21 FALLOS QUE TU GUION NO DEBE COMETER SI HAS ACERTADO CON EL CONCEPTO Claves para antes y después de escribir el guion Por LUIS MURILLO WWW.CREAMUNDI.ES 1 ANTES DE ESCRIBIR EL GUION: TRES ERRORES DE CONCEPTO QUE SUELEN COMETER LOS GUIONISTAS. Acabas de terminar un guion de largometraje. Ahora llega el momento de hacer lo que menos nos gusta hacer a los guionistas. Encontrar alguien que quiera leerlo, pagarlo, rodarlo y estrenarlo. Es un proceso tedioso, sobre todo dependiendo de en qué situación te encuentras en la industria. Tienes que creer en tu guion y, sobre todo, estar convencido de que es el guion que necesita rodarse en este momento. Cuando piensas una idea o un concepto para un guión, luego tienes que desarrollarlo. Escribir una sinopsis. Un tratamiento. Un guion bien formateado con sus diálogos y todo. Hacer las sucesivas revisiones. Darlo a leer a amigos y profesionales de confianza. Volver a reescribir. Llamar a productores y directores para conseguir que se lo lean. Un proceso largo. Un gran esfuerzo. Pero... ¿qué pasa si te equivocas en la idea primigenia? ¿En el concepto? Que tirarás a la basura horas y horas de trabajo y esfuerzo. Que sufrirás indefectiblemente el rechazo. Que te vendrás abajo y empezarás a plantearte tus capacidades. Luego, si tienes maderas de guionista, probablemente te levantes y sigas luchando. Pero, sin lugar a dudas, jode. Y mucho. Tienes que elegir un concepto para escribir tu primera película. Pero tienes que hacerlo con cabeza. Cuando escribes tus primeros guiones, normalmente lo haces sobre lo que sientes pasión. Lo que realmente conoces a tu alrededor. Probablemente te sirva para que algunos productores te conozcan y valoren tu manera de escribir. Pero tú quieres 2 vivir de esto. Ya sea como guionista de series o de películas. Quieres hacerte una carrera profesional en esto del guion y que tus obras finalmente lleguen a la pantalla. Para todo ello, el concepto es muy importante. Y muchos guionistas que ya son profesionales siguen cometiendo los mismos errores. Fallos que harán que sea prácticamente imposible vender tu película. Pero, ¿cuáles son esos errores más comunes de los guionistas a la hora de elegir el concepto? 1. ESCRIBIR TU VERSIÓN DE PELÍCULAS EXITOSAS Éste es posiblemente el más común de los tres, sobre todo entre los guionistas noveles. Verdad que te gustó Seven, El Silencio de los Corderos o Zodiac, ¿eh? Por eso has querido hacer tu propio guión de asesinos en serie, sorprendentemente con muchas similitudes con las anteriores. También te fliparon los diálogos rápidos de Juno o de cualquier película escrita por Aaron Sorkin. Por eso quieres imitarle. O la violencia de Pulp Fiction y Reservoir Dogs, las dos primeras películas de Quentin Tarantino. Por eso tienes un guión en la misma línea. O alucinaste con el éxito en España de Ocho apellidos vascos y por eso tienes tu propia versión de los conflictos culturales autonómicos. Los lectores de guiones de las productoras en España, en Latinoamérica y en Estados Unidos están hartos de ver clones de estas películas. Ése es el primer error que cometen los guionistas: no ofrecer algo nuevo. 3 Debes plantearte qué tiene tu guión para que no llegue un momento en que el lector se pare y se pregunte: ¿Qué tiene este guión que sea tuyo? No basta con imitar, por no decir, copiar un concepto y añadirle algunos personajes o escenarios nuevos a la trama para hacer un mix. Tienes que elegir un concepto que emane de las páginas de tu guión, que enganche al lector hasta el punto que no pueda parar de leer. 2. SEGUIR LAS MODAS Si, por ejemplo, sale una película en la que protagonista rompe la cuarta pared y habla con espectador y lo peta en Hollywood, Latinoamérica o en España, al cabo de un par meses, las productoras recibirán cientos guiones en los que el prota habla a cámara. el el en de de Siempre pasa. Las modas son muy traicioneras. Y tramposas. Muchos de los que están a tu alrededor a lo mejor te dicen que por ahí es por donde van los tiros y hay que hacer algo en esa línea, pero... 1.Probablemente las productoras han sido inundadas con proyectos similares al tuyo, seguramente escritos por guionistas que están en la cresta de la ola. Que tienen contactos o varias películas a sus espaldas. Es más, seguramente a algunos de estos guionistas ya hay una productora importante amparada por un canal de televisión que les ha encargado el proyecto. 2.- Antes de que hayas escrito tu guion y lo hayas movido y puesto en manos de algún lector con posibilidades o enviado a algún concurso, probablemente la moda se haya esfumado. Porque así son las modas. Ya lo decía Enjuto Mojamuto. Igual que vienen, se van. Ha pasado con los zombis y con los vampiros. Y pasará pronto con la siguiente moda. 4 ¿Qué? Complicado, ¿no? Bueno, si aún quieres estar dentro de las modas, tienes dos opciones para evitar las trampas anteriores. 