Latifundio LATIFUNDIO.indd 1 29/5/09 08:40:05 LATIFUNDIO.indd 2 29/5/09 08:40:05 LATIFUNDIO.indd 3 29/5/09 08:40:05 © Miguel Acosta Saignes © Fundación Editorial el perro y la rana, 2009 Centro Simón Bolívar Torre Norte, piso 21, El Silencio, Caracas - Venezuela. Telfs.: (58-212) 377-2811 / 808-4986, Caracas, 1010. E-mail: elperroylaranaediciones@gmail.com comunicaciones@elperroylarana.gob.ve editorial@elperroylarana.gob.ve Páginas web: www.ministeriodelacultura.gob.ve www.elperroylarana.gob.ve Edición al cuidado de: Darlene Bolívar Deisa Tremarias Carlos Zambrano Hecho el Depósito de Ley Depósito legal lf 40220093301268 ISBN 978-980-14-0438-5 Impreso en Venezuela LATIFUNDIO.indd 4 29/5/09 08:40:05 Latifundio Miguel Acosta Saignes LATIFUNDIO.indd 5 29/5/09 08:40:06 LATIFUNDIO.indd 6 29/5/09 08:40:06 Prefacio a la segunda edición Durante el extraordinario año que fue 1936, me llamó poderosamente la atención el problema agrario en Venezuela y comencé a escribir un trabajo que se llamó, ya en libro, Latifundio. Cuando, en el primer trimestre de 1937, fuimos expulsados cuarentisiete activistas de la política y de la organización de los trabajadores, continué, en la clandestinidad, escribiendo el libro que me había propuesto, con base en los datos obtenidos en diversas publicaciones y en la realidad del campo venezolano. Naturalmente, no existía ninguna bibliografía sobre el problema agrario en Venezuela. En octubre de 1937 participé al Comité Directivo Nacional del Partido Democrático Nacional (P.D.N.) que había concluido la redacción de mi primer libro. Fue en ocasión de una reunión no usual realizada en una mañana. Quienes trabajábamos en la política, en su organización y en algunas publicaciones, permanecíamos ocultos del gobierno de López Contreras. Era secretario general, en la clandestinidad del P.D.N., Rómulo Betancourt. Trabajaba como secretario de Organización, Alejandro Oropeza Castillo, quien fue uno de los grandes organizadores en el campo laboral, en 1936. Yo desempeñaba la Secretaría de Prensa y Propaganda. Podíamos realizar trabajo político y hasta organizativo, desde la clandestinidad, gracias a la cooperación de mucha gente y en especial de un grupo de jóvenes activistas que constituyó nuestro contacto con el mundo normal. Algunos de ellos fueron Eduardo LATIFUNDIO.indd 7 7 29/5/09 08:40:06 Latifundio 8 Miguel Acosta Saignes Gallegos Mancera, Luis Lander, Rafael De León y Manuel Martínez. Cuando notifiqué al grupo directivo del P.D.N. que había concluido mi proyecto sobre el problema agrario, Rómulo Betancourt mostró entusiasmo y señaló verbalmente lo que posteriormente escribiría. Según informó, estaba redactando también un libro sobre el problema petrolero; y algunos otros miembros del P.D.N. trabajaban en la interpretación de la realidad venezolana, entre ellos Juan Oropeza, quien había anunciado una investigación sobre nuestra historia. Para Rómulo, mi libro Latifundio significaba la apertura de un tiempo de interpretación teórica, absolutamente necesaria para fundamentar los grandes cambios económicos, sociales y políticos acerca de los cuales trabajábamos desde 1936. Rómulo ofreció escribir el prólogo y celebramos la información de que pronto estarían listos otros volúmenes. En diciembre de 1937 hube de abandonar la clandestinidad, debido a serios quebrantos de salud. El gobernador Mibelli dispuso, cuando un amigo mío le notificó que yo saldría a cumplir la expulsión decretada, por causas de salud, que se me dieran quince días de circulación dentro de Caracas, para que pudiese arreglar los papeles de salida hacia México. Uno de los asuntos importantes que deseaba dejar arreglado era el relativo a la publicación de mi libro Latifundio. Un día me acompañó José Fabbiani Ruiz, viejo amigo mío, a visitar a Juan de Guruceaga en la Tipografía Vargas. Llevábamos los originales de Latifundio y Bs. 500, facilitados por un opositor, no clandestino, del gobierno de López Contreras. Juan de Guruceaga, extraordinario mecenas de los movimientos progresistas de 1936 y 1937, cuya biografía está por escribirse, me señaló que con gran LATIFUNDIO.indd 8 29/5/09 08:40:06 Prefacio a la segunda edición contento publicaría cuanto le lleváramos, pero que como yo salía expulsado políticamente, corría el peligro de que, al aparecer un volumen con mi nombre, le clausuraran la Tipografía. Pregunté a José Fabbiani Ruiz, quien había sido viejo luchador durante la época de Gómez y había actuado muy progresivamente en 1936 y 37, si estaba dispuesto a dar su firma como autor. La respuesta fue afirmativa. Así dejamos una copia del libro a Guruceaga. Llegué a México el 1º de enero de 1938. Salvador de la Plaza, quien tenía la Editorial Popular, decidió, al conocer mis originales, publicarlos. El tema agrario era en esa época muy resaltante en México, bajo el Gobierno del gran presidente Lázaro Cárdenas. Para exponer la estructura del libro y el pensamiento progresivo en Venezuela sobre el problema agrario, dicté una conferencia al grupo que se denominaba Abogados Socialistas, presentado por Salvador de la Plaza. Visitamos otras asociaciones, siempre con Salvador de la Plaza como guía, y consultamos a varios del activísimo conjunto de los Agrónomos Socialistas. Realicé unas cuantas correcciones a mi original y Salvador de la Plaza editó el libro en el mismo año de 1938. Conviene recordar que su editorial publicó también el libro de Carlos Irazábal titulado Hacia la Democracia, en 1939. Mi volumen apareció sin presentación, debido a las naturales dificultades de comunicarme con Rómulo, quien permaneció en la clandestinidad hasta 1939. Escribió a fines de 1937 el prólogo y lo publicó en la revista colombiana Acción Liberal. Sólo cincuenta años después, gracias al interés y actividad de Carlos Rivero Nouel y sus compañeros de trabajo, se edita la segunda edición de Latifundio, ahora, según el primer proyecto, prologado. Por diversas circunstancias no se había reimpreso y muchos llamados LATIFUNDIO.indd 9 9 29/5/09 08:40:06 Latifundio 10 Miguel Acosta Saignes “especialistas” han dejado fuera de sus listas bibliográficas este libro inicial sobre el problema agrario en Venezuela. El Prólogo de Rómulo Betancourt expone con toda claridad cuáles eran en 1937 los ideales y los propósitos de quienes integrábamos la directiva del P.D.N. en la clandestinidad. Algunos de los proyectos mencionados se convirtieron en obras, mucho tiempo después, como ocurrió con su trabajo sobre el petróleo, el cual se publicó muy posteriormente y en circunstancias muy diferentes de las del año 38. El propósito de Juan Oropeza se convirtió en un pequeño libro y poco a poco, desde la época del cuarenta, se redactaron varios libros cuyos autores deseaban contribuir a una visión que orientase las inevitables transformaciones que necesitaba Venezuela. Quizá resulte de alguna utilidad señalar que, inmediatamente después de la publicación de Latifundio, inicié un trabajo sobre las relaciones entre el latifundismo y la explotación del petróleo. El mismo Salvador de la Plaza publicó dos capítulos, con prólogo de Ernesto Silva Tellería, con el título de “Petróleo en México y Venezuela”. La Editorial Popular publicó 3.000 ejemplares de Latifundio para que circulase no sólo en México sino también en Venezuela, por vía de clandestinidad, y en otros países de América Latina. Antonio García, quien era profesor de economía en 1938 en la Universidad de Bogotá, incorporó el libro a la Bibliografía de sus temas y concibió el proyecto de que se tomase como un modelo general para que en cada país latinoamericano se escribiese una obra semejante, lo cual habría significado una biblioteca internacional sobre el problema agrario. En 1980 encontramos a Antonio García en México. Se disponía a dictar clases en la Universidad de Los Andes, en Mérida, y aspiraba a publicar una LATIFUNDIO.indd 10 29/5/09 08:40:06 Prefacio a la segunda edición biblioteca de problemas sociales del Continente que se abriría con la segunda edición de Latifundio y prólogo suyo. Infortunadamente el gran especialista colombiano en Reforma Agraria en América Latina falleció sin haber podido realizar su curso universitario en Venezuela. Cuando el libro entró clandestinamente en Venezuela en 1938 y 39, no solamente resultó lectura de política sino que constituyó una base ideológica para trabajar entre campesinos. Uno de los activistas de aquel tiempo, el Dr. Federico Brito Figueroa, lo utilizó como estímulo teórico para la organización de ligas campesinas de los trabajadores de la tierra en el estado Aragua. Todos dábamos por sentado que la edición encomendada a Juan de Guruceaga en 1937 no había sido nunca impresa. Nos causó gran sorpresa cuando en 1953 o 54 la Tipografía Vargas, que indudablemente resolvió colocar en circulación todos sus antiguos materiales, entregó a las librerías de Caracas la edición de Latifundio, con el nombre de José Fabbiani Ruiz como autor. Nunca se nos había ocurrido indagar el destino de nuestros primitivos originales y el público recibió con sorpresa el que parecía nuevo libro de Fabbiani Ruiz. Se trataba simplemente del antiguo material que colocamos en manos de Guruceaga en 1937. Desde entonces se ha producido alguna confusión entre algunos lectores que no habían conocido la primera edición de Latifundio realizada en México. Hace algún tiempo referí a algunas personas interesadas la historia del volumen y ahora es tiempo de recordarla cuando se republica la primera edición con el prólogo que históricamente le correspondía y la breve historia de la obra. Esta segunda edición de Latifundio servirá para que economistas, políticos y agraristas, conozcan la primera LATIFUNDIO.indd 11 11 29/5/09 08:40:06 Latifundio Miguel Acosta Saignes obra que se publicó en Venezuela sobre el problema agrario durante el primer tercio del siglo. La obra, y el prólogo de Rómulo Betancourt, forman parte de la historia de las grandes luchas que se realizaron en Venezuela en 1937 y 1938. Miguel Acosta Saignes 12 LATIFUNDIO.indd 12 29/5/09 08:40:07 Cuatro párrafos preliminares 1.—Este libro ha sido escrito en la clandestinidad, entre los meses de marzo y septiembre de 1937. Responde a una inaplazable urgencia: la de dar a conocer en su conjunto el problema agrario y especialmente en Venezuela. No podría agotarse en un solo volumen el inmenso contenido de la cuestión. Por ello, algunos aspectos se tratan solo con someras palabras. Se expone, sí, detalladamente, la situación de nuestros campos, no de manera genérica, sino con los datos suministrados por los propios interesados. Y no de ayer, sino de hoy mismo, de los meses empleados para hacer el libro. Llegados a México en enero de este año —1938— hemos hecho algunas indispensables correcciones al texto primitivo y aumentado en lo posible el contingente de cifras y datos. 2.—Apenas tocamos la cuestión del desarrollo histórico de la propiedad territorial en Venezuela. Para el futuro nos proponemos un estudio especial en tal sentido. En realidad, cada capítulo de Latifundio, viene a ser un libro en potencia y desde ahora anunciamos dos: “Los Dueños de la Tierra” e “Imperialismo y Latifundismo”. El tema indicado por el segundo título aparece estudiado en la sola extensión de un capítulo en el presente volumen. Ha de ser objeto de mayor detenimiento, ya que es de inmenso interés un análisis profundo de las economías semi-coloniales, en su relación con los capitales invasores. Cuando se publiquen estos libros, será señalado por las incidencias de la lucha. 3.—Aquellos bárbaros cuyo desdichado papel histórico es luchar contra ineludibles ascensos humanos, querrán ver aquí tenebrosos proyectos. Asegurarán que propugnamos el LATIFUNDIO.indd 13 13 29/5/09 08:40:07 Latifundio 14 Miguel Acosta Saignes desastre y la violencia. Es precisamente lo contrario. Mostramos cómo la violencia y el desastre han dado fruto de muerte en nuestros campos. Y cómo las izquierdas venezolanas quieren penetrar el contenido de nuestra realidad, para una solución justa, humana. El capítulo décimo contiene en resumen nuestro pensamiento sobre la próxima labor por hacer. Y el hecho de presentar en lo posible la historia de las reformas en los países extranjeros, es para la indispensable ilustración de los lectores venezolanos. 4.—Aquellos mismos bárbaros, periodistas mercenarios algunos, se ocuparán de comentar, tergiversándolos, párrafos donde hablamos de la calamidad que para nuestros campesinos ha significado la recluta sistemática. Querrán hacer ver en ello ofensa para el Ejército y diatriba contra nuestra institución Armada. Cada vez que un hombre de izquierdas ha hablado sobre el Ejército, los lacayos del imperialismo y los gamonales enfurecidos, tratan de encontrar lo que no hay. Y es bueno el sitio para dejar sentada una vez más, en las páginas de un volumen, la posición de las izquierdas venezolanas ante el Ejército. Deseamos que no se reclute violentamente a los campesinos para agravar los males innumerables de nuestro agro; deseamos que se vuelva imposible aquel sistema de llevar a los labriegos a las filas armadas, no para educarlos en la defensa de la nacionalidad, sino para convertirlos en peones de las haciendas del déspota y sus áulicos; deseamos que cada campesino incorporado a las filas del Ejército reciba allí instrucción y salga mejorado; deseamos que allí los hombres adquieran conciencia de lo que debe ser la misión de los actuales Ejércitos: defensa contra posibles agresiones, fuerza para servir de respaldo a las ideas generosas que en el mundo luchan para aplastar a la barbarie; deseamos que un espíritu progresista reemplace LATIFUNDIO.indd 14 29/5/09 08:40:07 Cuatro párrafos preliminares a los métodos usados por Gómez para imponer su gobierno a ese Ejército, quien venía a ser el primer esclavo; deseamos que los métodos de disciplina impuesta con la verga inhumana, ayer tan queridos por algunos “jefes”, quienes eran solo esbirros, den paso a los procedimientos que los oficiales de escuela deben traer de su educación dentro y fuera del país. Y deseamos que no se inculque a los soldados y oficiales un sentimiento de ser algo distinto del pueblo venezolano, para utilizarlos como agentes de opresión, para el provecho de unos cuantos, ni se les aísle, prohibiéndoles la lectura de los periódicos democráticos, ni se trate de propagar entre ellos doctrinas fascistas. 15 LATIFUNDIO.indd 15 29/5/09 08:40:07 LATIFUNDIO.indd 16 29/5/09 08:40:07 I El problema agrario LATIFUNDIO.indd 17 29/5/09 08:40:07 LATIFUNDIO.indd 18 29/5/09 08:40:07 Por dondequiera se alzan voces: debe darse tierra a nuestros campesinos; ha de ser incrementada nuestra producción agrícola. Se pide inmigración, colonización, riego, mejoramiento de las condiciones del campesinado, créditos, desarrollo del mercado interno. He ahí el problema. La mayoría está acorde en su existencia y la necesidad de enfrentársele, y son múltiples las opiniones acerca de su origen y la manera de resolverlo. No vacilaron los partidos de izquierda venezolanos, ni un instante, en pedir la realización de una Reforma Agraria. Solo ella puede remediar la mísera vida de nuestros campesinos y solucionar el grave problema económico planteado en Venezuela. El solo enunciado de esta expresión, “Reforma Agraria”, suscita violentas reacciones en los señores latifundistas y desconfianza en quienes, ingenuamente, creen eficaces los métodos homeopáticos para resolver las cuestiones sociales. Ello es, sin embargo, el procedimiento practicado desde la antigüedad en los pueblos. No es exclusivo de Venezuela, ni de estos tiempos el problema agrario, de la tierra y su reparto. Repítese constantemente en la Historia el acaparamiento de la propiedad territorial y su remedio ha sido siempre restablecer la pequeña y mediana posesión. Las modernas reformas tratan de aprovechar la experiencia anterior. En efecto, enseñan sobre todo la inutilidad de parcelaciones de manera simplista. La tierra vuelve al poder de unos cuantos. La solución, pues, se encuentra más allá del solo hecho de dar a cada necesitado una parcela. Este método es incapaz de evitar nuevos acaparamientos y estos se LATIFUNDIO.indd 19 19 29/5/09 08:40:07 Latifundio 20 Miguel Acosta Saignes verifican a veces tan aceleradamente que, según se cuenta, el número de leyes agrarias hubo de alcanzar en Roma a 28, en el solo período del 404 a. C. al 376. La importancia del régimen de propiedad de la tierra no se limita al campo; se extiende a toda la sociedad y así lo asientan los más diversos ideólogos. Veamos algunas de esas opiniones: “No puede coexistir el régimen democrático con ilimitadas heredades en que abunden tierras inexplotadas. La agricultura aristocrática no es de las Repúblicas” (Francisco Bulnes). “La propiedad de la tierra constituye el fundamento por excelencia que determina en definitiva la condición social, política, y por consiguiente intelectual y moral del pueblo” (Henry George). “La mayor o menor concentración de la propiedad territorial es uno de los factores que más influencia ejerce, no solo sobre la agricultura, sino sobre la vida de toda una nación” (Gilberto Loyo). “La historia de Europa es, en gran parte, la historia de la propiedad inmobiliaria y de sus cambios” (C. Dragoni). “La producción capitalista solo desarrolla el sistema de producción social, agotando al mismo tiempo las dos fuentes de toda riqueza: la tierra y el trabajador” (Carlos Marx). “El latifundismo impide el progreso económico e intelectual de los pueblos, a la vez que riñe con la estructura democrática que proclaman nuestras constituciones” (L. E. Osorio). “La gran división entre propiedad colectiva y propiedad privada, es problema de todos los tiempos y origen de lucha en todas las épocas” (G. Peces Barba). LATIFUNDIO.indd 20 29/5/09 08:40:07 El problema agrario “La constitución económica es, en todas sus fases, el producto natural y necesario de las condiciones de apropiación y de productividad de la tierra, o, para decirlo de otro modo, de la existencia o supresión de la tierra libre, tratable por el trabajo puro” (Aquiles Loria). “Sería prácticamente menospreciar, en homenaje a principios de economía pura, los intereses particulares de la agricultura, dada la fuerza de política enorme que representa en todos los países, sin distinción de clima, de desarrollo o de régimen” (Comité Agrícola de S. D. N.). “Despotismo y Latifundismo son términos correlativos” (J. C. Mariátegui). “El régimen de propiedad de la tierra es el que afecta más directa y profundamente la evolución social y económica de los pueblos” (Arturo Wauters). Así, pues, hombres de todas las ideologías coinciden en la importancia asignada a la cuestión de la tierra. Como hemos dicho, desde la antigüedad abundaron las luchas por su posesión. En Roma, el ager publicus (campo común), estaba reservado a los patricios, en tanto que a los plebeyos se concedía solamente dos yugadas para cada familia. El número de éstas era cada vez mayor y el ager publicus crecía también constantemente, a causa de las conquistas, por lo cual las primeras leyes agrarias tuvieron por objeto el reparto de esas tierras entre los necesitados. Servio Tulio aumentó a siete el número de yugadas por familia y legisló con el objeto de evitar la posesión del terreno sólo por los patricios. También repartieron tierras Numa, Tulio Hostilio y Anco Marcio y cuéntase que la primera ley agraria fue propuesta por el Cónsul Spurio Cassio, quien a causa de ello fue asesinado. No es la única muerte violenta producida en la Historia por quienes pretenden poseer solos y explotar a su antojo. LATIFUNDIO.indd 21 21 29/5/09 08:40:08 Latifundio Miguel Acosta Saignes Son célebres en la antigüedad las leyes agrarias de Licinio y los gracos, en Roma, y las de Dracón, Solón1 y Licurgo en Grecia. La Ley Licinia estableció como límite para la propiedad 500 yugadas. Los poseedores de mayor extensión quedaban obligados a devolver el resto al Estado, el cual había de repartir a razón de siete yugadas por familia. El comentario de Plutarco a la Ley Agraria de Tiberio Graco, explica con gran claridad el problema en la época de éste. Dice así, el autor de Vidas Paralelas: Los romanos, de todas las tierras que por la guerra ocuparon a los enemigos comarcanos, vendieron una parte y, declarando pública la otra, la arrendaron a los ciudadanos pobres y menesterosos por una módica pensión, que debían pagar al Erario. Empezaron los ricos a subir las pensiones; y, como fuesen dejando sin tierras a los pobres, se promulgó una ley que no permitía cultivar más de 500 yugadas de tierras. Por algún tiempo contuvo esta Ley la codicia y sirvió de amparo para mantener en sus arrendamientos y mantenerse en la suerte que cada uno tuvo desde el principio; pero más adelante, los vecinos ricos empezaron a hacer que, bajo nombres supuestos, se les traspasasen los arriendos y aun 22 1 LATIFUNDIO.indd 22 Federico Engels, en su obra El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, escribe sobre el legislador griego: “Solón inicia la serie de lo que se llama “revoluciones políticas”, y lo hizo con un ataque a la propiedad. Hasta ahora todas las revoluciones han sido en favor de un género de propiedad y contra otro género de la misma. No pueden proteger a uno sin lesionar a otro. En la gran Revolución Francesa, la propiedad feudal fue sacrificada para dejar a salvo la propiedad plebeya; en la de Solón, la propiedad de los acreedores fue la que tuvo que sufrir en provecho de los deudores. Las deudas fueron sencillamente declaradas nulas. No conocemos con exactitud los detalles, pero Solón se jacta en sus poesías de haber hecho quitar los postes hipotecarios de los campos empeñados en pagos de deudas, y de haber reimpatriado los hombres que a causa de ellas habían sido vendidos como esclavos o habían huido al extranjero”. 29/5/09 08:40:08 El problema agrario después lo ejecutaron abiertamente por sí mismos... No pudo haberse escrito una ley más benigna y humana contra semejante iniquidad y codicia; pues cuando parecía justo que los culpados pagaran la pena de desobediencia, y sobre ella sufrieran la de perder la tierra que disfrutaban, contra las leyes, solo disponía que, percibiendo el precio de lo mismo que injustamente poseían, dieran entrada a los ciudadanos indigentes. En Grecia, Licurgo repartió las tierras y de la eficacia de sus disposiciones puede juzgarse por palabras que se atribuyen al propio legislador: “Toda la Laconia parece como de unos hermanos que acaban de hacer sus particiones”. Sin embargo, el mismo proceso de acaparamiento volvió a verificarse. A la imposibilidad de obtener una fórmula estable, sin cambiar todo el sistema social, atribuyen muchos la decadencia del mundo antiguo. Hildebrand escribe al respecto: 23 La historia agraria de la antigüedad nos enseña que todos los legisladores se esforzaron en asegurar a cada uno ciertos bienes y en dar participación a todas las familias de las ventajas de la tierra, pero por doquiera, los propietarios, demasiado independientes del Estado, consiguieron centralizar y monopolizar la posesión del suelo y de esta manera pereció el mundo antiguo. Durante la época feudal desaparece luego el pequeño propietario y el hombre que trabaja la tierra se convierte en siervo. Hasta la Revolución Francesa dura el tremendo orden de cosas. La abolición de las cargas y los métodos feudales no solucionó, sin embargo, en 1789, la cuestión. La Asamblea Nacional, encargada de legislar al respecto, no podía dar al problema agrario una solución radical. LATIFUNDIO.indd 23 29/5/09 08:40:08 Latifundio 24 Miguel Acosta Saignes La presión constante de las masas campesinas logró, sin embargo, el reparto de las tierras, de manera que de 30.000 propietarios, aumentó el número a 1.200.000. El concepto de propiedad de la tierra reinante en Europa en época del Descubrimiento y la Conquista, pasó íntegramente a América. Las tierras fueron dadas en forma de encomiendas y repartimientos a los conquistadores por los reyes de España y se creó de esta manera, desde el primer instante, el problema latifundista, cuyas terribles consecuencias sufren aún hoy los pueblos de América y especialmente Venezuela. Indios y negros esclavos cultivaron las haciendas de los señores. Para los indígenas legisló algunas veces España, concediéndoles terrenos, mas aquellas disposiciones nunca se cumplieron. Aun cuando cesaron los indios de estar sometidos a la esclavitud, permanecieron en la más tremenda servidumbre. Es así como hombres sin tierra se lanzan a la lucha independentista, incorporándose a veces a las propias filas de los españoles, en contra de los americanos. Para las masas desposeídas, tanto los extranjeros como los terratenientes criollos eran dignos del ataque. La Independencia no solucionó en América la cuestión latifundista. El régimen colonial de la tierra subsistió a pesar del movimiento emancipador y de unas manos pasaron a otras, las antiguas tierras de encomiendas y repartimientos, siempre en forma de grandes posesiones. Por eso, las guerras de independencia tuvieron un prolongado corolario en las civiles que se reprodujeron constantemente en muchos países americanos. Las multitudes, sometidas a servidumbre en los campos, estuvieron siempre listas para lanzarse a la conquista violenta de medios mejores de vida, llevados por la promesa siempre irrealizada de los caudillos ambiciosos. LATIFUNDIO.indd 24 29/5/09 08:40:08 El problema agrario En Venezuela llega el latifundismo a su máximum con el régimen de Gómez. Hizo éste de sus áulicos verdaderos señores feudales y acentuóse así la servidumbre del campesinado, aún existente, a pesar de los ofrecimientos programáticos de López Contreras. La extensión de los terrenos pertenecientes al mismo Gómez es aún desconocida. En cuanto a los otros, poseen grandes extensiones que serían suficientes para solucionar nuestro problema agrario y que son utilizadas, por el contrario, para el medro de unos cuantos y la opresión de las mayorías campesinas. Sufren los campesinos venezolanos, y el país en general, los males inherentes al latifundismo. Desde el despotismo político hasta la miseria económica, nacen del régimen de la tierra, y en Venezuela, mientras exista el latifundismo en su estado actual no será posible el funcionamiento de la Democracia. El propietario ausentista, quien vive en la ciudad de las pingües rentas producidas por su hacienda, necesita esclavizar al campesino. Alejado éste de los centros de culturización, mantenido analfabeta, atado por deudas interminables, será incapaz de organizar su rebeldía y obtener su liberación. Paga el terrateniente los mismos salarios de hambre cuando el precio de sus frutos es alto en los mercados extranjeros y cuando desciende en las cotizaciones. El peón no obtiene ventaja alguna del alza y cuando los descensos pasan de cierto límite, disminuye su escasa saldada a increíbles proporciones. No mejora el latifundista sus cultivos con el empleo de maquinarias o métodos modernos. Las haciendas producen solo cuanto el suelo puede dar. Ahí está la fuerza humana a la orden, para realizar siempre el mismo trabajo LATIFUNDIO.indd 25 25 29/5/09 08:40:08 Latifundio 26 Miguel Acosta Saignes y llenar las arcas del propietario. Este mismo fenómeno del latifundista rutinario, reacio a los modernos procedimientos de cultivo, era examinado por José Carlos Mariátegui en el Perú y obtenía conclusiones perfectamente aplicables a la realidad venezolana. No existía en el país peruano, como no existe entre nosotros, un verdadero capitalismo, en cuanto el capitalismo tiene de “espíritu”, de sistema emprendedor, con metas definidas y procedimientos constantemente renovados en su porción técnica. La única modalidad predominante es esa, estática, del latifundismo.2 La inercia del latifundista somete al país a su ritmo lentísimo y absurdo. En lo político es conservador, enemigo de todo progreso que pueda significar mejoramiento de los trabajadores. Necesita someter a “sus” peones a la más inhumana servidumbre, no pagarles en dinero, obligarlos a aceptar víveres de la peor calidad y a precios altísimos, y obtener de ellos un silencio perpetuo y un sometimiento a toda prueba. Por eso odia el régimen democrático, donde haya de responder a exigencias colectivas. Para el latifundista, si el peón aprende, se irá; si es necesario instalarle 2 LATIFUNDIO.indd 26 A este respecto publicó en el mes de julio de 1937 el diario Ahora, en su sección económica, una observación muy interesante. Hela aquí: “Los depósitos bancarios para el último semestre de 1935, alcanzaban a la suma, fabulosa, si se tiene en cuenta el volumen total de las disponibilidades de dinero del país, de Bs. 320.463.275,58. Mientras las cacareadas reservas del Tesoro —orgullo del régimen pasado y eje de su propaganda interna y externa— no alcanzaban a la suma de cien millones de bolívares, los grandes capitalistas nacionales tenían depositada en las cajas de seguridad de los Bancos una cantidad mayor en tres veces a las famosas reservas del Estado. Esas sumas les devengaban apenas un interés a los depositantes, y de paso le servían a los Bancos para movilizarlas, no con fines progresistas, de financiación de la industria y la agricultura, con un criterio liberal y amplio, sino para prestar dinero en condiciones leoninas y con respaldo prendario o hipoteca al productor urgido de refaccionar su hacienda o de sacar a flote su empresa”. 29/5/09 08:40:08 El problema agrario escuelas, se invertirá parte de la renta; si se hace obligatoria la asistencia médica, mayor gasto. Llegan a asegurar los señores terratenientes que “el mal es la ignorancia de los campesinos”. Pero no recuerdan al expresarse de ese modo cómo esa ignorancia es culpa de quienes los explotan. Ignorancia, enfermedades, muertes, despoblación, nacen del latifundismo, del acaparamiento de la propiedad territorial. Algunos aseguran la inexistencia en Venezuela del problema latifundista. Presentan el ejemplo de algunas regiones donde al lado de extensas haciendas hay numerosos pequeños propietarios. Examinaremos con un ejemplo si tienen razón quienes así hablan. Tomemos el Municipio La Democracia, Distrito Lander, del Estado Miranda. Para 1932 estaba en él aparentemente muy repartida la propiedad, según el modo de ver de quienes afirman que no existe controversia posible. Se encuentran 24 propietarios. Veintidós poseen fundos de 5, 7 y 9 hectáreas. Ciertos periodistas extranjeros entonarían cánticos de alabanza para ese municipio ejemplar. Pero veamos un poco más de cerca: aparecen catastradas 13.000 hectáreas; de ellas, 12.250 pertenecen a los dos grandes terratenientes del grupo. Las otras 750 aparecen repartidas entre 22 pequeños propietarios. Los dos grandes fundos se reparten así: uno de 10.250 hectáreas y el otro de 2.000. Ese es el estado de la propiedad en toda la República. Los inconvenientes por él engendrados no son difíciles de conocer: el pequeño agricultor deberá estar en constante relación con el latifundista, quien comprará los productos al precio que le convenga, pues sólo él puede superar los inconvenientes creados por la falta de vías de comunicación. Además, aquél tomará prestado de su vecino el dinero LATIFUNDIO.indd 27 27 29/5/09 08:40:08 Latifundio 28 Miguel Acosta Saignes indispensable cuando las cosechas sean malas, con garantía de su tierra. De ahí las hipotecas, de las cuales ya advertía Francisco Depons un grave mal para los agricultores de “Tierra Firme”. Favorecen, en efecto, el acaparamiento, pues el dueño del fundo gravado no puede la mayoría de las veces redimirlo y he ahí aumentada la finca ya grande. Este, junto con otros sistemas, como el de la medianería, ha sido el procedimiento que ha favorecido el desarrollo de los latifundios en Venezuela. El latifundista, poseedor de una renta fácil, no quiere “calentazones de cabeza”. Por eso evita la introducción de nuevos métodos. Los numerosos informes presentados por expertos al Ministerio de Agricultura y Cría en 1936, demuestran el estado rudimentario de los cultivos y a ello se debe la precariedad de nuestra agricultura 3. Y no hay disculpa alguna para los latifundistas. Para ellos es excesivo todo esfuerzo y prefieren obtener su ganancia, no del suelo científicamente cultivado, sino del elemento humano, obligado a trabajar de balde, explotado por los más variados métodos. Los señores terratenientes suelen quejarse de escasa ganancia. Pueden culpar únicamente a su estulticia y en ningún caso su queja podrá justificar el sometimiento de mil y mil familias campesinas, a la más horrenda miseria. Ésta solo puede combatirse con el reparto de la tierra. Hoy la poseen quienes la utilizan solo para la explotación del hombre. Muchos obtuvieron grandes extensiones como 3 LATIFUNDIO.indd 28 No podemos naturalmente tratar al detalle cuáles son los métodos rudimentarios aludidos. Baste por ejemplo recordar la forma de trabajo en las haciendas de cocos de la Costa. Allí, para descascarar el fruto, no se emplea máquina alguna, sino el procedimiento más primitivo que pueda imaginarse: se instala en un sitio cualquiera un tronco de vera con su porción superior muy afilada. Los negros trabajadores clavan allí el coco y con hábil movimiento al retirarlo abren la corteza. Nótese que ni siquiera se emplea el hierro para tal menester. 29/5/09 08:40:09 El problema agrario recompensa por servicios prestados al déspota. Aquí, como en la Inglaterra del siglo dieciocho, según la frase de Marx, “los terratenientes se regalaron a sí mismos las tierras del pueblo”. Ejercitan por eso el viejo jus utendi et abutendi, el derecho de usar y abusar: convierten en terrenos de cría ubérrimas superficies, o las abandonan, cuando tantos brazos podrían hacerlas fructíferas. En el Congreso de 1937 se expuso varias veces la necesidad de reglamentar el uso de los terrenos de cría. En los alrededores del Lago de Valencia, como en otras partes, tierras fertilísimas habían sido convertidas en potreros. Desde las mermas en la producción agrícola del país, hasta la espantosa miseria de nuestros campesinos y en apariencia más lejanos acontecimientos, como el costo de artículos de primera necesidad, tienen su origen en el acaparamiento de tierras existentes en Venezuela. Para sorpresa de muchos, la Junta Reguladora de Abastos del D.F., presentó el 17 de mayo de 1937, un Informe al Concejo Municipal, en el cual encontró como origen de los altos precios del mercado en Caracas, los defectos engendrados por el latifundismo. Decía en uno de sus párrafos: 29 Hay pues, urgente necesidad de aumentar la producción nacional y de poner ésta más a la mano de los centros consumidores por medios más económicos; y para los artículos de primera necesidad, que no producimos en absoluto, o que producimos muy escasamente, o solo en determinada época del año, sería muy conveniente que la Municipalidad del Distrito Federal gestionara con el Gobierno Nacional la supresión de sus derechos de importación o su disminución en la mayor escala posible, en todo tiempo o a lo menos en aquella época del año en que el artículo gravado LATIFUNDIO.indd 29 29/5/09 08:40:09 Latifundio Miguel Acosta Saignes no se produce en el país en cantidad suficiente para abastecer el consumo. Esto nos conduce directamente a pensar por qué Venezuela, país “esencialmente agrícola”, tiene que importar productos fácilmente cosechables en su suelo. La respuesta es una sola: métodos rudimentarios, gratos a los latifundistas, y acaparamiento de la propiedad que impide la productividad de enormes extensiones, inutilizadas por voluntad de sus poseedores. Este país “esencialmente agrícola”, importa añil, cultivado desde tiempos de la Colonia con buen resultado; cereales, frutas, harina de trigo, legumbres y hortalizas, henequén, fácilmente obtenible en varias regiones; papas, arroz 4. Todo ello por falta de métodos científicos. Las tierras producen según las lluvias y su capacidad espontánea. Ni abonos, ni máquinas, ni riegos, por parte de los propietarios. Y si en una agricultura tal se quejan los poseedores de grandes superficies, imagínese el mal para los pequeños propietarios, quienes van a engrosar continuamente las filas de los desposeídos del campo. 30 4 LATIFUNDIO.indd 30 En el Número 3 de la Revista de Hacienda, apareció un estudio del señor Ramón Veloz, con puntos de vista muy dignos de ser conocidos, sobre los productos que Venezuela importa y podrían ser elaborados en el propio país. En el apéndice “C” damos la lista completa elaborada por el señor Veloz. 29/5/09 08:40:09 II Imperialismo y latifundismo LATIFUNDIO.indd 31 29/5/09 08:40:09 LATIFUNDIO.indd 32 29/5/09 08:40:09 Los invasores Escribió Marx a propósito de los directores revolucionarios franceses “que despedazaron el suelo feudal”. No podría parafrasearse pensamiento semejante, para aplicarlo a los líderes de la emancipación americana. Este movimiento, si basado ideológicamente, por los argumentos de sus teóricos, en los mismos postulados de la Revolución Francesa, en realidad obedeció a causas profundas de muy diferente naturaleza. La Revolución Burguesa, que utilizó a las masas campesinas y a los trabajadores oprimidos de las ciudades, se hizo por el avance de intereses contrarios a los de los terratenientes feudales. La emancipación americana no significó un cambio decisivo en las relaciones económicas internas y solo desplazó del puesto dirigente a una oligarquía para instalar a otra, con intereses similares. Los criollos deseaban controlar por sí el comercio, obtener todas las ventajas de la dirección política y los privilegios por ella entrañados. Querían, además, el absoluto dominio de los intereses territoriales. Las tendencias progresistas de algunos de los Libertadores encontraron desde el principio obstáculo a su realización en el carácter latifundista de muchos y en el atraso económico general de nuestros países. Por eso persiste en América el sistema feudaloide hasta nuestros días y ello explica por qué en Venezuela la libertad de los esclavos se realiza con José Gregorio Monagas en 1854 a pesar de haber sido propugnada desde el comienzo de la independencia. No evoluciona ampliamente nuestra economía y coexisten LATIFUNDIO.indd 33 33 29/5/09 08:40:09 Latifundio 34 Miguel Acosta Saignes en ella como fuerzas predominantes el latifundismo, la producción artesanal o precapitalista, el alto comercio en manos extranjeras y el pequeño comercio criollo. En etapa atrasada de nuestro desarrollo económico, nos invade el imperialismo, etapa superior del capitalismo. Créanse así especiales condiciones a nuestra economía, la cual deviene de feudaloide en semicolonial. Los inversionistas extranjeros fueron recibidos con los brazos abiertos por la oligarquía criolla, y si el régimen político sustentado por un sistema económico con acentuados rasgos de feudalidad oprimió a las masas venezolanas, el contubernio de latifundistas e imperialistas crea nuevas condiciones igualmente desfavorables para los trabajadores venezolanos. La agricultura se vuelve aún más descuidada; los métodos rudimentarios se mantienen en el campo, los chupópteros ceden complacientes cualquier extensión de subsuelo ante los extranjeros insaciables; la colonia de los tiranuelos se regocija ante las chequeras espléndidas de los magnates, y la oligarquía feudaloide, que ha detentado los medios de producción sin pensar nunca en cualquier ascenso posible, se agarra desesperadamente a los nuevos dispensadores de oro. Nuestra ubicación económica Predominan en los países americanos el capitalismo financiero, en forma de inversiones imperialistas, y el latifundismo, con un interés común: la explotación desmesurada de los trabajadores. Tienen a veces intereses opuestos, sin llegar a ser antagónicos y marchan en constante relación. Por ello debemos examinar, siquiera someramente, algunos puntos de contacto, en la estructura económica venezolana, de esos dos grandes sistemas de opresión de nuestras masas. LATIFUNDIO.indd 34 29/5/09 08:40:09 Imperialismo y latifundismo La aparición de los capitales imperialistas desempeña en nuestros países papel semejante al de la Revolución Industrial 5. En el campo encuentran la fuerza de trabajo necesaria. En Venezuela el proceso ha sido muy claro. Mil y mil trabajadores sin tierras, hombres desposeídos por la creciente del acaparamiento latifundista, fueron el elemento apto para incorporarse al trabajo ofrecido por las compañías petroleras. Al principio, la incorporación obrera resulta sumamente fácil. Para nuestros campesinos, sometidos a la más espantosa miseria, los salarios del infierno petrolero significaban una vida más estable, no sometida a las vicisitudes inherentes al campo. Luego, los trabajadores comienzan a sentir cómo, a pesar de las apreciaciones del principio, no se les da ni remotamente lo que es justo. Surge entonces un vigoroso núcleo, dispuesto al combate. La servidumbre en que había vivido y permanece el trabajador del agro venezolano, permitió a las Compañías mantenerle en condiciones malísimas: sin higiene, sin luz, sin agua potable. Cuando la disciplina y la conciencia obrera crecieron, el despotismo político reinante impidió el comienzo de la lucha culminada luego con la admirable huelga petrolera de diciembre de 1936. 