La magia de los Scouts REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Juan José Pérez Martínez - | “Gato Legendario” REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Introducción Un juego. Eso es básicamente el escultismo. Pero los inevitables cambios culturales, socio-económicos, administrativos, medioambientales, tecnológicos, y especialmente la irrupción de nuevas corrientes psico-pedagógicas, han contribuido a dibujar un juego un tanto distinto del que se vino aplicando durante la mayor parte del siglo pasado. La intención, por supuesto, siempre fue la de mejorar el método y lograr que más muchachos pudiesen beneficiarse de sus efectos positivos en la formación de los jóvenes. Sin embargo, dicha intervención y un afán RENOVADOR han conseguido desfigurar un tanto el “Gran Juego”. En lugar de optar por una ACTUALIZACIÓN, o RESTAURACIÓN, mejorando y adaptando sobre todo aspectos referentes a la seguridad o al cuidado del medio ambiente, se apostó por dejar de lado, o un tanto obscurecidos, muchos elementos que (al parecer de los altos dirigentes) pudiesen tener alguna reminiscencia con un supuesto pasado negativo, anticuado o “militarista”. Y lo cierto es que NUNCA FUE ASÍ. A pesar de imágenes y relatos que parecen desmentir esta afirmación, lo cierto es que se trata de una impresión equivocada fruto de la aplicación del método de manera incorrecta en muchos lugares y por muchas personas por razones sencillas: El puro desconocimiento, debido sobre todo a la falta de literatura adecuada fuera del mundo anglosajón (que fue donde se originó todo este invento) y que dejó a los responsables con una grave carencia de fuentes y recursos. Las mismas características de las personas que implicaron en la labor, principalmente militares en la reserva, clérigos o profesores. Cada uno de ellos con tendencias a „arrimar el ascua a su sardina‟ y emplear las herramientas a las que 1 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO estaban acostumbrados y con las que se sentían más cómodos. En esta obra me propongo mostraros cómo muchos elementos clásicos del escultismo pueden seguir aplicándose con éxito en la actualidad y cómo además contribuyen a dar al juego un ambiente „mágico‟ y a crear un espíritu de grupo sin parangón. Se dirige especialmente a todos aquellos que no tuvisteis la experiencia de una vida scout o habéis llegado al movimiento ya en adulta. Estoy convencido de que os ayudará a comprender mucho mejor el método y sus bases. Comprobaréis como un joven scout norteamericano tuvo la intuición y el valor de retomar las sencillas recetas del juego original para obtener éxito en su propia Tropa. Si estáis dispuestos a mejorar vuestros programas os invito a leerlo con detalle. Quizá redescubráis un inmenso campo de trabajo en dichos elementos, y sobre todo os garantizo que contribuirá sin duda a incrementar vuestro conocimiento del MÉTODO SCOUT. Juan José Pérez- “Gato Legendario” 2 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo I “Si Baden-Powell levantara la cabeza…” ¿Volver atrás? ¿Volver atrás? “Ya está… con ese título ya tenemos aquí a otro iluminado, otra supuesta reencarnación de BP que se atribuye el poder de saber lo que pensaría o dejaría de pensar el fundador en la actualidad.” “¡Otro que quiere volver al escultismo de 1908! ¡O de 1980! Un desfasado. Un retrógrado” Todos estos calificativos los han de soportar muchas personas que con buena voluntad “se atreven” a decir que en muchos grupos (sí, sí, grupos, porque esto no depende de Asociaciones sino de las personas que están al frente de cada uno de esos grupos a lo largo de todo el globo) no se trabaja adecuadamente el método. “¿Qué no se trabaja bien? ¡Si la Ley y la Promesa son nuestra guía permanente!!” Cuando dicen (digo) que no se trabaja adecuadamente…no quieren decir que no se haga un buen trabajo en muchos aspectos. Quieren decir que se infrautilizan las posibilidades, que SE PUEDE HACER MEJOR, despertando una verdadera pasión en los chavales. “¿Y quién eres tú para atribuirte la autoridad de juzgar eso?” 3 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Simplemente uno de aquellos que, con buena voluntad, y después de vivir y leer mucho, observar y comparar, se detiene un momento para sacar conclusiones lógicas. Conclusiones que como veremos en los próximos artículos… no son sólo cosas de unos pocos ni de nostálgicos. Quisiera antes que nada aclarar que NO, que lo antiguo no quiere decir “bien” y lo moderno “mal”, ni mucho menos. Antes también se jugaba de manera incorrecta, no os quepa duda, y siempre hubo personas que se tomaron la molestia de tratar de reconducir las cosas en aquellos aspectos en los que se desviaban y se corría el riesgo de desvirtuar el juego. “No sé dónde quieres ir a parar pero los tiempos han cambiado y el escultismo ha evolucionado necesariamente con él” Por supuesto que han cambiado. Eso nadie lo niega. Del mismo modo que lo hace a lo largo de la historia ¿O es que creéis que el mundo de 1907 tenía algo que ver con el de 1917? ¿O con el de 1927, ó 1937? Si tomamos intervalos de 10 años y analizamos los cambios sociales, económicos, medioambientales, políticos, legales o tecnológicos… nos daremos cuenta de que efectivamente hay bastantes diferencias. Sin embargo el método siguió siendo efectivo y válido en todo tiempo porque está tan bien estructurado que es ATEMPORAL, se puede aplicar (con pequeñas adaptaciones) a todo tiempo y lugar…mientras la esencia del ser humano no varíe. “Efectivamente, el mismo fundador se dio cuenta de ello y aceptaba los cambios con naturalidad, tal y como se puede ver en sus frases” Sí, el viejo Jefe era un hombre de mente abierta y gran sentido común. Entonces… ¿Qué hubiera pensado él? ¿Podemos saberlo? 4 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues SÍ. Y no hace falta coger frases para sacarlas de contexto. Aquí os traigo su pensamiento sobre este asunto. Lo expuso durante el discurso de clausura de la Conferencia Scout Internacional de Agosto de 1937 (30 años después de Brownsea, imaginad si el mundo había variado): “Con el paso del tiempo y debido al creciente número de expertos entre nosotros, existe siempre la tendencia a añadir nuevas ideas o a mejorar las viejas, así como a añadir todo tipo de regulaciones pensadas para el bien de la organización. Pero la base y la definición original sobre las que hemos estado trabajando pueden de esta manera quedar obscurecidas, y en algunos casos incluso ser desechadas, enredándonos con definiciones hasta que corramos el riesgo de llegar a estar sobre-organizados. Este es un peligro muy real hoy en día, y estoy muy contento de que se os haya recomendado estudiar el informe de Tage Carstensen de nuevo, porque trata estos puntos del mismo modo en que yo lo veo. Nuestra solución es volver y estudiar la base simple y original de nuestro Movimiento. Esto puede parecer un paso retrógrado pero como dirían en Francia: „volver atrás es saltar adelante‟. Queremos volver a los principios sencillos de la formación a través del juego de aventura. Como dijo ayer el Dr. West, no es el sistema lo que falla sino la forma de aplicarlo que es lo que debemos vigilar, pues nuestro principal objetivo es educar hombres capaces para nuestros respectivos países, fuertes en cuerpo, mente y espíritu. Hombres en los que se pueda confiar, que sea capaces de afrontar el trabajo duro y los momentos difíciles, que sepan dirigir sus propias mentes y no dejarse arrastrar por las sugerencias de las masas, que sepan sacrificar mucho de su propio interés personal en nombre del bien mayor de su nación. (“The Scout Movement”, E.E. Reynolds) 5 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Creo que con esto queda todo más que claro. Sé que algunos esgrimen otras “supuestas” frases del inventor de todo este esquema para apoyar otras tesis, como por ejemplo: “Ser totalmente fieles a este pensamiento, al espíritu más que a la letra, nos parece la única manera de inventar sin cesar un escultismo joven, vivo, adaptado a cada generación de jóvenes…” Y digo supuestas porque esa frase NO ES DE BP (a pesar de verla repetida en mucha literatura reciente), sino de E. Visseaux en su prólogo a la edición francesa del libro “Baden Powell Hoy”. Así como tampoco es suya la archiconocida: “El Escultismo es un Movimiento porque siempre evoluciona. Tan pronto como deje de hacerlo se transformará en una Organización y nunca más será escultismo. Por tanto ¿No debemos movernos con los tiempos?” que jamás he podido encontrar en lugar alguno (ni libro, ni biografía, ni artículo, incluyendo las obras de Mario Sica quien es uno de los mayores expertos en este aspecto), ni tampoco he encontrado quien me demostrara que BP dijo eso (desde aquí animo a quien lo desee a que me informe en qué libro, artículo o conferencia lo dijo), aunque es una de las citas más corrientes, hasta el punto de figurar en las páginas web de muchas Asociaciones Nacionales, incluida ¡la británica! No me malinterpretéis. El sentido común nos dice que las cosas evolucionan y que por supuesto debemos adaptarnos para poder seguir el camino adecuadamente, eso no lo niega nadie. Es de cajón que debemos abordar nuevos problemas, que las legislaciones han cambiado, la intervención de las Administraciones en aspectos como educación o sanidad han dado un salto espectacular desde aquellos primeros días. Los chicos se enfrentan a un mundo hiperconectado, donde la presión de los medios y las modas es enorme, se independizan muy tarde, disponen de mayor 6 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO bienestar y poder económico, el placer inmediato impera por doquier… y los héroes de hoy tampoco pueden ser los del ayer. Es bueno, imprescindible más bien, que el escultismo de hoy tenga en cuenta todos esos condicionantes. Sin embargo debemos estar atentos para no desvirtuar las cosas, y esto es lo que reclamo desde este espacio: EQUILIBRIO. ¿Entendemos qué es dar un paso atrás o pensamos que sólo es algo retrógrado? ¿Dar un paso atrás dónde? A la esencia misma del Gran Juego. Está claro que lo que se pretende con dicho paso es que todos y cada uno de los responsables tenga claro cuál es el objetivo del juego y cómo se juega. Simplemente para aprender qué cosas han funcionado bien a lo largo de la historia con el fin de utilizarlas lo mejor posible. Por ello en los próximos capítulos iremos revisando algunos planteamientos y conceptos en lo que podríamos titular con cierta osadía…“Redescubriendo el escultismo”. Pero creo que por ahora ya os he mareado bastante. Os invito a avanzar al próximo capítulo y a seguir reflexionando sobre todo ello. 7 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo II Aprendiendo del pasado Os contaba anteriormente que en ocasiones es necesario dar un paso atrás para recuperar la esencia original de las cosas, pues con tanta innovación puede llegar a perderse, oculta entre mil y un protocolos, ideas peregrinas o tradiciones sin origen claro. Un paso atrás para coger impulso. No. No se trata de reproducir lo que se hacía en los 70, 80 o 90. Ni mucho menos lo que hacía mi padre en los 50 o los 60. Se trata de echar la vista atrás y analizar con detalle qué cosas son las que han tenido éxito y por qué, sin dejar por ello de utilizar todas aquellas cosas actuales que nos ayuden a aplicar el método mejor y con más seguridad. Esa necesidad la vio el mismo fundador, tal como os mostré, pero desde luego no era el único. Recordaréis que el viejo Jefe hacía referencia a un tal Tage Carstensen y su informe, así que antes de avanzar a “redescubrir el escultismo” creo que sería interesante echar un vistazo por encima a lo que dijo este buen señor (que era el Delegado de Dinamarca durante la Conferencia Internacional que se celebró en Holanda en 1937), y que empieza con una frase rotunda: “Niego categóricamente que el escultismo esté pasado de moda” Tage Carstensen 8 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “Niego categóricamente que el escultismo esté pasado de moda. Muchos han intentado, y aún lo siguen haciendo, añadirle nuevas ideas. Esto se ha hecho con frecuencia especialmente por aquellos que quieren utilizar a los scouts para propagar alguna idea particular o una moda pasajera. La mayoría de nuestros problemas actuales, cambios y demás son problemas de los adultos y no deberíamos involucrar a los chicos en ellos. También se escucha por todas partes el argumento de la era mecánica, pero no creo que todos los chicos se interesen en la mecánica. Todos nosotros hemos jugado con juguetes mecánicos en nuestro momento, incluso los hemos construido, sin embargo no deberíamos dejarlos que interfieran en cómo desarrollamos nuestro escultismo, no debemos buscar el cambio de la naturaleza por la tecnología. Se han hecho muchos intentos de este tipo por modernizar el escultismo y todos los que he visto u oído han fracasado. Dinamarca pasó por esa misma fase hasta que decidieron volver a usar los viejos métodos, las formas básicas del escultismo. La respuesta en cifras y en la práctica de esta decisión ha sido de lo más alentadora. El modo de tener éxito en una Tropa es a través de la Promesa y Ley scouts, el conocimiento de los bosques, campismo primitivo y actividades al aire libre, y no a través del lujo o la excesiva organización. Los cuatro medios básicos para aplicar el escultismo en la Tropa son: 1. La atención a los individuos, de modo que se estudien las ideas de los chavales y se les anime a que se eduquen ellos 9 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO mismos. Es necesario sugerirles ideas y darles la oportunidad de que las propuestas nazcan de su propia cosecha. Las insignias son de gran valor tanto como sugerencia como para estimular la consecución de metas. 2. El trabajo en la Patrulla, evitando el peligro de usar el aspecto competitivo en exceso. Su valor subyace en el propio manejo del equipo, compartiendo experiencias y realizando actividades de modo que los más nuevos adquieran de modo inconsciente el conocimiento y sientan que progresan. 3. Los Juegos, aunque existe la tendencia a sobre-utilizarlos hasta el punto de que tantos árboles no dejan ver el bosque. Algunos scouters parecen creer que siempre que se reúne la tropa es necesaria una batería de juegos para educar. Este es un modo equivocado de verlo. Los juegos son útiles para ilustrar o practicar actividades scouts concretas, o para estimular el desarrollo mental o físico, pero la mayor parte del programa scout debe ser tan divertido como un juego. 4. Las historias, que pueden usarse para añadir el ambiente adecuado de magia y misterio, para despertar la imaginación en cualquier tarea concreta. La misma historia del escultismo nos habla del poder de esa imaginación y de la atmósfera adecuada. 10 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Existen dos peligros principales: utilizar uno de los métodos de modo predominante frente al resto con el resultado inevitable del hartazgo y aburrimiento de los chicos. Para retener el interés debemos permanecer atentos, cambiar con frecuencia las actividades y permanecer receptivos a las propuestas. El otro peligro es la tendencia a hacer del escultismo un asunto demasiado serio…si el escultismo no es diversión no tendrá vida. (“More Gilcraft Gleanings “, 1938) Como os contaba, a lo largo de los años han sido muchas las voces que han advertido de la necesidad de tener claros los conceptos del juego. En esa misma recopilación de artículos publicados por Gilcraft podemos leer la opinión de otros scouters de la época (1938) y que me resulta igualmente ilustrativa: “Creo que los próximos 10 años van a ser los más difíciles para el Escultismo en todos los países donde éste existe (y tanto, difícilmente imaginarían que estaban al borde de la 2ª Guerra Mundial). Nos encontramos en un momento de crisis dentro de la historia del mundo y también en la del escultismo. Una nueva generación se va a hacer cargo de la dirección de nuestro movimiento. Esta nueva generación no sólo se va a ver puesta a prueba como tal sino que tendrá también que lidiar con nuevas dificultades no existentes en los primeros tiempos. Dificultades debidas en parte al éxito del mismo escultismo, con el resultado de que muchos de sus métodos y actividades han sido adoptados y adaptados por otras organizaciones, así como por el conjunto del sistema educativo. Debemos afrontar dos importantes cuestiones: ¿Es preciso cambiar el escultismo, sus actividades y métodos, con el fin de ponerlo en concordancia con las nuevas líneas de 11 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO pensamiento y desarrollo? O por el contrario ¿es mejor ceñirse a la concepción original y a sus objetivos, métodos y propósitos fundamentales? Personalmente creo que la mayor contribución que el escultismo puede hacer al mundo de hoy es mantenerse firme en sus ideas y convicciones y de ese modo asegurar el desarrollo continuo de los jóvenes mediante la ejercitación de sus propias capacidades y de su propio liderazgo (tal y como viene siendo desarrollado por el Sistema de Patrullas), y permitirles de este modo conseguir que adquieran el valor y la felicidad de la participación el Gran Juego al Aire Libre.” Resulta muy curioso contemplar cómo aquellos scouters de hace casi 80 años se enfrentaban a las mismas cuestiones que hoy día. El hecho de que se publicaran en la colección Gilcraft nos demuestra que no era algo sin importancia, sino que preocupaba a los grandes ideólogos del movimiento, incluyendo a Baden-Powell. Pero no creáis que esas impresiones se limitan a personajes antiquísimos. En el próximo capítulo os mostraré el ejemplo de un Eagle Scout norteamericano de veintipocos años que creó un blog que aborda precisamente estos mismos problemas. Él y su blog son la prueba de que es necesaria esa vista atrás parar recuperar ideas que muchos han creído superadas y nos pueden llevar a tener un escultismo más completo. Si os apetece le echaremos un vistazo y os cuento más detalles… 12 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo III “El Escultismo redescubierto” ¡Uff! ¡Vaya título! No. No es que me haya vuelto loco, o me crea a estas alturas la reencarnación del fundador, ni que tengamos que revivir el escultismo de otro tiempo. Se trata simplemente de seguir recordando aquellos aspectos del método que fueron la clave de su éxito y que en ocasiones pasamos de largo. Hasta ahora os he ido contado que esa impresión ya la tuvieron el fundador y muchos otros máximos responsables del escultismo 30 años después de su comienzo. Y a pesar de la distancia temporal que nos separa me resulta inevitable pensar que muchos de los errores que se cometieron en el pasado… se siguen haciendo hoy en día. También os anticipé que ese pensamiento no es solo mío, ni siquiera de los de mi generación de “antiguos”. De hecho muchas personas jóvenes que se molestan en indagar y poner en práctica el método genuino y sencillo quedan sorprendidas por el resultado. “¿Qué nos estás contando?” Pues que esto lo podemos comprobar fácilmente en el blog de un scout norteamericano, Enoch Heise. En él nos cuenta con detalle su propia experiencia referente al eterno dilema: ¿Son válidos argumentos clásicos en una sociedad como la actual? ¿Y quién es este Enoch? 13 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues Enoch es un Eagle Scout (se trata del grado máximo de progresión en los BSA) que llegó a ser Guía de patrulla a los 15 años (recordemos también que allí siguen un esquema en el que permanecen en tropa hasta los 17), y que en su afán de ser mejor líder y potenciar al máximo las virtudes de su patrulla, comenzó a leer todo lo que caía en sus manos. Fue entonces cuando se encontró con un montón de principios e ideas establecidas prácticamente desde la fundación del escultismo…pero que parecían no tenerse en cuenta en la actualidad. Cuanto más aprendía más quería conocer, y pronto comenzó a aplicar muchas de aquellas técnicas y principios en su propio grupo. ¿Y sabéis qué? …¡¡¡funcionaban!!! Se dio cuenta que ni en su propio grupo, ni en los de su entorno, se estaban aplicando muchas de aquellas ideas tan valiosas. Se percató de que el escultismo surgió para ayudar a los chavales a superar los retos a los que se enfrentaron en otros tiempos y que muchos de los problemas venían a ser los mismos de la actualidad. Aquellas ideas sobre formación del carácter, sobre educación y liderazgo, eran tan válidas entonces como en el presente. Sin embargo se habían olvidado o se las había dejado de tener en cuenta. Mientras se centraban esfuerzos en aspectos de progresión, captación de miembros, capacitación de chicos, actividades de servicio, programaciones…quedaban desatendidos esos otros aspectos que le daban un mayor sentido, un nuevo interés y motivación al Gran Juego. Por esa razón se decidió a volver a descubrirlas a sus hermanos y creó su página: “El escultismo redescubierto” (Scouting Rediscovered) 14 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO En ella Enoch comparte con nosotros todo lo que fue aprendiendo en aquellas lecturas, teniendo clara la idea de que el marco del escultismo es aplicable en muy diversas situaciones. Pero… ¿cómo es posible que se hayan dejado de usar si son tan importantes? Simplemente porque con el tiempo multitud de personas, de dentro y fuera del escultismo, han intentado aportar nuevas herramientas en su afán por mejorar el esquema y de hacerlo llegar a más gente. Pero con tanto aporte muchas de aquellas ideas sencillas y fundamentales han acabado ocultas, “enterradas”, hasta el punto de que ya no se utilizan. A veces incluso se le hacía difícil encontrar en su entorno a un grupo en el que se aplicasen de manera óptima. Se percató de que en muchos hacen cosas por tradición, por diversión, por protocolo…sin tener en cuenta el objetivo final ni los métodos para llegar a él. Y es que, tal y como nos narra: “el escultismo no es sólo una organización, ni una asociación recreativa, ni una escuela de liderazgo, ni mucho menos un uniforme. No se trata simplemente de salir de acampada, hacer labores sociales o ser ases de la supervivencia. El método funciona cuando se lo aplica en conjunto“. Enoch se ha propuesto desempolvar las ideas y métodos imperecederos del escultismo para volver a poner el foco sobre ellas. Recuperar los principios, valores y aventuras que se encuentran en él, para que todos aquellos que lo deseen puedan comprobar la validez de los mismos. 15 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Lo que me resulta más curioso es que dicha idea, que se inició en 2012, provenga de un scout que en la actualidad tiene veintitantos años. Y sobre todo que se produzca en el seno del escultismo norteamericano, al cual solemos imaginar muy “tradicionalista” cuando en realidad se ven afectados en la misma medida que el resto por el hecho de que muchas personas se han ido acercando al método y entre todos han acabado desvirtuándolo en muchas ocasiones. Así que ahora nos detendremos a analizar cómo hemos “complicado lo simple”. 16 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo IV Complicando lo simple Vimos en el anterior capítulo que Enoch Heise, un joven scout, había creado un blog en el que relata cómo re-descubrió las herramientas básicas del juego del escultismo y las aplicó a su propia patrulla con mucho éxito. Y también que a su juicio muchas de esas ideas habían dejado de usarse porque habían quedado escondidas entre muchas otras ideas modernas más complejas, tradiciones, costumbres o comodidades. Y es que debemos pararnos a pensar un poco y entender que el escultismo es ESENCIALMENTE UN JUEGO. SÍ, un juego. Aunque históricamente a muchos les haya encantado darle vueltas y más vueltas, buscando mil y un aspectos en los que desmenuzarlo con la sana intención de que así se fuese a jugar mejor. Me gusta poner un símil que creo bastante acertado. Cuando hablamos todos construimos las frases de modo innato, sin pararnos a analizar palabra por palabra o si estamos utilizando una “oración subordinada” o un “complemento indirecto”, o si esto es una conjunción o una preposición. Simplemente nos expresamos 17 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO utilizando nuestro sentido común. Es más que suficiente. Si hubiésemos de ser todos lingüistas…íbamos apañados. ¿Y qué tiene esto que ver con los scouts? Pues que veo que mucha de la literatura actual dirigida a la formación de los responsables se detiene en análisis pormenorizados de la psicología y pedagogía infantiles, se desmenuza todo en multitud de etapas, con multitud de objetivos a cubrir en cada una de dichas etapas, detallando objetivos y microplanificaciones que debe conllevar cada juego o actividad, estableciendo protocolos para tal o cual cosa…al más puro estilo académico/empresarial. Todo debe ser cuantificado, evaluado una y mil veces en busca de la eficiencia. Es como si así fuésemos a jugar mejor (como Benítez y el Real Madrid, je, je). Todo ello responde a una buena intención: tratar de aprovechar al máximo las posibilidades educativas del escultismo. Por supuesto se aplican las corrientes pedagógicas predominantes en el momento y a veces se acaba desvirtuando el juego, especialmente cuando se pretende renovarlo en lugar de actualizarlo. Si queréis profundizar en esta última afirmación os aconsejo leer algunos de los artículos de nuestro hermano Búho Terco en „Apuntad Alto‟, como el titulado “100% de bueno“. Pero con dichos planteamientos consiguen tres cosas conmigo: Hacer que me aburra muuuucho, cuando debería ser muy diferente: “Lo divertido de las nuevas actividades scouts es que son justamente como el nuevo juguete que papá lleva a casa para los chicos: papá es el primero en ponerse a jugar con el juguete. Bueno, eso es precisamente lo que debiera suceder en el escultismo. (BP -“Gaceta de la dirección”, 1922). 