BLOQUE 2 TEMA 20: RELACIÓN CON LAS FAMILIAS INDICE 1. INTRODUCCIÓN 2. EL PAPEL DE LA FAMILIA EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS 2.1 CONCEPTO DE FAMILIA 2.2. FUNCIÓN SOCIALIZADORA DE LA FAMILIA 2.3 TIPOS DE FAMILIA Y SOCIALIZACIÓN 3. EXPECTATIVAS FAMILIARES RESPECTO A LA EDUCACIÓN INFANTIL 4. COMUNICACIÓN CON LAS FAMILIAS. CANALES Y VÍAS 5. CONCLUSIÓN 6. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA 1. INTRODUCCIÓN Me gustaría comenzar este tema con una pequeña alusión al prólogo del libro de Mar Romera “Educar sin recetas” No hay recetas, sólo es necesario dejarles vivir su infancia, sin prisa, sin contar el tiempo, con calma, desde la admiración que conseguirá el verdadero anclaje del amor. El día que volví del hospital con mi hija de tres kilos entre los brazos me di cuenta de que todo había cambiado. Nuestra casa nunca volvió a oler igual, a estar ordenada de la misma manera, la cocina se vio inundada por multitud de «aparatos», todos para la niña. Lavar a mano, no mezclar su ropita, cambiar los hábitos según sus ritmos, no volver a dormir de verdad nunca más... Y nunca más ir de compras sin pensar en ella. Amar de forma incondicional no significa hacerlo bien, sólo es el primer paso. En los primeros años de la vida el potencial de un niño o niña es increíble, sus capacidades ilimitadas, y sólo las encorsetan nuestras expectativas. Para que su desarrollo suceda como es debido tenemos que escuchar más y hablar menos, admirar más y mirar menos, tocar más y dirigir menos, saborear cada minuto por el valor que éste tiene, y no por el que tendrá en el futuro. Durante la infancia los niños comienzan su integración social, con su familia donde, por un lado, aprende determinados comportamientos relativos a las formas de comer, dormir, buscar abrigo, sentir, amar, comunicarse, sentarse, saludar, divertirse, reír, gesticular, lavarse, jugar, vestirse, educar a los niños, ... y, por otro, interioriza creencias, valores, normas y técnicas de conducta, una estructura social determinada, un código moral, al aprender lo que está bien y lo que está mal hecho, qué prácticas reciben premios y signos de aprobación, y cuáles castigos y reproches, y lo que ellos implican, es decir, aspectos que desarrollarán tanto su autonomía personal como su autonomía social. En la familia se produce, por tanto, un aprendizaje y una interiorización profundamente emocional que la convierten en la fuente de las influencias más poderosas a las que el individuo está sometido en todas las sociedades. Todas las investigaciones actuales señalan que las relaciones entre padres-hijos son muy importantes para el desarrollo psicosocial ya que la familia orienta la experiencia vital de sus hijos. En la etapa de infantil empiezan a ampliar su mundo social dirigidos por las personas más cercanas a ellos, como su familia. Estas primeras relaciones tienen un impacto tan grande porque se basan en el historial de la interacción personal que genera vínculos emocionales profundos y que consolida las expectativas sociales. Hoy en día, los niños cada vez pasan más tiempo en el centro educativo, y aquellas conclusiones que se derivaban de los estilos educativos familiares pueden dirigirse y tener como protagonistas a los profesores encargados de los niños. No existe ninguna relación causa-efecto garantizada entre el estilo educativo y la forma de desarrollo posterior de los niños. Desde un punto de vista normativo, la LOMLOE, señala en su Capítulo I, concretamente en el artículo 12 dedicado a los principios generales, y en el punto 4, hace referencia al papel de los padres "Con objeto de respetar la responsabilidad fundamental de las madres y padres o tutores en esta etapa, los centros de educación infantil cooperarán estrechamente con ellos". 2. EL PAPEL DE LA FAMILIA EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS 2.1. CONCEPTO DE FAMILIA La familia se puede definir desde múltiples puntos de vista, en función de los cuales se entenderá dicho concepto. Por lo tanto, teniendo en cuenta que el concepto de familia es interdisciplinar, ya que puede abordarse desde diferentes disciplinas, no debemos caer en el reduccionismo de entender dicho concepto como unívoco o universal. Es decir, no existe una definición absoluta de familia, ya que existen varias perspectivas desde las que se puede definir este concepto: histórica, social, cultural, etc. No obstante, para delimitar a nivel general lo que es la “familia”, una definición que me parece bastante acertada y que recoge los rasgos más comunes presentes en cualquier familia es la siguiente: “Es un conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan” Se desprenden de esta definición varios factores, a saber: el social, el biológico- antropológico, el económico, el social y el afectivo. Por otro lado, desde una perspectiva psico-social y teniendo en cuenta dicho factor, no se ha de olvidar que la familia es la célula primaria que satisface el afecto y necesidades psicosociales que difícilmente se encuentran en otros grupos sociales. Y, personalmente, para complementar esta conceptualización general sobre la familia, a todo esto, añadiría el factor educativo que está o debería estar presente en toda familia, ya que como pone de manifiesto la definición del Diccionario Enciclopédico de Educación, coordinado y dirigido por Martí Castro: “La familia es determinante en el desarrollo de la personalidad del individuo. Es el primer y más importante agente educativo del sujeto, ya que le proporciona valores, actitudes y una formación de tipo informal, pero continua. Esta acción educativa que ejerce la familia es reforzada y completada por la escuela, que es el segundo agente educativo del individuo. En este sentido, es fundamental la colaboración entre escuela y familia como veremos a lo largo del tema 2.2 FUNCIÓN SOCIALIZADORA DE LA FAMILIA En la introducción al tema ya se exponía cómo comienza en la familia desde el nacimiento, la puesta en marcha del proceso socializador. La familia representa una sociedad en miniatura que adapta a sus miembros, con sus tradiciones, costumbres, normas, reglamentaciones. Así, el individuo, en la medida en la que se adapta, se socializa. De una forma resumida, se puede decir, que se inicia con el establecimiento de los vínculos afectivos con las personas que le cuidan (el apego), el descubrimiento de sí mismo, el descubrimiento de los otros, con la imitación y con la identificación de las personas (padres y hermanos) que toma como, a través de las experiencias positivas o negativas que tiene con ellos como los celos… La propia familia es un sistema dinámico, influyendo cada miembro en todos los demás y evolucionando el sistema completo con el paso del tiempo. La naturaleza transicional del sistema familiar significa que los hechos o cambios en cualquier parte influirán en todos los miembros. La comprensión de los efectos de la familia en el desarrollo requiere que consideremos las influencias recíprocas, no solo entre padres e hijos, sino también entre hermanos, padres, abuelos… Así, poco a poco, estimulándolos positiva o negativamente, este grupo familiar va moldeando la personalidad, según los valores y la imagen que tiene del mundo. Le transmite normas y técnicas de conducta, le enseña a aceptar una estructura social determinada. La influencia de la familia es tan eficaz porque el niño en estas edades tempranas es muy moldeable; está formando sus capacidades y su estilo de reacción psíquica las relaciones con sus padres tienen un carácter muy individual y personal y se presentan con gran frecuencia y, por último, en la tendencia a la imitación e identificación con sus padres. No podemos olvidar las actitudes que los padres crean en sus hijos respecto de los estudios o del interés por aprender, que serán un reflejo de sus propias actitudes. En esto se diferencia una clase de otra y será un factor muy importante de desigualdad de oportunidades. Según la evolución de la sociedad en la actualidad, los distintos papeles socializadores que realizan los distintos miembros de la familia son: papel madre, papel padre, papel hermano,... sin que tenga que existir una concordancia entre la situación biológica y la situación socializadora que desempeña. El papel padre puede ser desempeñado por el padre, abuelo, tío de la madre soltera, pareja actual, etc. El padre puede participar, con frecuencia, de las funciones de madre. Dentro del complejo desarrollo infantil, cada miembro familiar desempeña papeles socializadores diferentes, donde el fundamental es el de la madre o de quien realice esta función ya que es la primera persona que establece una relación amorosa con el bebé, le devuelve la imagen de unidad, necesaria para su desarrollo individual, le introduce la noción de tiempo con las rutinas de comida, sueño, etc, le da significado a los primeros sonidos…. Además, es la figura que crea el lugar del padre como representante de la ley natural, de la autoridad, base de la norma. El padre, además de su solidaridad y colaboración en la crianza representa, en la socialización, representa la autoridad. Además de estas dos figuras primordiales encontramos a los hermanos que les facilitan el conocimiento de los otros y ayudan en la representación de papeles sociales, además de ayudar en la conquista del lenguaje como modelo a imitar. Y, los abuelos, personas afectivamente significativas con las que se establecen relaciones y, ayudan y consensuan la labor de crianza. 