1.- Revive una moda que lleva muerta más de 10 años, pero con una vuelta de tuerca nueva. 2.- Crea tu propia moda. Vale que no será una moda hasta que no aparezcan más películas en la misma línea. Es decir, esto viene siendo lo mismo que crear un concepto original, nuevo, nunca antes visto. No parece sencillo, ¿verdad? Por eso hay que pensar mucho para que los lectores de las productoras, al leer tu guión, piensen: "Qué gran concepto. Nunca antes lo había pensado". Dicen que en el cine está todo hecho, pero... ¿es eso realmente cierto? Si sigues las modas, tu guion se pondrá a la cola de otros numerosos guiones que siguen la misma moda que tú. En cambio, si das con un concepto original o un híbrido entre dos conceptos antes vistos, tienes muchísimas más opciones de que tu guion sea tenido en cuenta. Tienes que pensar con un año de antelación, adelantarte a las modas. Sigue las revistas, webs y blogs especializados para ver qué se está haciendo ahora y tomar inmediatamente la dirección contraria. 3. NO HACER UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Digamos que tienes un gran concepto. Una idea excelente. Podría ser que tú que lees a menudo todo lo que se está haciendo tanto a nivel nacional como internacional hayas cogido inconscientemente ese concepto de algo que se está haciendo, se ha hecho o se va a hacer. Imagina que te tiras seis meses trabajando sobre ese concepto para luego ver que hay tres o cuatro productoras con películas similares. Algo que te podrías haber evitado si hubieras hecho un poco de trabajo de investigación. 5 ¿Alguna vez contando? te ha pasado esto que te estoy Has trabajado muy duro en ese concepto brillante solo para descubrir meses más tarde que tu trabajo no iba a servir para nada. Algo que quizás podrías haber solucionado con una simple búsqueda en Google, con un rastreo por las webs especializadas. Si estás trabajando en una película histórica o directamente extraída de los titulares de prensa, busca a ver si alguna productora, canal de televisión o estudio ha comprado los derechos o se ha puesto a trabajar sobre ello. Y hasta aquí los errores más comunes de guionistas a la hora de elegir el concepto. los RECUERDA... El concepto que eliges para tu siguiente proyecto es clave para decidir cuál va a ser tu éxito. Si escoges correctamente, es posible que tengas recompensa. Si te equivocas, nunca tendrás ese tiempo y ese esfuerzo de vuelta. 6 LOS 21 FALLOS DE GUION QUE NO DEBES COMETER SI QUIERES QUE TU PELÍCULA SEA UN ÉXITO. No, no voy a sentar cátedra. Porque, como he dicho muchas veces, no existe una fórmula del éxito ni una sola manera de escribir guiones. Pero si es cierto que si presentas tu guion a una productora que quiere películas con éxito comercial y eso prima por encima de todo, probablemente, cuando hayas terminado de escribirlo deberías leer esta lista de fallos de guion y, después, actuar en consecuencia. Posiblemente pienses que alguno de los fallos es una virtud. Pero hay un alto porcentaje de posibilidades de que el lector o analista de guion que revise lo que tú has escrito mirará con lupa si existe alguno de estos errores. Son así. Muchas veces se rigen por el mismo patrón. Y sí, puede que pienses que se penaliza la originalidad o la innovación, o que ni siquiera la fórmula mágica te garantiza el éxito. Pero recuerda, tú ruede tu película. lo que quieres es que se Y es muy difícil ser Jim Jarmusch o David Lynch con tu primer guion. Y con los demás también. Vamos con los errores de guión. 1.- Que la historia comience demasiado tarde Ojo con las introducciones largas. Si tarda llegar el detonante corres el riesgo de que si película se está pasando por televisión, espectador cambie de canal. Es más difícil que en tu el se 7 salga de la sala de cine después de haber pagado, pero se han dado casos. Y aunque se queden, luego hablarán mal de tu peli. El detonante debe de estar en los primeros 10 minutos de película. Si es en los primeros cinco todavía mejor. Las introducciones largas no gustan a nadie. Al grano. 2.Que el previsibles guion y la mecánica resulten A veces, lo que a ti te parece totalmente sorprendente y original, a otros (o al lector de guión) no se lo parece. Debes ponerte siempre en la piel de los demás. Tienes que pensar: ¿si yo fuera el analista, me parecería previsible este giro? ¿Y si fuera espectador? A veces incluso la respuesta es sí, pero la trama tiene tal capacidad de enganche que no importa. Al espectador le gusta ser sorprendido, pero, a veces, también, si la sorpresa es difícil de adivinar y el que lo está viendo acierta, se siente reconfortado en su inteligencia y también funciona. Hay que valorar estos dos aspectos. ¿Es previsible? Si es previsible, ¿lo es para todos o sólo para el espectador listo? 