AUTOCUIDADO: NOSOTROS Y NUESTRO AMBIENTE El ser humano ha convivido, desde siempre, con su ambiente, de un modo equilibrado, conociendo cuánto de ese ambiente podía tomar, ocupar, transformar, cómo tratar con él sin llegar a producir daños irreversibles. Existen marcadas huellas en las comunidades aborígenes de esta relación de respeto mutuo por todo lo que rodeaba al hombre, plasmados en las creencias religiosas, leyendas, costumbres y registros rudimentarios. Cuando esta coexistencia armónica se pierde, por avance de la especie humana por sobre el resto de la vida en la tierra, colonizando, destruyendo, apropiándose de cuanto espacio haya, en busca de dominar su Universo, comienza una carrera de degradación paulatina del ambiente natural. Prueba de ello son los grandes conglomerados urbanos donde se produce la mayor concentración de seres humanos y por ende de todo tipo de dificultades. Ahorra bien, la realidad nuestra hoy día es ésta: la convivencia de centros urbanos (de mayor o menor complejidad) con esta naturaleza que se manifiesta como puede, donde puede. La clave está en ser cuidadosos, observadores y sistemáticos en la búsqueda de posibles soluciones: una correcta disposición de la basura, evitar el ingreso de los roedores a las viviendas a partir de corregir fallas en las construcciones, no dejar diseminados recipientes con agua. Es peligroso el uso indiscriminado de ovicidas, larvicidas, adulticidas, insecticidas en general, rodenticidas, hormiguicidas, por eso debemos repensar nuestros hábitos y no exigir la fumigación todo el tiempo porque sólo aportan más contaminación a nuestro ambiente, afectando tanto el aire, el suelo y el agua, de un modo directo o indirecto, produciendo resistencia en las especies, debiendo entonces recurrir a otro tipo de productos más agresivos que sólo complican la situación de contaminación y degradación del ambiente en que vivimos. Estas medidas de cuidado son aplicables para toda especie: moscas, mosquitos, alacranes, hormigas, vinchucas, murciélagos, arañas, ratas y otro tipo de organismos y micro organismos causales de enfermedades (leishmaniasis, cólera, gripes, hantavirus, leptospirosos, dengue, fiebre amarilla, etc.). Si mantenemos las medidas de higiene y cuidado personales, nos aseguraremos que, tanto nuestra integridad como la del resto de los seres vivos estará asegurada, sin que ello implique acabar con nuestro planeta. En síntesis: todo depende de nuestras conductas y condiciones de vida para evitar todo tipo de dificultades al momento de querer vivir en armonía con nuestro entorno: aseo personal, higiene del ambiente que nos rodea, ordenamiento de los espacios, modificación de las condiciones que pueden favorecer el desarrollo de organismos y micro organismos causales de enfermedades. (Técnica en Saneamiento Mariana Maglianese a cargo de la Sección Control de Vectores de la Provincia de Santa Fe)