La flagrante contradicción en que incurre los artículos 453.1 y 476 párrafo segundo letra i) de la L.O.P.J, ha llevado a mantenerse diversos criterios en la doctrina procesalista y a la inseguridad entre los propios Secretarios de la Justicia de Paz sobre sus cometido y funciones en las Secretarías que desempeñan. La cuestión queda planteada en los siguientes términos; Por un lado el artículo 453 otorga la fe pública judicial con carácter exclusivo al Cuerpo de Secretarios Judiciales, de modo que de acuerdo con dicha exclusividad ningún otro funcionario de Cuerpo distinto al mencionado puede ejercer función federataria y asimismo, en este caso consecuentemente, niega la ley la habilitación para su ejercicio. A pesar de la mencionada exclusividad el artículo 476 recoge como una de las funciones de los Gestores Procésales el desempeño de las secretarías de las Oficinas Judiciales de los Juzgados de Paz. A su vista cabe dos interpretaciones para la efectividad del contrariado articulado. Una de ellas en base a que el ejercicio de la Secretaría lleva de por sí y por propia definición , todas las funciones del Secretario y entre ellas el ejercicio de la fe pública judicial, debe entenderse que el Gestor que ejerce una Secretaría, ejerce como una más de sus funciones dicha fe pública y que por lo tanto a pesar de la expresa mención del Art. 453 no es exclusiva del Cuerpo de Secretarios Judiciales. Tal vez la solución más práctica para no paralizar la Justicia en las miles de poblaciones en que se ubican los Juzgados de Paz y que afecta no solo a los procesos de que se conocen en dichos Juzgados, sino también a todos aquellos que conociendo otro órgano judicial se refieren a personas domiciliadas en sede del Juzgado de Paz. Si bien esta interpretación lleva necesariamente a reconocer íntegramente y en iguales condiciones que el resto de Secretarios a los Secretarios de Juzgados de Paz. Otra interpretación se basaría en la literalidad del Art. 453 y en base a que la exclusividad de la fe pública judicial recae en los miembros del Cuerpo de Secretarios Judiciales, entender que cuando el Gestor Procesal ejerce una Secretaría, la ejerce únicamente en base a sus funciones, y por lo tanto sin fe pública y con la sola capacidad de certificación. Lo que en la práctica conllevaría a la imposibilidad de que en los juzgados de Paz se efectuasen Juicios de Faltas, todo tipo de declaraciones ante el Juez, y todas las demás actuaciones en que se requiere de la fe pública judicial, y en cuyo caso cada vez que se registra uno de estos asuntos debiera el Juez de Paz, suspender las actuaciones e informa de inmediato a las autoridades superiores judiciales y administrativas, de la imposibilidad de su realización al carecer de funcionario competente para dar fe de las mismas. El problema se agrava si la interpretación se extiende a otros campos como el de los actos de comunicación, si el Gestor Procesal ejerce la Secretaría en base a sus propias funciones, no está entre ellas la de practicar ni ordenar practicar actos de comunicación, quedando solo el Cuerpo de Auxilio Judicial (Agentes Judiciales) para la practica de dichos actos, lo que sin duda alguna conlleva a la imposibilidad material de que los Juzgados de Paz continúen prestando el auxilio, al menos en el volumen actual, al resto de órganos judiciales, lo que llevará a su vez a la masiva devolución de exhortos dirigidos para la práctica de actos de comunicación por carencia de medios personales. Y así en muchas e innumerables actuaciones