EL LENGUAJE COMO LÍMITE DE LA APROPIACIÓN DE LA REALIDAD Y EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA ALBERTO YATES CASTRILLÓN Licenciado en Lengua Castellana y Comunicación CARLOS ROBERTO RIVERA PÉREZ UNIVERSIDAD DE PAMPLONA FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA Y COMUNICACIÓN, —APARTADÓ —ANTIOQUIA— 2011 —2— INTRODUCCIÓN Este trabajo está basado en la necesidad de disertar sobre la importancia de la comunicación, el lenguaje y el pensamiento, a través de una mirada propositiva, analítica, pero sobre todo constructiva. Gracias al conocimiento previo se avanza por encima de las definiciones cuyo conocimiento previo es necesario para una mejor percepción del tema, se sobreentiende por ejemplo que; el lenguaje es la función de expresión del pensamiento en forma oral, escrita para la comunicación y el entendimiento de los seres humanos, la relación entre ambos procesos (Pensamiento y Lenguaje), no es constante a lo largo de su desarrollo, sino variable, para diferenciarlos podría decirse que el pensamiento es la comprensión del lenguaje, el lenguaje es la expresión del pensamiento; no son tan relevantes las disertaciones acerca del origen de estas relaciones ni las conceptualizaciones y por el contrario se propende por analizar estos tres términos como un constructo generador de la inteligencia, resaltando de alguna manera la importancia que dicho constructo tiene para la mima. . —3— EL LENGUAJE COMO LÍMITE DE LA APROPIACIÓN DE LA REALIDAD Y EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA Muy a menudo los seres humanos piensan en lenguaje, pensamiento y comunicación como en los eslabones de una cadena que se añaden los unos a los otros para configurar una poderosa herramienta; ya los griegos del siglo V A.C. acuñaban el término logos para referirse tanto al lenguaje como a la razón; la comunicación surge por interacción social del lenguaje y la razón, argollas que, cómo se ha dicho, configuran la herramienta, pero que, también son configurados por ella, por cuya interacción es plausible inferir que: “Los límites del lenguaje son los límites del ̔mundo̕ o dicho de otra forma mi lenguaje limita mi mundo, mi lenguaje es mi lenguaje y mi mundo es mi mundo”1. Basados en la realidad observable se puede aseverar que es imposible el pensamiento más allá de los límites de lo conocido, por encima de las disertaciones infructuosas e inoperantes sobre el origen del lenguaje y el pensamiento, es importante comprender la forma en que se estructura este todo y comprender su funcionamiento. Desde el punto de vista de la individualidad, la suposición de que la realidad, los objetos o fenómenos, son proyecciones sólo de la mente del que los observa, no parece tan descabellada, de hecho, es aceptable. Un ejemplo conocido sería el popular Monólogo de Segismundo en la tragedia La vida es sueño, de Calderón de la Barca, el cual explica esta abstracción: “¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción”. Eso creía Segismundo, encerrado en una torre desde que nació; en su trágico aislamiento, el personaje no solo se pregunta si es real el mundo que ve a través de la ventana y si esta vida en realidad no es más que un sueño, sino que piensa con certeza que la realidad 1 WITTGENSTEIN, Ludwig. Tractatus logico-philosophicus. Annalen der Naturphilosophie (XIV, 3-4, págs. 185-262. Alemania, 1921. —4— es la que él observa desde la estrechez de su calabozo, es lo único que conoce, esa es su panorámica, sin duda limitada, pero es a partir de esa realidad como configura su mundo, y en esa medida (la medida de su comprensión y vivencia) se ve afectado por el mundo, es con esa realidad con la que cuenta para realizar sus interacciones y aprendizajes. Pero esa visión de la realidad siempre se contrasta (comprueba) con el mundo, es el mundo el que la da las pautas para pensar que ello es así, por lo mismo Durkheim (Teoría del Conocimiento) plantea con sobrada lucidez la afirmación de que la sociedad, como un todo compuesto por individualidades, es la única que puede representarse al mundo como en realidad es: “las representaciones colectivas son el producto de una inmensa cooperación que se extiende no solamente en el espacio sino en el tiempo y poseen una intelectualidad muy particular, infinitamente más rica y más compleja que la del individuo”. Entonces, la representación de la realidad no es susceptible, de ser cambiada (abolida, trastocada, trastornada) por un pensamiento individual, a menos que este halle cabida en el colectivo social; hace 500 años la humanidad sabía que la tierra era plana, pensamiento que cambió en primera instancia en la mente de un hombre, muchos navegantes antes de Colón habían planteado la redondez de la tierra, pero sólo cuando el pensamiento se hace social puede llegar a configurar para “el resto” una nueva forma de pensar sobre “la tierra” (cambia la cartografía, el comercio, las tablas de navegación, etc.). En este orden de ideas, la imaginación no escapa a, los límites de representación de la realidad mencionados; así; algo que es ilimitado escapa de la capacidad representación, de manera que no podría definirse. La imaginación es pensamiento, partimos de ahí. ¿El pensamiento es infinito? Por supuesto