RESUMEN: TEXTOS Y DISCURSOS: Introducción a la lingüística Gerardo Álvarez 1° Capitulo: Texto y el Discurso del texto Cada uno por su lado es ambiguo, y a menudo se emplean indistintamente uno u otro como si fuesen intercambiables. ¿Qué es el texto? El texto es una configuración lingüística. Es un conjunto de elementos lingüísticos (palabras, oraciones...) organizados según reglas estrictas de construcción. El discurso es la emisión concreta de un texto, por un enunciador determinado, en una situación de comunicación determinada. El texto más las condiciones de producción. Por ejemplo, analizar una conversación ya sea como discurso, ya sea como texto: en el primer caso, se observará que un enunciador específico se dirige con sus palabras a un destinatario específico, en un marco situacional (espacio temporal) específico; en el segundo caso, se observará cómo los elementos lingüísticos (palabras, oraciones...) se estructuran respondiendo a reglas de construcción textual. "llamaremos "texto" la estructura formal, gramatical, de un discurso" Competencia discursiva y textual El texto, como entidad formal, corresponde al nivel superior de la competencia construccional (u organizacional) del individuo. El discurso corresponde a la puesta en acción de la competencia discursiva del individuo. Ambas competencias --textual y discursiva-- forman parte, pero a distintos niveles, de lo que se ha dado en llamar competencia de comunicación. La competencia de comunicación del individuo, entendida como su capacidad para participar en interacciones comunicativas, comprende primero un componente sociocultural, y luego dos componentes interrelacionados: la competencia construccional (u organizacional) y la competencia discursiva. La primera designa el conocimiento del "código", es decir el conocimiento de los elementos y las reglas que constituyen el sistema de una lengua. La segunda designa la capacidad de utilizar el código en situaciones de comunicación determinadas. Decimos que estas dos competencias están interrelacionadas porque el individuo normal posee al mismo tiempo el conocimiento de las reglas constitutivas del código y el conocimiento de las reglas que rigen el uso del lenguaje en las diversas situaciones de comunicación. Nadie puede hablar una lengua si no conoce la organización (el código) de esa lengua; pero el conocimiento del código no basta para poder comunicar en esa lengua. El texto es, entonces, la unidad de comunicación. En efecto, el individuo no comunica con oraciones aisladas, sino con secuencias de oraciones que muestran entre ellas relaciones formales que constituyen lo que llamamos las reglas de textualización. Estas reglas textuales se expresan en términos de recurrencia, progresión y relación (conexión), y rigen la creación de textos cohesivos y coherentes. La competencia discursiva es de carácter diferente: es la capacidad de hacer funcionar los textos en situaciones de comunicación determinadas, ante un destinatario determinado, para obtener objetivos extra-lingüísticos determinados. Se compone de una competencia situacional y una competencia enunciativa, esta última entendida en términos de competencia modal, ilocutiva, inferencial e intertextual. El texto como ocurrencia y como tipo "texto / discurso" proviene de considerar el texto como ocurrencia o como tipo, lo que en alguna medida se relaciona también con el considerarlo como una realidad concreta o como una entidad abstracta. Para algunos autores un texto es una realidad concreta, empírica, correspondiente a un discurso efectivamente emitido. Conviene distinguir sistemáticamente las unidades del nivel construccional (o gramatical) son: oración y texto y las unidades del nivel discursivo son: enunciado y discurso. Modelos textuales Cada texto retoma, reproduce, encarna características generales de todos los textos del mismo tipo o de la misma familia Es esta dialéctica "ocurrencia / tipo" la que permite postular la existencia de "modelos textuales", culturalmente determinados, que regulan la forma de los textos individuales. Dentro de la competencia textual del individuo existe, en mayor o menor medida, el conocimiento implícito de los modelos o matrices textuales. Tipos generales de textos Los textos pueden ser dialogales o monologales y orales o escritos "monologal / dialogal" se refiere al hecho de que los textos pueden ser producto de una interacción en que ambos interlocutores contribuyen a la construcción del texto –es el caso de la conversación– o bien pueden ser construidos por el solo emisor, ya sea en presencia o en ausencia del receptor. En el diálogo la coherencia debe ser mantenida respecto al segmento textual que produce el interlocutor, principio de cooperación Los textos dialogales son policontrolados. Monologales a aquellos que son el producto de la actividad lingüística de un solo individuo, ya sea que esté solo o en presencia de un interlocutor, ya sea en forma oral o por escrito. Son textos monocontrolados El diálogo es la forma básica de la comunicación humana. "dialogal" y "dialógico". Todo texto es dialógico, en el sentido que todo discurso es "discurso para alguien". Los textos monologales pueden ser orales (una conferencia) o escritos (una crónica periodística). En cambio, los textos conversacionales son mayormente orales. No parece haber conversación por escrito, como no sea en el caso tecnológico de los intercambios por modem. Lo esencial es desmarcarse de la tendencia tradicional que lleva a asimilar "texto" a "texto escrito" Nosotros hablaremos de "textos orales" y "textos escritos", que funcionan como "discursos orales" y "discursos escritos" No solo "texto" connota "texto escrito" en la mentalidad tradicional, sino que además "texto escrito" connota "gramaticalidad", "elegancia", "buen estilo", "alto grado de intelectualidad", en una palabra, estilo formal. Son inversamente, se piensa que la comunicación oral es el lugar de la agramaticalidad, de lo descuidado, de lo mal organizado, en una palabra, del estilo informal. Van Dijk llega a afirmar que es literario lo que una sociedad dada, en un momento dado, decide que es literario. Las fronteras del texto Una de las características del texto es su clausura, es decir el hecho de presentarse como un todo. "cambio de los sujetos discursivos" para indicar lo que él llama la frontera del enunciado: "El enunciado no es una unidad convencional sino real, delimitada con precisión por el cambio de los sujetos discursivos, y que termina con el hecho de ceder la palabra al otro” Todo locutor tiene una noción intuitiva de la unidad de los elementos de un texto, es decir la impresión de que todas las oraciones de un conjunto bien formado constituyen un texto. Es lo que algunos llaman "el efecto de texto" El texto presenta marcas formales de su comienzo y su fin. Existen morfemas que, por ejemplo, anuncian que se acerca el fin del texto (en el oral, elementos fáticos como "Bueno..."; en el escrito, conectores como "En suma, en resumen..."), o indican que el texto ha terminado (en el oral: "He dicho. Gracias", etc. ; en el escrito, el "Vale" de los romanos, el "Fin" de las novelas y de las películas, etc. ). Textos conversacionales asistimos por una parte a una verdadera "negociación" de los turnos de palabra que marcan el cambio de interlocutor; pero lo más importante es que se observan rituales de apertura y de clausura del intercambio total. 2° Capitulo: Texto y su Enunciación Lingüística del texto y el análisis del discurso son dos disciplinas estrechamente relacionadas, implican una doble ruptura con la lingüística "clásica", en la medida en que por una parte exigen sobrepasar el límite de la oración y, por otra, examinar textos [discursos] producidos en situaciones reales de comunicación. De la oración al texto Lingüística según Saussure estudiaba la: Lengua concebida como un código supraindividual: un conjunto de valores constantes, que forman parte de una serie de circuitos en los cuales cada elemento sólo tiene sentido en la medida en que se opone a los demás. Habla es la utilización individual, idiosincrásica, de la lengua: nada sistemático puede decirse de ella. El habla (o discurso) es el reino de lo individual y de lo momentáneo. En Saussure no está claro si la oración pertenece a la lengua (al sistema), ya que en ella se manifiesta un cierto margen de creatividad individual, lo que la pondría más bien en el campo del habla. Dentro de la competencia textual del individuo, está la capacidad de captar intuitivamente la clausura del texto (1.6) y de poder emitir juicios de inconclusividad ("Falta algo ") aunque en el nivel de la oración no se observe ninguna falta. Podemos anticipar ya una de las afirmaciones básicas de la lingüística del texto: puede ocurrir que todas las oraciones de una secuencia estén gramaticalmente bien formadas, pero que su conjunto no constituya un texto De las formas al uso: la enunciación "la lengua puesta en funcionamiento por un acto individual de utilización". "Pasar del estudio de la lengua al estudio del discurso", podría uno decir en forma escueta. Pero, en realidad es más complejo que eso: es pasar del discurso como producto al discurso como producción. Ese es el campo de lo que se llama habitualmente la enunciación: "acto de lenguaje durante el cual las oraciones se actualizan, ya que son asumidas por un locutor particular en circunstancias espaciales y temporales precisas". Algunas precisiones: a) La enunciación no es "un acto