Subido por Alicia Hecharri

Analisis y reflexión sobre la incorporación a un dispositivo de atención con victimas de abuso sexual infantil

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“Analisis y reflexión sobre la incorporación a un dispositivo de atención con
victimas de abuso sexual infantil”
Autora:Esp.Lic.Alicia Echarri
E-mail:ana_mardelplata
Universidad Nacional de Mar del Plata.
Introducción:
El presente trabajo permite ilustrar la primera intervencion que se realiza a diario en la ONG
A.N.A.(Asistencia al niño abusado)con aquellas víctimas de abuso sexual infantil.
A.N.A. se encuentra radicada en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, cuenta actualmente con
más de 20 años de trayectoria de atención en niños/as y adolescentes menores de 18 años. Al
momento de la elaboración del presente informe se ha trabajado sobre algo más de 1600 casos
que consisten desde una entrevista preliminar hasta la asistencia psicologica de la víctima por
hasta dos años, el asesoramiento legal y la intervencion socio familiar.
Proceso de admisión:
Las personas que asisten a una primera entrevista, suelen haber sido derivadas en su mayoría de
la Comisaria de la Mujer y la familia, posterior a la realización de una denuncia penal sobre abuso
sexual contra una niña, niño o adolescente.
Para llegar a la denuncia policial, se debe dar dos condiciones: se debe haber revelado un hecho
abusivo vulnerando el derecho del niño, según legislación vigente, y dicha develacion debe haber
sido recepcionado por un adulto, referente familiar o institucional, que pondera dicho relato como
un delito y una violación al bienestar psicofísico del niño/a o adolescente.
Quien asiste a la institución policial, es un hecho significativo, ya que el relato del familiar nos va
dando algún indicador de los mecanismos de proteccion con los que se cuenta.
Diferente es cuando un operador social realiza la denuncia porque la develacion se realiza en un
ámbito institucional, de salud o educativo, en donde muchas veces no se puede asegurar la
proteccion familiar del niño a fin de evitar la aparición de nuevos hechos abusivos.
Un tratamiento bien diferente guarda relación si el abuso sexual es intrafamiliar o extra familiar.
Este último permite la separación inmediata del “supuesto ofensor” promoviendo mecanismos
familiares más efectivos para su proteccion.
En aquellos casos de abuso intrafamiliar, que a los dichos de Eva Giberti seria; “incesto paterno
filial” cuenta con una complejidad mayor en donde se ponen de manifiesto lealtades, vínculos pre
existentes, modalidad de resolución del ámbito familiar, dependencias afectivas y económicas,
entre otros.
La condición de asistir a ANA implica incorporarse a un abordaje integral en donde se evalúa la
intervencion psicologica con la victima primaria como modalidad para evaluar y reparar el daño
ocasionado a partir de haber vivenciado situaciones intrusivas sobre el cuerpo y la psiquis en
donde se deberá revisar y reconstruir vínculos saludables compatibles con las funciones paternas.
El tratamiento psicológico nunca podrá ser obligatorio, aunque si se puede trabajar con la víctima,
especialmente a partir de la pubertad en adelante, sobre los beneficios y necesidad de revisar los
hechos vivenciados a fin de realizar un recorrido reparador que no afecte su vida futura de
relación.
Podremos encontrarnos que hay niño/as que no desean asistir a tratamiento por diversos
factores, el más frecuente se encuentra en los mitos existentes en relación a la asistencia con un
profesional psicólogo/a. Otros podrán contar con profesional tratante de confianza, que vuelven a
concurrir o con niños de muy corta edad en donde se evalúa la necesidad de orientación y
asistencia del grupo familiar primario a fin de orientar en relación a la situación vivida y el impacto
que esta género.
Cuando se habla de Abordaje integral, se pretende , entre otros, además el asesoramiento legal
del proceso a fin de adecuar las expectativas en relación a la causa, explicitar los derechos
existentes y las limitaciones en cuanto a la obtención de la prueba.