2.3 TIPOS DE FAMILIA Y SOCIALIZACIÓN Podemos encontrar diferentes tipos de familia, dependiendo del criterio que utilicemos. En función del numero de miembros: - Familias numerosas. Tienen unas peculiaridades, sus miembros aprenden muy pronto a aceptar las realidades, prima el grupo sobre el individuo; peculiar conciencia familiar; estructura algo autoritaria cooperación y espíritu de equipo; disciplina con reglas explícitas comunes, diferenciación de funciones y roles; interacción familiar; cierto equilibrio y cordura en cuanto a la formación del niño; menos proteccionismo; mayor socialización, ya que tienen que adaptarse a más personas, colaborar con ellas, compartir lo propio y soportar bastantes cosas. - Familias con pocos hijos. Con peculiaridades distintas de las numerosas y otras contrarias. Se da: una tendencia a proyectar y planificar (tiempo en el que deben nacer los hijos, estudios a realizar, ... ); la paternidad es intensiva más que extensiva las relaciones son más cooperativas y existe una gestión más democrática; hay ambición respecto de los hijos; se procura satisfacer en ellos las ambiciones que no se pudieron realizar en los progenitores; proteccionismo paterno; más concentración afectiva puede existir una ambivalencia afectiva en los hijos pues los padres se vuelcan afectivamente en ellos y a la vez son sus sancionadores; el niño puede encontrar cierto aislamiento social, está siempre sujeto a la compañía de adultos, que le obliga a adaptarse al modo de proceder de éstos, acostumbrándose a su modo de pensar, sentir, lo que le obliga a madurar un poco precozmente. La clasificación desde el punto de vista de la composición de la familia pone de relieve categorías como la parentalidad y conyugalidad: - Familia nuclear: integrada por dos adultos, con o sin hijos o por uno de los miembros de la pareja y sus hijos. - Familia nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos. - Familia nuclear monoparental: integrada por uno de los padres y uno o más hijos. - Familia extensa: integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos, y por otros miembros que pueden ser parientes o no parientes. - Familia disgregada: suele ocurrir en casos de separación o divorcio donde los hijos viven con uno de los padres pero visitan al otro regularmente, de efecto, ese niño/a tiene dos hogares y dos modelos familiares. Este tipo de familia se complejiza cunado uno de los padres forma una nueva unidad familiar, así el niño/a tendrá dos familias con relaciones sociales distintas en cada una de ellas - Familia neofamilia: Son personas que se unen por vínculo afectivo o convivencia y que comparten mismo espacio físico u hogar. Por otra parte, se plantean diferentes tipos de estructura familiar con influencia neta en el establecimiento de patrones de interacción y comunicación: - Familia rígida: Se trata de un grupo familiar que una vez que ha razado sus normas y valores, no permite adopción de nuevos criterios, mantiene los mismos modelos de interacción, dificultando el desarrollo, crecimiento e independencia de sus miembros. - Familia sobreprotectora: en este caso, las figuras de autoridad exageran las medidas de protección del grupo como consecuencia de una estimación irreal de la amenaza externa; tienden a satisfacer por exceso las necesidades de sus miembros, lo que conduce a una dificultad en el desarrollo de la autonomía y los sentimientos y los sentimientos de inseguridad e incompetencia y contribuye a limitar la capacidad de resolución de problemas individuales. - Familia amalgamada: aquella en la cual su estabilidad o satisfacción está centrada en la realización de actividades conjuntas del grupo, lo que ocasiona dificultades en la individualización de sus miembros, al ignorarse las necesidades de independencia o privacidad de estos. - Familia centrada: en este grupo, la facultad para la resolución de conflictos descansa en uno de sus miembros, de modo que la estabilidad del sistema familiar depende por completo de este, lo que alimenta sentimientos de culpa, ansiedad y dificultad para la autonomía individual. - Familia evitadora: su característica principal es la baja tolerancia de sus miembros al conflicto, lo que implica la evitación del enfrentamiento. Sus miembros tienen tendencia a no aceptar la crítica, a no tolerar situaciones de crisis y no aceptar la existencia de situaciones problema. Asimismo suelen presentar dificultades para la negociación de conflictos y la adopción de métodos de comunicación adecuados. - Familia pseudodemocrática: se caracteriza por una excesiva flexibilidad en normas, valores y criterios, hasta el punto de que cada uno de los miembros establece los suyos, lo que dificulta la aceptación de valores y pautas de comportamiento comunes. Otro criterio que podemos utilizar a la hora de clasificar a las familias es su estilo educativo. Según Palacios y Rodrigo, “los padres actúan con sus hijos, encauzan su comportamiento en una determinada dirección, se aseguran de que no actúen de una determinada manera, ponen límites a sus deseos, les procuran satisfacciones y les hacen soportar frustraciones” Según estos estudios el estilo educativo de los padres difiere en cuatro dimensiones fundamentales: 1) Grado de control. 