18 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Hacer que piense que esto es demasiado complicado y requiere demasiado esfuerzo. No me malinterpretéis. Eso NO quiere decir que no esté convencido de la necesidad de que los Scouters den lo mejor de sí y traten de formarse y conocer bien los aspectos básicos del método, adquirir conocimientos básicos de la legislación actual, o las etapas a grandes rasgos del desarrollo de la mente y el cuerpo de los chavales. Simplemente quiero decir que tenemos que entender que hablamos de una actividad VOLUNTARIA. La mayoría de responsables NO son profesores ni pedagogos por lo que planteamientos excesivamente académicos acaban enfriando a más de un entusiasta inicial. Enmarañarlo todo hasta que uno acaba por olvidar los aspectos básicos del método, que en realidad es bastante simple, y que pierda la frescura que nos debería caracterizar. Podemos acabar centrando nuestra atención en tanta teoría que dejemos desatendidos esos otros aspectos que le dan un mayor sentido, interés y motivación al Gran Juego. Es lo que el viejo Jefe denominó como “escultismo sintético”: “Por „escultismo sintético‟ me refiero a un escultismo obscurecido, que disfraza su forma natural y espontánea con reglas y literatura instructiva excesivas, tendiendo a hacer de él una ciencia para el Scouter y un plan académico para los muchachos, alejándolo de lo que originalmente era y DEBE SEGUIR SIENDO”. (“The Scouter”, 1936) 19 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Como me considero una persona de una inteligencia y preparación medias, imagino que esto mismo le ocurre a muchos como yo. Por eso me gustaría reivindicar por un momento la sencillez del método. Y para ello sólo os pido que leáis este pequeño extracto sacado del Prefacio que escribió BP en algunas ediciones de “Escultismo para Muchachos”: “Más de un entusiasta ha descrito al Escultismo como una revolución del sistema educativo. Bien, PUES NO LO ES. Se trata simplemente de una sugerencia acerca de una agradable actividad recreativa al aire libre, y que ha demostrado ser también una ayuda práctica en la educación. Puede tomarse como una activad complementaria a la escolar, capaz de abordar ciertos aspectos que el currículum escolar ordinario pasa por alto. En pocas palabras, se trata de una escuela de ciudadanía a través del conocimiento de la naturaleza. Los aspectos que se trabajan para completar los déficits mencionados son: el carácter, la salud, las habilidades manuales y la ciudadanía mediante el servicio a los demás.” Creo que es un comentario sencillo y sublime. Porque a muchos les gusta jugar a ser GRANDES EDUCADORES y grandes pedagogos al servicio de la juventud. Pretenden abordar, con la mejor de las intenciones, mil y un aspectos educativos en todas las áreas posibles. De verdad que me parecen interesantes muchas de sus sugerencias, pero me gusta poner las cosas en su sitio. Y para eso a veces hemos de bajar al lugar donde todo empezó, de modo que entendamos de qué va todo esto. 20 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Porque el escultismo es un juego. Un juego que nació porque era (y es) evidente que LA EDUCACIÓN ACADÉMICA FORMAL NO LO ES TODO. El fundador se dio cuenta, como nos la damos nosotros también, de que existen muchas personas que triunfan en la vida teniendo menor formación que sus compañeros. De hecho las personas más inteligentes rara vez son las que cambian el mundo, sino que acaban en algún rincón de alguna gran empresa trabajando para alguien que no lo es tanto, pero con otras capacidades en las que los superan con creces. La capacidad de liderazgo, de dirigir a un equipo, el carácter, la confianza infinita en sus posibilidades, de ganarse la confianza de los demás por sus acciones y sus valores, su autoestima, su capacidad de comunicar ideas a los demás y de trabajar en 21 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO conjunto, de esforzarse al máximo cuando las circunstancias lo requieren, de ganarse la confianza del resto, de ser capaz de inventar salidas cuando las cosas se ponen difíciles, la creatividad….TODO ESTO NO SE APRENDE EN LA ESCUELA NI LA UNIVERSIDAD, sino más bien en los juegos y relaciones que mantenemos con los demás, en la vida misma. Fue en ese aspecto en el que BP pensó que valía la pena incidir. En el CARÁCTER de los chicos. Ese carácter que le da a uno autoconfianza, capacidad de lucha para afrontar la adversidad sin descanso y que lleva a las personas a ser lo que ellas quieran ser en gran medida, a remar su propia canoa, a ser las dueñas de su vida y su destino. BP cogió un esquema de trabajo muy motivador que había aplicado con sus hombres en el ejército con muy buen resultado. Y con él ideó un sistema que resultara igualmente atractivo a los chicos en la edad en que más lo necesitan (por eso no estoy seguro de que sea buena idea tratar de abarcar a chicos más pequeños, porque me parece que debemos dirigir los recursos, que son LIMITADOS, donde más se precisa). Por supuesto usó aquello que subyace en el interior de cada chaval: el deseo de aventura, la vida emocionante de los grandes exploradores del siglo, de los pioneros del nuevo mundo, individuos capaces de valerse por sí mismos y que descubrían territorios desconocidos. Y lo hizo a modo de juego, porque es la forma más natural de aprendizaje (todos los cachorros de todas las especies lo hacen así). Propuso un juego emocionante, enfrentándolos a los pequeños retos que supone la convivencia en la naturaleza, lejos de la seguridad del hogar y los padres. Jugar a este juego del escultismo debía ser divertido, pero NO SOLO ESO. Debe encender el ESPÍRITU CORRECTO en los muchachos y para eso es fundamental revestirlo del aura mágica del MARCO SIMBÓLICO. De esa manera se crean los hábitos que 22 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO luego pasarán a formar parte de cada persona, modulados por la razón. Y dentro de esos hábitos el más importante: el servicio a los demás como fuente de felicidad personal. Con ejemplos de los héroes de la época (por supuesto que ahora debemos ser capaces de encontrar los modelos modernos adecuados) y de la historia encendió su imaginación y les proporcionó una serie de valores positivos: El honor (suena desfasado pero todos buscamos alguien en que confiar y ESO ES EL HONOR, SER FIABLE). La lealtad (saber que podemos contar con alguien en la adversidad), la caballerosidad y el servicio a los demás (hacer la vida agradable a los demás) La amistad y el compañerismo, el trabajo en equipo Anteponer el bien del grupo al de uno mismo (la autodisciplina). Encarar las dificultades con ánimo y sin temor… …todos conllevan algo positivo para el individuo y para el bien común que es lo que en última instancia se pretende con la educación. El Gran Juego está tan bien estructurado que no sólo es divertido para los chicos sino también para los responsables, quienes deben sentirse como los hermanos mayores que participan en el juego. Es conveniente tener esto en cuenta para entender por qué jugamos y cómo vamos a hacerlo. En los próximos capítulos hablaremos un poco de los elementos básicos esenciales que no debemos dejar de lado si queremos sacar el máximo partido al método. 23 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Como he dicho, la base del juego no se debe sustentar en complejidades teóricas…PERO TAMPOCO en la repetición de esquemas y actividades, de tradiciones y costumbres. Hacer las cosas “porque siempre se han hecho así”, sin entenderlas, es otro absurdo (en el capítulo XIX os referiré un ejemplo claro de cómo detrás de actividades aparentemente inútiles se puede encontrar una razón más que válida). En el escultismo todo tiene un propósito, sin él todo lo demás es parafernalia vacía. Y la clave está en entender cuál es ese propósito sencillo que subyace en cada uno de los juegos y actividades, teniendo cuidado de no ahogarlo en un exceso de protocolos y cuantificaciones. El sentido común nos indica que necesitamos EQUILIBRIO, un balance entre organización y espontaneidad. Y capacidad de adaptación a las características singulares de cada sitio y cada grupo. Sí, muchos responsables a lo largo de los años vieron las mismas cosas a potenciar. Y también personas jóvenes como Enoch Heise se han dado cuenta de que usar los recursos atemporales del método nos ayudará a darle un sentido mágico a todo el juego. No perdamos la perspectiva. No despreciemos lo que ha demostrado funcionar sólo porque sea “antiguo”. Porque: “el escultismo es una cuestión sencilla, pero lo hemos hecho un asunto complicado en muchas cuestiones. Es posible la simplificación, incluso en estos modernos y complicados días, y la principal contribución que puede hacer el escultismo hoy es demostrar el valor de las cosas simples. (More Gilcraft Gleanings, 1938). Pero tratar de trabajar sobre ideas antiguas no es sencillo. Y en el próximo capítulo os hablaré precisamente de esto, de “la maldición de lo antiguo”. 24 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo V La maldición de lo antiguo ¡Antiguo, que eres un antiguo! Os he venido contando hasta ahora que existen responsables de todas las edades que han visto la posibilidad de dar más sentido, interés y motivación al juego del escultismo, mediante la utilización de recursos originales que han ido quedando relegados a un segundo plano ante la llegada de novedades de todo tipo. Eso puede parecer retrógrado a algunos así que, antes de seguir avanzando en mi exposición acerca de la utilización de estos recursos y argumentos clásicos, creo que es necesario romper una lanza por muchos dirigentes cuya opinión se ningunea por el simple hecho de haber nacido hace cierto tiempo. Y es que cuando desde algún foro alguien solicita “una mirada a los orígenes” del escultismo siempre aparecen aquellos que lo consideran como una gran amenaza a su labor. Me pregunto por qué. Especialmente cuando la solicitud de echar la vista atrás viene bien argumentada y no pretende otra cosa que la de aprovechar una amplia experiencia para beneficio de las nuevas generaciones. Sin embargo me parece apreciar un cierto desdén o desprecio a “tan peregrina idea”, cuando no se tacha al osado de “iluminado“, “arcaico“, “antiguo“, “reencarnación de BP“, “vieja gloria” y muchos otros calificativos con una clara connotación despectiva. A vece incluso se escuchan acusaciones más graves, del estilo: “Estás intentando tomar una posición en el escultismo porque habrá algo en tu vida personal que no te llena”. 25 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Lo cual, sinceramente, me parece rastrero. No digo que no haya casos (en todos los ámbitos, grupos y asociaciones) en los que existan personas que traten de tomar del escultismo en lugar de ofrecer, pero me niego a creer que sea la norma. Proponer hacer algo de una manera que ha demostrado eficacia no es excusa para tachar a alguien de retrógrado ni de aprovechado. Además, TODOS OBTENEMOS ALGO A CAMBIO. Por muy altruista que pretenda ser nuestra actividad siempre obtenemos reconocimiento, autoestima, sentimiento de trabajo bien hecho, de haber ayudado a los demás, cariño de chicos y padres…es otro de los beneficios que también ofrece el escultismo, en este caso a los adultos responsables. Lo malo de esta tendencia a descalificar es que si tratas de rebatirles…es poco menos que una afrenta a la inteligencia y al avance de los tiempos. Así que a riesgo de que me obsequien con toda esa retahíla de adjetivos voy a exponer mi punto de vista. Siempre me he considerado una persona de mente abierta y que utiliza el sentido común, por lo que me agradan las ideas nuevas tanto como cualquier sugerencia que me demuestre que mejora un sistema. Creo en la libertad, en la capacidad de mejora, y en la adaptación a las peculiaridades y singularidades de cada grupo, pero lo que nunca he aguantado es tener que hacer las cosas de forma distinta sin la demostración palpable de su bonanza y sin ofrecer la posibilidad de probar nuevos argumentos de manera paulatina y libre, como si sólo existiese una manera sacrosanta de hacer las cosas. A estas alturas de mi vida estoy para pocos actos de fe. 26 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Me desagrada que el personal tenga el atrevimiento de desautorizar a otros argumentando “¡su excesiva experiencia!” ¿Estamos locos o qué? ¿Qué pasó con aquello de “del viejo el consejo“, o “más sabe el diablo por viejo que por diablo“? ¿Cómo se puede despreciar la mayor formación que existe y que no es otra que “la escuela de la vida”, la experiencia real? ¿Acaso el ideólogo de este maravilloso juego no fue un señor de 50 años? No me entendáis mal, NO se trata de dar la razón a todo el que luzca unas canas en su cabello. Evidentemente habrá que contrastar sus ideas para ver la solidez de su base… pero de ahí a catalogarlas de “antiguas” sin más, media un abismo. Y desde luego creo que se merecen que se les trate como a hermanos mayores, con un respeto que casi con seguridad se han ganado. Las posiciones soberbias con ellos ME SOBRAN. Cuando muchas de estas personas abogan por ese “mirar a los orígenes” es porque aprecian algún tipo de carencia en el desarrollo actual, y además lo hacen con un punto de vista QUE SÓLO ELLOS PUEDEN TENER, PORQUE LOS JÓVENES NO LO HAN VIVIDO. Ellos pueden COMPARAR, y por tanto tienen un plus de conocimiento. Esto no es nuevo, ha ocurrido permanentemente a lo largo de toda la historia. Siempre se han dado bandazos a uno y otro lado tratando de buscar un equilibrio y eso mismo es lo que debemos vigilar siempre. Es cierto que el ímpetu y las ideas y gustos de las nuevas generaciones son fundamentales para el avance del movimiento, eso no lo niega nadie, pero siempre debería existir un EQUILIBRIO. Especialmente cuando muchos de los que llegan no tienen experiencia alguna en el escultismo y precisan de ese apoyo que 27 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO les ayude a guiar el barco por la senda que ya ha demostrado (a lo largo de muuuuchos años de historia) con creces su validez. Algunos se apoyan en que los chicos de hoy viven en un mundo diferente, con un gran desarrollo tecnológico, para dejar a un lado la opinión de los mayores. Como si estos últimos no formaran parte del presente y hubiesen caído en él directamente desde un tiempo remoto, como en una película de ciencia ficción. Pues sí, ellos también viven en este mundo hiperconectado, y manejan tabletas, smartphones u ordenadores. Y además no proceden del medievo. Por ejemplo, en mi juventud también existían la televisión, los grupos musicales, los conciertos, la MTV, los vídeos, los ordenadores (aunque fuesen más rudimentarios), las consolas, los juegos, las máquinas recreativas o las legislaciones medioambientales. Y teníamos nuestros héroes, nuestros ases del deporte y nuestros actores y cantantes favoritos a los que admirar. También hemos vivido periodos de grandes cambios, tenemos esa experiencia que otros no. Lo que pretendo contaros en estos capítulos es que, aunque en general jugamos bien el juego y seguimos teniendo nuestra Ley y 28 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO nuestra Promesa como guías fundamentales del mismo, aprecio (en algunas partes) un cierto alejamiento de la idea de conjunto, de la optimización de todas las posibilidades que ofrece nuestro marco. Porque en lugar de utilizar lo que funciona, adaptándolo en TODO LO QUE SEA NECESARIO y añadiendo recursos nuevos para hacerlo más atractivo…algunos se enfrascan en discusiones estériles que poco aportan al juego. Se nos llena la boca con el “trabajo fenomenalmente con la Ley y la Promesa” y sin embargo prestamos poca atención a revestir dicho trabajo de forma interesante. Trabajarlas a secas, con mucho escultismo urbano y labores sociales, es (por experiencia) un tostón para muchos chicos. Se precisa de una motivación y un reto que lo disfrace (la píldora edulcorada que decía el viejo). Por eso es tan importante el trabajo del marco simbólico y crear un ESPÍRITU DE CUERPO. Ese espíritu que les hace sentir especiales e identificados con su grupo. Por eso es tan importante que vivan la aventura y crear los hábitos poco a poco. Me da pena que no se preste más atención a ambientar el juego, que se obvie la utilización una herramienta tan poderosa para estimular la imaginación de los chavales. Porque los saludos secretos, los silbidos que sólo conocen los que pertenecen a mi grupo, los mensajes cifrados, mi uniforme especial, mi tótem…todo eso son aspectos que bien contados llaman muchiiiísimo la atención. Eso sí, si no conozco los detalles y no me los creo yo, como scouter…difícilmente los voy a poder utilizar de modo convincente. Tengo la impresión de que no acabamos de sacar todo el partido que podemos a nuestros recursos únicos, porque hemos ido dejando de lado muchos de ellos. Y lo hemos hecho porque nosotros, los adultos, hemos sido incapaces de recordar cuando éramos chicos y meter de lleno a los chavales de hoy en el juego, 29 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO amparándonos en supuestos cambios generacionales y mejoras pedagógicas. Una vez más lo repito: NO se trata de obviar lo nuevo, sino de saber aprovechar también lo antiguo y tener claros los conceptos que hicieron del Gran Juego un enorme movimiento juvenil de gran éxito. En el próximo capítulo veremos si “los chicos han cambiado” tanto como se dice… 30 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo VI ¿Son tan diferentes los chicos de hoy? Os contaba en el capítulo anterior que cuando a alguien se le ocurre proponer hacer algo “a la vieja usanza” en el mundo del escultismo, salen a menudo voces discordantes y acusadoras como si se tratase del peor de los crímenes. Los argumentos repetidos hasta la extenuación son casi siempre los mismos: “Pretendéis que los chicos jueguen a los mismos juegos que vosotros y eso es un absurdo” O la muy socorrida…”los chicos de ahora no son como los de antes. Los tiempos han cambiado y debemos dejarles hacer las cosas a su manera, no a la tuya.” Pero… ¿qué hay de verdad en esas afirmaciones? Es evidente que las cosas cambian con el paso del tiempo y ello influirá en los jóvenes de cada generación. Ahora bien, vayamos por partes. “Pretendes que los chicos se diviertan con los mismo juegos que tú” ¿Y qué? ¿Qué hay de malo en ello? Un juego es un juego, no tiene edad. Podremos usarlo siempre y cuando se utilice el sentido común, el juego sea seguro y divertido y sirva para un propósito adecuado. Ocurre todos los días sin problemas. ¿O acaso los chicos no juegan al fútbol ahora igual que lo hacían en 1920? Se modernizan materiales o estilos, pero los fundamentos son básicamente iguales. Simplemente por un hecho: para nosotros no es nuevo, pero para ellos sí. Y si les 31 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO propone algo interesante, motivador, que cumpla sus expectativas…será tan válido como cualquier juego moderno con los mismos requisitos. “Los chicos deben jugar a su manera, no a la tuya” Naturalmente, nuestra labor no debe ser otra que enseñarles la reglas esenciales…porque son las que son y si se cambian se desvirtúa el juego. Por supuesto que los chicos son los principales artífices del juego y los que marcan el ritmo…pero no las reglas. “Las cosas cambian. No podemos repetir las mismas actividades de antaño porque no habría novedad”. Vamos a ver…repito: será novedad para los que las han vivido…pero para el resto, los chicos de cada generación, ¡SON ABSOLUTAMENTE NUEVAS! ¿O no? Si no fuese así ¿cómo explicar que los chavales hayan vuelto a jugar a la clásica peonza? Pues eso, y por la misma razón reaparecen una y otra vez patines, patinetes, hula-hoops, yo-yos, diábolos, colecciones de cromos… en los parques y jardines, generación tras generación. Lo que evidentemente NO podemos hacer es repetir actividades año tras año sin innovar o sin utilizar la imaginación constantemente en busca de historias y elementos motivadores, pero en cada “promoción” podemos perfectamente usar aventuras y juegos similares para que ellos también los disfruten. Y desde luego debemos utilizar argumentos e ideas modernas, con héroes y temas de hoy, para lograr esa actualización. “Las tradiciones aportan poco y por tanto no tienen sentido. Los muchachos de hoy irán construyendo… ¡¡¡las suyas propias y nuevas!!!” 32 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO ¿Cómo va a ser tradición si es nuevo? Si cada uno se dedica a hacer de nuevo su casa…no existe tradición alguna, ni vínculo alguno que conduzca a crear ese espíritu de grupo ni su gran capacidad de motivación. Lo cual no quiere decir que dejemos a un lado rituales estúpidos (que es en lo único que parecen pensar muchos cuando se hablan de esto) al más puro estilo de las novatadas y que siempre, ahora y antes, fueron inaceptables, ni tampoco que se vayan incorporando elementos nuevos que en un futuro puedan constituir una tradición. “Los intereses de los chicos de hoy son muy diferentes de los de nuestros días” Bien, pues os sorprenderíais de ver como los intereses sociológicos y el componente psicológico de un chico de ahora y el de uno de hace 100 años son prácticamente iguales. Lo podemos comprobar en los análisis de sociólogos como Comte o Buckley, o los de pedagogos como Giroux o Freire, que coinciden en la esencia a pesar de corresponder a épocas distintas. Y es que los jóvenes de todo tiempo siempre han compartido el deseo de encajar en su grupo o la necesidad de desarrollarse como individuos. En realidad los chavales de hoy se enfrentan a los mismos problemas y tienen los mismos anhelos. Desean formar parte de un grupo y sentir su reconocimiento. Necesitan satisfacer su necesidad de comprensión, de afecto, de progreso. Necesitan sentirse útiles, confiados en sus fuerzas y sus capacidades. Y les 33 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO sobra la influencia de un entorno que tiende al egoísmo, al consumismo vacío, a la apariencia y la moda fácil. Sí, en realidad esta influencia es quizá mucho más perniciosa… y el escultismo más necesario que nunca. Es evidente que los jóvenes de ahora cuentan con más comodidades que en ningún otro periodo de la historia. Y también la posibilidad de llenar su necesidad de comunicación con su grupo es máxima. Las redes sociales han conseguido acercarlos de un modo antes insospechado. Pero también ha traído un déficit en cuanto a las relaciones reales, cara a cara. Déficit que también nuestro movimiento puede contribuir a corregir. “Los personajes a los que admiran son completamente diferentes” ¿Y qué? ¿En qué afecta eso al Gran Juego? Por ejemplo, los chicos de hoy admiran la fuerza y el valor como lo hacían los de antaño. Evidentemente en los primeros tiempos contaban con los diarios y revistas en los que se narraban las hazañas de los exploradores del Polo Sur o de la sabana Africana, y en la actualidad su lugar lo ocupan los héroes del cine, el deporte y la televisión. Ahora se entusiasman con la nueva versión de los 300 espartanos, los juegos del hambre, o las aventuras del “último superviviente” en la pequeña pantalla. Eso si comparamos épocas muy alejadas en el tiempo, pero si lo hacemos con los de hace 30 años todavía existe menos diferencia. ¿Creéis que todo esto que se dice de los chavales de hoy es nuevo? Pues nada más lejos de la verdad. Lleva repitiéndose generación tras generación dentro del escultismo sin que a veces nos demos cuenta de que el Gran Juego es atemporal porque apela a lo que hay en lo más profundo de los jóvenes. Los chicos de hoy día SON IGUALES EN ESENCIA a los de hace 50 o los de hace 100 años. Les atraen las mismas cosas y la misma 34 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO aventura. ¿No me creéis? Comparad por un momento las portadas de los video-juegos de éxito y las de las revistas y novelas de las primeras épocas. ¿Qué veis? Personajes intrépidos que se enfrentan a retos en los que deben dar lo mejor de sí. Emoción, aventura, riesgo (por cierto, la seguridad absoluta “mata” la emoción, además de ser inalcanzable), misterio, sorpresas, valor, triquiñuelas, habilidades únicas… si nos fijamos bien nos damos cuenta de esa realidad. En el escultismo nuestra labor no es otra que satisfacer esos anhelos, y a la misma vez servir de ayuda en su desarrollo. Por eso lo hacemos mediante UN JUEGO. “Los mismos jóvenes son en esencia seres sencillos, orgullosos de mostrar a los demás los logros de sus propias acciones, orgullosos de poner a prueba sus crecientes capacidades, dispuestos a seguir allá donde se les guíe, ansiosos por agradar y deseosos de ayudar. Aquellos de nosotros que hemos elegido la gran tarea de ser sus líderes debemos ser conscientes de las responsabilidades que hemos asumido y no perder la confianza en el escultismo. Hemos elegido desarrollar nuestra capacidad de formar y guiar mediante el método scout y siguiendo los principios scouts, y estos deben ser la guía de nuestra tarea, no ninguna otra extraña invención nuestra, por maravillosa que parezca.” (More Gilcraft Gleanings 1938) 35 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO ¿Y el juego del escultismo en sí? ¿Sigue siendo atractivo para los chicos? ¿Por qué muchos parecen buscar otras cosas? ¿Son aburridas las actividades clásicas para los jóvenes de hoy? Bien, si echamos un vistazo a los orígenes quizá podamos intuir la respuesta a esa falta de interés. Cuando el Viejo Jefe elaboró su esquema, éste no se quedaba en vagas promesas de aventura, porque sabía que los chicos querían vivir la aventura de verdad. Por tanto ESO es lo que debía proporcionar el escultismo, y por lo que BP luchó. BP les propuso un juego, el juego de los exploradores. Exploradores como los del ejército, o los de los grandes descubridores. Un juego que inunda la imaginación de los chicos con cosas que están en lo más profundo de su ser, en su ADN: la exploración, el descubrimiento de misterios, la pertenencia a un grupo humano extraordinario, los juegos de acecho y rastreo, los mensajes secretos, la interpretación de señales, el conocimiento de la naturaleza, la superación de los retos que ésta nos presenta… Y sí, el esquema lo desarrolló con sus hombres en el ejército, pero la motivación sería aplicable a los chavales sin duda, solo que en lugar de entrenarlos en la beligerancia…los formó para ser scouts de paz. En lugar de luchar contra los enemigos externos, lo harían 36 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO contra sus propios enemigos internos, unos enemigos siniestros que actúan bajo el nombre de la cobardía, la apatía, la agresividad, el egoísmo, etc. Les dio un código de honor por el que regirse y potenciar su identidad, y sus chicos deberían además desarrollar la capacidad de observación para anticiparse a cualquier evento, para prever accidentes y ser los primeros en afrontarlos del modo adecuado si ocurrían: “Estad Preparados” Y… ¿Qué imagen tenían los chicos en mente cuando se les hablaba del escultismo? ¿Podéis intuirlo? ¿Y cuál es la que tienen ahora? Quizá ahí estribe el problema, en que el escultismo moderno no proporciona esa idea clara de aventura. Hemos de tener claro que el “Servicio Social” no puede ser el alma mater, porque eso resulta aburrido. “Pero cuando BP vio a un chico realizando una buena acción dijo que era un scout en su interior, la Promesa y la Ley son lo importante…” Efectivamente, ese es el objetivo, pero para llegar a él hemos de revestirlo de otra manera, hay que edulcorar la píldora. Por supuesto tenemos que ser conscientes de que no sólo estamos ofreciendo diversión y entretenimiento, estamos desarrollando valores y carácter en los jóvenes. Eso es lo que nos diferencia de los juegos de consola. Los juegos digitales ofrecen diversión fácil y sin esfuerzo. Y sin embargo nosotros tenemos una gran ventaja frente a ellos: proporcionamos una gratificación real y duradera, porque llenamos esos otros aspectos que dan sentido a nuestra vida. Pero debemos hacerlo de modo solapado. Para ello debemos ser capaces de recapturar esa visión original de lo que significa ser un scout. Como dice Enoch Heise en su blog: 37 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “Debemos salir y hacer cosas atractivas. Somos los caballeros de la formación, los soldados de campo de la civilización. BP lo sabía y por eso describió a sus scouts entre aventuras, valor, afrontando peligros, adversidades…en una gran misión de paz”. Debemos evitar que el escultismo sea algo monótono o aburrido…pero de eso os hablaré próximamente. 