CAPITULO FISIOLOGIA PULMONAR Dra. Sylvia Páez Moya Dr. Pedro V. Reyes Pérez Dr. Francisco O. Serrano Vásquez Dr. Iván Solarte Rodríguez Para abordar este capítulo es conveniente anotar algunos símbolos y abreviaturas usadas en fisiología pulmonar; recomendamos al lector, un repaso sobre las leyes de los gases. PRINCIPALES SIMBOLOS Y ABREVIATURAS Con algunas modificaciones, se utiliza la terminología recomendada por el Comité Conjunto del Colegio Americano de Médicos del Tórax y de la Sociedad Americana del Tórax. En algunos casos se utilizan las mismas iniciales, pero en el orden establecido en nuestro idioma; por ejemplo, CV para designar capacidad vital y no VC como en el idioma inglés. Se abrevia volumen corriente como VC y no como VT (tidal volume). Un punto sobre un símbolo indica un valor derivado en función de tiempo; una raya sobre el símbolo designa un valor medio. 1. Símbolos principales P V V· F f R D 20 Presión de un gas Volumen de un gas Volumen de gas por unidad de tiempo Concentración fraccional de un gas Frecuencia Cociente respiratorio Difusión 2 Dr. Jorge Restrepo Molina + Dr. Darío Maldonado Gómez Dr. Carlos Arturo Torres Duque 2. Símbolos y abreviaturas secundarias I Inspirado E Espirado A Alveolar a Arterial C Corriente D Espacio muerto B Barométrica L Pulmón an Anatómico r Respiratorio STPD Volumen de un gas corregido a temperatura y presión estandarizadas y en seco; es decir 0°C y 760 mmHg BTPS Volumen de un gas a temperatura corporal, presión ambiental y saturación de vapor de agua ATPS Volumen de un gas a temperatura y presión ambiental y saturación de vapor de agua ATPD Volumen de un gas a temperatura y presión ambiental en seco Ejemplos VC Volumen corriente VA Volumen alveolar · VA Ventilación alveolar PACO2 Presión parcial de CO2 en el aire alveolar · VE Volumen espirado FIO2 Fracción parcial de oxígeno en el aire inspirado fr Frecuencia respiratoria en solución Flujo 3. Símbolos referentes a la sangre Q Volumen de sangre · Q Volumen de sangre por unidad de tiempo. Flujo sanguíneo C Concentración o contenido S Saturación a Arterial c Capilar c’ Capilar pulmonar final v Venoso vVenoso mixto Líquidos Volúmenes y capacidades Presión Flujo Presión parcial de oxígeno en sangre arterial SaO2 Saturación de oxígeno de la hemoglobina en sangre arterial PvO2 Presión parcial de oxígeno en sangre venosa P(A-a)O2 Diferencia de presión alvéolo arterial de oxígeno Qc Flujo sanguíneo que por minuto atraviesa los capilares pulmonares C(a-v)O2 Diferencia arterio-venosa del contenido de oxígeno PaO2 La función principal del pulmón es el intercambio gaseoso, o sea, eliminar el CO2 producto final del metabolismo celular e incorporar el O2 del medio ambiente a la sangre, para ser transportado a las mitocondrias de las células, sitio en donde se verifican las reacciones de óxido-reducción. En el cumplimiento de esta misión pueden distinguirse tres actividades que, a pesar de ser diferentes, funcionan simultánea e integradamente; ellas son: - 4. Medidas de ventilación VI VCO2 VO2 · VA · VD · VDan · VDA 5. cm3, cc, m3 mmHg, opcional: cmH2O cm3/s o ml/s o cm3/min o ml/min L/min o m3/s o m3/min INTRODUCCION Ejemplos: · VE mmHg, cmH2O o kPa L/s o ml/s o L/min o ml/min Volumen espirado por minuto (BTPS) Volumen inspirado por minuto (BTPS) Producción de CO 2 por minuto (STPD) Consumo de O2 por minuto (STPD) Ventilación alveolar por minuto (BTPS) Ventilación del espacio muerto fisiológico por minuto (BTPS) Ventilación del espacio muerto anatómico por minuto (BTPS) Ventilación del espacio muerto alveolar por minuto (BTPS) Unidades de medida Gases Volúmenes y capacidades Presión Presión parcial L, ml cmH2O o mmHg - - La ventilación, encargada de llevar el O2 del medio ambiente a los alvéolos, a través de las vías aéreas y eliminar el CO2 de los alvéolos al medio ambiente. La difusión, encargada del intercambio y equilibrio gaseoso a nivel de la membrana alvéolocapilar, siempre del sitio de mayor presión al de menor presión. La circulación, encargada del transporte del O2 de los capilares alveolares a la células y del CO2 en sentido contrario. VENTILACION La ventilación puede ser definida como la acción por la cual el aire es llevado desde el exterior hasta el interior de los pulmones, específicamente hasta los alvéolos, y posteriormente desde éstos, nuevamente hasta el exterior. La entrada y salida de aire al pulmón sucede como consecuencia de la integridad de ciertas acciones: una orden (control ventilatorio), encabezada en gran parte por el sistema nervioso central, y transmitida a los músculos respiratorios; una acción muscular que produce aumento de capacidad de la cavidad torácica (inspiración) y, poste- 21 riormente, un retorno de dicha capacidad al punto de partida (espiración). Durante este ciclo de inspiración y espiración, el tórax y los pulmones cambian de tamaño. En reposo el pulmón contiene una cantidad de aire determinada. Dicho punto de reposo está determinado porque la fuerza de retroceso elástico que tiende a contraer el pulmón (desocuparlo) es contrarrestada por una fuerza de igual magnitud que tiende a distenderlo (llenarlo) y que depende de la pared torácica. Al entrar en acción los músculos respiratorios, el volumen de aire contenido en el pulmón cambia. Es necesario definir estas cantidades de aire, en reposo y como consecuencia de la actividad muscular, en términos de algunos puntos de referencia como son la respiración normal, la espiración máxima y la inspiración máxima. Por convención internacional, se ha decidido describir estas diferentes posiciones que ocupan el tórax y los pulmones, en términos de volúmenes y capacidades. Los volúmenes son medidas absolutas o primarias (no compuestas) y las capacidades son la suma de dos o más volúmenes (Figura 2-1). - - - - Volúmenes y capacidades pulmonares - Volumen residual (VR): Aire contenido en los pulmones después de una espiración máxima. Volumen de reserva espiratoria (VRE): Cantidad de aire total que se puede expulsar partiendo de una espiración normal. - Volumen corriente (VC): Aire que se moviliza en cada respiración normal. Volumen de reserva inspiratoria (VRI): Cantidad total de aire que se puede inhalar partiendo de una inspiración normal. Capacidad inspiratoria (CI): Cantidad de aire que se inhala partiendo de una espiración normal. Es la suma del volumen corriente (VC) y del volumen de reserva inspiratoria (VRI). Capacidad espiratoria (CE): Cantidad de aire que se puede exhalar partiendo de una inspiración normal. Es la suma del volumen corriente (VC) y del volumen de reserva espiratoria (VRE). Capacidad vital (CV): Es la máxima cantidad de aire que se puede exhalar partiendo de una inspiración máxima, o también, la máxima cantidad de aire que se puede inspirar después de una espiración máxima, aunque en este caso prefiere denominarse inspiratoria. Es la suma del volumen corriente (VC) y de los volúmenes de reserva inspiratoria y espiratoria (VRI y VRE). Capacidad vital inspiratoria (CVI): Es la máxima cantidad de aire que se puede inhalar partiendo de una espiración máxima. Capacidad funcional residual (CFR): Cantidad de aire contenido en los pulmones después de una espiración normal. Es la cantidad de aire contenida en el pulmón en el punto de reposo del sistema respiratorio que, como se definió, está determinado porque la fuerza de retroceso elástico que tiende a contraer el CI CV Volumen de reserva inspiratoria (VRI) Volumen corriente (VC) Volumen de reserva espiratoria (VRE) Volumen residual (VR) CFR VR Figura 2-1. CI: capacidad inspiratoria; CFR: capacidad funcional residual; CV: capacidad vital; VR: volumen residual; CPT: capacidad pulmonar total. 22 CPT - pulmón (desocuparlo) es contrarrestada por una fuerza de igual magnitud que tiende a distenderlo (llenarlo) y que depende de la pared torácica. Es la suma del volumen de reserva espiratoria (VRE) y del volumen residual (VR). La capacidad funcional residual CFR se utiliza con frecuencia como volumen de referencia, precisamente por corresponder al momento en que las fuerzas elásticas del aparato respiratorio se encuentran en reposo. Capacidad pulmonar total (CPT): Cantidad total de aire que contienen los pulmones después de una inspiración máxima; corresponde a la suma de todos los volúmenes pulmonares (Figura 2-1). Espacio muerto y ventilación alveolar (PvO2), lo que permite la difusión del O2 del alvéolo a los glóbulos rojos a través de la membrana alvéolo-capilar. El recorrido del CO2 se hace en sentido contrario, gracias a que la PvCO2 es mayor que la PACO2. La PO2 se deduce según la ley de Dalton o de las presiones parciales, la cual establece que la presión de un gas en una mezcla gaseosa es proporcional a su concentración y que la suma de las presiones parciales de los gases constituyentes de la mezcla es igual a la presión total de dicha mezcla gaseosa. A nivel del mar hay una PB de 760 mmHg, con una concentración de O2 del 21%, lo que nos daría una presión parcial para el O2 en el aire ambiente de: PO2 = 760 x 21/100 = 160 mmHg Al ser inspirado, el aire en su recorrido hacia el alvéolo es saturado con vapor de agua a 37 grados centígrados (PH2O = 47 mmHg), lo que hace que la PIO2 al final de la tráquea descienda a 150 mmHg. La contracción muscular expande la reja torácica y dilata el pulmón; cuando los pulmones se distienden, la presión alveolar desciende por debajo de la atmosférica, lo que permite que entren aproximadamente 500 ml de aire a las vías aéreas; este es el denominado volumen corriente. De estos 500 ml, cerca de 150 ml permanecen en las vías de conducción, aquella porción de las vías aéreas que no contiene alvéolos ni circulación capilar y por ende, no participa en el intercambio gaseoso y el cual se denomina espacio muerto anatómico. Los restantes 350 ml van al espacio alveolar y constituyen el volumen alveolar (VA) para el intercambio gaseoso. El término ventilación involucra la variable tiempo. Comúnmente se emplea el minuto como unidad de medida. Al multiplicar el volumen del espacio muerto y el volumen alveolar por la frecuencia respiratoria en 1 minuto se obtiene la ventilación del espacio muerto y la ventilación alveolar. donde F es un pequeño factor de corrección (F = PACO2 x FIO2 x (1 - R) / R). Composición del aire alveolar: El aire inspirado circula a gran velocidad hasta los bronquiolos terminales, pero más allá, la superficie transversa de las vías aéreas aumenta a tal extremo, que la velocidad del gas se reduce notablemente, y la ventilación se efectúa por el mecanismo de difusión gaseosa de las moléculas, la cual es tan acelerada, y las distancias tan cortas que toda diferencia de concentraciones gaseosas dentro de la unidad respiratoria terminal desaparece en un segundo. En la zona alveolar la presión del oxígeno (PAO2) es mayor que en la sangre venosa - es de 40 Como la PAO2 es de 100 mmHg y la PvO 2 mmHg, el O2 difunde, a través de la membrana alvéolo-capilar, desde el alvéolo hacia la sangre, siempre en el sentido de mayor a menor presión. Por otro lado, la PvCO que llega al capilar alveolar 2 es de 45 mmHg y la PACO2 es de 40 mmHg, lo que permite su difusión a través de la membrana alvéolo-capilar hacia el alvéolo y su eliminación hacia el medio ambiente mediante la ventilación. En consecuencia, a nivel del mar, la sangre arterial tiene unas presiones de O2 y de CO2 cercanas a 100 y 40 mmHg respectivamente. PIO2 = (760 - 47) x 21/100 = 150 mmHg A nivel alveolar, el intercambio gaseoso origina un paso constante de CO2 de la sangre al alvéolo y de O2 desde éste hacia el capilar, explicando el hecho de que la PAO2 sea menor que la PO2 a nivel de la tráquea. Esta reducción de la PAO2 es inversamente proporcional al aumento de la PACO2, según lo expresa la ecuación del gas alveolar: PAO2 = PIO2 - PACO2 /R + F = 100 mmHg aprox. 23 Durante la espiración, los primeros 150 ml corresponden al gas del espacio muerto anatómico y los 350 ml restantes provienen del gas alveolar. La concentración del O2 en el aire espirado es aproximadamente de un 17%, en contraposición a la del inspirado que es de 21%, lo que nos da una diferencia cercana al 4% que corresponde al con· sumo de O2 (VO2). Ese 4% es, entonces, la cantidad de oxígeno que se “queda” en el organismo para su uso. Aplicando este hecho, es fácil deducir que por cada 1.000 ml de aire inspirado pasan a la circulación 40 ml de O2. En el caso del CO2, la concentración inspirada para fines prácticos es 0% y la espirada 4%, que corresponde al CO2 · producido (VCO2), lo que equivale a decir que por cada litro de aire espirado se eliminan 40 ml de CO2. Cociente respiratorio: La relación entre el volumen del CO2 eliminado en un minuto y el volumen · · de O2 consumido por minuto (VCO2/VO2) se conoce como cociente respiratorio (R); en el ejemplo anterior R es igual a 1, pero generalmente el · consumo de O2 (VO2), supera la producción del · ), y el R es igual a 0.8 en dióxido de carbono (VCO 2 reposo y en condiciones normales · · R = VCO / VO = 200 ml / 250 ml = 0.8 2 2 Ventilación alveolar: Las PAO2 y PACO2 normales significan un adecuado intercambio gaseoso, lo que a su vez nos indica una adecuada ventila· representa la cantidad ción alveolar (VA). La VA de aire disponible para el intercambio gaseoso a nivel de la membrana alvéolo-capilar cada minuto. Hemos dicho que a un volumen corriente (VC) de 500 ml le corresponden 150 ml de espacio muerto · anatómico (Vdan) y 350 ml de volumen alveolar · (VA). VC = VA + VDan. Si multiplicamos el VC por la frecuencia respiratoria por minuto (16 en promedio en el adulto) tendríamos el volumen en un minuto o ventilación minuto (VE); y si le restamos la ventilación del espacio muerto anatómico obtenemos la ventilación alveolar (VA): VE = VC x fr 500 ml x 16 = 8.000 ml · VA = (VC - VDan) x fr (500 - 150 ml) x 16 = 5.600 ml 24 · · depende, pues, del VC, de la fr y del VDan. La VA El VC se obtiene fácilmente en un laboratorio de función pulmonar al medir el volumen espirado · durante un minuto (VE) y la frecuencia respiratoria: · VC = VE / fr 8.000 ml / 16 = 500 ml. Espacio muerto alveolar: Corresponde a aquella porción del gas inspirado que llega a los espacios alveolares pero que no participa en el intercambio de gases. La causa de esto es la inadecuada perfusión de esos espacios alveolares que sí están siendo ventilados. En sujetos sanos el espacio muerto alveolar es cercano a 0, pero toma gran importancia en algunos estados patológicos. Espacio muerto fisiológico: (VD). Corresponde a la parte del volumen corriente que no participa en el intercambio gaseoso, o sea, que es"funcionalmente" inefectiva. Resultaría de la suma del espacio muerto anatómico y el espacio muerto alveolar. Como acabamos de decir, en individuos sanos el espacio muerto alveolar es cercano a cero y, por lo tanto, el espacio muerto fisiológico es prácticamente igual al anatómico. No obstante, en algunas situaciones fisiológicas y en muchas de las patológicas, el espacio muerto alveolar aumenta y, por ende, el espacio muerto fisiológico. Puesto que el CO2 inspirado es prácticamente 0, se puede asumir que todo el CO2 espirado es proveniente de la eliminación por la zona alveolar útil; y, dado que conocemos el volumen corriente, es posible inferir, a partir de la diferencia entre la PaCO2 y la PECO2, el volumen de la zona no funcionante para el intercambio (espacio muerto fisiológico). Esta es la base de la ecuación de Böhr. Ecuación de Böhr: VD = VC x (PaCO2 - PECO2) PaCO2 Relación entre ventilación alveolar y PACO2: La PACO2 es determinada por el balance entre la producción de CO2 y la ventilación alveolar. Recordemos que la PACO2 es equivalente a la PaCO2. · · La relación entre el VCO , la VA y la PaCO2 se 2 entienden en la siguiente fórmula: · · VA = VCO2 / PaCO2 x K K = 0.863 (factor de conversión de STPD a BTPS). 