3.- Que la historia no tenga contundencia, que sea demasiado endeble En definitiva, que pasen cosas, sean potentes y todo esto tenga un sentido. De hecho, la palabra potente estará siempre en tu vocabulario. ¿Este detonante es potente? ¿Ese giro es lo suficientemente potente? ¿O es ni chicha ni limoná y no le importa a nadie? Lo anodino no vende. Importa la esencia. 4.- Que claro las secuencias no tengan un conflicto Es decir, que éste no sea consistente. El conflicto de los personajes debe ser lo suficientemente potente para que nos interese y lo necesariamente reconocible para que nos 8 identifiquemos con él. Dicho esto, cada secuencia debe tener su propio conflicto y, además, debe dar lugar a un avance en la historia. Toda escena debe tener un sentido. Y si no lo tiene es que es de relleno y no debería estar en el guion. 5.Que la comprensible lógica del personaje no sea Para escribir un guión lo más importante es el sentido común, pero éste, paradójicamente, es el más difícil de conseguir. Los actos de los personajes deben ser coherentes con sus conflictos y, aunque no sea nuestra lógica, debemos entender la suya dentro de su personaje. La coherencia es uno de los grandes objetivos que todo guión debe tener. 6.- Que los malos estén demasiado caricaturizados Si tu guion tiene malos o villanos, éstos deben ser personas y no personajes de cómic (salvo que estés adaptando un cómic). Han de tener volumen y, aunque son malvados, no lo son en todo lo que hacen. Hay que tener mucho cuidado con esto porque tiende a ocurrir y convierte a los personajes en poco creíbles. Siempre hay que tender a la verdad, a dotar a tu personaje de una dosis de realismo, aunque nos movamos dentro de la ciencia ficción. 7.- Que la narrativa sea repetitiva Hay que cuidarse mucho de que los giros de guion de tu película no sean iguales, de que los conflictos no se repitan de unos personajes a otros, que los avances no se parezcan. En definitiva, hay que intentar no repetir, puesto que, aparte de que se nota y suele quedar mal, denota falta de imaginación o de trabajo en el guion. 8.- Que el atormentando protagonista sea el típico héroe 9 ¿Qué piensa la gente normal del típico cantautor atormentado que en sus canciones habla todo el rato de sus problemas con el alcohol, las mujeres o las drogas y se pone como víctima de su propia personalidad autodestructiva? Pues que da pereza. Y lo mismo pensará el analista de guion de tu protagonista. Problemas sí, tormentos los menos. 9..- Que los conflictos femeninos estén contados con trazo grueso Este error, al parecer, es uno de los más frecuentes en los guiones que se presentan a los analistas en Hollywood. Imagino que esto tiene que ver con quién escribe el guion, si un hombre o una mujer. Es posible que si lo hace una guionista los que estén con trazo grueso sean los personajes masculinos, cosa que pasa, por ejemplo, en series como ‘Sexo en Nueva York’ o ‘Mujeres desesperadas’, por poner dos ejemplos de series femeninas. En cualquier caso, lo que tienes que hacer, seas hombre o mujer, es prestar especial atención a los conflictos de los personajes del sexo contrario al tuyo. Y, si es necesario, contar con la asesoría de alguien que te pueda dar este punto de vista diferente. 10.- Que el conflicto sea inconsecuente Es decir que las reacciones y desarrollos de diferentes conflictos, así como de sus tramas, sean lógicas, tengan sentido, se entiendan y la gente las identifique como reales. Porque de un conflicto inconsecuente viene la mentira y no hay nada más peligroso que la falta de verdad en un guion, incluso dentro de una película de ciencia ficción. Aunque un personaje esté atacando extraterrestres, los conflictos a los que se enfrente tienen que ser creíbles de acuerdo a su personalidad. 10 11.- Que sustancia la forma sea más importante que la Hay directores y guionistas que tienen su propio estilo de contar las cosas, pero solo con el estilo no basta si no tienes una historia consistente. Y todo lo que puedas aportar en la forma debe estar supeditado a la esencia de la historia, a lo que de verdad pasa, a que tengas un argumento potente entre las manos. 12.- Que el final sea anticlimático En algunos entornos los finales que no parecen finales están ensalzados. Aquellos que dejan a la imaginación del personaje lo que ocurre tras los títulos de crédito son idolatrados. Una última secuencia que parezca una escena de relleno está valorada. Eso no ocurre cuando lo lee un analista de guion de un productora que quiere ganar dinero. Directamente, no funciona. El final tiene que ser final y, por esto, se entiende un clímax total, donde el protagonista se salva o muere, se resuelven los conflictos y todas las respuestas quedan contestadas. 