5 LATIFUNDIO.indd 35 35 Entiéndase que solo hacemos esta afirmación en lo relativo a la creación de un proletariado organizado. En otros aspectos, las cosas suceden de manera muy diferente. El imperialismo obstaculiza, deforma, el desarrollo normal de las fuerzas económicas nacionales. En cambio, el proceso de la revolución burguesa se ejerce de muy diferente manera. Marx y Engels lo expresan así: “La burguesía ha ejercido en la Historia una acción esencialmente revolucionaria. Allí donde ha conquistado el poder ha pisoteado las relaciones feudales, patriarcales e idílicas. Todas las ligaduras multicolores que unían al hombre feudal a sus superiores naturales, las ha quebrantado sin piedad para no dejar subsistir otro vínculo entre hombre y hombre, que el frío interés, el duro pago al contado...”. 29/5/09 08:40:09 Latifundio Miguel Acosta Saignes Antagonismos y coincidencias 36 Si se repartieran tierras a los agricultores, latifundistas y magnates petroleros deberían, conjuntamente, modificar un tanto sus procedimientos. Ambos se verían obligados a ofrecer mayor amplitud a sus trabajadores ya que éstos podrían entonces vivir por propia cuenta. Por ello, toda idea de reforma agraria encuentra resistencia en unos y otros. Defienden intereses comunes. Otras veces, opositores en cierto sentido, encuentran manera de armonizar. En un comunicado del Banco Agrícola, en mayo de 1937, se aseguró que el 90% de las propiedades inmobiliarias se hallaban gravadas en Venezuela. Aparte de los gravámenes realizados por el propio Banco, una mayoría lo está por bancos extranjeros. De esta manera, el latifundismo viene a depender también del capital imperialista y a tener con él aparentemente, intereses opuestos. Sin embargo, lo que conviene al terrateniente es conservar sus rentas y entonces se hace aliado de la finanza extraña, para obtener el mayor provecho posible. Así, por ejemplo, en el cambio. Interesa a los magnates del aceite la depreciación de nuestra moneda: exportadores de la totalidad del petróleo extraído, tienen que importar dólares para el pago de salarios e impuestos. Al gran latifundista exportador, es grata la medida, pues recibe mayor número de bolívares por sus productos, pagados en dólares en los mercados extranjeros. Argumentan de las más diversas maneras para demostrar la conveniencia del bolívar depreciado y pretenden convencer que el interés de unos cuantos explotadores es el de las mayorías venezolanas. Así marcha muy junta la pareja terrible: somos país semicolonial, porque la independencia económica es un mito, ante el capital imperialista, que agarrota la libre LATIFUNDIO.indd 36 29/5/09 08:40:10 Imperialismo y latifundismo concurrencia y opera a su antojo con los elementos condicionadores de precios y cambios. Y somos país semifeudal por el régimen de la tierra. Ambas condiciones se oponen a la libre marcha de la democracia en América. Entre nosotros ha quedado bien palpable la influencia de ambos factores. Las numerosas demandas contra las compañías petroleras y los datos de cómo violan, usando numerosos subterfugios, diversas disposiciones legales, indican claramente cuáles han sido sus procedimientos. En cuanto a los latifundistas, veremos en los capítulos posteriores cuáles métodos de opresión emplean, sobre las masas campesinas. Números terribles En la balanza comercial del país aparecen de nuevo juntos el Imperialismo y el Latifundismo como causa de grave mal. En 1933 la exportación total venezolana ascendió a la suma de 613.305.555,64 bolívares. Para el petróleo correspondió un montante de 553.208.674,54 bolívares. Véase por consiguiente, la enorme cantidad de la exportación controlada por el capital extranjero y de la cual solamente se beneficia el país en una quinta parte, que vuelve en concepto de diversos pagos. Así, Venezuela participa en porción ínfima en lo que su suelo da y extraen sus masas trabajadoras. El 80 7/10 por ciento fue exportación de petróleo crudo. Dos y medio por ciento más, correspondió al gas oil; a la gasolina 1 2/3 por ciento. Además, hubo una exportación de oro correspondiente al 1 3/4 por ciento. Al café, cacao y otros productos agrícolas correspondió solo 8 29/360 por ciento. Las compañías petroleras, naturalmente aprovechan esta supremacía en todo aquello que las voluntades tornadizas de los gobernantes consienten. LATIFUNDIO.indd 37 37 29/5/09 08:40:10 Latifundio 38 Miguel Acosta Saignes Extendamos nuestro examen a la porción de exportaciones no petroleras. Ocupa el café, en el mismo año considerado, el 55 y medio por ciento; el oro 18 por ciento; el cacao 15 3/5 con un total de solo Bs. 64.301.179,48. La importación, en cambio, llegó a bolívares 143.266.966,35. ¿De qué manera equilibrar esta desigualdad? La respuesta ha sido idéntica en todas partes; intensificando la agricultura. En el año de 1936 existió una circunstancia semejante. Correspondieron a la exportación total Bs. 768.462.868,53. A la “netamente venezolana”, no petrolera, solo Bs. 84.236.973,92. Se importaron artículos por valor de Bs. 164.634.906,80. De este modo, hay balanza comercial desfavorable en Bs. 80.397.932,88. En 1937 la cifra de exportación fue de Bs. 871.462.781. De estos Bs. 770.042.102 corresponden al petróleo y 20.800.000 al oro. El Gobierno trató de poner algún remedio decretando subsidios y primas para los agricultores, método que no dio resultado apreciable en cuanto a un mejoramiento de las condiciones generales de la agricultura y del campesinado se refiere, a pesar de que en tales procedimientos se empleó la suma —en 1936— de Bs. 21.476.378,34. Esta clase de tratamientos no puede remediar a la agricultura venezolana. En efecto, esas primas y subsidios han ido siempre a parar a los bolsillos de los latifundistas, sin mejorar por ello la suerte de los trabajadores. Tampoco se ha empleado ese dinero en el tratamiento científico de la tierra o la adquisición de maquinarias. A pesar de esos veintiún millones, continuó el pago en fichas y la desolación por haciendas y latifundios. Es un reparto de tierras lo que puede poner remedio y crear las bases de una independencia económica básica para el funcionamiento democrático. LATIFUNDIO.indd 38 29/5/09 08:40:10 Imperialismo y latifundismo Remedio común Cualquier legislación protectora del trabajador venezolano disminuye las prerrogativas de los terratenientes e imperialistas. La demanda introducida por las compañías petroleras, contra una medida de indemnización, pautada por la Ley del Trabajo, muestra un aspecto más de intereses coincidentes entre el capital extranjero invertido en el país y el latifundismo, timorato e insaciable a la vez. En efecto, una Legislación del Trabajo siquiera medianamente correcta, da fin a diversos aspectos gratos a los extorsionistas. En la vigente, se prohíbe el pago en fichas, se habla de la fundación de escuelas, de servicios higiénicos, de indemnizaciones. Contra ellas se han alzado los invasores económicos ante la sonrisa aprobatoria de los terratenientes, quienes hasta ahora se han escudado en la ignorancia de los peones, a los cuales no suministran conocimiento alguno. 39 Una mentira y un peligro Si examinamos nuestros presupuestos en lo que va de siglo, obtendremos datos que, a primera vista, podrían parecer halagadores acerca de la intervención de los capitales extranjeros. En efecto, el promedio de gastos anuales, para la primera década del siglo XX, es en Venezuela, de 49 millones; asciende en la segunda a 59 y alcanza en el período 1921-30 a 146 millones y en 1931-35, a 148. Coincide la súbita elevación del tercer período con la explotación del petróleo, y un razonamiento superficial haría pensar solo en excelencias. Dejemos el análisis al señor José Vandellós, quien fue contratado por el Ministerio de Hacienda para LATIFUNDIO.indd 39 29/5/09 08:40:10 Latifundio Miguel Acosta Saignes realizar un estudio de nuestra situación económica. Se expresa con suma claridad: Durante los años anteriores a la explotación en grande del petróleo, las exportaciones venezolanas cubrían el monto de las importaciones, las demás partidas desfavorables del balance de pagos y todavía quedaba un remanente que se traducía en oro acuñado. Un los últimos años, el resultado viene a ser el mismo, pero las exportaciones solo representan una tercera parte del activo, ya que las otras dos terceras partes las cubren los giros de las compañías petroleras. Es decir, que el comercio exterior de Venezuela se basa en un elemento más o menos aleatorio, independiente de su economía interna en gran parte y que escapa a las directivas de cualquier política económica que fije el Gobierno. 40 Más adelante habla intensamente de lo que significa esta deformación de nuestra economía como peligro de una bancarrota, en los términos siguientes: Existe sin embargo, una inseguridad, no para el futuro próximo sino para tiempos más alejados. En un mundo agitado como el actual, con afanes autárquicos crecientes, que empujan a la creación de productos sintéticos, se ha de temer siempre que suceda algo parecido con el petróleo, a lo que acaeció con los nitratos o el caucho silvestre. Los países que disponen de yacimientos tan ricos, son en cierto modo como personas que hayan logrado el premio mayor de una lotería, cuya futura felicidad depende del modo como sepan adaptar su nueva posición a sus antiguos hábitos de trabajo. Un individuo puede estropear su vida, pero un país no, porque a la generación actual se eslabonan las generaciones LATIFUNDIO.indd 40 29/5/09 08:40:10 Imperialismo y latifundismo futuras, por cuya felicidad ha de preocuparse el Estado. Las virtudes que adornan al pueblo venezolano harán sin duda que su creciente fortuna sirva para consolidar sus antiguos medios de creación de riqueza y desarrollar otros nuevos factores. El temor de que estos ingresos que hay parecen tan seguros y con tendencia a aumentar pudieran un día cesar o desaparecer debieran darles un carácter extraordinario, que los orientara hacia inversiones también extraordinarias destinadas a aumentar la capacidad de producción del país .6 Fragmento de unas declaraciones de Frank A. Howard, Presidente de la Standard Oil Development Company, fechadas en Nueva York, 1937, y aparecidas en El Universal: Del esfuerzo intensivo han surgido dos variedades del sistema de hidrogenación con el cual se convierte en petróleo el carbón de piedra. La primera es aquella en que se comienza por convertir el carbón de piedra en gases, a los que se pone en contacto con catalizadores que los 6 LATIFUNDIO.indd 41 41 Para que se vea cómo la necesidad de intensificar la producción agrícola y cómo el problema de nuestra economía, debilitada por las causas que se citan, son reconocidas por los propios capitalistas venezolanos, copiamos un comentario del señor Vicente Lecuna, aparecido en el número 263, del Boletín de la “Cámara de Comercio, de Caracas”. Al referirse a los datos sobre exportación e importación del año 1934, escribe el señor Lecuna: “Vemos en ellos que el valor del café y del cacao exportado apenas alcanza a 39.000.000 de bolívares y los demás productos exportados del país, sin contar el oro en bruto, pertenecientes a compañías extranjeras, sumaron solo Bs. 9.000.000. Total cuarenta y ocho millones de bolívares, cuando en años pasados, antes del petróleo y antes de la inflación, la exportación normal de Venezuela pasaba de 100.000.000 de bolívares. Esta disminución de valores explica el malestar profundo de la agricultura y del comercio, e indican que Venezuela necesita desarrollar otros productos, bien para su propio consumo, como manteca, arroz y otros semejantes, o bien de exportación, tales como tabaco, ganado, algodón, etc., que compensen la disminución de sus entradas por la baja del café y del cacao”. 29/5/09 08:40:10 Latifundio Miguel Acosta Saignes transforman en líquidos de gran peso molecular. En la fabricación sintética del metanol y otros alcoholes, el procedimiento es práctico desde el punto de vista comercial. No así todavía, aunque es muy probable que muy pronto ocurra tal cosa en limitada escala, en lo que respecta a la fabricación de los hidrocarburos líquidos. La otra variedad es la que consiste en extraerle a la hulla, por medio de un disolvente, el alquitrán y combinar éste con el hidrógeno, obteniéndose así petróleo. No es posible predecir aún si haya de emplearse o no este procedimiento en escala comercial. 42 Aun puede ser considerada la cuestión desde otro ángulo. Supongamos muy lejano el peligro expuesto por el señor Vandellós. Nos queda el interés vital de no ser colonia económica, de independizar nuestra propia finanza. Para ello, las ganancias obtenidas por el petróleo han de ser aprovechadas en sentar las bases de un desenvolvimiento autónomo de nuestra economía. Pero no ha sucedido así. Por el contrario, toda otra rama de la exportación se ha vuelto raquítica y algunas han desaparecido. En el mejor de los casos, la exportación de ciertos productos permanece estacionaria. Colonia económica, lo somos consecuencialmente en política. El imperialismo, es claro, trata de mantener y agudizar nuestra dependencia y los Gobiernos de tiranuelos se han esforzado en complacerle, así como los latifundistas, empeñados solo en el logro de pingües ganancias. Cómo hemos marchado hacia la dependencia casi exclusiva del petróleo, se evidencia con las cifras siguientes: antes de la guerra, el orden en la exportación es como sigue: café, cacao, balatá, cueros, oro, ganado vacuno, sarrapia, dividive, maderas y papelón. LATIFUNDIO.indd 42 29/5/09 08:40:11 Imperialismo y latifundismo Veamos en el mismo orden expuesto la marcha de los productos: CAFÉ. De segundo país productor de ese fruto, Venezuela ha pasado al sexto lugar. Se comprueba el descenso en el siguiente cuadro7: Año Por ciento de la producción mundial de suaves Por ciento de la producción total del mundo Puesto de Venezuela entre los países productores 1910-11 15 4,3 2º 1915-16 18 4,6 2º 1920-21 16 4,9 3º 1925-26 10 3,7 4º 1930-31 9,7 3,8 4º 1933-34 5,4 1,4 8º 1934-35 7,5 3,2 6º (7) 7 LATIFUNDIO.indd 43 43 He aquí el cuadro completo elaborado por el Dr. Alberto Adriani. 29/5/09 08:40:11 Latifundio Año 44 Miguel Acosta Saignes Por ciento de la producción mundial de suaves Por ciento de la producción total del mundo 1860 5,8 1873 7,4 Su puesto entre los productores del mundo 1881-82 15 6,5 3º 1885-86 16 6,7 3º 1890-91 16 6,5 3º 1895-96 15 6,7 3º 1900-01 19 5,1 2º 1905-06 17 4,9 2º 1910-11 15 4,3 2º 1915-16 18 4,6 2º 1920-21 16 4,9 3º 1925-26 10 3,7 4º 1930-31 9,7 3,8 4º 1933-34 5,4 1,4 8º 1934-35 7,5 3,2 6º 1930-35 7,8 2,5 6 En 1913 nuestra producción era igual a la de Colombia; diecinueve años después la producción del país vecino triplica la venezolana. CACAO. Según el Boletín de la Cámara de Comercio de mayo, 1934, Venezuela representaba el 3,11 por ciento de la producción total de cacao del mundo. Su producción es estacionaria, puede decirse, desde hace más de 20 años. En 1908 exportaba 16.000 toneladas; en 1910, 17.300; en 1920, 17.600; en 1925, casi 23.000; en 1935, 17.500. LATIFUNDIO.indd 44 29/5/09 08:40:11 Imperialismo y latifundismo En 1930 la producción total de Venezuela fue de 17 por ciento menor que en 1929; la de 1931, 20 por ciento menor que la de 1930; la de 1932, 15 y medio por ciento menor que la de 1931 y la de 1933, 5,9 por ciento menor que la de 1932. Se calcula que para marchar al ritmo del consumo mundial, la producción venezolana de café y cacao ha debido incrementarse en 70 u 80 por ciento. BALATÁ. En el quinquenio 1908-13 se exportó por valor de 9.400.000 bolívares y en 1931 bajó la suma exportada a solo 46.740 bolívares. Cueros. Las cifras muestran un descenso vertiginoso en la exportación: Año Kilogramos Valor en bolívares 1929 1.905.487 3.537.964 1930 1.433.949 1.706.568 1931 1.288.375 1.204.637 1932 1.085.774 773.714 1933 1.014.784 655.937 45 ORO. Ocupa ahora el tercer lugar pero “está en gran parte en manos de compañías extranjeras” 8. GANADO. Su importancia disminuye en los últimos años de manera alarmante en nuestra balanza comercial. El 8 LATIFUNDIO.indd 45 La Compañía New Goldfields exporta ella sola, el 60 por ciento del oro venezolano. Del otro 40 por ciento, buena parte está en manos de capitales ingleses, franceses o estadounidenses. En 1936, las compañías venezolanas Odremán y Cía., y Rosales y Cía., abandonaron la explotación aurífera. Innecesarios nos parecen los comentarios sobre la influencia que en los obstáculos a ellos presentados puedan tener los invasores económicos. 29/5/09 08:40:11 Latifundio Miguel Acosta Saignes porcentaje presentado en el total de exportación es así, para diversos períodos: 1908-13 18,8 por ciento 1913-23 23,3 por ciento 1923-28 21,9 por ciento 1933-35 8,9 por ciento Sarrapia Disminuye de 15 por ciento en la exportación total, período 1908-13, a 4,3 por ciento en 1933-35. Dividive 46 Disminuye de 7,5 por ciento en 1908-13 a 0,7 por ciento en 1935. Maderas Solo ésta aumenta, de 0,4 por ciento a 0,7 por ciento en 1933-35. Papelón Del 10,6 por ciento, en 1923-28, baja a 0,6 por ciento en 1933-35. Todas estas cifras demuestran cómo Venezuela depende cada vez menos de sus antiguas fuentes de vida, sustituidas hoy por la renta petrolera. El peligro de una dependencia tal, queda bien a las claras, recordando casos como el de Cuba, cuya principal industria —el azúcar— está en manos imperialistas. Permítasenos una breve referencia a la Isla de Martí: LATIFUNDIO.indd 46 29/5/09 08:40:11 Imperialismo y latifundismo En 1924 se produjo un descenso terrible en la vida económica de la Isla, por las dificultades creadas a la producción de azúcar, como el establecimiento de tarifas excesivas, la acumulación, etc. Se agudizó la crisis en 1931, cuando los aranceles “Hawley-Smoot” aumentaron la tarifa a los productos cubanos. La exportación cubana era en 1924 de $382.193.000 y en 1933 solo alcanzó a $57.743.000, o sea una disminución de 85 por ciento. Como es de suponer, el pueblo cubano estaba con las manos atadas, pues el azúcar dependía completamente de los intereses extranjeros. Para que se vea el desastre de la economía cubana, a consecuencia de las dificultades creadas a la exportación azucarera, es decir, su producto básico y primordial, presentamos las cifras de 1925 a 1933, en millones de pesos: 47 Año Exportaciones Importaciones Total 1926 260,8 301,7 562,5 1927 257,4 324,4 581,8 1928 212,8 278,1 490,9 1929 216,2 272,4 488,6 1930 160,5 167,4 327,9 1931 80,1 118,9 199,0 1932 41,0 80,7 131,7 1933 42,4 84,4 126,8 He aquí un ejemplo de lo que puede acontecer en Venezuela, si no vigoriza sus fuentes de producción agrícola. LATIFUNDIO.indd 47 29/5/09 08:40:11 Latifundio Miguel Acosta Saignes Otra analogía con Cuba 48 Si podemos hablar de intereses coincidentes en nuestro país, entre el Latifundismo y el Imperialismo, claro que ellos son más estrechos cuando el capital extranjero llega a cultivar caña, bananos u otro producto agrícola, como en Costa Rica, Cuba, etc. En ésta, el antiguo régimen de la tierra se modificó por la primera intervención de los Estados Unidos. En efecto, después de oír el informe de una Comisión nombrada por ellos, el General Wood decretó el reparto de las haciendas comuneras, modificando intrínsecamente el sistema de propiedad de la tierra. Sobre tal procedimiento escribió la Comisión nombrada por la Foreing Policy Association: “No nos consideramos capacitados para opinar sobre esta cuestión tan eminentemente técnica; pero nos parece que el establecimiento de este sistema de propiedad individual echó la simiente para el desarrollo de la moderna corporación y de los actuales latifundios, que no habrían sido posibles de haber continuado en efecto el antiguo sistema de posesión de la tierra”. Las compañías azucareras han preferido el cultivo extensivo y por ello mantienen enormes cantidades de terreno. Para 1933 se calculaba en el 30 por ciento del territorio total cubano, la extensión poseída por las compañías imperialistas y el Informe ya citado dice al respecto: “Ahora que parece cierto que Cuba tiene que permanecer indefinidamente dentro de un límite de 3.000.000 de toneladas de zafra, resulta evidente que una gran porción de las actuales fincas azucareras de Cuba podrían trabajar con la eficiencia actual aunque solo tuvieran alrededor de dos quintas partes de las tierras que poseen, o tienen en arriendo, o controlan”. LATIFUNDIO.indd 48 29/5/09 08:40:12 Imperialismo y latifundismo Entre nosotros, no se trata de cultivos agrícolas, pero las compañías petroleras han obtenido también enormes concesiones que no utilizan, creándose así conflictos como el del Distrito Bolívar del estado Zulia. The Beacon Sun, Co. obtuvo 700.000 hectáreas; la Andes Petroleum Co., 1.778.240 hectáreas; la British Controlled Oil Field acaparó de 1918 a 20, 15.000 millas cuadradas y en 1932 tenía además en el estado Falcón 3.000 millas cuadradas; la Lago Petroleum Co., controlaba en 1932 1.600.000 hectáreas. De esta manera, han caído en poder suyo grandes extensiones donde antes se asentaban campesinos venezolanos. Mucho se ha hablado del caso de Lagunillas, edificada sobre el agua, a causa de la negativa de las compañías a permitir edificaciones en sus tierras. Y el nombrado caso del Distrito Bolívar ha adquirido tales proporciones que fue presentado al Congreso de 1937, por los diputados zulianos. Se trata de un contrato celebrado entre el Gobierno de Gómez y la Venezuelan Oil Concession Limited, subsidiaria de la Royal-Dutch-Shell, mediante el cual ésta obtuvo todos los ejidos del Distrito. “La situación es tal —dijo el señor Belloso Chacín ante la Cámara— que no se dispone de tierras para el ensanche de la población (Cabimas), al extremo de que el Concejo necesitó construir un garaje y se vio obligado a arrendar un pedazo de tierra a un particular”. Fragmento del informe presentado por el Diputado Dr. Rafael Belloso Chacín, al Congreso de 1937, denunciando el acaparamiento, por la compañía inglesa Venezuelan Oil Concession Limited, de las tierras ejidales del Distrito Bolívar : 49 Mas últimamente al problema económico que ha venido constituyendo para el Erario Municipal de Cabimas el auténtico despojo significado por este canon ridículo de Bs. 2 LATIFUNDIO.indd 49 29/5/09 08:40:12 Latifundio Miguel Acosta Saignes por hectárea de terreno de petróleo, se ha agregado un problema social serísimo. A la muerte de Gómez 4.000 campesinos ocuparon tierras ejidales en el distrito mencionado, tierras de las comprendidas en el aludido contrato de arrendamiento. Se trata de antiguos ocupantes de esas tierras, que tenían allí sus conucos, de los cuales vivían, de hombres con apetencia de una parcela para cultivar, a quienes habían expulsado de sus siembras las autoridades policiales. Estos campesinos, al morir el dictador Gómez, ocuparon de nuevo sus tierras, levantaron ranchos y comenzaron a cultivar de nuevo el suelo. La compañía no hizo oposición, porque se trataba de aquella época en que procuraban hacerse olvidar su pasado de arbitrariedades con una actitud conciliadora y amplia. Hoy, cuando esas empresas están volviendo a actuar con su antiguo estilo, pretenden desalojar a los ocupantes. El conflicto social, con magnitud muy seria, se ha planteado. Los campesinos se muestran dispuestos a no salir de esas tierras si el Gobierno Nacional no incendia sus ranchos o utiliza la fuerza pública. Se sienten con un derecho adquirido para vivir allí, donde nacieron, donde han trabajado toda su vida y donde tienen adherida toda su existencia. Ya se han presentado fricciones violentas entre los campesinos y los empleados de las compañías. 50 Las construcciones y pozos de la nombrada compañía no ocupan más de 4.000 hectáreas, pero conservan sus derechos sobre el resto, haciéndolos valer en forma dictatorial. Ante los Tribunales se ha introducido una demanda, pidiendo la nulidad de ese bárbaro contrato, que caracteriza muy bien las desmedidas complacencias del gobierno de Gómez para con los invasores económicos. LATIFUNDIO.indd 50 29/5/09 08:40:12 Imperialismo y latifundismo Identidad Se identifican, pues, los intereses latifundistas e imperialistas en la explotación organizada del trabajador, la tendencia a promover y sostener regímenes despóticos que perpetúan sus privilegios, el desprecio de los verdaderos productores, la opresión del proletariado y hasta en la posesión de grandes extensiones inutilizadas, que podrían producir el sustento de millares de familias campesinas. Nueva amenaza Lo que las compañías petroleras significan para los trabajadores en general y no solo para aquellos que estaban colocados bajo su inmediata férula, queda de relieve con la anulación de los apartes a), b) y c), del artículo 27 de la Ley del Trabajo, concedida a los magnates petroleros por la Corte Federal y de Casación, a principios de este año —1938—. De esta manera se anuló el derecho de los trabajadores a obtener una indemnización proporcional al tiempo de sus servicios, en caso de despido. El mismo alto tribunal, como para hacer olvidar la enorme conmoción que su fallo produjo, condenó a las compañías Mene Grande Oil Co. y Venezuela Gulf, a pagar 15 millones de bolívares, por concepto de impuestos no cancelados en largo lapso. Pero aparte de que allí apenas sí procedieron de acuerdo con la más estricta justicia, a poco les han hecho nueva y jugosa concesión al anular el artículo 49 de la Ley de Hidrocarburos que pautaba la obligación para las compañías de pagar íntegramente el impuesto aduanal de los artículos que importasen “no requeridos por la industria”. No podemos referirnos aquí en detalle al largo LATIFUNDIO.indd 51 51 29/5/09 08:40:12 Latifundio 52 Miguel Acosta Saignes historial de violaciones hechas a las leyes de todas clases por las compañías petroleras en Venezuela, y si hacemos esta pequeña disgresión es porque tales sentencias han venido a continuación de la anulatoria de la citada garantía de los trabajadores y porque el señalamiento de las complacencias de que son objeto las compañías en Venezuela sirven para hacer resaltar el peligro que representa la posible llegada al país de la United Fruit, que desde hace dos años viene haciendo esfuerzos por instalarse en tierras venezolanas. Si las compañías petroleras tienen tan funesta influencia sobre las masas campesinas y los trabajadores en general, puede pensarse lo que la explotadora de bananos iría a realizar en el país. La influencia de los magnates imperialistas es cada vez mayor en Venezuela en contra de los trabajadores petroleros. Contra lo que han afirmado periodistas desvergonzados recientemente, los obreros del Infierno Petrolero carecen de elementales comodidades. Y la represión contra el proletariado venezolano se ha dirigido muy especialmente contra ellos. En el mes de marzo de este año —1938— alrededor de mil obreros fueron concentrados en campos pertenecientes a las compañías, con el pretexto de que debían volver a sus regiones nativas los desocupados. Con fecha 10 de abril, la Unión de Trabajadores del Zulia se dirigió al señor Presidente de la República protestando contra el encerramiento de 200 trabajadores en un edificio que en el Distrito Bolívar había ocupado la Venezuela Oil Concession. De la Memoria de Fomento. — Documento No. 431 de la Dirección de Hidrocarburos —. Pág. 98: Los nombres de los agitadores suministrados por la compañía ya han sido dados al ciudadano Ministro. Al momento de escribir estas líneas nos informa el Gerente de LATIFUNDIO.indd 52 29/5/09 08:40:12 Imperialismo y latifundismo Maracaibo que ha recibido noticias de Casigua al efecto de que la pequeña guarnición de tropas que había sido enviada allí ha recibido órdenes de regresar inmediatamente a Encontrados, ya que entretanto nada se ha hecho para la remoción de los indeseables. p. p. The Colon Development Co. Ltd. W. T. S. DOYLE. Con tal descaro “presionan” los magnates petroleros al Ejecutivo. El imperialismo fascista y la tierra Para concluir este vistazo a las relaciones entre el imperialismo y el problema de la tierra, hemos de recordar cómo el imperialismo fascista, que ha comenzado a penetrar en América, busca también ansiosamente el camino de la tierra. Al mismo tiempo que solicitan la posesión de minas y yacimientos, no olvidan la importancia de los campos. En el Perú, la sola Negociación Alemana, perteneciente a imperialistas nazis, posee 40.000 hectáreas en el Valle del Chicama y otras grandes extensiones en la Provincia de Libertad. En el Brasil, la sola “Compañía Nipona de Navegación” posee en el Estado de Para más de un millón de hectáreas “para competir con la “Ford Co.” y la “Amazon Product Co.”, que en conjunto poseen más de dos millones de hectáreas”. Tanto en el caso de los germanos como de los nipones, se trata de asegurar tierras para instalar allí colonos de las respectivas nacionalidades, con el ánimo de crear “minorías” y poseer un contingente apropiado de elemento humano para mejor desarrollo de sus designios. Precisamente en el Perú existe una antigua colonia de cinco LATIFUNDIO.indd 53 53 29/5/09 08:40:12 Latifundio Miguel Acosta Saignes mil alemanes, que Hitler pretende ahora revitalizar, “con el propósito de crear núcleos nazis de penetración”. En Venezuela no existe por ahora penetración semejante, por parte de los países fascistas, mas citamos estos dos ejemplos de países americanos, para recordar cómo también en materia agraria es necesario estar alerta contra los intentos del imperialismo fascista, sobre todo ahora, cuando el Gobierno, con el Plan Trienal, se propone emprender ensayos de colonización con elementos europeos. Sobre esto insistiremos en capítulo posterior. 54 LATIFUNDIO.indd 54 29/5/09 08:40:13 III El latifundio en Venezuela LATIFUNDIO.indd 55 29/5/09 08:40:13 LATIFUNDIO.indd 56 29/5/09 08:40:13 En nuestro país hay una falta total de estadísticas. La ausencia de un catastro de tierras baldías —ahora se está elaborando uno— ha sido causa de que muchos hayan declarado suyas tierras de la nación, para explotarlas, cediéndolas a los pequeños agricultores en condiciones onerosas. Actualmente realízase un catastro de las propiedades. Antes, fue hecho uno solo, en 1932. Se encuentra en el Ministerio de Agricultura. A pesar de sus numerosos defectos, suministra amplia idea del reparto de la tierra en Venezuela. Para obtenerlo, se enviaron planillas pidiendo que se devolvieran con las correspondientes respuestas relativas a extensión de la finca, productividad, jornal de los trabajadores, etc. El renglón más comúnmente llenado fue el de la extensión. Los otros, o faltan o fueron falseados con diversas intenciones. Algunos propietarios, presas de la mayor desconfianza, asignaron a sus posesiones una productividad muy disminuida. Otros, pendientes de posibles subsidios, la exageraron. Nosotros utilizamos solo el dato relativo a extensión de las fincas, pues aclara el problema latifundista. Utilizamos los correspondientes a los Estados Aragua, Yaracuy y Miranda, pues cuéntanse entre los de mayor acaparamiento territorial. También presentamos el estado de la propiedad en las dos parroquias rurales del Distrito Federal. En Venezuela llegó el acaparamiento de la tierra, en los últimos años del gobierno de Gómez, a límites increíbles. Respecto de las propiedades de éste, se conoce aún poco, en cuanto a extensión. Para el catastro hecho en 1932 se omitieron totalmente las haciendas pertenecientes al Dictador, que eran verdadero tabú. Solo fueron incluidas LATIFUNDIO.indd 57 57 29/5/09 08:40:13 Latifundio 58 Miguel Acosta Saignes algunas de sus familiares. Sobre el latifundio gomecista, de enorme superficie, no pueden presentarse por ahora conclusiones exactas. El cálculo general es que poseyó más o menos una tercera parte de la tierra cultivada en el país. El latifundismo alcanza entre nosotros proporciones antes raramente superadas en otros países. Algunas cifras lo demuestran: en Croacia los más grandes latifundios fueron de 40.000 hectáreas. En Checoslovaquia los hubo de 200.000. De España, Cristóbal de Castro escribe: “de las 68.000 hectáreas que forman el término de Utrera, 54.000 pertenecen a 30 señores”. En Venezuela a cada paso encontramos latifundistas que poseen 10.000. Añade el mismo autor: “En Cádiz, del término de Jerez, con 50.000 hectáreas, corresponden a solo 23 propietarios, 25.000”. En el Distrito Federal, Parroquia Carayaca, de 69.316 hectáreas, corresponden 63.725 a solo 15 terratenientes. Señala luego a poseedores de 14 a 16.000 hectáreas. Recordemos solo la gigantesca Hacienda Mendoza, con 300.000. El carácter general del reparto de tierras entre nosotros es el siguiente: enormes latifundios, alrededor de los cuales subsisten algunos pequeños propietarios. Ya apuntamos antes cómo, en definitiva, los minifundistas de hoy vienen a ser los jornaleros de mañana. Con el objeto de mostrar detenidamente los caracteres de la propiedad territorial, en los estados ya dichos, verificamos una exposición por municipios y luego hacemos un resumen por distritos. Esto nos permite algunas consideraciones indispensables, en cuanto a las cifras presentadas. Podrían algunos objetar que ellas se refieren a 1932. Las creemos muy escasamente modificadas en lo referente a los grandes fundos. Si hubiera diferencias, están en todo caso a LATIFUNDIO.indd 58 29/5/09 08:40:13 El latifundio en venezuela favor del latifundismo, pues nadie ignora la marcha incesante del acaparamiento en todas las regiones venezolanas. Tan solo como ilustración, daremos el de la región de Guárico, en el estado Lara, donde en menos de diez años una sola casa de comercio ha expropiado a más de 90 pequeños agricultores. Estado Miranda Distrito Lander Municipio Ocumare. — Sin contar la ya nombrada Hacienda Mendoza, se reúnen Hs. 41.444, pertenecientes a 29 propietarios. Diez de ellos, con 36.242. De éstos, uno solo tiene 10.000 y otro 5.000. M. La Democracia. —Catastradas Hs. 12.794, pertenecientes a 24 propietarios. De ellos, uno posee 10.000, otro 2.100 y un tercero 250. Los veintiuno restantes en conjunto tienen 444. 59 En realidad, en nuestras consideraciones, tomamos como latifundistas a quienes posean más de 500 hectáreas. En el caso anterior señalamos uno de 250, para hacer resaltar la diferencia entre el total de los pequeños propietarios y las superficies pertenecientes a los otros. Distrito Páez Municipio Río Chico. — Hs. 6.647, con 27 propietarios. Uno posee 2.503; otro, 500; un tercero, 770; otro 400 y el quinto 700. Solo cuatro individuos reúnen 4.473 y restan 2.174 para los otros 23. LATIFUNDIO.indd 59 29/5/09 08:40:13 Latifundio Miguel Acosta Saignes M. San José. — Hs. 5.082. 34 propietarios. Uno, con 840; otro con 400 y un tercero con 540. Es de notar cómo algunos de los propietarios de este Municipio lo son también del anterior. M. El Guapo. —Hs. 6.376. 21 propietarios. Uno posee Hs. 3.000; otro, 500; un tercero 590 y otro 1.000. Solo cuatro reúnen, pues, 5.090 y para los 17 restantes quedan Hs. 1.286. M. Cúpira. — Hs. 27.647. Hay 32 propietarios. Diez reúnen Hs. 25.850. Restan 1.797, para los otros 22. Distrito Sucre 60 Municipio Petare. —Hs. 17.125. Ps. 40. Once poseen 13.158. Restan para los otros 29, Hs. 3.967. M. Chacao. —Hs. 540, con 16 Ps. M. El Hatillo. — Hs. 17.417. Ps. 150, de los cuales solo ocho poseen Hs. 12.500. Quedan repartidas entre los 142 minifundistas, 4.914. M. Baruta. — Hs. 790. Ps. 15. Distrito Plaza Municipio Guarenas. —Hs. 17.640. Ps. 29. Siete poseen 14.074 y los otros 22 en conjunto, 3.566. Distrito Paz Castillo Municipio Reyes Cueta. — Aparecen en éste Hs. 46.642, repartidas entre 31 propietarios. Uno posee Hs. 10.210; otro, 5.870 y los diez minifundistas del municipio reúnen solo 2.110. LATIFUNDIO.indd 60 29/5/09 08:40:13 El latifundio en venezuela M. Santa Teresa. — Hs. 5.452, con Ps. 31. De éstos, dos poseen Hs. 2.000 y los ocho mayores terratenientes en total 3.860. Para los 23 pequeños propietarios quedan 1.592. Distrito Zamora Municipio Guatire. — Hs. 53.596. Ps. 28. Uno con 12.000; otro con 500 y doce tienen fincas de menos de 500. El resto está constituido por terratenientes de más de 1.000 hectáreas cada uno. Distrito Urdaneta Municipio Cúa. —Hs. 29-301, con Ps. 55. Quince reúnen 21.488 y los cuarenta restantes 7.813. 61 Distrito Brión Municipio Higuerote. — Hs. 20.411, para Ps. 46. Cinco poseen 19.250 y 41, 1.161. M. Tacarigua. — Hs. 5.033, con Ps. 106. Uno, en el Valle de Urape, posee 3.000. Para los otros 105, un total de 2.033. Municipios Caucagua y Capa ya. — (aparecen reunidos en el Catastro). — Hs. 28.609, con Ps. 46. Doce reúnen 25.120 y para los otros 34 restan 3.489. Entre los latifundistas se cuentan uno de Hs. 4.000 y otro de 7.000. M. Aragüita. — Hs. 12.206, con Ps. 15. Seis poseen 11.415 y los otros nueve 791. M. Ribas. — Hs. 8.295, con Ps. 27. Cinco tienen 6.500. Quedan 1.795 para los otros 22. M. San Antonio. — Hs. 3.308, con Ps. 89. Dos reúnen 1.300. Los 87 minifundistas tienen en conjunto 2.008. LATIFUNDIO.indd 61 29/5/09 08:40:13 Latifundio Miguel Acosta Saignes Distrito Guaicaipuro Municipio Los Teques. — Hs. 8.771, con Ps. 38. De estos, cinco poseen Hs. 5.806. Hay una circunstancia digna de anotarse, pues se presenta frecuentemente: entre los poseedores de menos de 500 hectáreas, aparece, con 432, Vicencio Pérez Soto. Es muy frecuente encontrar entre los pequeños propietarios, nombres como éste, que significan enormes riquezas extraídas al pueblo. De manera que las pequeñas fincas también pertenecen en muchos casos a quienes en otras regiones son latifundistas. 62 M. Carrizal. — Hs. 2.063, con Ps. 21. Uno posee Hs. 1.500. Los 20 restantes, 563. M. San Diego. — Hs. 1.955, para Ps. 47. Uno con 1.000, es decir, más que los otros 46 reunidos. M. Paracotos. — Hs. 23.631, con 134 Ps. Ocho reúnen 16.654 y los otros 126, 6.977. Aquí hay un caso semejante al ya citado, pues entre los dueños de pequeñas extensiones cuéntase José Rosario Gómez, sobrino de Juan Vicente. M. Tácata.— Hs. 42.219, con Ps. 47. Los quince grandes terratenientes juntan Hs. 38.864 y los 32 minifundistas 3.355. Uno de los primeros posee él solo 11.000 hectáreas, o sea tres veces la porción total de los pequeños propietarios. Otro alcanza a 6.000 y un tercero a 5.000. Resumen: Aparecen catastradas 444.994 hectáreas. Un total de 1.178 propietarios, de los cuales 179 latifundistas. A éstos pertenecen un total de 376.156 hectáreas, o sea un 84,53 por ciento de la extensión total. Los 999 pequeños propietarios solo suman 69.838 hectáreas. LATIFUNDIO.indd 62 29/5/09 08:40:13 El latifundio en venezuela Estado Yaracuy Veamos ahora uno de los Estados donde es mayor el mal latifundista: Yaracuy. La pervivencia en él de los antiguos procedimientos, como el pago en fichas y vales, demuestra hasta la saciedad cómo no se trataba de un mal “gomecista”. Ello resulta de la tierra en escasas manos, del inmenso acaparamiento. Lo revisamos en la misma forma anterior, por Municipios, para dar luego el resumen por Distritos. Distrito Bolívar Municipio Aroa. — Hs. 4.120, con 112 Ps. Uno posee 2.000 y otro 500. Restan para los 110 pequeños agricultores, Hs. 1.620. 