individual": Cada sujeto productor de discurso es al mismo tiempo un ser individual y un ser social. En materia de lenguaje, el sujeto es siempre un ser social, un "socio-individuo". Este ser social ha interiorizado, por su experiencia comunicativa, un conjunto de convenciones, un sistema de regularidades del discurso. Y es el estudio de estas regularidades discursivas lo que constituye el objeto de la enunciación. Habrá pues que desechar la idea de que el locutor es un ser autónomo, que construye "libremente" su mensaje, con prescindencia de la institución social y de los imperativos rituales b) La enunciación no es sólo la producción del discurso: La comunicación se representa, efectivamente a un emisor que emite un mensaje hacia un destinatario que lo descodifica. Esa visión es unidireccional: el acto de comunicación sería el resultado de la sola actividad del emisor. Pero, la enunciación es siempre interlocución, interacción de dos participantes. Reducir la enunciación sólo a la producción y el enunciador solo al locutor, es, al fin de cuentas, no comprender que el enunciado no tiene sentido sin una doble intención de significación de los enunciadores respectivos" Habrá que considerar siempre a dos sujetos proceso de "inter-subjetividad": la interacción de dos sujetos discursivos. se puede decir que el acto de enunciación se reactualiza cada vez que un individuo se instituye en sujeto interpretante de ellos. Así, por ejemplo, en el caso de los letreros citados en el capítulo primero (NO ESCRIBA. RESPETE LAS COSAS SACRAS, etc.) Dicho en términos corrientes, cada vez que un individuo se detiene frente a uno de esos letreros y lo lee, se reactualiza el proceso de enunciacióninterpretación. Y cada vez se re-produce el fenómeno de la comunicación, que será sólo parcialmente idéntico, puesto que cada vez el co-enunciador y su circunstancia serán diferentes. c) La enunciación no es la "performance": Interesa al lingüista del discurso no es el hacer real -del cual parte forzosamente el análisis--, sino el saber hacer que permita ese hacer real. La ruptura con el estudio puramente formal y limitado al nivel de la oración es una ruptura dialéctica: sobrepasa integrando. El analista del discurso trabaja de hecho con ambas dimensiones, formal y discursiva, y trata de ver cómo el sujeto productor de discurso ejecuta elecciones formales para efectuar sus operaciones enunciativas. Enunciación y deixis Todo un conjunto de formas lingüísticas no puede ser interpretadas sino en relación con una enunciación determinada. Es el caso de los elementos llamados deícticos que constituyen el aspecto indicial del lenguaje: son fundamentalmente los deícticos de persona (YO - TU), de lugar (AQUI ALLA) y de tiempo (HOY - AHORA). a) Deícticos de persona: la relación "yo - tú" se produce y se reactualiza en cada enunciación. El individuo que toma la palabra se apropia de la forma "yo" (o "nosotros"), y en ese mismo momento designa al otro como "tú" (o "ustedes"). Toda persona puede ser "yo" o "tú" según el papel que le toca en cada enunciación. Yo soy "yo" cuando me apodero de la palabra; soy "tú" cuando es el otro el que me habla; soy "él" cuando los otros hablan de mí. b) Deícticos espacio-temporales: Su valor referencial no puede calcularse sino en relación con la situación de enunciación. Todos los lugares son "aquí". Todos los momentos son "ahora". Basta con que un sujeto enunciador haga coincidir su acto de enunciación con un tiempo o con un lugar para que ese tiempo sea "ahora" y ese lugar "aquí". Modos enunciativos Considerar todo acto de lenguaje dentro de un marco enunciativo implica, como primera cosa, distinguir el sujeto del enunciado del sujeto de la enunciación. El primero designa al agente de la noción expresada en el enunciado; el segundo designa al individuo que emite este enunciado. se oculta un sujeto de la enunciación, que es el responsable de esta aserción, y con respecto al cual se pueden fijar los márgenes de veracidad, falsedad, confiabilidad, etc. No existen en el mundo humano palabras que no sean emitidas por un enunciador, que es el responsable de esas palabras. El sujeto productor de discurso elige, en efecto, por razones de su propia estrategia comunicativa entre los tres modos enunciativos que le ofrece el aparato formal de la enunciación: dos modos personalizados, elocutivo y alocutivo (yo / tú), y un modo impersonalizado, delocutivo (él, ello, o un sintagma nominal) o Modo elocutivo: es producir un discurso centrado en el YO, como sujeto del enunciado. El sujeto enunciador se inscribe a sí mismo en el texto de su discurso por medio de las diversas marcas formales de la primera persona (yo, me, a mí, etc.). Evidentemente el "tú" de la interlocución existe pero el enunciador puede no ponerlo en su texto. Permiten discursos de aspecto autobiográfico. o Modo alocutivo: significa centrar el discurso en el TU, hasta eventualmente hacer desaparecer al sujeto enunciador. Rompa el círculo de la pobreza. o modo delocutivo: significa centrar el discurso en "el" o "ello". Lo que da al texto un aspecto impersonal, "como si el mundo hablara solo". "Ni el YO ni el TU aparecen explícitamente implicados en el enunciado." Los raptores salieron disparando Nótese que estos modos enunciativos pueden funcionar como marcas de cortesía: una empleada doméstica, en vez de decir a su patrona ¿Qué quiere usted que haga hoy?, puede delocutivizar su enunciado para marcar la distancia: ¿Qué quiere la señora que haga hoy? Modalidades de enunciación (tipos de oraciones) Cuando el individuo decide interactuar con otro por medio del lenguaje, es decir cuando se da un "proyecto de habla". Son fundamentalmente tres: aserción, la interrogación y la intimación. Indican un tipo de relación establecida por el enunciador entre él y su interlocutor. Por eso se las ubica en el campo de las "modalidades": porque señalan no relaciones formales entre los elementos de la oración, sino relaciones pragmáticas entre el texto y los sujetos discursivos. Tienen relación con los actos de habla. o La aserción: adopta la forma de una oración declarativa (afirmativa o negativa). La enunciación asertiva apunta a comunicar al interlocutor una certidumbre. O más bien dicho, se presenta estratégicamente como una certidumbre. toda aserción delocutiva debería ser considerada como un enunciado introducido por un "verbo dictivo" como "decir", "afirmar", etc.: Yo digo que los raptores salieron disparando. o La interrogación: una construcción sintáctica que tiene marcas formales específicas (entonación, inversión del sujeto, morfemas interrogativos), y que, desde el punto de vista pragmático, constituye "un comportamiento de doble entrada", esta figura discursiva plantea a un enunciador que pone en escena a un interlocutor que debe responder, ya sea que es aludido directamente o que queda implícito como en las llamadas "preguntas al voleo" o La intimación ["órden"]: también implica una relación activa entre los interlocutores. Adopta particularmente la forma imperativa. Desde el punto de vista pragmático, el enunciador pone al interlocutor en situación de "tener que hacer". La intimación supone también una relación riesgosa, ya que el enunciador se pone en posición de "poder dar una orden" y por lo tanto tiene que existir entre él y su interlocutor una relación de jerarquía tal que permita ese acto de lenguaje. o La exclamación: parece no tener formas propias, y muchos autores no la incluyen entre las modalidades de enunciación. Utiliza los mismos elementos formales que la interrogación, pero con una entonación específica: ¡Qué lindo libro! Estas diversas modalidades de enunciación no sólo constituyen, tal como lo hemos señalado, elecciones formales obligatorias, sino que, además --y eso es lo más importante para el estudio de los discursos-- son elecciones determinadas por razones estratégicas. Ejemplo, para evitar el riesgo de "dar una órden" cuando la relación jerárquica no es evidente, el locutor podrá utilizar una interrogación: ¿Me podría decir la hora? (y no ¡Dígame la hora!) Al igual que los modos enunciativos (elocutivo, alocutivo, delocutivo), las modalidades enunciativas o "tipos de oración- pueden combinarse dentro de un texto, con predominancia de una u otra Modalidades de enunciado Los modos enunciativos y las modalidades de enunciación representan mecanismos formales que revelan relaciones entre los sujetos de la interlocución y traducen la presencia del enunciador en su texto. Tienen que ver con nociones como la distancia y la tensión ligadas a la enunciación. "distancia" que el enunciador establece entre él y los hechos denotados en su enunciado: el sujeto enunciador asume totalmente su enunciado (Tengo frio) o presenta los hechos como parte de un mundo exterior a él (Hace frio) La segunda noción apunta a la relación más o menos "tensa" que el enunciador establece con su interlocutor: la interrogación y la intimación dan un discurso más tenso que la aserción. También estas nociones de distancia y tensión ienen que ver con lo que se denomina clásicamente la modalidad, que se expresa fundamentalmente en los verbos modales: "querer", "poder", "deber", "saber", etc. y todas las formas fraseológicas que pueden adoptar: "hay que...", "tal vez"... Modalidades de enunciado no son obligatorias, e indican la manera en que el enunciador se plantea frente los hechos denotados en su enunciado. Se distinguen generalmente cuatro áreas de modalidad: o La modalidad alética: