QUÉ SERÁ DE NOSOTROS, LOS MALOS ALUMNOS Podemos hacer un breve resumen de las ideas principales que este autor quiere transmitirnos en su libro: • El número de inmigrantes en España es cada vez mayor, lo que supone un profundo cambio en sus valores y en sus costumbres. • El sistema educativo actual hace un proceso de exclusión de los peores alumnos mediante un sistema de filtros que deja fuera a los alumnos menos capaces, y esto hace que sea más difícil para ellos el acceso a una vida laboral y social. • Insiste mucho en no buscar un responsable concreto del fracaso escolar, sino que hay una falta de interacción entre todos los elementos que componen el proceso de enseñanza – aprendizaje (familia, profesor, centro, aula, alumno...). • La influencia de factores económicos y sociales en el aprendizaje; los alumnos cuya situación socioeconómica es baja tienen más fracaso escolar, por el contrario, lo alumnos con una situación socioeconómica media – alta tienen más éxito en la escuela. • Los malos alumnos (alumnos con fracaso escolar) coinciden en que la principal causa de sus malas notas es la falta de esfuerzo personal, aburrimiento en clase, del que deriva la falta de interés por aprender el contenido de las materias. También coinciden en que sus profesores tienen poca capacidad para motivarles (que es el problema más grave con el que los profesores se encuentran diariamente). • El profesor tiene que desarrollar métodos de enseñanza para aumentar el interés y la motivación: - haciéndoles ver la utilidad de lo aprendido incorporación de ordenadores a las clases conectar la escuela con la vida de los alumnos dinámica en clase debates sobre aspectos interesantes que todos experimenten éxito alguna vez valorar su esfuerzo aprendizaje cooperativo tener compromiso y diálogo con el alumno para que tome confianza • Es necesaria una estrategia educativa individualizada para estos alumnos por parte del profesor, mediante el seguimiento, la reflexión y el refuerzo. Esto también vale para las familias. • Hace mucho hincapié en la importancia de la implicación de las familias en el proceso educativo de los niños. Para muchos profesores las familias se desentienden de la educación de sus hijos y les falta comunicación con ellos, facilitando con esto parte de los conflictos, achacables al consentimiento excesivo de los niños en sus casas. Hay algunas situaciones en las que la falta de colaboración de las familias hacen más claro el fracaso escolar de sus hijos. Algunas razones: - actitud negadora de los problemas de los hijos falta de tiempo de los padres falta de habilidad de los padres • Si el niño muestra más interés por algún tema, deportes, música, dibujo... es preciso que los padres aprovechen esto para mejorar la autoestima y la confianza del niño en sí mismo cuando se mueve en los temas y actividades que le interesan. • La escuela debe tener planificado cómo informar, compartir, colaborar con las familias en su acción educadora, animando a los padres a que tengan un papel más activo en el proceso de enseñanza – aprendizaje de sus hijos. • El principal problema en la ESO son las carencias con que los alumnos terminan primaria. • La responsabilidad compartida de todos es la única forma de que los alumnos con fracaso escolar se reduzcan notablemente. OPINIÓN PERSONAL La lectura de este libro me ha hecho razonar y profundizar en temas que desde que empecé la carrera de magisterio están a la orden del día, como son el aumento del colectivo inmigrante en las aulas, la importancia de la colaboración de las familias, la motivación en el aula... Con este libro el autor pretende que reflexionemos acerca del problema de los malos alumnos, aportando ideas que les ayuden a ellos, a los profesores y a sus familias, y por lo menos en mí lo ha conseguido; me ha hecho reflexionar y ver que no es tan fácil educar como a todo el mundo le parece, que los niños tienen multitud de problemas (tanto en casa como en el cole) y que éstos afectan a su rendimiento diario y a su vida personal. Y la función de un maestro no es sólo enseñar y ya está, sino que tiene que ayudar al alumno a superar sus miedos y problemas, motivarle para que su educación no sea una obligación sino algo provechoso para él y que además disfrute con ello. Respecto al aumento de niños inmigrantes en las aulas, estoy muy de acuerdo con Marchesi cuando dice que hay que garantizar a todos los alumnos una enseñanza común garantizando a su vez, la atención a la diversidad sin que esto traiga consigo una disminución de aprendizaje del resto de los alumnos de la clase. Se debe ayudar a los menos capaces pero sin descuidar a los demás porque se pueden aburrir y desmotivarse y entonces estaríamos como al principio. Es la pescadilla que se muerde la cola. Además pienso que no se debería ver como un problema sino como una experiencia enriquecedora en el aula, tanto para unos como para otros. Para los alumnos, porque aprenderán diferentes aspectos de otras culturas y además la lección más importante de sus vidas, la tolerancia y el respeto hacia los demás. Y para los profesores, porque deben aprender a tratar con diferentes alumnos y así desarrollar su capacidad de adaptación a las características de cada alumno. Lo que me ha parecido más importante del libro es la colaboración de la familia con el profesor. El niño pasa su tiempo principalmente entre la escuela y sus padres, por eso es esencial que la comunicación entre padres / madres y profesores sea plena, y juntos, no buscar una explicación al fracaso escolar, sino abordarla!! Esto no es fácil pero juntos si es posible. Los padres pueden aportar una valiosísima información acerca de sus hijos y ésta puede ser utilizada por el profesor para ayudar al niño en su proceso de enseñanza – aprendizaje. No es lo mismo tratar con un niño del que no se sabe nada, ni cómo vive, ni cómo es en casa, la situación socioeconómica de los padres... que saber aspectos sobre cómo es su vida fuera de clase. Esto no debe servir para encasillar al niño, y si pasa una mala racha sentir lástima por él o si nos caen mal los padres, también su hijo... ¡eso nunca debe pasar! Nos podemos implicar emocionalmente con el niño, pero no dejar que eso influya en nuestra forma de evaluarle y tratarle en clase porque los niños se dan cuenta de todo, y se pueden sentir mal si esa atención extra no es para todos. Por último, la motivación, algo importantísimo para que el niño muestre interés por lo que se le está enseñando. En el libro nos da algunos consejos para desarrollar su motivación (los que he puesto en el resumen) que me parecen muy buenos y que todo buen profesor debería poner en práctica. Sobre todo el último de ellos, porque si el niño tiene confianza con el profesor, a éste le será más fácil influir en sus intereses. 8