Encontrarse con Jesus en la cotidianidad “Zaqueo, baja enseguida, porque conviene que hoy me hospede en tu casa” Lucas 19, 1-10 Escena 1 1. "Habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad. 2. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores del impuesto y muy rico." ¿A donde llego Jesús? Jericó ¿Cómo se describe a Zaqueo? Jefe Muy rico Cobrador Escena 2 3. "Quería ver cómo era Jesús, pero no lo conseguía en medio de tanta gente, pues era de baja estatura." ¿Qué obstáculos tiene Zaqueo para ver a Jesús? ¿Cual es el papel de la multitud en el intento de Zaqueo por ver a Jesús? Escena 3 4. "Entonces se adelantó corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por allí.“ Que implica subirse al sicomoro? • ¿Desde allí se ve la realidad de forma diferente? • ¿Que es lo que mueve a Zaqueo a subirse al árbol? Escena 4 5. "Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa.»“ 6. "Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Características del encuentro entre Zaqueo y Jesús En la casa En medio de la multitud En el árbol Escena 5 Miremos ahora a la multitud 7. Entonces todos empezaron a criticar y a decir: «Se ha ido a casa de un rico que es un pecador.» • ¿Por qué murmura la multitud? • ¿Qué la lleva a esto? • ¿Cómo ve la gente el encuentro de Jesús con Zaqueo? Escena 6 8. Pero Zaqueo dijo resueltamente a Jesús: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más.» 9. Jesús, pues, dijo con respecto a él: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este hombre es un hijo de Abraham. 10.El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.»" ¿Qué acontece en casa de Zaqueo? ¿Qué produce en Zaqueo el encuentro con Jesús? ¿Por qué Zaqueo llama a Jesús Señor? ¿Qué es lo que Zaqueo expresa a Jesús cuando están en su casa? ¿Por qué Jesus le dice: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”? ¿Quién tiene la iniciativa del encuentro, Zaqueo o Jesús? Escriba su nombre: ------------------------- BAJA PRONTO, PORQUE CONVIENE QUE HOY ME QUEDE EN TU CASA.»" Atenta presencia Nos disponemos con nuestro cuerpo a la oración: Postura: Nos sentamos sin recostarnos en el espaldar de la silla…con la espalda recta…., con la planta de los pies en el suelo, abiertos al ancho de los hombros…, el mentón ligeramente inclinado hacia el pecho…, las manos sobre las piernas con las palmas hacia arriba…, los ojos fijos en las imágenes… ¿Solo soy un observador, O Atiendo su llamado? Vivir la alegría de conocer a Jesús y recibirlo en mi casa Jesus es nuestro amigo, nos ama, es benévolo, no acusa ni rechaza…disfrutemos de su compañía Oración Señor, Zaqueo tenía muchas ganas de encontrarse contigo, y tu le miraste con amor y misericordia. Te pedimos que la experiencia de sentirnos tan amados por ti cambie nuestro corazón para que también a nuestra casa llegue tu salvación y tu paz. Amen. https://www.deiverbum.org/lc-19_0110/#Cartas_Mi_corazon_no_esta_todavia_totalmente_vacio «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa» (Lc 19,5) Carta 137 ¡Qué gran misterio es nuestra grandeza en Jesús! Ya ves todo lo que Jesús nos ha enseñado al hacernos subir al árbol simbólico del que te hablaba hace poco. Y ahora ¿qué ciencia va a enseñarnos? ¿No nos lo ha enseñado ya todo...? Escuchemos lo que él nos dice: «Bajad enseguida, porque hoy tengo que alojarme en vuestra casa». ¿Pero cómo...? Jesús nos dice que bajemos... ¿Adónde tenemos que bajar? Celina, tú lo sabes mejor que yo; sin embargo, déjame que te diga hasta dónde debemos ahora seguir a Jesús. Una vez, los judíos le preguntaron a nuestro divino Salvador: «Maestro, ¿dónde vives?», y él les respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros del cielo nidos, yo no tengo donde reclinar la cabeza» (Jn 1,38; Mt 8,20). He ahí hasta dónde tenemos que bajar nosotras para poder servir de morada a Jesús: hacernos tan pobres, que no tengamos donde reposar la cabeza. Ya ves, querida Celina, lo que Jesús ha obrado en mi alma durante estos ejercicios... Ya entiendes que se trata del interior. (...) Lo que Jesús desea es que lo recibamos en nuestros corazones. Estos, qué duda cabe, están ya vacíos de criaturas, pero yo siento que lamentablemente el mío no está totalmente vacío de mí misma, y por eso Jesús me manda bajar... Él, el Rey de reyes, se humilló de tal suerte, que su rostro estaba escondido y nadie lo reconocía... Pues yo también quiero esconder mi rostro, quiero que sólo mi amado pueda verlo, que sólo él pueda contar mis lágrimas..., que al menos en mi corazón sí que pueda reposar su cabeza querida y sentir que allí sí es conocido y comprendido...