38 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo VII ¿Es aburrido el escultismo? La importancia del marco simbólico y las tradiciones Ya os he hablado de la importancia de revestir nuestro juego de modo que resulte atractivo. Os he contado que los chicos en realidad no han cambiado tanto en su esencia y que plantear un juego emocionante, desarrollar la idea de aventura, es la clave para poder trabajar después todos los valores sin que resulte aburrido. En los próximos capítulos voy a tratar de recordaros algunos de esos aspectos que le dan un mayor sentido, interés y motivación al Gran Juego. Aspectos que han ido quedando relegados a un segundo plano y que sin embargo son claves a la hora de dotar al Gran Juego de ese toque especial. Las palabras son AMBIENTACIÓN y MOTIVACIÓN. Me referiré siempre a la etapa de Tropa Scout, el “alma mater” y la que dio inicio a todo este movimiento, pero se pueden intuir su utilidad para el resto de ramas. Nada de lo que os vaya a contar es nuevo, tenedlo claro. Todo está más que desarrollado a lo largo del tiempo con mayor o menor acierto en multitud de grupos y en condiciones de lo más diverso. Tampoco esperéis encontrar una respuesta a todas las preguntas ni una panacea universal. Cada grupo humano es diferente y precisa su propio enfoque. Se trata simplemente de ideas muy básicas pero que deberíamos tener muy claras para construir desde 39 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO ellas un escultismo atractivo, que marque diferencias y nos ayude a crecer y ser mejores. Al aplicarlas encontraremos dificultades y problemas, pero con sentido común, buen hacer y un poquito de tiempo, los resultados pueden ser sorprendentes, tal y como le ocurrió a nuestro hermano Enoch Heise y que le llevó a compartir su experiencia en su blog. Lo primera pregunta que deberíamos hacernos todos es “¿qué es lo que de verdad trae a un chico a los scouts?” (que no es lo mismo que por qué se queda con nosotros…) Evidentemente no existe una única respuesta. Algunos vienen por su grupo de amigos o sus hermanos, otros porque sus padres les han inducido a ello, otros porque les gusta la naturaleza y tienen la idea de que nosotros vamos a enseñarles cosas sobre ella, otros porque les seduce salir de acampada, otros porque les inspira aventura… Pero tened algo claro: NINGUNO viene a los scouts para que les enseñemos valores (quizá los padres los traigan con esa idea pero desde luego no es lo que un chaval tiene en la mente). Por tanto, a riesgo de parecer pesado volveré a incidir en una idea que muchos no parecen percibir: la Ley y la Promesa son lo 40 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO importante…pero no son atractivas para los chicos. Lo serán después, cuando el espíritu del juego haya prendido en ellos. En el esquema básico del escultismo TODO (en conjunto) está pensado para crear un ambiente único, y el marco simbólico es nuestra principal herramienta para ello. Es ese marco el que da sentido a nuestro mismo nombre: Scouts, exploradores. Tal y como explicaba el fundador: “Con el término „Escultismo” quiero referirme a la tarea y los atributos de los montañeros, exploradores, cazadores, marinos, aviadores, pioneros y colonizadores”. Sin embargo percibo en algunos cierta tendencia a dejar esto en un segundo plano, y eso nos resta fuerza. No es que no se pueda jugar de otra forma sino que simplemente hay herramientas que nos ayudan a hacerlo mejor, y ¿no es eso lo que queremos todos? Para lograr esa ambientación tenemos un montón de elementos, incluyendo al uniforme. Sobre éste último se han vertido ríos de tinta. Yo mismo escribí un monográfico sobre este asunto en el que desglosaba en detalle su origen y sus posibilidades, así que no me extenderé demasiado en ello. Creo que la pregunta del millón al respecto debería ser: “¿Puede contribuir una buena uniformidad a que el juego sea más atractivo hoy día?” Y la respuesta es SÍ. Porque es un elemento motivador muy interesante si se orienta bien, teniendo en cuenta que no llevamos uniforme para fardar, ni por vanidad. Se trata simplemente de aprovechar que los chicos buscan algún tipo de identificación de grupo de manera natural. Por eso visten similar los 41 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO skaters, los mods, los grunch, los hip-hop, los punk, los rockers, los retro, los vamp, los góticos, raperos, emos…en todos los grupos aparece esa necesidad. Si nosotros la aprovechamos para crear un ambiente mágico y un espíritu adecuado…POTENCIAMOS el sentimiento y podremos hacer mejor nuestra labor. Un ejemplo sencillo lo tenemos en el fútbol. Cualquier chiquillo juega en cualquier parte…pero a todos LES ENCANTA ponerse unos pantalones cortos, unas medias y salir con la equipación de su equipo a jugar AL MISMO JUEGO, y sin embargo ese pequeño detalle AMPLIFICA las sensaciones. Y si juegan en un campo, con porterías, y con redes (es increíble, parece una tontería…pero os reto a que preguntéis a cualquier futbolero si mola o no mola chutar a puerta con red)… ni te cuento. Los pequeños detalles pueden marcar mucho la diferencia. Que sí, que lo importante es otra cosa, pero como dijo el inventor de todo esto: a los chicos hay que darles la píldora edulcorada. “Si hubiésemos llamado al movimiento „Sociedad para la propagación de atributos morales‟ jamás hubiese atraído la atención de los jóvenes”. No, el uniforme no es lo importante, pero contribuye al conjunto. Y, como os decía, son esos pequeños detalles los que nos dan “un sabor especial”. Por supuesto que si lo que buscamos es potenciar el marco de los exploradores NO NOS VALE CUALQUIER UNIFORME. Para jugar al fútbol no me puedo vestir de buceador, ni nos colocamos una 42 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO camiseta de tirantes como en el basket. Es necesario utilizar uno que ayude a meterse en el juego, que no desentone, que despierte la imaginación de los chicos y que deje intuir al menos un vínculo con los que nos precedieron. Y NO, desde luego que no se trata de vestir igual que lo hacían los chavales de hace 100 años. Se deben actualizar elementos, pero manteniendo “el sabor”. Nadie dice que se tenga que mantener el casquete de lobato…pero se puede sustituir por una gorra de corte moderno que conserve los rasgos y colores clásicos. Eso contribuye a mantener la conexión con nuestro pasado y el espíritu de grupo. Igual que hacen los clubes de fútbol con los suyos. Ese espíritu de grupo, “de cuerpo” que decía el viejo Jefe, es una de las claves del éxito de nuestro programa. Para conseguirlo necesitamos reforzar el programa prestando especial atención a lo que denominamos “cultura scout” en nuestra tropa. Cultura que se compone de muchos pequeños detalles: Pequeñas tradiciones de la tropa y las patrullas, las actividades típicas de cada una, la manera de acoger a los nuevos miembros, nuestras canciones, nuestros libros de patrulla, el modo en el que cada patrulla muestra su orgullo (trofeos, tablones de exposición, bordones, rincón de patrulla…), la uniformidad, los saludos, el silbido scout, las totemizaciones, las charlas motivadoras del Scouter, incluyendo referencias históricas que nos 43 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO conectan con los que nos precedieron… …todo eso cuenta a la hora de dotar a las actividades scout de un aura mágica, un espíritu de cuerpo y un espíritu scout que marcará la diferencia con las demás y calará en el alma de los chavales. Desde luego todo esto no es algo que se consiga de la noche al día. Exige trabajarlo, empezando por el núcleo natural del juego: las patrullas. Y por supuesto que todo ello debe ir acompañado de una atención a las ACTIVIDADES PROPIAS DEL MARCO (rastreo, acecho, pistas, levantamiento de croquis, pionerismo, orientación, acampadas, etc.). Porque todos esos detalles no tendrían sentido si no vamos a jugar al juego que simbolizan. Algunos parecen pensar que esas actividades no gustan a los chicos de hoy o que no aportan nada. Sin embargo ¿Imagináis que les sugiere algo tan sencillo como las señales? Pues simplemente el seguimiento ancestral de las pistas, los rastros, las cazas del tesoro, códigos y señales secretos… AVENTURA en definitiva!! Las tradiciones son un elemento muy interesante. No son algo estático, pues se van añadiendo poco a poco elementos nuevos. Algunos desaparecen pronto y otros, los que gustan más y ayudan a crear un mejor vínculo con nuestro pasado y a conferirnos esa identidad especial, son los que se mantendrán a lo largo de los años. Las novatadas y demás elementos que no aportan una motivación clara o suponen un claro atentado contra el espíritu de nuestra promesa y nuestra Ley…ESTÁN DE SOBRA. 44 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Tampoco debemos olvidar que para crear ese espíritu hace falta tiempo, y sobre todo chicos mayores que ayuden a transmitir esos valores y esas tradiciones a los más nuevos. Sin esos chicos la tropa no puede tener la madurez suficiente para generar un influjo a los recién llegados. Es el problema de las tropas que pierden constantemente a los más grandes…que deben empezar prácticamente de cero en cada ocasión, sin nada a lo que aferrarse. Por tanto en los Guías y en los más antiguos recaerá gran parte de la labor de transmisión a sus scouts, pero evidentemente el primer paso, y el ejemplo, ha de ser nuestro. Porque existe un elemento fundamental a la hora de trabajar el marco simbólico: el conocimiento claro de cada uno de los elementos por parte del Scouter. Para que todo funcione bien debe tener una visión de conjunto de todos los elementos esenciales del escultismo. Es el conjunto de todos ellos el que hará al juego interesante, efectivo y único. Su capacidad de contar la historia de manera interesante, sin charlas largas y aburridas. Simplemente ejemplos sencillos y entretenidos que consigan transmitir esa motivación. Y tened en cuenta que sólo se puede transmitir entusiasmo y emoción SI SE VIVE DE VERDAD, es imprescindible que el scouter se crea lo que está haciendo. Como bien decía John Thurman, nuestros esfuerzos deben orientarse en parte a lograr: “Esa personalidad propia de cada grupo que se va modelando con el tiempo y al que cada grupo de jóvenes va añadiendo su sello, mejorando y sumando en el global para conseguir unas características únicas de cada patrulla y de cada tropa. Potenciar esa visión es algo verdaderamente motivador y que todos los grandes Scouters que nos han precedido a lo largo del tiempo han enfatizado”. 45 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO En resumen, para que no resulte aburrido el escultismo necesita acompañarse de emoción, aventura y magia: marco tradicional. Pero no es el único elemento. En el próximo capítulo os hablaré precisamente de cómo lograron esa motivación los Scouters que nos precedieron y otro de esos elementos esenciales. 46 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo VIII ¿Es aburrido el escultismo? El papel del Scouter para evitarlo Os contaba anteriormente lo interesante que resulta trabajar nuestro marco simbólico genuino, aplicado de modo sensato, sin tradiciones absurdas, que de sentido a todo el juego y contribuya a crear un espíritu de grupo. También hablamos de que las actividades deben revestirse de ese aire mágico todo lo posible, y que la utilización de un buen uniforme puede claramente contribuir a meterse en el juego y a crear dicho espíritu. Se trata por tanto de “ambientar” el Juego para trabajar desde ahí Ley y Promesa (y no al revés, como vemos muchas veces). Esa era una de las claves elegidas para evitar que el Gran Juego pudiese resultar aburrido o académico a los chavales, es uno de los elementos esenciales del escultismo. Comentamos así mismo que el principal responsable de este aspecto es, como casi siempre, el Scouter. Efectivamente su papel y su relación con los chicos constituyen otro de esos elementos esenciales de los que os vengo hablando. “¿A qué te refieres?” Pues a que, en primer lugar, resulta fundamental que conozca en profundidad los detalles del método para poder crear ese ambiente. Debe ser el primer entusiasta y vivir todo aquello que pretende transmitir. ¿Os habéis fijado alguna vez en un vendedor de éxito? Él es el primero en creer las bondades del producto que ofrece. Si no las cree sus compradores lo notan y sus logros disminuyen. Con 47 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO el Gran Juego ocurre igual, el scouter debe estar plenamente convencido de lo que hace y hacer vivir a los chavales esa misma sensación, esa magia. Si duda de lo oportuno de un uniforme, si cree que las tradiciones son un vestigio inútil del pasado, si sólo cuenta con la creencia pedagógica de un repertorio de juegos orientados a cada una del montón de etapas del desarrollo e integración de los chicos… nunca podrá hacerlo, ni fingiendo. “Eso está muy bien, pero ¿cómo lo haces?” Pues con la misma sencillez del método. Con las mismas herramientas que usaron miles de responsables en épocas y con chicos muy diferentes, y casi siempre con éxito. Lo que podríamos llamar “el método de BP”, basado en el puro sentido común y la experiencia. El ambiente de nuestro marco nos va ayudar, pero no sirve de mucho si no desarrollamos el programa en pleno, como un todo. Nuestra misión es cumplir las expectativas de los chicos, y debemos empezar por cómo planteamos cualquier actividad. Porque no podemos usar el método clásico de soltar una perorata con más o menos imágenes o ejemplos en una sala, con los chicos sentados enfrente y mirando como cualquier día de escuela. Eso es el método académico, la antítesis del escultismo. Nosotros NO debemos trabajar así. Sí, sé que muuuuuchos responsables se sienten cómodos con ese sistema. Es a lo que nos acostumbran desde pequeños, pero si queréis tener éxito con los chicos necesitaremos algo diferente. Así lo describe Enoch Heise en su fantástico blog: Baden Powell fue un profesor magistral. No sé cuánto del éxito del escultismo se debió a su carisma o su instinto para formar e inspirar a otros, su capacidad de expresar en palabras sencillas sus ideas y transmitir su visión y su entusiasmo con acierto, pero sin duda todo ello jugo un papel muy importante. Llegaría a ser el scouter más 48 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO famoso durante aquel primer campamento de prueba desarrollado en la isla de Brownsea en Agosto de 1907. Sus años de entrenamiento y trabajo con jóvenes soldados habían pulido su talento natural para la enseñanza. Pero a pesar de ello aprendía constantemente. Incluso durante aquel campamento experimentó con distintas maneras de abordar y desarrollar sus ideas en los muchachos. Más tarde compartiría con los demás su sencillo sistema de tres pasos, el cual encontró particularmente efectivo: “Por ejemplo, si se quiere trabajar la capacidad de observación mediante el rastreo: 1. Durante el fuego de campamento de la noche anterior se cuenta a los chicos algunas historias interesantes a modo de ejemplo sobre el valor de rastrear. 2. A la mañana siguiente se les enseñaría a leer las huellas en distintos terrenos y a deducir significados. 3. Por la tarde se les propone un juego, como el del acecho del ciervo.” ¡Esto es genial! Entendiendo la base de cómo funciona el método podemos utilizarla para nuestras propias ideas y actividades. 1. El primer paso para enseñar algo es despertar el interés de los scouts sobre un tema concreto y ayudarles a ver la utilidad de ello. Cuando escuchas una historia, tu impulso innato es empatizar con el protagonista, y ponerte en su pellejo. Cuanto mejor se cuente la historia…más te meterás en ella. Cuando BP les contaba a sus 49 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO scouts una narración en la que la habilidad que se mostraba era extremadamente valiosa, los chicos se metían inmediatamente en la historia y pronto entendían cómo podían sacarle partido. Para ilustrar este hecho: estoy seguro de que todos habréis intentado enseñar cómo hacer un nudo de tensor o un as de guía a un scout que no tenía el menor interés. Si este scout no siente por qué ese nudo es importante…aprenderlo será un tostón. Por eso es por lo que el primer paso de BP era siempre transmitir el entusiasmo por esa habilidad antes de intentar tan siquiera enseñarla. Se trata de motivación. Si el scout puede imaginarse a sí mismo utilizando dicha habilidad en una situación importante… ¡la diferencia será abismal! 2. Cuando quieras enseñar alguna destreza hazlo del modo más real posible. Como scout asistí a muchas clases para conseguir Insignias de especialidad, en las que simplemente se esperaba que tomase buenos apuntes mientras miraba cómo el instructor hablaba sobre el tema en cuestión. Sin embargo, cuando BP enseñaba, sabía que esa era la mejor manera de perder la atención de los chavales. En su lugar constató que lograba mucho más progreso cuando metía de lleno a los scouts en la materia. No sólo hablaba sobre ello, sino que les daba un ejemplo que podían ver con sus propios ojos y tocar con sus propias manos. En lugar de pasar caminando sobre dicha materia….los scouts se metían de lleno en ella. 50 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Por ejemplo: una vez, cuando era guía de patrulla, necesitaba enseñar a mis scouts cómo hacer los amarres cuadrado y diagonal. Sabía por mi experiencia pasada lo aburrido de enseñar a los chicos mediante una cuerda y dos palitos. Así, que me llevé a la reunión un montón de ramas largas, fuertes y rectas que había cortado previamente para este propósito. Les hice una breve demostración/explicación y les dije que entre todos iban a hacer un caballete. Cada scout debía completar un amarre, y fui de uno a otro ayudándoles en lo que necesitaran. No pasó mucho tiempo hasta que lo portaron orgullosos por toda la reunión. Mi experimento personal fue un éxito. El aprendizaje no fue aburrido y los scouts recordaron después aquellos amarres con mucha más facilidad. 3. La mejor manera de que los scouts graben en su memoria las destrezas es practicarlas mediante juegos y competiciones (el “aprender haciendo”, del que hablaremos el próximo día). Algunas de las cosas que aprendemos se fijan inmediatamente en nuestras mentes y parecen no olvidarse jamás. Sin embargo la mayoría de las cosas necesitan practicarse de modo regular para no perderse. Muchas de las habilidades de los scouts se utilizan regularmente durante las acampadas y excursiones, e incluso en la vida diaria, pero muchas otras necesitan ser practicadas y perfeccionadas para poder usarlas cuando se precisen. BP se percató de que la única manera de lograr esto satisfactoriamente con los jóvenes con los que trabajó fue mediante juegos a modo de competición. Las destrezas que sus scouts militares precisaron en el ejército no podían enseñarse del modo ordinario, así que diseñó multitud de juegos y competiciones para mantener la práctica bien fresca y darle a cada hombre el incentivo para mejorar sus habilidades en cada materia. Cuando BP se convirtió en Scouter, usó el mismo principio y se dio cuenta de que funcionaba igual de bien con los chavales que 51 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO entrenaba para ser scouts de paz. A menudo animaba a que los Scouters organizasen competiciones amistosas entre las patrullas y siempre aplicar el proceso de desarrollar las habilidades mediante juegos. En mi experiencia personal encontré muy desafiante llevar a cabo una buena competición o un buen juego que me sirviese para trabajar bien el desarrollo de cada destreza, pero cuando lo conseguía era un éxito rotundo. Todos estos principios son fáciles de decir pero a menudo difíciles en la realidad. Es complicado que los scouts se emocionen y cojan la visión de algo que quizá incluso tú veas como un tanto aburrido. Lleva mucho trabajo y preparación conseguir enseñar las cosas de modo realista y participativo. Puedes pensar durante horas y no dar con ese juego o esa competición emocionantes y divertidos que permitan aprender una habilidad determinada. Sí, los principios no son sencillos pero si los practicáis vuestra tropa crecerá con más fuerza. Hacer las cosas de este modo tradicional es duro pero merece la pena. Porque NO SE TRATA DE MANTENER A LOS CHAVALES ENTRETENIDOS DURANTE UN PAR DE HORAS A LA SEMANA. No es cuestión sólo de seguir un montón de rutinas muy bien estructuradas y que parecen muy bonitas sobre el papel. Sólo puede hacerlo un scouter que se implique, que sepa que lo que hace y dice cambia las vidas de sus chavales. “ ¿No os parece magistral? Sencillo y efectivo. 52 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Decía el viejo Jefe que para ser scouter no hacía falta ser un “Admirable Crichton”, que lo supiese todo y lo ejecutase a la perfección. Sólo sentido común, espíritu de servicio y claridad de ideas con respecto al método. El papel del scouter no debe ser planificar y desarrollar todas las actividades él mismo, sino el del hermano mayor, que sugiere, vigila, acompaña y participa en la alegría. Sabe que son los propios chavales mediante sus representantes de cada patrulla en la Corte de Honor (o Consejo de Guías, de la que os hablaré en un próximo capítulo porque muuuuuchos tampoco tienen claro qué es exactamente), quienes marcarán gran parte del programa, aunque él siempre vigila y alienta para que no se aparten del buen camino. Debe ser capaz de enseñar a sus Guías y luego seguir sugiriéndoles de modo sutil un programa variado, práctico, y que tenga en cuenta tanto al grupo como a las necesidades propias de cada chico… pero de esto volveremos a hablar en otro momento. Sí, cada Scouter debe ser como un hermano mayor que participa del juego con alegría, entusiasmo y compromiso. Que sabe meterse en su piel y vivir la aventura para poder motivarlos del modo adecuado. 53 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Su autoridad se la gana con su buen hacer y su ejemplo. Ya se sabe: “los chicos no hacen lo que les dices sino lo que ven”. El respeto no se gana levantando la voz o usando repetidamente un silbato. Eso, además de darle una impresión muy negativa (los chavales no son tontos), denota una incapacidad a la hora de mantener la disciplina. Y ante todo debe ser consciente de que la aventura es lo que despierta el interés inicial de los chavales, pero también que nuestros scouts se quedarán porque encuentran algo más que diversión. Lo harán cuando prenda en ellos el espíritu, y siempre y cuando el escultismo y sus responsables satisfagan sus necesidades. Necesidades de progresión, de desarrollo, de responsabilidad y auto-reconocimiento. “Uff! ¡Cuánta cosa! ¿Y cómo hace todo eso?” Pues, como ya he dicho, con un poco de habilidad, sentido común y espíritu de servicio para con tus chicos. El Scouter necesita dar lo mejor de sí para conectar con cada uno de sus chicos. No podemos contemplar a la Tropa como un bloque, sino observar y analizar a cada chaval. Los escuchamos, animamos y motivamos. Nos preocupamos por sus cosas, ofreciéndoles una palabra de apoyo cuando es preciso…pero también los corregimos cuando consideramos que necesitan un toque de atención y establecemos límites, los cuales son necesarios en toda actividad humana. 54 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Eso sí, siempre desde el cariño y la comprensión, y no desde el escarmiento o el escarnio públicos. La máxima del ejemplo y del “alaba en público, critica en privado” debería estar grabada a fuego en la mente de los responsables. En el momento que los muchachos sienten esa preocupación… comienzan a confiar en ese hermano mayor y todo resultará más sencillo. Por supuesto que todo esto pasa por conocer suficientemente a cada uno de ellos. Sus inquietudes, sus problemas escolares, sus amigos…y su familia. Y no. Las reuniones de padres en grupo NO son suficientes. El primer paso, por tanto, será una conversación sincera con sus padres o tutores. En esa charla se les puede hacer partícipes de los objetivos, porque conviene que tengan claro qué puede hacer el escultismo por los chicos, pero sobre todo se recibe información de primera mano de las personas que más los quieren y mejor los conocen. Parecen muchas cosas a tener en cuenta, pero nadie os va a pedir que lo hagáis todo perfecto desde el comienzo. Con tiempo, sentido común y conocimiento del método (y para eso, por supuesto, es necesario que nos aferremos a nuestra Promesa)…los resultados llegarán, y los chavales irán progresando sin darse cuenta y de forma amena. El próximo capítulo seguiremos insistiendo en otro de los elementos esenciales que contribuyen a que nuestro Gran Juego cree hábitos correctos de modo entretenido y duradero: el aprendizaje mediante la acción. 55 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo IX ¿Es aburrido el escultismo? Pasar a la acción, “aprender haciendo” Veíamos anteriormente cuáles son los fundamentos básicos del papel del Scouter y la manera de plantear las actividades de un modo sencillo y atractivo. Vimos también que tras la correspondiente charla, tras esa historia motivadora, se procede a la exposición en directo de la actividad. Y para que los chicos capten la idea de verdad, para que todo ello no quede en el olvido, se impone el “aprender haciendo”. Este es otro de los elementos esenciales que caracterizan a nuestro Gran Juego. Existe una frase muy reveladora en este sentido y que responde a la realidad: “Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.” Cuando pasamos de la simple observación y nos ponemos “manos a la obra”…la memoria funciona al máximo. El estímulo es lo suficientemente fuerte como para grabar aquello en nuestro cerebro. Por eso, tal y como os explicaba la semana pasada, debemos abandonar la idea de enseñar como en la escuela, con exposiciones en un local y unos pocos ejemplos sin aparente finalidad. No, esa es la antítesis del escultismo. Eso recuerda a los chicos a su día a día, en lugar de romper la monotonía e incitar a la curiosidad y a la aventura. Por el contrario el esquema que ha funcionado a lo largo de muuuuchas generaciones es la lógica misma: historias que ilustran e introducen un tema, creando el interés. Demostración práctica y 56 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO breve de lo que se quiere enseñar. Juegos o actividades en las que utilicemos dichas habilidades. Y esto vale tanto para el rastreo como para recaudar fondos con fines solidarios o plantear un debate sobre algún tema concreto. Una vez que hemos aprendido las bases, y para que un juego sea de verdad divertido, es necesario jugarlo. Hace falta pasar a la acción. No basta sólo con una buena historia y una estupenda ambientación, sino que después toca hacer algo para cumplir con las expectativas generadas. Algo que se viva con emoción y aventura. La clave por tanto está en despertar la curiosidad y luego enseñar mediante la acción, dando un uso lógico y práctico a todo lo que se realiza. Porque un montón de nudos con palitos enseñados en un local es un tostón insufrible para cualquier chaval. Sin embargo planificar y construir un refugio para dormir en él supone una poderosa motivación. Quisiera insistir en estas ideas, porque me resultan muy importantes. Cuando queremos trabajar ciertos aspectos (pongamos por ejemplo la capacidad de planificar, espíritu de grupo, reparto de responsabilidades, destreza manual, imaginación…) podríamos sugerir para ello la realización de una construcción de pionerismo. Ello conlleva multitud de pequeñas tareas que deberán abordarse a la vez: planificación en grupo, bocetos, nudos, amarres, manejo del cuchillo y la sierra, etc. Si os fijáis todas estas tareas a modo de taller independiente son muy poco interesantes en sí. Normal. ¿A quién demonios le interesa aprender a hacer un amarre japonés? Pero… si las enmarcamos en una empresa mayor, más interesante, y sobre todo ÚTIL, la cosa cambia. 