63 Distrito Bruzual M. Chivacoa. — Hs. 23.718, con Ps. 40. Seis latifundistas reúnen Hs. 21.549. A los 34 minifundistas corresponden Hs. 2.169. Entre los grandes terratenientes se cuenta uno con Hs. 14.000. M. Campo Elías. — Hs. 3.765, con Ps. 30. Uno con 1.730. Hs. 2.035 en total para los otros 29. Distrito San Felipe Municipio San Felipe. — Hs. 5.904, con Ps. 30. Cinco juntan 3.900 y los 25 minifundistas, 2.004. M. Cocorote. — Hs. 5.223. Ps. 62. Dos reúnen 2.200 y para los otros 60 quedan 3.023. LATIFUNDIO.indd 63 29/5/09 08:40:14 Latifundio Miguel Acosta Saignes M. Veroes. —Hs. 11.442. Ps. 106. Uno con 7.000; otro con 3.000 y solo 1.442 hectáreas para los 104 restantes. M. Albarico. — Hs. 34.282. Ps. 26. Los tres latifundistas reúnen Hs. 33.729 y uno solo de ellos posee 30.000. Los demás, cuyo número es de 23, poseen en total 553. M. San Javier. — Hs. 6.637, con Ps. 50. Uno tiene 5.000. Para los demás restan 1.637. Aquí, como en otros lugares, aparecen algunos antiguos áulicos de Juan Vicente Gómez, como propietarios de pequeñas extensiones. Distrito Sucre 64 M. San Pablo. —Hs. 4.976, con Ps. 38. Cuatro suman Hs. 3.160. Los demás —34—1.816. M. Rehabilitación. — Hs. 9.472, para 82 Ps. Tres reúnen 8.753 y para los 79 restantes hay Hs. 719. Guama. — Hs. 655, con 5 Ps. Distrito yaritagua Municipio Peña. — Hs. 56.726 con Ps. 43. Los 15 latifundistas reúnen Hs. 52.860. Para los 28 pequeños agricultores quedan 3.866. Distrito Urachiche Municipio Urachiche. — Hs. 16.080, con Ps. 62. Seis juntan 14.700. Para los otros 56, hay Hs. 1.380. Distrito Nirgua Municipio Salom. — Hs. 3.840, con Ps. 88. M. Tamerla. — Hs. 4.686, con Ps. 123. M. Nirgua. — Hs. 22.741, LATIFUNDIO.indd 64 29/5/09 08:40:14 El latifundio en venezuela con Ps. 249. Siete latifundistas juntan 8.957 y 242 pequeños propietarios 13.784. Distrito Federal Pudiera pensarse que en el Distrito Federal no existen condiciones análogas a las examinadas en los dos Estados que, aparte Aragua, parecen ser de los más victimados por el latifundismo. Sin embargo, también en el Distrito Federal hay acaparamiento semejante. Examinemos las dos parroquias rurales: Macarao. — Aparecen catastradas 10.519 hectáreas, con 146 propietarios. Los cuatro latifundistas suman 3.847, de modo que los 142 restantes poseen 6.672. La tercera parte del total está, pues, en manos de cuatro individuos, o sea el 36 por ciento de la superficie está en manos del 2,73 por ciento de los propietarios. Carayaca. — En esta Parroquia, el acaparamiento es enorme. Los grandes propietarios tienen en conjunto 63.725 hectáreas, en un total de 69.316. El número de esos latifundistas es de quince. Hay uno de 14.000 para la fecha del catastro examinado, otro posee 13.000, otro 10.000 y un tercero 8.000. El número de pequeños poseedores alcanza a 106, quienes se reparten una superficie total de 5.591 hectáreas. 65 Estado Aragua Aparece en el catastro de 1932 con suma irregularidad el Estado Aragua. Según pudimos inferir, a causa de las enormes posesiones de Gómez en esa región. Los Municipios en los cuales tenía sus fundos el Dictador, están en blanco. De todos modos, y a pesar de que por esto resulta LATIFUNDIO.indd 65 29/5/09 08:40:14 Latifundio Miguel Acosta Saignes incompleto, es bueno examinar la porción catastrada. En ella, la mayor parte de los propietarios son políticos del régimen de Maracay. A pesar de estar estas tierras en manos de ellos, se observa el mismo acaparamiento, es decir, que hay grandes extensiones en manos de unos cuantos, al lado de pequeños propietarios. Distrito Ricaurte Municipio La Victoria. — Hs. 51.666. Ps. 91. 21 de éstos poseen Hs. 38.540. Distrito Mariño 66 Municipio Sta. Cruz. — Hs. 2.860, con Ps. 23. M. Barbacoas. — Dice en el catastro “no vino”. M. Taguay.— Hs. 1.627, con Ps. 17. Aparecen muchas planillas sin datos. M. Camatagua. — Hs. 3.282, con Ps. 7. Distrito Girardot Municipio Girardot. — Dice “no vino”. Es Maracay y sus terrenos, corazón de los latifundios del “Jefe” (Juan Vicente Gómez). M. Choroní. — Tampoco fue catastrado, aunque aparece su nombre. M. Ocumare de la Costa. — 15.000 hectáreas, de un solo propietario. M. Cagua. — Hs. 1.763, con Ps. 8. Además uno de 1.000 y otro de 626. M. Turmero. — “No vino”. M. El Consejo. — Hs. 20.433, con Ps. 17. De estos nueve reúnen 19.200. LATIFUNDIO.indd 66 29/5/09 08:40:14 El latifundio en venezuela M. San Mateo. — “No vino”. M. Las Tejerías. — Hs. 53.092, con Ps. 25. Ocho reúnen 50.910. Hay uno con 25.000 y otro con 15.000, en tanto que a los 17 pequeños agricultores restan en conjunto, 2.182 hectáreas. M. Carmen de Cura. — Hs. 1.303, con Ps. 9. Además, uno de 4.000. M. San Francisco de Cara. — Hs. 3.643, con Ps. 25. Uno con 3.000 y quedan 643 para los demás. Distrito San Casimiro M. San Casimiro. — Hs. 3.147 para cuatro propietarios de los cuales uno posee 3.000. Distrito Zamora 67 Municipio Villa de Cura. — Hs. 40.465, con Ps. 60. De ellos, 26 reúnen Hs. 34.447. Por la ya señalada irregularidad, nos abstenemos para Aragua, del resumen por Distritos. Y antes de dar tal respuesta queremos insistir en que utilizamos estos datos por ser los únicos existentes en Venezuela al respecto, a pesar de los numerosos defectos de ese primer catastro de tierras realizado en Venezuela. LATIFUNDIO.indd 67 29/5/09 08:40:14 LATIFUNDIO.indd 68 55 329 35.872 17.640 52.094 53.596 29.301 77.862 78.639 444.994 Sucre Plaza Paz Castillo Zamora Urdaneta Brión Guaicaipuro Totales 53 45.752 179 30 31 15 16 29 7 19 20 12 propietarios Grandes 376.156 63.824 66.585 21.488 50.000 48.392 14.074 25.658 37.793 48.342 Hectáreas 999 257 298 40 12 33 22 202 94 41 propietarios Pequeños 69.838 14.815 11.277 7.813 3.596 3.702 3.566 10.214 8.959 5.896 Hectáreas 84,53% propietarios a los grandes perteneciente Porcentaje NOTA: Al lado de la columna “Grandes propietarios”, colocamos el número de hectáreas a ellos correspondientes y junto a la columna “Pequeños propietarios”, el número de hectáreas que éstos poseen. 1.178 287 28 62 29 221 114 54.238 propietarios catastradas Páez Total de Hectáreas Lander Distrito 68 Resumen del estado miranda Latifundio Miguel Acosta Saignes 29/5/09 08:40:14 LATIFUNDIO.indd 69 56.726 31.267 214.267 Nirgua Totales Sucre 16.080 15.103 San Felipe Urachiche 63.488 Bruzual Yaritagua 4.120 27.483 Bolívar Distrito Hectáreas catastradas 1.146 460 62 43 125 274 70 112 Total de propietarios 57 7 6 15 7 13 7 2 Grandes propietarios 1.620 110 63 261 118 28 56 453 1.089 2.500 23.279 54.829 11.913 52.860 14.700 8.957 169-038 45.229 22.310 1.380 3.866 3.190 8.659 4.204 Hectáreas Hectáreas Pequeños propietarios Resumen del estado yaracuy 78,9% Porcentaje perteneciente a los grandes propietarios El latifundio en venezuela 69 29/5/09 08:40:15 LATIFUNDIO.indd 70 Hectáreas catastradas 10.519 69.316 79.835 Parroquia Macarao Carayaca Totales 70 267 121 146 19 15 4 Total de Grandes propietarios propietarios 67.572 63.725 3.847 Hectáreas 248 106 142 12.263 5.591 6.672 84,64% Porcentaje Pequeños perteneciente propietarios Hectáreas a los grandes Resumen del distrito federal Latifundio Miguel Acosta Saignes 29/5/09 08:40:15 IV Régimen LATIFUNDIO.indd 71 29/5/09 08:40:15 LATIFUNDIO.indd 72 29/5/09 08:40:15 Servidumbre Sea cual fuere el lazo de relación entre propietarios de la tierra y trabajadores, existen dondequiera en Venezuela, iguales características: régimen semifeudal, de servidumbre. Carente por completo de posibilidades de iniciativa, el verdadero hombre de la tierra es siervo sometido a la voluntad omnímoda del señor terrateniente. En ninguna parte luce más mentirosa la decantada “libertad de trabajo” que en el campo, donde quienes prestan servicios se ven obligados a someter su vida a las tremendas condiciones impuestas. Allí es evidente el mito, gratísimo a los latifundistas, de la libertad de los contratantes. Como en todos los países americanos, en Venezuela permaneció sin grandes alteraciones el sistema latifundista de la época colonial, al realizarse el movimiento emancipador. Algunos gobiernos decretaron la donación de tierras a grupos indígenas, mas tales providencias jamás se cumplieron, repitiéndose en tiempos republicanos la inutilidad de disposiciones humanitarias, nunca respetadas antes, cuando eran código solo escrito, en muchos respectos, las Leyes de Indias. El acaparamiento territorial aumentó desmesuradamente en este siglo y sobre todo bajo el Gobierno de Juan Vicente Gómez. Si la propiedad de la tierra no se modificó sustancialmente menos lo hizo el régimen de trabajo. Los hombres continuaron sometidos a condición de siervos, prolongada hasta hoy, por los campos venezolanos. LATIFUNDIO.indd 73 73 29/5/09 08:40:15 Latifundio 74 Miguel Acosta Saignes Los esclavos, en tiempos coloniales, no eran, naturalmente, pagados en moneda. Algunas Reales Órdenes se dictaron, sin embargo, con el objeto de evitar la remuneración a los indios, en algunas regiones, con parte del mismo producto por ellos elaborado. Al cesar la esclavitud, los latifundistas, para no desembolsar dinero, idearon el pago en fichas, ardid mediante el cual continuaban dando al trabajador solo mercancías a precios exorbitantes y muy rara vez de buena calidad. De este modo la esclavitud del trabajador de la tierra se prolongó en todos sentidos y básicamente en el económico. Sin dinero le ha sido imposible tener siquiera la posibilidad de cambiar de sitio, de trasladarse de unas a otras haciendas. El sistema de fichas y vales, que solo sirven para los establecimientos del dueño de la hacienda, continúa vigente en diversas regiones venezolanas, a pesar de las disposiciones de la Ley del Trabajo de 1936. En ciertos latifundios se obliga, además, a los jornaleros a recibir, como mitad de su paga, los productos que el dueño dispone y en haciendas de León Jurado, uno de los más fieles tenientes de Gómez, se ha llegado a dar a los peones la carne de “cochinos lázaros”, o sea cerdos infectados de “triquinas”. Este monstruoso proceder resume el concepto de los terratenientes acerca de sus peones y al mismo tiempo indica el trato a que éstos se encuentran sometidos. El jornalero es para el terrateniente un animal, obligado a un rendimiento inhumano. En abril de 1937, el grupo “Acción Social del Táchira”, denunció al Concejo Municipal de San Cristóbal cómo peones de aquellas regiones son “dopados”, por medio del guarapo fermentado. Esta bebida alcohólica se les suministra con la intención de obtener un mayor rendimiento, bajo el efecto excitante. LATIFUNDIO.indd 74 29/5/09 08:40:15 Régimen Unido el procedimiento a las condiciones antihigiénicas de las habitaciones y a la pésima alimentación, viene a ser el latifundismo productor de gran parte del elevado porcentaje de tuberculosis existente. Según el informe citado, en las regiones andinas trabajan los peones desde las cinco de la mañana hasta las seis de la tarde. En los llanos, salen a las seis a.m. y regresan muy entrada la noche, debido a los procedimientos rudimentarios a que están sometidas en estas regiones las labores .9 En los Andes, recibe el trabajador del campo un salario oscilante entre Bs. 1,25 y 1,50, para los hombres. En las regiones centrales es por regla general de dos a tres bolívares y la mitad, o algo menos, para las mujeres. La vivienda del peón es una choza de cuatro metros de largo por tres de ancho, con techo de palmas y cuatro paredes de barro. Allí convive con sus familiares, cualquiera que sea el número. No hay camas, y por consiguiente duermen 9 LATIFUNDIO.indd 75 75 El señor Felipe Toledo, gran hacendado cafetero, publicó, en diciembre de 1933, un trabajo con el título “Costo del Café en Venezuela”. Examina allí minuciosamente los aspectos de ese costo. Copiamos los párrafos relativos a la vida de los peones: “Peonaje: El trabajo de cultivo y recolección del café se hace con el vecindario que vive en casas o ranchos diseminados en terrenos de la misma finca, donde hacen sus siembras particulares de maíz, caraotas, yucas, papas, cebollas, etc., obligándose en cambio, a dar tres días de trabajo por semana a la hacienda, y durante la cosecha de noviembre a marzo comprometiendo toda la familia a la recolección del café, todos los días de trabajo. Salario: Los trabajos de deshierbo o limpia de escardilla, o de machete, de los cafetales, se pagan ya sea por día de 8 horas, a razón de 2 bolívares los hombres (1 bolívar las mujeres o los niños) o por tareas, y la recolección del café por medidas de un almud (50 litros) al precio de 0,50 a 1 bolívar cada almud, puesto en la Oficina. Se pudo obtener trabajar con estos salarios tan bajos por haber instalado en la hacienda, bajo la inmediata y constante vigilancia del dueño, una muy bien surtida casa de comercio, cuyos muy moderados precios de venta eran igual a los más bajos de la ciudad, permitiéndole así a los trabajadores, con su salario, obtener lo necesario para su manutención”. 29/5/09 08:40:15 Latifundio 76 Miguel Acosta Saignes sobre montones de trapo viejo, y excepcionalmente en hamacas o chinchorros. Del estado sanitario puede juzgarse por esta manera de vivir y por las cifras de la mortalidad en los campos. Un promedio de 54 por ciento de las muertes en Venezuela son sin asistencia médica. La cifra aumenta en algunos Estados al 84 por ciento y la mayor parte de las víctimas de la “Enfermedad X”, como ha llamado el Dr. González Rincones a la falta de asistencia social, corresponde a las regiones rurales. En el campo no hay letrinas; el agua tomada es la misma de los riegos, porque los seres humanos son allí como plantas. En ningún latifundio se encuentra siquiera una escuela 10. Sin embargo, los señores latifundistas declaran con aire angelical, que no hemos entendido el problema agrario en Venezuela. Según ellos, los campesinos están dotados generosamente de “viviendas”. Llaman así a los habitáculos donde medio millón de personas mueren lentamente en la tierra venezolana. “Mientras dura la cosecha les damos habitación” —nos ha dicho uno. Y salta otro problema: ¿cómo viven los hombres y mujeres del campo cuando no es la época de las cosechas? “Como pueden”. Es la respuesta general a la trágica interrogación. Vivir “como pueden”, significa alimentarse de frutas, de raíces y hojas, como ha acontecido a veces en regiones del Llano. Semejante miseria alejó hacia tierras más hospitalarias a las mil familias venezolanas que obligadas por la miseria emigraron bajo la tiranía de Gómez a la región fronteriza del Arauca en Colombia y de cuya repatriación se ha estado hablando. 10 “Aun cuando se obtenga —escribe A. Loria, con palabras aplicables a nues- tro medio— la material asistencia de los niños pobres a la escuela, no por eso se alcanza que lleguen hasta un efectivo provecho, ya que la misma inanición que padecen, limita espantosamente sus facultades mentales”. LATIFUNDIO.indd 76 29/5/09 08:40:16 Régimen En algunos fundos, sabedores los dueños de cómo se alejarían los peones, obligados por la falta de alimentos, les suministran pequeñas parcelas donde pueden cultivar algunos frutos en la época del receso. Los señores latifundistas, que en esto obran por interés propio, siéntense confortados y hablan de generosidad y hasta de “justicia social”. Explotación organizada Llevan el nombre genérico de aparcería, todos aquellos sistemas de pago en frutos, que poseen la aparente ventaja de no obligar al trabajador a pagar sino de acuerdo con las cantidades cosechadas. El dueño de la tierra cede ésta y el aparcero da parte de la cosecha. En nuestros campos el sistema ha encontrado enmienda. Los latifundistas conceden una parcela para ser trabajada y calculan la productividad corriente, en tiempos normales. El trabajador se obliga a dar la mitad de esa supuesta producción y ha de pagarla aun cuando la cosecha no sea tal como fue calculada. En un terreno que pueda producir normalmente diez fanegas de maíz, por ejemplo, el campesino se compromete a pagar cinco. Mas, si la lluvia u otra circunstancia impide la recolección normal, de todos modos habrán de ser entregadas al dueño de la tierra las cinco fanegas. Muchas veces, los conuqueros se ven obligados a comprar las cantidades que han de pagar, porque la tierra no produjo, pero deben de igual modo cancelar su obligación. Aparceros, colonos, arrendatarios, pisatarios, no son sino diversos nombres aplicados a los siervos del campo venezolano. Oigamos la voz de un trabajador: José Antón, representante de los campesinos orientales ante el Primer LATIFUNDIO.indd 77 77 29/5/09 08:40:16 Latifundio Miguel Acosta Saignes Congreso de Trabajadores Venezolanos. Sus palabras fueron publicadas por la prensa caraqueña. Dice así: Hablo de la situación de los trabajadores de la tierra en Chiguana, Campoma y Guaracapo, en el Estado Sucre. Los pueblos a que aludo, tienen ahora como unos dos mil quinientos habitantes, en conjunto, que viven en las más deplorables e inhumanas condiciones, debido al dominio absoluto en esa región de latifundios, constituidos bajo la fenecida tiranía. La fuente esencial de vida de esas poblaciones es la explotación y labranza de madera. Hoy ven coartada, o por mejor decir, impedida, esa actividad, por el señor Sebastián Bertucci y el Dr. Minguett Leterón, quien se ha apropiado los terrenos donde dichos trabajadores extraían la madera y se encuentran así imposibilitados para ganar el pan de sus familiares. El litoral de Chiguana tiene unas 2.500 hectáreas de terrenos baldíos, que razonablemente han debido ser concedidos a los ocupantes, desde largo tiempo, de esa región y que venían trabajándola desde tiempo inmemorial; pero bajo el régimen de Gómez los latifundistas aludidos, valiéndose de influencias de que gozaban, se adueñaron de muchos terrenos, dejando en la miseria a la población trabajadora a la cual vengo refiriéndome. 78 Varias veces los arrendatarios han propuesto la compra de esos terrenos, pero los sedicentes dueños no quieren perder su fácil renta. En otra región de condiciones análogas, en el Oriente, no era posible a los trabajadores ni siquiera el mejorar sus ranchos. Para ello, debían obtener un permiso especial del terrateniente y pagarle, además, un impuesto de su invención. LATIFUNDIO.indd 78 29/5/09 08:40:16 Régimen Aquí trátase de una especie sui generis de propietarios, quienes obtuvieron terrenos baldíos prevalidos de sus influencias políticas. La condición del arrendatario es semejante en estos casos y cuando se trata de hacendados. Si no paga, se le expulsa sin miramientos o se le embargan los animales que posea. Para ello no se tienen en cuenta si la cosecha ha sido buena o mala y ni siquiera si se ha perdido. El latifundista cobra siempre, en cualquier forma. Fragmento de un artículo publicado por el señor Manuel Blanas Rovero, en el diario Ahora de Caracas, en marzo de 1938, sobre el latifundismo en el estado Apure: El pisatario es otro de los instrumentos de superexplotación del campesinado, esgrimido por los oligarcas de la tierra. Se le cobra —en efectivo— piso por levantar un caney. El producto del conuco se reparte “por mitad” entre el amo parásito y el que siembra; y aun, la misma parte que le corresponde al conuquero, las más de las veces se ve constreñido a entregarla al latifundista por un precio irrisorio, o bien, en cuenta de adelantos, que adeude en la pulpería. Por encima de todo esto hay dueños que le imponen al pisatario como tarea “extra”: amansarle bestias, hacerle determinada cantidad de queso y ordeñarle tantas o cuantas vacas. Un exponente clásico del fenómeno de la concentración latifundista pudimos observar en Guardatinajas (estado Guárico). Este desdichado pueblo y sus vecindades, han devenido prácticamente en propiedad privada de un solo terrateniente: Pedro Sosa. Tierras, ganados, queseras, medios de transporte, pulperías, Jefe Civil, Juez, Maestro, Junta Comunal, todo, todo cuanto imaginarse pueda, animado o inanimado en el mundo material, está sometido a la férula implacable de este señor. LATIFUNDIO.indd 79 79 29/5/09 08:40:16 Latifundio 80 Miguel Acosta Saignes Así en todo el país. Lo mismo en Oriente que en el Centro, Occidente o Sur. El propio Ministerio de Agricultura hacía en diciembre de 1936, un llamado “a la prensa, a la radio, a los dirigentes de masas y, en fin, a la ciudadanía en general, para que emprendan la campaña necesaria, con objeto de exponer los perjuicios que para el capital y el trabajo se derivan de las condiciones usurarias impuestas a los trabajadores de la tierra”. Los perjuicios “para el capital”, son muy relativos. En cuanto a la petición del Ministerio indica cómo conoce el problema y elude su resolución, pidiendo una ayuda imposible, pues no se trata de persuasiones sino de hechos que precisamente le competen. Además, las autoridades del interior de la República se ocupan de secundar a los latifundistas y hacen muy poco caso del Comunicado Ministerial. En las regiones del Tuy, denominadas El Loro, Santa Rita, Las Adjuntas, Siquire y Suapire, los agricultores han pretendido formar agrupaciones y el Jefe Civil del Distrito ha declarado los posibles sindicatos bajo la jurisdicción de la Ley para garantizar el Orden Público. Los trabajadores del carbón están allí sometidos a las mismas condiciones de los peones de las haciendas. “Por cada 100 kilogramos, puestos cómodamente en la casa o depósito del dueño, éste paga al productor 3 bolívares, diciéndole que se los paga en realidad a cinco, pero que ha de descontarle los dos bolívares no entregados por el trabajador, por el desmonte de su terreno” 11. Cuenta el autor de la anterior observación cómo, a principios de1936,“cincuenta familias 11 De un artículo publicado por el Sr. Bernabé López Rodríguez. LATIFUNDIO.indd 80 29/5/09 08:40:16 Régimen de colonos” fueron obligadas a abandonar los terrenos que ocupaban en cierta finca, sin previo aviso. Un nuevo dueño se hizo cargo un día cualquiera de la posesión y sin plazo de ninguna especie echó a esas cincuenta familias. Así en todas partes y con todos los hombres que obtienen el sustento de la tierra. Peones o colonos, simples jornaleros o arrendatarios, es igual: sin amparo de ninguna especie y sometidos a la voluntad omnímoda de los terratenientes. En un inmenso fundo del Distrito Federal es notoria la conducta del propietario para sus peones y colonos 12. Quien se atrevía a ausentarse —en los años del gomezalato— era perseguido fieramente. Los calabozos y los azotes formaban eficaz parte del régimen, que no creemos se haya modificado mucho. 12 LATIFUNDIO.indd 81 En septiembre de 1934 se publicó en el “Boletín de la Cámara de Comercio de Caracas” una elogiosa nota sobre la “Hacienda Puerto la Cruz”, en la cual se dan interesantes datos sobre la organización de un latifundio. Trascribimos algunos fragmentos: “Como ejemplo de lo que puede la labor constante e inteligente, aplicada a nuestra naturaleza tropical, publicamos estos datos de una de las mayores fincas de nuestro país. Esta propiedad, del Dr. Alfredo Jahn, la mayor del Distrito Federal, tiene una superficie de doce mil hectáreas, está ubicada en el extremo occidente dé la Parroquia Carayaca del Departamento Vargas, lindando con el Estado Aragua por el Poniente y Sur y se extiende a las costas del Mar Caribe y hasta la cumbre más alta de la Cordillera del litoral. El actual propietario adquirió estas tierras en 1909 y ha fundado en la parte alta de ellas una de las mayores haciendas de café de Venezuela y una hacienda de caña, ambas provistas de modernas oficinas y maquinarias. Al efecto, ha sido menester atraer una numerosa población de hijos del país, los cuales, según el último censo levantado, alcanzan a 2.600 almas. Cada predio tiene un mayordomo que funciona a la vez como Comisario de Policía, dependiente de la Inspectoría General de Policía, ejercida por el propietario...” (nuestro). Esta organización feudaloide explica el pago en fichas y otras medidas análogas, productos de “lo que puede la labor constante e inteligente”, como dice la nota en referencia. 81 29/5/09 08:40:16 Latifundio Miguel Acosta Saignes La explotación organizada por los latifundistas adquiere diversas formas. Hay una especie de trabajador de la tierra, intermedia entre el colono o arrendatario y el peón. Oigamos a uno de ellos: Los amos de haciendas acostumbran darnos terrenos para que se los preparemos, preparación consistente en derribar montes y sembrar matas de cambur, frutos menores y árboles de café y de sombra. La cosecha de cambures pertenece a quien la siembra; y del maíz cultivado, debemos entregar al propietario una fanega por cada almud de siembra. Por término medio el almud produce tres fanegas. El propietario solo contribuye con la tierra. Todo lo demás corre por cuenta nuestra. Nos obligamos a trabajar en el fundo, en donde el salario es de Bs. 2,50 a 3, sin alimento. Este salario es pagado generalmente en mercancías y no se nos liquida sino los días domingo en la tarde 13. 82 Diversos sistemas se confunden en la denominación “colonos”. En Barlovento existe un sistema parecido al anterior, llamado “comiquear”. Es la tala y quema de una extensión en la cual el campesino siembra algunos frutos menores, dejando así preparado el terreno, después de obtener su pequeña cosecha, para las siembras mayores del propietario. En la mayoría de los casos, el régimen se ejerce por medio de contratos verbales. El analfabetismo es demasiado abundante en nuestros campos para hacer realizables las obligaciones escritas. Sin embargo, a veces éstas se realizan y no dudan los señores latifundistas en estampar las más leoninas condiciones. Veamos, como ejemplo magnífico, un 13 LATIFUNDIO.indd 82 Dr. Carlos León: “Tipo de vida campesina”. Diario Ahora. 29/5/09 08:40:17 Régimen contrato, publicado y comentado por la prensa, entre el Dr. Tomás Duarte, propietario de la Hacienda Los Caracas, en la región de Naiguatá, y el señor Victoriano Rivas, colono. Dice el contrato: San José… Yo, Victoriano Rivas, mayor de edad, de este domicilio, declaro que he celebrado contrato con el Dr. Tomás Duarte P., para sembrar de café los rastrojos que ya me ha entregado, a los cuales caben más o menos 5.000 matas de café, con su siembra de grano, en la Hacienda Los Caracas, propiedad del Dr. Duarte. Estas matas de café las recibirá el Dr. Duarte o el que fuere dueño de la hacienda, al ser frutales y cuando el dueño lo creyere conveniente, a razón de Bs. 320 el millar de matas frutales, con su sombra correspondiente; y mientras no los haya recibido y pagado el dueño de la hacienda, las disfrutará el fundador; lo mismo que todos los frutos menores que en dicho terreno se produzcan; quedando el fundador comprometido a vender con preferencia al dueño de la hacienda, todos los frutos menores que coseche, en igualdad de precio, y no tumbar sino lo que vaya a sembrar de café; y a sembrar de café todo lo que tumbe, a cuidar y resembrar lo sembrado hasta que le sea recibido, siendo motivo de la rescisión de este contrato, la falta de cumplimiento de dichas cláusulas. El café debe ser sembrado a tres varas de distancia una mata de otra y ser limpiado a escardilla para su entrega. Además, se le entregan en este acto... matas de café de dos años, para que las cuide hasta que se le reciban a razón de Bs. el millar y en las mismas condiciones de las matas que va a sembrar y… matas de un año, que se recibirán en las mismas condiciones de las que se van a sembrar. Los Caracas, 14 de febrero de 1926. Tomás Duarte, a ruego de Victoriano Rivas, por no saber firmar. LATIFUNDIO.indd 83 83 29/5/09 08:40:17 Latifundio 84 Miguel Acosta Saignes Examinemos este “contrato”: cinco mil matas con su sombra habrá de cuidar Rivas durante los cuatro años necesarios para obtener fruto. Trabajo enorme, por el cual el dueño en caso de que “lo creyere conveniente”, dará Bs. 1.600. La conciencia del señor latifundista permanece tranquila, al declararse que el trabajador tendrá “los frutos menores que en ella se produzcan”. Pero, además, se le adelantarán algunas cantidades de dinero, para necesidades indispensables y es seguro que al cabo del tiempo, ya no poseerá nada por cobrar en efectivo. Otros aspectos: el dueño de la hacienda recibirá las matas frutales “cuando lo creyere conveniente”, es decir, las tomará en tiempos de buena cosecha, con buen precio del fruto, o las dejará hasta darse esas condiciones. También el trabajador se obliga “a vender con preferencia al dueño de la hacienda, todos los frutos” menores que coseche, en igualdad de precio”. Las ventajas de esta preferencia obligatoria, para el dueño, no necesitan comentarios y en cuanto a lo de “igualdad de precios”, es una expresión ambigua, aprovechable por el latifundista. Enumeradas estas cláusulas que, como se ve, afectan solo al colono, se agrega: “será motivo de la rescisión… la falta de cumplimiento…” A eso se llama “contrato”. Ni una sola obligación es señalada al propietario. Después de diez años se publicó este documento en la prensa de Caracas. Aún estaba vigente. El campesino, deseoso de abandonar un terreno esclavizante, acudió a los periódicos, en busca de ayuda, pues el propietario se había negado a comprar todavía. He ahí una fuente de enriquecimiento fácil: la hacienda plantada y cuidada hasta que produce el fruto. Cuando éste es bueno y abundante, pasa a manos del señor ausentista, LATIFUNDIO.indd 84 29/5/09 08:40:17 Régimen quien “vive de su trabajo”, en la ciudad, mientras los campesinos sufren su terrible tragedia. Es así como se encadena a los campesinos por años y se obtienen, sin gastos de ninguna especie, los arbustos productores. Los colonos de la hacienda “Los Caracas”, añadieron algunos datos más, el 12 de marzo de 1936, al levantar el acta siguiente: Naiguatá, marzo, 12. 1936. — En esta fecha se declaró al Dr. Tomás Duarte opresor del elemento trabajador en “Los Caracas” —hacienda de su propiedad donde, según consta y hay pruebas escritas, pagaban con vales de Bs. 2,50 al peonaje, el cual no trabajaba sino tres días en la semana y era obligado a gastar los mencionados vales en la pulpería, donde cobra, desde hace diez años, el 300 por ciento más del valor de las mercancías de primera necesidad. Así, hasta la fecha no vieron en sus manos nunca un bolívar. —2º.— La Jefatura de Naiguatá nombró una Comisión de los Ciudadanos Héctor Gámez Palma, Lope Corso, Fidel García, Ramón Romero y otros, quienes pudieron comprobar que todo lo antedicho era cierto, conforme a las quejas de los vecinos de la mencionada “Los Caracas”. Avisado el Dr. Duarte comenzó a hacer los pagos en metálico 14. Hoy, doce del corriente, se acercan de nuevo los vecinos de la mencionada hacienda y expusieron: que fueron llamados por el Dr. Duarte, quien les notificó que la deuda que tienen con la mencionada hacienda, por víveres que les fueron suministrados mientras estaban haciendo su fundación, les ganará el 1 por ciento mensual; más que el 85 14 Otros, en cambio, se negaron rotundamente a pagar con dinero, alegando no poseer metálico. Un caso tal fue denunciado por nosotros públicamente, en un mitin celebrado en Caracas, en abril de 1936. LATIFUNDIO.indd 85 29/5/09 08:40:17 Latifundio Miguel Acosta Saignes terreno que toda hacienda cede a sus colonos, les ganará Bs. 30 anuales por tablón (cien metros cuadrados). Esta cláusula no estaba comprendida en los contratos de los cuales se pueden presentar originales. Además, estos contratos tienen diez años de hechos y hay cláusula de recibir las matas a Bs. 0,32, ya en cosecha, pero cuando Duarte “lo crea oportuno y conveniente”. Contestaron dichos colonos que, dado su estado económico, no pueden llenar esos requisitos, que les hace, solamente que les recibiera sus fundos (sic). Éste contestó que los recibiría cuando a bien lo tuviera, de acuerdo con las cláusulas de los contratos que se incluyen (semejantes al inserto arriba). De esta copia y de todas estas maldades, somos testigos: Jesús González, Gregorio Romero, Martín Orta M., Gámez Palma, Luis Escalante, Germán Prato. 86 Todos sufren iguales condiciones. La libertad de los colonos o arrendatarios es casi tan falsa como la de los peones. Y aun se han quejado los latifundistas del Zulia, declarando que los individuos no indígenas iban contra sus intereses, ya que no consienten en tan mísero salario como los indios. También los pequeños propietarios sufren la tiranía de los latifundistas vecinos. A ellos han de vender sus frutos por la falta de vías de comunicación. Además, a ellos acuden siempre, cuando las cosechas fallan, para el préstamo en garantía del cual se da la parcela. Como en la mayoría de las veces no puede cancelarse la deuda, el latifundio se enriquece y el pequeño propietario pasa a ser bracero de su antiguo vecino. Así marcha la concentración de la propiedad, mientras crece el peonaje campesino. Faltan estadísticas para un detenido estudio de la marcha del acaparamiento en Venezuela. Apenas se encuentran LATIFUNDIO.indd 86 29/5/09 08:40:17 Régimen algunos datos dispersos como el señalado por el señor F. de P. Álamo, en su obra El Cacao en Barlovento. Según escribe, en 1895 se estimaba en 200 el número de grandes haciendas en las regiones de Curiepe, Río Chico y Caucagua, es decir, en los Distritos Brión y Páez del Estado Miranda. Hoy, el número de propietarios de grandes fincas en esa región, solo llega a 53 y no porque el resto haya dividido en pequeñas parcelas sus haciendas, sino porque todas han confluido a pocas manos. Es la tierra en poder de unos cuantos favorecidos, la causa de la miseria del hombre del campo. “El régimen de trabajo está determinado principalmente, en la agricultura, por el régimen de propiedad”. Por eso, las condiciones de nuestros trabajadores del agro son miserables. José Carlos Mariátegui, quien también enfocó el problema de la tierra en el Perú, como demostración del régimen semifeudal imperante en su país, presenta un ejemplo que, al lado de los que a cada instante surgen en el nuestro, resulta poco impresionante. 87 En la Provincia de Anta —escribe— el propietario cede sus tierras en las siguientes condiciones: el arrendatario pone de su parte el capital (semillas, abonos) y el trabajo necesario para que el cultivo se realice hasta sus últimos momentos (cosecha). Una vez concluido, el arrendatario y el propietario se dividen por partes iguales todos los productos. Es decir, que cada uno de ellos, recoge el cincuenta por ciento de la producción, sin que el propietario haya hecho otra cosa que ceder el uso de sus terrenos, sin abonarlos siquiera. Pero no es eso todo: el aparcero está obligado a concurrir personalmente a los trabajos del propietario, si bien con la remuneración acostumbrada de 25 centavos diarios. LATIFUNDIO.indd 87 29/5/09 08:40:17 Latifundio 88 Miguel Acosta Saignes Entre nosotros observamos casos análogos y otros, más terribles, en los cuales el aparcero se obliga a dar, no la mitad de la cosecha, sino la cantidad que correspondería a esa mitad en caso de que la recolección produjese una cantidad normal. Por la falta de métodos científicos, las cosechas son muy irregulares y los agricultores se ven desposeídos, para la cancelación de sus deudas así adquiridas. En el Perú existen el “yanaconazgo” y el “enganche”. El primero es análogo a las formas de pago en frutos, llamado entre nosotros aparcería. El “enganche” es el sistema según el cual los trabajadores se comprometen a no abandonar su trabajo, mientras no se cumplan ciertas obligaciones, sin reciprocidad en otras del patrono. El “enganche” asume también otras formas, tanto en el país incaico como en el nuestro. Es el sistema de atar al trabajador, por medio de interminables deudas, cobrables a los hijos y hasta a los nietos. Así, los latifundistas esclavizan a los jornaleros indefinidamente. En Rusia existió análogo sistema, denominado “polevnichesto”, suerte de aparcería en la cual, la mayor parte de los frutos correspondía al Señor. En Colombia, grandes grupos de indígenas se han visto sometidos a igual tiranía. En la Europa Central existieron parecidos signos de feudalidad, hasta las Reformas de la Post-Guerra. Sombras de los llaneros Se quejan los llaneros. Siéntense sombras de los semicentauros de ayer. Sin embargo, la heroicidad de antes y la tristeza de ahora tienen un mismo origen: la falta de tierras. Tras de realistas y libertadores anduvieron indistintamente, en las guerras independentistas, llevados solo por el deseo de obtener alguna LATIFUNDIO.indd 88 29/5/09 08:40:18 Régimen propiedad. Tras Páez se fueron las legiones heroicas, con “hambre de tierras”. Siguieron luego a los caudillos de mil “revoluciones”, anhelantes siempre de la parcela para el conuco. Aun ese conjunto de hombres “sufre y espera”. En el Llano acontecen iguales cosas que en el resto de nuestros territorios rurales. También allí se expulsa a familias enteras de trabajadores; también ejercitan allí los latifundistas el “jus utendi et abutendi”, derecho de usar y abusar; también allí se emplean métodos rudimentarios. Un propietario del Alto Apure declara que “yo no crío gente sino animales”, y no recibe en sus fincas sino a hombres. Los familiares han de permanecer lejos; no quiere ver los hijos ajenos; repudia a las mujeres “porque traerían muchachos”. Durante meses, los campesinos llaneros no encuentran manera de ganar el sustento. En los tiempos florecientes del Llano, cada cual poseía ocho o diez reses y algunos, pequeños rebaños de algunas decenas. Hoy, como fruto del acaparamiento de la tierra llanera en pocas manos, solo hay miseria. Algunos latifundistas no permiten la posesión de animales y hasta los cerdos están prohibidos a los peones “porque hozan la sabana”. Ninguno piensa en mejorar a sus jornaleros construyendo pequeños cercados, porque mientras mayor sea la miseria, más fácil y barata conseguirán la fuerza humana. En el Llano trabajan en algunas regiones por salario diario. En otras se contrata a los peones por meses. Entonces, ganan los trabajadores entre Bs. 20 y 50 mensuales. La situación de los campesinos llaneros está muy claramente expuesta en el informe presentado por el señor Carlos Rodríguez S., ingeniero agrónomo, al Ministerio de Agricultura en 1936. Allí explica cómo los cultivos de algodón atraen cada vez menos a los cultivadores, porque “el algodón no es sino la ñapa de nuestros conucos”, debido a los métodos rudimentarios empleados en el cultivo. Calcula LATIFUNDIO.indd 89 89 29/5/09 08:40:18 Latifundio 90 Miguel Acosta Saignes el Sr. Rodríguez que en las 500 hectáreas dedicadas al algodón en el estado Apure, se logra una producción de 451 kilogramos por hectárea y considera muy baja esta cifra. Según asegura, el número de 150 cultivadores de algodón disminuirá pronto si no se les presta ayuda. “Hay que visitar los Llanos, —escribe— para poder darse cuenta de la cantidad de tierra agrícola, virgen, feraz, que podría repartirse. Por no tener medios, ni quién se los preste, muchos de los conuqueros tienen sus pequeñas siembras sin cercas, sin protección alguna para los animales. Algunos han cercado con pedazos de palo y lo que hacen es perder tiempo puesto que el ganado tumba fácilmente estas cercas 15. Aunque la ocupación general es en esas regiones la cría, ya se ve cómo algunos han tenido que buscar el sustento con otros arbitrios, muy poco eficaces, por los defectos generales, comunes a nuestros campos 16. 15 Sobre la necesidad de dividir los Llanos convenientemente, ha escrito el señor F. Calzadilla Valdez: “La conversión de las extensas sabanas apureñas en secciones limitadas, nos conduciría prontamente a la domesticación de nuestros ganados bravíos y realengos, relevaría al hombre y al caballo del áspero y fatigante trabajo de la sabana abierta, y favorecería el establecimiento de queseras menos rústicas, mejorando el queso criollo y abriendo margen a la fabricación de otros productos más en acuerdo con la época y, por último facilitaría el mestizaje tan ambicionado, el cual creemos alcanzar con la sola importación de sementales, sin preocuparnos gran cosa de las otras indispensables atenciones requeridas para realizarlo, sobre todo, la estricta vigilancia y la apertura del Herd-Book del hato o estancia”. 