CAPÍTULO V DISCUSIÓN 5.1 Discusión de la Investigación Esta investigación tuvo como propósito conocer la percepción que tienen los padres de familia de la escuela preescolar Manuel Llera Plascencia sobre la importancia del fomento de la práctica de la lectura en el hogar al ser apoyados por ellos. Con base en los resultados obtenidos en este estudio, se acepta parcialmente la hipótesis que plantea que los padres de familia de niñas y niños de nivel preescolar consideran irrelevante la función que desempeñan para el fomento de la lectura de sus hijas o hijas en el hogar ya que los resultados demuestran que los padres de familia priorizan los deberes que tienen en el hogar por encima del fomento de la práctica de la lectura a sus hijas o hijos. A su vez el estatus socioeconómico de las familias en Cuautla Morelos influye en el rendimiento escolar de las alumnas y los alumnos. El estudio refleja que el 50.54% de los participantes en su mayoría mujeres (83.51%) dependen económicamente de alguien más, aunado al nivel escolar de secundaria (40.65%) y preparatoria (38.46%) que es el que predomina en los padres de familia, por ello se infiere que el nivel socioeconómico es de pobreza. SEDESOL (2010) expresa que el 44.8% del total de la población del municipio de Cuautla se encontraban en situación de pobreza, de los cuales el rezago educativo imperó en el 19.2% lo que significó que 29.735 personas tenían carencias económicas. A su vez la evaluación PISA refuerza este planteamiento “en México”, el nivel socioeconómico fue un fuerte predictor del rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias. Los estudiantes aventajados en México superaron a los estudiantes desaventajados en lectura en 81 puntos en PISA 2018 (promedio OCDE: 89 puntos)” (PISA, 2018, pág. 1) para concluir, si bien el nivel socioeconómico no es una factor que dictamine un alto o bajo rendimiento escolar de los alumnos está demostrado que sostiene un grado de influencia en el rendimiento. Los padres de familia conceptualizan a la práctica de lectura como una fuente de conocimiento, enfocado a un aspecto académico. Los participantes relacionan la palabra leer con sabiduría, aprendizaje, conocimiento, formación y educación. Pero no conciben la práctica de la lectura como una práctica social que está presente en la vida cotidiana y a lo largo de toda la vida. Lerner (2001) expresa que la escuela debe ser un lugar donde la lectura sea una práctica viva y necesaria, que sea una herramienta que permita repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento, que la interpretación de textos y la creación de los mismos no son una obligación sino todo lo contrario, esto mismo debe ser concebido por los padres de familia quienes deben tener una percepción diferente de la lectura, que no solo se práctica para adquirir conocimientos que permitan el éxito académico sino el desarrollo integral del ser humano. Los resultados expresan que el 95.60% de los padres de familia ofrecen apoyo en las actividades relacionadas con la práctica de la lectura, su participación es activa en ese aspecto. Los padres de familia participan constantemente en el trabajo junto a sus hijas o hijos. A su vez expresaron que mediante actividades lúdicas apoyan a sus hijos en actividades de lectura, leyéndoles cuentos o interpretación con guiños. Kropp (1998) expresa que existe poca probabilidad de que las hijas o hijos desarrollen capacidades de lectura si los padres de familia no se responsabilizan en apoyar en las actividades y hacen que estas sean divertidas y acordes a su edad: Sin usted, es improbable que su hijo desarrolle las actitudes que hacen que la lectura sea fácil y divertida (…) Sin usted, es improbable que su hijo se convierta en un lector de por vida (…) Pero si nuestros hijos no aprenden a leer, virtualmente serán inválidos cuando intenten enfrentarse a la vida moderna. (pág. 17) Con ello se concluye en que la participación de los padres de familia en actividades de lectura con sus hijos es muy importante para la formación de lectores de por vida. Otro de los aspectos importantes que refleja el estudio es la frecuencia con la que los padres de familia practican la lectura, el resultado indica que los padres de familia leen poco, ya que el 56.04% practican la lectura de 1 a 2 veces por semana y leen aproximadamente de 5 a 15minutos por sesión. MOLEC (2008) expresa que los mexicanos leen en promedio 39 minutos continuos, al mismo tiempo se demuestra que el nivel escolar tiene relación con la poca frecuencia de lectura ya que quienes cuentan con primaria y secundaria leen 29 minutos continuos, mientras que los de media superior lo hacen 34 minutos y quienes cursan universidad dedican aproximadamente 49 minutos, tomando como referencia estos parámetros, los padres de familia están por debajo del promedio que señala MOLEC. Para concluir es importante que los padres de familia adquieran el hábito de la lectura, prioricen esta actividad porque haciendo referencia a lo que plantea Meece (2001) “Los conductistas creen que los niños adquieren nuevas conductas mediante los procesos de observación e imitación…basta que observen un modelo, recuerden su comportamiento y lo repitan más tarde”. (pág. 21) los niños a una edad muy temprana adquieren conductas por medio de la observación e imitación, entonces, si los padres de familia son lectores existe una mayor probabilidad que los niños también lo sean. El ejemplo claro está en la frecuencia con la que la sociedad observa la televisión en sus tiempos libres, por ello retomando lo que plantea Kropp (1998) el padre de familia debe reglamentar el uso de la televisión, videos y videojuegos, y de esta manera otorgar más tiempo a la práctica de la lectura. Por otro lado, los padres de familia piensan que el trabajo que realiza el sistema educativo es insuficiente para fomentar la lectura en la escuela a pesar de la importancia que el currículum oficial le otorga a la asignatura de español considerada en el siglo XXI como la base del aprendizaje permanente. Dentro del PLAN DE ESTUDIOS (2011) en los campos formativos se encuentra Lenguaje y comunicación, el cual favorece el desarrollo de competencias comunicativas, este campo tiene como fin que las alumnas y alumnos aprendan y desarrollen habilidades para hablar, escuchar, e interactuar con otros. Desde preescolar las niñas y niños interactúan en situaciones de comunicación, se emplean formas de expresión oral con propósitos diversos que genere un efecto positivo para su desarrollo emocional, físico cognitivo y social que dote a las alumnas y alumnos de confianza y seguridad en sí mismos. “El desarrollo del lenguaje oral tiene alta prioridad en la educación preescolar” así como los niveles educativos posteriores. Reafirmando lo anterior, la importancia que otorga el currículum también se puede observar en distribución de tiempo de trabajo para la materia de español para los alumnos de primer y segundo grado con 480 horas anuales siendo Matemáticas con 360 horas anuales la segunda más importante en asignación de tiempo, esto mismo se reproduce en los siguientes niveles académicos en educación básica. (PLAN DE ESTUDIOS, 2011, pág. 73).