57 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Esa utilidad es fundamental, y será lo que nos hará agudizar nuestra inventiva (y no sólo nuestra…también la de los Guías, pues ellos tomarán también la tarea conforme vayan aprendiendo a funcionar en el Sistema de Patrullas) a la hora de proponer, porque, como os he dicho antes, construir una cabaña para no usarla es un rollo, y a los chavales les parecerá lo mismo… ¡hay que dormir en ella! Cuando ponemos una finalidad llamativa o los motivamos con una competición entre patrullas (manteniendo por supuesto dicha finalidad en el horizonte)…todo cobra otro sentido. Es precisamente así como conseguimos jugar el juego del modo apropiado. Es así como hacemos que habilidades que por sí mismas no dicen mucho se conviertan en algo deseado de aprender. Precisamente por desconocimiento del método muchos argumentan que las actividades clásicas de nuestro marco no atraen a los chicos de hoy y les aburren. Bien, a los de hoy… y a los de hace 90 años. En realidad eso se lleva diciendo desde 1920, y es radicalmente falso. Cualquier actividad es aburrida si no se enfoca bien y si no se sabe cómo revestirla de magia. No existen actividades aburridas, sino líderes torpes. Porque evidentemente si les propongo a un grupo de chavales levantar un plano de la zona sin más, les resultará anodino… cuanto menos (por no decir algo más fuerte). Pero si aprovecho una excursión para buscar un sitio para una futura acampada y de paso precisamos un buen croquis para planificarlo todo 58 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO bien…suena útil y diferente. Y lo mismo ocurre con la orientación, o el rastreo, que si se combinan en una búsqueda de un tesoro, o de un muchacho perdido (que habremos preparado con antelación en campo abierto) suena diferente. Incluso la señalización, que podríamos considerar algo absolutamente desfasado puede revestirse de interés si buscamos dos colinas visibles entre ellas, y en un lugar con mala cobertura de móvil, y planificamos una excursión en dos grupos para después comunicarnos mediante morse o semáforo. Hay que buscar una buena historia y desarrollarla del modo adecuado. Igual ocurre con los primeros auxilios: hemos de plantearlo todo con un fin real, con una competición, como un simulacro de escaramuza enemiga o de accidente con mucho teatro y mucha sangre de mentira (a los chavales les encanta todo esa parafernalia), o como un juego de salvamento. Todo aderezado dentro de nuestro marco y realizado en GRUPOS PEQUEÑOS (las patrullas, pretender que un grupo grande mantenga la atención es muuuuy complicado). Así es como se planteó el juego en su origen y como se le saca el máximo partido al mismo, en todo tiempo. Pero no penséis que toda esa labor de enseñar nos toca a los Scouters. No, en realidad la labor del responsable en este sentido debería ser limitada. 59 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO ¿Por qué digo esto? Pues porque se nos llena la boca de decir que “los chavales son los dueños del movimiento” y luego limitamos completamente su participación en la planificación. Y es que el “aprender haciendo” incluye también aprender a planificar y organizar sus propias actividades, y eso se hace en las mismas patrullas. Deberían ser los propios chicos los que transmitieran la mayor parte del conocimiento y organizasen sus actividades y juegos. Por esto es por lo que decimos que los chicos son los que gobiernan el movimiento (lo cual no quiere decir que ellos rehagan las reglas, porque esas son las que son y no pueden cambiar sin desvirtuarlo). Sí, esto también forma parte del método (aunque muuuuchos no lo hayan puesto en práctica nunca), porque el trabajo correcto del Sistema de Patrullas nos exige dar verdadera responsabilidad a los Guías y también a cada uno de los muchachos. Pero para eso es imprescindible que el adulto haya adiestrado previamente a los Guías de Patrulla. ¿Cómo? Pues tradicionalmente se ha hecho mediante el ejemplo del scouter en el seno de lo que se llamaba “Patrulla Flecha”, o “Flecha Dorada”, o “Alta Patrulla”. A algunos de vosotros estos nombres no os resultarán extraños pero estoy seguro de que a muchos otros les parecerá que estoy hablando chino. 60 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Esas “patrullas flecha” se crearon para que el mismo Jefe de Tropa pudiese enseñar los secretos del método scout a sus Guías y Subguías. En esta patrulla los chicos pasan a ser simples scouts mientras que el Scouter realiza la labor del líder, y les plantea y desarrolla las actividades del modo adecuado para que vayan “cogiendo el tranquillo” al sistema (de hecho en el Parque Gilwell ese era también el método genuino para enseñar a los propios Scouters, quienes por unos días vivían como si de una verdadera patrulla se tratase…y esa es la verdadera manera de que cojan la idea, no bombardeándolos con normas y protocolos). El scouter mostrará a sus chicos, mediante su propio ejemplo, cómo se juega al juego del escultismo. Les enseña algo importantísimo: a planificar, a acostumbrarse a que toda actividad scout tenga un objetivo claro. Porque nosotros no hacemos las cosas por hacerlas. No andamos por andar, ni hacemos nudos por hacerlos. En realidad es la manera en la que abordamos toooodos los aspectos del día a día. Observamos los problemas, pensamos sobre ellos, planificamos cómo resolverlos y finalmente nos ponemos manos a la obra con buen ánimo para hacerlo. ¿No? Pues en el escultismo trabajamos del mismo modo. Así creamos un estupendo hábito para toda nuestra vida Una vez que los chicos hayan aprendido y sean capaces de cumplir con su papel, el Scouter podrá dejar parte de la labor en manos de sus propios muchachos y podrá prestar más tiempo a supervisar y observar las necesidades específicas de cada chico. Después de hacerlo podrá sugerir con habilidad actividades capaces de trabajar aquellos aspectos que hemos observado para potenciar los déficits. 61 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO ¿Y cuándo y cómo hace esas sugerencias? Pues siempre que surja la oportunidad, pero especialmente en los tiempos en los que se dirige a la Tropa durante las reuniones, y sobre todo durante los Consejos y la Corte de Honor o Consejo de Guías, aunque de esto os hablaré en otra ocasión, cuando examinemos el trabajo del Sistema de Patrullas. Por tanto el papel de esos chicos mayores a la hora de guiar a los demás y desarrollar un verdadero programa scout es vital. Si dejamos que toda la responsabilidad recaiga en los Scouters… no estaremos hablando de escultismo, tan tajante como eso, pues el papel de los adultos en nuestro método debe limitarse a una guía, en alentar y otorgar la responsabilidad a los chicos, a los scouts, para que de este modo desarrollen su potencial. A la misma vez que ellos aprenden a planificarse sus excursiones y acampadas, a comprar y cocinar sus alimentos, a limpiar y ordenar sus rincones, a construirse sus refugios, sus mesas y sus bancos…fortalecen su cuerpo y su carácter. Aprenden a afrontar la vida como es, a superar sus obstáculos y a trabajar duro por lo que se quiere, a adquirir responsabilidades en lugar de quejarse porque los demás, o la sociedad, no le han facilitado todo aquello que quería. Aprenden a ser activos y a organizarse para conseguir sus objetivos, a tener carácter y valores, y eso les valdrá tanto para su día a día como para cambiar las cosas en su comunidad. De ese modo contribuirán de verdad a hacer el mundo algo mejor. Porque para poder “cambiar el mundo” se necesitan personas con ese carácter. Sin el mismo probablemente sólo tendríamos un montón de chicos dándole a “me gusta” en las redes sociales pero poco capaces de proponer algo o PASAR A LA ACCIÓN. 62 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pero por ahora no os mareo más. El próximo capítulo seguiremos comentando algo más acerca de la importancia de la planificación de nuestras actividades como un camino para que todo tenga sentido y borrar la palabra aburrimiento de nuestro programa. 63 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo X ¿Es aburrido el escultismo? Un buen plan En este capítulo (para variar, je, je) seguiremos repasando esos elementos esenciales de nuestro Gran Juego. Elementos que, como hemos visto, han ido quedando un tanto ocultos entre nuevas tendencias y protocolos educativos, y que sin embargo todos deberíamos conocer y aplicar en el día a día de nuestros grupos. Anteriormente os hablaba de “el aprender haciendo”, y os explicaba que parte de esa acción incluye el manejo, por parte de los chavales, de sus propias patrullas y de gran parte del programa. Es fundamental que sean ellos los que se acostumbren a manejar su propio grupo, y aprendan a planificar. ¿Por qué? Pues porque ese aprendizaje es esencial para desarrollar el carácter, para educar hábitos que utilizarán toda su vida y de paso dará sentido e interés a todas nuestras actividades. Por tanto toda actividad en los scouts, además de una ambientación apropiada (tal y como vimos en el primer capítulo de esta serie), ha de tener un propósito. Otros factores pueden contribuir a hacerla más agradable, pero no son básicos. Es importante que los chicos capten que lo que cuenta no es sólo lo bonito o lo divertido de las cosas, sino reflexionar sobre qué quieres hacer, por qué lo haces y cómo lo haces. “¿Y qué tiene que ver esto con el aburrimiento? “¿Por qué dices que la planificación puede hacer interesante a la actividad?” 64 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues porque los preparativos en sí mismos son ilusionantes (de hecho las expectativas de los chicos siempre son enormes…y habitualmente superan la realidad, je, je). El momento de soñar, de anticipar lo que se va a hacer es sin duda gratificante, pero además nos da la estupenda posibilidad de trabajar la imaginación y creatividad de la patrulla, el trabajo en equipo, el reparto de tareas…y sobre todo de ayudar a crear ese espíritu de grupo del que siempre os hablo. Si no hacemos las cosas así corremos el riesgo de que cualquier actividad acabe siendo un fracaso o algo intrascendente, y eso resta mucha fuerza a lo que hacemos. Lo podemos comprobar incluso en una de nuestras actividades estrella: las mismas acampadas. Acampar es una actividad muy interesante, atemporal, que se adapta a todas las épocas y nunca pasa de moda. Sin embargo, aunque a la mayoría de los chicos les atrae… la falta de planificación y la falta de objetivos pueden hacer que la experiencia sea decepcionante. La falta de comodidad, el mal tiempo, u otras cosas que a veces no salen bien…pueden hacer que aparezca el desánimo y el cansancio en el grupo y dar al traste con todas sus ilusiones. “¿Y qué podemos hacer para evitar esos problemas?” 65 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues, como os estoy contando, enseñarles a ser previsores, a planificar bien, a preparar las cosas, haciendo honor a nuestro lema “Siempre Listos”. Porque será esa preparación la que nos permite minimizar los efectos adversos y superar los obstáculos en busca del confort… y fortalecer la unión entre los chavales. Las acampadas permiten trabajar un montón de aspectos y utilizar todos esos recursos que hemos aprendido progresivamente durante otras salidas y juegos. Necesitamos cumplir las expectativas de los chavales y la clave para eso es una buena planificación. Lo que verdaderamente cuenta es LO QUE HACEMOS Y CÓMO LO HACEMOS. En el caso de los campamentos debemos hacerles ver que lo importante no es que el lugar escogido sea muy bueno o muy bonito (la misma experiencia será lo que les demuestre esto mismo). A veces prestamos demasiada atención a buscar el sitio más lejano y más espectacular, como si un lugar corriente implicase un campamento aburrido, y olvidamos que acampar es todo un arte. Un arte en el que tan importante es el conocimiento de las técnicas como la necesidad de salir con un plan. Un plan establecido por el Consejo de Patrulla y la Corte de Honor, y en el que escoger el sitio no es más que una pequeña parte. Así es como funcionamos los scouts y como los chicos aprenden. Es verdad que muchos de ellos no sabrán en un principio, pero ahí es donde entra en juego nuestro papel. Enséñales a establecer un propósito para el campamento. Puede ser un servicio a la comunidad, una ruta de orientación, la exploración 66 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO del terreno para localizar algo concreto, el alzamiento de planos para un proyecto posterior, el perfeccionamiento de técnicas para conseguir insignias de especialidades…. Enséñales a planear dónde se va, cómo lo hacemos y qué necesitamos. A elegir el sitio de acampada, buscar transportes, mapas, a localizar sitios agrestes con animales a los que observar, a decidir sobre el material que habremos de llevar, calcular la cantidad y el tipo de comida y la bebida en función de los días, del tiempo que haga, de las actividades que vayamos a hacer… Sí, todo eso nos ayudará a evitar imprevistos…pero desgraciadamente, por muy bien que hagamos las cosas, es imposible controlarlo todo. Hacer todo lo expuesto no nos va a librar de que en ocasiones nos aborden los problemas, es cierto, pero aquí es donde entra en juego el espíritu de equipo, el verdadero espíritu scout. Cuando sobrevienen los problemas (lo cual es inevitable en cualquier grupo humano) es cuando verdaderamente se pone a prueba a la patrulla. Las circunstancias externas no siempre nos favorecen y en ocasiones será el frío o la lluvia, en otras el hambre o la sed, y a veces simplemente las fricciones que se producen entre los chicos. Será en esos momentos cuando salga a relucir lo mejor de ellos. Será ahí donde de verdad aprendan las lecciones más valiosas. Al superar esas adversidades es como crecemos. Ese espíritu de grupo les ayudará a afrontar y minimizar los inconvenientes. Sí, lo que importa es el ESPÍRITU con el que se acampa, a sabiendas de que sólo las emociones fuertes se graban en nuestro cerebro y proporcionan esos recuerdos imborrables. 67 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO ¿O acaso no os ha ocurrido a vosotros que de los momentos que más te acuerdas son aquellos malos o difíciles, pero vividos en compañía? Sí, esos obstáculos son los que nos marcan de verdad, y curiosamente acaban fortaleciendo ese vínculo, ese espíritu de grupo, aún más. Ya os comenté, al hablaros de marco simbólico y las tradiciones, de la importancia de trabajar para desarrollar ese espíritu. Durante las actividades, además de la misma convivencia, resulta muy interesante que los chavales lleven un registro de sus aventuras de patrulla. Puede ser en formato virtual, pero lo mejor es algo físico que perdure a los miembros de las patrullas y cree ese vínculo con el pasado y la sensación de pertenecer a algo más grande que uno mismo. Cuando los chavales sienten que han hecho algo especial, que han cumplido su objetivo dentro de un grupo en el que han desarrollado un fuerte vínculo…todo lo verán de otra manera, todo cobrará un nuevo sentido. En nuestras acampadas debemos enseñarles a disfrutar de las pequeñas cosas (algo que lamentablemente se trabaja muy poco, pues nos dejamos llevar por la inercia de una sociedad 68 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO sensacionalista y consumista), aprovechando su inagotable curiosidad por explorar y descubrir. Debemos permitir tiempos libres para actividades espontáneas, para que se investiguen los alrededores, para jugar, pero deben estar bien planificados dentro del tiempo global. En resumen, estableced un fin claro y entretenido para toda actividad, incluyendo a las acampadas. Esforzaos en buscar programas variados y creativos para no cansar, y tened siempre en cuenta que esta manera de hacer las cosas es la que nos diferencia de los demás. Todo esto es lo que podemos ofrecer que no tiene ningún otro movimiento juvenil. De este modo ayudamos a formar el carácter de los jóvenes. Así aprenden a cuidar de sí mismos, a ser responsables, a cooperar con los demás en situaciones reales, lejos del mundo virtual de las computadoras, los chats o las compras compulsivas. Desde luego que aunque suene sencillo… exige mucho trabajo y dedicación. Los chicos tienden a aburrirse con facilidad si sienten que se estancan o hacen siempre lo mismo. Se necesita mucha imaginación y capacidad de innovar y variar con el fin evitar el hastío y mantener a los chicos motivados, especialmente a los más mayores. El escultismo está siempre en proceso continuo de mejora y de trabajo. Siempre habrá fallos pero esa es la manera de aprender lo que funciona y lo que no. Lo que gusta y lo que engancha… y lo que hay que dejar de lado. 69 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO En el próximo capítulo echaremos un vistazo a la importancia de otro de esos elementos esenciales a la hora de jugar bien el juego del escultismo: el entorno natural. 70 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XI Salir al campo Tal y como os anticipé, vamos a seguir “redescubriendo” otro de esos elementos fundamentales del escultismo. Vamos a insistir en algo sobre lo que ya os he hablado en varias ocasiones: lo importante que es desarrollar la mayor parte de nuestro programa al aire libre, en el medio natural. Sí, es importante…y no es un capricho mío sino que siempre ha sido definido como uno de los elementos esenciales, que contribuye a darnos ese aire de exclusividad y además nos permite trabajar de un modo divertido, diferente y muy eficaz. Marca la diferencia y mantiene alejado el aburrimiento. “Pero… ¿por qué dices que es el medio preferente?” Bien, el escultismo centró su acción en el medio natural por dos motivos: El atractivo innato y la motivación que supone el peligro, la aventura, lo desconocido. El reto que supone a los chicos y la demanda que hace que saquen lo mejor de sí. La naturaleza es una gran escuela. Muchos quizá no se han parado a pensar sobre ello, pero trabajar al aire libre ofrece un modo atractivo e inteligente de sacar a relucir los recursos de los chavales y desarrollarlos. Recursos y habilidades que nos servirán en nuestra vida. “¿Qué quieres decir con esto?” Os pondré un ejemplo. 71 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO El rastreo puede parecer una actividad clásica al aire libre sin mayor trascendencia, pero… con el rastreo educamos la capacidad de observación, nos obligamos a usar la inteligencia y el sentido común si queremos deducir el significado de los signos: el ritmo del paso del animal rastreado, si estaba nervioso o asustado… “¿Y qué…?” Pues que sin darnos cuenta todo esto nos valdrá también para la vida ordinaria, pues ésta se afronta de igual modo: observando los hechos, sacando conclusiones y tomando decisiones. Lo mismo en una investigación del “CSI” que a la hora de hacer un diagnóstico médico. Todas las actividades que realizan los scouts al aire libre valen para desarrollar habilidades que nos servirán en el futuro, bien sea a nivel iniciativa, cooperación, visión espacial, o la habilidad manual, o el altruismo, control de los nervios, sentidos de las prioridades y conocimientos útiles. Todos ellos desarrollan la capacidad de tomar decisiones y la inventiva o la imaginación. Además de tener alguna utilidad práctica directa, como en el caso de los primeros auxilios. Pero es que además, este juego ofrece algo que pocos pueden ofrecer: la realidad. 72 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Se trabaja con acción real, simulando la misma mediante juegos entretenidos y atractivos, a diferencia de lo que encuentran en la videoconsolas. No dejemos que las actividades al aire libre dejen de ser nuestro emblema. La naturaleza sigue ofreciéndonos las mismas posibilidades, nos saca de la zona de confort y nos obliga a agudizar nuestros sentidos y sacar nuestros verdaderos recursos, disfrutando a la vez de ese espíritu de descubrir y explorar. La naturaleza es una escuela de carácter y además proporciona una gran motivación, pues la sensación de descubrir y la autosuperación son armas poderosas. ¿Habéis pensado alguna vez qué es lo que nos hace aprender y avanzar? La respuesta son los retos. Al superar los continuos retos es como aprendemos más de las cosas y de nosotros mismos. Hacerlo nos proporciona confianza y autoestima en nuestras capacidades y nos prepara para reaccionar a la realidad no a lo virtual. Saber que podemos apañarnos con nuestro propio saber y capacidad proporciona una gran confianza en nosotros mismos (es increíble, os animo a ver la cara de un chico que acaba de hacer un fuego sin cerillas, por ejemplo). 73 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Las actividades de campo nos obligan a permanecer despiertos en nuestro turno de vigilancia, a tener que comer una comida que no nos salió buena, empaparnos bajo un aguacero o solucionar disputas entre chicos. De todo esto SE APRENDE. Nos obliga a tomar decisiones reales y afrontar las consecuencias de las mismas. Además proporciona el entorno ideal para desarrollar el Sistema de Patrullas, pues en el campo su responsabilidad es nuevamente real, algo que no se puede trabajar en un local sino en el campamento. Aquí dependen de ellos mismos y de los miembros de su patrulla, del trabajo en equipo, con lo cual se desarrollará ese espíritu de patrulla. Cuando luego vuelvan a la ciudad todo les parecerá más sencillo. Además no es sólo juego, sino que a la vez nos preparamos para servir a los demás, y este propósito proporciona sentido a nuestra vida. Soportar las adversidades y los malos momentos imprime carácter en los chicos. Debemos saber infundir ese sentido de “marcar la diferencia”, de hacer algo que nos dé sentido y que es mucho más beneficioso en el desarrollo de la persona. El espíritu del “arte de los bosques” es el espíritu del escultismo. Por eso cambia vidas. Esta es la razón por la que el escultismo ha de jugarse de modo correcto. Por eso fue concebido como un juego en el medio natural, porque de ese modo dejamos a un lado la comodidad de 74 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO nuestros hogares y nos situamos en un lugar donde no tenemos coches, bancos, ordenadores o restaurantes, sino que dependemos de nuestra propia habilidad, de nuestras propias manos y nuestra inteligencia, no de caros artefactos o del dinero que tengamos. No. El escultismo no adoptó las acampadas y las excursiones sólo porque fuesen muy divertidas y emocionantes en los albores del siglo XX. Por supuesto que ese espíritu de aventura que evoca, y que se haya en lo más profundo de nuestro ser, es una de las razones. Ese espíritu es parte de nuestra naturaleza y por eso decimos que es atemporal, que no cambiará con el tiempo y lo podremos encontrar en los niños y jóvenes de toda época. Es lo que podríamos llamar “la ley del entusiasmo juvenil por la naturaleza”, por la aventura, el peligro, los descubrimientos, la exploración, la independencia, la camaradería, los recursos (hacerse sus propios rincones o utensilios)… Sin embargo los chavales sí que se ven influenciados por las modas y las corrientes de la sociedad moderna. Antes los libros o la imaginación eran el refugio de los chicos. Hoy día, la era digital les proporciona la posibilidad de mucha diversión con muy poca implicación personal, con muy poco esfuerzo. Sí, los chicos de ahora tienen mucho de todo, están acostumbrados a salir de sus casas con sus escuelas, centros deportivos o familias. Evidentemente el valor de las cosas depende de su escasez por lo que es imposible que el hecho en sí de salir o acampar hoy día sea demasiado llamativo para algunos de ellos. Y nos guste o no la “Ley del mínimo esfuerzo”, o de la vagancia, es también parte de nuestra naturaleza. Si puedo divertirme y emocionarme cómodamente desde el sillón de mi habitación, frente 75 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO a una estupenda videoconsola mientras juego en línea con mis amigos… ¿por qué iba a molestarme en equiparme y salir en busca de esa aventura? Pues nosotros hemos de tener clara la respuesta: porque nuestra aventura proporciona un PLUS, algo que va más allá, que hace que el escultismo siga siendo una herramienta preciosa. “¿Herramienta preciosa? Explícate…” Simplemente que todos nosotros hemos de saber qué ofrecemos. Hemos de tener claro que los ordenadores y dispositivos electrónicos son muy interesantes pero…desde un ordenador o una consola nunca nos ponemos en una situación real, nunca afrontamos nada “de verdad”, y por tanto no existe beneficio más allá de un simple entretenimiento o la habilidad manual con los botones. Sin embargo el escultismo, la aventura de verdad, conlleva ese beneficio adicional que, aunque implica más esfuerzo, acaba proporcionando un sentimiento de crecimiento, de satisfacción plena y duradera que no es en absoluto equiparable. La superación de los retos es siempre algo que llena. El juego del escultismo se desarrolló para el medio natural porque era el medio ideal para que los jóvenes aprendiesen todos esos recursos, aprendiesen a procurarse comodidad de mil y una maneras. Para alejarse de un mundo en el que se nos proporciona todo para que estemos cómodos. 76 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Cuando el chico regresa de nuevo a la civilización es capaz de valorar y disfrutar más todo lo que tiene y además también será capaz de afrontar las cosas de modo diferente pues habrá adquirido algo muy importante: AUTOCONFIANZA. Habrá aprendido a conseguir las cosas por sus propios medios. Habrán adquirido hábitos, como el de confiar en los demás para que nos ayuden a llevar la carga, a no despilfarrar, a trabajar duro… lo que le será de mucha ayuda en su vida y en su trabajo. Y además existe un beneficio adicional y poco valorado: ese contacto íntimo con la naturaleza, con la creación, cala en nuestras almas y nos ayuda reflexionar con una mayor profundidad sobre el sentido de las cosas. Nos acerca a nuestro lado más espiritual. Algunos Scouters intentan mejorar la asistencia adoptando multitud de elementos tecnológicos a sus programas, incluyendo las acampadas. Sin embargo esto es un error de concepto. Porque cuando salimos de acampada no podemos actuar intentando llevar la civilización a la naturaleza. Eso es hacer turismo. Los scouts no lo hacemos así, sino que llevamos el menor equipo posible, el menor peso posible. Sólo aquello imprescindible. Suplimos 77 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO con nuestra experiencia, con nuestra habilidad, con nuestros recursos, a cualquier cara equipación. Porque es ese desafío lo que nos atrae. Sólo así sacamos lo mejor de nosotros. Sólo así adquirimos confianza en nuestros recursos y posibilidades, sólo así aprendemos a trabajar plenamente en equipo, apoyándonos los unos a los otros ante los retos y aprendiendo a salir airosos y a procurarnos comodidad en el medio natural. Hemos de ser conscientes de que siempre existirá la tendencia a buscar lo más sencillo, a realizar juegos más cómodos en lugar de excursionar, de explorar y entrar en contacto con la naturaleza. Muchos Scouters parecen haberlo olvidado, pero es esa sensación de comunión con lo natural lo que marca la diferencia. No se puede lograr el mismo resultado haciendo actividades en un local o en el parque de al lado, es algo de cajón. Y no, las actividades programadas y guiadas en complejos multiaventura son divertidas pero no desarrollan los recursos. Salgamos al campo, hagamos nuestras actividades al aire libre todo lo que sea posible. La Naturaleza es una escuela incomparable, no lo dudéis. En cierta ocasión le preguntaron al viejo Jefe cuál era el secreto del éxito del escultismo entre los chicos británicos (os recuerdo que en sólo 2 años ya habían más de 100.000 participando en él). Su respuesta fue muy reveladora: pensaba que el principal atractivo no estaba en la superficie sino en el espíritu del movimiento, y que la llave de dicho espíritu se encontraba en el misterio y la aventura del “arte de vivir en los bosques” (woodcraft) y el conocimiento de la naturaleza. En el siguiente capítulo seguiré insistiendo con otro de los elementos esenciales del escultismo: la progresión. 