16 Durante el régimen de Gómez, cualquier Jefe Civil decidía correr unas cercas o daba autorización para ello a los mayordomos o encargados de los fundos gomecistas. Una cosa tal se ha presentado en El Rastro, Municipio del Distrito Miranda, estado Guárico. José Antonio Páez donó allí dos leguas y media de terrenos a los llaneros de la región en recompensa de su heroico proceder en las guerras de Independencia. Pero una posesión de Gómez denominada “La Maiquera”, se ha extendido violentamente hasta incluir en sus límites los terrenos de El Rastro. A la muerte del Dictador, los llaneros rompieron las cercas y el encargado de “La Maiquera”, enviado LATIFUNDIO.indd 90 29/5/09 08:40:18 Régimen De la carta de un compañero, desde el estado Guárico, fechada en junio de 1937: Esto es algo tremendo. Los sueldos oscilan entre Bs. 28 y 60 mensuales. En cambio, el gran propietario no rinde otro tributo al Estado que el impuesto de quesos: Bs. 2 por cada 64 Kgs. Los lotes de ganado que no pueden ser remitidos al centro, los “remata” el latifundismo. Lo propio hace con el queso. La reventa de estos “remates”, representa un 25 por ciento de las entradas anuales del latifundista y la consecuencial merma a las del pequeño criador. La explotación del trabajador es inenarrable. Baste un ejemplo: Un quesero gana Bs. 30 mensuales y produce 80 libras de queso diario. Este se vende, cuando más barato a Bs. 1,40 el Kg. El flete se calcula a Bs. 8 los cien kilos. En cuanto a las comidas del peón son dos diarias, compuestas de huesos y topochos. No se puede justipreciar el costo de tal alimentación en más de Bs. 0,25 diario, por cada peón. Una cosa se me olvidaba: todo lo que allí no pertenece a los latifundistas mandones es del Cura... 91 por el Banco Agrícola, ha intentado restaurar los arbitrarios límites. Actualmente cursa un litigio entre la Junta Comunal y los administradores de la finca. El perjuicio a la comunidad no reside únicamente en lo relativo a las extensiones de que se le priva. Hay dentro de ellas una laguna, utilizada para bebedero de los ganados. Las cercas impedían naturalmente tal uso, de forma que los dueños de algunas reses habían de recorrer, en tiempos veraneros, hasta 20 kilómetros para darles agua. LATIFUNDIO.indd 91 29/5/09 08:40:18 Latifundio Miguel Acosta Saignes Devorados por los ganados 92 En 1616 decía Tomás Moro en Inglaterra: “los hombres son devorados por las ovejas”. Referíase a la invasión de los campos por los grandes rebaños de los latifundistas. Preferían sacrificar tierras de excelente productividad, dejando de esa manera a los agricultores en la más espantosa miseria. En Venezuela los terratenientes emplean para potreros tierras de gran feracidad. Tal aconteció en la Hoya del Lago de Valencia, cuya extensión se calcula en 124.700 hectáreas. El Congreso de 1937 hubo de conocer del caso, para evitar el procedimiento con una legislación adecuada. Esta utilización se da en diversas regiones del país. Los campesinos de “El Ávila” presentaron una reclamación, por la prensa, en el mes de abril de 1937, en la cual aseguraban que “nuestros conucos eran acabados bárbaramente por el ganado que le echaron a propósito”. Así actúan los latifundistas, porque a ellos no interesa el cultivo de la tierra, sino la renta fácil y segura. Parafraseando a Tomás Moro podemos decir que en muchos sitios venezolanos los campesinos son devorados por los ganados. Los indios El problema del indio incivilizado es también el de la tierra. A 140.000 llegaba el número de indígenas en 1928. En la Guajira viven muchos, sufriendo sed y hambre. Muchas veces márchanse hacia Colombia, donde se han establecido, en localidades fronterizas, pozos. En haciendas del Zulia se les utiliza, así como en algunos otros campos, sin pagarles. Aguardiente y tabaco bastan para retribuir sus labores. A veces, en el mejor LATIFUNDIO.indd 92 29/5/09 08:40:18 Régimen de los casos, les asignan veinte bolívares mensuales, los cuales no llegan a ver nunca en efectivo, porque la deuda de ellos para el patrono, por los artículos que adquieren en concepto de adelantos, es interminable. Por las selvas del Sur andan todavía multitudes, acercándose escasamente a las poblaciones, para efectuar algunos canjes. Hambre, miseria, ignorancia, llegan a indescriptible extremo entre ellos. Los etnólogos latifundistas se acercan a sus regiones, con pupila de sabihondos, y nos presentan luego gruesos volúmenes, para hablarnos de orígenes caribes o arahuacos, o para decirnos del tótem murciélago y del camino por el cual vinieron los primitivos invasores caribes. Mas ante sus ojos no aparece la miseria que retratan para ilustrar volúmenes, ni la angustia de las tribus incivilizadas. Representan muy bien estos intelectuales latifundistas esa clase reaccionaria de plumíferos, que se anda por las ramas de abstrusas teorías y gomosas sociologías de “tristeza del indio” o “indolencia del negro”. El litigio entre los dueños de la hacienda “Juan Díaz” y los pobladores de Caraballeda, antigua población india, demuestra muy bien la marcha que ha seguido el proceso de expropiación de la tierra de manos de los indígenas. La controversia está resumida en un Informe presentado por el Concejo Municipal del Distrito Federal al respecto, en el cual se expresa la forma como se ha desposeído a los primitivos habitantes de ese suelo. Con un resumen de ese informe concluimos estos párrafos sobre nuestros indios. En su defensa habrán de escribirse libros enteros, pero era indispensable recordar aquí cómo el deber de incorporarlos a la productividad del país es un aspecto de la cuestión agraria. He aquí el resumen antes nombrado: LATIFUNDIO.indd 93 93 29/5/09 08:40:19 Latifundio 94 LATIFUNDIO.indd 94 Miguel Acosta Saignes Con fecha 23 de diciembre de 1608, Sancho de Alquiza, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, visitó a los indios naturales de Caraballeda, que eran los que componían la encomienda de Francisco Infante”. Como resultado de esa visita, el Gobernador concedió derechos a los indios en cierta extensión. En 1649, Doña Francisca Infante pretendió que tal territorio le pertenecía, pero fueron salvaguardados los derechos indígenas. Comprendían éstos el río Don Julián, mas los dueños de las haciendas circunvecinas pretendieron monopolizar el uso del agua. Como resultado de los intentos latifundistas, en 1670 se ordenó que los indios disfrutarían del agua solo tres veces a la semana. En 1749 otro señor de apellido Landín quiso también desposeer a los habitantes de Caraballeda, pero se dio a éstos una vez más la razón. En 1825 hubo nuevo intento, pues las zonas contiguas al poblado fueron declaradas baldías por Andrés Narvarte, y una vez más la sentencia favoreció a los habitantes. “Pero a pesar de estas disposiciones judiciales, de las penas que imponían los Poderes Públicos de la época a los infractores de las leyes que protegían a las tierras de los pueblos de indios, y de las distintas oposiciones de los vecinos de Caraballeda en defensa de sus derechos, en el transcurso de los años, las haciendas colindantes fueron invadiéndolas y apropiándoselas, al extremo de que algunos títulos de dichas haciendas han extendido sus linderos hasta el propio río Don Julián, incluyendo así dentro de ellos el mismo piso donde está situado el pueblo de Caraballeda (Resaltado nuestro). Como fruto de la tremenda geofagia, las haciendas existentes al Oriente de Caraballeda, se refundieron en una sola, denominada “Juan Díaz”. Como los linderos de aquéllas se habían extendido por espontánea disposición de sus dueños, hay ahora un litigio entre 29/5/09 08:40:19 Régimen el propietario del citado fundo y los pobladores del pueblo absorbido. Informe de un compañero desde el estado Lara, en junio de 1937: ... Hay pocas haciendas de cañamelar, en el Distrito Torres, que es donde la miseria obrera se manifiesta con su oprobio más espantoso. Pero en esas mismas haciendas, la explotación del peonaje asume su vieja tipicidad trágica. Aún hoy, trabajan hasta dieciséis horas diarias. Tales son el pailero, el fogonero y todos los otros sujetos que se ocupan en las tareas de molienda. Los jornales que devengan estas personas, son irrisorios, en comparación con el gran esfuerzo a que son sometidos por sus explotadores; y el alimento es tan mezquino, que piensa uno que esos hombres de nuestros campos, por otra parte mordidos en sus entrañas por los mil parásitos del trópico, pudieran realizar trabajos de Hércules, si tuvieran una regular alimentación y siquiera alguna asistencia médica. 95 Hambre No solo metafórica “hambre de tierras” experimenta nuestro campesino. Tiene, primordialmente, hambre real, de alimentación, no ya variada y superabundante, sino solo nutritiva y suficiente; hambre de “comer completo”. Nace del régimen de trabajo en el cual devengan los trabajadores salarios míseros. Los señores latifundistas niegan, sin embargo, esa hambre universal de nuestros campos. Ellos acarician entre dos regüeldos una frase muy corriente y muy alcahueta: “En LATIFUNDIO.indd 95 29/5/09 08:40:19 Latifundio 96 Miguel Acosta Saignes Venezuela nadie se muere de hambre”. Según ellos, viajeros periódicos en confortables transatlánticos, “aquí no hay los graves sucesos de otros países donde los individuos caen muertos en las calles, después de varios días sin comer”. Morirse de hambre no es solo caer fulminado en medio de la calle por la inanición. Es contraer la tuberculosis, por alimentación insuficiente; es consumirse con lentitud y morir de paludismo, sin defensa orgánica, desaparecida por la desnutrición; es ser pasto fácil de enfermedades, porque el organismo carece de resistencia. ¿Cuál es la alimentación de los peones venezolanos? ¿Qué comen los hombres cultivadores de la tierra, en este país tan ponderado por su riqueza agrícola, por su ubérrima superficie? Comencemos por citar algunos datos, publicados por el Dr. Carlos León en enero de 1937. “La alimentación —dice— consiste en las tres comidas, en: caraotas, arepas y guarapo de papelón; de modo que podemos decir que nuestro campesino está muy mal alimentado”. Y añade: “En algunos lugares, como en San Carlos del Zulia, en donde la alimentación corre por cuenta del dueño de la finca y el salario es de Bs. 1,25 o 1,50, la alimentación consiste para todo el día en: tres pescados pequeños, que llaman manamana (cuyo ciento cuesta al hacendado de Bs. 6 a 8), seis plátanos (que se producen en el mismo fundo y no le cuestan al hacendado ni un centavo) y un pedazo de papelón, para que haga guarapo. Esta alimentación solo cuesta al hacendado, a lo sumo, Bs. 0,50, estando el peón obligado a halar una tarea que consiste en la limpieza de una medida de cuatro varas de frente por doscientas de fondo”. En otro artículo escribe el mismo autor: “Cuando el padre carece de trabajo, se alimenta de las frutas que encuentra en la orilla de los ríos o de las quebradas. Muchos de ellos sancochan, en tiempo de cosecha, los LATIFUNDIO.indd 96 29/5/09 08:40:19 Régimen mangos verdes, para alimentar a sus hijos y cuando no hay cosecha, pasan días íntegros sin comer”. Caraotas, arepa y guarapo, si tiene trabajo, come, pues, el peón venezolano. ¿Y carne? ¿Y la riqueza de los llanos venezolanos? Casi tan mítica como la otra, para nuestro trabajador. Sin embargo, y como es natural, es en el Llano la única región donde el trabajador come, alguna vez, carne. La acompaña con yuca o casabe. En lugares no alejados de Caracas es muy frecuente oír a los campesinos que las gallinas no ponen por falta de maíz. Si obtienen huevos, los utilizan para venderlos en los poblados más cercanos. Carne de cerdo o de gallina, nunca la come el trabajador campesino. Si posee algunos “animalitos”, muchas veces sirven para cancelar cuentas al implacable gamonal. La proverbial sobriedad de los llaneros es obligada. Muchas veces trabajan desde la mañana hasta la noche, sin otra cosa que un trago de café en el estómago. Persiguiendo las reses no es posible detenerse a almorzar, ni se sabe dónde se estará a esa hora. De un artículo por el señor Manuel Blanas Romero, publicado en el diario Ahora, de Caracas, en marzo de 1938, titulado “Los latifundistas apureños claman por el jefe único”: 97 La alimentación que invariablemente suministra el terrateniente a su peonada, la componen dos “piques” al día, de topocho o yuca, huesos, “pisillo” —carne seca con regular dosis de excrementos de mosca— y café. La leche —que no vale nada en aquellos lugares— con raras excepciones se les proporciona a los trabajadores. En un latifundio apureño presenciamos una escena que de habérnosla relatado alguien, nos hubiéramos resistido a creerla: un grupo como LATIFUNDIO.indd 97 29/5/09 08:40:19 Latifundio Miguel Acosta Saignes de ocho trabajadores desayunaban “colectivamente” alrededor de una canoa —tronco de árbol con una cavidad en el centro, que utilizan los llaneros para depositar agua y para poner los alimentos a los puercos de ceba—. En la rústica vajilla había sido vertida una especie de mezclote informe, a base de pedazos de carne, verdura y huesos. 98 Por el hambre terrible de los Llanos abandonados, sometidos a la voluntad de escasos señores, hubieron de marcharse al Arauca las mil familias venezolanas a las cuales nos referimos anteriormente. Juan Salerno nos contaba cómo se fueron alejando de los centros poblados, echados al monte, demacrados, vestidos con jirones y comiendo no se sabía qué, hasta prolongar su éxodo hasta más allá de la frontera 17. Hambre hay tanto para el simple peón como para aquellos a quienes podría creerse independientes. Dejemos hablar a un grupo de campesinos del estado Sucre. El 20 de noviembre de 1936 se dirigían al Presidente de la República los siguientes individuos: Ramón Guarisma, Pedro Correa, Eulogio Marcano, Cosme Contreras, Toribio Romero, Antonio Urbaneja, Juan Grimón y Andrés Romero. Su voz angustiada condensa la de mil campesinos del país. Decían: 17 Añadiremos aquí algunos casos dignos de conocerse, relativos a la vida llanera: en el Distrito Miranda del estado Guárico, encuéntrase un latifundio en el cual solo cuatro individuos producen 320 libras de queso diario o sea un total de Bs. 320 diarios aproximadamente. Ahora bien, ¡cada uno de ellos gana solo un bolívar al día! ¡La alimentación que reciben no puede ser valorada, en más de Bs. 0,25! Otra cuestión digna de recordarse es el caso del enorme latifundio, perteneciente al gomecista Juan Alberto Ramírez, de incalculable extensión, cercado de manera admirable. Este trabajo fue realizado íntegramente por los presos políticos que hacía, prevalido de su situación de Presidente del Estado. Es de advertir que el caso de esta cerca es excepcional. El latifundista llanero prefiere no tenerla por múltiples razones, entre las cuales descuella la relativa a la Ley del Llano, según la cual todo animal pertenece al dueño de las tierras donde sea cazado. LATIFUNDIO.indd 98 29/5/09 08:40:19 Régimen “No podemos dirigirnos sino a Ud.; a Ud., que es el único que como Presidente de la República puede impedir que las mazorcas de maíz, las auyamas y las tortas de casabe con que le damos de comer a nuestros hijos, nos continúen siendo arrebatadas por pagos de arrendamientos de terrenos, como nos está sucediendo en los actuales momentos con el señor Carlos Núñez Morales y su sobrino, José Rafael Mirabal Núñez, mandado por el primero”. Como decimos, su condición de arrendatarios no supera a la de los simples peones. Veamos cómo han de comprar éstos sus artículos en una hacienda del Llano: “En La Margarita —dice un periódico de Altagracia de Orituco, en diciembre de 1936— o en otras de un señor Salazar Vázquez, se expenden a los campesinos los artículos de primera necesidad a un costo tan elevado, que procedimiento semejante no puede menos que calificarse de robo descarado. La libra de sal que en Altagracia se expende a Bs. 0,17, en las haciendas de Salazar Vázquez se expende a 0,50; el papelón, que en Altagracia cuesta de 0,20 a 0,25, en las haciendas se vende a 0,75 cada uno. La caja de fósforos, que en Altagracia se vende a 0,05, en las haciendas vale 0,10”. De manera que el hacendado explota a sus víctimas, no solo en el salario, cuando se les paga, sino en el precio de la mercancía por él mismo vendida. Y decimos “cuando se les paga”, porque precisamente la misma información concluía así: “Otro señor Girón Gómez, dueño de la hacienda “Conoropa”, de la misma región, declaró en la prensa que no podía pagar sino en vales o fichas, por carecer de dinero”. La Ley del Trabajo no se cumple ni en ese particular. Ni siquiera después de 1935 se ha dado a los trabajadores del campo esa conquista obtenida por ellos desde la Guerra Federal. LATIFUNDIO.indd 99 99 29/5/09 08:40:19 Latifundio Miguel Acosta Saignes Otros campesinos, aparentemente más independientes que peones, arrendatarios y aparceros, sufren igual hambre. Examinemos el trabajo de un productor de carbón en la región del Tuy: Para producir 2.000 kilos de carbón, que le darán 140 bolívares, necesita realizar los gastos siguientes: Una semana de corte de madera, ayudado por un Bs. 18,00 compañero Una semana de confección del hoyo y Quema, con 18,00 un compañero Transporte en burro, hasta los camiones a 30,00 Bs. 1,50 los 100 kilos 100 Total 66,00 Como se vende por Bs. 140, le quedan 74, por dos semanas de trabajo, mas no obtiene en realidad ni siquiera esta ganancia, pues existe un impuesto del Estado, llamado “derecho de puerta”, mediante el cual ha de pagar Bs. 1,50 por cada cien kilogramos, o sea Bs. 30 por los 2.000. De esta manera, por dos semanas de trabajo, el productor obtiene solo Bs. 44. ¿Puede comer siquiera medianamente en compañía de su mujer y sus hijos? LATIFUNDIO.indd 100 29/5/09 08:40:20 V Vida y muerte LATIFUNDIO.indd 101 29/5/09 08:40:20 LATIFUNDIO.indd 102 29/5/09 08:40:20 Ya conocimos el régimen de trabajo al cual se ven sometidos peones, jornaleros y toda clase de trabajadores de nuestros campos. Ampliemos nuestro conocimiento de las condiciones generales de vida de esos hombres, veamos cómo se mueven dentro del marco trágico de su infra-vida y cómo se mueren de “mengua”. Despoblación Hay cierto cuento venezolano, donde se narra el horror de un pueblo, bajo el sol de los Llanos, totalmente desierto, en la mitad misma del día. Se expone allí cómo tal situación vuelve tensos los nervios, más que la soledad en cualquier noche oscura, en las llanuras, en la selva intrincada. Y esa es la tragedia de muchos pueblos venezolanos, entre los cuales se destaca Ortiz. Su nombre es el símbolo de un drama: la despoblación. Por donde quiera los pueblos se han ido muriendo hasta quedar como ése, con apenas unas cuantas decenas de habitantes, llenos de úlceras y paludismo. La despoblación en general, es consecuencia del latifundismo, en cuanto éste mantiene las condiciones ya narradas. En la provincia es la causa primera. Constantemente leemos en los periódicos del interior de la República ingenuas llamadas al patriotismo de los hombres; exultaciones en pro de la permanencia en pueblos y campos, para el esfuerzo constructivo, que no ha de hacerse únicamente en las ciudades. Quienes de este modo claman, desdeñan una mirada a la causa verdadera del alejamiento. Los hombres provincianos no pueden vivir ya en sus patrias chicas. Las LATIFUNDIO.indd 103 103 29/5/09 08:40:20 Latifundio 104 Miguel Acosta Saignes ciudades les ofrecen salarios, muchas veces solo de hambre, mas en la Provincia no encuentran ninguno. Mientras no se dé tierra a los trabajadores, no cesará el éxodo. No es exclusivo de Venezuela este fenómeno. Acontece en todos los países azotados por el latifundismo. En Checoslovaquia decía Rauchberg palabras perfectamente aplicables a nuestro país: “Lo que ahuyenta a los más, no es hastío del campo y el ansia de vivir en la ciudad, sino la falta de esperanza en su anhelo por la tierra”. No es ansia de aventuras como dicen los sociólogos ñoños, sino hambre, la causa fomentadora del urbanismo. Aunque no estén contentos en las ciudades, los hombres van allí con la esperanza de incorporarse a las Obras Públicas o a la industria. La agudeza del problema se evidencia con las cifras preliminares del censo de 1936. En diez años, la población de Caracas aumentó excepcionalmente. El origen de ese incremento, se debe en su mayor parte a la afluencia de gente provinciana. Sobre poco menos de un millón de kilómetros cuadrados, viven poco más de tres millones de habitantes. Desposeídos, los trabajadores tienden a agruparse en las ciudades y la ancha tierra venezolana se va quedando sola, llena apenas de sombras de hombres. Un vistazo a las estadísticas oficiales, da una idea de la vida mísera, de la tragedia perenne de dos millones de personas que componen la población rural. Las cifras resultan aterradoras en todos los aspectos. Lo que dijo el profesor Navea A mediados de 1936 realizóse la Primera Convención del Magisterio Venezolano. En ella colaboraron activamente LATIFUNDIO.indd 104 29/5/09 08:40:20 Vida y muerte los profesores de la Misión Chilena que para ésa época trabajaba entre nosotros. De las palabras del profesor Navea, chileno, ante la asamblea de maestros, se desprende la realidad educacional venezolana. Tienen la autoridad indiscutible de haberlas aceptado el Magisterio Venezolano y de haber sido pronunciadas por un hombre que ha estudiado a fondo el problema educacional americano. Tomemos su exposición: … Hay en Venezuela un problema educacional de proporciones trágicas. Veamos estas cifras. Según el censo de 1926, hay en Venezuela una población en edad escolar de 536.730 niños. Si la progresión vegetativa no se ha interrumpido, debe haber en 1936, no menos de 550.000 niños que deberían concurrir a las escuelas ¿Cuántos asisten realmente? La inscripción total de 1935 suma 125.134, considerando las escuelas federales, estadales y particulares. La asistencia media no alcanza a 95.000 niños. De cada seis pequeños venezolanos, sólo uno está en la escuela. Hay un saldo de 450.000 que no ha abierto los ojos a la luz de la justicia cultural, que no sabe del derecho al maestro y a la escuela. Este saldo acumulado año tras año, ha venido sedimentando un analfabetismo calculable en un 80 por ciento de la población total de la nación. Las cuatro quintas partes del país, esto es, dos millones cuatrocientos mil habitantes, forman un ejército de ineficaces, un ejército que nadie ve, que no tiene organización, pero que si algún día fuera llamado a formar filas, podría cubrir casi toda la costa venezolana si se colocase a cada analfabeto a un metro de distancia ¡Dos millones cuatrocientos mil venezolanos! ¡Dos mil cuatrocientos kilómetros, colocados en fila indiana, a un metro de distancia! ¡Casi exactamente la suma de kilómetros del mayor ancho y del mayor largo de Venezuela! Un 80 por ciento LATIFUNDIO.indd 105 105 29/5/09 08:40:20 Latifundio Miguel Acosta Saignes de analfabetismo es una de las proporciones más altas de nuestra América Bárbara...”. ¿Culpa de quién? Las causas son múltiples, mas del analfabetismo de los campos acusamos sin titubear a los latifundistas explotadores, deseosos de conservar seres incapaces de la protesta consciente. Ni una hacienda tiene escuelas. Ni un fundo ha contratado jamás los servicios de un maestro, para los hijos de los trabajadores. El profesor Navea dice luego:“La ignorancia es un dolor que no grita, un hambre que no protesta. Pero en Venezuela el problema es angustioso. Yo diría que el más grande de los problemas de América”. Y posteriormente trata la cuestión en sus relaciones 106 con el campo: La educación primaria venezolana —dice al enfocar las soluciones posibles— es en un 70 por ciento de escuela unitaria ¿Es este el tipo de escuela que conviene seguir creando? No niego que haya conveniencia en crear muchas más. Pero paralelamente habría que dar vida a tipos de escuelas que persigan mayores fines educativos. Por ejemplo: escuelas concentradas campesinas, escuelas hogares campesinos, escuelas sanatorios, escuelas granjas, escuelas quintas y escuelas talleres. Creo que en estos tipos de escuela hay un avance frente a los problemas de nuestra América. En efecto, somos países campos, al revés de los países máquinas, como algunos de Europa. La vida del 75 por ciento de nuestra población está ligada a la tierra, a lo que ella produce. La escuela, en consecuencia, debe desempeñar una función de adaptación al medio, debe empalmar con el ritmo de esta vida LATIFUNDIO.indd 106 29/5/09 08:40:20 Vida y muerte agropecuaria. El problema educacional de América reside en la organización de la escuela rural. Las palabras del profesor chileno son harto elocuentes. Concluiremos este vistazo al problema educacional con uno a los presupuestos de instrucción. El Gobierno venezolano, formado por latifundistas, lacayos del imperialismo y patronos, interesados en el mantenimiento del analfabetismo, mantuvo siempre el presupuesto dedicado a la educación en bajísimo nivel. En su “Reseña de nuestros presupuestos de gastos en el siglo XX”, escribe Arturo Uslar Pietri: “En los primeros años (de este siglo) la conservación del orden público y el servicio de deudas, consumen las mayores partidas”. Solo que esta apreciación nos parece extensible también a los siguientesaños, como lo demuestra el examen presupuestal. De 1901 a 1910, los más altos porcentajes corresponden a Hacienda, Guerra e Interiores, con 30,2, 22 y 14 por ciento respectivamente. Exteriores toma 6,9 por ciento, Obras Públicas 5,9 y a Instrucción corresponde el mínimo porcentaje con 4,9. En 1905-06, Instrucción aparece con solo el 2,6 por ciento del total, en tanto que a Hacienda correspondía en ese mismo año el 52,8 por ciento. De 1911 a 1920, los porcentajes son: Interiores, 26,5; Hacienda, 26,4; Guerra, 19,5; Obras Públicas, 12,4; Fomento, 6,4; Instrucción, 5,2 y Exteriores, 1,6. De 1921 a 30, continúa Instrucción en los puestos últimos de la escala: Interiores, 28,6 por ciento; Obras Públicas, 24,8; Hacienda, 14,6; Guerra, 12,6; Instrucción, 4,3 y Exteriores, 2,7. LATIFUNDIO.indd 107 107 29/5/09 08:40:20 Latifundio Miguel Acosta Saignes De 1931 a 35, las cosas continúan sin modificaciones: Interiores, 26 por ciento; Obras Públicas, 22,2; Guerra, 17,7; Instrucción, 5,2 y Exteriores 3,4 18. Como se ve, Instrucción ha ocupado siempre algunos de los lugares finales, en la escala de porcentajes de nuestro presupuesto. Para el año económico 1936-37, modificóse en algo la situación, sin que se concediera sin embargo, a ese Departamento, la cantidad que los técnicos le asignaban como indispensable para la realización de una labor eficiente. Igual pensamiento puede aplicarse al Presupuesto aportado para el año 1937-38. En cuanto al presupuesto de educación para el año económico 1938-39, veamos lo que ha escrito recientemente el Dr. Luis B. Prieto, el más distinguido pedagogo venezolano: 108 En el plan trienal del ciudadano Presidente de la República —escribe el 5 de mayo en el diario Ahora de Caracas— tal vez por una precipitación inexplicable el presupuesto de educación aparece proporcionalmente disminuido, con respecto al presupuesto vigente, pues si bien es cierto que para este año se anuncia un presupuesto para el Departamento de Educación con Bs. 22.729.946, también es cierto que el presupuesto global de gastos generales de la Nación aparece aumentado en 120 millones aproximadamente. El presupuesto de educación vigente es de Bs. 18.370.446, lo que representa el 8 y medio por ciento del total de gastos, mientras que el presupuesto calculado para el primero de los tres años del Plan trienal, solo alcanza al 6,59 por ciento del presupuesto general. Es decir, la educación ha sufrido 18 Puede consultarse el interesante estudio de Uslar Pietri ya citado, en la Re- vista de Hacienda, No. 2, diciembre de 1936. LATIFUNDIO.indd 108 29/5/09 08:40:21 Vida y muerte en la escala proporcional de las asignaciones, una rebaja considerable. Además, si se considera que hasta el mes de abril último se había erogado por créditos adicionales una suma de casi dos millones de bolívares, no solo no se ha aumentado lo asignado para educación, sino que se ha reducido. Para que la proporcionalidad creciente se conservara, debió asignarse a Educación la cantidad de Bs. 28.497.000, aproximadamente, o sea el 8 y medio de los gastos generales fijados para 1938-39, sin incluir en esta suma lo destinado para edificación escolar en el presupuesto del Ministerio de Obras Públicas. Sanidad La sanidad ha sido hasta hace poco, lujo exclusivo de la Capital de la República 19. Las Medicaturas Sanitarias en las ciudades del interior, tuvieron siempre significado de canonjías y sus titulares jamás se ocuparon de trasladarse a los poblados campesinos. La única manifestación de cuidado por la salubridad ha sido en Provincias, la vacunación. A veces también aparecieron por algunas regiones, individuos comisionados para estudiar la anquilostomiasis y otras enfermedades parasitarias. Trajeron siempre cifras tremendas, mas no comenzó nunca una campaña formal. La Asistencia Social es denominación y ejercicio nuevo en nuestra realidad. Con el Dr. Enrique Tejera en el Ministerio, comenzó a tomar significado esta expresión. A pesar de su desplazamiento, ocasionado por el exceso de 109 19 Es de advertir cómo es en 1930 cuando se crea un Ministerio de Salubri- dad y Agricultura, dividido en 1936 en dos: Sanidad y Asistencia Social y Agricultura. LATIFUNDIO.indd 109 29/5/09 08:40:21 Latifundio Miguel Acosta Saignes celo que desplegó en cuestiones sanitarias de toda índole, hay un poco más de actividad para las campañas en pro de la salud venezolana. A simple vista se aprecia el imperativo de intenso trabajo saneativo, en el cual se dejen a un lado los relieves demagógicos, que hicieron promulgar al Congreso de 1936 una inútil Ley de Defensa contra el paludismo, con la oposición de los técnicos más competentes. Basta alejarse unos cuantos kilómetros de Caracas para penetrar en nuestra zona rural. Entonces, presenciamos el mismo espectáculo: niños de abultado abdomen, pálidos, con brazos y piernas muchas veces esqueléticos. En los hombres, úlceras, rostro y abulia de palúdicos, caras y lentitud de hambre. Algunas cifras, aparecidas en la Memoria de Sanidad 110 y Asistencia Social de 1936-37, dicen la precaria situación de nuestro elemento humano. Comencemos por la anquilostomiasis: En el Informe presentado en 1926 por la Fundación Rockefeller, se establecía que la infestación de Venezuela, por antiquilostomos y otros parásitos intestinales, era del 95 por ciento. Se establecía como causa, la falta de letrinas, inexistentes en los campos y zonas rurales del país. La Memoria de Sanidad da como cifra para el año de 1936, del 82 al 94 por ciento de las poblaciones urbanas y rurales, infestadas de anquilostomiasis. Agrega al dato numérico, frases muy interesantes que corroboran cuanto decimos: “Nada más triste que ver a estos pobres campesinos, con la indiferencia que les merece toda medida de higiene y de allí que en sus enfermedades prefieran ser atendidos por los curanderos y embrujadores a los cuales están acostumbrados”. Señala luego los medios de combatir esta LATIFUNDIO.indd 110 29/5/09 08:40:21 Vida y muerte ignorancia, mantenida sin duda alguna con el beneplácito de los latifundistas, para explotar a los trabajadores a su antojo. Debido en gran parte a ella, mueren anualmente más de 30.000 personas sin tratamiento médico. Es lo que el Dr. González Rincones ha llamado “La Enfermedad X”. A la ignorancia campesina se debe también la mortalidad por tétanos infantil. Las rústicas parteras usan para las curas el “aceite de palo”, y a veces hasta telarañas. La mortalidad por tétanos infantil, o mocezuelo, ha sido como sigue en los últimos años: 1932 1933 1934 1935 1936 871 1.002 795 598 400 111 El número de muertos, en menores de dos años, por diarrea y enteritis, es también elevado y consecuencial de falta de asistencia médica e higiene en nuestras zonas rurales. Veamos las cifras del quinquenio 1932-36: 1932 1933 1934 1935 1936 2.527 2.730 2.952 2.348 2.580 El resumen del estado de miseria en que viven los niños venezolanos y de las enfermedades que a causa de la pauperización de las masas les azotan, fue dado durante el Primer Congreso Venezolano del Niño, celebrado en LATIFUNDIO.indd 111 29/5/09 08:40:21 Latifundio Miguel Acosta Saignes Caracas en febrero de este año —1938— por los más eminentes médicos nacionales. El doctor Baldó, primer tisiólogo del país, presentó las siguientes cifras: el consumo diario de una familia venezolana debe ser de Bs. 1,63 por cabeza y en los casos muy extremos de 1,25. Se ha comprobado que muchas tienen una entrada de solo 0,20 por persona y más del 50 por ciento no pasan de Bs. 0,75. Y esto en la zona central de la República. Debido a esto, el 50 por ciento de los niños humildes no toman leche, el 59 por ciento no come carne, ni el 89 por ciento, huevos. Según el doctor Gómez Malaret, el 123,22 por mil de niños venezolanos mueren antes de los doce meses y el 60,9 por ciento es de causa desconocida, 60 por ciento de los niños están infectados de tuberculosis. 112 Según el doctor Cárdenas Farías, de cien niños consultantes, el 85 por ciento está por debajo de su peso normal y un ciento por ciento de los que acuden por primera vez a la Gota de Leche acusan baja de peso por deficiencia de nutrición. El doctor Pastor Oropeza mencionó en ese Congreso el desamparo en que se tiene a la infancia de Provincia y especialmente de los campos, recordando que el 93 por ciento de los dos millones de bolívares dedicados a la asistencia del niño, se consumen en el Distrito Federal. Otros datos, tomados de la Memoria del Gobernador, del Distrito Federal, presentada en enero de este año, completan la tremenda información. Helos aquí: En el Laboratorio del Instituto Simón Rodríguez, desde el 9 de agosto al 30 de noviembre de 1937, se practicaron 790 exámenes, según el cuadro siguiente: LATIFUNDIO.indd 112 29/5/09 08:40:21 Vida y muerte Exámenes fecales 299 Reacciones de Kahn 350 Exámenes de orina 93 Otros exámenes 48 Total 790 Examenes de heces fecales Total de exámenes 299 Positivos 210 Apreciación: Resultados positivos 71,23% Distribución: Vermes 91 Vermes y protozoarios 65 Protozoarios 54 Total 210 113 Reacciones de Kahn Mujeres preñadas 37. - 16,01% 194. - 83,99% 231 Niños 2. - 2,50% 14. – 87,50% 16 Sangre del cordón umbilical 28. - 30,43% 64. – 69,57% 92 LATIFUNDIO.indd 113 29/5/09 08:40:21 Latifundio Miguel Acosta Saignes “Este cuadro —comenta la Memoria— por sí solo pone de manifiesto el crecido porcentaje de criaturas infectadas desde su concepción”. Revisemos ahora las cifras generales de mortalidad, por las enfermedades que más la ocasionan y comparando luego con los índices de natalidad, comprenderemos por qué aumenta de manera tan lenta la población venezolana y por qué en algunos años hasta ha llegado a disminuir. Copiamos las cifras de la Memoria de Sanidad encabezadas así: “Enfermedades que han causado la mortalidad más elevada durante los años de 1935 y 1936”: 114 Enfermedades 1935 1936 Paludismo 4.749 2.224 Diarrea y enteritis (todas las edades) 3.234 3.390 3.332 3.256 Enfermedades del aparato respiratorio (no tuberculosis) 2.426 2.198 Enfermedades del corazón 1.934 1.661 Debilidad congénita y nacimiento prematuro 1.208 1.042 Tétanos 875 566 Disentería 778 450 Cáncer 593 676 Tuberculosis (todas formas) Ahora, revisemos la natalidad. Se comprueba que en 1936 el índice de natalidad disminuye en algunos Estados, LATIFUNDIO.indd 114 29/5/09 08:40:22 Vida y muerte es decir, que en ese año, es menor en ellas el número de nacidos, que en 1935. Así acontece en Apure, Cojedes, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Yaracuy y el Territorio Amazonas. En cambio, el índice de mortalidad es negativo en Lara, Mérida, Nueva Esparta, Portuguesa, Trujillo, Yaracuy y Territorio Delta Amacuro, cuando era de esperar que en 1936 disminuyera la mortalidad en todo el territorio de la República. Estas cifras tremendas, que justifican el clamor alzado desde todos los rincones en petición de sanidad y asistencia social, explican por qué nuestra población aumenta con tan desesperante lentitud como lo hace 20. 115 20 Según los datos publicados por la Dirección de Estadística del Ministerio de Fomento, Venezuela a comienzos del siglo XIX ocupaba el cuarto lugar en la escala de la población en los países americanos. Hoy ocupa el décimo. En el año 1800 tenía Brasil una población de 3.250.000 habitantes y hoy tiene 42.000.000. En el mismo período Colombia ha pasado de un millón a ocho millones y medio y Estados Unidos de cinco millones a 127.000.000. Venezuela, en cambio, que tenía para aquella época alrededor de 780.000 habitantes, solo tiene hoy 3.450.000. De 1800 a la fecha, solo ha aumentado nuestra población cuatro veces. En cambio Colombia en el mismo lapso la aumentó en 8 veces y Estados Unidos en 25. Concluiremos esta cita con la siguiente anotación: México, uno de cuyos grandes problemas es el demográfico, tiene una densidad de población de 8,41, Venezuela tiene como densidad apenas más de 3 habitantes. Si recordamos las cifras correspondientes a los países europeos encontraremos una desigualdad gigantesca. Para 1930 las cifras de algunos eran: Alemania, 143 habitantes por kilómetro cuadrado; Bélgica, 258; Checoslovaquia, 103,3; Francia, 73,9; Inglaterra, 193,3 y España, la más despoblada del Continente, 44,6. LATIFUNDIO.indd 115 29/5/09 08:40:22 Latifundio Miguel Acosta Saignes Según los datos del Ministerio de Sanidad nuestra población media para el quinquenio de 1932-36, ha sido la siguiente: 1931 3.100.278 1933 3.135.990 1934 3.165.685 1935 3.195.654 1936 3.233.391 Compárese el incremento con el de cualquier país y se encontrará que cifras inferiores nos corresponden. 116 ¿Qué tienen que ver todos estos números con el problema latifundista? Para el señor absentista, el defecto es simplemente de “sanidad”, con ese concepto abstracto de ente sanitario poseído por ellos. La culpa es de los hacendados, quienes son los primeros en burlarse de las supersticiones e ignorancia de sus peones. Mientras no se obligue a los terratenientes a establecer escuelas en sus fundos o a permitir la asistencia de los hijos de peones y jornaleros a las que se creen; mientras no se les obligue al cumplimiento de la Ley del Trabajo, difícilmente darán fruto las campañas sanitarias. Disminuirán las cifras de mortalidad infantil en las ciudades principales, mas en las zonas rurales serán las mismas y tendrán esa fluctuación irregular demostrada por las estadísticas de años anteriores. No es al peón a quien debe culparse por falta de letrinas. Es al señor terrateniente, quien sí puede juzgar la necesidad de ellas y quien instala flamante W. C. en “La Casa” LATIFUNDIO.indd 116 29/5/09 08:40:22 Vida y muerte de la hacienda. Es a él a quien debe pedirse que ilustre a sus trabajadores y contribuya a la propaganda cultural. Un reparto consciente de tierras, una Reforma Agraria, únicamente, pueden mejorar al campesinado venezolano. Juntados en asentamientos, instalados cooperativamente, podrán recibir la instrucción que les hace falta, podrán aprender las elementales reglas de higiene. Mientras permanezcan diseminados y sometidos al yugo semifeudal, continuarán creyendo en los “curiosos” y verán morir a sus hijos sin saber ante quién protestar, ni acudir. Del informe presentado por el Médico de Sanidad de Zaraza, el sabio Dr. J. F. Torrealba, sobre su actuación de enero a julio de 1937: De estos 135 cadáveres fueron sepultados sin diagnóstico 90 (No. 200 de la lista nosológica). Casi todos traídos de los campos donde se enfermaron y perecieron sin ninguna asistencia médica. Se entiende que esto sucede en parte, porque no hay ninguna organización para la asistencia médica rural, en parte por la ignorancia e inadvertencia de los Comisarios, que debieran enviar oportunamente los enfermos al poblado y en parte porque en los campos hay curiosos, charlatanes y curanderos, etc.. 117 En las escuelas de Zaraza, la pediculosis (piojos) ataca al 100% de niños”. En los 230 casos, casi todos de los campos, se encontró como en los 700 del Informe del año pasado, un 50% de ellos, que viven en casas con Reduvtdeos Tripanosomíferos y por lo tanto son inoculados diariamente ellos y sus LATIFUNDIO.indd 117 29/5/09 08:40:22 Latifundio Miguel Acosta Saignes familias, con dosis portentosas de Schizotripanum Cruzi” (enfermedad de Chagas). Como hay muchos enfermos por todas partes y pocos médicos titulares... varias personas ejercen de médicos (prácticos, curanderos, curiosos, bachilleres, caribes). Esto, con sus horribles consecuencias. Sed ¡Agua! Venezuela tiene sed, con tantos caudalosos ríos. Los acueductos faltan dondequiera y mil enfermedades surgen de las aguas turbias que en las zonas rurales beben nuestros campesinos. El agua corre por nuestro territorio desordenada, indómita. Para tanto río que se desborda no hay un dique y 118 para tanta tierra fértil, ni un canal. Sementales No es solo indirecta la participación de los señores latifundistas en la mortalidad infantil. Culpables de niños abandonados son los señoritos que van de paseo a las haciendas de la familia. Allí ejercen una especie de derecho de pernada, mediante el cual cargan de hijos a la mujer ignorante, abandonada luego. También hay el latifundista cuya residencia habitual es la capital de la República y quien periódicamente va al pueblo cercano a sus posesiones, donde se dedica a la compra de vírgenes. Siembra dos o tres hijos en otros tantos meses, regala media docena de medias de seda y ahí están tres pequeños más, dados a la miseria, la enfermedad y la ignorancia. LATIFUNDIO.indd 118 29/5/09 08:40:22 Vida y muerte ¿Quién no conoce en Venezuela ese tipo de “bon vivant”? Con el jefe civil se ha repartido siempre la tarea de semental. Del campo y de los pueblos se nutren así los prostíbulos ciudadanos. Cosa corriente es encontrar en los burdeles de Caracas muchachas de 15, 16, 17 años, tímidas, con el aire de primerizas en la tarea mercenaria. El diálogo es inevitable. Todos lo hemos oído o participado en él: —Tú eres nueva aquí. —Sí... —¿De dónde vienes? La respuesta varía: por lo común del estado Miranda o de Aragua. Algunas veces ha sido víctima de la seducción; otras, de la más repugnante venta. El campo, pues, da para todo: nutre a los latifundistas; provee a las empresas imperialistas de elemento humano; sacia la lascivia de los señoritos; alimenta los prostíbulos. No solo es trágico para la mujer seducida o comprada el burdel caraqueño. Lo es la miseria agobiadora si permanece en Provincia. No es raro en los pueblos el espectáculo de algunas, cargadas de hijos, viviendo de la limosna miserable y los despojos traídos por sus chicos, convertidos en pilluelos. 