tiene que ver con el "poder ser". Expresa lo posible, lo probable, lo contingente, etc. Puede que haga frío. o La modalidad deóntica tiene que ver con el "deber ser". Expresa lo obligatorio, lo prohibido, lo indispensable, etc. Tenemos que unirnos para conquistar la paz. o La modalidad epistémica: tiene que ver con el "saber" o el "creer", es decir con operaciones mentales (imaginar, soñar, pensar...). Algunos autores distinguen: epistémica (saber) y doxática (opinión): Ud. sabe que los hombres prefieren a las mujeres sencillas o La modalidad volitiva: tiene que ver con el "querer ser", con el deseo de ser. Ojalá pase algo que te borre de pronto... o La modalidad apreciativa (o axiológica): tiene que ver con el juicio valorativo que el enunciador establece respecto a los hechos denotados en su enunciado. Expresa lo bueno, lo malo, lo triste, lo agradable, etc., desde el punto de vista del enunciador. Lástima que está lloviendo Enunciación y pragmática Estas acciones que se ejecutan por medio del lenguaje se llaman actos de habla. Sintaxis y la semántica funcionan al nivel del estudio de la lengua (del sistema): la primera estudia las relaciones formales existentes entre los elementos constitutivos de las oraciones y de los textos; la segunda estudia el significado de estos elementos y de estas relaciones. La pragmática, en cambio, funciona al nivel del discurso , y se ocupa de las relaciones que se establecen entre los enunciados y sus usuarios, es decir las relaciones que los enunciados y los textos establecen entre los sujetos del discurso. Fuerza ilocutiva la fuerza activa que conllevan los enunciados [textos] cuando son utilizados en situaciones reales de comunicación y que liga a ambos interlocutores en una especie de "contrato de habla" o "contrato de comunicación". La "fuerza ilocutiva" es una extensión de lo que Austin llama acto performativo. Se designa entonces como "performativos" aquellos enunciados que realizan la acción por el hecho mismo de ser pronunciados. Al decir las palabras se realiza el acto mismo. El cura a los novios: Los declaro marido y mujer. El presidente de la asamblea: Se abre la sesión Estos ejemplos permiten observar que un acto de habla sólo puede llevarse a cabo exitosamente en una situación de comunicación determinada, la cual incluye entre otras cosas: − Un lugar adecuado: la iglesia, la sala de sesiones; − Un enunciador adecuado: el cura, el presidente de la asamblea; − Interlocutores adecuados: los novios, los miembros de la asamblea Los actos de habla se ejecutan en todos los momentos de la vida diaria, oralmente o por escrito. 1. Condiciones de satisfacción: "saber compartido" de los interlocutores. Es por eso que se las llama "condiciones cognoscitivas". A ellas se unen las "condiciones sociales" que han sido mencionadas anteriormente: los interlocutores deben ser los adecuados, las palabras deben pronunciarse en el lugar y el momento adecuados 2. Secuencias de actos de habla: los actos de habla rara vez ocurren aisladamente, en forma independiente. Lo que se encuentra generalmente son textos complejos que realizan secuencias de actos de habla. Desde este punto de vista, un texto [discurso] puede ser considerado como una secuencia de actos de habla, entre los cuales tienen que cumplirse las exigencias de coherencia / cohesiones típicas de los textos bien formados. 3. Actos preparatorios: son aquellos actos de habla que preparan el terreno para el acto de habla principal. Un caso importante de "acto preparatorio" es aquel que se torna necesario para "proteger su cara" o para "proteger la cara del otro". el sujeto productor de discurso introduce todo tipo de actos preparatorios que sólo tienen por objeto facilitar la negociación de la interacción comunicativa. podemos observar que el texto como un todo constituye una petición. Es lo que se llama un macroacto de habla, en el cual pueden distinguirse un acto dominante o principal y una serie de actos subordinados que permiten preparar, explicar, etc, el acto principal. 4. Actos de habla indirectos: que se efectúan mediante la realización de otro acto de habla. El caso más frecuente es el de las aserciones que se pueden utilizar para dar una orden o para pedir algo. Se acabó la mantequilla. lo más probable es que no sea sólo para "informarlo" del hecho (aserción). Puede ser una órden indirecta (Vaya a comprar ), o una excusa ( Perdone ). La interpretación de este acto indirecto dependerá del tipo de relación que une a los sujetos en cuestión (esposa autoritaria / marido sumiso; o esposa sumisa / marido machista). En resumen, en el proceso de la enunciación el sujeto productor realiza actos de habla o secuencias de actos de habla, y tiene para ello una competencia ilocutiva (un "saber ilocutivo") que forma parte de su competencia discursiva. Todo texto [discurso] tendrá que ser visto también en su dimensión activa: los textos circulan en una comunidad lingüística para actuar sobre la gente, o para hacer actuar a la gente. 3° Capitulo: Texto en Relieve "la enunciación plantea dos figuras igualmente necesarias: un enunciador y un destinatario. Es la estructura del diálogo". La relación de diálogo es la relación fundamental. Incluso, en el caso del monólogo, se puede postular que el individuo se desdobla en estas dos figuras del diálogo: él es el enunciador y al mismo tiempo el destinatario del mensaje. Enunciación y dialogismo Principio de dialogismo permea toda la comunicación humana. En una intervención que emana de un solo locutor se pueden escuchar "otras voces" además de la del individuo enunciante. Ningún discurso existe solo, sino que aparece en medio de otros discursos, responde a otros discursos, incorpora otros discursos Polifonía: permite precisar mejor la relación entre enunciación y enunciado: en un enunciado puede haber no sólo un enunciador, sino varios enunciadores , que se ocultan detrás de la figura del "locutor". Permite también distinguir dos nociones a menudo confundidas, como son "dialogal" y "dialógico". Para nosotros, armados de este principio, un texto es "dialogal" cuando en su construcción participan [colaboran] dos o más individuos. Es "monologal" cuando es construido por un solo individuo. La negación: Un caso notorio de texto monologal dialógico es el de la aserción negativa. Si alguien dice: Juro por mis hijos que yo nunca he consumido drogas. De alguna manera está poniendo en escena a otro enunciador que ha emitido (real o supuestamente) la aserción afirmativa: Esta persona consume drogas. Se trata más bien de oponer una negación a un "hacer habitual", o a un "ser anterior", lo que tiene que ver con el "saber compartido" por los miembros de una comunidad. A veces la negación es claramente dialógica. Dialogismo e intertextualidad Dialogismo se inscribe en el campo más amplio de la intertextualidad. Ningún texto existe solo, sino que se inserta en un universo discursivo y mantiene relaciones longitudinales (diacrónicas) o transversales con otros textos. En un sentido amplio, el intertexto es este conjunto de relaciones que un texto mantiene con los demás textos. Todo sujeto productor / receptor de discurso tiene pues un comportamiento intertextual (implica una competencia intertextual), que puede ser mirado desde dos ángulos: o Intertextualidad desde el punto de vista de la producción del discurso es el hecho de que el sujeto enunciador movilice las palabras de otro para hacerlas funcionar en su propio discurso : El amor es más fuerte, dice Juan Pablo . o Intertextualidad desde el punto de vista de la recepción del discurso, es la capacidad del interpretante para reconocer en un texto dado la presencia de fragmentos de otros textos, que han sido producidos por otros enunciadores y que el sujeto enunciador actual retoma y moviliza por su cuenta. El intertexto es una alusión a otros discursos, o una reproducción exacta de palabras ya pronunciadas, un "decir precedente". Es una referencia a un decir monumentalizado , un decir que tiene el estatuto de lo "ya dicho" y que es reconocido como tal". Entran pues en el intertexto, tanto la utilización de clichés, fórmulas estereotipadas, proverbios, fragmentos de textos anónimos, que forman parte de la sabiduría popular: Los hombres son todos iguales. Intertexto marcado y no marcado o Intertexto marcado, el fragmento ajeno está señalado, indicado como tal por medio de marcas lingüísticas específicas. Los ejemplos más notorios son el discurso referido y la cita textual: Jarpa dice que él no hará sombra a nadie. Las marcas formales del intertexto son, entre otras, las comillas, los verbos dictivos y expresiones diversas como "Según Fulano", "Para Fulano", etc. El estudio de estas marcas formales permite examinar la distancia o la adhesión que el enunciador actual establece frente a este cuerpo textual ajeno. En efecto, no es lo mismo decir: “El Papa dice que el amor no puede existir fuera del matrimonio” que decir: “El Papa pretende (se imagina, se figura, etc) que el amor no puede existir fuera del Matrimonio” Se observa entonces que la intertextualidad marcada tiene un efecto modalizador. Podemos hablar de una "modalidad dictiva"10 Y podemos observar que la eliminación del verbo dictivo puede cumplir fines estratégicos, como en algunos titulares de periódico en los que se hace aparecer como "hechos del mundo" lo que en realidad son "discursos sobre el mundo" o Intertexto no marcado, el fragmento textual ajeno no está señalado por ninguna marca