¿Para qué sirve un plan de Gestión de Cambios? Un Plan de Gestión de Cambios ITIL facilita el trabajo a los profesionales del equipo TI, así pueden desplegar las transiciones en un ambiente controlado, minimizando los riesgos para el usuario final. El objetivo primordial de la Gestión de Cambios ITIL es implementar cambios beneficiosos y correctivos, con un mínimo de interrupciones en la prestación de servicios TI. Por ejemplo: hemos determinado modificar los servidores de la empresa, ya que las condiciones de almacenamiento deben ampliarse. Para gestionar estos cambios, recurriremos a las prácticas recomendadas por ITIL. Los conceptos formulados en la Gestión de Cambios ITIL nos dirán cómo hacerlo y qué protocolos son los recomendables para garantizar el menor número de implicaciones posibles y que la compañía no sufra una demora en la producción. Pasos de la Gestión de Cambios ITIL El proceso de Gestión de Cambios ITIL generalmente consta de 5 procedimientos. Vale decir que cada organización puede adaptar el marco ITIL a sus prácticas internas, interpretando a gusto personal la normativa y aplicándola a su manera. 1. Solicitud de revisión de cambio. Si bien cada organización de TI estandariza y automatiza la forma en que se procesan las solicitudes de revisión de cambios, suele cumplirse con algunos procedimientos: – Los encargados del equipo TI, que gestionan el cambio, proveen plantillas, tickets e informes para la autorización de cambios. – El equipo TI facilitan información sobre cambios activos y proyectados a los encargados de otros procesos de Gestión de Servicios TI, para que las áreas involucradas puedan dar respuesta a los cambios solicitados. – Luego, se descartan las solicitudes de cambio que no contienen toda la información necesaria para su evaluación o que resultan inviables. Las solicitudes formales de cambio se conocen como RFC, que en inglés significa Request for Change. 2. Planificación del cambio. Se realiza una evaluación profunda de los cambios que podrían ser viables y se presenta una programación preliminar para llevarlos a cabo, así como el diseño de un Calendario de Cambios. 3. Aprobación de cambios. El administrador de cambios da la aprobación definitiva, con los planes de programación y fechas definitivas. En esta etapa se asigna a quienes serán responsables de la implementación de los cambios. Siempre es positivo tener contacto directo con la persona designada, ya que un pequeño error puede desencadenar fallas en toda la estructura empresarial. 4. Implementación de cambios. Se aplican los cambios, llevando un control constante durante el proceso y generando métricas de valor para futuros procesos de transición. 5. Evaluar la implementación. De los datos, métricas e informes obtenidos durante la aplicación de los cambios se realiza un análisis, donde se redacta un historial completo de actividades para referencia futura y se analizan los errores cometidos. Conclusiones Tener un profesional certificado en Gestión de Cambios ITIL es un recurso fundamental para las organizaciones modernas. Al aplicar las prácticas propuestas, los “sistemas caídos” y los “errores de base de datos” ya no serán excusa para el buen funcionamiento de un servicio TI.