Catabolismo de los lípidos: quemar grasas Una de la razones por las cuales se suele consultar a un especialista de la nutrición es por problemas de sobrepeso con el fin de encontrar una manera de eliminar el exceso de grasa. Existen muchos métodos y dietas, aunque últimamente se habla mucho de dieta cetogénica, ayuno y ayuno intermitente. El argumento de estos métodos se centran en el metabolismo de las grasas, y particularmente el momento en el que el cuerpo empieza a generar cetonas, como fuente de energía en lugar de glúcidos, signo indicador de que el organismo está quemando grasas. Hemos querido aquí repasar el metabolismo de las grasas y acercarnos al mecanismo de la cetogénesis. Importancia de los lípidos Los lípidos forman alrededor del 18% al 25% del peso corporal de los adultos delgados, mientras que los hidratos de carbono representan entre un 2% y un 3% del peso corporal total, y las proteínas están en una proporción aproximada del 12 al 18%. Al igual que los hidratos de carbono, los lípidos pueden oxidarse para producir ATP. La oxidación de las grasas produce energía. Los más abundantes en el cuerpo y en la dieta humana son los triglicéridos y son la fuente de energía más concentrada del organismo. Se considera que cada gramo de triglicéridos produce aproximadamente 9 kcal (contra 4 kcal/g tanto en hidratos de carbono como en proteínas). Si el organismo no tiene una necesidad inmediata de utilizar lípidos, los triglicéridos se almacenan en el tejido adiposo y en el hígado. Los trigliceridos almacenados en el tejido adiposo constituyen el 98% de todas las reservas de energía. Se pueden almacenar mucho más trigliceridos que glucogéno (el almacenamiento de glucógeno en el hígado ocupa hasta 10% del órgano y hasta 1 a 2% en el músculo esquelético). El exceso de hidratos de carbono, proteína o grasa de la dieta tiene siempre el mismo destino final: son convertidos en triglicéridos. Este proceso es estimulado por la insulina. Los otros lípidos se utilizan como moléculas estructurales o para sintetizar otras substancias fundamentales. Por ejemplo, los fosfolípidos forman parte de las membranas celulares, las lipoproteínas se utilizan para transportar colesterol por el cuerpo, el colesterol se utiliza en la síntesis de los sales biliares y de las hormonas sexuales, la tromboplastina (lipoproteína) es necesaria para la coagulación sanguínea y las vainas de mielina aceleran la conducción del impulso nervioso. Digestión y absorción Durante la digestión, los triglicéridos se degradan en ácidos grasos y monoglicéridos. Los ácidos grasos de cadena corta cruzan la pared intestinal hasta los capilares sanguíneos. Mientras que los de cadena larga y los monoglicéridos son transportados en micelas a las células epiteliales. Dentro de los enterocitos, las micelas son reducidas a glicerol y ácidos grasos que luego son recombinados para formar triglicéridos. Serán transportados por lipoproteínas a través de la linfa para llega luego a la sangre y seguir hasta su destino. Quemar grasa Las células del cuerpo humano requieren un flujo constante de energía para mantener su actividad y seguir vivos. La primera fuente que utilizan es la glucosa que está en la sangre, los 1 músculos, el hígado y otros tejidos. Se podría decir que el cuerpo no va a utilizar las reservas de grasas como combustible hasta que no haya gastado toda la glucosa disponible. Cuando esta se acaba, porque dejamos de comer, seguimos una dieta baja en carbohidratos o ayunamos, el cuerpo recurre a las moléculas grasas y forma cetonas que se utilizarán como combustible para el cuerpo y el cerebro. Lipolisis La lipolisis es el organismo que quema grasas. Para que los trigiceridos puedan ser metabolizados como fuentes de energía deben descomponerse en glicerol y acidos grasos. El primer paso para su catabolismo es la hidrólisis. Por medio de la acción de las lipasas, se desomponen en glicerol y tres ácidos grasos. Numerosas hormonas estimulan la degracación de los triglicéridos en ácidos grasos y glicerol (adrenalina, noradrenalina, glucocorticoidales, tiroideas, hormona de crecimiento). Despues de convertise en gliceraldehído 3-fosfato, el glicerol puede transformarse en glucosa o entrar en le ciclo de Krebs para su oxidación. Los ácidos grasos se catabolizan de forma diferente al glicerol y producen más ATP. La oxidación completa de los ácidos grasos libres se produce por los procesos de β-oxidación. Como resultado de la beta-oxidación se forma acetil CoA. El acetil CoA se incorpora al cicle de Krebs y es utilizado para la producción de ATP (adenosina trifosfato), la fuente de energía del cuerpo. La mayoría de las células oxidan