morfosintáctica. Es el caso de la alusión. Por ejemplo, un profesor de lingüística da en 1994, en Chile, una conferencia titulada: “La lingüistica para los nuevos tiempos” Sin que ninguna marca lo diga, todos sus estudiantes saben que está usando una estrategia intertextual, porque "para los nuevos tiempos" era el slogan ampliamente difundido por el presidente de la República cuando era candidato. Al no existir marcas, la percepción del juego intertextual por parte del interpretante es, en este segundo caso, aleatoria: varía en función de su experiencia textual, de su capacidad de memoria, de su saber enciclopédico, etc. Hay que subrayar, pues, el carácter cultural del intertexto, en el sentido amplio de "cultura" (conjunto de saberes socialmente compartidos). Nuestro discurso habitual está salpicado de fragmentos textuales colectivos, específicos de una cultura determinada. Se acostumbra a distinguir, en el uso del discurso referido: el discurso directo, indirecto e indirecto libre. Ejemplos: Pedro dijo "Salgan todos de la sala"; Pedro dijo que salieran todos de la sala; Pedro se dirigió a la asamblea. Había que salir de la sala. Penetrar en una cultura extranjera es, en parte, penetrar en su intertextualidad cotidiana: ser capaz de movilizar los fragmentos textuales habituales de esa cultura, y ser capaz de identificar y comprender los fragmentos de intertexto que utilizan aquellos hablantes. Es decir, poder participar en la relación de complicidad, o de connivencia, que el intertexto establece entre los interlocutores Funciones pragmáticas del intertexto El intertexto cumple en efecto funciones pragmáticas que resultan de la relación intersubjetiva que establece entre los dos co-enunciadores. En el caso específico de la cita, ésta puede tener la función pragmática de conferir autoridad al discurso citado, darle el estatuto de "palabra autentificada", certificada por un autor de peso; y al mismo tiempo conferir autoridad y valorizar al discurso citante. La calidad de "palabra auténtica" es relativa. En realidad, el fragmento citado dice lo que el sujeto enunciador le hace decir en su propio discurso. Ejemplo: "Esas palabras están fuera de contexto" "Citar es extraer un material textual, ya significativo de por sí, para hacerlo funcionar en un nuevo sistema significativo. No basta pues con identificar el discurso del cual ha sido extraída la cita; además hay que dar cuenta de su sentido en la nueva estructura discursiva en la cual se integra." Pluralidad de enunciadores Esencial de estas consideraciones sobre polifonía e intertextualidad es la necesidad de considerar la enunciación como un proceso complejo, en el que, detrás de un texto aparentemente unitario, construido por un solo enunciador, pueden existir diversos enunciadores que mantienen entre ellos relaciones de solidaridad o de antagonismo Habrá que cuidarse de considerar que todas las aserciones de un texto deban ser atribuidas al sujeto enunciador. El error de un "aplanamiento enunciativo" llevaría a suponer, ingenuamente, que todo lo que el sujeto enunciador dice es asumido por él. Habrá que considerar siempre el texto "en relieve", es decir distinguiendo todas aquellas aserciones que el actual enunciador atribuye a otros, retoma de otros, etc. y frente a las cuales muestra una actitud. Algunos tipos de textos [discursos] el peso de la intertextualidad es preponderante. Algunos textos no son más que intertexto, como los trabajos de los profesores universitarios. La dimensión implícita de la enunciación El discurso sólo en su dimensión explícita: lo que el enunciador dice o ha dicho. Pero ya con los actos de habla indirectos señalamos que el enunciador no dice necesariamente en forma explícita lo que quiere decir, pero lo dice sin decirlo Primero, el implícito tiene un carácter paradojal: consiste en "decir sin decir". dar cuenta del implícito supone considerar el acto de lenguaje como una actividad mental, durante la cual se activan conocimientos (nuevos o ya almacenados) por medio de señales que constituyen instrucciones de sentido y que, en su manifestación formal, sólo refieren a una parte del saber movilizado. El sujeto interpretante resuelve, sin darse la cuenta, las "ausencias": él "llena el texto" con su saber interiorizado. Dos son pues las características fundamentales del implícito: o Su ausencia formal o Su recuperabilidad. Dicho de otro modo, el contenido implícito no está en el texto; pero todo interpretante lo puede integrar en él. La información incompleta: En efecto, conviene distinguir el implícito y el carácter siempre parcial de la información: ningún discurso podría decir todo lo que es posible decir en relación con un tema. El sujeto enunciador efectúa siempre elecciones --consciente o inconscientemente-- en la información que va a integrar a su mensaje. La "máxima de cantidad" y la "máxima de pertinencia". La primera recomienda incluir en el mensaje toda la información que parece necesaria; pero no más que eso. La segunda recomienda transmitir toda la información que se estime pertinente, y omitir aquellos elementos de información que el enunciador puede manejar, pero que no parecen pertinentes para la comunicación actual. Por ejemplo, alguien puede contar: Y en ese instante, me paré, abrí la puerta y me fui. Pero "abrir la puerta" es una información resumida. El hablante podría haber dicho: Me paré, caminé hacia la puerta, tomé la llave, la metí en la cerradura, la hice girar... etc. Ningún texto es absolutamente explícito, ni siquiera los textos que se presentan como puramente informativos, como el informe del tiempo o las "instrucciones para armar". La cantidad y la pertinencia de la información es siempre, en última instancia, el resultado de una previsión, o "cálculo" del enunciador sobre el saber de su destinatario; pero este cálculo puede resultar errado El implícito, para aquellos contenidos semánticos subyacentes que el interpretante puede recuperar [identificar], y que de hecho recupera inconscientemente durante la comunicación o La elipsis. La elipsis es extremadamente frecuente en el uso del lenguaje. El enunciador no manifiesta materialmente algún segmento textual, generalmente para no repetirlo. Juan no comió. Yo tampoco. (elipsis del verbo "comí"). En la mayoría de los casos, el interpretante recupera "automáticamente" el fragmento borrado; pero pueden darse casos de ambigüedad. Juan hace el amor con su mujer dos veces por semana. Pedro también o Los actos de habla indirectos. Puede realizar un acto de habla en forma indirecta, es decir realizando en su discurso explícito otro acto de habla: usa una aserción, como para dar una información, pero de hecho está dando una órden: Son las nueve. (Implícito: Vaya a acostarse). o El sobreentendido. implícito estratégico, es decir, de todo aquello que el individuo puede decir sin tomar la responsabilidad de decirlo. En este caso el contenido implícito se insinúa, pero el emisor siempre se reserva la posibilidad de negar esa insinuación. o La presuposición. Aquí el contenido subyacente está inscrito en la lengua. Ella vehicula contenidos semánticos que están contenidas en lo asertado explícitamente. Por ejemplo, decir "Dejó de llover" presupone "estaba lloviendo". por ejemplo: ¿Qué piensa Ud. de la crisis del gobierno? implica imponer la existencia de una "crisis del gobierno" Las modalidades epistémica y doxática (saber, pensar, creer, imaginar, suponer, etc) establecen relaciones de presuposición específicas. o La inferencia. Tiene que ver con operaciones mentales como "deducir", "inducir", "razonar por analogía". "operación mental por la cual se pasa de uno o más juicios dados a un nuevo juicio que resulta de los anteriores" las operaciones de inferencia son permanentes. Por ejemplo, si Pedro invita a Juan a una fiesta y Juan responde diciendo algo como: Estoy sin auto...y me queda poco dinero... Pedro puede inferir que Juan no va a ir a la fiesta. En términos técnicos, "Juan no irá a la fiesta" aparece como una inferencia adecuada y normal, en cambio "Juan irá a la fiesta" es una inferencia altamente improbable. Las dos funciones principales de la inferencia en el lenguaje ordinario son: Llenar los vacíos en la información entregada por el enunciador Construir enlaces omitidos entre las oraciones del texto, para conectar enunciados que aparecen desconectados. Depende del enunciador por un lado y del interpretante, por el otro, y de lo que ambos saben sobre el mundo. Dicho de otro modo, la inferencia tiene que ver con "el conocimiento de mundo" o "el saber supuestamente compartido" que circula entre los participantes en el acto de lenguaje. o El implícito cultural. Al hecho de no explicitar aquello que es evidente para todos los miembros de una socio-cultural determinada. Es lo que se llama también la evidencia compartida: lo que no se necesita decir porque pertenece al saber compartido de toda la comunidad. puede, incluso, ser absurdo el decirlo. Lo mismo ocurre con los avisos en que aparece sólo la imagen de una joven, con un número de teléfono, y eventualmente un mensaje como "Llámame" o El implícito codificado. aquel que resulta de los estatus respectivos de los dos participantes en el acto de lenguaje, y de la relación que los une en una situación específica. Situación: un paradero de taxis - Participantes: Un cliente (A) Un chofer (B). A) A los Tribunales. -- B) (pone el vehículo en marcha) En resumen, si el fenómeno de la intertextualidad nos hace considerar el