El Alcatraz Proviene del Género Festejo, se baila en los departamentos de Lima e Ica, en especial en la Provincia de Chincha, Baile Erótica Festiva de Parejas Sueltas. El hombre con una vela encendida trata de prender el “Cucuruchu” mientras que la mujer trata de apagarlo con movimientos de cadera. Alcatraz tradicional era ejecutado al compás de güiros, guijada de burro, guitarras, tambores y clarín. “Al son de los tambores encenderás tu vela que no me quemas el alcatraz” Zapateo Es la figura típicamente masculina (según algunos autores, proviene del zapateo que el gallo le hace a la gallina durante el galanteo) Por lo general, el zapateo se hace al mismo momento del zarandeo de la dama y dándose el frente; pero en algunas danzas como el escondido, el zapateo y zarandeo se realizan por turnos. Festejo Presenta su ritmo sentimientos festivos se despliega mucha alegría, movimientos sincronizados de brazos, piernas y sobre todo mucho movimientos de caderas y de cintura. Su base principal es el golpe del cajón, que marcará el significado del baile, en Chincha se le denomina “Baile de Cintura o Cintureo”. A su vez dicho baile parece ser la más antigua de las manifestaciones propias de la negritud que dio origen a otros bailes. Landó Hoy en día el nombre “Landó” se conoce a un baile y canción recientemente sacada del horno y que se ejecuta bajo canciones que algunos africanistas llaman “Afro”, “Negroide” o “Afro-peruanos” para hacer más atractivo y comercial el baile. Zamacueca Ritmo creado por los negros e indígenas, baile de solteros de ritmo cadencioso que invita al coqueteo. Casi siempre se realiza en grupo, se usaba en este baile pañuelos, costumbre que se sospecha vino de Senegal. El Panalivio Eran cantos de sublevación con que los esclavos denunciaban abusos y penas. Con el mismo nombre conocemos dos tipos de canciones especialmente practicadas por sectores negros. Una de ellas es una mudanza del Hatajo de Negritos, se compaña con violín y se realiza un contrapunto de zapateo. La otra versión del Panalivio es como un lamento lento, semejante a la danza habanera como es la canción "A la Molina no voy más porque echan azote sin cesar”. Un gran difusor de esta danza fue Amador Ballumbrosio, quien además de ser un excelente zapateador, tocaba el violín y el cajón peruano. En el mes de diciembre, en el distrito de El Carmen, en Ica, es tradicional entonar panalivios y zapatear al ritmo de un violín y campanillas, en lo que se conoce como Hatajos de los negritos, como parte de la celebración de la navidad.