Lecc. 5 Poniendo a prueba la Fe

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Semana 5
Campaña Anual de 40 días empezando el día 25 de Agosto
Lección 5: Poniendo a prueba la Fe
REFLEXIÓN
Los episodios incómodos o amenazantes generalmente suceden cuando menos lo esperamos. Estamos
navegando sobre la placida superficie de los conocidos, de pronto, se desata una tormenta. Nos
dejamos llevar y entonces el viento sopla más recio y las cosas se ponen difíciles. ¿Qué experiencia le
viene a la mente cuando piensa en sentirse solo o estar en peligro? En esa situación, ¿estuvo usted
consciente de la presencia de Dios?
SITUACIÓN
Después de alimentar a los cinco mil, Jesús necesito un tiempo a solas. Él envió a sus discípulos a que
entraran a la barca y se dirigieran hacia su siguiente parada. En la época de Jesús, viajar en barca era la
manera más rápida de transporte. La mayoría de viajes tenían que hacerse por tierra, pero cuando una
ruta podía incluir la navegación el viaje con frecuencia se acortaba. Esto es, a menos que comenzaran a
soplar vientos de tormenta
OBSERVACIÓN
Lea Marcos 6:45-51
45En
seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre
tanto que él despedía a la multitud. 46Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; 47 y al
venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. 48Y viéndoles remar con gran
fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando
sobre el mar, y quería adelantárseles. 49Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un
fantasma, y gritaron; 50porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les
dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! 51Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se
asombraron en gran manera, y se maravillaban.
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EXPLORACIÓN
1.- ¿Por qué no fue Jesús con los discípulos en la barca? (v.45)
2.- ¿Qué impidió que los discípulos reconocieran a Jesús? (v.50)
3.- ¿Qué estaba tratando de enseñar Jesús a los discípulos por medio de esta experiencia?
4.- ¿Qué puede aprender usted de la experiencia de los discípulos?
5.- ¿Por qué pone Dios a prueba nuestra fe?
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INSPIRACIÓN
Una mañana de septiembre de 2001, Francisco Silecchia se calzo sus botas, se puso su casco y salió de
su casa en Nueva Jersey. Como albañil él se ganaba la vida haciendo cosas. Pero como voluntario en la
remoción de escombros de la Torres Gemelas simplemente trataba de encontrar sentido a todo lo
ocurrido. Tenía la esperanza de encontrar algún cuerpo con vida. Pero no pudo. Lo que encontró
fueron 47 cadáveres. No obstante, en medio de la atroz carnicería se tropezó con un símbolo: una viga
de acero de nueve metros en forma de cruz. La derrumbada “Torre Uno” del Edificio seis creó una
rudimentaria cámara en el revoltijo. En esta cámara, a través del polvoriento amanecer, Francisco vio
la cruz…
Un símbolo entre los fragmentos. Una cruz hallada en tiempo de crisis. ¿Dónde está Dios en todo
esto?, preguntamos. El descubrimiento nos desafío a esperar justamente en medio de todo esto.
¿Se puede decir lo mismo de nuestras tragedias? Cuando la ambulancia se lleva a nuestro hijo o la
enfermedad se lleva a nuestro amigo, cuando la economía se lleva nuestros ahorros para la jubilación o
un infiel se lleva nuestro corazón, ¿podemos, como Francisco, encontrar a Cristo en la crisis? La
presencia de problemas no nos sorprende. La ausencia de Dios, sin embargo, nos deshace.
Podemos lidiar con la ambulancia si Dios está en ello.
Podemos tolerar la Unidad de Cuidados Intensivos si Dios está en ello.
Podemos enfrentar la casa vacía si Dios está en ello. ¿Lo está?
Si la noche comenzó a las seis de la tarde y Cristo llego a las tres de la mañana, ¡los discípulos
estuvieron solos en la tormenta durante nueve horas! Nueve horas tempestuosas. Lo suficientemente
largas como para que un discípulo preguntara ¿Dónde está Jesús? Él sabe que estamos en la barca.
¡Santo cielos! Fue idea suya. ¿Esta Dios en algún lugar cerca?
Y desde el interior de la tormenta sale una voz inconfundible:
“Yo soy”
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LECCIONES DE LA VIDA
A diferencia de la tormenta anterior que clamo Jesús, esta simplemente agito los vientos y las olas que
resistían su avance. Los discípulos estaban trabajando duro. Ensimismados en sus propios esfuerzos, al
parecer casi se pierden de ver a Jesús caminando sobre el agua. Ellos probablemente se estaban
preguntando porque él no los había acompañado en el viaje; sin embargo, se sorprendieron e incluso
se asustaron cuando se les apareció repentinamente. Cuando nos abstraemos tanto por los desafíos de
la vida, o incluso por obedecer la instrucción de Cristo, que perdemos el sentido de su presencia,
entonces hemos cambiado nuestro enfoque y lo hemos puesto en algo equivocado. Las pruebas a
menudo vienen para llamarnos la atención para que nos enfoquemos nuevamente en Jesús.
DEVOCIÓN
Señor Jesús, nunca dejes que me absorba tanto en servirte que deje de verte. Recuérdame que la
resistencia y las dificultades a veces llegan para ayudarme a ver que tus propósitos tienen menos que
ver con lo que logro y más que ver con lo que tú lograsen y a través de mí. Ayúdame a tener la
confianza de que cualquier cosa que necesites hacer para lograr tus propósitos en mi vida, la harías, y
en el momento perfecto. Enséñame a contar contigo aun cuando no te pueda ver.
Para terminar el libro de Marcos lea Marcos 6:1-56