119 Recluta Amenaza constante de los trabajadores del campo ha sido en Venezuela la práctica de la recluta. Arrancados despiadadamente a sus mujeres, hijos, hermanos, madres, los hombres son conducidos a los cuarteles. Para muchos llega a constituir temporalmente la incorporación al Ejército un alivio, pero los más lamentan siempre su condición de forzados. Conocemos uno a quien se tuvo doce años alejado de sus familiares. Cuando logró volver, la madre había muerto, la mujer se había ido quién sabe con quién y a dónde. Esto es común. LATIFUNDIO.indd 119 29/5/09 08:40:23 Latifundio Miguel Acosta Saignes Si el Ejército hubiera servido en nuestro país para instruir al soldado, para enseñarle siquiera rudimentos de higiene y desanalfabetizar, habría podido encontrar alguna excusa el procedimiento. Mas los jefes gomecistas siempre desearon conservar ignorantes a los soldados y así se hizo. A veces los estudiantes pretendieron acercarse a los cuarteles a fundar escuelas. La respuesta puede imaginarse. De manera que a las otras, se añade esta amenaza constante para el campesino venezolano. Como recluta, además, ha estado sometido al más curioso y absurdo de los regímenes de trabajo: mitad soldado, mitad agricultor, obligado a trabajar en las haciendas de Gómez. No desapareció el procedimiento con la muerte de Juan Vicente Gómez. En los meses de febrero y marzo de este año se reclutó violentamente, de nuevo, en Venezuela. 120 Trabajo femenino Hemos hablado de la condición de la mujer en general, sin especificación de la trabajadora. En el campo, recoge café y cacao y realiza algunos otros menesteres. Gana un salario que oscila entre uno y dos bolívares. En los pueblos, teje alpargatas o tuerce tabaco. Su paga es mísera en toda zona rural. Pueden imaginarse los excesos a que se lleva la explotación del trabajo femenino en el interior, recordando el caso de quienes en pleno Maracaibo ganaban un salario de campo japonés: dos centavos diarios por tejer tabaco. Si en la ciudad los patronos rehúsan hasta dejar que las empleadas se sienten, se les obstaculiza la formación de sindicatos y se les paga mucho menos, a pesar de obtener igual rendimiento que sus compañeros, imaginemos cuál será el tratamiento dado a las mujeres campesinas. LATIFUNDIO.indd 120 29/5/09 08:40:23 Vida y muerte Por los caminos venezolanos van, macilentas, con el abdomen abultado por la vida en gestación hacia la miseria y la angustia, con su lata de agua sobre la cabeza, o la canasta llena de fruta, camino de los pueblos. Sufren como sus compañeros y dan hijos, inconscientes de cómo están generando esclavos para los terratenientes. De El Proletario, de Carora, 3 de octubre de 1937: “Los Peones de Papelón”. Veinticinco peones de la hacienda “Papelón”’, Distrito Torres, propiedad del señor Ramón Herrera, abandonaron su trabajo, por iniciativa particular, según informamos en días pasados. Estos peones reclamaban del patrón se les pagara Bs. 1,25 de salario, ya que ganaban solo Bs. 0,75 diarios; mejor comida, pues la que se les daba era pésima y que se cumpliera la jornada de ocho horas de trabajo, como lo manda la Ley. El señor Herrera se negó a acceder al deseo de los peones y ellos no volvieron al trabajo. La Federación de Trabajadores de Carora hizo colectas en favor de esos trabajadores, hasta que obtuvieron de nuevo trabajo en otras haciendas. Si la Inspectoría de Trabajo no sabe de estos asuntos: ¿qué hace el Comisionado especial, encargado de velar porque se cumpla la Ley del Trabajo en el Estado? LATIFUNDIO.indd 121 121 29/5/09 08:40:23 LATIFUNDIO.indd 122 29/5/09 08:40:23 VI Incapacidad económica del latifundismo LATIFUNDIO.indd 123 29/5/09 08:40:23 LATIFUNDIO.indd 124 29/5/09 08:40:23 Ruina Esgrimen los señores latifundistas, en su defensa, una aparente contradicción: la de que, a pesar de todo lo dicho contra ellos, muchos se ven frecuentemente en apuros económicos. Invocan, además, las cifras precisamente demostrativas de la debilidad de sus argumentos. Calemos sus aseveraciones. Al hablar de “mala situación”, para los terratenientes, no es posible aplicar la misma frase, con idéntica acepción, a los trabajadores. Los propietarios de grandes fundos han publicado con frecuencia listas de gastos con las cuales pretenden probar sus déficits, producidos por los precios bajos del café y el cacao. Ante todo, consideremos su primera inversión: los peones. Supongamos un salario de Bs. 3,00 para cada trabajador, en las listas teóricas. ¿Pagan todos los hacendados lo mismo o, mejor dicho, cancelan esa cantidad? No. Ya hemos visto cómo emplean mercancías con precios sumamente recargados, fichas y vales. De esta manera, el propietario obtiene mucho más de lo que dice. No desembolsa moneda alguna y obliga al trabajador a recibir, en el mejor de los casos, la mitad de su ganancia teórica. Otro aspecto de la cuestión: el terrateniente mantiene un nivel de vida casi invariable, en la ciudad. Diversas “operaciones” le permiten conservar, cualquiera sea el precio de los frutos, su standard. El campesino, en cambio, sufre las consecuencias de toda baja y en ningún terreno pueden compararse las privaciones, la infravida de los campesinos, a cualquier limitación eventual en el lujo doméstico de los gamonales. LATIFUNDIO.indd 125 125 29/5/09 08:40:23 Latifundio Miguel Acosta Saignes Cuando la crisis comenzó, los jornales bajaron, pero cuando se han experimentado mejoras en los mercados, los salarios de los campesinos no subieron acordemente. Todo exceso, por consiguiente, en los cálculos verificados para cualquier fecha, beneficia solo al propietario. La merma en la producción de café y cacao tiene por causa la incapacidad técnica de los latifundistas 21. Según ellos, las dificultades surgidas en los mercados internacionales han obligado a las hipotecas de sus fincas. Muy bien. Mas ese dinero no se empleó nunca en aumentar salarios, ni en introducir mejoras científicas para futuros incrementos de producción. Subsidios 126 ¿Cuántas maquinarias se importaron para la tecnificación agrícola, con el dinero de los famosos subsidios gomecistas? ¿Cuántos jornales se aumentaron? ¿Fueron siquiera utilizados para cancelar deudas? Si así fue, ¿reflejóse de algún modo el equilibrio presupuestal del dueño en la situación de los trabajadores? No argumentamos nosotros gratuitamente contra los subsidios. Mil voces se han levantado por todo el país para declarar cómo ese procedimiento no es sino la protección a los latifundistas, con los dineros de los contribuyentes venezolanos. 21 En el informe presentado por el Banco Agrícola y Pecuario en 1936, se daba un dato de contenido muy rico: 586.276 hectáreas, de las 800.870 que habían sido hipotecadas a ese Banco, eran improductivas. Este 74% y aun más significa la porción de tierras que en manos de los latifundistas son riqueza escamoteada al país. LATIFUNDIO.indd 126 29/5/09 08:40:23 Incapacidad económica del latifundismo Daño a la producción A mediados de 1935 se publicaba en un diario de Caracas un comentario sobre los métodos de cultivo del cacao, en el cual se ve un ejemplo de cómo el sistema latifundista no solamente ha sido incapaz de incrementar la producción nacional, sino también de cómo la incompetencia técnica propia de ese sistema ha dañado en diversas ocasiones la calidad de productos venezolanos. En efecto, por mejorar aparentemente los cultivos, en diversas regiones obtuvieron resultados opuestos. Con el objeto de volver las plantas más resistentes, se hicieron cruces con cacaos de inferior calidad, sin darse cuenta del perjuicio y de esta manera, en distintas zonas se había estado produciendo un tipo inferior 22. 127 22 El notable botánico señor H. Pittier ha escrito observaciones muy interesan- tes sobre este problema. He aquí algunos párrafos de uno de sus trabajos: El Problema del Cacao en Venezuela. “Según parece —escribe— hacia los años de 1825 a 1930, el cacao criollo era la única especie extensiva y cultivada en Venezuela. Las cosechas eran moderadas, pero la calidad exquisita y de gran fama. La vecina antilla producía también su trinitario, calidad ordinaria y de menor aceptación. Pero los agricultores de la Isla se vanagloriaban de una mayor producción por cada árbol y tenían razón, puesto que el calabacino es mucho más prolífero que el criollo. Empujado por una codicia mal conceptuada algún colono trajo a Barlovento la semilla del Trinitario y estableció en Río Chico un cacaotal de alguna extensión. A los pocos años, los vecinos empezaron a notar la degeneración del fruto”. Más adelante expresa el señor Pittier su idea acerca del posible remedio: “A primera vista el problema de la regeneración de los cacaotales de Barlovento parece insoluble. En teoría no es así y en la práctica todo depende del modo y manera. Estoy convencido de que, con el concierto de todos los dueños de plantaciones y la cooperación del Ministerio de Agricultura, se puede en tiempo relativamente corto, lograr mejoras de consideración, sin sacrificios fuera de proporción con las ventajas adquiridas”. LATIFUNDIO.indd 127 29/5/09 08:40:23 Latifundio Miguel Acosta Saignes Otra prueba de incapacidad es el conocido caso del café venezolano vendido en mercados extranjeros con nombre de Brasil 23. Juan Vicente Gómez 128 Aunque ciertamente los latifundistas como personas, como individuos, cuentan poco en el fenómeno que venimos señalando, puesto que él se refiere a un sistema de producción, citemos como ejemplo a Juan Vicente Gómez, el mayor terrateniente venezolano y quizá de América. El cálculo preliminar de sus inmuebles diseminados por todo el país y especialmente constituidos por haciendas y hatos, da un monto de 126 millones de bolívares, según la Junta de Reclamaciones contra los bienes del dictador. Veamos la distribución de las posesiones: 23 El señor Ramón León, experimentado técnico cafetero, señaló en diversas ocasiones muchos de los defectos existentes en diversos métodos rudimentarios. En 1932, escribía sobre la falta de propaganda: “El café Santos, inferior al café Venezuela, tiene en New York una cotización superior a la de éste. Los peritos lo atribuyen a la propaganda que se le hace a las clases brasileñas y a la absoluta falta de propaganda del café Venezuela... El café colombiano, que no es muy superior al de Venezuela, se vende desproporcionalmente por encima de éste, y también por encima del Brasil, en lo cual se encuentra otra prueba del valor de la propaganda...” En el mismo año, el Dr. Jaime Picón Febres referíase al cacao así: “Nosotros podríamos ganar lo que hemos perdido en el mercado de Francia y lo que pudiéramos perder en otros países, haciéndole la propaganda a las clases superiores de nuestro cacao, que, a pesar de sus precios, son siempre apreciados por los conocedores. El cacao dulce de Venezuela es el mejor del mundo y lo sensible es que la producción de esta clase no sea mayor, siquiera para conservar la buena reputación de la procedencia”. LATIFUNDIO.indd 128 29/5/09 08:40:24 Incapacidad económica del latifundismo Estados Bolívares Aragua 54.321.885,74 Apure Bolívar Carabobo 1.829.388,05 1.318.200,00 53.015.856,00 Cojedes 1.994.845,71 Guárico 3.395.363,00 Miranda 1.000.000,00 Monagas 442.200,00 Sucre 16.090,00 Táchira 5.628.659,25 Yaracuy 260.981,35 Zulia 802.555,50 Distrito Federal República de Colombia Total 2.346.240,00 240.000,00 129 126.612.264,60 Según cálculos previos, la fortuna total era de mil millones de bolívares, pero al hacer inventario de los bienes se dijo haber hallado como actual monto nominal solo unos doscientos millones, debido a la disminución en la productividad de la mayoría de los fundos pertenecientes a Gómez. Cítase el caso de la hacienda “El Trompillo”, con una producción de 40.000 sacos de café antes de pertenecerle, disminuida hoy a sólo 8.000. Como se ha dicho, la única justificación de los grandes terratenientes sería su función de creadores de riqueza; mas en lugar de proveer a su fomento, la estancan. Carecen de aliento para empresas fructíferas y retrasan nuestro avance económico. Nada justifica, pues, su situación preferencial en el país. LATIFUNDIO.indd 129 29/5/09 08:40:24 Latifundio Miguel Acosta Saignes Ni siquiera la Ley del Trabajo 130 Los latifundistas se declaran incapaces de cumplirla, con especiosos argumentos. Para algunos es carga superior a sus fuerzas el mantenimiento de un stock de medicinas suficientes para atender a los peones. Añoran los tiempos en que el Ministerio de Sanidad era único encargado de la salud rural y sus agentes repartían por los campos y caminos quinina y vermífugos. Si los latifundistas no pueden siquiera atender la salud de sus trabajadores, por carencia de dinero, en verdad no deben subsistir como propietarios a esa imposibilidad. Apoyados en aseveraciones como ésta, los terratenientes han eludido el cumplimiento de la Ley del Trabajo de 1936 que fue sancionada a pesar de permanecer en el Congreso los representantes del latifundismo, a causa de una inmensa presión de las masas venezolanas, deseosas de obtener garantías y mejoras que no les iban a ser dadas de manera espontánea. Veamos algunas de las disposiciones más odiadas por ellos: Art. 21. — “Las deudas que los obreros contraigan con los patronos por suministro de víveres o mercancías a crédito… serán amortizables, semanal o mensualmente, por cantidades que no podrán exceder del 50 por ciento de lo equivalente a una semana o mes de trabajo, según el caso”. Mientras los peones sean analfabetas, mientras no se reglamente una inspección constante de los campos, tal artículo continuará siendo letra muerta. Trata de oponer una valla a las deudas interminables, esclavizadoras de generaciones sucesivas, pero ha resultado ineficaz. En el Art. 57, se dice: “Los pagos se verificarán en el lugar donde los trabajadores presten sus servicios, salvo convenio expreso en contrario. No podrá pagarse en lugar LATIFUNDIO.indd 130 29/5/09 08:40:24 Incapacidad económica del latifundismo de recreo, fonda, café, taberna, cantina o tienda, a no ser que se trate de trabajadores del establecimiento donde se haga el pago”. El objeto es evitar el gasto del salario en aguardiente. También letra muerta. En las haciendas continúase pagando en el “Patio” o “La Casa” y el Almacén está inmediato. El Art. 62, establece que los salarios mínimos se fijarán por Comisiones, nombradas por el Ejecutivo. ¿En cuál región de Venezuela se ha establecido un salario mínimo para los trabajadores campesinos? Esgrimirá el Ejecutivo la excusa de no haberse reglamentado la Ley aún. Y él mismo era el encargado de hacerlo. Los latifundistas han sabido obtener su morosidad. Según el Art. 79, “los establecimientos que ocupen más de 30 obreras de cualquier edad o estado civil, deberán mantener salas anexas e independientemente del local del trabajo, en donde las mujeres puedan amamantar a sus hijos menores de un año y dejarlos mientras estén en el trabajo”. No se pauta excepción expresa para los campos. Mas, ¿quién ha visto a las “cogedoras de café” salir del monte para amamantar a sus hijos? Según los señores propietarios, les resultaría demasiado costoso el cumplimiento de tal disposición. En el capítulo referente a las condiciones de higiene se dice: Art. 85. — “El trabajo deberá prestarse en condiciones: 1º Que permitan a los obreros y empleados su desarrollo físico y moral; 2º Que les dejen tiempo libre suficiente para el descanso e instrucción, y para sus expansiones lícitas; 3º Que presten suficiente protección a la salud y a la vida de los obreros o empleados contra los accidentes y las enfermedades profesionales; y 4º Que pongan a las mujeres y los menores al abrigo de todo atentado a la moral y a las buenas costumbres”. LATIFUNDIO.indd 131 131 29/5/09 08:40:24 Latifundio 132 Miguel Acosta Saignes ¿Cuál Inspector de Trabajo se ha preocupado de hacer una realidad tal disposición?; por el contrario, los latifundistas han pretendido constantemente el aumento de las ocho horas de trabajo reglamentario y de la instrucción y salud de sus trabajadores no se ocupan “porque eso sería gastar demasiado”. En el Art. 102 se definen los accidentes de trabajo. En el campo son frecuentes. ¿Ha tramitado alguna vez cualquier Inspectoría indemnizaciones para algún campesino? Los latifundistas aseguran que el bajo precio del café y el cacao no les permitirían tales desembolsos. Según el Art. 123, las enfermedades propias de los lugares de trabajo, como anquilostomiasis, paludismo, etc., no dan lugar a indemnización, pero sí a asistencia médica. Lo cual es también “demasiado caro” para los gamonales. Cuando en el campo se han venido empleando los métodos ya conocidos, resulta indispensable incluir disposiciones especiales relativas a los trabajadores del agro en la Ley. Entre nosotros, ni siquiera las genéricas, relativas a los trabajadores en general se cumplen por parte de los terratenientes, empecinados en su afirmación de que la tierra no les produce para tanto 24. 24 Nos ha parecido útil insertar algunos artículos de la Ley del Trabajo Mexi- cana en cuyo capítulo XVII, se trata “Del Trabajo en el Campo”. Art. 192. — El arrendatario o aparcero que contraten el servicio de peones de campo, serán considerados respecto a ellos como patrón y sus relaciones se regirán por este capítulo. Los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que sufran el peón del arrendatario o el peón del aparcero, serán pagados por el arrendatario o por el aparcero y por el patrón agrícola, en proporción a lo que le corresponda según el reparto que se haga de la cosecha, si se tratare del aparcero, y según el importe de la renta en relación con la utilidad probable del arrendatario, si se tratare del arrendamiento”. Art. 197 — Son obligaciones especiales del patrón en el trabajo del campo, las siguientes: LATIFUNDIO.indd 132 29/5/09 08:40:24 Incapacidad económica del latifundismo Informe de la Asociación Venezolana de Productores de Cacao En diciembre de 1936, presentó la Asociación Venezolana de Productores de Cacao, un Informe, al Ministerio de Agricultura y Cría, en el cual, aunque parezca imposible, se demuestra lo escrito sobre la incapacidad productiva del latifundismo. Comienza el Informe por una crítica velada a la campaña de muy difusa propaganda, de la cual ya hemos Habitación y terreno para cría de animales. I. — Suministrar gratuitamente habitación que reúna las condiciones sanitarias indispensables para la protección de la vida y la salud de los trabajadores, y el terreno necesario para la cría de los animales a que se refiere el artículo 205 de esta Ley. II. — Proporcionar a todos los peones asistencia médica, medicamentos y material de curación en los lugares donde sea posible y, en caso contrario, las medicinas más indispensables, que será gratuitamente, para curaciones de accidentes, enfermedades tropicales, tétanos, picaduras de animales ponzoñosos y demás enfermedades propias de la región; debiendo también, en estos casos, pagar medio sueldo. En las demás enfermedades el patrón estará únicamente obligado a proporcionarles medicinas y médicos cuando fuere posible. Terreno de siembra. III. — Proporcionar gratuitamente a cada peón acasillado para siembra propia en las fincas que tengan más de cincuenta hectáreas de cultivo agrícola, terreno cuya extensión se determinará, a falta de convenio expreso, en relación con la extensión de la finca, clase de tierra,, laborable y número de peones, según la costumbre del lugar. En ese terreno los peones acasillados podrán emplear animales, aperos y demás instrumentos de labranza del patrón, sin perjuicio de las labores de la finca. Leña y agua. IV. — Permitir a los peones acasillados y eventuales que corten gratuitamente de los montes de la finca más cercana la leña indispensable para su uso doméstico, respetando las disposiciones que establezcan las leyes relativas, así como las que el mismo patrón dicte; y permitir que tomen de las presas, tanques, fuentes y ojos de agua, la que necesiten para sus usos domésticos y de sus animales. Madera. LATIFUNDIO.indd 133 133 29/5/09 08:40:24 Latifundio Miguel Acosta Saignes hablado, hecha a retazos por el Ministerio. Dicen los productores de cacao: “… males que no tienen otro medio de solución, sino el empleo de la fuerza dinero y no de la actuación moral-educativa y de preparación...” Antes de continuar, puntualicemos algo importante: agrúpanse en la Asociación grandes y pequeños productores, pero es evidente que el predominio está muy lejos de pertenecer a éstos, ni como miembros ni como productores independientes. Dependen constantemente de los latifundistas, pues a ellos ocurren en busca de préstamos; porque éstos ejercen constantes presiones de diversa índole, al establecer condiciones de trabajo, transporte, etc. 134 V. — Permitir al peón acasillado extraer madera de los montes de la finca para reparación y ensanche de sus habitaciones, en las condiciones a que se refiere la fracción anterior. Preferencia para el acasillado. VI. — Preferir para la celebración del contrato al peón acasillado, respecto del eventual, ya se trate de labores ordinarias o de trabajos extraordinarios. La misma preferencia tendrá el peón acasillado cuyo contrato haya finalizado y que no hubiere dado lugar para ser despedido por laudo dictado por la Junta de Conciliación y Arbitraje. Caza y pesca. VIL — Permitir al peón, para sus usos propios, la caza y la pesca, de conformidad con las disposiciones que establezcan las leyes relativas y las disposiciones del patrón. Pastos y potreros. VIII. — Permitir que en los pastos, potreros y agostaderos de la finca, mantengan los peones hasta tres cabezas de ganado mayor y hasta diez de ganado menor, si las condiciones y extensión del terreno lo permiten. Tránsito libre. IX. — Permitir a los peones acasillados y eventuales el libre tránsito por los caminos y veredas de la finca. (Nota nuestra): Son peones acasillados, según el Art. 193 de la misma ley citada, “los que habiten casa construida dentro de los límites de la hacienda”. LATIFUNDIO.indd 134 29/5/09 08:40:25 Incapacidad económica del latifundismo Y volvamos a la frase del Informe. Si los propietarios piden dinero para remediar sus males, ¿qué producen ellos a Venezuela?, ¿con qué contribuyen ellos al desarrollo progresista de las fuerzas económicas del país? Señala luego como una de las causas de la decadencia del fruto venezolano, a los especuladores de “dentro y fuera del país, por la falta de un Instituto entre nosotros”. ¿A quién correspondía desde hace mucho el agruparse, si ello había de ser necesario para la defensa de los propios intereses? Esto viene a tener una respuesta muy importante, pues la Asociación pedía al Ministerio de Agricultura que interviniese en su ayuda. Ahora bien, si aceptan como urgente necesidad la intervención gubernamental en la cuestión económica, ¿por qué no permitir que se extienda a más amplios terrenos, hasta una redistribución territorial? Y no es pedir que se expropie violentamente a nadie. Ya hemos hablado de cómo, con las solas posesiones confiscadas a Gómez, puede emprenderse la primera etapa de una Reforma Agraria. 135 Art. 203. — Ningún propietario, administrador o encargado de una finca rústica, impedirá el libre acceso a ella, a excepción de los lugares designados para habitación u oficina, a los propagandistas políticos, ni a los representantes de uniones de trabajo o sociedades obreras y campesinas, siempre que no se presenten en actitud hostil, o en manifiesto estado de embriaguez, ni interrumpan los trabajos regulares de la finca. Animales pertenecientes a los trabajadores. Art. 204. —A los peones acasillados no se les podrá disminuir el número de animales conque hayan sido recibidos. Art. 205. — No podrá prohibirse a los trabajadores que críen cerdos y aves de corral dentro del recinto que se hubiere señalado a cada uno para vivienda. LATIFUNDIO.indd 135 29/5/09 08:40:25 Latifundio 136 Miguel Acosta Saignes Sigue la Asociación con las necesidades que agobian a sus miembros y fortalece la tesis intervencionista para la reglamentación, por el Gobierno, de la riqueza territorial. “La defensa social y económica del productor aislado —comentan— la lucha por el mejor precio del fruto y la intensificación de su venta en los mercados del exterior, el fomento industrial del grano, el control de la producción, aliviar al productor por la reducción del costo de producción entre otros países, excitando al Gobierno Nacional a construir las vías más urgentes para el traslado del fruto, desde el interior de las haciendas a los depósitos de resguardo; atender al suministro general de útiles y enseres para el mejor acondicionamiento del fruto...” ¿No son precisamente los defectos corregibles solo por una Reforma Agraria? ¿Y no está demostrado que esos defectos los creó el propio latifundismo, pues el Gobierno de Gómez no fue sino de grandes terratenientes y lacayos del imperialismo? Y oigamos ahora cómo se expresan los propios interesados del sistema de subsidios: “... juzga la Asociación que el resultado concluyente de esa asistencia en la forma de subsidios, ha sido solo un paliativo; que millones de bolívares han sido distribuidos entre los agricultores que relativamente en nada han mejorado las condiciones de abandono de las haciendas, de la producción y de la mejora en precio...” ¿Se quiere demostración más evidente, confesión más explícita, de la incapacidad económica del latifundismo? Por si fuera poco, revisemos las opiniones de los productores de café. Informes cafeteros Los presentados ante la Asamblea de Productores de Café, por delegados de todas las regiones, contienen también LATIFUNDIO.indd 136 29/5/09 08:40:25 Incapacidad económica del latifundismo concluyentes datos para esta misma tesis que, con respecto al café, está ya demostrada con la simple cita referente al descenso de Venezuela hasta el sexto lugar como productor, después de haber ocupado el segundo25. Se ve en estas relaciones cómo los pequeños productores han estado oprimidos por la vecindad latifundista. Un defecto, por ejemplo, común a los pequeños y grandes propietarios de fundos cafeteros, es la falta de vías de comunicación. Las carreteras que sirvieron para la demagogia del régimen gomecista pasaban, efectivamente, solo por los grandes fundos del Dictador y sus áulicos. En la ciudad, era frecuente oír esta frase: “ojalá se mudara por aquí un Ministro o alguien así, para ver esta calle arreglada”. En el campo acontecía lo mismo. Cuando “El General” o un “amigo” adquirían una posesión, ya se estaban ingeniando los Jefes Civiles o los Presidentes de Estado para hacerles llegar un ramal carretero. Y así aparecía un factor más para hacer de los latifundios centros económicos, adonde afluyen los pequeños intereses para ser absorbidos. El Informe de los Cafeteros del Guárico habla del cultivo en esta forma: “Para demostrar lo rutinario de nuestro sistema de cultivo, me bastará decir que en el Guárico el promedio de producción por árbol, según cálculos hechos, 137 25 Alberto Adriani resumió así la significación del café en nuestra economía: “El café conserva su importancia preponderante en nuestra economía durante casi un siglo. Con las necesarias fluctuaciones causadas por condiciones naturales más o menos favorables y por las guerras civiles, que fueron tan frecuentes durante todo el siglo XIX, la producción cafetera continuó en aumento durante las dos primeras décadas, aun cuando fuera con débil ritmo. Durante el cuadrienio 1913-1917, nuestras exportaciones alcanzan sus cifras más altas. Hacia 1925 el café pierde el puesto preponderante que había tenido en nuestra economía desde 1830, a favor del petróleo. Ya hacia la misma época comienza a manifestarse una tendencia al descenso de la producción”. LATIFUNDIO.indd 137 29/5/09 08:40:25 Latifundio Miguel Acosta Saignes no pasa de 180 gramos. Compárese con el alto rendimiento obtenido en Colombia, en donde se ha logrado elevar la producción hasta 800 gramos y así se palpará la eficacia de la aplicación de métodos científicos”. La voz de los cafeteros del Guárico expresa la angustia de los pequeños agricultores, al hablar de la pignoración y referirse al Banco de Venezuela, instituto presto a servir solo intereses de grandes propietarios. Expone el firmante: “Pignoración”. Fui de los que creyeron que el Decreto Ejecutivo que ordenaba la pignoración al Banco de Venezuela, sería remedio eficaz para la estabilización de los precios, pero grande fue mi desengaño al constatar fehacientemente que todavía hoy en nuestro país la buena intención de un gobernante en favorecer las clases trabajadoras, se extingue a través de la maquinaria oficial, como se extingue el eco de la voz en el desierto. Hace pocos días tuve que hacer una pignoración de café en el Banco de Venezuela y llevé allí una muestra de un tipo que había obtenido una oferta en plaza de 54 bolívares el quintal. Cuál no sería mi sorpresa, al día siguiente, cuando se me participó que mi café había sido avaluado en el Banco a razón de 46 bolívares y por tal motivo sólo se me concedía en pignoración Bs. 36 por quintal, correspondiendo el 80 por ciento del valor del fruto acordado en el Decreto aludido. Demás está decir que no efectué la operación. 138 También para la exportación ocurren a intermediarios. Los hacendados de Anzoátegui declararon que, ha pesar de ser la producción total del Estado de unos 40.000 sacos, sólo aparecía como exportador un agricultor, con tres o cuatro cientos, ya que el resto iba a manos de comerciantes de un Estado vecino. Y de este modo, las primas de LATIFUNDIO.indd 138 29/5/09 08:40:25 Incapacidad económica del latifundismo exportación también vienen a ser una ayuda que no llega a los necesitados y favorece solo a los grandes propietarios, quienes sí exportan, o a comerciantes no productores 26. Incapacidad económica del latifundismo No se trata, pues, de injustificada ojeriza contra quienes poseen grandes fincas. La cuestión recae sobre datos concretos, evidentes: el latifundio no deja solo de incrementar la riqueza, sino que la disminuye. El proceso se ha repetido varias veces en la historia. El latifundio oprime a los pequeños propietarios de tierra y esclaviza a los trabajadores del agro; estanca el proceso ascendente de la economía y en nuestros países semicoloniales forma estrecha alianza con los capitales mediatizadores de los cuales obtiene algunas ventajas. En cambio les suministra elemento humano, desplazado de los campos. Sin una Reforma Agraria, el problema sólo puede resolverse a medias y a expensas de los verdaderos productores, pues los subsidios y protecciones a terratenientes y exportadores, benefician solo a éstos, con el dinero de todos 27. 139 26 No ignoramos que las primas de exportación tienen por objeto primordial la compensación, a los exportadores, de la merma sufrida por ellos a causa del alza del Bolívar, mas no hay duda de que precisamente se trata de una de tantas medidas que favorecen a unos cuantos. Forma este procedimiento parte de la política de remiendos cuya sustitución por otra de más alientos, urge. En realidad, cuando en Venezuela se habla de protección a tal o cual industria, no se expresa cuidado alguno por los verdaderos productores de ella, sino por la minoría detentadora de privilegios, protegida a expensas del esfuerzo colectivo. 27 Véase el capítulo “Imperialismo y Latifundismo”, de este mismo volumen y el titulado “Deformación y amenaza de Bancarrota de la Economía Nacional”, en “Petróleo”, por Rómulo Betancourt. LATIFUNDIO.indd 139 29/5/09 08:40:25 LATIFUNDIO.indd 140 29/5/09 08:40:25 VII Sentido de la Reforma LATIFUNDIO.indd 141 29/5/09 08:40:25 LATIFUNDIO.indd 142 29/5/09 08:40:25 ¿Qué expresan las izquierdas venezolanas al pronunciarse, como lo han hecho, por una Reforma Agraria? Lo siguiente: reparto de tierras a los campesinos, para lo cual, como lo hemos indicado, se cuenta con las inmensas propiedades confiscadas a Gómez; la promulgación de una Ley de tierras que ponga coto a los abusos de los terratenientes y que, de acuerdo con los problemas de la tierra en el país, logre el mejoramiento y protección de los agricultores hasta ahora desposeídos; el establecimiento de créditos abundantes y repartidos de manera equitativa, que libre a los actuales pequeños propietarios y a los dotados con tierras de la influencia de los latifundistas; la apertura de vías de comunicación que permitan el transporte de cualquier cantidad de frutos, sin necesidad de recurrir a los intermediarios, latifundistas o no, que actualmente acaparan las operaciones de transporte; la redención de las enormes deudas de los campesinos sometidos en todas partes a la codicia de los grandes propietarios; la redención de los baldíos, ocupados arbitrariamente por quienes luego se han dado a explotar a los arrendatarios; un intenso trabajo de tecnificación y divulgación agrícola, etc. ¿Por qué se propugnan estas cosas? ¿Qué sentido ha de tener la Reforma Agraria en Venezuela? El progreso económico del país no puede lograrse mientras perduren las relaciones de producción semifeudales que el latifundio mantiene vivas en el campo. Es el progreso de la industria en el país lo que significará un avance económico; las formas de producción y de relación de trabajo semifeudales deben ser superadas por otras de forma LATIFUNDIO.indd 143 143 29/5/09 08:40:26 Latifundio 144 Miguel Acosta Saignes capitalista. Pero masas campesinas desposeídas, técnica agrícola rudimentaria, que mantiene escasa producción y grandes extensiones de tierras improductivas; capitales pertenecientes a los latifundistas estancados en los bancos del país y extranjeros, significan el descenso de la economía nacional y su invalidez ante el avance de capitales extranjeros en busca de terrenos propicios. El problema primordial de la industrialización en Venezuela se centra en la exigüidad del mercado interno. Los grandes conjuntos campesinos, sin capacidad adquisitiva alguna, deben ser convertidos en masas capaces de adquirir productos. Pero para ello es necesario liberarlas del pago en fichas y de los salarios de hambre, cuestión imposible sin un reparto de tierras y una legislación adecuada. El sentido económico de una Reforma Agraria será, pues, económico en cuanto servirá al progreso del país, creando un mercado interno, hasta ahora muy escaso, favorable al desarrollo de la industria venezolana. El sentido social no necesita extenso comentario, después de haber visto en capítulos anteriores cómo es urgente mejorar las condiciones de los semisiervos del campo venezolano. Y en cuanto al sentido antiimperialista, ya hemos señalado cómo si los campesinos tuvieran sus propias tierras, no habrían de acudir constantemente a colocarse bajo la férula implacable de los invasores económicos en los campos de Zulia, Falcón y Monagas. El Gobierno y el campo venezolano El Gobierno de López Contreras no ha emprendido una decidida política agraria, llena del sentido que las izquierdas venezolanas señalan para tal cuestión. Urgido, a la muerte de Gómez, por la angustiosa situación del comercio y la inquietud LATIFUNDIO.indd 144 29/5/09 08:40:26 Sentido de la reforma de las masas campesinas, acudió a la política de las obras públicas, como remedio transitorio. Millones de bolívares entraron de esta manera en circulación y los campesinos acudieron a las ciudades a enrolarse en los trabajos. Que tal cosa se hizo de una manera consciente por el Gobierno, lo evidencia la reciente declaración del Ministro de Obras Públicas ante la Cámara de Diputados, en la cual afirmó que los altos jornales que se habían pagado a principios de 1936, en los trabajos dependientes de su Despacho, se debieron a la necesidad de solucionar urgentes problemas políticosociales. La presión latifundista no se hizo esperar, ya que ante la afluencia de trabajadores a las ciudades debían ellos aumentar los jornales para lograr peones en las haciendas y el resultado de su presión fue primero la rebaja de los salarios en las obras públicas y el posterior despido de millares de hombres, quienes hubieron de volver a los campos. 145 El Programa de Febrero En materia agraria el Programa de Febrero contuvo importantes proyectos que no se han realizado. En él se dice: “Entre las grandes necesidades del país está la de una población relativamente densa, físicamente fuerte, moral e intelectualmente educada y que disfrute de una economía próspera”. Y en otra parte: “... Formulación de una política de venta y distribución de tierras, acomodada a las varias zonas del país. Estudio de los problemas relacionados con el latifundio y su aparcelamiento”. De esta manera parecía factible que el gobierno emprendiese una vigorosa política para la redención de las masas campesinas, cuya miseria y necesidad de ayuda se exponen en el documento. Pero LATIFUNDIO.indd 145 29/5/09 08:40:26 Latifundio Miguel Acosta Saignes los latifundistas han sido de los más interesados en que tal Programa, de contenido progresista, no se realice. Los mismos obstáculos han comenzado ya a levantarse ante la formulación del Plan Trienal, elaborado para reglamentar el Programa de Febrero y aceptado por el Congreso Venezolano de 1938. El Plan Trienal 146 En materia agraria, el Plan Trienal señala con certeza las necesidades de los campesinos en su parte expositiva. Se habla de los “estudios de la alimentación de los obreros y campesinos, con el fin de combatir el porcentaje de mortalidad y las deficiencias biológicas ocasionadas por una alimentación defectuosa” y de que “es necesario la lucha contra las deficiencias que se oponen al avance de la instrucción: el analfabetismo, las enfermedades contagiosas y prevenibles; el atraso tecnológico, y agrícola, comercial o industrial; y la desnutrición y el pauperismo económico”. Pero en el plan no es señalado ningún punto esencial para el comienzo de una Reforma Agraria, pues en realidad se reduce a construcciones, en su mayor parte suntuarias. El presupuesto de Agricultura no es aumentado de acuerdo con el aumento general de 80.000.000 para el año económico 1938-39 y solo señálanse algunas medidas genéricas de inmigración y colonias como las que hasta ahora han funcionado sin resolver ni siquiera en parte el gran problema de la tierra en Venezuela. No significa esto que en otros aspectos no posea el Plan Trienal, como el Programa de Febrero, aspectos positivos, como la creación de un Banco Central de Emisión, la Contraloría Nacional; el funcionamiento del Consejo Nacional de Economía y la construcción de vías de comunicación. LATIFUNDIO.indd 146 29/5/09 08:40:26 Sentido de la reforma A pesar de este abandono de la cuestión central de la tierra, el Plan Trienal, como antes decimos, ha comenzado ya a ser objeto de ataque por parte de los latifundistas y su prensa. Se asegura que el deseado progreso de la agricultura venezolana se obstaculizará definitivamente, pues los trabajadores abandonarán las haciendas para irse a las obras públicas. En realidad, lo que acontecería es que para mantener a los peones en sus labores, los latifundistas habrían de elevar sus jornales y contra esto se precaven. Que el progreso de la producción agrícola les tiene muy sin cuidado en cuanto no se relaciona con sus personales ingresos, está ya harto demostrado en capítulos anteriores. En este aspecto es también beneficioso, pues, el Plan Trienal obligará al alza de los jornales en los latifundios. En conjunto, tal Plan viene a significar una vuelta a la política de obras públicas ya señalada. Se trata de crear un mercado interno artificial, sin atacar el verdadero problema: el del latifundio. 