78 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XII La importancia de la progresión en el programa scout Bueno, pues ahora toca echar un vistazo a otro de esos elementos característicos y esenciales del escultismo. Un elemento que contribuye a dar equilibrio a todo el conjunto y que tendemos a infravalorar: el sistema de progresión. Utilizarlo bien tiene un poderoso efecto motivador en los chavales y contribuye a su desarrollo y a su crecimiento. En la obra “¿Por qué se van nuestros scouts?” ya hablé de esto y de su importancia pero ahora vamos a repasar ideas e intentar dejar claros los conceptos. Primero vamos a aclarar algunas cosas, porque existen responsables que creen a pies juntillas que el sistema de progresión es algo relativamente moderno, amparado en avances psicopedagógicos. Piensan que al principio el escultismo no era más que un “programa pseudo-militar fundado por un General y con cierto componente de exaltación patriótica, donde los chicos se limitaban a ir al campo y realizar formaciones y competiciones insanas”. Pues bien, una lectura (¡cuánto nos cuesta leer!) de la literatura clásica nos habla bien a las claras de que eso NO es así. Es cierto que Baden-Powell no era un pedagogo pero era un grandísimo observador y supo utilizar su sentido común, su 79 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO experiencia y el conocimiento de la esencia misma que subyace en todos los hombres, para sacar conclusiones muy acertadas. Comparó sus conclusiones con las de otros educadores de su época (entre ellos Seton, Forbush o Dewey) y con toda esa información elaboró un programa. Un programa cuya sencillez es una de las claves de su éxito y que fue mejorando poquito a poquito con la experiencia. Se dio cuenta de que todo muchacho necesita dar salida a sus instintos de curiosidad, de conocer el mundo que le rodea, de relación con los demás… y también precisa de reconocimiento y de crecimiento. Porque todos necesitamos sentir que avanzamos, que crecemos. Si nos estancamos…simplemente nos cansamos, nos aburrimos y abandonamos. Os decía que el viejo Jefe sacó conclusiones de su vida en el ejército. El sistema militar animaba a la promoción de los soldados y eso se reveló como una buena idea a la hora de mantener motivados a sus hombres. Allí experimentó con una Unidad de Exploradores con un gran resultado (os hablaré con más detalle del asunto cuando tratemos el Sistema de Patrullas). Con este programa comprobó algo que sospechaba: que el simple hecho de reconocer las habilidades de los hombres para la exploración con una pequeña insignia (precisamente fue la primera vez que utilizó para ello la flor de lis) suponía una motivación poderosa: “el hombre es un ser vanidoso”… …diría el fundador riéndose por bajo. Además, en el ejército incluso existían otras posibilidades para animar a los hombres y hacerlos encajar en facetas que les resultaran atractivas o se les dieran mejor. Eran lo que podíamos denominar especialidades, que allí se denominaban “Proficiency badges”, entre las que se podían encontrar las de habilidad en el tiro, señalizador, corneta o mensajero. Pero … ¿cómo usar todo aquello para motivar a los chavales? 80 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Vamos por partes. Por un lado el Gran Juego debía ser algo sencillo y atractivo. Propondría a los chicos una aventura, una serie de actividades genuinas, basadas en un marco simbólico atractivo (el mundo de los exploradores), con el fin de ayudar a formar el carácter. En ese esquema los muchachos irían progresando según su interés y su propio ritmo (no, nada de ejercicios marciales ni disciplina marcial, aunque muchos lo crean así, y si alguna vez se hizo…fue contra todo lo que enseñaban el viejo Jefe y sus colaboradores). Los cuatro pilares en los que aquellas actividades iban a ayudar a completar la educación de los chicos resultaban muy evidentes: El carácter (el elemento que marca la diferencia a la hora de afrontar la vida y los retos), La habilidad manual (imprescindible para ganar confianza y destreza) , La salud (sin ella no hay manera de hacer nada), Y el espíritu de servicio (como modo de desarrollar su propia estima y encontrar la verdadera felicidad). Trabajando en todos estos aspectos el escultismo pondría su granito de arena para conseguir que esos muchachos fueran mejores ciudadanos, con la iniciativa y recursos suficientes como para cambiar las cosas y mejorar el mundo desde una CIUDADANÍA ACTIVA. Porque lo que BP buscaba era educarlos para que fuesen dueños de su propio destino, que “remasen su propia canoa”, que no se limitaran a lamentarse de su mala suerte o a echar las culpas a “la sociedad” (uff, ¡qué poco hemos cambiado!), que se sobrepusiesen a su condición de partida, a su clase o situación social. 81 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Que fueran capaces de ponerse manos a la obra sin vacilar cuando viesen la posibilidad de ayudar y mejorar las sociedades en las que vivían. Porque BP era consciente de que para cambiar la sociedad se precisaba educar el carácter de los chicos a la edad adecuada. Sobre ellos recaería la tarea de crear un futuro mejor. Desde el principio el sistema ideado por el viejo Jefe era muy simple: se basa en observar a cada muchacho, ver sus cualidades y desarrollar las más deficitarias todo lo posible (“en todo chico hay al menos un 5% de bueno, busquémoslo y desarrollémoslo hasta el 80 o el 90%”, que diría él). Y lo hace estimulando, sugiriendo actividades a su grupo (tropa y patrullas) que el chico trabaja con verdadero interés propio. Y por otra parte tenía otra idea muy clara: en ese esquema el estímulo de la progresión personal era muy importante. Para motivar a los chicos y ayudarles a crecer se necesitaría establecer una serie de retos sencillos, que TODOS podrían superar con un poco de interés, de esfuerzo, la ayuda de su Patrulla y el buen hacer de su Guía y su Scouter. Dentro de esa motivación se incluía reconocer a los que los superaban dichos retos con las correspondientes insignias. Creó en primer lugar un reconocimiento básico para todo aquel que se comprometiese a formar parte de este juego. La insignia básica de los exploradores, la Flor de Lis. Y a partir de ahí… otra serie de 82 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO retos a los que dio un nombre claro e ilustrativo: Segunda Clase y Primera clase (todos sabemos que es la carnet de 1ª, o un conductor de 1ª, o la 1ª división de fútbol… lógica pura, vamos). Para conseguir aquella primera Flor de Lis se establecieron lo que se denominó “las pruebas del Pie-Tierno o del novato” (y dudo mucho que ninguno de aquellos críos se sintiera ofendido por tal denominación. La perspectiva actual al respecto me resulta irrisoria), pues aquellos novatos eran los aspirantes a scout, y TODOS pasaban por aquella situación. Nadie nace enseñado. En realidad todas aquellas pruebas sencillas no eran otra cosa que el escaparate del escultismo para el chico que quería ingresar. Era un modo de enseñar parte de lo que les esperaba después. Porque lo inteligente no es enseñar toda la mercancía de entrada sino tentarlo con la promesa de algo mejor en el interior (como en el arte de la pesca, señuelos y cebo, poco a poco, el viejo Jefe era un gran pescador). Por ejemplo cuando se les enseñaban aquellas primeras señales se les sugería la idea de las pistas ocultas, de los rastros, de las “cazas del tesoro”, de códigos secretos….aventura en definitiva. Aquella era la herramienta elegida para propagar la idea y la ilusión, la vivencia desde el primer momento, el “boca a boca”, no el marketing de empresa. Porque lo inteligente es crear una imagen atractiva…y por supuesto cumplir las expectativas después. De lo contrario no valdrá de nada. Sea como fuere el caso es que esta nomenclatura clásica ha pasado a mejor vida en muchos lugares, principalmente por la falsa idea de que creaban “desigualdad y competitividad insanas”, lo que me resulta totalmente artificial, 83 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO porque si hubo algo en lo que el fundador insistió fue en fomentar el espíritu de colaboración y de juego limpio entre los muchachos. Se trata simplemente de aprovechar algo que es innato en ellos (la competitividad es parte de su naturaleza y obviar eso me parece un error mayúsculo) para que sirva de sano estímulo a su progresión. Me resulta mucho más importante que los chicos aprendan a ganar…y a perder. A encajar el fracaso, levantarse y sacar conclusiones sobre el mismo para mejorar, tal y como ocurre en la vida real y no en “los mundos de fantasía”. “Ya está. Eres un inmovilista” No, no se trata de inmovilismo. En realidad no me parece mal el cambio de nombre en sí… siempre y cuando se cambie por algo que mejore a lo anterior e inspire a los chicos. Pero sinceramente, cuando optamos por nombres como “senda del compromiso” o “senda de la colaboración” me doy cuenta de que algunos no se han enterado de nada. Porque esto es un juego para chicos, y esa nomenclatura es claramente dirigida a adultos. Es una nomenclatura que a los pedagogos puede que les diga mucho… pero a los chavales absolutamente cero. Y es que a veces despreciamos el poder de los nombres. No nos damos cuenta de que son la primera descripción, nos hacen visualizar (o deberían hacerlo) de qué se trata y deben hacerlo con claridad. Por eso hay que elegirlos con inteligencia, teniendo en cuenta a quien van dirigidos y qué despierta en ellos. 84 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Os pondré un ejemplo, a la hora del reparto de funciones en la tropa (que también tiene como fin un reparto de responsabilidades que contribuirá al progreso de cada chaval) algunos se limitan a utilizar nombres sin más: tesorero, naturalista, secretario, etc. Sin embargo algunas asociaciones proponen asignar cargos de un modo muy llamativo: Guardián del tesoro, guardián de los secretos, de la naturaleza, de la leyenda, de la aventura, de la Salud… ¿Veis la diferencia? Creo sinceramente que ESE es el camino. Aunque la gran diferencia que se aprecia en algunos de los sistemas de progresión que se proponen en la actualidad es más bien de concepto. ¿Por qué digo esto? Porque se proponen multitud de áreas a trabajar en todos los muchachos, con multitud de objetivos a cumplir por cada uno de ellos. Como bien explica nuestro amigo “Buho Terco” en el artículo de su blog („Apuntad Alto‟) titulado “Efectos de torsión en el escultismo”, se trata de una estructura cognitivo-conductual de Educación por protocolos, que desvirtúa el sistema original, amén de resultar mucho más complejo para los Scouters que se pierden entre ese 85 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO montón de objetivos y olvidan los elementos más básicos e interesantes del escultismo, aquellos que le dan su aire singular y de los que os vengo hablando en esta serie de escritos semanales (os invito a volver a leer el capítulo “Complicando lo simple”). La tendencia teórica de ese tipo de programas es a la igualdad, pero en realidad promueve la consecución de todos los objetivos por todos los chavales, diluyendo la importancia del individuo y su singularidad. Eso por no hablar de la pérdida de importancia relativa que se le otorga a cada insignia en sí. Si algo no requiere de un genuino esfuerzo, si algo es sencillo de conseguir, si todos lo tienen…simplemente pierde su valor. Podemos darle todas las vueltas que queráis. Eso es así: el valor que damos a las cosas depende de su escasez. Quizá deberíamos considerar qué debemos hacer para que el escultismo sea valioso para los jóvenes, no para los adultos. Para eso deberíamos tener cuidado de no depreciar el programa estableciendo objetivos vagos o muy bajos. Deberíamos tener altas expectativas, objetivos que supongan buenos retos, relativamente complejos de conseguir, que exija lo mejor de los chavales y les anime a esforzarse en su progresión o en las especialidades. De ese modo todo el valor del programa aumenta. Sí, sé que muchos argumentarán que el escultismo no debería ser competitivo, que todos deben tener acceso a su progresión y que ponerlo difícil puede hacer que los chicos se frustren…y no les falta razón. Bien, una vez más el objetivo es el EQUILIBRIO. Evidentemente no pretendemos hacer un programa ultracompetitivo donde nuestro objetivo se reduzca a conseguir una tropa muy cualificada técnicamente y dejando de lado lo demás. 86 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO NO. El objetivo es SACAR LO MEJOR DE CADA CHICO, pero para ello debemos enseñarles a valorar el esfuerzo VERDADERO, no el aparente o el superficial. El valor de las cosas en esta vida es algo relativo. Aquello que cuesta es lo que tiene valor. Es así, y así deberíamos educar a nuestros jóvenes si es que esperamos prepararles para la vida. Cuando nuestras expectativas son altas y el esfuerzo necesario para conseguir los diversos grados de progresión es el justo, los chicos los valorarán como tal. Si simplemente los otorgamos como quien da un pedazo de pastel…tendrán el mismo valor que ese pedazo, es decir, prácticamente ninguno. Algunos tienden a pensar que facilitarlo todo hará más fácil la progresión y que eso ayudará a retener a los muchachos con muchas ocupaciones. Sin embargo lo cierto es que de ese modo la motivación y la implicación del chico necesariamente disminuirán. Es así en todos los aspectos de la vida, y en éste no iba a ser diferente. Otro problema que se plantea en muchos lugares es que el sistema de progresión acaba siendo un tanto infravalorado. No se le presta demasiada atención y eso, como nos contaba nuestro hermano Liam Morland en su estudio sobre el abandono del programa por parte de los chicos, nos resta mucha fuerza. 87 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pero también existe el caso contrario, aquellos para los que el sistema de progresión ha venido a convertirse en una finalidad y no un medio en el programa scout (ocurre a menudo en grupos de los scouts norteamericanos), condicionando de este modo su desarrollo. Incluso su límite, pues de esa manera al llegar al nivel máximo de progresión todo habría acabado. El prestar demasiada atención a la progresión también es un error. Puede hacer que los chicos crean que su único objetivo es pasar pruebas para conseguir insignias. La motivación de la insignia debe ser algo complementario, algo que suma, pero será el crecimiento, la sensación de hacer algo que marca la diferencia, el espíritu scout, lo que debe hacernos competir. Y para terminar comentaros que dentro del esquema de progresión se incluye el estímulo de las especialidades. Me gustaría traeros la idea fundamental tal y como la explicaba el mismo B-P y que ilustra que sus ideas educativas eran sorprendentes, no como algunos creen: “Nosotros deseamos encarrilar a TODOS nuestros muchachos, dándoles impulso progresivo en el curso de su desarrollo espontáneo y no mediante una instrucción objetiva obligatoria. Pero el fin del sistema de Especialidades en el Escultismo es también darle al Jefe de Tropa un instrumento con que pueda estimular e inducir a los scouts a dedicarse a las aficiones que puedan ayudarlos en la formación de su carácter y en el desarrollo de su destreza. Es un instrumento que, utilizado inteligentemente, puede inspirar ambición y esperanzas aún a los más torpes y a los más apocados, quienes de otra forma quedarían rezagados muy pronto, y tal vez 88 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO desesperanzados e inútiles en las luchas de la vida. Por esta razón, no se definen las normas de habilidad. Nuestro método de conferir insignias no se basa en el ascenso a cierto nivel de habilidad, sino en el ESFUERZO QUE HACE CADA MUCHACHO CON EL FIN DE ADQUIRIR CONOCIMIENTOS O DESTREZA. Esto pone a los más torpes o desesperados y a los más inteligentes o aventajados en el mismo nivel de posibilidades y oportunidad. En esa forma, un Jefe de Tropa comprensivo y concienzudo, que ha hecho un estudio psicológico de sus muchachos, puede poner ante algunos ciertas dificultades estimulantes, de manera que los torpes disfruten de un comienzo equitativo al lado de los más inteligentes. Y al muchacho apocado y tímido, cuya obsesión de inferioridad se debe a los fracasos numerosos que ha sufrido, pueden facilitarse los primeros triunfos con el fin de inducirlo a intensificar sus esfuerzos.” Creo que no hacen falta más comentarios. A continuación nos meteremos de lleno en el que quizá es nuestro elemento esencial más significativo: el Sistema de Patrullas. 89 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XIII ¿De verdad utilizamos el Sistema de Patrullas? 1. La idea Hemos hablado estos últimos capítulos de varios de los elementos esenciales del escultismo, cómo fueron concebidos desde los comienzos y cómo se pueden trabajar para sacar el mayor partido de nuestro método. Ahora nos detendremos un poco para comprender mejor la que muchos consideran “pieza clave” en el Gran Juego: El Sistema de Patrullas. Éste es el único elemento esencial en el que nuestra formación difiere de la de cualquier otra organización, y allí donde se ha aplicado apropiadamente ha tenido éxito. Y aunque el Sistema de Patrullas es un pilar tan importante y el principal factor diferenciador del escultismo, aún existen muchos responsables que no saben aplicarlo adecuadamente. “¿Por qué dices eso? Si todos nosotros separamos a los chicos por equipos o patrullas…” Sí, todos sabemos que la Patrulla es la unidad básica de la Tropa Scout, tanto para el trabajo como para el juego. Pero el Sistema de Patrullas no consiste simplemente en dividir a los chavales de forma más o menos lógica para que trabajen en grupos o equipos. No, se trata de algo más. Forma parte de un método que otorga responsabilidad a los individuos y que de ese modo nos permite dar un gran paso a la hora de formar de verdad su carácter y desarrollar sus recursos de una forma natural y amena. 90 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Y es precisamente eso lo que hacemos desde el mismo momento en que se nombra a uno de los chicos como Guía de Patrulla, como responsable al mando de su patrulla. Desde ese momento él se hará cargo de gran parte del manejo del grupo y de que cada chaval desarrolle sus cualidades y de lo mejor de sí. Todo esto parece una tarea muy grande para un chaval…pero en la experiencia a lo largo de muuuchos años ha demostrado que funciona. A través de la imitación y la competición entre las patrullas se desarrolla en cada chico un “espíritu de grupo”, de patrulla. Cada chaval se da cuenta de que él mismo es una pieza fundamental, que tiene su parte de responsabilidad en cada tarea, y que el éxito y el buen nombre de su patrulla dependen en cierta medida de él mismo. Sí, muchas veces lo infravaloramos, pero ese “Espíritu de Patrulla” es realmente una pieza clave a la hora de motivar todas las actividades y dar sentido al Gran Juego. Pero ¿cómo surge la idea de las patrullas y del sistema de patrullas? Veamos como lo cuenta el gran conocedor del método scout E.E.Reynolds en su libro “Working the Patrol System”): “El Sistema de Patrullas es el signo diferenciador del sistema de formación del escultismo. No es algo que se haya añadido confines decorativos, como los adornos de un pastel de bodas, ni algo para usarse en caso de emergencia, como la brigada de bomberos. 91 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Es la manera scout de hacer las cosas. Si una Tropa no trabaja el Sistema de Patrullas no es una tropa scout. Puede ser excelente en muchos aspectos, tener un montón de scouts que hayan conseguido su Primera Clase, y ser un modelo en camping o pionerismo. Aun así, sin el Sistema de Patrullas como fuerza motriz, NO ES UNA TROPA SCOUT. Esto puede parecer una afirmación sorprendente, pero la experiencia nos muestra que ningún otro aspecto del escultismo es tan difícil de entender o aplicar en la práctica. Esto quizá pueda explicarse por el hecho de que no es la forma convencional de hacer las cosas. Cuando pensamos en formar a un grupo de chicos asumimos con naturalidad que los métodos tradicionales, como la educación mediante una larga exposición, prácticas en grupo, etc…son la mejor manera de hacerlo. Incluso tras más de una generación de escultismo, este método convencional tiene tal implantación que estamos dispuestos a utilizarlo sin darnos cuenta de que dejamos de lado al genuino medio de desarrollo del carácter que proporciona el escultismo. Antes que nada el Escultismo es un método de formación del carácter. ¿Pero qué tipo de carácter? ¿Qué cualidades pretende desarrollar? ¿Cómo lo hace? La concepción del carácter de BP se basaba en su profunda creencia en la importancia del individuo como personalidad única. Por lo tanto puso la auto-confianza y a la autodisciplina al frente de esas cualidades deseables. Esta independencia la combinó con los ideales de honor personal y desinterés o falta de egoísmo. Todas estas virtudes las consideró esenciales para la buena ciudadanía. 92 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO En el lado negativo el fundador se oponía a los métodos de instrucción de masas, ya que pensaba que éstas paralizaban la iniciativa y el desarrollo de la capacidad individual. BP se enfrentó a este asunto de la formación individual en los primeros años de su carrera militar, cuando tomó el escultismo como su ámbito especial del mismo modo que un pato se enfrenta al agua. Al entrenar a los jóvenes soldados (que en aquel periodo eran en su mayoría analfabetos y sin formación) tuvo que desarrollar nuevos métodos. El típico escuadrón de instrucción de la época despreciaba la individualidad y se pensaba más en escupir y sacar brillo (a las piezas metálicas del uniforme), o en la precisión a la hora de los movimientos de masas, que en desarrollar las cualidades del carácter. Mediante un proceso de ensayo y error, BP se dio cuenta de que podía conseguir lo que quería utilizando pequeñas unidades, cada una de ellas compuesta por seis hombres, con un Sub-oficial al mando con plena responsabilidad en el entrenamiento de su patrulla. La eficiencia y el interés se incrementaron mediante la competición de una patrulla con otra. Cuando BP tomó el mando del 5º de la Guardia de Dragones en la India, en 1897, tuvo la oportunidad de ensayar ese método de patrullas a mayor escala. Formó un cuerpo de Exploradores de Regimiento, una innovación en sí misma, y además desarrolló su método con la introducción de un esquema de insignias para estimular a los individuos a hacerse eficientes por sí mismos. Uno de los resultados de esta experiencia fue su libro “Ayudas para la Exploración”. En él encontramos muchas de las ideas que más tarde adoptó para la formación de los muchachos, incluyendo juegos entre patrullas como el de “la araña y la mosca”, o “el robo de la bandera, o la linterna”. Años después resumió sus experimentos en el ejército con las siguientes palabras: 93 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO 1. Dar responsabilidad a los Sub-Oficiales. 2. Hacer el entrenamiento divertido para los hombres. 3. Mantener a los hombres en unidades pequeñas y permanentes, y a dichas unidades en competición entre ellas, bien sea en el campo o en los barracones, incrementando su interés y elevando el nivel de eficiencia en todos los aspectos” Las palabras clave aquí son RESPONSABILIDAD, DISFRUTE, Y PEQUEÑAS UNIDADES, y todas estas fueron las que más tarde darían las ideas clave del método de formación de los scouts a través de su Sistema de Patrullas. Este breve apunte sobre el origen de este método nos muestra un importante hecho: el Sistema de Patrullas se aplicó a la formación de los muchachos porque ya había demostrado su valor en la experiencia práctica. No era una teoría nacida del cerebro de un profesor mientras estaba sentado en su estudio pensando acerca de los problemas de formar a hombres o a muchachos desde una distancia segura. Era un sistema desarrollado en el campo por un hombre muy práctico y sobre el sujeto más duro posible: el joven soldado del último cuarto del siglo diecinueve. Cuando BP pasó a extender sus ideas a la formación de los chicos no se imaginó la dificultad que tendrían los Scouters a la hora de percibir las posibilidades del Sistema de Patrullas. Para él resultaba algo natural después de haberlo usado durante tantos años. En “Escultismo para muchachos” el sistema se describe con las siguientes palabras: “Cada Tropa se divide en Patrullas de entre seis y ocho muchachos, y la finalidad principal del Sistema de Patrullas es el de proporcionar una responsabilidad real a tantos chicos como sea posible, en vistas a desarrollar su carácter. Si el Scouter da a su Guía de Patrulla un poder real, espera mucho de él y le da libertad para llevar a cabo su tarea, habrá hecho más 94 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO para el crecimiento del carácter de dicho muchacho que la que pueda hacer cualquier cantidad de formación académica ordinaria.” Pero a pesar de posteriores sugerencias e indicaciones, pocos se dieron cuenta de que ahí yacía la clave del éxito. Por supuesto que se agrupaba a los chicos en patrullas, pero muchos Scouters se contentaban con quedarse ahí. Por ello, en mayo de 1914, BP escribía en “The Scouter”: “Muchos Scouters y también muchos otros, no reconocieron al principio el extraordinario beneficio que podía obtenerse del Sistema de Patrullas si quisieran utilizarlo, pero creo que la mayoría de ellos se están dando cuenta de ello cada vez más. Al fin y al cabo el Sistema de Patrullas consiste simplemente en ubicar a los muchachos en pandillas permanentes bajo el liderazgo de uno de ellos mismos, lo cual es la manera normal de organizarse, bien sea para hacer travesuras o para divertirse. Pero para conseguir resultados de primera con este sistema, debéis dar al Guía una responsabilidad y libertad de maniobra real. Si sólo le dais una responsabilidad parcial los resultados sólo serán parciales. El principal objetivo no es tanto ahorrarle trabajo al Scouter como dar responsabilidad al chico, ya que éste es el mejor medio para desarrollar su carácter. Generalmente el chico con más carácter es el que llega a ser el líder de la pandilla de traviesos. Si aplicas este esquema natural a tus propias necesidades conseguirás los mejores resultados. La misión del Scouter será proporcionar los objetivos, y las distintas Patrullas de la Tropa compiten para conseguirlo, y de ese modo se aumenta el nivel de interés y del trabajo en todos los aspectos.” 95 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Incluso hoy día los Scouters a veces fallan a la hora de hacer un uso completo del Sistema de patrullas. Pueden sugerirse varias razones para ello: Algunas personas no gustan de compartir la autoridad y quieren ser la única cabeza saliente Otros dudan si sus chicos serán realmente capaces de utilizar la responsabilidad. Algunos no han pensado en las implicaciones de la idea Otros pueden haber efectuado experimentos a medias para después recular tímidamente. Y puede que unos pocos, por su propia personalidad, no sean apropiados para establecer este tipo de formación y debieran estar más felices realizando tareas que no impliquen utilizar el Sistema de Patrullas. Pero debemos enfatizar de nuevo que EL ESCULTISMO NO ES ESCULTISMO SIN EL SISTEMA DE PATRULLAS. No es aplicable en manada pues, citando el Manual del Lobato, “un seisenero no es un Guía pequeño y no debería vérsele como capaz de hacerse cargo o de formar a su seisena”. Ni tampoco es un método vital para el desarrollo de un Clan Rover, donde la unidad natural es “Un equipo para un trabajo específico”. (E.E.Reynolds) ¿Qué os ha parecido? Creo que nos ayuda a tener los conceptos claros y a saber cómo jugar mejor el juego del escultismo. En todo caso en el próximo capítulo seguiremos analizando un poco este elemento esencial del método scout que, como habéis visto, no ha sido siempre bien comprendido. 