texto, en su relación con otros textos y al enunciador actual con otros enunciadores reales o imaginarios, la consideración de la dimensión implícita del discurso nos obliga a considerar el texto en su profundidad. Dicho, en otros términos, más allá de la superficie textual manifestada, existen contenidos semánticos subyacentes, que el interpretante puede recuperar a partir de los elementos explícitos. Esto permite, utilizando una metáfora, comparar la comunicación humana con un iceberg, en el que la masa visible es sólo una ínfima parte de la masa total. El acto de lenguaje como puesta en escena "Todo acto de lenguaje resulta de un juego entre el implícito y el explícito que nace en circuntancias de discurso particulares, que se realiza en el punto de encuentro de los procesos de producción y de interpretación, y que es puesto en escena por dos entidades, cada una de las cuales se desdobla en sujeto de habla y sujeto actuante (los cuatro protagonistas del acto de lenguaje) [...] Como consecuencia de este desdoblamiento, observamos que el acto de lenguaje, en su totalidad, se compone de dos circuitos [...]: o El circuito de la palabra configurada, en cuyo interior se encuentran seres de habla en forma de imagen del sujeto enunciador e imagen del sujeto destinatario [...], y o El circuito externo a la palabra configurada, donde se encuentran seres actuantes, en forma de imagen del sujeto comunicante e imagen del sujeto interpretante." El enunciador y el destinatario son entidades discursivas, sujetos que sólo tienen existencia en el discurso. Sus contrapartidas empíricas. Son el sujeto comunicante y el sujeto interpretante. El sujeto comunicante pone en escena a un enunciador, e instituye a un destinatario. Obsérvese que el sujeto comunicante y el sujeto enunciador pueden ser la misma persona, pero con un estatus diferente en cada caso. Por ejemplo, en una aserción como: "No me gusta el vino" el sujeto comunicante se pone a sí mismo en escena como sujeto enunciador que afirma que "no le gusta el vino" La relación de no equivalencia "sujeto comunicante - sujeto enunciador" se da claramente en el caso de la ironía. Si una madre dice: "¡Muy bonito! ¡Siga no más!" a un niño que está ensuciando la alfombra, el niño entenderá que la madre (sujeto empírico) quiere decir lo contrario de lo que está diciendo (como sujeto enunciador). A menos que no capte la ironía, y siga efectivamente ensuciando la alfombra...lo que le puede costar caro En la comunicación cotidiana, las personas parecen funcionar sobre la base de una relación de identidad entre los sujetos discursivos y los sujetos empíricos. Es por ello por lo que en el discurso publicitario se tiende a presentar como enunciadores del mensaje a individuos que, como seres del mundo empírico, tengan una buena dosis de credibilidad. Por ejemplo, en una publicidad de detergente hablarán "dueñas de casa" que "usan ese detergente" y a quienes "siempre les da excelentes resultados". El acto de lenguaje como juego de imágenes Puede ser considerado, entonces, como un juego de imágenes: una imagen de YO y una imagen de TU, construidas por el sujeto comunicante. Pero también una imagen de TU y de YO construidas por el sujeto interpretante, y que pueden coincidir, o no, con las que propone el sujeto comunicante. El éxito del acto de lenguaje dependerá de la mayor o menor coincidencia que haya entre estas imágenes. o Imágenes forjadas por el sujeto comunicante ¿Quién soy yo al hablar? ¿Quién es él con respecto a mí y cómo le debo hablar? o Imágenes forjadas por el sujeto interpretante ¿Quién es él para hablarme así? ¿Quién soy yo para él? El sujeto comunicante construye, y pone en escena, una imagen del mundo. Construye una representación del "mundo real". Llamaremos estas dos entidades. “mundo hablado" (o "el mundo enunciado") y "el mundo empírico". En verdad, lo que se nos presenta por medio del lenguaje, no son "los hechos reales", sino la representación que de estos hechos tiene el sujeto comunicante, y que de algún modo quiere imponer al interlocutor. Fenómeno general de la comunicación humana. todos contribuyen a construir -por medio del lenguaje- representaciones de la realidad. "La realidad de la vida cotidiana se me presenta como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros. (...) En realidad, no puedo existir en la vida cotidiana sin interactuar y comunicarme continuamente con otros". las representaciones socialmente compartidas sobre el mundo, que funcionan como si fuesen la realidad objetiva. Noción del discurso como: "imagen del mundo", "escenario del mundo", "mundos posibles" y "creación de mundos” y con la noción de "espacios mentales", o "espacios referenciales": "la producción y la interpretación de los discursos instala paralelamente a las formas lingüísticas, o fuera de ellas, construcciones o espacios mentales, relacionados entre ellos por conexiones. Estos espacios están llenos de elementos: es generalmente el discurso el que los introduce y que especifica las relaciones que satisfacen". Cómo el sujeto comunicante va construyendo la imagen de sí mismo, la imagen del otro y la representación del mundo, cuáles son las evidencias lingüísticas de estas estrategias discursivas Conclusión parcial La situación de comunicación: Cuando el individuo decide intervenir en un intercambio, por medio del lenguaje, es decir se da un "proyecto de habla", debe realizar una serie de elecciones formales que le son dadas por el aparato formal de la enunciación. Para ello, debe proceder a una evaluación de la situación de comunicación, la que consiste esencialmente en: o Un tiempo y un lugar: ¿Dónde hablamos? ¿Cuándo hablamos? o Los participantes, y los estatus relativos que los unen: ¿Quién soy yo? ¿Quién es él? Se da fundamentalmente al nivel de las imágenes construidas por los participantes, y depende del saber relativo que uno tenga respecto del otro. o Situacionalidad es una característica de todo texto. Ella contribuye a la construcción del sentido por parte de los interlocutores. Visto desde el ángulo del comunicante, a la situación permite el recurso a los diversos tipos de implícito. La situación permite llenar los vacíos en la información contenida en el mensaje. Es decisiva también en cuanto a la pertinencia de la información. La adaptación del lenguaje a la situación. El sujeto comunicante evalúa la situación, y en función de ella adopta el "registro de lengua" que le parece adecuado. Por ejemplo, "¡Hola, compadre!" es adecuado para saludar a un compañero de curso. "¡Buenos días, señor!" será adecuado para saludar a un profesor. Se trata de la relación de estatus (real o imaginario) que une a los dos participantes: quién soy yo; quién es él; quien soy yo para él; quién es él para mí, etc. Las elecciones formales y los objetivos extralingüísticos. En función de estas evaluaciones (de la situación y del registro de lengua adecuado), el sujeto comunicante procede a toda una serie de elecciones que resultan de lo que se puede llamar "operaciones enunciativas" y que podemos graficar en el cuadro. 4° Capitulo: La Estructura del Texto Capacidad del individuo para construir esas secuencias de oraciones llamadas textos. La coherencia textual Un texto es una secuencia de oraciones; pero no cualquier secuencia de oraciones constituye texto. Para que una secuencia de oraciones constituya "texto". tiene que cumplir con ciertas normas de "buena formación textual". Dicho de otro modo, todo emisor/receptor de actos de lenguaje ha desarrollado una competencia textual que le permite construir textos bien formados o aceptar emisiones de otros como textos bien formados. se engloban bajo los términos de "cohesión" y "coherencia". Hay una ligazón estrecha entre la cohesión y la coherencia textuales; pero conviene respetar la diferencia entre ambos conceptos. El primero designa el aspecto formal, gramatical de las relaciones que existen de una oración a otra en el texto. El segundo designa el aspecto mental, conceptual de la relación que se postula entre los hechos denotados. La coherencia es el resultado de una interacción entre el texto y el "saber sobre el mundo" que comparten supuestamente los interlocutores. La coherencia es un trabajo conjunto del sujeto comunicante y del sujeto interpretante. La cohesión/coherencia de un texto está dada por los fenómenos de recurrencia, progresión y conexión. Textos y textoides: para designar lo que otros llaman los "no textos", es decir objetos que "parecen textos", "tienen un aspecto físico de textos" pero que no son realmente textos. (Como "humanos" y "humanoides") Competencia textual Competencia textual del individuo. Decíamos que todo emisor/ receptor es capaz de o Producir secuencias de oraciones que presentan continuidad de sentido, es decir, que son coherentes en una situación dada. o Y de reconocer qué secuencias de oraciones tienen continuidad de sentido, y por lo tanto constituyen textos bien formados. La competencia textual forma parte de la competencia construccional u organizacional. Es la capacidad de construir / interpretar textos bien formados. se manifiesta diferentemente en las diversas situaciones de comunicación. la situación de comunicación induce un tipo determinado de texto, y cada texto muestra las huellas de sus condiciones de producción. Las reglas de textualización Todo texto bien formado responde, dentro de estas características generales mencionadas en el gráfico precedente, a reglas específicas de organización