150 Inspiración Espiración Presión alveolar Presión alveolar PACO2 (mmHg) 125 100 75 50 25 0 5 10 15 20 25 Ventilación alveolar (L/min) 30 Presión dentro del tórax inferior a la atmosférica (-20 cmH2O) Presión dentro del tórax superior a la atmosférica (+20 cmH2O) Figura 2-2. Relación PACO2/VA a VCO2 constante. Figura 2-3. Cambios de presión inspiración - espiración. La ecuación indica que a una constante producción de CO2, la PaCO2 varía inversamente con la ventilación alveolar (Figura 2-2). Es así como la PaCO2 es uno de los mejores indicadores de la ventilación alveolar. debe enfrentar la resistencia que le ofrecen las vías aéreas y el mismo tejido pulmonar. En resumen, la ventilación depende de la interacción de los siguientes factores mecánicos: - FACTORES MECANICOS DE LA VENTILACION Cuando se establece una diferencia de presiones entre los extremos de un conducto permeable, el contenido se dirige del extremo con mayor presión hacia el de menor presión. En el caso del sistema respiratorio, por acción de los músculos inspiratorios, el volumen del tórax aumenta creándose una presión intraalveolar inferior a la atmosférica (llamada inadecuadamente"negativa"), haciendo que el aire se dirija hacia los alvéolos; al cesar la acción de los músculos inspiratorios los tejidos pulmonares y del tórax regresan a su posición inicial, haciendo que la presión alveolar sea superior a la atmosférica y, por lo tanto, que el aire se dirija de los alvéolos hacia el medio ambiente (Figura 2-3). Para que los movimientos de la pared torácica provocados por la acción muscular se transmitan al pulmón y secundariamente generen la entrada y salida del aire, se requiere de un aparato mecánico con propiedades elásticas que integre dichos componentes del sistema: pared torácica y pulmón. En este aparato los movimientos del pulmón pueden considerarse totalmente pasivos. Adicionalmente a la contracción muscular y a las fuerzas elásticas del sistema, el movimiento del aire (flujo) - Contracción de los músculos de la respiración. Elasticidad de los tejidos del tórax y de los pulmones. Presiones resultantes de la actividad muscular, la elasticidad y la resistencia. Resistencia al flujo del aire a través de las vías aéreas y fricción de los tejidos del tórax y de los pulmones durante los movimientos respiratorios. Revisaremos seguidamente cada uno de estos factores. Músculos de la respiración La contracción de los músculos respiratorios es la fuerza responsable de los movimientos inspiratorios y espiratorios. 1. Músculos de la inspiración normal: El diafragma, los intercostales externos, los escalenos y los supracostales son los músculos que intervienen en la respiración normal. Diafragma: Es el músculo más importante de la inspiración. Colocado en forma de cúpula entre el tórax y el abdomen; recibe su inervación de la tercera a la quinta raíces cervicales a través del nervio frénico. La posición del diafragma en forma de cúpula tiene gran importancia fisiológica, pues al con- 25 traerse no sólo aumenta hasta en 10 cm el diámetro vertical del tórax, sino que apoyado sobre las vísceras abdominales eleva el borde externo de las costillas inferiores, con un movimiento parecido al de la manija de un balde, con lo cual también aumenta el diámetro transverso del tórax (Figura 2-4). En el enfisema y otras enfermedades que ocasionan sobredistensión pulmonar, el diafragma pierde su forma, aplanándose (inclusive invirtiéndose), con lo cual su contracción en lugar de elevar las costillas inferiores las tracciona, produciendo un movimiento opuesto a la inspiración. La contracción del diafragma moviliza un 75% del aire inspirado y su parálisis bilateral compromete en forma importante la capacidad ventilatoria del individuo. La parálisis de un hemidiafragma, que puede disminuir un 10 a 20% la capacidad ventilatoria, no tiene mayor repercusión funcional en una persona normal, pero sí en pacientes con alteraciones pulmonares concomitantes. En estos casos de parálisis puede darse el movimiento paradójico por el cual el hemidiafragma paralizado se desplaza en sentido contrario al movimiento del hemidiafragma sano. Los movimientos del diafragma movilizan las vísceras y la pared del abdomen. Cuando este movimiento es impedido por heridas extensas, vendajes apretados, obesidad extrema, ascitis, etc., la excursión respiratoria se altera, disminuyendo por consiguiente la capacidad ventilatoria. Músculos intercostales externos: Están inervados por los nervios intercostales que se Diafragma Figura 2-4. Efecto de la concentración del diafragma. 26 originan en los segmentos dorsales primero a undécimo. Su contracción eleva el extremo anterior de cada costilla y lo desplaza hacia afuera, aumentando el diámetro anteroposterior del tórax. La contracción de estos músculos fija los espacios intercostales evitando que se retraigan durante la inspiración. Los músculos intercostales externos no contribuyen en más de un 20 a 30% del aire movilizado en la inspiración y pueden paralizarse sin causar grandes trastornos en la capacidad ventilatoria del individuo. Sin embargo, se han descrito casos de disnea severa atribuible a paresia de estos músculos por poliomielitis. 2. Músculos de la inspiración forzada: Además de los anteriores intervienen los esternocleidomastoideos, los pectorales mayores, los pectorales menores y los serratos mayores. Los músculos de la faringe, laringe, alas de la nariz, los buccinadores, intrínsecos de la lengua y el cutáneo del cuello, no afectan el tamaño del tórax, pero pueden facilitar la inspiración al aumentar el diámetro de las vías aéreas superiores, con lo que se disminuye la resistencia de las mismas al flujo del aire. Estos músculos intervienen en la inspiración cuando se requieren volúmenes mayores de 50 L/ min, como en casos de ejercicio muscular intenso o durante maniobras de ventilación voluntaria máxima. En casos extremos también participan los músculos del cuello, la espalda y los trapecios. La contracción máxima de los músculos inspiratorios puede disminuir la presión intratorácica 60 a 100 mmHg por debajo de la presión atmosférica. 3. Músculos de la espiración forzada: La espiración en condiciones normales no requiere actividad muscular y se produce por el retroceso elástico de los tejidos del pulmón y del tórax, que al distenderse durante la inspiración, almacenan la energía necesaria para imprimir movimiento al aire en la espiración. Con la tos o cuando se requiere de un nivel alto de ventilación o hay obstrucción de las vías aéreas, entran en juego los músculos espiratorios. Estos son: el mismo diafragma (diafragma crural), los intercostales internos, los serratos menores posteroinferiores y posterosuperiores, los rectos mayores, la aponeurosis abdominal y los oblicuos mayores. Músculos de la pared abdominal: Los serratos menores posteroinferiores y posterosuperiores, los rectos mayores, la aponeurosis abdominal y los oblicuos mayores son inervados por raíces provenientes de los seis últimos segmentos dorsales y del primer lumbar; su contracción deprime las últimas costillas, flexiona el tronco y aumenta la presión intraabdominal, desplazando el diafragma hacia arriba. Músculos intercostales internos: Inervados por los nervios intercostales, su contracción desplaza las costillas hacia abajo y adentro, fijando los espacios intercostales para evitar que protruyan durante la espiración. La contracción vigorosa de los músculos espiratorios, como en el caso de un esfuerzo tusivo intenso, puede producir presiones intratorácicas de 120 mmHg con aumento transitorio hasta los 300 mmHg. Propiedades elásticas del sistema respiratorio Como hemos anotado, el funcionamiento de la bomba respiratoria depende de una delicada integración de las propiedades elásticas de dos componentes: el pulmón y la pared torácica, los cuales tienen características elásticas muy diferentes, pero al estar adosados, gracias a la presión pleural negativa, se comportan como un conjunto cuya resultante es la suma algebraica de los componentes torácico y pulmonar. Elasticidad: es la propiedad que tienen los cuerpos de volver a su forma inicial después de haber sido deformados por una fuerza externa. Un cuerpo perfectamente elástico sigue la ley de Hooke, o sea que aumenta una unidad de longitud, cuando se le aplica una unidad de fuerza, dos unidades de longitud al aplicar dos unidades de fuerza y así sucesivamente, hasta llegar a su límite de elasticidad. La fuerza del retroceso elástico es la fuerza que se opone al estiramiento o distensión de los cuerpos elásticos, o sea la fuerza que lleva el cuerpo elástico estirado a su posición inicial cuando desaparecen las fuerzas que lo estiraron. El pulmón y el tórax se comportan como cuerpos elásticos, que aumentan su volumen por acción de la fuerza de contracción de los músculos inspiratorios y vuelven a su posición de reposo inicial cuando se relajan los músculos inspiratorios en la fase espiratoria, gracias a las fuerzas del retroceso elástico. La elasticidad aplicada al siste- ma respiratorio puede expresarse como distensibilidad que es la relación entre fuerza aplicada (presión) y cambio de volumen (1/cmH2O). Distensibilidad: (en inglés, compliance) es, entonces, el cambio de volumen por unidad de cambio de presión (DV/DP). La Figura 2-5 representa la curva de presión-volumen del sistema respiratorio (tórax solo, pulmón solo y la unión de ambos). Se relacionan cambios de volumen por cambios de unidad de presión medidos en la boca. Curva de presión-volumen: Representa gran parte de las propiedades mecánicas del sistema respiratorio y más concretamente de su comportamiento elástico. En dicha curva (Figura 2-5) queremos destacar tres posiciones, que explican la interacción pulmón-pared torácica y, por lo tanto, el funcionamiento del sistema en general: 1. Final de la inspiración profunda. En este punto el pulmón y el tórax están distendidos al máximo y sus fuerzas elásticas, que tienden a disminuir el volumen del sistema, tienen el mismo sentido y por lo tanto se suman. Esta posición corresponde a la capacidad pulmonar total (CPT). 2. Posición intermedia o de reposo. Corresponde al final de una espiración normal, en el cual las fuerzas elásticas que tienden a distender el tórax o colapsar al pulmón son iguales y de sentido contrario y por lo tanto se anulan. La cantidad de aire contenido en el pulmón en Volumen CPT c CPT a b Inspiración Punto de reposo Espiración CPR a b VR c VR -20 -10 0 10 20 Presión pulmonar (cmH2O) 30 a. Tórax b. Conjunto tórax-pulmones c. Pulmones Figura 2-5. Curvas presión-volumen. 