Reflexión Estamos viviendo en una sociedad “anti templanza”. Todos los días se oye decir “obedece a tu sed”, es decir, obedece a tus instintos. Ante cualquier moderación que hagas te tildan de que “reprimes”. “Déjate llevar” repiten día y noche. ¿Y el resultado? El resultado es fatal. Porque nuestros instintos y deseos no nos llevan siempre automáticamente al bien. Son muy fuertes, y es difícil gobernarlos, pero la práctica permite que podamos ir ordenándolos hacia donde deben ir: hacia la felicidad. Los placeres están puestos para que seamos felices, pero nunca seremos felices si sólo nos dejamos llevar por los placeres. Dominio de sí. “Mayor soy, y para mayores cosas nací, que para ser esclavo de mi cuerpo” (Séneca) Como el clima templado, la persona puede moderar sus deseos, que no quemen ni hielen. ¿Qué es? Es la virtud que modera los placeres sensibles con el fin de no esclavizarnos a ellos y alcanzar mayor libertad. ESENCIA: La moderación no significa DEFECTO: Destemplado es aquel que no es eliminación. El placer es bueno porque nos dirige hacia algo bueno, pero sin introducir en el placer a la razón, nos convertimos en esclavos de las pasiones, no somos libres y no alcanzamos la felicidad. dueño de sí mismo, sino que lo dominan sus instintos, emociones, pasiones, etc. EXCESO: Es el abúlico, el que no goza de la vida, el que no se divierte sanamente. Cómo se practica: Y en mi vida… ›› Poniendo límites cotidianamente a nuestros deseos. ›› Disfrutando de los placeres con moderación. ›› Teniendo presente que los placeres son medios para fines más profundos y que nos hacen más felices. ›› Practicando la moderación en el comer, en el tomar, en nuestra sexualidad, en nuestra afectividad, incluso en nuestro vestir, en nuestros deseos de cosas materiales también. ¿Qué cosas son las que más me cuesta moderar en mi vida en relación a los placeres y deseos sensibles? ¿Hago algo en realidad o me dejo llevar? ¿Qué consecuencias he experimentado en mi vida cuando me dejo llevar por mis pasiones? ¿Siempre han sido buenas experiencias? ¿Tendrá que ver tanta violencia en el mundo porque nos repiten continuamente que nos dejemos llevar, que no pensemos que no “reprimamos” nuestros deseos espontáneos? La Templanza no es: A la luz del Evangelio: ›› Negación del placer, ni negación del cuerpo, ni reprimir los sentimientos, sino ordenarlos, ponerlos en su lugar, ordenados al bien y la felicidad. ›› Tampoco es un equilibrio falso y artificial o forzado, sino el disfrute racional en vistas al bien. ›› Ni tampoco es la indiferencia hacia placeres legítimos y buenos que existen para nuestro disfrute de manera ordenada. Lucas 4, 1-13