13.- Que los personajes sean estereotipados Como en todos lados, los tópicos suelen ser desechados, pese a que éstos son tópicos por algo. Y, aunque muchas veces esos estereotipos conducen al éxito, véase el caso de ‘Ocho apellidos vascos’, una vez más las productoras tienden a no considerar un éxito potencial si sus personajes no son originales y con volumen. Han de tener diversas aristas y, por supuesto, no ser ni demasiados buenos, ni demasiado malos, ni demasiado tontos ni demasiado listos. 14.- Que el tercer acto se salga de madre Es bastante habitual y en el argot guionístico se conoce como “saltar el tiburón” que el guionista se pase tres pueblos con el final y, por ejemplo, haya una batalla desmesurada en la que muera hasta 11 el apuntador no coherente con el resto de la película. O se produzca el recontragiro que se carga la credibilidad del guion. O se desvela un secreto que hace totalmente incoherente e inverosímil el resto de la historia. Hay que tener mucho cuidado con esto e igual que hay que ser valientes hay que saber dar a la prudencia su justo rol dentro de tu trabajo. 15.- Que el guion sea excesivamente complejo sin justificación Todo guion debe tender hacia la sencillez para que sea fácilmente comprensible. En ocasiones, las complejidades de la historia lo enriquecen, haciendo que el espectador se deleite con la manera de desarrollar la historia y tu forma de contarla. Pero si esto llega a un momento en que es difícil seguir la trama, provocarás que el espectador desconecte. Hay que complicar la historia siempre pendiente de no retar la comprensión de los consumidores. 16.- Que queden demasiadas preguntas abiertas Ha ocurrido con series como ‘Lost’. Y pasa con numerosas películas. Abrir preguntas es bueno porque, por un lado, permite captar la atención del espectador y, por otro, da pie a todo tipo de conjeturas y especulaciones. Pero si todos esos interrogantes se quedan sin respuesta da lugar a la frustración y la decepción. Eso, inmediatamente se convierte en malas críticas y mal boca oreja. 17.- Que el guion sea una sucesión de secuencias independientes sin hilo conductor Pasa a veces. Te encuentras con una película excelentemente dirigida, con una interpretación bárbara, con unos diálogos creíbles y con fuerza. Pero la historia en su conjunto no tiene ningún sentido. Es como si hubieran pegado secuencias sin un hilo conductor. No se ha prestado atención a la trama, a la evolución, a los avances. En definitiva, no se entiende. A mí me ocurrió cuando 12 vi ‘Alatriste’, el film. Es como si película de director y no de guionista. fuera una 18.- Que el protagonista no sea lo suficientemente potente Una de las claves de la fuerza de un guion está en la personalidad del protagonista y es una elección y un desarrollo al que hay que prestar tiempo en la fase de trabajo y creación del proyecto. Y ahí no termina todo, esa potencia del personaje, de su conflicto, debe plasmarse en las páginas de guion con sus acciones y sus diálogos. Es importante que exista un protagonista claro y fuerte. 19.Que la resolución conveniencia y forzada del guion sea a Es lo que comúnmente se llama ‘Deus ex machina’. Es decir, por el artículo 33, sin justificación alguna, ocurre algo que resuelve la historia: encuentran al asesino, se salva el protagonista, etc. Todos los giros deben estar justificados, ser coherentes y no dejarlo todo en manos de la casualidad. 20.- Que el tono del guion quede poco definido Una de las cosas más difíciles de encontrar en una serie o en una película es el tono. ¿Va a ser tu película una comedia descerebrada? ¿Un policíaco con toques de humor? ¿Una de terror con ciencia ficción? Cuando no queda claro el género y, dentro de éste, el tono, Houston tenemos un problema. Ojo, el tono no se encuentra siempre en la primera escritura. A veces no sucede hasta la número 43. 21.- Que el guion demasiado poco ritmo tenga demasiado ritmo o Cada historia tiene su tempo y hay que saber encontrarlo. No te empeñes en que tu película sea frenética porque pasarán demasiadas cosas y demasiado rápido para que el espectador e, incluso, el analista de guión puedan asimilarlo. 13 Lo mismo ocurre con los guiones demasiado lentos donde la tensión de las situaciones no sirve por sí misma para enganchar. El tempo, como el tono, es de cocción lenta. Lleva su tiempo encontrarlo. FINAL Y, agárrate los empastes, éstos no son más que una pequeña parte de los errores que puedes encontrar en tu guión, un trabajo laborioso en que, para que todos los engranajes funcionen correctamente, hay que invertir mucho tiempo, descender al detalles y pasar noches sin dormir tratando de encontrar la solución. 14