27 este punto corresponde a la capacidad funcional residual (CFR). Volumen 3. Final de la espiración forzada. Posición en la cual los pulmones casi han llegado a su punto de deflación máxima y no ejercen por lo tanto ninguna presión, pero el tórax se ha comprimido y tiende a distenderse y aumentar el volumen del sistema. Corresponde esta posición al volumen residual (VR). Espiración Inspiración Histéresis: Es la diferencia del volumen pulmonar entre las curvas de inflación y deflación para una misma presión en la curva presión volumen. Siempre habrá un mayor volumen durante la espiración que durante la inspiración para una misma presión (Figura 2-6). Representa la resistencia que ofrece el pulmón a aceptar un cambio de volumen y una vez ya hecho el cambio, su oposición a volver a su volumen inicial. La histéresis es debida en parte a las fuerzas de tensión superficial. Tensión superficial: Hasta ahora hemos asumido que las fuerzas de retroceso elástico del pulmón se deben a la composición particular de sus tejidos. Von Neergard en 1929 demostró la importancia de las fuerzas de superficie, al encontrar que la presión necesaria para mantener distendido un pulmón lleno de líquido, era bastante inferior a la requerida para distender este mismo pulmón lleno de aire. Von Neergard atribuyó esta propiedad a la acción de las fuerzas de tensión superficial, las cuales resultan de la mayor atracción molecular de los líquidos con respecto al aire; están presentes en la interfase líquido-aire que se encuentra en los millones de sacos alveolares, por lo cual la curva de retroceso elástico que se obtiene en un pulmón lleno de líquido, mide solamente el componente elástico de los tejidos del pulmón, y la obtenida con este lleno de aire determina la suma de las fuerzas 28 VR Presión Figura 2-6. Fenómeno de histéresis. elásticas de los tejidos pulmonares y las de tensión superficial en los alvéolos (Figura 2-7). Muchos años después del descubrimiento de Von Neergard se encontró que la película de líquido que tapiza los alvéolos posee una lipoproteína compleja, denominada sustancia tensoactiva o surfactante. Esta tiene la propiedad particular de disminuir la tensión superficial a medida que el área de los alvéolos se reduce en la espiración, con lo cual evita que se colapsen durante ésta y se establece un equilibrio entre alvéolos de diferentes tamaños (Figura 2-8). Esta sustancia particular se produce en los neumocitos Líquido Volumen De la observación de estas curvas, llamadas curvas de presión-volumen del sistema respiratorio, podemos deducir que en su posición intermedia el conjunto de pulmones y tórax se comporta como un cuerpo elástico casi perfecto. En esta parte de la curva, un centímetro tomado sobre el eje horizontal permite determinar el volumen resultante sobre el eje vertical. Esta relación corresponde a la distensibilidad del sistema respiratorio que se acepta es de 200 ml/cmH2O. Aire Tensión superficial Presión Figura 2-7. Curvas de presión-volumen, pulmón lleno de líquido o de aire. Compresión Aumentada Normal Area Volumen CPT Distensión Disminuida VR Tensión superficial tipo II y tiene gran importancia fisiológica y clínica. Variaciones de la distensibilidad pulmonar Distensibilidad aumentada: Cuando variaciones pequeñas de la presión llevan a grandes cambios del volumen pulmonar, se dice que la distensibilidad está aumentada, situación observada en el enfisema pulmonar (Figura 2-9). Distensibilidad disminuida: Cuando son necesarios grandes cambios en la presión para obtener un cambio en el volumen pulmonar, se dice que la distensibilidad está disminuida y el pulmón se ha vuelto rígido (Figura 2-9). Este cambio, por ejemplo, se presenta en el síndrome de dificultad respiratoria aguda del adulto y en la fibrosis intersticial. Distensibilidad estática: La distensibilidad medida durante una excursión respiratoria tan lenta que la velocidad del aire se acerca a cero, se llama estática. En estas condiciones, la presión necesaria para desplazar determinado volumen se considera bastante representativa de la fuerza necesaria para vencer la resistencia elástica del pulmón (Figura 2-10). Distensibilidad dinámica: Por el contrario, si las mediciones se realizan en condiciones de flujo aéreo normal o aumentado, los cambios de presión necesarios para obtener modificaciones del volumen, son representativos de la suma de las Figura 2-9. Variaciones de la distensibilidad. fuerzas indispensables para vencer las fuerzas elásticas y la resistencia a la fricción que ofrecen las vías aéreas y el tejido pulmonar (Figura 2-10). La distensibilidad medida en estas condiciones se llama dinámica, término que por razones semánticas se considera discutible, por cuanto por definición las fuerzas elásticas sólo pueden medirse en condiciones estáticas. Distensibilidad específica: Es aquella en la cual la medida obtenida de distensibilidad estática se correlaciona con la CPT del sujeto. CPT Volumen Figura 2-8. Tensión superficial y área. Presión Estática Fricción Dinámica VR Presión Figura 2-10. Distensibilidad estática y dinámica. 29 Distensibilidad efectiva: La utilización cada vez más frecuente de los ventiladores mecánicos ha destacado la gran importancia que tiene el valorar las condiciones del pulmón asistido. Esto se puede hacer relacionando la presión que se genera en el sistema, generalmente medida en la vía inspiratoria y el volumen que se moviliza gracias a esta presión, medido con un respirómetro en la vía espiratoria. La relación entre el volumen desplazado y la presión producida en cmH 2O, denominada distensibilidad efectiva, se considera una buena medida de las características de distensibilidad del pulmón ventilado mecánicamente, siempre y cuando los tubos y conexiones no se encuentren obstruidos o la resistencia de las vías aéreas aumentada. Presiones responsables del flujo aéreo La interacción entre las fuerzas elásticas del sistema respiratorio, la tensión superficial y la actividad muscular resulta en la generación de una serie de presiones que son las responsables, en últimas, del movimiento de aire. Estas presiones son influidas sustancialmente por la fuerza de gravedad y la posición del pulmón de tal forma que existe una diferencia regional significativa de ventilación y de perfusión como veremos adelante. En condiciones fisiológicas la presión que genera las modificaciones de volumen pulmonar y la ventilación es la presión intrapleural. En posición de reposo (CFR) esta presión es subatmosférica o negativa, aunque este último término no esté bien utilizado, ya que en valores absolutos no es realmente negativa. Sin embargo, por conveniencia didáctica la llamaremos negativa. Esta negatividad resulta, fundamentalmente, de que el espacio pleural es cerrado y hermético y a través de él se ejercen dos fuerzas de sentido contrario: una con tendencia a distender (pared torácica) y otra con tendencia a colapsar (pulmón). Ahora bien, la presión intrapleural no tiene la misma magnitud en todas las zonas del pulmón, ni es igual, obviamente, a diferentes volúmenes. Esta es la razón de que la ventilación sea diferente en distintas zonas del pulmón al mismo volumen pulmonar como se explicará adelante bajo el título de distribución de la ventilación. La Figura 2-11 muestra las presiones más importantes presentes en el sistema respiratorio. Resistencia al flujo del aire El flujo aéreo se dirige de una región de mayor presión a una de menor presión. La velocidad con la que lo hace es función de la magnitud de la diferencia de presión y de la resistencia al flujo (Figura 2-12). Esta resistencia puede ser definida, entonces, como la fuerza de sentido contrario que se opone a un flujo. En el aparato respiratorio la resistencia está determinada por las vías aéreas y Presión apertura VA Pao Presión superficie corporal Pbs Presión pleural: Ppl Presión alveolar: Palv Presión transtorácica Prs(Palv–Pbs) Presión transpulmonar Pl(Palv–Ppl) Presión de la pared tórax Pw(Ppl–Pbs) Presión esofágica: Pes Presión transdiafragmática Pdi = Pga – Pes o Pab – Ppl Presión gástrica (abdominal): Pga Figura 2-11. Representación esquemática de las presiones en el sistema respiratorio. 30 Resistencia Flujo del aire (Litros/seg) R = ∆P . V ∆ Presión (cmH2O) (∆P) Figura 2-12. Concepto de resistencia de la vía aérea. por el mismo tejido pulmonar. Este último componente, la resistencia del parénquima pulmonar, está dado por la fricción de sus estructuras anatómicas. No nos detendremos, sin embargo, en este aspecto sino que nos referiremos más a profundidad acerca del componente determinado por las vías aéreas. Determinantes de la resistencia de las vías aéreas Las vías aéreas no son tubos simétricos e iguales, sino que por el contrario su luz es con frecuencia irregular, sus ramificaciones no siempre son simétricas y sus paredes no son rígidas sino elásticas y están sometidas, por tanto, a compresión o distensión, según varíe la presión intratorácica en el curso del ciclo respiratorio, o a consecuencia de diferentes procesos patológicos. A continuación revisaremos cuáles son los factores que determinan cambios en la resistencia al flujo del aire: 1. Tipos de flujo aéreo (Figura 2-13) Hay dos tipos de flujo aéreo a través de las vías respiratorias, laminar y turbulento. Cuando el flujo es laminar y las dimensiones del tubo se mantienen estables, la velocidad del flujo es directamente proporcional al gradiente de presión: (P = velocidad del flujo x K1 (donde K1 es la resistencia al flujo)). La viscosidad es la única propiedad del gas que es relevante en condiciones de flujo laminar. Este tipo de flujo se observa más frecuentemente en las vías aéreas pequeñas. Cuando Poiseuille cambió el radio y la longitud de los tubos, manteniendo el flujo laminar, encon- tró que la presión necesaria para producir determinado flujo variaba en forma directa con la longitud del tubo e inversamente con la cuarta potencia del radio, con lo cual estableció la gran importancia que tiene el radio de un conducto en la determinación de su resistencia al flujo. Se sabe desde entonces que si la longitud de un tubo se incrementa cuatro veces, la presión debe aumentar las mismas veces para mantener el flujo constante, pero si el radio se reduce a la mitad, la presión debe aumentar dieciséis veces para mantener dicho flujo. Estas relaciones constituyen la Ley de Poiseuille para el flujo laminar, que tiene la siguiente representación matemática: · AP = V x4 8 nl πr r: radio l: longitud n: coeficiente de viscosidad como: Resistencia = ∆P V· Resistencia = 8 nl4 πr Siendo 8n constante para cada fluido (K), π entonces: Resistencia = K l 4 πr Cuando el flujo se hace turbulento o con remolinos, como en la bifurcación de la tráquea o los grandes bronquios, la diferencia de presión necesaria para generar un flujo determinado es mucho mayor (debe ser proporcional al cuadrado del flujo) y es dependiente de la densidad e independiente de la viscosidad del gas. Para el sistema traqueobronquial tendríamos que la fuerza o presión necesaria para impartir velocidad al flujo del aire está dada por dos componentes: uno para el flujo laminar y otro para el flujo turbulento (Figura 2-13): · · ∆P = (V x K1) + (V2 x K2) El valor normal de la resistencia de las vías aéreas medido mediante pletismografía es de 0,5 a 1,5 cmH2O/L/s. Aunque el diámetro de las vías aéreas periféricas es pequeño, su gran número genera 31 . P = K1V Flujo laminar . . P = K1V + K2V2 Flujo tráqueo-bronquial (laminar y turbulento) . P = K2V2 Flujo turbulento Figura 2-13. Tipos de flujo aéreo. una enorme área y por ende una menor resistencia. La mayor resistencia al flujo aéreo, en condiciones fisiológicas, ocurre en las vías aéreas superiores (Figura 2-14). 2. Retroceso elástico y presión transmural Durante la espiración, la presión intraalveolar se incrementa por aumento de la presión intratorácica (que es la suma de las presiones que se producen por acción de los músculos espiratorios que origina el tórax al regresar a su posición de reposo, y el retroceso elástico del tejido pulmonar distendido durante la inspiración previa), permitiendo que el Resistencia VA (cmH2O/L/s) .08 aire fluya de los alvéolos hacia el exterior, gracias a que la presión en ellos es mayor que la atmosférica. Este aumento de presión intratorácica, además de comprimir los alvéolos y generar una presión alveolar supra atmosférica, comprime también las vías aéreas, especialmente las no cartilaginosas (distales a la generación 11) aumentando así su resistencia. La presión"positiva" o de "conducción" producida dentro de la vía aérea se va “gastando” a lo largo de ella, hasta llegar a un punto donde se iguala con la presión externa, punto llamado de presiones iguales, en el cual la presión alrededor de las vías aéreas es igual a la de su interior (Figura 2-15). En este punto, las pequeñas vías aéreas permanecen permeables gracias al retroceso elástico del pulmón o si ocurre en las vías aéreas más grandes, gracias al soporte cartilaginoso. Distal a este punto la presión transmural sobrepasa las fuerzas que mantienen las vías aéreas abiertas, resultando en el colapso de estas últimas. En condiciones normales, este punto de presiones iguales se sitúa en la tráquea a los grandes bronquios que están relativamente bien sostenidos por un esqueleto cartilaginoso que los defiende del colapso. En algunas enfermedades, el enfisema, por ejemplo, la reducción de las fuerzas de retroceso elástico y, por tanto, de la presión alveolar, determina que el "punto de presiones iguales" se sitúe en bronquios periféricos, con menos protección cartilaginosa y, en consecuencia, más susceptibles al colapso. Por esta razón, .06 .04 +5 +5 +5 +5 +5 +5 +5 Bronquio segmentario Bronquiolo terminal +5 +7 +2 .02 +2 +4 +5 Punto de presiones iguales +6 +5 +5 +5 +5 +5 +5 +2 +5 0 5 10 15 Generación de la vía aérea 20 Figura 2-14. Distribución de la resistencia de las vías aéreas. 32 +5 +5 Presión intratorácica + 5 Presión de retroceso elástico + 2 Presión alveolar (P. torácica + P. retroceso elástico) + 7 Presión transmural = presión torácica – presión endobronquial Figura 2-15. Retroceso elástico y presión transmural. el paciente enfisematoso para efectuar una espiración total debe evitar el aumento de la presión intratorácica y en lugar de intentar espiraciones rápidas y forzadas debe entrenarse para realizar espiración en forma lenta y con el menor esfuerzo posible. En algunas condiciones patológicas, los bronquios pierden su soporte cartilaginoso y quedan sometidos, como los bronquiolos, al juego de la presión transmural 3. Cambios dinámicos durante la inspiración y la espiración (volumen pulmonar) Durante la inspiración, la presión intratorácica se hace negativa, el volumen pulmonar aumenta progresivamente, reduciéndose la resistencia al flujo aéreo. En la espiración, la presión intratorácica se hace positiva, el volumen pulmonar disminuye, el calibre de las vías aéreas se reduce, aumentando la resistencia al flujo aéreo (Figura 2-16). Este aumento progresivo de la resistencia se debe a que a partir del punto de presiones iguales hacia adelante las vías aéreas sufren un proceso de compresión dinámica, dependiente del incremento de la presión intratorácica. Ya vimos cómo este proceso se acentúa en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y constituye un factor importante en la obstrucción espiratoria característica de la misma. 