de sus oraciones constitutivas. Todo usuario de la lengua puede también emitir juicios de buena o mala formación textual. No basta con decretar que un determinado texto está mal construido o es incoherente. Lo que se necesita es poder señalar por qué decimos que está mal construido. Lo que el profesor (y el estudiante) necesita, entonces, es el conocimiento explícito y sistemático de las exigencias de la buena formación textual. Estos fenómenos de la arquitectura de los textos se engloban bajo los términos de cohesión y coherencia. Nosotros mantendremos la distinción, y hablaremos de cohesión cuando queramos aludir a los aspectos formales de las relaciones entre las oraciones del texto, y de coherencia cuando nos refiramos a las relaciones cognoscitivas --mentales-- que se establecen entre los interlocutores gracias a las instrucciones de sentido contenidas en la superficie del texto. Pero hablaremos de "cohesión/coherencia" cuando queramos referirnos a los fenómenos de relación interoracional en su conjunto, los que desglosaremos en recurrencia, progresión y conexión . Estos tres últimos términos designan lo que llamamos "reglas de textualización" o "reglas de la buena formación textual" Nivel micro-estructural (o "local"), como en el nivel macro-estructural (o "global"). Se consideran en el nivel micro-estructural las relaciones "de corto alcance", es decir que se producen dentro de la oración o entre oraciones adyacentes. Por eso se habla también de "conexión lineal". Juan entró a la pieza, se sentó en un diván y prendió la radio. La estufa desprendía un calor insoportable. Regla de recurrencia Un texto bien formado presenta normalmente en su desarrollo elementos que recurren o reaparecen. Dicho de otro modo, cada nueva oración retoma elementos de las oraciones anteriores. se llama también, "mantención de los referentes". Esta persistencia de los referentes, unida a la persistencia de las indicaciones de tiempo y de lugar, contribuye a formar un texto coherente y cohesivo. La repetición. Un lexema o un sintagma reaparece, retomado en la misma forma, en las oraciones siguientes. Ejemplo: "El general habló por la televisión. El general habla mucho; pero dice poco". a) Se supone que cada vez el lexema o el sintagma repetido designan al mismo individuo: "Juan se encontró un gato. El gato estaba muy asustado" el interpretante normalmente supone que el enunciador está hablando del mismo gato. "Textos y textoides": "Juana se cree la Sofía Loren y se da ínfulas en el barrio. Sofía Loren fue acusada de evadir impuestos y puesta a disposición del tribunal”. En este "falso texto", el sintagma "Sofía Loren" no designa las dos veces al mismo individuo, ya que se trata de dos "mundos referenciales" diferentes: el mundo imaginario de Juana y el mundo cotidiano. b) En los textos ordinarios, se tiende a evitar la repetición idéntica de lexemas o sintagmas. En otros tipos de textos, la repetición (a veces de oraciones enteras) suele ser de uso relativamente frecuente: En los textos de ciencias exactas, donde cada lexema tiende a ser unívoco: "El hidrógeno pertenece a... El hidrógeno tiene…” En los textos publicitarios, para imponer un slogan: "Tecnología en la que Ud. puede confiar" En los textos literarios, como recurso retórico: “¡Venid a ver la sangre por las calles! / ¡Venid a ver la sangre por las calles! (Pablo Neruda)” Los procedimientos anafóricos: La repetición de lexemas, sintagmas u oraciones tiende a evitarse, entre otras cosas por la tendencia a reducir la redundancia en la información. El más generalizado es el de los procedimientos anafóricos, como el uso de pronombres , que permiten retomar un elemento lingüístico ya mencionado (anáfora propiamente dicha) o anunciar un elemento que vendrá después en el texto (catáfora). o Pronominalización: Los pronombres establecen una relación de correferencia; es decir, refieren al mismo individuo que su antecedente. (anáfora) "Pedro está enfermo. Le dije que no viniera hoy"; (catáfora) "Estas son las lecciones que podemos sacar de nuestro fracaso". Además de la pronominalización, pueden cumplir un papel anafórico otras construcciones, como: La definitivización: "Un sospechoso fue detenido hoy [...]. El sospechoso fue puesto a disposición del juez. La determinación: "Un hombre asaltó el banco X. Este hombre logró..." La nominalización: "Celebran en París Día de la Victoria aliada. En la celebración parisina se dieron cita representantes de 80 países." Los pro-verbos: Llamamos "pro-verbos" a aquellos verbos que cumplen un papel anafórico respecto a predicados anteriormente expresados. Por ejemplo: "Nunca ha sido arriada nuestra bandera, y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo. La sustitución léxica: Aquí se pueden distinguir dos casos: o Substitución en el mismo nivel: el término substituyente está en relación de sinonimia (o parasinonimia) con respecto al término substituido. "Catorce presos vestidos con traje y corbata escaparon de una cárcel de Bogotá. (...). Los reclusos escaparon por la puerta utilizada para retirar las basuras." o Substitución en un nivel diferente: el término substituyente está en relación de hiperonimia con respecto al término substituido (un hipónimo incluido en el hiperónimo). "Un gato dejó sin energía eléctrica a la ciudad de Caracas / El animal provocó un corto circuito al tocar un cable.” La correferencia sintagmática (o paráfrasis designativa): la recurrencia se produce por el uso de una expresión compleja, es decir, un sintagma que designa al mismo individuo mencionado anteriormente. (Por eso se la llama también "paráfrasis designativa" Dicho de otro modo, esta relación de correferencia no puede ser calculada "si no tomamos en cuenta la situación de interlocución y la intervención de los interlocutores" La elipsis: Hay autores que citan la elipsis como uno de los mecanismos de la cohesión textual. Juan fue al mercado, compró algunos mariscos y volvió a su casa a preparar el almuerzo. Es evidente que los predicados "compró algunos mariscos" y "volvió a su casa a preparar el almuerzo" están también referidos a "Juan", aunque éste no reaparezca formalmente. presenta entonces la situación paradojal de constituir una instancia de recurrencia de los referentes, sin que éstos estén formalmente presentes. Regla de progresión Hemos visto que la cohesión/ coherencia de un texto está asegurada, entre otras cosas, por la recurrencia de los individuos denotados. se sigue hablando de lo mismo -es necesaria, pero no es suficiente para la buena formación textual. En un texto bien formado, cada nueva oración debe, de algún modo, hablar de lo mismo (recurrencia); pero al mismo tiempo debe decir algo nuevo (progresión). Progresión textual. texto bien constituido se da una especie de tensión dialéctica entre la recurrencia y la progresión, entre la información conocida --o que se da por conocida-- y el aporte de nueva información. En todo texto se pueden observar mecanismos de anclaje cognitivo: retomar lo conocido antes de introducir lo nuevo, anclar lo nuevo en lo conocido, etc. Concretamente, en un texto la progresión se manifiesta por o La introducción de nuevos referentes. o La introducción de nuevas informaciones sobre los referentes ya mencionados. Tema y Rema: Tema y rema para designar, respectivamente, a lo que se da por conocido20 y a la información nueva. o La disposición lineal de los constituyentes en la oración (al comienzo, al medio, al final) tiene que ver con la organización de la información. o Se postula que la "dinámica comunicativa" aumenta por grados desde el comienzo hasta el final de la oración. Dicho de otro modo, el sintagma ubicado al final de la oración comportaría un mayor grado de informatividad. o Se llama tema al primer sintagma de la oración (posición inicial =menor grado de informatividad). Corresponde a la información que se da por conocida. o Se llama rema a cada uno de los sintagmas que siguen al verbo (que se considera "transición"). Cada rema aporta información nueva. La progresión temática: El aporte fundamental de este tipo de análisis, de gran utilidad para los estudios sobre la estructura de los textos, es que todo texto, se organiza como un juego de temas y de remas. La cohesión del texto está garantizada por la recurrencia de temas; la progresión del texto está dada por la aparición de nuevos sintagmas --con información nueva-- en forma de remas. o El tejido textual se va organizando así según diversas líneas de progresión. Se acostumbra distinguir tres tipos básicos de progresión temática, los que pueden combinarse entre ellos en un texto dado. La progresión con tema continuo: En este primer tipo de progresión, el texto conserva el mismo tema (se habla siempre del mismo referente), y cada rema aporta una nueva información en forma de nuevos predicados. La progresión en cadena. llamado habitualmente "lineal" -pero que proponemos llamar más bien progresión en cadena--, es aquella en la cual el rema de una oración se transforma en el tema de la oración siguiente, la cual presenta un nuevo rema (o varios nuevos remas), el que será a su vez el tema de la oración siguiente, y así sucesivamente. Progresión derivada de un hipertema. una expresión del segmento textual tiene un valor hiperonímico, que se va en seguida descomponiendo, en cada nueva oración (o en cada nuevo párrafo), en sus elementos constitutivos. o Forma de progresión temática muy usada en los textos/ discursos científicos. En la primera