INOPONIBILIDAD DE LA PERSONALIDAD JURIDICA 1) INTRODUCCION: De acuerdo al art. 2 de la LS, a las sociedades se les atribuye la calidad de sujeto de derecho ratificando los arts. 33 y 39 del Cód. Civil, de manera que no debe confundirse su personalidad jurídica con la de sus miembros, contando con una propia y diferenciada capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones. Por ello la actuación de la persona jurídica compromete su propia responsabilidad y no la de sus socios. La persona societaria es un medio técnico jurídico cultural, que el derecho posibilita a los efectos de la organización de los fines humanos lícitos, por lo que no debe ignorarse el principio de especialidad que atiende al cumplimiento de sus fines y que actúa como límite de su capacidad, lo que no ocurre en el caso de personas físicas. 2) ABUSO DE LA PERSONALIDAD: Ahora, este principio de separación patrimonial de las sociedades respecto de sus integrantes, debe respetarse en tanto no se violen reglas superiores del ordenamiento jurídico. Por ello el art. 2 determina la personalidad con el alcance que surge de la propia ley, personalidad que admite diversos grados de eficacia en las diferentes etapas de su existencia, lo que permite entre otras cosas explicar los diferentes alcances de la responsabilidad de los socios y fundamentar la posibilidad de desestimarla cuando se hace uso abusivo de ella. La multiplicidad de casos atentatorios contra el recto sentido de justicia llevó a la necesidad de encontrar un instrumento que permitiera operar sobre el fraude cometido por intermedio de la sociedad. Para ello los tribunales acuñaron doctrinas conocidas como las del allanamiento, desestimación, penetración, redhibición de la personalidad jurídica o levantamiento del velo societario, originarias del derecho anglosajón. La base de todas ellas consiste en que cuando la estructura formal de la persona jurídica se utiliza ilegítimamente perpetrando fraudes o lesionando derechos de terceros, debe descorrerse el velo de su personalidad para penetrar en la real esencia de su sustrato patrimonial o personal, poniéndose al descubierto las reales motivaciones de los individuos miembros de la sociedad y que la han usado como máscara para la consecución de fines reprobados por el ordenamiento jurídico. 3) ANTECEDENTES DE LA LEGISLACION NACIONAL: Los redactores originarios de la ley 19.550 no creyeron conveniente incluir normas relativas a la desestimación de la personalidad, básicamente por atentatorias contra la seguridad de los negocios que pudiera verse afectada por un allanamiento generalizado de la personalidad. La reforma de la ley 22.903 de 1983 se apartó de las consideraciones negativas precedentes al introducir un régimen de inoponibilidad de la personalidad jurídica consagrado en el párrafo 3° del art. 54, que institucionaliza en apretada síntesis lo que sentado por la doctrina y jurisprudencia -especialmente a partir del caso “Swift”- y que en definitiva tiene su arraigo en la directiva del art. 2 mencionado, y que constituye una excepción al resto de las legislaciones comparadas en tanto no existen regulaciones que permitan descorrer el velo de la personalidad, tareas que son asumidas por los tribunales en general. La doctrina mayoritaria entiende que la reforma introdujo en el derecho societario nacional el instituto de la disregard. Otros postulan que ello no implicó la aceptación lisa y llana de tal doctrina ni el establecimiento de un sistema de desestimación de la personalidad como estructura legal, sino que atacó de modo indirecto el tema que se iniciara con el art. 2 al desmitificar lo relativo al alcance de la personalidad jurídica. El art. 54-3 pasó a ocuparse de resguardar el uso debido del recurso societario, estableciendo la regulación específica del fraude, la simulación ilícita o el ejercicio abusivo de derechos, agregando el fin extrasocietario como vicio propio de la figura societaria. 4) CONCEPTO: La inoponibilidad es un instituto de derecho común que importa la privación total o parcial de los efectos de un acto jurídico respecto de ciertos sujetos, no tratándose de un supuesto de nulidad o invalidez. De modo que si cesa la causa que da lugar a la inoponibilidad, el acto se mantiene en su pleno vigor. Cuando se desvía la personalidad jurídica del cumplimiento de los fines lícitos, es decir que se abusa de ella para fines no queridos, es lícito atravesar el velo de la personalidad para llegar a la esencia de la institución. El contrato de sociedad sigue siendo válido, pero queda privado de parte de sus efectos frente a quienes se encuentran en condiciones legales de alegar la sanción. Mediante el art. 54, existe un desplazamiento en la imputación de la conducta desde la sociedad hacia los socios y controlantes que hicieron posible el uso indebido de la forma, que incluso puede tener efectos liberatorios respecto de la sociedad misma. 