4. Regulación fisiológica de la resistencia de las vías aéreas Volumen pulmonar a. Regulación nerviosa: Las vías aéreas, de la tráquea a los conductos alveolares, contienen músculo liso sometido a impulsos parasimpáticos y simpáticos; los primeros, mediados por el vago, producen broncoconstricción y los segundos bron- Resistencia RVA Figura 2-16. Volumen pulmonar y resistencia de las vías aéreas. codilatación. La constricción de las vías aéreas puede desencadenarse en forma refleja por la inhalación de humo, polvos inertes y ciertos irritantes químicos que actúan sobre receptores subepiteliales, en los cuales se inicia también el reflejo de la tos. La hipoxemia o la hipercapnia arterial, el frío o émbolos alojados en ciertos sitios de la circulación pulmonar, también pueden desencadenar broncoconstricción. La histamina inhalada, inyectada en la arteria pulmonar o liberada localmente en el curso de una reacción antígeno-anticuerpo, también produce broncoconstricción. Estos efectos podrían ejercerse, en parte, a través de las vías de regulación nerviosa del tono bronquial. b. Regulación química: El O2, el CO2, la histamina y algunas drogas y sustancias químicas pueden actuar sobre el músculo liso bronquial en forma directa o por vía refleja. Las aminas simpaticomiméticas (orciprenalina, epinefrina, norepinefrina y similares) producen dilatación al estimular receptores simpáticos post-ganglionares, que a su vez inducen la formación de adenosín monofosfato cíclico (AMPc). La acetilcolina, lo mismo que diversas sustancias inhibidoras de las colinesterasas cuya acción permite la acumulación de acetilcolina, provocan broncoconstricción, posiblemente mediada por acumulación de guanosina monofosfato cíclico (GMPc); la atropina puede bloquear estos efectos. Las drogas del tipo del propranolol, al bloquear los receptores simpáticos beta, pueden desencadenar broncoconstricción. Distribución de la ventilación Para comprender este aspecto vale la pena recordar las presiones que interactúan en la producción del flujo aéreo y que se expresan en la Figura 2-11. La distribución de la ventilación depende de dos factores: la presión intrapleural y el cierre de la vía aérea. En el hombre la presión intrapleural (intratorácica) no es uniforme. Existe un gradiente de presión vertical, atribuido a la acción de la fuerza de gravedad sobre el parénquima pulmonar y las paredes del tórax y a la fuerza del retroceso elástico, teniendo en cuenta que esta última se ejerce con dirección al hilio pulmonar. Este conjunto de fuerzas determina que en un individuo en posición de pie, la presión intrapleural en la base del pulmón es 7.5 cmH2O mayor que en el vértice. Así, la presión pleural más negativa en 33 bases, por el contrario, permanecen cerradas hasta que se alcanza una presión crítica (presión de apertura, cuando la presión intrapleural local se hace menor que la atmosférica), en la cual comienzan a aumentar de volumen (Figura 2-18). 2. Volúmenes pulmonares medios: Cuando la inspiración se inicia a un volumen pulmonar medio, por ejemplo CFR, las bases se hallan en una porción más inclinada y favorable de la curva de presión-volumen que los vértices y en ellas se presenta, por tanto, un mayor aumento de volumen por unidad de cambio de presión del que se produce en los vértices, los cuales se encuentran en una porción ya más horizontal de la curva (Figura 2-19). 100 Presión pleural - 4 cmH2O Volumen (% capacidad pulmonar total) el vértice tiende a distender las vías aéreas y los alvéolos de esta zona y la menos negativa en la base a colapsar los localizados en tal región (Figura 2-17). Al estar los alvéolos apicales siempre parcialmente distendidos, se localizan cerca de la parte plana de la curva presión-volumen, encontrándose en menor capacidad de distenderse más (Figura 2-17); lo contrario sucede con los alvéolos de las bases que al estar colapsados, se sitúan en la porción inicial del ascenso de la curva presiónvolumen, haciendo que pequeños cambios de presión generen grandes cambios de volumen, permitiéndoles así un mayor volumen de ventilación. En conclusión, casi invariablemente, la ventilación se realiza en mayor proporción en las bases con respecto a los vértices. Es evidente que en posición de decúbito, el gradiente de presión no se ejerce del vértice hacia la base del pulmón, sino del punto situado en la posición más elevada hacia la más declive. 80 60 + 3.5 cm 1. Volúmenes pulmonares bajos: Cuando una inspiración se inicia a un volumen pulmonar bajo (VR), la presión intrapleural en las bases puede ser superior a la transmural en las vías aéreas, por lo cual se encuentran cerradas; por el contrario, en los vértices las vías aéreas están abiertas y en una porción favorable de la curva de presión-volumen facilitándose la producción de cambios de volumen con pequeños cambios de presión; al iniciar una inspiración desde VR el gas se dirige inicialmente hacia los vértices. Las vías aéreas de las 40 20 0 40 –10 0 10 20 30 Presión transpulmonar (cmH2O) Figura 2-18. Distribución de la ventilación a volúmenes bajos: volumen residual. Presión pleural -10 cmH2O 100 80 -2.5 cmH2O 60 40 30 cm 20 Apice = –10 cmH2O 7.5 cmH2O 0 40 –10 0 10 20 30 Presión transpulmonar (cmH2O) Volumen (% capacidad pulmonar total) Acción del volumen pulmonar sobre la distribución de la ventilación Base = –2.5 cmH2O Figura 2-17. Presión intrapleural. 34 Figura 2-19. Distribución de la ventilación a volúmenes pulmonares medios: capacidad funcional residual. 3. Volúmenes pulmonares altos: A volúmenes pulmonares elevados (inspiración casi completa), tanto las regiones basales como las apicales, tienen sus vías aéreas abiertas, por lo cual se producen muy pequeños aumentos de volumen por cambio de presión, como lo indica su posición en el segmento francamente horizontal de la curva (Figura 2-20), pero siempre de mayor magnitud en las bases. Asincronía ventilatoria: Un aspecto importante del funcionamiento pulmonar normal, es que todos los alvéolos se llenan y se vacian sincrónicamente a frecuencias respiratorias fisiológicas. La velocidad por la cual un grupo de alvéolos cambian su volumen en respuesta a un cambio de presión, está determinada por una constante de tiempo, la cual es el producto de la resistencia de las vías que conducen al alvéolo y de la distensibilidad de éste. Si la constante tiempo es corta (resistencia baja o distensibilidad alta), el alvéolo responde rápidamente a un cambio de presión; si es prolongada, el alvéolo responde lentamente. Si las constantes de tiempo de todos los alvéolos fueran iguales, éstos se abrirían y cerrarían con simultaneidad completa. Esto probablemente no es cierto, pero el sincronismo se cumple en el pulmón normal, porque las constantes de tiempo no son lo suficientemente desiguales para causar asincronismo. Presión pulmonar -40 cmH2O Los alvéolos distales a una vía pequeña parcialmente obstruida, se vaciarán y llenarán más lentamente que los alvéolos con vías aéreas permeables. Esta obstrucción puede no ser lo suficientemente grande para causar alteraciones en una espirometría o en los volúmenes pulmonares, pero puede producir anomalías en la regulación del V/Q y resultar en un aumento del gradiente alveolar arterial de O2. Si esto no sucede a frecuencias respiratorias lentas, sí puede presentarse cuando la frecuencia respiratoria aumenta. Ahora bien, cuando hay obstrucción de la vía aérea terminal, la presión en los alvéolos distales aumenta ocasionando un flujo de gas a través de canales colaterales: los poros de Köhn. Este es un mecanismo homeostático, pero insuficiente, porque la distribución de la ventilación y el intercambio gaseoso son anormales cuando porciones del pulmón son ventiladas por este sistema. Trabajo respiratorio Para vencer las resistencias ofrecidas por el pulmón, la pared del tórax y el abdomen, los músculos respiratorios deben realizar un trabajo mecánico, durante el cual consumen una cantidad de O2 proporcional a la magnitud del trabajo realizado. En la práctica la medición del trabajo respiratorio se hace construyendo una curva de presiónvolumen. El área del trapezoide OACD equivale al trabajo para vencer las resistencias elásticas. El área del asa ABCE corresponde al trabajo realizado para vencer las resistencias viscosas (fricción) (Figura 2-21). 100 1 80 D Volumen C 60 Espiración -32.5 cmH2O 40 0.5 E B 20 Inspiración 0 -10 0 10 20 30 40 Presión transpulmonar (cmH2O) 0 Figura 2-20. Distribución de la ventilación a volúmenes pulmonares altos. Capacidad pulmonar total. A -5 Presión intrapleural (cmH2O) -10 Figura 2-21. Trabajo respiratorio. 35 Control de la ventilación En este complejo proceso intervienen los centros respiratorios, las conexiones nerviosas y los quimiorreceptores centrales y periféricos. Los centros respiratorios están localizados en el bulbo y la protuberancia; en el llamado centro bulbar se han separado células inspiratorias y espiratorias que coordinan la ritmicidad de la respiración al hacer conexión con las motoneuronas que gobiernan los músculos inspiratorios y espiratorios. Existen otros centros en la protuberancia: el apnéusico y el neumotáxico; el primero tiende a prolongar la actividad inspiratoria del centro bulbar; la función del segundo es inhibir esta acción y con el mismo fin, actuar directamente sobre la porción espiratoria del centro bulbar. Para que la respiración sea rítmica y regular debe existir un mecanismo que coordine e integre estos centros entre sí y con los impulsos provenientes de la corteza cerebral, hipotálamo, quimiorreceptores y otros. El estímulo más importante de la ventilación, lo constituye la PaCO2. Si por aumento de la inhalación de CO2 se incrementa la PaCO2 en 1 mmHg, manteniendo constante la PaO2, se aumentará la ventilación en 2 a 3 litros por minuto. Si a la hipercapnia se suma la hipoxemia, el efecto es mayor. Esta acción del CO2 se ejerce a nivel de los quimiorreceptores, los cuales son órganos que responden a cambios en la composición química de la sangre o del líquido cefalorraquídeo que los rodea. Existen dos tipos centrales y periféricos. Quimiorreceptores centrales: Están localizados en la superficie ventral del bulbo a la salida de los pares IX y X, se encuentran bañados por el LCR y responden básicamente a la concentración de iones H+; el LCR está separado de la sangre por la barrera hemato-encefálica, la cual es relativamente impermeable a los iones H+ y HCO3- , pero el CO2 sí difunde con suma rapidez, de tal manera que cuando aumenta la PaCO2, el CO2 pasa de los vasos al LCR liberando iones H+, de acuerdo con la siguiente reacción: CO2 + H2O H2CO3 H+ + HCO3- El LCR no tiene la proteína amortiguadora que sí posee la sangre, la hemoglobina, y por ello el pH del LCR cambia con intensidad mayor que el pH sanguíneo; pero si esta situación se prolonga, el pH del LCR recupera su valor normal, merced a un 36 aumento del bicarbonato, posiblemente por un mecanismo de transporte activo. La respuesta del quimiorreceptor y del centro respiratorio al aumento de la PaCO2 se altera por drogas como la morfina, barbitúricos, enfermedades del sistema nervioso central y en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La combinación de estos factores es particularmente grave, ya que ocasiona hipoventilación alveolar. Quimiorreceptores periféricos: Carotídeos y aórticos, responden al incremento de la PaCO2 estimulando, igualmente, la respiración, aunque de una manera menos intensa que la desencadenada a nivel central. La hipoxemia estimula de manera refleja la respiración, a través de su acción sobre los quimiorreceptores periféricos, no sobre los centrales; en condiciones normales se puede reducir apreciablemente la PaO2 sin provocar una respuesta ventilatoria, pero ésta aparece cuando es inferior a los 60 mmHg. Esta acción aumenta si simultáneamente se incrementa la PaCO2 y por ello, en algunas personas con enfermedad pulmonar crónica, el estímulo hipoxémico es importante. Supóngase un paciente con EPOC y retención crónica de CO2; merced a los mecanismos renales compensatorios su pH sanguíneo y del LCR están normales y por ende no hay estímulos a la respiración proveniente del CO2. Su respiración está mantenida por el estímulo hipoxémico sobre los quimiorreceptores periféricos. Si se aplica O2 en concentraciones que bloqueen este estímulo, se deprime su respiración y puede entrar en falla respiratoria aguda. Se ha visto que el cambio en el pH del LCR estimula la respiración por acción central. Los cambios en el pH sanguíneo también lo hacen, por acción sobre los quimiorreceptores periféricos y centrales. Esta acción es directa y no relacionada a cambios en la PCO2. Se ha demostrado que una disminución de 0.1 del valor pH, estimula la ventilación alveolar. DIFUSION Es el proceso físico por el cual las moléculas de un gas se mueven de una parte de mayor presión a otra de presión inferior. La difusión del O2 y del CO2 a través de la membrana alvéolo-capilar está regulada por la · V gas α A T D x (P1 - P2) A: Area T: Grosor membrana D: Difusibilidad A nivel pulmonar la situación es ideal, pues la superficie es cercana a los 150 m2, el grosor de la membrana de 0.5 µ y la diferencia de presiones para el O2 es de 60 mmHg y de 5 mmHg para el CO2. La velocidad del movimiento gaseoso (difusibilidad) depende de la estructura de la membrana y del gas; para un tejido dado, la difusibilidad es proporcional a la solubilidad del gas en el tejido e inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su peso molecular. DC = Solubilidad Peso molecular La solubilidad del CO2 es 24 veces mayor que la del O2 a pesar de que su peso molecular no difiere notablemente, siendo de 44 para el CO2 y de 32 para el O2. Velocidad difusión CO2 0.545/ 44 = = 20.3 Velocidad difusión O2 0.023 / 32 Coeficiente de solubilidad del CO2 en agua a 38°C: 0.545 Coeficiente de solubilidad del O2 en agua a 38°C: 0.023 El resultado final es que la velocidad de difusión del CO2 es 20 veces mayor que la del O2, perdiendo importancia la poca diferencia de presiones Alveolar 100 Normal 75 PO2 mmHg Ley de Fick, la cual establece que el volumen de gas que se mueve por unidad de tiempo a través de una membrana de tejido, es directamente proporcional a la superficie de esta membrana, a la diferencia de presión entre un lado y otro, a la difusibilidad del gas e inversamente proporcional al espesor de la membrana. Anormal 50 Marcadamente anormal 25 Ejercicio 0 25 50 75 Figura 2-22. Difusión de O2 en los capilares. para