Indagar sobre lo que se espera del desarrollo de la misma también nos brinda algunos indicadores
familiares en relación al pronóstico del tratamiento. Están aquellos que pretenden se haga justicia
encarcelando y condenando al “supuesto ofensor” como condición prioritaria para la resolución
de la causa. Muchas veces esta situación responde más a un deseo que a un conocimiento
acabado de las posibles respuestas institucionales. De hecho siempre algún familiar manifiesta su
voluntad de lastimar y hasta eliminar al generador del daño .
Por otro lado están aquellos familiares, que colocándose en el lugar de victima secundaria,
pretenden con prioridad recomponer la salud psíquica de la víctima tendiendo a contribuir con los
recursos necesarios para que la misma se cumpla y dispuestos a realizar los cambios necesarios en
la dinámica familiar.
Ambas respuestas, explicitadas son entendibles en aquellas víctimas de un delito tan aberrante
como el abuso sexual infantil.
Sin embargo se promueve dinamizar los cambios y respuestas posibles en el ámbito familiar,
revisando situaciones potenciales de riesgo y promoviendo conductas de autocuidado que no
resulten paralizantes para el desarrollo social esperable en la vida de un infante.
Es una condición irrenunciable la interrupción abrupta con la persona denunciada a fin de evitar
una mayor confusión por parte de la víctima, entendiendo de esta manera la gravedad del hecho
denunciado y las implicancias que con lleva dicha denuncia.
La suspensión del vínculo se suele tornar compleja cuando el denunciado puede ser padre de
hermana/os de la víctima y pide visitas, cuando este representa el único sostén familiar de la
familia, sin embargo esta separación es condición para el proceso de reparación del grupo familiar,
especialmente la victima primaria.
El grupo familiar secundario, compuesto por abuelos, tíos y primos deberán tomar un
posicionamiento en donde quede claramente expuesto su posición en relación al hecho sucedido.
No deberán hablarle, ni pedirle explicaciones a la víctima sobre los hechos, solicitar perdón o
minimizar lo acontecido. Si dichas situaciones se presentan se deberá interrumpir la relación con
estos vínculos.
De esta manera la develacion del abuso sexual infantil en el seno familiar afecta a todo el grupo
familiar y puede colocar a los denunciantes en una situación de aislamiento y soledad, en donde se
reduce dramáticamente la vida social del grupo familiar. Esta nueva situación puede resultar difícil
de sostener y se observa que algunas familias tienden a tratar este delito como una disfunción
familiar más. Relatan que se conversó “este problema” en familia, se evitaron nuevos contactos en
soledad entre victima y “posible ofensor” y se solicitó a este último promesa de no volver a
cometer nuevos actos abusivos.
De esta manera podemos encontrar victimas que han sido violentados sexualmente en diferentes
etapas de su niñez y/o con distintos integrantes niños/as y adolescentes integrantes de la familia.
Una respuesta institucional insuficiente contribuye a fortalecer dicha resolución ya sea porque se
archiva la causa, porque no encuentran pruebas suficientes del abuso o porque se re vincula dicho
vinculo, sin tener en cuenta los derechos del niño y si el deseo del ofensor.
Luego de un primer momento en donde se explicita claramente el objetivo institucional, sus
alcances y limitaciones, se pasa a completar el Registro de información.
En el mismo constan Datos filia torios, domicilio, teléfono, instituciones intervinientes, Familiares
protectores y datos y vinculo del ofensor.
Luego de leer la denuncia correspondiente, a fin de evitar nuevos relatos que revivan el hecho, se
debe permitir el relato espontaneo de la situación vivida.
Este relato nos permite recoger información que no se encuentra en la denuncia, el relato
cronológico de los hechos, la carga emocional de dicho relato y el posicionamiento del familiar
denunciante.
También se puede indagar sobre la dinámica familiar, el ejercicio del poder dentro de la misma, la
formación brindada sobre educación sexual a sus hijos y los mecanismos de proteccion que
brindan a los infantes.