oración (del segmento textual considerado) se indica un hipertema --un concepto general o una enumeración de los fenómenos que se van a analizar-- y en seguida, si el texto está bien construido se abre un fragmento textual para cada uno de los elementos anunciados. Si el texto está bien construido, cada uno de los elementos contenidos en la expresión hiperonímica debe ser desarrollado como tema. Incluso puede reforzarse más esta progresión temática usando algunos de los articuladores llamados organizadores textuales, como: "en primer lugar" > "en segundo lugar" >"finalmente" / "el primero" > "el segundo"...etc. Otros tipos de progresión: o Progresión por tema fragmentado: (variante del hipertema): el tema inicial, va dando origen al desarrollo de cada una de sus partes, pero sin que éstas se organicen en un programa riguroso como en el caso del hipertema. Por ejemplo, en un texto descriptivo, se puede hablar primero en general de "la ciudad", y luego hablar de "sus avenidas", "sus paseos", "su río", "sus lugares de distracción", etc. o Progresión por tema disociado: en un texto en el que aparecen dos o más individuos, el texto puede progresar con desarrollos alternados sobre cada uno de ellos (como el montaje paralelo en las películas, o en las telenovelas). o Progresión por temas entrelazados: como en el caso anterior, los dos temas van siendo desarrollados paralelamente, pero ambos se van entrelazando. Regla de conexión. un texto bien formado, debe haber recurrencia de los referentes, por una parte, pero también progresión en la información. Cada nueva oración debe introducir nuevos referentes, o nuevas predicaciones sobre los referentes ya conocidos. es necesario que tanto los individuos como los hechos denotados estén relacionados entre sí. Regla de relación, que también puede llamarse regla de conexión. Podemos decir que la conexión es sólo un aspecto de un fenómeno conceptual mucho mayor que es la relación. Hablaremos de relación cuando aludamos al fenómeno en general. En cambio, reservaremos el término conexión para designar los nexos interoracionales. Dos o más oraciones pueden estar conectadas en forma implícita, porque sus referentes están relacionados. El teatro estaba vacío. Todos los espectadores se habían retirado. O bien pueden estar conectadas en forma explícita, por medio de elementos gramaticales llamados conectores. la relación no es necesariamente un fenómeno del mundo empírico, sino que debe ser evaluada con respecto al mundo de referencia ("mundo textual", "espacio mental") que se construyen los interlocutores La relación se encuentra entonces en el mundo referencial que se construyen los hablantes, o mejor dicho en la imagen de mundo que construye el enunciador y que propone al interpretante. la coherencia es algo que se comparte entre los individuos participantes en la interlocución, en función de los saberes compartidos que circulan entre ellos. En algunas conversaciones (cada interviniente trata de traer la conversación al tema que a él le interesa). Ello puede dar origen a textos con problemas de coherencia, como en los llamados "diálogos de sordos": cada emisor es coherente consigo mismo, pero el conjunto no le es. Tipos de relación. En los estudios sobre la estructura de los textos, el problema de la relación se aborda en términos más bien conceptuales y temáticos. Las relaciones son lazos mentales que los interlocutores establecen entre los hechos denotados por cada oración o fragmento de oración. Este campo de las relaciones es extremadamente vasto, y los tipos de relación pueden ser muy variados. Podemos distinguir dos grandes tipos: o Las relaciones semánticas que están dadas por el saber sobre el mundo, y que no necesitan explicitación. o Las relaciones que el enunciador establece implícita o explícitamente entre dos o más oraciones. Las relaciones del primer tipo son múltiples. Las principales son: o Relación parte > todo o Relación continente > contenido o Relación acción > instrumento o Relación de posesión Si el enunciador presenta dos hechos en secuencia, aunque no estén explícitamente conectados, el interpretante les atribuye el beneficio de la coherencia. Sólo si la relación es inaccesible, la secuencia será declarada incoherente. En este caso, el interlocutor puede denunciar abiertamente la incoherencia, con expresiones como "¿Y eso qué tiene que ver? "¿A qué viene eso?, u otras por el estilo. Conexión y conectores: Las relaciones interoracionales, como lo hemos visto, quedan muchas veces implícitas, es decir no están marcadas por ningún elemento gramatical. En ese caso, el cálculo interpretativo queda a cargo del interpretante. o Los conectores son, pues, elementos gramaticales (conjunciones, adverbios o expresiones gramaticalizadas) que permiten explicitar las relaciones que el enunciador establece entre las oraciones o las secuencias de oraciones de un texto. Temporales (anterioridad, simultaneidad, posterioridad): Antes de, mientras, cuando, entonces, después de, etc. Causales: porque , ya que, dado que, por eso, etc. Consecutivos: luego, en consecuencia, entonces, etc. Adversativos (o "contracausales": la causa no produce la consecuencia "normal"): Pero, sino, aunque , sin embargo, a pesar de,.. etc. Concesivos (que "conceden" un punto en una argumentación): Claro, claro que, cierto, cierto que, sin duda... Comparativos: Al igual que, como, así como, del mismo modo que, etc. Finales (finalidad, objetivo): para que, para eso, con el fin de, etc. A estos conectores específicos hay que agregar El conector "y", que para muchos locutores permite expresar una pluralidad de relaciones: temporal, consecutiva, adversativa, etc. Los organizadores textuales tienen por función subrayar la estructura del texto: o Las anáforas intratextuales: éste / aquel, el susodicho, el antes nombrado, el infrascrito... Los indicadores de progresión del texto: en primer lugar, en seguida, ahora bien, por una parte...por otra parte, etc. Los indicadores de reformulación: Dicho de otro modo, En otras palabras, Vale decir" etc. Los indicadores de "anclaje cognitivo": Como ya dijimos, así como X, al igual que X, Los conclusivos: En resumen, en suma, en conclusión… Conexión y enunciación. La relación establecida por un conector determinado resulta siempre de una operación mental del sujeto comunicante. No se trata necesariamente de relaciones en el mundo empírico, sino de relaciones postuladas, por el proceso de la enunciación, entre elementos del mundo representado. Conexión y polifonía. Algunos conectores, sobre todo los que están relacionados con la argumentación (causales, adversativos, concesivos, etc.) implican una relación dialógica o polifónica con otros discursos. Ejemplo: Claro que los salarios son bajos... de algún modo está poniendo en escena a otro enunciador que ha afirmado que "los salarios son bajos". Conexión y marcos: "la supuesta normalidad de los mundos implicados". Nuestros juicios de "coherencia/ incoherencia" están en gran medida determinados por nuestro conocimiento de la forma en que los hechos del mundo se conectan entre sí. La coherencia de las secuencias textuales tiene que ver con nuestro conocimiento sobre las secuencias de acciones o de estados en el mundo de referencia. Esta noción de marco nos permite dar otra mirada a la noción de coherencia textual. Una secuencia de acciones será coherente si cada una de ellas puede ser integrada dentro de un marco conceptual memorizado. Marcos ordenados. la secuencia de acciones presenta un orden libre, lo que implica que el orden de presentación de las acciones es indiferente para la coherencia. Pero también se pueden dar secuencias de orden canónico. Por supuesto que el orden canónico puede ser alterado por el enunciador, por razones expresivas y de focalización de la información. Pero para ello tendrá que incluir en su texto marcas formales (conectores) que indican esta alteración del orden canónico. "Ella entró a su oficina y, sin quitarse el sombrero, se sentó en el escritorio y se empolvó las mejillas." La no contradicción: Una última regla de textualización exige que, para que un texto sea coherente, los hechos denotados por las secuencias de oraciones no deben ser contradictorios entre sí. En la práctica, ésta es una regla bastante difícil de aplicar, por varias razones: o No es fácil dictaminar, en materia de lenguaje natural, qué es contradictorio o Enunciador puede, abiertamente, asumir la contradicción, es decir emitir enunciados paradojales a) Las oraciones sucesivas no deben contradecir el orden secuencial de las acciones, cuando éstas se inscriben en un marco ordenado. b) No se pueden contradecir las presuposiciones inscritas en las aserciones anteriores. c) En un sentido más general, que viene del campo de la lógica formal, una secuencia no puede contradecir las "relaciones de verdad" que unen las oraciones Paradojas. Siendo ciertas todas estas observaciones sobre la contradicción, también es cierto que el lenguaje natural no se rige por las exigencias de la lógica formal. el enunciador puede emitir secuencias aparentemente contradictorias, que él asume como tales. Eso implicará un costo en conectores u otras formas sintácticas, porque el sujeto enunciador deberá mostrar explícitamente que está expresando una relación contradictoria. La paradoja es un recurso retórico muy utilizado en poesía: Sobre la regla de no contradicción, podemos decir --en conclusión-- que los hechos denotados en un texto no deben ser contradictorios entre sí, a menos que el enunciador esté expresando una relación paradojal que asume como tal. Macroestructura y coherencia global. Las relaciones de cohesión / coherencia pueden ser observadas tanto en el nivel micro-estructural (y se habla entonces de coherencia local ), como en el nivel macro-estructural. En este segundo caso, se observan las relaciones entre segmentos textuales mayores, como párrafos o capítulos, que conforman el texto (y se habla de coherencia global ) Se entiende, entonces, por macro-estructura la organización total de un texto, que hace que el conjunto de sus partes (oraciones, párrafos) se integren en un conjunto coherente, que es percibido globalmente como una unidad textual, como un texto. Se hablará en ese caso de un "efecto de texto": la percepción por el interpretante del conjunto del tejido oracional como un todo, que subsume e integra cada una de sus partes. La macro-estructura sobre ella puede operarse una extracción semántica que expresa el contenido total del texto. 