este gas: 45 mmHg en la sangre venosa contra 40 mmHg a nivel alveolar. Una vez difundido el O2, éste debe ser tomado por el capilar, lo cual puede representarse en un diagrama (Figura 2-22). La sangre venosa mixta con PvO2 de 40 mmHg entra al capilar y encuentra que al otro lado de la membrana (lado alveolar) el O2 tiene una presión de 100 mmHg (a nivel del mar). La difusión es tan rápida que en menos de la tercera parte del tiempo asignado, 0.25 s, se produce un notable aumento de la PaO2 equilibrándose con la PAO2. Cuando se efectúa ejercicio, a pesar de que el tiempo de tránsito disminuye por la taquicardia, la sangre se oxigena completamente en una persona normal, no así en individuos con limitaciones en la difusión por alguna causa (en el diagrama, este caso está representado por la línea "anormal"). Capacidad de difusión (DL) Se expresa como el volumen de gas transferido del alvéolo al capilar por unidad de gradiente de presión y por minuto (ml/min/mmHg); si la DL se relaciona a la ventilación alveolar, se obtiene el factor de transferencia. Para el oxígeno la ecuación es: VDLO2= · VO2 (PA-Pc) PA: Presión alveolar Pc : Presión capilar media 37 Dado que la superficie y el grosor de la membrana alvéolo-capilar permanecen constantes durante el cálculo de la difusión en el laboratorio pulmonar, estos dos factores pueden omitirse en la Ley de Fick. En la práctica, para evaluar la difusión se utiliza el monóxido de carbono (CO), que llena los requerimientos exigidos a un gas para dicha medición, especialmente por su gran afinidad por la Hb, lo cual hace que la PcCO permanezca muy cercana a cero; de esta forma este valor también puede omitirse, simplificándose la fórmula: · DLCO = VCO PACO Varios métodos son utilizados para medir la difusión, los cuales se basan en el conocimiento de las concentraciones inicial y final del CO respirado en una unidad de tiempo. El valor normal de la difusión es de 25 ml/min/mmHg (ver capítulo 4, métodos diagnósticos). En términos generales, la DLCO disminuye en dos categorías de enfermedades pulmonares. La primera obedece a una alteración de la membrana alvéolo-capilar caracterizada microscóspicamente por engrosamiento y que dio origen al término de bloqueo alvéolo-capilar, como por ejemplo la fibrosis intersticial, la asbestosis, la beriliosis, la sarcoidosis y otras. La segunda obedece a disminución del área alveolar, por ejemplo, en el enfisema y en la enfermedad vascular pulmonar oclusiva. Se ha estimado que la capacidad de difusión debe caer a cifras inferiores al 20% de lo normal, para que exista repercusión sobre la oxigenación arterial. Transferencia del CO2 La presión parcial del CO2 que llega al capilar pulmonar es de 45 mmHg y en el alvéolo es de 40 mmHg a nivel del mar (36 y 32 a la altura de Bogotá). La diferencia es poca, pero como la difusibilidad del CO2 es alta, la transferencia se efectúa como en el caso del oxígeno en una tercera parte del tiempo de tránsito capilar. Es muy raro ver retención de CO2 por limitaciones en la difusión, pero sí puede suceder si el tiempo de circulación se reduce en más de 75%. CIRCULACION Una vez efectuada la difusión e incorporado el O2 a la hemoglobina, el lecho capilar pulmonar debe 38 transportarlo al ventrículo izquierdo, y de ahí a los tejidos. La cantidad de sangre que fluye por el ventrículo derecho hacia la arteria pulmonar y, por lo tanto, hacia la circulación capilar pulmonar, es para una persona adulta normal de 5 L/min, igual al gasto cardíaco medido en el ventrículo izquierdo. El sistema vascular pulmonar es un sistema de baja resistencia con presión sistólica de 25, diastólica de 10 y media de 15 mmHg en la arteria pulmonar. Teniendo en cuenta que la presión de la aurícula izquierda es de 5 mmHg, la diferencia de presión en el sistema pulmonar es de 10 mmHg, notoriamente baja si se le compara con la de la circulación sistémica de 98 mmHg. (presión entrada - presión salida) PAP - PAI RVP =____________________________ = ________ · (flujo sanguíneo minuto) Q 15 mmHg - 5 mmHg RVP = __________________ = 2 mmHg/L/min. 5 L/min. RVP = Resistencia vascular pulmonar. PAP = Presión media arterial pulmonar. PAI = Presión en aurícula izquierda (presión en cuña). La circulación pulmonar es de baja resistencia y posee la característica de poder disminuirla aún más; el flujo puede aumentar hasta en 15 L sin incrementar la presión pulmonar y esto obedece a dos mecanismos: - - En condiciones normales muchos capilares están cerrados y no contienen sangre, pero a medida que la presión asciende empiezan a conducirla de manera que la resistencia global disminuye. A este mecanismo se le llama reclutamiento. Igualmente, los capilares ya abiertos se dilatan. Este mecanismo de distensión parece ser el más importante para disminuir la resistencia pulmonar a presiones elevadas. La resistencia vascular pulmonar también depende de la compresión o distensión que los vasos sufren según su localización (Figura 2-23). Los capilares, contenidos dentro de las paredes intraalveolares, están sometidos a la presión intra- Resistencia vascular Total Vasos alveolares Vasos extra-alveolares VR CRF Volumen pulmonar CPT Figura 2-23. Resistencia vascular según volumen pulmonar. alveolar; si ésta aumenta, los comprime y aumenta su resistencia. Las arterias y venas pulmonares de calibre medio están sometidas a la tensión o tracción del parénquima que las rodea; al expandirse, el pulmón hala de ellas, las distiende y disminuye su resistencia. A bajos volúmenes están comprimidas. El Cuadro 2-1 presenta los principales factores que afectan la resistencia vascular pulmonar. Vasoconstricción hipóxica La respuesta vasoconstrictora más importante del lecho pulmonar es la observada localmente a nivel de arteriolas frente a la caída de la PAO2, fenómeno que se presenta en el pulmón aislado, indepenFactores activos Hipoxia alveolar Acidemia Hipercapnia alveolar Sustancias humorales: catecolaminas, prostaglandinas, endotelinas, angiotensina, acetilcolina, bradiquinina, prostaciclina y óxido nítrico. Factores pasivos Presión auricular izquierda Presión arterial pulmonar Volumen sanguíneo pulmonar Viscosidad de la sangre Cuadro 2-1. Factores que afectan la resistencia vascular pulmonar. dientemente de la acción del sistema nervioso y del contenido del O2 de la sangre (ver cap. 17, hipertensión pulmonar). Esta constricción arteriolar localizada desvía el flujo de las zonas hipóxicas hacia otros territorios mejor ventilados, disminuyendo así las alteraciones del intercambio gaseoso. Este es un mecanismo en principio diseñado para reducir el impacto de las alteraciones V/Q, pero su exageración o perpetuación lo convierten en el factor más importante en la génesis de la hipertensión pulmonar en las enfermedades pulmonares crónicas. Existen entidades en las cuales este control vasoactivo de regulación del flujo, falta. Una de ellas es la cirrosis hepática, en la cual se ha demostrado ausencia de la respuesta pulmonar a la hipoxia. Distribución del flujo sanguíneo La circulación pulmonar no es homogénea. Al igual que la ventilación, en el individuo en posición vertical, el flujo sanguíneo aumenta de los vértices a las bases de una manera casi lineal. Si está en decúbito dorsal, aumenta igualmente, de la parte anterior a la posterior. Esta distribución no uniforme obedece a diferencias, entre la presión hidrostática en los vasos sanguíneos y a la presión alveolar. Si se considera al sistema arterial pulmonar como una columna de sangre continua con una distancia entre la parte más alta de pulmón a la más inferior de 30 cm, la diferencia de presión entre el vértice y la base será de 30 cmH2O o de 23 mmHg, magnitud que de acuerdo con las presiones venosa y alveolar determinará el calibre de los vasos pulmonares. La Figura 2-24 esquematiza las posibles zonas pulmonares de acuerdo con la ventilación y la perfusión. En el vértice, la presión hidrostática arterial es muy baja. Si la presión alveolar es mayor, colapsará el vaso y no habrá flujo: zona 1. En realidad esta situación no se presenta en condiciones normales, pero sí cuando disminuye la presión arterial, por ejemplo en casos de hemorragia, si el paciente permanece en posición vertical. En la base pulmonar la presión hidrostática arterial e incluso la venosa, son mayores que la presión alveolar, luego el flujo dependerá de la diferencia de presiones arterial y venosa: zona 3; en la zona 2 también es mayor la presión hidrostática arterial que la venosa, pero dado que la presión alveolar es mayor que la venosa, el flujo 39 . QS Cc'O2 – CaO2 . = Qt Cc'O2 – CvO2 1. Colapso Cc'O2 . Qt . Qs CvO2 2. Cascada . Qt CaO2 Qt x CaO2 = (Qs x CvO2) + (Qt - Qs) Cc'O2 Figura 2-25. Mezcla venosa. 3. Distensión 4. Estrechamiento Figura 2-24. Relaciones V/Q por zonas. depende de la diferencia de presiones arterial y alveolar. En la zona 4 las relaciones de presión son iguales a la zona 3, pero ocurre estrechamiento vascular precapilar y aun colapso, influidos por aumento de la presión extravascular. Cortocircuito fisiológico Es el volumen de sangre que retorna al sistema arterial periférico sin haber pasado por áreas ventiladas del pulmón, es decir, que hace un efecto de mezcla venosa. En el pulmón normal depende de que parte de la sangre de las arterias bronquiales drenan directamente a las venas pulmonares después de haber perfundido a los bronquios y de las venas de Tebesio que llevan sangre venosa coronaria directamente al ventrículo izquierdo. La consecuencia de la mezcla con esta sangre mal oxigenada es una disminución de la PaO2 y es el principal responsable de la diferencia de presión de oxígeno que hay entre el alvéolo y la sangre arterial: Ð P(A-a)O2. La magnitud de la mezcla venosa puede calcularse de acuerdo con la fórmula expresada en la Figura 2-25. 40 · · Relación ventilación-perfusión (V/Q) Como se describió, tanto la circulación (perfusión) como la ventilación aumentan desde el vértice hasta las bases del pulmón. No obstante, este aumento es más notorio para la perfusión que para la ventilación, de manera que al establecer una relación entre la ventilación y la perfusión (relación · · · · V/Q), los vértices tendrán la relación V/Q alta, por mayor ventilación que perfusión, y las bases una · · relación V/Q baja, por mayor perfusión que ventilación. Esto se presenta esquemáticamente en la Figura 2-26 (los números son hipotéticos). · · La relación V/Q es de crucial importancia porque determina la magnitud del intercambio gaseoso que se verifica a nivel de una zona del pulmón. Si consideramos este aspecto a nivel de una unidad pulmonar puede verse que la PaO2 del gas alveolar y, por tanto, al final del capilar, está dada por el balance entre la entrada de aire (ventilación) y su remoción por el flujo sanguíneo (perfusión). Dos situaciones hipotéticas pueden presen· · tarse con respecto a la V/Q: - - Si la ventilación se disminuye gradualmente y el flujo permanece constante, la PAO2 disminuye progresivamente, alcanzando un límite cuando la ventilación cese por completo y en ese momento la PAO2 será igual a la de la sangre venosa mixta. Este efecto se denomina cortocircuito o mezcla venosa. Si, por el contrario, se reduce la perfusión, la PAO2 subirá progresivamente, alcanzando su límite cuando la circulación cese por completo . V . Q V/Q 2 1 >1 3 3 1 4 5 <1 puede ser controlada porque su aumento en la sangre estimula la ventilación y el exceso de CO2, es eliminado. La razón por la cual la hiperventilación no puede corregir la hipoxemia y sí la hipercapnia · · en caso de V/Q bajos, reside en que las curvas de disociación de la oxihemoglobina y del CO2 son diferentes. Como se anotará, la primera, en su parte plana, al incrementar la PO2 no aumenta la saturación, en cambio la curva del CO2 es lineal y, un aumento de su presión significa incremento de su contenido, y viceversa. · · Mediación del desequilibrio V/Q · · Figura 2-26. Relación V/Q del vértice a la base (los números son hipotéticos). y entonces la PAO2 será igual a la presión de oxígeno inspirado. Este efecto es denominado de espacio muerto. En condiciones normales la PAO2 del vértice es más elevada que la de la base, pero la mayor cantidad de sangre que abandona el pulmón proviene de la región basal donde la PAO2 es más baja, lo cual conlleva a una disminución de la · · PaO2. En otras palabras, las unidades con V/Q elevadas (vértice) aportan poco oxígeno adicional a la sangre, en comparación a la contaminación con sangre poco oxigenada que efectúan las uni· · dades con V/Q bajas (bases); esto es debido a la menor perfusión apical y a la forma no lineal de la curva de disociación de la oxihemoglobina, que en su parte plana, a pesar de que aumente la PO2, no se traduce por aumento del contenido de O2 de la sangre. Como consecuencia de lo anterior, la PaO2 es normalmente inferior a la PAO2 pero en cifras mínimas, de unos 5 mmHg. Si en condiciones · · no tiene importannormales el desequilibrio V/Q cia, otra cosa sucede en las enfermedades pulmonares, donde esta alteración constituye la causa más importante de hipoxemia y la PaO2 puede alcanzar valores de 50 mmHg o menos sin que la hiperventilación pueda corregirla. La PaCO2 1. Cálculo de la diferencia alvéolo-arterial de O2 [P(A-a)O2]: Normalmente existe una diferencia entre la PAO2 y la PaO2 que fluctúa entre 5 y 7 mmHg; es debida a que un pequeño porcentaje del flujo sanguíneo no realiza intercambio gaseoso produciéndose una mezcla venosa "fisiológica"; corresponde a sangre proveniente de la circulación bronquial, coronaria, venas de Tebesio y de · · zonas pulmonares con relación V/Q baja. El incremento de la P(A-a)O2 es un índice de la magnitud · · del desequilibrio V/Q. 2. Cálculo de la mezcla venosa: Normalmente fluctúa entre el 2 y el 5%; se explica por la presen· · cia de alvéolos con relaciones V/Q bajas, hiperperfundidos en relación con la ventilación. Valores superiores al 5% indican patología pulmonar; elevaciones moderadas se presentan en la EPOC, enfermedades pulmonares infiltrativas, asma y otras. Puede alcanzar cifras superiores al 40% en el SDRA. La ecuación para el cálculo de la mezcla venosa utiliza los contenidos arterial y venoso de O2 (Figura 2-25). 