Cabe mencionar que solemos encontrarnos que la mayor parte de las entrevistadas, suelen ser
mujeres o pareja de padre(separados o no) que refieren haber manifestados a su hijos/as que
nadie las debe tocar, ni tocar la genitalidad de otro. Sin embargo dicha información, necesaria, no
resulta ser suficiente cuando el ofensor se encuentra en el círculo familiar y cuenta también con el
afecto y la preferencia en dicho vinculo.
El abuso sexual es complejo en su tratamiento porque cuenta con un proceso de atrapamiento y
confusión que no permite determinar claramente su victimización, especialmente un niño/a que
por su etapa vital se encuentra vulnerable ante la vida de relación. Particularmente cuando el
ofensor representa un vínculo significativo para la madre, como el padre o la pareja de la madre,
los niños/as suelen mantener la fidelidad de los afectos.
Determinar el tipo de abuso, desde un manoseo ocasional hasta el coito cronificado en el tiempo,
nos brinda herramientas necesarias para determinar el vínculo pre existente con los adultos
significativos del grupo familiar primario.
De esta manera muchas víctimas suelen develar a algún par o referente institucional en donde se
pueden sentir escuchados y tenidos en cuenta para frenar este delito, que los confunde y que
consideran no poder salir sin que se cumplan las amenazas que generalmente promueve el
ofensor.
La actitud que tome el receptor de la develacion actúa directamente en su resolución o su
invisibilizacion.
Podemos encontrar que hay adultos que:
A: Cree el relato de la víctima, a pesar del impacto emocional que genera, logra actuar en
consecuencia para impedir que el delito se perpetúe.
B: Descree en el relato de la víctima y se puede dar por conflicto de intereses sobre el supuesto
ofensor o por la presencia de una relación conflictiva.
C: Pretende confrontar los relatos (victima-victimario) en búsqueda de la verdad aunque no
corresponda en su rol familiar, ni institucional.
D: Ante el desconocimiento solicita asesoramiento profesional.
E: Realiza la denuncia policial correspondiente porque contempla que el abuso sexual es un delito.
F: Realiza acciones tendientes a la protección de la víctima buscando referentes familiares
confiables.
G: Se desborda y constituye el centro del problema. Muchos receptores de la develacion
responden emocionalmente obstaculizando el relato .
La información brindada por el denunciante permite una visión sesgada del impacto padecido por
la victima de ASI. La duración del ASI, el tipo de ASI , la relación con el “supuesto ofensor” y el
impacto familiar permite un acercamiento intimo a la problemática, aunque incompleta sin la
palabra del niño/a o adolescente. Sin embargo la evaluacion psicologica de la “victima” será el eje
de atención que permita identificar la vivencia subjetiva y los efectos traumáticos que padecen.
La elaboración del genograma familiar y el registro de la entrevista constituyen herramientas
técnicas que promueven la evaluacion y líneas de acción a seguir posterior a este primer contacto.
La evaluación preliminar se basara fundamentalmente en la clasificación y comparación de
factores de riesgo y de protección de la situación familiar.
Existen indicadores más preocupantes, como la sexualizacion temprana, presencia de enuresis o
encopresis, embarazo, ETS, entre otros, que relacionados con la inserción en familias negligentes
requiere de una intervencion inter institucional.
El abuso sexual infantil es una problemática compleja que requiere de una intervencion
interdisciplinaria e interinstitucional, en donde las partes intervinientes deberán compartir un
paradigma común, compatible con la Legislación vigente que promueve la Promoción y Proteccion
Integral de los Derechos del niño, tendiente a sostener el Intereses Superior del niño, a fin de
evitar intervenciones iatrogénicas.
La capacitación específica en el tema, el posicionamiento ideológico y la adhesión a las leyes de
proteccion son herramientas necesarias que permitirán intervenciones pertinentes a fin evitar el
daño que padecen los niños/as y adolescentes.
Una infancia cuidada por sus adultos, simplemente respetando las leyes vigentes, promueve una
adultez que reproduce cuidado y ternura en sí misma y en futuras generaciones.
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