Detrás de una emoción siempre hay un pensamiento, y detrás de un pensamiento siempre hay una emoción. Racionalizar en exceso las emociones no es bueno, porque entonces puedes reprimir aquellas emociones que vives como negativas o desagradables. Ahora bien, a veces es útil, una vez ha pasado la expresión emocional intensa, darte cuenta de qué pensamiento hay detrás de esa emoción que te molesta tanto. Por ejemplo, si estás triste, puede ser que pienses que nunca aprobarás el examen que estás estudiando, o que eres un inútil por no haber dicho lo que querías a esa persona que aprecias. Cuando abordes tus emociones de una manera más racional hay cosas que no deberías perder de vista, como: •Recuerda que no todo lo que pensamos es real. Existen pensamientos automáticos que nos juegan malas pasadas y nos hacen ver el mundo de forma distorsionada. Es como si llevaras unas gafas oscuras todo el tiempo que no te dejaran ver el sol. •El lenguaje que utilizas determina en parte cómo te sientes. No es lo mismo pensar: ¡Puedo hacerlo, soy capaz! que pensar: ¡Voy a fracasar, me va a salir fatal! Tu cerebro se condiciona y se prepara para recibir un mensaje u otro. El primer paso para deshacerte de tus gafas es poner atención a la forma en que te hablas a ti mismo. Para ello, te propongo la siguiente técnica, que se base en que escribas los pensamientos que te generan malestar en un papel, y los cuestiones: 1. Identifica y escribe la emoción que estás sintiendo. 2. Date cuenta del pensamiento asociado esa emoción y escríbelo también. 3. Piensa en cómo sería la versión con gafas claras de ese pensamiento, enfocándolo desde otro punto de vista. 4. Déjate por un momento llevar por ese pensamiento e Identifica la nueva emoción asociada (escríbela). 5. Por último piensa, al menos, en una acción que podrías realizar para salir del pensamiento con gafas oscuras. En la siguiente tabla te pongo un ejemplo para que lo veas más claro. Para cuestionar los pensamientos y aprender a verlos de forma clara, y así cambiar tus emociones, vas a tener que practicar. Repetir este ejercicio te puede ayudar en ese camino.