3. Medición del espacio muerto alveolar: Las · · unidades respiratorias V/Q altas alteran fundamentalmente la eliminación de CO 2 . Son hiperventiladas en relación a la circulación y equivalen a un aumento del espacio muerto, que por definición no elimina CO2. Se calcula de acuerdo con la ecuación de Böhr que mide todo el espacio muerto alveolar. Aumenta el espacio muerto en los procesos tromboembólicos y en la EPOC, en la cual también aumenta la mezcla venosa. Puede establecerse que en todas las enfermedades pulmonares existe un · · cuya magnitud y preponderandesequilibrio V/Q cia es difícil de determinar. 41 TRANSPORTE DE GASES Oxígeno Una vez llegado el oxígeno a la circulación capilar pulmonar, debe ser transportado por la sangre a los tejidos. La sangre transporta el O2 en dos formas: - Disuelto En combinación química con la hemoglobina (Hb) como HbO2 Oxígeno disuelto: La cantidad de O2 disuelto en la sangre está en relación directa con la presión parcial a la cual está expuesta, según lo expresa la Ley de Henry; de acuerdo con ésta, por cada mmHg de O2 el plasma contiene 0.003 ml de O2 por cada 100 ml. En la sangre arterial normal a nivel del mar con una PaO2 de 100 mmHg el oxígeno disuelto será de 0.3 ml O2 /100 ml de sangre. Como se ve, esta es una cifra muy baja e inadecuada para los requerimientos del ser humano. La medición del O2 disuelto se hace por gases arteriales. La PaO2 y la PaCO2 miden la fracción de los gases libre o disuelta y no la combinada. Hemoglobina: Con el fin de optimizar el transporte del O2 existe la hemoglobina (Hb) en los glóbulos rojos. Un gramo de ella se combina con 1.39 ml de O2. Por cada 100 ml de sangre hay 15 g de Hb, por lo que la capacidad de transporte de oxígeno es de 20.8 ml de O2 /100 ml de sangre. La cantidad de O2 que se combina con la Hb depende de la presión parcial del O2 en la sangre. La magnitud del O2 combinado, sin embargo, no guarda una relación lineal con la presión de O2, a diferencia del O2 disuelto; por lo tanto, la gráfica que relaciona el 42 contenido de O2 de la Hb (o % de saturación) con la presión, curva de disociación de la Hb (Figura 2-27), no es una línea recta sino una curva que tiene una pendiente inicial pronunciada, entre 10 y 50 mmHg, y una parte plana, por encima de 60 mmHg. La morfología de la curva de disociación de la Hb se debe a la constitución química de ella. Está compuesta de 2 cadenas alfa y 2 beta formando un tetrámero; cada cadena tiene un grupo HEM que tiene la propiedad de fijar y liberar O2. Cada molécula de Hb tiene 4 grupos HEM y por tanto puede ligar 4 moléculas de O2. La combinación de la primera molécula de O2 con un grupo HEM, altera la estructura de la Hb, incrementando la afinidad por las siguientes dos moléculas de O2. Cuando se oxigena el tercer HEM la estructura de la Hb cambia de la configuración de hemoglobina reducida (Hb+) a la de hemoglobina oxigenada (HbO2), disminuyendo luego la afinidad por la cuarta molécula; estos eventos moleculares explican que la curva de disociación de la Hb tenga forma sigmoidea. Esto se traduce en ventajas para el hombre por: - Si la PO2 arterial desciende de 100 a 60 mmHg a consecuencia de una enfermedad pulmonar, la Hb está saturada casi al máximo (92%) y no habrá reducción importante del aporte de O2 . 100 90 80 % saturación hemoglobina En general, las regiones mal ventiladas son también mal irrigadas, sea por el proceso patológico mismo o por mecanismos reflejos, por ejemplo, el discutido previamente de que la hipoxia localizada reduce la ventilación en la zona comprometida e igualmente el hecho de que la obstrucción de una rama arterial disminuye la ventilación en la zona correspondiente, posiblemente por aumento de la resistencia de las pequeñas vías debido a disminución de la tensión regional del CO2. 70 PO2 % Sat. PO2 disuelto ml/100 ml. 60 10 20 30 40 50 60 70 80 90 13.5 35.0 57.0 75.0 83.5 89.0 92.7 94.5 96.5 0.03 0.06 0.09 0.12 0.15 0.18 0.21 0.24 0.27 PO2 (mmHg) 100 97.4 0.30 50 40 P50 30 20 10 0 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 Figura 2-27. Curva de disociación de la oxihemoglobina. 100 110 - Cuando la sangre arterial pasa por los capilares tisulares y se expone a una tensión cercana a los 40 mmHg, la Hb, merced a esta diferencia de presiones, suelta gran cantidad de O2 para su utilización por los tejidos. Saturación de la hemoglobina: Es la relación entre la cantidad de O2 actualmente combinada con la hemoglobina y la máxima cantidad de O2 que puede combinarse con ella (capacidad de O2). La saturación de la sangre arterial con PO2 de 100 mmHg es de 97.5%. % saturación = = O2 combinado a la Hb Capacidad de O2 HbO2 HbO2 + Hb x 100 x 100 El P50 corresponde a la PaO2 a la cual la Hb está saturada en un 50%. Normalmente a 37ºC y pH de 7.4 su valor es de 26 mmHg; su importancia radica en indicar la posición de la curva de disociación de la Hb y por tanto la mayor o menor afinidad de la Hb por el O2; una mayor afinidad implica una menor capacidad de entrega. Un P50 mayor de 26 indica una desviación de la curva a la derecha y, por lo tanto, una menor afinidad por el O2, pero a la vez una mayor capacidad de entrega; un P50 inferior a este valor indica una desviación a la izquierda y una mayor afinidad, pero a la vez una menor capacidad de entrega de O2. La disminución del pH, el aumento de la PaCO2, el incremento de la temperatura y el aumento del 2,3 difofosglicerato desvían la curva hacia la derecha; las situaciones contrarias producirán el efecto inverso. El aumento del PCO2 disminuye la afinidad de la Hb por el O2. Este es el efecto Böhr, pero la mayor parte de esta acción es atribuible a la acción sobre el pH. Si la concentración del H+ aumenta, el equilibrio Hb-/HbO2, cambia hacia Hb- desviando la curva a la derecha. El 2,3 difosfoglicerato (2,3 DFG): Es una sustancia que resulta del metabolismo del eritrocito. Reduce la afinidad de la Hb por el O2 mediante dos mecanismos: el primero es debido a que se une preferencialmente a la Hb a nivel de las cadenas beta y altera el equilibrio entre el O2 y Hb. El segundo mecanismo es por alteración del pH intra-eritrocitario en relación con el plasma. El 2,3 DFG se incrementa en la hipoxia de las alturas, posiblemente en relación con la alcalosis e hipoxemia. Aumenta igualmente en cardiopatías congénitas con cortocircuito de derecha a izquierda, anemia crónica, falla cardíaca con gasto disminuido pero sin shock, uremia, cirrosis, tirotoxicosis y en ausencia de piruvato-quinasa. Se disminuye en los enfermos con shock y oxigenación venosa disminuida, en hiperoxia hiperbárica, en policitemia y en la deficiencia de hexoquinasa. Variaciones de la afinidad de la Hb por el O2: Puede variar en alteraciones del equilibrio ácido básico. Estudios in vitro han demostrado que la acidosis disminuye los niveles de 2,3 DFG y que la alcalosis los aumenta. In vivo, el pH tiene doble efecto sobre la curva de disociación. En la acidosis, el efecto directo de la concentración aumentada de H+ desvía la curva hacia la derecha, mientras que el efecto indirecto a través de la disminución del 2,3 DFG la desvía a la izquierda. En la alcalosis los efectos son opuestos. El efecto dependiente de la concentración de H+ es temprano y el relacionado con el 2,3 DFG se presenta más tardíamente, de 24 a 48 horas. Así, en anomalías acidobásicas de corta duración, la afinidad por el O2 es regulada por el efecto Böhr y pueden presentarse marcadas desviaciones de la curva. En los casos crónicos, las alteraciones del 2,3 DFG tienden a mantener la curva en lo normal. Un diabético con un pH disminuido por cetoacidosis puede tener una curva de disociación normalmente situada por los efectos opuestos, pero si el pH es corregido muy rápidamente, el efecto de los niveles bajos de 2,3 DFG no sería contrarrestado y la curva se desviaría hacia la izquierda. Transfusión y 2,3 DFG: ˇLa sangre almacenada y vieja tiene mayor afinidad por O2, por ende menor P50. Se demostró que estos hechos obedecían a la disminución del 2,3 DFG debida al preservativo tradicional de dextrosa-ácido cítrico. A la semana la sangre con este preservativo, tiene sólo la tercera parte de los niveles previos de 2,3 DFG. Por lo demás, 24 a 48 horas después de la transfusión, los glóbulos transfundidos han alcanzado valores normales. 43 Contenido de oxígeno: Es la suma del O2 disuelto más el combinado con la Hb y, por lo tanto, está en función de la cantidad de Hb, la saturación de ésta con O2 y la PaO2. Recordemos que 1 g de Hb se combina con 1.39 ml de O2 y que por cada mmHg de PaO2 hay 0.003 ml de O2. Contenido = O2 combinado + O2 disuelto de O2 con Hb = (1.39 x Hb x % Sat.) + (PaO2 x 0.003). Este contenido se expresa en ml O2/100 ml o volúmenes (vol.) O2 /100 ml de sangre. Ejemplos: - - - Persona con PaO2: 100 mmHg, Hb: 15 g/% y SaO2: 90%, el contenido de O2 será: (1.39 x 15 x 0.90) + (100 x 0.003) = 19.1 ml (o vol.) O2 /100 ml de sangre. Paciente anémico con Hb: 8 g%, pulmones normales con PaO2: 100 mmHg, SaO2 97.5% (aunque poca, la Hb en su casi totalidad está saturada), el contenido será: (8 x 1.39 x 0.975) + (100 x 0.003) = 11.14 ml O2/100 ml de sangre (o vol.%). Paciente bronquítico crónico, con desequilibrio V/Q, con efecto de mezcla venosa con 20 g de Hb%, PaO2 de 50 mmHg y SaO2 de 80%; su contenido de O2 será: (20 x 1.39 x 0.80) + (50 x 0.003) = 22.4 ml O2/100 ml de sangre (vol.%) Como se ve, la contribución del oxígeno disuelto al contenido total de O2 es mínima. Aporte de oxígeno: Es la cantidad de O2 transportada desde los pulmones al resto del organismo. Está en función del gasto cardíaco y del contenido del O2. Aporte O2 = Q (l) x contenido de O2 por litro Aporte O2 = Q x [(Hb x 1.39 x SaO2) + (PaO2 x 0.003)] x 10 En reposo y en condiciones normales una persona adulta consume 250 ml de O2 por minuto, es decir, la cuarta parte del suministro total, lo cual hace que la sangre venosa mixta tenga una saturación del 75%. 44 · Consumo de oxígeno (VO2): Corresponde a la cantidad de O2 utilizada por los tejidos; es igual a la diferencia entre el O2 suministrado a los tejidos por vía arterial (CaO2) y el proveniente de ellos · ) por vía venosa; se expresa mediante la (CvO 2 ecuación de Fick: · · VO2 = (Q · x CaO2) - -(Q x CvO2) · VO = Q (CaO CvO ) 2 - ) · 2 = 13.9 x Q x2Hb x (SaO VO - SvO 2 2 2 Es 13.9, ya que la fórmula está expresada en valores por litro y no por ciento. De lo anterior tendremos que la hipoxemia (SaO2 baja), la anemia (Hb baja) o la disminución del gasto cardíaco pueden afectar el aporte de O2 a los tejidos. Agudamente, el organismo puede compensar la anemia y la hipoxemia aumentando el gasto cardíaco o la extracción tisular del O2 que se manifiesta por una disminución en el contenido - ), la saturación (SvO - ) o la presión de O de (CvO 2 2 - 2 ). Cuando hay dismila sangre venosa mixta (PvO 2 nución del gasto cardíaco el único mecanismo compensador de que dispone el organismo es el aumento de la extracción periférica de O2 con la consiguiente disminución de la SvO2 y la PvO2; esta disminución tiene un límite (SvO2: 55% y PvO2: 28 mmHg), por debajo del cual hay metabolismo anaerobio con producción de ácido láctico. En condiciones ideales, mediante la colocación de un catéter de arteria pulmonar (SwanGanz) y con el equipo de termodilución, es posible medir el gasto cardíaco y obtener sangre venosa · mediante la ecuación de mixta para calcular el VO 2 Fick. Otro método directo de medir el consumo de O2 es el análisis de la presión de O2 en el gas espirado, el cual se puede recolectar en una bolsa de Douglas. La determinación de la saturación o presión de O2 de la sangre venosa periférica no es un índice fidedigno de la oxigenación tisular sistémica. Distribución del gasto cardíaco. Un control nervioso y humoral regula la resistencia vascular de una zona anatómica u órgano dado. El aumento del metabolismo local disminuye la resistencia hacia la región, aumentando el aporte de O2 por minuto. Simultáneamente se irrigan más capilares y disminuye la distancia entre capilar y células tisulares. La PvO es un medidor de la demanda 2 de O2. PvO2 α O2 entregado O2 consumido - = PvO 2 CaO2 (CaO2 - CvO2) PO2 95 · xQ es 40 mmHg o más (corresponCuando la PvO 2 diente a una Sv- de 75%), la oxigenación del organismo se considera normal. Si es menor de 30 - de los tejidos varía mmHg indica hipoxia. La PvO 2 ampliamente de acuerdo con el O2 entregado y consumido. La demanda de O2 de cada órgano también es muy variable, siendo para el cerebro de 20%, corazón 9%, riñón 6% y pulmón 5% del consumo total. Así, el cerebro para el 2% del peso · corporal gasta el 20% del VO2 y tiene un flujo · sanguíneo correspondiente al 14% de Q. Las capacidades de cada órgano para satisfacer sus demandas de O2 es casi por completo autónoma, en virtud de que la hipoxemia origina dilatación inmediata de las arteriolas de ese órgano. Aún más, las respuestas locales y centrales están coordinadas; por ejemplo: los vasos cerebrales se dilatan por la acción combinada de la hipoxia y la hipercapnia; una PaCO2 aumentada (que muy a menudo se asocia a PaO2 disminuida) es el mejor modo de prevenir la hipoxia cerebral durante la respiración con el aire, porque no sólo se dilatan los vasos cerebrales, sino que además se aumenta la presión arterial por la hipercapnia. Entrega de oxígeno a los tejidos: Pocas células distan más de 50 µ de un capilar. La ley de la difusión de Fick señala la importancia del gradiente de presión. La cantidad de O2 que se difunde de la sangre a la mitocondria varía directamente con la diferencia de la PO2 entre estas dos regiones. Como la PO2 en las mitocondrias es muy baja, la PO2 capilar determina la difusión del O2. Como puede verse en la Figura 2-28, en el extremo arterial del capilar la sangre tiene una PO2 más que adecuada para asegurar la difusión a las células a una velocidad igual al consumo de éstas. A medida que la sangre circula por el capilar entrega O2 según las necesidades metabólicas. Si este consumo es constante a lo largo del trayecto capilar, la SaO2 cae linealmente y en el lado venoso la PO2 puede ser insuficiente para mantener una adecuada oxigenación. En tal caso, una desviación hacia la derecha de la curva de disociación de la Hb asegura un adecuado aporte de O2. PO2 40 Célula muscular PO2 0 a 40 PCO2 35 PCO2 46 CO2 46 Figura 2-28. Entrega de O2 en los tejidos. Anhídrido carbónico (CO2) El metabolismo celular produce CO2 y como su presión tisular es mayor que la PCO2 capilar, el CO2 difunde de las células a la sangre. El CO2 es transportado por la sangre en tres formas (Figura 2-29): 1. Disuelto o libre 2. Como bicarbonato (HCO3-) 3. Combinado en forma de compuestos carbamínicos El disuelto se encuentra en el plasma y glóbulos rojos; igual que el O2 obedece a la Ley de Henry, pero como el CO2 es veinte veces más soluble que el O2, el CO2 disuelto excede en mucho al O2 libre, e influye de manera importante en su transporte, ya que el 10% del total de CO2 que la sangre lleva al pulmón, viaja en esta forma. Otra fracción del CO2 del plasma reacciona con grupos aminos de las proteínas formando compuestos carbamínicos, o con el agua formando bicarbonato, pero por la falta de la enzima anhidrasa carbónica esta reacción es muy lenta. La mayoría del CO2 que pasa de las células al plasma continúa su camino hacia el glóbulo rojo donde se comporta de tres maneras (Figura 2-29). 