GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Neumo-27 Bronquiectasias no Asociadas con Fibrosis Quística Año 2014 - Revisión: 0 Dr. Mario Guzmán Página 1 de 6 Conceptos Iniciales Las bronquiectasias no asociadas con fibrosis quística (BNOFQ) constituyen una enfermedad crónica caracterizada por la destrucción irreversible de la pared bronquial, a veces progresiva, debida usualmente a infección aguda o crónica. El proceso suele explicarse por el círculo vicioso de Cole, compuesto por infección, inflamación, lesión del sistema mucociliar y reparación cíclica de la vía aérea. Copia N° : Nombre Representante de la Dirección: Revisó Dr. Leonardo Gilardi Fecha: Aprobó Dra. Inés Morend Firma Fecha 19/06 04/07 GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Neumo-27 Bronquiectasias no Asociadas con Fibrosis Quística Revisión: 0 – Año 2014 Dr. M. Guzmán Página 2 de 6 Las bronquiectasias representan un diagnóstico anatómico y no constituyen una enfermedad en sí misma, sino que son el resultado final de varios procesos patológicos. Suele clasificarse a las bronquiectasias como asociadas con fibrosis quística (BFQ) o bien BNOFQ. El primer grupo constituye una población homogénea, tratada generalmente en unidades especializadas que disponen de guías basadas en evidencia sólida y un alto interés de la industria farmacológica. Por el contrario, las BNOFQ suelen tratarse en consultas no especializadas, así como recibir muchos tratamientos ensayados inicialmente para BFQ y con poco sustento en la evidencia científica, como consecuencia fundamental del escaso interés de la industria farmacológica. Las BNOFQ se describen en un grupo heterogéneo de pacientes que presentan como hallazgo común la presencia de bronquiectasias. La etiología suele ser variada y, en un alto porcentaje, desconocida. Sea cual sea la causa, estos enfermos se encuentran más predispuestos a sufrir infecciones bronquiales y a la progresión de las lesiones. Diagnóstico El diagnóstico de bronquiectasias se sospecha ante la presencia de tos crónica, infecciones bronquiales a repetición, expectoración persistente de predominio matinal, hemoptisis recurrente, disnea de esfuerzo, signos de sinusitis crónica, astenia y pérdida de peso. La confirmación diagnóstica se realiza mediante tomografía de tórax con cortes de alta resolución (TCAR). Los criterios diagnósticos de bronquiectasias por tomografía son: a) signos directos, tales como dilatación bronquial con una relación broncoarterial mayor de 1 a 1.5 (signo de anillo de sello), falta de afilamiento de los bronquios y visualización de bronquios a 1 cm de la pleura. b) signos indirectos, como engrosamiento de la pared bronquial, pérdida de volumen lobular, patrón en mosaico, nódulos en árbol en brote y tapones de moco Diagnóstico Etiológico Las bronquiectasias son causadas por una gran variedad de patologías. Entre ellas las más frecuentes suelen ser postinfecciosas (adenovirus en la infancia, micobacterias en la edad adulta). Suelen presentarse también con menos frecuencias otras etiologías, como la inmunodeficiencia común variable, el síndrome de la cilia inmóvil, las neumonitis postinflamatorias y las asociadas con enfermedades autoinmunes, especialmente la artritis reumatoidea. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Neumo-27 Bronquiectasias no Asociadas con Fibrosis Quística Revisión: 0 – Año 2014 Dr. M. Guzmán Página 3 de 6 En la investigación etiológica de las bronquiectasias son primordiales: un adecuado interrogatorio (acerca de patologías previas, presencia de sinusitis crónica, esterilidad, infecciones graves en la infancia, tuberculosis previa, síntomas de reflujo gastroesofágico) los estudios complementarios: hemograma, proteinograma electroforético, factor reumatoideo, inmunoglobulinas E y G, pruebas de motilidad ciliar (prueba de la sacarina), cultivos de esputo (hongos, micobacterias, bacteriológico) pruebas funcionales respiratorias test del sudor, como mínimo. Las bronquiectasias constituyen un nicho ecológico ideal para la proliferación de varias especies de gérmenes potencialmente patógenos; los más importantes son H. influenzae, S. aureus y P. aeruginosa. Pueden encontrarse en pacientes en fase estable (colonización) o que están cursando una exacerbación (infección), definida por la presencia de empeoramiento de los síntomas respiratorios y fiebre. Etiología de las Bronquiectasias Postinfecciosas: bacterias, micobacterias, virus, hongos Alteraciones del sistema mucociliar: síndrome de disquinesia ciliar, fibrosis quística Alteraciones bronquiales congénitas: síndrome de Mounier-Kuhn, síndrome de Williams-Campbell, secuestro broncopulmonar, traqueobroncomalacia Déficit moleculares: déficit de alfa-1 antitripsina, fibrosis quística Inmunodeficiencias primarias: déficit de anticuerpos, inmunodeficiencias combinadas, enfermedades inmunitarias larvadas Inmunodeficiencias