Proyecto de formato. Proyecto de un nuevo formato televisivo. Por Laura Merens Vázquez Aunque la televisión nació en su momento para informar, su verdadero fin se ha convertido, con los años, en el entretenimiento. Pero siempre podemos sacar algo más de ella, aprender cosas que antes no sabíamos, descubrir nuevos mundos. Así, a día de hoy, existen programas tanto de cultura general como especializados en distintas áreas como política, economía, cocina, viajes, etc. Incluso canales que basan su programación en un campo concreto, como puede ser por ejemplo, un canal de historia. En muchas ocasiones estos suelen ser de pago y no todo el mundo puede/quiere acceder a ellos. El problema está en que la televisión pública actual emite unos contenidos, en su mayoría, sensacionalistas y de baja calidad con programas basura como “Gran Hermano”, “Quien quiere casarse con mi hijo”, “Mujeres y hombres…” que registran altos niveles de audiencia, consiguiendo enganchar al telespectador. Y aunque cadenas como La Sexta tratan de apostar por formatos de calidad como “Salvados” o “El objetivo”, necesitamos más, necesitamos algo que vuelva a atraer a ese público joven/adulto medianamente interesado por la cultura que reniega de la “caja tonta”. Todos los canales tienen rasgos que los definen y diferencian. Según la periodista Leticia García Reina, en su libro “Juventud y medios de comunicación. La televisión y los jóvenes: Aproximación estructural a la programación y los mensajes” 1mantiene que “Los formatos televisivos se conciben en función de la audiencia a la que van dirigidos, y sólo en función de la cuota de pantalla que consigan se mantienen en la parrilla de la programación o son eliminados…. Ya no es ningún secreto que las cadenas persiguen, ante todo, la rentabilidad económica…. Los programas sólo logran mantenerse “vivos” si son capaces de captar audiencia, de captar publicidad…. Lógicamente los programas dirigidos a los jóvenes se rigen por esta misma dinámica, por lo que es de suponer que la formación de telespectadores críticos y de una juventud culta y librepensadora es lo que menos le conviene a la televisión, si su objetivo final es convertirles en perfectos consumidores.” Así, en este trabajo propongo un proyecto de formato de variedades de calidad dirigido a un público que, además de entretenimiento, busca informarse. Su emisión sería semanal en horario de prime time, con una duración de aproximadamente 2 horas. Se trataría de una especie de magazine al estilo late show más enfocado al mundo de la cultura audiovisual, presentado por un personaje público con carisma y gracia. En cuanto a su estructura, estaría dividido en distintas secciones con varios presentadores, y cada una de ellas abarcaría un campo distinto. 1 GARCÍA REINA, Leticia (2004) “Juventud y medios de comunicación. La televisión y los jóvenes: Aproximación estructural a la programación y los mensajes”. En Revista inÁMBITOS: nº 11-12 - 1er y 2º Semestres de 2004 (pp. 115-129). Sección 1 Presentación del programa y de los contenidos que se irán tratando en cada una de las secciones. El presentador nos introduciría con un monólogo inicial (Al estilo de Buenafuente). Sección 2 Repaso de la actualidad, desde las noticias semanales de mayor interés a curiosidades. Los espectadores, a través de Twitter, podrían intervenir con opiniones que irían apareciendo en pantalla a la vez que se desarrolla la sección. Sección 3 Música. Se hablaría un poco sobre la actualidad musical, artistas reconocidos y emergentes, conciertos, musicales, bandas sonoras, curiosidades, etc. Con presencia de un artista o profesional invitado. El programa ofrecería a músicos amateurs la posibilidad de enviar su maqueta, que entraría en concurso. Sección 4 Cine y series. Sector dedicado a los cinéfilos o simplemente a la gente que le guste disfrutar del buen cine. Se hablará de la cartelera actual, de festivales, cine independiente, etc. Con la colaboración de invitados del mundo cinematográfico, tanto directores como actores o críticos. Sección 5 y despedida. El programa se despedirá con otro monólogo por parte del presentador principal. Entre secciones disfrutaríamos de breves “sketches” o “gags” a modo de cortinilla. Estos podrían estar protagonizados por el presentador/es con la colaboración de otros humoristas. Con esta idea, pretendía crear un formato televisivo que supiera combinar de forma inteligente entretenimiento e información, porque ambos pueden complementarse perfectamente. No habría un target específico, aunque principalmente trataría de llegar a ese público joven e inconformista. Se busca un voto de confianza para la posibilidad de una televisión de calidad.