1. Una fracción permanece libre. 2. Otra se combina con grupos NH2 de la Hb para formar compuestos carbamínicos; la Hb- fija más CO2 que la HbO2, por lo cual la descarga de O2 en los capilares periféricos facilita la carga de CO2 (efecto Haldane). 45 Tejido Plasma Glóbulo rojo Disuelto CO2 CO2 CO2 HCO3 CA H 2O H2CO3 HCO3 H+ _ CL Na+ O2 5 CL K+ Carbamino CO2 CO2 +H2O O2 00% Disuelto _ O2 Hb 30 Carbamino Hb HHb _ HbO2 _ 90 O2 CO2H H2O 60 Figura 2-29. Transporte del CO2. 3. Otra fracción, la más importante, se combina con agua para formar H2CO3 el cual se disocia en H+ y HCO3-. Esta última reacción es muy rápida por la presencia de anhidrasa carbónica dentro del eritrocito. Esta reacción origina H+ que son amortiguados por la Hb de acuerdo con la reacción H+ + HbO2 = Hb + O2. Esta reacción es facilitada porque la Hb- es menos ácida que la HbO2, siendo una molécula aceptadora de hidrogeniones. La reacción anterior también ocasiona un aumento de iones bicarbonato dentro del eritrocito. Estos iones deben posteriormente pasar al plasma para restablecer el equilibrio de bicarbonato entre los glóbulos rojos y el plasma. Si esta difusión de aniones fuera acompañada de una difusión de igual número de cationes, la neutralidad eléctrica del eritrocito sería mantenida, pero la membrana del glóbulo rojo es impermeable a los cationes y por ello, aniones del plasma (Cl-) deben ingresar al eritrocito para conservar la neutralidad. Esta migración de iones Clse conoce como efecto Hamburger o desplazamiento de cloruros. En la Figura 2-30 se establecen las concentraciones relativas de las diversas formas de CO2. En la sangre venosa total, un 60% corresponde al HCO3, 30% a los compuestos carbamínicos y 10% al CO2 libre. Todo lo inverso de las reacciones anteriores ocurre en los capilares pulmonares cuando se carga O2 y se descarga CO2. Curva de disociación del CO2. La curva del CO2 es más lineal e inclinada que la del O2; esto explica · · por qué las alteraciones V/Q y los cortocircuitos tienen menor efecto sobre la PaCO2. De todo lo anterior algunos puntos deben recalcarse: 46 0% 5 Sangre arterial Disuelto 10 Sangre venosa Figura 2-30. Concentraciones relativas de CO2. Aunque la cantidad absoluta de CO2 en el plasma excede considerablemente a la cantidad en las células, el volumen de CO2 eliminado por el gas alveolar se divide casi igualmente entre el plasma y los glóbulos rojos. El volumen de CO2 disuelto no es despreciable. La carbaminohemoglobina juega un papel importante en el intercambio de CO2. El intercambio de CO2 concierne principalmente a la forma bicarbonato y especialmente al componente plasmático. El aumento del bicarbonato plasmático es debido a su transferencia desde los glóbulos rojos, donde la anhidrasa carbónica permite la rápida hidratación de CO2 en ácido carbónico, un paso esencial en la formación de bicarbonato. La difusión de bicarbonato al plasma se acompaña de la migración de Cl- en dirección opuesta. La transferencia de iones entre el plasma y los glóbulos rojos conlleva un cambio pequeño en la presión osmótica. Los eritrocitos y la Hb juegan papel importante en el transporte de CO2. La transformación de HbO2 en Hb- es de gran importancia. Los eventos de cargar CO2 y descargar O2 son de ayuda mutua. Un aumento en la PCO2 capilar y disminución del pH facilitan la descarga de O2 (efecto Böhr); el cambio de HbO2 a Hb- facilita la carga de CO2 (efecto Haldane). EQUILIBRIO ACIDO BASICO La acidosis producida durante el metabolismo celular es atenuada mediante la acción de las sustancias llamadas "buffer" o tampones que absorben los iones ácidos que son luego eliminados por el pulmón y los riñones. Se denominan ácidos las sustancias capaces de liberar iones hidrógeno y bases las que los aceptan. La acidez de los líquidos corporales se define en términos de concentración de H+ o de pH el cual es el logaritmo negativo de la concentración de H+ (pH = -log H+), o mejor aún de la actividad de H+ (pH = -log aH+). La concentración normal de H+ es de 40 nEq/l y el pH normal es de 7.40. La concentración de H+ o el pH se establecen por la relación que existe entre ácidos representados por el ácido carbónico, que es igual al producto de la PCO2 por su coeficiente de solubilidad (H2CO3 = PaCO2 x 0.03) y las bases representadas por el HCO3, de acuerdo con la ecuación de Henderson-Hasselbach modificada por Kassirer. H+ = 24 x PaCO2 HCO3 o por la ecuación de Henderson-Hasselbach: pH = pK + log. HCO3 H2CO3 lo que equivale a: HCO3 pH = pK + log = Riñón (20) PaCO2 x 0,03 Pulmón (1) La relación tiene caracteres especiales por cuanto el denominador es regulado rápidamente por los pulmones mientras que su numerador lo es más lentamente por los riñones. El bicarbonato se ajusta de una manera relativamente lenta (48 a 72 horas). Como el pK es constante (6.1), lo que esta ecuación realmente significa es que el pH no es determinado por la cantidad total de bicarbonato o dióxido de carbono, sino por la relación entre los dos. En una alteración ácido-básica el insulto inicial cambia la concentración normal de numerador (componente metabólico) o del denominador (componente respiratorio) en la relación. Los procesos compensatorios son reacciones secundarias de los tampones, pulmón o riñón, que tienden a llevar esta relación y por ende el pH hacia lo normal. Es claro por lo anterior que para mantener la concentración normal de H+ frente a circunstancias que modifiquen la tensión de CO2 el organismo tiene que manejar apropiadamente el HCO3sérico, pero en los casos en que hay cambios agudos en la concentración de H2CO3, la respuesta primaria está dada por los tampones celulares; aunque el sistema tampón bicarbonato ácido carbónico tiene papel clave en la defensa contra la acidosis y alcalosis metábolicas y aun cuando es importantísimo en la respuesta a las alteraciones respiratorias crónicas, no es crucial ni importante en los disturbios respiratorios agudos. Las modificaciones agudas en la PaCO2 son amortiguadas primariamente por los tampones celulares. Un aumento en la PaCO2 significa incremento en la concentración del H2CO3 y, por lo tanto, en la actividad de iones H+. Este H+ entra a la célula en intercambio por Na+ y K+ y es amortiguado por las proteínas celulares que liberan un ion HCO3- al líquido extracelular (Figura 2-31). Esta acción amortiguadora celular es la responsable de la mitad del aumento del HCO3- sérico. Al mismo tiempo, alguna cantidad de CO2 entra a la célula roja donde es hidratado en presencia de anhidrasa carbónica formando ácido carbónico que se disocia, liberando H+ y HCO3- (Figura 2-32). El ion H+ es amortiguado por la Hb y el HCO3entra al líquido extracelular en intercambio por Cl-. Este evento explica un 30% del aumento agudo del HCO3-. En el hombre, la magnitud del incremento del HCO3- sérico es pequeña, aumentando en menos de 6 mEq/l cuando la PaCO2 aumenta agudamente de 40 a 80 mmHg. En resumen, en la hipercapnia aguda las respuestas precoces del bicarbonato son debidas al sistema tampón celular y de poca magnitud, aunque las respuestas en concentración de H+ sean importantes y varíen linealmente de acuerdo con los aumentos de la PaCO2 en un promedio de 0.74 nmol H+/mmHg de PaCO2. Si la hipercapnia continúa la capacidad amortiguadora rápidamente se agota y, por lo tanto, durante la hipercapnia crónica el organismo debe incrementar la excreción de iones H+ y aumentar la producción y reabsorción de bicarbonato por el riñón, para compensar la eliminación 47 CO2 + H2O H2CO H+ + HCO3: que permanece en el líquido extracelular. H+ (Na+ + K+): intracelular. Proteínas tampones Figura 2-31. Amortiguación intracelular. CO2 + H2O H2CO3 H+ + HCO3: intracelular glóbulo rojo Cl Figura 2-32. Disociación de ácido carbónico. disminuida de CO2 por los pulmones y llevar la relación a cifras normales. Durante la hipocapnia aguda ocurren las situaciones inversas que resultan en liberación de H+ a partir de los amortiguadores intracelulares y el intercambio Cl- y HCO3- en direcciones opuestas a través de la membrana del glóbulo rojo. El proceso ocasiona una disminución de la concentración extracelular de HCO3- entre 7 y 8 mEq/l cuando la PaCO2 se reduce de 40 a 15 mmHg. Los valores de pH y H+ tienen una relación inversa, que es lineal entre 7.10 y 7.50, es decir, por cada 0.01 de cambio en el pH cambian 1 nEq/ L los hidrogeniones. Los procesos patólogicos que modifican en forma inicial o primaria la PCO2 se llaman respiratorios: acidosis o alcalosis, y los que modifican inicialmente el HCO3- se llaman metábolicos: acidosis o alcalosis. El término acidosis designa los procesos patológicos o síndromes clínicos que tienden a disminuir el pH y el término alcalosis los que tienden a aumentarlo, sin que necesariamente lo hayan modificado en el momento de la medición. A nivel del mar, cuando el pH es menor de 7.36 se dice que hay acidemia y cuando es mayor de 7.45 alcalemia. Se considera que hay un trastorno simple cuando sólo interviene la alteración primaria y la respuesta fisiológica esperada y un trastor- 48 no mixto cuando coexisten dos o más alteraciones primarias. A nivel de Bogotá, según los trabajos realizados, la PaCO2 varía de 28 a 34 mmHg y el HCO3de 17 a 22 mEq/l. Papel del riñón. La concentración extracelular del HCO3- es regulada por el riñón. El HCO3- es filtrado en el glomérulo y reabsorbido en 90% por el túbulo proximal; la reabsorción de bicarbonato se acompaña de una secreción activa de ion H+. Cada vez que se produce la secreción de este ion, se genera igualmente un ion HCO3- para ser retornado al plasma. El HCO3- no absorbido en el túbulo proximal, lo es en el distal por mecanismo similar. En condiciones normales el riñón reabsorbe más de 4.000 mEq de bicarbonato diariamente, pero debe además generar de 60 a 80 mEq para remplazar el que se utiliza en la amortiguación de los ácidos no volátiles producidos por la dieta. Esto se verifica a través de la excreción de iones H+ como iones amonio (NH4+) y ácidos titulables: si es necesario excretar más de 60 a 80 mEq día por el riñón, éste aumenta la excreción de iones amonio y de ácidos titulables. La producción de amonio es cuantitativamente el proceso más importante para secretar H+, en respuesta a la acidosis, pero hay un lapso de dos o tres días antes de que su producción sea totalmente efectiva. En el hombre, con concentración de HCO3- de 24 a 26 mEq/l en el suero, todo el bicarbonato filtrado es reabsorbido. Si la concentración sérica del HCO3- se aumenta por una infusión del mismo, y la máxima capacidad de reabsorción tubular del HCO3- se excede (Tm del HCO3-), el HCO3- en exceso es eliminado apareciendo en la orina. Brecha aniónica o delta de aniones. El plasma sanguíneo contiene aniones y cationes. Cuando su concentración es expresada como miliequivalentes por litro de plasma, el número total de cationes debe ser igual al de los aniones. El delta de aniones se obtiene sustrayendo la suma del HCO3- y Cl- de la concentración del Na+ sérico (Figura 2-31). Esta fracción denominada también brecha aniónica o anión gap es menor de 15 mEq/l y comprende proteínas aniónicas, fosfatos, sulfatos y aniones de varios ácidos orgánicos. La mayoría son el producto de procesos metabólicos que generan iones H+ y que usualmente no se determinan. Un delta de aniones menor de 5 mEq/l es muy raro y probablemente sea debido a error de laboratorio. Un aumento usualmente indica exceso de H+ derivado de ácidos no carbónicos y esto ocurre naturalmente en la acidosis metabólica, pero puede observarse como un aumento compensatorio en la producción de ácido láctico en respuesta a una alcalosis respiratoria, y no advertirse en la acidosis metabólica que se acompaña de hipercloremia, como en casos de diarrea, ingesta de acetazolamida, cloruro de arginina, cloruro de amonio, ureterosigmoidostomía y acidosis tubular renal. Mientras más elevado sea el valor delta, mayor la sospecha de producción aumentada de ácidos orgánicos. Valores por encima de 25 se observan usualmente en la cetoacidosis diabética, intoxicación por metanol, etilenglicol, salicilatos y acidosis láctica. En la acidosis respiratoria no aumentan, puesto que el exceso de H+ es el resultado de incremento de ácidos volátiles. ción de la PAO2 y la PaO2, explicable si recordamos la ecuación del gas alveolar: PAO2 = (PB - PH2O) FiO2 - PaCO2 R En la Figura 2-33, mofificada de West, podemos observar la relación que guardan la altura, la PB y la PIO2. En nuestro laboratorio de fisiología pulmonar a nivel de Bogotá (2.640 m) tenemos una PIO2 de 107 mmHg y una PAO2 de 70. En la Figura 2-34, tomada de English, podemos analizar la PIO2 y la PB a diferentes alturas, desde el aire ambiente hasta los tejidos. Los valores obtenidos a nivel celular nos demuestran la gran repercusión que la hipoxia hipobárica produce. El sistema de entrega de O2 a los tejidos PIO2 0 42 50 69 100 150 Altura en mts. 10.000 Monte Everest Máxima altura residencial 0 8.800 5.400 5.000 Bogotá 200 400 600 Presión barométrica 2.640 760 Figura 2-33. Relación altura PB y PIO2. Presión barométrica 760 PO2 Mar 140 120 523 3.000 mts. EL PULMON EN LAS GRANDES ALTURAS La PB desciende a medida que se asciende desde el nivel del mar; así, a este nivel la PB es de 760 mmHg y a nivel de Bogotá de 560 mmHg (Figura 2-33). El ascenso, por tanto, implica una disminu- 160 Aire Tráquea Alvéolo Arteria Capilar Tejido 100 80 60 40 20 0 Figura 2-34. Cascada de O2 a diferentes alturas. 