2) Grado y calidad de comunicación entre padres e hijos. 3) Exigencias de madurez. 4) Afecto en la relación. Combinando estos cuatro factores podemos diferenciar cuatro tipos de familias: - Autoritarias: Altos niveles de control y exigencias de madurez. Bajos niveles de afecto y comunicación. Dedican mucho esfuerzo a influir, controlar y evaluar el comportamiento de sus hijos/as. Hijos/as obedientes, ordenados y poco agresivos. - Permisivas: Bajos controles de exigencias y madurez. Altos niveles de comunicación y afecto. Acostumbran a consultar a los niños/as sobre decisiones familiares pero no les exigen responsabilidades ni orden. Hijos/as inmaduros y con bajos niveles de autoestima pero alegres y vitales. - Democráticas: Altos niveles de comunicación y afecto. Altos niveles de control y exigencias de madurez e independencia. Son afectuosos, refuerzan con frecuencia el comportamiento del niño/a e intentan evitar el castigo. Hijos/as capaces de afrontar situaciones nuevas con confianza e iniciativa. Tienen alta autoestima. - Negligentes: Baja puntuación en el afecto y en el control. No existen respuestas positivas ni negativas que refuercen la construcción de la conciencia del ser de sus hijo/as. No establecen normas ni límites claros que ayuden a regular su conducta. Favorecen el desarrollo de descontrol afectivo, más que fomentar la interrelación social. Hijos/as se muestran indiferentes ante las reglas tanto con sus iguales como con los adultos. 3. EXPECTATIVAS FAMILIARES RESPECTO A LA EDUCACIÓN INFANTIL En la concepción que las familias tienen de la escuela infantil intervienen los siguientes elementos: su nivel sociocultural, la mayor o menor tradición de escolarizar a los niños/as en las zonas en las que viven, las circunstancias familiares. Podemos resumir las distintas posiciones de los padres con respecto a la educación infantil en: Asistenciales: No suelen presentar exigencias educativas y se conforman con que los niños/as estén atendidos. Esto se debe a un notable desconocimiento de la etapa. Desde la escuela infantil podemos informar y formar a estas familias de las posibilidades de la educación infantil. Mixtas: Manifiestan exigencias tanto de carácter asistencial como educativas, pero estas últimas sin relación con un planteamiento educativo previo “está atendido y de paso se le prepara para las siguientes etapas”. Desde la escuela infantil debemos trabajar con estos padres para demostrarles todas las posibilidades educativas que la etapa ofrece y su diferenciación de otros niveles. Educativas: Los padres son plenamente conscientes de las posibilidades educativas de la etapa y de las funciones y objetivos que debe cumplir: potenciar el desarrollo integral. Estos padres serán colaboradores, pero también exigentes con nuestro trabajo. Debemos ayudarnos de estas familias para convencer a las demás del carácter educativo de la etapa. 4. COMUNICACIÓN COMUNICACIÓN. CON LAS FAMILIAS. CANALES Y VÍAS DE Uno de los fines de la educación infantil es cooperar con los padres y comunidad en general, en la promoción de desarrollo armónico del niño en sus distintas dimensiones: físico, cognitivo, afectivo y social. Padres y profesores tienen un objetivo común: la educación del niño y el desarrollo de todas sus potencialidades. Para conseguirlo, debe haber una estrecha relación entre padres y la escuela estableciéndose una comunicación rica y fluida que sirva para un mayor conocimiento acerca del niño por todas las partes implicadas en su educación. Pero, ¿De qué herramientas disponemos para esta comunicación? REUNIONES Las reuniones son útiles como medio de transmitir a los padres información de carácter general, no tan centrada en el niño. A la hora de convocar reuniones hay que tener en cuenta varios aspectos como convocarse en horarios asequibles para los padres, prever las condiciones de espacio, lugar de encuentro, etc. en reuniones generales. En todas, la preparación del contenido es, asímismo un aspecto a cuidar. Como mínimo, a lo largo del curso se realizan de tres a cuatro reuniones. ENTREVISTAS El maestro recaudará toda la información que sea precisa y relevante, así como los datos