Poca gente sabe que el 25 de noviembre de 1960 fueron

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Asociación por la Dignidad de Mujeres y Niñ@s
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DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN
DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.
Poca gente sabe que el 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas
las tres hermanas Mirabal por orden del dictador dominicano Rafael
Leonidas Trujillo. 39 años después este mismo país,
República
Dominicana propuso celebrar todos los años este día como Día
Internacional contra la Violencia de Género.
Si pensamos fríamente en el significado de un día como hoy, caemos
en la cuenta de que es verdaderamente dramático que tengamos que
“celebrarlo”, sin embargo esto será así mientras en el mundo una de cada
cuatro mujeres sea violada en algún momento de su vida, la mutilación
sexual sea habitual en algunas culturas y muchas mujeres en todo el mundo
sigan siendo víctimas de malos tratos.
A pesar de la Ley Orgánica de Protección contra la Violencia de
Género, en nuestro país, el incesante goteo de muertes de mujeres
asesinadas por hombres que han sido, o son, sus parejas es una información
que ensombrece a la opinión pública cada día. Y es que para erradicar la
violencia hacía las mujeres hace falta algo más que una ley, es necesario
educar en igualdad, una igualdad no sólo de derecho sino también de
hecho, una igualdad real, visible, tangible.
La propia Ley reconoce que estamos ante un problema de raíces
sociales y magnitud colectiva. Andrés Montero señala vivimos en una
sociedad donde convive la modernidad con una importante proporción de
genes machistoides, en las que las raíces de la violencia de género reside en
una estructura social basada en la transmisión intergeneracional de roles y
valores de dominación masculina sobre la mujer. Esta dominación tiene su
máxima expresión en la violencia machista; pero quienes consideren que
este tipo de violencia son restos del pasado deben analizar también la
desigualdad en el acceso al mercado laboral, vean las cifras que publica el
INEM o la EPA, quiénes son los que ocupan los puestos de poder, cómo
nos decía Cristina del Valle, basta con observar por ejemplo, las fotografías
de jefes de estado en cualquier cumbre mundial, quiénes sufren la doble y
tripe jornada laboral, y tienen que conciliar la vida profesional y familiar,
¿y dónde se queda la vida personal?....
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Pero volvamos al tema que nos ocupa un día como hoy, 25 de
noviembre, volvamos a la educación y a la trasmisión de roles sexistas,
donde situamos la raíz de la desigualdad que genera la violencia machista.
Durante el proceso de formación del niño/a como persona para integrarse
en la sociedad, aprenden los roles y formas masculinas y femeninas ya
establecidas socialmente; y deben de hacerlo bien si no quieren ser
tachados por sus iguales, es decir amigos/as y compañeros/as de colegio, de
“maricas” porque hacen cosas de niñas, o de “marimacho” porque hace
cosas de niños. Y esta es la realidad y la educación que viven, y aunque
haya algún que otro equipo femenino de niñas que juegan al fútbol, lo
cierto es que los roles trasmitidos a ellas no sólo son diferentes que los
concedidos a los chicos sino que son menos valorados socialmente y las
colocan en un segundo plano a expensas de los hombres.
Pero la mejor forma de visualizar una realidad como esta es a través
de un ejemplo. Y que mejor muestra para ilustrar este hecho que el
regeaton, un género musical muy popular entre nuestros/as adolescentes
basado “en estereotipos que fortalecen las desigualdades en el que se
produce la violencia de género”. La imagen de la mujer en las letras y los
vídeos es la de una mujer objeto sexual, dependiente y al servicio del
hombre, el cual adopta una actitud prepotente, dominante y violenta. Los
vídeo clips presentan a un hombre en actitud chula que se dirige a la
cámara mientras canta rodeado de mujeres bailando, dispuestas a
someterse y a cumplir los deseos del hombre. Algunas letras hablan por sí
solas “Castígala por detrás” “Súbete la falda”, y estas son de las más
suaves.
Un estudio realizado por la Confederación de Consumidores y
Usuarios (CECU) ha analizado las siete revistas más leídas por chicas
adolescentes. Ha concluido que se siguen perpetuando estereotipos
sexistas que sitúan a la mujer en un contexto de subordinación con respecto
al hombre, cuyo comportamiento gira en torno a él y para él y cuyo
objetivo es gustar y complacerle. A través de mensajes y consejos como
“los 25 mejores besos para derretir a cualquier chico”, “claves para evitar
que salga corriendo (el chico)”, perpetúan la discriminación y la
desigualdad entre los géneros al mostrar a una mujer que actúa y depende
de él y cuyo objetivo es hacer lo posible por mantenerle y/o gustarle a
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cualquier precio, aprendiendo los trucos necesarios para ello. Por su parte,
ellos consumen revistas de deportes, coches y nuevas tecnologías...
Múltiples ejemplos muestran esta realidad, y mientras esto siga
siendo así, habrá hombres que se sientan con el derecho de someter a las
mujeres y de humillarlas y maltrarlas cuando ellas no cumplan sus deseos,
y aleccionarlas para que no vuelva a ocurrir, aunque se repita una y otra
vez, cada vez con más frecuencia, con más dolor, con más miedo.
Eduquemos para erradicar la violencia, para ello es necesario
deconstruir una estructura social desigual que no trata de la misma forma a
hombres y mujeres. Eduquemos en la trasmisión de unos valores más
dignos para todos y todas.
Asociación por la Dignidad de las Mujeres, los Niños y las Niñas
DIGMUN
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