5° Capitulo: Tipos de Texto Es conveniente distinguir entre el texto como ocurrencia y el texto como tipo. Es el momento de retomar esta distinción para precisarla. Decíamos que cada texto es, por una parte, una realidad única, irrepetible. precisarla. Por ejemplo, si uno recibe una carta, esa carta constituye un documento único, específico. Pero al mismo tiempo, esa carta encarna características de todos los textos del mismo tipo. Eso es lo que nos permite reconocerla como una carta, y distinguirla de otros tipos de textos. Las tipologías textuales Es extremadamente difícil establecer una tipología exhaustiva y coherente de todos los tipos de textos o discursos. Las dificultades son, por lo menos, de cuatro órdenes. o La diversidad de los textos/discursos es extremadamente grande. o Sus dimensiones son absolutamente desiguales o Los criterios de clasificación son tan variados que se hace casi imposible obtener una clasificación unitaria. o Se encuentra en los textos una inevitable heterogeneidad constitutiva. En una narración puede haber descripciones; en una argumentación puede encontrarse un pasaje narrativo; un texto informativo puede tener una finalidad argumentativa. Todo esto hace que exista una extrema imprecisión terminológica cuando se pretende caracterizar los diversos tipos de textos. Por ejemplo. se pueden encontrar expresiones como "el discurso femenino". Pero parece evidente que emisores mujeres pueden producir diversos tipos de discursos: una diputada puede producir discursos políticos argumentativos, una novelista producirá, por ejemplo, textos narrativos. Algunos autores renuncien a tratar de establecer una tipología, ya que toda tentativa sería prematura. Otros estiman que se pueden establecer diversas tipologías con diversos criterios. Diversos criterios de clasificación Criterio socio-cultural "la riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa, porque las posibilidades de la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a medida de que se desarrolla y se complica la esfera misma". Algunos ejemplos son “géneros discursivos”, “géneros literarios”, desde este punto de vista existen “campos de actividad” como “discurso científico”, “discurso político”, etc. Respecto a las prácticas discursivas cotidianas, caracterizaciones de los textos según el individuo emisor, algunos ejemplo son el “discurso infantil”, “discurso de la dictadura”, etc. En una comunidad socio-cultural, formas más o menos estereotipadas de textos, que los miembros identifican intuitivamente y no atienden ni a la estructura de los textos, ni a las funciones comunicativas que ellos cumplen. Criterio funcional permite caracterizar "tipos de discursos", según la función que éstos cumplen en la comunicación. Desde este punto de vista, se puede distinguir: Textos/discursos informativos, explicativos, incitativos y expresivos. Los textos naturales pueden combinar dos o mas de estas funciones. Por ejemplo, un texto publicitario será predominantemente incitativo, pero también puede tener aspectos informativos. Criterio estructural, (o "construccional"): Los textos según el modo de organización dominante y tiene tres modos básicos de organización se combinan en grados diversos para la construcción de los textos. En la medida que uno de estos modos de organización es dominante y le da su carácter al texto, podemos hablar de: textos narrativos, argumentativos y descriptivos. El nivel de la oración Se trabaja en el nivel local o micro-estructural. Se distinguen entonces tres tipos de oraciones básicas: narrativa, descriptiva y argumentativa. Oración narrativa, es aquella que pone en escena a actantes y acciones de los actantes. Por ejemplo: Pedro envió un ramo de flores a María con un amigo. el enunciado elemental se asemeja a un espectáculo, en el cual hay individuos que hacen acciones a favor o en contra de otros, etc, con la ayuda de otros, "el espectáculo es permanente: el contenido de las acciones cambia todo el tiempo, los actores varían, pero el enunciado-espectáculo sigue siendo el mismo, porque su permanencia está garantizada por la distribución única de los roles". Estos roles, en una perspectiva "actancial" del enunciado. son principalmente los de agente, paciente, benefactivo, instrumental, locativo, etc. Por ejemplo: La Universidad forma profesionales para la sociedad. Los roles actanciales son agente (la universidad), paciente (profesionales) y beneficiario (para la sociedad). Oración descriptiva, es aquella que introduce caracterizaciones de los actantes. En efecto, "el espectáculo del mundo" requiere que los actores que cumplen los diversos papeles temáticos sean caracterizados por medio de lexemas, sintagmas u oraciones descriptivas. Por ejemplo: La dulce María... la pobre María... / María era suave y dulce como la miel. Oración argumentativa, es aquella que introduce "relaciones lógicas" entre los predicados. Causalidad (María mató a su marido porque era un bruto), Finalidad (María mató a su marido para que le sirviera de lección) y Oposición (Aunque su marido era feo y brutal, María lo amaba con locura). Estos tres tipos de enunciado constituyen las tres "tramas" fundamentales que van contribuyendo a formar el "tejido textual". sólo parece aplicarse a las aserciones declarativas no modalizadas. En cuanto intervienen las modalidades, la clasificación se hace tortuosa. La misma oración puede cumplir un rol diferente según el texto en el cual se inserta En resumen, la tipología temática en el nivel de la oración puede ser útil como instrumento de análisis uando hablamos de "texto" nos ubicamos en el nivel global -el texto como un todo-, es decir en el nivel macro-estructural. Y cuando hablamos de "tipos de texto", nos ubicamos en el nivel superestructural, aquel que nos permite reconocer cualquier texto individual como actualización de un modelo abstracto Superestructuras textuales Para describir la estructura abstracta de un texto, considerado como tipo, se ha elaborado la noción de superestructuras textuales, que se pueden definir como estructuras esquemáticas, para diferenciarlas de las macroestructuras, que son estructuras semánticas. Micro y macroestructura se aplican a un texto individual como se ve en el gráfico (). La noción de "superestructura" se aplica a textos modelizados, es decir a estructuras vacías de contenido que pueden llenarse con cualquier texto individual (): Texto Narrativo: pone en escena secuencias de acciones, que se desarrollan cronológicamente, según un esquema que comprende, en lo esencial: una situación inicial, un quiebre y un desenlace. Es principalmente monológico. Su modalidad fundamental es la aserción delocutiva. Texto Argumentativo: pone en escena procesos mentales que instalan relaciones entre los hechos denotados, según un esquema que comprende, en lo esencial, una tesis u opinión y una serie de argumentos que la apoyan. Es esencialmente dialógico. Puede utilizar diversas modalidades. Texto Descriptivo: pone en escena procesos aspectuales, de caracterización de actantes, de lugares o de procesos, según un esquema básico que comprende, en lo esencial: un tema, sus partes constitutivas y sus propiedades. Es fundamentalmente monológico. Su modalidad característica es la aserción delocutiva. Observaciones generales sobre las superestructuras. 1) La superestructura --o estructura esquemática-- parece ser independiente de la lengua, puede expresarse en otros sistemas semióticos. 2) Quizás puede ser dependiente de la cultura. 3) Puede considerarse otras superestructurales de otros textos. Por ejemplo, las conversaciones. 4) no debe confundirse "superestructura" con "formato" o "plan de texto", o con lo que en el capítulo primero hemos llamado "modelos textuales". 5) La noción de superestructura no debe hacer olvidar la heterogeneidad constitutiva de todo texto. Será justamente la estructura global del texto --que actualiza un esquema superestructural-- la que permitirá caracterizar un texto determinado como narrativo, argumentativo o descriptivo. Por ejemplo: La Caperucita Roja, que es globalmente una narración, pero que también se encuentran en ella secuencias descriptivas (Era una niña muy bonita, vivía con su mamá en una aldea...), y que también tiene un contenido argumentativo (Las niñas jóvenes deben evitar hablar con el lobo ...). 6° Capitulo: El Texto Narrativo "la enunciación plantea dos figuras igualmente necesarias: un enunciador y un destinatario. Es la