5) SUPUESTOS LEGALES: El texto positivo de la norma reza: “la actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines extrasocietarios, constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados”. a) Fines extrasocietarios: la mención debe entenderse como una decisión de política legislativa de contenido moralizador, orientada a preservar el carácter instrumental de las sociedades en tutela de terceros y socios. b) Violación de la ley, el orden público o la buena fe: el exceso de los límites impuestos por la moral y el ejercicio regular de los derechos en el uso de la personalidad societaria, no puede contrariar la buena fe. Como se dijo, el principio de separación patrimonial debe respectase en tanto no se violen reglas superiores del ordenamiento jurídico, normas inderogables. c) Derechos de terceros: el procedimiento ha sido utilizado más en interés de terceros que de accionistas. Se trata de uno de los casos de mayor empleo de la mera instrumentalidad de la personalidad jurídica, al sustraerse bienes personales a la posible acción de cónyuges, acreedores, herederos, etc. 6) EL PROCEDIMIENTO: i) La inoponibilidad es dispuesta exclusivamente por el juez, y debe ser solicitada por la parte interesada, terceros o socios. ii) Estos deben acreditar fehacientemente los presupuestos que emanan del art. 54-3. iii) Legitimados pasivos son los socios o el controlante directo o indirecto, pero no los administradores. iv) Puede oponerse como acción o como defensa de fondo. v) Como no es patrimonio exclusivo de la justicia comercial, puede ser pedida en la etapa de ejecución de la sentencia dentro del mismo expediente. vi) En la sentencia, el juez indicará concretamente a las personas a quienes corresponde imputar las consecuencias de lo actuado por la sociedad, quienes además responderán por los daños y perjuicios ocasionados. Siempre es necesario demostrar el daño. 7) INTERPRETACION: La sanción de la LS tiene su justificación en el mal uso de la forma societaria, por lo que la violación de una norma legal por la sociedad no permite el allanamiento de su personalidad en tanto no se acredite abuso para evadir los supuestos prohibidos por el at. 54. Si no se acredita suficientemente su empleo desviado, no procede acceder a la desestimación de la personalidad, ya que de lo contrario cualquier falta en el pago de impuestos o contratación en negro, daría lugar a responsabilización de accionistas. El mero incumplimiento societario no justifica la aplicación del instituto, e implicaría eliminar la distinción entre personalidad de los socios y del ente sin causa justificante. Se trata de una sanción extrema que solo puede operar en los casos específicamente previstos por el legislador, y los jueces no deben recurrir a este instituto para sancionar a administradores y socios cuando para ello poseen normas más adecuadas. Al levantamiento de velo se debe llegar tras una cuidadosa valoración de todas las circunstancias del caso y no como una mecánica automática adoptada ante la constatación de ciertos hechos. El juez no posee facultades para convertirse en una instancia revisora de la validez genérica del derecho de sociedades articulado alrededor de la técnica de la personalidad jurídica propia. De ahí que no cabe duda de que la figura debe ser utilizada en forma excepcional y con carácter restrictivo, es decir, sin que se admitan aplicaciones extensibles a situaciones no previstas en la normativa societaria. 8. JURISPRUDENCIA: a) Precedentes de la justicia inglesa: “Wallersteiner v. Moir”; “Gilford Motor v. Horne”; “Creasey v. Breachwood Motors”; “Woolfson v. Strahclyde” (sociedad como mera fachada); “DHN v. Tower Hamlets” (desestimación pasiva). b) La justicia española se basa en tres principios (Sánchez Calero): i) actos ejecutados en fraude; ii) contra la buena fe; y iii) ejercicio abusivo o antisocial de derechos no existe norma positiva, lo que denota el gran mérito del legislador de nuestra reforma que previsionó los efectos. c) En Italia(Galgano): abuso de la personalidad se manifiesta en tres formas posible i)sistemática confusión entre patrimonio de la sociedad y el personal; ii) sistemático otorgamiento de préstamos del socio a la sociedad; y iii) sistemática preconstitución de las decisiones del órgano de administración. d) Argentina: I) Justicia Comercial: tradicionalmente se ha mostrado proclive a una interpretación restrictiva del instituto Sala D, “Discalmet c/ HSBC”, 16.10.09; Sala A, “Trialmet c/ Feuer”, 9.12.08. II) Justicia Laboral: es la que mayor cantidad de decisiones favorables a la desestimación ha producido. En términos generales, se ha aplicado cuando se trata de remediar una situación de fraude a los derechos de los trabajadores, retención de aportes, falta de registración de empleados Sala II, Sala V, Sala VI, Sala VII, Sala X (la de mayor cantidad, incluso a una directora suplente); Sala VI, “FR c/ Ideas del Sur y otros”, 29.12.09: extienden a Tinelli por la LS:274 –no 54- sin más que la mera mención de la norma. III) La Corte: la integración anterior de la Corte se había expedido por una aplicación restrictiva del instituto en defensa del principio cardinal del derecho societario y para salvaguardar la seguridad jurídica frente a una aplicación indiscriminada del mismo (Fallo “Palomeque”, 3.4.03). En su actual composición, la Corte ha rechazado por mayoría en los términos del CPCC:280 los recursos extraordinarios que se le han planteado (Fallos “Daverede”, “Ventura” y “Funes”, éste de mayo de 2008). Sin embargo, en todos ellos Lorenzetti se ha expresado en disidencia (con Fayt en el caso “Ventura”) con base en que la desestimación debe aplicarse en forma restrictiva acreditando la insolvencia de la sociedad y su uso abusivo, y la responsabilidad es personal.