secundarias: quimioterapia, neoplasias hematológicas, sida Postobstructivas: intrínsecas (tumores, cuerpos extraños, estenosis cicatrizal) o extrínsecas (tumores, adenopatías, aneurismas) Postrasplantes: bronquiolitis obliterante, enfermedad de injerto contra huésped Neumonitis postinflamatoria: aspiración de contenido gástrico, inhalación de gases tóxicos Enfermedades sistémicas: artritis reumatoidea, síndrome de Sjögren, espondilitis anquilosante, síndrome de Marfan, policondritis recidivante, enfermedad inflamatoria intestinal Otras: enfermedad de las uñas amarillas, síndrome de Swyen-James, panbronquiolitis difusa, asma, sarcoidosis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Neumo-27 Bronquiectasias no Asociadas con Fibrosis Quística Revisión: 0 – Año 2014 Dr. M. Guzmán Página 4 de 6 Tratamiento La colonización de las bronquiectasias puede producir un impacto negativo en el estado de saludo y calidad de vida del paciente, especialmente si el germen involucrado es P. aeruginosa. Por ello, se recomienda ante el primer aislamiento de este germen el tratamiento antibiótico prolongado (ciprofloxacina 750 mg cada 12 h o levofloxacina 500 mg/día por 21 días) si la cepa es sensible a quinolonas, o bien tratamiento sistémico con ceftazidima 2 g cada 8 h, imipenem 1 g cada 8 h o piperacilina–tazobactam 4 g cada 8 h, sumado a un aminoglucósido sistémico (amikacina 15 mg/kg/día) intramuscular o intravenoso. Una vez establecida la colonización, y de presentar el paciente sintomatología relevante (tos incapacitante, disnea, exacerbaciones frecuentes, deterioro de la calidad de vida, menor tolerancia al ejercicio), se evaluará tratamiento inhalado (tobramicina 300 mg cada 12 h por 28 días en meses alternos, o colistín 1 ó 2 MU inhaladas cada 12 h). La intención de estos tratamientos es disminuir la carga bacteriana, mejorar la calidad de vida, reducir la cantidad de exacerbaciones y el círculo vicioso infección-inflamación-reparación. Se reevaluará luego de 3 ciclos antibióticos si se continúa con la terapia. El proceso inflamatorio crónico puede tratarse con macrólidos. En estudios in vitro, en modelos con animales y en reportes aislados, estos fármacos reducen la respuesta inflamatoria y también mejorarían la capacidad del sistema inmune contra P. aeruginosa. Se recomienda azitromicina 500 mg trisemanal, con control de la función hepática. En caso de presentar obstrucción bronquial sintomática, se establecerá el tratamiento con broncodilatadores de acción prolongada. Existen informes de mejoría de algunos síntomas (tos, disnea) con el uso de corticoides inhalados, que deberán valorarse en función del riesgo asociado de infecciones, el cual no se encuentra bien establecido. Una de las complicaciones más frecuentes es la hemoptisis. Rara vez suele ser amenazante y se asocia frecuentemente con infección. Si el evento es amenazante, además de las medidas habituales de toda hemoptisis (mantener libre la vía aérea, optimizar la oxigenación, estabilizar hemodinámicamente al paciente), se requiere la administración de antibióticos intravenosos, evitar los fármacos nebulizados y fisioterapia al menos durante las primeras 24 a 48 h y embolización de las arterias bronquiales patológicas del área hemorrágica. La cirugía se indica si la zona sangrante es localizada y si la hemorragia no puede ser controlada con las medidas habituales, con riesgo vital. De los mucoliticos estudiados, el único que ha demostrado efectividad es la bromhexina. La inhalación de solución salina al 7% podría producir beneficios, aunque las evidencias son contradictorias. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Neumo-27 Bronquiectasias no Asociadas con Fibrosis Quística Revisión: 0 – Año 2014 Dr. M. Guzmán Página 5 de 6 GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Neumo-27 Bronquiectasias no Asociadas con Fibrosis Quística Revisión: 0 – Año 2014 Dr. M. Guzmán Página 6 de 6 Bibliografía 1. Vendrella M, Gracia J, Olveirac C et al. Diagnóstico y tratamiento de las bronquiectasias. Arch Bronconeumol. 2008;44(11):629-40. Accesible en http://www.archbronconeumol.org/es/diagnostico-tratamiento-lasbronquiectasias/articulo/13128330/ 2. Oliveira Fuster C, Espíldora Hernández F, Padilla Galo A, De la Cruz Ríos JL. Valoración y tratamiento del paciente con bronquiectasias no FQ. Accesible en http://www.neumosur.net/files/EB04-49%20BQ%20noFQ.pdf 3. Martínez García MA, Máiz Carro L, Catalán Serra P. Tratamiento de las bronquiectasias no debidas a fibrosis quística. Accesible en http://www.archbronconeumol.org/es/tratamiento-las-bronquiectasias-nodebidas/articulo/90041478/ 4. Giugno E, Schönfeld D, Ortíz C, Baremboin E, Carles D, Martínez Cortizas MA, Cano L. Bronquiectasias. Comisión de Clínica y Crítica de la AAMR. Accesible en http://www.aamr.org.ar/secciones/neumonologia_clinica_medicina_critica/bronquiectas ias_seccion_clinica_aamr_1.pdf