147 El Partido Agrario Nacional En algunos países, donde la cuestión de la tierra se ha agudizado inmensamente, fueron creados partidos agrarios demagógicos, cuyo objeto era obstaculizar la realización de cualquier medida que fuese realmente contra el sistema latifundista. Como ejemplo podemos citar el de Checoslovaquia. Al respecto ha escrito Wiehen: Los tres primeros años de la Reforma Agraria en la República checoeslovaca representan un débil ensayo, encaminado a traducir en hechos los amplios planes de las leyes agrarias, saturadas de impulsos revolucionarios. Este proceder lento LATIFUNDIO.indd 147 29/5/09 08:40:26 Latifundio Miguel Acosta Saignes y pesado se debe principalmente a que el Partido Agrario Checoeslovaco (compuesto en su mayoría de labradores ricos) había conseguido un influjo predominante en el Departamento Agrario. 148 En 1937 fue creado en Venezuela el Partido Agrario Nacional y la primera impresión fue la de que se trataba de uno de esos partidos que toman por bandera la cuestión de la tierra, precisamente para evitar su resolución o con otros fines. Además, despertó alarmas el hecho de que en su programa se pronunciase por la representación en las Cámaras de los sectores económicos, en lo cual se vio una tendencia fascistizante. Contra esto se defendió el propio partido, afirmando su tendencia estrictamente democrática. Un tercer factor contrario fue el hecho de que sus fundadores eran en mayoría funcionarios del Gobierno y algunos sectores creyeron ver en el PAN solo un rival burocrático del Partido Nacionalista, constituido precisamente por los antiguos áulicos de Gómez, los latifundistas y los lacayos criollos del imperialismo. Es indudable que científicamente ha de buscarse en otros factores la significación del PAN. En efecto, es la tendencia de la burguesía progresista naciente lo que parece haber dado nacimiento al PAN. Por ello propugna la creación de mercados internos y aunque tímidamente ha mostrado ciertas simpatías antiimperialistas. Es por ello también que el PAR-NAC le ataca constantemente, pues ve en él un posible avance de intereses industriales ante sus privilegios latifundistas. Si el PAN no es en Venezuela un partido de izquierdas, al menos tiene en su haber algunas cosas de positivo interés como es la denuncia constante por su órgano periodístico de necesidades campesinas, en diferentes regiones; la propugnación del impuesto sobre las tierras improductivas, y en general, la modificación del sistema LATIFUNDIO.indd 148 29/5/09 08:40:26 Sentido de la reforma impositivo venezolano y la propaganda entre los campesinos a favor de la obtención de tierras. En estos aspectos, las izquierdas venezolanas han de apoyar la labor del PAN y trabajar porque en realidad cumpla sus ofrecimientos de lograr parcelas para los necesitados. Si lo hace, colaborará en la solución efectiva del problema: si no, él mismo contribuirá a despertar la conciencia de los campesinos, con sus constantes ofrecimientos. La significación económica del PAN evidencia bien por qué el PAR-NAC y la prensa vendida al imperialismo le atacan constantemente y le califican de bolchevique, y por qué recientemente el PAN, a pesar de la desconfianza que su ofrecimiento iba a producir, decidió apoyar para las futuras elecciones en un Estado de la República a los candidatos de las izquierdas contra los sostenidos por el PAR-NAC. 149 Nuestra Ley de Tierras El señor Presidente hasta ha expresado en alguna ocasión cómo existe una Ley según la cual pueden adquirir tierras todos los venezolanos. Sin embargo, ella no ha servido para nada. ¿Por qué? Una Ley de Tierras, si aspira a ser útil, ha de ser hecha para la realidad y con términos efectivos. La nuestra es una entelequia, con ciertos tímidos pujos de utilidad. Según el Capítulo V, en el cual se trata “De la Adjudicación Gratuita”, artículo 78: “El venezolano mayor de dieciocho años que no estuviere casado y el casado de cualquier edad, tiene derecho a que se les adjudique, gratuitamente, en los términos de esta Ley, un lote de terrenos baldíos de los que puedan enajenarse, para constituir en él un fundo rural, agrícola o pecuario, según fuere la clase de tierras que solicitaren”. Al menos en lo concerniente a la simple LATIFUNDIO.indd 149 29/5/09 08:40:26 Latifundio 150 Miguel Acosta Saignes adquisición, resulta muy amplio tal artículo. Veamos sus inconvenientes prácticos. Ante todo, la Ley de Tierras Baldías y Ejidos es inexistente para la mayoría de los campesinos, pues el analfabetismo, que en el país llega al ochenta por ciento, es total en la mayor parte de las regiones exclusivamente rurales. Luego, las peticiones han de ser hechas al Presidente del Estado correspondiente. Muchas veces esto, en el caso de que el campesino conociera de alguna manera la existencia de la disposición, resultaría un inconveniente insuperable, por razones de distancia. Además, no es mucho el interés que demuestran los magistrados regionales en lo relativo al campo, y como no existe aún el indispensable catastro de baldíos, cualquiera puede objetar una petición y en el papeleo y las tramitaciones el pobre campesino a quien se le hubiera ocurrido pedir terreno, volvería cansado a su región. En el Artículo 83, se prohíbe la enajenación del terreno adjudicado, y se copia de algunas legislaciones europeas lo referente a autorizar al propietario para gravar su parcela solo diez años después de haberla obtenido, en el Artículo 85. En la porción relativa a arrendamientos aparentemente encontrarían los campesinos alivio. En efecto, se establece un canon de dos bolívares por hectárea, cuando lo usual es de Bs. 40, en los grandes fundos. Mas, de nada sirve esto al hombre de nuestro agro. Las tramitaciones para obtener tierras en arriendo son complicadas y el pago de los peritos y el ingeniero agrimensor corren por cuenta del promovente. Lo cual equivale a una disposición expresamente prohibitiva. En el Art. 24 se establece la imposibilidad de obtener concesiones para: los propietarios de tierras de primera clase, en extensión de 200 hectáreas; los de segunda, en extensión de 400; los poseedores de tierras de cría en extensión de dos mil hectáreas si son de primera clase y de LATIFUNDIO.indd 150 29/5/09 08:40:27 Sentido de la reforma cuatro mil si son de segunda. Esta es una aparente medida contra el latifundismo, pero nunca se ha cumplido. Se dirá que está realizada con vistas al futuro, mas lo primordial es remediar los males existentes. Legislar para hipotético porvenir, equivale en esta materia a la táctica del avestruz. Según el Artículo 23, no pueden arrendar ni comprar tierras baldías, ni el presidente de la República, ni otros funcionarios entre los cuales se cuentan los intendentes de tierras baldías y los ingenieros agrimensores al servicio del Estado. Es protectora la disposición, mas nuevamente vemos las púdicas cabezas escondidas, porque las tierras que adquirieron los intendentes son numerosísimas. En el Oriente hay uno cuyas extensiones se calculan por los arrendatarios a quienes aún tiraniza, en 20.000 hectáreas, todas adquiridas durante el ejercicio de una Intendencia. 151 Una caricatura Es tan desconocida nuestra Ley de Tierras Baldías y Ejidos, que muy pocos saben cómo en ella se tomaron algunos aspectos de la Ley Agraria Mexicana y se disfrazaron, quitándoles toda eficacia. En esta modificación se verifica una verdadera caricatura, a veces monstruosa. Se establece un sistema pseudo-ejidal, según el cual, cada municipio puede obtener tierras o ampliar las poseídas, hasta 2.500 hectáreas, pero se legaliza como núcleo una entidad política y no económica. En el Artículo 107 se protegen de la más descarada manera los fueros del latifundismo. En efecto, se establece en el aparte a) lo siguiente: “Cuando dentro de un radio de cinco kilómetros, contados a partir de cualquier punto de la finca en que trabaje existan ejidos repartibles, con parcelas LATIFUNDIO.indd 151 29/5/09 08:40:27 Latifundio Miguel Acosta Saignes vacantes, después de satisfechas las necesidades del correspondiente Municipio”, se podrá conceder una parcela a los trabajadores de las haciendas, pero un Parágrafo único añade luego: “No se considerarán como trabajadores afectados por este artículo, los que cultiven y exploten la tierra por cuenta propia, como arrendatarios, aparceros, tercieros, etc.” De este modo se excluye precisamente a los más necesitados, aquellos sometidos al peor método de servidumbre: la aparcería o arrendamiento natural. El Sentido de la Reforma 152 De lo realizado hasta ahora por el Ejecutivo en algunas regiones, del examen de la Ley de Tierras y del análisis de la realidad campesina, saltan los postulados indispensables para una auténtica Reforma Agraria en Venezuela. Muchos métodos aislados se proponen para corregir los males del campo, mas no puede ninguno de ellos bastar. Se hace indispensable una Reforma, coordinadora de todos los esfuerzos posibles e inspirada por el sentido ya señalado. No es que deseemos la implantación, de golpe y porrazo, de métodos colectivistas, como pretenden los panzudos teorizantes de la derecha. Se trata de emprender una verdadera liberación de nuestros siervos campesinos; de eliminar la hegemonía de los latifundistas; de luchar contra la explotación organizada; de enseñar a nuestros campesinos, de darles tierras y suministrarles créditos y conocimientos. El Ejecutivo ha instalado unos cuantos colonos; habla de métodos científicos. Muy bien. Mas no hay un estatuto legal, coordinador de sus actividades. Algunos, temerosos de las teorías “exóticas”, pretenden la misma finalidad, ya citada, de algunos países europeos: LATIFUNDIO.indd 152 29/5/09 08:40:27 Sentido de la reforma “un dique al comunismo”. Como se sabe, tras ello no hay sino un espíritu reaccionario de la peor especie, empeñado en conservar los privilegios a los latifundistas. Quienes así piensan, ven con gusto lo realizado hasta ahora por el Gobierno, pues se instalarán unas cuantas familias y nada más. Una Reforma en Venezuela ha de remediar los males anteriores y sentar las bases de un nuevo estado social de nuestros campesinos. El sentido de la Reforma ha de ser democrático y antiimperialista. Democracia en el campo Para ser democrática la Reforma, debe enfrentarse a todos los privilegios y redimir de la servidumbre al campesinado. Pero ya sabemos cómo el latifundio es “antirepublicano y anti-democrático”. No puede hablarse de pretendida democracia donde un hombre puede someter a cientos y miles a la ruina económica y vital. Solo podremos llegar a un régimen político realmente democrático, si nuestras instituciones económicas están inspiradas y realizadas dentro de normas igualitarias. El hombre que paga salarios de hambre en sus haciendas no querrá el voto libre, capaz de llevar al Congreso hombres de buena intención hacia los trabajadores; quien explota a su antojo terrenos que ni siquiera conoce, dados en arrendamiento usurario a los campesinos, se opondrá a todo intento de reparto y a la introducción de métodos científicos, porque su renta está asegurada con los procedimientos rudimentarios. El latifundista es conservador, amigo de cacicazgos, áulico de tiranos. Conserva de este modo sus prerrogativas. Por ello, odia la democracia en combate contra el latifundismo esclavista, contra el gamonal, contra el ausentista, contra la LATIFUNDIO.indd 153 153 29/5/09 08:40:27 Latifundio Miguel Acosta Saignes posesión de tierras que no se cultivan, contra la expoliación y explotación de los aldeanos. Por moderadas que sean las Reformas, se basan en un concepto de propiedad, cuyo contenido se expresa en frases de Cristóbal de Castro: “Un propietario —dice— no es ya un quírite. No puede disponer a su antojo de la tierra, labrándola o dejándola inculta. Tampoco puede especular sin limitaciones, como hasta aquí, imponiendo leoninamente precios de venta monstruosos y arrendamientos abusivos. Todas las formas del contrato territorial privado son, de ahora en adelante, intervenidas por la Ley, con un firme criterio de justicia social”. Como se ve, tales conceptos, para ser aplicables a nuestra realidad, habrían de ser puestos en futuro. Y conste que quien las escribe, está muy lejos de ser un bolchevique. 154 El sentido antiimperialista La realidad económica no puede considerarse parcelada. Ella es una, con diversos aspectos y por ello, de nada valdría enfrentarse a un aspecto si se descuidaran los otros. En materia agraria, toda reforma bien orientada resultará antiimperialista. Del agro se nutren las explotaciones petroleras. En el hambre de tierras de nuestros agricultores desposeídos encuentran aliado seguro los imperialistas. El material humano viene a ellos en flujo y reflujo, por ellos mismos condicionado. En toda ocasión hay trabajadores a la orden para los campos petroleros. Si se dota de tierras a los agricultores, para llevar bajo el yugo semicolonial a los labriegos habrían de modificarse mucho las condiciones: salarios mayores; cumplimiento de la Ley del Trabajo; trato humano. LATIFUNDIO.indd 154 29/5/09 08:40:27 Sentido de la reforma En el sentido, pues, de mejorar las condiciones de los trabajadores y hacer desaparecer la población que obligadamente ha de estar a la orden de los invasores económicos, una Reforma Agraria de hondo sentido democrático sería también antiimperialista. 155 LATIFUNDIO.indd 155 29/5/09 08:40:27 LATIFUNDIO.indd 156 29/5/09 08:40:27 VIII La Reforma en Europa LATIFUNDIO.indd 157 29/5/09 08:40:27 LATIFUNDIO.indd 158 29/5/09 08:40:28 La guerra engendró en Europa las Reformas Agrarias realizadas en las siguientes fechas: Rumania, 15 de diciembre de 1918. Checoslovaquia, 16 de abril de 1919. Austria, 31 de mayo de 1919. Polonia, 10 de julio de 1919 y 5 y 15 de julio de 1920. Alemania, 11 de agosto de 1919 y 10 de mayo de 1920. Estonia, 10 de octubre de 1919. Reino de los servios, croatas y eslovenos, 18 de diciembre de 1919. Grecia, 27 de febrero de 1920. Letonia, 24 de septiembre de 1920, 21 de septiembre de 1921 y 3 de mayo de 1922. Hungría, 7 de noviembre de 1920. Italia, 2 de septiembre de 1919. España, 21 de septiembre de 1932. 159 La crisis económica de postguerra agudizó los problemas sociales del continente europeo, y al lado de ello la influencia ejercida por la Revolución Rusa, obligó a la realización de tales reformas, de las cuales vamos a dar un somero resumen, útil a nuestro juicio, a pesar de la obligada cortedad. Comenzaremos por una ligera reseña de la Revolución Agraria Rusa. LATIFUNDIO.indd 159 29/5/09 08:40:28 Latifundio Miguel Acosta Saignes Rusia 160 El 20 de octubre, al tomar el poder los soviets, el Congreso de los diputados obreros, soldados y campesinos, dictó el siguiente decreto de socialización de la tierra: “I. — Los derechos sobre la gran propiedad territorial quedan anulados sin exención. II. — Las grandes propiedades territoriales, así como todas las tierras de patrimonio, monasterios, iglesias, con todo el ganado y material agrícola, y los bienes inmuebles y todos los accesorios, pasan a los Comités Agrarios Cantonales, y al Soviet del Distrito, hasta la reunión de la Asamblea Constituyente. III — Los daños, cualesquiera que sean, causados en las propiedades pertenecientes desde ahora a todo el pueblo, son considerados como crímenes graves y pasan a la jurisdicción del Tribunal Revolucionario. Los Soviets de los Distritos tomarán todas las medidas necesarias para mantener el orden más completo, después de la confiscación de las propiedades territoriales, para determinar qué superficie y qué parcelas deben ser confiscadas, para llevar a cabo un inventario exacto de todas las propiedades confiscadas y para salvaguardar, contra cualquier ataque, las tierras entregadas al pueblo, con todas las construcciones, el material, el ganado, los almacenes de productos, etc. Para la realización de todas las reformas agrarias se guiarán en todas partes, hasta la decisión definitiva de la Asamblea Constituyente, por las instrucciones, establecidas sobre las bases adoptadas por 252 sociedades locales de campesinos, por el soviet pobre de los diputados campesinos y publicadas en el número 88 de “Izvestia”, del 19 de agosto de 1917. LATIFUNDIO.indd 160 29/5/09 08:40:28 La reforma en europa IV. — Las tierras de los cosacos, simples soldados y campesinos, no se someten a confiscación”. El 19 de febrero de 1918, aniversario de la liberación de los siervos por Alejandro II, se dictó la Ley de Socialización de la Tierra, cuyos primeros artículos copiamos a continuación: “Art. 1º — Toda propiedad sobre las tierras, el subsuelo, las aguas, los bosques y las fuerzas naturales, queda abolida para siempre, dentro de los límites de la República Socialista Federativa Rusa. Art. 2º — La tierra pasa sin exención (real o ficticia) en usufructo al pueblo trabajador. Art. 3º — El derecho de usufructo de la tierra no pertenece más que a los que la trabajan, salvo los casos especiales, previstos por la Ley. Art. 4º — El derecho de usufructo de la tierra no puede ser limitado ni por la religión que se profese, ni por la raza, ni por la nacionalidad”. En el parágrafo 14 del Título IV de esta Ley, se consideró la población dividida por edades, con relación al trabajo, en la forma siguiente: “Ineptos para el trabajo: muchachas, hasta la edad de doce años; muchachos, hasta la edad de doce años; hombres, desde la edad de sesenta años; mujeres, desde la edad de cincuenta años”. Se indicaron especialmente los ineptos para el trabajo, por razones físicas o mentales. LATIFUNDIO.indd 161 161 29/5/09 08:40:28 Latifundio Miguel Acosta Saignes Tanto por ciento de la mano de obra 162 Los hombres de dieciocho a sesenta años 1,0 Las mujeres de dieciocho a cincuenta años 0,8 Los muchachos de doce a dieciséis años 0,5 Las muchachas de doce a dieciséis años 0,5 Los muchachos de dieciséis a dieciocho años 0,75 Las muchachas de dieciséis a dieciocho años 0,6 La tierra es repartida de acuerdo con esta valorización del trabajo. Según Wygodzinsky, “a fines de 1934 las explotaciones agrícolas colectivas por medio de los kolkhozes y de los sovkhozes, representaban más de las tres cuartas partes de las tierras cultivadas”. En ese año se publicó una estadística en la cual se muestra la proporción de trabajadores rurales, en 1913 y 1934. Hela aquí: LATIFUNDIO.indd 162 29/5/09 08:40:28 La reforma en europa (Proporción respecto de la población total) Propietarios rurales Campesinos y artesanos Explotaciones colectivas 1913 1934 12,3 0,9 65,1 22,5 0,0 45,9 Para Wauters, la conservación y progreso del socialismo en Rusia, ha sido posible solo por los resultados obtenidos en el campo, que convirtieron a los antiguos siervos en los más seguros defensores del régimen que les dio tierras. Para concluir, reproduciremos la opinión de un visitante de los soviets, Luis Fisher, publicada en 1930. Sobre su visita al mayor Sovkhoz escribió: 163 Al principio nos pareció un espejismo (vimos espejismos de agua). Pero no; era realidad. Una ciudad. Allí, en aquella llanura infinita, donde hasta parece perderse la función natural de la tierra, asoma una ciudad con edificios de cemento de tres pisos, con una estación de calefacción central para toda la urbe, con telégrafo, correo, plantas de máquinas y herramientas, flores, un teatro y un club de dos pisos, y con una magnífica carretera en la que hicimos 100 kilómetros por hora. Sin embargo, esto no es una ciudad. Es una hacienda del Estado, una de esas “nuevas fábricas de grano”, establecidas para resolver el problema del pan. Se llama “Camel” y es el número dos de los sovkhozes. LATIFUNDIO.indd 163 29/5/09 08:40:28 Latifundio Miguel Acosta Saignes El administrador de aquel Sovkhoz o hacienda de trigo del Estado, un joven organizador llamado Margalín, comprendió que si nos decía que su hacienda ocupaba tantos miles de hectáreas, no nos daríamos idea de lo que es. De suerte que nos llevó en su auto al límite de la finca. Y de allí avanzamos por una carretera recta, sin una sola curva, 86 kilómetros. Nos produjo una impresión inolvidable. Un tren expreso hubiera tardado en atravesar la finca, más de una hora. Pero al día siguiente visitamos otro sovkhoz mucho mayor. El llamado “Gigante”, actualmente la mayor hacienda del mundo. Su administrador, para recorrerla, emplea un aeroplano; de otro modo le sería imposible acudir a todo. Tiene el “Gigante”, 200.000 hectáreas, de las cuales este año se han cultivado 113.000. Emplea 3.500 obreros. Solo la maquinaria costó ¡siete millones de rublos! y su construcción ¡dieciséis millones! El total de su población es de 17.000 personas. Tanto en el “Gigante” como en el “Camel”, se publican diarios propios. 164 Checoslovaquia Nació esta República en 1918. Cada una de las porciones constitutivas —Bohemia, Moravia, Silesia, Eslovaquia— habían confrontado siempre la cuestión de la tierra, de modo que pronto hubo el Gobierno de recordarlo. Para Wiehen, “la Reforma Agraria checoslovaca es resultado de la acción revolucionaria de un pueblo políticamente liberado”. En Bohemia se había luchado muchas veces por el problema territorial. En el siglo XVII ocho décimas de la propiedad agraria pertenecían a la nobleza. Cuando los aristócratas protestantes fueron expulsados, se les confiscó LATIFUNDIO.indd 164 29/5/09 08:40:28 La reforma en europa la tierra, pero volvió ésta a un destino parecido, pues fue legada a la Iglesia Católica en sucesivas donaciones. José II inició en 1775 algunos repartos, pero en realidad nada útil fue verificado. Fue en 1848 cuando los campesinos hicieron desaparecer, mediante una revolución, el sistema feudal. A este respecto dice Grunberg: Así se resolvió el problema del labrador. El labrador era ya libre, sus tierras estaban libres de cargas. Pero entonces se inició una división entre aquellos que estaban ligados antes por intereses comunes de servidumbre. Del labrador propiamente dicho, o sea el terrateniente, se separa el proletariado campesino: el jornalero y el labriego sin propiedad. Estos piden al Gobierno igualmente una protección positiva: el reparto de los bienes comunales. Pero estas peticiones no son atendidas, porque la masa de los campesinos labradores no está con ellos. El labrador se ha convertido ahora en conservador. 165 Desde esta época se agudizó en la Bohemia el problema. En 1896, el latifundismo había crecido. Había 151 fincas de más de 2.000 hectáreas. La familia Schwarzenberg poseía, ella sola, una de Hs. 247.756. La pequeña propiedad había desaparecido casi totalmente y se acentuaban todos los males inherentes al latifundismo, desde la miseria campesina hasta la despoblación. En los territorios de la antigua Austria, hubo varios proyectos de justicia agraria, que no fueron nunca realizados. El 28 de octubre de 1918 estalló la Revolución en Praga y, al triunfar, se enfrentó ante todo al problema de la tierra. La primera medida fue contra las propiedades inscritas LATIFUNDIO.indd 165 29/5/09 08:40:29 Latifundio Miguel Acosta Saignes en la llamada “Tabulae Terrae”, la cual confería nobleza a los nombres en ella aparecidos. Hubo luego un receso y el 18 de abril de 1919 se promulgó la Ley Fundamental de Reforma Agraria, sin mucho espíritu revolucionario. Se confiscaron sin indemnización las propiedades de las familias de la antigua dinastía de los Habsburgo-Lorena y las pertenecientes a familias de Estados enemigos, con un total de cinco millones de hectáreas. Durante los tres primeros años se adjudicaron tierras a los labradores, en una extensión de 414.985 hectáreas. La Reforma, según Wauters, mejoró en Checoslovaquia la situación de 400.000 familias. Austria 166 Comenzó en Austria la lucha contra el latifundio, con las disposiciones dictadas el 9 de agosto de 1915 y 31 de diciembre de 1919. Según éstas se prohibía la transformación de tierras laborables en cotos de caza, reminiscencia feudal muy corriente en Europa, que inutilizaba grandes extensiones de tierras, para el capricho de los señoritos. La segunda añadía además algunas cláusulas protectoras, como las relativas al precio y la prohibición de comprar terrenos para especulación en la reventa. Fue en 1921 cuando se emprendió algo más extenso. La Ley del 26 de abril estableció que “deberán ser cedidos en plena propiedad al arrendatario, a requerimiento y contra indemnización, todos los terrenos en que el arrendatario haya edificado locales que le pertenezcan”. La Reforma en Austria fue, en realidad, muy moderada. Para 1924 se había expropiado un total de 2.824 hectáreas, cuando las tierras cultivables llegan a 4.243.795 hectáreas. LATIFUNDIO.indd 166 29/5/09 08:40:29 La reforma en europa Estonia Se promulgó la Ley de Reforma Agraria en 1919. Se expropiaron, mediante sus disposiciones, 2.346.494 hectáreas. Letonia La primitiva Ley expropió tierras contra indemnización. En 1924 abolió ésta. Se han instalado numerosas cooperativas y se da preferencia a la mediana propiedad. Lituania Cuarenta por ciento de su suelo estaba, antes de la Reforma, en manos de los latifundistas. Después de varios ensayos, la verdadera Reforma Agraria se promulgó el 15 de febrero de 1922. Se tiende a la creación de pequeñas propiedades familiares. 167 Finlandia Según los datos del Instituto Internacional de Agricultura de Roma, publicados en la excelente obra de Wauters La Reforma Agraria en Europa, los beneficios en Finlandia se condensan así: “Que los que han aumentado en número son las explotaciones pequeñísimas, de menos de media hectárea (34,3 por ciento más en 1920, que en 1910)”. Que la superficie total consagrada a las explotaciones agrícolas ha aumentado, de 1910 a 1920, en un conjunto de 8,1 por ciento. “Que ocupan la mayor parte de la superficie cultivada las explotaciones de 5 a 50 hectáreas, consideradas LATIFUNDIO.indd 167 29/5/09 08:40:29 Latifundio Miguel Acosta Saignes como pequeñas en Finlandia (1.353.451 hectáreas para un total de 2.015.175)”. “Que el orden ocupado por los grupos de explotación de una misma superficie en el conjunto de la extensión consagrada a la agricultura, no ha sufrido modificación de 1910 a 1920. Lo cual se explica, ya que la Reforma Agraria no había surtido aún efecto cuando el último empadronamiento se hizo. Que la explotación directa ha hecho progresos considerables, en perjuicio del arrendamiento (el 56,6 por ciento del número de explotaciones estaban cultivadas por explotación directa en 1910, y la proporción era de 72,7 en 1920). Grecia 168 Beneficio en la Tesalia para más de 5.000 agricultores. En Macedonia, instalación de 18.000. Estos son en el país heleno los efectos de la Reforma. Hungría Se considera muy escasamente importante el efecto de la legislación agraria. Más de medio millón de individuos obtuvieron parcelas demasiado pequeñas, lo cual crea los defectos propios del minifundismo, mal opuesto al latifundio. Rumania Toda propiedad superior a cien hectáreas se expropia en la siguiente proporción: de 100 hectáreas se toma 1; de 500, 35. En las propiedades de más de diez mil, se dejan al propietario sólo 500. LATIFUNDIO.indd 168 29/5/09 08:40:29 La reforma en europa La tierra se da en parcelas individuales y a cooperativas. Los latifundios formaban el 47 por ciento de las propiedades antes de la Reforma. Poco después de ésta, quedaron reducidas al 8 por ciento. En 1925 se habían dado 2.438.594 hectáreas a 708.000 campesinos. Yugoslavia Wauters dice respecto de la reforma en este país: Los resultados de esta legislación son: el Estado ha rescatado 15.000 grandes propiedades, con una superficie total de 755.333 hectáreas, que han sido repartidas entre 210.912 familias; es decir, entre un millón de almas. Pero, en realidad, medio millón de familias campesinas han tenido acceso a la tierra como propietarios o colonos. Han sido liberados dos millones de siervos, y la operación no está aún por completo terminada. 169 Bulgaria Según algunos autores, la Reforma en este país carece de importancia y se limitó a la creación del llamado “bien de familia”, donde ya existía en gran número la pequeña propiedad familiar. Italia Como se comprende, la actual Reforma italiana tiende solo al fortalecimiento del fascismo. Quien desee conocer las vicisitudes de esa legislación en el país nombrado, puede LATIFUNDIO.indd 169 29/5/09 08:40:29 Latifundio Miguel Acosta Saignes consultar el libro de Martín Sánchez Julia La Reforma Agraria Italiana y la Futura Reforma Española. Alemania Según Wygodzinski, el nazismo tiene como lema en la cuestión agraria “repoblar el campo y descongestionar las ciudades y los centros fabriles”. No necesitamos exponer el espíritu de las modificaciones agrarias del régimen hitleriano. Recordemos solo que también a los campos llega la fórmula de “mejor cañones que manteca”. España 170 En orden cronológico, el último de los países europeos donde se dictó la Reforma Agraria. La lucha de los campesinos es allí tradicional y los problemas, múltiples, recibieron siempre el tratamiento homeopático, tan grato a las satrapías, llámense reinos o repúblicas. Para 1932, época de la Reforma, sufría España todos los males inherentes al régimen de propiedad latifundista: despoblación, escasa productividad de los campos, malísima condición de los labradores. Veamos algunos datos concretos: en los latifundios el salario oscilaba entre dos y cuatro pesetas. Esto, naturalmente, alejaba a la gente de los campos, llevándola en busca de los salarios industriales, de hasta quince pesetas. Horas de trabajo, las que el dueño fijara. Ni sanidad, ni escuelas. Un estado muy semejante al de nuestras masas agriculturas, pues el problema no varía con latitudes, continentes o países: donde predomina el régimen de latifundios, pervive el de feudalidad en las relaciones de trabajo. LATIFUNDIO.indd 170 29/5/09 08:40:29 La reforma en europa La situación de otros grupos de agricultores, aparentemente más libres, no era mejor. Cristóbal de Castro presenta muy claro el cuadro de los arrendatarios: Amén de la renta elevadísima —escribe citando a Courier— por cada predio, pagan los infelices anualmente 800 y más pesetas de alquiler por sus casuchas miserables. Con la obligación —añaden ellos mismos— de contribuir “por nuestra cuenta al entretenimiento de dichos edificios a pesar de que esos alquileres superan en mucho a los de su clase en Zaragoza” (se trata de campesinos de esta región). Además se establecen otras condiciones: “Las hierbas de los campos serán propiedad de los arrendatarios, considerándose como hierba la hoja de remolacha”. “Los arrendatarios pagarán el desbroce y limpieza de los riegos”. “No podrán subarrendar la finca”. “Se les prohíbe tener tiendas, cafés u otros establecimientos”. “También se les prohíbe tener conejos, ni aun en el corral, ni ganado de resería sin el permiso del señor”. “Los propietarios tienen la facultad de despedir a los arrendatarios por razones de moralidad pública o privada, por falta de religiosidad, por insubordinación o falta de respeto a ellos, a su familia o a sus relaciones y representaciones”. “Razones, —aclara el contrato— que se apreciarán libremente por los propietarios, cuya estimación, de ahora para entonces, acepta el arrendatario”. ¿No parece como si estuviéramos leyendo uno de esos contratos venezolanos, ya citados? Existía también la aparcería, tan grata a los latifundistas, en la misma forma leonina de nuestro país y otros problemas característicos de diversas regiones, como los llamados Foros y la Rabassa Morca. De los Foros dice Wygodzinski: LATIFUNDIO.indd 171 171 29/5/09 08:40:29 Latifundio Miguel Acosta Saignes Con más acentuado espíritu de protección al proletariado, han conocido y aun conocen varias regiones españolas las enfiteusis temporales. Tal era el caso de los foros gallegos, constituidos, según costumbre, durante el reinado de tres reyes y veintinueve años más. Cuando empezaron a vencer los foros así constituidos, surgió el desahucio de foreros cuyos antepasados habían cultivado desde tres o más generaciones la finca enfeuticada, viéndose obligados a abandonarla sin ninguna compensación. El conflicto se hizo más agudo cuando, venciendo los foros que a través del tiempo habían seguido constituyéndose, llegó a ser general aquel caso en todo el suelo de Galicia. 172 De la Rabassa Morta dice el mismo autor. “Este mismo carácter tiene la Rabassa Morta catalana, enfiteusis sobre terrenos en que el enfiteuta planta vides y retiene el viñedo contra el pago de un canon, hasta que mueren las dos terceras partes de las primeras cepas, momento en que la enfiteusis se extingue, consolidándose de nuevo el pleno dominio de la finca en el propietario”. En Galicia adquiría la cuestión caracteres particulares, que fueron ampliamente expuestos en la discusión de la Ley de Reforma Agraria, por varios diputados. Uno de ellos decía: “Entre los problemas fundamentales que tenemos en Galicia, se encuentra el referente a la concentración parcelaria. Así como en otras tierras el latifundio es un mal, en Galicia es todo lo contrario; existe el minifundio, la excesiva división de la propiedad”. En cierto modo el minifundismo viene a ser también derivado del régimen latifundista. En efecto, los señores propietarios muchas veces venden pequeñas parcelas, que LATIFUNDIO.indd 172 29/5/09 08:40:30 La reforma en europa apenas dan para la vida de una cortísima familia, en la seguridad de que se convertirán luego en prestamistas de sus compradores y las tierras volverán a ellos. En cuanto al reparto de la propiedad, veamos estos datos, presentados en la misma discusión de la Ley de Reforma, por otro Diputado: “Estudiadas las 27 provincias —dice— donde la concentración de la propiedad es mayor, aparece que el 3 y medio por ciento de propietarios disfruta el cincuenta y dos y medio por ciento de la tierra”. Con tal régimen y acaparamiento, las masas campesinas tenían que presionar duramente para el logro de una Reforma. En España se habían realizado muchas veces pequeñas distribuciones, pero nunca con amplio sentido. Antes de 1932 se habían introducido varios proyectos, que carecían de la amplitud necesaria, como la Ley Besada, sobre colonización y repoblación interior, la Ley Alba, sobre “plusvalía” y Banco Agrícola Nacional, y el Proyecto Lizárraga sobre Colonización Obligatoria y Bien de Familia. El verdadero Código Agrario se dictó el 15 de septiembre de 1932. Además, se dictaron luego las del Instituto de Reforma Agraria, Comunidades Campesinas, Cámaras Agrícolas, Laboreo Forzoso, Arrendamientos Colectivos, Registro de Arrendamientos, Arrendamientos Rústicos y Servicio Nacional de Crédito Agrícola. Todas las disposiciones que favorecían a los campesinos fueron restringidas por el Gobierno de las derechas, en 1935. El Frente Popular, que triunfó en las elecciones del 16 de febrero de 1936, trató inmediatamente de modificar lo hecho por el Gobierno reaccionario que le antecedió, votando las leyes de bienes comunales y arrendamientos rústicos. Aquella estaba en discusión al estallar la rebelión de los militares traidores. El 95 por ciento de los grandes propietarios LATIFUNDIO.indd 173 173 29/5/09 08:40:30 Latifundio Miguel Acosta Saignes apoyaron la rebelión, convertida luego en invasión por fuerzas del fascismo internacional. Por decreto de siete de octubre de 1936, el Gobierno legítimo dio a los campesinos el derecho, temporal, de explotar las tierras de los propietarios que hicieron causa común con los fascistas. El Gobierno declaró, al dictar tal medida, que en realidad su intención era únicamente hacer cumplir las leyes agrarias de 1932, pero que al surgir la sublevación debía tomar naturalmente otra actitud temporal. El Art. 1º del citado decreto decía: 174 LATIFUNDIO.indd 174 Se acuerda la expropiación sin indemnización y a favor del Estado de las fincas rústicas, cualesquiera que sea su extensión y aprovechamiento, pertenecientes en 18 de julio de 1936 a las personas naturales o sus cónyuges y a las jurídicas que hayan intervenido de manera directa o indirecta en el movimiento insurreccional contra la República. 29/5/09 08:40:30 IX El problema de la tierra en América LATIFUNDIO.indd 175 29/5/09 08:40:30 LATIFUNDIO.indd 176 29/5/09 08:40:30 Exceptuando a México, del cual hablaremos al final de este vistazo por nuestra América, en casi todas partes el problema de la tierra mantiene caracteres semejantes a los que hemos señalado en Venezuela. Veamos algunas opiniones que sintéticamente nos den a conocer la angustia de los millones de campesinos que en nuestros países ignoran lo que es la más elemental libertad, a pesar de los Libertadores, y son víctimas del sistema latifundista y, además, del imperialismo. En Argentina, a pesar de numerosas leyes de colonización, que aparentemente iban a solucionar el problema campesino, subsiste. En Los Trabajadores del Norte Argentino escribe Juan Antonio Solari: 177 Los indígenas norteños no han sido incorporados a la vida civilizada, ni se les ha prestado, en todos los casos, la cooperación que necesitan para su propia evolución... Se ha sostenido con frecuencia que los indios rehúyen el trabajo y que prefieren entregarse al ocio o al cuatrerismo, antes de dedicarse a actividades útiles. Semejante criterio es erróneo, tal como evidencian una multitud de hechos innegables... Lo que corresponde es imprimir a los nativos rutas nuevas, colocarlos a un nivel de vida compatible con el progreso que hemos alcanzado como nación organizada y civilizada... Es lo que hemos llamado con pena, miseria de la riqueza argentina. Tierras ricas y feraces, inagotables fuentes de trabajo y de producción, campo vasto y propio para albergar a centenares de miles de familias entregadas, bajo un clima saludable y en medio de una naturaleza comúnmente LATIFUNDIO.indd 177 29/5/09 08:40:30 Latifundio Miguel Acosta Saignes pródiga, a labores diversificadas y productivas, son en verdad regadas por la sangre y amasadas por el dolor de una raza agobiada y enferma. Porque —para decirlo de una vez— todo tiene valor en estas tierras, menos el trabajo humano, el hombre como unidad económica y moral. 178 Y el Doctor Alfredo L. Palacios ha expuesto la necesidad de ir en auxilio de millares de campesinos atacados por el paludismo, el bocio, el tracoma y multitud de otras enfermedades que azotan el campo argentino. En Chile el problema es también de grandes proporciones: población que crece con lentitud; salarios de hambre; necesidad de ir contra el latifundismo para incrementar la productividad del país. En el Perú continúa el problema como lo expuso José Carlos Mariátegui y aun agudizado por la intervención de imperialistas convertidos en latifundistas, como en capítulo anterior lo señalamos; en Ecuador, el Gobierno se vio obligado a dictar el 27 de marzo de 1937 un decreto en el cual se establece la adquisición y reparto —por el Gobierno— de algunos grandes fundos, pues la miseria de los campesinos llegaba a tal grado que se imponía siquiera alguna concesión. A pesar de esto, el montubio sigue sufriendo miseria. En el Paraguay hablóse en 1936 de un amplio plan agrario, no realizado. En el Uruguay las masas del agro sufren conjuntamente también la tiranía del latifundio y de los capitales invasores. En junio de 1937 escribía el doctor Pablo Minelli al respecto:“La producción agropecuaria; el comercio interior y exterior; los grandes servicios públicos: nada escapa a la ingerencia monopolista del poder político...”