que no. El límite del pensamiento es el límite de las experiencias adquiridas por distintos medios, es decir, del lenguaje, de los elementos que conocidos. No se puede pensar algo que no se sabe que existe. —5— Sí se pide mencionar algo que no exista, no será difícil deducir que “es imposible". ¿Por qué? Porque no se puede tener en cuenta algo que no se conoce. Por ejemplo, sí alguien nunca ha oído hablar de un koala, si nunca lo ha visto ni oído nombrar... ¿cómo puede saber que existe? Es imposible, no se podría crear dicho animal en la cabeza, porque no se tiene: a) una experiencia empírica, b) una experiencia intelectual. Ahora alguien puede decir: "Pero un unicornio se puede imaginar y no existe". Incorrecto. Si existe y es conocido. Otra cosa es que no sea físico, pero si es susceptible de ser conocido, de hablar sobre él, de describirlo... y, encima, el oyente puede interpretar a través de tal descripción su visión de la realidad del emisor, el animal como elemento existe, pero no como verdad empírica. Todo aquello que pueda definirse existe, pero no todo aquello que existe puede mostrarse. Es diferente el ser a la muestra (representación). Continuando con "la imaginación es infinita". Alguien puede pensar que se puede crear todo tipo de monstruos o ideas. Es falso. Sólo se puede crear dependiendo de los conocimientos que se tengan. Un unicornio, por ejemplo, no puede ser creado ni imaginado si nunca se ha visto un caballo y no se conoce un cuerno. El unicornio es la unión de esos dos elementos, por lo que de no conocer uno, no se puede relacionar, puesto que la realidad no es más que eso, relaciones lógicas de elementos reconocibles. Esto último puede conocerse a través del triángulo lógico—lingüístico. La realidad la compone la lógica y el lenguaje. El lenguaje son los elementos que conocemos, ideas. La lógica son las relaciones de los elementos; por ejemplo: - Elemento1: Libro - Elemento2: Mesa - Relación lógica: El libro está sobre la mesa. —6— Esa relación de elementos es lo que crea la realidad, por lo que la realidad será limitada por el lenguaje, pues la lógica es algo automático, ya que no se puede imaginar algo sin relacionarlo con el entorno. Volviendo al triángulo. La realidad son elementos con lógica. La lógica es la realidad que crean los elementos, es decir, sus relaciones. El lenguaje es la realidad que une la lógica, puesto que los elementos son reales. Este es el triángulo. No puede existir uno sin los otros dos. Esta es la base de toda realidad. La imaginación no configura el lenguaje, pero dada una estructura cognitiva, histórica, lógica puede contribuir a configurar un conocimiento, en muchos estadios ese conocimiento, aunque conlleve antecedentes históricos, puede ser nuevo, y un conocimiento social nuevo da como resultado la necesidad de configurar un nuevo significante, si se piensa en el caso de la Internet en el campo de las TIC, que ha supuesto toda un desafío en el campo de las comunicaciones, con todo un nuevo conjunto de signos y referentes que se propagan a velocidades vertiginosas, entre ellos los emoticonos conocidos en inglés como smiley) (también son una secuencia de caracteres que representa una cara humana y expresa una emoción. Así por ejemplo, al chatear por MSN Messenger u otros programas de mensajería instantánea podemos escribir “:)” lo que equivaldrá a expresar una sonrisa. Es decir que expresan un determinado sentimiento, dentro del lenguaje que se ha creado en Internet. En otras palabras imitan las expresiones faciales y las emociones, para vencer las limitaciones de tener que comunicarse sólo en forma de texto. Pero la interpretación (decodificación) sólo es posible al basarse en una convención socialmente aceptada. Luego, de la misma manera y para todos los actos comunicativos; todo comunicador deberá estar al nivel de conocimiento y de interés de sus interlocutores, es decir al marco de conocimiento común. —7— Finalmente, como cada conocimiento, creado o adquirido, ha surgido como repuesta a una realidad o desafío histórico, pero no todas las personas generan la misma cantidad, ni calidad de pensamiento ante un mismo estimulo, la inteligencia estará representada por el modo en que el individuo cree formas de actuar ante las circunstancias que lo rodean y como “imaginar un lenguaje significa imaginar una forma de vida”. Es necesario preguntarse entonces ¿Cuándo se utilizará un lenguaje que conduzca a la humanidad hacia una forma de vida constructiva, que fomente la unión y confianza entre los integrantes de la sociedad, para motivar la sinergia de todas y todos para promover más y mejor ciudadanía, más y mejor democracia, los valores éticos, la fraternidad, la igualdad y la justicia social?. Imaginar entonces un lenguaje que no considere al otro como enemigo por el simple hecho de tener ideas opuestas o una visión del mundo diferente. Un lenguaje que verdaderamente busque el consenso. Un lenguaje que transmita conceptos e ideas creativas, útiles para una reingeniería del pensamiento, la cual es indispensable para salir de esta crisis local y global en la que está inserta la humanidad. El futuro depende del lenguaje que utilicemos. Eso sería el primer paso para ampliar los límites de nuestro mundo.