96 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Y es que como afirmaba el viejo Jefe en “Escultismo para Muchachos”, el Sistema de Patrullas es clave para el desarrollo de los chavales: “Esperad mucho de vuestros guías y nueve de cada diez veces cumplirán vuestras expectativas con creces. Pero si estáis siempre pendientes de ellos y no confiáis en que hagan las cosas bien, no conseguiréis nunca que hagan nada por iniciativa propia.” E insiste en el tema: “Asignándole responsabilidades es como se promueve el respeto a sí mismo, y ello engendra respeto por los demás”. (Guía para el Jefe de Tropa). “La mitad del valor de nuestra formación se obtiene asignando responsabilidades sobre los jóvenes” („The Scouter, 1910) 97 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XIV ¿De verdad utilizamos el Sistema de Patrullas? 2. Los Primeros pasos Os contaba en el capítulo pasado que el Sistema de Patrullas es uno de los elementos esenciales que definen el escultismo, tan importante que sin él no existen scouts. Y que sin embargo sigue siendo una de las piedras en las que muchos responsables tropiezan al aplicar el método. Porque el Sistema de Patrullas (o “de equipos” como lo llaman muchos sin darse cuenta de que la nomenclatura está puesta a conciencia por el fundador para diferenciarla de lo habitual, y de ese modo despertar la imaginación a la hora de jugar al juego en un marco simbólico concreto, el de los exploradores) no consiste simplemente en reunir a los chavales en grupos para poder trabajar con ellos mejor y más cómodamente. Aunque eso es exactamente lo que vemos en muuuuchas Tropas. Por eso hoy repasaremos los fundamentos para tratar de “recapturar” la visión de las patrullas. Sé que muchos los tendréis claros pero creo que merecerá la pena recordarlos. ¿Habéis pensado alguna vez por qué BP utilizó las patrullas ya en Brownsea? Un militar como él, con una personalidad arrolladora y su fama de héroe…nos invita a pensar que el desarrollo de aquel primer campamento hubiese sido de otra forma, tal 98 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO vez mucho más personalista. Lo normal quizá es que hubiese actuado como el clásico jefe y hubiese conducido él mismo las actividades. Y sin embargo no fue así. El viejo Jefe tenía claro lo que pretendía con el experimento: hacer a los chicos responsables, desarrollar su carácter y su capacidad de liderazgo. El sistema experimentado era sencillo: los chicos jugarían el juego del mismo modo que lo hacen en sus pandillas. Debían dar su palabra de que apoyarían a su Guía y trabajarían por el bien de su patrulla. Y todo salio “a pedir de boca”. La responsabilidad, la disciplina (que en nuestro método es una “auto-disciplina”) y una sana rivalidad mediante competiciones fueron la base del éxito de aquel primer campamento. Claro que entonces el escultismo tenía una ventaja: no existían malos hábitos, ni rutinas aburridas, ni ideas descafeinadas sobre lo que era el Sistema de Patrullas. Sin embargo hoy tenemos que lidiar con eso, y tratar de evitarlo si queremos descubrir de verdad cómo funciona el escultismo básico. Y debemos hacerlo empezando por nosotros mismos. Si queremos dar a nuestros chicos la oportunidad de vivir esa experiencia única…debemos esforzarnos en lugar de dejarnos llevar por la corriente de la costumbre. Es necesario descubrir el entusiasmo de los fundadores de este invento y mantenerlo. ¿Os animáis? 99 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues vamos a ello. ¿Cuál es la base del sistema? ¿Qué es lo que lo hace tan efectivo? En el capítulo pasado ya os lo esbozaba: Por un lado respeta el modo de funcionamiento de los mismos chicos. Las pandillas. Ellos se relacionan, juegan y se divierten en grupos naturales. Nosotros lo aprovechamos. Por otro lado es la manera perfecta de permitirles vivir la aventura con independencia. Los chicos anhelan la libertad, huyen del control de los adultos y el sistema les proporciona un marco controlado en el que desarrollar su autonomía. Lo que debemos entender ante todo es que esto NO ES UN “EXTRA” OPCIONAL. Es esencial para el método, especialmente el apartado de la independencia y la responsabilidad. El Sistema de Patrullas está pensado de modo que se otorgue a los mismos chavales la oportunidad de dirigir en gran medida el funcionamiento de su Tropa y de su patrulla. Veremos más adelante cómo la “Corte de Honor”, o Consejo de Guías, es la principal herramienta para lograrlo. Porque si son los adultos quienes deciden que los scouts vayan a tal o cual evento, si organizan sus pernoctas, su comida, el transporte, el equipo a llevar… ¿qué demonios hacen ellos? Y lo que es peor ¿qué van a aprender de todo eso? Es necesario por tanto que los chavales tengan una buena parte de responsabilidad en el manejo del grupo. Si ellos participan en la toma de decisiones, en la organización, en todas las tareas necesarias para que las cosas funcionen…el aprendizaje no tendrá comparación. “Pero los chicos no saben, no tienen experiencia, puede ser una pérdida de 100 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO tiempo, e incluso un peligro”. Sé que esa delegación NO ES SENCILLA PARA MUCHOS ADULTOS. Muchos de ellos argumentan que los resultados de las actividades no son tan buenos…pero es porque no comprenden que lo que importa no es la actividad en sí, sino TODO LO QUE SE APRENDE EN EL CAMINO mientras tratamos de llegar a la meta. Por supuesto que se precisa un EQUILIBRIO. Por un lado hemos de dar esa responsabilidad… y por otro cumplir con nuestro deber de cuidado, seguridad y atención para con nuestros chavales. Ese equilibrio adecuado es lo que caracteriza al buen scouter. “¿Y por dónde empezamos?” Pues por lo más básico. Estableciendo la composición de cada grupo, de cada patrulla, y por la elección del Guía y Sub-guía adecuado. A este respecto debemos tener claro que NO existen reglas fijas, pero sí debemos tener presentes algunos conceptos: Las prisas son malas consejeras. Es mejor crecer poco a poco, pero de modo firme y seguro, teniendo claro que los resultados serán muy buenos…pero que va a llevar tiempo. No existe una única forma de aplicarlo y las circunstancias de cada grupo condicionan la manera de hacerlo. Lo que con unos chicos funciona genial…puede que con otros no lo haga. La única solución es estar siempre atentos para adaptarnos y lograr mejorar. La composición de las patrullas es algo importante y que requiere reflexión. “Entonces… ¿Cómo ubicamos a los chicos?” La lógica nos dice que lo ideal sería buscar al grupo natural, tratando de formar pandillas lo más similares a la realidad…pero eso implica chicos de edades muy cercanas porque en general los 101 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO chavales de distintas edades rara vez se mezclan. Y es que un chico que acaba de pasar de manada (por ejemplo) y uno con 14 años tienen bastante pocas cosas en común en el mundo real. Difícilmente acabarían formando parte de un mismo grupo. Si mezclamos chicos de edades diferentes, con intereses y circunstancias distintas es mucho más difícil conseguir que florezca un verdadero espíritu de grupo entre ellos. Por el contrario si aplicamos el Sistema a una pandilla ya existente o con cierta cohesión…tendremos gran parte del camino recorrido a la hora de potenciar ese espíritu. Pero claro, si no mezclamos edades… la patrulla completa evoluciona hasta un final abrupto y nos veremos abocados a volver a empezar de cero con un grupo de chicos nuevos en algún momento. Como veis las cosas no son sencillas, todo tiene ventajas y desventajas que debemos valorar con detenimiento. El sentido común nos ayudará a colocarlos, pero siempre debemos estar atentos a mejorar en función de los nuevos intereses que surgen, porque los propios chicos cambian con frecuencia de grupos de modo espontáneo. Tened en cuenta que están en continua evolución y quien hoy es su amigo del alma…mañana puede no serlo. “¿Y qué pasa con el chico recién llegado?” 102 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Todos tenemos la tendencia natural a colocarlo en aquella patrulla con menos chavales con el fin de equilibrarla con el resto, pero por supuesto ese es un factor de muuuuy poco peso. Los factores que realmente deberíamos valorar son: si el chico encaja en ella, si tiene amigos en alguna otra patrulla, por mediación de quien llegó al grupo…. Lo ideal será tener en cuenta todo eso pero conviene dejarles un cierto periodo de prueba en varias patrullas, hasta que encuentre su verdadero encaje, aquellos con los que tiene un espíritu común, aquellos con los que trabaja bien de manera conjunta. Por otra parte podemos anticiparnos al ingreso de los chicos más mayores que nos llegarán de Manada. Para eso lo ideal es que de cuando en cuando se les invite a algunas actividades conjuntas para que se vayan adaptando y vayan conociendo a sus futuras patrullas. “¿Y luego?” Pues una vez ubicados debemos mantener las patrullas lo más estables posible. Porque si andamos cambiando constantemente jamás conseguiremos ese “espíritu de cuerpo”, nunca lograremos que el chico se implique y se identifique con su patrulla y con ello su motivación en interés siempre estarán muy por debajo de lo posible. Eso sí, cualquier solicitud de cambio de patrulla debe considerarse de modo serio y tratarse en la correspondiente “Corte de Honor” para tomar la decisión. “¿Y qué pasa con los Guías, Sub-guías y demás cargos de la patrulla? ¿Quién los elige?” 103 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues deberían ser los propios chicos los que elijan al que habrá de ser su Guía. Los chicos suelen elegir bien, a aquellos que se han ganado su respeto o admiración, si bien es cierto que la mayoría admira a los más mayores o los más fuertes. A la hora de determinar la composición de cada patrulla debemos darles la posibilidad de realizar algunas actividades juntos. Necesitamos llevarlos a algún lugar interesante y sugerente para invitarles a realizar alguna actividad conjunta: por ejemplo… esbozar una cabaña o encender una pequeña hoguera. Ahí es donde debemos poner en marcha nuestra capacidad de observación y de sacar conclusiones. Observando su jerarquía natural se aprende mucho, y ellos mismos encuentran su lugar dentro del grupo. Todo eso ayudará a que se tome la decisión apropiada. En cuanto al Sub-guía…la elección del mismo debe corresponder enteramente al Guía, pues debe ser alguien de su entera afinidad y confianza. Los Guías deben aprender a delegar su responsabilidad y autoridad en sus chicos, y para ello les asignará una serie de cargos específicos: secretario, tesorero, intendente, sanitario, cocinero… teniendo en cuenta que es bueno rotar los papeles para que todos aprendan más. “¿Y la edad del Guía? ¿Es importante?” Evidentemente un chico joven difícilmente (aunque no imposible) será considerado como un líder por los más mayores, entre otras cosas porque conforme crecen comienzan a 104 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO desarrollarse sus consideraciones sociales, crece en ellos un sentido de responsabilidad hacia los demás. Hemos de ser conscientes de eso, pero lo mejor es dejar decidir a los mismos chavales. Luego tenemos el problema de si rotamos el cargo de Guía o mantenemos el esquema de pandilla y dejamos al mismo mientras funcione. Las dos cosas son factibles pero una rotación anual da la posibilidad a más chavales a ejercer de líderes y tener más responsabilidad, y eso es algo muy positivo porque la labor de Guía es la más difícil pero la que más contribuye al desarrollo del carácter de cada chaval. El problema de esto es que si existe un líder natural, y ha ejercido como tal… es muy fácil que acabe ejerciendo de líder en la sombra, sin serlo formalmente, por la misma inercia (para solucionarlo algunas Tropas optan por cambiar a los Guías cada año, y pasan a los antiguos Guías a una patrulla especial). Por otra parte todos tenemos tendencia a no tocar lo que funciona, de modo que si un Guía lo hace bien nos resultará complicado apartarlo. Eso sí, debemos ser conscientes que eso supone un cierto estancamiento de los otros miembros de la patrulla (que son CHAVALES y están creciendo y cambiando constantemente, lo que hace que también varíen su opinión sobre sus propios compañeros. Aquel al que seguían ciegamente a los 12 años…puede que no les seduzca tanto a los 13). Y además si mantenemos al Guía demasiado tiempo también supondrá un cambio muy brusco el día que tenga que marcharse a una nueva unidad. Debemos valorar todas las opciones y recordad que no existen recetas mágicas ni una manera única de hacer las cosas. 105 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “¿Qué tamaño deben tener las Patrullas? ¿Y la Tropa?” Pues NO existe un número ideal. BP sugirió que la tropa no debía pasar de 32 chicos porque decía que él sólo se veía capaz de gestionar a 16, pero que admitía que hubiese personas que pudiesen hacerlo con el doble…y de ahí esa cifra. Pero hemos ser conscientes de que los grupos grandes parecen tener un plus en cuanto a la sensación de pertenencia de los chicos y el orgullo que les produce, y además favorecen la posibilidad de hacer actividades y salen más económicos al repartir más los gastos fijos. En cuanto a las patrullas, la experiencia ha demostrado que la mayoría funcionan mejor cuando tienen entre 6 y 8 miembros. Es obvio que muchas veces no asistirán todos por lo que de hecho es relativamente frecuente ver patrullas de 4 ó 5. “¿Y cuántas patrullas es lo idóneo?” Pues todos los grupos comienzan con poquito y van creciendo desde ahí. Eso no supone ningún problema. Eso sí, la experiencia ha demostrado que lo ideal es que haya 3 ó 4 patrullas al menos. Lo que hemos de tener claro es que el Sistema de Patrullas debe estar presente en todas las actividades scouts, potenciando su autonomía y su sensación de suficiencia. Cuando van de acampada los propios chicos elaboran su menú, recaudan el dinero suficiente, 106 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO compran sus alimentos, llevan el material necesario entre todos, montan su propia zona de campamento, cocinan sus comidas, llevan a cabo las actividades, los juegos, las competiciones, se encargan de su limpieza, de la recogida, etc. Incluso son los propios chicos son los que deben enseñar a sus compañeros dentro del marco de las patrullas. Habrá muchos fallos pero es cuestión de paciencia. Dejadlos cometer sus errores y sed conscientes de que así ES COMO MÁS SE APRENDE. Si lo hacemos todo nosotros las cosas probablemente funcionarán con más orden y claridad…PERO NO SERÁ ESCULTISMO. Tan tajante como eso, y es importante que tengamos los conceptos claros y que estemos convencidos para poder explicárselo a los padres que deben estar muy al tanto de la gran oportunidad que presenta este esquema. Y desde luego seamos conscientes de que cada Tropa es un mundo, y cada una trata de desarrollar el sistema dentro de sus capacidades o conocimientos. Por tanto NO es cierto cuando afirmamos que una tropa no usa el Sistema de Patrullas. En realidad podríamos verlo como un sistema lineal, en el que en un extremo tendríamos a patrullas que funcionan como equipos diseñados por conveniencia administrativa, en la que los adultos 107 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO dirigen todos los aspectos…y en el otro lado patrullas completamente independientes y que lo hacen todo ellos mismos. Ninguno de los dos extremos es real. Todas las patrullas se encontrarán en algún punto entre los dos anteriores. Incluso la misma patrulla variará a lo largo de esa línea imaginaria en función del tiempo y las circunstancias. Evidentemente si queremos educar a nuestros scouts para ser buenos ciudadanos, activos, capaces de liderar cualquier empresa en sus vidas, independientes y con carácter… será conveniente tratar de llevar el sistema lo más hacia la derecha posible. En palabras del viejo Jefe: “Para obtener resultados de primera con el sistema de patrullas debes depositar verdadera y completa responsabilidad en los guías. Si sólo les otorgas una responsabilidad parcial, los resultados serán también parciales” (La Gaceta de la Dirección, 1914). Para terminar quiero incidir en lo importante que es crear un espíritu de grupo para que el sistema funcione correctamente. Las competiciones ayudarán a crear ese espíritu de patrulla y a agudizar los recursos de todos (sobre todo de los guías) y además son divertidas, por ello deben formar parte del programa. Pero será a continuación cuando os hable de cómo fomentar ese espíritu de patrulla. 108 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XV ¿De verdad utilizamos el Sistema de Patrullas? 3. La importancia del espíritu de patrulla y las competiciones En el último capítulo repasábamos los primeros pasos para trabajar con el Sistema de patrulla. Os comenté además que uno de los pilares para que la Patrulla funcione correctamente es el “espíritu de grupo”, una sensación de sano orgullo y satisfacción por pertenecer a ella. Ahora bien, lógicamente NO se puede desarrollar ese espíritu de equipo de la noche a la mañana. Requiere tiempo y algunos ingredientes que nos ayuden. Y es que lo primero que necesitamos desarrollar es un sentimiento de pertenencia. Cuando los scouts hacen actividades deben sentir que las hacen como Patrulla, no como Tropa. Cuando cocinan, lo hacen “en patrulla”, cuando se reúnen…es una reunión “con su patrulla”. Montan la tienda y duermen “con su patrulla”. Sí, es importante que cada chaval sienta en su interior su pertenencia a la Patrulla, en lugar de a la Tropa. Porque en realidad sólo se relaciona con ésta última formando parte de su equipo. Por tanto es su identidad dentro de la Patrulla la que más importa. “Bien, estupendo, pero ¿qué cosas podemos hacer para desarrollar ese espíritu del que tanto hablas?” 109 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues simplemente prestar más atención a algunos elementos que siempre formaron parte del juego y que, como ya os he contado más veces, dejamos de usar o hemos acabado olvidando. Por ejemplo: ¿Cómo podemos hacer que los chavales de una patrulla se sientan como una unidad independiente si, en la mayoría de ocasiones, sólo se ven durante las reuniones de tropa? Evidentemente así es muy difícil sentir ese vínculo especial. Por eso es muy interesante la potenciación de algo que casi se ha olvidado: un espacio de encuentro propio, las REUNIONES DE PATRULLA. Sí, sé que eso supone un esfuerzo extra para los Guías (y para el Scouter que debe enseñarles con el ejemplo, a través de la “Patrulla flecha o de Guías”, cómo se trabaja), que deben buscar un lugar de reunión, el momento para hacerla, preparar algunas actividades, juegos, etc. Pero cualquiera que haya trabajado este esquema os puede confirmar que el efecto de esto es in-cre-í-ble. Y hay una razón psicológica en eso. El sentimiento de estar con tu propio grupo es muy satisfactorio para los chavales porque es su modo natural de relación. De esa manera se respira una sensación de libertad, sin las distracciones del resto de patrullas. Y además tiene otra virtud: desarrolla extraordinariamente las capacidades de todos los miembros, pues cada uno se ve inducido a cumplir con su papel, en especial el Guía. 110 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “Pero ¿cómo sabemos que estamos logrando ese „espíritu de patrulla‟? ¿En qué consiste?” Pues lo sabemos cuando los chicos dejan a un lado su individualidad y empiezan a pensar el grupo. Los éxitos se convierten en “nosotros” en lugar de en “yo”, y cada uno de los chicos empieza a centrarse en el bien de la patrulla. En ese momento surge el orgullo de pertenecer a ese grupo, y también de realizar el trabajo dando lo mejor de sí. “¿Y por qué surge ese orgullo?” Pues porque cada chico, cada miembro de la patrulla, empieza a sentir que todos tienen un propósito común como scouts. Ese es el nexo de unión y está basado en la Ley y la Promesa. El espíritu de grupo se irá desarrollando: con la convivencia intensa con los compañeros, con las actividades, los retos propios y su superación, con las acampadas, la mutua dependencia… 111 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Sí, toda esa “micro-cultura” que se desarrolla en la patrulla se traducirá en ese espíritu de patrulla. Eso es lo que obrará el milagro, y a ello contribuyen todos los elementos del marco simbólico que ya conocemos: sus banderines, llamadas especiales, firmas, libros, rincón de patrulla, etc. Y existe además otro elemento que nos será de gran ayuda: las competiciones. Sí, sé que algunos las ven con algo de recelo, pero tened en cuenta algo muy básico: cuanto más joven eres más difícil es ver las consecuencias de las cosas a largo plazo. Los jóvenes necesitan más inmediatez y las competiciones consiguen poner esas consecuencias en un lugar central y claro. Los guías deben ser conscientes de ello y por eso promueven la sana competencia con los demás, en una clara forma de reto positivo (además de suponer una diversión y motivación evidentes). El espíritu competitivo es algo que subyace en todos los muchachos y tratar de obviarlo, a mi juicio, es un error. Resulta más lógico aprovecharlo en beneficio de la causa. La competitividad puede ser muy negativa en el entorno equivocado, pero bien pautada es una herramienta poderosa. 112 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Las competiciones pueden hacerse entre los scouts de la misma patrulla… y también entre las distintas patrullas. A través de ellas se desarrolla el espíritu individual y el de grupo. Si además los animamos a que ellos mismos diseñen sus juegos estaremos trabajando estupendamente la creatividad en los chavales. Es cierto que a veces el resultado será aburrido, otras imposible…pero de todo se aprende y de entre todos los diseños algunos resultarán ser un éxito que los propios muchachos querrán jugar una y otra vez. No lo dudéis, las competiciones y juegos entre las diferentes patrullas proporcionan un impulso al desarrollo de ese espíritu, porque es algo que yace en la naturaleza humana. Ignorarlo es negar la realidad. No usarlo es perder posibilidades. Es una de las mejores herramientas del escultismo. Eso sí, manteniendo el espíritu de camaradería, de juego limpio y sana competencia. Nos podemos ayudar también de insignias, pequeños privilegios o reconocimientos (trofeos) ya que todo eso contribuye a que los chicos se esfuercen en sacar lo mejor de sí. Un simple acto de aprecio o el reconocimiento por parte de alguien a quien los chicos respeten supone un gran paso. Si se acompaña de una recompensa palpable adecuada a la edad de los muchachos… marcará la diferencia a la hora de que los programas tengan éxito. Históricamente han surgido una y otra vez corrientes dentro del escultismo que alertaban sobre el peligro del exceso de competitividad en el desarrollo del programa. A mi modo de ver, y creo que es la misma perspectiva que tenían los formadores de Gilwell y el mismo BP, nos equivocaremos si intentamos anular los instintos naturales de cualquier chico y de 113 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO cualquier ser humano. Porque la competitividad es algo propio de la naturaleza. Nos puede agradar más o menos pero es así. De hecho es lo que ha permitido la evolución de la vida. Nuestros chicos poseen ese mismo instinto, sólo es cuestión de observarlo. Ahora bien, podemos hacer dos cosas: 1. Establecer unas reglas en las que anulemos dicho instinto y “obliguen” a los chavales a actuar de un modo concreto. 2. O bien aprovechar ese espíritu competitivo para darle motivación al grupo y estimular el progreso y el crecimiento. En el primer caso estamos actuando en contra de nuestro método, es decir, imponemos un estilo artificioso desde el exterior (no por convencimiento interno), y además poco atractivo para los chicos. Sin esa motivación será más probable que impere el aburrimiento y el abandono. Porque los chicos no vienen a los scouts a ser “hermanitas de la caridad”, ni mucho menos. El segundo método ofrece unas posibilidades enormes, porque desde la motivación y con la educación en valores adecuados QUE VAMOS INFUNDIENDO POCO A POCO, será como crezca en ellos el verdadero espíritu scout del servicio. Pero NO PODEMOS CONSTRUIR LA CASA AL REVÉS, DESDE EL TEJADO, porque corremos el riesgo de espantarlos. 114 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Históricamente los scouts aceptaron este hecho… pero teniendo siempre muy presente que ese espíritu competitivo DEBE SER MODERADO ADECUADAMENTE. La palabra, como casi siempre, es EQUILIBRIO. En la literatura de los scouts británicos (el propio BP, Stanley White, o John Thurman, por ejemplo) se afirma que cuando los scouts han adquirido el espíritu scout adecuado van necesitando cada vez menos competitividad, aunque a la vez eran muy conscientes de que no existen ni patrullas ni scouts perfectos. El mismo BP proponía las competiciones a la inversa, es decir, haciendo que los ganadores quedaran al margen y sólo los que perdían seguían hasta dilucidar el menos hábil. Lo hacía porque de ese modo aumentaba la práctica de los menos diestros y sin darse cuentan estaban mejorando mientras competían. Lo que debe tener claro todo Scouter es que en realidad quien gana el juego o la competición en sí no importa un pimiento (aunque a ellos sí, claro). Lo que importa es todo lo que aprenden los chicos mientras se esfuerzan en equipo e individualmente. En ese sentido da igual si ganan o pierden. Todos aprenden. Porque las actividades no están diseñadas para que se hagan perfectas, ni para ganar los juegos y competiciones…sino para desarrollar el espíritu adecuado y el carácter de los chicos mientras desarrollan las tareas. 115 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Me gustaría también mencionar que existe algo en los chavales de hoy que me resulta muy peligroso: su gran intolerancia a la frustración. No soportan que se les contradiga, o perder, o que no se les de lo que creen merecer (que es todo), y cuando ocurre se vienen abajo. Para mí esa es la gran pregunta: ¿por qué unos chicos encajan la derrota sin problema y otros se desmoronan o se deprimen? Creo que en este sentido es muy importante que les enseñemos a ganar y a perder, siempre y cuando se le dé la justa importancia a las cosas y se anime a los perdedores a la mejora, sin hipocresías ni lamentos. Creo que se debe aceptar el sano deseo de ganar, sin complejos. Y sobre todo educar a los chavales a aceptar que siempre puede haber alguien mejor, pero que si nos esforzamos y aprendemos de nuestros errores con seguridad podemos subir nuestro nivel. Eso forma parte también de la educación en carácter de los jóvenes. Este tema de la frustración y la competitividad mal entendida creo que fue uno de los motivos que llevaron a los cambios en los sistemas de progresión (de lo que ya os hablé hablé). Cambios que en algunos casos han convertido la progresión en algo sin mérito y poco valorado por los mismos chicos (que no son tontos y valoran lo difícil, como todo el mundo). Y por ahora vamos a dejarlo. En el próximo capítulo os hablaré de un elemento del Sistema de Patrullas que quedó en el olvido porque muchos Scouters desconocían su verdadera función…la denostada “Corte de Honor”. 116 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XVI ¿De verdad usamos el Sistema de Patrullas? 