. LATIFUNDIO.indd 178 29/5/09 08:40:30 El problema de la tierra en américa Y añade: El proceso de producción agrícola, íntegramente supeditado a los intereses de los trusts cerealistas, de la gran propiedad terrateniente y de la usura. Burge y Bern (trust inglés) extiende en estos momentos sus redes por toda la República. Si se hiciera una investigación seria, se vería el alcance de su intromisión para que todos o casi todos los molinos harineros de la República le pertenezcan, de igual manera que en la Argentina, Chile, Brasil. De Cuba ya hemos hecho referencia. De cómo en esa Isla y en todas las Antillas creció el latifundismo, ha hablado extensa y autorizadamente Ramiro Guerra. La cuestión de la tierra tiene pues, en América, caracteres semejantes, que engendrarán efectos semejantes, como la incapacidad para liberarnos del imperialismo hace tiempo penetrante y para oponer sólida barrera a los intentos del fascismo ávido de establecer bases en América. Por ello, no es un azar que México, país el único del Continente —hablamos, claro, del Bravo hacia abajo— donde se ha realizado una vigorosa política agraria, haya sido el primero en rescatar para sí la riqueza hasta ayer detentada por los capitales invasores. Antes de referirnos, siquiera someramente al estado actual del problema agrario en México, transcribimos algunos párrafos sobre Centro América, publicados en 1937 por Luis Felipe Recinos: 179 Los productos que constituyen —escribe— esencialmente los medios de vida de estos países son el café y los bananos. A excepción de El Salvador, que no exporta bananos, el resto de Centroamérica depende, en grado máximo, de LATIFUNDIO.indd 179 29/5/09 08:40:30 Latifundio Miguel Acosta Saignes las entradas que le produce la exportación del “oro verde”, cuyo negocio controlan unos señores que residen en la aristocrática ciudad de Boston, en Estados Unidos, los que ejercen mando efectivo, a través de sus “gerentes divisionales” en las Repúblicas. El café, en su totalidad, es producido y vendido por los terratenientes centroamericanos, que son los amos, prácticamente, de estas naciones. Pero son amos para con los pobres indios, para con los pobres mestizos y para con los “blancos” proletarios, en tanto que a la vez, son unos pobres esclavos. Adelante añade: 180 LATIFUNDIO.indd 180 Los poetas centroamericanos, inspiradísimos y generalmente ingenuos, cantan las bellezas del campo, y los músicos también se inspiran componiendo valses de la “flor del café”, mas ignoran la amarga vida de los que viven en el fondo de los obscuros y húmedos cafetales o de los que trabajan en los bananales —mares verdes de ensoñación paradisíaca— donde las lluvias torrenciales, el mosquito y los zancudos, las serpientes y otros animales, los atacan incesantemente, provocándoles el paludismo, la tuberculosis y la muerte. En la actualidad, un “cortador de café”, después de incesante trabajo de diez o doce horas, logra obtener, como salario máximo, unos treinta y cinco centavos oro norteamericano, si bien le va. Obtiene como toda alimentación una tortilla gorda en cada tiempo, acompañada de unos cuantos frijoles en “bala” —cocidos simplemente—y un poco de arroz masoso con un tanto de sal. Duermen, en algunas haciendas, en horrible hacinamiento, en espantoso contubernio, bajo galerones que apenas los libran de las lluvias y del sereno o 29/5/09 08:40:31 El problema de la tierra en américa en jacales. Familias enteras, durante la “temporada”, trabajan de sol a sol en el corte del café, y cuando éste enrima, quedan sin ocupación, retornándose a los pequeños poblados e internándose a trabajar “a medias” en las haciendas. Es decir, cuando tal logran, la mitad del producto de su propio sudor y trabajo va a dar a manos del terrateniente. Copiaremos aun otro párrafo del mismo autor, en el cual se exponen circunstancias muy parecidas a las venezolanas: Y no es eso todo. En Guatemala y El Salvador, los indios viven aún la noche obscura de las “encomiendas”. El terrateniente, el “jefe político”, el gobernador y el alcalde municipal los tienen domeñados y los tratan como a esclavos. Todo patrón tiene en su hacienda un “comisario” y no permite que a sus predios penetren vendedores ambulantes, de modo que a él tienen que comprarle todo. Además, el peón recibe su paga en “fichas” o “vales”, de modo que se ve obligado a usarlos en la propia hacienda, donde casi nunca falta la “cantina” o “estanco”. Allí bebe, allí se embrutece. Allí deja su jornal y su vida. 181 México En este país, la lucha por la tierra es tradicional. Escribe Alfonso Teja Zabre: En México se formaron las primeras civilizaciones de América, fundadas en la agricultura permanente. Los aztecas tuvieron un sistema mixto de latifundismo y cultivo comunal. La tierra estaba repartida en “calpullis”, LATIFUNDIO.indd 181 29/5/09 08:40:31 Latifundio 182 Miguel Acosta Saignes pertenecientes a la comunidad, pero los trabajadores se veían obligados a laborar las tierras de la nobleza y del ejército. El proceso de la Conquista es igual al resto de América: tierras para los invasores, donadas por la Corona. Durante los tiempos coloniales se mantuvo el problema de los indios desposeídos y algunas disposiciones tendieron a veces a aliviar, desde España, la suerte de los indígenas, obligados a trabajar en los latifundios de españoles y criollos. El visitador D. José Gálvez trabajó para que se dotase a los indígenas de convenientes lotes, mas tropezó, así como otros bienintencionados, con la constante oposición de los terratenientes. El proceso continúa y llega a su máxima gravedad en los tiempos de Porfirio Díaz, cuando el 70 por ciento del suelo llega a estar en poder del uno por ciento de los propietarios. En el campo se engendra la Revolución y son las masas de los desposeídos de tierra quienes acompañan a los jefes, ante la promesa de repartos. Con Emiliano Zapata, en el Plan de Ayala, aparece el primer intento amplio de resolver la cuestión agraria. El anhelo creciente de una Reforma Revolucionaria, se plasma en la Constitución de 1917, donde se dice, en el Artículo 27: “La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad las modalidades que dicte el interés público”. Aparece allí un concepto distinto de la propiedad territorial, condicionada ahora al provecho social. El Licenciado Beteta se refiere a la nueva legislación agraria de 1917 en estos términos: Durante los cinco años que siguieron a la Ley Agraria, la repartición casi se limitó a restituciones y puede decirse que la Reforma Agraria comienza en México en 1920, con la LATIFUNDIO.indd 182 29/5/09 08:40:31 El problema de la tierra en américa presidencia del General Obregón. En el siguiente período, del General Calles, la distribución de tierras tiene ya real importancia. En el interinato del Licenciado Emilio Portes Gil, se distribuyó más tierra que en los cuatro años de su predecesor aunque su administración duró solo meses. En cambio el agrarismo sufrió un eclipse y aun estuvo en peligro de terminar durante el Gobierno del Ingeniero Ortiz Rubio. La Presidencia Provisional del General Rodríguez no obstante su fama conservadora fue otra vez fructífera en repartición de tierras. El Presidente Cárdenas bien conocido por su entusiasmo en todo lo que se refiere a la Reforma Agraria, ha dado nuevo estímulo al movimiento. En un solo día, el Primero de Mayo de 1935, para celebrar el Día del Trabajo y los acontecimientos de Chicago se distribuyeron 552.936 hectáreas a 353 poblados, beneficiando a 36.856 jefes de familia. 183 Para el 10 de abril de 1935 había en México 7.041 ejidos con 895.284 ejidatarios, quienes habían recibido 11.741.191 hectáreas, de las cuales 3.735.931 eran tierras de labor. En 1936 las actividades del Departamento Agrario fueron: Se elevó a siete millones ochocientos mil pesos su presupuesto. Trabajaron en él 877 ingenieros y 320 empleados de organización. Al cumplirse 21 meses del período del Presidente Cárdenas, las dotaciones habían sido de 2.999 para 287.570 campesinos, con 4.442.000 hectáreas. En construcciones ejidales se gastaron en ese año dos millones de pesos, para las siguientes: 7.991 escuelas, 15 “Casas del Agrarista”, 1.340 obras para usos comunales, comisarios ejidales, oficinas públicas, baños, pequeñas obras de LATIFUNDIO.indd 183 29/5/09 08:40:31 Latifundio Miguel Acosta Saignes irrigación, caminos, pozos artesianos, obras de saneamiento y campos deportivos. Se intensificó la organización de la mujer campesina en Ligas de Defensa Social, en Comités de Educación y de Lucha contra el Alcoholismo. El actual Gobierno mexicano, con el apoyo de las mayorías y de los partidos de izquierda, realiza una verdadera labor revolucionaria en el campo. Los anteriores habían cumplido de manera defectuosa el Código Agrario, de tal modo que el propio presidente Cárdenas hubo de expresarse así: Se han cometido graves deficiencias en la aplicación de la Ley Agraria, en contra de los derechos del pueblo, como, por ejemplo, reducción injustificada de padrones agrarios, cambios de localización impropios, validez de fraccionamientos simulados, de fincas rústicas, que por este medio no contribuyeron a la formación de ejidos, dotación de tierras de mal temporal, pantanosas y salitrosas, en lugar de terrenos de cultivo. 184 Uno de los últimos grandes repartos ha sido el de la Comarca Lagunera donde en 40 días, para celebrar el aniversario de la Revolución, se repartieron, a fines de 1936, tierras a 28.503 ejidatarios. El Banco de Crédito Ejidal acondicionó esos terrenos con un gasto de más de un millón de pesos. Es con el gobierno de Lázaro Cárdenas cuando viene a realizarse una intensa labor en el campo y a cumplirse las disposiciones que antes habían sido constantemente obstaculizadas. A pesar de esta política decidida en materia agraria, no puede considerarse resuelta, ni mucho menos, la cuestión. Los obstáculos que actualmente se presentan son de diversa índole y naturalmente entre los principales se LATIFUNDIO.indd 184 29/5/09 08:40:31 El problema de la tierra en américa encuentra la oposición de los latifundistas, quienes se valen de todos los medios posibles, hasta el de sostener “guardias blancas”, que asesinan a los ejidatarios. Contra esto, el Gobierno se ha enfrentado dotando de armas a los poseedores de tierras. Otros defectos nacen de la ausencia de técnicos y de la falta de una experiencia que es ahora cuando se va adquiriendo. En un interesante estudio, el ingeniero M. A. Duran opina sobre el estado actual del problema en los siguientes términos: La observación más superficial indica y comprueba que la gran propiedad sigue existiendo en enorme proporción en nuestro país. Mientras las explotaciones pequeñas aparecen en número muy grande, los latifundios forman números reducidos y comprenden, sin embargo, la inmensa mayoría de las tierras. Los latifundios de mayor superficie han sido los menos tocados por la reforma agraria, aunque hay que aceptar que dichos latifundios han contribuido con mayor superficie para la constitución del ejido. Esto es perfectamente explicable, dada su gran extensión y sin que ello quiera decir, de ninguna manera, que han sido mutilados en forma decisiva para su existencia. 185 Además de esto, para el reparto ejidal no se ha escogido en realidad la mejor tierra sino que los campesinos han sido dotados en algunas regiones con tierras de mala calidad. Y, advertimos, no se debe esto sino a un defecto engendrado por la constante oposición de los latifundistas y a la falta —como arriba señalamos— de un criterio regido por la experiencia y la técnica. Que el gobierno de Cárdenas ha intentado realmente solucionar el problema, como nadie LATIFUNDIO.indd 185 29/5/09 08:40:31 Latifundio 186 Miguel Acosta Saignes anteriormente, lo demuestran las cifras indicadoras del reparto agrario antes del actual Presidente y con éste: de 1916 a 1934 fueron beneficiados 802.081 campesinos, con una extensión total de 7.755.935 hectáreas, en tanto que en solo dos años de la presidencia de Cárdenas, en el período 193537, fueron beneficiados 624.303 campesinos con extensión total de 11.752.109 hectáreas. Sin embargo, el 2 por ciento de la totalidad de propietarios de tierras posee aún más de 70 millones de hectáreas. Es con el actual Gobierno cuando ha comenzado la expropiación de terratenientes extranjeros como Hearst, Jenkins y otros y cuando se ha llegado a un concepto exacto de lo que debe ser la Reforma: modificación no solo de las condiciones de vida de los campesinos, sino medio para aumentar la producción nacional y para la creación de una vigorosa economía rural. Respecto de este último punto es necesario decir que al intensificarse el reparto de las tierras, la productividad de muchos cultivos disminuyó, planteándose por tanto nueva cuestión que parecía dar razón a los latifundistas, para quienes el sistema de los repartos es perjudicial desde el punto de vista de la producción. Pero esto debióse en parte a que las tierras repartidas fueron, como se dijo ya, muchas veces de mala calidad y a que, sin duda, hay productos que necesitan ser cultivados en grandes extensiones. A este respecto, los mismos ejidatarios han comprendido y pidieron en muchas regiones la autorización para realizar cultivos en forma colectiva. Este sistema resuelve no solo el problema de la producción, sino el del suministro de créditos e implementos agrícolas a los nuevos propietarios. En efecto, créditos fragmentados para pequeñas parcelas, o resultan inútiles o imposibles de dar, pues sumados, representarían sumas demasiado cuantiosas. En cambio, a sociedades ejidales, que efectúan cultivos en LATIFUNDIO.indd 186 29/5/09 08:40:32 El problema de la tierra en américa forma colectiva, resultan beneficiosos créditos que se dan al conjunto y no a los individuos componentes. Soluciónase también la cuestión de los implementos necesarios, como tractores, que se emplean con fruto solo en extensiones de cierta consideración. Los latifundistas no cejan en su propaganda contra la política agraria del presidente Cárdenas. Su último intento para provocar descontento entre los campesinos ha sido el de propagar la especie de que esa tendencia a colectivizar ciertos cultivos es una cuestión general y que de tal manera se amenaza la pequeña propiedad, cosa completamente falsa, puesto que ésta tiene bien delimitadas en el Código Agrario sus prerrogativas, como el propio Presidente lo ha hecho notar. Como ejemplo de las dificultades que se han presentado a los ejidatarios en algunas regiones, citaremos las causas a las cuales se atribuyen las primeras zozobras de los ejidatarios de La Laguna, quienes ya han superado muchas y logrado para este año abundantes cosechas: 187 El sabotaje de los hacendados: se negaron a utilizar las aguas del río (sabiendo que se repartirían las tierras) y desmantelaron las norias Mala política del Banco de Crédito Ejidal: por actuar sin la debida cooperación de los ejidatarios; por ocupar a capataces, administradores y rayadores de las antiguas haciendas. Estos hechos facilitaron la campaña de los latifundistas, quienes aseguraban que el Banco era un nuevo patrón. “Poco entusiasmo de los campesinos en el trabajo”. LATIFUNDIO.indd 187 29/5/09 08:40:32 Latifundio Miguel Acosta Saignes Para concluir este ligero vistazo a México, copiaremos recientes conceptos del presidente Cárdenas acerca del ejido: 188 LATIFUNDIO.indd 188 A la evolución del concepto del ejido correspondió la elaboración de un nuevo texto del Artículo 27 constitucional. Pudo haber habido, en alguna época temprana de la Revolución, quienes consideraran el ejido como mero complemento del jornal, insuficiente para garantizar al trabajador la independencia económica que es el fundamento de todas las libertades. Pero esto nada influye en los deberes presentes de la autoridad. Que lotes de campesinos llegaron a poseer pequeños lotes de tierras, verdaderos “pegujales”, sin aperos, sin créditos, sin organización, era fruto bien raquítico de tamaño sacrificio en la lucha. Y esto sin contar con que el ejido así entendido habría acabado por ofrecer un recurso más para que el hacendado pudiera disminuir los jornales —de suyo envilecidos— sabiendo que el trabajador contaba con un arbitrio adicional para subsistir. La realidad nacional ha sido otra: una concepción ejidal de abiertas perspectivas es la que surge de las aspiraciones populares, hasta tomar sitio en la Constitución y en las leyes. Y la institución ejidal tiene hoy doble responsabilidad sobre sí: como régimen social y por cuanto que libra al trabajador del campo de la explotación de que fue objeto, lo mismo en el régimen feudal que en el individual; y como sistema de producción agrícola, por cuanto que pesa sobre el ejido, en grado eminente,la responsabilidad de proveer a la alimentación del país 29/5/09 08:40:32 X Qué hacer LATIFUNDIO.indd 189 29/5/09 08:40:32 LATIFUNDIO.indd 190 29/5/09 08:40:32 Planteamiento El sistema de producción agropecuaria no se transformó por el descubrimiento del petróleo en el subsuelo venezolano. Por el contrario, acentuáronse los caracteres de feudalidad en el campo cuando los invasores económicos sentaron sus reales sobre el territorio zuliano y la finanza internacional comenzó a regir nuestras relaciones económicas. Ya hemos visto cómo al devenir semicolonial de nuestra economía, no se organizan con los nuevos recursos monetarios las bases de una futura defensa. El Gobierno de Gómez, por el contrario, se asió desesperadamente a las columnas imperialistas e hizo todo género de concesiones. Aquel conjunto de individuos, en pandilla para realizar “el robo organizado”, encontró una fuente novísima y abundante de entradas, a cambio de ininterrumpida complacencia. La producción agropecuaria disminuyó en la forma analizada, en tanto que se incrementó la producción petrolera, convirtiéndonos así en país semicolonial, bajo la tutela extranjera. En las masas productoras trázase de manera muy firme la influencia del nuevo rumbo económico. Los hombres del agro acuden a los campos petroleros, atraídos por salarios mayores y encuentran superiorísimas las condiciones ofrecidas, a aquellas bajo las cuales hasta entonces vivían sin alternativas. Delimítanse entonces dos grupos de nuestros trabajadores: uno que acude a la nueva industria; el otro, permanece en los campos, siervo de las condiciones impuestas por el latifundismo. LATIFUNDIO.indd 191 191 29/5/09 08:40:32 Latifundio 192 Miguel Acosta Saignes En las ciudades existía una tercera porción: un proletariado en pequeños grupos, desorganizado. Nuestra incipiente industria nunca había utilizado grandes contingentes. En las explotaciones petroleras la forma de trabajo y la vida; en campamentos o pequeños poblados, junta a los trabajadores, y en las nuevas labores se hallan por primera vez unidos en Venezuela millares de proletarios. Hay para ellos una disciplina, que hace nacer luego ideales comunes. Sus intereses pueden ser muy claramente identificados y comienzan a nacer una articulación y un espíritu colectivo imposible de obtener antes. El trabajador campesino, permanece, entre tanto, disperso. Las condiciones se hicieron para él más difíciles mientras decrecían las actividades agropecuarias, por el creciente acaparamiento y la crisis mundial. Esta reflejóse en tal sector precisamente por la imprevisión e incapacidad de nuestros agricultores. La crisis del sistema capitalista los tomó desprevenidos, en pleno regocijo por la aparición de la nueva riqueza venezolana, a la cual esperaban rebanar una buena tajada. Ante el descenso de los precios en el mercado internacional, dos fuentes podrían surtir a los terratenientes en peligro: la explotación intensificada del campesino y los préstamos tomados al capital imperialista. Esta dependencia semicolonial creaba consecuencialmente otras características sociales y políticas. Ya no iban a decidir en el Gabinete únicamente las voluntades terratenientes y Gómez el primero. Los agentes del imperialismo tendrían constante intervención: las leyes no irían nunca contra sus intereses; declararían su aceptación o simpatía por determinados funcionarios. Cualquier decisión trascendental iba a serles siempre consultada, siquiera de indirecta manera. LATIFUNDIO.indd 192 29/5/09 08:40:32 Qué hacer El cuadro político-social del gomecismo puede, pues, trazarse con toda seguridad: de un lado la antigua oligarquía latifundista, en trance ahora de parasitismo del capital penetrante. Como influencia primordial la voluntad imperialista, y alrededor de estas fuerzas, esa falange de trabajadores improductivos que se agrupan alrededor de todas las tiranías americanas: abogados listos a usar la librea intelectual del imperialismo; escritores capaces de escribir justificaciones del régimen de fuerza, rábulas deseosos de todo medro; políticos de aventura. Y del otro lado, un pueblo oprimido, sin la menor libertad, quien nunca supo lo que significaba elegir el más modesto funcionamiento; sometido a la voluntad del gringo despótico, del terrateniente que es a la vez autoridad policial de su fundo; del jefe civil, genuflexo siempre ante el señor Don Dinero. Son esas las condiciones de Venezuela al morir Juan Vicente Gómez. Según algunos teóricos del individualismo, si el cuadro fuera exacto, no hubiese habido, al desaparecer Gómez, cierto ambiente democrático, pues todo habría continuado igual. Es ocasión de responderles. Alrededor de Gómez tejíanse también ambiciones personales y tendencias de pequeños grupos, deseosos de obtener la hegemonía. Por ello, López Contreras, ministro de Guerra en los últimos años del régimen, organiza hábilmente sus fuerzas y logra imponerse a las otras, representadas por el hermano y los hijos del dictador, Velasco, Gobernador del Distrito Federal y Pedro Rafael Tinoco, ministro del Interior y candidato de las compañías petroleras a la Presidencia. En el Ejército, la cohesión indispensable para la continuación sin flexibilidad alguna, era inexistente. Los oficiales de carrera, muchos de los cuales habían cursado estudios en LATIFUNDIO.indd 193 193 29/5/09 08:40:32 Latifundio 194 Miguel Acosta Saignes escuelas extranjeras, se oponían a continuar bajo la voluntad de viejos generales y coroneles “chopo de piedra”. El propio López Contreras había trabajado por alguna tecnificación, conquistando así la simpatía de jóvenes oficiales, deseosos de actuar en un cuerpo verdaderamente representativo, y no en el Ejército de Gómez, cuyos soldados eran también peones de sus haciendas. Por otra parte, el pequeño comercio sufría terrible situación y el pueblo todo esperaba sólo una señal para lanzarse a la calle. Ante condiciones tales, López Contreras, quien tenía en sus manos gran parte de las palancas de la maquinaria represiva, había sin embargo de hacer concesiones, para reorganizar el engranaje, esta vez en más inteligente forma. En cuanto a los partidos de izquierda, constituidos a principios de 1936, tenían una labor primordial: la de aclarar la oscura conciencia de las masas oprimidas y descontentas, crearles el conocimiento de sus verdaderos intereses, coordinar la acción capaz de enfrentarse a las fuerzas opresoras. Lo hecho A la vez que se esparcía el indispensable análisis de nuestra realidad, se emprendía la tarea organizativa. En las ciudades, durante el gobierno de Gómez, existían algunos grupos obreros, controlados en su mayoría por agentes gubernamentales y con carácter predominantemente benéfico. Este rudimento de sindicalización se concretaba especialmente a Caracas. Un proletariado disperso y sin conciencia, había sido incapaz de hacer cumplir siquiera las tímidas disposiciones de la Ley del Trabajo existente. Establecía ella nueve horas LATIFUNDIO.indd 194 29/5/09 08:40:33 Qué hacer de labor y algunas indemnizaciones. Nunca se ejercitaron tales defensas. No podemos escribir aquí una historia de nuestro movimiento sindical. Examinamos, por consiguiente, solo el conjunto. En Caracas se plantearon muy pronto diversos conflictos y en el interior la organización sindical tuvo su mejor representante en los sindicatos petroleros. Todavía faltaba, sin embargo, una perfecta coordinación en todo el país. A pesar del ejercicio represivo, la acción de masas logró, en lo político, el rechazo por el Congreso de la Ley de Defensa Social y la promulgación de una Ley del Trabajo que, si no con todas las exigencias deseables, sí mejoró la condición teórica de nuestros trabajadores. Posteriormente se incrementó la organización sindical y pudo así realizarse el Primer Congreso de Trabajadores Venezolanos, en diciembre de 1936. En cuanto a la lucha, tuvo su más admirable representación en la huelga petrolera, primera batalla de masas contra el imperialismo en Venezuela, respaldada por el país entero. 195 El campo El proletariado de las ciudades y el colocado directamente bajo la dependencia imperialista, organizáronse bastante bien en período corto. No así los trabajadores campesinos. De esa manera, llegó la represión sin que estuviesen debidamente organizados. Por ello, al campo no llegó ninguna de las medidas proteccionistas pautadas por la Ley del Trabajo. El pago en fichas y vales continúa. Ni escuelas, ni servicios sanitarios. Perviven las antiguas condiciones, enumeradas en capítulos anteriores. La causa de ello es la falta de organización, la ausencia total de Ligas y Sindicatos LATIFUNDIO.indd 195 29/5/09 08:40:33 Latifundio Miguel Acosta Saignes campesinos que obligasen a los terratenientes a mejorar a sus jornaleros. Problemas de la organización campesina 196 En los programas del Partido Republicano Progresista y ORVE, figuraron en primer término las reivindicaciones campesinas, pero la acción hacia el agro venezolano se dificultaba por múltiples causas. Ante todo, las fuerzas más fácilmente agrupables se encontraban en las ciudades y ellas habían de ser la vanguardia en la lucha, por las condiciones mismas del trabajo, ubicación y disciplina. Había además, cuestiones especiales que obstaculizaban la inmediata organización campesina. Ante todo, los habitantes de nuestros campos viven sumamente dispersos. Aun en la época de las cosechas, cuando afluyen a una misma hacienda grupos numerosos, se alojan en ranchos separados por bastante distancia y no en poblados conexos. Luego, las masas agrícolas son casi completamente analfabetas, y la propaganda difícil, y por su dispersión, encontraba la resistencia de esa total ignorancia. Para emprender con fruto una labor era indispensable organizar los partidos en todo el país, con dependencias en los más apartados pueblos y esa labor apenas se comenzaba a realizar cuando estalló la represión y fueron expulsados del país un numeroso grupo de dirigentes democráticos. Por último, los terratenientes y jefes civiles a su servicio obstaculizaron constantemente cualquier intento de penetración en el campesinado. Ya hemos citado el caso de algunos grupos que intentaron juntarse en Sindicatos en Santa Teresa del Tuy, donde se les pretendía someterlos a la Ley LATIFUNDIO.indd 196 29/5/09 08:40:33 Qué hacer de Orden Público, para las cuestiones relativas a reunión y funcionamiento de sus agrupaciones. El campesinado, pues, permaneció alejado de la lucha activa, mientras en las ciudades se encabezaba la batalla por sus reivindicaciones. Mas no significa esto conformidad en los campos. Al contrario, la inquietud campesina ha sido constante y en algunos sectores se manifestó en violenta insurgencia. Soluciones instintivas La rebelión, tan certeramente intuida por Rómulo Gallegos, en su personaje Juan el Veguero, prodújose a la muerte de Gómez. Los hombres, esclavizados en las haciendas, se lanzaron sobre potreros y sembrados, arrasando con el machete e incendiando, en venganza del yugo sufrido. Tal solución instintiva no iba, claro está, a solucionar la angustiosa situación campesina, pero había de ser así, por la ausencia de consignas de otra clase. La rebeldía tuvo un solo cauce y por él corrió. En muchas haciendas hasta se cortaba el agua a los aparceros y arrendatarios; los peones sufrían incontables miserias: en campos del Yaracuy y Aragua se lanzaron contra las tierras de sus opresores. 197 Peticiones Cuando los campesinos se dieron cuenta del cúmulo de exigencias y peticiones aparecidas en los periódicos, en todos los tonos y de dondequiera, enviaron también las suyas. Los arrendatarios pidieron justicia para librarse de las cuotas altísimas; los aparceros refirieron cómo los terratenientes les tomaban los animales cuando fallaba la LATIFUNDIO.indd 197 29/5/09 08:40:33 Latifundio 198 Miguel Acosta Saignes cosecha; los peones contaron del duro trato y la ausencia de dinero en los fundos, para cancelarles sus cuentas. Poco en realidad hizo el Gobierno para aliviar la suerte de las masas campesinas. Mas, conocedor de la situación, dispuso el parcelamiento de algunas propiedades confiscadas a Gómez, donde se han establecido colonias. El método de las peticiones continúa. La acción de los proletarios del agro no ha sido nunca de conjunto, ni con perfecto conocimiento de su estado, cómo han de actuar y qué han de querer. Y los latifundistas, que hacen muy poco caso de las peticiones, protestan ante la menor tentativa por parte del Gobierno, para solucionar, siquiera en mínima escala, cuestiones campesinas. He aquí un ejemplo: Del Informe de la Delegación del Estado Miranda a la Asamblea Nacional de Cafeteros de Venezuela, en sus sesiones de junio de 1937: Brazos. — Para el cultivo y el beneficio de nuestros frutos, siempre han sido escasos los núcleos de peones que se requieren; en la actualidad, con las llamadas colonias para la producción de frutos menores, que se han establecido en varios lugares, en especial en “Mendoza” y “Bejarano”, es menester inmigración barata a los lugares poblados, y por la partida de muchos peones y vecinos, que se han marchado solicitando casas y parcelas con aquel propósito, buscando el bienestar ofrecido por los creadores de las mencionadas colonias y abandonando así el medio donde se formaron y donde han ganado la subsistencia y han formado hogar y familia, para irse donde creen tener un porvenir mejor; ESTO NO DEBIERA HACERSE EN UN PAÍS DESPOBLADO (hacemos resaltar nosotros), que tiene una superficie doble de la de cualquier nación europea… LATIFUNDIO.indd 198 29/5/09 08:40:33 Qué hacer Comienzo de organización Una interesante experiencia en materia organizativa ha surgido en el estado Lara. Allí se constituyó una Asociación de Obreros y Campesinos, tendiente a obviar los obstáculos ya enumerados para los grupos de trabajadores agrícolas. Analicemos su significado. En general, no deben confundirse las organizaciones de obreros y campesinos. Poseen intereses comunes, mas son diversas sus reivindicaciones inmediatas. Unidos en una sola organización, se corre el peligro de no delimitar con suficiente claridad aquello relativo a los obreros y lo correspondiente a los campesinos. Los obreros poseen más clara comprensión de sus problemas. A los trabajadores del agro es necesario ilustrarlos en los suyos. Sin pleno conocimiento de sus derechos y de los medios de lucha por emplear, permanecerán imposibilitados para la acción eficaz. A pesar de esto, la Asociación de Obreros y Campesinos ha respondido a una realidad: los campesinos dispersos, ocurren periódicamente a los pueblos y ciudades a verificar sus compras. La dificultad de reunirlos, pues, se evita poseyendo un local en un sitio habitual de convergencia, donde funcione una organización a la cual se sientan incorporados. Podría pensarse mejor en una agrupación campesina independiente, utilizando el mismo lugar, mas se trata en este caso del empleo de cierta especie de aglutinante. En efecto, el grupo, en la forma actual, funciona, aun cuando la asistencia campesina sea muy escasa, y posee una constante actividad, creadora de simpatías entre los trabajadores del campo. Donde estos viven muy alejados, o por razón misma de su ignorancia, no pueden constituir agrupaciones; es LATIFUNDIO.indd 199 199 29/5/09 08:40:33 Latifundio 200 Miguel Acosta Saignes conveniente el método empleado en Lara. Donde los grupos campesinos sean numerosos y las circunstancias de otro orden favorables, es preferible realizar los Sindicatos de Peones Agrícolas. En este caso, pueden constituirse Federaciones Regionales de Obreros y Campesinos. En éstas, bajo un estatuto común, se mantiene, sin embargo, la indispensable distinción entre unos y otros sindicatos o gremios. En estas Federaciones se tratan los asuntos comunes a los trabajadores de todos los géneros, y conservan a la vez autonomía aquellos poseedores de caracteres diferenciales. Es conveniente advertir que no solo han de juntarse para la defensa contra el latifundismo quienes trabajan la tierra como peones, aparceros o arrendatarios. También los pequeños propietarios sufren la opresión del terrateniente y por lo tanto han de contribuir a la redención de los desposeídos, ya que luchando por éstos, lucharán por sus propios intereses. Al tratar de la conexión latifundista-imperialista, vimos cómo los campesinos sin tierras constituyen la mayor parte del contingente del cual se nutren las industrias explotadas por el capitalismo extranjero. Los hombres, desplazados de la tierra, venden su fuerza de trabajo sin darse cuenta de su exacta posición. Si se diera tierra a los campesinos, ello vendría en provecho de los proletarios cuyos intereses, aparentemente distintos de los del campesinado, se ven estrechamente unidos si los enfocamos desde un punto de vista amplio; si consideramos, lo que significa de beneficio para todos los explotadores y no solo para los terratenientes, la existencia de millares de familias desposeídas. LATIFUNDIO.indd 200 29/5/09 08:40:33 Qué hacer Reivindicaciones concretas Los partidos de izquierda propugnaron constantemente en Venezuela como cuestión primordial la organizativa, en lo referente al campo. Ya hemos señalado algunas de las dificultades surgidas al respecto. Como principio se ha indicado la necesidad de agrupar alrededor de consignas muy concretas, variables con las regiones: cercas levantadas más allá de los límites legales por los latifundistas insaciables; baldíos detentados por quienes se dedican a extorsionar a los arrendatarios; los problemas propios de las regiones donde se explota el carbón; los propios de los peones del Llano, etc. Se hace indispensable luchar por el cumplimiento de la Ley del Trabajo en el campo y esta consigna ha sido señalada como básica para todo programa de Ligas, Sindicatos y Organizaciones Campesinas. En realidad ha faltado propaganda en pro de otros aspectos de la organización campesina, que deben tenerse muy presente: asociaciones femeninas, clubes deportivos, cooperativas, etc. Aunque son escasas las ventajas de la actual Ley de Tierras Baldías y Ejidos, debe lucharse porque algunas de sus disposiciones sean realmente aprovechadas, como la referente a los ejidos. Hasta 2.500 hectáreas pueden ser concedidas a los municipios para sus necesidades y muchos han sido dejados durante el régimen gomecista sin una hectárea siquiera. Es, pues, importante luchar porque los concejos municipales reivindiquen para sí las tierras que les corresponden y las repartan de manera equitativa entre los campesinos. LATIFUNDIO.indd 201 201 29/5/09 08:40:34 Latifundio Miguel Acosta Saignes Necesidad de un partido político 202 El Partido Republicano Progresista hizo popular en Venezuela esta consigna: “escuela y pan, tierra y trabajo”, como resumen de las más inmediatas aspiraciones del campesinado. Es evidente que para la consecución de éstas no basta con las formas de organización que antes propugnamos como indispensables para ciertos aspectos de la lucha. Por ello los campesinos tienen ante sí la necesidad de incorporarse a un partido político que propugne la solución del problema agrario en todos sus aspectos. Las aspiraciones y necesidades del campesino, que aparecieron en los programas de izquierda, disueltos, quedan compensadas en los diez puntos siguientes, según el resumen hecho por la Federación de Estudiantes de Venezuela, aparecido en el Nº 3 de su revista: 1 — Confiscación integral de las propiedades de Gómez, de sus familiares y de todos aquellos que colaboraron con la tiranía directamente, o se enriquecieron a su sombra. 2 — Legislación que limite las propiedades a un máximum prudencial y que expropie el excedente de las tierras acaparadas, así como las tierras sin cultivo. Revisión de los títulos dudosos y devolución de las tierras usurpadas a los campesinos. 3 —Parcelación de las tierras confiscadas y expropiadas y de las mejores tierras nacionales entre campesinos venezolanos e inmigrantes. 4 — Justa reglamentación del trabajo de los asalariados agrícolas, incluyendo la fijación de la jornada máxima, el salario mínimo, etc. LATIFUNDIO.indd 202 29/5/09 08:40:34 Qué hacer 5 — Transformación del actual sistema de arriendos, en forma que se determinen tipos bajos de renta, plazos mínimos de usufructo de la tierra por el arrendamiento, obligación de indemnizar a éste por los trabajos y mejoras que deje en el terreno al abandonarlo y que se especifiquen las obligaciones mutuas de los contratantes. 6 —Desarrollo y fomento del crédito agrario a través de Bancos y Cajas de Crédito oficiales o semioficiales y, en general, de todas aquellas medidas económicas que favorezcan a los campesinos y a los pequeños y medianos propietarios. 7 — Fomento de la apertura de caminos, de la técnica agrícola, de la diversificación de los cultivos. 8 — Lucha contra la usura y la especulación. Abolición de las deudas hipotecarias y desconocimiento de las actuales deudas provenientes de este sistema y de la usura. Fomento de las cooperativas de compra y venta de créditos. 9 — Protección especial a los medianos y pequeños propietarios. 10 -— Abolición del reclutamiento forzoso. Lucha contra las pésimas condiciones sanitarias y de vida de los campesinos, contra la ignorancia y las plagas sociales. 203 El Partido Agrario Nacional Aunque ya hicimos referencia a este partido en capítulo anterior, volvemos al tema por cuanto se refiere a la cuestión de partidos políticos. El PAN tiene un programa de indudables lineamientos progresistas. Ya hablamos de que de una u otra manera, su propaganda entre los campesinos es beneficiosa. De tal manera, creemos que, aunque no es un LATIFUNDIO.indd 203 29/5/09 08:40:34 Latifundio Miguel Acosta Saignes partido de izquierdas, los puntos positivos de su actuación deben ser apoyados y los campesinos deben luchar porque sean cumplidos todos sus ofrecimientos. El Plan Trienal 204 Es también otro tema sobre el cual volvemos. En general es un Plan progresista, como lo fue el Programa de Febrero, y ha encontrado opositores entre los latifundistas, aunque su máxima falla está precisamente en no enfrentarse al problema agrario con la decisión que la situación del país necesita. Las obras de irrigación tienen asignadas en el Plan Bs. 3.000.000, en tanto que a, la sola reparación de edificios se asignan diez millones y a las obras de embellecimiento de Caracas 4.700.000 bolívares. Y no es que estemos contra las edificaciones y las obras suntuarias, por sistema, sino que el problema de la irrigación es uno de los básicos para el desarrollo de nuestra economía. Regiones enteras sufren periódicamente inundaciones y otras, sequías prolongadas, que perjudican la producción agraria. Sin embargo, a estos trabajos se asigna una de las cifras menores en el Plan. La cifra global de construcciones, en su mayoría suntuarias, alcanza a 90.000.000 y la de carreteras y vías de comunicación en general a solo 61.000.000, cuando en el país, la agricultura y la industria naciente están urgidas de buenas vías de comunicación y este capítulo por tanto debería tener preferencias. En el Plan Trienal, por otro lado, no se habla en ninguna parte concretamente de reparto de tierras como el que es de desear. Apenas se hace referencia a las colonias, que si bien representan en algunos aspectos mejoras para los campesinos allí asentados, no soluciona ni remotamente el inmenso problema agrario. Tampoco se dedican en el Plan LATIFUNDIO.indd 204 29/5/09 08:40:34 Qué hacer Trienal cantidades suficientes a la protección de la industria, lo cual, junto con lo anteriormente expuesto demuestra que la mano de los latifundistas impidió que el Plan fuese lo que en realidad ha debido significar. Pero ya explicamos antes cómo pensamos que el Plan debe ser apoyado en sus aspectos positivos. Respecto de la cuestión agraria, es necesario luchar porque se modifique y enfoque la resolución adecuada. Contra el fascismo Una de las cuestiones a las cuales se refiere el Plan es la de la inmigración, y hay que precaverse contra los posibles esfuerzos de los países fascistas para colocar contingentes en las tierras venezolanas. Por ello, hasta los campesinos debe llegar la propaganda antifascista. El Japón y Alemania especialmente están empleando el método de penetrar en América por esta vía y las izquierdas venezolanas han de estar alerta contra el posible intento. 