preferentemente glucosa si está disponible en lugar de ácidos grasos para la síntesis de ATP. Sin embargo, el músculo cardíaco oxida preferentemente ácidos grasos. Cetogénesis La cetogénesis es el proceso bioquímico por el cual el cuerpo produce un grupo de sustancias conocidas como cuerpos cetónicos. Se forman en las mitocondrias del hígado. Dentro del catabolismo normal de los ácidos grasos, los hepatocitos pueden utilizar moléculas de acetil Co-A para producir un cuerpo de cetona llamado ácido acetoacético. Parte del ácido acetoacético se transforma en beta-hidroxibutirato (beta-HBA, un combustible de alta eficiencia para el cerebro) y acetona (el cuerpo lo excreta como desecho y es responsable del aliento maloliente). Son estas tres substancias que reciben el nombre de cuerpos cetónicos. Los cuerpos cetónicos atraviesan libremente las membranas celulares y entran en la circulación sanguínea. La inanición y la diabetes mellitus aumenta la oxidación de los ácidos grasos y la producción de cuerpos cetónicos. Utilización de los cuerpos cetónicos El uso de los cuerpos cetónicos depende de las fluctuaciones de los niveles de glucosa en sangre. Así, después de las comidas, cuando la cantidad de glucosa es elevada, los tejidos usan la glucosa como fuente principal de energía. 2 Cuando los niveles empiezan a descender, el hígado intenta mantener los niveles de glucosa en sangre liberando las reservas que anteriormente había almacenado en forma de glucógeno. Ciertos tejidos como el músculo cardiaco y esquelético comienzan a usar como principal fuente de energía los ácidos grasos procedentes de la lipólisis del tejido adiposo, favoreciendo así un ahorro de glucosa, fundamental para otra serie de tejidos que dependen más estrechamente de este carbohidrato para obtener energía, como el cerebro y los glóbulos rojos. Cuando se agotan las reservas de glucógeno (proceso de inanición o ayuno prolongado), la gran mayoría de tejidos pasa a alimentarse de ácidos grasos y cuerpos cetónicos. Incluso el cerebro puede adaptarse y utilizar los cuerpos cetónicos como fuente de energía, en gran parte debido a que no puede aprovechar la energía procedente de los ácidos grasos. Hasta, una de las cetonas, el ácido betahidroxibutírico (beta-HBA), es un combustible de alta eficiencia para el cerebro. A pesar de todo, el hígado sigue generando pequeñas cantidades de glucosa a través de la gluconeogénesis (principalmente a partir del glicerol, pero también a partir de aminoácidos o del aprovechamiento del ácido láctico). En situación de ayuno, la glucosa queda reservada casi de manera exclusiva para los glóbulos rojos. ¿Qué es la cetosis? Dado que las células utilizan preferiblemente la glucosa como fuente de energía, los cuerpos cetónicos suelen producirse en cantidades muy pequeñas. Cuando la concentración de cuerpos cetónicos en la sangre se eleva por encima de su valor normal, se habla de cetosis. Niveles de cetosis Estar en cetosis se cuantifica y se mide en función de la cantidad de cuerpos cetónicos en la sangre. Esta concentración se mide en milimoles por litro de sangre. Así, se considera: • • • Cetosis ligera: Entre 0,5 y 1,5 mmol/l. El cuerpo ya ha entrado en esa zona en la que utiliza principalmente grasa como fuente de energía. Cetosis óptima: Entre 1,5 y 3 mmol/l. Este es el rango ideal si queremos bajar grasa y provocar ese reseteo en nuestro metabolismo (acceder con facilidad a las reservas de grasa). Cetosis profunda: Valores por encima de 3 mmol/l. Cetoacidosis Los cuerpos cetónicos son ácidos, y cuando se producen en exceso durante periodos prolongados consumen los amortiguadores del organismo tales como los iones bicarbonato y el pH de la sangre desciende peligrosamente (pH arterial inferior a 7,35 y pH venoso inferior a 7,30). La cetoacidosis (que se suele llamar cetoacidosis diabética) generalmente ocurre en personas con diabetes tipo 1 (mellitus). Es una afección potencialmente mortal, resultado de una deficiencia severa de insulina y asociada a una hiperglicemia. Una persona sin problemas de salud que decide hacer una dieta cetogénica no tiene que preocuparse por una posible cetoacidosis pero las personas diabéticas deben tener cuidado y aprender a reconocer las señales de cetoacidosis. 3 Bibliografía: BELAUSTEGUI TRÍAS, Isabelle y SIERRA CRESPO Jesús, Dieta cetogénica, Vida Potencial, 2020. PERLMUTTER, David, Cerebro de pan, Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2014. TORTORA, Gerard J. y REYNOLDS GRABOWSKI, Sandra, Principios de anatomía y fisiología, 7ª edición, Harcourt Brace, Madrid, 1999. vv. aa., Harper Bioquímica ilustrada, 29ª edición, Mc Graw Hill, México, 2013. 4