4. La arcaica “Corte de Honor” Pues ya me tenéis aquí oooooootra vez... Y como os anticipé ahora toca hablar de la denostada “Corte de Honor”. “¿Por qué dices eso?” Pues porque debido al desconocimiento de su verdadera función y a la imaginación de otros muchos… ha acabado casi por desaparecer (o cambiando de función en el mejor de los casos). Pero vamos por partes. Os he venido contando que para ayudar a desarrollar el carácter y los recursos de los chavales es imprescindible darles responsabilidades y autonomía. La autonomía es un valor motivador y educativo de primer orden, así que en el desarrollo de nuestro Gran Juego debemos proporcionarla lo más posible. El escultismo cuenta para ello con el Sistema de Patrullas y dentro de éste con un elemento básico: La Corte de Honor (o Consejo de Guías, o Consejo de Tropa en según qué sitios). “Pero tiene un nombre muy feo, suena a algo desfasado…o incluso militar…” Vamos a ver… ¿Qué creéis que es una Corte? Pues una Corte es simplemente un conjunto de personas con una función representativa o que se reúnen en torno a alguien importante (por eso hablamos de las Cortes en política, y también de la Corte del Rey o la Corte de un Tribunal), y que en este caso se encarga de velar por el buen funcionamiento y el honor de la Tropa. 117 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “Pero la palabra “honor” suena arcaica…” No veo dónde está el problema de llamarla así. Tal y como explica el viejo Jefe al hablar del 1ºartículo de la Ley Scout, el honor sólo implica ser fiable, ser digno de confianza. ¿Es eso tan malo? Si todos otorgásemos al honor la importancia que se merece no se verían las tropelías que se ven a diario. A mí me parece uno de los valores más interesantes y una de las mejores cosas que se pueden decir de una persona: que es honorable, que sabes que no te va a fallar. Esa persona sabe que esa reputación es su carta de presentación y se enorgullece y preocupa de que los demás conozcan que se puede confiar plenamente en él. ¿De verdad no pensáis que poder confiar en una persona así es estupendo? El problema es que quizá algunos han visto demasiadas películas de duelos y lo asocian a un comportamiento estúpido o de un orgullo arcaico y desaforado. Y otros tantos lo identifican con tribunales de castigos y sanciones. Pero ahora veremos de qué se trata en realidad. En todo caso el nombre NO es lo importante (así que no hay problema en llamarla “Consejo de Guías”, por ejemplo), sino su función. Y ésta sí que debemos conocerla a fondo. “Bueno, pero ¿a quién se le ocurrió este invento?” 118 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO La Corte de Honor no surge con “El sistema de patrullas” de Roland Phillips, sino que es una idea del mismo BP (ya aparece en los fascículos de “Escultismo para muchachos“), muy posiblemente a imagen y semejanza de la idea de los Consejos que realizaban los Woodcraft Indians de Ernest Seton, y su finalidad es simplemente la de fomentar la RESPONSABILIDAD de los muchachos, haciéndoles participar en decisiones importantes. De hecho la Corte de Honor es EL ALMA DE LA TROPA, pues es en esa reunión donde los Guías de cada patrulla plantean sus opiniones y propuestas para la Tropa. Es la herramienta DEMOCRÁTICA por excelencia. Los Guías representan a sus chavales, quienes previamente han planteado en su Consejo de Patrulla muchas de las cosas que luego trasladará su representante a la Corte. “Pero se ha usado para imponer castigos o expulsiones…” La cuestión de las penalizaciones es sólo una pequeña parte del método, y es algo completamente anecdótico, pues la Corte se encarga también de resolver todo tipo de problemas, incluidos los comportamientos inadecuados. En todo caso me parece muy interesante que los líderes de los muchachos sean capaces de participar también en ese aspecto. Tenedlo claro: la finalidad real de la Corte de Honor no tiene NADA QUE VER CON LO MILITAR NI CON LAS SANCIONES. Me gustaría incidir en el hecho de que la Corte fundamentalmente propone actividades. Es allí donde los chicos gobiernan su Tropa. El Jefe de Tropa sólo sugiere y encamina a los chavales por la buena senda pero son ellos los que deciden. Por tanto, su finalidad es simplemente la de fomentar la RESPONSABILIDAD de los muchachos, haciéndoles participar en decisiones. 119 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “Pues eso no es lo que yo he vivido en mi grupo…” Pues si no ha sido así… es porque sus responsables forman parte de los desconocedores del método. Simplemente. La Corte de Honor está muy bien explicada en la literatura antigua. Y sí, es cierto que en los primerísimos días tenía una connotación tanto de premios y castigos, como de resolución de asuntos importantes de la tropa, tal y como nos cuenta el mismo Roland Philipps en “El Sistema de Patrullas”. Pero teniendo en cuenta que dicha obra se publicó en 1914 (anteayer mismo, vamos, je, je) y que la creación de la 1ª Sede Central de los Scouts británicos se remonta a 1909…vemos que en tan sólo 5 años ya se había perfeccionado el método y estaba completamente establecido en qué consiste esta magnífica herramienta. Como os decía, la Corte de Honor NO tiene NADA QUE VER con ningún tribunal militar o similar. Eso es un malentendido de muuuuchos scouters de todas las épocas y de todos los lugares (leer siempre ha sido una asignatura pendiente) y que los dirigentes británicos trataron de aclarar por activa y por pasiva en multitud de libros y revistas de cada época. Y como prueba de esto podéis ojear la traducción al castellano de “Working the Patrol System”, 1946) de EE Reynolds, del que os traje un extracto en la primera entrega de este repaso al Sistema de Patrullas. En él se vuelve a aclarar todo esto que os cuento. Pero es que lo mismo ocurre con “La Corte de Honor” de John Thurman en los 50, “Running a Troop” de Stanley White en 1940…y muchíiisimos más. La Corte de Honor es la clave del Sistema, pues hace recaer en los Guías la responsabilidad de dar forma a la visión general de la 120 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Tropa. Esa es su verdadera función, no tiene nada que ver con un tribunal. “¿Y cuándo se hacen? ¿Con qué frecuencia?” Pues lo habitual es que esas reuniones se realicen una vez cada quince días, aunque otros recomiendan hacerlas cada mes, y otros las realizan semanalmente. Pueden hacerse también durante los campamentos o incluso tras las reuniones de la tropa. La frecuencia la marca la necesidad. La presidencia la ostentará preferentemente uno de los Guías mayores, y el Jefe de Tropa asiste pero su papel no es otro que sugerir, dar ideas, informar de aspectos no adecuados y mantener el sentido de la reunión. El adulto sólo guiará a los chicos, no hace el programa ni decide lo que se hace o no. Se mantiene en segundo plano, aunque por su responsabilidad ante los muchachos, sus padres y el movimiento tiene lo que se denomina “derecho de veto” si considera que alguna actividad no es adecuada. En todo caso en la práctica no es necesario usarlo nunca si los chicos tienen las ideas claras y se les informa correcta y abiertamente sobre los asuntos. La Corte de Honor es el pilar en el que los chicos aprenden a utilizar una de las herramientas principales de la vida: la planificación, que es la clave del éxito. ¿Por qué digo esto? Pues porque la mayoría de nosotros nos dejamos llevar en nuestro 121 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO día a día. En general reaccionamos ante las cosas y las afrontamos según nos van llegando, casi improvisando. Sin embargo lo que nosotros enseñamos mediante el escultismo es diferente. Les enseñamos a ser activos, a marcarse un objetivo, trazar un plan para conseguirlo…y llevarlo a cabo. Y precisamente este esquema tan sencillo es el que utilizan los chicos a través de la Corte de Honor para desarrollar su propio programa. Por eso es tan importante. La Corte planifica las actividades, incluyendo las acampadas. Las ideas provienen de todas las patrullas (que se han reunido en sus Consejos de patrulla) por mediación de sus Guías. Lo mismo ocurre con los proyectos de servicio y demás salidas. Las decisiones se toman democráticamente, en un ejercicio de aprendizaje estupendo. Y no sólo planifica sino que también plantea los problemas con que se van encontrando cada patrulla y en general: falta de espíritu, falta de uniformidad, problemas de convivencia, etc. Analizarán el problema, tratarán de averiguar sus causas, la manera de corregirlas y la manera de evitar que vuelvan a aparecer en un futuro. Por último cada Guía representa a cada uno de sus scouts, y por lo tanto puede plantear allí los problemas que estos tengan: quejas, preocupaciones, sugerencias…y también su progresión (promesa, insignias…). 122 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Existen dos cuestiones muy importantes: La primera es la privacidad de todo lo que se hace en ella, salvo aquello que deba darse a conocer. “Ummm….eso suena a elitismo, a reunión de los iniciados, de los selectos de las patrullas…” Pues estáis equivocados. El que sólo asistan los representantes de cada patrulla no tiene nada que ver con “iniciados” sino con representación, con democracia. Esa confidencialidad es fundamental y contribuye a que todos los chavales le den a la Corte de Honor un grado de importancia, a que piensen que es algo importante y especial. Y segunda, que ya os comenté antes, el jefe de tropa no vota aunque sí tiene derecho de veto, pues al fin y al cabo el responsable último es él mismo y no puede rehusar dicha responsabilidad. El sentido común dicta el fino equilibrio entre esa supervisión y la necesaria libertad a los scouts. En resumen, hemos de tener claro que, al utilizar el Sistema de Patrullas, la mayor parte de la planificación y ejecución del programa deben llevarla a cabo los chicos, dejando a los adultos sólo ciertos detalles (comprobar que se hace en los límites de la seguridad y la corrección), y eso se hace en gran parte a través de la Corte de Honor. 123 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Debemos lograr que nuestros Guías sientan la responsabilidad que conlleva. Que sientan que su labor es importante y que en sus manos está realmente el funcionamiento principal de la Tropa. Es SU TROPA, no la nuestra. Deben sentir su responsabilidad, el sentido de lealtad a los que formaron parte de la Tropa antes que ellos, el orgullo de formar parte de ella, y la confianza de depositan sus compañeros en sus hombros. De lo contrario, y como decía quien fuese durante muchos años el Jefe de Campo de Gilwell Park, John Thurman: “La Corte de Honor no será lo que pretendió el fundador, sino una simple reunión de comité. Los comités, por supuesto, tienen su lugar en el escultismo, como en todas las instituciones democráticas, pero la Corte de Honor está en un plano muy superior, pues se ocupa de algo difícil de plasmar con palabras aunque muy real: emociones, sentimientos y sensibilidades de las personas. El espíritu de la tropa mana y florece en la Corte de Honor” Porque, como ya os conté en los capítulos anteriores, las Patrullas no pueden serlo sólo “de nombre”, aunque al principio es difícil conseguir ese espíritu. Y lograrlo es un proceso continuo de crecimiento y aprendizaje por parte de todos. Tener una visión clara de lo que se pretende nos facilitará la labor y logrará sacar lo mejor del sistema. Sistema que sólo tiene un claro objetivo: hacer progresar y mejorar la vida de cada uno de los scouts de cada patrulla. Por supuesto que todo esto rara vez se hace bien desde el principio. Habrá muchas dudas, muchos errores…pero conforme los vamos superando aprendemos TODOS. 124 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Al principio, en las Cortes, los chavales no saben exactamente lo que se espera de ellos y será necesario guiarlos y animarlos. Muchos se mantendrán callados y pensarán que tienen poco que decir, pero eso no implica que nosotros nos dediquemos a soltarles grandes charles y darles el trabajo hecho. Con el tiempo y el buen hacer nuestro papel acabará quedando en un segundo plano. Y esto es en realidad la “maligna” Corte de Honor. Los que no trabajan así el método….simplemente no están utilizando el Sistema de Patrullas, porque todo esto forma parte de él. Lo que ocurre es que, como os contaba, SIEMPRE ha habido grupos en los que no se ha sabido utilizar. Y no os mareo más por ahora. A continuación repasaremos los aspectos básicos de la labor de los Guías en nuestro método. 125 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XVII ¿Saben funcionar tus Guías de Patrulla? Bien, pues ahora vamos a terminar con el pequeño repaso que estamos haciendo al Sistema de Patrullas (… me parece estar oyendo de fondo gritos de júbilo, je, je). Ya hemos visto que el principal responsable del funcionamiento de cada patrulla es el Guía, quien además de compartir alegrías y dificultades con sus compañeros aprende a velar por el bienestar de cada uno de los miembros de su patrulla y a planificar las actividades de la Tropa. Vimos también que la Tropa debe ser guiada esencialmente por los propios chicos. “Bien, pero… ¿cómo los implicamos en esta empresa?” Desde luego os garantizo que NO lo conseguiréis con una perorata, que quizá es a lo que estamos acostumbrados. A nosotros los scouts es la práctica lo que nos caracteriza, y en este aspecto no iba a ser distinto. El “aprender haciendo” en el mundo real, en un ambiente predominantemente natural, es lo que debemos buscar, a sabiendas de que la experiencia será siempre el mejor profesor, guiada por la mano y el consejo habilidoso y oportuno de un adulto responsable: el Scouter. Pero para que los chicos sepan cómo actuar se impone que les enseñemos a hacerlo mediante el ejemplo, mediante la formación adecuada de los Guías de patrulla. Pero de todo eso ya os he venido hablando en anteriores capítulos (en especial al repasar la función de la “Patrulla Flecha Dorada”). 126 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Así que finalizaremos el repaso al Sistema de Patrullas viendo algunos aspectos básicos que pueden ayudar a los Guías a desarrollar su labor. Y para esto me limito hoy a traeros la traducción de un artículo publicado en la página de nuestro hermano scout Enoch Heise “El escultismo redescubierto y que dice así: “Existen seis principios básicos de esta formación. Teniendo en cuenta ante todo que el Guía debe poner siempre el interés del grupo por encima del suyo. Todo lo demás vendrá por añadidura. Si trata de hacer todo lo que está en su mano para ayudar a su equipo, para ser mejores, incluso a pesar de que le suponga mucho esfuerzo…esa persona es un verdadero líder. 1. Pedir es siempre mejor que ordenar. El respeto es la base del liderazgo y la autoridad, así como de un buen espíritu de patrulla. El guía siempre pone el interés de la patrulla por delante y los chicos cooperan con el guía. Una de las maneras más sencillas de mostrar este respeto es hacer peticiones para que los scouts le sigan, en lugar de dar órdenes. Al hacerlo está mostrándoles su respeto, y esta actitud a su vez induce a los scouts a seguirlo. La mayoría de las veces será suficiente si los scouts respetan a su guía y entienden los motivos y objetivos de la patrulla. Esto se 127 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO puede visualizar mediante representaciones de una patrulla siguiendo las órdenes de un guía mandón y otro respetuoso a la hora de levantar el campamento, por ejemplo, y resulta muy divertido si se plantea como una competición para ver quien representa mejor su papel. 2. Obedecer las órdenes. Sin embargo hay ocasiones en las que los scouts no quieren hacer algo que les pide el Guía o simplemente no están de acuerdo con su opinión. Es este caso el Guía puede tener que dar una orden clara para que se realice determinada tarea. Si queremos que se mantenga su autoridad las órdenes deben ser obedecidas sin quejas ni murmuraciones. Es preciso ser firme en este aspecto. Es parte del cumplimiento de la Ley Scout. De lo contrario no existiría un verdadero sentido en el liderazgo del Guía. Es importante establecer algo con claridad: aquellos que no puedan manejar esa autoridad responsablemente no deberían ser Guías. Todas las órdenes deberían ser sólo por el bien de la patrulla, de lo contrario el Guía queda discapacitado. 128 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Eso sí, no son los scouts de la patrulla quienes deciden esto arbitrariamente. Deben seguir la cadena de autoridad establecida. La única excepción a la obediencia la establece la petición de hacer algo que vaya contra la Promesa, o la Ley, o algo claramente peligroso. En dicho caso se debe informar al scouter lo antes posible. 3. No ignoréis la desobediencia Sed estrictos en lo que respecta a ella, pero no demasiado. Obviamente existe un equilibrio en cuanto a la disciplina se refiere. Es algo que toda la Tropa practica constantemente, realizando actividades, aprendiendo y mejorando. Sin embargo en ocasiones se sacrifica este aspecto del liderazgo por temor a ser demasiado duro. Encontrar el equilibrio adecuado es una tarea complicada y requiere de sabiduría. Pero hay algo claro en el escultismo, la cuestión de la obediencia a los responsables es algo que debe tomarse en serio. Existen un par de razones por las que esto es especialmente importante: Primero, si la importancia de la obediencia se minimiza se está minimizando la importancia de la misma Ley Scout, la base en la que se apoya todo el escultismo. Segundo, el escultismo es una formación en el mundo real, con consecuencias igualmente reales. Del mismo modo que la diversión en parte fundamental del escultismo, también lo es la seriedad de la Promesa scout y sus principios. Su importancia es real y es precisamente eso lo que el escultismo es tan gratificante. 129 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Esto significa que si una orden clara es desobedecida, el Guía debe llevar la cuestión al Jefe de Tropa directamente (o a la Corte de Honor si se ha establecido para estos casos). Estos deben respaldar al Guía, salvo que esté claramente equivocado y proponer una solución para resolver el asunto. 4. Guía las tareas en lugar de simplemente ordenarlas. Siempre que sea posible el Guía debería ser el primero en comenzar cualquier tarea o trabajo que deba hacerse. Es literalmente el principio de “guiar con el ejemplo”. En el escultismo hay poco lugar para los mandones. Sin embargo son necesarios verdaderos líderes, que se ganen el corazón y las mentes de sus scouts y no sólo sus manos. Sin embargo también es cierto que no deben tratar de hacer todas las labores ellos mismos. La manera más adecuada es comenzar la tarea y pedir a otros scouts que le ayuden, para luego dejarlos a ellos enteramente al cargo de la misma mientras él se ocupa de otra cosa que necesite hacerse. De este modo GUÍA CON EL EJEMPLO pero no lo hace todo. (Las palabras mágicas son “ayúdame a…”, en lugar de “haz”). 5. Nunca pidas a un scout algo que no harías tú mismo, o no estarías dispuesto a hacer tú. Los scouts necesitan saber que su Guía NO les deja el trabajo que él no querría hacer. Eso destruiría completamente la moral de la Patrulla. 130 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO La patrulla debe saber que él siempre piensa primero en el grupo, que sacrificaría sus deseos y comodidades por sus compañeros. Sólo estando seguros de esto los chicos tendrán un verdadero respeto por su líder. Es fácil perderse en descripciones idealistas del liderazgo, pero que conducen a poco en la práctica. Las dos simples preguntas que un guía debe tener en cuenta son: “¿Es algo realmente necesario y beneficioso para mi patrulla?” y “¿Es una tarea adecuada para el scout o scouts a los que se la pido?”. Gran parte del secreto está en saber distribuir bien las tareas. Algunas pueden ser absolutamente necesarias (como limpiar las letrinas), pedirle a solo scout que lo haga sin ayuda no sería justo. Como tampoco lo sería pedir a dos scouts nuevos que hagan algo más apropiado para dos veteranos o viceversa. 6. El Guía de patrulla siempre debe ponerse el listón alto. Ya hemos hablado de cómo el guía puede dar ejemplo siendo el primero en comenzar las tareas. Sin embargo otro modo de hacerlo es 131 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO simplemente mediante su demostración de carácter. Cada vez que un Guía espera un nivel de comportamiento por parte de sus scouts, debería detenerse y examinar su propio nivel. Debería siempre exigirse a sí mismo el doble de lo que esperaría de sus scouts. Esto es una mera consecuencia de los últimos dos puntos. Es interesante contemplar el liderazgo desde dos perspectivas diferentes: - El liderazgo formal, el que emana del título de Guía y la autoridad que viene con el mismo. - El liderazgo de carácter o informal, que es por lo que deberían esforzarse todos los scouts, en especial los Guías. Es el liderazgo del ejemplo, de guiar realmente a los demás. Este liderazgo de servicio es el que realmente importa.” ¿Qué os ha parecido? Creo que es un repaso magistral de cómo deben funcionar los Guías… e incluso los Scouters. Tu labor como Scouter implicará ayudar especialmente a los Guías, para que ellos mismos sean capaces de conducir a sus patrullas de manera adecuada. Por eso la relación con ellos es siempre un tanto especial. A veces contarán con pequeños privilegios muy estudiados. ¿Por qué? Porque precisamente eso ayuda a reforzar su posición ante los chicos, les confiere AUTORIDAD, y les hará su labor más fácil. Y no olvidéis nunca tampoco que el hecho de consultar sus puntos de vista, de mantenerlos siempre bien informados sobre los acontecimientos futuros (eventos, posibles campamentos, 132 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO celebración de reuniones, etc.), de dar las instrucciones a los chavales por medio de ellos, de derivar la consulta de un chico al Guía de su Patrulla (“¿qué es lo que piensa tu Guía?”) para que se discuta en la Corte de Honor, la exclusividad de esa propia Corte…TODO ESO CONTRIBUYE A SU PRESTIGIO, A SU IMPORTANCIA. No os canso más. Espero que todos estos consejos referentes al funcionamiento básico de las patrullas os puedan ser de utilidad. A continuación hablaremos del último de los elementos esenciales del escultismo: La Ley y la Promesa. Nada más ni nada menos. 133 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XVIII ¿De verdad podemos cambiar el mundo? La Ley y la Promesa “La Ley y la Promesa son lo que nos definen como scouts”, “son los valores lo que importa”… …estas son frases que se oyen con frecuencia en los círculos scouts y con las que por supuesto todos estamos de acuerdo. O quizá no tanto. A ver si me explico. No digo que no sean fundamentales, sino que en el Gran Juego del escultismo van de la mano con el resto de elementos esenciales de los que os he venido hablando estas semanas. Es el CONJUNTO DE DICHOS ELEMENTOS lo que define al Movimiento. NO podemos prescindir de ninguno de ellos sin alterar la esencia del mismo. Esto es así porque es evidente que la única manera de educar a los chicos es desde su interior, desde su convencimiento, y el viejo Jefe se dio cuenta que para conseguir eso debía plantear la educación como un juego atractivo. Un juego en el que los chavales participasen con verdadero interés, con el deseo de vivir emociones y aventuras. La opción de plantear algo aséptico estaba condenado al fracaso: “no podemos llamarlo „Sociedad para el desarrollo de los atributos morales‟ ” que diría el fundador, consciente de que para motivar a los muchachos era imprescindible pensar como ellos. 134 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Por tanto para desarrollar adecuadamente el método debemos prestar atención A TODOS LOS ELEMENTOS. Esto no lo digo yo por decir, tal y como podéis comprobar en las propias palabras del fundador: “la aplicación inteligente del conocimiento del bosque y de la naturaleza proporcionan la motivación y la herramienta, mientras que la Promesa y la Ley son la fuerza que guía”. Sí, la Ley establece una guía de comportamientos positivos, de valores, que definen a los scouts. Y mediante la Promesa cada uno decide voluntariamente hacer todo lo posible para cumplir con esa guía. Pero al final… ¿qué es lo que se pretende con ello? Algo bien sencillo: LA FELICIDAD. “¿Cómo que la felicidad? ¿No era hacer buenos ciudadanos y dejar el mundo algo mejor?” Efectivamente. Pero es que para el viejo Jefe todo estaba muuuuy relacionado. El fundador tenía bien claro por su experiencia de vida que sólo existía una felicidad auténtica, y era la que se lograba mediante el amor y el servicio a los demás. 135 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “¿Ahora te pones filosófico?” Lo podéis llamar como queráis pero… ¿nunca habéis experimentado en el pecho una sensación de satisfacción cuando habéis ayudado a alguien que lo necesitaba? ¿O cuando veis la cara de alegría de vuestros seres más queridos al procurarles alguna satisfacción? ¿O habéis salvado la vida de algún animalito (y no digamos de alguien) en apuros? ¿Qué creéis que significa esa sensación? Es difícil de definir pero „ESO‟ es algo que llevamos en nuestro ser y cuando lo cultivamos logramos un grado de felicidad muy superior al que se logra con la satisfacción momentánea, con el placer efímero, con la más pura expresión del egoísmo. El viejo Jefe decía ser el hombre más feliz del mundo porque había aprendido a apreciar la belleza y la maravilla en todas las pequeñas cosas de la vida. Su capacidad de observación, esa que tanto insistió en enseñar a sus muchachos, le ayudó en ello. Se dio cuenta de que la felicidad NO es una meta a conseguir sino que se encuentra EN EL CAMINO, en todos esos pequeños momentos, y que el mayor grado de la misma se conseguía ayudando a hacer felices a los demás. Para él la buena ciudadanía consistía simplemente en hacer que todos los que te rodean disfruten de una vida más feliz y mejor. Y NO. No hacen falta grandes obras para hacer el mundo mejor. Basta simplemente con que cada uno de los jóvenes de las nuevas generaciones tenga esos valores y ese espíritu activo. Lo demás viene solo. Sé que la primera imagen que nos viene a la mente cuando hablamos de “cambiar el mundo” es la de grandes actos, campañas de salvar a las ballenas, o el Ártico, o de recogida de alimentos, de 136 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO fondos para tal o cual causa…y todo eso está muy bien, pero el verdadero objetivo es la educación de los jóvenes. Como dice la canción “Man in the Mirror”…si quieres hacer del mundo un sitio mejor empieza por ti mismo (“el hombre que refleja el espejo”, je, je), cambia tu manera de pensar y luego actúa. El mismo BP en sus primeros años pensaba que para hacer el bien debía uno irse de misionero. Lo cuenta así: “Porque cada individuo joven, cuando está creciendo, tiene grandes ideas en la cabeza, hasta que su sombrero se vuelve demasiado pequeño para ella. En esa etapa de la vida casi todo el mundo piensa que va a convertir al mundo entero a su religión, o que va a traer libertad a todos a través de su política o su revolución. Cuando uno se recupera de esa fase, generalmente quiere matar a alguien, o a sí mismo. Más tarde soporta su propio peso y sólo piensa en lo tonto que fue. 137 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Por mi parte estaba especialmente predispuesto a convertirme en misionero y a ser martirizado por el calor bajo las palmeras. Pero mi ambición romántica fue cortada por mi práctica madre que me dijo que no fuera un tonto, sino que entrara en el Ejército e hiciera algo por mi país, y viera algo de mundo para empezar. Si entonces quisiera seguir siendo misionero habría mucho trabajo real de ese tipo esperando en casa, en las grandes ciudades de Inglaterra, sin necesidad de ir a buscar palmeras. Pero cuando un hombre joven recibe estos golpes de brillantez, piensa que está en lo correcto, y que cualquier otro, aun su madre, debe estar equivocada; así que nunca escuchará el otro punto de vista de la cuestión. Bueno, eso es por lo que fallan muchos sujetos; he ahí por lo que hay muchas huelgas; muy a menudo los patrones no pueden ver el punto de vista de los obreros. He ahí porqué mucha gente es infeliz en su vida, sólo pueden ver lo que les gusta a ellos, y no pueden ver el punto de vista de otros sujetos. Esas personas que siempre están alborotando por sus derechos son bastante infelices todo el tiempo, porque no pueden ver que los otros tienen derechos también, y así se construyen un perfecto infierno para ellos mismos. Llorar por la luna es algo absurdo según los adultos, pero es justo lo que miles de hombres están haciendo. No necesitas esperar al próximo mundo para darte el cielo o el infierno, puedes obtener ambos en este si tan solo entiendes el camino correcto de hacerlo. Así que aquí está mi consejo para ti si quieres hacer del mundo un lugar feliz para ti mismo así como para otros: observa siempre alrededor y ve el punto de vista del otro y encontrarás que siempre hay algo que decir de su lado, así como del tuyo. (Baden-Powell, “Lo que pueden hacer los scouts”, 1921). 