nazaret, la madre de Jesús y también nuestra madre. Siempre fiel a Dios, que cumplió con todos sus deberes ante la familia, el mundo y su conciencia. Soporto con estoicismo todo el proceso arbitrario que hizo víctima a Jesús, acompañándolo en todos los trances dolorosos de la crucifixión y de la muerte. Inspírese en esa Alma Bellísima y Pura. Cuando las fuerzas le faltaren, búsquela en oración confiada y esperanzada. El auxilio no tardara en llegar. Prosiga segura y serena. Esfuércese siempre. La victoria coronara su vida… Extraído del libro “Depresión” de Izaias Claro