250 Aniversario de Ciudad Condal. Chinos en Jaruco. Por Elias Zayas Ramírez La nación cubana es el fruto de un largo proceso de transculturación al que el sabio Fernando Ortiz comparó con el ajiaco cubano debido su heterogénea composición de ingredientes, sabores y su forma particular de cocción. Dentro de ese complejo étnico-cultural diverso que es nuestro pueblo se encuentra el ingrediente asiático, esencialmente el chino, por ser el más notable en la transmisión de elementos de su cultura a la nuestra, aunque no fue la única aportadora desde esa región del planeta. La llegada de los chinos a nuestra isla caribeña se remonta a mediados del siglo XIX con la llegada de los primeros culíes traídos mediante el denominado “sistema de contratación” formando parte de un mercado capitalista de mano de obra barata que se abrió en la región caribeña. En realidad fue un contrato de la más intensa forma de semi-esclavitud existente donde los culíes eran obligados a trabajar durante ocho años, por apenas cuatro pesos al mes, con un promedio diario entre doce o más horas de labor.1 En las zonas rurales los “contratados” chinos fueron utilizado en labores agrícolas, cañaverales, vegas de tabaco, cafetales, sitios y estancias o potreros. En las poblaciones laboraban en el servicio doméstico, en los comercios y fábricas de tabacos, entre otros. También fueron muy utilizados como mano de obra en los ingenios azucareros y en la construcción de vías férreas. La primera oleada de culíes trajo a la isla 59 077 de ellos entre 1848 y 1860; luego arribaron 63 227 llegados entre 1861 y 1870, más adelante arribaron otros 19 211 1 Ver Jesús Guanche. “Componentes étnicos de la nación cubana”. Editorial de Ciencias Sociales., Tercera Edición, La Habana, 2011, PP. 59-70. entre 1871 y 1874 para un gran total de 141 515 naturales de China que se introdujeron por este método en Cuba.2 La población asiática que fue censada a lo largo de la isla en 1877 fue de 40 770 individuos, su inmensa mayoría del sexo masculino —solo fueron registradas 84 del sexo femenino—, con la provincia de Matanzas con el 44.4% del total censado, seguida por La Habana con el 25,5%. El resultado del censo mostró que en la Jurisdicción de Jaruco fueron registrados un total de 775 individuos bajo la denominación genérica de asiáticos, encontrándose las mayores cantidades de ellos en Jaruco con 248, Casiguas, 146, y 136 en Bainoa.3 Huellas de esta inmigración de chinos en Jaruco se evidencia en una escritura perteneciente al archivo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Jaruco en el cual se recoge el caso de un asiático llamado Indalecio que fue muerto en la enfermería del ingenio “El Carmen”4 a manos de su mayordomo Andrés Leiva patentizando, con ello, el trato inhumano a que fueron sometidos.5 En otro documento se refiere a una de las compraventas realizadas para el ya mencionado ingenio. En ella aparecen incluidos, sin especificar cifras y formando parte de las propiedades vendidas, los culíes. El documento precisa que se vendía el ingenio con: “…campos de caña y otras siembras, puntos elevados, pendientes, con todas sus fábricas, máquinas, trenes, útiles de labor, existencias en almacenes y dispensa, carretas, carretones, cuarenta yuntas de bueyes y cuanto más en el exista y le constituya, sin excepción alguna así como las re-contratas de los asiáticos que existen en la finca y los que se hallan prófugos…”6 2 Ibídem. Los datos recogidos en el censo de este año aparecen distribuidos por Ayuntamientos. La Jurisdicción de Jaruco tenía por entonces bajo su control político administrativo a ocho Ayuntamientos que eran , Aguacate (actualmente perteneciente a Madruga), Bainoa, Casiguas, Jaruco, San Antonio de Río Blanco, Jibacoa (actualmente Santa Cruz del Norte) , San José de las Lajas y Tapaste (hoy ambos de San José de las Lajas). 4 El ingenio “El Carmen” era también conocido por el alias “El Conde” al parecer como referencia de su propietario el Conde de Bainoa. 