205 Nuestras consignas Podrían resumirse en esta: “LA TIERRA ES PARA QUIEN LA TRABAJA”. Y con esto no propugnamos la expropiación violenta, ni el despojo de nadie. Simplemente, para el progreso del país se hace indispensable la modificación del sistema semifeudal de producción en el campo. Los métodos rudimentarios han de ser reemplazados y ya se sabe que el latifundismo es opuesto a cualquier progreso, pues obtiene sus mayores beneficios de la explotación de los trabajadores y de los métodos de cultivo extensivo. La naciente industria venezolana se quedaría estancada si no se LATIFUNDIO.indd 205 29/5/09 08:40:34 Latifundio Miguel Acosta Saignes crean mercados internos, dando capacidad adquisitiva a los campesinos, de una manera real. El método de subsidios y protección indirecta a la agricultura beneficia solo a unos cuantos. Hasta la prensa, que no podría imaginarse ni siquiera lejanamente simpatizante con las tendencias democráticas, ha tenido que aceptar que el método es inútil si se trata de crear una riqueza agraria para el país. Del diario Ahora. Caracas 14 de julio de 1938: Uno de los problemas de mayor trascendencia en la vida económica y social es indiscutiblemente el de la tierra, por sus proyecciones y su influencia en la formación de la democracia y en el robustecimiento del organismo económico de las naciones. Por esos motivos es que nosotros hemos hablado en repetidas ocasiones respecto a la necesidad de dictar una Ley Agraria que ponga la tierra en manos de quien la cultiva. Pero en Venezuela, injustificadamente, se le ha querido dar un alcance mayor del que tiene en el plano de las doctrinas políticas, a esta cuestión del reparto de tierras. No es una consigna extremista, como muchos se lo han supuesto. En Inglaterra, Alemania y otros países esencialmente conservadores, la parcelación de latifundios y la distribución de tierras es cosa que no alarma a nadie y viene practicándose desde hace 50 y 80 años, cada vez que las necesidades de los respectivos países así lo exigen. 206 En esta consigna, pues, “La tierra es para quien la trabaja”, encontramos interesados no solo a los campesinos que obtendrían junto con la tierra que se les repartiese —claro, con créditos y facilidades y protecciones ya señaladas— su independencia. También en ello poseen interés los obreros LATIFUNDIO.indd 206 29/5/09 08:40:34 Qué hacer de todo el país que de esa manera no tendrían la competencia de las masas campesinas desocupadas; los industriales que necesitan que haya mercados internos, es decir, consumidores de sus productos y el país, en general, interesado en que Venezuela pueda librarse de la intervención imperialista, creando para ello su propia riqueza. Cuando se quiere, pues, que el problema agrario sea resuelto, ni se pide la instalación de soviets, como quieren hacerlo ver los latifundistas, ni se pide la violencia contra nadie. Ahí están los extensos latifundios confiscados a Gómez y millares de hectáreas de baldíos y ejidos productivos que fueron ilegalmente ocupados por terratenientes y que deben ser rescatados para bien de los trabajadores. La solución del problema agrario significa el ascenso económico de Venezuela, el desarrollo de una industria floreciente, el establecimiento de las bases de una economía autónoma, la prosperidad del país y la redención de sus masas de trabajadores oprimidas y vejadas por gamonales y representantes del capital invasor. LATIFUNDIO.indd 207 207 29/5/09 08:40:34 LATIFUNDIO.indd 208 29/5/09 08:40:35 LATIFUNDIO.indd 209 29/5/09 08:40:35 LATIFUNDIO.indd 210 29/5/09 08:40:35 Apéndices LATIFUNDIO.indd 211 29/5/09 08:40:35 LATIFUNDIO.indd 212 29/5/09 08:40:35 Apéndice A Modelo de estatuto para asociaciones campesinas aprobado por el primer congreso de trabajadores venezolanos Los campesinos (conuqueros, medianeros, pisatarios, pequeños propietarios de tierra) formamos la gran mayoría de la población de Venezuela, y no obstante eso, somos quienes sufrimos las condiciones de vida más miserables. Sobre nuestros hombros pesa el triple yugo de la extorsión de los grandes propietarios de la tierra, de los comerciantes usureros y de los acaparadores sin conciencia. El fruto de nuestro trabajo íntegro va a repletar las bolsas de esos tres sectores de intermediarios entre nosotros y los consumidores. Propietarios y comerciantes usureros nos anticipan artículos a precios exorbitantes. Para pagárselos tenemos que entregarles nuestras cosechas a los precios que ellos quieran fijarnos, obligados como estamos por fuerza del régimen de producción, a comprarles y venderles; y si logramos independizarnos de ellos caemos entonces bajo las garras de los acaparadores, quienes nos obligan a venderles al precio que fijen, mientras, con solo transportar nuestros frutos a los centros de consumo se enriquecen a nuestra costa y en perjuicio de los consumidores, a quienes hacen pagar precios altísimos. Y en el orden social, moral e intelectual, nuestra condición, consecuencia de la miseria económica en que vivimos, no puede ser peor. Nos encontramos al margen de la vida civilizada, entregados a la inclemencia del medio LATIFUNDIO.indd 213 213 29/5/09 08:40:35 Latifundio 214 Miguel Acosta Saignes físico y de las enfermedades endémicas, analfabetos, sin aliciente en la vida que nos haga menos duras las faenas del trabajo. La aplastante mayoría de nosotros lleva vida casi salvaje y nuestras familias vegetan. No es por eso extraño que la población de Venezuela se mantenga estacionaria con tendencia a decrecer y que la agricultura se encuentre atravesando una seria crisis. Ha sido suficiente que la muerte de Gómez dejara por unos momentos descorrer el telón de nuestras miserias, para ver nuestros problemas en toda su desnudez y el estado de ruina a que nos ha conducido, y nosotros a Venezuela, la tiranía. Regiones enteras antes pobladas, se encuentran desiertas; cultivos que anteriormente eran fuente de riqueza para el país, han desaparecido y el café, el cacao, la caña, cultivos de exportación, han degenerado en calidad y volumen, perdiendo sus puestos en el mercado internacional y disminuyendo en consecuencia enormemente el monto total de la producción del país. Todo ello tiene su causa en el acaparamiento de las mejores tierras en pocas manos, lo que viene produciéndose en el país desde hace más de treinta años. El número de pequeños propietarios ha disminuido considerablemente, y los pocos campesinos aún con tierras, por su situación de alejamiento de los centros de consumo, es como si no las poseyeran. Una redistribución de las tierras se impone como base para resolver al mismo tiempo nuestra situación de miseria y la aguda crisis por la que atraviesa el país. De nuestro bienestar depende el de la industria y el comercio nacionales. Si nosotros no tenemos cómo comprar, la industria nacional no tiene mercados para sus productos y los comerciantes, clientes a quienes venderles. El mercado interior, requerido por la economía nacional para desarrollarse, depende principalmente de nuestro bienestar. LATIFUNDIO.indd 214 29/5/09 08:40:35 Apéndice A Conscientes de esa realidad, los conuqueros, medianeros, pisatarios y pequeños propietarios de tierras del municipio de ………………………. nos organizamos para defender nuestras vidas y las de nuestras familias en una Asociación campesina, que se regirá por los Estatutos siguientes y fijará su domicilio en ………… Distrito………… del Estado…………… I. — De los miembros Art. — Serán miembros de la Asociación todos los campesinos (medianeros, conuqueros, pisatarios y propietarios en pequeño) que tengan sus siembras en jurisdicción del Municipio de……………… que manifiesten su deseo de pertenecer a la Asociación, se comprometan a cumplir estos Estatutos y a luchar por las finalidades de la Asociación. Art. — Los miembros estarán obligados a: Concurrir a las reuniones ordinarias de la Asociación y cada vez que sean convocados extraordinariamente. Pagar las cuotas fijas y extraordinarias que se establezcan para el sostenimiento de la Asociación y la realización de sus campañas y resoluciones. Cumplir las resoluciones de la Asociación y las Comisiones que le fueren confiadas. Interesarse por su propia educación y la de sus familiares y del campesinado en general asistiendo a las escuelas y bibliotecas y por todas las actividades culturales que lleve a cabo la Asociación. Art. — El no pago de la cuota por tres meses seguidos o el realizar actos contrarios a los intereses del campesinado, son causas para ser excluido de la Asociación en reunión extraordinaria, previa acusación de tres miembros. LATIFUNDIO.indd 215 215 29/5/09 08:40:35 Latifundio Miguel Acosta Saignes Art. — Se fija la cuota mensual de Bs …………….. En casos de urgencia la Asociación podrá fijar cuotas extraordinarias a pagar por los miembros de acuerdo con su situación económica. Ii. — De la organización 216 Art. — La soberanía de la Asociación reside en todos sus miembros, los que para ejercerla se reunirán en Asamblea una vez por mes obligatoriamente y extraordinariamente cuando sea necesario a juicio de la Junta Directiva o de la tercera parte de los miembros de la Asociación. Art. — La Asamblea discutirá sobre todos los asuntos de la Asociación, tomará resoluciones y acuerdos, decidirá sobre las proposiciones e iniciativas propuestas por los miembros. Art. — Para ejecutar las resoluciones de la Asociación y dirigir ésta entre reunión y reunión, la Asamblea elegirá de entre sus miembros una Junta Directiva que durará en sus funciones un año. La Asamblea conservará el derecho de revocar sus poderes a la Junta Directiva, pudiendo proceder a renovarla parcial o totalmente cada vez que un miembro de la Junta o toda ella realicen actos contrarios a los intereses de la Asociación o del campesinado en general. Art. — Para renovar la Junta Directiva parcial o totalmente se deberá reunir la Asociación extraordinariamente con ese objeto y decidir a base de acusación probada, la falta del miembro o miembros. Art. — La elección de la Junta Directiva se llevará a cabo en la forma siguiente. Reunida la Asociación el día aniversario de su fundación se procederá a elegir uno después de otro y a proposición de uno cualquiera de sus LATIFUNDIO.indd 216 29/5/09 08:40:35 Apéndice A miembros, a los integrantes de la Directiva, considerándose electos aquellos que obtuvieren mayoría de votos. Art. — La Junta Directiva estará integrada por seis miembros principales: el Presidente; el Secretario de Actas y Correspondencia; el Secretario de Reclamos y el Secretario de Educación y Propaganda; y dos Vocales. Art. — Son atribuciones de la Junta Directiva: Cumplir y hacer cumplir estos Estatutos y las resoluciones y acuerdos de la Asociación. Dirigir las actividades de la Asociación y representarla en todos los actos a que hubiere lugar, ya con respecto a los propietarios de tierras en donde sus miembros trabajen, ya con respecto a las autoridades respectivas para elevar ante ellas los reclamos de sus miembros, la aplicación de las leyes vigentes, etc. Desarrollar en todos sus aspectos las medidas tendientes al mejoramiento de las condiciones de vida de sus miembros y del campesinado en general. Preparar proyectos de leyes, etc., para presentarlos a la Asociación y previa aprobación por ésta, presentarlos ante las Asambleas Legislativas, el Concejo Municipal, Junta Comunal o Congreso Nacional, según los casos. Mantener y desarrollar cordiales y fraternales relaciones con las demás organizaciones similares de campesinos del Estado y de la República, así como con las organizaciones de empleados y obreros de la región. Cooperar con las directivas de las cooperativas en el mejor funcionamiento de éstas. Administrar los fondos de la Asociación. Convocar las reuniones extraordinarias de la Asociación. LATIFUNDIO.indd 217 217 29/5/09 08:40:35 Latifundio 218 Miguel Acosta Saignes Presentar cada seis meses a la Asociación un informe completo de sus actividades y un estado de cuentas de los ingresos y egresos de la Asociación. Art. — El Presidente asumirá la representación de la Asociación en nombre de ésta en todos los actos que haya lugar. Deberá ser mayor de edad y estar domiciliado en el lugar de residencia de la Asociación. Art. — Son deberes del Presidente: Presidir las sesiones de la Directiva y todos los actos públicos de la Asociación y abrir las sesiones de las asambleas ordinarias y extraordinarias. Dar el más celoso cumplido a estos Estatutos y al Reglamento de la Asociación. Firmar las actas de las sesiones de la Junta Directiva y de las asambleas ordinarias y extraordinarias en unión del Secretariado de Actas y Correspondencia. Coordinar el trabajo de la Junta Directiva y velar porque los miembros que componen ésta cumplan sus deberes, dando en caso contrario cuenta a la Asamblea General. Firmar la correspondencia en general y todo documento emanado de la Junta en unión del Secretario de Actas y Correspondencia. Firmar en unión del Tesorero las erogaciones decretadas por Asambleas y conformar toda clase de erogaciones que se hagan por Tesorería, las cuales deberán ir igualmente autorizadas y firmadas por el Tesorero. Convocar en unión del Secretario de Actas y Correspondencia las Asambleas Generales extraordinarias. Art. — Son deberes del Secretario de Actas y Correspondencia: LATIFUNDIO.indd 218 29/5/09 08:40:36 Apéndice A Redactar y extender las Actas de las sesiones de la Junta Directiva y de las asambleas ordinarias y extraordinarias, suscribiéndolas en unión del Presidente. Llevar el libro de inscripción de miembros de la Asociación. Cuidar del archivo de la Asoiación bajo su responsabilidad. Contestar toda clase de correspondencia de acuerdo con las instrucciones y órdenes que le dicte el Presidente, firmándolas en unión de éste y dando cuenta a la Junta Directiva. Redactar la memoria que debe presentar semestralmente la Junta Directiva ante la Asamblea General. Llevar un archivo de la correspondencia recibida y copia de las contestaciones respectivas. Art. — Son deberes del Tesorero: a) Firmar las erogaciones aprobadas por la Asamblea, en unión del Presidente, sin cuyo requisito no podrá retirarse ninguna cantidad de dinero de la Tesorería. Hacer efectivas las órdenes de pago emanadas del Presidente. Llevar con la debida claridad y exactitud la contabilidad de la Asociación, la que constará en los libros que sean necesarios. Rendir cuenta mensual a la Asamblea del Movimiento de Tesorería, así como en cualquier momento que lo disponga la Directiva. Organizar de acuerdo con sus ayudantes nombrados al efecto, el cobro de las cuotas extraordinarias y ordinarias de los miembros y Desarrollar toda clase de iniciativas LATIFUNDIO.indd 219 219 29/5/09 08:40:36 Latifundio 220 Miguel Acosta Saignes para aumentar las entradas de la Asociación, organizando veladas, festivales, etc. Art. — Son deberes del Secretario de Reclamos: Velar por el estricto cumplimiento de la Ley de Trabajo vigente. Atender todas las reclamaciones que se hagan en este sentido y tratar de darle la más pronta y satisfactoria resolución y, atender a las reclamaciones en general que hagan justamente los miembros de la Asociación y tratar de resolverlas. Art. — Son deberes del Secretario de Educación y Propaganda: Organizar todo lo concerniente al mejoramiento cultural y desarrollo técnico de los miembros de la Asociación. Organizar las comisiones de Instrucción, de Propaganda, etc., tendientes a elevar a los miembros en el orden moral y material. Organizar las campañas de desanalfabetización, de divulgación técnica, científica y social, organizar las escuelas, bibliotecas, etc., necesarias, dando preferencia en lo concerniente a bibliotecas a las “circulantes” que permiten llevar la lectura a los lugares mismos del trabajo y reposo de los campesinos. Organizar conferencias en el local de la Asociación y establecer contacto con las organizaciones culturales para el envío de conferencistas, preferentemente en el ramo agrícola. Organizar entre los miembros de la Asociación la divulgación práctica de los conocimientos acerca del tratamiento y previsión higiénica del paludismo, sífilis, etc. Organizar el desarrollo de los deportes: gimnasia, torneos deportivos, etc. LATIFUNDIO.indd 220 29/5/09 08:40:36 Apéndice A Art. — Son deberes de los Vocales: Los Vocales asistirán a las reuniones de la Junta Directiva y de la Asamblea, en las cuales tendrán voz y voto y suplirán las faltas temporales o absolutas de los miembros de dicha Junta, con excepción del Presidente, el que será suplido en las ausencias temporales por uno de los otros Secretarios y en las absolutas por elección de la Asamblea General convocada extraordinariamente. Art. —La Junta Directiva será responsable ante la Asociación de todos sus actos, así como de sus negligencias. Art. — La Junta Directiva se reunirá por lo menos una vez a la semana para tratar los asuntos pendientes, pudiendo nombrar las comisiones que fueren necesarias a la mejor realización de los fines de la Asociación. Art. — La Junta Directiva quedará autorizada para acordar las partidas necesarias para gastos de viaje de los comisionados nombrados para tratar asuntos de la Asociación. Art. — La Junta Directiva queda autorizada para nombrar representantes jurídicos de la Asociación, para gestionar sus asuntos judiciales, nombramientos éstos que deberán ser ratificados por la Asociación en su próxima reunión. 221 De los fines de la Asociación Art. — La Asociación tendrá por finalidad la conquista y defensa de mejores condiciones de vida para sus miembros y el campesinado en general, tanto en lo económico, como en lo social y moral, empleando para ello todos los medios a su alcance. En especial luchará por: a) La defensa de los intereses de sus miembros frente a la rapiña de los propietarios y comerciantes usureros; rebaja LATIFUNDIO.indd 221 29/5/09 08:40:36 Latifundio 222 Miguel Acosta Saignes de las rentas de piso; moratoria de las deudas que pesan actualmente sobre sus miembros; pago a los conuqueros y medianeros de precios iguales a los del mercado, descontando el transporte, por los frutos que entreguen a los propietarios y comerciantes que les hayan facilitado anticipo; porque los artículos de consumo sean vendidos a los campesinos a precios iguales que los que rigen en el mercado, recargando el transporte; por iguales ventajas para los pequeños propietarios de tierra; por la persecución del pago en fichas o vales a los peones agrícolas; por la abolición de las deudas que atan a los campesinos de padres a hijos a los propietarios de las tierras y a los comerciantes usureros. b) Por la parcelación de tierras por el Estado y entrega de esas parcelas a los campesinos que quieran trabajarlas. c) Por la organización por el Estado de un sistema de créditos baratos para los agricultores que los independice del trabajo de los prestamistas usurarios. d) Por la organización por el Estado de anticipos en semillas y útiles de labranza para los campesinos pobres. e) Por la organización de una Cooperativa de Consumo para el abastecimiento de los miembros de la Asociación y sus familiares. f) Por la organización de una Cooperativa de Producción Agrícola con los miembros de la Asociación, cuyas parcelas y siembras faciliten, y anticipo por el Estado del crédito necesario para su funcionamiento. g) Por la creación de las escuelas que dispone la Ley del Trabajo en las haciendas y por cuenta de los propietarios de éstas. h) Por la construcción de caminos, canalización de ríos, etc., por cuenta de las juntas comunales o Concejos LATIFUNDIO.indd 222 29/5/09 08:40:36 Apéndice A Municipales para el más fácil transporte de los frutos a los centros de consumo. i) Por la persecución de los acaparadores de frutos y por la organización por el Estado de Bolsas de Comercio en lugares apropiados que regulen los precios de los productos y el aprovisionamiento de los grandes centros de consumo. j) Por la creación de escuelas agropecuarias para los hijos de los campesinos y el perfeccionamiento técnico de los campesinos adultos. k) Por la incorporación del campesino a la vida civilizada y dotación de médicos que visiten con regularidad los caseríos, instalación de dispensarios y puestos de socorro en las cabeceras de Distritos y hospitales en las capitales de Estado; por la realización de las campañas contra el paludismo, el mal de chagas, la buba, la anquilostomiasis, etc.; dotación en cada caserío o poblado de un alto-parlante que lleve a los campos las radiaciones de las ciudades; el establecimiento de escuelas rurales, bibliotecas circulantes, etc., etc. 1) Por la promulgación de leyes protectoras del campesino; por la realización de la reforma agraria. m) Por la defensa de los derechos y libertades que la Constitución y las leyes garantizan a todos los venezolanos y que es un deber ciudadano velar porque no sean menoscabadas. n) Por la estrecha unión del campesinado con los peones agrícolas y los trabajadores de las ciudades, para lo cual la Asociación apoyará y alentará las organizaciones sindicales de los peones agrícolas y se adherirá a la Federación de Sindicatos del Estado y a la C.T.V. LATIFUNDIO.indd 223 223 29/5/09 08:40:36 Latifundio Miguel Acosta Saignes Disposiciones generales Art. — Estos Estatutos no podrán ser modificados sino en reunión de la Asociación convocada extraordinariamente y por la mitad más uno de sus miembros. La Asociación no podrá ser disuelta sino por la aprobación de sus miembros unánimemente. En caso de disolución, los bienes muebles e inmuebles que tuviere la Asociación no serán repartidos entre sus miembros, sino donados a las organizaciones similares que existan en el Estado y en caso de no existir ninguna, a las organizaciones obreras que estuvieren constituidas. 224 LATIFUNDIO.indd 224 29/5/09 08:40:36 Apéndice B LATIFUNDIO.indd 225 29/5/09 08:40:37 LATIFUNDIO.indd 226 29/5/09 08:40:37 Modelo de estatutos de la asociación de trabajadores de... Art. 19 La Asociación de Trabajadores estará formada por todos los obreros, empleados, artesanos, pequeños cultivadores, arrendatarios, peones, pequeños comerciantes, que manifiesten su deseo de ingresar en ella, sin distinción de nacionalidad, sexo, raza e ideologías políticas y religiosas. Art. 29. Son facultades de la Asociación: a) La organización de los trabajadores del Distrito para lo cual velará por atraer a su seno a todos los asalariados y pequeños productores de la región, y organizará ligas campesinas, grupos rurales, asociaciones de trabajadores, etc., en las regiones agrícolas y en los municipios vecinos. La defensa de los intereses de sus miembros y de las clases trabajadoras en general, para lo cual luchará por todas aquellas medidas legislativas que favorezcan a los obreros, empleados, campesinos, pequeños cultivadores, arrendatarios, peones, artesanos, etc., por los aumentos de salarios y la rebaja de las horas de trabajo en las empresas urbanas y agrícolas y el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo; por la transformación de las actuales condiciones de arriendo en forma que se establezcan rentas bajas, plazo mínimo de contratos, obligación de pagar en su justo precio las mejoras dejadas en el terreno al abandonarlo y que se limiten las obligaciones de los contratantes; por la facilitación de créditos e implementos y la repartición de tierras a los trabajadores del campo, y en LATIFUNDIO.indd 227 227 29/5/09 08:40:37 Latifundio Miguel Acosta Saignes general, por todo aquello que represente una mejoría para sus sectores integrantes y las clases laboriosas en general. El desarrollo cultural de sus miembros y de los trabajadores del Distrito para lo cual tratará de llevar una lucha metódica y consciente contra el analfabetismo; organizará bibliotecas, centros de expansión cultural y deportivas, conferencias, veladas, etc., así como difundirá en el campo la enseñanza y la cultura para hacer al campesino consciente de sus derechos y deberes. De los miembros 228 Art. 3º. Son obligaciones de los miembros: Asistir con puntualidad a las asambleas ordinarias y extraordinarias de la Asociación; pagar puntualmente las cuotas ordinarias y extraordinarias que establezca la Asamblea; velar porque se cumplan las resoluciones que tomen la Asamblea y la Junta Directiva; propender a la propia educación y a la de los compañeros trabajadores con el fin de hacerse hombres conscientes de sus deberes y derechos; cumplir estrictamente las comisiones que les confieran la Asamblea y la Junta Directiva; interesarse en proporcionar trabajo a todos los compañeros a quienes les falte; visitar a los compañeros enfermos y dar aviso a la Junta Directiva cada vez que tengan informes de algún compañero enfermo. los miembros entre sí están obligados a: 1) guardar moderación y respetarse mutuamente; 2) laborar por la igualdad y que no germinen rivalidades ni personalismos; 3) a no usar frases que lastimen y conservar entre sí la mayor confraternidad. LATIFUNDIO.indd 228 29/5/09 08:40:37 Apéndice B Art. 4º. Es motivo de sanción para los miembros: el no pago de tres cuotas consecutivas ordinarias sin causa justificada; se consideran causas justificadas el desempleo, la enfermedad y la ausencia de la localidad. También puede la Asamblea acordar la exoneración de cuota a un miembro o grupo de miembros por diversas razones que a su juicio lo ameriten y por tiempo determinado; el no cumplir las decisiones y acuerdos o realizar actos contrarios a los intereses de la Asociación o de los trabajadores en general. Art. 59 Las sanciones son: la imposición de multas; la privación del derecho de voz, del voto o de ambos, por tiempo determinado; la expulsión temporal de la Asociación; la expulsión definitiva. Estas sanciones serán impuestas por la Asamblea, previo informe del Comité Directivo o de alguno de los miembros, y después de oír la defensa del acusado. Art. 6º. Se establece la cuota ordinaria de Bs por (mes o semana). 229 De la organización Art. 7º. La dirección de la Asociación reside en la Asamblea, la cual tomará todas las decisiones de interés para los miembros de la Asociación. Entre reunión y reunión la Asamblea delegará sus poderes en la Junta Directiva, la cual ejecutará las decisiones de la Asamblea y tomará las medidas urgentes que fueren necesarias. Art. 8º. Las asambleas serán ordinarias y extraordinarias. Las ordinarias tendrán lugar dos veces al mes. Las extraordinarias se efectuarán a petición de un mínimo de 25 LATIFUNDIO.indd 229 29/5/09 08:40:37 Latifundio 230 Miguel Acosta Saignes miembros de la Asociación o cuando lo juzgue necesario la Junta Directiva. Art. 9º. Para abrirse, tanto las asambleas ordinarias como las extraordinarias, se necesita de un quórum de... miembros, pero si no se reuniere ese quórum, la Asamblea tendrá lugar la próxima vez que convoque la Junta Directiva, con el número de miembros que asistan. Art. 10. La Junta Directiva será electa en Asamblea Extraordinaria, convocada expresamente por lo menos con ocho días de anticipación, la votación será abierta y los candidatos pueden ser lanzados y discutidos con anticipación. Durará en sus funciones seis meses, y los días de toma de posesión de los cargos serán el primero de mayo (Día del Trabajo) y el primero de noviembre. Art. 11. La Junta Directiva es responsable ante la Asamblea de todos sus actos, así como también de sus negligencias. Los poderes que en ella delega la Asamblea son revocables y por ello la Asamblea puede en cualquier momento sustituir toda o parte de la Junta Directiva. Art. 12. La Junta Directiva se reunirá por lo menos una vez por semana para tratar los asuntos pendientes. Art. 13. La Junta Directiva estará integrada por siete miembros principales: el Secretario General, el Secretario de Organización, el Secretario de Trabajo Campesino, el Secretario de Trabajo Urbano, el Secretario de Educación, el Secretario de Actas y Correspondencia y el Secretario de Finanzas; y por dos Vocales. Art. 14. La Asamblea elegirá dos fiscales para la revisión de las cuentas, comprobación de los libros, etc., los que durarán seis meses en sus funciones. LATIFUNDIO.indd 230 29/5/09 08:40:37 Apéndice B Art. 15. La Junta Directiva deberá, cada tres meses por lo menos, rendir cuenta completa y detallada a la Asamblea del ingreso y egreso de los fondos de la Asociación. Art. 16. Son obligaciones del Secretario General: presidir las sesiones de la Junta Directiva y de las Asambleas; coordinar y unificar el trabajo de la Junta Directiva; firmar las comunicaciones como representación de la Asociación y representar a ésta ante los otros Sindicatos y Asociaciones similares, siempre que no haya decisión en contrario de la Asamblea o de la Directiva; ponerle el visto bueno a las órdenes de pago y firmar junto con el Tesorero el carnet de los miembros; suministrar al Inspector del Trabajo los informes y comunicaciones a que se refiere el artículo 139 de la Ley del Trabajo vigente. Art. 17. Son obligaciones del Secretario de Organización: Dirigir el trabajo de organización de la Asociación; llevar el libro de inscripciones de la Asociación; fomentar su crecimiento y hacer campañas de propaganda y de reclutamiento de miembros; velar por las relaciones de la Asociación con las demás agrupaciones y sindicatos de trabajadores y con las organizaciones de los campos y municipios. Art. 18. Son obligaciones del Secretario de Trabajo Campesino: fomentar el desarrollo de la organización de los trabajadores del campo (peones, arrendatarios, pequeños cultivadores) en toda la región; tomar informaciones de las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores del campo, organizar y dirigir los reclamos de dichos trabajadores ante las diferentes autoridades civiles, policiales, del trabajo, peticiones de crédito, etc., velar por una activa propaganda cultural y sindical de los trabajadores del campo; organizar brigadas de orientación y defensa del campesino. LATIFUNDIO.indd 231 231 29/5/09 08:40:37 Latifundio 232 Miguel Acosta Saignes Art. 19. Son obligaciones del Secretario de Trabajo Urbano: fomentar la organización de los obreros, artesanos, empleados, etc., en toda la región, ya sea en esta Asociación, bien en otras similares; velar por el cumplimiento de la Ley del Trabajo en las empresas urbanas y denunciar los casos en que se infrinja; organizar y dirigir, en la medida que la Ley lo permita, los reclamos de los trabajadores urbanos. Art. 20. Son obligaciones del Secretario de Educación: preparar los actos tendientes a desarrollar el nivel cultural de los miembros y de los trabajadores en general; organizar conferencias, veladas y en general, toda clase de iniciativa para promover la educación, el interés por la cultura y la mutua compenetración entre los trabajadores; organizar la biblioteca e implantar el sistema “circulante”, de modo que los trabajadores puedan llevar los libros a las viviendas o lugares de trabajo; fomentar el desarrollo del deporte entre los trabajadores. Art. 21. Son obligaciones del Secretario de Actas y Correspondencia: llevar las actas de la Asamblea y de la Junta Directiva; contestar la correspondencia, firmar, en unión del Secretario General la correspondencia y cuidar del archivo de las cartas y papeles en general. Art. 22. Son obligaciones del Secretario de Finanzas: organizar la recaudación de las cuotas ordinarias y extraordinarias e informar a la Asamblea de los miembros insolventes; firmar las órdenes de pago en unión del Secretario General; llevar los libros necesarios para la claridad de las cuentas; firmar junto con el Secretario General los carnets, y presentar cada tres meses, por lo menos, a la Asamblea, una cuenta exacta de los ingresos y egresos de la Asociación. LATIFUNDIO.indd 232 29/5/09 08:40:37 Apéndice B Art. 23. Son obligaciones de los Vocales: suplir las faltas temporales de los Secretarios y las absolutas, mientras a la brevedad posible se hace nueva elección; asistir con los Secretarios a las sesiones de la Junta Directiva. Art. 24. La Junta Directiva podrá nombrar las comisiones que crea necesarias para la mejor realización de las tareas, y estas comisiones pueden ser temporales o permanentes. Los miembros de las Comisiones pueden ser removidos de sus cargos en todo momento por la Junta Directiva o por la Asamblea. De las ligas campesinas y grupos rurales Art. 25. Con los miembros y simpatizantes de la Asociación campesina que no residan en el lugar donde aquélla tenga su sede, se formarán ligas campesinas, grupos rurales, en contacto estrecho con la Asociación. Cada liga o grupo rural puede afiliarse oficialmente a la Asociación y entonces tendrá derecho a ocupar una representación de un Delegado en las sesiones de la Junta Directiva. Art. 26. La Asociación se ocupará también de formar ligas campesinas y grupos rurales con campesinos no miembros de la Asociación y que no tengan inclusive relaciones oficiales con ésta. Art. 27. La Asamblea, a fin de fomentar la organización campesina, puede rebajar la cuota a los miembros de las ligas y grupos afiliados y aun exonerarlos totalmente de ella. Art. 28. Cada liga tendrá un responsable elegido por los miembros que formen parte de ella. Este responsable es el encargado de velar por el buen funcionamiento de la liga o grupo y de mantener contacto frecuente con la Junta Directiva de la Asociación. LATIFUNDIO.indd 233 233 29/5/09 08:40:38 Latifundio Miguel Acosta Saignes Disposiciones generales 234 Art. 29. Las finalidades de esta Asociación no podrán ser modificadas sino por la unanimidad de sus miembros. Los Estatutos podrán ser reformados por la Asamblea y por mayoría de votos. Art. 30. Esta Asociación no podrá ser disuelta sino por la votación unánime de sus miembros, y siempre que veinte de los miembros de la Asociación no se opongan a ello. En caso de disolución, los libros, útiles, fondos, etc., de su propiedad no podrán ser repartidos entre los miembros sino que serán cedidos a cualquier otra institución de trabajadores del Distrito o del Estado, hasta que se organice otra sociedad semejante a esta Asociación. Art. 31. Esta Asociación no tendrá Presidentes ni miembros honorarios. Art. 32. Para su identificación, cada miembro de la Asociación será provisto de un carnet, cada uno de los cuales llevará el número de la inscripción. Para legalizar la Asociación hay que enviar a la Inspectoría del Trabajo en el Estado una copia del Acta constitutiva de la Asociación, con la firma de los asistentes a la sesión, los cuales no deben ser en número menor de veinte, y un ejemplar de estos Estatutos. El Inspector contestará, haciendo conocer que está legalizada. Se recomienda para mayor claridad, estudiar detenidamente el Título VI de la Ley del Trabajo vigente. LATIFUNDIO.indd 234 29/5/09 08:40:38 Apéndice C LATIFUNDIO.indd 235 29/5/09 08:40:38 LATIFUNDIO.indd 236 29/5/09 08:40:38 Importación en 1933 (Ver nota 4 del presente libro) Artículos Abonos Aceites animales Aceites vegetales alimenticios Agua de azahares Kilogramos Bolívares 258.095 75.160,85 1.507 939,50 409.789 463.135,80 182 200,35 30.385 187.183,70 167 783,75 4.116 22.067,90 Algodón medicinal 34.373 02.072,60 Alimentos preparados de sust. anim. mf. Alimentos preparados de sust. vegetales Alimentos n/e para animales Almillas y calzoncillos de algodón y lino Almillas y calzoncillos de lana Almanaque c/s anuncios Almohadas, cojines y colchones Alpiste 20.218 154.822 269.202 47.792,45 421.322,05 72.585,10 5.563 70.915,70 275 1.783 10.258 99.418 10.493,75 7.317,05 40.907,05 18.328,95 Alquitrán mineral 50.141 11.168,20 Alquitrán vegetal 19.367 4.619,00 Anís en grano 9.885 9.899,05 Anuncios en folletos 14.094 19.812,90 Aparatos exterminadores de insectos 4.704 7.934,60 Aguas y lociones para el tocador Albañales e inodoros de acero o hierro Alfileres y horquillas LATIFUNDIO.indd 237 237 29/5/09 08:40:38 Latifundio Miguel Acosta Saignes Arandelas de cuero 47 1.932,50 22.631 23.310,60 Arroz en grano 11.977,959 256.533,05 Arcilla y arena 158.476 26.795,80 Artículos de carey, marfil o nácar 197 5.679,95 Artículos de cuero y huesos 80 1.130,85 Artículos en pieles n/e 13.643 302.012,85 Asbestos o amianto en bruto 22.766 6.778,10 Asbestos o amiantos Mf 89.550 54.279,65 Azufre 41.869 12.647,95 Betún y preparados para el calzado 29.962 70.944,30 Bicarbonato de sodio 195.020 64.319,00 Arroz molido 238 Bolsas de mano 10.840 157.826,85 Botellas y frascos ordinarios de vidrio 313.945 96.735,05 Botones 22.349 164.524,20 51 7,00 Barriles y toneles Baúles y cofres de madera 137 297,55 74.519 5.691,85 Camisas, cuellos y puños de algodón 363 12.786,30 Carey, marfil o nácar s/Mf 395 10.213,20 Carteras 156 7.745,90 Cal LATIFUNDIO.indd 238 29/5/09 08:40:38 Apéndice C Carretillas 44.672 46.384,75 Casupos 3.428 1.246,30 Cemento romano 2.587.979 1.463.473,05 Cera animal s/mf 831 2.049,05 5 45,50 2.670 4.799,65 159 303,75 Cerote para zapatos Cestos de junco Cintas de papel para moscas Cerda animal 5 958,00 Cerda vegetal 4.145 8.056,50 Clavos de hierro 99.455 54.262,30 Cola ordinaria 21.917 30.045,75 Colores y pinturas n/e 76.352 158.482,95 Corsets 2.852 58.481,70 Corbatas de algodón, lana o de lino 16 455,30 Corbatas de seda animal o artificial 3.891 166.684,25 Cordelería ordinaria n/e 404.731 439.981,35 Cuernos, huesos y pezuñas 2.590 6.430,40 Chocolate 14.441 36.248,65 Desperdicios de algodón 153.237 105.388,35 603.047 4.555.163,45 2.515 2.207,60 134.821 245.126,50 1.358 29.870,00 239 Drogas, productos químicos y farmacéuticos n/e Duelas Dulces n/e Elásticas y ligas Encerados de lona 9.984 38.691,35 Encurtidos 48.684 49.887,25 Envases para conservas 15.795 36.904,45 Espejos 21.932 50.201,75 Esponjas Esteras y felpudos de fibras vegetales LATIFUNDIO.indd 239 517 3.582,65 7.439 13.132,85 29/5/09 08:40:39 Latifundio Miguel Acosta Saignes Estopa n/e 73.910 65.513,60 Flores y frutas artificiales 2.357 19.541,80 1.154.972 583.852,10 Frazadas de algodón 22.700 68.723,80 Frutas en jugo o en almíbar 125.424 100.469,45 Frutas pasadas 192.434 163.008,25 Frutas secas 24.479 23.992,20 170 1.782,95 Galletas 246.269 318.091,95 Gelatina 14.384 59.809,95 Goma arábiga 29.977 28.985,70 Gomas y resinas n/e 11.768 23.922,90 Fósforos suecos Fundas de algodón o de lino para almohadas 240 15 62,20 Harina de maíz Hamacas 1.576 1.041,50 Hilados de algodón 8.045 52.029,50 136.182 1.446.243,40 Horquillas 2.961 23.639,80 Jabones n/e 19-153 45.087,25 Jabones perfumados 7.721 245.078,70 Jarabes 57.996 13.096,85 Jugo de frutas 14.360 10.222,00 Hilo de coser Ladrillos para limpiar cubiertos 1.572 283,05 1.144.282 128.383,25 Leche conservada 337.496 639.038,45 Legumbres y hortalizas preparadas 27.170 87.134,05 Ladrillos refractarios Licores dulces Loza ordinaria n/e LATIFUNDIO.indd 240 4.128 8.276,85 403.452 285.013,80 29/5/09 08:40:39 Apéndice C Maicena 480 326,50 Maniquíes 271 2.749,90 3.964.606 2.668.498,45 372.297 916.597,10 Mármol en bruto 21.838 7.038,20 Mármol en polvo 10.040 598,40 Manteca pura de cerdo Mantequilla Materiales para enseñanza 32.274 79.039,80 Medias de algodón 50.139 862.626,95 Medias de seda animal pura 5.689 319.043,10 Medias n/e 25 571,30 Mosaicos 118.760 71.080,40 Muebles de madera finos 17.235 62.780,60 Muebles de madera ordinaria, de mimbre, 241 paja y junco 48.341 114.158,95 Pañuelos de algodón o de lino 17.234 165.824,20 5.327.069 633.581,70 118.416 78.657,20 Papas Papel para retretes Peines y peinetas 18.091 231.824,20 Pescados y mariscos 116.303 116.827,20 Pimienta 20.478 20.690,25 Porcelana M/f 41.359 74.107,55 Preparaciones dentífricas 38.948 335.237,55 Puntas de suela para tacos de billar 101 1.592,85 Queso 295.940 531.044,80 Resinas 3.073 3.430,25 Sacos de cáñamo 7.669 13.021,05 Sacos de henequén Sacos n/e LATIFUNDIO.indd 241 193.448 11.156,10 6.946 298.245,65 29/5/09 08:40:39 Latifundio Miguel Acosta Saignes Sardinas 388.128 304.829,25 563 8.026,35 Sobres 2.582 8.267,90 Talco M/f 1.324 567,55 Sillas para montar y accesorios Tanino 91 547,50 Vainilla 626 2.547,60 Zapatos de caucho 170 1.164,15 242 LATIFUNDIO.indd 242 29/5/09 08:40:39 LATIFUNDIO.indd 243 29/5/09 08:40:39 LATIFUNDIO.indd 244 29/5/09 08:40:39 Bibliografía Al Servicio de los Campesinos. — Cristóbal de Castro. 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Trabajo presentado al Primer Congreso Venezolano del Niño. Una Controversia. — Lic. Ramón Beteta. Vidas Paralelas. — Plutarco. Viaje a la Parte Oriental de Tierra Firme. — F. Depons. Who is Who in Venezuela. — C.C. Mac Dermond. LATIFUNDIO.indd 247 247 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 248 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 249 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 250 29/5/09 08:40:40 Índice Prefacio a la segunda edición 7 Cuatro párrafos preliminares 13 I El problema agrario II Imperialismo y latifundismo III El Latifundio en Venezuela IV Régimen V Vida y muerte VI Incapacidad económica del latifundismo VII Sentido de la reforma VIII La reforma en europa IX El problema de la tierra en américa X Qué hacer 17 31 55 71 101 123 141 157 175 189 Apéndices Apéndice A 213 Apéndice B 225 Apéndice C 235 Bibliografía 245 LATIFUNDIO.indd 251 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 252 29/5/09 08:40:40 Este libro se terminó de imprimir durante el mes de mayo de 2009 en la Fundación Imprenta de la Cultura 3.000 ejemplares LATIFUNDIO.indd 253 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 254 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 255 29/5/09 08:40:40 LATIFUNDIO.indd 256 29/5/09 08:40:40