Subido por Alberto Fonseca

Primer ensayo evaluativo

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Literatura Española del Siglo XX
Primer Ensayo Evaluativo
Luis Alberto Fonseca Salgado
Número de Cuenta 412068803
Convergencia y divergencia entre la fe y religión en San Manuel Bueno
Mártir, de Miguel de Unamuno
Probablemente la novela propuesta en este ensayo sea de las más estudiadas, y
no solo a nivel literario, a nivel social, cultural, religioso y filosófico se han abierto
infinidad de debates de lo que en realidad significa la obra; se ha comparado la
novela con ideologías filosóficas-existenciales propuestas por grandes filósofos
como Soren Kierkegaard, Friedrich Hegel e incluso Karla Marx. Sin embargo,
¿Realmente están muy alejados los conceptos de fe y religión?, se supondría que
tendrían que ir de la mano, que vienen de una misma raíz o concepto, sin una no
existiría otra, al pasar de los años tal vez Unamuno al día de hoy, podría entender
otra conceptualización de estos términos, y del como si pueden vivir separados, es
algo que tal vez Unamuno ya pensaba en ese entonces, pero por problemas con
la iglesia no tenía la libertad de expresar esas ideas abiertamente.
Para poder contrastar estos conceptos se abordarán las principales citas de la
obra en general y algunas ideas sustraídas de autores que han intentado aterrizar
la ideología de Unamuno, que, por cierto, probablemente siga siendo objeto de
estudio a través de los años.
Para empezar, a entender la diferencia de estos conceptos habrá que entender
que es lo que decía Unamuno en su obra, como en la siguiente cita:
“¿Religión verdadera? Todas las religiones son verdaderas en cuanto hacen vivir
espiritualmente a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuelan de haber
tenido que nacer para morir, y para cada pueblo la religión más verdadera es la
suya, la que le ha hecho. ¿Y la mía? La mía es consolarme en consolar a los
demás, aunque el consuelo que les doy no sea el mío” (Unamuno, 1933, p.26)
Para Unamuno la fe es «Crear lo que no vemos» (2:259, La fe), “es la conciencia
de la vida en nuestro espíritu porque pocos vivos la tienen, si es que puede
llamarse a esa vida suya”. Es la fe heroica de Don Quijote y Sancho Panza, una fe
heroica basada en la incertidumbre, el uno vitalista sumergido en un escepticismo
sentimental, el otro racionalista que duda de la razón. (Anna Hamling, 2003)
Como se puede observar, si existe un alejamiento entre los conceptos, no
necesariamente se tienen que atender de manera conjunta, lo que probablemente
plantea Unamuno es una tregua, los conceptos pueden existir por si solos, aunque
la religión, como institución, trate de apropiarse de la “fe” como un único precepto
e ideología; en la novela, el personaje de “San Manuel Bueno”, tiene una “fe”
como Don quijote, una “fe” más humana, una serie de impulsos eléctricos que no
se pueden describir, no se pueden enseñar, no se puede tocar o percibir, solo se
puede sentir y que incluso pueden tener más impacto que lo enseñado o dictado
por la religión.
Según Miguel de Unamuno, toda religión es válida en tanto tenga significado para
sus feligreses, sin importar cuánta verdad haya en ella. Esta teoría lo llevó a
enemistarse con la iglesia, ya que Unamuno discutía que hubiera verdad en el
cristianismo y la palabra de Dios, y también a enemistarse con el progresismo, ya
que estos consideraban que la religión era una herramienta del Estado para
controlar a la gente y que, por lo tanto, había que abolirla. (Petroni, Boquet,2021)
En la novela, al unir a Don Manuel, como representante de la religión más allá de
su verdad (él no cree en Dios, pero ayuda a la gente a través de la fe), con Lázaro,
representante del progresismo, Unamuno plantea su ideal de lo que debe ser la
religión: una herramienta para ayudar, en su vida terrenal, a aquellos que
necesitan tener fe y esperanza. (Petroni, Boquet,2021)
Existen muchas teorías acerca de esta novela, así como el mismo número de
interpretaciones, vale la pena mencionar, que, una lectura tan corta pero concisa
en el mensaje, nos haga seguir escribiendo al día de hoy sobre estos conceptos,
año 2022, siglo XXI, a casi 100 años de la publicación de la obra, parece indicar
que nadie se ha puesto de acuerdo en el significado, sin embargo el mejor legado
y mensaje que pudo haber dejado Unamuno, es precisamente que en su época y
años posteriores, habría un tema de discusión que no hemos podido cerrar, qué
aun nos mantiene investigando diferentes puntos de vista, principalmente los
planos religiosos, puesto que en los últimos años, más que creencias religiosas e
impulsos de fe, se han corrompido por el fanatismo extremo, llegando a imponerse
de forma violenta y arrebatando la libertad de pensamiento que creemos gozar, un
tema actual, al que seguramente Unamuno nos hubiese regalado el “San Manuel
Bueno Mártir” del nuevo siglo.
CONCLUSIÓN:
Si bien las instituciones religiosas se han tratado de adueñar de que el concepto
de fe es único para los seguidores de las mismas, está también demostrado que
no necesariamente convergen en el mismo plano, que, así como existen varias
religiones verdaderas, la fe es un concepto individual, vivencial y adaptable, algo
que va tomando forma, no viene con nosotros, cambia de acuerdo a la forma de
pensar, a los conocimientos adquiridos y experiencias de todo ser humano.
Bibliografía
-Miguel de Unamuno. (1930). San Manuel Bueno Mártir. México: Ed. UNAM 2021
-Anna Hamling. (2003). Tolstoi, Unamuno Y El Existencialismo Cristiano. Cu-Ad.
Cát. M. De Unamuno, 38, 91-105.
-Petroni, Bruno. Boquet, Natalia. (2021). "San Manuel Bueno, mártir -Temas". 2903-2022, de "San Manuel Bueno, mártir Temas" Sitio web:
https://www.gradesaver.com/san-manuel-bueno-m%C3%A1rtir/guia-deestudio/themes
-González Alcalde, E. (2015). Semiótica e ideología en "S. Manuel Bueno y Martir"
de Miguel de Unamuno (Tesis doctoral). UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE
MADRID FACULTAD DE FILOSOFÍA Departamento de Filosofía del Lenguaje.
-Andrea naranjo merino. (2007). San Manuel Bueno, mártir, y la filosofía del vivir.
29-03-2022, de Letralia tierra de letras Sitio web:
https://letralia.com/171/ensayo01.htm
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