3 5 Expediente de la causa 51 al folio 57 de la Audiencia de La Habana. 1876. Archivos del Museo Municipal de Jaruco. 6 Registro de la Propiedad del partido de San Antonio de Rio Blanco del Norte. Jurisdicción de Jaruco. Folio 37 del tomo primero. Finca 8. Escritura del 24 de agosto de 1880. Testimonios de la presencia de chinos en Jaruco también la podemos hallar en documentos sobre las labores de construcción del ferrocarril en su paso por las cercanías de la ciudad donde se registraron a cincuenta y uno contratados pertenecientes a la empresa constructora y a otros sesenta y tres como particulares que sudaron junto a otros braceros para la construcción de dicha obra.7 También se evidencia que estos fueron emplearon en labores domésticas en las viviendas de algunas de las familias más pudientes de la zona. Ya durante los primeros años de la república neocolonial la entrada de inmigrantes chinos a la isla disminuyó considerablemente registrándose solo 93 casos en el quinquenio de 1902 a 1907.8 El censo de 1907 muestra en Jaruco, la cifra de 15 personas residentes procedentes de China, todos del sexo masculino. Un nuevo flujo de inmigrantes chinos llega a la isla en los años treinta del pasado siglo. Un grupo de ellos se asientan en Jaruco dedicándose a gestionar diversos comercios como bodegas, fondas, trenes de lavado y las tradicionales actividades agrícolas. 7 “Memorias del Administrador General de la Compañía del Ferrocarril de la Bahía de La Habana a Matanzas presentado por la Junta Directiva a la General de Accionistas que se celebró el día 6 de julio de 1860.” Habana. Imprenta La Antilla, calle de Cuba, núm. 284. 1860. Pp. 27. Biblioteca Nacional de España. 8 Censo de la República de Cuba de 1907, bajo la administración provisional de los Estados Unidos. Oficina del Censo de los Estados Unidos, Washington, 1908, pp. Bodega que estuvo ubicada en la actual avenida 25 esquina a calle 24 y que fue gestionada por una familia de chinos radicados en Jaruco. La conocida austeridad y laboriosidad de los asiáticos hizo que en breve plazo varias familias chinas asentadas en Jaruco, o en sus alrededores, alcanzaran un relativo éxito económico. Un número de aquellos comercios gestionados, en un primer momento, en forma de arrendamiento pasaron a ser de su propiedad individual o en sociedad. En el caso particular de las bodegas los chinos llegaron a gestionar un número no despreciable de ellas dentro de la propia ciudad en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo. De este modo en el período mencionado encontramos a varias familias de origen chino o sus descendientes, que se reconocen por las bodegas donde trabajaron, ejemplo de ello fueron las familias de apellido Fong, Lee, Chan, Hong y Sam, asentadas en Jaruco. De esta última familia dos de sus hermanos arrendaron, inicialmente, el establecimiento de Aneiros Méndez situado en la calle Calixto García y administraron de conjunto la bodega que se reconoce como “bodega de los chinos”, y que ellos nombraron “Sam y Cía”, actualmente renombrada como “La Central.” Integrantes del quiosco de chinos en las verbenas de Jaruco, año 1948. La idiosincrasia china se fue mezclando con los diferentes componentes étnicos de la población jaruqueña de modo que la misma encontró un lugar representativo en las tradicionales fiestas populares o verbenas que se celebraban anualmente como parte de la conmemoración al Santo Patrono de la ciudad. Cada junio las verbenas incluían en su programa el montaje del “quiosco chino” que aunque sus integrantes no eran necesariamente asiáticos o descendientes de estos, reflejaban el significativo aporte cultural de los mismos a las tradiciones culturales jaruqueñas. En la actualidad no son pocas las familias que muestran en sus apellidos su antigua ascendencia china. A pesar del constante mestizaje producido a lo largo del tiempo, aun caminan por nuestras calles personas portadoras de nuestra peculiar cubanía con ingredientes de la noble y milenaria cultura china.