más significativos de su historia, su evolución, sus características actuales, como hábitos, juegos, preferencias…y algunas cuestiones sobre su entorno familiar. De esta manera, iremos conociendo más a los niños y nos permitirá ajustar la intervención educativa al máximo posible. En la entrevista inicial, muchos maestros consideran imprescindible la presencia del niño para conocerse mutuamente, mostrarle los juguetes y espacios, etc...convirtiéndose este encuentro en una situación informal de primera toma de contacto. Por último, será importante hacerlas en horario en que puedan asistir los padres, convocarlas con el tiempo suficiente y tener confirmación por parte de los padres de su asistencia. CONTACTO INFORMAL DIARIO Durante toda la etapa de Educación Infantil, se producen pequeños contactos diarios debidos, sobre todo, a que en estas edades los niños vienen acompañados. Este tipo de contacto permite intercambiar información muy general y sobre aspectos sin mucha importancia, ya que, si se ha de hablar de alguna situación conflictiva, se deberá dedicar más tiempo a ello y concretar, por tanto, un momento específico dentro de nuestro horario de atención “ exclusiva” INFORMES INDIVIDUALES Éstos generalmente versan sobre la evolución del niño en todos los ámbitos. La periodicidad puede ser mensual, trimestral o anual. La legislación establece que debe realizarse de la siguiente manera: - La información a las familias se realizará mediante un informe escrito con una periodicidad al menos trimestral y con un lenguaje fácil de interpretar. Corresponde al maestro con la colaboración del educador (TSEI), en su caso, la elaboración de este informe. - Los informes reflejarán el progreso efectuado por los niños y, en su caso, las medidas educativas complementarias adoptadas. - El modelo de informe a las familias será decidido por el equipo docente y constará en el proyecto de centro junto con las previsiones para la coordinación con las familias. - Una copia de estos informes se incluirá en la historia educativa de cada niño DIARIO Y AGENDAS PERSONALES Constituyen una forma d comunicación por escrito que se caracteriza por su reciprocidad y continuidad. Los niños poseen una agenda o libreta personal en la que con la periodicidad deseada el profesor escribe tanto las incidencias, informaciones significativas, valoración de un centro de interés o proyecto, solicita materiales, recuerda algún aspecto, y la familia responde también por escrito a las cuestiones o anota otras que son de su interés. OTROS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: - Notas informativas: con carácter más ocasional que los informes. Suelen versar sobre acontecimientos puntuales, actividades a realizar, materiales que se demandan… - Circulares y folletos: contienen información de carácter más general, con frecuencia que afecta a todo el grupo o centro. Suelen ser aspectos organizativos, administrativos, etc. - Carteles: suelen contener información perecedera y de carácter general que no requiere ser comunicada de forma individual. También pueden explicitar grandes aspectos generales como horarios, normas… 5. CONCLUSIÓN La familia es como un tejido intricado, una manta cálida y acogedora que nos envuelve en todos los capítulos de nuestra vida. Cada hilo que la compone representa a un miembro, entrelazándose con cuidado y afecto para formar una red de apoyo, amor y seguridad. En esta manta, cada color simboliza las diversas personalidades, habilidades y dones que cada uno aporta. Los hilos más fuertes representan la resiliencia y la solidaridad que caracterizan a la familia en los momentos desafiantes, mientras que los hilos más suaves y delicados expresan la ternura y la comprensión en los momentos de necesidad. Como una manta, la familia nos envuelve en su calor cuando el frío del mundo exterior se hace sentir. Es un refugio confiable que nos abraza en momentos de alegría y consuela en momentos de tristeza. Cada puntada es un recuerdo compartido, una historia entrelazada que da forma a nuestra identidad y nos conecta a través del tiempo. La familia, como una manta, nos abriga en el invierno de la vida y nos acompaña en los días soleados de la felicidad. Cada vez que nos envolvemos en ella, sentimos el amor y la conexión que nos mantiene unidos, tejiendo una historia única y reconfortante que perdura a lo largo de las estaciones de nuestras vidas. 6. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA Jiménez, I (2008). La relación familia escuela. Jaén: SL Garreta, J (Ed) (2007). La relación familia-escuela. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida. Gervilla, E (2003). Educación familiar. Nuevas relaciones humanas y humanizadoras. Madrid. Narcea