ALIMENTOS Y BIOTECNOLOGÍA Se los llama biofortificados por sus propiedades nutricionales mejoradas. Aportan vitaminas y benefician la salud en poblaciones con una alimentación pobre en nutrientes. ALIMENTOS PARA MEJORAR LA SALUD Las técnicas de ingeniería genética permiten mejorar cultivos no solo en beneficio de los agricultores, que ven aumentados sus rendimientos, sino también con el fin de satisfacer directamente las necesidades de los consumidores. Por ejemplo, se están desarrollando alimentos más sanos a través de la eliminación o la disminución de los niveles de toxinas o alérgenos, y la modificación en la proporción de nutrientes. Entre ellos: Gluten apto para celíacos Mandioca (yuca) con menor contenido de tóxicos Soja menos alergénica Tomates con mayor contenido de sustancias antioxidantes Cultivos oleaginosos con mayor contenido de ácidos grasos saludables “arroz dorado” rico en vitamina “ A” ARROZ CON VITAMINA “A” El “arroz dorado” debe su nombre al color amarillo del grano. Esa tonalidad se origina ya que la planta contiene mayor proporción del pigmento beta-caroteno, en comparación con el arroz tradicional. El betacaroteno es el mismo que le da su color a la zanahoria y al tomate, entre otros. Se trata de un tipo de arroz al que se le ha introducido la información genética para fabricar más beta-caroteno, que realza su color. Esta modificación no responde a un fin gastronómico, sino de salud. El beta-caroteno es el precursor de la vitamina A, un nutriente al que se le atribuyen propiedades beneficiosas para la visión. El objetivo de fabricar el arroz enriquecido con vitamina A es aportar este nutriente a las poblaciones que no lo obtienen diariamente en la cantidad necesaria. “El arroz es un alimento básico de muchas de las áreas superpobladas de África, Asia y América Latina, pero es deficitario en varios nutrientes esenciales”, explica el informe “Alimentos y tecnología de modificación genética” publicado por el Instituto Internacional de Ciencias de la Vida. En particular, la falta de vitamina A tiene graves consecuencias en la población infantil. “Hasta 124 millones de niños tienen una dieta deficitaria en vitamina A y, como consecuencia, en el sudeste de Asia un cuarto de millón de niños se vuelven irreversiblemente ciegos cada año”, detalla el documento. Además, la deficiencia en vitamina A exacerba la diarrea, las enfermedades respiratorias y las enfermedades infantiles como el sarampión. A esto se suma que la administración oral de vitamina A es problemática, principalmente por la falta de una estructura de transporte y distribución en algunas de las regiones más seriamente afectadas. El desarrollo biotecnológico del “arroz dorado”, logrado en la década de 1990 por el investigador suizo Ingo Potrykus, ha alcanzado fama no solo por sus beneficios a la salud. Además, es un ejemplo de planta transgénica obtenida con fondos públicos cuyo objetivo es contribuir a mejorar las condiciones de nutrición de poblaciones necesitadas, y reducir la incidencia de enfermedades.