49 Mecanismos de adaptación 1. Hiperventilación. Es la primera respuesta durante el ascenso rápido y ocurre por estimulación hipóxica de los quimiorreceptores periféricos. La alcalosis respiratoria producida, se opone inicialmente a la hiperventilación, por acción sobre receptores centrales, posteriormente, la pérdida de HCO3-, por compensación renal normaliza el pH y la hiperventilación se establece en forma permanente, a expensas de aumento, tanto del VC como de la fr. Factores que influyen en esta respuesta hiperventilatoria son la susceptibilidad individual, la edad a la cual comienza la exposición y la duración de la misma. Con la residencia crónica a grandes alturas la ventilación tiende a disminuir ligeramente. 2. Vasoconstricción pulmonar. Ocurre como una respuesta a la hipoxia alveolar ocasionando una distribución topográfica más uniforme del flujo sanguíneo y una mejor perfusión de áreas que previamente estaban subperfundidas. Se han descrito varios mediadores: histamina, serotonina, angiotensina II, catecolaminas, tromboxano A2, prostaglandina F2, bradiquinina y transporte de Ca++ al músculo liso vascular. Si la exposición persiste, se observa una elevación de la resistencia vascular pulmonar con posterior hipertensión arterial pulmonar y aumento del trabajo del corazón derecho. En la Figura 2-35 vemos el efecto de la altura sobre la presión media de la arteria pulmonar. 3. Policitemia. La hipoxia induce la liberación de hemopoyetina por parte del riñón, la cual estimula a la médula ósea. Su efecto benéfico radica en mantener el CaO2 dentro de límites normales; la desventaja evidente es el aumento en la viscosidad sanguínea que incrementa el trabajo cardíaco. Se inicia en los primeros días del ascenso, pero puede tomar de uno a tres meses para establecerse definitivamente. 4. Cambios en el intercambio gaseoso. Como se mencionó previamente, existe una redistribución 50 PAP 50 Presión media arteria pulmonar tiene varios componentes: ventilación, difusión, · · difusión tisular y metacirculación, relación V/Q, bolismo celular. Los mecanismos de compensación ocurren en cualquiera de los componentes mencionados. 40 30 20 10 0 1.000 3.000 5.000 Altura Figura 2-35. Relación presión pulmonar/altura. del flujo sanguíneo a áreas usualmente pobres en · · perfusión (ápices), produciendo una relación V/Q más homogénea. La disminución del gradiente alvéolo-arterial de O2 y el aumento del flujo sanguíneo que disminuye el tiempo de tránsito del glóbulo rojo por el alvéolo, son factores limitantes para la transferencia de O2. 5. Cambios en los volúmenes pulmonares. En el ascenso rápido se ha observado aumento del agua pulmonar intravascular e insterticial, lo cual se manifiesta por disminución de la CV y la distensibilidad. Cuando la exposición es crónica, debido a la menor densidad del aire en las alturas, todos los volúmenes pulmonares aumentan. 6. Desviación de la curva de disociación de la HbO2. Existe una disminución de la afinidad de la Hb por el O2, lo cual facilita la entrega de éste a los tejidos; este efecto es mediado por un incremento del 2,3 DFG en el interior del glóbulo rojo como respuesta a la hipoxia crónica. 7. Otros rasgos de la adaptación. Se ha comprobado que la cantidad de capilares en los tejidos periféricos es mayor y que se modifican las enzimas oxidativas dentro de las células. Esto lleva a mejorar la capacidad de difusión del O2 a los tejidos y a mejorar la disposición bioquímica en la mitocondria. A largo término parece que algunas alteraciones bioquímicas de la mioglobina producen desventajas en el metabolismo oxidativo. FISIOLOGIA DEL EJERCICIO Y PRUEBA DE ESFUERZO CARDIOPULMONAR Dr. Iván Solarte R. M.D. Gran parte del estudio de la fisiología pulmonar se ha desarrollado gracias a la realización de medidas y evaluaciones a sujetos en reposo, las cuales no pueden ser extrapoladas a la valoración de síntomas como la disnea de esfuerzo o a la predicción del comportamiento de un paciente bajo condiciones de estrés. La prueba de esfuerzo cardiopulmonar nos permite realizar medidas de la función pulmonar en ejercicio y establecer su relación con la función cardíaca, la cual tradicionalmente se ha evaluado por separado, a pesar de que el sistema cardiopulmonar funciona como un órgano fisiológicamente unido. La oxidación de la glucosa produce energía, bióxido de carbono (CO2) y agua según la siguiente ecuación simplificada: C6H12O6 + 6 O2 energía + 6 CO2 + 6 H2O El organismo en general y el músculo en particular consumen oxígeno (QO2) para suplir las necesidades de producción de energía, la cual en reposo, se gasta primordialmente en el mantenimiento de la estabilidad de las membranas celulares y durante el ejercicio en la contracción y relajación de los músculos involucrados. La cantidad de oxígeno consumido a nivel celular no se puede determinar de manera fácil, pero en condiciones estables el consumo de oxígeno celular es muy similar al consumo de oxígeno medido con el análisis de los gases espirados (VO2). Un aumento en el requerimiento de oxígeno por los tejidos debe ser suplido por una mayor entrega de oxígeno a los mismos que se logra gracias a un incremento del gasto cardíaco (Q), producto de la frecuencia cardíaca (FC) y volumen sistólico o latido (VS), y a un aumento en la extracción periférica de oxígeno, que se refleja en incremento en la diferencia arteriovenosa de oxígeno D (a-v) O2. La diferencia arteriovenosa de oxígeno se - del CaO . Los contenidos calcula restando el CvO 2 2 a su vez dependen de la hemoglobina y de la saturación de oxígeno. · · VO2 = Q (CaO2 - CvO2) · Q = VS * FC A nivel pulmonar el consumo de oxígeno depende de la saturación de la sangre venosa mixta (CvO2) y del flujo capilar pulmonar (que es igual al gasto cardíaco, Q) en íntima relación con la ventilación alveolar (VA). La ventilación alveolar depende de la frecuencia respiratoria (FR), el volumen corriente (VT) y la ventilación del espacio muerto (VD). VE = VT * FR VA = VE - VD El bióxido de carbono producido se debe eliminar de forma precisa para conservar el equilibrio ácido-básico. A mayor consumo de oxígeno hay mayor producción de CO 2 que se elimina incrementando la VA, manteniendo una PaCO2 relativamente constante de acuerdo a la siguiente ecuación: · · PaCO2 = VCO2/VA La relación entre estos sistemas ha sido esquematizada por Wasserman y se presenta en la Figura 2-36. Teniendo en cuenta que en estado estable el · VO2 medido en el pulmón · es igual al consumo· de oxígeno a nivel celular (QO2), al determinar el VO2 con el análisis de los gases espirados podemos aproximarnos a lo que sucede en el músculo en ejercicio y analizar la respuesta del organismo que, como ya vimos, involucra tanto el sistema cardiovascular como el pulmonar. El trabajo realizado por los músculos para movilizar el cuerpo en una banda sinfín o para lograr vencer la resistencia de un ergómetro de bicicleta a una velocidad determinada se puede cuantificar y expresar en unidades de trabajo (watts o kilopondios/m/min). Cada watt de trabajo consume aproximadamente 12 ml/min de oxígeno, de tal manera que podríamos construir una gráfica que en condiciones ideales sería como sigue (Figura 2-37). El consumo de oxígeno en reposo es de aproximadamente 250 ml/min; se gastan 1.000 ml/min para caminar rápido en lo plano y un atleta élite puede consumir más de 6.000 ml/min para realizar el esfuerzo impuesto en la competencia. De acuerdo con las ecuaciones anteriores es fácil deducir que cualquier tipo de esfuerzo conlleva incrementos importantes en el gasto cardíaco que puede llegar a aumentar 5 ó 6 veces su valor en reposo 51 Cadena respiratoria V.S. F.C. VT F.R. . . QO2 . QCO2 Célula Corazón VO2 Pulmón . VCO2 . . QS/QT VD/VT D(a-v)O2 Figura 2-36. Relación entre la producción de CO2 y el consumo de O2. y en la ventilación minuto que puede llegar a 200 litros por minuto. Durante una prueba de ejercicio se somete al paciente a realizar un trabajo que se incrementa en pequeñas cantidades cada minuto de tal forma que el consumo de oxígeno y la producción de bióxido de carbono se incrementan proporcional4.000 3.500 VO2 (ML/min) 3.000 2.500 2.000 1.500 . 1.000 500 0 0 100 200 Trabajo (Watts) Figura 2-37. Relación trabajo/VO2. 52 300 mente en forma linear. Dependiendo de la capacidad del sistema cardiovascular para entregar oxígeno a los tejidos y de las características propias del tejido muscular, al alcanzar los sujetos normales aproximadamente el 40% de la capacidad máxima de trabajo, la producción de energía ya no depende sólo del metabolismo aerobio sino que se inicia el metabolismo anaerobio que produce cantidades adicionales de fosfatos de alta energía, independientemente del consumo de oxígeno. El metabolismo anaerobio produce ácido láctico, como producto residual, que se amortigua por el sistema bicarbonato-ácido carbónico causando un incremento extra en la producción de CO2 que debe ser eliminada por la ventilación para preservar el equilibrio ácido básico. En pacientes que no pueden aumentar el gasto cardíaco para suplir las necesidades aumentadas de oxígeno durante una prueba de ejercicio con incrementos progresivos de trabajo, el inicio del metabolismo anaerobio (denominado umbral anaerobio o de lactato) se presenta precozmente. Esto se puede detectar por el incremento desproporcionado del VCO2 con . respecto al VO2, cuando se inicia la amortiguación del ácido láctico o por medición directa del mismo en la sangre. En la práctica, durante la prueba de ejercicio cardiopulmonar el paciente respira a través de una válvula de doble vía, toma el aire del medio ambiente o de una bolsa con una fracción de oxígeno conocida y espira por otra vía en la cual se miden el VT y la fr y se toman muestras para análisis de la presión espirada de O2 y de CO2 que permiten la determinación de VO2 y VCO2. Se miden también · la frecuencia cardíaca y la presión arterial y se · puede añadir electrocardiografía para la detección de isquemia miocárdica. El análisis de gases sanguíneos nos permite medir qué tan adecuada es la oxigenación en estas condiciones y cómo se ha comportado el equilibrio ácido-básico. De acuerdo con la edad, sexo, peso y estatura · del sujeto se determina el VO2 y la FC máximos esperados y de las mediciones basales de espirometría o de la medición de la ventilación voluntaria máxima en reposo, la ventilación máxima esperada durante el ejercicio. De manera general se dice que una persona tiene limitación para el ejercicio si no logra alcan· zar el 80% de su VO2 máximo esperado. Esta limitación podría deberse a falla del sistema cardiovascular, en cuyo caso encontraríamos un umbral anaerobio precoz (que se presenta antes · del 40% del VO2 máximo) acompañado de frecuencia cardíaca elevada en exceso al consumo de oxígeno, con ventilación e intercambio gaseoso dentro de lo normal. Un paciente se ve limitado por la ventilación cuando su VE supera el 75% de la ventilación máxima esperada para él o cuando la diferencia entre su ventilación máxima al final del ejercicio y la esperada por las mediciones en reposo es menor de 12 litros; estos pacientes usualmente presentan mala oxigenación en el momento del ejercicio máximo y no son capaces de eliminar el bióxido de carbono de manera eficaz produciendo desequilibrio ácido-básico. Esta falta de ventilación alveolar usualmente se acompaña de incrementos en la ventilación del espacio muerto. Los pacientes con hipertensión pulmonar se presentan con limitación cardiovascular (umbral anaerobio precoz y taquicardia excesiva) asociada a incremento en el espacio muerto y oxigenación inadecuada. En el estudio de la enfermedad intersticial se pueden detectar pacientes con gasimetría y función pulmonar normal en reposo, quienes durante el ejercicio presentan hipoxemia y aumento de la P(A-a)O2 debido primordialmente a trastornos en la relación VA/Q y a la menor difusión inducida por el aumento del flujo pulmonar durante el ejercicio. Utilizando el esquema de Wasserman podemos ilustrar fisiopatológicamente algunas de las enfermedades que se acompañan de limitación para el ejercicio (Figura 2-38). La prueba de ejercicio cardiopulmonar se realiza entre otras indicaciones, en el estudio de Hipertensión pulmonar Anemia . . QO2 . QCO2 Parénquima Caja de tórax Vías aéreas Célula Corazón VO2 Pulmón . VCO2 E. miocardio E. coronaria E. valvular Sedentario Figura 2-38. Ilustración fisiopatológica de enfermedades que se acompañan de limitación para el ejercicio. 53 pacientes con disnea de origen oscuro, en la valoración prequirúrgica de pacientes programados para resección pulmonar, en la valoración funcional del paciente con falla cardíaca, en la detección precoz de alteraciones del intersticio pulmonar y en la valoración funcional del paciente con enfermedad pulmonar a quien se le iniciará rehabilitación pulmonar. LECTURAS RECOMENDADAS Bates DV: Respiratory function in disease. 3th ed. Philadelphia: WB Saunders Co. 1989. Bia M, Thierr SO: Mixed acid base disturbances: a clinical approach. Med Clin N Am. 1981; 65: 347-361. Burrows B, Cline MG, Knudson RJ: Taussing LM, Lebowtz MD. A descriptive analysis of the FVC and FEV. Chest. 1983; 83: 717-724. Comroe J: Physiology of respiration. 2th ed. Chicago. 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