138 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Pues ya veis. Ese era el camino que veía el fundador para construir un mundo mejor para todos, un mundo en el que imperase la felicidad y la concordia. Mediante el escultismo los chicos adquirirían valores, aprendían a ver el punto de vista de los demás, a tener un espíritu crítico y no dejarse llevar por la masa…pero eso no basta para cambiar las cosas. El viejo sabía que hacía falta algo más: EL CARÁCTER. Esa era la clave. La disposición de los chicos para afrontar las cosas, para subirse las mangas y pasar a la acción. El mundo necesita ciudadanos ACTIVOS, no simplemente hombres buenos, y por eso todo el método scout está basado en DESARROLLAR EL CARÁCTER DE LOS MUCHACHOS. Por eso el Gran Juego pone mucho énfasis en otorgar responsabilidad a los chicos, a ponerlos en un medio incómodo para que exploten sus recursos, por eso huye de los artilugios modernos y busca el contacto con la naturaleza. Por eso les pone retos, estimula y motiva sus relaciones, sus sentidos y su espíritu. Los que entienden esto… saben jugar bien el juego. Y para desarrollar la ciudadanía, para que los chicos sean capaces de ponerse manos a la obra, debemos crear los hábitos adecuados. ESA ES LA RAZÓN POR LA QUE NACIÓ “la buena acción”. Sí, la famosa buena acción forma parte del plan del fundador. BP la ubicó en el 3º artículo de la Ley Scout: “3.- El Scout es útil y ayuda a los demás sin pensar en recompensa. Deberá cumplir con su deber, sobre todo, aunque tenga que sacrificar su placer, su comodidad o su seguridad. Cuando 139 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO encuentra difícil saber cuál de dos cosas debe hacer, se preguntará a sí mismo: ¿Cuál es mi deber?, es decir, ¿Qué es lo mejor para los demás? Y ejecutar esa. Deberá estar siempre listo para salvar una vida o para ayudar a un herido y deberá hacer cuanto pueda para ejecutar una buena acción diaria en favor de alguna persona.” La intención era clara: CREAR HÁBITOS, acostumbrar a los muchachos a ser activos, a no contentarse con ser buenos. “Obras son amores y no buenas razones” que reza el dicho español. El Jefe insistía constantemente en que los chavales no olvidasen hacer aquella buena obra cada día, y por eso les enseño a hacerse un pequeño nudo en la punta de sus pañoletas como recordatorio. Una vez cumplida la misión podían deshacerlo, aunque un verdadero scout siempre estaba atento y nunca se conformaba con una sola. Sí, BP pensaba que cuando todos esos muchachos adquiriesen aquellos valores y aquellos hábitos…el cambio estaría garantizado. Aquellos muchachos iban a ser los hombres del mañana y en su día a día demostrarían el valor del método. Serían ciudadanos con carácter, hombres que no se conformarían con su destino sino que lucharían por mejorar y dar lo mejor de sí para sus familias y para sus comunidades. 140 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Los que llegaran a los más altos estamentos se comportarían de forma justa, anteponiendo el bien común al egoísmo. Gobernarían y harían las Leyes de acuerdo con sus valores. Dirigirían sus empresas teniendo en cuenta las necesidades de sus empleados y siendo conscientes de que cuando uno es justo en las retribuciones los trabajadores se esfuerzan más. Y además si disponen de más ingresos serán capaces de adquirir más bienes de su empresa…y de las empresas de los demás, poniendo en marcha una noria de distribución y generación de riqueza. Y los empleados se esforzarían en hacer su trabajo lo mejor posible por el bien de todos. Aquel simple juego podrían ayudar a generar el cambio necesario en las mentes de los hombres del mañana, apartando la lacra del egoísmo e infundiendo el espíritu de la cooperación, el entendimiento de los demás y del trabajo bien hecho. ASÍ es como el escultismo pretende “dejar el mundo algo mejor”. Y es que a arreglar el mundo se empieza por casa. Y se empieza, como dijo Kennedy en su famoso discurso, “por dejar de pensar lo que tu país puede hacer por tí y comenzar a hacerlo sobre lo que puedes hacer tú por él”. Comenzando por dejar de esperar que el “papá Estado” solucione tus problemas y poniéndose manos a la obra para tratar de ayudar en todo lo que esté en la mano de uno. Aunque sean pequeñas cosas. 141 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO “Cuando los chicos aprenden a dejar de lado el egoísmo, a dejar de pensar sólo en su interés y su beneficio, cuando se cultiva en ellos el desarrollo de la comprensión y el espíritu de servicio hacia los demás, lo que significa que Dios está dentro de uno, sobreviene un cambio total en el corazón del individuo y con él, el resplandor del verdadero Cielo. Hace de él un ser diferente. La pregunta que se hará entonces el muchacho no será „¿qué puedo obtener?‟ Sino „¿qué puedo dar en la vida?‟” (Baden-Powell, “Guía para el Jefe de Tropa”). En definitiva, que el scout se distingue por su espíritu activo. Piensa en hacer cosas y las realiza. No se limita sólo a “ser bueno”. En las manos de los responsables, y de los Guías está el desarrollar una actitud inspiradora para sus chicos. Deben trabajar con ellos la idea de que tienen entre manos “una misión”, en cada tarea. Como nuestro hermano Enoch Heise expresó muy acertadamente en su blog: “Debemos salir y hacer cosas atractivas. Somos los caballeros de la formación, los soldados de campo de la civilización. BP lo sabía y por eso describió a sus scouts entre aventuras, valor, afrontando peligros, adversidades…en una gran misión de paz”. 142 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XIX Reflexiones adicionales 1. La píldora edulcorada Muchas veces me encuentro con Scouters que me argumentan que determinadas técnicas clásicas ya no resultan de ninguna utilidad y por tanto no las utilizan. Por eso en este capítulo, como ya os anticipé en el capítulo IV, me gustaría mostraros que las cosas no siempre son lo que parecen. Y como ejemplo os invito a que os tomaseis la molestia de leer esto con atención, porque es ilustrativo: “La insistencia del Jefe en la enseñanza de señalización, bien fuese por semáforo o por código morse, en los programas scout y guía, no ha sido siempre bien comprendida. Especialmente las guías han sugerido su omisión, con el argumento de que no tiene ninguna utilidad en la vida real. Nunca fue la intención que la tuviese. La señalización era parte de las tareas de las guías mucho antes de que hubiese ninguna idea de servicio naval para las mujeres (que es donde se utilizaba realmente). Como muchas otras cosas en la formación, la señalización es una píldora edulcorada. A la misma vez que se les enseña un lenguaje codificado en el que enviar mensajes secretos, por el día o por la noche al aire libre, o al hablar o escribir a sus amigos, el fundador estaba proporcionando a los muchachos y muchachas algo mucho más vital: la capacidad de concentración. 143 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Una vez que has aprendido a concentrarte en una tarea te has dado a ti mismo la capacidad de aprender cualquier cosa, bien sea griego o la habilidad de la oratoria. La concentración era un primer paso. Cuando en la escuela se les acostumbra a que se les facilite tanta información mascada, los alumnos pueden apañárselas si tan siquiera aprender a concentrarse en algo. Sin embargo ningún scouter o jefe de guías puede hacer eso con el alfabeto morse o el semáforo. Debe aprenderse y practicarse con el consecuente esfuerzo consciente por parte de los chicos o chicas. No puede aprenderse con un ojo puesto en el profesor mientras tenemos el otro en lo que pasa tras la ventana. Y una vez aprendido se ha dado un importante paso en la capacidad de aprender por sí mismo. La señalización también enseña rapidez de manos y de visión (vamos, coordinación), así como la importancia de la precisión. Fue la magia del escultismo lo que atrajo a los primeros seguidores, es lo que seguirá trayendo a los muchachos y muchachas al movimiento mientras éste permanezca fiel al esquema del fundador, ya que, aunque los tiempos y las condiciones cambian, los jóvenes permanecen casi iguales en esencia a cuando el jefe escribió esto hace más de 30 años (este libro se publicó en 1957 por lo que hablamos de fechas anteriores al 27): “¿Dónde hay un muchacho, incluso en estos tiempos tan materialistas, a quien la llamada de lo salvaje y la senda de libertad no le seduzcan? Puede ser que sea el “instinto primitivo”, pero está ahí. Y con esta llave podemos abrir una gran puerta, aunque sólo sea para llevar sol y aire fresco a unas vidas que de otro modo serían plomizas.” 144 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Este extracto pertenece al libro “27 años con BP”, escrito por la que fuese su secretaria personal, Eileen K.Wade Quise reflejarlo aquí para recordaros que en ocasiones hay que estar atento para percibir la finalidad de algo. Algo que en apariencia puede parecer que tiene poco sentido. Recuerdo que en mis años de estudiantes era una de mis quejas habituales: “¿Esto para qué me va a servir? Si es una bobada” Con el paso del tiempo me percaté de que aquellos ejercicios de matemáticas tan sólo estaban ayudándome a formar mi capacidad de resolver otras cuestiones en un futuro, o que aquellas lecciones que debía aprender de memoria…me estaban ayudando a desarrollarla, cosa que indudablemente me fue de gran utilidad. No juzguemos las cosas a la ligera pensando que los que nos precedieron las hacían por quién sabe qué razón. Tratemos con respeto el pensamiento de los demás y procuremos investigar los motivos que les llevaron a esa actividad o a aquella prueba. Bajémonos de nuestro supuesto 145 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO pedestal porque una mayor tecnología no nos hace superiores en capacidad de raciocinio. Probablemente descubriremos que era una forma de desarrollar alguna faceta del programa en aquella época. Eso NO quiere decir que nosotros debamos repetirlo sin un verdadero análisis sino que quizá encontremos cosas de valor o ideas para revestir actividades de magia y misterio que son los verdaderos elementos fundamentales para que los muchachos quieran jugar el juego y aprendan. En nuestra formación nos enseñan a analizar las actividades con criterios educativos en busca de nuestros objetivos. Estemos atentos y no dejemos que una impresión superficial nos impida usar armas interesantes. Juguemos bien el juego. 146 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XX Reflexiones adicionales 2. La Espiritualidad Quisiera abordar ahora uno de los elementos que más discrepancias genera: el referido a la espiritualidad. El viejo Jefe era un hombre creyente. Su educación (su padre era reverendo) y sus vivencias durante las campañas militares le hicieron ser una persona firmemente convencida de la existencia de una parte trascendente del hombre. Por su experiencia aquello proporcionaba al hombre un consuelo y una fuerza adicionales en los momentos más difíciles. Además proponía al ser humano algo superior a lo que aspirar, mucho mejor que lo que podía ofrecer el mismo hombre. Por todas esas razones quiso introducir este sentimiento de trascendencia en su propuesta de escultismo, hasta el punto de formar parte de la misma promesa scout, y por eso quiero reflejároslo en esta obra porque considero que es algo sobre lo que todos debemos reflexionar. En el presente capítulo me limitaré a exponeros un artículo tomado de una columna que el fundador tenía en la revista “El Scouter”, 147 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO titulada “La Perspectiva de BP” y en el que se resume a la perfección el pensamiento del viejo Jefe referente a las posibilidades del Escultismo a la hora de educar a los chavales en el plano espiritual y religioso. Estoy seguro que vosotros lo tenéis claro pero aun así os recomiendo echarle un vistazo, porque en él se plasma con claridad su idea...que quizá sorprenda a más de uno por su amplitud de miras. Se titula: La religión de los bosques “El hombre que ha deambulado por el mundo, el hombre que ha saboreado el peligro y se ha enfrentado a la muerte, de hecho, el que ha vivido la vida en el mejor sentido de la frase, en general es profundamente religioso. Pero su religión no es reconocida por muchos. No es ortodoxa. No ha sido formulada por el hombre, sino que es el resultado natural de su constante comunicación con la Naturaleza. Probablemente él no podría definirla, porque no tiene doctrina ni rituales. Ha llegado a apreciar la inmensidad de la Naturaleza próxima a lo infinito y sin embargo bajo unas leyes constantes en toda ella, y se ha dado cuenta que incluso las cosas pequeñas, hasta los gérmenes microscópicos, tienen su función y responsabilidad en el funcionamiento del conjunto. 148 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO De este modo se ha percatado de su propia insignificancia comparativa, y al mismo tiempo su propio deber en la vida. Es consciente de las progresivas etapas hacia cosas más elevadas, hacia una felicidad más plena, desde la semilla a la flor, desde la flor al fruto, y de que en el hombre estas etapas son asistidas mediante su esfuerzo activo hacia el progreso así como por la aceptación pasiva de lo inevitable. Se da cuenta de que la felicidad se obtiene superando las dificultades, pero que la vida supone una carga y no es satisfactoria allí donde el esfuerzo es sólo para uno mismo. Que el servicio a los demás proporciona la mayor recompensa. Cuando San Jorge venció al dragón no fue meramente por el triunfo de derrotar a la bestia por lo que luchó, sino por la satisfacción mayor de ayudar a la dama en apuros. Algunos podrán objetar que la religión de los bosques es también una religión del pasado, y hasta cierto punto es así. Es la vuelta a lo primitivo, a lo elemental, pero al mismo tiempo lo es hacia el terreno común en el que se basan la mayoría de las religiones, es decir, el agradecimiento a Dios y el servicio a nuestro vecino. Pero en muchos casos las formas han revestido tanto la simple y original fe de la Naturaleza que cuesta reconocerla. Hemos llegado a juzgar a una religión como lo hacemos con una persona, si somos unos esnobs, por sus ropajes. Cualquiera que no lleve la ropa ortodoxa, y que vuelve a lo natural, tiende a ser juzgado como indecente, o al menos como un excéntrico, aunque después de todo, simplemente esté adoptando la forma en la que todos somos modelados por la Naturaleza, por Dios. 149 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Aun así la forma natural de una religión es tan sencilla que un niño puede entenderla. Un muchacho puede entenderla, un boy scout puede entenderla. Procede del interior, de la conciencia, de la observación, del amor, por un propósito en todo lo que hace. No es un revestimiento formal o dogmático dado desde el exterior, que se lleve en el traje de los Domingos. Es, por lo tanto, una parte real de su carácter, un desarrollo del alma, y no una capa que pueda quitarse. Una vez está allí el verdadero cuerpo, puede revestirse con los vestidos más apropiados para él, pero revestirlo sin que haya cuerpo es como un simple espantapájaros: camuflaje. Con esto no quiero decir que debamos separar al muchacho de la fe de sus padres, alejándolo. El objetivo es proporcionarle la mejor de las bases para la fe mediante el estímulo de las percepciones que son comprensibles por él. Muy a menudo olvidamos, al presentar la religión al muchacho, que él lo ve todo desde un punto de vista muy diferente del adulto. Y que la verdadera religión no puede tampoco enseñarse como una lección de clase en la escuela. Es terrible pensar la gran proporción de nuestros muchachos que se han vuelto mojigatos o descreídos por una concepción errónea de estos puntos por parte de sus profesores.” Abril, 1918 Pienso que no se puede explicar con más claridad, ¿no creéis? 150 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Capítulo XXI La sencillez del método. Repaso de los principios básicos. Bueno, pues ya hemos llegado al final de esta serie de capítulos en los que os invitaba a “redescubrir el escultismo”, a repasar todos sus elementos esenciales. Todo esto que os he contado no me lo he sacado de la manga, ni es la opinión de alguien concreto. Ha sido la base del método desde prácticamente los principios, y ha sido utilizado y comprobado por montones de hermanos scouts a lo largo de los años. Sin embargo una gran cantidad de responsables jamás los pusieron en práctica o lo hicieron de modo muy parcial. La literatura original, en inglés, era entonces difícil de conseguir y por ello trabajaban con refritos, intuiciones e ideas que pensaban eran las originales sin serlo. Eso ha ocurrido en todo tiempo y lugar, incluso en la misma Gran Bretaña, y desde luego también en nuestro pasado reciente. Cuando intercambias información con antiguos Scouters de los años 70 u 80 te das cuenta de esa misma realidad. Como os he contado, el método scout NO es un entramado de normas, protocolos y complejas teorías psico-pedagógicas, sino un JUEGO, un Gran Juego con unas grandes posibilidades a la hora de ayudar en la educación de los jóvenes. 151 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Sí, el escultismo es más un arte que una ciencia. No nos perdamos con protocolos y objetivos múltiples. Centrémonos en su sencillez: 1) La Ley y la Promesa como eje vertebrador, como la guía de todo el método. El conjunto de valores en los que deseamos educar a los jóvenes de las nuevas generaciones en busca de un mundo mejor. Pero teniendo en cuenta que esto NUNCA va a ser lo que traiga a los chicos a nuestro movimiento ni lo que los motiva de inicio. Para eso debemos utilizar el resto de elementos, sabiendo también que no basta con los valores, sino que es necesario formar EL CARÁCTER de los chicos para que sean personas con criterio, con confianza, personalidad, emprendedoras, dispuestas a ACTUAR para lograr lo que desean, en lugar de esperar a que todo se lo den hecho o conformarse con “ser buenos”. Hay que utilizar el Gran Juego para crear esos hábitos de observación, planificación y ACCIÓN que serán los que nos 152 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO permitan “cambiar el mundo”. 2) Un marco simbólico genuino. El de los exploradores. Aplicado de modo sensato, sin tradiciones absurdas, que da sentido a todo el juego y contribuye a crear un espíritu de grupo. Y desde luego con unas actividades que deben revestirse de ese aire mágico y genuino todo lo que se pueda. Y sí, el uniforme forma parte de este esquema y nos ayuda a que se metan en el juego y a crear ese espíritu cuerpo. Está más que contrastado. Si a otros les funciona ¿por qué a vosotros no? Usemos una vez más el EQUILIBRIO Y EL SENTIDO COMÚN. Usad nomenclatura que recuerde a nuestro marco, que se complemente y ambiente en él, no que suene a rollo pedagógico. Suena mucho mejor un “Guardián del Tesoro” que un simple “tesorero” ¿O no? 3) Nada de peroratas en el local, ni actividades aisladas sin finalidad. Es imprescindible que se “aprenda haciendo”, y dando un uso lógico a aquello que se realiza. Un montón de nudos con palitos en un local es un tostón insufrible para cualquier chico. Sin embargo un refugio PARA DORMIR EN ÉL es una motivación poderosa. Poneos en su piel, recordad vuestros años de juventud y todo será más fácil. El marco nos proporciona multitud de actividades interesantes, no las obviemos. El esquema que ha funcionado a lo largo de muchas generaciones es la lógica misma: Historias que ilustran e introducen un tema, creando el interés. Demostración práctica y breve de lo que se quiere enseñar. 153 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Juegos o actividades en las que utilicemos dichas habilidades. Y esto vale tanto para el rastreo como para recaudar fondos con fines solidarios. 4) Usemos bien el Sistema de Patrullas. No hagamos de él una simple distribución de los chicos en equipos. Eso supone dar responsabilidad a los Guías, que deben ser los líderes naturales de cada grupo (la clave está en descubrirlos planteando las actividades adecuadas para ello), y sobre todo al uso de los Consejos de Patrulla y sobre todo de la Corte de Honor, como herramienta para que sean los propios chavales los que dirijan la nave. Utilicemos a los Guías para jugar bien el juego, que ellos sean los que organicen y formen a los chicos en su patrulla. Dediquémosles el tiempo necesario para ello, incluyendo reuniones y acampadas de una Patrulla de Guías, en la que aprenderán realmente a dirigir las suyas. Se cometerán errores constantemente, pero esa es la manera de aprender. Recordad: “El sistema de patrullas es un sistema compuesto de muchos pequeños detalles. Es por eso que surgen dificultades al desarrollarlo y por lo que no es tan sencillo de entender”. (John Thurman). 154 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO 5) El Scouter debe disfrutar del juego como un hermano mayor, guiando y sugiriendo. Su ejemplo es su mejor arma. La capacidad de escucharlos, de conectar con ellos, de preocuparse por sus cosas, de animarlos… nos hará ganarnos su afecto y confianza. Con observación, sentido común a la hora de controlar las actividades y conocimiento del método el éxito llegará. Por supuesto es fundamental la existencia de una relación fluida y de confianza con los padres. Las reuniones individualizadas con ellos nos proporcionan mucha información y contribuye a crear esa confianza. 6) Trabajemos esencialmente en el campo. Lejos de la seguridad y confort que proporcionan la ciudad y los padres, pues es la manera de sacar lo mejor de ellos e imprimir confianza y autoestima. No se puede lograr el mismo resultado haciendo actividades en un parque, es algo de cajón. Y no, las actividades hiper-guiadas en complejos multi-aventura son divertidas pero NO desarrollan los recursos. La Naturaleza es una escuela incomparable, no lo dudéis. 155 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO 7) La progresión y las especialidades son fundamentales para motivar a los chavales y deben adaptarse a sus capacidades y a su ritmo, pues pretendemos sacar lo mejor de cada uno. La clave está en tratar de potenciar las virtudes que cada uno posee, para que ganen confianza y auto-estima y crezcan desde ahí. Pero no es inteligente usar sistemas en los que prácticamente se regalen. Sin esfuerzo, sin dificultad…las insignias pierden su valor y por tanto su capacidad de motivación. Los chicos no son tontos y no concederán importancia alguna a aquello que cualquiera puede conseguir. Es así. Todas estas son cosas básicas que todos decimos conocer…pero que no acabamos de utilizar en su totalidad por multitud de excusas. El método es sencillo pero llevarlo a cabo supone un desafío y un esfuerzo continuos. La recompensa bien valdrá la pena. Precisamente eso fue lo que le ocurrió a Enoch Heise (el scout norteamericano que sirvió de inspiración a esta serie), quien entendió a sus 15 años (en los BSA permanecen en Tropa hasta los 17) la importancia de la actividad en el medio natural, el liderazgo y la formación del carácter, leyendo la obra de BP, de Bill Hillcourt o el propio John Thurman. 156 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Fascinado por lo que leía, trató enseguida de incorporar aquellas ideas a su propia patrulla, pero al principio no fue fácil. Él esperaba un éxito inmediato a sus esfuerzos, y algunas cosas verdaderamente funcionaron muy bien… pero otras no fueron como esperaba por alguna u otra razón. Aquello lo desanimó, pero hizo lo que se supone que hacen los scouts: no rendirse, perseverar, utilizar el sentido común y aprender de los errores. Muchos responsables hubiesen abandonado u optado por soluciones más actuales, aunque no mejores. Pero él estaba convencido de lo que había aprendido e insistió. ¿Sabéis por qué? Pues porque en aquello viejos libros se explicaba que eso mismo que estaba viviendo, también con aquellos problemas y sinsabores, ya había sido observado y explicado mil veces en el siglo pasado. Porque en ellos se contaba que una buena Tropa se consigue con tiempo, crece como un árbol, de manera lenta pero fuerte, siempre y cuando reciba los cuidados y atención adecuados. Sí, una buena Tropa es una micro-cultura, compuesta por un puñado de chicos con ESPÍRITU SCOUT. Cada uno anima a los demás a progresar y con el tiempo pasan este espíritu a los nuevos chicos que se acercan. Pero este espíritu debe ser cuidado y compartido con los scouts de modo constante, a través del ejemplo, de la motivación, de la enseñanza, del entusiasmo. Una Tropa que trabaja de esta manera marca realmente a los chicos que forman parte de ella. 157 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO Una Tropa puede ser popular, tener éxito, tener muchos chicos en el último grado de progresión, realizar muchas actividades y dominar muchas técnicas, pero si no posee el verdadero espíritu scout… NO PODRÁ SACAR TODO EL POTENCIAL DEL ESCULTISMO. Así que no os desaniméis. No dejéis de aplicar los principios genuinos del escultismo ni vayáis a lo sencillo. Pensad a largo plazo, porque todo ese esfuerzo, frustraciones y paciencia merecerán la pena. Muchos responsables se calientan la cabeza pensando sobre lo que nos deparará el futuro: cómo cambiará, cuál será su significado para los jóvenes y hombres del mañana, etc. Sin embargo el verdadero futuro del escultismo NO lo va a decidir la cultura, ni las distintas asociaciones, ni los políticos. Lo vais a decidir vosotros: los scouts y los Scouters. Porque… ¿Os habéis parado a pensar por qué somos scouts hoy? ¿Por qué podemos mirar atrás y ver nuestra inmensa herencia? La respuesta es clara: porque a lo largo de esa historia ha existido un montón de hombres y mujeres que dieron lo mejor 158 REDESCUBRIENDO EL ESCULTISMO de sí para hacer grande al escultismo, para dotar a sus Tropas del auténtico espíritu scout. Sí, esos scouts, esos Scouters, lo implantaron, lo regaron y cuidaron de él. No se limitaron a sentarse o a mostrar sus buenos resultados en números. Se concentraron en desarrollar e implementar un programa fantástico y atemporal. Os repito: ¡No os desaniméis! No abandonéis esta manera de desarrollar el escultismo sólo porque sea difícil o lenta. De ello depende el futuro de muchos jóvenes y el del movimiento. Termino por fin con una frase del fundador que creo que viene al pelo: “El Escultismo es una medicina compuesta de varios ingredientes y, a menos que ellos sean mezclados en sus proporciones apropiadas según la receta, los usuarios no deben culpar al doctor si los efectos en el paciente son poco satisfactorios.“ (Baden-Powell, Jamboree, 1922). Y ahora solo nos resta... ¡jugar bien el juego! 159